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DE ASUNTOS RELACIONADOS CON EL COMERCIO EXTERIOR

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LIBRETAS DE AHORRO

(A p ro b ado por la Dirección General de Banca con el núm. 453, el 6 de Diciem bre de 1949)
ARBOR REVISTA GENERAL DE INVESTIGACION
Redicción y Administración: Serrano, iai -i-
V CULTURA
M A D’R I D
A D Q U IE R A U S T E D T O D O S L O S M E S E S

Sumario del número 52, correspondiente al mes de abril de 1950


e s t u d io s
”MVNDO HISPANICO’
Nietzsche y su psicologia, por J . J. Lópt{ Ibor.—Medio siglo de historia española, por José Maria Garda C O R R E S P O N S A L E S O E V E N T A
Escudero.— El "nomos" de la tierra, El derecho como unidad de asentam iento y ordenam iento, por
Cari Schmitt.
NOTAS P A IS E S D IS T R IB U ID O R E S
La rebelde impotencia de Mallarmé, por Gonzalo Fsrnindcg de la Mora.—Concepto, proceso y realidad,
por Charles De Koninch.
. QUEROMON EDITORES, S. R. L.
INFORMACION CULTURAL DEL EXTRANJERO ARGENTINA Oro, 2455> B U E N 0S AIRES
Situación demográfica en la Gran Bretaña, por Federico Rodriguer y Rodriguei.—Panorama de los estu­
dios de Derecho Romano después de la guerra, por Alvaro d ’Ors.— ¿ Hacia la unidad de las iglesias ACENCIA ESPAÑOLA DE PRENSA
cristianas?, por Francisco de A . Caballero. . Oficinas: Av. Santa Cruz. Teléfono 4729.
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BIBLIOGRAFIA: Comentario: "Isabel de Valois” y la obra de Amezúa, por J . L. Vi^qusg Dodero.— Ante Calle 20 de Julio. Apartado 701.
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La vida literaria y artística de los pueblos hispáni­


cos será recogida en las páginas de esta revista, JUAN BAUTISTA ORTEGA CABRELLES
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que también informará del movimiento literario de BRAULIO SANCHEZ SAEZ
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<.I1I74 THOMAS VERLAG


ou Renwesr. 14. Z U R I C H
junto la marcada predilección de ciertas inter­ reducto de la soberanía española en el mundo Calle Villa, núm. 138.—Poncc (Puerto Rico).
pretaciones, merecedoras de más mesura, cir­ hispánico, y sigue siendo portador de sus valo­
cunspección y menos propaganda, habiendo res eternos y digno descendiente de su estirpe Señor Director de MVNDO HISPANICO.
tantas cosas buenas y legítimas, tanta prodi­ y de su raza.
galidad de buenos cuadros y tanta omisión de Pero no es la misión de esta carta el quejarse Muy señor mío: Primero quiero hacerle cons­
valores actuales que permanecen en la sombra. amargamente de este hecho, sino aportar a las tar que su revista ha tenido gran aceptación
Omitiendo esto, se echa a perder en sus pági­ estadísticas ofrecidas en el referido artículo una
más: la estadística de la producción azucarera en Puerto Rico, y para mí es la revista compa­
nas de offset un espacio susceptible de un mejor
empleo y de aleccionadoras sugerencias en el portorriqueña, en los pasados meses de abril, ginada con mejor gusto e inteligencia; sólo que
panorama actual del arte. mayo y junio del año 1949, últimas que obran muchos no han oído de esta revista, por la poca
Hago hincapié en lo que afecta a la sección en nuestro poder. La isla de Puerto Rico debe a propaganda que se le hace. Sugiero que si
artística. En su revista y nuestra, las ilustracio­ figurar, según las nociones que tenemos de su
producción azucarera desde que poseemos el tiene J repesentación de MVNDO HISPANICO
nes que a veces figuran se resienten de cierta
elegancia, desentonando un algo del resto. uso de razón, entre los países hispanoamerica­ en Puerto, Rico deberían anunciarla.
Creo que seleccionando mejor el cuadro artís­ nos grandes productores de azúcar de caña, so­ Además, en su revi sta no hemos oído todavía
tico de colaboradores ganaría en pulcritud y brepasando las producciones del Perú y Haití,
hablar de nosotros, los portorriqueños. Ne
decoro. Los hay magníficos y conocidos de us­ que figuran en la lista del Sr. Carranza como
ted, tales como Segrelles, Riera Rojas (Scrny países grandes productores. Durante el mes de crea: aunque Puerto Rico sea colonia, aún
es magnífico), Delgado, etc. S. de Tejada cola­ abril del año 1949, Puerto Rico produjo un guarda esas tradiciones tan latinas y que sóle
bora poco para su categoría y reconocida bon­ total de 315.704 toneladas de azúcar cruda y se hallan en nuestra sangre inquieta.
dad artística. 49.041 toneladas de azúcar refinada en la isla.
Si en un futuro cercano puedo ser de alguna
San Patricio, 98.— Camagiiey (Cuba). Sería muy oportuno se confeccionaran tapas En el mes de mayo del mismo año, produjo
especiales para encuadernar los números por 273.728 toneladas de azúcar sin refinar y 40.572 utilidad para beneficio de MVNDO HISPA­
Motiva la presente hacer una pequeña acla­ años, ya que a ”tal señor tal vasallo”, y la re­ toneladas de la refinada. En el mes de junio NICO, estaré a sos órdenes.
ración. vista bien lo merece. del año 1949, la producción fue de 2Ó4.076 to­ Atentamente,
neladas de azúcar no refinada y 42.643 tonela­
Soy asiduo lector de su magnífica revista José Matarredona. das de la segunda especie. Sumada la produc­
MYNDO HISPANICO, y en el número 20, co­ ción total en estos tres meses de abril, mayo y Jesús Raúl Ramírez.
rrespondiente a noviembre de 1949, en una es­ junio, arroja una cantidad de 853.508 tonela­
pléndida información, con bellísimas fotografías Gracias por el introito. Y vayamos al grueso. das de azúcar de caña sin refinar, y otro total
de La Habana, y refiriéndose a la belleza de este Estimamos que no resulta excesivo el nú- Puerto Rico merecerá unas páginas en une
de 132.256 toneladas de azúcar de caña refi­
país, se dice que Colón halló a Cuba en su se­ ^ mero de trabajos sobre pintura. Estimamos de nuestros próximos números. Puerto Rico
nada, haciendo un gran total de 985.764 tone­
gundo viaje, cuando lo cierto es que el gran Al­ que no nos preocupamos excesivamente de la pin­ se lo merece todo.
ladas, casi el millón, de azúcar producida en
mirante descubrió esta isla en su primer viaje, tura ”último grito”. A l Museo del Prado le hemos la isla durante los tres meses ya, citados. La
en la tarde del sábado 27 de octubre de 1492. dedicado un número especial. Y, en último ex­ producción total de la isla en los buenos tiem­ * * *
Su seguro servidor, tremo, esa pintura es la actual, por ser ”último pos de zafra rebasa el millón y medio de tone­
Eduardo Alvarez. grito”. En este número, un bloque central de pá­ ladas anuales.
ginas va dedicado al último Salón de los Once, He aquí algunos datos más referentes a este
puesto que un grupo de lectores de Lima y otros mismo asunto. Puerto Rico vendió a los Esta­
del Uruguay nos han pedido, respectivamente, dos Unidos de Norteamérica en el mes de abril ESTAFETA
De acuerdo. Muchas gracias. cuadros de Juan Miró y muestras del surrealismo de 1949, 110.190 toneladas de azúcar cruda y
español. Y nos lo explicamos, a pesar de las res­ 14.163 toneladas de refinada, con un total de SOLICITAN CORRESPONDENCIA
petables opiniones de usted sobre lo que estima 124.353 toneladas de azúcar, a un precio de
* * * ”bueno” y ”legítimo”. Por otra parte, ”auténti­ $ 12.452.882 por la cruda, y $ 2.025.216 por la Con señorita venezolana, el estudiante de la
cos valores” han pasado y seguirán pasando por refinada, con un total de $ 14.508.098, contra Universidad do Madrid D. Ramón Carrasco
estas páginas. Entre los que pasan hoy, van autén­ una cantidad de 60.980 toneiadas de azúcar (San Bernardo, 66, Madrid).
Guayaquil (Ecuador). ticos valores de verdad. No sabemos—finalmen­ cruda y 21.800 toneladas de refinada, totali­
te—si tendrá usted razón en lo que se refiere a zando 82.780 toneladas en el mes de abril del
Señor Director de MVNDO HISPANICO.
nuestros ilustradores. Felicitaciones se han reci­ año 1948, a un precio de $ 6.430.765 la cruda Con personas hispanoamericanas, sobre temas
Madrid.
bido muchas; censuras, poquísimas. Cierto que y $ 2.937.110 la refinada, que suma un total sociales, ”dno”, periodismo y fotografía, don
Muy señor mío: La revista MVNDO HISPA­ nuestros ilustradores son, por lo generah jóvenes, de $ 9.367.875. De todo lo cual deducimos el Vicente Estallo (Ballester, 7, caarto derecha,
NICO, que usted tan acertadamente dirige, me afortunadamente. Es que—¿sabe usted?—vivi­ incremento habido en la exportación hacia Nor­ Zaragoza, España).
parece estupenda y creo que ha venido a llenar mos en 1950. ¿O es que no cabe renovación alguna teamérica de azúcar refinada y no refinada, en
una urgente necesidad y ayudará a que nos va­ de firmas? el transcurso del año 1948 al 1949: unas 41.543
yamos conociendo unos a otros. Lamento el toneladas de azúcar más en este último año,
Con señoritas hispanoamericanas, D. Jesús
retraso con que se recibe aquí, en el Ecuador, eon un beneficio de $ 5.140.223. Aunque po­
seemos más estadísticas respecto a esta materia, Menéndez Cuesta (Galilco, 68, Madrid).
mientras las publicaciones en inglés llegan en
cuatro semanas. Nada puede pedirse en cuanto Madrid. creemos innecesario prolongar la relación de
a la orientación, el carácter y la presentación cifras, que creo cumplen ya con su objeto pri­
de los artículos; sin embargo, me parece que No es ninguna errata, como dice su ”Tablon- mordial. Coa señoritas dedicadas a la enseñanza o afi­
faltan en cada número un par de páginas de in­ cillo” del mes de febrero, ni tampoco ocasión Y para terminar, permítame, señor Director, cionadas a idiomas o filatelia, el profesor don
formación gráfica de actualidad de España e para ningún disgusto, aunque sí ocasión para rogarle perdone la extensión de esta carta, que, José L. Gonzálbez (Colegio La Concepción, On-
Hispanoamérica. Esto daría más vida a la re­ proveerse de tema del cual tratar en la ya citada como usted sabrá comprender, obedece al legí­ teniente. Valencia, España).
vista. También convendría dar reproducciones sección. He de señalar una omisión, cometida timo orgullo de un portorriqueño que anhela
de obras de buenos pintores hispanoamericanos en el artículo de D. Manuel Thomas de Ca­ ver a su patria considerada como una más de
contemporáneos. rranza, titulado ”Hispanoamérica endulza al las naciones que integran la gran familia hispá­ Ramón Carrasco, calle San Bernardo, 66.
Perdone que me tome la libertad de hacer mundo”, del último número de MVNDO HIS­ nica, en este esplendoroso alborear de una rea­ Madrid. Con una chica venezolana.
estas indicaciones y aprovecho la oportunidad PANICO. lidad.
para quedar de usted afmo. y s. s., q. e. s. m., Me creo en el deber de señalar al Sr. Thomas
de Carranza que, por falta de información ade­ Suyo afectísimo y s. s., q. e. s. m.,
Miguel A. de Icaza Gomes. Mely Esmcnota y Francisco Marín, domici­
cuada, quizá lo más probable, o por un simple Enrique T. Blanco (hijo). liados en Alameda, calle 2, Villa Emilita, Car­
descuido de esos en que tantas veces caemos los tagena, España. Con parejas de novios de toda
humanos, al mencionar los países productores
Estamos en lucha con los transportes—un No tenemos nada que replicar. Hay cosas América.
de azúcar de caña en nuestra América Espa­
^ problema mundial del que nadie se libra, ñola, se dejó en el tintero el muchas veces olvi­ que nosotros, por delicadeza, no podemos
dijimos una vez—y pronto quedará regula- dado nombre de Puerto Rico, pequeñísimo pun- decir, pero que sí las puede decir un por­
rizada la llegada de M VN DO H ISPA N IC O al tito en el mapa americano, pero que, sin em­ torriqueño. Usted las dice y a nosotros nos parecen Encarnita Martí, García Morato, núm. 72,
Ecuador. Tomamos nota de su indicación final. bargo, junto con Cuba y Filipinas, fué último muy bien. Madrid. Con mejicanos mayores de veinte años.

Quevedo, por P. Osvaldo Lira, SS. CC. (25 ptas.).— ducidos en España en 1948.— Núm. 4: Las doctrinas
Núm. 4: El seguro social en Hispanoamérica, por políticas de Eugenio María de Hostos, por Francisco
Alcoy.—Vble. Ridaura, 10. Carlos Marti Buflll (25 ptas.).— Núm. 5: Amor a E líasie Tejada. (Cada volumen —12 por 17,5 cen­
México, por Ernesto Giménez Caballero (15 ptas.).— tím etros—, 12 ptas.).
Señor Director de MVNDO HISPANICO. Núm. 6: Directrices cristianas de ordenación social,
por Fr. Albino G. Menéndez Reigada, obispo de
Madrid. Córdoba.— Núm. 7: La idea de América en el pen­
samiento español contemporáneo, por Manuel Bení­
Muy señor mío: Una ojeada a un número de tez Sánchez-Cortés y Juan Sánchez Montes.—
MVNDO HISPANICO nos confirma que se Núm. 8: La economia del mundo hispánico en el
siglo X P I I I , por Leopoldo Zumalacárregul.—
trata de una revista de vuelo ancho y confec­ Núm. 9: Ciudades universitarias hispanoamerica­
cionada con el afán de la más noble y loable nas, por José M.‘ Ortiz de Solórzano.— Núm 10 : POESIA HISPANOAMERICANA
pretensión publicitaria e informativa. Es, en Unificación legislativa iberoamericana, por Federico
Castejón.— Núm 11: La formación profesional en
mi opinión, de lo más selecto que se haya pu­ Hispanoamérica,por José Suárez Mier.— Vol. extra: SERIE "OBRAS INEDITAS”: Núm. 1: Escrito a
blicado en su clase. Ateniéndose a su formato, España como problema, por Pedro Lain Entralgo cada instante, por Leopoldo Panero (180 págs.).—
contenido y esmerada presentación, no puedo (15 ptas.). Núm. 2: Antología Tierra, por Munuei del Cabrai
(200 págs.).—Núm. 3: La espera, por José María
sustraerme a testimoniarle mi más sincero Valverde (120 págs.).— Núm 4: La casa encendida,
elogio. por Luis Rosales (116 págs.).—(Cada volumen—13
Pero... con referencia a sus páginas, y ani­ por 20 cm.—, 25 pesetas en rústica, 30 en cartoné
Pedidos a: SEMINARIO DE PROBLEMAS HIS­ y 35 en tela.)
mado por la voluntad de extender el índice PA NO AME RICA NOS. — Marqués del Riscal, 3.
acusatorio, prevaliéndome de sus apreciadas MADRID]
SERIE "NUEVA POESIA HISPANICA”: Núm. 1:
sugerencias insertas en uno de sus números, re­ Poesía de Nicaragua. (Cada volumen— 13 por 20,5
cojo la invitación de usted para, amistosa y SANTO Y SENA cm .—, 40 pesetas, en rústica, 45 en cartoné y 50
sinceramente, indicarle que se abusa un poco en tela.)
yn, en la sección de arte, en los reportajes sobre CUADERNOS DE MONOGRAFIAS Núm. 1 : Viajé a Sudamérica, por Pedro Laín En­
pintura y pintores. Sobre la pintura de último Núm. 1 : Misión de los pueblos hispánicos, por Juan tralgo.— Núm. 2 : Pasado, porvenir y misión de la EN PREPARACION: Obras inéditas de Dámaso
grito, más concretamente, estimando que si Ramón Sepich (15 ptas.).— Núm. 2: La independen- gran Argentina, por J . E. Casariego.— Núm. 3: Bis- Alonso, Francisco L. Bernárdez, Luis Felipe VI-
cia de América en la Prensa española, por Jaim e panoamérica en España, 1948.—Indice de libros, vanco, César Vallejo, Gerardo Diego, etc., y anto­
bien la anchurosa perspectiva en las diversas logías de Chile, Méjico etc.
Delgado (25 ptas.).— Núm. 3: Pistón política de conferencias y artículos sobre Hispanoamérica,pro­
concepciones y disciplinas artísticas deben re­
cogerse y acogerse, perjudica a la visión de con-
En el presente participación que
número publica­ nosotros hayamos
mos dos de los re­ ten id o, aunque
portajes premia­ hemos puesto en
dos en nuestro nuestro trabajo
primer Concurso gran entusiasmo,
—el segundo y el cuarto premios—, lo como por ias eficacísimas colabora­
cual requiere una aclaración por nues­ ciones que hemos recibido, tanto de CefSfBSres
tra parte. Se trata simplemente del personas como de comunidades reli­
imperativo categórico de la actualidad giosas. Creemos que el número de HE/BA
temática. En cuanto al trabajo galar­ MVNDO HISPANICO será un grato f ¿A À/CJÀ]
donado con el primer premio, tiene su recuerdo que, cuando pase el tiempo, >
-rs——----- '
ÇU/XOS
justo encuadre en el mes de julio, permitirá evocar los hechos y los afa- “
puesto que se trata de Santiago. Y nes de este Año Santo de Roma, de
que no se inquiete el autor del tercer tan grata recordación para toda la
premio, pues aparecerá en el próximo Cristiandad.
número. * * *
* * *
^gue sin aparecer la errata de categoría que ¡coya
esperamos para amenizar esta Sección, de la que ínmvula
Por haber sufrido retraso la recep­ puede decirse que nació para ser una ”fe de erra­
l?a ragüen.
CANJEi
ción de originales americanos desti­ tas” y un tabloncillo de autocrítica. Pero hace
nados al número que MVNDO HIS­ unos cuantos números que la suerte no nos ayu­
PANICO tiene proyectado en honor da. No perdemos la fe en que nuestra ”fe de erra­
tas” tendrá" en cualquier momento una de esas 1CAAACAS\
del General San Martín, éste ha teni­ que "prestigian” los anales de una publicación.
do que ser diferido. Pero conste que Hay erratas históricas que han dado más popu­
lo seguimos preparando y será uno de laridad a la publicación en que aparecieron que
los próximos. Por cierto que ya ha muchos cientos de trabajos impecables.
sido grabada la magnífica portada » * *
que para dicho número ha hecho ex­
presamente el gran pintor argentino No obstante, para prestigio de la tra ­
Scotti. dición periodística, vamos a señalar las
* * * pequeñas erratas aparecidas en nuestro
número anterior, correspondiente al Año
MVNDO HISPANICO está preparando Santo.
una Sección de Heráldica, con consulto­ En el sumario (página 5), figura una li­
rio al que podrán acudir nuestros lecto­ nea que dice: "MOISES, de Miguel Angel,
res, según las bases que oportunamente página 35”. Y resulta que en la página 35
aparecerán en estas paginéis. Será una sec­ no viene la fotografía que de esta magni­
ción de alto valor para nuestros lectores fica escultura teníamos preparada. Efecti­
hispanoamericanos, que podrán conocer, vamente, en principio iba a ser el "Moisés”
a través de la misma, la genealogía de sus del Buonarroti; pero a última hora se de­
apellidos españoles. cidió ofrecer a los ojos de nuestros lectores
JA U £N D E-
Heista tanto no aparezcan las bases, ro­ el recorrido visual de las cuatro basílicas
gamos a los lectores que se abstengan de romanas: San Pedro, Santa Maria la Ma­
yor, San Pablo Extramuros y San Juan 4 QuésefáBcj
formulamos sus encargos sobre este tema. de Letrán. Las cuatro basílicas que hay /Si A M LOS JtUtRTQS CUAYA
* * * que recorrer para ganar el jubileo de este
Año Santo.
Otra mínima errata: En el sumario no
Estamos realmente satisfechos de la se hace indicación alguna de la pintura de
acogida que ha tenido el número ex­ Murillo que aparece magníficamente re­
traordinario que esta revista ha de­ producida en la página 41.
De momento, eso es todo. Esperamos
dicado en su totalidad al Año San­ que los lectores nos ¿ayuden a localizar
to. Y decimos esto, no tanío^por la otras erratas.
'ALAMA
ja n t a n d e ?
cmucwu
PRIMER FALLO DEL "CONCURSO DE iS. ANroMii
AÍ A C / U A

ID EA S", DE "M V N D O HISPANICO"


Con una selección de las c a rta s recibidas d u ra n te el últim o diciem bre, iniciam os los
fallos de nuestro "C oncurso de id eas” , que darem os m es a mes, según el a rtícu lo 2 ° de
las bases publicadas en su día. SARACAO ~
La selección ab a rc a ta n sólo a tre s c a rta s de e n tre las docenas recibidas. * CHAN4
Eugenio íbarburu, Mayor, 13, tercero, San Sebastián (España), nos propone: l.° , De­ LAGUNA GUAMA//ACA TfU/JILLO
dicar en cada número unas páginas a los museos de pintura y escultura, con reproducción
de obras. 2.° Publicar pequeñas biografías de conquistadores y navegantes, ilustradas con
dibujos y mapas de los territorios y rutas respectivos. 3.° Dar información científica hispano­ 'OSAN
americana y extranjera sobre los últimos adelantos y descubrimientos. 4.° Dedicar aiguna ¡M C R /O A
página a las mejores cintas cinematográficas.
Sin embargo, la mejor idea, a nuestro juicio, del Sr. Ibarburu venía en la posdata de
la carta, sobre todo si tenemos en cuenta que algunas de las propuestas que nos hace ya
fueron realizadas por esta revista. En la posdata dice: ¿No sería interesante iniciar una
serie de trabajos, con la consiguiente información gráfica, sobre las distintas enfermeda­
des, historia, etc., en forma amena y similares a las emisiones de la revista radiofónica
"Plasmón”, de tan gran éxito? LA P U E R T A
***
.C.PUKTA K-S.W.
r ¿ A 5 AV O M I T A S
Don Luis Pajares, Sevilla, 73, Ronda (España), nos propone: l.° Dedicar algunas pá­ S A N M I « U K U
ginas al progreso material de la Hispanidad, y en esta línea publicar un buen trabajo sobre
h « Í A CANOA
las grandes obras hidráulicas en España y otros países. 2.° Publicar en cada número dos
’JtTO CABEZAS
trabajos biográficos debidamente Ilustrados sobre figuras de la Hispanidad, una de ellas
correspondiente al pasado y otra a la actualidad. itRRjni/L*i
OTáj 1I
* * *
tuú’

Don L. A. Ortiz Bilbao, Junín, 574, Quito, propone: l.° La publicación de una página
musical, como selección de las piezas más características en la actualidad, «lo que serviría Cada uno de los trozos de mapa que reproducimos, corresponde a un pals distinto. En la relación que va da
poderosamente en Hispanoamérica para liberarle, con la alegría y la virilidad de la música seguido, al lado del nombre de cada pals puede el lector colocar el número de trozo de mapa que considera
propia, de tantos ritmos yanquis y africanos, sensuales y enfermizos, como nos abruman». pertinente. Las respuestas aparecen en la página 58.

El premio mensual de diciembre corres­ 500 pesetas. El com unicante premiado po­ Argentina ............................ El Salvador.......................... P a n a m á .................................
ponde a D. L. A. Ortiz Bilbao, de Quito drá seleccionar estos volúmenes de los ca­ Bolivia................... ................ E spaña.................................... P araguay ...................... ......
(Junín, 574 ¡, a quien damos la enhorabue- tálogos de las librerías españolas MVNDO Colombia................................ Filipinas................................ P erú ..........................................
na" Para gobierno del Sr. Ortiz Bilbao re­ HISPANICO adquirirá los libros que se le Costa Rica............................ G uatem ala............................ P uerto Rico ........................
producimos la base 4 .* de nuestro Con­ indiquen, si no estuviesen agotados, y los Cuba........................................ H onduras............................... R. D om inicana.........._........
curso. Dice así: ”E 1 premio mensual con­ rem itirá a la dirección postal del intere­ Chile....................................... México.................................... U ruguay............................. .
estirá en un lote de libros por im porte de sado.” E cu a d o r.......................................... Nicaragua ................ ............ Venezuela ......... ............... .
MVNDO
H1SPANÏCO
LA REVISTA DE VEINTITRES PAISES
MEXICO — BUENOS AIRES — MADRID
CONSEJO EDITORIAL
P R E S I D E N T E : A L F R E D O S A N C H E Z BELLA RIO DE JANEIRO
V O C A L E S : JULIO G U IL L E N - A N T O N I O L A G O CAR­ El mundo ha dado mu­
BALLO - E R N E S T O LA O R D E N M I R A C L E - M A R Q U E S DE
LAS M A R I S M A S - LUIS M A R T IN E Z DE F E D U C H I - M A R I A N O
chas vueltas desde 1502, que
R O D R IG U E Z DE RIVA S es la fecha en que el mundo
occidental se maravilló por
vez primera ante la bahía de
D I R E C T O R : M A N U E L J I M E N E Z Q U I L E Z
Guanabara. Pero ni Gonçalo
R E D A C T O R - J E F E : M A N U E L S U A R E Z - C A S O Coelho ni su colega Améric®
Vespucio podían entonces sos­
pechar que, al cabo de tantas
N Ú M . 25 * ABRIL, 1950 * vueltas o a la vuelta de cua­
trocientos años, frente a aque­
lla maravilla geográfica iba a
levantarse el prodigio humano de Río de Janeiro. La eufonía de la
PORTADA: Mosaico de Padrós. capital brasileira ha jugado ya lo suyo, sucesivamente, con Bra-
LOS LECTORES ^TAMBIEN ESCRIBEN.............. ! ganzas e Imperios, hasta dar en esta resonancia universal de nues­
TABLONCILLO.—FALLO DEL CONCURSO DE tros tiempos, sea con billete de la Agencia Cook o con visado espe­
IDEAS y ¿SABE VD. GEOGRAFIA?................
cial para conferencias de políticos y embajadores. Hay en el mundo
SUMARIO.—CUANDO EL NOMBRE SUENA:
RIO DE JANEIRO................................................ toponimias enteramente musicales; pero, más exactamente, hay
ENLACE DE LA SEÑORITA CARMEN FRANCO nombres geográficos con partitura completa. Este privilegio, di­
POLO CON EL MARQUES DE VILLAVER- fícilmente alcanzable, suele darse en la América recorrida por los
DE.—Suplemento especial y .................................
LIMA, CIUDAD DE LOS REYES, por Manuel
peninsulares, porque tanto españoles como portugueses portaron
Solarl Swayne........................................................... su reglamentaria dosis de morriña o de saudade, que son dos
CREDOS, ESPINAZO CARPETOVETONICO nombres para una misma poesía del nominar, del bautizar. Y el
.. por J. M. Mohedano..............................................
nombre de Río de Janeiro—como el de Valparaíso o el de Santa
NUEVOS DESCUBRIMIENTOS DEL ARTE
MICHOACANO, por Luis Islas García.............. María del Buen Aire—tiene música...
LA OTRA CARA: "PICHILINGÜES” , por Héc- Si en el friso de esta sección se dice Cuando el nombre suena...,
Jí to r Sáenz y Quesada.............................................. hoy debiera inscribirse ahí arriba: Cuando Río suena... Porque Río
LA CAZA DEL CONDOR, por J. M. Sanz Lajara. de Janeiro está sonando y sonará mucho más dentro de tres meses,
HIDALGUIA Y GRATITUD DE LUCIFER en el instante en que comience el Campeonato Mundial de Futbol.
por Bruno C. Jacovella.........................................
A M PLIA H IS T O R IA D E LA A CA D EM IA
| I Al trópico, o al subtrópico, le bacía falta esta oportunidad filo-
BREVE, por Raimundo Susaeta......................... olímpica. De la Hélade mediterránea la antorcha deportiva solía
LA DESPEDIDA DE SOLTERO DEL VAN­ subir, en la Edad contemporánea, al clima nórdico, quizá porque
GUARDISMO ESPAÑOL, por Eugenio d’Ors.
el eje terreno—el mediterráneo—apuntaba a trasladarse a fríos de
VERSOS DE LA MINA, por Manuel Pilares. . . .
hielo y de Lutero. Pero ya en las orillas del río de la Plata compi­
EL PRIMER LIBRO ARGENTINO, por J. Luis
Trentl Rocam ora.................................................... tieron los atletas de todo el mundo en un campeonato de futbol,
HISTORIA DEL PERFUME, por M. Hermlda y ya el verde más oscuro y tropical del Brasil va a servir de escena­
Balado....................................................................... rio a una nueva edición de aquella justa. Así, más extraño que el
NECESIDAD DEL PERFUME, por Eduardo paso de la Olimpíada de Grecia al mundo sajón, es el hecho de que
Aunós........................................................................
EL C. S. I. C. CUMPLE DIEZ AÑOS, por Justo
el fútbol—y diciendo fútbol se señala la primitiva nacionalidad de
Peral de Acosta y J. Fernández Flgueroa. este deporte—se aclimate al borde de la jungla. La América del
EL PLACER Y EL ARTE EN LA VIDA DE LOS Sur—portuguesa en el Brasil, española en el resto—puede reservar
MOJANDA, por Antonio Santlana....................
esta sorpresa a la Historia y a los etnógrafos, con los antecedentes
LA CATEDRAL DE LEON.....................................
de la "furia española” o de la "squadra azurra”. Sobre el tradicio­
UN MENSAJERO DE MEXICO, por Miguel
Castro Ruiz.............................................................. La portada de este número reproduce nalismo deportivo—y el futbol tiene un aire británico inconfundi­
CARMINA BENGURIA, reportaje gráfico de Mfi- un mosaico del artista catalán Santiago
Padrós, titulado “San Miguel Arcán­
ble—, el Uruguay y la Argentina han sido ya campeones olímpicos
U er............................................................................ gel”. Este mosaico figuró en el VII Sa­ de este deporte, y Brasil puede ser mañana campeón del mundo.
LA ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL EN ESTADOS lón de Los Once, de la Academia Breve
UNIDOS, por Juan Losada.................................. de Critica de Arte, últimamente cele­ Y no está mal que esta raza nuestra, "morena, menuda y elástica”
ESTOS LIBROS HEMOS LEIDO...............................
brado en Madrid, y del que se da am­ —como dijo un gran periodista español con motivo de otros es­
plia información en las páginas cen­
NUESTROS COLABORADORES........................... trales de este número. fuerzos—, haya mostrado en invenciones exóticas su capacidad
combativa y triunfadora.
¡43 Invierno en verano, enero (janeiro) en junio, Río de Janeiro en
Colaboración gráfica: Müller, Ortlz, Campúa, Amunco, Cifra Gráfica, Carlos Vidal Box, Herreros, Otto junio será el centro mundial de los acontecimientos deportivos del
W underlich, Yllera, Andrada, Kindel y Portillo, de Madrid. año. Desde hace meses, las naciones, en choques pareados, dilucidan
Colaboración artística: Padrós, Cuixart, Tapiés, Torres García, Miró, Dalí, Zaninl, Ponç, /.abaleta^ las eliminatorias previas. A estas alturas están ya clasificados mu­
F. Sáez, Chausa, J. Feo. Aguirre, Tauler, Luis y Daniel del Solar. chos países. En principio, la suerte está echada. Y si el Atlántico >
es bastante más ancho que el Rubicán, al otro lado aguarda una
i wju de las ciudades más hermosas del mundo. En la que se escenificará
DIRECCION, REDACCION Y ADMINISTRACION:
M A D R ID - A L C A L A G A L I A N O , 4 - TEL E F O N O 2 3 - 0 5 - 2 6 - A P A R T A D O 245
la verdadera contienda deportiva, por la que espera, recién acabado,
D IR E C C IO N TELEG R A FIC A : M V N I S C O un estadio gigantesco (en el que podrán acomodarse 150.000 espec­
tadores) que ya hace el juego al edificio del Ministerio de Educa­
EMPRESA EDITORA:
EDICIONES " M V N D O HISPANICO" - ALCALA GALIANO, 4 - MADRID ción y al A. B. I.
Frente a la bahía de Guanabara, el cálido invierno de Río va a
EMPRESA DISTRIBUIDORA: conocer una página deportiva internacional. Habrá un juego de
EDICIONES I B E R O A M E R I C A N A S (E. I. S. A. ) - P I Z A R R O , 17 - MADRID
colores en los altos mástiles y voces en doce lenguas. Himnos y
banderines. El Cristo del Corcovado—que no deja a Lutero andar
P ro h ib id a la reproducción de textos e ilustraciones siem pre que no se se ñale que proceden en funicular por la bahía—se pondrá alguna vez de puntillas para
de M V N D O H IS P A N IC O . ver la cancha por encima de los graderíos, porque la emoción de
un gol obliga a mucho. Brasil, Argentina, España, Italia, Ingla­
T IP O G R A F IA Y E N C U A D E R N A C IO N , B L A S S , S . A . (M A D R ID ) o HUECOGRABADO,
terra, México, Estados Unidos, Yugoslavia, Escocia, Suecia, Chile,
H IJ O S D E H E R A C L IO F O U R N IE R , S . L . (V IT O R IA ) • O F F S E T , IN D U S T R IA G R A F IC A Paraguay o el Uruguay, el Perú o Ecuador, Turquía... ¿Que quién
V A L V E R D E , S . A . (S A N S E B A S T IA N ) • FOTOG RA BAD O LA N GE Y FU G U ET. vencerá? Para nosotros no hay más vencedor que uno: la ciudad
de Río de Janeiro.

El día 10 de abril tuvo lugar en la iglesia de El Pardo, con una ceremonia sobria y emocionante, Madrid-AIcalá, doctor Leopoldo Eijo Garay. Apadrinaron a los desposados S. E el Generalísimo
el enlace matrimonial de la señorita Carmen Franco Polo, hija de S. E. el Jefe del Estado español, Franco y la condesa de Argillo, madre del contrayente. La señorita Franco vestía un traje de faya
Generalísimo Francisco Franco, con don Cristóbal Martínez Bordíu, marqués de Villaverde. de seda natural, con escote totalmente cerrado, y el novio, uniforme de caballero de la Orden
Bendijo el matrimonio el Arzobispo de Toledo, Primado de España, doctor Enrique Pía y Deniel. del Santo Sepulcro. A los actos asistieron el Gobierno y nutridas representaciones de la Iglesia,
La misa de velaciones fué oficiada por el Patriarca de las Indias Occidentales y Obispo de el Cuerpo diplomático acreditado en Madrid, la Nobleza, el Ejército y la intelectualidad española.
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MVNDO H ISP AN IC O . - SUPLEMENTO ESPECIAL AL NOM. 25. — (Fotos Lara)
Reportaje gráfico de Gyenes (fotografías núms. 1, 2,6,8, 9 y 10),
José Campúa (3, 4, 7 y 12), Portillo (5) y Aracil (11).
LA
CIYDAD
DE LOS
Reyes Por MANUEL SOLARI SWAYNE

ODEIS lle g ar por el m ar, atra c a n d o en el puerto del Callao y re c o rrie n ­


P do, desde allí, unos catorce kilóm etros por arboladas avenidas. O p o r el
aire— Lim a, por su situación g eográfica, es centro im p o rtan tísim o en
las comunicaciones aéreas del continente— , descendiendo en el ae ro p u erto de
Limatambo, uno de los m ás bellos del mundo, que d ista unos diez m inutos
del centro de la ciudad.
«Ciudad de los Reyes» llam ó don F rancisco P iza rro a la que fundó a la
vera del Pacífico, el 18 de enero de 1535. T ra z a d a por la m ano ru d a del
conquistador barbado, cultivados su alm a y su p erfil por g en te ibérica, la
urbe de hoy, por su raíz , conserva su acento peculiar, su esp íritu de ciudad A rriba: A la som bra de las torres de la Catedral limeña, una de las joyas del arte colonial pe­
española. U n aliento castellano, u n a so n risa andaluza v ag an por las calles ruano, se levanta la estatua ecuestre del fundador de la capital, don Francisco Pizarro.— Abajo:
A la izquierda, frontispicio del A yuntam ie nto de Lim a; a la derecha, fachada del Palacio Arzobispal
que se abren en las rib e ra s del R im ac. ¿A ires de V alladolid? ¿B risas de M ála-

ll
Catedral y Palacio A rzo b is­
pal de la capital peruana.

g a ...? A ndáis por las estrech as aceras. O bserva­ D ivisáis el C allejón de Pétatenos, que en los días
réis que las construcciones son b a ja s— de uno o de N avidad y Año Nuevo se llena de ten d eretes y
dos pisos-—, que a sus fac h ad as asom an m ushara- vendedores, adquiriendo u n m ovim iento m ulticolor
bíes tallad os y obscuros, de calad as celosías, que y au tén tica m en te p o p u lar. Blancos, m estizos, m ula­
tienen ritm os á ra b es y ap a rien c ia de órganos re li­ tos, d isp u ta rá n en g ra c ia al p reg o n a r sus m erca­
giosos: re ja s la b ra d a s que son como endurecidos d erías y al p iro p ea r a las mozas lim eñas, de g r a n ­
ja rd in e s traíd o s de A ndalucía, cancelas prim oro­ des ojos negros y pies menudos. E n las calles de
sas, que p arecen m an tillas colgadas a secar. Y si M ercaderes, de E sp ad ero s, de la M erced, en el
p en e tráis en las casonas, cruzando zaguanes y p a­ jiró n ce n tral, se en c u e n tra n la m ayoría de los a l­
tios, d escubriréis en sus artesonados, en sus im á­ m acenes, lib re ría s, p la tería s, jo y e ría s; el comercio
genes y p in tu ra s, en sus m uebles, en su p la te ría m ás im p o rta n te de la villa, notándose un trá fa g o
y sus cueros repujados, que la canción de E sp a ñ a co n stan te de p erso n as y vehículos, u n ir y v en ir
su en a en sus m ás ín tim as m elodías. Os detendréis de g en tes con paquetes. P ulsando lo acelerado de
en la s g ran d e s plazas y en las p la citas pequeñas. este ritm o, se ap re cia y se v alo ra m ejor la eleg an te
E scu ch aréis la a n tig u a copla del a g u a en los b ro n ­ le n titu d con que se d esarro lla la vida en el resto de
ces de las fu en tes. Con los ojos rec o rre ré is los ba­ la ciudad, de esta ciudad im puntual, despaciosa,
rrocos p erfiles de los tem plos, con sus ca m p an a­ con serv ad o ra y h o g areñ a. T eatro s, cines, hoteles,
rios achatados, en los que c a n ta n verdes p á ja ro s clubs sociales, cafés, en m arcan la arm o n io sa Plaza
sin alas. V isitaréis los anchurosos clau stro s de los de S an M artín , en la que se lev an ta el m onum ento
conventos—lum inosos zócalos de azulejos y ap a ci­ al L ib ertad o r, esculpido por don M arian o B enlliure.
bles huertos,' propicios p a ra la m editación y el en­ E sp acio sa y severa, es noble expresión de la Lima
sim ism am iento—, la celda hum ilde de F rancisco rep u b lican a, nexo e n tre la a n tig u a y la nueva ciu­
Solano y el pozo de S a n ta Rosa, donde echó una dad, que av an za h ac ia el S u r, en busca del m a r y
llave y hoy, de noche, tiem blan las estrellas. Os de sus playas. E dificios alto s y un ta n to p resu n ­
em ocionaréis a n te los áureos y retorcidos retablos tuosos, q u ieb ran la u n id ad arq u itectó n ica de la ciu­
y a los pies de los C ristos, lacerados, em papados de dad v irre in a l. P ero tienden éstos a le v a n ta rs e en
sa n g re s y de lá g rim as. Os d etendréis en la casa la s a fu e ra s de hoy, acaso cen tro de m a ñ an a. Ya
de la P erricholi, con su calesa y sus espejos die­ el Paseo de la República, am p lia v ía bordeada de
ciochescos. D eam bularéis por la e n re ja d a A lam eda ja rd in e s, com ienza a erg u irse y o rn am e n tarse .
de los Descalzos y os asom aréis a la P laza de Aquí podéis escuchar la sin fo n ía h eroica que, ,en
Acho, que erigió un v irre y y ha su sten ta d o la es­ p ied ra y bronce, en to n a el m onum ento que, en ho­
c u ltu ra de las m ás gloriosas fig u ra s del toreo. m enaje a M iguel G rau, h a realizado el g ra n a r tis ta
* * * palentino don V ictorio M acho.
H abéis visto la C asa de P iza rro , sede del Je fe L a rg a s y an ch as avenidas, parques, ja rd in es,
del E stado, y en la que se conserva u n a higu era, árboles, tem blorosas copas, que se mecen sua-
p la n ta d a por el fu n d a d o r; la C ated ral, en la que
descansan los ap ergam inados huesos del extrem eño; Aspecto de una de las calles de Lima, con
la M unicipalidad, que se le v a n ta en sus prim itivos los típicos balcones de la época virreinal.
solares de la P laz a de A rm as.
A la izquierda: El palacio de los marqueses de Torre T a g le / h o y M i­
nisterio de Relaciones Exteriores, considerado como la más bella ex­
presión de la arquitectura am ericana del siglo X V III. — A rriba: A u to ­
móviles de línea moderna frente a la arquitectura antigua de la
ciudad.— A bajo: Aspecto de la fachada del Palacio Arzobispal de Lima.
vem ente en un paño g ris de la neblina lim eña, Señor de los M ilagros, en su im p resio n an te pe­
chalets floridos, c a racteriza n a la urb e de hoy, re g rin a je del mes de octubre.
a esta ca p ita l am erican a que sum a casi u n m i­ No p o d ría n eg a rse que la C iudad de los Reyes
llón de h ab itan tes, que cu en ta con todas las m arch a a tono con los tiem pos. In flu en cias de
com odidades m odernas, pero que por u n a f e r r a ­ E u ro p a y N o rteam érica— especialm ente éstas—
m iento a su tradición, por u n am or a su espí­ se perciben con facilid ad . H ay e n tu sia sta s de­
ritu — ra ro s en estos tiem pos de uniform idad, fensores de todo lo m oderno y que o rie n ta n la
de im itación, de los llam ados a fa n es p ro g re sis­ sensibilidad de los jóvenes en el sentido de com­
ta s — , h a m antenido su acento, su línea, su sin ­ p ren d e r la belleza de las expresiones del espí­
g u la rid ad , su diferenciación. r itu contem poráneo. Pueden leerse y verse los
En O rra n tia , en San Isidro, en M iraflores, libros y las películas m ás recientes. N um erosas
en los b arrio s residenciales, las casas de ladrillo rad io d ifu so ras llen an el espacio con sus n o ti­
y cemento, con am plias v en tan a s y tei'razas, con cias, su ex ag erad a p ro p ag a n d a y las m úsicas
baños, re frig e ra d o ra s y radios norteam ericanos, bailables del día. Los diarios in fo rm an am p lia­
son, por lo general, blancas, enjalbegadas, con m ente sobre los sucesos m undiales. Pero, pese
balconcillos de hierro y re ja s lab rad as, con b an ­ a ello, se recoge la im presión de que la ciu­
cas de azulejos y cipreses insom nes, que prego­ dad no quiere— ¡y c u á n ta razó n tiene en ello!—
nan an cestro s andaluces y los m u e stran orgullo- perder su peculiar acento, d ilu irse en la mono­
sám ente. tonía, rom per su p a rtid a de nacim iento.
L a ca p ita l del P erú —la p rim e ra un iv ersid ad
de A m érica—se levantó en este poético y suges­
tivo rincón del m undo— fu é el centro esp iritu al
del C ontinente.
Lim a posee cerca de cien cines y m uy escasos Muchos limeños de hoy, apegados a la tr a d i­
lu g ares de diversión n o ctu rn a . H ay en ella es­ ción, unos, o que luchan por renovarlo todo,
tadio, piscinas, campos de golf, polo y depor­ otros, conceptúan que debe re c u p e ra r ese cetro,
tivos, y tiene dos plazas de toros. L as gentes jó­ que ése— y no el de ser u n a urbe a lta , ruidosa,
venes visten slacks, y miles de personas, con h á ­ p rec ip ita d a y v acía— es su destino.
bitos m orados y cirios, zahum adores de p la ta y H erm oso destino, en verdad. Y digno de cum ­
ro sario s en las manos, siguen a la im agen del plirse.

Arriba, a la derecha: D os m odernas avenidas, en las afueras de la capital, que conducen a los barrios residen­
ciales, junto al mar.— Abajo: A n tig u o s y modernos edificios se levantan en la populosa calle de Jirón Caraboya.

Arriba: Tenderetes y puestos, en los que se venden los m ás variados objetos, lle­
nan las calles de la ciudad, durante los días navideños.— Abajo: Paseo de Colón,

V ista aérea de la ciudad, en la que se aprecia la amplia P'c del General San Martín, adornada de jardines.
1 71 STA sie rra , aue de E ste a O este divide
la P en ín su la en dos v ertien tes, que ba­
ñ an el D uero y el T ajo, es como el eje
geológico de E sp añ a . T razo divisionario de
las dos C astillas, fu é la clave que m antuvo
la fo rm a p en in su lar. L as tie r ra s blandas
quedaban a su am paro, g u arn e cid a s de los
aluviones. Y en su centro, Gredos, blanca
de nieves re fle ja d a s en sus lagos, se alza
como un castillo rocoso y firm e. F ué el p ri­
m er castillo de C astilla, y en su torno, al
N o rte y al S ur, surgieron, mil años des­
pués, las o tra s fo rta le za s que a ire a r ía n sus
pendones por los m ares del mundo. Y como
el cuerpo influye en el alm a, así este n e r­
vio del espinazo Carpetovetónico ejerció
u n a poderosa influencia en el se n tir y en
el ser español, y fué como el eje en torno
al cual se constituyó la a u s te ra nacionali­
dad ibéi'ica.
E s ta consideración trasc en d e n ta l nos hace
tr a e r a MVNDO H IS P A N IC O un re p o rta ­
je de esta s ie rra m ilenaria, que vam os a
rec o rrer con la m ira d a p u esta en sus pai­
sajes, que hace aú n pocos años, y au n a
pesar de su sug estio n an te atra c tiv o y be­
lleza, e ra apenas conocida y ra ra m e n te vi­
sitad a . No fué fácil escalar sus cum bres
h a s ta que la inquietud depo rtiva y tu rístic a
de los españoles allanó sus e sca rp a d u ra s.
H oy la s ie rra de Gredos es m uy v isitad a
g ra c ia s a la c a rre te ra , recién te rm in ad a,
que desde Hoyos del E spino nos conduce a
la plazoleta de las E scaleruelas, por la v er­
tie n te N o rte, que ha hecho de Gredos un
lu g a r espléndido p a ra los deportes de nie­
ve, en el invierno, y p a ra el alpinism o, en
el verano.
A las bellezas n a tu ra le s de la s ie rra hay
que a ñ a d ir las que el hom bre acum uló, a
lo larg o de los siglos, en sus pintorescos
rincones. Pueblos de la s ie rra de Gredos y
sus contornos, cuna de apellidos ilu stres,
cuajados de h isto ria. Y uste, A re n as de S an
Pedro, M om beltrán, G uisando...
E n su conjunto, la sie rra de G redos, si­
tu a d a hacia el centro de la C ordillera Cen­
tra l, lim ita al E ste con el recodo del río
A lberche, que nace en la v ertien te N orte
y luego se rp e n tea p a ra se g u ir nacía el Sur
y desem bocar en el T ajo, separando Gredos
de G u ad a rram a. P or el P oniente, el río A la-
gón lim ita la sie rra .
A dem ás del A lberche y del A lagón, cons­
titu y en el sistem a hidro g ráfico de Gredos
el río Torm es, ta n vinculado a la novela pi­
caresca española, que nace en el N orte y,
después de a tra v e s a r B arco de A vila, des­
em boca en el D uero, y el río T ié ta r, que por
la v ertien te S ur, paralelo a la s ie rra , des­
ag u a en el T ajo. E l T orm es y el A lberche
son fam osos por sus sabrosas y exquisitas
tru ch a s, y he aquí la razón de un deporte
típico de C astilla.
E l Macizo C e n tral de G redos es, sin
duda, la p a rte de la s ie rra de m ás im pre­
sio n an te belleza, dentro de su m a g n itu d y
de su com pleja e s tru c tu ra .
La enorm e b a r r e r a vertical, de m uy d ifí­
cil acceso, que fo rm a la v e rtie n te S ur, sin
co n tra fu e rte s, m otiva que la m ayor p a rte
de las excursiones y ascensiones alp in as se
efectúen por la v e rtie n te N orte. E l pueble-
cito de Hoyos del E spino es el punto obli­
gado de p a rtid a .
A Hoyos del E spino se llega por la ca­
r r e te r a g en eral de A vila a A renas, des­
viándose en la V en ta R asquilla a la dere­
cha, en dirección a Barco de A vila. E n
esta c a rre te ra , a 59 km. de A vila y a 11 de
la V enta R asquilla, se h alla el m agnífico
P a ra d o r N acional de Gredos, que la D irec­
ción G eneral del T urism o em plazó en el
P in a r de N av arred o n d a de la S ie rra . Desde
Avila, y y a al tra sp o n e r el P u erto de M en­
ga, desde donde se divisan, en la lejan ía,
los alto s picos de Gredos, se ad v ierte u n a
co n stan te elevación de a ltu r a sobre el ni­
vel del m ar. M uy aleja d as ap arecen aún
desde Hoyos del E spino las cre sta s de G re­
dos, que d esaparecen al ir en su busca, y
que no volverán a verse h a s ta no su b ir a
los Colgadizos. E ntonces el p an o ra m a sor­
pren d e por su belleza m ajestuosa. Hoyos
del E spino queda a tr á s y la c a r re te r a a s­
ciende fatig o sa, atra v esa n d o el T orm es por
el an tig u o y pintoresco P u en te del Duque,
¡ cruzando los p in a re s y bordeando los p ra ­
dos. L a c a rre te ra llega h a s ta la plazoleta
de las E scaleruelas, y aquí com ienza la
v erd a d era ascensión. La subida de las E s ­
caleru elas es d u ra, em pinada y á sp era, y
en el Prado B arbellido, donde está em pla-
j zado el refu gio del Club A lpino, se impone
I el p rim er descanso, p a ra contem plar, h a ­
cia el S ur, el P uerto de C andeleda, y en lo Panoram a de la villa abulen-
Castillo de Mom beltrán, en se de A re n as de San Pedro.
alto, a la derecha, el M ajasom era, lu g a r A re nas de San Pedro (Avila): la vertiente sur de la sierra.
donde se a sien ta el R efugio Real, y al Oeste, Castillo y puente antiguo. Mu -'JM M : r*
la C uerda de los Colgadizos, cam ino obliga-
do h acia el Circo. Desde M ajasom era se
divisa la planicie de la V era, desde u n des­
nivel aproxim ado a los 2.000 m etros, y a
sim ple v ista, de E ste a Oeste, se divisan
los cam pos de M adrid, A vila, Toledo y Cà­
ceres, y al N orte, S alam anca, A vila, V a­
lladolid y Segovia.
Desde el P u erto de C andelada se descien­
de a l pueblo del mismo nom bre o se sube
luego a la cum bre de la M ira, y desde el
refugio de A ren as se b a ja , por los Galayos,
a G uisando. E l m onte llam ado la M ira tie­
ne 2.416 m etros de a ltu r a y de él a r r a n ­
can, en fo rm a de ángulo agudo, dos enor­
mes co n tra fu e rte s, llam ados la C uerda y
el «A m ealito», uno, y los G alayos, el otro.
L a ascensión es d u ra, pero com pensa la fa ­
tig a el gran d io so espectáculo que se dis­
f r u ta al co ro n ar la s ie rra . L a v ista de los
G alayos desde la M ira y la A p re tu ra , con
su e s tru c tu ra p étre a y su a b ru p ta fisono­
mía, es algo gran d io so y fan tá stic o .
M ás frecu en te que esta excursión a la
M ira y los G alayos, y que h ay que realizar
en d ía d istin to , es la excursión al Circo y a
la la g u n a de Gredos, en el mismo corazón
de la s ie rra . D ejando a trá s el refugio del
Club A lpino, y después de a tra v e s a r el
P rad o de las Pozas, se inicia la m archa
d u ra por los Colgadizos; el te rre n o es muy
quebrado y está sem brado de brezos, lentis­
cos, enebros y tomillos, y el ten u e perfum e
de las m adreselvas flo ta sobre los zarzales,
que se e n m a ra ñ a n al borde de los regatos.
Se impone u n a p a ra d a en la fu e n te de los
Colgadizos, cuya a g u a h elada repone las
fu erzas, y ju n to a la fu en te p a s ta n rebaños
de espléndidos m erinos. Se sigue la m archa
por ásperos repechos, por ru d a s v ertien tes;
ya no hay p ájaro s, ni árboles, ni m atorrales
frondosos; la soledad y el silencio envuel­
ven al excu rsio n ista, que se sien te abando­
nado sobre las p ied ras ren e g rid a s de sole­
dad. Pero, de pronto, al coronar la cuerda
del Cuento, se contem pla, con asombro, el
Circo de G redos: a la izquierda, el More-
zón, y luego, y en p o sterio r plano, los riscos
de las H oyuelas, los H erm anitos de Gredos,
el A lto del Casquerazo, el C uchillar de las
N a v a ja s y el m ajestuoso A lm anzor; des­
pués, los B allesteros y el V enteadero; y más
cerca, el cerro de los H uertos, con el Ameal
de Pablo, la p o rtilla de las Cinco L agunas
y, como rem ate, la M ogota del Cervunal,
que, perdiendo a ltu r a y deshaciéndose en
b arran co s, llega h a s ta a besar el Tormes.
Por bajo de la c re stería , el G argantón,
hoya inm ensa, y al fondo a la izquierda,
el Circo de Gredos, som brío y áspero, con
su la g u n a so litaria , que, contem plada desde
la a ltu ra , parece no m ás que u n a charca.
E spectáculo dantesco, de un te rren o som­
brío e inhabitable, pero de belleza sin­
g u la r.
L a b a ja d a a la la g u n a es fácil, y ya en
sus o rillas se ap recia su am p lia extensión,
de casi u n a h ectárea, y su fo rm a irreg u lar.
La la g u n a de Gredos tiene el nivel de sus
ag u as a 2.027 m etros sobre el nivel del
m a r y su p ro fu n d id ad v a ría según las épo­
cas del año.
Hoy, au n ascendiendo a los m ás altos pi­
cachos y explorando los m ás in trin cad o s ve­
ricuetos de la sie rra , es m uy difícil sor­
p ren d er a las ágiles cab ras m onteses o ca-
p ra victoriae, que no hace mucho el excur­
A rriba: El típico pueblo de Guisando, en la vertiente
sio n ista podía v erla s b rin c a r inverosímiles
sur de Gredos. A la izquierda: Tipos de Pedro Bernar­ de picacho en picacho. E sta s m ajestuosas
do (Avila). Abajo: Fachada dei Parador de Turismo. ca b ras o rn am e n tan la sie rra al coronar sus
afilad o s riscos. E n los prim eros años de este
siglo fué d ad a la voz de a la rm a por algu­
nos expertos m ontañeros, conocedores de la
s ie rra , de que la «C abra H ispánica» iba a
d esap arecer. Se constituyó entonces el Coto
R eal de G redos y se no m b raro n los prime­
ro s g u a rd a s, y ya desde 1905 se vedó la
caza, a fin de que la especie se m ultiplicara.
E s ta especie de c a b ra m ontés es de pelo
rubio oscuro, de cu e rn a delgada y corta, y
pesa unos 30 kg. en c a n a l; los m achos son
rubios tam bién y alcan zan h a s ta los 50 kilo­
gram os. Sus cuernos tienen u n a longitud
de casi u n m etro y son de u n a g ra n be­
lleza d ecorativa.
Los g ran d e s enem igos de esta ca b ra de
Gredos son las ág u ilas reales que aquí ani­
dan y que e n tre sus poderosas g a r r a s se
llevan las cría s h a s ta de ocho y diez kilos,
y las cab ras, p a ra defenderse, huyen dan­
do saltos, que a veces reb a san los 30 metros.
E l reg reso de G redos siem pre produce
n o sta lg ia y d eja im presiones ta n fuertes,
que son m uy difíciles de olvidar. De vuelta
a la ciudad, el ex cu rsio n ista recu erd a, unos
tr a s otros, aquellos inm ensos g ig an tes de
piedra, que son como sonoras estro fa s de
ese bello rom ance de p ied ra que se llama
Gredos.
JOSE MARIA MO H E DAÑO
fNvevos
DÉSCV
BRIMIÉN
TOS DÉ
A RT É
INDICÉNA
MICHOA
[CANO
Por LUIS ISL A S GARCIA

El viaje-
El viajero que pasa p o r la (-arrêtera que una la ciudad de M éjico con G uada­
lajara, bello cam ino que atraviesa m ontañas y paisajes bellísim os, a unos cuan­
tos kilóm etros de la antigua ciudad de V alladolid, capital del Estado de M ichoa-
cán, que en la actu alid ad se llama M orelia en h o m enaje a uno de los héroes de
la independencia nacional, se encuentra de rep en te con un herm oso y grande
lago, del que em ergen varias pequeñas islas muy pintorescas y algunas de ellas
habitadas. Ese lago es el lago de P átzcuaro, centro de una de las grandes cul­
turas indígenas, que enciera boy todavía m uchos m isterios para los histo riado­
res y arqueólogos.
A llí, desde el siglo xn de nuestra era, vivió u n pueblo de gran refinam iento,
que más tarde fué llam ado p or los españoles «el pueblo tarasco» y que los
aztecas llam aban «los m ichoaques», o sea los-habitantes-del-lugar-del-pescado o
los-comedores-de-pescado , de donde proviene el actual nom bre del Estado : Mi-
ehoacán. La antigua capital de ese pueblo tiene u n nom bre altam ente poético,
que en castellano quiere d ecir «lugar de colibríes» y que antiguam ente se lla­
m aba «T izintzuntzan». T odavía ex iste : fué el lugar donde el célebre obispo don
Vasco de Q uiroga quiso fu n d ar la cabecera de su diócesis en el siglo xvi ; allí
encontram os una pequeña iglesita, que construyeron bajo su d irección, y algo
m uy im presionante : u n atrio lleno de olivos centenarios, que la tradición
indica fueron plantados por las m anos de tan insigne varón. P ero el sitio no
le agradó finalm ente, y entonces la p rim era sede del O bispado fué otro p ueblo,
ju n to al lago, que es un encanto de construcciones coloniales m uy bien con­
servadas y que se llam a P átzcuaro. Y como T izintzuntzan, como P átzcuaro,
como Janitzio—que es el p u eblo de la isla m ás grande del lago - , todas las
orillas del m ism o están habitadas p or descendientes de aquellos m ichoacanos, de
aquellos tarascos cuyos orígenes decíam os calientan la cabeza de historiadores
y arqueólogos.
Los artesanos de esa región, antes de la llegada de los españoles—conviene
d ecir que e l últim o rey de la. zona, C altzontzin, se entendió pacíficam ente con
los conquistadores, aun q u e de esto hubo de arrep en tirse más tard e—, eran muy
h ábiles en diversas artes : desde luego, en la p lum ería o arte p lu m aria, de
cuyos trab ajo s, como mosaicos prehispánicos o casullas novo-hispánicas, hay
buenas m uestras en los m useos de E uropa. T am bién en o rfe b re ría ; pero de
esto se conservan pocos ejem plares, ya que el oro se aprovechó como sim ple
riqueza sin consideración para sus m éritos artísticos, y en trabajos de cobre
y en cerám ica. Esta disposición de los indios le sirvió a don Vasco de Quiroga
para u n irlo s con los oficios españoles con una m irada de político certerísim a.
Hombre sentado.
I Hombre sentado, |
A lgunos de los oficios de esos indios se lia p e rd id o ; p o r ejem p lo , el trabajo
de obsidiana : en el museo m iehoacano, y en el nacional de M éjico, y en los
museos de los Estados U nidos, se en cuentran m agníficas m uestras de la finura
y sabiduría técnica con que ellos supieron tra b a ja r tan duro y quebradizo
producto.
Muy recientem ente, por cuenta del lïfuseo m iehoacano, se han iniciado
nuevas exploraciones en la antigua capital T izintzuntzan, donde desde hace
tiem po era conocida la existencia de yacutas tu rn io s—, y el éxito iia prem iado
los esfuerzos de los excavadores, porque se han encontrado nuevas piezas
arqueológicas de grande interés. En nuestras reproducciones están caracte­
rizadas algunas de las especies que se enco n traro n . Así hay, todas hechas en
p ied ra, esculturas como las de hom bres sentados, dos braserillos para quem ar
copalli- una especie de incienso indígena que todavía se usa en las cerem onias
religiosas -; un cuadrúpedo, p robablem ente exvoto, y un metate,- m olino a
mano para m aíz y otras sem illas— , que es tam bién un anim al estilizado, cuya
pequeña cabecita se puede ver claram ente.
En las figuras hum anas, es notable la fuerza con que están construidas, el
conocim iento anatóm ico, la sim plificación estilística y algo que es v erd adera­
m ente extraño : la supervivencia, en algunos ojos, de las más prim itivas técnicas
de p a stillaje, aplicadas a una figura que, p o r su m ism a realización, ya está
fuera de esa época prim itiv a. Hay m uchas explicaciones a este respecto, entre
otras, la de la estratificación cultural de ciertas form as, caso típico de la cultura
m ichoacana.
En cuanto a los que hem os llam ado «braserillos», obviam ente son de épocas
distintas, aun q u e correspondan a la m ism a c u ltu ra ; uno, más prim itivo, con
un pastillaje más acentuado, in terp re tan d o am bos el esp íritu religioso de esos
pueblos, arm oniosas y dinám icas las realizaciones, con un com pleto dom inio
del m aterial em pleado : la piedra más d u ra.
E jem p lar sobresaliente es el metale. La organización de su form a le da
dim ensiones plásticas m onum entales, como de teocallí. Las m asas rectangula­
res que constituyen este bello ejem p lar están dispuestas para conseguir un
efecto plástico que no m erm a la eficacia que llam aríam os funcional del m olino.
El recuerdo o la voluntad de escultura zoom orfa ha sido su p erio r a ese en-
cuadram iento geom étrico que se acusa basta en el decorado de greca y aparece
en la pequeña cabecita— ¿de cacom ixtle, de zorrillo ?— que ocupa una de las
caras de la pieza arqueológica, y que le da a todo el conjunto, p or una aplica­
ción, u n valor sonriente, h um orístico, que se com bina extrañam ente con el gran­
dioso que se le ha dado a una pieza de uso tan común como es el prim itivo
m olino a m ano.
Esta y otras m uchas piezas son las que encontró la reciente C om isión del
Museo M iehoacano cerca de T izintzuntzan. Las viejas tierras dejaron en lib e r­
tad parte de sus m isterios, pero todavía falta m ucho para que se pueda decir
que se han aclarado las lagunas de la p or ahora todavía m isteriosa cultura
m ichoacana, la cultura de los-comedores-de-pescado, de ese m ism o pescado que
hemos comido con ellos, escuchando su dulce idiom a indígena, en el pueblo
Braserillo.
lacustre del herm oso Jan itzio .

Cuadrúpedo.
LA OTRA CARA:
” P I C H I L I N G Ü E S”
POR HECTOR SAENZ Y QUESADA

L pirata del Caribe, bajo cualquiera de sus tres advocaciones ("bu­ madroño, pues no son posibles sueños ultramarinos cuando se vive en

E canero”, "filibustero” o "hermano de la costa”) es un tipo his­


tórico y literario bien asentado, aunque no tenga más que una
pierna y se apoye en su pata de palo. Su único ojo (el otro lo cubre una
una meseta a ochenta leguas de la ribera. Y los americanos, porque
oficialmente se les enseña que en aquel entonces no existían, pues sólo
comenzaron a vivir cuando dieron los tres gritos de libertad, igualdad y
venda negra) brilla con resplandor de estrella de cine fraternidad; es decir, cuando comenzó el alegre bu­
desde el fondo lejano del siglo XVII. Chicos y gran­ llicio revolucionario que en adelante consumiría toda
des admiran al intrépido espumador de la mar, ante su erudición histórica.
cuyo esfuerzo se rinden invariablemente los galeo­ Pero otras naciones, como la Inglaterra, la Fran­
nes de Su Majestad Católica, mientras la hija del cia y la Holanda, que se lo habían pasado envidiando
Virrey, abandonando a su prometido, el cobarde la fortuna del vecino, no olvidaron jamás su apetito
Sfianish grandee, se arroja en brazos del "Corsario insatisfecho. No es que conozcan los detalles de las
Negro”, casualmente el insólito pirata que no es Indias que encerraban al cerro opulento, pero les
tuerto ni cojo, sino un apuesto y rubio mancebo del queda en la subconciencia el aguijón de la experi­
Devonshire. mentada "convoitise”; el anhelo reprimido de ense­
Es difícil desbaratar una leyenda épica, sobre todo ñorearse de aquellas tierras inaccesibles donde los
si cuenta con la ayuda de innumerables novelistas hidalgos gastaban armaduras y aun bacines de plata;
y de costosísimas películas y se sustenta subsidiaria­ donde las cholas y mulatillas vestían de seda y los
mente con sesudas historias anglomasonas. Y es artesanos ganaban triple salario que en la Europa,
también antipático desilusionar a infinidad de jóve­ y no admitían que los tratasen sino de "Vuesa Mer­
nes protestantes educados en el odio o menosprecio ced”. Por las "piñas” potosinas; por los doblones de
del marinero dago (o sea Diego); esto es, el mari­ oro; por las perlas y esmeraldas, el tabaco y el
nero español que otrora dió a los herejes los grandes cacao, alentaron en su día a los que robaban las mi­
sustos de que los nietos de los asustados toman ven­ gajas del gran festín indiano. Y a falta de conquista­
ganza retrospectiva. dores auténticos los suplieron con el "ersatz” de los
Por otra parte, nada más a propósito para la su­ piratas del Caribe.
blimación de la piratería que el siglo que fué de oro De que estos salteadores fuesen la gran ilusión de
no solamente en las letras, sino también en la ma­ la Europa ultrapirenaica y luterana, lo prueba el he­
terialidad de los cargamentos de las flotas de Indias. cho de haber sido los piratas hasta entonces, y desde
Los españoles de ambas orillas del Atlántico han ol­ antes que Pompeyo anduviese a las vueltas con ellos,
vidado por completo el esplendor del 1600. Los pen- simplemente piratas, así proviniesen de Noruega o
msulares, un poco por el nessun maggior dolore de de Berbería; mientras que en los primeros cincuenta
aquellas pasadas grandezas, y otro poco por el ensi­ Vlfieta que Ilustra la portada de una vieja edición de años del siglo XVII la inventiva gramatical (que
la obra del Inmortal poeta español Lope de Vega, titu­
mismamiento provinciano de la capital del oso y del lada ”La Dragontea” (1598), sobre el corsario Inglés Drake. siempre corrió parejas con la popularidad) les en-
OI
centró tres nombres sustitutivos: "Bucaneros”, "filibusteros” y "hermanos doscientos; toda la isla Margarita, doscientos cincuenta, y por el estilo las amateurs sin agallas si se los compara con genuinos hombres de guerra La gran conquista extranjera de la época, que fué Jamaica, sólo pudo reali­
de la costa”. costas castigadas por los raids, desde la Guayana al Pánuco y de Puerto como Cortés o Pizarro. ¿Qué no habrían hecho éstos con treinta mil solda­ zarse mediante una expedición de diez mil soldados de línea y cincuenta
Y todavía otro más, que no se lo aplicaron ellos ni sus amigos: "pichi- Rico a Cuba. dos si le bastaron al uno cuatrocientos y al otro ciento setenta para sus velas; pero antes resistió perfectamente a los embates filibusteros, como
lingües”. Durante un largo siglo ningún habitante blanco de esas pequeñas aunque extraordinarias conquistas? ocurrió siendo gobernador D. Fernando Melgarejo. Nos lo describe Vásquez
* * *
* * * ricas poblaciones disfrutó la fresca nocturna durmiendo a pierna suelta, de Espinosa:
pues en lo mejor del descanso podían despertar con el vocerío y los mos­ "Llegó un cosario, víspera de San Diego, con una armada de diez y
No sé de dónde viene, pero suena a americanismo y a peyorativo, pues quetazos de los filibusteros, que se entretenían luego en tostar a fuego No es que carecieran de organización. A este respecto, los "hermanos "seis naos con intento de tomar la isla y saquear la villa (la villa de la
desde el Anáhuac hasta Arauco varias lenguas indígenas traen vocablos lento a los hacendados para que revelasen el escondrijo de los ahorros. de la costa” pueden apuntarse un tanto; fundaron la primera democracia "Vega, de quinientos vecinos), para lo cual echó el general de ellos seis-
con la raíz "pichi", siempre en el sentido de pequeño o de poca monta. Con la custodia (que la piedad alhajaba) de la capilla, y la esclavatura i americana. "cientos hombres en tierra, y habiéndose prevenido los vecinos a la de-
La leyenda, dorada por el saqueo, los quiere audaces e invencibles. Pero africana al alcance de la mano, los Frères de la Côte podían volverse a Hoy, que este sistema está a la moda, se incurre, me parece, en imper- "fensa contra los enemigos les dió Dios tan buena suerte que les mataron
la escueta y humilde realidad histórica, contenida en partes, informes y Le Petit Gouave con una ganancia satisfactoria. onable injusticia olvidando a los que en pleno trópico y en pleno siglo "más de cien, y entre ellos el general, sin pérdida de más de uno de los
memorias, nos dice que en cien años de empeñosa actividad no consiguieron Pero a menudo ni siquiera se atrevían a las algaradas nocturnas a “ Grand Roi, cuando el abuelo de Rousseau todavía mojaba sus pañalitos "nuestros. Y habiéndose los enemigos retirado a sus naos vergonzosa-
rendir ni tomar un solo galeón español. manosalva. Nunca se estaba muy seguro de si esos picaros españoles habían ginebrinos y el genearca de Roosevelt no había pensado aún en trasladarse "mente, publicaron que un fraile que iba sobre un caballo poderoso fué
Preferían seguir la línea del menor esfuerzo (como buenos sindicalistas advertido las embarcaciones sospechosas (los famosos flyboats), y se aper­ a Nueva Amsterdam, crearon el primer modelo de igualdad cívica y el pri- "quien más los persiguió y cantó la victoria; conque desde entonces le
de la piratería, ocupándose de naves sueltas y sin escolta, y especialmente cibían al ataque espada en mano. Sobre todo temían a la caballería criolla mer anticipo del Welfare state. "hizo voto la villa y le tiene por patrón; y su día se hace fiesta en ella y
de los barquichuelos del cabotaje, que por lo común proporcionaban un y a las trincheras en los cuatro ángulos de la reglamentaria plaza mayor. Pues aquellos bandidos, como cualquier honrado ciudadano de los esta­ "alarde general en memoria de esta victoria y merced que Dios les hizo
discreto botín en esclavos, o en mercancías de la tierra, o en el rescate de Por lo mismo preferían el contrabando rendidor y pacífico. Más de un famoso dos adheridos a la O. N. U., elegían a sus capitanes por el voto libre indi- "por intercesión del santo.”
patrón y pasajeros, y cuyo escaso tonelaje no impedía que la poética ima­ filibustero, con la cintura cargada de pistolas y sables de abordaje, cuya 1 ualista, y cubrían los riesgos bélicos con acertadas medidas de previsión Los moradores de la isla que merecieron esa cooperación sobrenatural
ginación de ingleses de Bristol, de franceses de la Rochela y de los judíos espantable imagen y aventuras estremecerían, andando el tiempo, a sus social. La ceguera, por ejemplo, se indemnizaba con seis esclavos o su eran "los hijos y descendientes de aquellos varones ilustres que la ganaron
de Amsterdam los convirtiese en enormes galeones de alto bordo. cándidos compatriotas, no era en realidad otra cosa que un prosaico y**3' * quiyalencia en seiscientas coronas; el brazo manco, con dos esclavos o "y poblaron; toda gente noble, afable, de mucha Cristiandad y caridad con
Idéntico espejismo hacía que llamasen "pueblos” a las haciendas miliar estraperlista de mercado negro. de~len*as coronas, etc. La organización era probablemente mejor que la "todos los necesitados que llegan a ella; socorriéndoles en sus necesidades".
solitarias y "ciudades" a las aldeas ribereñas. Panamá, cuyo asalto le dió Si se piensa que en cierto momento hubo treinta mil filibusteros secando e Vasco Núñez de Balboa; lo que no era tan bueno era aquello que Balboa Conceptos que pudieran muy bien extenderse a los demás criollos españoles
a Morgan divisas financieras y heráldicas, no contaba con más de quinien­ su pólvora en Santo Domingo y en la Jamaica, respaldados por poderosas tenia por excelente. americanos, y que los contraponen a sus derrotados enemigos "pichilin­
tos vecinos "y demás chusma de servicio, negros y mulatos libres”. Portobelo, naciones industriales y marineras, se concluye que la conservación de las zos ^GS a^ ° ocurr*a con l°s "pichilingües”, ya que tras cien años de esfuer- gües”, en buen romance corsarios; que no reconocen señor, patria, ni obe-
imán de mercaderes y de corsarios, tenía "ciento cincuenta casas de es­ Indias fué un milagro..., o que los "pichilingües” eran para poco. ejS s°l° consiguieron ocupar algunas islas deshabitadas, como la de Tortuga, "diencia mas que al mar, y menear las manos robando cuanto pueden, es-
pañoles, negros libres y mulatos”. Santa Marta, sesenta vecinos; Cumaná, Morgan, Ducasse, "Lorencillo” y demás compinches parecen puros sector oeste de la Española y algunas pequeñas del grupo de Barlovento. "tando aquí hoy y mañana allí".
I
sus alas, zarpó hacia los picos inaccesibles de la cordi­

LÀ CAZA DEL CO N D O R llera. Los rayos del sol, esfumándolo entre su océano de
oro, parecieron rezar callanditos:
—Buscadlo, si queréis, en las nubes...
Y Juan Miguel se fué a buscarlo en las nubes. (Con el
"Vinoso”, su rifle y su coraje! Por todo esto, la mañana
(CUENTO ECUATORIANO) excitaba al cholo y le arrancaba tremores de lucha.
—Si tiene cetrero, lya se muere!—monologaba.
Así llegaron bestia y jinete a las parameras. Un viento
terrero rumiaba sobre la pajiza, para luego erguirse furi­
bundo ante los despeñaderos y rebotar en las cimas ne­
vadas. Juan Miguel, despacioso al fin en terreno enemigo,
aspiró a raudales el brisote y cortó, al atajo, hacia el ro­
coso tronco de la montaña.
Desafiándole, brotó en la altura el ave formidable, ten­
sas alas y garras, entornado el pico hacia donde trotaba
el "Vinoso”. El negro cuerpo musculoso lanzábase de \
pronto hacia las fisuras del puerto para surgir, rapidí­
simo, en prodigioso ascenso, de espirales, al cielo.
Descendió Juan Miguel de la montura.
—Aquí te quedas, "Vinoso”—dijo al alazán—. Anda
lejito, pa que pastes contento...
Y cuando húbose el potro alejado, viró el cholo y ca­
minó despaciosamente por el páramo. A distancia, el
cóndor veíale llegar con sorpresa, dudando aún que hu­
mano mortal traspusiera los umbrales de su reino mis­
terioso.
Bien seguido murió el páramo y nació la roca. Juan
Miguel tercióse el poncho a modo de casaca, agarró el rifle
con la diestra y hurgó en busca de camino por el abrupto
escalón en que se abría la loma. Encontró agarraderas
en los peñascos y allá fué...
—[Vente, vente!—gritó una vez al cóndor; mas éste,
ducho en lides escapatorias, husmeaba entre las cum­
bres, deteniéndose a ratos en una, como si fuera maligno
ente del espacio. Cuando hacía lo último, una sombra
de pico descomunal proyectábase sobre los farallones,
danzando a medida que el sol se alzaba en el horizonte.
—iRatito, ratito!—decía Juan Miguel—. [Ratito na
más pa que estemos enfrentecitos tú y yo, pajarraco!...
Y siguió trepando por donde ni breñas ni cactus ha­
bía. La recia corpulencia del cholo se iba colando al fin
hasta la cumbre ansiada, allí donde el cóndor aposen­
taba sus reales y se vertía la sangre cálida y rezumante
de las víctimas en muchos atardeceres andinos. A terri­
torio de garras y picos llegó Juan Miguel, y cerquita, en­
tre dos peñas bamboleadas por el viento, vió finalmente
la helada guarida del monstruo.
—Ahora te espero—le gritó el cholo al ave gigantesca.
Y con reposo se quedó sentado frente a frente al valle,
con la espalda en la roca y la vista atenta a los vuelos
audaces del cóndor. Este último, indeciso aún, planeaba
a ratos, siempre elevadísimo. [Y llegó un instante! El pa­
jarraco, frente al sol, quedó como una mancha en el éter.
Oyóse un trueno y del rifle de Juan Miguel brotó un hu­
millo rebelde.
—[Acha..., chachay!—exclamó el cazador—. Hubo
una sacudida en mitad del raudo vuelo y el pájaro vibró
con agudos temblores. Pero no cayó. Su raza era de tita­
nes; su fortaleza, la de los Andes; su resistencia, hasta la
muerte.
—[Andale, guapote!—le gritó Juan Miguel, enervado
con la salvaje cacería—. Macho que eres... [Vente acá!
[Acasito!
El cazador saltó por el peñasco y el monarca de los
páramos se lanzó brutalmente hacia él. No había miedos
ya. El dolor guiaba sus alas formidables. [Dar muerte
antes de morir!
—[Acha..., chachay!—volvió a gritar Juan Miguel en
mitad de un paroxismo rayano en sensualidad.
Retumbó el cañón del rifle nuevamente y vióse al cón­
dor iniciar una caída de piedra. Por un segundo, que en
seguida se elevó nuevamente, esta vez con estertores en
las orgullosas alas.
—Basta, machote! [No te rajo más ansina! [Muere si
quieres!—dijo Juan Miguel, largando el rifle contra una
roca.
Y el ave solitaria y aguerrida, el pájaro de fuego, dueño
y señor de los abismos, pareció comprender. Perdida la
mortal batalla ante este ser extraño, rojizo, que había
escalado a las cumbres en su busca, era preciso morir ,
como se había vivido. Hubo así un extraño chillido, casi
un grito, y vióse al cóndor desplomarse como un bólido
ram ontaba el sol las POR J. M. SANZ LAJ ARA Y en los ijares del "Vinoso” de plumas, yertas las garras, abierto el pico terrible y

T primeras cumbres bravias.


Un vaho a tomillo y azu­
cenas salía de los prados por
I L U S T R A C I O N E S DE G. R U A L E S
finteó un espolazo habilísimo,
que proyectó a la bestia hacia
arriba.
sangrante el pecho. Su caída fué cerca de Juan Miguel,
tan cerca que el cholo llegó a creer por un instante que
se le venía encima.
donde, no hacía mucho, puso la reja del arado unas largas El cholo, atrás el sombrero y revueltos los ásperos ca­ Corrió hacia el
heridas llenas de simiente. Los encinares se aurificaban bellos, temblaba casi con la rabia de diez horas. La noche ave moribunda. No
lentamente, a medida que la mañana iba tomando bríos vióle cruzar el valle; el día contemplábale frente a las hizo falta gracia.
por el valle. Y el río, festoneado de grandes piedras grises, cumbres. Arrugas preocupadas turbaban la frente del El cóndor ya no era
corría jubiloso por el barranco, hinchándose con la apor­ capataz. más. Juan Miguel
tación de las lluvias invernales. Todo comenzó días atrás, cuando en los gallineros de miró la presa con
La pesuña del noble alazán hurgaba ya hacía rato por la hacienda faltaron dos gruesos pollones. La inquietud unos ojos brillan­
el senderillo. De los belfos manaba un cansancio blanco de la cholada plasmó frases agrias en los labios de Juan tes, luego irguióse,
y en las patas se cuajaba el sudor. Juan Miguel, en la Miguel, y peones, indios y gañanes diéronse a la busca aspiró fuertemente
silla, oteaba el recortado horizonte de los puertos, pre­ del ladrón, hasta que muchos ovejos después y un sinfín y murmuró:
sintiendo que su caza llegaba a término. de aves de corral más tarde llevaron el mismo camino. —¡Pena que gua­
—jArribita, ”Vinoso”I Ya llegamos... Galopó en el cielo, la tarde anterior, un cóndor de propor­ potes así salgan la­
Y el potro trepaba prodigiosamente los empinados re­ ciones colosales. drones!
cuestos, como si gozara con su amo la emoción de la sal­ —[Allá vuela el maldito!—gritaron los testigos. Y la mañana, ra­
vaje cacería. Allá asomó una nube plana como un poncho —¡Allá lo mato!—profetizó Juan Miguel. diante y jubilosa,
y oreó en el aire un colibrí sus alillas eléctricas. El pájaro, enorme, con negrura de abismo, planeó en prendió en su diáfa­
Un viejito indio, con una suciedad de siglo, descubrióse lo alto como azor hábil y astuto. Disparos de rifles bor­ na luz al hombre y
dearon su vuelo, pero las balas volvieron a enterrarse en al cóndor, ambos es­
al acercarse el jinete. tampas de un mun­
—¡Dios le lleve, patrón!—cascaron sus labios rajados. el polvo o en las haces, vírgenes de sangre todavía. Y Juan do inverosímil...
—¡Si le place!—contestó Juan Miguel. Miguel desafió inútilmente al rapiñoso, que éste, abriendo
VN PEREGRINO
CAPITVLO n IA
PEMQNOiOGIA
POPVLAR

POR
BRUNO C. JAOOVELL/
(ILUSTRACIONES BE
F. CHAUSA)

A tradición popular, al contrario de lo que suele creerse por sugestión de graba­ El único sector en que el pueblo se horroriza al entrar en contacto con el reino de
L dos medievales y de casos más recientes de posesión demoníaca, no concibe ni
presenta al señor de las tinieblas con rasgos terroríficos. La posición del pueblo
las tinieblas es el de las almas condenadas: en esta forma genérica directamente, como
gente que anda al oscurecer o de noche buscando a los que viven en pecado, o bien
frente al diablo es, si cabe, fríamente jurídica: el diablo es un comerciante que en­ bajo las conocidas figuras de la Viuda, la Mulánima, etc. Estas almas condenadas
trega riquezas, honores, placeres a cambio del alma; y más, cuando llega el momento no respetan a ningún pecador escandaloso y se lo comen—de inmediato o a la tercera
del pago por parte del hombre, pocas veces ofrecen los cuentos tradicionales situa­ noche—si no se pone con tiempo a salvo rezando el Credo, proveyéndose de insignias
ciones consternantes; casi siempre lo burla el hombre, sea con ayuda divina o humana, religiosas o interponiendo un curso de agua entre él y su perseguidos. A veces, el
o por su propia listeza, y el diablo queda ridiculizado grandemente, cuando no tun­ alma condenada resulta ser el diablo; pero lo frecuente es que éste no aparezca, como
dido o mutilado por las artes más sutiles de su víctima o sus auxiliares. Tanto abun­ si el castigo en vida, no del pecado, sino del estado pecaminoso, se hallara a cargo de
dan estos finales, que en muchas clasificaciones de los cuentos folklóricos se reserva aquellos mismos a quienes la muerte sorprendió en igual estado: concubinato, con­
un lugar al ciclo del "ogro vencido” o "demonio burlado”; claro que confundiendo a nubio sacrilego, incesto, etc. Los casos y cuentos de este ciclo son legión, y se dife­
menudo gigantes u ogros y diablos. Inclusive hay versiones de uno de los más difun­ rencian claramente de los citados del diablo por ese elemento terrorífico y ese colorido
didos cuentos del mundo—el del joven que se casa con la hija menor del diablo (na­ de realidad de que éstos carecen.
rrado por D. Segundo Sombra en el libro epónimo)—en que aparece como un viejo Qué relación de parentesco o dependencia hay entre el demonio y los condena­
calzonazos que persigue a los dos fugitivos y es burlado mediante tretas diversas (la dos errantes, no se trasluce bien en la tradición popular. La concepción de los con­
hija se convierte en árbol, en iglesia, etc.), por lo que su consorte diabla lo maltrata denados es una supervivencia de aquel antiguo temor de no ser enterrado en su tie­
de palabra, llamándolo "viejo tonto”. rra, o de no ser enterrado simplemente, que luego, en tiempos cristianos, aparece
Saliendo de la esfera poética de los cuentos y descendiendo a la tierra, encontra­ como el temor de no ser enterrado en sagrado, tema también en torno del cual la
mos al diablo, aun lejos, en dos instituciones muy características: el Aquelarre, o inventiva popular ha tejido numerosos y admirables relatos. Por eso el diablo,
gran concilio y bacanal, y la "Salamanca", o universidad del diablo, donde este fino procedente de otro ciclo de concepción del mundo, parece actuar al margen
maestro—ladino y socarrón, no ya "viejo tonto”—enseña a los mozos intrépidos las de estos seres que, por una razón u otra, no pudieron ser enterrados ni sacra­
artes supremas de la sociedad campesina de antaño: domar, enamorar, payar (cantar mentados, y así andan por la faz de la tierra purgando eternamente sus descomu­
improvisando, solo o en contrapunto). El Aquelarre, muy difundido en el Viejo Mundo, nales culpas.
no ha pasado virtualmente al Nuevo, y hasta las brujas que forman el séquito del Tornando a los cuentos, hay unos pocos de un carácter muy singular, en que el
"macho cabrio” son aquí muy escasas: hacer brujerías es más bien una especie de diablo aparece despojado de la odiosa avidez de almas que le es consustancial y de
profesión libre. En cambio, la "Salamanca”, tan famosa en América, parece haber asi­ los trazos ridículos con que lo caricaturizan aquellos del ciclo del ”ogro vencido” o
milado su parte de bacanal, si no institucionalmente, al menos en el sentir de los cam­ "demonio burlado". Al contrario, la tradición oral, partiendo de relatos distintos, y
pesinos, que afirman que en sus cercanías óyense lejanos sones de música y risas... mediante transposiciones curiosas—que puede la investigación erudita casi siempre
Será tal vez en los recreos, pues el diablo enseña seriamente, y hasta sin recurrir a determinar—, o bien continuando por gusto de la incongruencia las peregrinas ocu­
virtudes mágicas de ninguna clase, como, por ejemplo, en el curso de doma, en que rrencias de autores de gracejos teológicos, muestra en ellos un verdadero señor de las
hace montar al alumno en un potro y lo echa en un campo sembrado de puñales pues­ tinieblas, capaz de sobreponerse excepcionalmente a su propensión maligna y com­
tos de punta para que se las arregle como pueda, bajo la guía de ese maestro univer­ portarse como una persona muy sensible al honor y la gratitud.
sal y soberano que es el miedo. Naturalmente, el que aprende paga el precio, estimu­ La finalidad de este artículo limítase a presentar esas raras pinturas del diablo
lado además del derecho de ingreso, y el que no, allí se queda, sobre los puñales. Lo tales como circulan en la tradición oral del pueblo argentino. El primer relato, sin
que al fin de cuentas viene a ser lo mismo si se miran las cosas desde el punto de vista embargo, el del honor del diablo, exige una rápida incursión a la Edad Media, al si­
del postrer paradero del alma. glo XIV, en que aparecen las primeras firmas de autor al pie de narraciones en prosa
de pura imaginación, aunque no tengan éstas de tales autores mis que el primor del Hay un relato al menos con noticia de una dádiva desinteresada de Satán; pero
estilo y la caracterización, o profundización psicológica, de los personajes, atributos aquí se trata solamente de su gratitud, por lo que bastará con la mera referencia. El
que definen a la literatura artística y que la tradicional pasa por alto en manera poco primer cuento de la gratitud de Lucifer (1) es el de una vieja tan celosa del honor de
menos que sistemática, sólo aplicándose a la gracia o patetismo de las situaciones y su hija como enemiga del diablo. Tanto lo denostaba, que la niña, "por broma, o
al desarrollo, apenas demorado por la técnica profesional, de la acción dramática. por sus buenos sentimientos”, le decía: "Pero, mamita, ¡qué le hace ese pobre diablo
Chaucer, Boccaccio y el infante Juan Manuel, a los cuales se agregará después que perdió el cielol [Demasiado ha de sufrir ya en los infiernosl" Al fin, se casa la
otro fértil, aunque menos personal, explotador literario del rico venero folklórico, niña con un comerciante, quien, al dia siguiente de la boda, parte en viaje de nego­
Franco Sachetti, inician esta reelaboración artística de los relatos tradicionales, que cios. Le va tan bien, que olvida a su esposa y hasta "contrae relaciones ilícitas con
habrá de concluir en el famoso Pentamerone de Basile, tras un proceso vario de tres una hermosa dama". Cinco años pasan así, cuando una noche oye aquélla una voz:
siglos que De Sanctis llamara incisivamente ”la putrefacción del Decamerón”. Chau­ "Niña, niña, ¿quieres ver a tu marido?" Asiente ella, y es llevada "tan ligera como
cer, el más arcaico de los tres, pues todavía sigue apegado al verso, hace narrar al el pensamiento" y depositada en brazos de su marido, a quien le pide el anillo de bo­
Propietario en sus inmortales Cuentos de Canterbury un "lay”—balada o romance— das, único recuerdo que aún guardaba de ella. Creyendo estar con su amante, el
que "los antiguos bretones" hombre se niega a entregarlo, pero al cabo cede. Mientras tanto, el diablo, en figura
Jy r jr j, de él, va a la casa de la otra mujer y "le da una feroz paliza”. La esposa regresa a la
"cantaban al son de sus instrumentos suya en la misma forma, y al llegar pregunta al bienhechor por su nombre. "Soy el
o leían para su esparcimiento". diablo”, le responde, "y te hice este servicio en prueba de agradecimiento por lo que
me defiendes cuando la perversa vieja de tu madre me da tanta inmundicia". Por la
Su trama es como sigue: Ausente un caballero, su fiel esposa, asediada por un mañana, la madre le cuenta horrorizada que soñó con el diablo, que le llevaba la hija
escudero, déjase decir, para disuadirlo, que sólo accederá a sus deseos cuando limpie y le hacía mil burlas. "No crea en sueños", le contesta la hija con una vaga sonrisa,
de rocas toda la ribera de Bretaña. El enamorado trata con un "philosophre” la em­ "pero guárdese de ellos".
presa al precio de mil libras, satisface en tal modo la condición puesta y exige a la
En la otra ciudad, en tanto, la policía encarcela al hombre, creyéndolo autor de
dama el cumplimiento de su palabra. Llega entretanto el esposo y, enterado, la obliga
la tunda a la mujer. A los tantos meses cuando consigue salir, gracias a su dinero, y,
a cumplir su palabra. Al llegar ella al lugar indicado, el escudero le pregunta a la
escarmentado y arrepentido, torna a su casa "en momentos en que la niña da a luz
dama a dónde va. un hermoso varón parecido a él”. "La niña contó lo que había pasado, y todos dedu­
"Al jardín, como me mandó mi esposo, jeron y quedaron conformes que era obra del diablo agradecido”. Aquí termina el
a cumplir con mi palabra, jay de mil" cuento, que está pidiendo la sazón y el ornato que manan de la pluma de un Ricardo
Palma, y debe convenirse en que la moraleja se encuentra harto explícita para po­
Conmovido el escudero, la libera del compromiso; torna ella a su casa gozosa y él nerle otra encima.
marcha, triste, a pagar el precio convenido; pero él sólo tiene quinientas libras y pide El otro cuento (2), muy al gusto asimismo del mordaz y caudaloso memorialista
un plazo de dos o tres años para saldar el resto. El filósofo le perdona la deuda. "Se­ peruano, es como sigue: El hijo mayor de un comerciante, que nunca dejaba de re­
ñores—pregunta el Propietario al final—, comendar en sus viajes que, al pasar por un templo, entraran todos con él a oír misa
y orar por su bien, muriendo su padre determinó continuar sus negocios. En su pri­
¿cuál pensáis que fué el más generoso?" mer viaje, como pasara por una iglesia, entró "llevando varias velas”, las que fué
prendiendo delante de cada santo. "Como le quedara una vela y no supiera a qué
Con parecidas palabras, a modo de catch-word—"Which ivas the noble act?"—pasó santo ponérsela, empezó a buscar entre todos, encontrando al fin uno que parecía que
el bello argumento a los indices mitográficos de los eruditos, que lo han seguido en se olvidaba de él, y entonces, desconfiando que fuera el diablo, le dice: ’Te pongo esta
todas sus andanzas por Oriente y Europa, desde unas versiones más sencillas y pu­ vela, pero, por si fueras el diablo, te la prendo del revés’. Oró después largo rato y
ramente mundanas hasta ésta en que entra un hechicero, que en vano trata Chaucer siguió su marcha."
de hacer pasar por un hábil tramoyista, ducho en operar con las Tablas Alfonsinas y Esa noche da en una posada en que hay una mujer baja, gorda y de trenzas lar­
conocedor, mediante ellas, del movimiento de los cuerpos celestes y las mareas. gas, y olvidando un consejo que le había dado el padre al morir: que nunca aceptara
La tradición americana va más allá, pues entra derechamente el diablo a tratar posada donde hubiera mujeres de ese parecer, hospédase en ella. Durante la noche
con el enamorado, quien, después de recibir el encargo de la tarea imposible—hacer ocurre un crimen, y los asesinos, para no ser descubiertos, dejan el cadáver en la
pasar en el término de una noche una acequia por el patio de la casa de la imprudente pieza del joven. Llevan a la cárcel a éste, y a los pocos días disponen ajusticiarlo, no
esposa, sita en "la mesada de una loma”—, contrata la obra con el diablo y le pro­ obstante sus protestas de inocencia. Hállase junto a la reja, muy triste, cuando acierta
mete su alma por el logro de sus deseos. El diablo acepta, y en la noche deja lista la a pasar un caballero, quien le pregunta por qué está allí. El preso le cuenta, y el señor
tarea. Siguen los incidentes conocidos, hasta que la dama, llegando tarde al lugar e recomienda que se declare culpable y que, al estar en el cadalso, pida tres minutos
de la cita, es regañada por el pretendiente: "¿Por qué has tardado tanto?” La mujer dara hablar, y entonces grite tres veces: "¡Don Juan Cuello de Plumillas!"
le cuenta todo. "Anda, que no te deshonraré ni con tocarte con la yema de los dedos.”
Así ocurre. Grita el joven: "¡Don Juan Cuello de Plumillas!” "Todo el pueblo mi­
El diablo, que estaba escondido allí cerca, no para atisbar, por supuesto, sino con
raba a todas partes, sin saber a quién gritaba, y nadie aparecía, ni se hacía presente
su avidez de llevarse un alma al exiguo precio de un mero trabajo nocturno de hi­
este señor que llamaba. Otros lo juzgaban tal vez loco.” Grita por segunda vez, y lo
dráulica, al oír esta respuesta, saca el documento y lo hace trizas, diciendo: "¡No ha
mismo. "Ya muy afligido, y perdiendo toda esperanza, grita por última vez: ’jDon
de ser el cuervo más negro que sus alas!" Y con esta bella y enigmática locución pro­
Juan Cuello de Plumillas!" La guardia estaba apuntando para la primera descarga;
verbial, desaparece, "pegando un reventón”, y deja libre al joven, que, sublimado por
cuando aparece de improviso "un señor de aspecto muy grave, montado en un her­
el honor, y habiendo perdido ya todo, lo miraba sin miedo, casi
moso caballo con chapaduras de oro en la montura y los herrajes", y pregunta: "¿Por
qué estáis por matar a este joven?" Un juez le lee la sentencia. "Entonces, con gesto
~com’ avesse 1’ inferno in gran dispitto”.
grave, alza su vara el señor, y les dice: Están por hacer una muerte injusta. Leván­
La versión que se tiene por más típica de este relato redúcese a un juego de in­ tese, amigo, y sígame. Vamos a la tumba donde descansa el muerto.” Y aquí repí­
genio puramente mundano: "Una joven hace una promesa a otro hombre que no es tese el famoso milagro atribuido, entre otros, a San Antonio de Padua: "Pega el señor
el marido en la noche de bodas. Este la insta a cumplir con su palabra. En el camino con su vara en la sepultura del finado y le pregunta: ’Pedro, ¿quién fué el autor de
la secuestra una banda de salteadores, cuyo capitán, informándose de lo ocurrido, tu muerte?’ Entonces el difunto contesta desde el fondo de la tumba: ’Fué Juan, el
la ayuda inclusive a reunirse con su amante. Enterado éste de todo, no quiere ser de la piaza 6’."
menos, y la devuelve al marido." Luego, en la versión de Chaucer, entran las artes, El joven queda libre, y el señor le dice: "Este servicio lo hice por usted, porque
entre mágicas y embaucadoras, de un astrólogo y, sobre todo, el endeudamiento del cierto día, ¿se acuerda?, me prendió una vela del revés. Ese santito tan viejo que
"servidor de Venus”. Al fin, en América (sin que esto implique otorgar carta de mo­ halló, ése fui yo.” Después de esto "se despidió de todos, y reventó y se fué al in­
nopolio al Nuevo Mundo) se formaliza gravemente la entrada del señor de las tinie­ fierno, pues ciertamente había sido el mismo diablo”.
blas y el duelo de rasgos adquiere una belleza lacónica y sombría. ¿ Reemplaza aquí Tal es el cuento. ¿Ha habido, como en el primer relato, una mera suplantación de
sencillamente el diablo primero a un capitán de ladrones y luego a un mago? Podría personajes? En la narración del milagro que salva la vida al inocente, no hay dificul­
ser, folklóricamente; pero artísticamente es una obra nueva, superior a la primera tad en admitirlo; y el mismo San Antonio suplantó, sin duda, a otro. Pero el sabroso
redacción que la antecede, y en su género, perfecta (l). detalle del santito que estaba como olvidado en un rincón de la iglesia, para restar
Del honor de Lucifer se registra un solo caso en los archivos del folklore hispá­ preces a los santos verdaderos de los altares, valiéndose de la oscuridad del templo y
nico; de su gratitud hay varios. Sin duda, el honor y la maldad pueden; coexistir: contando con la devoción compasiva y sin crítica de los feligreses (o ¿quién nos dice
ejemplos sobran en el mundo del delito, y no sólo en el de los bandidos románticos. que no sintiera nostalgia de las oraciones?), y luego, el de la vela encendida "del re­
Pero la amalgama tórnase más ácida si del honor se pasa a la gratitud, que echa raf­ vés, por si fuera el diablo”, todo esto prueba que no hay una suplantación adventicia
ees más íntimas y delicadas en el fondo moral de la persona. sino en el episodio milagroso de quita y pon, y que Lucifer es propiamente el héroe
del relato.
(i) Dos versiones de este cuento se recogieron en la A rgentina y una en Chile. Pue­
den verse aquéllas en el número i dé la "R evista del In stitu to Nacional de la Tradición” (1) Del Archivo del ex Consejo Nacional de Educación; legajo número 54. Tucum án.
(Buenos Aires, 1949 ). (2) Del Archivo del ex Consejo Nacional de Educación; legajo número 66. T ucum án.
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A MP L I À HI STORI À
DE LA

ACADEMI A BREVE
PO R RAI MUNDO SUSAETA

ACIA tiempo que la idea andaba por la frente del maestro, y, cada día, en la sus tierras de Quesada. Como el poeta Gabriel y Galán, vive de su tierra para su arte,

H tertulia vesperal de su palacio de la calle del Sacramento, de Madrid, sus manos


acariciaban la forma de la cosa. Y por fin, en 1942, fué escrita la primera cláusula
de la Academia: "La Academia Breve de Crítica de Arte es una Asociación de carácter
que ha superado su decorativismo primero y adquirido un individualismo plástico. ^
Junto a los lienzos y cuadros de los pintores anteriores y para completar el Once ,
expuso cuatro de sus obras el escultor catalán Manolo Hugue: "Torero , Maternidad ,
"Manola" y "Mujer sentada". Llosent Marañón presentó a Hugue, cuya viva sensibi­
privado, cuyos fines son los siguientes: a) Orientar y difundir en España el arte mo­
derno por cuantos medios estén a su disposición, b) Favorecer la publicación y edición lidad y noble sencillez quedan patentes en estas sus palabras: "El Arte no es una
de los trabajos concernientes al arte moderno, c) Celebrar exposiciones y conferencias”. cosa esencial, y yo no necesito hacer escultura para ser tal cual soy. Lo que ocurre
Y la idea, bajo la tutela del maestro D. Eugenio d’Ors, empezó a ser realidad. es que la escultura es la manera más práctica que tengo para controlar mi espíritu
La Academia patrocinaría anualmente un "Salón de los Once”, al que concurrirían y mi inteligencia, para saber si soy una bestia embrutecida o una bestia despierta.
once artistas designados por los miembros de la Academia. A fines de primavera TERCER SALON. 1945.—La Academia Breve de Crítica de Arte inicia ésta su ter­
reuniría en una "Exposición Antològica" las once mejores obras expuestas en Ma­ cera jornada bajo el aliento entusiasta de d’Ors, que frente a los lutos recientes de So­
drid durante la temporada anterior, y publicaría los catálogos correspondientes a lana Zuloaga y Sert, pronostica los nuevos valores que cubrirán las bajas irreparables.
ambas Exposiciones. Én este Salón, y a manera de homenaje póstumo, se exponen numerosos óleos
Conjunta a la Academia se creaba una Asociación denominada Amigos de la Aca­ de José Gutiérrez Solana, cuya obra, aun después de su muerte, "está en colosal vi­
demia Breve de Critica de Arte, que no podría rebasar los ciento cincuenta miem­ vencia ante nosotros”. Todo Madrid pasó por las salas del Museo Nacional de Arte
bros. Estos contribuirían con una cantidad anual de cincuenta pesetas para atender Moderno para ver las veintisiete obras del maestro, entre las que figuraban El patio
a los gastos de alquileres, transportes, embalajes, correspondencia, etc., y entre ellos de caballos”, "Profesor de anatomía”, "Máscaras" (última obra), "Carnaval , Mu­
se sortearía anualmente un cuadro adquirido con el remanente del fondo común. jeres vistiéndose”, etc. . ..
La Academia se compondría de un Director, un Secretario General, un represen­ Juan Valero presentó a José Caballero, pintor surrealista, semejante a Dalí en
tante de los Amigos y de una cláusula compuesta de once miembros, que podría am­ la forma, pero no en la sensibilidad, que en Caballero está sometida a una ejecución
pliarse mediante el nombramiento de otras nuevas. más intelectual que emotiva. Sus obras, de imperecedera trascendencia, están llenas
Y todo fué cual estaba previsto. Actualmente, junto al maestro d’Ors, creador de profundos valores. Expuso tres "Pinturas" y un "Retrato". . . . ,
y Director de la Academia, se agrupan dos cláusulas: la primera, ejecutiva, y hono­ Apadrinado por E. Llosent, Jaime A. de Dampiérre, francés enamorado del color
raria la segunda; y rebasan el centenar los amigos de la Asociación. Hasta hoy se han de España, mostró cinco de sus lienzos: "Autorretrato”, "Madrid desde San Isidro ,
celebrado siete "Salones de los Once" y cinco "Exposiciones Antológicas”. "El gallinero”, "La comida" y "Paisaje portugués". . .
PRIMER SALON. 1942.—En este año inicia su ambiciosa tarea la Academia Eduardo Aunós, pletórico de inquietudes intelectuales y artísticas, apadrina al
Breve de Crítica de Arte con una Exposición del discutido e incomprendido Isidro catalán Francisco Marsá, que en los cuatro "Bodegones" que cuelga en la Sala prueba
Nonell. En la Galería Biosca, desde el 16 de julio al 31 del mismo mes, se muestran que sabe interpretar con pincel atrevido la diáfana luz y el ambiente policromo de
al público de Madrid ocho óleos del citado artista catalán, que fué en España, al Cataluña. "Su amplio concepto de lo decorativo—-dice Aunós—y la llama creadora
igual que Cézanne en Francia, el precursor de la pintura postimpresionista, mati­ de su inspiración, se extienden por los más anchos horizontes creadores.
zada en él, de gamas calientes a lo Tintoretto. Ya en esta Exposición se anuncia para El escultor Juan González Moreno viene de la mano del prestigioso crítico Enrique
el inmediato Otoño el Primer Salón propio de la Academia, en el que figurarían once Azcoaga para presentarnos cinco de sus trabajos: "Desnudo”, "Figura , Mujer
artistas, patrocinados, cada uno, por uno de los once miembros de la primera cláu­ sentada”, "Mujer sentada” y "Cabeza”. Nacido en Murcia en 1908, estudió en Ma­
sula, o en su defecto de la segunda, que debería, en breve prólogo, defender a su ele­ drid, y tras laborioso esfuerzo ha logrado un justo renombre merced a la vida y al
gido frente a la crítica. Es propósito, logrado en parte, de este Primer Salón mos­ ritmo que infunde a la piedra inerte. , ,
trar obras de los impresionistas franceses, de los pintores italianos del novecientos Blanco Soler apadrina a Juan Antonio Morales, moderno retratista que nos ofrece
y de los actuales dibujantes japoneses. una pintura decorativa en sus cinco lienzos: "Cabeza de un decapitado’, Bodegón ,
Y esta fué, durante 1942, la breve pero eficaz y concreta labor de la nueva^ Aca­ "Desnudo”, "Los últimos baños” y "Torero”. , . , „ ,
demia, que, ajustándose a su nombre, ofreció por vez primera en Madrid, al público Eugenio d’Ors presenta al grabador Enrique C. Ricart, amante del contorno
de toda España, la obra y la gloria de quien pudo considerarse, entre los españoles, puro oue convierte el boj en maravillosa forma*'. Expuso sus obras El concierto ,
el primer artista del novecientos. "La pesca”, "El mar”, "La siega”, "La vendimia”, "Sirenas” y "Ceres”. .
Rodríguez Filloy presenta seis obras del.asturiano Joaquín Vaquero. Bailarina
SEGUNDO SALON. 1943.—La mayoría con expectante curiosidad y una exigua centroamericana", "Cráter", "Naturaleza muerta”, "El baño”, "Tierra de volcanes
minoría con escepticismo, acudió a la apertura del Segundo Salón. El maestro d’Ors y "Muerte". Vaquero, viajero incansable, plasma el color pujante del Trópico ame­
había aunado, sabiamente, las inquietudes de sus entusiastas colaboradores. ricano en sus óleos de composición exacta y en sus paisajes patéticos nos muestra su
La Condesa de Campo-Alange presentaba, de acuerdo con los cánones de la Aca­ educación postimpresionista y recia. , , , oV>„
demia, a María Blanchard, nacida en Santander en 1881 y muerta en París en 1932. En este Tercer Salón exponen por vez segunda Eduardo Vicente y Rafael ¿apa-
Blanchard fué la única mujer que practicó seriamente el cubismo, que, más tarde, leta, aquél presentado por Conchita Montes y con sus obras "La plaza de Antonio
la condujo a un realismo impregnado de singular ternura. Se exponen ocho de sus Zozaya”, "Jardín botánico”, "La lavandera”, "La lechera” y "La taberna , y éste,
más conocidas obras: "La mujer del abanico” (óleo), "La niña orante", "Camelot apadrinado de nuevo por L. Felipe Vivanco, con los lienzos Paisaje , Bodegón ,
du roi" (óleo), "Huevos al plato” (óleo), "Niña” (óleo), "La comida” (óleo), "Dor­ "Recuerdo de París”, "Saltimbanquis” y "El cazador".
mida” (pastel) y "La Bretonne” (pastel). Emilio F. Peña introduce a Angel Ferrant, madrileño, que_ expone treinta y tres
Enrique Azcoaga apadrina a Pedro Bueno, pintor español actual, de apasionada esculturas, compuestas con formas naturales, planas y volúmenes ordenados, de
fuerza plástica y perteneciente a la mejor escuela española, que continúa con estilo geometría perfecta, que prestarán, algún día, una considerable aportación a la escul­
propio y rotundo. Sus tres obras, "Autorretrato”, "Pastel” y "Violinista”, merecieron tura futura. De su obra, que provocó los más apasionados comentarios, nos dice: en
el elogio unánime. mi oficio me dejo llevar por lo que atrae y huyo de lo que me fastidia. Me paro donde
En tercer lugar fué presentado por Zarega Fomt ia el artista japonés Fugita, me agrada. Ignoro si camino en línea recta, pero sé que sigo un rumbo.
que, admirador de los occidentales, jamás torció su línea, puramente oriental. "Busto
de mujer" (óleo, 1928), "Gato" (acuarela, 1940), "Bailarina” (dibujo, 1935) y "Ca­ CUARTO SALON. 1947.—Del Tercero al Cuarto Salón, rompiendo la costumbre
beza de mujer" (acuarela, 1940), fueron sus cuatro obras que ilustraron este Salón. de la Academia Breve, transcurren dos años. ¿Por qué? Algunos creyeron que su mi­
D’Ors presentó a su paisano Emilio Grau Sala, que de la Escuela de Bellas Artes sión había sido cumplida, otros consideraron en extremo asidua la tarea; pero atra­
de Barcelona marchó a París, donde aprendió a conciliar las ideas distantes y a eje­ vesada la crisis normal, los veintidós miembros de las dos cláusulas, algunos desde su
cutarlas con una honda ternura ochocentista. Sus cuatro obras, "Paisaje”, "La toi­ obligada ausencia, iniciaron una nueva etapa. Algo semejante a lo que ocurrirá car
lette", "Figura” y "Muñeco", fueron muy celebradas. al inmediato Salón Octavo. Las interrogantes del maestro d’Ors, en el introito aei
El doctor Blanco Soler trajo de la mano a Pedro Mozos, pintor palentino, nacido recién clausurado Salón Séptimo, descubrirán nuevos horizontes. . ,
en 1915. Aspero y rupestre en su primera época, vuelve, más tarde, a la línea clásica José María Alfaro introduce en la Sala al veterano maestro José Aguiar, pintor ae
para plasmar en sus cuadros, entre una tempestad de contradiciones, ese impalpa­ recio temperamento y de vigorosa y obsesionada cromía; sus colores de fuertes tonali­
ble sabor de las cosas de España. Se exponen tres de sus "Composiciones". dades metálicas se ven acentuadas por una robusta y vibrante calidad de materia.
José María Alfaro, actual embajador de España en Colombia, presenta a Jesús Muestra cuatro obras: "Desnudo”, "Retrato”, "Composición” y "Hombre de Castilla •
Olasagasti, que cuelga en la Sala tres de sus "Oleos”, en los que, tras de una aparente Alvaro Delgado, joven pintor madrileño, una de las figuras más relevantes ae
sucesión de fugas, brotan sus composiciones precisas, inundadas de poesía campesina. vanguardismo español, espíritu inquieto, de vigoroso estilo y jugosas planificación®
José de Baviera ofrece cuatro lienzos del catalán Pedro Pruna: un "Desnudo", tonales, presenta cinco óleos: dos "Retratos”, dos ” Floreros” y un Musico con anti­
un "Oleo” y dos "Retratos”. Pruna añora lo clásico, y aunque en su segunda época faz”. Lo apadrina Eduardo Lloset. , , , .
quiere asomarse al romanticismo, torna de nuevo, a su nostalgia por lo gótico, a la La Condesa de Campo-Alange vuelve otra vez a los "Once trayendo cinco obras
indolencia de sus carnales mujeres y a sus litúrgicas decoraciones de "ballet". de Duracamps: "El bebedor”, "La chaquetilla", "Pregonero", "Víctima de la guerra
Olga Sacharof viene a este Segundo Salón, presentada por Camón Aznar, y en él y "Snobismos”. Durancamps alcanzó su justa fama merced a su asidua labor. cu
cuelga sus tres cuadros "Flores", "El baño” y "Retrato”. Olga, nacida en Rusia, París, en su estudio de la Evenue Suchet, o en los barrios parisienses o junto a los puen­
marcha a Munich y a París en 1908. Admiradora del color de Renoir, trocó la sen­ tes del Sena, y más tarde en Barcelona, fué elaborando su obra de nítidos tonos y
sualidad cromática de aquél en pureza temblorosa y leve. de aire transparente, que era luego absorbida por las "Galerías” de Arte.
La exquisita sensibilidad de Eduardo Vicente pudo admirarse en sus cuatro obras Camón Aznar presenta al ceramista Lloréns Artigas, que expone nueve obras
aquí expuestas: dos "Paisajes”, una "Figura” y un "Suburbio”. Eduardo Vicente, construidas con volúmenes primarios y formas naturales y rudimentarias derivaaas
nacido en Madrid en 1900 es conocido por su expresividad dulce y sabiamente ento­ del cilindro y de la esfera. , .. <
nado. En su pintura todo queda apuntado dentro de un bosquejo suave. Fué presen­ De nuevo Eduardo Aunós nos presenta al catalan José Mompóu, que exhibe sus
tado por Yakichiro Suma. obras "Baño de sol”, "Tossa de mar”, "Costa Brava" y "Bodegón". "José Mampou
Luis Felipe Vivanco apadrinó a Rafael Zabaleta, que colgó sus tres lienzos titula­ —nos dice su padrino—es un pintor de hondo sentimiento vital. En él, los colores, iu>
dos "Joven arlequín”, "Paisaje con figuras” y "Bodegón". Zabaleta estudió en la formas, las apariencias, en fin, se ponen al servicio de con­
Escuela de Bellas Artes de Madrid y marchó luego a París para tornar a Jaén a cultivar ceptos estéticos muy íntimos y apasionadamente sentidos." (Continúa en u pie
erá, éste que ahora en Madrid va a abrirse, y a cuyo entorno ya se volumen del éxito; libre, por otra parte, de la coerción oficial, por una

S chismorrea, se ergotea y hasta se chilla, el último «Salón de los Once» que


organice la Academia Breve de Crítica de Arte? Pudiera serlo. La misión
que se impuso, al iniciarse ésta, en 1942, está aproximadamente cumplida.
independencia celosamente defendida; modesta en sus recursos, desembarazada
en sus instrumentos, inerme en su influjo y hasta, no hay por qué ocultarlo,
irónica en sus principios, a nuestra privada institución, ¿quién la pudiera
Cumplida y, si se quiere, rebasada. El arte nuevo — seguimos llamando asi al reemplazar? No un negociante ni un funcionario; no el servum pecus, ni el
históricamente posterior al impresionismo — se ha vuelto en España cosa arbiter elegantiarum tampoco; no un Senado ni una juventud; no la opinión
popular. Ya la gente no se asusta de nada. Ya, en Madrid, puede reemplazar, pública ni el tirano. A ver quién, como ella, hubiera acogido sin parpadear
cuando la mañana de los domingos, hacia las vueltas de Recoletos, el quiosco actitudes tan extremadas como las que en este nuevo «Salón de los Once»
de música ausente. Ya, en Quesada, patria de Zabaleta, empieza a dársele van a reunirse. Quién hubiera sabido, sin embargo, establecer, con ellas, una
a Zabaleta, que antes no podía hacer allí más que soñar, el honor debido. Ya ordenación en que queda fuera todo el hormigueo confuso de las barullonas
hasta los pedicuros cuelgan en sendos gabinetes, si más no, acuarelas de originalidades y excentricidades contemporáneas, para dejar nutridas, armadas
Eduardo Vicente. Ya las manifestaciones más audaces de la abstracción son y dispuestas frente a frente, las dos interpretaciones triunfantes en la pintura:
patrocinadas por los gobernadores civiles, benditas por Lozoya® y acarreadas la de una estética de metamorfosis, en que la realidad es metafóricamente
a los más lejanos confines por Macarrón...® ¡Si hasta en su primer ritmo de trascendida o geométricamente abstraída (los precursores Torres García y
acaecimiento otoñal se ha visto suplantado el «Salón de los Once»...! De no Joan Miró; los adalides Zabaleta, Tapies, Ponç, Cuixart, con su marginal
mediar su bien probada valentía, tal vez hubiese retrocedido ante los rigores representación escultórica en el bilbaíno Oteiza) y la de una estética de
de un acomodo al corazón del invierno. idealismo en Dalí y, capitalmente, en el italiano Zanini, con su traducción al
Ahora bien: cuando en un hombre o entidad la función social utilitaria se mosaico y a la arquitectura; en la complejidad artesana de Padrós, en la
extingue, aun le queda, y acaso es cuando empieza propiamente, su tarea de depurada sencillez de Oriol Bohigas. Ni quién hubiera atendido, en valoración
especulación espiritual. Hay candidatos al ingreso a las academias de los cuales justiciera, a la renovación artística que viene realizándose fuera de Madrid, no
se sabe que, bien por senectud, bien por antiguo aquejamieñto, no van a sólo por obra de los artistas, sino por mérito de sus intérpretes literarios: un
producir nada que valga la pena. ¿Por qué se les elige, pues? Por la virtud de Antonio Bilbao, alma de una interesante iniciación en Vizcaya; un Gaya
una relación intelectual de armonía, que el juicio establece, entre una gloriosa Ñuño, un Rafael Santos, un Amadeo Puig, jóvenes voces de una ya tradicional
institución y una gloriada persona; por una especie de íntima sensación de modernidad en Cataluña. Todo esto ha necesitado, para encontrarse reunido
estética oportunidad, que mueve, aunque no obligue, a ciertas soluciones a nuestros ojos, la eficacia de un fermento social vivo.
decorosas, sólo determinantes en la proporción en que una frase musical debe ¡Que el aprensivo, mientras tanto, no baje al sótano de la galería de arte
darse a tal o tal otra cadencia. Y ¿qué piensa el artista al componer su obra? de Aurelio Biosca, en la calle de Génova! ¡Que no adelante un imprudente
¿Piensa en adornar la mansión del adquirente futuro? ¿Piensa en la ganancia pie o un cigarrillo descuidado hacia el depósito de pintura y escultura
que a su marchante va a proporcionar ni —a menos de simonía —en su propia explosivas que allí aguarda el ya próximo instante de su horrísona utilización...!
ganancia...? No. Sino que se entrega más bien a un placer interno, al goce y A pie llano, es el tal lugar apaciguado, elegante y bienquisto. Bellas
al dolor de la creación, en que juzga que el arte ha de encontrar su finalidad estilizaciones decorativas, confortables soluciones mobiliarias para el bienestar
propia. Pues bien: representémonos al «Salón de los Once», no sólo en una doméstico, nos esperan, prontas a todas las satisfacciones del buen gusto. Pero
tarea de educación ambiental, sino — como una Academia, al controvertir; el germen de la revolución anida hoy en las entrañas del establecimiento.
como un artista, al componer —en funciones de libre negocio de intelecto, en Jamás Madrid ha visto conjunto artístico de tan estragadora violencia como el
funciones desinteresadas de crítica. Ha terminado — eso es un supuesto — su que va a exponer, toda la semana que viene, el «VII Salón de los Once».
papel de propagar. Le queda, íntegra, la función de elegir. Cuando expone, no Alguno, entre los artistas, al honor de una selección llamados, no ha omitido
enseña ya: jerarquiza. No es un reclamo pero es un índice. No se parecerá ya esta confesión con nosotros: «Ya nos damos cuenta de que hemos ido quizá
la Academia Breve, a la voz del pregonero en la plaza, sino a la del gnomon demasiado lejos... Estamos en un punto y zona extremos del arte, desde los
0 varilla en el reloj de sol. cuales no nos queda más remedio que retroceder». Alguno, sin retroceder,
Naturalmente, hay en ello una segunda obligación, por demás difícil, antes avanzando — porque el mundo ideal es redondo, como el mundo físico
delicada. Y en ella sí que la Academia Breve es insustituible. Protegida contra que llamamos la Tierra —, ha encontrado salvación y puerto en la eternidad del
la parcialidad, por el hecho de su múltiple composición; exenta del prejuicio, humanismo; así, el gran Zanini, que también es probable que pasara, a los
por su alejamiento de lo escolástico; sin la presión del vulgo, por una parte comienzos, por el futurismo italiano y por otras estridencias pánicas, que hoy
—y el vulgo pulula inclusive en los salones —, gracias a su indiferencia al parecen juegos de niños, en parangón la mezcla de evasiones y abstracciones
a que se ha llegado y tal aquí se exhibe. Pero antes de emprender las nuevas
(í) Introito al *VII Salón de los Once», de la Academia Breve de la Crítica de Arte,
rutas, restauradoras de la tradición bien que enriquecidas con todas las
celebrado en Madrid en este mes de marzo. (Hacemos esta aclaración, y las que siguen, para experiencias de lo orgiástico, reunamos todas éstas para juzgarlas en su
los lectores no españoles.) conjunto, como para decirles el adiós. Hagamos la síntesis suprema. La crítica
(2) Se refiere al Excmo. Sr. Marqués de Lozoya, director general de Bellas Artes de España,
ti maestro d'Ors juega a la anfibología, puesto que Lozoya es también el nombre del canal que
exige de nosotros el tener la suficiente valentía, la necesaria generosidad para
surte de aguas a la ciudad de Madrid. este acto.
(3) Una de las treinta y tantas salas de exposición de pintura que existen en Madrid. El «VII Salón de los Once» será la despedida de soltero del vanguardismo.
¡ALONSOSONCE
oras de Visita de 4 aó

TAPIES
ZABALETA
JOAN MI RÓ 1 CU I XAR T i TORRES GARCI A

/ÍA A S c P
"HOMENAJE A MARAGALL” ,
"GUERREROS", ALUMINIO,
MOS AI CO, DE P AD R ÓS .
POR JORGE DE OTEYZA.
(Viene de la pdg. s8.)
El escultor José Planes viene acompañado del critico Enrique Az- mantiene en su pintura una clara inspiración de los frisos pompeyanos. Expuso ocho
coaga. Ajustándose al nombre del Salón, presenta once obras, entre obras: "Pompeyanos”, "Muchacho estudiando”, "Pompeyana”, "Muchacho con la co­
las que figuran junto a cuatro desnudos: "Eva", "Bañista” y "Torso de mujer". José meta", "Hombre pintando”, "Homenaje al doctor Visconti”, "Retrato" y "Desnudo".
Planes, nacido en Murcia, es muy conocido en los medios artísticos de Europa y de Antonio López Díaz, también influido por las corrientes italianas, y de la misma
América. Tiene cincuenta y siete años y su obra es muy varia y extensa. edad qne Capuleto, exhibe sus lienzos "Autorretrato", "El pincelista", "Montes”,
He aquí un nuevo valor, nuevo por su juventud y personalidad: Se trata de Agustín "Mi familia” y "Margarita”.
Redondela, que pinta con poderosa sinceridad el esquema vivo y esencial de los pai­
sajes rurales y los exteriores suburbanos. La vida española ha sido plasmada, por este SEPTIMO SALON. 1949.—En otro lugar de este número se reproduce el introito
joven artista, en una densa y apretada visión de conjuntos. Apadrinado por Sánchez del maestro d ’Ors al Séptimo Salón de los Once, recién clausurado, y MVNDO HIS­
Camargo, expone sus obras "Puerto de Gijón”, "Atardecer”, "El rastro”, "Campo del PANICO reproduce una selección de los cuadros que fueron para unos motivo de
Moro” y "San Francisco”. escándalo y para otros justa muestra del momento pictórico actual.
Moui'.ne Michelena presenta a Daniel Vázquez Díaz, que expone tres lienzos: Juan A. Gaya Ñuño presenta a Joaquín Torres García, uruguayo por nacimiento
"Torero”, "Torero gitano” y "Desnudo de la mulata". Daniel Vázquez Díaz, maestro y muerte, pero catalán por familia y estancias en Barcelona. Discutidor y polemista,
entre los maestros, es sobradamente conocido y huelga toda presentación y comentario. soportó, en aras de sus creaciones abstractas, las mayores privaciones. Cuatro de sus
Eugenio d ’Ors apadrina a Miguel Villa, que cuelga en el Salón seis lienzos: "Huer­ cuadros—homenaje póstumo—fueron admirados por el público madrileño. "Abs­
tos en invierno”, "Establo”, "Cuadra”, "Viña, pueblo y mar”, "Bodegón” y "Busto tracción”, "Bodegón”, "La Rambla” y "La Rambla”.
de mujer”. "La pintura de Villa no se apaga, porque su primera materia es excelente. Gigliotti Zanini fué apadrinado por Mourlane Michelena, que ha escrito del pin­
Duran sus resplandores porque sus construcciones ostentan una segura calidad. Si el tor italiano: "Estos cuadros de Zanini son arquitectura ante todo, y los pinceles más
color brilla es porque debajo de él el dibujo se ha cuajado en solidez" (Eugenio d ’Ors). modelan que modulan, y antes tallan materia resistente que esfuman luz.” Se mos­
Rafael Zabaleta llega por vez tercera a los "Once”, y ahora de la mano de Juan traron cinco lienzos denominados "Pinturas” y un óleo, "Incendio”. L
Valero. Trae cuatro obras: tres "Paisajes” y un "Bodegón”. Joan Miró es presentado por el Director de la Academia, Eugenio d ’Ors. Su pin- f
En este Cuarto Salón de los Once sólo expusieron diez autores, porque los cuadros tura abstracta, idealista, guarda tras de su belleza cromática el secreto de lo indesci- ‘
del undécimo, Joaquín Velarde, no llegaron por dificultades surgidas a última hora. frable. Fueron expuestas cuatro de sus obras: "Caras de reforma” y "Retrato de
J. F. Rafols”, pertenecientes a su primera época, 1917-1918, y "Abstracción” y "Com­
QUINTO SALON. 1947.—Tras de una breve consideración sobre la labor realizada posición", a su segunda, 1931-1935-
por la Academia Breve de Crítica de Arte, D. Eugenio d’Ors dice en el prólogo del Salvador Dalí, de cuya personalidad y obra nos hemos ocupado repetidas veces
Quinto Salón de los Once: "Pero hemos andado todos contestes en la urgencia de pa­ en MVNDO HISPANICO, vino a este Salón del brazo de la Condesa de Campo-
gar a los manes del pintor uruguayo Rafael Barradas la deuda que el arte moderno Alange, que nos mostró su obra "Retrato del Excmo. Sr. D. Juan Francisco Cárdenas
le debe, en este Madrid donde él, hace veinticinco años, estuvo a punto de representar Rodríguez de Rivas”.
para la pintura algo análogo a lo que en la lírica había representado otros veincicinco Oriol Bohigas, arquitecto, y Santiago Padrós, mosaísta, apadrinados por d’Ors,
años antes Rubén Darío.” Se expusieron cinco obras de Barradas, tituladas: "Sans" presentaron su original obra.- "Una estela en memoria del poeta Juan Maragall”.
(Barcelona), "Atocha", "Natividad de Jesús”, "Carreta de bueyes" y "Maternidad". Por su parte, Padrós expuso los mosaicos "Lorenzo de Médicis”, "Monje" y "San Mi­
Luis Barrera, herrero que acompasa sus hierros curvados con las creaciones del guel Arcángel”, este último reproducido en la portada de este número.
gran arte, apadrinado por Camón Aznar, presenta sus "Hierros forjados, cincelados Junto a Bohigas y Padrós, el bilbaíno Jorge de Oteyza, presentado por Bilao
y limados” y "Bronces cincelados”. Arístegui, expuso siete de sus esculturas, llenas de un subjetivismo cautivador: "Gue­
Rafael Benet, nacido en Tarrasa en i 889 y expositor en París, Amberes, Perpignan, rreros” (aluminio), "Bañista” (bronce), "Figuras”, "Mujer acostada”, "Maternidad"
! Londres, Nueva York y Buenos Aires, llega a este Salón de la mano de Enrique Az- (porcelana), "Maternidad” (refractario), y "Maternidad”.
: coaga, con sus cinco obras tituladas ”E1 café d ’en Biel", "La festa major”, "En el El pintor de Jaén, Rafael Zabaleta, llega por quinta vez al Salón de los Once, apa­
bar de can Tonet”, "Redes en la duna" y "Salmonetes y limones”. drinado por R. Santos Torroella, y expone tres obras: "Rue Rivoli”, "Recolección”
Luis Moya apadrina a Modesto Ciruelos, pintor burgalés, nacido en 1908, autor audaz y "Rue Champollion”.
y atrevido de carácter firme e independiente, dentro del género abstracto. Presenta Pero la novedad de este Séptimo y Dios quiera que no último Salón de los Once, g
seis obras tituladas: "Grecia", "Méjico”, "Maternidad”, "Icaro”, "Marte” y "Arabia”. la novedad tan discutida, fué la presentación, por Angel Ferrant, de los tres pintores N
Otro catalán, Pedro Gastó Vilanova, del brazo de Conchita Montes, trae a este catalanes Modesto Cuixart, Antonio Tapiés y Juan Ponç. Sobre su arte se ha escrito: '
Salón cuatro "Figuras”. "Lo que caracteriza a esos tres pintores de mitología y lenguaje tan diversos es el
Mourlane Michelena presenta al italiano Baldo Guberti, nacido en Ravenna, dis­ hecho de coincidir en tipos de composición igualmente independientes de la com­
cípulo de Guaccimanni; sus obras, aun revelando un personal estilo, recuerdan al posición estática tradicional. Mas esa caracterización se ofrece por el lado de lo ne­
inglés Constable y al francés Corot; como el primero, lleva a sus paisajes la luz, y gativo, porque el estado de espíritu con que abordan esa libertad es absolutamente
como el segundo, los inunda de tenues brumas. Envió amistosamente siete de sus distinto en los tres. Tapiés la posee sin buscar sus razones e implicaciones, y usa de
obras tituladas: "Au bord de la London", "La vecchia casa”, "Estate in Romagna", ella sin darse cuenta. Cuixart parece tener conciencia clara de ella, e incluso hallarse
"La casa grigia", "Le hameau”, "Lagune 1947” y "Venise Canal”. interesado en defenderla. Ponç, por último, menos instintivo que Tapiés y menos
Emilio F. Peña apadrina al escultor Cristino Mallo, alumno de Bellas Artes de San intelectual que Cuixart, mantiénese en una actitud intermedia y no la ignora, pero
Fernando, Premio Nacional de Escultura en 1933 y profesor de la Escuela de Artes y tampoco la toma como punto de partida."
; Oficios de Salamanca en 1935- Mallo, modesto, silencioso y observador, expone: "La Cuixart expuso cuatro óleos denominados "Pinturas”. Tapiés, sus lienzos "Castells”,
patinadora", "Ciclista", "Desnudo de pie”, "La ciega", "La comba" y "La bañista”. "Jardín de Batafra”, "Paraferagamus” y "Los ojos del follaje”. Ponç, cuatro óleos más,
Santiago Padrós, mosaísta catalán de Tarrasa, viene por vez primera al Salón de dos de ellos denominados "Vistas de la Torre de Iatra”, y los otros dos, "Pinturas”.
los Once, apadrinado por el maestro d’Ors. Expone nueve mosaicos: "Nacimiento En este Salón, durante la sesión inaugural, fué votada por los asistentes la obra
de la Virgen”, "San Cristóbal”, "Alquimista”, dos "Imagen Santísima Virgen", "Tema expuesta, y Tapiés obtuvo 43 votos; Zanini, 36; Dalí, 33; Zabaleta, 19, y Miró, 13.
mitológico”, "Ballet", "Cenáculo" y "Autorretrato”. La puntuación obtenida por los otros seis expositores no merece consignarse.
El doctor Blanco Soler presenta al joven artista catalán José Truco, pintor sub­
jetivo que supo apartarse de la indolencia francesa que tiranizó el gusto catalán en EXPOSICIONES ANTOLOGICAS.—Como se dijo al principio de este trabajo, la
los primeros días del siglo. Expone cuatro obras: "Playa", "Tarde”, "Barrio gitano Academia Breve de Crítica de Arte celebra, además de sus Salones de Los Once, y al
de Figueras” y "Paisajes". final de cada temporada, una Exposición Antològica, que reúne, a juicio de los aca­
Miguel Villa, ahora presentado por Juan de Zavala, acude por segunda vez al démicos, las once mejores obras expuestas en las diferentes Salas de Madrid durante
Salón de los Once con sus cinco lienzos: "Pueblo al pie de la montaña", "Desnudo la temporada anterior.
Je pie”, "Olivo sobre un pueblo”, "Muías” y "Frutos”. A continuación, y por orden cronológico de temporadas, que empiezan en 1944-45
Por cuarta vez Rafael Zabaleta expone en los "Once", presentado por Juan Va­ y terminan en 1948-49, damos los cuadros que merecieron este galardón, con ex­
lero, seis nuevas obras: "El corral”, "Calle de Quesada", "Autorretrato”, "Interior”, presión de sus autores y nombre de la Sala expositora.
'Flores" y "Asunción de la Virgen". 1944- 45.— 1 ) "La Marquesa”, por María Blanchard, Sala Residencia de Señoritas.
2) "Bronce”, por Enrique Casanova, Galería Estilo. 3) "Bodegón”, por Francisco
SEXTO SALON. 1948.—Don Eugenio, viajero incansable del arte, conoció en Al­ Cossío, Museo de Arte Moderno. 4) "Cabeza” (piedra), por Angel Ferrant, Galería
mería a un grupo de pintores casi ignorados en los medios intelectuales de España; Estilo. 5) "Bodegón", por Antonio Gómez Cano, Museo de Arte Moderno. 6) "Dos
pero, sin embargo, de un gran estilo personal y moderno. Agrupados en torno a In- vasos” (grès), por Lloréns Artigas, Galería Estilo. 7) ”E1 ángel custodio”, por Federico
dalo, fetiche celta, se denominaban "los Indalianos". La bienvenida con que d’Ors Marés, Caserón del Sacramento. 8) "Bodegón”, por Juan Serra, Galería Macarrón.
i les saludó a su llegada a este Sexto Salón de los Once, rezaba así: 9) "Máscara”, por Sisquella, Galería Macarrón. 10) "La cocina”, por Miguel Villa,
En torno de un fetiche, — Que no de una eonsigna, — He aquí a una mocedad. — Galería Estilo. 1 1 ) "Bodegón”, por Rafael Zabaleta, Museo de Arte Moderno.
Viene de la Prehistoria — Y va a la Eternidad. 1945- 46.— 1 ) "Plaza del Palacio, Barcelona”, por Durancamps, Casa Vilches.
Y junto a los ocho indalianos de Almería, expusieron obras tres "indalianos" de 2) "Máscaras”, por José Gutiérrez Solana, Salón de los Once. 3) "Tres Bronces", Manolo
honor, dos de ellos Morales y Vaquero, expositores en otros Salones, y Francisco Hugué, Galería Biosca. 4) "Dos vasos grès", por Lloréns Artigas, Galería Estilo. 5) ”Bo­
¡Cossío, gran pintor santanderino, que, perteneciente a la Escuela Clásica Española, con degón”, por Francisco Marsó, Salón de los Once. 6) "La mujer del antifaz”, por Juan
entronques de Zurbarán, Ribera y Goya, asimiló el impresionismo francés, dentro de Antonio Morales, Salón de los Once. 7) "La taberna”, por Benjamín Palència, Galería
sus tonalidades ocres, grises y tierras; colgó seis de sus cuadros titulados "Menéndez Estilo. 8) "Desnudo”, por Joaquín Sunyer, Galería Estilo. 9) "Rubén Darío”, por Da­
Pelayo”, "Brevas”, "Peras”, "La arribada” y dos "Veleros"; Joaquín Vaquero pre­ niel Vázquez Díaz, Instituto Fernández de Oviedo. 10) Dos "Acuarelas”, por Eduardo
sentó sus cinco lienzos: "La senda”, "Acueducto de Segovia”, "Paisaje", "Mercado” Vicente, Galería Biosca. 1 1 ) "Domingo Ortega”, por Ignacio Zuloaga, Casa Vilches.
(que MVNDO HISPANICO reprodujo en la portada de su cuarto número) y "Me­ 1946- 47.— 1 ) "Desnudo”, por José Aguiar, IV Salón de los Once. 2) "Retrato"
diodía". Juan Antonio Morales expuso seis obras más, tituladas "Paisaje de la Mar­ por Pedro Bueno, Bucholz. 3) Dos "Dibujos”, por Enrique Casanovas, Bucholz.
tinica", "Niña", "El maniquí", "La playa”, "Bodegón castellano” e "Interior”. 4) "Figura", por José Ciará, Galería Biosca. 5) "Girasoles”, por Andrés Conejo, Ga­
La factura de Senrat, postimpresionista francés, se presiente en los ocho cuadros lería Estilo. 6) "La botella verde”, por Durancamps, Casa Vilches. 7) "Mujeres ante
que expone Miguel Rueda, nacido en 1913: "Cortijo del Cuerno", "Almería”, "Vuelta el mar”, por Angel Ferrant, Galena Bucholz. 8) "Desnudo”, por José Planes, IV Salón
al trabajo", "Siega”, "Barranco de los Gatos”, "La escalinata”, "Cañillo de la polca” de los Once. 9) "Torso”, por Rafael Sanz. Galería Bucholz. 10) "La taberna”, por Eduar­
y "El ventorrillo”. do Vicente, Galería Biosca. 11 ) "Establo”, por Miguel Villá, IV Salón de los Once.
Federico Castellón, nacido en 1915, presenta su cuadro titulado "Mujeres”, en el
que se admiran calidades de relieve escultórico, tanto en la forma como en la materia. 1947- 48.— 1 ) "Niño del perro”, por Francisco Gimeno, Galería Biosca. 2) "Fran
Jesús de Perceval, alma de los indalianos, demuestra en su obra un profundo conoci­ cisco Iturrino”, por Echevarría, Galería Estilo. 3) "Juicio de Salomón”, por Arturo
miento de todas las escuelas pictóricas. Jugoso y de gran calidad plástica presenta cinco Martini. 4) "Tossa”, por Rafael Benet, Galería Biosca. 5) "Maniquí”, por Angel
obras: "Adúltera”, "Rito”, "Superstición”, "Sobre la tierra" y "Cabezas de mujeres". Ferrant, Sala Clan. 6) "Figura”, por Eduardo Gregorio, Galería Biosca. 7) "Ciclista”,
Francisco Alcaraz, nacido en 1926, es un autodidacto que estudia apasionada­ por Cristino Mallo, Academia Breve, V Salón de los Once. 8 "Superstición”, por Jesús
mente las formas de la pintura primitivista. Expone seis lienzos: "Madrid moderno”, Perceval, Galería Estilo. 9) "So”, por Ives Revelli. lo) "Pueblo”, por Miguel Villá
"Segovia”, "Casas de Madrid", "Hombre en la mesa", "Paisaje de invierno” y "Re­ 11) "El corral”, por Rafael Zabaleta, Galería Estilo.
trato del pintor Torres García”. 1948- 49.—1 ) "El homenaje”, por Capuleto, Salón de los Once. 2) "Retrato”, po
De planificación vigorosa y considerable fuerza de materia son los cinco cuadros que Modesto Ciruelos, Galería Estilo. 3) "Estudiante”, por Alvaro Delgado, Galería
aquí expone Miguel Cantón Checa, nacido en 1928: "Hoyo de la Chanta”, "Cuevas del Bucholz. 4) "Pío Baroja”, por Juan de Echevarría, Museo de Arte Moderno. 5) "La­
pecho", "Paisaje", "Paisaje” y "Barrio de las palomas”. vanderas", por Francisco Lozano, Círculo de Bellas Artes. 6) "Elena”, por J. A. Mo­
Luis Cañadas, de la edad del anterior, sigue también sus tendencias con alguna rales, Círculo de Bellas Artes. 7) "Romero Robledo”, por Pinazo, Asociación de Es­
influencia vanguardista italiana. Colgó en este Salón cinco cuadros: "La calera”, "Ma­ critores y Artistas. 8) "El caminante”, por Benjamín Palència, Galería Palma. 9) "Ros­
ternidad", "Terrados”, "Azotea" y "Barranco del Caballar". tros”, por Perceval, Salón de los Once. 10) "Mujer que otea más allá de la barca”, por
Francisco Capuleto, nacido también en 1928, descendiente de familia italiana, Scotti, Museo de Arte Moderno. 1 1 ) "La casa roja”, pqr Miguel Villá, Galería Biosca.
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VERSOS DE LA MINA POR M ANUEL PILARES

TARJETA RIO NALON LA FELGUERA CANCION


Aquí estoy con mi prosa atada en versos Por tu dolor de escombro, Romance de La Felgucra. Bueno. En el cielo ya estáD
y toda mi poesía desatada. el cielo está sin sol En un torno. las cosas como me gustan.
Yo, minero español, Manuel Pilares, y la hierba sin ojos. En un torno que lo cante. Igual que un tambor el sol.
¡Amor sin venda en los ojos! Como una gaita la luna.
dueño de un corazón como una casa.
Sí- Luna y sol en pleno día
Cielo gris, hierba ciega, Claro te canto, amor. tocando su mejor música.
y el valle negro y solo. No seas sordo. Si mi canción desentona,
Mira que no tengo vendas. no tendrá el cielo la culpa.
ARRABAL Mis altos hornos son hórreos.
]Río Nalón, amigol Mis talleres, praderío. En la plaza del pueblo,
Casas del suburbio. (Cuánto peso en tus hombros! Y mis chimeneas, chopos. junto a la fuente,
Renegridas garras ¡Cuánto sudor en tu alma! agua de sol y luna
qne la ciudad extiende ¡Cuánto lodo en tu rostro! mi novia bebe.
hacia el campo. Casas Romance de La Felguera
con rótulos sucios para que lo cante un torno. En la plaza del pueblo
y torvas ventanas. Dicen que vas al mar, Sí. y en pleno día,
Civilización. soñando prados de oro. Romance mozo. agua de sol y luna
Chatarra. Bien claro te canto, amor. la novia mía.
Y claro miran mis ojos.
Y tú vas como yo, Sí.
en busca de un reposo Porque no me mancha el polvo.
que se convierta en sal, Porque el carbón es mi trigo.
MEDIODIA EN LA FABRICA lejos, lejos de todo. Y es maíz mi hierro al rojo.
MADRIGAL
Rumiando su cansancio De la ventana a la estrelltf
¡Oh río amigo, hermano Claro miro y claro canto. la medida de mi sueño.
de vaca yerma y mansa,
por tu dolor de escombro! A ti sólo. ¿A cuántos años de luz
se ha tumbado, a la vera
Sí. mi pecho está de tu pecho?
del obrero, la pala.
A ti sólo. Todo es inútil, amada.
A ti sólo este romance Esta tierra y ese cielo.
En la testuz del mango, sin ajustar, duro, roto. No hay calzado que resista
sus dos pequeñas astas
UJO lo que resiste un sendero.
revelan con su brillo El fin será para todos

LA FELGUERA
Romance de La Felguera
cómo fué la jornada.

Todo cuanto bay de humano


Da rabia decir TJjo.
Ujo, y Ujo Taruelo.
Dos nombres para el mismo
valle y el mismo pueblo.
para que lo cante un torno.
Lingote al cielo, romance
como el "ixuxú” de un mozo.
igual: rendirse al silencio.
De la ventana a la estrella,
amada, ¡que breve sueñol RIO NALON
y divino en la fábrica, Para dos carreteras
pierde la sombra y vuela, y dos rutas de hierro.
cuelga la chapa y calla.
IRE A VERTE
Ujo está en una crus
PROPOSITO Iré a verte.
Son las doce. El reloj
ha juntado sus palmas. de montañas y cerros, Por el sendero cautivo
de hierbas que son llamas No quiero hablar del mármol. del monte que te defiende.
verdes con humo negro, Ni de metales nobles. Por el sendero de robles.
Como un gallo vencido, de ruidos remachados Ni de la primavera. Por el sendero de siempre.
el botijo sin agua. por grapas de silencio. Quiero hablar de los hombrea
que se ganan la vida
como humildes peones. Iré a verte.
H ab lar p ro sa ic a m e n te , Con las primeras estrellas
Ujo, bozal de escoria
y en to n o m e n o r, p o rq u e que se asomen a mi frente.
MI LUNA ■■ en el morro del cielo.
Ujo, trágico, angosto,
yo soy peón com o elloB Con las canciones más puras
y nadie nos conoce. que en mi corazón florecen.
como el grito de un cuervo.
Mi luna es pobre. Mi luna Para decir que estamos
no tiene de qué vivir. bajo el mismo uniforme:
de azul mabón las venas, Iré a verte.
Pero por dinero nunca Tú estarás en la ventana.
Doble rabia en la voz, de pana los tendones,
dijo a los hombres que sí. Y yo he de ir impaciente,
Ujo, y Ujo Taruelo. firmes, casi columnas...
Y agrupados en dólmenes, temeroso, confiado,
Ella sabe que su lus esperando la vuelta según el amor me lleve.
en vez de trigo es mafz. del que inventó las flores.
Pero es digna y no presume Cuando llegue,
más que de no presumir. TURON me darás una sonrisa
de maíz, manteca y nieve,
Mi luna es pobre. Mi lnna Hondos pozos mineros una mirada amorosa
duerme en los techos de cinc y montes perforados. NOSTALGIA y una queja: —Tarde vienes.
de los barrios bajos, donde Turón no tiene calles,
ni el frío puede dormir. Turón es un taladro. Eo a un valle de niebla y de carbón
donde a veces me llevan los recuerdos.
Asturias.
Te quiero.
SUMA Y SIGUE
Pero es estoica y encuentra ¡Oh viajero, si buscas
fuerzas para sonreír más que pan y trabajo, Tengo un viejo retrato en la cartera. 9i no me muero de hambre
a las parejas románticas no llames a las puertas Mi pueblo.
he de volver mañana.
que la creen rica y feliz. de Turón ni en los prados Con sus casas de piedra y de ladrillo.
Con sus prados y sus trenes mineros.
Bajo mi gorra y
El humo en los tejados y en las fábricai
Mi luna es pobre. Mi luna sobre mis alpargatas.
Y en el cielo.
es como un frágil barril Turón es sólo un rudo
que sólo tiene en la panza paisaje hecho a destajo Mañana y otro día.
fresco sol disuelto en gris. que las minas desangran He de volver sin falta.
por todos los estratos.
INVIERNO Bajo mi sueño y
Pero a nadie niega un trago. sobre mis esperanzas.
Y todos beben al fin. Mientras rabiosa y ronca,
la torrentera, en vano Niebla niña
en los brazos del monte ¡Iré, como peón
arrastra su protesta que soy, a ver si calla
Mi luna es pobre, muy pobre. desfallecida.
de negro y terco barro. de una vez la maldita
Pero yo la quiero así:

TURON
Pobre, digna, estoica, frágil... sirena de la fábrica!

UJO TARUELO Y humilde como el candil


que mi corazón levanta
al cielo del porvenir.
El mar está muy lejos.
Y el cielo está muy alto.
Y árbol mozo
con los brazos cortados,
desnudo y solo.
Que si no muero de hambre,
no muero de otra causa.

34 35
Esta doméstica imprenta se estrenó en 1700,
año en que sus tórculos dieron a la estampa un
Martirologio Romano, ”del que hasta entonces
carecían la mayoría de las reducciones”, libro
del cual no ha llegado basta nosotros ejemplar
«Iguno.
El esfuerzo del Padre Neumann fué comple­
mentado por la labor intelectual del Padre José
Serrano, español, natural de Andalucía, que
casi simultáneamente se dispuso a traducir dos
obras fundamentales; el Flos Sanctorum del Pa­
dre Rivadeneira, y De la diferencia entre lo tem­
poral y eterno, crisol de desengaños, con la memo­
ria de la eternidad, postrimerías humanas, prin­
cipales misterios divinos, del Padre Juan Euse-
bio Nieremberg, obra ésta divulgadísima, y que
aún boy es uno de los libros más leídos.
La edición del Flos Sanctorum se desconoce,
pero no sucede lo mismo con el libro De la dife­
rencia entre lo temporal y eterno, por lo que si
bien no es éste el primero impreso en el Río de
jOor 3. t e îrenti Ifioramora la Plata, es el más antiguo de los que llegaron
hasta nuestros días, y debe—en consecuencia—
ser objeto de atención especial.
Apareció en el año 1705, formando un volu­
men en 4.° con un total de 438 páginas, ador­
N el extenso territorio del Río de la Plata,
E la imprenta fué introducida por los Padres
de la Compañía de Jesús.
nado con sesenta y siete viñetas—la mayoría
xilográficas—y cuarenta y tres láminas burila­
das en cobre, todas las cuales han sido grabadas
En el año 1610, estos hombres fundaron las pri­ por los indios, basados en las ilustraciones reali­
meras poblaciones de ese gran taller espiritual zadas en 1684 por Bouttats, que se insertaron
y material que se llamaron las Misiones Guara- en una edición de la misma obra publicada en
níticas, y que muy pronto serían objeto de ad­ Amberes. Pero es de destacar que no fueron me­
miración internacional. ras copias, y que al través de ellas trasciende el
Hacia 1632 manifestaban los jesuítas del Río grado de iniciativa que tenían los artistas ver­
de la Plata a sus autoridades de Roma que náculos.
”Hánsc escrito Arte y Vocabulario de la Lengua Para finalizar transcribiremos algunas líneas
de Angola y también en la Lengua Caca del llenas de amor y reconocimiento de lo que el Pa­
Valle de Calchaquí, y por no se poder imprimir sin dre Serrano escribía a su General: "Retorno al
asistencia de los que entienden las dichas lenguas Divino Señor el haber logrado el deseo de V. P.
no se han traído a imprimir a Europa”, por lo se impriman estas obras en las Doctrinas, sin
cual solicitaban la instalación de la imprenta. gastos, así de la ejecución como en los caracteres
Los petitorios exponiendo razores se sucedie­ propios de esta lengua y peregrinos de la Europa,
ron en forma constante; pero, sin embargo, no pues así la imprenta, como las muchas láminas
se pudieron realizar impresiones hasta el co­ para su realce, han sido obra del dedo de Dios,
mienzo del siglo XVIII. tanto más admirable cuanto los instrumentos
Al finalizar la centuria anterior, el Padre Juan son unos pobres indios, nuevos en la fe y sin la
Bautista Neumann, austríaco, se esforzó en dirección de los maestros de Europa, para que
construir no solamente una máquina impresora, conste que todo es favor del cielo, que quiso por
sino también en fundir los tipos a usarse, que al medio tan inopinado enseñar a estos pobres las
decir de un contemporáneo, "aunque... son des­ verdades de la fe.”
iguales a los de las impresiones europeas, son con
todo legibles”.
AS pieles de bestias con que el troglodita se abriga­ problema de dar cuerpo y perdurabilidad al perfume?
L ba despedían terribles hedores durante su curti­
ción en las cavernas. Pero el troglodita observó
Pero las resinas eran insolubles en el líquido elemen­
to y el cerne de las maderas que se intentó sumergir ¡
que algunas de las maderas extraídas al azar del bos­ en recipientes ascendía inalterable del fondo a la
que expandían desde la fogata un humo que, en cierto superficie, cual si el agua tratase de arrojarlo o él
modo, neutralizaba aquella fetidez y producía en su sensorio, de evadirse. Se pensó entonces en la flor. Y advinieron
mediante aspiraciones nasales, una indefinible voluptuo­ las primeras maceraciones perfumísticas.
sidad. Allí nació el aroma para el hombre. Paralelo al nexo Podemos suponer el contento de aquellos primitivos al­
estético que une a Altamira con Salvador Dalí hay un vaho quimistas al observar que de la asociación del agua y los
de perfume que le llega a madama Schiaparelli desde el pétalos, secuestrado todo ello durante tiempo en envases
cuaternario. logrados al desposeer de su pulpa frutos de caparazón
Surgió el panteísmo con sus sacerdotes, que idearon la dura como el coco, se obtenían líquidos que no sólo ex­
ceremonia, el rito. Les preocupaba investir su función de halaban el aroma de las flores sumergidas, sino que, des­
la máxima majestad. Producto de esta preocupación fué pués de su evaporación, alcanzaban cierto grado de per­
el pebetero, redoma sahumérica donde balbució la quími­ manencia olorosa. Ya tenemos las famosas aguas lustrales
ca del perfume. Pebeteros que eran cuencos obtenidos al que pasaron al ceremonial de las abluciones litúrgicas.
revestir con barro pegadizo cualquier fruto vegetal de for­ Desde este punto, los progresos son parcos hasta la ci­
ma esférica, puestos después al fuego para cochura de la vilización egipcia. Ensayó el hombre empapar de aroma
masa. El olfato progresivamente educado de aquellos hiero- algunas grasas de animales y dió así con las primeras po­
fantes empezó a discernir fibras y resinas que constituían madas detergentes. Estrujó la flor, y en el rudimentario
los núcleos aromáticos de las maderas. Pero de la hoguera mortero se produjeron, densas y resbaladizas, gotas de un
al pebetero poco se había adelantado. El perfume des­ aceite esencial asociable a otros líquidos oleaginosos ya
aparecía al cesar la combustión. Era necesario aprehender­ conocidos. Aquí alumbraron para el mundo los óleos, que,
lo, poder guardarlo como una riqueza. a partir de las ceremonias ancestrales, gozarán de un
Se observó que las aguas de los ríos transportaban carácter sagrado nunca perdido. No pueden jamás
el olor característico de las ovas de unos peces perderlo, porque, muchos siglos después de ve-
ÍV que poblaban ciertas zonas fluviales, y no exis-
tían en otras, a las cuales, no obstante, el
r a ||§ ^ \ olor llegaba. ¿Podría resolver el agua el
los amorosamente a los pics sangrantes del Redentor. caquécticas. Lo mismo que ahora esposas e hijas para conseguir de los
Todo esto acontece en Asia, cuna de la Humanidad, y médicos prescripción de baños en Donostia.
tal como ío reseñamos, parece que el perfume se constri- Luego en perfumería, como en todo, Grecia superó a Egipto. En
ñó a la liturgia. Nada de eso. El clima es cálido, los cuer­ juegos y festines saturábase el ambiente de los más ricos aromas.
pos transpiran y las mujeres saben ya que aquellas física­ Ancianos y efebos eran glorificados con coronas perfumadas. Fijé-
mente más perfectas y más cuidadosas de sí son las que codician monos en las pinturas de cualquier época que representen ceremonias
con preferencia los hombres. Por ello empiezan a sentir estímulos de paganas o ejercicios olímpicos de los tiempos platonianos, y veremos
superación de sus propios atractivos. Perfumes y ungüentos pasan a ser que no faltan, sobre plintos de templos o pilastras de estadios colosales
dulces, pero implacables tiranos de su tocado personal. pebeteros que dan clima helénico a la escena. Aquel topo arqueológico
Así relatada, diríase que esta evolución fué cosa de años; pero no que exploró bajo las ruinas del palacio de Aspasia y, al encontrar una
olvidemos que en prehistoria cualquier apreciación cronológica se basa gaveta con instrumentos cortantes, empuñados de marfil, se lamentó
en transcursos de siglos, que nada tiene que ver con ese reloj que a de que ”poco había adelantado hasta hoy la cirugía”, estaba en la
usted, caballero, le ciñe la muñeca, ni con ese otro, monísimo, que a luna, como todos los sabios, en punto a intimidades femeninas, y fué
usted, señora, le pende de la solapa izquierda del "sastre” como si qui­ su mujer la que una vez más le abrió los ojos, al exclamar: ¡Qué pre.
siera establecer con su corazón un pugilato de sístoles. cioso estuche de manicura!
Faltaban muchas centurias para que la película Suez arrebatase a La depilación aromática procede de las sacerdotisas griegas, cuyas
nuestras damitas por el pecadillo de amor que dejaba entrever en Euge­ túnicas no cubrían las axilas. Motivos ornamentales de vasos y ánfo­
nia de Montijo. El istmo era el istmo. Por la pasarela intercontinental ras demuestran lo perfecto de la presentación en Sos perfumes de en-
empezaban a llegar a Egipto materias aromáticas procedentes de Asia.
/Cómo la brillante y refinada civilización egipcia iba a sustraerse a!
sortilegio del perfume? Tan hondo como podamos calar en ella, encon­
traremos súbditos de faraones que especulaban con el incienso y la U w V El olfato es un sentido de ca nuestro últim o destino Esas brunas
mirra. Cuando las palanquetas de los investigadores de hoy franquean U fB r tegoría, por lo m enos, tan noble de pasado recobradas en el ám bito de
accesos a los hipogeos egipcios, antes de tocar las joyas, los papiros y y elevada como la vista, el oído, el nuestras vidas d em uestran que no está
B . ta c to y el gusto. E s posible que en e l dorm ido el reflector de nuestra más
los útiles hogareños que los museos arrebatan a las momias, medio se
Vwf- ser hum ano se h ay a desarrollado m enos a lta facu ltad creadora y que sus gui­
desvanecen con los perfumes despedidos por las bandeletas en que éstas *¿A que sus otros c u a tro herm anos, por la ños en la noche de lo m udable giran
aparecen envueltas razón de ser el m ás difícil, elevado y hacia el pasado y el porvenir Buen
Egipto fue escala obligada de las navegaciones entre Oriente y Oc­ // pu ro de todos. Tal vez, de poderse pa- augurio de posible acierto en esa bús­
cidente. Convertida Babilonia en almáciga de los productos proceden­ (tV ran g o n ar con los dem ás y llegar a per- qued a de cam inos que exige implaca­
tes de la India, se hace Alejandría su distribuidora comercial. Los aro­ cib ir en to d a su v asta la titu d las m eló­ ble el propio destino del hombre en
la días, resonancias y disonancias del per- su lucha d iaria, porque sólo conectan­
mas que obtienen los alquimistas arábigos con materias descubiertas en do el pasado con el futuro podremos
vjr fum e, la calid ad del hom bre se elevarla
arriesgadas exploraciones al Asia profunda, los embarca Alejandría en SJ. a cim eras casi angélicas. El lenguaje del c a p ta r en to d a su in tensidad el ver­
naos fenicias para su transporte a Europa. Pero antes los perfeccionó perfum e es. en efecto, el m ás arduo, el dadero significado y el valor trascen­
con técnica insuperable. La Alejandría de los últimos Tolomeos, aque­ jbJ m ás sim bólico, el m ás inexpresable de d en tal del tiem po presente
lla del rey Auletes-—maestro hacedor de armonías por tañedor de flauta todos. Si la m úsica es una em inencia de Mas si de estos olores de orden ideal
y por padre de Cleopatra—, tiene un barrio compuesto por fábricas de J:¡ hipersensibilidad que nos hace ab o rd ar pero ciertos y eficaces, pasa­
fí ei m undo de los deliquios espirituales, mos al perfum e provocado
perfumería, como París dos mil años después. En ellas se manipuló con por e l e m e n t o s n atu rales o j£¡j3
1$ el perfum e, p or su ín tim a sutileza, su
cinamono, bálsamo de Judea, canela, junco oloroso, sándalo, stirax. q u in taesen ciad o lenguaje, su indesci- q u í m i c o s , realizarem os un / Æ A
azafrán, iris, ónice, chipre y muchas sustancias más. Los egipcios des­ írab le e stru c tu ra , nos conduce a los trán sito parecido al que va t w j«S¡
cubrieron las llamadas tinturas de fijación, o sean las sustancias—el l'/ ’ arcanos m ism os de lo ultrasensible, si- de la m úsica en su estado
ámbar, la civeta, el almizcle—-que dan perdurabilidad aromática a las ¡í tu án d o n o s en pleno dom inio de la in- l a t e n t e d en tro de! cosmos
preparaciones. Estas tinturas ganaron la jerarquía de majestad en los m aterialid ad y del ensueño. Pocos a la m úsica sin-
perciben el olor de los tiem pos al dis- fónica. La reali­
laboratorios. Muchas de ellas se extraen de glándulas y visceras de
ù c u rrir sobre el espejo de n u estras al- dad am biente, el
animales marítimos y selváticos. Si por los mares no bogasen ce- co n ju n to de la vi-
'Sji m as, y la v erdad es que cad a tiem po,
¡fT. táceos, no existiría el ámbar «// c a d a época de la vida, tra e consigo un da hum ana, nos 8
'¿ r Pero siguieron las flores suministrándole al perfume aquello que I,i, «aromático m ensaje lleno de inefables ofrece los perfu
encierra de poesía. Todo El Cantar de los Cantares, palpitante de se­ ji trascen d en cias sentim entales. E l olor mes en to d a su Z sflSK M í/
nos, huele a nardos. Bien lo sabía Cleopatra cuando surgió del saco em­ Lv <¡e la lluvia, de las brisas, de los solsti­ g a m a d e m elo­
cis, cios, es d iferente en cada edad del d í a s superpues­
pleado como treta teatral para su deslumbrante aparición en la nave tas, reunidas en
if/ hom bre, v así com o en la adolescencia
de Antonio. Sabía de la tentación del nardo en sus brazos y de la menta í1/ esas so rp ren d en tes ondas de perfum e m o tiv o s p arale­
en su boca. Hoy, el "peppermint” se mezcla ¡con soda fría!, que es lo y; nos a rre b a ta n hacia el ám bito de lo fan- los o v e r t i c a l ­
más opuesto a un aliento cálido. Por eso las borracheras de este líquido ■ 11 tasm ag ó rico y lo irreal ap artán d o n o s m ente arm o n iza­
verde no tienen el menor entronque, aunque nos aseguren que sí, con njj en c ierto m odo de la acción inm ediata, dos p ara co n sti­ EDUMPtR
la embriaguez que le penetró a Antonio por su nariz vibrátil de fáunicos '"'O en la ju v e n tu d fluyen con ritm o s sen- tu ir lo que po­
^ suales de lucha, de tre p id a n te em oti- dríam os denom i­
venteos. Distinta sería la faz del mundo, de haber tenido... Antonio
¿Ú vidad v ital, de d esbordado afán crea- n a r e l perfum e
otra nariz. / dor, p a ra luego in citarn o s todo lo lar- esencial. Cuando
Ya dijimos que, preñadas de vientos de Oriente sus velas, abando­ /| go de la m ad u rez a la decisión reposa- éste se nos m ues­
naban Alejandría las naves fenicias para transportar a Grecia, a la vez da, a la m atización enérgica de la con- tra en form a de
que los primeros diseños de estatuaria, materias y recetas para elabo­ d u cta, a lograr el perfil acusado e in- vasto despliegue de m atices concretos,
rar perfumes. Fueron, pues, los fenicios los primeros intermediarios en 0 >. can sab le de la personalidad. perm anentes, inalterados, y siguiendo
¡i Me a tre v e ría a afirm ar que la edad una in terp re tació n a nuestro psiqols'
el tráfico de la fórmula perfumística, que hoy alcanza cotizaciones equi­ mo en alas de su predisposición emoti­
v e rd ad era del, hom bre se revela de
parables a las de patentes de grandes inventos químicos y mecánicos. y| m odo in d u b itab le por la calidad de los va, aparece la obra de la naturaleza o
Fueron en Grecia los médicos quienes primeramente acapararon el per­ V olores qne im pregnan su am biente co- del hom bre, produciendo un conjunto
fume, y ciertamente que no en sentido mercantil, sino a tono de es« nff tid ia n o y la acción que d eterm inan en soberbio y bien planeado de contrastes
peculación científica. Descubrieron que el olor no es incorpórea sensa­ 'bLj e i plexo de su v oluntad y de sus sue- y correspondencias. La flor, la planta
ción que llega al olfato y sí materia invisible que un cuerpo despide y ños. A veces reto rn a a nosotros un há- aro m ática y el quím ico en su labora
!l lito del perfum e de la adolescencia torio son los H aydn, los Mozart y I°s
otro recoge. Idearon una terapéutica basada en la aspiración de olores B eethoven de estas obras del arte sin
71 N u estra sensibilidad lo recoge con erao-
expelidos por determinadas flores y plantas, la digital entre és- ti tiv o fervor de nostálgico alborozo En iónico olfativo
tas. Papel im portante el del trigémino antes de Asuero. (¡\ realid ad , rep resenta un p u n to de re- ¿E s el perfum e un flúido impercep
fcSSy Pero como los enfermos se les morían lo mismo, y ade- ferencia del ayer en el e n tram ad o de tibie y ponderable, o una acción diná­
más empachados de perfumes, esta nueva ciencia sólo n u e stra vida perenne, es decir en ese m ica ejercida sobre los nervios olfati
concepto de la existencia que em pal- vos del m ism o m odo que lo hace la
jB m a lo tra n se ú n te con la eternidad de luz sobre la retina* En todo caso sa
tonces. Seleccionaron los griegos el más fino caolín de su suelo y, ato­ Después Grecia, vencida, inició en esta industria a
mizándolo cuanto les fué posible, lo saturaron de esencias y lanzaron su vencedora y alcanzó al poco Roma tal perfección;
al mercado los primeros polvos faciales. Luego idearon, para aplicar­ que la engañifa de ese lema "cada mujer su perfume”, '
los, las borlas de pluma de cisne. exhibido ahora como señuelo en tiendas que hacen mixtu-
Entre sus plantas predilectas destacó el espliego, que es tanto mejor ras sobre el mostrador con productos estandarizados, tuvo
cuanto más altura alcanzan los terrenos donde se recoge. Hiciéronse realidad en la metrópoli neroniana, donde vestales y patricias
como alpinistas del espliego y, escalando cimas, descubrieron la lavanda, podían distinguirse por su perfume tanto como por su voz. Las ro­
a r o m a que por su frescura de cumbre resulta, de todos, el más varonil, manas fueron las primeras mujeres que se pintaron ojeras y lunares
V c u y a producción, de un siglo a esta parte, es absorbida por los ingle- con lápices idóneos. También la$ primeras en aplicarse mascarillas par;
ses en su mayor cantidad. Las elegancias de Alcibiades y de Jorge tersar la piel, engorrosos emplastos faciales hechos con miga de pan )
Brumtnel trascendieron a lo mismo. leche de burra. Pero esto es cosmética, que no perfumería, aunque e
A la vez que a Grecia, llegaron a Roma los primeros perfumes. vulgo confunda una cosa y otra. La perfumería alegra, entona el fí
No pudieron hallar atmósfera más propicia que la que envolvía las sico sin alterarlo. La cosmética lo perfecciona.
horas viciosas y lánguidas de una Roma cuya molicie metropolitana Cuando rompió el Vesubio su infernal torrente de castigo, en lí
contrastaba con el fragor de sus conquistas imperiales. Tenía perfumes sepultada Pompeya quedaron confundidos pomos que si por las mate
propios, pero simples, rudimentarios. Por eso, al recibir los tan exqui­ rías con que están fabricados acusan la riqueza, y por el aroma, todavh
sitos de Oriente, se volcó eo su consumo con la voracidad empleada perceptible, proclaman la exquisitez, por el simbolismo de su morfo
en todo lo que diese goce a los sentidos. logia denuncian hasta qué puDto participó el perfume en el culto ren
dido por aquel pueblo al demonio de todas las depravaciones.
Con las legiones romanas, la industria del perfume llega a las Galiat
y a nuestra Península Ibérica. Pero no logró florecimiento, porque
hemos indudablem ente que ciertos dena a Moisés la construcción X¡l|iS pronto la irrupción de los bárbaros, que pisotean plantaciones, destru­
cuerpos, bajo el efecto de estados a t ­ de un a lta r d estin ad o a los p e r­ yen destilerías y arrasan los locales de elaboraciones, interceptó su
mosféricos o por su propia e stru c tu ra fumes, y en las purificaciones del desarrollo. Pasan los árabes a España entre rebrincos de alazanes, re­
física, tienen la virtu d de engendrar A ntiguo T estam en to en tra n siem pre tumbos de parches tensos y penachones de humos aromáticos. Aquello,
oleadas de olor, como el d iam an te p ro­ como elem ento com plem entario, pero más que invasión, parecía homenaje. Traen los mahometanos métodos
yecta rayos de luz y un in stru m e n to in evitable. Los reyes asiáticos los usa­
ron en sus b an q u ete s y en sus recepcio­
y fórmulas, que son la perfección de todo lo conseguido anteriormente.
musical ondas sonoras. El olor de las
plantas, al igual que el de ciertos a n i­ nes. Sabido es, por o tra p a rte , que Sar- Llegaron a la culminación de la técnica y rinden a las esencias la misma
males, es como la llam ada que lanza dan áp alo se hizo q u em ar vivo en una veneración que a las formas puras de su arquitectura. ”Las huríes que
su propia existencia tran seú n te en alas hoguera form ada por leños de m aderas os esperan en el Paraíso—les había dicho Mahoma—están hechas con
de un afán de perpetuación y co n tac to de olor. H om ero c ita c o n tin u am en te los el más fino almizcle.”
con sus sem ejantes El olor es en es­ perfum es en sus grandes poem as, y Por lo que respecta a España, podemos desde aquí pasar atropella­
tos casos una de las facetas del in stin ­ T eofrasto de Eresos afirm a que el arom a
damente sobre la Reconquista, el descubrimiento de América, el Im­
to de reproducción. H asta m ediados es el espíritu rector de la vida vegetal
del siglo último, los com ponentes de y anim al. Los rom anos heredaron es­
perio... Diez siglos de perfumería patria sin pena ni gloria, con altiba­
los perfumes se obtenían a p a rtir de ta s tendencias del m undo griego y a siá­ jos en su evolución poco ambiciosa. Desganada en el medievo; alentada
productos vegetales o de cier­ tico, y en los tiem pos posteriores a la en el cimero reinado de Isabel y Fernando; otra vez decaída por no
tos órganos de anim ales en época clásica, el uso del perfum e no entonar con el ascetismo del Monarca escurialense; animada nueva­
período de celo. E ra la épo- se perdió jam ás, ni en el tem plo ni en mente durante los Felipes III y IV, en que da galanura a embrollos
ca d e lo s llam ados "perfu- la vida de relación. de cortesana galantería; erguida como una promesa, igual que la ta­
| * Y | m es n a tu ra le s” . D e s d e ese Y es que el perfum e sirve de sopor­
y. J ' tiempo, la técnica del perfu- te a la existencia hu m an a. Sin él, el es­
picería, igual que la cerámica, cuando los Borbones dieron fuste a
me obtiene un núm ero cada pectáculo del m undo carecería de so­ las artes industriales; alicaída otra vez a través del reinado fernau-
vez mayi'or de su s­ lem nidad, porque en la fragancia se dino y degenerada más tarde en agua chirle de rosas, como todo lo
t a n c i a s s in té ti­ halla el factor que im prim e sello de se­ del Romanticismo. ¡
cas. Ju n to a los ñorío y distinción. "C ada uno, su p e r­ Evolucionó con más continuidad y eficacia en Francia, donde /
aceites esenciales fum e", pudieron proclam ar las g ran ­ en el siglo XIII se reconoció oficialmente el gremio de guanteros.
de p i n o m a ríti­ des figuras de a n tañ o . A veces llegaban
mo, de ciclam en, a un concepto más am plio, porque fué
Se entregaron estos artesanos al comercio del perfume en sañuda /(
de civeta, de li­ incluso signo d istin tiv o de las fam ilias competencia con los merceros. En 1614 se otorga por real privi- id*
món, de rosa y próceres, quienes, al lado de su escudo legio la exclusiva de la industria a los guanteros; pero los merce­
ta n to s otros, se nobiliario, poseían su esencia peculiar. ros siguen clandestinamente haciéndoles la guerra. Dos hitos Im­
alzan el m entol, H oy, como h a ocurrido con casi todas portantes se destacan en los siglos XIII y XV; la invención de las
el tim ol, el pipe- las cosas, los arom as se han difundido pastas dentífricas y la de los ”sachets” o sacos perfumados para guar­
ronal, la vainilli­ en térm inos inconcebibles. Sin e m b a r­
dar-ropa. Se le ocurrió a un monarca nombrar perfumista de Corte, y
na, por ejem plo, go, la profusión de esencias, de com ­
que recuerdan la puestos, de lavandas, de colonias, de el antecedente cunde en reinados sucesivos. Algunos de estos perfumis­
sem ejanza de sus cosm éticos, perm ite una cierta lib er­ tas pasan a la Historia con celebridad que envidiarían validos y cham­
sim ilares n a tu ra ­ ta d p ara que cad a cual p ueda escoger belanes: Oliver, de la Corte de Luis XI; Escoblato, de la de Francisco I.
les, y codeándose el olor m ás a d a p ta d o a sus gustos. En el año 1530 aparece en Francia el primer tratado de perfumería
c o n ellos, otros A hora bien, no olvidem os que el p e r­ y cosmética. La seriedad de André de Fournier, ilustre académico de
nom bres de p u ra fume, m ás que cualquier o tra cosa de la de Medicina de París, no le veda, a la vez que exponer en el libro
f a n t a s í a , como la vida, exige la discreción, el claros­
el indol, el curo. la to n alid ad m edia. T odo olor
fórmulas para la obtención de esencias, indicar tratamientos correcto­
nos revelan hasta dónde, en la elabo­ agresivo, im perioso, arrollador, es no res de las arrugas y manchas de la cara. Pero donde culminó su sabi­
ración de los n(levos p roductos de p er­ sólo signo de mal gusto, sino tam bién duría fué en la receta contra las canas, primera conocida, así como en
fumería, entra la labor d ep u rad a del expresión de la falta de sensibilidad de las prescripciones para colorear el cabello de rubio o negro según deseo.
químico. quien lo usa. La rosa, la violeta, el iris, Las célebres destilerías de Grasse, que hoy exportan a todo el mun­
I-n cualquier caso, el perfum e es el ám bar, el ylang, son característicos do los aceites esenciales obtenidos de las plantaciones florales de la
una necesidad vital. Desde que co- de un modo de ser, de una apetencia,
mienza la H istoria, hallam os el per- de un anhelo. Pero es preferible en v o l­
Costa Azul, empezaron a funcionar en el siglo XVI con una protección
ume en plena vigencia com o factor ver la personalidad b ajo ondas suaves aficial tan decidida, que en 1560 un Real decreto prohibió la importa-
1 Umano preponderante. Al igual que que la preserven de fáciles dicterios y ñon de cualquier producto elaborado. Surge un disidente en Luis XIV.
S. emas elem entos de la vida social, conserven en ella el sentido herm ético Le resultan tan ingratos los perfumes, que una noche de gala en
incorporación al gran acervo de la y recóndito de su ín tim a co n fig u ra­ Versalles, con nieve y cierzo en el exterior, ordena abrir
- - c i ó n hum ana se realiza p or la ción espiritual; porque la vida h u m a ­ ;as ventanas del salón, tan desconsiderado para con los
J a.. e *° religioso. Los sacerdotes de na perdería su p rofundidad, si fuese
como un escap arate ab ie rto a to d as las
rromas como para con las desnudas espaldas de las
cad' le v a b a n a cabo sus com pli­
m iradas y fácil a todas las indiscrecio­ damas. Aquello terminó en competición de estornudos.
da 1°S r't0S entre un am biente recar-
Aa<!n de aromas PYí’lHrnc If»hru/á r»r- nes ajenas. Esta genialidad del Monarca no empece que en re-
uniones aristocráticas, en las que se derro­ tenidos y continentes las primeras "se­
chan perfumes, comparezca la italiana du­ ries” perfumísticas, o sea conjuntos de ex­
quesa Orsini de Neroli con uno original y tracto, colonia, loción, brillantina, jabón, etc.,
misterioso que requiere de los guanteros es­ bajo específica denominación común y con
fuerzo de años para reproducirlo, compensado características afines de presentación y aro­
con celebridad de siglos, pues no es otro el Ne­ ma. Ante el primer extracto español presentado
roli de nuestros días. en serio, los comerciantes, apegados a la rutina, dieron
En el siglo XVIII, la afición al perfume prende también un brinco de sorpresa y desconfianza. Mal pensaban que
en el pueblo bajo que pasa hambre, y no tardará en pro­ treinta años después los extractos españoles, en pugna con
ducir la revolución más sonada de todos los tiempos. Reina­ los franceses, se venderían en todo el mundo.
ba Luis XV, y, concertado el matrimonio del Delfín con Liquidada la guerra de 1914, fué cuando la perfumería
la infanta María Teresa de España, una Embajada acude española, tras ganar paso a paso el mercado nacional, se
a la frontera para hacerse cargo de la prometida. Esta se asomó al Extranjero toda pomposa de espuma. Porque han
perfuma, pero no se maquilla. Aquel ”blanco y carmín de sido los jabones de España los que primeramente conquis­
doña Elvira”, del soneto de Lupercio de Argensola, era taron clientelas extrañas. En Madrid y Barcelona empe­
estampa poética no imitada por nuestras mujeres. Era bella, zaron a edificarse fábricas modelo. No es vana la expre­
muy bella, la española; pero de una belleza pálida y apa­ sión. Industriales argentinos con arquitecto asesor cruzan
gada. Ahora bien, si se pintase... Se lo proponen, y ella se el Atlántico, a fin de recabar permiso para reproducir sin
mega con terquedad. Al fin accede bajo condición de que alteración una fábrica madrileña cuya chimenea, que le
sea su egregio prometido quien se lo pida de manera ex­ pega un tajo visual al Guadarrama, tiene por tal motivo
presa. Como el conflicto puede dar al traste con todo lo una hermana seccionante de panoramas porteños.
concertado, un raudo postillón sale para Versalles y días A partir de 1925, las cifras españolas de exportación a
después el duque de Richelieu (Armand du Plessis) Sudamérica pueden considerarse en vías de nivela-
le lee el mensaje del Delfín: ”Seré gustoso, seño- __ ción con las francesas. Pero no tardó España en
ra, de que realcéis vuestros naturales encantos entender el negocio de otra manera con rela-
con el empleo de nuestra cosmética.” El ric- f ^ ción a los países americanos, a lo* que dió
tus de disgusto en la princesa quedó desvane- Æ * sangre, religión e idioma. Como basada en
cido bajo la estearina del primer ”rouge”. t / V. \ nuestra hermandad de razas, se estableció
Al tiempo que la guillotina tronchó la M qí ' V una hermandad perfumística, merced a
cabeza de María Antonieta, asestaba un t 1B 1 que España envió allá unos nuevos con­
tajo a la brillante continuidad de la per- f ga ^
A Jgj 1 quistadores—conquistadores de merca-
fumería gala. Pero efímero. Al resurgir I IrJ 1 dos—y unos nuevos misioneros —misio-
de sus propias pavesas placeres y refi- I SdBH i neros de las fórmulas de nuestros per-
namientos, hiriéronlo con tal brío en la | s || B I fumes—. Las productoras españolas más
perfumería, que en el transcurso del si- 1 J3§|Í| I importantes fabrican boy, sin alteración
glo X IX se enseñorea ésta de todo el 1 g ||r f alguna de los productos que en la Pen-
mundo sin que ninguna rivalidad le estor- \ / ínsula se consumen, en la Argentina, en
be. En 1848 contaba Francia con ciento \ ||lfe| / Cuba, en Méjico... Hay marca hispana
diez fábricas perfumeras. En 1862, la ex- \ * que produce en todos los países america-
portación de perfumes ascendió a veinte Æ nos y no sólo desde el canal de Panamá
millones de francos. A los precios actuales, para abajo. Basta hojear cualquier publi-
los vende cualquier fábrica; pero entonces cación comercial estadounidense para darse
era una cifra fabulosa, un manantial crema- cuenta de que el perfume español llegó entre
. tístico en el que se abogó definitivamente la los consumidores norteamericanos a la culmi­
h artesanía perfu mística francesa, y ya no fueron nación de todas las categorías.
guanteros, sino señores con guantes, quienes imprimie­ Pero hay más. Allá por el año 1935, un compa­
ron cauces vigorosos a su caudal: los Houbigant, los Pi- triota nuestro abandonó su Barcelona natal para
ver, los Guerlain, los Coty... arriesgarse en la conquista perfumística de París.
A través de la barrera pirenaica percibió España a El gesto es de auténtico quijotismo. Pero pronto el acero
principios de nuestro siglo los tentadores susurros de esta de su voluntad española se comba graciosamente en nuevo
corriente industrial y quedaron establecidos los cimien­ arco de triunfo, no lejos del de la plaza de la Estrella.
tos de una industria nacional cuyo alcance presente mu­ Y el Sena, en trance de espejo, recoge estupefacto la
chos ignoran. Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla reali­ imagen de la fábrica parisina más perfecta, que—¡asom­
zaron, cuarenta años atrás, los primeros intentos. Fábricas bro!—ostenta nombre español. En las rutilantes vitrinas
modestas, con carencia de resortes técnicos y con timidez de la rue de la Paix, codeándose con pomos franceses de
económica, fueron lanzando creaciones rudimentarias y de mayor linaje, empiezan a coruscar tentadores unos fras­
presentación a veces pretenciosa, pero poco feliz. Aguas cos con etiquetas en castellano, sin madroños, guitarras
de colonia, jabones, polvos faciales, algún "cosmético” ni claveles, admirables por su original y basta atrevida
para fijar el cabello... Todo esto en lucha contra el feti­ sobriedad. ¿Qué era aquello tan en contrapunto con el co­
chismo de la etiqueta exótica. Las damas del "gran mun­ lorismo de los chalecos que Merimée se hiciera bordar en
do”, y por emulación las de la clase media, rechazaban lo España? A la curiosidad sucedió la comprobación de ca­
no franchute. La lucha la decidió el pueblo llano, que, por lidades insospechadas. En aquello—¡ou la la!—había tono,
no entender de etiquetas, ni siquiera las de los frascos di­ originalidad, sprit. Cuando los Molineaux, los Chanel, los
ferenciaba. Entonces, un heroico afán de superación em- Patou, y otros modistos que rubrican perfumes, observaron
ezó a animar a los productores, puesta su legítima am­ que con alarmante coincidencia sus clientes de vestidos y
E idon en la conquista de las más altas esferas sociales.
Hubo desplazamientos transpirenaicos en los descen­
frascos olían a perfumes de España, incurrieron en terri­
bles errores con la cinta métrica. C'est drôle, ¿verdad?
dientes de los precursores de la industria, a fin Y aquí acaba esta breve Historia, que arran­
de aprender y perfeccionarse. A la vez, en Fran­ có con lo s trogloditas y la cu rtición de sus
cia sobraban ya técnicos, y algunos se aco­ pieles. El vaho de perfume paralelo al nexo
gían a los laboratorios españoles. Empeza­ estétic o que une la cueva de A ltam ira
ron a surgir con notoria exquisitez en con­ con Salvador D alí, sigue y seguirá...
N día, hace dos años, un profesor inglés llegó a Madrid, in­ ap en as siete m eses después de term inada la guerra civil, una ley creab a el Consejo Su­

U vitado por una institución tan desconocida en los p aíses de


h a b la española (incluida España) como conocida en el res­
to del mundo. La institución e ra el Consejo Superior de Investi­
perior de Investigaciones Científicas, el panoram a de la ciencia española se reducía a la
tare a solitaria y sem ianárquica de unos cuantos valerosos francotiradores de la investi­
gación. Aunque los nombres de éstos dab an a E spaña suficiente esplendor y prestigio,
gaciones Científicas, y el inglés, un circunspecto profesor de Ox­ pocos de sus esfuerzos se traducían en resultados prácticos p a ra el país. Los tiempos h a ­
ford, especializado en Física. Después de hacerse acom pañar en bían cam biado poco desde que Isaac Peral había tenido que sacar su submarino a pú­
la Visita a los laboratorios del Instituto «Torres Que vedo» y de ser blica subasta internacional y Juan de la Cierva m archaba a Londres a construir su auto­
informado someramente del estado de las investigaciones en él giro. Que la labor de estos francotiradores e ra insuficiente p a ra m antener ni siquiera tal
realizadas, el visitante quiso saber el tiempo de vida que contaba estado de cosas se veía a las claras. La falta de una organización coordinadora e im­
la Institución. Al aclararle su director, señor Torroja Miret, que h a ­ pulsora del esfuerzo de todos estaba haciendo que se perdiera en el vacío, por ejem­
b ía sido fundada cuatro años antes, el profesor no pudo por menos plo, u n a g ra n parte de la obra de Ramón y C ajal, una obra heroicamente proseguida
de perder su flema británica p a ra comentar con h alag ü e ñ a in­ a su muerte, en medio de mil dificultades, por tres de sus discípulos predilectos, los doc­
corrección: «¡Imposible!» tores Teilo, Castro y Sanz Ibáñez.
Con idéntica incredulidad han reaccionado la m ayor parte de El hecho de que la Histología española esté y a de nuevo a bastante altura p a ra que
los hombres de ciencia extranjeros que h an visitado el «Torres el doctor Sanz y sus cobayas h ay an podido desem peñar recientemente un pap el de prota­
Vuevedo» y, p a ra el caso, cualquiera de los otros Institutos agrupados en el Consejo Su­ gonistas en el Congreso del Cáncer de la A cademia Pontificia, es suficiente como sínto­
perior de Investigaciones Científicas. Una incredulidad justificada, porque, en sus diez m a de lo que el Consejo h a logrado en sus diez años de existencia. Y lo que ha logrado
anos de funcionamiento, el Consejo h a desarrollado es nad a menos que construir de nueva planta el edi­
u.na labor que, p a ra decirlo con p a la b ra s de otro vi­ ficio de la ciencia española, partiendo prácticam ente
sitante, «pocas instituciones científicas del mundo po-
P o r J. P E R A L DE A C O S T A y J. F E R N A N D E Z F I G U E R O A
de la nada. Más aún: teniendo que remover, contra
ran igualar y ninguna superar». F o t o g r a f í a s : C. S. I. C. y P O R T I L L O , D E M A D R I D viento y m area, ingentes m ontañas de incomprensio­
n efecto, cuando el 24 de noviembre de 1939, (2.° prem io del I Concurso de Reportajes M V N D O H I S P A N I C O ) nes y de abundantes escombros.
Fachada principal del
edificio del Consejo.

| Ei centenar escaso de hombres que en 1939 se agrupó punto sobre obtención de una nueva fibra sintética análoga al «nylon» (el «terileno»),
LA PRIMERA COSECHA a la sombra dei árbol a e la Ciencia que sirve de em­ a partir del ag u arrás; sobre fabricación sintética del plasm a sanguíneo humano y so­
blem a ai Consejo, tenía p a ra empezar poco más que bre síntesis de enzimas; una expedición científica a los territorios españoles del Golfo
sus manos o, p a ra ser más exactos, sus cabezas. Casi de Guinea, investigaciones geomorfológicas en el Sáhara español, estudios arqueológi­
sin edificios, sin laboratorios, sin instrum ental y, lo que es peor aún. ap en as sin libros, cos sobre la Prehistoria ibérica y la edición de un Catálogo Monumental de España,
se constituyeron los primeros Institutos. Nadie salía de las U niversidades con ánimo de por provincias, completan sólo un breve resum en de la labor realizada por el Consejo
dedicarse a la investigación, y si alguien salía con ellos, nadie ie d a b a los medios en el curso de los últimos años, con vistas a una aplicación práctica inmediata.
p a ra hacerlo. H abía que construir piso por piso, piedra por piedra, ei edificio de la
investigación científica española.
Hoy, a los diez años casi justos de aquella época, el edificio puede considerarse Como re$la general, los hombres de ciencia suelen
construido y la investigación en marcha. Ei Consejo tiene sólidamente asen tad as sus HUESOS DE «PLEXIGLAS» ser alérgicos a la publicidad, y los españoles no son
raíces sobre treinta y una provincias españolas; se alim enta materialm ente de un p re­ una excepción. El autor de los estudios más sensacio­
supuesto anual de 65 millones de pesetas, y espiritualmente, de una biblioteca con casi nales que sa están llevando a cabo en el Consejo,
dos miilones de volúmenes, y h a extendido sus ram as a ocho terrenos de la investiga­ un farmacéutico, cuyos trabajos sobre la tuberculosis son calificados de revolucionarios
ción, cubiertos por los Patronatos de «Raimundo Lulio» (Ciencias Teológicas, Filosóficas, por sus colegas de la institución; sabe que una m ala publicidad puede m atar una buena
Jurídicas y Económicas), «Marcelino Menéndez y Pelayo* (Historia, Filología y Arte), investigación, y trab aja rodeado de un velo de discreción que se aproxima mucho al se­
«Santiago Ramón y Caja!» (Ciencias Biológicas), «Alonso de Herrera* (Biología Vege creto. Algo que aun no podría ser calificado de medicamento, pero que está siendo ya ex­
tal), «Alfonso el Sabio» (Matemáticas, Física y Química), «Juan de la Cierva» (Investi­ perimentado sobre seres humanos con efectos sorprendentes, es el resultado de sus traba­
gación Técnica), «José M aría Q uadrado» (Estudios e Investigaciones Locales) y «Diego jos. Tampoco se ha dicho mucho acerca del nuevo antibiótico contra el «hemofilus per'
de Saav.edra Fajardo» (Estudios Internacionales j. tussis», el germ en de la tos ferina, excepto que sus resultados «in vitro», estudiados con el
Al mismo tiempo, el Consejo h a ido recogiendo su propia cosecha. A principios del microscopio electrónico que desde hace dos años posee el Consejo, son excelentes y gue
año p asado había editado 785 obras científicas, integradas por 928 volúmenes; 63 de es­ su producción está siendo puesta a punto por unos laboratorios farmacéuticos.
tas obras eran de Teología. Filosofía y Pedagogía; 55, de Derecho, Economía y Polí­ La nueva técnica quirúrgica de osteoplastias está ya, en cambio, en condiciones de
tica; 143, de Filología y Literatura; 25, de Estudios A rabes y Hebraicos; 8 6 , de His­ ser utilizada en cualquier quirófano, y cerca de medio centenar de pacientes se han sal­
toria de E spaña; 6 6 , de Historia H ispanoam ericana; 45, de G eografía, Prehistoria y vado de la invalidez g racias a ella. El procedimiento nació de una idea del catedrático
Etnografía; 44, de Arte y Arqueología; 84. de Bibliografia; 69. de Ciencias Biológicas; de Patología Quirúrgica de la Universidad de Madrid.
12, de Ciencias Geológicas; 67; de Ciencias Exactas, Físicas y Químicas, y 20, de Es­ H asta ahora, cuando una persona se veía aqu ejad a de una fractura incurable o de
tudios Locales. Junto a ellas editaba en la misma fecha 89 revistas periódicas., que una inmovilización de las articulaciones como consecuencia de la terrible enfermedad 11°*
ah o ra p asan y a del centenar. m ada «artritis destructora», sus probabilidades de escapar a la parálisis o, por lo menos,
En el terreno práctico, la s investigaciones dei Consejo están encontrando numero­ a los ap arato s ortopédicos eran escasas. Una técnica quirúrgica, b a sa d a en la sustitución
sas aplicaciones. Unos trabajos que prometen constituir la an h ela d a cura p a ra la tu­ de los huesos afectados o de partes de ellos por piezas de platino era la única solución
berculosis, u na revolucionaria técnica quirúrgica que permite sustituir huesos enteros en la m ayoría de los casos, pero una solución costosa y p lag ad a de inconvenientes: l°s
por piezas de m ateria plástica y un nuevo antibiótico de extraordinaria eficacia contra piezas de sustitución no eran bien toleradas por el organismo humano; no podían, P°r
el germen de la tos ferina se h an abierto o están abriéndose camino h a sta la práctica su escasez, fabricarse en una serie de tam años y formas utilizables p a ra todos los ca­
clínica. Notables trabajos sobre Genética vegetal y la formación de un m apa de los sos y, sobre todo, no podían m oldearse en el momento de la operación p a ra adaptadas
suelos de España; interesantes estudios—los m ás avanzados del mundo—sobre la vi­ a la forma particular de cad a fractura o deformación.
sión nocturna, sobre Neuromorfclogía y Neurofisiologia; trabajos sobre destilación mo­ Así las cosas, e l catedrático tuvo una idea; ¿por qué no utilizar, en lugar del platino,
lecular y sobre altos vacíos , de ios que están pendientes los hombres de ciencia de toda piezas de sustancia plástica, mucho m ás baratas, susceptibles de ser fabricadas «a 1°
Europa; un «cerebro electrónico» de nuevo tipo en construcción; investigaciones casi a medida» de cad a paciente y moldeables? Los primeros experimentos fueron descorazonado-
Institutos de Matem áticas e
Historia. A l fondo, la Capilla.

res; la presencia de las sustancias plásticas corrientes era muv mal tolerada por el cuerpo Comisión Internacional de Optica se reúna de nuevo en Londres, la ponencia española
humano. < incorporará notables avances realizados por este equipo.
El cirujano acudió con su problema al Instituto «Alonso Barba», de Investigaciones Quí­
micas. El Instituto, dirigido por el doctor Lora Tamayo, un químico conocido en los medios
científicos de todo el mundo por sus trabajos científicos de síntesis de enzimas, tiene como Otros Institutos han sido objeto del espaldarazo in-
especialista en Plásticos a su secretario. Este se encargó del problema, perfeccionó un tipo LAS «VARITAS MAGICAS ternacional. El «Ramón y Cajal» de Biología, y el «Na-
de «plexiglás» tolerable p ara el organismo y comenzó a construir dos clases de piezas: DE LA A GR I C U L T U R A » cional de Geofísica» han recibido un honor que, p ara
macizas, para sustituir a los huesos o trozos de hueso cuya extirpación fuera necesaria, la mayoría de las instituciones científicas, es un sueño
y cápsulas, p ara recubrir los extremos de las articulaciones, impedir que éstas creciesen dorado: el de ser invitados a participar en las labores
anormalmente y evitar las soldaduras producidas por la artritis. El éxito de esta nueva téc­ de la Academia Pontificia de Ciencias. El próximo en la lista de honores internacionales es
nica se ha reflejado en el aumento de la correspondencia que el Consejo mantiene con el Instituto de Edafología y Fisiología Vegetal, benjamín del Consejo y dirigido por el se­
al extranjero, un aumento que está haciéndose periódico como consecuencia de los descu­ cretario general de éste, doctor José María Albareda. Las experiencias que este Instituto
brimientos incubados en el seno de la institución. ha recogido al estudiar los suelos de un país como España, donde casi todas las condiciones
geológicas y climatológicas del mundo están representadas, serán expuestas en el Congreso
Mundial de la especialidad, que se celebrará en Amsterdam en el curso de 1950. En la
1 Menos espectaculares, pero no menos impor- actualidad, el Instituto está entregado a la monumental tarea de formar el mapa de los
INGLATERRA DECLINA UN HONOR tantes, son las investigaciones llevadas a suelos de España, como labor previa a una ordenación científica de los cultivos. Al mismo
cabo por el y a mencionado Instituto «Torres tiempo, y en colaboración con los Institutos de Farmacognosia y de Botánica, está llevando
Quevedo», de Instrumental Científico. Este ha a cabo investigaciones sobre las llam adas «hormonas vegetales», unos productos que han
sido el primer centro, no sólo de España, sino de Europa, en desarrollar y perfeccionar sido calificados de «varitas mágicas de la agricultura» y gracias a los cuales quizá puedan
las investigaciones sobre destilación molecular, que, dicho sea de paso, fueron las que obtenerse un día tomates del tamaño de calabazas y calabazas del tamaño de tranvías.
mo*ivaron la sorpresa del profesor de Oxford. Los técnicos del «Torres Quevedo» han Esta puede ser una m anera profana y poco científica de presentar estos problemas, pero lo
perfeccionado una instalación p ara destilaciones moleculares, que presenta notables mejoras cierto es que en pocos países podrá encontrarse una coordinación tan perfecta y abierta a
sobre las construidas en Estados Unidos (el único país, fuera de España, donde pueden aplicaciones prácticas, del estudio científico del ciclo suelo-planta, desde la investigación
construirse), y que, a pesar de ser sólo lo que se conoce con el nombre de un «prototipo» geológica a la biológico-vegetal.
es decir, un ejemplar único y experimental), ha desencadenado en la industria europea P ara el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, como p ara el político francés,
una auténtica carrera por conseguir modqlos análogos. Lo mismo ha ocurrido con otro de «Africa empieza en los Pirineos». Salvemos la distancia en las intenciones, pero la verdad
ios trescientos y pico prototipos que el Instituto lleva realizados hasta la fecha: una bom- es que uno de los proyectos favoritos del Consejo ha sido la expedición organizada por el
ba para la obtención de «altos vacíos», de múltiples aplicaciones industriales. Instituto de Estudios Africanos a los territorios españoles del Golfo de Guinea. La expedi­
El caso del físico de Oxford no ha sido el único reconocimiento por parte británica de la ción tuvo a unas decenas de investigadores sometidos durante todo el verano, de 1948 a ia
altura a que el Consejo ha llevado la investigación científica en España. Hace sólo unos insoportable tem peratura de la colonia, pero pocos de sus componentes se atreverían a
m®ses, cuando la Comisión Internacional de Optica decidió encargar a Inglaterra la redac- decir que la cosa no valió la pena. Sólo los entomólogos reunieron más de 30.000 ejemplares
c|on de una ponencia sobre el tema «Visión nocturna», los hombres de ciencia ingleses de- de insectos, y los resultados obtenidos por los geólogos, antropólogos, etnólogos y demás
inaron el honor y recomendaron que el trabajo se encomendase al Instituto español «Daza sabios con «salacot» fueron comparables.
a.e baldés», del Consejo, por estimar que éste tenía mucho más avanzadas sus investiga­ Los miembros del Instituto tendrán en fecha próxima otra ocasión de desempolvar sus
ciones sobre la materia. En efecto, desde que los doctores Otero Navascués y Durán, director equipos tropicales. Un grupo de botánicos, antropólogos y meteorólogos tiene prácticamente
y colaborador, respectivamente, del Instituto, descubrieron en 1941 el fenómeno de la «miopía los p asajes en el bolsillo p a ra una nueva expedición a Guinea, y otro grupo de geólogos
n°cturna», un selecto equipo de hombres de ciencia españoles ha llevado el estudio de esta y geofísicos m archarán en breve a tostarse bajo el sol de los territorios españoles del
Cuestión hasta un punto inigualado por ningún otro país. Cuando en junio de este año, la Sáhara.
Microscopio elec­
trónico a b ie rt o .

C ám ara de Jong-Boum an (cons­ Sism ógrafo registrador


Detector de gases (construi­
truida por el ITQ. de Madrid) férica (construido po ¡prospección atmos-
ITQ. de Madrid). do por el ITQ. de M adrid)

Un ejemplo más de tórico. arqueológico y filológico. A parece semestralmente, y lleva


y a publicados nueve volúmenes, de unas quinientas páginas, en las bi bien se mira, no hay dere­ Sin embargo, en relación
INVESTIGACIONES GEOGRAFICAS cómo la investigación LOS ESTUDIOS JURIDICOS
que se recoge e inventaría el acervo cultural hebraico y las cien cho que valga fuera de El, ni DONDE SE DEMUESTRA QUE con la América que habla
en los Institutos pro-
relaciones que unen nuestra cultura a la de otros pueblos, algunos justicia que escape a la suya. DOS Y DOS SON CUATRO castellano, el Consejo ha
cura servir a las exi- Esto lo tuvo muy en cuenta el
de ellos muertos y a p ara la Historia. dado a luz un Instituto cuyo
gencias concretas del país, lo tenemos repasando simplemente la Consejo Superior de Investigaciones Científicas a l crear, en sep­
A través del Instituto «Arias Montano», E spaña h a vuelto los fin casi exclusivo es conse­
lista de publicaciones de cualquiera de ellos, bien el y a mencionado tiembre de 1944, el Instituto de Estudios Jurídicos, adjudicándole los
ojos a una comunidad que nunca los hab ía separado de la nuestra guir que esta relación deje de ser meramente afectiva p a ra conver­
de Edafología y Fisiología Vegetal, bien las del Geográfico «Juan del Derecho Civil, Mercantil, Hipotecario, Procesal, Penal e Historia
y que, es de todos sabido, g uarda aún las llaves de muchas puertas tirse en una relación, digamos, si se nos permite la p alabra, lógica.
Sebastián Elcano», sin contar la s revistas que cad a uno edita perió­ y Filosofía del Derecho. Cuenta varias secciones y, a su vez, cada No h ay lazos, ni los de la sangre, que aten tan estrecham ente como
dicamente. Anotemos entre la s de este último el Mapa pluviomé- de casas españolas, como una reliquia, no obstante los años pasa-
Teodolito registrador de g l o b o s s o n ­ dos. Este pueblo es el de los judíos: concretamente, el de los ju­ una de éstas con el suficiente número de colaboradores y becarios, la evidencia matemática de que dos y dos son cuatro, y p a ra de­
trico de España, La distribución geográfica de los grupos sanguíneos despachos, salas de estudio y biblioteca de especialización, enri­
das (construido por el ITQ. de Madrid) díos sefarditas. Hay que penetrar en la biblioteca del «Arias Mon­ mostrar que dos y dos son cuatro, en este caso, que América y Es­
en España, Las regiones naturales de España, El medio y la vida quecida a la muerte de don Felipe Clemente de Diego con los 10.000
tano» p a ra darse cuenta de hasta qué punto el pueblo hebreo está p a ñ a son espiritual e históricamente una sola gran familia, nació
en el Montseny, Las viviendas y los núcleos de población rural en volúmenes que constituían la biblioteca del insigne maestro. El puso,
atado por hilos invisibles e irrompibles a algunas de las más vie­ en su día el Instituto «Gonzalo Fernández de Oviedo». Su revista
¡a huerta de Valencia, etc., aparte de la s cam pañas de investiga­ con su recta intención, varias de las prim eras piedras en el edificio
jas tradiciones españolas; a algunos de los más típicos éxitos y fra­ trimestral se llam a Revista de Indias, y por lo mismo cultiva prefe­
ción geográfica llevadas a cabo en Galicia, G ranada, N avarra y que luego otros han construido y rem atado. Léase Anuario de His­
casos de España. «Hay que tener en cuenta —dice uno de los fas­ rentemente los problem as del descubrimiento, la Arqueología, la His­
zona del Protectorado de Marruecos, y las que p a ra fecha próxima toria del Derecho, Anuario de Derecho Civil y Anuario de Derecho
cículos editados por Sefarad— que el judaismo español ofreció toria y la producción bibliográfica hispanoam ericana, am én de un
se preparan en las Islas Baleares. Penal y Ciencias Penales, reputados, según testimonios ajenos, como poco de literatura. Lleva diez años de vida y publicados, por consi­
No h ab rá con el tiempo porción alguna de la Geografía pen­ los m ás altos valores en poesía religiosa, exegésis bíblica, filolo­
g ía hebraica, filosofía y ciencias puras y experimentales.» primorosos en su género. guiente, treinta y ocho números, algunos de ellos especiales, como el
insular e hispanoam ericana que no h a y a sido objeto de estudio por En realidad, el tronco del cual fué desgajado el «Nacional de extraordinario dedicado a Hernán Cortés. Tanto por las virtudes in­
parte del «Juan Sebastián Elcano», como no hay y a pueblo español Estudios Jurídicos» ni siquiera es el del C. S. I. C„ telectuales que concurren en su director, don Ciríaco Pérez Busta-
que escape a la actividad investigadora del Patronato «José María _ __ _______ sino el del primitivo «Instituto de Estudios Internacio-
Cabe a l «Arias Montano» mante, como por el cuadro d e redactores y colaboradores fijos en­
Quadrado», de Estudios Locales. la satisfacción de compro­ ■ nales y Económicos fundado en 1933 por el cate­ cuadrados en el Instituto, el «Fernández de Oviedo» merece en este
JERUSALEN Y EL
PROBLEMA DE bar que su labor h a mere­ drático de la Universidad Central don Antonid de reportaje una singular atención. Vamos a dedicársela.
LOS PROBLEMAS cido el elogio de amplios Luna, y refundido más tarde en el «Francisco Vito­
En el caso concreto de este Pa­ ria». Es de destacar como antecesor directo de este
tronato, resultaba sumamente círculos científicos y cultu­
ANTES DE MOVER UN PIE, rales, e s p e c i a l m e n t e de «Francisco Vitoria», o, mejor dicho, como antece­
difícil coordinar los numerosos Lleva publicados dieciséis volú­
ASENTAR EL OTRO dente de la tarea que le compete, que y a en 1933-35 UNA RAZA SIN MEZCLA
centros locales de estudio re­ Africa, América y Palestina. El profesor Raphaël menes de Historia y G eografía
Levy se sorprendió, hace y a tiempo, de que Es­ el Instituto de Estudios Internacionales y Económi­ DE MAL ALGUNO y uno muy puntual. La población
partidos por las provincias es­ cos participó en las conferencias sobre Seguridad
paña, «recién salida de una guerra, contara con de El Salvador, original de don
pañolas, y los fundadores del Consejo meditaron largam ente antes colectiva, celebradas en Londres, enviando ponen­
energías y recursos intelectuales sobrados p a ra de­ Rodolfo Barón Castro, en el que
de decidirse a abordar la creación del Patronato. No es raro, pues, cias y monografías y convocando en Madrid (1936)
dicar atención a los estudios de la cultura hebrea y se estudia el desarrollo del grupo humano salvadoreño desde los
que naciera m ás tarde que otros y después de pensarlo mucho, a la una reunión de estudiosos, la Alta Conferencia
oriental, y, por su parte, la Universidad de Jerusa- tiempos más remotos hasta el año 1942, una de las fases m ás signi­
vista de la s experiencias y a obtenidas. de Estudios Internacionales de la Sociedad de N a­ ficativamente creadoras de la obra de España en América, y a que
lén escribió una carta dando cuenta del interés
En este estudio, el «José María Quadrado» es un botón de mues­ ciones, no inferior a ninguna de las extranjeras el excepcional y armonioso crecimiento de la población salvadoreña
grande que Sefarad y el resto de las publicaciones
tra de la prudencia y la solvencia que h a guiado siempre al Conse­ del Instituto despertaban entre los lectores de una equivalentes. se produce sin intervención de otros elementos que los aborígenes
jo Superior de Investigaciones Científicas, y que puede resumirse importante biblioteca, «The Jewish National and Tras un paréntesis que dura cuatro años, en y los españoles llegados de la Península.
en la frase arriba escrita: «no mover un pie sin asentar antes el University Library». Análogos elogios han ap a re ­ 1941, el Instituto, como todos los organismos que Otra publicación que merece ser conocida y airead a es el Catá­
otro», o, p a ra expresarlo de modo aun más claro: previendo los cido en los periódicos Hed Hamizrah, La Boz de pertenecían a la extinguida Fundación Nacional de logo de pasajeros a Indias, durante los siglos XVI, XVII y XVIII,
obstáculos y apartándolos uno a uno, midiendo paso a paso el Türkiye y Erets Israel, al tiempo que los directores Investigaciones Científicas, p asa a formar parte del redactado por el personal facultativo del Archivo general del mis­
Ciclo evolutivo:
camino. y allegados del Instituto eran invitados a colaborar ¡Bacillus leprae: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Se mo nombre, bajo la dirección del señor Bermúdez Plata. Uno por uno,
Por lo que al «José M aría Quadrado» se refiere, fruto de ese en el World Encyclopedia Institute, de Nueva York. amplía entonces su contenido a todas las ram as del en él se reseña la filiación de los conquistadores y viajeros españoles
espíritu de moderación son las veintidós instituciones incorporadas Derecho, hasta que la experiencia demuestra que es que cruzaron durante tres siglos el Océano en busca de aventura. Lo
a l Consejo a través del Patronato, el gran número de revistas fun­ ecialización, y en el año 1947, al crearse el Insti- integran más de 150.000 expedientes, y sin esfuerzo se comprende que
d ad as bajo sus auspicios —Estudios extremeños, Cuadernos de in­ Estudios Jurídicos, el «Francisco Vitoria» vuelve a es obra de fundam ental interés p ara el conocimiento de las perso­
vestigación, Príncipe de Viana, Berceo...— y el intenso estímulo que io exclusivamente a la ciencia internacional, y co­ nas que participaron en la colonización del Nuevo Mundo, así como
mienza a publicar la Revista Española de Derecho Internacional, p a ra la determinación genealógica de las familias am ericanas de
el cultivo de la cultura local: Arqueología, Arte, Folklore, etc., ha
como la mejor de Europa en su especialidad. De ella ha dicho origen español. Tan minuciosamente está hecho el Catálogo que in­
alcanzado en casi la mayoría de los pueblos de España.
recientemente el profesor de la Universidad de París George Scelle cluso especifica los lugares de procedencia de los viajeros, por pue­
blos, provincias y regiones, señalando el porcentaje de varones y
Naturalmente, la curio­ hembras y la profesión de casi todos.
ESTOS JUDIOS SON OTROS JUDIOS sidad que estas revis­ El tercero de los volúmenes publicados por el Instituto y que con­
tas despiertan y el eco sideramos inoportuno silenciar es el que se refiere a las Ordenes
que suscitan, como la Nobiliarias de America, publicado por don Guillermo Lohmann Ville­
onda en la superficie quieta del lago, son poco enérgicos: apenas na en dos volúmenes. Comprende un estadillo completo de los am e­ Instalación de destilación molecular
Oscilógrafo de rayos catódicos trasp asan el á re a geográfica de la ciudad que los ve nacer. Sucede ricanos pertenecientes a Ordenes Nobiliarias españolas y las prue­ (construida por el ITQ. de M adrid).
(construido por el ITQ. de Madrid). con ellas lo contrario que con las editadas por otros Institutos, cuya bas de nobleza aportadas por caballeros nacidos en Indias p ara
ley de vida precisamente es la de no respetar frontera alguna... ingresar en las Milicias Nobiliarias, dándose el caso curioso
Caso modelo el de «Sefarad». del «Benito A rias Montano», dedicado de que algunos miembros de las dichas Ordenes procedían
de la nobleza indígena.
a los Estudios Hebraicos y del Oriente próximo en su aspecto his-
La biblioteca del Instituto es pública y está divi-

Estudio para Emisoras (cons­


truido por el ITQ. de Madrid).

f tttnt

C ám ara de Bragg (construí-


□ por el ITQ. de Madrid) Bom ba rotatoria de vacío, serie para'
lelo (construida por el ITQ. de Madrid),
dida en dos partes: una, constituida por el legado que hizo a su muerte don Carlos Pereira, La obra misionera de España, en su aspecto religioso
y otra, por los libros adquiridos a costa del Instituto. En esta segunda se contienen todas EL HILO DE LA TRAMA y civilizador, es tan copiosa que no tiene par en la Igle­
las revistas que proceden del intercambio y, naturalm ente, la s que el propio Instituto edita. sia, ni por la extensión de sus conquistas ni por la ra­
pidez e intensidad del logro conseguido.
Es el hilo con que se teje la epopeya de la tram a ultram arina. Con un caudal histórico-
«Para estimular los estudios de literario en crónicas, lenguas indígenas, etnografía y descubrimientos geográficos que im­
SOBRE EL INSTITUTO «BALMES», DE SOCIOLOGIA Sociología científica. Sociología presiona.
ap licada y Sociología biológica, Buena parte del Archivo de Indias —la mayor— o trata de misiones o con ellas se rela­
y p a ra ir reuniendo m aterial ciona.
con destino a las instituciones e ideas sociales de E spaña y las Repúblicas hispanoam e­ Imposible querer escribir la Historia, aun la militar y política, de las Españas de ultramar,
ricanas a través del tiempo», fundó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas el si se prescinde de los frailes y «clérigos de misa» que fueron h asta allí a sem brar la bue­
Instituto «Jaime Balmes», de Sociología. El órgano de sus trabajos es la Revista Internacio­ na semilla.
nal de Sociología, con tres secciones doctrinales: Sociología general. Sociología biológica E sa importancia y copia de fuentes movió a pensar en un Instituto —aun la guerra
e Historia del pensamiento y de las Instituciones sociales. Lo mismo en las secciones de civil ardiendo— antes incluso de que la idea del Consejo Superior de Investigaciones Cien­
ideas que en las crónicas de hechos sociales, la Revista mira a las Repúblicas hispano­ tíficas hubiera llegado a cristalizar en algo serio. Al actual Ministro de Educación Nacional
am ericanas no sólo con curiosidad, sino con inmenso interes afectivo. Como decía en su pri­ le fué entregada en Burgos (1938) una nota-proyecto, p a ra que la entregase al entonces
mer número, «especial atención se prestará a la vida social que E spaña alumbró en sus pro­ titular de la cartera. Trasladado el Gobierno a Madrid y encargado del Departamento el
vincias de América, en las hoy Repúblicas hispanoam ericanas; a sus Leyes de Indias y señor Ibáñez Martín, los autores del proyecto se presentaron a instarle sobre él. «Para que
a su exaltado respeto a la justicia social, que, en muchas de las grandes reivindicaciones vean ustedes que no lo he olvidado —les respondió—, sino que quiero sacarlo adelante,
obreras, no h a podido superar la legislación de los siglos XIX y XX, ni aun con la creciente vean las notas que hay sobre mi mesa.» Y allí está, en efecto, planeado el Centro de Estudios
presión del socialismo y del actual catolicismo social. Igualmente, a las ordenanzas de nues- Misionales, luego llamado Instituto de «Santo Toribio de Mogrovejo» en memoria del gran
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tros virreyes, ___*___nn lrt íiirf/'iÁn en
que tanto influyeron /íú la
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costumbres, las pinstituciones
ideas e Arzobispo le Lima, y los nombres de quienes habían de trabajar en el tal Instituto.
sociales de aquellas espléndidas colectividades, ordenanzas que en su mayor parte, duermen La justicia y conveniencia aconsejaban que estuvieran representadas todas las Ordenes
olvidadas en los polvorientos legajos de nuestros archivos históricos». En lo que España pen­ que misionaron en América, Filipinas y países de Oriente: China, Cochinchina, Japón, etc.,
sab a y hacía en aquellos siglos, piensa el Instituto h allar la clave principal de lo que y así se hizo, pasando a colaborar con el Instituto un agustino, un franciscano, un domini­
después hicieron y pensaron aquellas Repúblicas. co, un mercédario y dos jesuítas, o sea, uno, más el director.
Que la Revista h a cumplido su prom esa se ve bien recorriendo la s páginas de sus vein­ Por falta de acomodo no se invitó entonces a los capuchinos, recoletos agustinos y car­
tisiete números publicados, donde abundan los trabajos sobre temas sociológicos hispano­ melitas descalzos, pero su admisión está y a propuesta y aceptada.
americanos, estudiados con profundidad tanto por españoles como por naturales de los
respectivos países.
La labor de mayor im portancia iniciada últimamente por el Instituto es la creación de El Instituto publica periódicamente la revista
la Asociación Española de Sociología. ALGO QUE NO TIENE PRECIO Missionalía Hispánica, y h a conseguido reunir
Por iniciativa de la U. N. E. S. C. O. (Comisión de la s Naciones Unidas p a ra la Ciencia, un rico fichero de Historia Misional, adem ás de
la Educación y la Cultura), se celebró en septiembre último en Oslo un Congreso Interna­ una biblioteca especializada, que cuenta y a con
cional de Sociología, al que fué invitado el Instituto .Balmes», y en el que se acordó la un millar de volúmenes, en que se puede encontrar toda la historia de las misiones españolas.
constitución de una Asociación Internacional de la cual formarán p arte los centros y aso­ Ha publicado, entre otros títulos, algunos de obras inéditas o sumamente raras: Historia
ciaciones de Sociología europeos y americanos. de la Compañía de Jesús en el Perú, Historia de la genealogía de los Reyes Incas del Perú,
Con objeto de coordinar y agrupar las actividades de los sociólogos y especialistas es­ EI IV Centenario de fray Juan de Zumárraga, La Bula Omnímoda, El Clero Secular y la
pañoles, el Instituto ha tomado la iniciativa de crear la Asociación Española de Sociología, Evangelización de América, y la Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del Pa­
que quedó constituida en Madrid y adscrita al Consejo Superior el 17 de diciembre de 1949. raguay (continuación de la Monumental que inició el padre Pablo Pastels).
Estos aparte, y aparte otros libros y a en imprenta, el
Instituto se propone la publicación de un Martirologio mi­
Dejándose guiar por el sionero español, obra larga, de sumo interés, que mostrara
COLABORACION CON espíritu deductivo a que Reproducción de algunas páginas del Libro de Honor la cantidad de sangre —más de un millón de víctimas—
LA REAL ACADEMIA m ás arrib a se ha hecho del Consejo — Arriba: Autógrafo de Sir Alexander que costó a las Ordenes evangelizadoras y al clero secu­
DE LA LENGUA alusión, a raíz y como lar convertir al Nuevo Mundo.
Fleming,- dice: «Un gran edificio para una gran obra..
consecuencia de las con­
clusiones aprobadas por
la A sam blea C ervantina de la Lengua, otro buen día el Una pieza fundamental
Consejo injerta en su y a añoso tronco una nueva ram a: LA ULTIMA VERDAD en el mecanismo del
el Instituto «Miguel de Cervantes». No surge tampoco de la ___________ ____________ Consejo Superior de In­
nada, puesto que de antes el «Nebrija» venía cultivando vestigaciones Científicas
la Filología clásica y moderna, pero, dados los vuelos que es su Departamento Internacional de Culturas Modernas,
últimamente estas disciplinas han tomado, si viene a sopor­ cauce por el que los arroyos de las culturas extranjeras
tar un peso que ya se d ejab a sentir: el cultivo sistemático vienen a afluir al río de la investigación del Consejo.
de la Filología hispana. El Departamento es cualquier cosa menos cerrado. De
Sus órganos de expresión son: la Revista bibliográfica ello dan fe, firman y rubrican, sus secciones Mejicana, Es­
y documental, la Colección de índices de publicaciones lava, Germánica, Francesa e Inglesa, ya en funcionamien­
periódicas, las Ediciones críticas. Emérita y los Cuader­ to, y la Italiana y Portuguesa, cuya organización está casi
nos de Literatura, ultimada. El camino m ás seguro hacia la cultura española
Forma parte del Patronato «Menéndez Pelayo», y una es, desde 1939, la biblioteca del Consejo, y a ella está ads­
de sus características más importantes es su vinculación crito el Departamento Internacional, complementado en esta
con la Rea! Academia Española, concebida con el pro­ labor por la del Instituto «Nicolás Antonio», de Bibliografía,
pósito eficaz de que no se dupliquen ni se interfieran que ofrece al día en sus publicaciones la selección de la
la s investigaciones específicas de c a d a uno de ambos bibliografía extranjera más interesante y digna de crédito.
centros. Y, p ara terminar, perdone el lector que, aunque sin
P ara la efectividad de esta vinculación, el presiden­ ánimo polémico, insistamos en la fecha esa: 1939. Sin
te del Instituto es el director de la Academia Española ella, y todo lo que tras ella hay de regeneración y do­
(don Ramón Menéndez Pidal, actualmente), y el cargo de lor de España, creemos que sería imposible escribir aho­
director ha de estar desem peñado por un académico de la ra este reportaje, o, cuando menos, sería imposible es­
E spañola que sea investigador de la Lengua, puesto que le cribirlo con la realidad y la fuerza de los hechos que a
h a sido confiado a don Julio Casares. la vista están.
EL PLACER Y EL ARTE
EN LA V il» DE IO S

Por ANTONIO SANTIANA

orillas del lago Im baya, el de las


A viejas tradiciones aborígenes, viven
los mojanda, una agrupación de in­
dios que en la e ra prehispánica formaba la
etnia Cara, al norte del Ecuador. En la ac­
tualidad, su territorio, considerablemente re­
ducido, se extiende en una longitud de unos
veinticinco kilómetros, y está fuertemente
comprimido entre la cumbre de la montaña
y las orillas del lago. Es una tierra de ver­
dor eterno, donde la delicia del clima acom­
paña a la delicia del paisaje. De la parte
central del hacinado pueblecito emerge la
torre blanca de la iglesia, y aquí y allá,
a lo ancho de este territorio, surgen tími­
damente las chozas grises del indio. El a u ­
tomóvil y el ferrocarril cruzan, sin dete­
nerse, esta tierra, como tampoco lo hacen
las aguas burbujeantes que desde las al­
turas llevan su contribución a l lago.
Millares de parcelas fragmentan este di­
minuto país, dándole a l conjunto un aspec­
to geométrico bien regular. C ada familia
cultiva un pedazo de esta tierra, donde el
indio ostenta el raro privilegio de poseerla
en propiedad. Aquí, a favor de la lluvia
y de la espontánea fertilidad del terreno,
el indio cultiva los productos necesarios al
sostenimiento de una dieta extremadamente
sobria. Del centro de la parcela emerge la
choza cuadrangular, fabricada con barro y 8
palos.^en la cual tienen su albergue—en
especial durante la noche—la familia y nu- j
merosos anim ales domésticos. Como en toda j
la serranía ecuatoriana, aquí las casas de !
habitación se diseminan formando circuns­
______ territoriales
cripciones _ ___ «parcialidades»
llam adas __________ en vez de concentrarse en poblados al o en la parte a lta de la montaña. Los niños y a crecidos colaboran en esta ocupación. Cuan­
estilo de los blancos. Esta es. a no dudarlo, una medida prudente que el indio adopta en do no sale, el hombre se dedica a varias labores caseras, y p asa el día cortando leña,
su lucha contra el arrinconamiento, a que los blancos tratan de someterlo. cuidando la pequeña sem entera de maíz, reparando el techo y las paredes de su casa,
El mojanda es un indio pobre, aunque no tan pobre como los peones huasi pungueros tejiendo y haciendo esteras y alm acenando los productos de la cosecha.
que trabajan en las haciendas. Dueño de su pequeña parcela de terreno, y desconfiando El indio trab aja continuamente, aunque sin pasión, interés ni apresuramiento, desde las
siempre del blanco, se refugia en su hogar y su *parcialidad», que p a ra el constituyen cuatro o cinco de la m adrugada hasta las siete de la noche. La m adrugada, la aurora
su verdadera patria y estado. Aquí, en la intimidad de los suyos, se desenvuelve su vida y el clarear del día tienen p ara estos indios un poder mágico, que el blanco no suele
desde el nacimiento hasta la muerte, y por ello aquí están también toda su fortuna, sus sentir. En medio de sus ocupaciones habituales toma dos sobrias comidas: una, en la m a­
esperanzas, sus pesares, sus parientes y amigos. Más allá de la «parcialidad» se extiende ñana, temprano, y la otra, cuando y a se acerca la noche. Mas, a través del día, durante
para el mojanda un mundo que no quiere conocer y que le inspira el mayor recelo. sus trabajos, mastica granos duros de maíz tostado, de los que lleva siempre una buena
Si penetra dentro de sus linderos, es sólo momentáneamente y llevado por la necesidad. provisión.
Entonces se siente inquieto y desorbitado, y cuando vuelve a su hogar, donde encuen­ Además de los días especiales de fiesta, que interrumpen este ritmo del diario vivir,
da la dulzura de sus pequeñas comodidades, donde estan su parcela, su familia y sus durante el sábado y el domingo sobrevienen acontecimientos que le llevan lejos de su casa y
«chaquiñanes» (senderos), ¡cuán ancham ente respira! de su razón. En efecto, el sábado se dirige, muy por la m añana, a la población vecina de
No existe una diferencia muy pronunciada entre los sexos, desde el punto de vista Otavalo, donde tiene lugar la feria. Aquí vende productos codiciados por los blancos, que
de las labores diarias. De un modo general, puede decirse que el hombre sale y la mu­ él h a recogido durante la sem ana o que guarda desde hace algún tiempo, como huevos,
jer es retenida en su hogar. Aquí ella se dedica al cuidado de la prole y a la p rep ara­ gallinas y chanchos; cestos, esteras y otras pequeñas cosas. Por su parte, se provee de
ción de los alimentos; va con su «pondo» (vasija) en busca de ag u a a la fuente mas cer- sal, achiote, fósforos y raspadura. Va después a las «cantinas», que son los lugares de
cana, donde se bañan ella y sus hijos y donde lava la ropa, el mote y los chochos. Ella venta de bebidas alcohólicas, donde busca la embriaguez. Y más tarde, después de unas
cuida de la buena conservación de las cosas de su casa y de la integridad de los vesti­ dos o tres horas de continuo beber, entre gritos y maldiciones, que llenan todo el camino,
dos. El hombre, en cambio, v a a la laguna a cortar totora, o al monte en busca de leña, el mojanda regresa a su casa, cuidado solícitamente por su buena esposa. Aquí cae en
Heva sus rebaños al pastoreo en los terrenos comunales, que quedan en las orillas del lago un profundo sueño—el verdadero coma alcohólico—, del que no saldrá sino al siguiente
d ía p a ra dirigirse a la iglesia. A lgunas veces su mujer q u e­ distinción de representar a su ethno ante los altos pode­
d a tan em briagada como él, y, como él, grita y maldice. El res y es, por fin, h aber demostrado un poder económico tan
domingo el mojando se pone sus vestidos nuevos y se dirige suficiente como p a ra soportar los crecidos gastos que im­
a l templo con su mujer y sus hijos, donde las fam ilias lle­ pone sem ejante conmemoración. Después de San Luis, el mo­
n an el atrio, y, sentados o en pie, oyen la misa y el ser­ jando que h a «pasado el cargo» se siente orgulloso y tran­
món. Después se dirigen, de regreso, a sus casas o a las quilo, seguro de sí mismo, y sólo entonces cree realm ente
cantinas del pueblo, donde organizan una libación cuyas en sus derechos de hombre, y un complejo de superioridad
características y cuya odisea es la misma que la de la inunda su conciencia.
víspera. El motivo principal de la fiesta, a l menos en apariencia,
El mojando ama, por sobre todas las cosas, una vida libre es religioso. Después de preparativos meticulosos, que se
de compromisos con los blancos y sus autoridades. El no prolongan durante varios meses, al llegar el dia de la fiesta,
sabe ni quiere saber qué es un ecuatoriano con derechos y el «prioste» (anfitrión) y su séquito están disfrazados, en
deberes. El sólo quiere vivir su vida propia, la de su hogar tanto que el resto de la población viste de lujo. Las muje­
y su «parcialidad». Más allá de esto, un mundo extraño e res llevan grandes collares («huaicas») y pulseras («mani­
incomprensible se extiende ante sus ojos, y lo que m ás desea llas»), Los más vistosos zarcillos penden de las orejas y
es no penetrar en sem ejante mundo y que este mundo le grandes «orejeras» o «rinri huarcu» descienden h asta la cin­
olvide a él, que le deje solo con su familia, con su pobreza, tura, desprendiéndose de una especie de sombrero de tela
su dolor y su ignorancia. que llevan sobre la cabeza, el «pánico» o «fachalina». Una
m anta de la n a de oveja que desciende h asta el suelo—el
Sin embargo, esa libertad en la vida y en la posesión de
«anaco»—se sujeta a la cintura m ediante una ancha o
una tierra herm osa y fértil le permite al m ojando entregar­
angosta faja, que lleva una profusión de dibujos a colores,
se a las delicias de un placer salpicado de arte, de acuer­
bordados con hilo de lana. Sobre la camisa, dibujada a
do con una pasión que en él es hereditaria. Como todos los
profusión en el contorno del cuello, cae otra manta, el «re­
indios de la serranía ecuatoriana, el mojando posee, hon­
damente arraigado, un fino sentido estético. En los dibujos bozo», que cubre el pecho y la espalda. Con éste hace gran
geométricos de sus adornos, en las estilizadas figuras de contraste el sencillo vestido del hombre.
sus bordados y el color de sus vestidos, en el tejido de sus Trajeados así en este día, que p a ra ellos es tan grato,
encajes y la arquitectura de su vestir se revela una arm o­ se dirigen a la iglesia a pie, en un ceremonioso desfile, cuyo
nía que es toda una contribución de arte. Y así como la p a r­ orden es el siguiente; rompen la m archa los «corazas», un
cela, con la acequia y el sembrado, la choza y los anim a­ grupo de guerreros pintorescamente vestidos; detrás viene
les, constituye una reproducción en miniatura, pero fiel, del el grupo de personas en carg ad as de los fuegos de artificio,
paisaje; así, la persona del indio, con su primitivismo, su que son llevados en alto como estandartes; otros se encar­
variedad y colorido, es la síntesis del ambiente, elevada al g an de los instrumentos de detonación («tarros»), constitui­
grado m ás alto, gracias al anhelo de arm onía del indio. Este dos por un recipiente cilindrico de bronce, que se llena de
sentimiento se exterioriza, ante todo, en el adorno personal, pólvora y se hace detonar en c a d a esquina; sigue a éste
aunque es la mujer la que exclusivamente lo emplea. El otro grupo, constituido por un conjunto de jóvenes disfraza­
hombre viste con elegante sencillez. Ella se cubre de adornos dos («yumbos»), que desem peñarán en lo sucesivo un p a ­
con g ran profusión y los lleva siempre, incluso durante el pel muy importante. A continuación v a el prioste, alado
trabajo. Ya ciertas prendas de su vestir, consistentes en p e­ mediante cintas por los yumbos. Sigue luego la orquesta in­
queños pedazos de tela, que se aplican sobre la cabeza dígena, que en esta ocasión está integrada por un tambor
y la espalda («fachalina») tienen m ás bien un sentido or­ («caja»), dos flautas de Pan («rondadores» o «pashaguas»),
nam ental, que responden a una necesidad verdaderam ente un pífano y un pingullo. A la orquesta autóctona sigue la
orgánica. Sobre los hombros, o delante de ellos, una larg a b anda del pueblo, constituida por unos quince «blancos»,
m anta («rebozo») se sujeta mediante g randes prendedores de que tocan instrumentos de soplo y percusión. Vienen, al
p la ta («tupos»). Estos tienen una longitud que oscila entre fin, los fam iliares y los invitados. Termina este desfile en
seis y veinte centímetros, y constan de un largo y delgado la iglesia del pueblo, donde entran, oyen la misa, sermón,
tallo que rem ata en un a lám ina circular de tres a cinco y realizan luego otro desfile («procesión») alrededor de la
centímetros de diámetro, que ofrece alg u n as incisiones orna­ plaza, derrochando fuegos de artificio y detonando sus
m entales y lleva a veces, en el centro, una piedra b a ra ta de «tarros».
color, generalm ente verde. En otras ocasiones, el tupo se Cuando vuelven a casa del prioste, la s m ujeres trab a­
ostenta solo, delante de los senos. Alrededor de! cuello se jan afanosam ente en la preparación del banquete, que cons­
aplican gruesos y compactos collares, compuestos de numero­ ta de una colada de h arina batida, un plato de «caldo de
sas unidades («sartas») y constituidos por cuentas perforadas tripas», hervido con intestinos de borrego, cereales cocidos,
de coral, de tagua, piedra, sem illas vegetales o vidrios de que se sirven en platos de barro o en totumas; p a ta ta s con
diversos colores. Antiguas monedas de plata, usad as por salsa de cebolla y presa de gallina o de cuy, aji y chicha.
los blancos, alternan con las cuentas. Con frecuencia se sus­ La comida y la chicha se sirven a los invitados y h asta a
pende del collar un gran Cristo de plata, de unos veinte cen­ los curiosos con g ran generosidad, tom ándolas tanto de las
tímetros de longitud, y a veces dos. Del perforado lóbulo reservas personales del prioste como de los obsequios de
de la oreja se suspenden grandes pendientes de plata, que gallinas, cuyes (conejillos de Indias), «almudes de mote co­
suelen rozar los hombros. Su confección acu sa una gran cido», cereales, pan y tubérculos, que le hacen la víspera
variedad de formas y estilos. Alrededor de las m uñecas se sus amigos y parientes. Naturalmente, un servicio de cocina
colocan pulseras, constituidas por num erosas unidades, que tan grande requiere num erosas vasijas de barro y platos,
constan de cuentas de coral, vidrio y tagua. Tales pulse­ que le son prestados al prioste por sus allegados. Después
ra s se llevan fuertemente ceñidas, y se extienden desde la de la comida se toma- ininterrumpidamente aguardiente y
raíz de la mano hasta la parte m edia del antebrazo. chicha, h asta la embriaguez, que coincide con la lleg ad a de
Así como en los adornos, h ay en los vestidos una dife­ la noche. Más tarde se quedan todos profundamente dormi­
rencia sexual bien manifiesta. Lo que caracteriza el vestido dos en la habitación principal de la c a sa y en el corredor o
femenino es. entre otras prendas, la camisa, con su pro­ en el patio, h a sta la m añ an a siguiente, en que vuelven
fusión de dibujos, bordados con lan as de colores. Lo que da a la población; ahora, jineteando caballos. Los jinetes corren
fisonomía al vestido masculino es el «poncho», prenda en al galope por las calles y la plaza, deteniéndose brusca­
la que el indio hace g a la de su poderío económico. mente en las esquinas, en tanto la b an d a del pueblo y la
La música d a vuelo a la aleg ría del mojando. orquesta indígena entonan anim ados «sanjuanes», y los ta ­
Son sencillos y en corto número los instrumentos musica­ rros llenan el aire con sus detonaciones. Los músicos toman
les conocidos por los mojando. Consisten en un pequeño tam­ abundante chicha y «trago» (aguardiente) en descansos es­
bor de confección primitiva, que se suspende de los hom­ peciales. llam ados «faunas». Ahora son los fam iliares y
bros por medio de una cinta de cuero y que cae delante amigos del prioste los que se g astan con «tonos» dedica­
del abdomen. La piel apergam inada de oveja de que está dos a éste, y por cuya ejecución la b an d a cobra «un real»
hecho se golpea con dos palitos delgados y cortos. Sencillas por c a d a pieza; es decir, diez centavos ecuatorianos; de
flautas de caña, de diversa longitud, pero que producen modo que p a ra g a n ar un dólar la b an d a deb erá tocar
siempre la misma tonalidad, son también u sad as por ellos. ciento ochenta tonos, repitiéndolos durante la m ayor parte
Las hay de dos tipos principales, según estén dispuestas del día. Así, la música, que al principio es alegre y ágil,
p a ra ser aplicadas en direción antero-posterior a la boca o vuélvese m ás tarde triste y monótona. La suma g a n a d a por
se las coloque en dirección transversal a la misma. Existen los músicos seria realm ente irrisoria si no fuera por el prios­
también, aunque son muy raras, flautas fabricadas de hue­ te y sus acólitos, que los prem ian en cad a esquina reg alán ­
so o de metal, de bronce o de plata. Conocen, por último, doles con m edia botella de aguardiente o con un sucre (diez
la flauta de Pan («rondador»), fabricada con tubos de caña reales). Ahora el prioste jinetea un brioso caballo y enca­
de distintas longitudes, los que se disponen en orden de beza m arcialmente el desfile. Sólo le precede el «toro», que,
tonalidad decreciente a paitir del tono m ás alto, que se en­ provisto de una bocina grande de cuerno, que termina en
cuentra en uno de los extremos del instrumento. Los mo­ un tubo grueso de cañ a llam ado «tunda» o «moya», anun­
jando usan casi exclusivamente el «rondador», de pequeñas cia con aire lúgubre y m arcial la presencia del improvi­
dimensiones, en «miniatura». sado soberano. Este se detiene en c a d a esquina con su
Con tales instrumentos se integra una p equeña orquesta, séquito y presenta serenam ente la c a ra p a ra recibir sobre
en la que intervienen de tres a cinco personas: tambor, flau­ ella una granizada de proyectiles, consistentes en caram elos
ta y «rondador», o un tambor, un «pífano» (flauta de seis a g u ­ y «colaciones» (dulces de azúcar), que le envían los yum­
jeros), un «pingullo» (flauta de un agujero) y uno o dos bos, el loa y otros miembros del séquito. Estos se afanan
«rondadores». Con frecuencia, especialm ente durante los via­ por golpear, «hasta ver la sangre», la c a ra del prioste,
jes largos y durante el pastoreo, un individuo lleva una pues al conseguirlo se g an a n un premio especial. Después
flauta o un rondador, del que se sirve p a ra entonar melodías de un desfile tan lento como ceremonioso, el cual sigue a las
melancólicas en medio de la soledad que le rodea. carreras de caballos, m encionadas antes, se dirigen a la
Llegamos ahora a l momento culminante en la vida de los iglesia, que perm anece abierta.
mojando. El baile, realizado al compás de una música lenta, monó­
La fiesta de San Luis.—P ara un mojando, «pasar» lá fies­ tona y lúgubre, consiste en un cadencioso y diminuto z a p a ­
ta de San Luis constituye el más caro privilegio. H asta tal teo («sanjuanito») de toda la p lan ta del pie, en el que hom­
punto esto es una verdad, que el orgullo de ser hombre no bre y mujer, que no se tocan, miran constantemente hacia el
se justifica sino cuando y a se ha «pasado» esta fiesta. «Pa­ suelo y alguna vez giran sobre sí mismos. El baile se re a ­
sar» la fiesta no significa ser un mero espectador o tomar liza en la habitación principal o en el patio de la casa.
parte en ella como un prosélito o como un beneficiario. «Pa­ Así, entre jornadas de placer y exteriorizaciones de arte,
sar» la fiesta de San Luis es h ab er merecido, durante b re­ transcurre la vida del m ojanda, que reproduce, con h arta
ves días, el honor de convertirse en soberano, con abso­ fidelidad, la forma común del vivir y los ideales del indio
lutos, aunque postizos poderes; es haber merecido la g rata a lo largo de la gran serranía ecuatoriana.
A Q____________________________________________________________________________
Catedral de León
(España). Siglo X I I I .
HISTORIA DEL PESO
P or MI GUEL C A S T R O RUI Z (4.° PREMIO DEL PRIMER CONCURSO
d e TOMAS MONTERO TORRES
F o t o g r a fía s DE REPORTAJES "MVNDO HISPANICO”)

A m oneda usada por los indígenas, no podía s u p lir a a q u e lla que estaban a c o s tu m ­ que éstos, con a siste n cia de p e rito s , y fu n d ie n d o las piezas, c e rtific a ra n la ley y fa b r i­

L brados a usar los conq uista d o re s: pequeños tubos llenos de p o lvo de oro, granos
de cacao, que si eran ú tile s para las necesidades de la tie rra , no podían prestar
nin g u na a yu d a en el com ercio con los europeos.
Y, sin em bargo, en a quellos pequeños tubos, en los tejos de diversos m etales
que los co n q uista d o re s h abían lo grado a d q u irir, estaba la m a te ria p rim a — m a g n í­
fica m ateria p rim a — p a ra la ela b o ra ció n de la m oneda que les p e rm itie ra a d q u irir cu a n to
caran tro zo s desde un to m ín a c u a tro pesos.
El 11 de m ayo de 1535 a p arecía una Real C édula orde n a n d o el e s ta b le c im ie n to de
una Casa de M o n e d a en M é jic o . Y en a b ril de 1 5 3 6 p rin c ip ia b a ésta sus tra b a jo s.
Las ca ra c te rís tic a s de esta p rim e ra m oneda p ro p ia m e n te d ich a fu e ro n fija d a s por la
m ism a real cédula, al o rd e n a r que tenga «de una p a rte , c a s tillo s y leones, con la G ra ­
nada, y de la o tra p a rte , las dos co lum nas, y e n tre ellas un ró tu lo que d ig a Plus U ltra , que
necesitaban de los m ercaderes venidos del V ie jo M u n d o o, para las transacciones que es la divisa del Em perador m i S e ñ o r... y póngase una « M » que se conozca que se h iz o
entre sí re a liz a b a n . en M é x ic o » .
Recurrieron entonces al ingenioso e xp e dien te de pesar el m e ta l, to m a n d o , com o m e ­ La co stu m b re había ya e sta blecido que «peso» fu e ra lla m a d a la u n id a d m o n e ta ria
dida de «peso», el « ca s te lla n o » , que era la m oneda a que más aco stum b rad o s se e n co n ­ en estas tie rra s , y peso se lla m ó a la m oneda así creada. Adem ás, el peso fué m exicano
traban los conq uista d o re s. Y el m e ta l que pesaba lo m ism o que un ca ste lla n o fu é la u n i­ por v o lu n ta d de los m onarcas españoles, m a n ife s ta d a en la orden de que se pusiera
dad m on e ta ria , «el peso». «una « M » que se conozca que se h iz o en M é x ic o » .
Pronto a p a re cie ro n, sin em bargo, las d ific u lta d e s que ta l sistem a tra ía consigo. La La ley de esta m oneda fué de once dineros y c u a tro gram os, lo que en la te rm in o lo g ía
calidad de los m eta le s era d ife re n te y, por ta n to , el peso te n ía d ife re n te s valores, que co n tem p o rá n e a e q u iva le a 9 3 0 ,4 m ilig ra m o s de p la ta p u ra en cada 1 .000.
dieron origen a sus d is tin ta s denom inaciones. A sí, hubo el peso de oro de m inas, el de O ro, p ita y cobre eran acuñados en la fla m a n te Casa de M on e d a . Pero bien p ro n to
oro ensayado, el de oro com ún y el de oro te p uzq u e . Ya que to d avía el oro era el m eta l la p o lític a m o n e ta ria de la m e tró p o li h iz o que se p ro h ib ie ra , por C édula del 2 8 de fe b re ­
más usado. ro de 1 5 3 8 , la a cu ñ ación del oro.
Respecto al oro te p u z q u e tu v ie ro n los conquistadores una e xp e rie n cia sum am ente El cobre ta m b ié n d e jó de acuñarse bien p ro n to , deb id o a una nueva lección que en
valiosa, que v in o a ser d e te rm in a n te , sin duda de la re c titu d con que en a d e la n te se p ro ­ m a te ria m o n e ta ria d ic ta ro n los aborígenes a los co nquistadores. Sucedía que, como no
cedió en la e la b o ra ció n de la m oneda m exicana. a p re cia b a n el cobre, echaban a la lag u n a de T excoco todas las m onedas de ese m e ta l.
Bernal D íaz del C a s tillo , el am eno y ve ríd ico cro n ista de la C o n q u ista de la Nueva A u n q u e el oro v o lvió a acuñarse a p a rtir del 23 de d ic ie m b re de 1 6 7 9 , en que fué
España, nos n a rra con su h a b itu a l se ncillez esta e xp e rie n cia : « O tra cosa ta m b ié n se hizo, le va n ta d a la p ro h ib ic ió n , y o tro ta n to se h iz o con el cobre en los ú ltim o s años de la c o ­
que todo el oro que se fu n d ió echaron tres q u ila te s más de los que te n ía de ley, porque lo n ia y d u ra n te la v id a de M é x ic o in d e p e n d ie n te , ya que la p la ta había a d q u irid o , por su
ayudasen a las pagas, y ta m b ié n porque en aquel tie m p o habían ve n id o los m ercaderes p a rte , u n .s ó lid o p re stig io .
y navios de la V illa -R ic a , y creyendo que en echarle los tres q u ila te s más que ayudasen G ran n ú m e ro de «pesos» de p la ta e n tra ro n rá p id a m e n te a la c irc u la c ió n . La Corona
a la tie rra , y a los con q uista d o re s, y no nos ayudó en cosa a lg u n a , a n tes fu é en n u e stro de España ordenó que fuesen aceptados com o m oneda o fic ia l en todos sus dom inios del
p e rju ic io , porque los m ercaderes, porque a quellos tres q u ila te s saliesen a la ca ­ c o n tin e n te a m e rica n o y de las A n tilla s . O tro ta n to se h iz o respecto a F ilip in a s , y de a llí
bal de sus g anancias, cargaban en las m ercaderías, y cosa que ve n ­ el peso pasó fá c ilm e n te a o tro s varios países.
día n, cin co q u ila te s , y ansí a n duvo el oro de tres q u ila te s te ­ De la im p o rta n c ia de la ocu p ación de m oneda en la N ueva España, y e specialm ente
p u zq ue , que q u ie re d ecir en lengua de indios, cobre.» de la m oneda de p la ta , nos h a b la n e lo cu e n te m e n te las c ifra s que nos p ro p o rcio n a A lb e rto
La fa ls ific a c ió n tu vo , pues, com o e fe cto , que la m o ­ Francisco Pradeau en su « N u m is m à tic H is to ry o f M e x ic o » . Siguiendo las costum bres e s ta ­
neda fuese despreciada a un más a b a jo de su v e rd a ­ b le cid a , d is tin g u e tres épocas en la h is to ria de la m oneda c o lo n ia l m e jic a n a , dando las
dera ley. Y los co n q uista d o re s a p re n d ie ro n así, c ifra s co rrespondientes a cada una de eilas.
con enseñanza que les d o lió en carne v iv a , la En el período de m oneda c o lu m n a ria , que com prende desde 1733 hasta 1 7 7 1, la
necesidad de p re s tig ia r la m oneda m e d ia n te acu ñ ación es com o sigue: 1 9 .5 8 9 .0 1 4 pesos en o ro ; 4 3 1 .8 7 7 . 8 0 5 pesos en p la ta ; y en
un escrupuloso cu id a d o en la e la b o ra ció n . cobre no hubo acu ñ ación .
De Paso llegó a las a u to rid a d e s el c o n ­ G ran cu id a d o se puso en la e la b o ra ció n de esta m oneda, que es la p rim e ra redonda
ve n c im ie n to de la necesidad— ya que hecha en la N u eva España. El Rey Felipe V. al o rd e n a r su e m isión, p re scrib ió «que la
la a m p litu d y le ja n ía de la m e tró p o li p la ta nueva se labrase con el c u ñ o de las reales arm as de C a s tilla y León, y en m edio del
de las tie rra s recién d e scubiertas era escudo, las flo re s de lis, y una g ra n a d a al pie, con la in scrip ció n « F ilip us V . D. G. H is p a -
m uch a — de e sta blece r casas de nae e t In d ia n o ru m Rex», y p a ra el reverso, las dos co lu m n a s coronadas con el Plus U l­
m oneda en el N u e vo M u n d o . tra , bañándolas unas ondas del m ar y e n tre ellas dos m undos unidos con una corona que
Por lo p ro n to , el peso te p u zq u e los ciñe, y por in scrip ció n « U tra q u e U n u m » .
hubo de seguir c irc u la n d o , sie n ­ La in scrip ció n , con el nom bre del Rey, fué v a ria n d o a m edida que se sucedían los
do a ce p ta d o en todas las tra n s ­ m onarcas. Por ta n to , estas m onedas sólo lle va ron el n o m bre de Felipe V hasta 1 7 4 6.
acciones. Pero su p re cio fué Y desde esta fe ch a ha sta 1 7 6 0, el de Fernando V I. F in a lm e n te , se estam pó en ellas el de
c o n tro la d o p o r la in te rve n ció n Carlos I I I , ha sta 1 7 7 1. En las m onedas de oro de este período p rin c ip ia n a hacer su
del A y u n ta m ie n to de M é xico , a p a ric ió n los bustos, ya que éstas llevan los de los tres m onarcas a ludidos.
q u ie n , en sesión del 6 de La ley de las m onedas de p la ta fu é a lg o m enor que la del p eríodo de m oneda m a c u ­
a b ril de 1 5 2 6 , to m ó el q u in a , pues tu v o ú n ica m e n te once dineros, lo que e q u iva le a decir 9 1 6 ,6 m ilig ra m o s en m il.
acuerdo de e x ig ir que el El solo hecho de ser esta m oneda redonda h u b ie ra ba stad o p a ra a b rir más los m e r­
m e ta l fu e ra pre se n ta d o a cados al peso m exican o . Pero a esta c irc u n s ta n c ia vin o a ju n ta rs e la belleza con que fué
los o fic ia le s reales para ela b o ra d a y el p re s tig io de a u te n tic id a d que, a m edida que el tie m p o tra n s c u rría , lejos
de a m ino ra rse , se a fia n z a b a con m ayor
firm e z a .
D u ra n te el período de la m oneda de
bu sto o Carolina, que com prende desde
1 772 h a sta 1 8 2 1 , año en que se consum ó
la in d ependencia de M é xico , se acu n aro n
4 0 .3 3 1 .4 4 7 pesos en o ro ; 8 9 9 .8 9 5 .3 2 7
pesos y 6 4 centavos en p la ta , y 3 9 9 .2 6 5
pesos y 3 2 centavos en cobre.
Es éste q u iz á el período de m ayor auge
del peso m exicano. Especialm ente en A sia
su p re s tig io es in co n tra s ta b le . El Rey C a r­
los I I I , al cre a rlo , por C édula del 2 4 de
se p tie m b re de 1 7 7 2 , no sólo se preocupó
p o r la ca lid a d de la a le a ció n de que d e ­
bía ser hecho, sino que puso to d o su e m ­
SIGLO XVI peño en que fu e ra una m oneda b e lla .
El g ra b a d o r g e neral de España fu é el e n ­
ca rg a d o de revisar una y o tra vez los p ro ­
yectos, ha sta que, dado su v is to bueno,
se p udo p rin c ip ia r la a cuñación.
Las a n te rio re s c ifra s no in flu y e n la m o ­
neda ela b o ra d a en d ife re n te s regiones de
la N ueva España d u ra n te los largos once
años que d u ró la lu ch a que h a b ría de tra e r
com o consecuencia la separación de este
país de la Corona española.
Sucedió que, d u ra n te este la rg o período,
que cu a jó de inseguridad los cam inos t o ­
dos de la N u eva España, por una p a rte ,
quienes lu ch a b an por la in dependencia c a ­
recían fre c u e n te m e n te de m oneda, aun
cuando c o n ta ra n con el m e ta l. Parecía que
se re p itie ra el fenóm eno de la época de la
co n q uista . T u v ie ro n entonces los d ife re n ­
SIGLO XVI tes c a u d illo s que e la b o ra r m oneda en la
m e jo r fo rm a que les era posible. La fa lta
de recursos se tra d u jo , en vez de b a ja en la
ca lid a d , en la elevada ley de las m onedas
así elaboradas, a g ra d o ta l, que eran acep­
tadas a u n en a quellas regiones que no eran
d o m inadas por sus elaboradores. Esto ta m ­
b ié n tu v o por e fe cto , de sg ra cia d a m e n te ,
que la carencia de una lig a co n ve nien te
h icie ra que estas m onedas se d e stru ye ran
— caso curioso— pre cisa m e n te por su b u e ­
na ca lid a d .
D ista n m ucho de ser pequeñas las c a n ­
tid a d es así acuñadas. Solam ente en C h i­
h u a h u a , D uran g o , G u a d a la ja ra , G u a n a ju a -
to , Sobrerete, Z aca te ca s y O axaca, los je ­
fes rea lista s a cu ñ aro n 3 0 .6 1 0 .6 2 2 pesos y
9 6 centavos. Pero sea porque las circ u n s ­
ta n cia s anorm ales en que se e n co ntra b a
el país im p id ie ro n la salida al e x tra n je ro
de esta m oneda, sea porque— com o ya a n o ­
tam os— la ley no sólo era conservada, sino
aun superada en ocasiones, el p re s tig io del
peso m exican o no llegó a verse m enosca­
bado.
Un d e cre to del Congreso de la U n ió n ,
fe ch ad o en agosto de 1 8 2 3, ordenó la n u e ­
va em isión, pero tu v o cuid a d o de p re scrib ir
que se conservasen el peso, la ley y el d iá ­
m e tro de las ú ltim a s m onedas acuñadas
b a jo el rég im e n c o lo n ia l. La ú n ica v a ria ­
ción co n sistiría en ca m b ia r el b u sto del
m onarca por «el escudo de arm as de la
na ció n m exican a , con la in scrip ció n : R epú­
b lica M e x ic a n a , en el anverso, y en el re ­
verso, un g o rro en que d ig a d ia g o n a lm e n te :
L ib e rta d » .
Logró al fin im ponerse al á g u ila m e x i­
cana en fo rm a d e fin itiv a , hasta que nuevos
fa cto re s v in ie ro n a hacer que el peso fu e ­
ra e lim in a d o de la m ayoría de los mercados.
En los Estados Unidos, donde el peso
m exican o era a ce p ta d o com o m oneda co­
rrie n te , se tra ta b a de establecer la p ro p ia ,
con e lim in a c ió n de todos los demás. Ib e ­
roa m é rica casi en su in te g rid a d se había
in d e p en d iza d o de España y cada una de
sus re p ú b lica s buscaba el e s ta b le c im ie n to
de una m oneda n a cio n a l. En A sia p rin c ip ia ­
ba a im ponerse la m oneda c h in a , y o tro
ta n to a co n te cía con las m onedas e m itid a s
por las p o ten cia s co lo n iza d ora s, e sp e cia l­
m ente In g la te rra y F rancia. Pero aun en
esto ú ltim o se descubre la in flu e n c ia del
a n tig u o peso m exican o , pues todas estas
m onedas fu e ro n hechas te n ié n d o lo como
m odelo.
F in a lm e n te , y c o n trib u y e n d o ta m b ié n al
re tiro del peso. M é x ic o d e cid ió d e ja r el a n ­
tig u o e s tilo de expresión de la ley de la
m oneda en d ineros y gram os, para h a c e r­
lo por m edio de c ifra s d e n tro del sistem a
m é tric o de cim a l.
Por e llo , el sig lo X I X — en el cual hubo
tres em isiones d is tin ta s , sin c o n ta r las h e ­
chas por los efím eros im perios de A g u s tín
de Itu rb id e y M a x im ilia n o de A b sb u rg o — ■
te rm in a con un re tiro casi general del peso
de los m ercados e xtra n je ro s. P o ste rio rm e n ­
te, los d ife re n te s cam bios en la a cu ñ ación
y la d is m in u c ió n de la ley han hecho que
este re tiro casi llegue a lo d e fin itiv o , c o n ­
fin á n do se a los lím ite s de la R e p ú b lica , sie n ­
do la p la ta en b a rra s, en onzas tro y o en CON MARCAS
o b je to s labrados la que lleva el m ensaje m i­ ORIENTALES
nero de M é x ic o a diversos países, del m undo.

ACUÑADO POR MORELOS


Por e! com ino venía él en la niebla rozada de
la mañana. Traía al cuello una cadena de per­
Necesito el calor de tu mirada, las y el sol le daba en la frente. (R. Tagore) ¡Oh, viento del otoño!
tan dulce y triste como ga rza herida. Tus olas regocijan las danzas pastorales
Necesito tu voz adormecida y en tu caudal paseo mueves dulces cendales
como nube en amor transfigurada. en la flor de la espiga,
maravilloso viento del otoño.
(Federico Muelas) (Carlos Peílie?

M ira el ave feliz. El am plio cielo De marfil blanco era la frente, ¡Ay, qué terrible cinco de la tarde!
se puebla de la dicha de sus alas de marfil rosa las mejillas Eran las cinco en todos los relojes,
y es el espacio una caricia inmensa y de marfil ensangrentado eran las cinco en sombra de la tarde.
que se siente en la piel como otra alma. eran los labios de mi niña.
(F. García Lorca)
(Rafael Morales) (E. Fdez. Arrondo)

Ñeque, que se vaya el ñeque.


Güije, que se vaya el güije.
Las turbias aguas del río
son hondas y tienen muertos.
(Nicolás Guillén)

CARMINA BENGURIA
De Cuba la b e lla , de La H abana d u lce y cadenciosa, que
huele siem pre a g u ayaba y a raspadura de coco, nos viene Date lenta, date rápida
y me sacies y me entregues el cielo mío,
Y su boca, de súbito, caía del lado de los besos. ahora esta m a g n ific a in té rp re te de la poesía contem poránea los limos y la sangre de toda mi gente.
El verano la tenía en la palm a de la m ano hecha de amor. - la cubana C a rm in a B e n g u ria — , que acaba de o b ten e r un (Gabriela Mistral)
¡Oh, qué melancolía! resonante tr iu n fo en sus recita le s del A te n e o de M a d rid .
(Eduardo Carranza)
;

a nu a n n u n n ios uns nus


A unidad lingüística del país ha hecho que los ciudadanos de los Estados Unidos no
E SToS LiBRO S
L se preocupen de otro idioma más que del inglés. Pero las más estrechas relaciones
que en los últimos años se han establecido con diferentes partes del mundo, han
ejercido una gran influencia sobre el aprendizaje de idiomas en Norteamérica. Constan­
temente aumenta el número de alumnos matriculados en las modernas academias de
¡diomas. El más popular de todos es el español. En efecto, hoy día es el "segundo idio­
«RUEMOS LEÍD O S
ma” en los Estados Unidos. Las clases del español experimentan un aumento incesante
en número e importancia, siendo sin precedentes el número de personas que los maes­
tros de español agregan a la larga lista de los americanos que ya hablan esta lengua. a Jdía, sino de servir a Imismo tiempo co* objetividad»
gracia y amor a la tarea de un mutuo conocimiento
y acercamiento entre los pueblos de la comunidad es-
ESTADISTICAS DEMOSTRATIVAS LAS LITERATURAS HISPANICAS pitirual hispánica.
Acabo de term inar la lectura del volumen con que
Esta afición se ha desarrollado por todos los ámbitos del país, como lo demues­ se inicia esta colección de textos poéticos. El azar ha
querido, para mayor fortuna, depararnos como fruto
tran las estadísticas de la matrícula en los colegios, universidades y escuelas priva­ primero la antología de un diminuto, apartado, des­
das. Por ejemplo, en la ciudad de Nueva York la matricula de español en los Insti­ Debemos al fecundo, agudo y erudito conocido país centroamericano (t). Llevados de la
tutos de Segunda enseñanza particulares experimentó un aumento máximo durante el ensayista, profesor de literatura y crí­ mano tutelar de Rubén Darío, entramos en el cerrado,
en el maravilloso mundo poético de la pequeña Nica­
período de 1941-42, que representaba un 37 por 100 más de la matrícula del año ante­ tico, Guillermo Díaz-Plaja la feliz idea ragua. Porque en seguida nos percatamos de que aca­
rior. Apenas ha decaído esta cifra máxima alcanzada en el año 1942-43, y en los poterio- de publicar una Historia bamos de descubrir un mundo nuevo, y aunque ua
res ha aumentado considerablemente. No es éste un fenómeno aislado, pues durante el general de las Literaturas poco más modesta, y entrañablem ente, que el adoles­
cente John Keats al leer por vez primera las traduc­
año 1946 una inspección efectuada en 101 colegios de los Estados Unidos reveló que la hispánicas, cuyo primer ciones homéricas de Chapman, también nosotros nos
matrícula de español había aumentado un 21,54 por 100. Y en el año siguiente, 526 cole­ volumen saludan estas lí­ sentimos poseídos por un parejo movimiento de sor­
gios y universidades informaron sobre un aumento que superaba el 27 por 100, a pesar neas (1). La obligada bre­ presa:
de que la guerra había hecho disminuir la afluencia de los alumnos a los colegios. vedad de ellas es dolorosa ”Then felt I like some vtatchcr of tke skies
Pero al terminar aquélla, el canon estudiantil se incrementó y la estadística de 1948 en ocasiones como ésta. When a new planât switns into his ken.n
muestra que el idioma español sigue manteniéndose a la altura alcanzada. Hoy día es En primer término, el
más popular que el francés y el alemán. España, su gobierno e instituciones, litera­ Sorpresa, sí, en la elección misma de los poemas»
ambicioso y noble propó­ mil veces amados y leídos, del propioRubén. El cri­
tura y filosofía, así como sus grandes contribuciones al desarrollo cultural del Nuevo sito no puede ser más acer­ terio con que ha sido hecha su antología es, decidida­
Mundo, son temas del especial agrado del hombre medio estadounidense. tado. Supone la realización mente distinto del usual. Pocos de sus versos más co­
Otra investigación que hizo el profesor Willian C. Zellars, auxiliar de español en nocidos y triunfales figuran en estas páginas. Conoce­
del modo de concebir nues­ mos ahora, por vez primera, un Rubén hecho desde
la Universidad de Florida Meridional y gran autoridad en materia de literatura es­ tra historia literaria que Nicaragua, visto desde Nicaragua, empapado en su
pañola, demostró que las clases de español en 110 universidades de primer orden ha­ tuvo Menéndez Pelayo, patria intimidad. La experiencia es, indudablemente,
bían aumentado cerca de un 50 por 100. Y de la misma manera, un desarrollo seme­ muy acertada, y la versión de Rubén que aqui se nos
para el cual ésta debería brinda sirve maravillosamente a los fines que presiden
jante se ha verificado en los últimos años en los Institutos. El Estado de Tejas ha in­ abarcar los tres romances peninsulares, y e inspiran este nuevo Cuerpo poético.
cluido el castellano en el programa de los cursos de los chicos de nueve a trece años no sólo el castellano. El plan de Díaz- Porque la mayor y mejor parte de la poesía nicara­
de edad, habiendo editado más de 75-000 ejemplares de texto en español. En la ciudad güense posterior a Rubén, y muy singularmente la del
Plaja recogerá todas las literaturas hispá­ grupo de poetas unidos en torno a Coronel Urtecho,
de Corpus Christi (Tejas) están estudiando nuestro idioma más de 5.000 alumnos. nicas, desde las latino, arábigo y hebraico- es incomprensible sin ese Rubén vernáculo, familiar,
hogareño de Nicaragua, paisano inevitable, como el
españolas hasta la castellana, la galaica y propio Coronel le llama en una oda que, al socaire de
LAS ESCUELAS PARTICULARES AUMENTAN LOS CURSOS la catalana, añadiendo incluso la vascuen­ su desenfado, esconde no poca ternura, y que también
ce y, por supuesto, toda la vasta produc­ era, acaso, inevitable en el momento en que fué escrita.
Las estadísticas que se mencionan aqui no comprenden todos los tipos de escuelas Ciertamente, de ahí parte, del modernismo poétic#
ción hispanoamericana y la filipina. Esta americano y, simultáneamente, de la lírica española del
existentes en los Estados Unidos, pero el aumento que en ellas se observa refleja el de las inmensa floración literaria se estudiará en noventa y ocho, ese amor directo, entrañado, vincula-
restantes. La escuela Berlitz, que es uno de los mayores centros particulares de idiomas tres volúmenes formados por monografías tivo, del poeta a la tierra natal, a la historia y a la
a cargo de especialistas. El procedimiento prehistoria natal, que hace cantar, por ejemplo, a
de todo el mundo, informa que durante los últimos cuatro años la matrícula para las Pablo Antonio Cuadra con acento tan genuino:
clases de español ha experimentado un aumento de más de un 500 por 100. El mayor se aplica con frecuencia en la actualidad;
aumento se observó en el año 1940, época en que se inició la enorme expansión del su ventaja está en la perfección de cada "Voy a enseñarte a ti, hijo mió, los cantos que ni
uno de los sintéticos trabajos, y su in­ [pueblo recibió de sus mayores
español a través de todo el país. Actualmente esta organización, que tiene establecidas cuando atravesamos la tierra y el mar
escuelas desde Nueva York hasta California, emplea maestros de español en propor­ conveniente en la variedad de criterios; para morar junto a los campos donde crece el alimente
ción tres veces superior al conjunto de todos los maestros de los restantes idiomas. pero, en cierto modo, como dice el direc­ [y la libertad.
Aqui, tal vez, al paso del sol, llegó el primer latido de tu
El Centro Español de Idiomas es una escuela privada de Nueva York, destinada tor de esta obra, con ello se sirve a la [sangre,
exclusivamente a la enseñanza del castellano, siendo la mayor en su género; según vez el interés de la minoría erudita y de cuando una doncella virgen se inclinaba para recoger
sus estadísticas, la matrícula de español en 1941 aumentó en casi un 100 por 100 res­ la mayoría curiosa. [la espiga
Se abre la Historia con una admirable y una flor cualquiera era suficiente para concertar uns
pecto a la del año anterior. Además, el departamento de traducciones de este centro [sonrisa
(que traduce material destinado a las casas comerciales) ha aumentado en un 100 introducción de D. Ramón Menéndez Hombres valientes nos han antecedido. Mujeres fuertes
por 100 el volumen de su trabajo durante los dos últimos años. Otro aspecto que re­ Pidal, maravilla de saber y de estilo di­ [como los vientos de enero
dáctico. Si lo que Díaz-Plaja ha conce­ que no decaen bajo la ardiente cólera del astro,
vela igualmente la afición a todo lo español es la gran cantidad de personas que y aqui dejaron sus cuerpos para nutrir tu resistencia
acuden a los cinematógrafos en que se proyectan películas habladas en dicho idioma. bido tiene algo de ópera, la caracteriza­ [desde los pies,
Son muchos los nuevos locales que se han dedicado a ello, en vista de la gran clientela ción preliminar de la literatura española para subir a tu palabra como crece el mai{ a la altura
que suponen los ciudadanos que se están dedicando al estudio del castellano. Ade­ es su gran obertura. Ella demuestra [del hombre
y vigilar desde tus ojos recios en todo este horizonte de
más, las estadísticas de la radio indican que esa afición a lo hispánico es general. La hasta qué extremos de rigor y concisión [nuestro dominio.
estación WOXR, de Nueva York, ha organizado en los últimos años un programa puede llegar la historia literaria científi­
educativo llamado "Aprended español". Este programa se radia durante la tarde, y camente elaborada. Mirada tan rápida, Pero todo el poema es bellísimo, hondamente sig­
nificativo, y seria necesario reproducirlo en su inte­
a pesar de que a esta hora no suele ser grande el número de oyentes, han escrito más plenaria y densa deberá, sin duda, ser gridad, hasta el trémulo amor nicaragüense de sus
de 14.000 personas pidiendo la lista de palabras ofrecidas por la emisora. objeto de rectificaciones sílabas finales. Dentro de esa linea ha escrito o trt
La Prensa es un periódico escrito en castellano que se publica en Nueva York; su y complementos; pero Pablo de América su Canto general a Chile y su Macha
Pichu; al borde de esa misma corriente está tambié*
tirada está aumentando constantemente. Hace dos años, cuando comenzó a publicar perdurará inalterable en el magnífico Compadre Mon, del dominicano Manuel
diariamente una sección dedicada al estudio del idioma en que se publica, aumentó muchas conclusiones y se­ del Cabrai, y la poesía mejicana de Ramón López Ve-
mucho la demanda de ejemplares. Hace cinco años, este periódico inició la venta de guramente en su integri­ larde, y la ecuatoriana de Carrera Andrade, y tantas
y tantas más. Cada una con su sabor, con su peculiar
libros españoles. La venta anual es ahora seis veces mayor que en el primer año. dad en cuanto fruto ma­ colorido, con el adensado aroma de su terruño nativo.
La Biblioteca Pública de Nueva York tiene 7-000 libros españoles, que son leídos duro y espléndido de una ¿Qué interés puede tener nuestra discrepancia con Er­
todos los años por más de 30.000 personas. El número de lectores han aumentado en época de investigación. nesto Cardenal (el penetrante, el elegante prologuista
de esta nueva poesía de Nicaragua) acerca del mayor
las salas y bibliotecas de la Hispànic Society of America (en la ciudad de Nueva York) Contiene este primer o menor valor de algún poeta, concretamente con el
y en el Hispànic Room de la biblioteca del Congreso Norteamericano. Han experimen­ volumen el estudio de las que parece conferir a Alfonso Cortés, acendrándolo
tado un aumento incesante algunas publicaciones escolares, como la revista Híspanla, literaturas hispánicas has­ hasta la altura de San Juan de la Cruz? La maravilla
de Carlos Martínez Rivas nos basta. En él está la más
publicada por la Sociedad Americana de Maestros de Español; el número de socios ta 1400 y va precedido de alta promesa de la pequeña y universal Nicaragua
es cada vez mayor. Ha aumentado también la asistencia de alumnos al Centro de la introducción citada y poética.— Leopoldo P anero .
Instrucción Interamericano, en Wáshington, adonde acuden oficiales del Ejército y de un esquema historiográfico debido al
de la Armada, aparte de estudiosos particulares. director de la publicación. El mismo firma ( 1 ) Nueva poesia nicaragüense. Ediciones Cultura
Esta clase de interés por todo lo español tiene sus antecedentes. Desde los primeros otro de sus capítulos, y a su lado Dolç, Hispánica. Madrid, 1949. 512 páginas.
tiempos de la historia de los Estados Unidos era enseñado el idioma español. Ya en 1766 el P. Madoz, Millás Vallicrosa, Terés,
había clases de este idioma en la Universidad de Pensilvania. La famosa cátedra Smith, Gonzalo Menéndez Pidal, Montoliu, Juan
que tanto ha hecho por la difusión del idioma de Cervantes en los Estados Unidos, fue A. Tamayo, Lapesa, Bohigas, Filgueira,
fundada en la Universidad de Harward en 1816; en los restantes colegios, los estudiosos Rubió Balaguer y J. Carreras Artáu.
de español se establecieron hace mucho tiempo: en Yale, en 1826; en la Columbia Uni- Monografías valiosas que nos anticipan
versity, en 1830, y en el colegio de Nueva Jersey (ahora Princeton), en 1830. lo que ha de ser esta amplia y, en su Temas de Europa y del Mundo
método, única vision de las Literaturas
hispánicas tan inteligentemente conce­
GRANDES BIBLIOTECAS ESPAÑOLAS bida y realizada.—J. L. Vázquez Dodero.
Existen bibliotecas muy notables en algunos centros educativos, tales como la His- B ajo el sugestivo títu lo de Temas de
(i) HISTORIA GENERAL DE LAS LITERA­ Europa y del M undo (i), M ario Fernández da
PanicSociety of America, la Universidad de Harvard y las Universidades de Pensilva- TURAS HISPANICAS, bajo la dirección de D. Gui-
¡ha, Chicago, California, Tej as y Universidad Católica Americana. Las dos ultimas insti­ llermo Díaz-Plaja. Con una introducción de D. Ramón Soto, u n iv ersitario colom biano, político en
tuciones poseen una inapreciable colección de 40.000 volúmenes, especialmente referen­ Menéndez Pidal. I. Desde los orígenes hasta 1400. la línea del conservatism o, sagaz diplom á­
Editorial Barna, S. A. Barcelona. tico y siem pre exacto observador y ensa­
te a Hispanoamérica, regalados por el estadista brasileño Manuel de Oliveira Lima. y is ta d o ctrin al, h a reunido en un volum en
En un resumen sobre el actual uso del español en los Estados Unidos, Henry Granan
P,?yle, de la Directiva de la George Wáshington University, escribió en un articulo pu­ artícu lo s nacidos al fuego de su ex p erto
blicado en la revista Hispania: "Las clases de español se han multiplicado en todas a n d a r p o r el escenario de E u ro p a y del
M undo.
Partes. Los financieros de Wall Street y sus empleados desgastan los codos en clases
especiales de español, a las que acuden después de la hora de trabajo. Los empleados NUEVA POESIA NICARAGÜENSE C orresponde la p rim era p a rte al análisis
hel Gobierno y sus jefes de Wáshington se reúnen de sobremesa, o después de la labor de los problem as que el m ovim iento re v o ­
.iaria, para estudiar español o portugués. Los círculos femeninos organizan clases espé­ lucionario de la R epública crea .en E sp añ a
jales. La matrícula de español ha aumentado grandemente en colegios y universidades Las Ediciones de Cultura Hispánica han iniciado en 1 9 3 1 : consecuencia in m ed iata y lógica,
recientemente una empresa de vasto aliento y alto la guerra civil de 1 9 3 6 - 3 9 .
! eti la mía, casi un 50 por 100—, así como en los Institutos de Segunda enseñanza. rango: la publicación del Cuerpo poético contempo­
Era muy natural que el español llegase a ser el "segundo idioma^ de los Estados ráneo de las veintidós naciones que hablan español
piídos, pues la Península Ibérica, desde los tiempos de Cristóbal Colón, ha jugado en el mundo. No se trata simplemente (que ya sería (1) Mario F ernández de 'S oto: TEMAS DE EU­
atl papel fundamental en el desarrollo del Nuevo Mundo.—JUAN .-OSADA bastante) de un monumento literario viviente y puesto ROPA Y DEL MUNDO. Bogotá.
E l d o cto r F ernandez de Soto, au to rid a d tribuye con gran eficacia el escrupuloso de América, y así, los diarios reflejan
de p rim er orden, con im pulso h isp an ista, estudio médicolegal llevado a cabo sobre esta política, poniendo siempre de re­
ro m p e u n a lan za p o r el ho n o r de la M adre
P a tria , salpicado de falacias m ás crueles
c u a n to m ás fratern as. E l es prim icerio
los restos momificados de la Duquesa. Es
acaso la aportación más valiosa de esta
obra, cuyo espíritu de verdad campea
lieve, primero, lo bien que habían reci­
bido las provincias americanas la vuelta
del Rey al trono y al absolutismo, y des­
B ib l io t e c a ^
ab an d erad o que dice la v erd ad ; su voz lealmente servido. pués, negando la importancia de los acon­
su ena con fuerza m a tin a l que rom pe la J.-L. V. D. tecimientos y tratando de demostrar la T E A T R A L
b ru m a de las p ro p ag an d as h ab lad a s y es­ facilidad de una pronta reconquista. Administración: Avenida José Antonio, 11, 5.*
c ritas. B uen paladín, el d o c to r F ern án d ez El libro de Jaime Delgado es una ame­
de Soto, p a ra causa ta n buena. na ampliación comentada de las noticias M A D R I D
L a segunda p a rte v a p ro lo g ad a p o r el aparecidas en los periódicos, de gran va­
m u y conocido y ad m irad o F ran cisco G ar­ lor para futuros trabajos, puesto que Ptas.
cía Calderón, cu y a firm a afian za los p re s ti­ El tema de la Independencia con él ha sabido abrir un camino inex­
gios del noble P erú. P izarro y X im énez de plorado donde muchos pudieran per­ 3. Garcilaso de la Vega, de M. Tomás. 1,50
Q uesada re to rn a n al V iejo C on tin en te. derse. Estimo, sin embargo, que falta 4. Suspenso en amor, de Ladislao Fo-
P iensan, d u ra n te la trav esía , lo cercano a Tiempos ha, cuando el que esto escribe una reseña completa, en lo posible, del dor, traducción de Tomás Borrás 1,50
material empleado y la bibliografía con­ 5. ¿Quién...?, de J. Ramos M a rtín ... 1,50
ellos de un Im perio; el César se llam a Car­ regentaba la cátedra de Historia de las 6. Mi niña, de Fernández y Quintero. 1,50
los de A ustria; escuchan el ru m o r teológico Instituciones de América, encomendó a sultada por el autor, ya que ambas cosas 7. Cancela, de O ch aítay R. de León. 1,50
de T ren to ... E llos son el H u m an ism o y el uno de sus alumnos trabajo semejante al ayudarían a la labor del investigador fu­ 8. La infeliz vampiresa, de T o rrad o .. 1,50
turo, al no tener que servirse de textos 9. Gente de bulla, de José T ellaeche.. 1,50
R enacim iento español de S alam an ca, el que hoy comento, que no pudo ser termi­ 10. Amuleto, de Paso (hijo) y S á e z ... 1,50
B arroco de Loyola. L u te ro no c u e n ta . nado. Hago esta indicación porque siem­ ya manejados y empleados por el histo­ 11. El señorito Pepe, de Luis de Vargas 1,50
C um plido el viaje, no recu erd an el p aisaje pre estimé como tema del mayor interés riador, aunque no fueron señalados. 12. Gloria Linares, de A. Casas Bricio. 1,50
14. ¡Y vas que ardes!..., de F. Ramos
nuevo. V ersalles y las T ullerías, el L o u v re el que ahora nos ofrece Jaime Delgado Algunas veces no ha conseguido ex­ de Castro y Manuel López Marín. 2,00
y los Cam pos Elíseos les a tra e n . R ousseau, con su reciente libro. presar con la claridad debida un pensa­ 15. En poder de Barba Azul, de Luisa
la E nciclopedia, el E sp íritu de las Leyes, Conocer a fondo cuál fué la impresión miento o idea, lo cual obliga al lector María Linares y Daniel España. 2,00
concienzudo a meditar sobre el texto, 17 . Madrinita buena, de Pérez y Pérez. 2,00
N apoleón... P izarro cree que to d o puede que en el pueblo español produjo el hecho 19 . María Antonieta, de Ardavín y Mà­
ser Civilización cristian a y occidental. H a de la inde- como, por ejemplo, en las páginas 14 y 15, fies .................................................. 2,00
ido un poco m ás lejos al térm in o que espe­ pendenciade en las que dice: "El 25 de mayo de 1810, 22. El gran tacaño, de Paso y A b a ti.. 2,00
fecha de la subversión de Buenos Aires, 28. Un timbre que no suena, de H aro.. 2,00
ra b a . X im énez de Q uesada q uiere m ejor América, a 29. La dama duende, de P. C alderón.. 2,00
en lazar con T ren to a tra v é s de M ariana, JAIME OflGAIKJ
través de la la "Gaceta” de la Regencia de España e 30. Tú gitano y yo gitana, de C. Bricio. 2,00
G racián, Solórzano P ereyra, Isla, Ceballos, prensa del Indias no publicaba más noticia de Amé­ 32. ... Y creó las madres, de C. Bricio. 2,00
D onoso Cortés, B alm es, M enéndez y Pe-
LA INDEPENDENCIA rica que una de La Habana que daba a 33. Madre (el drama padre), de Jardiel. 3,00
BE AMERICA país, es em­ 34. Los cuatro robinsones, de G arda
layo, M aeztu... N os dam os la m ano, y los presa lauda­ conocer la apertura de una suscripción...” Alvarez y P. Muñoz Seca........... 2,00
corazones de allende el m ar y los n u estro s EN LA PRENSA ESPAÑOLA El lector no avisado podrá pensar que era 35. Dios te ampare, Los galgos, La afi­
bilísima, ya ción y El mejor de los mundos,
la te n al unísono. no sólo por difícil conocerla el mismo día de ocurrir, de Antonio Ramos M artín........ 2,00
F ern án d ez de Soto h a nacid o en Colom­ su valor his­ ya que no existía todavía el telégrafo. 38. La sobrina del cura, Los milagros
b ia en g en d rad o p o r E sp añ a, y se sien te tórico de co­ Por la importancia del trabajo es por del jornal, de Carlos A rniches.. 2,00
m ás colom biano c u an to m ás se acerca a lo que he querido señalar estas imper­ 39. Como tú me querías, de N av arro .. 2,00
nocimiento e 41. El primer rorro y La casa de los
ella y la conoce.— I. A renillas L . de Chaves. información, ceptibles maculas, que no quitan valor milagros, de Paradas y Jiménez,
sino por su al trabajo realizado por J. D., cuyo libro y Presentimiento, de J. F. Roa. 2,00
será uno de los más consultados, por su 42. ¡Consuélate, Laureano!, de Lucio. 2,00
valor de ex­ 44. Blanca por fuera, rosa por dentro,
periencia en honradez y seriedad científica, de todos de Enrique Jardiel P o n cela.. . . 3,00
situaciones los estudiosos e historiadores dedicados 46. Mi señor es un señor, de F. Sevilla. 2,00
a los temas americanistas.—Santiago 47. ¡La condesa está triste!, de Arniches 2,00
y contingen­ 48. El ardid, de Pedro Muñoz S eca.. . 2,00
LA D U Q U E SA DE ALBA cias sim ila­ M agariños. 49. Don Verdades, de Carlos Arniches. 2,00
50. ¡Mujerclta mía!, de A. Paso, López
res, que viene a ayudarnos en la tarea de Monis y José Pérez López........ 2,00
procurar establecer una teoría de la sensi­ 51. La fiera dormida, de A rniches.. . . 2,00
bilidad española en los tiempos difíciles. 52. Pastor y Borrego, de García Alva­
El tema de la vida de la famosa Duque­ El autor de esta monografía (i) sigue rez y Pedro Muñoz Seca............. 2,00
sa de Alba, María Teresa Cayetana, cono­ 53. Ya conoces a Paquita, de Arniches. 2,00
cida vulgarmente con este último nom­
a través de los artículos y noticias publi­ LIBROS RECIBIDOS 54. Ha entrado una m ujer, de D eza.. . 2,00
cadas en la prensa española de comien­ 55. La señorita Polilla, de D. E sp a ñ a .. 2,00
bre, ha tentado de nuevo la curiosidad zos del pasado siglo la impresión que pro­ 56. Los que quedamos, de Cenzato.. . . 2,00
española, representada esta vez en tres 58. Para ti es el mundo, de A rniches.. 2,00
dujo la separación de América en un sec­ 60. La Prudencia, de F. del V illar.. . . 2,00
médicos que se han propuesto explorarlo tor amplio del público español y el modo Hispanoamericanos 61 . Las cosas de la vida y Mentir a tiem­
técnicamente (i). cómo evolucionó, con el tiempo, seme­ D an iel S argent: L a conquistadora (¿Quién
po, de M. Seca y P. Fernández.. 2,00
Encarna la Duquesa de Alba como na­ 62. No te ofendas, Beatriz, de Carlos
die una situación histórica en la cual lo jante impresión. Va ordenado el estudio c o n q u istó los E sta d o s U nidos?). B uenos Arniches y Joaquín A bati........ 2,00
cronológicamente, comenzando por re­ Aires. 63. Martingala, de Pedro Muñoz Seca
nacional ha coger la huella que las primeras noticias B e a triz Schulze A rana: Por la escala del en­
y Pedro Pérez Fernández........... 2,00
traspuesto su 64. Las tres B. B. B., de Luis Tejedor
c e n tr o de dejaron en los periódicos para terminar sueño. (F a n ta sía en verso en un a c to y y Luis Muñoz Lorente............... 2,00
gravedad alo en 1825, época en que se había consu­ seis cuadros.) L a P az (Bolivia), 1 9 4 9 . 65.
66.
La mentira del silencio, de J. Maura
Ambición, de Suárez de D e z a ....
2,00
2,00
c a s tiz o , al mado la pérdida de las provincias ame­ B e a triz Schulze A rana: E n el telar de las 67. Las siete vidas del gato, de Jardiel. 3,00
acentuarse el ricanas y el hecho había perdido ya su horas. (Poem as.) L a P a z (Bolivia). 68. ¡Catalina, no me llores!, de D eza.. 2,00
interés periodístico. E n riq u e V ergara R obles: Biografía de don 69. Con los brazos abiertos, de Navarro 2,00
abandono de Confiesa el propio autor que el trabajo L u is Barros Borgoño. S an tiag o de Chile,
70. La plancha de la Marquesa, de Pe­
SU TIEMPO su función realizado no es exhaustivo. No ha exa­ 1948 . 71.
dro Muñoz Seca...........................
La chica del gato, de Arniches-----
2,00
2,00
Ter lot Skxloru
por parte de minado toda la prensa periódica, sino J . M. S an z-L ajara: Cotopaxi. E d ito ria l A me- 72. El puñao de rosas, de Arniches y
'ÜL·nca i/c fo
- 7*190 Thxaûl la clases di­ que se ha ceñido tan sólo a unos cuantos, ricalee. B uenos Aires. Asensio Más, y Alma de Dioa, de
'íinx TtUnio Arniches y García Alvarez......... 2,00
rectoras. Con los más representativos de cada época y M atías Conde: Sol en los pomares. (Poem as 73. Los chatos, de Pedro Muñoz Seca
mucho senti­ los que con más atención se ocuparon del de A sturias.) E d ito ria l M alvís. M éjico, y Pedro Pérez Fernández........ 2,00
do histórico problema. Creo que los elegidos son sufi­ 194 8 .
74. La verdad de la m entira, de Pedro
brindó d ’Ors, Muñoz Seca................................... 2,00
en su V ivir cientes para podernos ofrecer un ambien­ D o cto r A ugusto R . Jacom e: Democracias 75. Cuando a Adán le falta Eva, de
te general, sin necesidad de agotar la to­ totalitarias. (Folleto.) Q uito (E cuador). A co sta........................................... 2,00
de Goya, a los talidad de las publicaciones de entonces. 19 4 9 .
76. La frescura de Lafuente, de García
futuros bió­ Alvarez y Pedro Muñoz S e c a .. . 2,00
idiÜonejy 'hl·ticaaenta üpcukrtai. J'.qi grafos de la Leídas todas ellas cabe preguntarse: Jo rg e Vocos L escano: Sonetos anteriores. 77. La patria chica y La mala sombra,
Duquesa, un ¿Cómo ha reaccionado siempre el pueblo B uenos Aires, 1 9 4 9 .
78.
de S. y J. Alvarez Q u in tero .. . .
La Montería y Cartas son cartas,
3,00
EPESA español ante semejantes noticias y acon­
"Madrid par de datos de Ramos M artín......................... 2,00
que la carac- tecimientos? Yo dividiría, con el fin de Españoles 79. Tú y yo somos tres, de J a rd ie l.. . . 3,00
estudiar el problema, al verdadero pueblo 80. Cándido de día, Cándido de noche,
t e r i z a n de del grupo dirigente. Al primero no le han G ánd ara-M iran d a: H istoria de la Literatura de E. Suárez de D eza................. 3,00
"filósofa” en la significación que el tér­ 81 . El Padre Pitillo, de Arniches (extra.) 4,00
mino tenía en su tiempo: su educación preocupado mucho de momento las gra­ Española. (E n cu ad ro s esquem áticos.) 82. El mal de amores y La reina mora,
ves situaciones de la historia española. Precio, 3 5 p esetas. E p esa, M adrid. de S. y J. Alvarez Q u in tero .. . . 3,00
enciclopedista, según los principios del A lo más, le han interesado como materia Ig n acio R om ero R aizábal: A lm as distantes. 83. La señorita Angeles, de M. S e c a .. 3,00
Emilio, de Rousseau, y el testamento en de discursos o de propaganda, y vayan (N ovela.) 2 5 p esetas. L ifesa. M adrid.
84. La revoltosa y Las bravias, de José
López Silva y Fernández Shaw.. 3,00
que dejó herederos a sus criados. ¿No di­ como ejemplo esa independencia de C harles J. Me F ad d en : L a filosofia del co­ 85. La cruz de Pepita, de A rniches.. . . 3,00
bujan cumplidamente estos dos hechos el América, un Cavité o un Annual. ¿Indi­ munismo. Precio, 6 5 pesetas. E d ito ria l 86. Agua, azucarillos y aguardiente y
ambiente social y la fisonomía individual El chaleco blanco, de R. Cardón. 3,00
de doña María Teresa Cayetana? ferencia? ¿Desgana? ¿Falta de prepara­ S .E V E .R . V alladolid. 87. El Goya y La Nicotina, de P. Muñoz
ción? Convendría construir científica­ M iguel M artínez del Cerro: Oro. (Poesías.) Seca y Pedro Pérez Fernández.. 3,00
Pero la indagación clínica de los docto­ P recio, 2 8 pesetas. E scelicer, S. L., M a­ 88. Nocturno, de E. Suárez de D eza.. . 3,00
res Blanco Soler, Piga y Pérez de Petinto, mente la doctrina. 89. El Sosiego, de José de Lucio........ 3,00
sin dejar de buscar en la nueva psicología En el caso que ahora exhumamos, el d rid . 90. Un alto en el camino, de El Pastor
autor recoge la huella señalada en la O rtiz de V illajos: Gitanos de Granada. ”L a Poeta.............................................. 3,00
y en profusas citas de varia lección el con­ Z a m b ra ” . Prólogo: A n tonio Gallego y 91. Usted tiene ojos de m ujer fatal, de
curso para esclarecer el carácter e ilumi­ prensa, que no representa más que la E. Jardiel Poncela....................... 3,00
nar sombríos pasajes de la vida de la Du­ política que el Gobierno siguió al encon­ B u rin . F o tografías: T orres M olina. D ib u ­ 92. Las "cosas” de Gómez, Clemente el
trarse con semejante fenómeno. No hay jos: Gil T o v ar. V ersiones m usicales: Bonito, y Lola, Lolilla, Lolita y
quesa, se ha concentrado singularmente Lolo, de M. Seca y P. Fernández. 3,00
en las dos cuestiones más anecdóticas y criterio fijo y las diferencias no sólo se A dolfo M ontero. Precio, 3 8 pesetas. E d i­ 93. Del brazo y por la calle, de Arman­
dan entre las épocas liberales y las abso­ to ria l A ndalucía. G ran ad a. do Mook......................................... 3,00
batallonas: las relaciones con Goya y la M anantial. (C uadernos de poesía y crítica.) 94. Tres mil pesos, de Darthes y Damel 3,00
muerte. De ambas da cuenta el actual lutistas, sino que las mismas polémicas 95* Marianela, de Serafín y Joaquín
Duque de Alba al prologar clara y su­ entre los periódicos señalan la diversidad N úm ero 4 . Melilla. Alvarez Q uintero......................... 4,00
de opiniones, existiendo, incluso, fuertes F rancisco Casares: Prensa y turismo. (Con­ 96. El tío estraperlo, de Jesús M.Borrás 3,00
cintamente el libro. Las conclusiones a
que llegan los autores de La Duquesa de críticas a la política gubernamental. En ferencia.) C entro de In ic ia tiv a s y T u ris­ 97.
98.
Rigoberto, de Armando Mook-----
El sexo débil ha hecho gimnasia, de
3,00

Alba y su tiempo los inclinan a mantener el liberalismo se reducían éstas a consi­ m o de M adrid. E. Jardiel Poncela (extra.)........ 4,00
la hipótesis de una amistad que no llegó derar como panacea la Constitución, pero 99- La Caraba, de Pedro Muñoz Seca
sin querer oír siquiera nada que tendiese y Pedro Pérez Fernández.......... 3,00
a contubernio y de una muerte natural De lengua portuguesa 100. Como mejor están las rubias es con
que desacredita la fábula del envenena­ al reconocimiento de la independencia. patatas, de J. Poncela (e x tra .).. 4,00
En cambio, en los tiempos absolutistas, G uilherm o S an to s Neves: Cancioneiro capi-
miento. A esta noble reivindicación con- xaba de trovas populares. V itoria, 1 9 4 9 .
la política se encamina a la reconquista NOTA.— Los números 1, 2, 13, 16 , 18, 20, 21,.
F e rn a n d o de A guiar: Sob o signo da con- 23, 24, 25, 26, 27 , 31, 36, 37, 40, 43, 45fc
(i) Doctores B lanco Soler , P iga P ascual y (i) J aime Delgado: LA INDEPENDENCIA DE fusao. (N oticias & o u tro s estudos com ­ 57 y 59 están agotados.
P érez DE PETINTO: LA DUQUESA DE ALBA Y SU AMERICA EN LA PRENSA ESPAÑOLA. (Cuader­
TIEMPO (Prólogo del Duque de Alba).— EPESA. nos de Monografías. Seminario de Problemas Hispa­ postos sobre aco n te cim en to s seculares.)
Madrid. noamericanos.) Madrid, 1949. Sigm a. Lisboa, 1 9 4 8 .
ninguna otra
E
h Suárez Carreño. Una
época se han con­
cedido en España,
a escritores y perio­
distas, tantos y tan
F.SPÂ M A . P A R A Í S O tercera parte de los
concursantes eran mu­
jeres, sin duda porque
una mujer fué la pri­
cuantiosos premios li­ mera que, en 1944,
terarios de toda índole
^ino en la actualidad,
puede afirmarse que
DE LOS consiguió el premio
"Nadal”: Carmen La-
foret, con su novela
estos galardones abar­ "Nada”, de la que se

PREMIOS L I T E R A R I O S
can hoy las más diver-. haii agotado varias
sas facetas: la investi­ ediciones, además de
gación, el teatro, la no­ haber sido traducida
vela, el cuento, el en­ a diversos idiomas y
sayo, los artículos y llevada al celuloide.
reportajes periodísti­ Por la especial im­
cos...
Sin aludir a los nu­ MAS DE DOS M il LONES DE PESETAS PARA portancia de este pre­
mio vamos a consig­
merosos concursos, nar los nombres de
convocados con moti­ CONCURSOS NACIONALES Y PARTICULARES los autores que desde
vo de juegos florales, su creación lo han con­
conmemoración de seguido: año 1944, Car­
centenarios—el de San Por RAFAEL SALAZAR SOTO men Laforet, según
Francisco Javier, por hemos dicho; año 1945,
ejemplo, es objeto aho­ José Félix Tapia, de
ra mismo de uno de es­ Madrid, por su novela
tos concursos—o de acontecimientos que la Lengua y que en 1942 se concedió a la de mayor importancia pecuniaria los "La luna ha entrado en casa”; 1946,
en las diversas regiones españolas se cele­ señorita María Jiménez Salas por su ex­ otorga, como es lógico, el Estado. Son los José María Gironella, de Gerona, por
bran por los motivos más varios, hay pre­ celente estudio sobre la vida y las obras nacionales "Francisco Franco" y "José "Un hombre”; 1947, Miguel Delibes, de
mios que se otorgan con periodicidad. A de Fornés. En el mismo caso están: el Antonio Primo de Rivera, dotados cada Valladolid, por "La sombra del ciprés
éstos—y entre ellos a los más importantes, premio de la fundación "Conde de Carta­ uno con 25.000 pesetas (l). es alargada”; 1948, Juan Sebastián Arbó,
por su prestigio y su cuantía—vamos a gena”, para españoles e hispanoamerica­ De mucha importancia también es el de Amposta, por su novela "Sobre las
referirnos únicamente. nos, sobre trabajos que cada año señala, denominado "Premio Nacional de Lite­ piedras grises". Y ya hemos dicho que
Aunque no se trate de premios litera­ con antelación, la Academia citada. ratura” y el que para novelas lleva el fué Suárez Carreño quien lo ha obtenido
rios propiamente dichos, citaremos, por En la última convocatoria los temas nombre glorioso de "Miguel de Cervan­ por última vez. Este autor, nacido en
su importancia excepcional, los que ac­ propuestos fueron los siguientes: "Estu­ tes", convocado por primera vez en 1949 Guadalupe (Méjico), de padres españo­
tualmente otorga el Consejo Superior de dio de los nombres propios extranjeros, y concedido al gran escritor argentino les, hace treinta y cinco años, vive en
Investigaciones Científicas. En la Sección de lugar y de persona, que procedan de D. Enrique Larreta, por su obra "A ori­ España desde niño, ha publicado varios
de Letras, además, han sido concedidos lenguas europeas y hayan sufrido al pa­ llas del Ebro". El ilustre autor de "La libros en verso, y en 1943 obtuvo el pre­
en varias ocasiones a literatos que, a esta sar al español cambios de forma o de pro­ gloría de don Ramiro" renunció a la re­ mio de poesía "Adonais".
condición, unían la de eruditos e investi­ sodia”; "Glosario de voces médicas y far­ compensa material, rogando que fuese Otra editorial barcelonesa, la de José
gadores. macéuticas anteriores al siglo XVIII"; destinada a fundar otro premio. He aquí Janés, tiene establecido desde hace dos
"Fases y caracteres de la influencia ita­ el texto del telegrama que, al tener años, con carácter internacional, un im­
liana en la lírica española hasta fines del noticias de que se le había concedido el portante premio literario (25.OOO pese­
El más alto orga­ siglo XVI”, e "Isabel la Católica en la lite­ referido galardón, envió desde Buenos tas), que ha despertado gran interés en­
260,000 PIAS. nismo de la cultura ratura española”. La cuantía de estos pre­ Aires: tre los nuevos valores españoles y ex­
esp añ o la concede mios es de 20.000 pesetas para el primero "Conmovido íntimamente por la noti­ tranjeros. Este "Premio Internacional
EN PREMIOS y de 10.000 para cada uno de los tres res­ cia de la concesión del premio "Cervan­ de Novela” fué otorgado por primera vez,
DEL CONSEJO anualmente premios tantes. Las obras y trabajos tienen que tes", que habéis querido otorgarme, y
que, con la asigna­ en 1948, al uruguayo Fonseca por su no­
DE I N V E S ­ ción global de pese­ ser inéditos. cuya advocación literaria resume el ge­ vela "Junis ebúrnea”. El jurado estaba
tas 260.000, consti­ Premios "Suárez” y "Balmes”, de la nio de España—Patria de mi Patria—, compuesto por Eugenio d’Ors, el nove­
TIGACIONES Academia de Ciencias Morales y Políti­ tengo la honra de enviaros la expresión lista inglés Somerseth Maughan, y otros
tuyen un estímulo cas. Al autor de la memoria que en cada de mi profundo agradecimiento, con el
constante a los tra­ autores.
bajos de investigación. Son dos premios certamen resulta premiada se le entre­ ruego de que su parte pecuniaria sea des­ En fin, en Barcelona se convoca tam­
"Francisco Franco”, uno para Letras y gan 1 5.000 pesetas en metálico, un diplo­ tinada íntegramente a fundar otro pre­ bién—por vez primera desde este año—
otro para Ciencias, de 50.000 pesetas cada ma y 200 ejemplares de la edición acadé­ mio en una próxima ocasión. Amistosos un premio, instituido por el Ayunta­
uno, otorgables a las obras que ofrezcan mica. La Corporación, en casos excepcio­ saludos.—Larreta." miento de dicha ciudad, para la mejor
nales, concede el título de académico co­ novela, publicada o inédita, escrita en
relevante mérito técnico y trascendencia rrespondiente al autor del trabajo pre­
científica nacional. Tres premios, deno­ castellano o en catalán, de cuantas con­
miado. También a este premio pueden Entre los premios curran al concurso. Su cuantía es de
minados "Raimundo Lulio”, "Antonio de concurrir autores hispanoamericanos. La P R E M I O
Nebrija” y "Luis Vives”, para disciplinas que conceden enti­ 25.000 pesetas. Entre 74 obras fué pre­
de Letras, y otros tres, que llevan los nom­ Academia de Bellas Artes tiene estable­ NADAL: ; dades privadas, qui­ miada la de Bartolomé Soler, titulada
cido el "Premio de la Raza", y precisa­ "Patapalo”. Autor de otras muchas no­
bres de "Alfonso el Sabio”, "Santiago Ra­ mente hace muy poco que se concedió, 35.000 PTAS.' zás ninguno tan im­ velas, algunas muy conocidas, como
món y Cajal” y "Alonso Herrera”, para portante c o m o el
el correspondiente al año 1948, al distin­ "Nadal", convocado "Marcos Villar!", de varias comedias y
las de Ciencias, de 20.000 pesetas cada guido diplomático e historiador colom­
uno de ellos, destinados a premiar la la­ anualmente por la Editorial Destino, de de aventuras estupendas—muchas de
biano D. Guillermo Hernández de Alba. Barcelona, para premiar la mejor novela ellas tuvieron por escenario las tierras
bor de otros tantos investigadores. Y
cuatro premios, "Menéndez y Pelayo”, inédita. Este premio, que empieza en 1944 fraternas de América—, con Soler, que es
para Letras, y otros cuatro, "Juan de la por la cuantía de 5-000 pesetas, alcanza catalán, de Sabadell, quedó finalista una
Cierva", para Ciencias, de 5.000 pesetas Hay otros varios en la actualidad la suma de 35.000 pese­ dama: Mercedes Fórmica-Corsi, esposa
cada uno, para recompensar la vocación LARRETA, galardones de esta tas. En los últimos tres años ha logrado del director del Museo de Arte Moderno,
científica de la juventud estudiosa. G A L A R ­ misma n atu ra le z a indudable prestigio, ya que ha tenido de Madrid, Sr. Llosent Marañón, autora
En realidad pueden incluirse en este —estudio e investi­ hasta ahora la virtud de dar a conocer va­ de la novela "Monte de Sancha".
DONADO lores nuevos, casi desconocidos en el
mismo grupo, dado su especial carácter, gación—periódica­
algunos de los galardones que conceden m ente concedidos mundo literario hasta el instante en que
las Reales Academias. Por ejemplo, el por otros centros académicos. Pasemos, sus obras resultaron premiadas. Este otro galardón
llamado del Duque de Alba, que cada sin embargo, a los premios literarios, los Todos los años, en la noche del día de EL ” F A S • —siempre para obras
nueve años otorga la Real Academia de más populares y los más codiciados. Los Reyes—¿qué mejor regalo de los Magos publicadas—lo con­
para un escritor?—se reunían los miem­ TENRATH”,
bros del Jurado en el café Suizo, de Bar­ DE LA ACA­ cede la Real Acade­
celona, para discernir este premio. Hemos mia de la Lengua.
DEMIA ESPA­ Le creó en 1900 el
dicho que se reunían, por que en este mes Rey D. Alfonso XIII
de enero próximo pasado no pudieron ÑOLA, PARA
CUADERNOS HISPANOAMERICANOS darse cita allí. El Suizo había desapa­
recido y, forzosamente, hubo que elegir
CARMEN
LAFORET
haciendo uso de las
facultades conferidas
otro restaurante. Fué en el Glaciar donde por la viuda del co­
Director: Luis Rosales. esta vez se otorgó, entre un total de 148 nocido publicista que
da nombre al premio: D. Juan Fastenrath.
Sumario del número 13, enero-febrero 1950. novelas y tras de repetidas votaciones, a La última vez que fué otorgado se aplicp
GONZALO ZALDUM BIDE.— Enrique Larreta: JESUS FERNANDEZ CASTELLÓ.—"Desarrollo la titulada "Las últimas horas", de José a novelas y correspondió a Carmen La­
"De Avila a la Pampa”. Página de arte: "Cerá­ actual de la pintura cubana”.
mica”, de Pablo Picasso. Brújula para leer.— Viajé a Sudamérica, por Gon­ foret, precisamente p o r la titulada
MANUEL FRAGA IR IB A R N E.—"Raza» y ra- zalo Zaldumbide. — Una actitud crítica sobre "Nada".
cismo”. Cuba, por Angel-Antonio Lago Carballo.— Co­ (i) E l P rem io N acional de L ite ra tu ra No es posible extenderse demasiado en
mentarios -poemáticos a tres libros de poesía, por "F ran cisco F ra n c o ” fué re p a rtid o en 1 9 4 9
ANGEL ALVAREZ DE MIRANDA.—"E l pensa­ Ignacio B. Anzoátegui y Dionisio Ridruejo.— este epígrafe de los premios literarios,
miento de Unamuno sobre Hispanoamérica”. Un libro-máquina, por Ramón de Garciasol.— La — e sta vez ap licable a obras de ensayo— puesto que hemos de referirnos a los de
Arte precortesiano. p o r p a rte s iguales, sin diferencia de catega-
CARLOS ALONSO DEL REAL.—"Reflexiones
humildad de ser poeta, por José M.» Valverde.— teatro y a los periodísticos. Citemos, en­
Notas bibliográficas. ría, e n tre D. R icardo Calvo Serer, p o r su tre los teatrales, el "Piquer”, que última­
ante una tabla”. Asteriscos.—José Clemente Orozco.—La Universi­
RICARDO GULLON. — Primera Reunión de la dad Hispanoamericana.—Don Quijote en Nor­ o b ra "E sp a ñ a sin p ro b lem a", y el c a te d rá ­ mente correspondió a Joaquín Dicenta,
"Escuela de Altamira”. teamérica.—Cine mexicano.— Primer Congreso tico D. Jesú s P a b ó n y Suárez de U rbina, por su drama "Hernán Cortés”, hace poco
ANTONIO FERNANDEZ SPENCER. — "Siete Nacional de Folklore Argentino.—Poetas en la p o r la titu la d a "B olchevism o y lite ra tu ra " . estrenado con éxito en Madrid; el "Ma­
poemas” (con ilustraciones de Valdivieso). Academia.—” Hamlet”, piedra de toque.—” E1
Tenorio” plástico de Salvador Dalí.—El Congre­ E n c u an to al p rem io "Jo sé A ntonio P rim o nuel Cortina", concedido a Luis Fernán­
JAIME POTENCE. — ” Breve historia critica del
teatro argentino”. so Hispanoamericano de Historia. de R iv e ra ”— dedicado en 1 9 4 9 a libros de dez Ardavín, por su obra dramática "La
poesía— , el Ju ra d o acordó ig u alm ente di­ florista de la Reina", y el "Castillo de
Ilustraciones de Luis Moya, Antonio R. Valdivieso y Carlos Pascual de Lara. vidirlo e n tre D. Jo a q u ín M ontaner, p o r su Chirel”, que ha correspondido las últi­
libro "M ississipí”, y D. José M aría V alverde, mas veces—se convoca cada cuatro
fracción, Rsdacnión y Administración: M arqués del Risco!, 3. T eléfono 23 07 65. MADRiD (E spaña p or el titu la d o "L a esp e ra ”, p o r "cu an to años—a Julio Camba, gran humorista;
Suscripción anual (6 números): 75 ptas.
— h acía n c o n sta r los m iem bros del Ju ra d o — a Montero Alonso, fino escritor y perio­
el p rim ero significa u n a ra ra em presa de dista agudísimo y muy completo, y a
Número suelto ......................... 15 ptas. sen tid o épico, y el segundo, un a típ ica Manuel Prados López, por una serie de
m u estra de la poesía lírica a c tu a l". glosas a la obra del filósofo Balmes.
Son muy numero­ americanos, se concederá al mejor estu­
PREMIOS PE- sos y gozan, algunos, dio sobre "Filosofía de la seguridad
RIODÍSTICOS: de gran prestigio. social”.
EL ”CAVIA” Los nacionales, con­
vocados oficialmente
Y EL ’ LUCA y que se denominan
DE T E N A ” , "Francisco Franco” El Ministerio de
LOS M ÁS y "José Antonio Pri- 1 .2 5 0 . 0 0 0 Educación Nacional,
mode Ri vera” PESETAS a través de la Direc­
CODICIADOS —cada uno dotado ción General de Tea­
con 25.OOO pesetas- EN PREMIOS
tro y Cinematogra­
fueron últimamente repartidos entre cua­ TEATRALES fía, concede anual­
tro profesionales de gran renombre: José mente los denomina­
AntonioTorreblanca, César González dos premios Nacionales del Teatro. Se re­
Ruano, Jorge Vigón y José Ramón compensa no solamente las mejores obras
Alonso. de verso y líricas, sino también a los con­
La Empresa propietaria del dia­ juntos más completos, a los intérpretes Diputado a Cortes a los Con sus treinta años ju s­
rio "A B C” concede cada año los deno­ que hayan conseguido en la temporada
veintidós años y minis­
tro de Trabajo a los trein­
tos, Miguel Castro Ruiz,
pasa ahora por segunda
minados "Cavia" y "Lúea de Tena”. Son, mayores éxitos. Precisamente acaba de ta y uno; presidente de la vez por este retablo bio­
para los periodistas españoles, los de ma­ aumentarse la cuantía de estos galardo­ XIII Conferencia I. del gráfico que refleja el quid
yor solera. Por primera vez este año su nes, además de que se ha creado el pre­
Trabajo, en Ginebra, a
los treinta y cinco (1929)
de nuestros colaborado­
res. Si hacemos la excep­
cuantía es de 10.000 pesetas para cada mio nacional "Calderón de la Barca" para y, después de la guerra es­ ción de repetirlo—o de re­
uno de ellos, exactamente el doble de la escritores noveles. Está dotado con 30.000 pañola, embajador de su petirnos—, y la excepción
que hasta ahora veníase otorgando. Fun­ pesetas anuales. Es condición que los
patria en Bruselas, m i­
nistro de Justicia y, en la
nunca será un anteceden­
te, la culpa es del propio
dado el primero por el creador de "A B C” autores que opten a él no hayan estrenado actualidad, presidente del Castro Ruiz, quien con su
para artículos firmados, el segundo, insti­ nunca en compañías teatrales profesio­ Tribunal de Cuentas, don "Historia del peso mexi­
tuido en su memoria por sus herederos, nales. Los restantes, los que ya exis­ Eduardo Aunós (n. Léri­ cano” ha ganado el cuar­
da, 1894) es, antes que to premio de nuestro Pri­
razón por la que lleva su nombre, se con­ tían pero cuyas dotaciones se han aumen­ nada, uno de los más completos escritores espa­ mer Concurso de Reportajes. En el número 2.°
cede a trabajos anónimos. Los últimos tado últimamente, son éstos: "Ruperto ñoles de estos tiempos. Ha publicado, entre otros, de "M. H .", ya dijimos que M. C. R. nació en
escritores premiados—han sido muchos Chapl” y "Jacinto Benavente", para los ”Justiniano el Grande”, "Biografía de París” . Morelia (Michoacán), en el año 1920, y que era
y muy afamados los que se presentaron "Primo de Rivera”, "Estampas de ciudades” , ”Si- licenciado en Derecho, a más de periodista. Hoy
autores de las mejores obras del género luetas y paisajes” , y colabora con frecuencia en añadimos que M. C. R. es actualmente redactor-
y obtuvieron estos dos galardones—han lírico y dramático, respectivamente, con los principales periódicos de Madrid y Barcelona. jefe del diario ,”La Nación”, de ^México, D. F.
sido, para el "Cavia”, el Conde de Foxá, 20.000 y 10.000 pesetas. Premio "Amadeo
excelente poeta, comediógrafo y articu­ Vives”, para una compañía lírico-coreo­
lista, y para el ”Luca de Tena”, Nicolás gráfica, 200.000 pesetas; premio "Eduar­ Con su fala galaica, que Este carpetovetónico, que
González Ruiz, conocido crítico literario, do Marquina”, para una compañía dra­ no se elude, sino que se nació entre los muros de
autor de infinidad de ensayos y de artícu­ mática, con 1 50.000; premio "Lope de acentúa al hablar de per­ Avila, en 1921, es doctor
los periodísticos, de libros—biografías es­ fum ería, Manuel Hermi- en Filosofía y Letras, pre­
Rueda”, para la compañía dramática que da Balado tiene un curri­ mio extraordinario de la
pecialmente—y de obras teatrales. mejor campaña haya realizado en pro­ culum en el que se mez­ Licenciatura y catedráti­
~Otros premios periodísticos son los de­ clan el periodismo y la co de Lengua y Literatura
vincias, con 100.000 pesetas, y los deno­ saponificación. Periodista españolas en el Instituto
nominados del "Domund”, que concede minados "Ofelia Nieto", para una can­ en Galicia, cambió apa­ Ramiro de Maeztu, de
el Consejo Superior de Misiones y que por tante; "Rosario Pino”, para una actriz rentemente su suerte li­ Madrid. José María Mohe-
última vez correspondió a Luis León de teraria siendo redactor de dano Hernández, aunque
de comedia; "Ricardo Calvo", para un ” E1 P u eb lo G a lle g o ” , apegado sentimentalmen­
la Barga; el que se convoca anualmente actor dramático, y "Emilio Mesejo”, para puesto que Vigo le inició te a las crestas carpeta-
para dar a conocer la labor que en los su­ un actor cantante, que se fijan en 10.000 en los negocios y le alejó nas, de cuyos vericuetos,
burbios madrileños se lleva a cabo y que del periodismo. Pero, de cumbres y cañadas hará
pesetas cada uno de ellos. vuelta de Buenos Aires, y ya aposentado en Ma­ en alguna ocasión una biografía, que arrancará
este año se concedió a José María Sán­ Por lo que se refiere a la obra teatral drid, sin dejar los negocios, volvió a las letras, co­ con el bon Arcipreste de Hita, ha recorrido media
chez Silva; los premios denominados del género dramático, últimamente pre­ laborando en "Blanco y Negro” , ”E1 Español” y Europa, asistiendo a Congresos I. de la Juventud
"Virgen del Carmen”, para artículos, re­ "La Estafeta Literaria”. Ha publicado, entre otros de Acción Católica, de la que fué presidente en
miada, fué la de D. Juan Ignacio Lúea libros, "Vida del VII Conde de Lemos” y "Doña España. De J. M. M. está a punto de aparecer en
portajes y otros trabajos literarios rela­ de Tena y D. Miguel de la Cuesta, titu­ Catalina de la Cerda y la Corte de Felipe III”. libro su tesis doctoral: "Elespéculo de los legos”.
cionados con el mar y la marina espa­ lada "Dos mujeres a las nueve”, cuyo
ñola; los que convoca el Instituto de Cul­ principal intérprete, Antonio Vico, con­
tura Hispánica, a los que pueden concu­ siguió el galardón reservado al mejor actor Minero de la cuenca mi­
rrir escritores y periodistas hispanoame­ Con diploma de maestro
de la temporada. en Artes Plásticas, Tomás nera asturiana (nació en
ricanos; los que periódicamente anuncia Montero aplicó pronto su Pola de Lena, 1920), Ma­
la Delegación Nacional de Deportes; el Otra orden ministerial destinada a fo­ sabiduría a la fotografía, nuel Pilares llegó no hace
denominado de "San Fernando”, de mentar el género lírico establecía muy re­ tras actuar como dibujan­ m ucho, con una pipa en
cientemente una subvención de 600.000 te en la revista "La Na­ la boca y un libro bajo
Frente de Juventudes; el que para escri­ ción", de la capital meji­ el brazo—"Canciones mi­
tores noveles ha instituido el diario ves­ pesetas destinada a facilitar el desarrollo cana, pues al través del neras”, editado en Ovie­
pertino "Informaciones”, que precisa­ de una campaña de teatro lírico nacional. dibujo comenzó su carre­ do—, a las tertulias lite- / '
Se instituían, al mismo tiempo, dos pre­ ra periodística. En 1944, rarias de Madrid, en las / \
mente ahora acaba de conceder el corres­ y dentro del mismo perió­ que pontifica contradic- 1
pondiente al año 1949 a Jaime de Armi- mios de 50.000 pesetas para dos obras dico c a p ita lin o , Tomás toriamente y muestra su
ñán. Su cuantía es de 5.000 pesetas. El líricas, seleccionadas por la Dirección Ge­ Montero inició su entrega fanfarria de astur. Alter-
neral de Cinematografía y Teatro entre a la i n s t a n t á n e a , que nando con la poesía ac­
accésit de 2.500 fué en esta ocasión divi­ pronto extendió al diario tu al, más o menos retó­
dido entre los trabajos titulados "Gre­ las que concurriesen a tal fin. El premio "Excelsior", a la página taurina de ”E1 Univer­ rica, tradicional y form alista, ”M. H .” da hoy
guerías”, de Charito Pastor Penella, y habrá de dividirse, por partes iguales, sal” , a la revista "Alas" y a otras publicaciones. estos poemas locales, cerradísimos, que saltan ha­
"Aprenda usted ciencia si quiere ser de­ entre el escritor y el músico. De Tomás Montero, que nació en Morelia en el
año 1915, son las fotografías de "Historia del
cia lo objetivo y universal por el corto camino
de la canción. Son versos de un hombre de la
pendiente de ultramarinos”, de Miguel El Ayuntamiento de Madrid, por su peso mexicano”, que han obtenido el cuarto pre­ tierra y de la mina y corresponden a un libro
Ribagorda Giner. El que concede la Aso­ parte, tiene establecido un premio para mio de nuestro Primer Concurso de Reportajes. —"Sociedad Limitada”—que pronto será editado.
ciación de la Prensa de Madrid—cada teatro, denominado "Lope de Vega”, do­
año, para una especialidad profesional—, tado con 25.OOO pesetas y el estreno obli­
que lleva el nombre de Rodríguez Santa­ gado de la obra en el Teatro Español de Desde la Universidad a la Casi trotamundos (por­
maría, presidente de la entidad, asesinado Madrid. Correspondió el pasado año a la p 'lítica nacionalista a r ­
gentina, o desde la direc­
que, si nació en Ciudad
Trujillo, R. Dominicana,
bárbaramente por los rojos en los prime­ obra "Historia de una escalera”, de An­ ción del periódico "Adu­ en 1917, cursó primera
ros días del Movimiento Nacional. Este tonio Buero Vallejo, representada con n a ” (1933-35), a redactor enseñanza en Madrid, dis­
año fué concedido a Francisco Ugalde, gran éxito de público, y también tres pre­ de la revista "Nueva Po­
lítica” (1940-43), uno y
ciplinas militares en Puer­
to Rico y Derecho en las
notable caricaturista—esta vez el premio mios literarios anuales. Dos de 5-000 pe­ otra de Buenos Aires, Universidades de Santo
correspondía a la labor de un dibujante setas cada uno para las dos mejores colec­ Héctor Sáenz y Quesada Domingo y Colombia), el
en los periódicos españoles—, colabora­ ciones de artículos sobre Madrid, publi­ es uno de los principales doctor JL M. Sanz Lajara
pertenece al Servicio Di­
escritores suramericanos.
dor asiduo de numerosas publicaciones cados en la Prensa durante el año, y una Nacido en la gran ciudad plomático de su patria
de Madrid y provincias; los que convocan de 15-000 para un libro sobre Madrid, ya del Plata por el 98, ha desde 1941, y en esta mi­
diversos Ministerios, entre ellos los del editado. sido secretario letrado del sión, siguiendo su que­
Banco Hipotecario Nacio­ rencia viajera o su velo­
Aire y Ejército... Con motivo de la Feria nal e interventor de la Facultad de Derecho cidad adquirida, ha ocupado puestos en Wásh-
del Campo, que este año ha de celebrarse de B. A. ”La Nación”, ha publicado numerosos ington, La Habana, Puerto Príncipe, Quito y,
en Madrid, se organizó también un con­ escritos suyos sobre historia naval, al tiempo que actualmente, Río de Janeiro. Este habitante
en ruta del Atlántico tiene publicadas tres no­
colaboraba en ”Sol y Luna”, y en "Orientación
curso de artículos periodísticos, habién­ El Sindicato Na­ Española” y publicaba: "Las guerras de religión velas, y en periódicos dominicanos y ecuatoria­
dose concedido los premios, cuatro en to­ PREMI OS cional del Espectácu­ en la Argentina" y "En la lengua del agua"* nos, principalmente, más de doscientos cuentos.
tal, a D. Emilio Romero, D. Angel Ma- PARA GUIO­ lo, en su Sección de
rrero, D. Joaquín Campillo y D. Fran­ Cinematografía, y en
cisco Casares. Otro concurso, aunque no NES CINEMA­
colaboración con el
sea específicamente periodístico, acaba TOGRÁFICOS Ministerio de Indus­
de convocarse por la Dirección General tria y Comercio y la
de Marruecos y Colonias, con motivo del
V Centenario del nacimiento de la Reina
Dirección General de Cinematografía y
Teatros, concede anualmente tres pre­
¿ S A B E V D . G E O G R A F IA ?
Isabel de España. Sobre el tema "Isa­ mios: el primero, de 75-000 pesetas; el se­ R e s p u e s ta s a la s p re g u n ta s d e la p á g in a 5 .
bel I y la política africanista española", gundo, de 50.000, y el tercero, de 25.000,
se invita a los escritores españoles a que para premiar los mejores guiones litera­
presenten sus monografías, en las que ha rios para películas de largo metraje. Los Esta Sección, que consideramos medio de entretenimiento, medio de información y examen -para lectores de but
humor, puede ser el termómetro que mida los grados de su cultura geográfica. Reconocemos que el cuestionario
de estudiarse la historia de la Reina Ca­ últimos concedidos, correspondientes al incluir nombres de ciudades que se prestan a confusión por encontrarse repetidos en distintos países del mundo
tólica en el marco de la tradición espa­ año 1949, correspondieron, el primero, a nico. Sus conocimientos geográficos y su capacidad de repentigación, lector, pueden calibrarse de este modo: Si usté
ñola de Africa. El premio es de 10.000 Natividad Zaro y Manuel Suárez-Caso, contesta con acierto quince de las veintiuna preguntas propuestas, puede considerarse calificado de sobresaliente; *
contesta dieg, la calificación será de notable, y si resultan menos las acertadas, la calificación será de aprobado, y graetU'
pesetas. por su guión "Europa”. El segundo, a
Incluyamos también aquí los premios Jaime G. Herranz y José María Belloch, Argentina, 2. El Salvador, 19. Panam á, 13.
que se han creado con motivo del home­ y el tercero, a Luis Escobar, por la adap­ Bolivia, 9. España, 17. Paraguay, 16.
naje nacional del patriarca de la Socio­ tación al cine de la obra de Benavente Colombia, 5. Filipinas, 8 , Perú, 14.
logía española, D. Severino Aznar, y que "La honradez de la cerradura”. Los pre­ Costa Rica, 4. Guatemala, 18. Puerto Rico, 11.
llevan su nombre. El último de estos pre­ mios correspondientes al año 1950, sobre Cuba, 10. Honduras, 21. R. Dominicana, 1.
mios, de 20.000 pesetas, al que pueden el tema "Hispanoamérica”, han sido de­ Chile, 15. México, 12. Uruguay, 7.
concurrir también los escritores ibero­ clarados desiertos. Ecuador, 3. Nicaragua, 20. Venezuela, 6 .
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