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E - 26-212-A-10

Diagnóstico y tratamiento de los síndromes


por compresión en el desfiladero
cervicotoracobraquial.
Papel de la rehabilitación
MA Mayoux-Benhamou
M Benhamou
E Mignon
P Seror Resumen. - El síndrome del desfiladero toracobraquial se produce por compresión del pedículo
F Luizy vasculonervioso del miembro superior. La angostura del desfiladero toracobraquial a menudo es
M Dadon consecuencia de una anomalía ósea, ligamentosa o muscular y se ve agravada por un desequi-
C Buades librio de los músculos de la cintura escapular, que conduce a un progresivo descenso de ésta.
M Revel La rehabilitación tiene como objetivo la corrección de dicho desequilibrio muscular, así como de
los trastornos posturales adquiridos. Con frecuencia resulta eficaz, siempre y cuando se siga un
procedimiento estricto y éste se complemente a largo plazo con un entrenamiento personal por
parte del paciente. La rehabilitación constituye la primera etapa terapéutica cuando no existen
complicaciones neurovasculares graves.
Las indicaciones de la cirugía son fundamentalmente las complicaciones arteriales, venosas y
neurológicas graves, al igual que el fracaso de una rehabilitación bien orientada ante un sín-
drome de desfiladero toracobraquial invalidante.
O 2003, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: síndrome del desfiladero toracobraquial, síndrome por compresión, postura.

Introducción El diagnóstico de síndrome del desfila- primera fase del tratamiento. Las opcio-
dero toracobraquial, particularmente en nes quirúrgicas quedan reservadas a las
El síndrome del desfiladero toracobra- sus formas neurológicas, depende bási- formas graves, relativamente excepcio-
camente de un minucioso análisis clíni- nales y a aquellas invalidantes y rebel-
quial, que se debe a la compresión del co. Los estudios complementarios, aun-
paquete vasculonervioso del miembro des pese a una rehabilitación cuidadosa
superior en algún punto de su recorrido que cada vez más sofisticados, no per- y suficientemente prolongada.
miten establecer o confirmar el diagnós-
cervicotoracobraquial, asocia en modo tico en muchos de los casos de poca gra-
En 1956, Peet [25] describió los trastornos
diverso manifestaciones circulatorias, morfodinámicos de la cintura escapular
arteriales o venosas y neurológicas. Las vedad. Estos procedimientos pueden
que favorecen la aparición del síndro-
formas neurológicas puras son las más proporcionar resultados tanto falsa- me del desfiladero toracobraquial y ela-
comunes y plantean problemas diag- mente positivos como falsamente nega- boró un programa de ejercicios perso-
nósticos, sobre todo cuando los sínto- tivos. Por lo tanto, para poder estable-
nales destinados a corregirlos. El esque-
mas son vagos y poco específicos. cer un diagnóstico lo más preciso posi-
ma de Peet sigue siendo una referencia
ble, el médico debe apoyarse sobre todo
en los datos clínicos, teniendo en cuen- para numerosos clínicos. La rehabilita-
ta las posibilidades y limitaciones de las ción del síndrome del desfiladero tora-
Marie-Anne Mayoux-Benhamou : Maitre de conférences des
Universités, médecin des Hópitaux. investigaciones complementarias de cobraquial fue difundida en la década
de los ochenta, mediante la puesta en
Chantal Buades : Masseur-kinésithérapeute.
service de rééducation et de réadaptation de l’apporeil loco- que dispone. Es necesario tener siempre
moteur et des pathologies du rachis, institut de rhumatologie, presente que otras afecciones pueden práctica de programas que asociaban
hópital Cochin, 27,
Paris, France.
rue du Faubourg-Saint-lacques, 75014 simular o asociarse a un síndrome de gimnasia personal y ejercicios dirigidos
Maurice Benhamou : Masseur-kinésithérapeute, unité de chi- desfiladero toracobraquial y no consi- por un kinesiterapeuta ~’-e-~-~-Z6,28,2’,"~.
rurgie vasculaire. derar prematuramente que éste justifica La rehabilitación del síndrome del des-
Éric Mignon : Masseur-kinésithérapeute, unité de rodiológie.
Hôpital américain de Paris, 92200 Neuiily-Sur-Seine, France. todos los síntomas descritos en cuello, filadero toracobraquial, cuyos princi-
Paul Seror : Masseur-kinésithérapeute, centre d’explorations
électromyographiques, 146, avenue Ledru-Rollin, 75011 Paris, hombro, tórax o miembro superior. pios descansan en el conocimiento ana-
France.
Franlois Luizy : Masseur kinésithérapeute. La rehabilitación ocupa un lugar privile- tómico y patogénico del espacio cervi-
Michel Dadon : Masseur kinésithérapeute.
Centre dlchographie vasculaire, 12, avenue de Wagram, giado desde el punto de vista terapéuti- cotoracobraquial, ocupa un lugar muy
75008 Paris, Frunce. co. Como norma general, representa la importante en el tratamiento.
Anatomía CUATRO ZONAS DE CONFLICTO vioso en la raíz del miembro superior.
POTENCIAL Durante el crecimiento, la pared torácica
El desfiladero cervicotoracobraquial desciende progresivamente, producien-
está compuesto por una serie de espa- Desfiladero intercostoescalénico do la desviación vertical de la primera
cios anatómicos delimitados por aque- Este espacio, cuya forma es la de un costilla y el desplazamiento hacia atrás y
llas estructuras óseas, musculares, apo- prisma triangular de vértice superior, abajo de la clavícula 1231. El ensancha-
neuróticas y tendinosas que deben ser está compuesto por dos pilares muscu- miento de la caja torácica en sentido
atravesadas por los elementos vascula- lares (escaleno anterior y medio) y una transversal incrementa la tracción del
res y nerviosos destinados a los miem- base ósea (primera costilla torácica). pedículo vasculonervioso. El declive de
bros superiores, que abarcan desde el Los músculos escalenos corresponden a la cintura escapular que continúa duran-
margen interno del desfiladero inter- los obenques laterales de la columna te la edad " ID="I54.143.4">adulta 1111 sería consecuencia
costoescalénico hasta el borde inferior cervical. El tendón del escaleno anterior de la paulatina insuficiencia de los
del tendón distal del músculo pectoral forma un ángulo posteromedial en músculos suspensores de aquélla.
mayor. Además de ser angosto ya en tomo al cual cambia de dirección el arco Las relaciones anatómicas entre la
condiciones normales, tiene cuatro pun- arterial subclavio, convirtiéndose en el columna cervical, la primera costilla y la
tos de potencial conflicto. principal punto donde puede lastimar- cintura escapular varían según la posi-
Esta región anatómica queda atravesa- se la arteria 124]. ción del miembro superior. El síndrome
da por los elementos que constituyen el del desfiladero toracobraquial consiste,
pedículo vasculonervioso del miembro a Canal costoclavicular por consiguiente, en un conflicto anató-
superior. mico dinámico en el que el pedículo
En la base del cuello, la arteria subcla- Este espacio constituye un auténtico vasculonervioso de la extremidad supe-
via dibuja una curva, situada en un canal debido a la presencia del músculo rior corre el riesgo de quedar aprisiona-
subclavio. Está ubicado entre la cara
plano prácticamente frontal y excava inferior de la mitad medial de la claví-
do, sobre todo durante la retropulsión y
un canal sobre la vertiente anterior del el descenso de los hombros, la abduc-
cula y la cara superior de la primera cos-
pulmón. En su recorrido, se insinúa tilla torácica. Su orificio anterior es de
ción del miembro superior, la rotación
entre los músculos escalenos anterior y cervical y la inspiración profunda. Al
medio. La vena subclavia, cuya locali- naturaleza osteomuscular, de tal mane- realizar una abducción por encima de
zación es más baja y anterior que la ra que el margen inferior está formado
los 90°, las estructuras neurológicas, en
arteria, cruza por delante del tendón exclusivamente por el borde de la pri-
terminal del músculo escaleno anterior. mera costilla. El orificio posterior, estric-
particular los nervios musculocutáneo y
mediano, entran en contacto con el ten-
El segmento cervical del plexo braquial, tamente interóseo, queda delimitado dón pectoral y la cabeza humeral, que
formado por los troncos (troncos prima- por el borde posterior de la clavícula y el actúa a modo de polea de reflexión. A
rios) y las ramificaciones que dan ori- canto correspondiente a la primera cos-
los fascículos tilla. Los movimientos de cizallamiento partir de los 110° de abducción, todo el
gen a (troncos secunda- paquete vasculonervioso es atraído con-
atraviesa el intersticio entre los
rios), de la tenaza costosubclavioclavicular tra el borde externo del pectoral menor,
músculos escalenos anterior y medio. El están vinculados al desplazamiento de en tanto que la arteria axilar choca con-
tronco inferior guarda estrecha relación la cintura escapular. Cuando ésta se cie- tra el yunque humeral. En abducción
con el vértice pleural y con la arteria rra, la vena axilar es la estructura que se
subclavia, ubicada por delante de él. ve amenazada en primer lugar.
completa de 180°, momento en que la
tensión pedicular alcanza su máxima
La arteria y la vena subclavias, así como
el plexo braquial, recorren el canal cos- expresión, los nervios, apenas extensi-
t Túnel subpectoral bles, encuentran el camino más corto
toclavicular antes de penetrar en la fosa
axilar. La vena subclavia, situada por Este túnel se encuentra delimitado por aplastando la arteria axilar, lo que justi-
fica la disminución o desaparición del
dentro de la arteria, ocupa el vértice delante por el músculo pectoral menor
interno de esta hendidura triangular. y por detrás por los músculos subesca-
pulso radial en un alto porcentaje de
personas normales.
Una vez en la fosa axilar, la arteria sub- pular, redondo mayor y dorsal ancho. Por último, las dimensiones del desfila-
clavia se continúa, sin diferencia alguna El borde externo del pectoral menor
tiene a veces un aspecto fibroso grueso dero toracobraquial, se ven influencia-
en cuanto al calibre, con la arteria axilar
das por el estado de la musculatura de
a la altura del borde inferior del múscu- y potencialmente agresivo. La abduc-
ción del brazo y la retropulsión de la la cintura escapular (fig. 1A). El desfila-
lo subclavio. La referencia ósea que
cintura escapular, así como los movi- dero se estrecha cuando la primera cos-
define la transición es el margen exter-
mientos respiratorios, repercuten sobre tilla se encuentra en posición alta y/o
no de la primera costilla, que delimita
el contenido de este canal. cuando la cintura escapular está en
por dentro el vértice de la axila. Ya en la
fosa axilar, la arteria axilar adquiere un posición baja. Los músculos cuya con-
tracción eleva la cintura escapular y
trayecto oblicuo hacia abajo, hacia fuera a Yunque humeral desciende la primera costilla tienden a
y hacia atrás. Discurre por detrás del
músculo pectoral menor y continúa, Mientras que, en posición anatómica, el ampliar el desfiladero toracobraquial.
como arteria braquial, bajo el tendón paquete vasculonervioso ocupa el eje Estos músculos, denominados «abrido-
del dorsal ancho y del pectoral mayor. mayor de la pirámide axilar, durante la res», que se oponen al efecto de la gra-
La vena axilar discurre por su vertiente abducción la arteria axilar entra en con- vedad, son fundamentalmente los fascí-
interna. Los fascículos del plexo bra- tacto con la cabeza humeral (121.
’’
culos superior y medio del trapecio, el
quial rodean la arteria axilar: el fascícu- elevador de la escápula (angular del
lo posterior está situado detrás de la
ANATOMÍA FUNCIONAL omóplato), el esternocleidomastoideo y
arteria, mientras que el fascículo lateral el serrato anterior (serrato mayor).
se ubica por fuera de ésta y el medial se El tamaño de estos diafragmas osteofi- Aquellos que desempeñan una misión
insinúa entre arteria y vena axilares. bromusculares depende de las relacio- inversa sobre la cintura escapular y la
Los fascículos se ramifican para formar, nes anatómicas entre la columna cervi- primera costilla tienden a reducir, al
por detrás del músculo pectoral menor, cal, la primera costilla y la cintura esca- contraerse, el desfiladero toracobra-
los troncos nerviosos terminales desti- pular, las cuales sufren modificaciones a quial. Estos músculos, conocidos como
nados a la inervación del miembro lo largo de la vida, aumentando el riesgo «cerradores» son sobre todo el subcla-
superior. de comprimir el pedículo vasculoner- vio, el pectoral mayor y el dorsal ancho.

2
cervicotoracobraquial. Puede tratarse y repetidos pueden acarrear consecuen-
de trastornos adquiridos (callo vicioso, cias análogas a las de un evento único
cicatriz retráctil, etc.), de patologías pero más violento " ID="I5 .95.4">(421. El papel patógeno
óseas congénitas, fácilmente demostra- del escaleno anterior parece preponde-
bles e identificables en aproximada- rante en los síndromes de desfiladero
mente el 1 % de la población general toracobraquial que ocurren en el trans-
(costilla cervical, megapófisis de la sép- curso de un traumatismo en hiperex-
tima vértebra cervical, etc.), o con tensión cervical 111,211.
mayor frecuencia, fibromusculares 1271. Aunque es cierto que un desequilibrio
Las anomalías óseas y fibromusculares muscular puede favorecer un síndrome
no siempre producen compresión " ID="I5 .3 .5">1 71. de desfiladero toracobraquial, el corola-
Aunque las agenesias del primer arco rio señala que su corrección mediante
costal anterior son más excepcionales una rehabilitación adecuada puede
que las costillas cervicales, con mayor hacer desaparecer tales síntomas. Por lo
frecuencia resultan nocivas y responsa- tanto, dicha rehabilitación es ante todo
bles de un síndrome del desfiladero de naturaleza muscular, de tal manera
toracobraquial grave con compromiso que su objetivo radica en restaurar la
arterial " ID="I5 .40.2">i"1. armonía funcional de los músculos que
Una disfunción de la musculatura esca- integran la cintura escapular.
pular puede agravar la exigüidad del
desfiladero (fig. 1B) o provocar la des-
compensación de una excesiva angos- Diagnóstico clínico
tura ligada a una antigua anomalía
regional, hasta ese momento libre de Habitualmente, los síndromes del desfi-
síntomas. Puede tratarse de un desequi-
ladero toracobraquial se dividen en tres
librio entre músculos elevadores y
categorías principales (neurológicas,
depresores de la cintura escapular arteriales y venosas), según el tipo de
(insuficiencia de los músculos suspen- clínica predominante. La mayoría de
sores de la cintura escapular, responsa-
los síndromes del desfiladero toracobra-
ble de un declive de la cintura escapu-
lar), de una contractura postraumática quial tienen una manifestación neuroló-
del escaleno anterior o de un desequili- gica. La forma venosa comprende apro-
ximadamente del 2 al 3 % de estos sín-
brio muscular, en beneficio de los gru-
dromes, mientras que la arterial, aun-
pos musculares que favorecen el cierre que supone únicamente el 1 % de los
de la pinza, como resultado de una
casos, es la variante más grave. En las
intensa actividad profesional o deporti- tres condiciones, el inicio de los sínto-
va. De este modo, los nadadores de crol
de alto nivel están expuestos al síndro-
mas puede ser progresivo o súbito,
me del desfiladero toracobraquial [14],
espontáneo o postraumático. Una acti-
vidad intensa o repetida de hombros y
probablemente a causa de los movi- brazos, o un estiramiento brusco del
mientos reiterados de rotación cervical cuello o de la cintura escapular, como
durante la inspiración, que solicitan en los que se observan en el marco de una
exceso los escalenos. En la práctica, la
caída o un accidente de tráfico, pueden
1 A. Equilibrio muscular en torno al desfiladero mayor parte de las actividades predis- volver sintomáticas algunas anomalías
cervicotorácico. 1. Músculos esternocleidomas- ponentes inducen más frecuentemente anatómicas que hasta ese momento
toideo y trapecio angular; 2. escalenos, subclavio un desequilibrio muscular en provecho
eran bien toleradas.
y pectoral menor. de los depresores de la escápula (redon-
B. Hipertrofia de los escalenos: escaleno anterior do mayor y pectoral mayor).
prominente y tenso. Compresión de los troncos El descenso, lentamente progresivo, de SIGNOS FUNCIONALES
nerviosos del plexo braquial y de la arteria sub-
clavia.
la cintura escapular que continúa fisio-
lógicamente a lo largo de la edad adul- Signos neurológicos
ta está ligado a una paulatina insufi- Dolor, parestesias y paresias constitu-
ciencia de los músculos suspensores de yen los principales síntomas neurológi-
Así, un desequilibrio muscular de la ésta. Es especialmente notable en la cos del síndrome del desfiladero toraco-
cintura escapular puede favorecer la mujer, lo que explica el predominio braquial. Por lo general son intermiten-
aparición de un síndrome del desfilade- femenino y la edad en el momento del tes, contrariamente a los trastornos de
ro toracobraquial, tal y como se expone
en el siguiente apartado.
inicio de los síntomas de desfiladero igual tipo pero más permanentes que
toracobraquial, por lo general entre los pueden observarse en caso de un sín-
30 y 40 años. drome del túnel carpiano o de neural-
Los antecedentes de traumatismo cervi- gia cervicobraquial. En el síndrome del
desfiladero toracobraquial, la irritación
Patogenia cal son frecuentes [131. Pueden motivar,
además del daño óseo, lesiones muscu- y la compresión de los nervios del plexo
Las causas de síndrome del desfiladero lares (estiramiento, desgarro, hemato- braquial varían con las posiciones del
toracobraquial son de dos tipos: estruc- ma o desinserción) que pueden evolu- brazo y la actividad.
turas anatómicas anómalas y/o desequi- cionar hacia una fibrosis cicatrizal y Los datos neurológicos están domina-
librio muscular de la cintura escapular. retráctil, o bien, generar simplemente dos por los síntomas sensitivos subjeti-
Diversas estructuras anatómicas anó- contracturas o fenómenos de inhibición vos, en ocasiones mal sistematizados:
malas pueden llegar a comprimir el y de desprogramación muscular, sufi- dolores intermitentes en la mano y
-

paquete vasculonervioso del miembro cientes para desencadenar el conflicto antebrazo, parestesias de tipo hormi-
superior en algún punto de su trayecto anatómico. Los traumatismos mínimos gueo y a veces descargas eléctricas;

3
-
la sensibilidad objetiva suele conser- toracobraquial [11.Las posibles manifes- distinguir las manifestaciones neuroló-
varse ; taciones clínicas son la claudicación gicas o vasculares generadas por movi-
-

aunque en pocas ocasiones se com- intermitente del miembro superior, el mientos «parafisiológicos» de los ver-
prueba insuficiencia muscular, una dolor en reposo a nivel de la mano y de daderos síndromes con sustrato anató-
amiotrofia de la musculatura intrínseca los dedos, la palidez y enfriamiento de mico, como puede ser una variante
de la mano no es excepcional en las for- éstos, y la existencia de hemorragias antropológica de la cintura escapular
mas avanzadas. subungueales, ulceraciones o gangrena y/o de la columna vertebral cervical, o
Roos 131) clasificó las manifestaciones digital. Estos síntomas pueden asociar- bien, un elemento anatómico sobreaña-
se a un fenómeno de Raynaud unilate- dido, ubicado en los confines de las
neurológicas en síndrome del plexo ral, desencadenado por microembolis-
superior (C5-C6-C7) e inferior (C8-Dl). regiones cervical, dorsal o escapular.
mos cuyo punto de partida sería un La positividad de las pruebas clínicas,
En la práctica, la lesión de las raíces cer-
vicales superiores es excepcional y las aneurisma de la arteria subclavia (el como la reducción del flujo arterial en el

manifestaciones sensitivas afectan so- fenómeno de Raynaud podría verse ecodoppler se debe interpretar con pru-
bre todo al territorio C8-Dl. favorecido igualmente por la acentua- dencia, ya que el pulso desaparece en el
ción del espasmo por el frío fisiológico, 50 % de las personas sanas durante la
ligado a la hipertonía del sistema ner- realización de maniobras dinámicas [381.
Signos venosos vioso simpático). La compresión intermitente del pedícu-
Las trombosis venosas primarias del Sin embargo, por lo general, por lo lo vasculonervioso puesta en evidencia
miembro superior, también denomina- menos en el ámbito de la reumatología, de este modo no es necesariamente sin-
das «flebitis de esfuerzo», representan los síndromes del desfiladero toraco- tomática.
la complicación venosa más grave de braquial manifiestan por anomalías
se
los síndromes de desfiladero toracobra- menores, comoparestesias mal sistema- Examen musculoesquelético
quial. Aunque tales flebitis pueden des- tizadas en los miembros superiores,
sensación de enfriamiento, de tener un Es interesante estudiar toda la región
cubrirse tanto en su fase aguda como en
la de secuelas, es fundamental no des- «brazo muerto», de fenómeno de cervicoescapular en búsqueda de con-
tracturas musculares, puntos dolorosos
deñar los signos premonitorios, como Raynaud unilateral, etc.
es el síndrome de compresión intermi- Sea cual fuere el síntoma dominante, es y, sobre todo, un descenso del muñón
del hombro. Se palpa el hueco supracla-
tente de la vena subclavia. Estos signos preciso recordar el carácter intermitente vicular intentando descubrir una costi-
venosos discontinuos consisten en y posicional de su presentación, entre lla cervical o una estructura musculoli-
edema global del miembro superior, cuyos factores desencadenantes se des-
tacan la elevación del brazo y la retro- gamentosa anómala (escaleno anterior
turgencia venosa anómala, cianosis de palpable, sobresaliente o doloroso).
las extremidades y sensación de pesa- pulsión, bien sea por diversas tareas de Igualmente debe explorarse el hueco
dez y entumecimiento. Estos hechos, la vida cotidiana, o durante el sueño.
axilar para descartar un trastorno de la
cuya aparición es esporádica y está La sintomatología es de entrada bilate- sensibilidad del plexo braquial o un
desencadenada por una posición forza- ral en un tercio de los casos aproxima- dolor en el pectoral menor, lo que sugie-
da del brazo o por determinadas cir- damente. re compresión del plexo a esta altura.
cunstancias (sueño, transporte de obje-
tos pesados, etc.), son muy difíciles de
SIGNOS CLÍNICOS Examen neurológico
reproducir. Habitualmente, el paciente
presenta un miembro normal excepto La exploración física es una etapa fun- Se recomienda investigar una disminu-
por las crisis, que duran desde pocos damental en el diagnóstico de un sín- ción de la fuerza y una eventual amio-
minutos a varias horas y ceden con los drome del desfiladero toracobraquial. trofia, sobre todo de la musculatura
cambios posturales. El cuadro puede Permite realizar el diagnóstico diferen- interósea. Los reflejos osteotendinosos
resultar confuso e incompleto y es el cial, identificaruna patología asociada, están generalmente conservados y la
carácter intermitente de los signos lo en particular otro síndrome por compre- sensibilidad objetiva excepcionalmente
que debe llamar la atención. Estos sig- sión del miembro superior, y cuantificar se encuentra disminuida.
nos venosos a menudo se asocian a sen- la gravedad del síndrome para orientar Se busca un movimiento de desliza-
sación de pesadez en la mama homola- la opción terapéutica y evaluar la efica- miento escapulotorácico (fig. 2A) y el
teral y parestesias en los dedos. cia del tratamiento médico o quirúrgico. signo de Tinel (fig. 2B) en el hueco
A largo plazo, la pared de la vena sub- El examen físico es, al mismo tiempo, supraclavicular, esto es, la reproducción
clavia sufre una transformación fibrosa musculoesquelético, vascular y neuro- del dolor y de las parestesias del miem-
que puede llevar a una estenosis irre- lógico. La distinción entre lo normal y bro superior mediante la presión y per-
versible, responsable de un trastorno lo patológico resulta extremadamente cusión de escasa intensidad.
circulatorio permanente. difícil. Roos considera que el elevated arm stress
La adaptación de la especie humana a test (EAST) [3()] es la maniobra más fiable
la posición erecta es incompleta, imper- para confirmar un diagnóstico de sín-
Signos arteriales fección que se manifiesta de diferentes drome del desfiladero toracobraquial
Los signos clínicos que guardan rela- formas. Así, el ser humano experimenta insinuado durante la anamnesis. Se le
ción con el compromiso de la arteria normalmente parestesias en las extre- pide al paciente que se coloque en posi-
subclavia excepcionalmente ocupan el midades de los miembros superiores ción de «manos arriba», de tal manera
primer plano. Con frecuencia existe una cuando éstos son mantenidos en exten- que éstas se colocan a 90° de abducción
anomalía ósea, como una costilla cervi- sión por encima de la cabeza durante y de rotación externa y a continuación
cal. Estos síntomas traducen una isque- algunos minutos. Por el contrario, en que las abra y cierre despacio, aproxi-
mia aguda o crónica del miembro supe- algunas personas se observa una dismi- madamente una vez cada dos segundos
rior, consecuencia de una trombosis de nución e incluso una abolición del durante un total de tres minutos, indi-
la arteria principal y/o de embolias de pulso radial cuando se les pide que cando cualquier síntoma que pudiera
arterias de mediano o pequeño calibre. coloquen dicho miembro superior en la surgir (fig. 3). Esta maniobra sencilla,
Menos del 5 % de los casos de isquemia posición de juramento, por ejemplo. Es sin ningún peligro, permite evaluar con
aguda de la extremidad superior se decir, existe una jerarquía dentro del rapidez y precisión los tres componen-
deben a un síndrome del desfiladero conjunto de «síntomas» y es importante tes del síndrome del desfiladero toraco-

4
lógicas, aparece una sensación de pesa-
dez en el brazo, con fatiga y posterior
dolor en éste y en el hombro, así como

parestesias en los dedos, que se extien-


den progresivamente a la mano y al
antebrazo. Esta maniobra es negativa
en caso de síndrome del túnel carpiano
o de neuralgia cervicobraquial, aunque,
en el primer caso, pueden referirse

parestesias en la mano durante los


movimientos reiterados de flexión y
extensión de los dedos.

Examen vascular
En unprimer tiempo, será preciso bus-
car eventuales trastornos de la colora-
ción de la piel de la extremidad supe- 4 «De espaldusN: maniobra de Sanders.
rior, de la temperatura de la misma y de
la existencia de edema o trastornos tró-
ficos en los pulpejos.
La tensión arterial debe medirse de
forma bilateral. Una diferencia de 10 a
15 mm de presión sistólica es frecuente
en condiciones normales, considerando

2 A. La presión a la altura del hueco supracla- que las cifras tensionales suelen ser dis-
vicular puede reproducir los síntomas en el cretamente menores en el lado izquier-
miembro superior (movimiento de deslizamiento do. Una disparidad por encima de 15
escapulotorácico). mmHg después de varias mediciones
B. La percusión a la altura del hueco supracla-
vicular puede reproducir los síntomas en el
sugiere la posibilidad de una estenosis
u oclusión arterial proximal. Los pulsos
miembro superior (signo de Tinel).
radial y ulnar (cubital) se deben tomar
comparativamente en ambas muñecas. 5 Maniobra de Adson.
Cualquier diferencia significativa debe-
rá corresponder con variaciones en la
tensión arterial.
Mediante el estetoscopio se auscultarán
posibles soplos supraclaviculares, exa-
men que deberá realizarse tanto por
encima como por debajo de la clavícula.
La palpación de los pulsos y la ausculta-
ción supraclavicular se efectúan en repo-
so y durante las maniobras dinámicas

que sensibilizan la compresión arterial:


-
maniobra de Sanders: el paciente se
coloca en posición «de espaldas» al
médico y realiza una retropulsión de los
omóplatos (fig. 4). El examinador puede
agregar una fuerte presión sobre el hom- 6 «Manos arriba».
bro, haciéndolo descender y desplazán-
dolo hacia atrás [35]. La posición «de
espaldas», al igual que la de «manos miso a la altura del músculo pectoral
arriba» busca principalmente la existen- menor;
cia de una pinza costoclavicular o la -

«manos arriba» (fig. 6).


compresión a partir de una costilla cer- Con cualquiera de estas maniobras se
vical ; trata de reducir e incluso de anular el
-
maniobra de Adson: consiste en colo- pulso radial y promover un soplo
car los brazos en abducción, asociando
3 A y B. Elevated una rotación y lateroflexión cervical
supraclavicular que pueda ser ausculta-
arm stress test (EAST) de do. Estas maniobras resultan poco espe-
Roos. homolateral mientras el paciente realiza cíficas [38). Los trabajos señalan que la
una inspiración profunda [2]. Es necesario
compresión de la arteria subclavia
braquial. Si bien en condiciones norma- reproducir la maniobra girando la cabe- según las distintas posiciones del brazo
les el paciente tan sólo refiere, al cabo za hacia el lado opuesto (fig. 5). Esta ope-
y del hombro es un fenómeno normal en
de los tres minutos, un discreto cansan- ración está fundamentalmente destina- la mayoría de las personas sin síntomas.
cio en los músculos del antebrazo y del da a conseguir una compresión a la De igual modo, pese a que a menudo se
hombro, cuando se trata de un síndro- altura del desfiladero interescalénico; aprecia un soplo claro en personas sanas
me del desfiladero toracobraquial los -
maniobra de Wright: consiste en cuando colocan su brazo en abducción y
síntomas habituales se presentan, pau- colocar el miembro superior en abduc- por consiguiente carece de peculiaridad
latinamente, mucho antes de que trans- ción y rotación externa " ID="I57.85. ">145]. De este modo alguna, el mismo signo, pero en reposo,
curra ese tiempo. En las formas neuro- se logra poner en evidencia un compro- sugiere claramente una estenosis intrín-
5
seca o extrínseca de la arteria y exige,
Cuadro 1. - Puntuación de los síntomas del síndrome de desfiladero toracobraquial.
por lo tanto, recurrir a exploraciones
vasculares [341.

PUNTUACIÓN
La gravedad del síndrome del desfila-
dero toracobraquial y sus resultados
terapéuticos se pueden evaluar gracias
a un método de puntuación sencillo y

reproducible « 28, 291. Se definen cuatro


grados según la magnitud de los signos
de compresión arterial, venosa y neuro-
lógica (cuadro 1).

Exámenes
complementarios
EMG: electromiográficos.
RADIOLOGÍA CONVENCIONAL
Las radiografías de columna cervical y
En la maniobra de Wright, la sonda del OPACIFICACIONES VASCULARES
tórax deben practicarse sistemática-
mente. Pueden revelar estructuras óseas ecógrafo se coloca a nivel del hueco axi- La angiografía percutánea ofrece la ven-
lar, a la altura del músculo pectoral taja de examinar los vasos colaterales o
potencialmente compresivas (costilla menor, para así poder demostrar la distales de menos de 3 mm. En el
cervical supernumeraria, megapófisis
C7, etc.) y permiten verificar la integri- compresión causada por éste. La apre- momento de realizar estas exploracio-
dad del vértice pleural. ciación de una estenosis
posicional o nes vasculares, es fundamental aplicar
una interrupción completa del flujo las maniobras dinámicas que estrechan
también se debe investigar en la posi- el desfiladero, puesto que se trata de un
ULTRASONIDOS
S ción sintomática descrita por el propio conflicto anatómico intermitente. La fle-
Los procedimientos basados en ultraso- paciente. bografía o la arteriografía sólo resultan
útiles en caso de discordancia entre la
nidos, no invasivos, que asocian ecogra- El ecodoppler se solicita de entrada en
clínica y el ecodoppler, o bien, en pre-
fía y Doppler, se deben solicitar en pri- diferentes circunstancias " ID="I58.75.3">[4 ]: sencia de una complicación vascular
mer término. Con ellos se investigan
eventuales trastornos parietales y/o
-

para confirmar una compresión grave (isquemia aguda, lesiones del eje
intraluminales. Con el Doppler conti- vascular, arterial y/o venosa (figs. 7A y B) arterial, sospecha de flebitis, etc.), cuan-
y cuantificar su gravedad dependiendo do sea necesario concretar las lesiones.
nuo es posible estudiar el flujo arterial

pero no permite evaluar la compresión


del grado de estenosis y del ángulo de La angio-TC o la angio-RM (no irradia-
abducción y retropulsión del brazo. La dora) están cada vez más indicadas en
venosa ni el riesgo de trombosis. Para
estos casos.
esto, es necesario un ecodoppler, que puesta en evidencia de una estenosis
asocia ambas técnicas. El Doppler en vascular grave puede constituir un
color permite visualizar en tiempo real argumento indirecto de un compromiso TOMOGRAFÍA
del plexo braquial ante una semiología COMPUTARIZADA (TC)
el flujo arterial y venoso. La señal del Y RESONANCIA MAGNÉTICA (RM)
Doppler pulsado facilita el registro de neurológica que sugiere un síndrome
la velocidad del flujo sanguíneo en un de desfiladero toracobraquial; El objetivo de la RM y de la TC no es
establecer el diagnóstico del síndrome
punto determinado. El registro median- -

para realizar el estudio morfológico del desfiladero toracobraquial, que es


te el Doppler pulsado, guiado por las arterial y venoso del eje axilosubclavio
fundamentalmente clínico, sino definir
imágenes en color, se realiza a nivel de en busca de secuelas de flebitis, de una
el lugar de la compresión y la naturale-
la unión subclavioaxilar, para la arteria, ectasia arterial y de un eventual trombo
za del agente causal (trastornos morfo-
y de la unión axilosubclavia, cuando se mural o un engrosamiento de la pared
trata de la vena. arterial. El Doppler color o el Doppler lógicos óseos o musculares y bandas
La ecodoppler se realiza primero en fibrosas).
energía es indispensable para poner de La RM constituye actualmente el exa-
sedestación, con los brazos pendientes manifiesto las lesiones hipoecógenas no men de imagen de elección en la explo-
en posición neutra, y, a continuación, detectables en la ecografía «en blanco y ración de la patología de tejidos blan-
siguiendo las diferentes maniobras pos- negro» del denominado modo B; dos. Las ramas nerviosas del plexo bra-
turales específicas con el fin de poner en
evidencia una compresión dinámica en
-

para establecer el diagnóstico de quial resultan visibles, al igual que


el desfiladero toracobraquial.
trombosis venosa aguda axilosubclavia, músculos, estructuras óseas y vascula-
de una obliteración arterial aguda a res, perfectamente perfilados por la
Durante la maniobra de Adson, la
nivel axilar (desaparición del flujo en el grasa adyacente. Sin embargo, la TC
sonda del ecógrafo se coloca a la altu- helicoidal provista de multidetectores
ra del hueco supraclavicular, y busca Doppler y visualización ecográfica de
una ectasia trombosada). La calidad de permite la apreciación continua del
principalmente una compresión a
la circulación colateral se observa a la volumen lesional sin interrupción ana-
nivel del triángulo de los escalenos. En tómica alguna y la supresión de artefac-
la posición de «manos arriba» (manio- altura de la revascularización de la arte-
tos radiados de origen óseo, y ofrece la
bra de Call y Roth), la sonda se aplica ria braquial (arteria humeral); posibilidad de reconstruir cortes en
bajo la clavícula, a nivel del hueco para investigar una lesión embolíge- diferentes planos a partir de los datos
-

infraclavicular, y busca una pinza cos- na subclavioaxilar en caso de isquemia digitales adquiridos; debido a estas
toclavicular. digital. ventajas ocupa un lugar cada vez más
6
7 pacientes que padecen un síndrome de
Ecodoppler de arteria desfiladero toracobraquial. Para poder
y de venas subclavias. armonizar los músculos que actúan
A. Posición neutra.
B. Durante la elevación directamente sobre la cintura escapular,
del brazo. es preciso corregir la insuficiencia de los
«abridores» y/o la contractura, incluso
la retracción de los «cerradores». La
rehabilitación debe mejorar, asimismo,
la estática dorsocervicocefálica y la
mecánica ventilatoria, que intervienen a
distancia. Los músculos «abridores»
deben contar con un punto sólido de
amarre raquídeo. La ventilación debe
estar distribuida por el conjunto del
tórax, ya que si el diafragma actúa esca-
samente, los músculos escalenos, inspi-
ratorios accesorios, son demasiado soli-
citados y el desfiladero toracobraquial
corre el riesgo de quedar estrechado
entre el escaleno medio y el anterior.
La rehabilitación postoperatoria se basa
privilegiado en la práctica diaria [151, maniobras dinámicas " ID="I59.54.3">[4,37] no incremen- en los mismos principios y contribuye
sobre todo considerando que la utiliza- tan la sensibilidad del examen neurofi- al éxito duradero de la intervención
ción de la RM es más restringida. siológico, dado que habría que aplicar quirúrgica.
una compresión intensa (200 mmHg) Por consiguiente, los principales funda-
EXPLORACIONES durante al menos 15 a 20 minutos para mentos de la kinesiterapia son:
NEUROFISIOLÓGICAS modificar la conducción nerviosa. -

lucha contra las contracturas de la


El examen neurofisiológico contribuye al El esquema clásico asocia una afección musculatura cervical y escapular, en
diagnóstico de síndrome del desfiladero neurógena del territorio C8-D1, predo- particular de los músculos depresores
minante a nivel de la eminencia hipote- de la escápula y los escalenos;
toracobraquial pese a que la proporción
de falsos negativos es elevada [181. Per- nar, y una alteración del potencial sen- -

fortalecimiento isométrico de los


mite descartar otras afecciones neuroló- sitivo del nervio cubital, mientras que el músculos elevadores de la cintura esca-
gicas del miembro superior capaces de correspondiente al nervio mediano per- pular ;
simular dicha patología (neuralgia cervi- manece indemne. El compromiso aisla- -
estimulación de la fuerza y del con-
do del potencial sensitivo del nervio
cobraquial, siringomielia, síndrome de trol de la musculatura axial cervicoto-
Pancoast-Tobias, plexitis y síndromes braquial cutáneo interno facilita un rácica ;
por compresión, en particular el síndro- diagnóstico más precoz. -

armonización de la ventilación con


me del túnel carpiano, que pueden Resulta esencial identificar otros síndro- estimulación de la ventilación diafrag-
semejar o asociarse a auténticos síndro- mes por compresión, fundamentalmente mática y costal inferior.
mes del desfiladero toracobraquial). un síndrome del túnel carpiano. Su diag-
La lesión del plexo braquial inferior 14,361 nóstico se suele basar en el estudio de la
se manifiesta por pérdida axonal moto- detección del abductor corto del pulgar, MODALIDADES TÉCNICAS
ra y/o sensitiva en el examen de detec- de la latencia distal motora y la veloci-
ción (o electromiografía) y en el estudio dad de conducción sensitiva del nervio Relajación de la región
de los potenciales de acción motores mediano en la muñeca, pero los procedi- cervicoescapular
mientos más sensibles son la medición Los masajes (fig. 8) están destinados a
y/o sensitivos del miembro superior. reducir el dolor en las inserciones mus-
La medición bilateral y comparativa de de la diferencia entre latencias sensitivas
la amplitud de los potenciales sensiti- de los nervios mediano y cubital a partir culares occipitales, sobre las apófisis
vos de la extremidad superior es mucho del cuarto dedo, y sobre todo la prueba transversas cervicales y la escápula
más sensible 14,11. En el marco del sín- centimétrica ortodrómica (inching test). (maniobras de fricción y masajes trans-
drome del desfiladero toracobraquial, Para demostrar una compresión del ner- versos profundos) (fig. 8A), las contrac-

se evalúa sistemáticamente el nervio vio cubital en el codo, el estudio seg- turas musculares superficiales, en parti-
mediano (tercer dedo/muñeca), el mentario de la conducción motora y sen- cular de los escalenos y pectorales (pre-
nervio cubital (quinto dedo/muñeca) sitiva en este punto es mucho más sensi- siones locales prolongadas y amasa-
ble que el de la conducción motora glo- mientos profundos) y los infiltrados
y el nervio braquial cutáneo interno
(codo) [151. El estudio de las ondas F es bal (antebrazo y codo). cutáneos a nivel cervical, dorsal y esca-
rápido y sencillo, pero su alteración es pular (fig. 8B).
sinónimo de una forma muy avanzada Las movilizaciones pasivas lentas e
(amiotrófica). El estudio de los poten- indoloras de la columna cervical y cin-
ciales somestésicos y motores puede
Rehabilitación tura escapular tienen como objetivo
poner en evidencia un bloqueo de con-
del síndrome dicha relajación. Permiten recuperar
ducción proximal. Este método no es del desfiladero paulatinamente la movilidad articular a
más eficaz que el examen de los poten- nivel de la columna cervical, de la escá-
ciales sensitivos del nervio braquial toracobraquial1 pula contra la pared torácica, de las arti-
cutáneo interno y su realización requie- culaciones de la cintura escapular
re mucho más tiempo. El interés de OBJETIVOSS (esternoclavicular y acromioclavicular)
estas tres últimas técnicas reside sobre La rehabilitación tiene como finalidad y de la articulación escapulohumeral
todo en la búsqueda de una neuropatía la corrección de este trastorno morfodi- (figs. 9y 10).
desmielinizante o una plexopatía por námico adquirido de la cintura escapu- Las técnicas basadas en la contracción-
radiación. Es preciso subrayar que las lar, observado en la mayoría de los relajación (fig. 11), y eventualmente la
7
8 Masajes en la región cervicotorácica.
A. Fricciones sobre las inserciones musculares dolorosas.
B. Liberación de los infiltrados cutáneos.

12 Fortalecimiento isométrico de los músculos


(contracciones mantenidas).
erectores
9 A y B. Movilización
pasiva (movimientos
pendulares) del miem-
bro superior.

13 Contracciones isométricas múltiples y multi-


direccionales de ajuste tónico (la resistencia es
aplicada alrededor de toda la bóveda craneal y
sobre el vértex).

asociadas a ejercicios de impulsos


axiales activos (contra una leve oposi-
ción ejercida sobre el vértex), estimu-
lan el conjunto de la musculatura y
mejoran principalmente el ajuste pos-
tural (fig. 13). A continuación se
emprende un trabajo de elevación de
la escápula y de propulsión del mu-
ñón del hombro, solicitando el serrato
mayor en distintas posiciones, al igual
10 Movilización pasiva de la escápula. 11 Contracción-relajación.
que el resto de los músculos «abrido-
res» del desfiladero (fig. 14).

relajación periférica de tipo Jacobson, deo y aquellos que tienden a «abrir» el


a Armonización
permiten eliminar las tensiones muscu- desfiladero toracobraquial (serrato ma-
de la ventilación
lares existentes. yor, pectoral menor, trapecio superior y
Las maniobras de relajación conciernen elevador de la escápula). Con frecuencia se constata una ventila-
a todos los grupos musculares cervica- El fortalecimiento de los músculos ción costal alta que cierra el espacio
les y escapulares, pero sobre todo a los entre la primera costilla y la clavícula.
erectores cervicotorácicos se consigue
músculos que, fisiológicamente, actúan Se recomienda enseñar al paciente a
mediante series cortas de intensas con-
en el sentido del cierre del desfiladero intensificar la respiración diafragmática
tracciones isométricas de todo el plano
toracobraquial (escalenos, pectoral ma- y costal baja (fig. 15). Los ejercicios se
yor y dorsal ancho). posterior, a fin de fortalecer los efectúan de forma simétrica en decúbi-
músculos de la nuca (fig. 12). Las con- to supino, y posteriormente, de manera
tracciones cervicales multidirecciona- analítica, en decúbito lateral. Pro-
Fortalecimiento muscular les breves y de escasa intensidad (el gresivamente, el kinesiterapeuta esti-
Es preciso fortalecer los músculos que kinesiterapeuta aplica una resistencia mula la ventilación costal inferior,
garantizan la estabilidad del eje raquí- manual alrededor de todo el cráneo), media y superior.

8
14 A y B. Fortalecimiento del músculo serrato mayor en decúbito supino.
C. Fortalecimiento del músculo serrato mayor bilateral en sedestación.
D. Fortalecimiento de los músculos elevadores de la escápula y trapecio superior.

Ejercicio de extensión cervical


isométrica
En posición de pie, la oposición en este
caso se obtiene con ambas manos uni-
das por detrás de la nuca, o sosteniendo
una toalla; el paciente realiza esfuerzos
contra resistencia en el sentido de la
extensión cervical (fig. 20).

Armonización de la ventilación
El paciente efectúa movimientos respi-
15 Armonización de la ventilación: solicitación de la respiración diafragmática y costal baja. ratorios amplios, sirviéndose primero
A. Tiempo espiratorio. del diafragma y después de la ventila-
B. Tiempo inspiratorio. ción costal de abajo arriba.

Reprogramación sostiene unpeso de 1 a 2 kg en cada MODALIDADES DE PRESCRIPCIÓN


sensoriomotora mano. Inspira y durante la espiración Es necesario planificar, al menos, una
lenta eleva los hombros, llevándolos serie de 20 sesiones de rehabilitación, a
Además de las técnicas de contracción-
hacia delante y a continuación hacia
relajación de los músculos escapulares atrás. Regresa a la posición neutra alta y
un ritmo de dos o tres por semana. Los

y cervicales, es necesario realizar un tra- ejercicios personales cotidianos se ense-


bajo más global. La estabilización rítmi- se relaja mientras inspira (fig. 16). ñan desde las primeras visitas. Puesto
ca, la contracción con un mínimo de El paciente alza lateralmente los
que la gimnasia personal debe conti-
-

intensidad y una respuesta perfecta- miembros superiores, extendidos, hasta nuar regularmente durante muchos
mente ajustada permiten reanudar la la horizontal durante la espiración años para garantizar una evolución
actividad de toda la región sin apren- suave y los desciende lentamente du- favorable a largo plazo, se recomienda
sión y en condiciones óptimas. rante la inspiración (fig. 17).
prescribir una serie corta de sesiones de
a Autorrehabilitación
kinesiterapia una vez al año para verifi-
car la correcta ejecución de los ejercicios
Ejercicios de autoestiramiento enseñados e incentivar la perseverancia
Los pacientes deben continuar este Se realizan en decúbito prono, colocan-
esquema de kinesiterapia realizando la por parte del paciente.
do los brazos paralelos al cuerpo y en
gimnasia en su domicilio. Para que sean rotación interna para evitar la aducción
capaces de realizar la rehabilitación de CONTENCIÓN ADHESIVA
manera diaria, correcta y duradera, es de las escápulas (fig. 18). El paciente
indispensable que los ejercicios pro- trata de estirar el cuello hacia delante al El uso, durante 2 a 4 semanas, de un ven-
puestos sean sencillos y que el progra- mismo tiempo que despega el mentón y daje elástico adhesivo, destinado a man-
ma quede perfectamente integrado los hombros del plano de la camilla. tener la cintura escapular en posición
durante las sesiones de kinesiterapia. El alta (fig. 21), a veces constituye un adyu-
paciente debe ejecutar tres veces al día vante útil, particularmente cuando exis-
una decena de cada uno de los siguien- Ejercicio de inclinación cervical ten signos de compresión venosa " ID="I61.95.6">"J. Se
tes ejercicios. Sentado o de pie, con la espalda com- requiere una perfecta colocación, cam-

pletamente erguida y la cabeza como biarlo cada 6 o 7 días y retirarlo en caso


Ejercicios de apertura prolongación del cuerpo, el paciente de intolerancia cutánea. Este riesgo
de los desfiladeros inclina alternativamente la cabeza a puede reducirse aplicando previamente
-
El paciente se coloca de pie, con los uno y otro lado efectuando movimien- una solución de benjuí sobre la piel y uti-
brazos a lo largo del cuerpo mientras tos amplios (fig. 19). lizando vendajes hipoalergénicos.

9
16 Ejercicio 1 del autoprograma.
A. Elevación de los hombros durante la espiración. C. Elevación y retropulsión de los hombros durante la espiración.
B. Elevación y antepulsión de los hombros durante la espiración. D. Relajación durante la inspiración.

17 Ejercicio 2 del autoprograma (sosteniendo un peso de 1 a 2 kg en cada mano).


A. Abducción a 90° durante la espiración.
B. Relajación durante la inspiración.

20 Ejercicio 5 del autoprograma. Fortale-


cimiento isométrico de los músculos erectores del
cuello.

18 Ejercicio 3 del autoprograma. Autoesti- 19 Ejercicio 4 del autoprograma. Inclinaciones


ramiento. activas de la cabeza.

21 Contención elástica de la cintura escapular


Tratamiento La vía de puede supracla-
quirúrgico vicular
acceso

(figs. 22A y B) (complementada


ser
en posición alta para evitar la aducción de ambas
escápulas.
La elección de la vía de acceso depende con un acceso infraclavicular para la

principalmente de cuatro factores: la sin- exéresis completa del arco anterior de la


tomatología predominante, los actos qui- primera costilla), axilar (figs. 23A y B) Los actos quirúrgicos encaminados a
rúrgicos que se han considerado (resec- (en ocasiones asociada a la anterior) o liberar el pedículo vasculonervioso del
ción de costilla cervical, de megapófisis o torácica posterior. miembro superior son:
de banda ligamentosa, restauración arte- La vía de acceso debe permitir la supre- -
escalenotomía anterior a la altura
rial o venosa, simpatectomía torácica), el sión de aquellos elementos anatómicos del tubérculo costal (de Lisfranc), tras
morfotipo (obesidad y trofismo muscu- compresivos y el tratamiento de las haber liberado prudentemente el nervio
lar) y la experiencia del cirujano. lesiones vasculares. frénico;

10
mejorar mucho mediante la kinesitera-
pia. Tan sólo las formas arteriales com-
plicadas justifican medidas quirúrgicas
(estenosis importante con dilatación
postestenótica, incluso aneurisma,
trombosis y estenosis con placa ulcera-
da capaz de liberar microémbolos, res-
ponsables de la destrucción progresiva
y silenciosa del lecho distal).

Formas con sintomatología


venosa
22 A. Vía de acceso supraclavicular, que puede
complementarse con una incisión infraclavicular. Las manifestaciones venosas menores
B. Control de las estructuras vasculonerviosas, mejoran con kinesiterapia. Una trombo-
musculoligamentosas y óseas. sis venosa aguda de la subclavia, diag-
nosticada precozmente, se debe tratar

antebrazo) ofrece resultados decepcio-


quirúrgicamente con la finalidad de
nantes. Por lo tanto, puede recurrirse a prevenir la aparición de un síndrome
postflebítico en el miembro superior. Si
una simpatectomía dorsal superior. el paciente no consulta hasta que la
La trombosis venosa aguda de la sub- trombosis ya se ha constituido, la ciru-
clavia puede ser solucionada quirúrgi- gía sólo puede proponerse una vez que
camente mediante trombectomía, fibri- ha fracasado la rehabilitación, capaz de
nólisis y/o recanalización "ID="I63.7.4">[7]. facilitar el desarrollo de una circulación
El tratamiento quirúrgico de las recidi- colateral, a modo de vía suplementaria.
vas integra una neurólisis de las raíces
del plexo y la resección completa del Formas
músculo escaleno anterior, si hubiera neurológicas puras
sido insuficiente, y de un eventual La indicación quirúrgica dependerá de
muñón costal excesivamente largo. la intensidad de los síntomas y de la
respuesta a la rehabilitación, correcta-
mente dirigida, durante 3 a 6 meses,
con el compromiso de la colaboración
Indicaciones voluntaria y escrupulosa por parte del
y resultados paciente 1101. La indicación queda confir-
mada con la puesta en evidencia de
del tratamiento anomalías osteoligamentosas manifies-
tamente compresivas. Cuando es difícil
INDICACIONES confirmarla, el bloqueo anestésico del
La rehabilitación constituye la primera músculo escaleno bajo control electrofi-
etapa terapéutica en la mayoría de los siológico permitirá seleccionar aquellos
23 A. Vía de acceso axilar. casos, incluso cuando se descubre una pacientes que pueden beneficiarse con
B. El campo operatorio es reducido. anomalía ósea compresiva o el trastor- la descompresión quirúrgica [401. En tal
no es de larga evolución. caso, es fundamental tener en conside-
Únicamente una sintomatología neuro-
ración los factores psicosociales que
-

escalenotomía media, respetando el lógica grave o la concurrencia de com- permiten predecir una mejoría postope-
ratoria [6,161.
nervio torácico largo, que inerva el plicaciones arteriales (placa ulcerada
músculo serrato mayor (o anterior); embolígena o estenosis extrema con
-

resección de la primera costilla por dilatación postestenótica por aneuris- RESULTADOS


vía extraperióstica y ablación de cual- ma) o venosas (trombosis de la vena La eficacia del protocolo de rehabilita-
subclavia en vías de constitución), pue-
quier elemento óseo irregular; den conducir a un tratamiento quirúrgi-
ción descrito ha sido evaluada en un
-

resección de todos los elementos estudio abierto realizado en una serie


co de entrada. Incluso en el postoperato- de 26 pacientes en los que se anotó
musculoligamentosos anómalos, poten- rio, la rehabilitación ocupa un lugar pre-
cialmente inductores de compresión.
ferente, ya que contribuye ampliamente
regularmente la intensidad de los sínto-
Las lesiones de la íntima de la arteria mas ; el 75 % de los resultados son bue-
al éxito duradero de la intervención.
subclavia pueden justificar una trombo- nos o muy buenos a corto y mediano
endarterectomía y/o una angioplastia Las indicaciones quirúrgicas del síndro- plazo, sea cual fuere la antigüedad de

modeladora o la resección del segmen- me del desfiladero toracobraquial, que los trastornos [281. La mejoría se observó
to patológico. La continuidad arterial se emanan de una decisión multidiscipli- con mayor frecuencia al cabo de una
restablece ya sea por resección-anasto- naria, siempre se deben plantear con docena de sesiones. La rehabilitación
mosis directa en ausencia de tensión, lo prudencia. El riesgo de complicaciones, personal diaria posee una influencia
secuelas y recidiva es elevado. determinante sobre los resultados,
que a menudo es factible tras extirpa-
ción de la primera costilla, o por inter- Dependen de la sintomatología. tanto a corto como a largo plazo.
posición de un injerto de safena, dado Cuando la rehabilitación es poco eficaz,
que el empleo de prótesis no se reco- se debe obligatoriamente descartar una
Formas con sintomatología
mienda en esta zona sumamente móvil.
arterial patología oculta y sobre todo la coexis-
El tratamiento quirúrgico de las lesio- tencia de una neuropatía por compre-
nes distales (embolectomías tardías o Las manifestaciones arteriales, cuando sión de miembro superior, como el sín-
puentes distales sobre las arterias del son funcionales o menores, pueden drome del túnel carpiano, que se asocia

11
a un síndrome de desfiladero toracobra- aparecer varios meses o años después de cuarenta años que asocian un perfil
quial aproximadamente en un tercio de de la intervención, en ocasiones como psicológico concreto de tipo ansioso-
los [28]. Menos del 5 % de los consecuencia de un traumatismo [33].
casos
la cirugía a causa
depresivo. Incluso, cuando las maniobras
pacientes recurren a Una resección insuficiente de un múscu- que incrementan la compresión del pe-
del fracaso de la rehabilitación. lo escaleno, una hemorragia intraopera- dículo vasculonervioso son positivas, es
Aunque el porcentaje de éxito después toria o postoperatoria, una infección o necesario no precipitarse en diagnosticar
del tratamiento quirúrgico varía global- una linforragia favorecen las recaídas. el síndrome del desfiladero toracobra-
mente, entre el 65 y el 85 % [5.6.10.39], es Éstas son fundamentalmente neuroló- quial y tratar en primer lugar la fibro-
importante analizar los resultados gicas. La ecodoppler y las exploraciones mialgia o la tetania y los eventuales tras-
según la forma clínica del síndrome del electromiográficas habitualmente apor- tornos psicológicos. En estas circunstan-
desfiladero toracobraquial. Pese a que la tan pocos argumentos positivos. En las cias no resulta fácil asegurar la responsa-
compresión arterial o venosa es tratada radiografías de la columna cervical, la bilidad de un síndrome del desfiladero
eficazmente en el 70 al 90 % de los casos, TC o la RM puede detectarse un muñón
los resultados son más decepcionantes costal posterior o una costilla supernu- toracobraquial, lo que explica el relativo
exceso de este tipo de diagnósticos. En
cuando se trata de formas neurológica- meraria insuficiente resecados.
mente puras [16]: el número de buenos
ocasiones se asocian varios procesos pato-
resultados se reduce y la mejoría tiene lógicos cuya respectiva participación en
una duración variable ~9~. La indicación
la patogenia de los síntomas es difícil de
debe ser objeto de reflexión especial- estimar. Así, un auténtico síndrome del
Conclusión
mente en ausencia de anomalías electro- desfiladero toracobraquial puede asociar-
se a un compromiso del manguito de los
miográficas, ya que el porcentaje de Los síndromes del desfiladero toracobra-
curación disminuye hasta el 50 %, tanto rotadores o, sobre todo, a cualquier otro
si el tratamiento es conservador como quial ofrecen una expresión clínica muy síndrome por compresión.
quirúrgico ~’9~. variable, por lo que su diagnóstico no La terapia debe instaurarse en varias eta-
Las complicaciones postoperatorias de siempre resulta sencillo. No sólo es nece- pas sucesivas, siguiendo el criterio fun-
carácter neurológico son las más comu- sario descartar aquellas afecciones que damental de tratar en primera instancia
nes. Aunque surgen en aproximada- puedan simular una afección de este tipo, la afección cuyo tratamiento sea más fácil
mente el 10 % de los casos, suelen ser sino también considerar las posibilidades
y menos agresivo y posteriormente curar
leves y regresivas (parálisis por estira- de descubrir alguna patología asociada y la patología residual. De cualquier mane-
miento de un elemento del plexo bra- atribuir, con la máxima cautela, los sínto- ra, la rehabilitación no debe considerarse
quial, o parálisis del plexo cervical mas apreciados a un conflicto en el estre- como una de
terapia gran valor, ya que el
superficial, del nervio frénico o del ner- cho cervicobraquial. Aunque los exáme- tratamiento psicológico que acompaña al
vio torácico largo). El riesgo excepcional nes complementarios contribuyen de tratamiento kinesiterapéutico puede con-
de lesión del plexo intraoperatoria cons-
forma irregular a establecer el diagnóstico tribuir, al menos en determinados casos,
tituye una grave complicación que no de síndrome del desfiladero toracobra- a lograr una notable mejoría.
debe pasar desapercibida. Por el contra-
rio, las complicaciones vasculares (oclu-
quial, poseen el mérito de descartar una La rehabilitación del síndrome de desfila-
buena cantidad de afecciones capaces de dero toracobraquial con frecuencia es efi-
sión de la arteria subclavia o ligadura de
la vena subclavia por necesidad) son semejar esta entidad. Por último, dolor y caz, puesto que corrige el desequilibrio
mucho menos frecuentes y graves. parestesias a nivel del miembro superior, muscular que reduce el diámetro del
muchas veces bilaterales y poco sistemati- estrecho y pone de manifiesto su exigüi-
Las secuelas pueden ser inherentes a la
intervención, como una periartritis zadas, a menudo son los únicos signos de dad constitucional, hasta entonces asin-
alarma. Es preciso no vacilar, en tal caso, tomática. La rehabilitación debe ser pres-
escapulohumeral o las cicatrices anties-
téticas e induradas, o asociarse al sufri- en sugerir un diagnóstico de fibromialgia crita en primera línea si no existen com-
o de tetania normocalcémica.
miento del plexo braquial (amiotrofias e plicaciones vasculares o neurológicas
insuficiencias motoras y sensitivas). Estas patologías, al igual que el síndrome graves, incluso cuando se haya identifi-
La frecuencia de recidivas postoperato- del desfiladero toracobraquial, afectan cado una anomalía anatómica potencial-
rias es del orden del 10 % ~3ZL Pueden preferentemente a mujeres de alrededor mente compresiva.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Mayoux-Benhamou MA, Benhamou M, Mignon E, Seror P, Luizy F, Dadon M, Buades C et Revel M. Aspects diagnos-
tiques et thérapeutiques des syndromes de compression dans la traversée cervico-thoraco-brachiale. Place de la rééducation. Encycl Méd Chir (Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, Paris,
tous droits réservés), Kinésithéropie-Médecine physique-Réadaptation, 26-212-A-l0, 2003, 12 p.

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