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CIUDADANÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES

La ciudadanía es aquel conjunto de prácticas que definen a una persona como miembro de pleno
derecho dentro de una sociedad. La ciudadanía formal implica la posesión de un pasaporte conferido
por el estado, mientras que la substantiva define el conjunto de derechos y obligaciones que tienen los
miembros de una comunidad política. La ciudadanía implica obligaciones a cargo de las instituciones
públicas para responder a los compromisos de participación de los derechos conferidos. Desde finales
del siglo XVIII fue consolidándose la ciudadanía como sinónimo de nacionalidad. Los estados fueron
extendiendo la ciudadanía al tiempo que homogeneizaban la lengua y la educación para incorporar a
sus poblaciones. La revolución industrial contribuyó al aumento de la conciencia política mediante la
proliferación de asociaciones cívicas y de los sindicatos obreros. La participación en los procesos
políticos fue exigida por los grupos sociales sin poder —los trabajadores y más tarde las mujeres—,
adquiriendo derechos políticos que contribuirían a mejorar sus condiciones de vida. La extensión de la
ciudadanía, como modo de inclusión, a la mayoría de los habitantes ha sido posible con la
incorporación de los derechos sociales a este principio, gracias al desarrollo reciente de los estados
de bienestar

El liberalismo considera al ciudadano definido esencialmente por los derechos de su libertad individual,
como derechos de defensa del burgués frente al Estado. Los derechos políticos cumplen aquí el
objetivo instrumental de delimitar y controlar el poder y los derechos sociales se justifican con la
necesidad de asegurar y restablecer la autonomía individual. En cambio, el republicanismo concibe al
ciudadano, en la tradición de la polis griega, como forma de vida en la cual el ciudadano se realiza a
través de su compromiso a favor del bien común y la participación en la dominación.

Los movimientos sociales tienen como objetivo principal lograr un cambio; son una acción colectiva de
participación ciudadana en la cual se expresan valores, creencias e ideologías. En ellos se manifiesta
el descontento e inconformidad con el sistema, se lucha por los derechos y por poner fin a las
injusticias; son claves a la hora de añadir nuevas demandas al proponer, reivindicar y pedir mejoras
en conjunto para toda la sociedad.

Surgen porque existen tensiones estructurales, porque existen carencias organizativas y porque a la
gente no le gusta cómo se vive y cómo se vive la resolución de injusticias, por lo que creen que los
problemas a favor de cuya solución han decidido movilizarse deben solucionarse de forma

ALUMNO: FELIX ALBERTO CHE BAUTISTA GRUPO: 2 CEDU


MATERIA: EDUCACIÓN, DEMOCRACIA Y CIUDADANÍA
PROFESORA: PATRICIA CAMPOS RAMÍREZ
participativa, igualitaria y cooperativa, de manera que buscan organizarse, moverse de forma solidaria,
participativa para remediar esos problemas.

Características:

• Se tratan de redes de interacción entre individuos, grupos y organizaciones.


• Poseen una identidad compartida, un sentido de pertenencia que los aglutina.
• Se organizan a partir de una problemática o un conflicto común que los afecta.
• Desarrollan estrategias de acción colectiva para lograr cambio en el orden social.
• Sus integrantes mantienen vínculos estables que perduran en el tiempo.
Hoy más que nunca, los movimientos sociales, tanto en México como en distintas latitudes de la
geografía mundial, se caracterizan por cuestionar abiertamente el poder establecido en un contexto
de globalización económica de corte neoliberal que abre cada vez más la brecha entre quienes
detentan el poder económico y obtienen grandes beneficios; y entre quienes tienen muy poco y apenas
les alcanza para la sobrevivencia, construyendo así sociedades sumamente inequitativas en donde la
pobreza y la extrema pobreza imperan, donde se lacera a millones de seres humanos; donde la
desnutrición infantil es extenuante e impide o dificulta pensar en un futuro promisorio para las
sociedades que la experimentan; donde el desempleo crece por la aplicación de políticas neoliberales
inhumanas, y las enfermedades, muchas veces curables, matan a miles o cientos de miles de niños,
mujeres, indígenas, ancianos.

Todos estos movimientos sociales, nos dice Holloway (2017), son luchas, son gritos, son rabias, son
proyecciones de esperanza desde la desesperación, desde un mundo donde parece que ya no hay
esperanza. Todos estos movimientos —continúa diciendo Holloway— son gritos al cielo desde la
profundidad de la tormenta que estamos viviendo, son acciones colectivas de resistencia y también
muchas veces de rebeldía. Estos movimientos de resistencia son un polo de un antagonismo, son
respuestas a una agresión constante y violenta. Esa agresión tiene un nombre: el Capital; esa forma
actual de organización social que tiene su fundamento en la mediación de las relaciones sociales a
través del dinero. Esa violencia que proviene del capitalismo levanta voces de protesta, de indignación
y reclamo.

BIBLIOGRAFIAS:

https://www.redalyc.org/journal/2110/211059782019/html/

https://journals.openedition.org/rccs/982
ALUMNO: FELIX ALBERTO CHE BAUTISTA GRUPO: 2 CEDU
MATERIA: EDUCACIÓN, DEMOCRACIA Y CIUDADANÍA
PROFESORA: PATRICIA CAMPOS RAMÍREZ
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