Está en la página 1de 69

HISPANICO

Se rv ic io - r e g u l a r del m a g n íf i c o
transatlántico "Reina del M a r " , entre
ESPAÑA y VEN EZU ELA , CUBA,
CO LO M B IA, PANAMA, ECUADOR,
PERU y C H IL E
EL MAXIMO CONFORT A LOS
PRECIOS MAS RAZONABLES

Tres tipos diferentes de trasatlánticos con espléndidas acomo­


daciones de Primera, Segunda y Tercera clase, para dar satis­
facción a todos los gustos y al alcance de todas las economías.
S a lid a s de: V ig o , Lisbo a y Las Pa lm a s p a ra Recife
(Pernambuco), S a lv a d o r (Bahía), Río de J a n e iro , S a n ­
to s, M on te vid e o y Buenos A ire s.
P R O X IM A S S A L ID A S

VAPOR D E V IG O DE L IS B O A DE L A S P A L M A S P R O X IM A S SA LID A S
" R e in a del M a r "
A m a z o n ...................... 25 de Enero 26 de Enero 28 de Enero De Santander: 17 de Enero y 17 de Abril
H ig h la n d M o n a rc h . . . . 12 de Febrero 13 de Febrero 1 5 de Febrero
4 de abril 5 de abril 7 de abril De La Coruña: 18 de Enero y 18 de Abril
2 de m ayo 3 de m ayo 5 de m ayo

Consulte a su Agencia de Viajes o a los A G EN TES G EN ERA LES PARA ESPA Ñ A

ESTA N ISLA O D U R A N E H IJO S , S. A.


V IG O : Avenida Cánovas del Castillo, 3 - Teléfonos 1245 - 1246
M A D R ID : Pl. Cortes, 4 - Teléfonos 22 4ó 43 - 2 2 '4 6 '4 4 - 2 2 ’4 6 ‘45

H IJO S DE BA STERREC H EA S O B R IN O S DE JO SE P A S TO R
Paseo de Pereda, 9 - SA N TA N D ER Edificio Pastor: LA C O RUÑ A y VIGO

RETRATO S con

ESTUDIO DE PINTURA DE

JOSE DEL PA LA CIO


Logramos de un mal retrato fotográfico un buen cuadro,
al óleo, pastel o acuarela siem pre v e rm o u th
MINIATURAS SOBRE MARFIL, PAISAJES, MARINAS, BODEGONES,
COPIAS DE CUADROS DEL MUSEO DEL PRADO, RESTAURA­
CION DE CUADROS Y CLASES DE DIBUJO Y PINTURA

VISITE NUESTRA EXPOSICION


CINZANO
PELIGROS, 2 MADRID seco
I
FERROCARRIL ELECTRICO AL PACIFICO

Moderna locomotora eléctrica que hace elservicio de San José a Puntarenas.

UNA EMPRESA NACIONAL DE SERVICIO PUBLICO


agencia aduanera para servicio exclusivo del Estado y sus

E
l Instituto Autónomo del Ferrocarril Eléctrico al Pací­
fico es una Institución autónoma del Estado que admi­ instituciones.
nistra, con carácter de servicio público, el ferrocarril al La dirección de la Institución está a cargo de una Junta
puerto de Puntarenas, el muelle grande de ese puerto, eldirectiva, nombrada por el Consejo de Gobierno del Estado,
servicio de lanchas del Estado, la atención de los faros y y la administración está a cargo del gerente general. Las fun­
boyas del mismo puerto, el balneario de Ojo de Agua, un ciones de vigilancia y fiscalización de los bienes y operacio­
servicio público de energía eléctrica y el acueducto de nes de la empresa están al cuidado de un auditor general.
Puntarenas. Administra también una serie de servicios adi­ Cuenta la Institución con una experiencia de cincuenta y
cionales que guardan estrecha relación con sus instalaciones siete años en labores ferroviarias. Sus puestos de dirección
principales, que son: una explotación de arena de mar en y administración están en manos de personal técnicamente
las costas del golfo de Nicoya, varios tajos de lastre a preparado, seleccionado a base de méritos en el servicio
lo largo de la vía férrea, un quebrador de piedra y una y de exámenes rigurosos de admisión.
EL AZUCAR EN COSTA RICA
En Costa, Rica la industria del azúcar está organizada en valor del azúcar y las mieles; orienta todas las actividades
forma de asociación libre, constituida por los productores de de la industria, impulsa los cultivos, señala las normas para
caña y las centrales o ingenios. El organismo rector lo for­ la elaboración del azúcar, regula el mercado mediante la es­
man representantes de ambos sectores. Arbitra las diferencias tabilización del precio por el sistema de reservas, centraliza
que se suscitan entre ellos, liquida la caña entregada a los las ventas de azúcar y coopera activamente en la construcción
ingenios, adjudicando a los productores el 57 por 100 del de carreteras y de obras públicas en las zonas productoras.

Los ingenios de Costo Rica, a


pesar de su tamaño, poseen
cuantos elementos se requieren
para fabricar azúcar con los
mismos procedimientos usados
por las grandes centrales de
otros países que producen ca­
lidades semejantes.
Veintiocho de estos pequeños
ingenios fabrican el azúcar
que el país consume y algunos
excedentes, que se exportan.

Directivos y altos funcio­


narios de la Junta inspec­
cionando los trabajos de
uno de los puentes que
se construyen con su
cooperación económica.

El transporte de la caña
se practica con equipos
motorizados, por carre­
t e r a s m o d e r n a s que
construye y conserva la
Junta de Protección a la
Agricultura de la Caña.
n

DE COSED
APARTADO 1327
SAN JO SE, COSTA RICA
m
La Cámara se fundó el domingo 18 de noviembre
de )9¿J. Presidió la reunión en que se constituyó
la misma el señor, cónsul de España, D. José Luis
a de Alcázar

LA PRIMERA DIRECTIVA Q UEDO C O N STITUID A


ALMACEN DE VIVERES, VINOS Y LICORES d e la S ig u ie n t e m a n e r a :

P re sid e n te ............................ D. Alberto Ortuño

F. RODRIGUEZ ALONSO Primer vicepresidente . . . .


Segundo vicepresidente. . .
S e c re ta rio ................................
T e s o re ro ...................................
D. Fernando Goicoechea
D. Felipe Herre-o
D.
D.
Cipriano Güel
Antonio Escarré
D. «yelmo Alsma
D. Miguel Turull
V o c a le s p r o p ie t a r io s ...................( £ rt e T °
D. Antonio Urbano
D. Felipe Pozuelo
D. Emiliano Castro

El almacén de víveres y
Abogado consultor..................
I D. Aurelio Brunett
D. Jul án Pastor
D. José Carre as
Lie. Mariano Alvarez Melgar

licores más surtido y con el ACTUAL JU N TA DIRECTIVA


Pre sid e n te ....................... D. Lucas Gil Herrero
mejor servicio a domicilio Primer vicepresidente . .
Segundo vicepresidente.
D. Máx'mo ferán Seco
D. Julián Pastor Montealegre
Se retario general . . . . D. Nicolás Lapeira Carrasco
Tesorero .......................... D. Demetrio Pérez Terán
Primer vocal propietario D. Sebastián Naranjo Prida
Segundo vocal propietario D. Luis O lié Seuba
Tercer vocal propietario.
Importación directa Cuarto vocal propietorio
D. Augusto Fel'ú Novel
D. Francisco de la Mata Pérez
Quinto vocal propietario D igüe do De Oña Navas
Sexto vocal prooietario D. Félix Moreno García
* Primer vocal suplente .
Segundo vocal suplente
D Fernondo Rodríguez Alonso
D. Severo Hernández Jiménez
Tercer vocal suolente. 0 D. Gerardo López Varela
Existencias continuamente Cuarto vocal suplente . D. Juan Llovet Comandrán

renovadas
SERVICIOS QUE PRESTA LA CAMARA OFICIAL ESPAÑOLA DE COMERCIO

1. ° R elación d e E n tid a d e s co m erciales c o sta rric e n s e s que c o m p re n o s e a n


s u sc e p tib le s de c o m p ra r en E s p a ñ a p ro d u c to s in d u s tria le s o a g ríc o la s.
2. ° R elación de E n tid a d e s de E s p a ñ a que venden y c o m p ra n en C osta R ica.

AVENIDA CENTRAL 3.

4.
° E n v ío d e in fo rm a c ió n so b re la m o ra lid a d y solvencia co m ercial d e las
E n tid a d e s co m erciales c o sta rric e n s e s e sp a ñ o la s.
° D e fe n sa en los litig io s com erciales de los in te re se s d e sus m iem b
5. ° F a c ilita c ió n de no m b res de abogados, ta n to en C osta R ica como

Frente di Gran Hotel Costa Rica 6.


E s p a ñ a , p a r a la resolución de estos litig io s c u an d o é sto s no h a y a n
podido te n e r u n a resolución a m ig a b le.
° In d ic a c ió n , b a jo d e m a n d a, d e las ta r if a s d e a d u a n a s a p lic ab le s so b re
m e rc a n c ía s que e n tr e n en E s p a ñ a o C osta R ica.
7. ° In fo rm a c ió n a la s E n tid a d e s co m erciales so b re los usos y c o stu m b re s
del com ercio en C osta R ica y en E s p a ñ a .
8. ° In fo rm a c ió n , a p e tic ió n de su s m iem b ro s, del cu rso de los v a lo re s
d u s tria le s de b a n c a y de b olsa, del cam bio, del v a lo r de las m e rc a n c ía s
y de los p ro d u c to s a g ríc o la s.
9. ° L eg a liz ac ió n de fir m a s co m erciales q u e le sea n p re s e n ta d a s y e n tre g a
de c e rtific a d o s de o rig e n de las m e rc a n c ía s .

Apartado 1433
10. ° E s tu d io de c u a n to s a su n to s le s e a n so m etidos p o r su s m iem b ro s, que
S A N J O S E te n g a n como fin el d e sa rro llo del com ercio e n tr e C osta R ica y E s p a ñ a .
11. ‘ A poyo, en c ie rto s casos, a su s m iem bros, recom endándolos y d an d o

C O STA RICA (2873


12.
re fe re n c ia s p a r a C osta R ica, E s p a ñ a y o tro s p a íse s.
° E n tr e g a g r a tu ita de publicaciones.
13.' F a c ilita c ió n a las p e rso n a s in te re s a d a s de c u a n to s d a to s sea n p re c iso s

Cable: GRANVIA Teléfonos: (4782 14.


p a r a su s v ia je s a E s p a ñ a o C osta R ic a p o r ra z ó n d e su s negocios
(v ia je s co m erciales de a g e n te s e spañoles, e tc ., etc.).
‘ F a c ilita c ió n g r a t u i t a a c u a n ta s p e rs o n a s a c u d a n a su s o fic in a s de
c u a n to s d a to s les s e a n pre c iso s p a r a su s v is ita s tu r ís tic a s a E s p a ñ a .
lo .6 D e sp a c h o de in fo rm a c io n e s so lic ita d a s a e sta C á m a ra p o r los d e p a r ­
ta m e n to s m in is te ria le s, o rg a n ism o s públicos, a u to rid a d e s, e tc ., e tc .
1 6 / F a c ilita c ió n a c u a n ta s p e rs o n a s lo soliciten de u n a e x te n sa colección
d e re v is ta s e sta d ís tic a s , in fo rm a c ió n g e n e ra l, etc ., etc ., a las h o ra s in ­
d ic a d as de o fic in a .
Antonio Escarré Ltda 0

A L M A C E N

EL SIGLO NUEVO, Ltda.


Antes Herrero Vitoria Hnos.
CASA FUNDADA EN 1900

Artículos para señora, caballero y niño

Artículos para el hogar


!<
¡í
'i'

}■

Apartado 475 SAN JOSE


CSP

PALABRAS
QUE
SIGNIFICAN
BUEN
CREDITO
EN TODO
EL MUNDO

BANCO EXTERIOR DE ESPAÑA


CAPITAL Y RESERVAS: Pta*. 826.250.000

Un Banco esp ecializado

en e x p o rta cio nes

e im p o rta cio n e s,

y con u n a ex p eriencia

in te rn a cio n a lm e n t

re co no cid a . _

CONQUISTADOR PUBLICIDAD, S. A.
ocos años después de la primera guerra mundial empezaron
P
una palanca poderosa para impulsar la capitalización del ahorro
a desperiarse en Cosía Rica las primeras inquietudes socia­ nacional. Por tratarse de una institución autónoma del Estado, sus
les, que culminaron con la Ley de Reparación por Acci­ reservas y utilidades se invierten en el país, lo que ha redunda­
dentes de Trabajo, del año 1925. do en positivos beneficios para la economía nacional.
Las compañías privadas de seguros que entonces operaban en Por otra parte, de las utilidades del monopolio de los seguros
el país no querían asumir el correspondiente tipo de seguro de sólo el 25 por 100 corresponde por ley al Instituto. El otro
carácter eminentemente social que por vez primera se necesitaba 75 por 100 se le gira al Gobierno central, que lo emplea en la
establecer en Costa Rica. financiación de obras de desarrollo del país.
Como consecuencia de esa actitud y de otros factores de gran Su solidez económica y financiera se demuestra con el simple
conveniencia nacional, el Congreso de Costa Rica estableció examen de las cifras que corresponden a capital y reservas. Al
en 1924 el monopolio de los seguros, a cargo de una institución 30 de abril de 1959 esas cifras eran las siguientes:
del Estado. Capital.............. 10.000.000,00 de colones.
El establecimiento del monopolio de los seguros en Costa Reservas totales. . 89.394.158,00 » »
Rica fué una feliz iniciativa del eminente economista licenciado En la actualidad, el Instituto trabaja en las siguientes ramas
don Tomás Soley Güell, quien ocupó con singular acierto el del seguro: Vida, Incendio, Automóviles, Riesgos Profesionales,
Ministerio de Hacienda y Comercio durante el segundo Gobier­ Marítimo, y Misceláneos. Sus oficinas centrales se encuentran
no del licenciado don Ricardo Jiménez Oreamuno (1924-1928). en San José, pero mantiene agencias en los principales centros
No obstante mantener arraigadas convicciones liberales, el de población de la República.
licenciado Soley Güell estimó que los seguros deben cumplir Al 30 de abril de 1959, el monto total de sus pólizas en vigor
una misión social en beneficio de la colectividad y de la econo­ en las distintas ramas del seguro se elevaba a la cuantiosa cifra
mía general de la nación. De ahí que, venciendo los naturales de 2.563.394.221,00 colones, suma que demuestra también la mi­
escrúpulos a que lo sometían sus principios ideológicos, contra­ sión de enorme importancia que el Instituto desempeña en la
rios al intervencionismo del Estado en la esfera de las acíivida- vida económica del país.

L A S E G U R I D A D E N L A E S C U E L A . — N iñ a s de una escuela de San José, que integran una «Patrulla de Se gu rid ad »


para ayudar a sus com pañeras a eyitar accidentes de tránsito, reciben instru cción de un inspector del In stitu to .

des privadas, con lealtad y entusiasmo propiciase la creación del Pero la influencia beneficiosa del monopolio de los seguros
monopolio de los seguros. en Costa Rica no sólo se ha proyectado en el campo económico.
Desde su establecimiento, la administración del monopolio se En el aspecto social ha sido también de hondas proyecciones.
le encomendó al Banco Nacional de Seguros, que se fundó para Le corresponde al Instituto administrar el seguro de riesgos
ese efecto. Años después, en 1948, considerando que el nombre profesionales, que ampara a los trabajadores contra accidentes
no era del todo adecuado para las funciones específicas que de­ y enfermedades del trabajo. Este tipo de seguro lo administra el
sempeñaba, se adoptó el nombre de Instituto Nacional de Segu­ Instituto con criterio eminentemente social y no mercantil. En
ros, con que se distingue hoy día. muchas ocasiones, por ejemplo, las indemnizaciones que se cu­
El Instituto se ha desarrollado en forma vigorosa e ininterrum­ bren a los trabajadores son mucho mayores que las que la ley
pida,- en la actualidad representa para el país una de sus institu­ señala.
ciones básicas, y ha contribuido notablemente a acelerar el pro­ En el campo de la prevención de riesgos-accidentes de tra­
greso económico y social de Costa Rica bajo, accidentes de tránsito, incendios, etc. - el Instituto realiza
El Instituto Nacional de Seguros-que es un organismo estatal también una labor social de gran magnitud Con este propósito
que disfruta de autonomía administrativa y funcional-ha sido se organizan campañas educativas en escuelas, colegios y talle-
res, que con tribuyen a divulgar los principios de la seguridad,-
se han instalado señales de tránsito en todas las principales ca­
rreteras y caminos del país,- se han formado «patrullas de seguri­
dad», constituidas por escolares, para familiarizarlos desde niños
FI NCA
con los temas de la seguridad,- se ofrecen cursos a trabajadores y
patronos sobre medidas de protección y seguridad, etc.
A los tenedores de pólizas de seguro de vida el Instituto
otorga préstamos, en condiciones muy favorables, para la cons­
trucción de viviendas, ayudando de este modo a resolver uno
LA
de los graves problemas sociales del país.
Cabe destacar asimismo que el Instituto le presta al país otro
servicio público de inestimable valor como organismo que ad­
ministra y mantiene por su cuenta al Cuerpo de Bomberos de
Costa Rica, con estaciones en la ciudad capital e importantes
ARGENTINA, Ltda.
centros de población del interior, que opera con el equipo más
moderno para el control y combate del fuego.
Es interesante apuntar la colaboración prestada por el Instituto
para el mejoramiento de las facilidades de muchas instituciones
asistenciales y hospitalarias del país, con objeto de que estén en
mejores condiciones para otorgar la más adecuada atención a los
trabajadores accidentados o enfermos cubiertos por el seguro de
riesgos profesionales.
Otro aspecto de la política social del Instituto es el relacionado

^ ........
i:-VS a lla .-TsS-·Í·

CINCUENTA AÑOS AL SERVICIO

DE LA IN D U STRIA

A ZUC A RERA C O STARRIC ENSE

A B N E G A C I O N , H O N O R Y D I S C I P L I N A es el lema
que con orgullo cum plen diariam ente los m iem bros del
C ue rp o de Bom beros del In stitu to N a cio n a l de Seguros.

con los estudios que técnicos suyos vienen realizando para es­
tablecer en Costa Rica el Seguro de Cosechas, que protegerá a
los agricultores contra los riesgos naturales a que están expues­
tos sus cultivos.
Desde su fundación, el Instituto ha sido magnífica escuela
para la formación de un personal administrativo técnico y alta­
mente capacitado.
Sin temor a equivocarnos podemos decir que la fe y el entu­
siasmo de los estadistas que propiciaron la creación del Instituto
Nacional de Seguros en 1924 no han sido defraudados. Treinta
y cuatro años después, el Instituto se levanta como una organi­
zación que ha merecido los mejores elogios dentro y fuera del
país.
MUNDO
HISPANICO
D irecto r : JO A Q U IN CA M PILLO

NUMERO 141 * DICIEMBRE 1959 * AÑO XII * 15 PESETAS

D epósito le g a l. M. 1034-1958

NUMERO HOMENAJE A COSTA RICA

SUMARIO P á g s.

PO R T A D A : B elleza c o sta rric e n s e .


F e rr o c a rr il e lé ctrico a l P a c ífic o ................................................................................ 3
El a z ú c a r en C osta R ica .............................................................................................. 4
El I n s titu to N a c io n a l de S eg u ro s de C osta R ica ....................................... 8

C osta R ica nación ......................................................................................................... 11


C osta R ica y la H isp a n id a d .................................................................................... 12
C osta R ica en su h is to ria , p o r A belard o B onilla ....................................... 13
U n a n a ció n c re ad a p o r m a e stro s, p o r I. F . A z o fe ifa .............................. 16
E d u c a c ió n u n iv e rs ita ria ................................................................................................. 18
% 20
P a ra ís o del tu rism o ........................ ..............................................................................
C a r re te ra s .............................................................................................................................. 23
E s tirp e h is p a n a , p o r J o sé M arín C a ñ a s ......................................................... 24
L a m u je r c o sta rric e n s e 26
T r e a tr o N a cio n a l ................................................................................................................ 28
M useo N a c io n a l, p o r D oris S to n e ........................................................................... 29
C o sta R ic a en color ....................................................................................................... 31
L a Ig le sia c a tó lic a en C osta R ic a, p o r V ícto r B re n es ........................ 33
R eflex io n es en to rn o a u n a fá b ric a de c em ento, p o r A lb e rto I . ( a ñ a s 35
E conom ía c o sta rric e n s e , p o r R a ú l H ess E ......................................................... 37
42
V asos in d íg e n a s ................................................................. *.............................................
C o sta R ic a a b o rig e n , p o r J o rg e A. L in es .................................................... 43
U n d ía de m ercad o en la P la z a P r in c ip a l, p o r M an u el G onzález Ze-
44
ledón ....................................................................................................................................
A n to lo g ía de poesía c o sta rric e n s e .......................................................................... 46
L a le n g u a e sp a ñ o la en C o sta R ica, p o r A n tu ro A g ü e ro ( haves 48
E l lib ro e sp a ñ o l, p o r J u a n T re jo s .....................................................................
L a colonia e sp a ñ o la ....................................................................................................... 50
L a A sociación E sp a ñ o la de B en e fice n c ia ........................................................ 51
El d e p o rte en C o sta R ica 52
V olcanes de C osta R ic a, p o r R am iro M ontero S .......................................... 54
In s titu to C o sta rric e n s e de C u ltu ra H isp án ic a 59
P la n ta s y árb o le s en C o sta R ic a , p o r E d w in N a v a r ro B olandi ...... 60
64
L a tra d ic ió n del c afé .................................................................................................
F a u n a de C o sta R ic a, p o r R óm ulo V a le rio ................................................... 71

C o laboración a r tís tic a de M olina S ánchez.


A m ig h e tti. C a rp e y D aniel del S olar.

D IR E C C IO N , R E D A C C IO N Y A D M IN IS T R A C IO N
A v e n id a de los R eyes C ató lico s. C iudad U n iv e rs ita ria (M a d rid )

TELEFO N O S :
R edacción ...................... *.................. 57 32 10
A d m in is tra c ió n .................. ........... 57 03 12
A d m in is tra c ió n y R edacción .. 24 91 23

D IR E C C IO N P O S T A L P A R A TO D O S L O S S E R V IC IO S :
A p a rta d o (le C o rreo s 215 - M adrid

E M P R E S A D IS T R IB U ID O R A :
E diciones Ib e ro a m e ric a n a s (E . I. S. A .). P iz a r r o . 17 - M adrid

200 habitaciones con IM P R E S O R E S :


T ip o g ra fía v e n cu a d e rn a ció n : E d ito ria l M ag is­
baño y teléfono te rio E sp a ñ o l, S. A (M a d rid ).- H u eco g rab ad o
y o f f s e t: H e ra c lio F o u rn ie r, S. A . (V ito r ia ).

Refrigeración en los E N T E R E D AS SE C O N D C L A S S M A T T E R AT 1 H E
P O S T O F F IC E A T N E W YO RK . M O N T H LY : 1959.
salones públicos N U M B E R 14U. R O IG , N E W Y O RK «M UN D O H1S-

P R E C IO S :
ESPA Ñ A E je m p la r : 15 p esetas. -S uscripción s e m e s tra l: 85 p e se ta s.
S u sc rip c ió n a n u a l : 160 p e se ta s.— S u sc rip c ió n p o r dos a ñ o s : 270 p e se ta s.
A M E R IC A .— S u sc rip c ió n a n u a l: 5 d ó l a r e s - S u sc rip c ió n p o r dos a ñ o s :
8,50 d ó la re s.— S u scrip ció n p o r tre s a ños : 12 dó lares.
E S T A D O S U N ID O S Y P U E R T O R IC O .— S o b re el p re c io de s u s c rip ­
ción : 1,50 d ó la re s por a ñ o , de g a sto s de fran q u e o .
E U R O P A Y O T R O S P A IS E S . -S o b re el p re c io de s u sc rip c ió n : p o r
a ñ o , 60 p e se ta s p o r g a sto s de fra n q u e o sin c e r tific a r, o 120 p e se ta s
p o r g a sto s de fra n q u e o c ertific a d o .
de la América Central,
E P Ú B L IC A

descubierta por Cristóbal Colón

Q en su cuarto viaje, en 1502.

Situada entre los 8o y 11° 16


de latitud norte y 82° 24’ y 86°
de longitud este (Greenwich).
Colinda al norte con Nicara­
gua y al sur con Panamá; al
este con el Atlántico y al oeste
con el Pacífico.
Extensión territorial: 51.900 kilóme­
tros cuadrados (poco más de la extensión
de Castilla la Vieja).
Población: 1.100.000 habitantes.
Raza : Blanca. Unos 3.000 indios.
Capital : San José, con 100.000 habitan­
tes (con los cantones inmediatos, un cuar­
to de millón).
Provincias : San José, Alajuela, Carta-
go, Heredia, Guanacaste, Puntarenas y El Presidente de C osta Rica, don M a r io Echandi.
Limón.
La población y la vida económica y cul­ independientes, económicamente autóno- da), El Diario de Costa Rica (decano de
tural están concentradas principalmente nomos. la prensa nacional) y La República, y el
en la Meseta Central, de una altura media Poder ejecutivo : Presidente de la Re­ vespertino La Prensa Libre. Los lunes,
de más de 1.000 metros, de magnífico cli­ pública, dos vicepresidentes y nueve mi­ además de La Nación, El Diario Nacional.
escasa.
ma templado. En las costas y partes bajas nistros de Gobierno. Otros vespertinos son Ultimas Noticias y
Cruzada de noroeste a sureste por una
priva el clima tropical, y la población es Asamblea Legislativa : 45 diputados pro­ La Hora. En provincias aparecen algunos
rama de la cordillera andina. pietarios. semanarios, como La Semana ele Cartago,
Volcanes principales : Poás, Irazú, Tu- Poder judicial : Presidido por la Corte El Turrialbeño, los de San Isidro del Ge­
rrialba (que son el límite norte de la me­ Suprema de Justicia. neral, Puntarenas, etc.
seta central). La Constitución vigente suprimió el Revistas de tipo cultural : Brecha, El Re­
Productos : Café, cacao, banano, made­ ejército. El país tiene más edificios esco­ pertorio Americano (en suspenso desde la
ras, ganado, algodón, bauxita y oro. lares que policías. muerte de don Joaquín García Monge,
Moneda : El colón. La Universidad nacional (300 profeso­ había llegado a sobrepasar su número
Ferrocarril interoceánico entre los puer­ res y 4.000 estudiantes) es académica y eco­ 1.700; esta revista dió a conocer a Costa
tos de Limón y Puntarenas. nómicamente autónoma. Rica, y en ella colaboraron los mejores
Forma de gobierno : República consti­ Los bancos están nacionalizados y se escritores del continente); revistas de in ­
tucional, de régimen presidencialista (re­ gobiernan autónomamente. vestigación : destacan la Revista de los
novado cuatrienalmente y no reelegible). Prensa : Los principales diarios son los Archivos Nacionales y la de Biología y Fi­
El Gobierno lo integran los tres poderes, matutinos La Nación (el de mayor tira­ losofía de la Universidad.

UN PAIS CON MAS E S C U E L A S QUE POLI CI AS


COS T A RICA
Y LA HISPANIDAD
DECRETO PRESIDENCIAL DECLARANDO EL 12 DE OCTUBRE DIA DEL DESCUBRIMIENTO Y DE LA HISPANIDAD

CONSIDERANDO:
UE el 12 de octubre de 1492 se día de Fiesta Nacional el 12 de octubre, y recordar perennemente la comunidad
inició una nueva y trascenden­ y por decreto legislativo N.° 81 de 18 espiritual que vincula a las Naciones de
tal época en la historia de la de agosto de 1921 se reconoció oficial­ Hispanoamérica entre sí y a ellas con
humanidad al arribar a las pla­ mente a Doña Isabel la Católica como España, por los lazos de una misma fe
yas de América las tres cara­ «gran colaboradora por su genio y por religiosa, iguales tradiciones históricas
belas españolas que comandaba su esfuerzo en la histórica hazaña del y culturales, raíces biológicas comunes
el navegante genovès Cristóbal descubrimiento de América», al dispo­ y propósitos idénticos de defensa de la
Colón ; ner que se le rindiera merecido home­ civilización cristiana dentro del ordena­
Que el glorioso acontecimien­ naje en la celebración de aquel aconte­ miento jurídico de la vida internacional,
to se debió al genio y la volun­ cimiento; basado en la igualdad de las Naciones
tad del inmortal navegante, Que la designación del Día de la Raza y el respeto al Derecho.
unidos a la fe y el desprendimiento de que se ha venido dando a la fecha del Artículo 2 °—Los actos conmemorati­
la esclarecida Reina Doña Isabel de Cas­ 12 de octubre no corresponde propia­ vos del 12 de octubre exaltarán con es­
tilla, y al valor y pericia de los marine­ mente al hecho que se conmemora, ni a pecial énfasis:
ros españoles que formaban la dotación su significación histórica, ni a sus con­ a) El. sentido misional de la coloni­
de las naves ; secuencias en la vida internacional, ni zación de América según las normas di­
Que a consecuencia de aquel feliz su­ se aviene con el concepto jurídico, que rectoras de la Legislación de Indias;
ceso, el Continente Americano recibió condena toda medida que propenda a la b) La obra civilizadora de los mi­
el beneficio imponderable del arribo no exaltación de grupos humanos por cues­ sioneros católicos, que lograron arran ­
car las supersticiones idolátricas del
alma de los indígenas y term inar con
las prácticas de la antropofagia y los sa­
crificios humanos, para sustituirlas con
las elevadas doctrinas del Cristianismo;
c) La obra educadora de esos misio­
neros al establecer y mantener en Amé­
rica las prim eras escuelas de educación
popular y los grandes centros universi­
tarios, que fueron foco de cultura e ilus­
tración en el Continente;
d) Los nobilísimos ideales de Isabel
la Católica al alentar la obra coloniza­
dora y evangelizadora de España en
América ;
e) El profundo sentido democrático
de la vida municipal que se desarrolló
en América al amparo de los Cabildos
establecidos por los conquistadores;
/) El resultado de la Colonización
en lo que atañe a la elevación espiritual
de los aborígenes, su educación para una
vida mejor y el desarrollo económico del
Continente ;
1 9 5 9 . Im p osición de la G ran C ru z de Isabel la Católica al Presidente de C osta Roca, licenciado don M a rio g) La admirable Legislación de In­
Echandi, por el em bajador de España, don Em ilio N ú ñ e z del Rio. A la izquierda, la señora del P re si­
dente, doña O lga de Echandi. A la derecha, don A m a ro G o n z á le z M e sa , secretario de la Embajada española.
dias en sus aspectos humanos y socia­
les;
h) La vinculación espiritual perma­
interrumpido durante trescientos años tiones raciales; ni con la verdad socio­ nente de los pueblos de España y de
de millares de familias provenientes de lógica de que en América existen y con­ América, que sobrevivió a las luchas de
todas las regiones de la Península Ibé­ viven en democrática armonía hombres la Independencia y se mantiene viva
rica, que trajeron al Continente los sa­ de todas las razas. Por tanto, bajo el concepto moderno de la Hispa­
nos principios de la verdadera religión, nidad.
las grandes ventajas de un idioma co­ Artículo 3.°—Los Ministerios de Edu­
mún, las tradiciones seculares de la de­ DECRETA: * cación Pública y de Gobernación ten­
mocracia castellana y los elevados co­ drán a su cargo la ejecución de este de­
nocimientos en las artes y en las cien­ Artículo l .°—El 12 de octubre será creto.
cias que constituían el acervo cultural conmemorado todos los años, en forma Dado en la Casa Presidencial, a los
de la civilización europea; apropiada, como Día del Descubrimien­ seis días del mes de octubre de mil no­
Que por decreto oficial N.° 80 dic­ to y de la Hispanidad, para celebrar el vecientos cincuenta y ocho.
tado al cumplirse el Cuarto Centenario hecho histórico del arribo de las carabe­ Publíquese,
del glorioso acontecimiento, se declaró las de Colón a las islas del Continente Mario ECHANDI.
COSTA RICA
EN SU
HISTORIA
Por ABELARDO BONILLA
Catedrático de la Universidad
Presidente de la Asociación de Filosofía
Vicepresidente de la República

T A nacionalidad costarricense se form ó sobre la base escasa de los conquistadores y colonizadores españoles,
puesto que, al llegar C olón a nuestras playas del A tlá n tico , la población indígena avanzaba rápidam ente en
el declive de la desaparición. Y se form ó casi exclusivam ente en los 2.000 kiló m etro s cuadrados de la Meseta C en­
tral. La sociedad colonial fu é pobre por su peq u en ez num érica; no consiguió organizar el trabajo colectivo agrí­
cola o m inero y no dispuso d el régim en de encom iendas que en otras partes hizo posible el desenvolvim iento in i­
cial, con cierta form a de feu d a lism o ; no tuvo siquiera el incen tivo de las empresas m ilitares, que en Costa Rica se
lim itaron a las escaramuzas de la conquista de Talamanca y de la defensa contra los piratas ingleses. Pero el doloroso
panorama cam bió durante el transcurso d e l siglo X I X . D el m agnífico estudio dem ográfico del obispo T hiel tom a­
m os estos datos de población, que nos p erm iten seguir la trayectoria del resurgim iento de ese siglo. A l iniciarse el
m ism o tenía Costa Rica algo más de 52.000 habitantes, d istrib u id o s en dos ciudades, cinco villas, cinco anexos y
13 doctrinas. De esa sum a, 5.000 eran españoles, 8.000 indios y el resto ladinos m estizos y pardos, correspondien­
do a la Meseta C entral 43.500, y a las costas 9.000. Pero en 1844, época de creación de la U niversidad de Santo
Tom ás, y según el censo del señor Streber, Costa Rica tenía 79.982 habitantes. En 1864, de acuerdo con el censo
efectuado por el m inistro don Francisco María Iglesias, tenía 120.499, sin contar a los indios, que habían dism inuido
considerablem ente. En 1900 la población se había elevado a 304.000. sum a que se ha triplicado al m ediar el siglo actual.

este rápido crecim iento corresponde el nes de pesos y los gastos de cuatro m illones, de una clase m edia, la prim era de las cuales llegó
desenvolvim iento económ ico y, desde con déficit en los presupuestos, que ya existían a co n stitu ir una oligarquía política ; la diversifi­
luego, el cultural, que exam inarem os desde 1870. En nuestros días, en que la población cación y extensión de la cu ltu ra, p o r las p o sib ili­
en capítulo aparte. El prim ero se hace ha superado ya el m illón de habitantes, el p re ­ dades económ icas, y el paso del régim en pa­
patente por algunos datos, desde 1840, supuesto nacional pasa de 300 m illones de colo­ triarcal al régim en lib eral, que, ju n to con el cre­
en que los tenem os, y son los siguien­ nes. P ara los efectos de nuestro estudio no im ­ ciente progreso m aterial, se proyectó en el si­
tes : en ese año de 1840, en que Costa plica diferencia el que antes fueran «pesos» y hoy glo xx.
Rica se separó definitivam ente de la sean colones. V arios investigadores (el profesor Monge A l­
F ederación C entroam ericana, las re n ­ Desde m ediados del siglo, como ha podido faro, en su Historia de Costa Rica, y el licen ­
tas del país fuero n 117.164,45 pesos y apreciarse p o r los datos an terio res, se nota un ciado R odríguez Vega, en sus A puntes para una
los gastos 67.992,82, m ientras que a cam bio económ ico considerable, que debe a tri­ sociología costarricense) han derivado de la po­
los puertos del país no llegaban más de diez b a r­ buirse p rincipalm ente al desarrollo de la in d u s­ breza y del aislam iento de los costarricenses en
cos al año. En 1850, durante la adm inistración tria del café, obra en gran parte del P resid en te el p eríodo colonial las características de la n a­
del P residente M ora, las entradas fueron 237.692,05 don B raulio C arrillo , y luego al aum ento de p o ­ ción : su individualism o, los regím enes p a tria r­
pesos y los gastos 144.577,47, en tanto que en ese blación, al desarrollo de nuevas zonas de cultivo cales y su política personalista ; la tim idez y
y en los años posteriores llegaron a los puertos y al del com ercio intern acio n al. A este cambio desconfianza de los costarricenses, su sentido ci­
costarricenses 70 barcos por año. H acia los fin a­ obedecieron algunos fenóm enos sociales : el n a ­ vil y dem ocrático de la vida, la ausencia de arte
les del siglo las entradas pasaban de tres m illo ­ cim iento de una clase adinerada y la form ación po p u lar. Estam os de acuerdo con ellos. Pero en
los conceptos m edioevales de la soberanía del puso por prim era vez la carga y la dirección ed u ­
E m perador y del Papa. Pero los grandes juristas cativas en manos del Estado ; intentó, además,
COSTA RICA EN SU HISTORIA españoles, con el P adre Vitoria a la cabeza, com ­ extender la obra universitaria a los grandes m í­
batieron el Derecho um versalm ente aceptado en d e o s de población por m edio de cátedras d epar­
nom bre del derecho n atural, som etieron todos los tam entales. En general, la década de 1810 a 1850
actos de la conquista a una crítica rigurosa y fué muy im portante, por la fundación de una
el campo cultural, en lo que a ignorancia se crearon un nuevo derecho, no para proteger las escuela norm al, de un liceo de niñas y de los
refiere, existen hechos que no concuerdan con la conquistas de España, como en el caso del D e­ colegios de San José y Cartago. El progreso con­
afirm ación y que nos llevan a pensar que en recho rom ano, sino para proteger a los pueblos tinuó en la década siguiente, de la cual tenemos
aquella Cartago colonial, retrasada, orgullosa y conquistados y establecer las bases de la com u­ los prim eros datos oficiales y relativam ente co­
azotada por los terrem otos, como más tarde en nidad internacional. rrectos. Esos datos nos dicen que el Estado gastó
aquel San José lib eral, con sus calles em pedra­ La prim era m anifestación de cultura, antes de en educación un prom edio anual de 56.000 pesos
rlas, sus aceras irregulares, sus casonas de barro establecerse la Casa de Enseñanza de Santo T o ­ y que la población escolar se elevó a 31.942 es­
y tejas, su plaza principal y sus galleras—que más, la bailam os en 1782, cuando el obispo de tudiantes. Y llegamos así, en proporción siempre
tanto sorprendían a los viajeros extranjeros—, Nicaragua Esteban Lorenzo de T ristán , que en creciente, a la época inm ediatam ente anterior a
había un espíritu que superaba la estrechez m a­ aquel año estuvo en Costa Rica, ofreció ciento las g r a n d e s reform as educativas del Presidente
terial, un propósito de cultura y un acervo de cincuenta pesos para dotar una cátedra de la ti­ doctor don Jesús Jim énez y del m inistro don
conocim ientos, de m inoría, pero apreciables, que nidad en la escuela que había creado en Cartago Mauro F ernández. De la M em oria de 1879, por
explican esos hechos y ciertas realidades sorpren- el gobernador español Flores. Y la segunda, en ejem plo, tomamos, estos datos : había entonces

dentes. ¿Cóm o explicar, por ejem plo, que en 1801, en las lecciones de Filosofía y Flumanida- 320 escuelas públicas, 22 instituciones privadas,
C artago, y en pleno siglo xvi. un D omingo J i­ des que daba en la mism a ciudad de Cartago el cinco colegios y la U niversidad, con un total de
m énez conociera y glosara la poesía cortesana presbítero don B altasar de la Fuente. P ero el 25.000 e s t u d i a n t e s y una erogación anual de
de Castilla del siglo anterior? ¿Cómo explicar la m ayor esfuerzo educativo fué la creación de la 180.000 pesos.
form ación cultural de un Florencio del Castillo Casa de Enseñanza de Santo Tom ás, en ab ril de La obra decisiva en la educación costarricense,
en el xvill y cómo el caso de la señorita M a­ 1814, siete años antes de la independencia. que situó a nuestro país, relativam ente, entre los
nuela Escalante en la prim era m itad del xix. La Casa de Enseñanza fué la p rim era form a de prim eros del m undo en este campo y que dió
Es penoso anotar que en la obra de algunos una em presa de m ayor aliento : la creación de la origen al tercer período político, cultural y lite­
de nuestros historiadores se recogen todavía U niversidad de Santo Tomás. Esta fué decretada rario, se llevó a cabo durante los últim os veinte
los ecos de la leyenda negra y se denigra la el 3 de mayo de 1843, pero se inauguró el 21 de años del siglo, por obra de los dos estadistas an­
obra de la cultura española en la América colo­ abril de 1844, coincidiendo muy aproxim adam en­ tes citados y por la organización que dió a la
nial. Con criterio de liberales contem poráneos, te con la iniciación del segundo período de nu es­ enseñanza don Mauro Fernández. C ierto es que
esos historiadores olvidan o ignoran el espíritu tra historia y de nuestra cultura. don M auro cerró la U niversidad de Santo Tomás,
de las épocas, lo que fué la cultura española en La U niversidad de Santo Tom ás fué, en nuestro con lo cual produjo un vacío cultural, que se
el siglo xvi y el sentido m isional de la conquis­ m edio, una reproducción de la U niversidad es­ proyectó en las prim eras décadas del siglo actual;
ta, sin pensar que quizá, de haber sido otra pañola y de las universidades coloniales am erica­ pero en cambio creó las bases de la prim era y la
la nación conquistadora, América habría po d i­ nas, especialm ente de la de León de N icaragua, segunda enseñanzas, con carácter gratuito y obli­
do ser algo parecido a Africa. Pocos com pren­ si bien su fundador, el doctor don José María gatorio la prim era, com prendiendo que sin tales
den que el pensam iento español, como efecto del Castro, le dió un sentido más liberal y un p rin ­ bases la enseñanza universitaria no podía ser
descubrim iento y de la conquista, evolucionó ra ­ cipio de autonomía muy avanzado para su efectiva.
dicalm ente en un lapso de m edio siglo. En efe»'- tiem po. C oincidiendo con el desarrollo económico que
to, el descubrim iento y la conquista se iniciaron La obra del doctor Castro no se lim itó a la bahía originado el cultivo del café, surgió en lo
bajo los auspicios del jus belli tradicional y de U n iversidad: f o m e n t ó la prim era enseñanza y cultural la llamada g e n e r a c i ó n 1899. con don
\lauro Fernandez, don Ricardo Jim énez, don
£¡eto Gonzalez Víquez y m uchos otros estadistas
escritores, que instituyen un nuevo régim en
^locativo, fundado en la «Ley de Educación Co­
mún», de don M auro, qu_ fué la base de nuestra
(altura dem ocrática, y m odernizaron la législa­
tion. Desde este período parte el desarrollo lite ­
rario, que se operó principalm ente en los diarios.
La im prenta había sido traída a Costa Rica p o r el
primer P residente, don Juan Mora F ernández, en
1830; pero el desarrollo del periodism o corres­
ponde a la generación de 1889, a la que p erte­
neció el prim er gran diarista, Pío V íquez, quien
¡a 1890 fundó E l H eraldo. A este período, ade­
más, corresponde la m ayor y más extensa in ­
fluencia de la cultura extranjera en Costa Rica.
Si bien es cierto que desde m ediados del siglo
muchos hom bres de ciencia extranjeros, europeos
principalmente, visitaron el país y dejaron su

del país, aun las más alejad as; con la reo rg an i­ El período contem poráneo, que está en plena
zación de los colegios de segunda enseñanza, que gestación y que ofrece el mismo carácter de d u ­
se hizo tam bién gratuita, aunque no o b lig ato ria; das y de lucha que presenta el resto del m undo,
con el desarrollo del periodism o, que consiguió se inició hacia 1940. Las corrientes sociales y
afirm arse sobre sólidas bases económicas e in d u s­ económ icas, la preocupación de estudio y de
triales ; con el establecim iento de num erosas li­ progreso de parte de la juventud y la creación de
b re ría s; con la term inación del T eatro N acional, la U niversidad de Costa Rica lian sido factores
que bizo posible la llegada al país de grandes determ inantes de este últim o período. El año de
com pañías dram áticas y líricas y de los p rin c ip a ­ 1940 se señala como el punto de partida de un
les concertistas de r e n o m b r e intern acio n al. La resurgim iento literario y artístico de extraordina­
U niversidad había desaparecido, pero se m ante­ rio valor y, al mismo tiem po, de un resurgim ien­
nían la Escuela de D erecho, que proporcionaba to educativo que ha venido desarrollándose hasta
el m ayor núm ero de funcionarios y m antenía la hoy. El restablecim iento de la U niversidad en
tradición civilista, y la Escuela de F arm acia; 1940 fué un im pulso decisivo en el progreso cu l­
funcionaban adem ás la Escuela de Bellas A rtes y tu ra l, y lo será en m ayor proporción con la re ­
diversas instituciones artísticas particulares. En form a universitaria que acaba de im plantarse. La
lo lite ra rio , este período vió el desarrollo del segunda m itad del siglo im plicará, sin duda alg u ­
costum brism o en la novela, en el cuento y en la na, un avance cultural más vigoroso que el reali­
poesía ; el del m odernism o, en la poesía y en zado anteriorm ente, ya que el país cuenta hoy
la p ro sa ; la iniciación de las escuelas de van­ con una organización com pleta, desde la ense­
guardia y la influencia de las principales co rrien ­ ñanza pre-escolar hasta la universitaria, y con
tes literarias posteriores a la prim era guerra m edios técnicos a la altura de los m ás avanzados
m undial. del m undo.

¡porte, fué a fines del siglo pasado y comienzos


Jel actual cuando la influencia fué decisiva. Lle-
gron a Costa Rica, contratados por el G obierno,
*ntre otras varias personalidades, el gran huma-
Ma y educador español don V aleriano F ern án ­
dez Ferraz y su herm ano Ju an , a quienes se en-
"fgó la dirección del Colegio de San Luis Gon-
!I8a, de C artago, que antes había estado a cargo
«los jesu ítas; los artistas don Ju an Loots, don
«se C apabadal, don Tom ás Povedano y don Al-
'ise Castegnaro ; llegaron tam bién R ubén D arío,
™se Martí y A ntonio Z am brana, de extraordina-
5a influencia este ú ltim o. P o r otra p arte, salió
^ Primer grupo de jóvenes costarricenses, que
héron a hacer estudios en el Institu to Pedagógi-
"J de Chile, para venir luego a enseñar en nues-
“°8 colegios. A esta época corresponde tam bién
" nacimiento del realism o y las prim eras mani-
ste país fué, hasta el m om ento de la
independencia, un rincón, el m ás le­

0
jano, el m ás pobre, el más dejado de
la m ano de la adm inistración de la
C apitanía General de G uatem ala. A pe­
sar de su nom bre de fábula, no poseía
ni m inas de oro ni de plata ni existía
en él una indiada que explotar. La
prosopopeya del hidalgo colonizador
cedió aquí el lugar a la m ediocridad
igualitaria del hacendado que trabaja
duro para sobrevivir, que no para vi­
vir, en la soledad y el aislam iento. No
hem os de ex trañ ar entonces que se
perdieran hasta las ricas tradiciones del
arte popular—danzas, cantos, rom ances, im agine­
ría religiosa—del español. ¿Educación? ¿C ultura?
Los visitadores religiosos que recorrían, una vez
perdida, la lejana provincia, para alentar a las
almas y pasarles lista, dejaban alguna providencia
tom ada, iniciaban algo; la cosa se estim ulaba lue­
go por algún piadoso hom bre de iglesia; pero a
la vuelta de algunos años el esfuerzo decaía, sin
solución de continuidad.
Los aires de transform ación que em piezan a so­
plar por A m érica a raíz de las Cortes, tocan tam ­
bién este país. En 1814 se establece la prim era
institución de enseñanza con aires de perm anen­
cia, y hasta se hace llegar un bachiller de la Uni­
versidad de León de Nicaragua, Francisco Ose-
jo, para dirigirla. Se llam a «Casa de Enseñanza de
Santo Tomás». Cuando sobreviene la independen­
cia—en Costa Rica no se gana, sino que «sobre­
viene» este hecho com o una lluvia inesperada— ,
la prim era experiencia de los nuevos ciudadanos
es am arga ; no se encuentran personas que sepan
leer un núm ero suficiente para hacerse cargo de
las varias funciones que requiere la adm inistración
del nuevo Estado. Pero esta m ism a indigencia cul­
tural va a ser una realidad estim ulante de nuestra
historia : desde este mismo m om ento van a tra­
bajar los hom bres del Gobierno con un propósito
prim ero, bien claro y bien firm e : la educación
de todos. El A yuntam iento de U jarraz, por ejem ­
plo, da una disposición en 1828, que es la de m a­
yor elocuencia : «Todos los ciudadanos están obli­

COSTI RICA
gados a poner cuantos niños tengan en la escuela,
sin excusa, diferencia ni privilegio alguno; niños
y niñas.»
El buen ciudadano de una república es, en pri­
m er lugar, un hom bre que sabe leer y escribir.
Lo dem ás viene por añadidura. Y desde entonces,
hace ya siglo y medio, este país viene construyén­
dose, desarrollándose, creciendo, sobre la base
m ágica de este postulado político. Presidentes de
la República, m inistros, políticos, se enorgullecen
de haber sido prim ero m aestros de escuela o de
haber sido educados por m odestos m aestros de
escuela. Todos ellos, en los m ás diversos tonos y
estilos, han hecho su profesión de fe, algo como

Una n a c ió n c r e a d a un necesario juram ento ante la República, de vi­


gilar, prim ero y antes, el desarrollo de la educa­
ción del pueblo. Y al cum plir su tarea de servi­
dores públicos, su m ejor orgullo es m ostrar el

por m aestros núm ero de escuelas que fundaron. M auro Fernán­


dez, el gran reform ador y constructor del actual
sistem a de educación, lo declaraba una y otra
Por I. F. A Z O F E I F A vez : «Todo lo que nos rodea contribuye, bien o
m al, a nuestra educación; pero el m aestro es el
CATEDRATICO DE LA UNIVERSIDAD facto r im prescindible de ella.» El m ás brillante,
sin duda, de todos los m aestros, Ornar Dengo,
lanzaba esta consigna en 1920: «Economizar en
escuelas es econom izar en civilización.»
N acida a la vida con el régim en dem ocrático
republicano, nuestra escuela es profundam ente de­
m ocrática. Form a un sistem a integrado en una
sola vía desde el K indergarten hasta la Universi­
dad. La escuela prim aria es com ún, gratuita y
obligatoria desde 1869, en que fué declarado ex­
plícitam ente este principio por la Constitución.
Niños de todos los grupos sociales, de todas las
distintas creencias, políticas o religiosas, van a
la mism a escuela prim aria, que es el crisol de
unidad dem ocrática de nuestra vida costarricen­
se. La segunda enseñanza es continuación natural
de la prim era, y es tam bién gratuita, aunque no
obligatoria. Todos los jóvenes, sin em bargo, tie­
nen derecho a todas las oportunidades educati­
vas de nuestro sistem a. Para ello existen, estable­
cido su principio por la C onstitución política, to­
das las previsiones necesarias sobre becas y otros
géneros de auxilios para los estudiantes de recur­
sos económ icos precarios. El Gobierno actual ha
anunciado ya su propósito de hacer llegar la gra-

A rrib a : U n aspecto de la avenida C entral, la via


* ■
que concentra a todo el com ercio de San José.
W ' Abajo: Frente a los jardines de la Catedral m e­
y 1
tropolitana, el edificio Re x a lia su bella estampa.
tuidad universal hasta la mism a U niversidad, co­
ronam iento de un sistem a de educación en una
nación creada por m aestros.
Para el hom bre costarricense, la dem ocracia no
puede concebirse más que dentro de la libertad.
La escuela debe ser su m ejor expresión y su m e­
jor apoyo. La Constitución y las leyes garantizan
p lenam ente la libertad de enseñanza y estim ulan
la iniciativa privada en m aterias de educación.
El Estado dirige la educación oficial, y tiene la
inspección de la privada. Esta vigilancia g aran­
tiza el desarrollo de los program as oficiales, la
legalidad del proceso adm inistrativo de exám enes
y títu lo s; pero, sobre todo, garantiza el carácter
dem ocrático de la enseñanza dentro de la liber­
tad : no se da, ni es concebible por un costarri­
cense, que un plantel de enseñanza haga discrim i­
nación alguna de tipo religioso, político o social
p ara recibir su alum nado. El m ayor repudio de
la opinión pública obtendría la institución que
tal pretendiere.
Existen escuelas y liceos organizados por con­
gregaciones religiosas católicas, escuelas y cole­
gios protestantes, colegios privados de tipo ente­
ram ente laico.
De este m odo, la nación que em pezó sufriendo
ta n universal analfabetism o se enorgullece hoy
de o cupar uno de los prim eros lugares en tre las
naciones letradas de este continente. Sólo la aven­
ta jan Estados Unidos, A rgentina y U ruguay. Y po­
see uno de los m ás sanos, activos, estables, regí­
m enes dem ocráticos que pueden ofrecerse en el
m undo contem poráneo. El ciudadano costarricen­
se es de un civismo alerta, preocupado de las
cuestiones de su país, rebosante de salud m oral
al sentirse libre de prejuicios y libre de tem o r y
lucha, sin cruentas revoluciones, por el cam ino de
la educación y la cultura, por conquistar para sí
las otras libertades de la dem ocracia m oderna.
D urante los últim os veinticinco años se ha
producido un extraordinario fenóm eno económ ico
social : el país se ha colocado en uno de los pri­
m eros lugares en la estadística de crecim iento
de la población: el censo de 1950 reveló no sólo
que el país se acercaba velozm ente ai millón de
habitantes, sino tam bién que el índice de creci­
m iento era tal que en pocas décadas se alcanzaría
el doble de esa sum a. Las cam pañas de salubri­
dad han hecho dism inuir enérgicam ente la m or­
talidad in fan til; el nivel de vida sube; la seguri­
dad económ ica crece. La población va en aum en­
to . Y con todo esto, la educación ha venido a
experim entar el aum ento vertiginoso de la m a­
trícula en todos sus niveles. El sistem a encara la
atención de nuevos intereses, nuevas tendencias,
nuevas necesidades. De pronto, parecen envejeci­
dos los m étodos, las técnicas, los program as, los
objetivos de la enseñanza. Es necesario fu n d ar
m ás y m ás escuelas y liceos. Proveer nuevos edifi­
cios, preparar por cientos los m aestros y aum entar
constantem ente el núm ero y tipo de especialidad
de los profesores de liceos. La situación actual
es de rápido cam bio, de transform ación inm inente
del sistem a para hacerlo responder adecuadam en­
te a las nuevas necesidades y aspiraciones de
nu estra nacionalidad, que en los últim os veinte
años ha asum ido la responsabilidad de buscar su
realización económ ica y social, dentro de los m ás
estrictos m étodos dem ocráticos.
La preocupación histórica del costarricense por
el progreso de su escuela tiene ahora su prueba
m ayor. Hace setenta y cinco años, una genera­
ción, la llam ada generación del 89, moviéndose
dentro de las doctrinas liberales de la época, se
entregó a la tarea de m odernizar el Estado, de
poner al día las instituciones. Esa generación acer­
tó a transform ar la escuela para hacerla servir
con genial autenticidad el destino de la nación
costarricense. Esta generación de hoy, ¿saldrá
bien de su em presa? Los dirigentes de la educa­
ción nacional, junto con los dirigentes sociales,
políticos y religiosos, están ahora afinando sus
criterios para d ar al país una educación digna
de nuestra secular tradición cultural dem ocrática,
adecuada a los tiem pos que vivimos y abierta al
incierto futuro. Son tiem pos de em ergencia y de­
cisión. Ya h ay leyes dadas y están listos los pla­
nes. La U niversidad, que en tró en reform a hace
ya dos años, colabora tam bién en las leyes y
los proyectos. El país da la im presión de un
hom bre que, en el preciso instante en que se
m ueve para dar un salto decisivo, se detiene,
echa un últim o vistazo al paisaje que deja atrás
y se reposa un poco, inseguro de su instinto y
de su decisión.

Esta obra m onum ental, en piedra y bronce, en el


Parque N a c io n a l de San José, conm em ora la gran
epopeya de 1 8 5 6 , con las cinco repúblicas ce n­
troam ericanas exp ulsand o al invasor extranjero.
En 1843 se fu n d ó la U n i v e r s i d a d ,

EDUCACION
b a j o la a d v o c a c i ó n d e S a n t o T o m á s

I urante la Colonia y las cer de la diversidad, Universi­


primeras décadas de dad...; poner la formación cul­
la República, Costa tural, social y ciudadana antes
Rica careció totalmen­ que la formación profesional.»

UNIVERSITARIA
te de un centro de edu­ La nueva Facultad trata de
cación superior. No lograr ese objetivo a través de
fué sino hasta el año un primer año, común a todos
de 1843, cuando, bajo los estudiantes que ingresan en
la advocación de San­ la Universidad, cualquiera que
to Tomás de Aquino, sea la carrera profesional que
se fundó una casa de se propongan seguir.
enseñanza universitaria, llenán­ Dentro de esa iniciación co­
dose así una sentida necesidad mún, el estudiante debe seguir
de cultura. cuatro cursos de Estudios Ge­
Pocos años de vida tuvo la nerales y los de algunas disci­
Universidad de Santo Tomás. plinas científicas de carácter
El rector de la Universidad, licenciado Rodrigo Fació— a la izquierda de la U n grupo de m uchachas del departam ento de Quím ica de la Facultad costa­ Los viejos moldes coloniales en general y básico, más directa­
fot-o— , comparte la mesa con otros catedráticos.— V ista nocturna de la Fa­ rricense de Ciencias y Letras, a la salida de una de las clases. A la derecha, que se inspiraban sus progra­ mente relacionados con sus fu­
cultad de Ciencias y Letras.— A l fondo, la Facultad de Ciencias y Letras; en una escena de «Fuenteovejuna», representada m agníficam ente en la plazo­ mas trajeron como consecuen­ turos estudios profesionales. En
prim er plano, la de Ingeniería.— Los estudiantes form alizan sus matrículas. leta de la Universidad por la Com pañía M e xicana de Teatro Clásico Español.
cia su abolición en el año de ese primer año se procura pro­
1888, quedando en pie única­ ducir el clima y todas las con­
mente la Escuela de Derecho, diciones posibles a fin de que
que, por más de un siglo, ha todo nuevo estudiante universi­
trabajado sin interrupción con tario viva, al menos un año, un
grandes beneficios para el país, nuevo humanismo, que le permi­
debido a sus magníficas promo­ ta apreciar las grandiosas di­
ciones. mensiones de la cultura elabo­
Ya en nuestro siglo, el 25 de rada por sus antepasados.
agosto de 1940, se restableció Como puede verse, el propó­
por ley la Universidad de Cos­ sito fundamental de la reforma
ta Rica, adquiriendo al siguien­ —en lo que se refiere al estu­
te año de 1941 el carácter de diante—es ampliarle su hori­
institución autónoma. Más tar­ zonte c u l t u r a l , multiplicar
de, en 1949, gracias a una en­ oportunidades educativas y eli­
mienda constitucional, la Uni­ minar, hasta donde sea posible,
versidad logró su total inde­ los fracasos por falta de orien­
pendencia económica. tación. Una serie de asignatu­
La nueva Universidad opera ras complementarias no siste­
actualmente con las siguientes máticas, como Coro, Apreciación
Facultades : Agronomía, Bellas Musical, Bellas Artes y Depor­
Artes, Ciencias Económicas y tes contribuyen a garantizar el
Sociales, Ciencias y Letras, De­ pleno desenvolvimiento espiri­
recho, Educación, Farmacia, In­ tual, emocional y físico del es­
geniería, Microbiología, Medi­ tudiante.
cina y Odontología. Anexa a la La Facultad de Ciencias y
Facultad de Ciencias Económi­ Letras tiene, dentro de la or­
cas funciona la Escuela de Ser­ ganización de la Universidad, el
vicio Social, y como escuela carácter de Facultad Central,
anexa a la Facultad de Bellas ya que concentra las cátedras de
Artes, el Conservatorio Nacio­ tipo general y básico requeridas
nal de Música. en los planes de estudio de
El 4 de marzo de 1957, la otras Facultades. Cumplen con
U niversidad de Costa Rica esa función una serie de de­
inauguró su nueva Facultad de partamentos técnicamente orga­
Ciencias y Letras, y su moder­ nizados como dependencias de
no edificio, en la Ciudad Uni­ la Facultad misma.
versitaria. La creación de esta Dentro de este novedoso sis­
Facultad marcó el momento fun­ tema las autoridades universi­
damental de la reforma aca­ tarias costarricenses realizan
démica, no sólo por los propó­ ingentes esfuerzos para que las
sitos de la Facultad misma, si­ instalaciones de su bella Ciudad
no también por su estructura y Universitaria constituyan el
sus métodos. En efecto, a par­ medio físico adecuado para el
tir de su restablecimiento, la cumplimiento de s u s planes
Universidad había venido ope­ académicos. Las fotografías que
rando como un grupo de escue­ ilustran el presente artículo dan
las independientes, sin ninguna clara idea de la magnitud de
conexión entre ellas. La falta la obra, que, a su terminación,
de unidad estaba debilitando las constará de treinta instalacio­
bases culturales, científicas y nes, con un costo total de cin­
sociales de la Institución. Era cuenta millones de colones, al­
necesario entonces, para usar rededor de siete millones y me­
las palabras de su rector, «ha­ dio de dólares.
V ista aérea de Puerto Lim ón.

P A R A I S O

D EL
T U R I S M O

en general, goza de grandes atractivos naturales para el


is p a n o a m é r ic a ,
turism o. El acervo turístico del con tin en te am ericano, salvo pocas excep­

I
ciones, goza de un rico patrim onio arqueológico de la época precolom ­
bina y de la colonia. D entro del com plejo turístico hispanoam ericano,
Costa Rica se destaca, en to d a la extensión de su territorio, com o un
centro de prim ordial im portancia. Como se evidencia a continuación y
por m últiples circunstancias y características, C osta Rica logra esta si­
tuación privilegiada.

Su ubicación geográfica, en el ex trem o m eridional de C entroam é-


rica, coloca al país en el corazón de este continente. Es éste un facto r
decisivo en la determ inación de los viajes,' pues el tu rista considera de
im portancia capital la distancia del recorrido que se propone realizar,
ya que ésta gravita en cuanto a la inversión de tiem po y dinero. Esta
situación geográfica coloca al país en el centro de los principales m er­
cados de turism o de la zona que com prende el sur de los Estados Unidos, las
Antillas, el norte de Suram érica y las herm anas repúblicas centroam ericanas y
Panamá.
La República, aunque m uy pequeña, tiene una extensión de 50.000 kilóm etros
cuadrados. C uenta con un extenso litoral m arítim o, que está bañado p o r ambos
océanos. En la costa este se en cu en tra el océano A tlántico o m ar Caribe y en la
costa oeste el océano Pacífico. A través de esos m ares se abren todos los cam i­
nos que vinculan a Costa Rica con el resto del m undo, y ofrecen en toda su
am plitud anchurosas puertas p ara el viajero. El actual desarrollo de la civilización
abre todavía con m ayor am plitud los cam inos del aire, de insospechadas posibi­
lidades. La frontera norte, con la herm ana R epública de N icaragua, es la vía
lógica de todos los turistas que visitan a Costa Rica p or vía terrestre.
Así se puede apreciar que Costa Rica ofrece, por im perativo de su ubicación
y de su conform ación geográfica, todas las facilidades requeridas para que el tu ­
rista, de cualquier procedencia, pueda arribar a esta tierra apacible y acogedora.
No sólo ofrece el país al ex tran jero un fácil acceso físico, sino tam bién la m ayor
am plitud de orden legal p ara el ingreso a su territorio, derivado de un sistema
expeditivo y con el m ínim o de regulaciones en cuan to a la tram itació n de los
jJ J
docum entos personales p ara viajes.
Situado el visitante ya en territo rio costarricense, sea en el m agnífico y mo-
R ú stico galerón costarricense, con la clásica carreta de ruedas policrom adas.

cierno aeropuerto internacional «El Coco», en los puertos m arítim os o en la


recién construida carretera in teram ericana, que se inicia en Peñas Blancas,
en la fro n tera con N icaragua, el país cuenta con el más com pleto y bien
servido sistem a de tran sp o rte interno. En su m ayoría, las principales ' ciuda­
des se en cu en tran en el elevado valle C entral de la República, que oscila
en tre los mil y dos mil m etros de altura, y están vinculadas entre sí por un
m agnífico sistem a de carreteras. En este valle están ubicadas, adem ás de San
José, la cap ital de la República, las provincias de C artago, antigua m etrópo­
l i ; H eredia, la ciudad de las flores, y A lajuela, cuna del héroe nacional
Juan Santam aría. Puntarenas, principal puerto del Pacífico, está unido a la
capital p or una buena c arretera y un ferrocarril eléctrico. La provincia de
G uanacaste, al n o rte del país, con sus extensas sabanas, y principal zona
ganadera, está habilitada por el sector norte de la carretera interam ericana.
Puerto Limón, en la costa atlán tica, cu enta con un ferrocarril.
Desde luego, todas las zonas alejadas del país están servidas por empresas
de tran sp o rte aéreo, com o es el caso de las zonas bananeras del Sur. Sin
em bargo, el tu rista prefiere los transportes terrestres, pues dispone de tiem po
suficiente y desea apreciar en detalle las bellezas naturales de C osta Rica.
El viajero puede en co n trar en este país los mism os m otivos de la n a tu ra ­
leza que le ofrecen las otras repúblicas herm anas del istm o los países del
Sur : la belleza de la cam piña, la exuberancia de sus bosques y selvas vírge­
nes y la m ajestuosidad de sus volcanes, que guardan una tónica com ún a
m uchos países de nu estra A m érica. Sin em bargo, Costa Rica se destaca o
individualiza sobre los otros países de C entroam érica por un sim ple capri­
cho del destino. Su constitución orogràfica la ha dotado de altas m on­
tañas, en las qu6 se asientan valles de clim a verdaderam ente privilegiado.
La flora y fau n a de este pequeño territo rio constituyen una conjunción de
la riqueza anim al y vegetal del norte y el sur del continente. Ello contri­
buye a d a r m ay o r exuberancia al paisaje, que m antiene una constante de
color y exotism o, expresada en las innum erables especies de am bos reinos,
con la proliferación de im ponentes árboles de m aderas preciosas y de m ul­
titu d de orquídeas, flores silvestres y especies cultivadas ex profeso.
El m edio en sí es propicio a la rica fauna costarricense, que triplica la
Iw tT m

variedad de aves existentes en Europa. Esto viene a constituir, adem ás del

U na vista parcial de San José, la capital de la bella nación costarricense.

o «i* r
Ha cum plido 4 0 años K L M
REAL COMPAÑIA HOLANDESA DE AVIACION PARAISO DEL TURISMO
gran estím ulo de orden estético para el turista, un gran atractivo para los
aficionados al deporte de la pesca y la caza.

> *-
Existe o tro aspecto fundam ental que basta para dem ostrar la afirm ación
hecha al principio de este artículo, al considerarse a Costa Rica com o un

¿QUE SABE VD.


innegable centro de atracción turística.
Se tra ta de u n aspecto fu ndam ental y valioso para el fom ento del turis­
m o : el aspecto étnico. Cuando Cristóbal Colón y sus valientes hom bres lle­
garon al territorio que hoy ocupa Costa Rica, éste estaba habitado por menos

SOBRE KLM?
de 30.000 aborígenes. D urante los años de la conquista, el natural del lugar,
un aguerrido y ten az defensor de su suelo, sucum bió al enfrentarse a las
fuerzas m ilitares colonizadoras. Los ataques de los M osquitos y to d a clase
de piratas, corsarios y dem ás aventureros que desem barcaron en la costa
atlán tica en constantes depredaciones, y el afán de conducir aborígenes a
los m ercados de esclavos, contribuyeron al exterm inio de estos indígenas. En
I realidad no fue el elem ento m ilitar colonizador el que logró dom eñar la
CLARIN

altivez del n ativ o ; éstos fueron apaciguados por la acción positiva del apos­
tolado, con su invencible paciencia y fuerza espiritual. De tal m anera, la
colonia se desenvuelve sin poder asignarle a las Encom iendas m ayores canti­
¿ S a b e q u a ma la p r i m a r a lln a a a á re a d a l m u n d o , dades de indios, y la falta de trabajadores nativos llega al extrem o de que
e s ta b le c id a e n 1 3 19 ? los altos funcionarios coloniales se ven precisados a realizar las labores agra­
rias p ara o btener su propio sustento y el de los suyos. Desde entonces se
va produciendo un m estizaje cada vez más creciente y con predom inio es­
pañol. En un am biente de paz, laboriosidad y falta de interés político en
cuan to a la C orona discurre la provincia de Costa Rica hasta el advenim ien­
to de la independencia. El fenóm eno de em blanquecim iento de nuestra raza
contin ú a produciéndose p or la constante inm igración europea, que trae con­
sigo a valiosos elem entos, quienes encuentran en el país un medio apacible
donde desarrollar sus actividades e inquietudes civilizadoras y para quienes
Costa Rica ha de guardar im perecedero recuerdo.
: ¿ S a b e q u e fu á la p r i m e r a C o m p a ñ ía I n t e r n a c io n a l e n
Con el decurso de los años este pequeño país centroam ericano, altam en­
; s e r v i r a Em p aña d e a p u á a d e la G u e r r a M u n d ia l?
te alfabetizado, consolida sus instituciones y su progreso dentro de tenden­
cias definidam ente dem ocráticas. La actual población de Costa Rica apenas
cu en ta con poco menos de 2.000 indígenas, y se ha m antenido libre de otras
influencias raciales, pues existe un porcentaje insignificante de sangre asiá­

¿ S a b e q u e KLM u n e 1 0 5 c iu d a d e s e n 7 4 p a ís e s ?

¿ S a b e q u e e n la x a E s p a ñ a con 2 5 d u d a d o s h is p a n o «
: a m e r ic a n a s ?

¿ S a b e q u e K LM fu á la p r i m e r a c o m p a ñ ía e u ro p e a e n
c o m p r a r c u a d r l r r e a c lo r e s D O U G L A S O C - 8 ?

: ¿ S a b e q u e d o c e d e e ll o s e n t r a r á n e n s e r v ic io e n 18G O ? le

tica o africana, y, com o se indicó anteriorm ente, la esclavitud no logró pro­


porciones apreciables. De tal m anera, el costarricense está libre de la acti­
tu d psicológica adversa al ex tran jero en general y en particular al blanco.
Asimismo, el costarricense no se ha visto envuelto en una m arcada es­
tratificación de clases sociales, com o ha sucedido en el resto de H ispano­
am érica. Todo este cúm ulo de circunstancias favorables hace que el ex tran ­
jero haya considerado a Costa Rica com o la tierra hospitalaria p o r anto­
nom asia.
SEPA T A M B I E H Q U E P A R A KLM La constitución étnica de la población costarricense, su alto grado de
alfabetización y la notable inm igración europea no sólo perm itieron una
E S Y O . M A S Q U E U H C L I E N T E , E S VO. U N A M IG O organización política adelantada, sino tam bién una superior organización so­
cial. D entro de este m edio propicio el país se ha desarrollado, por lo que
ofrece m odernas ciudades con inm ejorables servicios y toda la com odidad y
facilidad que exige el viajero por placer, quien tantos beneficios económ i­
cos reporta a los países preocupados por explotar racionalm ente la form i­
dable industria del turism o. El pueblo de Costa Rica tiene suficiente base
para com prender con am plitud el significado económ ico de la explotación
racional del turism o, y, p o r tanto, sin lim itaciones de ninguna naturaleza,
brinda su decidido aporte para que esta industria logre el auge deseable, en
beneficio de toda la nacionalidad costarricense. Así se explica que el turism o
haya llegado a convertirse en la tercera fuente productora de divisas ex ­
tranjeras de Costa Rica, después del café y el banano. Este hecho ratifica
a su vez la aseveración de la m agnífica acogida que tiene este pequeño país
en los m ercados del turism o internacional de exportación. La honda preocu­
pación por diversificar las fuentes de la econom ía nacional, ceñidas al m o­
nocultivo del café o a la ren ta de la explotación bananera, realizada esta
últim a por com pañías extranjeras, m ovió al Estado a crear, dentro de un
m oderno sistem a de entidades autónom as, el Instituto C ostarricense de Tu­
rismo. Este organism o, en menos de tres años de labores, o sea, en la etapa
inicial, la m ás difícil por cierto, ha logrado notables adelantos en la pro­
m oción del turism o internacional en encauzam iento de grandes corrientes
Para su próximo viaje consulte a su Agencia o a nuestras oficinas en
de viajeros hacia la pequeña, apacible y dem ocrática Costa Rica.

MADRID BARCELONA PALMA DE MALLORCA


AV. JOSE ANTONIO. 59 PASEO D i GRACIA, \ PELAIRES, 107-109
T rl *7 SI 00 Tal. 32 59 OS T«I. 59 69
\ República de Costa Rica, com­
prendida estratégicamente entre las

n
de Nicaragua y Panamà, en el
puente de las dos Américas, aco­
metió pronto la empresa de cons­
truir el tramo de la carretera in­
ternacional americana, que en el
área del territorio costarricense
va desde la ciudad de Cartago
—en donde entronca con la carre­
tera central de la nación—hasta
la frontera de Panamá : 662,64
kilómetros del total de 29.632 que tendrá
la carretera panamericana. Hace ya más de
dieciséis años—cuando Costa Rica tenía una
longitud total de carreteras y caminos de
3.280 kilómetros—que se abrió al tráfico ro­
dado la sección Cartago-San Isidro de El
General, pista de 114 kilómetros por la que
se asciende hasta los 3.600 metros de alti­
tud sobre el nivel del mar para salvar la
Cordillera y cuya construcción exigió cos­
tosísimas obras de ingeniería.
El costo total de la obra se calcula en
44.550.000 dólares. El trazado contará con
72 puentes, de los que aún faltan por cons­
truir 39. Actualmente se hallan en construc­
ción 450 kilómetros del tramo costarricense
de la carretera interamericana.

Remitiéndonos a las fotografías que ilus­


tran la página, en la de arriba puede verse
una vista del puente en construcción sobre
el río Terraba, en Palmar, correspondiente
a la sección sur de la carretera entre Costa
Rica y Panamá.
El sector sur de la carretera interameri­
cana, que atraviesa una zona de selva vir­
gen y suelo suave de lluvia, muy abundan­
te durante casi todo el año—hay que recor­
dar que la pluviometría alcanza los tres
metros en la zona atlántica y 1,4 en la
pacífica—, obliga a superar los esfuerzos
técnicos para avanzar en la terminación de
esa ruta. Al quedar terminado el tramo de
carretera entre San Isidro de El General y
la frontera con Panamá, el viajero podrá
trasladarse por tierra desde Alaska hasta la
ciudad de Panamá.
En la fotografía de abajo puede verse un
magnífico aspecto del tramo sur de la ca­
rretera interamericana, que une a San José
con San Isidro de El General.
un país de más pura estirpe hispana ni de más la del labrador de Castilla, el hortelano de Valen­
elevada expresión democrática. ¿Cómo fué posible, cia, el que pastorea cabras bajo el cierzo can­
y quién o quiénes se encargaron del milagro? tábrico, el que atraviesa los m ares para «hacer»
La historia tiene la hum ildad de un cuento a la la América. Son, pues, las virtudes que sirvieron
lum bre del fogón y los nietos en los tinamastes que para conquistar el m undo, convertidas en las vir­
sacaron del entierro de indios : allá por el 88, un tudes para construir «su mundo». El criollo tiene,
maestro, un hom bre pequeño de modales suaves, en lo aním ico, un tesoro de potestad que lo iden­
cerró la Universidad de Santo Tomás, en donde tifica como ser humano con valor político coti­
se aprendía el Griego, el Latín, la Lógica y la zable y con personalidad definida, y aplica sus
Etica, la Escolástica y la Matemática, y prom ul­ valores morales a crear el espacio de su vida.
gó la ENSEÑANZA PRIM ARIA GRATUITA Y He aquí, pues, cómo en este país de maravilla
OBLIGATORIA. Dejaron de saber latines los m e­ la paz es estable e inm utable, la herm andad es
nos, pero aprendieron a firm ar y a echar cuentas horizontal y ancha, la repartición justa y por­
los más. Tres cuartos de siglo después de aquel menorizada y no existen ni ricos ni pobres, pues a
maestro de cuerpo pequeño y maneras suaves, el aquéllos les falta mucho para serlo y a éstos les
país tiene una ancha base de cultura general, ha sobra mucho para ser indigentes. Y es tal lo
diferenciado altamente a sus ciudadanos, y sobre repartido del haber nacional que no hay campesino
esa masa labrada y trabajada se está alzando la que no tenga su yunta, su m ilpa, su carreta de
patria nueva. Solamente una vieja escuela, en un ejes traqueadores, su perro flaco y su m ujer y ga­
barrio pobre, lleva el nom bre de Mauro F er­ llina, ponedoras ambas. Y a la hora de votar, cada
nández. cual lo hace a su manera y como Dios le dé a
Como se apagan las velas, se apagaron los cuar­ entender, pero por igual.
telazos—el mar peninsular de los pronunciam ien­
tos—y cincuenta años de vida civil bajo la mano de ***
los varones de talla procera dieron al país su
acomodo a la paz, al derecho y a la ley. A este país llegaron mis padres hace sesenta
La presencia de España en Costa Rica se hace años. En él nací, aprendí las primeras y segun­
con lo más hondo y lo que más cala de la H is­ das letras, y creo que nada más.
panidad en estos pueblos niños. Pero aprendí tam bién a amar y com prender
Son las dos características—¿virtudes?, ¿defec­ a esta tierra. A amarla en sus campos, torrenteras,
tos?—del orgullo y la pasión. Si algo hay en la tardes plácidas ; a com prenderla en el «modo»
sangre de este pueblo de más auténtica solera sesudo y tranquilo de desatar sus problemas bajo
española es lo que chupó del esquilmado horro la sosegada sapiencia de «esperar a que se des­
materno : el orgullo peninsular y la pasión espa­ pejen los nublados del día».
ñola, y ambas herencias, si no dieron su fruto en Aquí vivo y aquí me enterrarán. Con mis hijos
doblones y morrocotas, sí hicieron el tesoro nacio­ subo a la m ontaña, y con mis nietos bajo hasta
nal : el voto propio, inalienable, perm anente, p ro ­ las claras aguas del Pacífico para verlos jugar en
piedad exclusiva y vitalicia, que forma el acervo la arena de sus playas tranquilas.
del costarricense y lo ejerce con majestad y do­ Cabe dentro de mi corazón todo el país porque
m inio, siendo como es de natural pacífico, ron- es tan pequeño y modoso que aún cabría, de
roneador y suspicaz. quererlo aprisionar, en el hueco de la mano. Y
Estas dos virtudes, que moldean el carácter na­ por sobre todas las cosas, aquí, a la sombra de la
cional, son virtudes raciales amoldadas a otros montaña, que está siempre cercana, guardo el
climas, desarrolladas sobre distintos paisajes. Son tesoro de los viejos : mi madre peina sus canas
las virtudes esenciales de la raza, pero no en ya cerca de los noventa y duerm e tranquilo su
su expresión de los que dom inaron el m undo y sueño mi padre, aquel mozo que quedó prendado
m » clavaron picas en Flandes y derrotaron al turco
y agregaron mundos al Mundo. Es la misma expre­
de esta tierra y m e enseñó a amar por igual
aquella en la que él nació y esta en donde nos­
sión, pero en su forma más estoica y hum ilde, en otros vinimos a enterrarlo.

1¡¡*
En la abigarrada variedad colorista de estos pue La estilizada estructura de la Catedral m etropolita­
tos callejeros de N avidad hay como una ev< na se yergue ante uno de los más herm osos jardines

M î t ;ílT I a& ^ 1 8 cación de los mercadillos navideños españole de la ciudad de San José, en pleno centro urbano.

JOSE M A R I N C A Ñ A S

ESTIRPE HISPANA A CA D E MI A DE LA L E N G U A

a sacó el propio A lmirante de la mar en los macizos del Norte y del Centro. Sobre las las som brillas abiertas de «madero negro», «cua-
ignota, en su cuarto y últim o viaje, y cumbres se enredan árboles y rayos en los días jiniquil», «poroses» y «guabas».
JOSE M ARIN CAÑAS, de la Acade­

B
llevaba en la frente la fulgente perla tormentosos y ruedan por los valles y las gargantas El valle está salpicado de provincias y pueblos
de su nombre indio : Cariari. los truenos, que se deshilachan desde las cres­ (todos con nombres de santos repetidos hasta el mia costarricense de la Lengua, es el
terías hasta las oquedas de las selvas profundas. cansancio—San Isidro de Coronado, de Heredia,
del General ; San Pedro de Barba, de Montes de
novelista nacional de mayor presti­
La montaña está siempre presente, cercana, se
diría que inm utable. En cualquier sitio, la costa, Oca, de P oás; San Gerardo de los Angeles, de San gio. Su novela «El infierno verde»,
la meseta o la pampa, la montaña está encim a, al Rafael de Heredia). Y hasta la capital, pequeña,
lim pia, coqueta y con aires de ciudad moderna
publicada en Madrid en Espasa-Cal-
alcance de la mano, como un perm anente asidero
o un coco que asusta a los niños y a los grandes. europea, tiene de apelativo el nom bre manso del pe, marcó una época. «Pedro Ar-
Y en la montaña enreda el mozotillo su canto, carpintero José, de manera que no puede estar
bajo m ejor advocación.
náez» acabó de consagrarle como
se escurre la «chisa» por entre cipreses y jaúles,
anuncia el yigüirro la llegada del día desde el Las dos costas son disím iles. La del Atlántico el escritor de mayor fuerza expresiva
Le lustran las arenas y pulen sus porosal de las cercas, la pipia va dejando su des­ es cenagosa y atem poralada, bárbara en su flora
y peligrosa por la fauna. La del Pacífico, más
en todo el ámbito centroamericano.
rocas dos océanos : el A tlántico, que garrado grito por sobre las milpas en leche, y
aquí se llama Caribe, engolfado en la señorea, por encima de campos y ciudades, con en­ risueña y seca, se alegra con la esmeralda de sus
costa con hondura de una hamaca flo­ lutado y ponderado vuelo, el funerario atuendo arrozales, los «sitios» verde claro de los sesteos,
ja, y el Pacífico, sobre cuyo torso, a la del zopilote. y aquí y allá, como paraguas gigantescos, se motea
manera de una alcayata, clavan sus ia lejanía de «guanacastes», árboles que abren ea sin brío y sin orgullo, pues la arrea es larga y
garfios las penínsulas de Nicoya y Osa,
*** sus copas a treinta metros de la tierra. # trasnochada segura. Va jibado sobre el caballo,
que dan al país esa forma mitológica Hacia el norte, por el Pacífico, se rompe la “echa la espalda un arco, prendido del labio el
del caballo de mar que barrunta suerte. En lo que llaman la Meseta se concentra lo más norma geológica y deslíe su alfombra la pampa agarro y la cancioncilla monocorde y sin ritm o,
denso de la población. No es meseta. Es, más bien, guanacasteca, hasta Nicaragua. La extensión ¡lim i­ i veces, cuando el mozo es bisoño, alegra la faena
Es pequeño, boscoso y quebrado, las
un largo y encajonado valle entre dos hileras de te hace cien veces horizonte, en forma monótona °n la guitarra, que prende en bandolera a la
lluvias torrenciales le percolaron los valles y ero ­
montañas coronadas de bosques gigantescos. y reseca, y sobre ella corren las recuas de caballos spalda.
sionaron la montaña ; ríos mansos y anchos, con
Al norte, la volcánica, con las tres tetas del fláccidos, los hatos de engorde, luciendo sus lim ­ En el invierno, la huella del sabanero queda
torsos de culebrones, deltan sus costas y llenan de
Barba, los canforros del Irazú, pelado y arenoso; pias cornam entas y sus jibas maizolas, y tras de Q&rcada en el barro por la panza de la bestia,
ciénagas los bajíos que el mangle cubre. Durante
el Poás, más bajo pero empenachado casi siem­ los hatos, montados en «rucos» flacos, cabalgan los ¡n el verano se le atisba de más lejos : un pol­
ocho meses del año el cielo abre sus cataratas, y
pre, y el T u rrialba, que, al igual que el Barba, sabaneros. El sabanero es la motología de la villo que mece el viento lo sigue como una som-
entonces verdean los campos, los maizales crecen
pampa. Misteriosos como «argonautas», con cue­ 'ra desdibujada en el aire caliente.
lozanos, am arillean las «tusas» y los cafetos se en­ duerm e desde hace sus años largos. Y con la po­
floran de blanco como el altar mayor para la fiesta blación densa, en la Meseta se concentra también ras hasta los riñones, chambergos de lona que
de Pascua navideña. Después, los cielos bruñidos y la actividad hum ana, el labrantío de la tierra, los fué blanca cuando nueva, enjorquetados sobre la No hay en toda la América española, en donde
limpios del verano, sus tardes suaves y frescas, cañales azules de «piojota», los tupidos y verdes albarda, a la que va amarrada la botella de a democracia tiene su expresión más imperfecta,
hacen que se empajonen cañadones y canforros y cafetales de «arábigo», «híbrido» y «borbón», bajo casusa, por si la faena es brava. El sabanero jine-
se levanten las polvaredas de las pampas.
Los dos festones de sus espumas se cortan, al
norte, por el San Juan, atorm entado en el co­
mienzo y manso y ancho ya cerca del m ar; por el
o
a de Echand

2 Sra. Sylvia Castro O rtiz de Pozuelo,

O Srta. Clemencia Martínez de Montis,


L pueblo de Costa Rica dice que sus muje­
E res son bonitas porque comen flores..., la
K M
flo r de Itabo, que es agridulce como la mujer,
A c . .. . ~ „
Srta. Maria Oreamuno Brenes.

Benito Pérez Galdós, en "La vuelta al mundo en


la Numancia", escribió que sus tripulantes vie-v
5 Sra. Ileana Esquivel de Lara,

ron las Siete Maravillas del Mundo, y la Octava,


"que es la belleza de las costarriqueñas''. 6 Srta. Olga Isabel Solera
TEA TR O N ACIO N AL
A m odesta econom ía fiscal tenta y cinco m il pesos anuales, La construcción del teatro se in i­
de Costa R ica, a fines del siem pre que se convierta p or ley el ció en a b ril de 1891, d u ran te el go­
siglo pasado y a p rin c i­ ofrecim iento que hacem os en im pues­ bierno de don José Joaq u ín R o d rí­
pios del actual, aunque p a ­ to general sobre la exportación de guez, y se finalizó a fines de 1897,
rezca extraño, ha servido café, ya para edificar el teatro p a u ­ en la adm inistración de don Rafael
positivam ente p ara llegar latinam ente en pro p o rció n al re n d i­ Y glesias.
a g r a n d e s realizaciones, m iento anual del im puesto, ya para El lujoso edificio, además de lle ­
por esfuerzo de la ciuda­ resp o n d er con él del valor de la n ar las necesidades de orden artís­
danía y apoyo de los p ro ­ obra, si h u b iere necesidad de em ­ tico y cu ltu ral, fue acondicionado
gresistas jefes de Estado. prestar la suma en que se calcule
para satisfacer las aspiraciones de la
La construcción d el T ea­ el precio del edificio.
alta sociedad costarricense. La sala
tro N acional se logró por «Sírvase el señor D esignado acep­
tar nuestro ofrecim iento y p roceder de espectáculos perm ite la rem oción
iniciativa y contribución
como lo estim e conveniente. de las butacas, y p o r m edio de un
económ ica del sector p ri­
«Somos de usted atentos servido­ sistem a mecánico se eleva el piso
vado, en vista de que el presupuesto
general de la R epública no perm itía re s : S. A. F ederiei, S. G u zm án ; por hasta el nivel del proscenio. De esta
hacer una inversión costosa para sa­ H errán H nos., Cleto G onzález Ví- m anera, todo el teatro, en su p lan ­
tisfacción de necesidades esp iritu a ­ quez, F. M. M illet, Luis E llinger ta baja', desde la entrada de la calle
les, m ientras el país req u ería otras y H n o ., F. Esg y C ía., J. R. T royo hasta diez m etros al fondo del esce­
realizaciones m a t e r i a l e s de orden y C ía., José M.a G arcía, Salvador nario , m antiene el m ism o nivel. En
práctico, en especial de fom ento a L ara, Jaim e G . B ennet, M ariano este lu jo so , elegante y artístico sa­
la agricultura, principal fuente de M ontealegre, Ju an H ernández, W al­ lón de baile se lian venido celeb ran­
riqueza del país. ter J. F o rd , G. H errero y C ía., Ma- do las tradicionales reuniones socia­

Las colecciones del M u s e o N a c io ­


nal de C osta Rica, ricas en o b je­
tos de oro y de jade, se exhiben
de tal m odo que no sólo m u e s­
tran sus características técnicas,
sino tam bién el proceso segu id o
en la elaboración de las piezas,
vita liza n d o así el estudio de la
historia costarricense p re colom b i­
na. El M u se o , dedicado a la H is ­
toria N a tu ra l y a la A rq u e o lo g ía,
posee tam bién una de las tres co­
lecciones b o t á n i c a s am ericanas
m ás im portantes, exhib e arte re­
ligioso, pintura y escultura m o ­
dernas, y o f r e c e al v i s i t a n t e
a ud iciones de m úsica folklórica.

E1 deseo ferviente de disponer de caya y R o dríguez, M ontealegre y Ca- les en la capital de Costa R ica. El
un teatro adecuado para la presen ­ razo, W m . L acheur-Lyon, R icardo costo to tal de la obra ascendió a la
tación de espectáculos de arte, llegó M ontealegre, Francisco A lvarado C „ sum a de 1.400.000 pesos o ro, que sig­
a su culm inación cuando en 1889, P . J. V alverde, Pedro T errés, A. G a­ nifica la sum a de 670.000 dólares o
después de actuar en G uatem ala, la llard o , L. F . Jim énez, G ordiano 4.500.000 colones. La construcción
com pañía de A delina P atti no pudo F ernández, Luis F ernández, Rosario con tan alta inversión económ ica,
presentarse en nuestra capital por F . de F ernández, Echeverría y Cas­ considerando las posibilidades del
falta de un local adecuado. U n g ru­ tro, J . R. M ata, F élix A. M ontero, país y de la época, m ereció fuertes
po de distinguidos agricultores y co­ Pagés, Cañas y C ía., O rtuño y C ía., críticas y la exteriorización de c ri­
m erciantes presentaron a la conside­ Cecil S harpe, U rib e y B atalla, José terios tendientes a destinar ese d i­
ración del entonces P resid en te de la A ntonio L ara, R. C ortés, A. Colla­ nero a otros fines de orden práctico
R epública, doctor don Carlos D u rán , do, José Joaq u ín T rejo s, Ju lio P iza, y en beneficio de nuestra ag ricul­
quien ejercía la prim era m ag istratu ­ R ie. F . C ooper, A. E. Jim énez, M á­ tu ra.
ra de la nación, como designado a xim o F ernández, F . P eralta, W al­ El T eatro N acional de Costa Rica
la Presidencia, el docum ento que se te r J. F ield , José M ercedes R ojas, fué inaugurado oficialm ente el 19 de
transcribe a continuación, y se ap re ­ J. A lfaro, Juana A. de E cheverría, o ctubre de 1897, y constituyó el acto
ciará en él la sobria claridad con M iguel B renes, A scensión V argas, social de m ayor trascendencia en el
que se hace el planteam iento : Francisco V argas. San José, M arzo siglo pasado. P ara la inauguración se
«Señor D esignado en el ejercicio l.° de 1890.» contrató a la famosa com pañía de
de la P residencia, D octor don C ar­ Al com entar esa nota, don Octavio P ed ro A ndrés A ubry, la que estaba
los D urán : Los infrascritos, com er­ Castro Saborío, ad m in istrad o r desde integrada p o r más de setenta artis­
ciantes y agricultores, deseosos de hace m uchos años del teatro, m an i­ tas del elenco de la O pera de P arís,
que se construya un teatro para des­ fiesta : «P or eso decim os con p ro ­ y presen taro n la p rim era noche Faus­
canso y solaz de la población, con­ piedad que nuestro bello T eatro N a­ to, del in m o rtal G ounod. La tem ­
vencidos de que una capital de la cional fué construido con granitos
porada de la com pañía francesa te r­
cultura de ésta no puede estar p ri­ de café.»
El P resid en te D urán acogió e n tu ­ m inó el 30 de enero de 1898, después
vada de un centro como ése, y de
que las rentas nacionales no p ro d u ­ siasta la in iciativa, y el 26 de m a r­ de 113 representaciones.
cen un superávit que d estin ar a la zo de 1890 se creó el im puesto sobre N uestro T eatro N acional continúa
realización de la obra, ofrecem os pa- el café, y el 28 de mayo del m is­ siendo una m aravillosa obra de arte,
gar con tal objeto, y m ientras sea mo año, ya siendo P residente de la dentro de las lim itaciones de espa­
preciso, cinco céntim os p or cada R epública don José Joaquín R o d rí­ cio y necesidades de un pequeño
arroba de café que se exporte, lo guez, se dió la ley que ordenaba país, ya que su capacidad m áxim a es
cual produce, aproxim adam ente, se- la construcción del teatro. para 1.200 personas.
EL MUSEO
NACIONAL
L Museo Nacional de Costa Rica fué fundado en 1887 mas de construcción de las fosas aborígenes, y ayudan a vi­

0
por el naturalista Anastasio Alfaro González y de­ talizar la historia no escrita de la Costa Rica precolombina.
dicado a albergar las colecciones de la Historia Na­ La sala de Etnología encierra solamente el material lo­
tural y la Arqueología. El edificio en que actualmen­ cal. Hace destacar las diferencias entre las tradiciones y cos­
te está colocado es el antiguo cuartel de Bella Vista, tumbres de los cinco grupos que componen la actual pobla­
ya convertido en la «casa del pueblo». Lo administra ción indígena : los dos grupos negroides y las clases campesinas
una junta semiautónoma y «ad honorem» bajo la ju ­ de la península de Nicoya y de la Meseta Central.
risdicción del Ministerio de Educación Pública. El Mu­ Las exhibiciones históricas abarcan la reconstrucción de
seo es financiado por medio de una subvención congresionaluna
y casa colonial con su mueblería, símbolos y documentos
en parte por la ayuda de la municipalidad de San José. Está pertenecientes a la República, la primera imprenta del país
abierto diariamente, con excepción de los lunes, y su entrada y libros que se refieren a Costa Rica, desde su descubrimiento
es gratis. El programa del Museo es de constante variación, hasta la malaventurada Federación.
con el propósito de estimular y despertar el interés de la opi­ Se exhibe arte religioso y escultura y pintura modernas,
nión pública. Las manifestaciones en la sala de Arqueología incluyendo obras del finado artista costarricense Max Jimé­
se presentan tanto con la idea de demostrar los detalles téc­ nez. También desfilan por la galería de Arte, en constantes y
nicos de los objetos como para demostrar gráficamente su variadas exhibiciones, ejemplares de museos del exterior y
uso, en combinación con un fondo artístico. Estas incluyen artistas nacionales y extranjeros.
procesos como la elaboración de los jades y las diferentes for­ La Historia Natural está representada por la fauna local
y de otras regiones. Es interesante no­
ta r que una de las tres colecciones bo­
tánicas más famosas de América, la de
Henri Pittier, se conserva en el Museo
Nacional de Costa Rica y está al alcan­
ce de los estudiosos.
Hay dos elementos únicos en este
Museo. Uno es la Torre de Oro, donde
los objetos precolombinos de metal y
las técnicas aborígenes de la orfebrería
se encuentran en exhibición, y el otro,
la sala de Problemas Nacionales. Esta
última se llama «¿Adonde vamos?» Pre­
senta de una manera gráfica los pro­
blemas fundamentales del país y las
causas que los producen. No se da la so­
lución, y el individuo tiene que resolver
las preguntas que estos problemas le
han sugerido.
Hay altoparlantes en algunas de las
salas de exhibición. Sirven para que la
música folklórica se extienda por todo
el edificio en horas especiales. Las pu­
blicaciones del Museo incluyen catálo­
gos referentes a las exhibiciones pres­
tadas y a las permanentes, tales como
las de oro y jade. Los jardines ostentan
rosas y una colección botánica de plan­
tas endémicas.
Lo cierto del Museo Nacional de Cos­
ta Rica es que está al alcance de todos,
y es un libro de texto funcional tanto
para la juventud como para el público
en general.

DORIS STONE
en
co or
R

/.M # .

10 DOMECQ'TIENE POR NORMAD6


1WW, NO CONCURRIR CON SUS PR*
l£n 1730 D o n p ed ro D om ecq, de Jere 3, exposición NACIONAL n i extrn

descubrió un rico tesoro para el paladar,


bautííándolo con el nombre de

^ V o l e r a É / rp © C ^

É ste ¿orado brandy, orgullo de la IRoble Casa


que bace 2 2 9 a ñ o s fundó p ed ro Dom ecq,
es conservado y ofrecido bo? por su séptima
generación) con su tradicional calidad ? pureía.

cA í * F U N DADA I M / FI O

DELA F R O N T E ^ ,
EL B R A N D Y D E MAS P R E S T IG IO D E ESPA Ñ A
COSTA RICA

LA IGLESIA
CAT OL I CA
EN

COSTA RICA Por VICTOR BR E N E S


Profesor de la Universidad

Costa Rica, sufragánea de la par Stork, también de la Con­ cas líneas el gran arzobispado
Antecedentes
arquidiócesis de Guatemala e gregación de la Misión, hasta de monseñor S a n a b r i a . Sus
independiente de la diócesis de el año de su muerte, en 1920, obras constituyen ya el monu­
históricos Nicaragua, con la cual estuvie­ que le sorprendió en su tierra mento más glorioso que jamás
ra unida desde 1531. Primer natal, Colonia, mientras bacía pueda levantársele : obras pas­
obispo de la nueva diócesis de la Visita ad Limina. Después torales, obras sociales, obras
READA en 1531 la Costa Rica fué el ilustrísimo se­ de una vacante de dos meses, científicas. Entre sus obras pas­

C
diócesis de Nica­ ñor don Anselmo Llorente y fué creada la provincia eclesiás­ torales está la monumental obra
ragua y Costa R i­ Lafuente, a quien sucedió, en tica de Costa Rica con la bula de los Seminarios, el Sínodo
ca, com o sufra­ 1880, después de una vacante Praedecessorum, del 16 de fe­ arquidiocesano de 1944, sus no­
gánea de la pro­ de nueve años, durante la cual brero de 1921, siendo elevada tables cartas pastorales, la ra­
vincia eclesiásti­ la diócesis fué gobernada por la diócesis de San José al rango dioemisora católica Radio Fi-
ca de Lima, Costa Rica perte­ el ilustrísimo monseñor Luis de arquidiócesis y creándose la des. Obras sociales de monse­
neció a esta última hasta 1743, Bruschetti, administrador apos­ diócesis de Alajuela y el vica­ ñor Sanabria : la pastoral de
año en que fué erigida la pro­ tólico, el ilustrísimo monseñor riato apostólico de Limón, de­ 1940 sobre el justo salario, la
vincia eclesiástica de Guatema­ Bernardo Augusto Thiel, de la pendiente de la Congregación Central Sindical Rerum Nova-
la, de la cual pasara a formar Congregación de la Misión, de Propaganda Fidei. Primer riim, fundada bajo su inspira­
parte la diócesis de Nicaragua natural de Elberfeld, provincia arzobispo de la arquidiócesis de ción. Como científico: aca­
y Costa Rica. del Rhin (Alemania), «uno de San José fué el excelentísimo démico de la Lengua, miembro
Fué ya en el año 1850 cuan­ los prelados más eminentes del señor don Rafael Otón Castro, de la Academia de Geografía
do Costa Rica, veintinueve episcopado americano» y, sin el cual, después de dieciocho e Historia. Sus libros históri­
años después de haber obteni­ lugar a dudas, una de las figu­ años de fecundo gobierno, fué cos : Anselmo Llorente y La-
do su independencia política, ras más extraordinarias de la sucedido por el segundo arzo­ fuente, La prim era vacante ;
logró alcanzar también la ecle­ historia patria. M u erto en bispo de San José, el excelen­ Bernardo Augusto Thiel, se-
siástica, cuando el Papa Pío IX, 1901, después de veintiún años tísimo señor don Víctor Sana­ gundo obispo de Costa Rica,
con la bula Christiane religio- de arduo y fecundo gobierno bria Martínez, nacido en San y Episcopologio, constituyen la
nis Auctor—26 de febrero de pastoral, fué sucedido por el Rafael de Oreamuno en 1899. obra histórica más completa
1850—, erigió la diócesis de ilustrísimo monseñor Juan Gas­ Es muy difícil resumir en po­ sobre la Iglesia de Costa Rica.
Amante fervoroso de la Vir­ bitantes, y en diciembre de fieles; Vitoria, uno por 200; aun en las clases sociales más
gen de los Angeles, publicó 1958 alcanzó una población de Burgos, uno por 900 ; San Se­ favorecidas.
D o c u m e n to s h is tó r ic o s de 1.093.110, lo cual da un au­ bastián, uno por 900; El Salva­
Nuestra Señora de los Ange­ mento de población en ocho dor, uno por10.000 ; Hondu­
le s . M u e r t o inesperadamente años de 292.235 habitantes, que ras, uno por10.500; Nicara­
en la noche del 8 de junio de equivale a un aumento anual gua, uno por 7.500; Panamá, Las esperanzas
1952, fué sucedido por el exce­ proporcional de 36.529 habi­ uno por 8.300; CostaRica, uno
lentísimo señor don R u b é n tantes. Considerando a ho r a por 5.500; Guatemala, uno por
A pesar del anterior cuadro,
Odio Herrera, tercer arzobispo que en el Seminario Central se 28.000. No cabe duda de que la
poco c o n s o l a d o r , tenemos
de San José, quien actualmen­ ordenan cada año un promedio fe católica en la América lati­
m o t i v o s más que suficientes
te, con admirable prudencia de cuatro o cinco nuevos sacer­ na es un verdadero milagro
para sentirnos optimistas. Por
pastoral y paterna dedicación dotes, podemos ver cómo ape­ moral de la Providencia di­
fortuna, nuestro pueblo lia ido
al clero y a los fieles, empuña nas es lo suficiente para man­ vina. adquiriendo conciencia cada
el báculo pastoral. tener la proporción de un sacer­ 2) Falta de una instrucción
vez más de lo que significa la
Hoy día, Costa Rica consti­ dote por 5.500 fieles (números religiosa más sólida. Problema
obra de las vocaciones sacerdo­
tuye una provincia eclesiástica redondos), y esto sin contar a este debido tanto a la escasez
tales y religiosas. Son ya va­
con u n a arquidiócesis (San los sacerdotes que anualmente de sacerdotes como a la expul­
rios los seminarios y colegios
José), dos diócesis sufragáneas mueren. Problema este el más sión de Cristo de las escuelas
apostólicos que han surgido en
(Alajuela y San Isidro de El grave que en toda H i s p a n o ­ y colegios durante casi medio
nuestro suelo, los cuales ponen
General) y un vicariato apostó­ américa d e b e a f r o n t a r la siglo, a partir del movimiento
de manifiesto que las vocacio­
lico, dependiente de la Sagra­ Iglesia, pues teniendo el 33 por anticlerical característico del
nes existen y que es necesario
da Congregación de Propagan­ 100 de la población católica del último cuarto del siglo pasado,
saber suscitarlas y cultivarlas.
da Fidei. mundo, solamente cuenta con «tendencia superficial, adven­
En Costa Rica el anticlericalis­
el 6,6 por 100 del número de ticia, de importación, no jus­
mo característico de algunos
s a c e r d o t e s existentes en el tificada por la realidad nacio­
movimientos y reformas típicas
globo. Francia tiene un sacer­ nal)). Actualmente, desde hace
del siglo pasado está radical­
Los problemas dote por cada 720 fieles ; In­ casi veinte años, la enseñanza
mente superado. La Iglesia de
glaterra, uno por 400 ; Alema­ religiosa en escuelas y colegios
Costa Rica, primera abandera­
nia, uno por 1.000; América aun no oficiales lia sido resta­
1) Escasez de clero. Según da en las importantes y tras­
latina, uno por 6.000. Compa­ blecida ; pero es éste un perío­
datos de la Curia metropolita­ cendentes reformas y m o v i ­
remos la p r o p o r c i ó n entre do aún demasiado breve para
na, Costa Rica tiene 152 sacer­ mientos sociales de estos últi­
sacerdotes y fieles en algunos compensar la deficiencia de una
dotes seculares y 118 regulares, mos veinte años, y colocada a
lugares de España con las na­ sólida instrucción y formación
esto es, un total de 270 sacerdo­ la cabeza en la obra de la edu­
ciones centroamericanas : Va­ religiosa durante tanto tiempo,
tes en todo el territorio nacio­ cación, goza de un merecido
lladolid, un sacerdote por 450 cuyas consecuencias se reflejan
nal. Por otra parte, la pobla­ prestigio en todos los órdenes
ción de Costa Rica, según los de la vida nacional y es respe­
datos oficiales publicados por la tada aun por aquellos que no
Oficina de Estadística y Censos, suscriben por entero o en parte
hasta principios de diciembre sus doctrinas religiosas o bien
de 1958, era de 1.093.110 habi­ no reconocen en ella una ins­
tantes, lo cual da un resultado titución sobrenatural. Poco a
de un sacerdote por cada 4.418 poco las clases dirigentes, y es­
habitantes. De esto se deduce pecialmente las intelectuales,
que si consideramos que para lian comenzado a acercarse nue­
atender debidamente a los fie­ vamente a ella, y no son pocos
les se requiere, como mínimo, los profesionales y catedráti­
un sacerdote por cada 1.000 ha­ cos que, llevando en armónica
bitantes, t e n e m o s que Costa unidad su fe y prácticas reli­
Rica necesita 1.093 sacerdotes, giosas con su ciencia y compe­
de los cuales sólo tiene 200 (con tencia profesional, constituyen
cura directa de almas en minis­ un testimonio fehaciente en
terio parroquial), de donde se abono de la legitimidad y fe­
sigue que nos hacen falta nada cundidad individual y social de
menos que 893 sacerdotes. Ba­ una tal actitud de catolicismo
jando un poco estas cifras y integral.
calculando un sacerdote poi­ El aumento evidente de las
cada 2.000 fieles, Costa Rica vocaciones sacerdotales, la vi-
necesitaría 546 sacerdotes, de talización de la familia cris­
los cuales sólo tiene 200, por tiana. la difusión de la ins­
cuya razón le faltan 346. En trucción religiosa y la partici­
Costa Rica un ministro pro­ pación activa del laicado, bajo
testante atiende un promedio muy diversas formas, en la obra
de 350 adeptos, mientras que de recristianización de nuestra
un sacerdote católico debe aten­ sociedad, constituyen, en tr e
der (no sabemos cómo . .) a otros, fundados motivos para
5.460 fieles. Según los datos de esperar y trabajar confiada­
la Oficina de Estadística y mente por un floreciente resur­
Censos, Costa Rica, en 1950, gimiento espiritual de nuestra
tenía un total de 800.875 ha­ amada patria.
REFLEXIONES EN TO RN O
A UNA FABRICA DE CEMENTO
P o r

A L B E R T O F . C A Ñ A S

ENTARSE a h ab lar de la tierra propia p a ra que de ella se enteren los Quien examine a los grandes hombres de nuestra sencilla historia de Repú­
que, físicamente extraños, no lo son en el espíritu, es ta re a am ena blica c a e rá en la cuenta de que el común denominador que los une (y que es
y sabrosa, de esas que se acometen con entusiasm o y se terminan quizá el que los hace grandes) es su cam pechanía, su condición de arquetipos
siempre con la desilusión de no h ab er podido transmitir al lector u morales del hombre medio, su facultad de confundirse con el p adre o el her­
oyente—que se sabe atento y compasivo—la emoción interna con que mano de cad a uno, de ser—en el campo humano— los representantes de una
se emprendió la labor. tierra pequeña, de altas y niveladas m esetas, sin grandes cumbres ni grandí­
La em presa, ah o ra que me he puesto a h a b lar un poco de Costa simos abismos.
Rica, me parece ard u a en extremo, porque no es el mío p aís que m a­ De suerte que la mejor m anera de acercar al extranjero a nuestro espíritu
raville por la riqueza o varied ad de su folklore, por el atractivo de es h ab lar del costarricense como peculiar espécimen sociológico, en la esperanza
una música que h a y a trascendido la s fronteras o por la h uella a r­ de que, al sab er algo del costarricense, llegue el lector a saber algo del país,
tística de un período colonial de brillo. No encuentra aquí el viajero a im aginarlo y a construírselo, porque el hombre de Costa Rica está hecho, o
p lay as asom brosas ni lagos de cartel turístico, que aquí, con ser se h a hecho él mismo, a im agen y sem ejanza de la tierra donde nació.
todo bello (y quienes aquí nacimos lo pregonam os a lengua suel­ El costarricense vive dentro de u n a complicada y perenne discusión pública.
ta), las cosas lo son plácidam ente, sin exceso ni contraste. La placidez y la Y en los p asados m eses arm ó u n a que se me antoja puede contribuir a dar
ausencia de contrastes y de excesos son la característica principal de nues­ la clave o una de las claves p a ra interpretarle y conocerle. Se trata de una
tra geografía (aunque hay hermosos volcanes empinados), de nuestra historia polémica aca lo ra d a q u e se suscitó alrededor de un proyecto-tendiente a ins­
(aunque hemos llenado nuestra pequeña cuota de sangre y heroísmo) y de tala r aquí u n a fábrica de cemento, que es industria de que aquí carecemos,
nuestros hombres. Nuestros montes no llegan a los 4.000 metros; de nuestras aunque contamos con la m ateria prima.
conmociones políticas, ninguna nos h a arrebatado la vida de 10.000 hombres: De inmediato se delinearon dos bandos calurosos: uno que oponía a que
no hemos dado a América ni un poeta que la cubra ni un músico que la cante. la fábrica fuese de propiedad privada, y otro que se oponía, a su vez, a que el
Porque así como nuestras bellezas n aturales h an estado aquí p a ra deleite de los dicho negocio fuera em presa pública o gubernam ental. Resultado de la ardua
costarricenses y no del turismo estruendoso, así nuestros poetas, nuestros escri­ discusión es que en Costa Rica estam os todavía sin fábrica de cemento. Y.
tores, nuestros pintores y nuetros músicos han trab ajad o p a ra nosotros, y m ientras o mucho me equivoco, o ése era el resultado que todos los costarricenses, sin
más alta es la estim a en que podamos tenerlos y m ás em peñosa la fruición con saberlo, perseguían.
que los estudiamos, m ás nos convencemos de que trabajaron p a ra nosotros, p a ra Este país, sin asom brosas eminencias geográficas, históricas o culturales,
que los costarricenses nos reconozcamos en ellos. Al tomar en nuestras manos es un país donde el hombre se h a acostum brado a m irar la s cosas al nivel de
los libros de nuestros dos grandes clásicos (uno en prosa, otro en verso, ambos sus ojos, a no elevarlos mucho ni a bajarlos, y donde h a terminado por producir
humoristas), lo hacem os con la intención de conversar con ellos como con viejos una de la s sociedades m ás igualitarias de que h a y a memoria. Cuando se pro­
amigos de la familia y no con el respeto y reverencia con que en otras latitudes duce la queja—m uchas veces explicable—de que el costarricense no respeta a
se acercan los hombres a sus cumbres. Y a nuestro m ás alto y destructor volcán sus superiores, de cualquier estirpe que ellos sean, el quejoso se olvida de
le hemos construido una carretera de concreto que nos permite visitarle los do­ redondear la idea y de reconocer que al mismo tiempo, y v a y a lo uno por lo
mingos y trab ar con él una especie de cam aradería de picnic sin paroxismos. otro, el costarricense tam poco m enosprecia a sus 'inferiores. Todos somos
Reflexiones . . .

LA iguales y nacimos sabiéndolo o creyéndolo. De allí se sigue uno de nuestros


m ás p eculiares ¡perfiles, que es la desconfianza que tenem os h a c ia todo
lo que de u n a m anera o de otra sobresale en dem asía.
La actitud n atu ral del costarricense h a c ia lo q ue am enaza destacarse mucho
por encima d el común de la s gentes fué agudam ente explicada por u n a es­
critora n u estra de g ra n talento, que decía poco m ás o menos: «Cuando un cos­

SEVILLANA tarricense lev an ta su cabeza por encim a d e la cabeza del prójimo, el prójimo
no le degüella, sino que se limita a b ajarle el piso, p a ra que su cabeza recobre
el nivel que le corresponde.»
Esto, que se dirigía a interpretar el suplicio de los artistas y creadores,
tiene u n a aplicación m ayor que la que su autora pretendía. Porque p a ra que
a un costarricense «le b ajen el piso» no es necesario que se a un artista, escritor
ALMACEN DE VIVERES Y LICORES o simple hombre de talento; el afán de sobresalir puede brotarle por otros con­
tornos: por el lado del b uen éxito financiero, por ejemplo. Y preocupa mucho al
costarricense medio que su vecino se h a g a rico, porque desconfía del rico como
desconfía del genial.
De pronto un costarricense em prende en cosa n u ev a y desconocida; inventa
u n a industria (porque el costarricense es industrioso, inventivo y hábil p a ra
★ la m aquinación financiera) y comienza a prosperar. No h a y m an era de arrui­
narle, que sería degollarle; pero h ay modo de b a ja rle el piso p a ra que se co­
loque a nivel, y de inmediato h ay cinco o diez costarricenses tan hábiles como
él, tan buenos adm inistradores como él, que em prenden en actividad idéntica
a la suya. El resultado es que el iniciador del negocio no logra hacerse inmen­
IM PO RTADO RES DE LO S MEJORES sam ente rico, porque el m ercado y la clientela term ina por compartirlos con los
ARTICULOS DEL MERCADO otros, y en vez de un hombre inm ensam ente rico, tenemos entonces a cinco o
diez hom bres m edianam ente ricos, que es lo qu e deseábam os.
EUROPEO Y AMERICANO Procede en este punto lanzar la m irada h acia a trá s y recordar que desde 1502
(fecha en que Cristóbal Colón desem barcó en nuestra costa del Caribe) v a sta 1821
(fecha en que G uatem ala declaró en paz su independencia y nos llevó a nosotros
como provincia que éram os de su C apitanía General), Costa Rica fue región muy
poco codiciada por conquistadores y encomenderos. Los españoles que aquí lle­
garon respondían m ás a l concepto de colonos que al u su al de conquistadores;
★ no h a b ía en este territorio ni g ran d es m inas ni cantidades de indios susceptibles
de ser puestos a trab ajar. De modo que los únicos que se interesaron por afin­
carse aquí fueron aquellos que estab an dispuestos a la b ra r la tierra con sus
propios brazos o con los d e su inm ediata fam ilia y quizás los de algún esclavo
suelto que se p odía adquirir. Y la independencia nos encontró, rincón a tra sa ­
APARTADO 2209 • TELEFONOS 6150-1762-4111 dísimo y ag rario a d u ras p e n a s del Im perio español, donde no se encontraban
g ran d es latifundios, sino p eq u eñ as p arcelas fam iliares, y donde, en consecuen­
cia, h a b ita b a u n a m odesta población d e pequeños propietarios. ¡Una porción
de América donde la tierra estab a dividida...!
SAN JOSE COSTA RICA El costarricense se habituó a vivir entre peq u eñ as haciendas, entre pequeñas
porciones de tierra, entre p eq u eñ as casas, entre p equeñas fortunas. Y convencido
de que e sa organización económica y social e ra la que le d e p a ra b a el vivir
tranquilo q u e casi siempre tuvo, porque su p atria no e ra escenario de la s luchas
sangrientas por la posesión de la tierra que en otras p artes se veían, h a re ­
afirmado, generación tras generación, su confianza en la pequeñez de la for­
tuna, que es reflejo de la pequeñez del territorio de la nación. Y aunque p a ra
algunos esto le h a y a achatado y le h a y a inducido a poner tam bién su con­
fianza en la pequeñez del talento, es lo cierto que con esta concepción particular
de la s cosas h a conseguido el ideal (no muy ambicioso, no muy glorioso, no
muy heroico) de la a u ra medíociitas.
Quien estas cosas comprenda, verá que anduvieron muy descam inados quienes
interpretaron la discusión provocada por la fábrica de cemento como un trasplante
a nuestro suelo de la joven polém ica entre em presa p riv ad a y propiedad estatal,
que intereses privados p arecen em peñarse en p resen tar como la m ás importante
del siglo, olvidándose de que cosa de dinero no puede serlo. Y m ás se equivo­
caron quienes, tirando fuertem ente de las cosas, la presentaron, de un lado, como
discusión entre capitalism o egoísta y diecinuevesco y espíritu social de servicio,
y del otro, entre la libertad espiritual del hombre y la s tendencias h acia el co­
munismo ateo.
En Costa Rica, p ugna concebida en tan solemnes y pomposos términos no
h a b ría podido prosperar; le b a ja rían el piso a la p ugna misma. En realidad, las
dos posiciones estab an b a sa d a s en el intrínseco temor a lo grande^ que aqueja
a todo costarricense. Quien d e seab a la fábrica estatal lo hacía, m ás que todo,
por desconfianza h a c ia la enorme fortuna latente que en el proyecto h a b ía p ara
el individuo promotor; quien d e se a b a la fábrica p riv ad a desconfiaba m ás bien
del poder que el Estado—y, por ende, los políticos que se turnan en su manejo—
ib a a adquirir con la descom unal em presa. «Una em presa muy grande en Costa
f}¡ca —dij0 h ace pocos años un estadista costarricense— es como un a b allen a en
u n a laguna.» El problem a no estriba, pues, en definir quién iba a ser el dueño
de la b allena. El problem a residía en el tam año del cetáceo.
Lo que nos gusta es sentim os cerca del prójimo, saberlo d e nuestro tamaño,
alcances y circunstancias; estar seguros d e que es accesible, de que podemos
verle y h ab la rle cuando a bien lo tengam os (y ésta es condición que exigimos
señaladam ente de los Presidentes d e nuestra República), y el hombre que crece
mucho, que se hace muy famoso o muy rico, o muy importante, pierde e s a con­
dición indispensable. En Costa Rica, como en el resto de América, se h a b la y se
discute mucho sobre el tem a de las inversiones extranjeras, de la s qrandes cor­
poraciones interesad as en desarrollam os. Pero aun cuando comprendemos la
necesidad d é crecer, h a y un sentimiento instintivo que quisiera que el desarrollo
viniese por o tras vías. En conversación con algunos inversionistas norteam erica­

HOTEL EUROPA
EL NOMBRE DE MAS PRESTIG IO EN LA H O TELERIA C O STA ­
nos que querían enviar su capital a Costa Rica, uno d e nuestros Presidentes les
citaba el ejemplo de algún norteam ericano que h a b ía llegado a este p aís como
inmigrante, con u n a sum a ño cuantiosa de dinero, y se h a b ía establecido con
u n a p e q u eñ a industria, en la que h a b ía prosperado. «En Costa Rica—agregó—
RRICENSE, AHORA EN SU NUEVO Y MAS M O DERNO EDIFICIO preferimos a l norteam ericano sin dinero que a l dinero sin norteamericano.» El
g ran consorcio es impersonal, y por eso el costarricense de la calle le tiene una
extraña e instintiva desconfianza, que no a c a b a de formular. Con un consorcio
BAÑO PRIVADO EN TO D A S LAS HABITACIO NES no p uede uno detenerse a ch arlar en u n a esquina.
¿Virtud o vicio? ¿Buena calidad o defecto? V ay a uno a saberlo. Pequeños
vivimos en nuestro p aís d e v alles y m esetas, que no tiene ríos que hacen hori­
zontes, ni montes como torres, ni abism os como infiemos; donde todos somos
Apartado 72 • Central local 5777 • Cable EUROPA iguales; donde nadie alcanza excesiva fam a ni tampoco excesivo desprestigio;
donde morimos como nacem os, sin m irar a nadie reverentem ente ni por encima
SA N J O S E C O S T A R IC A del hombro, pero prestos a nivelarle la cabeza, m ediante el truco de b ajarle el
piso, a quienquiera que intente hacem os sentir que es superior por el nacimiento,
la estatu ra o el dinero.
ECONOMIA
COSTARRICENSE
ALGUNAS CARACTERISTICAS
Por RAUL HESS E.
Profesor de la Universidad,
ex ministro de Hacienda

a economía costarricense, como toda economía de un país subdesarrollado, es

L
esencialmente agrícola. Así lo demuestran los estudios estadísticos llevados a
cabo durante el período 1946-1956, en el cual se observa que la contribución de
la agricultura a la producción nacional ascendió en promedio a 35 por 100. La
industria representó únicamente un 9,7 por 100. Una visión más completa de
la composición de la producción nacional la da el cuadro siguiente :

FUENTE :
Proyecto de investigación del desarrollo económico de Costa Rica.
Se observa también en dicho cuadro que la estructura productiva del país no ha cam­
biado sustancialmente en los últimos años, aun cuando el producto por habitante, medido
en dólares, ascendió de 226 a 316, comparando los años extremos de ese lapso.
El hecho de que creciera tan rápidamente el producto por habitante sin haber sido acom­
pañado dicho crecimiento por una modificación de la estructura productiva hacia la indus­
trialización, como habría sido lo normal, se debió a las importantes ganancias derivadas
del comercio exterior del país, originadas en un extraordinario aumento de la cantidad de
artículos exportados y el mejoramiento de algunos de los precios internacionales de esos
artículos.
La afirmación anterior pone de manifiesto la alta dependencia de la economía de Costa
Rica de su comercio con el extranjero. Así, por ejemplo, la relación entre las exportaciones
y la producción nacional osciló entre un 21 por 100 en 1956 y un 38 por 100 en 1948.
Nótese como la importancia relativa de las exportaciones ha venido disminuyendo; pero
si tomamos en cuenta que esa relación se ha medido respecto de cifras cada vez mayores
de la producción nacional, los coeficientes así obtenidos, aunque menores, siempre denotan
en valores absolutos que el impacto de las exportaciones sigue siendo todavía de una cuan­
tía considerable. . .
Las principales exportaciones del país están constituidas principalmente por el cafe,
banano y cacao. Se puede afirmar que estos tres productos, en conjunto, representan_alre­
dedor del 90 por 100 en los dólares ingresados en el país por concepto de exportaciones.
Los principales mercados han sido los Estados Unidos y algunos países de Europa Occi-
dental, principalmente Alemania. _ , .
Dentro de la configuración general del comercio exterior de Costa Rica resulta de in­
terés destacar la alta propensión .a consumir artículos importados que caracteriza a la po­
blación. Esta tendencia produce constantes presiones hacia el desequilibrio de la balanza
de pagos por la razón de que el fuerte proceso de desarrollo económico _por el que atraviesa
el país requiere de mayores cantidades de bienes de capital, combustibles y materias pri­
mas provenientes del extranjero, y, por otra parte, el mayor ingreso por habitante, que
presupone un creciente ritmo de desarrollo, incita al público a consumir mejores y mas
abundantes bienes, que, por lo general, no son de producción nacional.
Con lo anterior queda claro que las autoridades económicas del país tienen planteado
el problema de aumentar las exportaciones, sustituir importaciones o ambas copas simul­
táneamente. Como es sabido, la desfavorable situación actual en los mercados internacio-
nales para los principales productos de exportación del país no presenta un ambiente fa­
vorable para la primera de las alternativas citadas. Es entonces en una política económica
encaminada a sustituir importaciones donde se puede encontrar una solución más acorde
con la realidad.
Para una política de la naturaleza de la que se menciona en el párrafo anterior, el país
cuenta con recursos naturales suficientes y con una población de un nivel cultural bas­
tante elevado que le permite fácilmente asimilar las técnicas de producción de la mayoría
de los bienes que tendrían que producirse dentro del territorio nacional.
En un marco geográfico de 50.911 kilómetros cuadrados de extensión, los habitantes
del país todavía disponen de abundantes recursos naturales, no sólo para ampliar y mejo­
rar la cantidad y calidad de los tradicionales productos agropecuarios, sino que también
cuenta con recursos como, por ejemplo, grandes reservas hidráulicas para la generación
de energía eléctrica, lo que podría producir a su vez un intenso desarrollo industrial como
factor básico que es para éste.
La densidad de la población en 1950 era de solamente 16 habitantes por kilómetro cua­
drado; esto da una idea entonces de que no se presentan ni se presentarán en un futuro
cercano los grandes desequilibrios entre población y tierras útiles que aquejan hoy día a
algunos países densamente poblados; no obstante, la población crece con una tasa anual
cercana al 4 por 100, constituyéndose así en una de las expansiones de población más altas
del mundo.
Dentro del cuadro favorable que se plantea en el párrafo anterior, solamente habría
que llamar la atención sobre el hecho de que en la Meseta Central, donde se concentra
el 45 por 100 de la población total, sí se presenta en cierto grado el desequilibrio tierra-
hombre, ya que se trata de un área reducida que soporta un núcleo poblacional importan­
te. A esto ha contribuido la costumbre en cuanto a la transmisión por herencia de la pro­
piedad. En virtud de esa tradición, la pequeña propiedad se va atomizando entre la des­
cendencia, a la vez que dificulta la movilidad social por el arraigo a la tierra propia que
engendra entre los campesinos.
Consecuencia de la gran expansión demográfica que el país viene manifestando desde
hace ya bastantes años es el hecho de que la población, en términos generales, es bastan­
te joven. Esto, que por el momento produce un alto coeficiente de personas dependientes
por cada una de aquellas que trabajan, representa, por otra parte, una reserva de recursos
humanos que pronto engrosará la fuerza de trabajo del país. Esta situación, que se pre­
sentará en el futuro, ameritará serias consideraciones de parte de los elementos dirigentes
del país, ya que se hará necesario un considerable esfuerzo de capitalización que permita
ofrecer oportunidades de trabajo a los nuevos contingentes de mano de obra. No quiere
esto decir que el costarricense consume ahora todo lo que produce, pues dedica el 15 por 100
del valor de su producción total a incrementar el equipo productivo. Pero ese esfuerzo, con
ser importante, no basta para contrarrestar el acelerado índice de crecimiento de la po­
blación y a la vez mejorar el nivel medio de ingreso por habitante.
En el ámbito de la actividad del Estado propiamente dicha, el rápido crecimiento de
la población a que se ha venido haciendo referencia presenta graves problemas, cuya so­
lución generalmente corresponde al Gobierno. Las necesidades más apremiantes para un
Dais nuevo y de tradición democrática como lo es Costa Rica, se plantean por su orden en
los siguientes campos : educación, sanidad y obras de tipo comunal. Estas necesidades debe
afrontarlas el Estado costarricense con recursos que tradicionalmente han sido escasos y
que no han sufrido un ritmo de expansión paralelo al de las necesidades anteriormente
apuntadas.
El producto de las presiones a que dan lugar las necesidades en crecimiento, ya men­
cionadas, ha conducido a que el sector del Gobierno se haya expandido de una cifra de
86,2, correspondiente a 1946, de un índice con base en 1950, a 108,5 en 1956, duplicán­
dose la importancia económica de este sector a través de los salarios que se pagan a los
servidores públicos, de las compras que efectúa el sector al de los negocios, etc.
Resulta interesante destacar que. entre los gastos del Gobierno, los correspondientes a
educación pública representan alrededor de la tercera parte del presupuesto anual de la
nación. Consecuencia de ello es el hecho de que en 1950 el analfabetismo total ascendía al
21,24 por 100, siendo en la población urbana de solamente un 8,12 por 100 y en las zo­
nas rurales de 28,49 por 100. Esta es una situación que coloca a Costa Rica en una posi­
ción privilegiada dentro de las demás naciones hispanoamericanas. Sin embargo, el avance
de la cultura da lugar a que la población pretenda módulos más altos de consumo y un
mayor standard de vida en general, alimentando así las presiones sobre los escasos re­
cursos del país para dejar satisfecho al mayor número.
Es necesario comentar por separado la importancia que. dentro del régimen adminis­
trativo de Costa Rica, tienen las instituciones autónomas. Estas son entes descentraliza­
dos, que han sido fundados con el objeto de oue atiendan una función pública importante,
que se ha creído conveniente desligar del Gobierno central para ponerla a salvo de los
vaivenes políticos. En esta forma funcionan en la actualidad organismos como los siguien­
tes : el Instituto Costarricense de Electricidad, el Instituto Nacional de Vivienda y Ur­
banismo, el Consejo Nacional de la Producción, la Universidad de Costa Rica, el Sistema
Bancario Nacional, la Caja Costaricense de Seguro Social, el Instituto Nacional de Se­
guros y las municipalidades. La actividad de estas instituciones observó un crecimiento
de 81.4 en 1946 a 240,7 en 1956, con base en un índice en que 1950 es igual a 100.
Para financiar los gastos del Gobierno y de algunas de las instituciones que se men­
cionan, el Estado tiene como recursos principales los aue le producen los impuestos in­
directos, fundamentalmente el de derechos de importación, que representó en 1958 el 56
por 100 de los ingresos efectivos del Gobierno. A este impuesto siguió en importancia el
gravamen sobre las utilidades, cuyo mayor aporte corresponde al impuesto pagado por la
Compañía Bananera de Costa Rica.
Puede observarse por lo anterior cómo se refleja en los ingresos del Gobierno la im­
portancia aue tiene el comercio exterior para toda la economía del país. De esa manera los
ingresos públicos, que constituyen la capacidad del Gobierno para hacer frente a las cre­
cientes necesidades de la población, quedan sujetos, en muv buena parte, a las fluctuaciones
de las importaciones, que son el resultado d°l nivel del ingreso nacional, el aue a su vez
es consecuencia de los precios a los que se paguen los productos de exportación.
Con lo anteriorse quiere poner de manifiesto aue. aunque el país está en un proceso
de gran desarrollo, en la estructura tributaria todavía no se ha reflejado el mayor vo­
lumen de ingreso total y de ingreso por habitante, y aue sigue descansando en buena par­
te sobre la precaria base que representa el comercio de importación.
Los anteriores apuntes han pretendido dejar expuestos, con líneas muy generales, las
principales características y los problemas de actualidad que constituyen lo más interesan­
te de destacar sobre la economía de Costa Rica, que es una economía típica de todo país
subdesarrollado que ha acometido con decidido empuje la tarea de proporcionar mejores me­
dios de vida a su población.
l i b r o s

abiertos
LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS,
por Félix G. Fernández Shaw
Ediciones C ultura H ispánica a c a b a de publicar una obra que está
llam ada a tener honda repercusión sobre la O rganización de los Estados
Americanos (O. E. A.). Una nueva visión de América, no solamente por
la novedad de su temario, sino por la oportunidad de su publicación
en vísperas de la celebración, en el mes de lebrero del próximo año,
de la XI Conferencia Interam ericana en Quito. Félix Guillermo Fernández
Shaw y Baldácamo es el autor d e esta monoqrafía, que le valió p a ra
obtener el grado d e doctor en Derecho por la U niversidad de Madrid
con la calificación de «Sobresaliente cum laude», uniendo este triunfo
académ ico a otros anteriores obtenidos y a por el joven diplomático es­
pañol, hoy vicecónsul de E spaña en Génova.
Documentación, rigor científico y objetividad son las notas destacadas
de esta obra, en donde estudia los conceptos d e hispanoamericanismo,
panam ericanism o e interam ericanism o, considerándolos en sus analogías
y diferencias.
Objeto de estudio tam bién es la relación entre la O. E. A. y la Unión
de las Repúblicas A m ericanas, la conexión entre la O. E. A. y la
O. N. U. y determ inación d e las relaciones entre E spaña y la O. E. A.
O bra de g ra n interés, pues a b a rc a en visión de conjunto un enfoque
original de la realidad del Nuevo Mundo, un estudio del proceso unio­
nista americano, analizando detenidam ente los acuerdos fundam enta­
les del movimiento interam ericanista, valorando los oríqenes y antece­
dentes de la O. E. A. y exam inando en su contenido las Conferencias
celeb rad as en el continente americano.
Rigor en la cita y riqueza de documentación no quitan a la obra de
Félix Guillermo Fernández Shaw un estilo literario que proclam a su
abolengo familiar.
T. S.

VIA JES DE FIN DE CARRERA


VIAJES DE GRUPOS CULTURALES
• Información sobre rutas, dentro y fuera
de España.


Confección de itinerarios.
Reservas de alojamientos.
HISTORIA UNIVERSAL
• Autocares y pasajes de avión, barco y
Por W . Goetz y 4 0 especialistas. La nue­
ferrocarril, a precios reducidos. va Historia Universal utilizando los más
• Entrada gratuita a los monumentos y recientes métodos de investigación.
museos nacionales españoles.
Diez grandes tomos, editados y encua­
• Vinculación con centros universitarios o dernados a todo lujo, 59 dólares, que ro­
profesionales, españoles y extranjeros. gam os nos los envíe en cheque, y los re­
cibirá sin más gasto.
• Presupuestos económicos, todo incluido.
• Atención cultural y técnica del viaje. Servimos cuantos libros desee, cualquier
editorial, rogando acompañe cheque en d ó ­
lares (cambio, 5 9 ,8 5 ptas.) siempre a su
Y en general todas las ventajas de un servicio pedido.
permanente y gratuito, creado para facilitar la reali­
Gratis enviamos catálogo general de li­
zación de viajes culturales de los universitarios y
brería 195 9 de 126 páginas.
profesionales hispanoamericanos a Europa.

SERVICIO DE VIAJES CULTURALES


Instituto de Cultura Hispánica - Ciudad Universitaria CREDITO EDITORIAL HERNANDO
MADRID
CARRETAS, 21, PRIMERO • APARTADO 1.003 • MADRID
p \

V A C A C IO N E S E N IN G L A T E R R A . A r-
c h e r’s C o u rt, H a s tin g s , T el. 51577. P e r ­
feccio n e in g lé s en H a s tin g s , p u e b lo s im ­
p á tic o , h a b ita n te s a m a b les, e s ta n c ia c a m ­
p e s tr e , q u in c e m in u to s a u to b ú s d is ta n ­
estafeta
C R IS T IN A U C E D A B A L T A S A R , de die­
c isie te a ñ o s. P a s a , 4. M ad rid ( E s p a ñ a ).—
S e e s c rib iría con chicos y ch icas de todo
el m u n d o .

te po b la c ió n y p la y a a dos h o ra s tre n A N A M A R IA F E R R E IR A . R u a A lm e­
L i b r e r í a C E R V A N T E S de L o n d res. P e n sió n c o m p le ta te m p o ra d a n o d e M o u ra, 516. C asa X X X IV . Sao
v e ra n o , £ 7.7.0 (1.235 p e se ta s) s e m a n a l; C risto v a o . R ío de J a n e ir o .— D esea c o rre s­
AVENIDA CENTRAL p rim a v e ra y otoño, £ 5.5.0 (882 p e se ta s) p o n d e n c ia con chicos de qu in c e a v e in ti­
se m a n a l. D o rm ito rio saló n d escanso, ag u a cinco a ñ o s, p a r a in te rc a m b io c u ltu ra l, en
e sp a ñ o l y p o rtu g u é s .
SAN JOSE, COSTA RICA c o rrie n te c a lie n te y f r ía . B ib lio teca. J a r ­
dines, a rb o le d a , ex te n so s. E s c rib a n vuelta J U D Y B. L Y T H G O E . D e diecisiete
co rreo . Con a u to riz a c ió n de la s a u to rid a ­ a ñ o s. 220, C a irn c a s tle R oad. L a rn e . C oun-
des locales de E d u c a c ió n de H a s tin g s , f a ­ ty A n trim . N . Ire la n d .— D esea c o rre s p o n ­
c ilita m o s ta m b ié n e n tre n a m ie n to de Se­ d e n cia con jó v e n e s e sp a ñ o le s, e sp e c ia l­
c re ta ria d o C o m e rc ial p a r a e s tu d ia n te s , a m e n te de la C osta B ra v a .
p recio s reducidos.
TELEFOND J 10 3 6 APA RT ADO 4 1 0 9 M A R IA J O S E F I N A M A N Z O N I C A R ­
J O S E M A R IA C A R D O N A B R E N E S . D O N A . D e diecin u ev e a ñ o s. C e n tro C ul­
M a lp a rtid a , 5. S e v illa ( E s p a ñ a ).— D esea tu r a l P a ra g u a y o A m e ric a n o . A v e n id a de
in te rc a m b io de p o sta le s en e sp a ñ o l o in ­ E s p a ñ a , 494. A su n c ió n ( P a r a g u a y ). Y O ­
g lés con jó v e n e s de todo el m undo. C on­ L A N D A E M IL IA M A N Z O N I C A R D O ­
te s ta r é a todos. N A . D e d ie c isie te a ñ o s. M a risc a l E s tig a -
r r ib ia , 802. A su n c ió n . M A R G A R IT A GO­
GERARDO P U R R IÑ O S . A v. A n d rés M E Z F A L C O N . D e dieciséis a ñ o s. M a ris ­
B ello, E d ific io L ú s t. D e p a rta m e n to 15. cal E s tig a r r ib ia , 802. A su n c ió n .— D esean
C a ra c a s (V e n e z u e la ).— P a r a in te rc a m b io c o rre s p o n d e n c ia con jóvenes d e am bos
c u ltu ra l* d esea c o rre sp o n d e n c ia con s e ­

LA GLORIA
sexos, de c u a lq u ie r p a ís, en in g lé s o es­
ñ o rita s de q u in c e a v e in tic in c o a ñ o s, de p a ñ o l.
E s p a ñ a y de todos los p a íse s de h a b la
e sp a ñ o la . R E N A T E G IE H S L E R . B ei M . K a u tz.
W ie la n d s tr. 10. H a lle (S aa le ). A le m a n ia.
H E R M A N N Y P IM E N T E L , J O S E L U IS E s tu d ia n te a le m a n a , d esea c o rre s p o n d e n ­
P A O L IE L L O , R O M U L O F R E I R E P E S - c ia con p e rs o n a s d e c u a lq u ie r p a ís de h a ­
LA TIENDA DE MODA SO A y A L O IS IO F E R N A N D E S . R ep ú b li­
ca C o reia. O uro P r e to . M in as G é ra is (B ra ­
s i l ) . — D esean m a n te n e r c o rre sp o n d en c ia
b la e sp a ñ o la .
M A R IA B R U G O . Isolella d i B orgosesia
a m is to sa p a r a in te rc a m b io de ideas, f ila ­ (V en elli). Ita lia . — D esea c o rre sp o n d en c ia
télico y ob jeto s típ ic o s con m u c h a ch a s con p e rs o n a s e sp a ñ o la s de tr e in ta a ños
de E s p a ñ a . con fin e s c u ltu ra le s.
OCHO DEPARTAMENTOS DE NOVEDADES A SUS ORDENES L IO y N E L L O P U N Z O . V ia A qtrila. M A R C O S C. R U G G IE R I. In g e n ie ro R o­
n ú m e ro 144. N á p o les ( I ta l ia ) .—-D esean co­ dolfo M oreno, 502. L u já n . B uenos A ires
rre s p o n d e n c ia en in g lé s, fr a n c é s , esp a ñ o l, ( A rg e n tin a ).— D esea in te rc a m b io d e sellos,
ita lia n o , a le m á n .ó p o rtu g u é s con s e ñ o ri­ p o stales, re v is ta s, e tc .
* ta s c u lta s dé c u a lq u ie r p a r te del m u n d o
p a r a in te rc a m b ió d é v is ta s, lib ro s, *re v is ­ JO A O A L V E S N E V E S , e stu d ia n te de

AVENIDA CENTRAL ta s , sellos, etc. dieciséis a ñ o s, y L U IS M A N U E L R O ­


D R IG U E S B A R B U D O , e stu d ia n te , de die­
H E L IO R IT T E R D O S S A N T O S . C aix a cisiete a ñ o s. R ú a M iguel P a is , 115, D-2.°
P o s ta l 1153. P o r to A leg re. R io G ra n d e E s q u in a B a rre iro . L isb o a.— D esean c o rre s­
do S ul ( B r a s il) .— D esea c o rre sp o n d en c ia p o n d e n cia con ch icas e sp a ñ o la s d e q u in ­
SAN JOSE . COSTA RICA con s e ñ o r ita s de q u in c e a d iecisiete años
en e s p a ñ o l/' fr a n c é s , in g lé s o p o rtu g u é s .
ce a dieciocho a ñ o s con fin e s c u ltu ra le s.
JA C Q U E S B R U N . 11, ru e T é n o n . L yon
C A R M E N F E L IC IT A A L T IE R Y . 203 (IV ). F r a n c ia . E s tu d ia n te . D e veintidós
W e st 103Yáv S tre e t. N ew Y o rk , 25. N . Y. a ñ o s.— D esea c o rre s p o n d e n c ia con chicas
(U . S. A . ) . — P r o fe s o ra , d esea c o rre sp o n ­ de h a b la e sp a ñ o la con fin e s c u ltu ra le s.
d e n cia con u n iv e rs ita rio s de t r e in ta y
cinco a c u a r e n ta y cinco a ñ o s, p a r a fin es L a n iñ a u ru g u a y a S O N IA R IT A C A ­
c u ltu ra le s.' B R E R A , con dom icilio e n P u e b lo R o d rí­
gu ez. D e p a r ta m e n to de S a n J o sé , R e p ú ­
S C H R A U N E N O. 31, H o g s te d e s tra a t. b lica O rie n ta l del U ru g u a y , so lic ita co­
R o tte rd a n ( H o la n d a ). — D esea m a n te n e r rr e s p o n d e n c ia con n iñ o s e sp añ o les de t r e ­
STATEMENT REQUIRED BY THE ACT OF AUGUST 24, 1912, AS AMENDED c o rre sp o n d e n c ia con p e rso n a s de h a b la ce a ñ o s.
BY THE ACTS OF MARCH 3, 1933, A N D JULY 2, 1940 (T itle 39, U nited e sp a ñ o la .
J O S E G A R C IA G A R C IA . Ism a el Se­
States Code Section 233), SHOWING THE OWNERSHIP, MANAGEMENT, T E R E S A H ID A L G O . R esid e n te en P a l­
A N D CIRCULATION OF rr a n o , 12, b a jo iz q u ie rd a . H u e lv a.— D esea
m a de M allo rca. R e in a V io la n te , 21, 2 .” in te rc a m b io de sellos con h is p a n o a m e ri­
MUNDO HISPANICO published m o n th ly D esea corre& pondepcia con u n iv e rs ita rio s c an e s y p o rtu g u e se s.
m a y o re s de ¡veinte a ños.
at NEW YORK, N. Y. fo r OCT. 1, 1959 PED RO M A N U E L D E L P A L A C IO .
C A R L O S A . E M IL IA Ñ I. R esid e n te en M audes, 11, l.° A . M ad rid -3 .— D esea co­
B a h ía B la n c a (A rg e n tin a ). P lu n k e tt, 3884. rr e s p o n d e n c ia con jó v e n e s c ató lica s de
1. The ñames and addresses o f the publisher, editor, managing editor, D esea m a n te n e r c o rre s p o n d e n c ia con jó ­ dieciocho a v e in titré s a ñ o s con fin e s c ul­
and business manager are: venes de c u a lq u ie r p a r te del m u n d o que tu ra le s .
h a b le n esp a ñ o l.
Publisher; In s titu to de C ultura Hispánica. Ciudad U niversitaria, M adrid. C A R M E N G. F E R N A N D E Z . A . C an a s­
E ditor: Ediciones «Mundo Hispánico». Ciudad U niversitaria, M adrid. W A L C Y R T E IX E I R A B R A G A . In sp e - te ro s, Í0 . G ra n a d a .— S o licita c o rre sp o n ­
Managing e d ito r: Joaauín Cam pillo. Ciudad U niversitaria, M adrid. to ria de T r á n s ito de Sáo P e d ro d ’A ldeia, d en cia con p e rs o n a s de c u a lq u ie r p a ís, en
Business manager: A n to n io Delgado Mellado. Ciudad U niversitaria, M adrid. E s ta d o do R io de J a n e ir o (B ra s il).— D e­ e sp a ñ o l, p a r a in te rc a m b io d e p o stales y
2. The owner is: ( I f owned by a corporation, its ñame and address- must sea c o rre s p o n d e n c ia con p e rs o n a s de c u a l­ re v is ta s.
be stated and also im m ediately thereunder th e ñames and addresses o f stock- q u ie r p a r te del m u n d o p a r a in te rc a m b io
de re v is ta s, p o stales, etc. M A R IT Y M O R A N C A L V O . A v e n id a de
holder owning or holding 1 percent or more or to ta l am ount o f stock. If not P o r tu g a l, 24, 4.° G ijó n (A s tu ria s ).— D e­
owned by a corporation, th e ñames and addresses o f the individual owners M. D R A C H , e sp a ñ o l re s id e n te en P a ­ se a c o rre s p o n d e n c ia e in te rc a m b io d e pos­
m ust be given. I f owned by a partnership o f other unincorporated firm , its rís , X V III (F r a n c ia ) . 5, R u e d ’A u b e rv il- ta le s con jóvenes de am bos sexos de c u al­
ñame and address, as well as th a t o f each individual member, m ust be given.) lie rs.— D esea c o rre s p o n d e n c ia con s e ñ o ri­ q u ie r p a ís .
ta s a m e ric a n a s de dieciocho a v ein tio ch o
a ñ o s, de h a b la in g le s a o e sp a ñ o la . C A R L O S H E R N A N D E Z B O N N E . A ve­
Ñame Address n id a E le n a «D», 16-41. Z o n a 1. G u a tem a ­
C A R L O S A . P O V E D A B. A p a rta d o la (C iu d a d ).— D esea e s tu d ia r a rq u ite c tu ra
In s titu to de C ultura Hispánica Ciudad U niversitaria, Madrid 4.562. G u a y aq u il (E c u a d o r). D e v e in tiséis en e l e x tr a n je r o s i h a y p e rs o n a in te re ­
a ñ o s.— D esea c o rre s p o n d è n c ia con s e ñ o ri­ s a d a en a y u d a rle . T r a b a ja r á p a r a co stear
ta s e sp a ñ o la s. e studios. P a ís e s : E s p a ñ a , E sta d o s U n i­
dos, M éxico, A rg e n tin a , e tc . E d a d , v e in ­
P A B L O K E C H IC H IA N , a rg e n tin o , de tid ó s a ñ o s.
v e in titré s a ñ o s, re s id e n te e n B uenos A i­
re s, R iv a d a v ia , .6118, d esea in te rc a m b io L A L Y G O N Z A L E Z M A R T IN . Secre.
3. The known bondholders, mortgagees, and other security holders owning de re v is ta s , d ia rio s, p o stales, etc. ta ria d o P a d illa , 7. P u e rto de la L u z (G ra n
or holding 1 percent o f more o f to ta l am ount, o f bonds, mortgages, or other C a n a ria ).— D esea c o rre s p o n d e n c ia con p e r­
securities are: ( If the re are non, so state.) J O E L E N R IQ U E V IL C H E Z . A re q u i­ so n as de c u a lq u ie r p a ís e n esp a ñ o l.
p a , 371. L a ‘ M erced C h a n c h a m a y o . P e rú .
Ñame D esea re la c io n a r s e con jóvenes d e a m ­ J O S E L U IS F A R A D A D A . A v e n id a del
Noné Address bos sexos con fin e s c u ltu ra le s en e sp a ñ o l E jé r c ito E s p a ñ o l, 28. B a r b a s tro (H uesca).
o in g lés. D esea c o rre s p o n d e n c ia con p e rs o n a s de
c u a lq u ie r p a ís en esp a ñ o l.
4. Paragraphs 2 and 3 inelude, in cases where the stockholder or securitv E . N A D A L SA L A T . A vda. del G ene­
holder appears upon the books o f the com pany as tru stée or in any other ra lís im o F ra n c o , 60. T á r r e g a (L é r id a ).— M A N U E L F A R A N D O . D u a rte , 58. G ui­
fid u c ia ry relation, th e ñame o f the person or corporation fo r whom such trustée D esea in te rc a m b ia r p o stales de todo el ñes. L a H a b a n a ( C uba).— D esea co rre s­
is a c tin g ; also the statem ents in th e tw o paragraphs show the a ffia n t's fu ll. m u n d o con. p e rs o n a s de am bos sexos de p o n d e n c ia con jó v e n e s de c u a lq u ie r país
knowledge and be lie f as to the circum stances and conditions under which- q u in c e a t r e in ta años. en e sp a ñ o l.
stockholders and security holders who do n o t appear upon th e books o f the
com pany as trustées, hold stock and securities in a capacity other than th a t M A R IA M A N U E L A D A S IL V A G O N - R A F A E L M A R T IN E Z . M o n te R ebollín,
o f a bona fid e owner. Ç A L V E S . A vda. C onde d a M a rg a rid e . G ui- n ú m e ro 10. L la ra n e s . A vilés (A s tu ria s ).— ]
m a ra e s (P o rtu g a l).,— T ien e q u in c e a ños y D esea c o rre s p o n d e n c ia con p e rs o n a s de
5. The average number o f copies o f each issue o f this publication sold desea c o rre s p o n d e n c ia con jó v e n e s e s tu ­ c u a lq u ie r p a ís en e sp a ñ o l p a r a in te r- i
or dis trib u te d , through the mails o f otherwise, to paid subscribers during the d ia n te s de c u a lq u ie r p a ís. cam bio d e p o stales, sellos, etc.
12 months proceeding the date shov above was: (This in fo rm a tio n is required
fro m daily, w eekly, semiweekly, and triw e e k ly newspapers only.) J U A N M A R T IN R A M O S. C e rv e re ta , 16. J O S E A N T O N IO V IL L A P A L O S . A n­
B ad a lo n a (B a rc e lo n a ).— D esea c o rre s p o n ­ d ré s B o rre g o , 10. M adrid-13 ( E s p a ñ a ).—
(Signature o f ed itor, publisher, business manager, or owner) d en cia con s e ñ o r ita s dé h a b la c a s te lla n a . D esea in te rc a m b io de sellos d e correos de
A n t o n io |>efgado M e lla d o c u a lq u ie r p a r te del m undo.
M A N U E L P A J A R E S G A L L E G O . A lo n ­
Sworn to and subscribed before me th is so de M^ndofc^,. 6. D qn B en ito (B a d a jo z ). E U L A L IA A P A R IS I. A v e n id a d el E jé r ­
D esea c o rre s p o n d e n c ia v con jóvenes h is ­ cito E s p a ñ o l; 28. B a r b a s tro (H u e sc a ).—- •
Yo, Enrique G im énez-Arnau y Gran, no tario de M adrid, doy fe : Que co­ p a n o a m e ric a n o s de am bos sexos. D esea c o rre sp o n d e n c ia con p e rs o n a s de
nozco y considero legítim a la firm a que aparece al dorso, de don A n to n io c u a lq u ie r p a ís en e sp a ñ o l.
Delgado M ellado. M adrid, 11 de noviem bre de 1959. Signado, E. G.-Arnau. P . R U S C IC A . (290) Con. D enison M i­
Rubricado. Está el sello en tin ta de su notaría. ne, L td . P . O. B ox 2000. S p ra g g e . O n t. P A U L M AC D E R M O T T . 14 C rossley
C a n a d á .— L e s e a c o rre sp o n d e n c ia con c h i­ R oad. S ale. C h esh ire. I n g la te r r a .— Desea
cas de d ie c isie te a v e in tic in c o a ñ o s de c o rre s p o n d e n c ia a m is to sa con jóvenes es­
c u a lq u ie r p a ís. p a ñ o le s de am bos sexos.
T w m ri r is r t

CAPITAL: 100.000.000 de pesetas,


RESERVAS: 78.000.000 » »

(Aprobado por la Dirección General de Banca, Bolsa e Inversiones con el número 2.300)
VASOS INDIGENAS
A Incensario de uso en los sacrificios
humanos en la cultura Chorotega;
representa un jaguar.
B Vaso-efigie policromo de la cultura
Chorotega; representa al dios Jaguar.
C Idolo femenil sedente, policromía de la
cultura Chorotega; representa una
deidad mitológica de la hechicería.
D Vaso-efigie policromo de la cultura
Chorotega; representa al dios Mono.
E Vaso trípode policromo de la cultura
Huétar, con mascarones de deidades.
F Vaso ovoideo policromo de la cultura
Chorotega; representa a Quetzalcóatl,
la serpiente emplumada.
U N conjunto de felices circunstancias hacen de Costa Rica un país La filo so fía religiosa de nuestros aborígenes giraba en torno a aque­
que rinde pleno homenaje a su bello nombre, ya que, dentro de lla dram ática modalidad de sacrificio humano de tipo cruento, con de­
los breves 50.900 kilóm etros cuadrados de su extensión terri­ capitación y ablación del corazón, como precepto ritual, para la indis­
torial, reúne asombrosa diversidad de destacantes elem entos de pensable alim entación de los dioses, tendiente a la conservación del cos­
toda índole. En lo natural, debido a su peculiar m orfología orogràfica mos y de la vida humana.
e hidrográfica, osten ta Costa Rica una notoria variedad clim atológica De ahí nos viene, precisam ente, aquella horripilante orgía de efusión
y de relieves que propician una flora y una faun a riquísim as, pertene­ de sangre en que se encontraba sum ida M esoamérica toda a la llegada
cientes éstas a ambas regiones bióticas colindantes. Citemos como ejem ­ de los españoles, que podemos advertir en Costa Rica plasm ada en la
plo el hecho de que los botánicos, tan sólo las especies de árboles, or­ mudez m isteriosa de nuestra profusa galería iconológica típica, repre­
quídeas y heléchos, ya las catalogan por m iles, y que representantes sentativa de dichos sacrificios.
de toda la fauna neotrópica del Nuevo Mundo (excepto, desde luego, E l arte del alfarero toma grandes proporciones en Costa Rica. Son
aquella que requiere condiciones m uy especializadas) las encuentran los nuestros chorotegas los que gozan de ju sta y merecida fam a como ex­
zoólogos presentes en n uestra reducida fa ja ístm ica. Sería d ifícil en­ celsos modeladores de arcillas a mano libre, de fin a y delicada eje­
contrar otra zona en el mundo que, en espacio tan pequeño, albergue cutoria. Los vasos hieráticos, que exornan con derroche de policromía,
tan gran número de especies.
representan vasos-efigie (humanos o anim ales) de variadísim a origina­
En un sentido etnológico, la posición geográfica de Costa Rica, úni­
lidad; también las decoraciones zoomorfas, dentro de una preferente te-
ca, puente de paso obligado para toda eventual m igración aborigen
tragonía sign ificativa, com puesta de jaguar-mono-serpiente-lagarto. E s­
transcontinental, m arítim a o terrestre, enclava a nuestro país en esa
tas bellas decoraciones pintadas cubren toda la gam a de form as, desde
zona de confluencia de las Culturas del Jade, provenientes del Norte,
las francam ente realistas hasta aquellas sutiles estilizaciones y abstrac­
así como de las Culturas del Oro, traídas por aquellos grupos ascen­
ciones a veces de difícil interpretación.
dentes del Sur. A ntropológicam ente, los habitantes del oeste de Costa
Rica se clasifican dentro de la división denominada Mesoamérica; las Desde el inicial contacto de los españoles con nuestras culturas abo­
restantes, las del E ste, quedan vinculadas al extenso grupo lingüístico rígenes, se nos habla de una exuberante riqueza de oro enjoyelado.
macro-chibcha bajo diversas agrupaciones. A lgunos antropólogos ads­ Palabras del alm irante don Cristóbal son aquellas con las que, al refe­
criben a Costa Rica dentro de la zona intermedia, formando, desde lue­ rirse a las tierras costarricenses del Cariay, en su cuarto viaje, nos
go, parte de la América nuclear; otros prefieren excluirla de ese con­ cuenta: « ... y es que yo vide en esta tierra de Veragua mayor señal
junto, y crean el grupo denominado circuncaribe. Bajo cualquier cla­ de oro en dos días primeros que en La Espantóla en cuatro años, y que
sificación optativa que prefiram os aceptar la inclusión de Costa Rica, las tierras de la comarca no pueden ser más fermosas ni más labradas...
siempre podremos ofrecer un destacado grupo de elem entos culturales, Los señores de aquellas tierras, cuando mueren, entierran el oro que
arqueológicos principalm ente, de resaltantes y señalados m éritos. tienen con el cuerpo...-» E stas declaraciones, desde entonces, han in s­
Periféricos a las más brillantes culturas y civilizaciones directrices tigado la curiosidad de arqueólogos y orfebres, por sus técnicas y mo­
del Nuevo Mundo, nuestros terrícolas, después de experim entar aquella dalidades, a sí como por las asociaciones que todas ellas implican.
prim itiva base común de desarrollo cultural form ativo, es evidente que E l patrimonio aurífero de los indígenas de Costa Rica se destaca
se beneficiaron del vecindaje de m ayas, m ixteeo-zapotecas y aztecas, al por la inventiva en el uso de tan bellas como variadas form as y por
norte, así como también de chibchas, quechúas e inkas, al sur, tor­ la destreza en la ejecución de las diversas técnicas. La lam inación y
nándose culturas receptivas de ambas zonas. Al constatar la presencia la fundición, con todas sus modalidades subsiguientes, fueron elabo­
de esta receptividad de elem entos culturales heterogéneos en nuestro radas por nuestros oribes. Los arqueólogos aún no declaran con fijeza,
medio, provenientes del N orte y del Sur, podemos inferir, como la más en espacio y tiempo, la oriundez y aparición de la orfebrería en el
aconsejable para Costa Rica, una segregación cultural local tripartita Nuevo Mundo, pero tentativam ente la sitúan en la región central an­
en esta form a: un grupo chorotega, con sus declaradas afinidades ét- dina en el siglo v. N uestra cultura del oro queda adscrita al complejo

nicas norteñas; un grupo brunka, de afinidades francam ente sureñas, Costa Rica-Panam á-Colombia, que sobresale en m etal cobrizo y éneo,
y un último grupo huetar, mediterráneo éste, que revela haber gozado a sí como por las conocidas aleaciones que llevan por nombre la voz
del privilegio de elem entos culturales de ambos rumbos. haitiana de guanín.
Y a desde las prim eras relaciones históricas, se describen nuestros E l conjunto de objetos m anufacturados en m etal por nuestros grupos
grupos como bien organizados, de gentes que escribían en libros de aborígenes puede calificarse en: arm as, utensilios, objetos de culto,
pergamino, que tenían una estratificación social bien definida, que sub­ ornam entos personales e instrum entos m usicales. Desde luego, los dos
sistían de una am plia agricultura intensiva, que m antenían un sacer­ últimos son los más frecuentes. Como adornos tenemos fig u ra s antropo­
docio bien establecido y practicante de un ceremonial religioso bastante m orfas en toda suerte de posturas, y otras zoom orfas, representativas
complicado, en el que podemos vislum brar la presencia de una filosofía de casi toda la faun a terrestre y la m arina; sobresalen, por su fre­
religiosa cosmogónica. cuencia y belleza, las águ ilas y las ranas. Como instrum entos m usi­
Consecuente con lo expuesto, tenem os en la arqueología de Costa Rica cales tenemos abundancia de bellísim as sonajas. Los objetos de culto,
una cantera casi inagotable, en extremo rica y variada, y, por tanto, de o sea, aquellas deificaciones o hum anizaciones que sobre un cuerpo m ascu­
gran complejidad. N uestros tres grupos aborígenes veremos que se lino destacan una cabeza o m áscara de animal, de significación totémiea,
destacaron en una u otra disciplina de las artes plásticas como excelsos los tenemos emplazados entre dos segm entos o bien circundados por
artífices. E s de notar el hecho de que en Costa R ica no hemos encon­ adornos espirales. E stas fig u ra s representan, entre otras, el dios Mono,
trado aquellos pasmosos restos de arquitectura m onumental que tanto el dios Jaguar, el dios Ciervo, el dios Lagarto, etc.
enriquecen a nuestros aledaños. Para fin alizar esta rápida ojeada sobre nuestros antepasados de
En una ocasión hemos dicho: «E l arte aborigen de Costa R ica es Costa Rica, deseo hacer referencia a una cita del vehem ente as tur
esencialm ente escultórico. Si tuviéram os que contestar a la pregunta Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez. Como hemos visto, todos nues­
de qué m aterial, en nuestra opinión, em plearon nuestros antepasados tros antecedentes indígenas son excelsos, pero lam entam os el tener que
más felizm ente en la consecución de sus mayores valores estéticos, con­ reconocer que, en cuanto a la rica y admirable tradición artística se
testaríam os sin dilación: "En la piedra.”» D espliegan de hecho nuestros refiere, no hemos conservado nada o acaso m uy poco.
anónimos entalladores de la cultura huetar, en su arte simbólico lítico, Pero en otro aspecto, específico éste en el campo de la taxonomía
una fin a concepción im aginativa ; se destacan, por esta circunstancia, etnoestética, sí marchamos a la vanguardia, y con cabal orgullo. Pues
en toda Centroamérica, por la personalidad creativa de sus altares-me­ bien, después de consignar algunos relatos deleitables sobre actividades
tates y de una vastísim a ideología humana. fem eniles, nos deja clara constancia el tan buen conocedor como acu­
A fines del siglo pasado fu é exhumada en el altiplano central de cioso cronista m ayor de Indias de una característica m uy sign ificativa,
Costa Rica una im portantísim a pieza arqueológica que aún no ha sido al consignar: «...Las mujeres de Nicoya son las más hermosas que yo
superada; me refiero al altar ceremonial de San Isidro de Coronado. he visto en aquellas partes.»
Es verdaderam ente de lam entar que no podamos comprender el justo En este aspecto de la belleza fem enina, la tradición sí ha perdurado
valor de esta filigran a en piedra, de evidente m otivación esotérico- entre nosotros, por atavism o. ¿Quién no ha oído requebrar elogios, siem ­
religiosa, expresada en un conjunto de intrincado barroquismo indíge­ pre justos, en loor a la innata lindura y al primor inherente a la m u­
na; pero lo dicho acerca de ella no sale del campo especulativo. jer costarricense?

J O R G E A. L I N E S
CATEDRATI CO DE A R Q U E O L O G I A
LITERATURA DE COSTA RICA

Un día de mercado
en la Plaza Principal
Por MANUEL G O N ZA LEZ ZELEDON
("M A G O N ” )

O vivía en la casa y preparando los sacos y canas­ llegaban las de tripa..., bito­ Seguían las polleras, vendedo­

Y
de mi abuela doña tos para ir con Chanita a com­ que... y otras de las que nada ras de huevos, gallinas, chom-
Chanita Castro, es­ prar el diario. sacaba en claro. pipes, patos y demás volátiles;
tablecim iento «El —No te se olvide el saco pa después los molejoneros, y, por
* * * último, las moreras, con sus ves­
T o r o » , e sq u in a la verdura, y cuidao con andar­
opuesta del Semi­ te perdiendo; ¡ya sabés que La Plaza Principal, con su tidos característicos de pursia-
nario, junto a la fábrica de hie­ compramos en el canasto y vas baranda de hierro, sus hermo­ na azul con ojos blancos y sus
lo de Chaves y taller de Ricardo echando en el saco que dejás sos higuerones e higuitos y su jucos llenos de sabroso fruto.
Méndez. Desde muy temprano onde don Pepe! pila monumental, únicos testi­ En la banda oriental, con lar­
oía, al través de la pared an­ —Mamitica— d ecía mi ma­ gos mudos de aquellas escenas, gos cajones a modo de bancas,
chísima de adobes, el constante dre— , me compra las moras y era el lugar de mercado adonde su cuchillo de mesa oxidado y
rodar de innumerables carretas el almidón de Cartago, y si hay acudían los vendedores y com­ reglita o medida llena de mues­
por el empedrado desigual de la pacayas, tráigale un diez a Joa­ pradores, unos en espera de la cas, campeaban los jaboneros,
calle, y el rumor, más o menos quín. módica ganancia, los otros en entre los que figuraban mucha­
sordo, me hacía inferir el con­ —Y a mí un cinco de coyoli- busca del pan nuestro de cada chos de familias decentes. Re­
tenido. tos para comer con dulce. semana. cuerdo que a las doce en punto,
—Seguro que esa cal es de —-Y vea que el dulce sea del Las calles circunvecinas esta­ con el cuchillo y la medida, re­
Indalecio Fallas. fino de ñor José María Rivera; ban cubiertas de truchas, armaj doblaban sobre el cajón acom­
—Y esa otra es leña, y ese el del otro sábado estaba reve­ zones de madera y techo de pañando al tambor del cuartel
que acaba de parar en raya el nido. manta, tiendas ambulantes, unas y no era posible que despacha­
chirea enfrente de la pulpería — ¡A cómo estarán hoy. los de ropa hecha, otras de arte­ ran ni una barra hasta que ha­
es Juan Ureña ; oílo pidiendo fríjoles de Santa Ana! factos de hojalatería, otras de bían terminado su tarea de re­
su trago. — ¡Sepa Judas!; si se está tiliches y, en fin, otras de san­ doblantes.
Ya en la pulpería, abierta uno comiendo materialmente la tos o cromos de carácter pura­ Seguían a estos alegres ven­
desde las cuatro de la mañana, plata; hoy hace ocho no reba­ mente religioso. El gran rectán­ dedores los arroceros y nego­
se oía el murmullo de las con­ jaban de quince el cuartillo; eso gulo estaba lleno, en variada ciantes de cacao, con su mochi­
versaciones de los parroquia­ y los güevos, qu’están a cuatro confusión, de víveres, entre los la de pita colgando del cuello,
nos. por medio, va’ber que dejar de que descollaban enormes mon­ encerrada en el pecho, sus ma­
— ¡Buenos días, Pedro! comerlos. tones de papas, ayotes, zapa­ nos empolvadas y carrasposas y
—B u en o s se los dé Dios, La cocinera, consejero nato de llos y repollos, grandes cueros siempre mascando granos del
Ureña. mi casa, era consultada previa­ secos en forma de batea, lle­ mejor Nicaragua o del Matina
—Echeme unos tragos pa mí mente acerca de la epecie, ca­ nos de maíz, fríjoles, esplén­ más colorado. Después los ho­
y pa los muchachos. ¡Arrímese lidad y cantidad de los víveres, didos tendidos de atados de dul­ jalateros con sus rayos de la­
a espantar el diablo! y ella, con sus naüillas de zara­ ce oloroso a caña e infinidad tas de canfín, sus jarros, sus
— ¿Qué tomás, Indalez? za de color indefinible, su cami­ de ventecillas de vainica, cha- platos con abecedario en el bor­
—Pa mí un isná con gotas. sa de gola y su pañuelo de rabo yotes, elotes, nabos, coles, rá­ de y elefante en el centro, sus
—Pa mí cususa. de gallo en el pescuezo, contes­ banos y todo el gremio de las santos con vidrio y marco lleno
—Pa mí un mistao. taba con tono magistral, a la sabrosas verduras que adorna­ de soldaduras ; sus camarines
Se oía el rastrilleo de los cai­ vez que se pasaba por las na­ ban nuestras suculentas ollas. cuajados de soles, estrellas y
tes de los «muchachos», el golpe rices y los lagrimales una de Las frutas eran, a la vez que medias lunas coloradas, verdes
seco del eslabón y los pasos de las puntas del pañuelo de hom­ abundantes, de una risible ba­ y azules; su hornillo y sus can­
los que, ya con el diablo «espan- bros : ratura: mangas, limas, pejiba- diles, tintero viejo de «ácido» y
tao», volvían a su faena de —Pos yo conozco los ayotes lles, tunas, n a r a n ja s, cidras, barra de soldadura para re­
«bueyeros». pejibaye de pellejillo con sólo plátanos verdes y maduros, gui­ miendos instantáneos.
Pronto, el paso «picao» largo enterrarles la uña y que sean neas amarillas y moradas, gui­ — ¿Cuánto me lleva por echár­
de un macho «mosquiao» denun­ bien esparramaos; los de onde neos machos, pifias, membrillos, mele marco a mi señor San
ciaba la presencia de don Ma­ ña Custodia Cordero son como duraznos, higos verdes, matasa­ José?
riano Monge. Paraba en la pul­ buenos. nos, nances, aguacates, zapotes, — ¿Con vidrio o sin vidrio?*
pería, entraba haciendo resonar —Y si ve a Concho el de mana marañones, coyoles y, en fin, —Con vidrio, porque se me
las bolitas de las espuelas, to­ Menegilda, mérquele los taca- ese millón de riquísimos dones destiñe.
maba un ron de a diez, sacaba cos, que son sin estopa, y hora con que la Naturaleza virgen de — Seis reales.
del pecho de su cotón de jerga que digo estopa, no se li’olvide este privilegiado rincón de la —Trato hecho; así se lo dejo
su buen bolsillo de seda repleto trerse achote del de tusa y el tierra ha empalagado a todas y vuelvo el sábado; y dígame,
de cuartas y plata blanca, pa­ librillo pal mais. las generaciones de chiquillos. ¿mañana podrá cogerme una go­
gaba y se volvía a montar en su Tras de ese seguían mil en­ Frente al Cuartel Principal, tera de lima joya?
«mosquiao», con -más aires que cargos; Chanita cogía una som­ y dentro de la Plaza, en correcta —No, señora ; eso, sólo Maján
Roldán y más plata que el Go­ brilla y su pañolón, yo la ca­ fila, e s ta b a n arrodajadas las o Mates.
bierno. Ya en la esquina, volvía nasta y los sacos, y ambos vendedoras de melcochas, «so­ Seguían los herreros, entre
el macho y con aire altanero emprendíamos la marcha hacia bao», «güesillas», rosquetes de los que descollaban las figuras
preguntaba : la Plaza Principal, hoy Parque Alajuela, bizcocho, empanadas de Mr. Berry y el maestro San­
—¿Se debe algo? Central. Todavía en la acera de de chiverre, turrones, puros de tiago Muñoz, con sus tendales
—No. señor, está pago—de­ las niñas Freer nos alcanzaba Iztepeque y bajeras, con sus llenos de armellas, hachas, bisa­
cía Pedro. dando grandes voces la chichi­ mercancías sobre sendos canas­ gras, llantas, bocinas, varillas
Y don Mariano se alejaba. gua de Marcelina para decirle tos cubiertos con servilletas de de carreta, etc., todo criollo, he­
A las seis de la mañana., ya algunas palabras a Chanita, de hilo, adornadas con caballito chizo, con el color que les de­
estaba yo bebiéndome mi bebida las que a hti oído apenas si rojo o encaje de tres puntadas. jaba la fragua y las ralladuras
•de lima. Tras éstos vocifera­ de don Matías Valverde y con­ me; las súrtubas y el palmito aprovechando mi estado de in­
ban los chiquillos pajareros, seguía un par de docenas de se escurrían de debajo del brazo, defensión absoluta, me sacaban
arrimados a las gradas de la jaboncillos, que iban a parar y al hacer un movimiento brus­ las mangas de la camisa y mis
pila, con sus jaulas de tora y junto con las frutas compradas co para sujetarlos, el saco se me m a n g a s, mis melcochas, mis
verolís, unas ordinarias, otras y cachadas, al seno, a esa bolsa iba a la espalda, me maltrataba «güesillas», mis limas y mis dos
•en forma de cuartel o iglesia sin fin de los muchachos de mi horrorosamente los nudillos del docenas de jaboncillos rodaban
con torrecillas, e invariablemen­ tiempo. espinazo; la muñeca izquierda, a mis pies y eran presa de aque­
te la caja de sardinas llena de Concluida la compra del dia­ ya acalambrada, cedía al dolor llos salteadores, que a mi vista
agua herrumbrada y la guinea rio y repleto ya el gran saco de de la torción violenta, y con es­ y paciencia se los tragaban,
o la escudilla de alpiste. brin que servía de depósito, la trépito que a mi acongojada riéndose de mi copioso sudor y
— ¿C u án to p id e por ese canasta atestada de huevos y imaginación parecía el del juicio llanto. Y no era eso lo peor, sino
agüío? mantequilla lavada e higos para final, el enorme saco se venía al que con la violencia me habían
—Treinta. hacer dulce, el par de súrtubas suelo, esparciendo su contenido saltado el botón de los calzones,
—¿Y por ese setillero? y el palmito arimados al saco en media calle, yendo a parar único sostén de esa adorable
—Se lo doy en cuarenta y cin­ y el manojo de cebollas de San el ayote de pellejillo al caño su­ prenda, y al dar yo el primer
co, porque es collarejo y canta­ Juan coronando el nutritivo al­ cio y quebrándose en mil peda­ paso hacia mi casa, se me es­
dor. tar, principiaba el para mí difi­ zos un «atao» de dulce y unos currían y se me escurrían hasta
— ¿Ese yigüirro es macho? cilísimo trabajo de la carga. cuantos huevos de la canasta. dejarme casi atadas las panto­
—Pues claro; hora estaba ha- —Ñor José, écheme por vida Con la cara como un chile, rrillas, en cuya vergonzosa y
•ciendo enredijos, y eso que está suyita este saco al hombro. cubierta de sudor, y nublada la triste figura me acercaba a la
peleche. — ¿A cuál carga usté? vista por enormes lagrimones y puerta de mi hogar paterno.
Y cada uno salía con su viuda, —Al izquierdo. las narices chorreando candelas, — ¡Cójanme el diario, que no
su rey de picudo, su canario de El enorme saco, pesando so­ me ponía a juntar los víveres puedo subir la grada porque trai­
•costa, su mozotillo o su cacique bre el delicado hueso de la cla­ desertores y a acomodarlos en go caídos los calzones ! ¡ Coj... !
naranjero. vícula, me hacía zanja con los el maldito saco, haciendo inven­ ¡Cójanme estooo!
Y por todas partes, atropellan­ bordes de unas condenadas ta­ tario de las pérdidas irrepara­ A mis gritos acudía la fa­
do viejas, regando sacos, desha­ pas de dulce, a pesar del col­ bles y los heridos menos graves. milia toda, me descargaban y,
ciendo montones, en medio de los chón que los frijoles trataban Un zapallo estaba inútil, los ra­ previo un par de puntapiés por
denuestos de los perjudicados y de interponer : agarraba la boca bos de las cebollas llenos de ba­ sinvergüenza, me hacían entrai­
las risotadas de los espectadores del saco con la mano izquierda, rro, una tapa de dulce había he­ de las orejas.
—con su cajón de pino a la altu­ me metía el canasto hasta la cho blando nido en un boñiga y —Aquí falta una tapa de dul­
ra del vientre, sostenido por an­ sangradera del derecho, cuyo las yemas y claras de media do­ ce y un zapallo, decía mi abuela.
cha correa de vaqueta, lleno de sobaco oprimía ya las súrtubas cena de huevos salpicaban todo —Fué que...
tiliches como botones, agujas, y el palmito, y agarraba con la el embaldosado y parte de la — ¡Silencio! ¡Ya viene con
aretes, gargantillas de perlas mano el rollo de cebollas. El pared. sus mentiras! ¡Ahora, en casti­
falsas, broches, cintas de pape­ chonete me servía de tapojo, y Por fin, previo un nuevo au­ go, en cuanto almuerce, mete
lillo, betún de Masón, mechas tras de cuatro o cinco pujidos xilio de un ñor José y algunas esa carretada de leña!
para eslabón y mil otras chuche­ lograba echarme a andar por la precauciones, lograba seguir mi No había apelación : estaba
rías baratísimas, y con las ma­ mal enladrillada acera, camino calvario; pero mi contento de convicto, confeso y sentenciado.
nos llenas de pañuelos de a diez de mi casa, que estaba a dos verme tan cercano al fin de la Pensaba un rato en las injusti­
y rosarios de cuentas de vidrio—, cuadras de distancia. jornada, ya en la esquina de ñor cias de la vida. Almorzaba con
pasaba, saltaba, vociferando su De repente algún caritativo Juan de Jesús Jiménez, enfren­ apetito voraz, y, metida la leña,
mercancía hasta enronquecer, pasajero me gritaba : te de mi casa, se desvanecía, llenos de raspones y cáscaras las
el gracioso tipo de tilichero, — ¡Chiquito, se le van regan­ dando lugar a la mayor angus­ orejas y el pescuezo, echaba un
con su sombrero ensartado has­ do las alverjas! tia. Cleto Herrera, Tatono Bo- sueño de ángel, feliz en el rega­
ta las orejas, saliendo el me­ A aquella voz de alarma vol­ landi, Abraham Zúñiga y otros zo de mi madre.
chón de pelo por el boquete de vía todo el cuerpo para poder más que a mí me parecían mi­ (La Patria, 19 de enero de
la copa y su cara de desver­ contemplar el daño; me arrima­ les de forajidos, despreciando 1896.)
güenza y su risa de superiori­ ba a la pared para equilibrar­ mis gritos y mis injurias y (Ilustración de Amighetti.)
dad altanera.
— ¡Fósforos de globoooo! ¡A
dos cajas por cincooo!
— Negrita, cóm prem e esta
gargantilla de ámbar legítimo
de Mompelas y este par de are­
tes de dublé fino que nunca se
ponen negros.
—Este chato sí le va a com­
prar a ña María el rosario
bendito por el nuncio de Lima
con cuentas de m adera del
Huerto de los Olivos. En seis
reales le vendí uno a Bupedra,
y a usted se lo doy en cuatro.
Pues bien, a ese maremàgnum
entrábamos Chanita y yo, ella a
comprar el diario, yo a cargár­
melo.
— ¿Cuánto dijeron de güevos?
—Dos reales, un diez de yucas,
veinte de vainicas y el diez de
pacayas.
—Andá cómprate las vaini­
cas, aquí te espero, y si no me
hallás aquí, las echás al saco y
te me juntás en la venta de ca­
cao de ñor Bejarano. Mirá que
no te las den con hebra y que
no sean de las de palo; son a
cuatro rollos.
Mi abuela me daba la plata,
y yo, relativamente libre, des­
pachaba la compra, y con un diez
que unas veces me daba doña
B á rb a ra Bonilla, otras don
Aquileo Echeverría y otras pa­
pá, compraban seis manos (30
granos) de cacao Nicaragua es­
cogido, y con esa moneda de
cuño antiguo y que hoy ya no
circula cambalachaba por mel­
cochas, «güesillas», mangos y
limas, me echaba al coleto mi
buen jarro de chinchibí de don­
Poesía de Costa Rica
ROMANCE DE LAS CARRETAS
C u a n d o el día ya no es día aves con el pico en tierra,
y la noche aún no llega, y a su alrededor los niños
— perfiles desdibujados, en gráciles rondas juegan.
cielo a zu l de luces trém ulas—
por las rutas del ensueño A veces, en la pendiente
va a rod and o las carretas. que a su térm ino se arquea,
voltejeadas de súbito
Fajo el palio de las som bras por acrobacia grotesca,
üe en trecruzan las consejas; trazan en el precipicio
héroes y aparecidos e speluzna nte pirueta,
de rondalla y de leyenda: y en salto fun am bule sco
«La Llorona» y «E l H erm an o», dan rem ate a una tragedia.
«El C adejos» y «La Se gua »
y « L a Carreta sin B ueyes», U n a cru z lo dice todo:
que arrastra son de cadenas... está sin nom bre y sin fecha.

El m anto de la penum bra C roa n las ranas ocultas,


rasgan m iles de luciérnagas. el grillo rasca su cuerda,
los gallos, a la distancia,
De m adrugada, las yu ntas dan isócronos alertas;
que están ru m iando a su vera, a lgú n rem oto ladrido
poco antes de ser uncidas el viento no ctu rn o lleva,
clavan los ojos en ellas; y, quejum brosas y a tum bos,
su com prensiva mirada enfílanse las carretas,
largo rato las contem pla, — a gu d o vio lín chirriando,
y al escuchar un cencerro, grave tam bor en las p ie d ra s-
pausadam ente m enean entretanto m arcan ritm o
el hisopo de la cola con altibajos y vueltas
y con vaho las inciensan. los ch uzos, que son batuta

C o m o una flor lum inosa


de bucólicas orquestas.
L UZ Y B R I S A
se abre la m añana espléndida. A l em prender el retorno
se advierte que van de fiesta; Esa luz larga
A m b u la n c ia s cam pesinas, aligeradas de carga, de la tarde que se aleja
h o rm iga s de las cosechas, dieron fin a la faena. tiene voz para la brisa,
cándidos lechos nupciales M e n u d o s brincos ensaya
que no duerme y que no calla.
y trash u m a n te s viviendas, el telón de las com puertas.
se m ueven siem pre sin prisa, La noche sobre los cam pos Y las dos juntas,
— tarde o tem prano se llega— todos su s arom as riega. luz y brisa, de puntillas,
y sobre el p olvo o el barro Y si a lo largo del viaje vanse por las sendas de hojas
detrás de sí sólo dejan, a lg ú n riachuelo atraviesan,
otoñales, amarillas,
com o las alm as afines, báñanse en agua con luna

BHh
on d ula ntes paralelas. — flecos de plata en las ruedas— , y fragantes a memorias,
y su s en hie stos parales de las cosas que ya fueron,
A largos trechos, reposan. dialogan con las estrellas. o las hojas amarillas
Y a sin los bueyes, semejan
Julián M A R C H E N A
de las cosas que no fueron.
cañones que n o disparan,
Luz y brisa, entrelazadas,
se van cantando
por los senderos
misteriados del encanto,
como si fuesen
a la busca de un sol nuevo
que no se levanta nunca
ni se pone tras los montes;
un sol nuevo que ilumina
las cosas que van viniendo
del misterio hacia el misterio;
de los mundos de los dioses
hacia el mundo de los hombres
Luz y brisa, entrelazadas,
se han perdido entre las sombrar
otoñales, azuladas,
de la noche y la mañana.
Los acentos de su canto
son palabras de una lengua
que adivina más que expresa:
un aliento de la brisa,
una luz, de entendimiento.
Roberto BREN ES M ESEN
(« En casa de G u te n b e rg y otro s p oem as», pá . 57.)
Apenas el rezador sebo, hollín, pabilo y yesca. o enlustrados con canela,
pone fin a lo que reza, Alguien grita: «¡Bomba!, ¡bomba!» mientras las damas mayores,
cuando sale a relucir Párase a! punto la orquesta con la escudilla en las piernas,
la hidrópica botijuela. y un mozo de buena estampa se «atipan» de miel de ayote,
¡Qué besos tan cariñosos! así dice a su mozuela: usando para comerla
¡Qué caricias tan extremas! «Como mi "alm uada" es de paja de sus no pulidos dedos
Unos la apuntan al muro, y mi novia no está vieja, las sus no muy limpias yemas.
los más hacia las soleras. toda la noche la paso Fortalecidas las panzas
Libre la sala de estorbos, con la paja tras la oreja.» sigue de nuevo la juerga,
puesta en un rincón la mesa, — ¡Bravo! y entre risas y palmadas
donde en caja destapada — ¡Bien! se inician juegos de prendas:
duerme el «Angel» que se vela, — ¡Viva Domingo! «Sin M iguel dame tus almas»,
se adelanta el maestro Goyo, — ¡Vivan «ñor» José y Gabriela! luego «La gallina ciega»,
que es el director de orquesta, — ¡Vivan los dueños de casa! luego «El estira y encoge»,
con el «chonete canchao», — ¡Otro trago «pa l'orquesta»! «El muerto» y «La muía tuerta».
bajo el brazo la vihuela, — ^¡Música, «mestro, y arréle», En tanto allá en la cocina
en la boca el «cabo» hediondo que ya encontré compañera! la madre suda y se empeña,
que ha llevado tras la oreja, — ¡Oh «viejito tan asiao»! ya batiendo chocolates,
«cabo» que ha de ser al cabo — ¡Que viva yo y mi pareja! ya saqueando su alacena,
soberanísima «cuecha». — ¡Que viva! donde el bizcocho dorado
Da principio el zapateado. — ¡Bomba! duerme en amplias cazuelejas,
Cómo saltan y dan vueltas, — ¡Otra bomba! o ya sacando empanadas
se detienen o adelantan, Párase al punto la orquesta, de papa y carne rellenas,
se separan o se estrechan. y la niña, puesta en jarras, ruborizadas de achiote
Elias con la falda asida responde así zalamera: y trasudando manteca.
y la mano en la cadera. «Quisiera ser "cojoyito" El padre, con una «soca»
Ellos con pañuelo al cuello o flor de la yerbabuena, de más allá de la cuenta,
o en la mano, según quieran. para perfumarle el alma suelta un rosario de verbos
Ahora dando pataditas, al negro que me quisiera.» y «rajonadas» tremendas,
ya girando con presteza, — ¡Bueno! diciendo que allí no hay hombres
van de una una a la otra banda, — ¡M u y bueno, caramba! que se «paren»; que son hembras,
van de la una a la otra puerta. — «Alcánsensen» la limeta, y que el que quiera probarlo
Envuélvelos una nube que la «casusa» hase falta que se salga a la tranquera
que forma la polvareda y es «casusa» de cabesa. «pa arriarle» cuatro «planasos»
que por los pies arrancada — Dame un trago, Valentín. y hacerle ver las estrellas...
surge del piso de tierra, — Sampale, que no hay tranquera. La gentil aurora pone
nube contra la que luchan Los mozos de la familia fin, con su luz, a la fiesta,
en vano doce candelas a las jóvenes obsequian, y al niño, en la caja blanca,
colocadas en «pantallas» repartiendo en azafates se llevan para la aldea,
que de las paredes cuelgan, sendas copas de mistela, donde le aguarda el regazo
o adheridas al horcón que toman en compañía cariñoso de la tierra.
de recia y tosca madera, de empanadas de conserva,
donde dejan al morir * polvorones, pan de rosa Aquileo J. E C H E V E R R IA

GAKPfc
Por ARTURO AGÜERO CHAVES
D e La A c a d e m i a d e La L e n g .u a
D ir e c to r d e l D e p a r ta m e n to d e F ilo lo g ia d e la U n iv e r s id a d

sta lengua m aterna que nos une e iden­ E l fenómeno evolutivo del siglo x vi se acen­ tas posiciones: perro , corre, carreta, y mucho
E tuó y se asentó durante los siglos x v n y x ym . más al fin a l de vocablo: ayer, cantar, olor,
tifica se oyó por vez primera en nuestro
país hará cuatrocientos cincuenta y Y a partir de 1921, año de nuestra em ancipa­ venir. E ste defecto ortológico es uno de los
ción política, los medios de cultura (escuelas, que más afean nuestra lengua y nos caracteri­
siete años el próximo septiem bre. Pero
Universidad, im prenta, libros, periódicos, v ia ­ zan, junto con la m ala pronunciación del
de 1502 (cuando Colón y su gente descubrie­
ron la isleta de Quiribí, hoy La U vita, «vergel je s...), al tener un m ayor aunque modesto des­ grupo tr, que se reduce a un sonido ápico-
arrollo, constituyeron factores de m agisterio prepalatal sordo. A l respecto debemos decir
deleitable», según Las Casas, propicio al des­
idiomático, evolutivo, pero unificador al m is­ que don Rufino Cuervo no acertó al afirm ar
canso de diecisiete días que se tomaron los
intrépidos navegantes) hasta 1561 la lengua mo tiempo, como se comprenderá, por haber que éste «resulta un sonido desconocido en
castellana sólo fué aquí viajera en labios de sido un fenómeno general, universal, si se castellano» (1), porque se halla en otros paí­
quiere. Entonces, sin duda más que antes, el ses de lengua española, aunque con diferentes
varios exploradores.
La colonización y conquista verdaderas e «intercambio» se produjo por la m ayor inter­ m atices o grados de evolución; es, inclusive,
intencionales de Nuevo Cartago — como se comunicación, para asegurarse con ello la cohe­ un dialectalism o español (en N avarra existe).
llamó entonces nuestro país — comenzó a par­ sión de la lengua. Menos extendida a las clases cultas es la
En términos generales, los cambios idiomá- pronunciación descuidada del grupo dr cuando
tir de 1561, con el gobernador Juan de Ca-
vallón y el padre Juan de E strada Rávago, ticos se acomodaron aquí, como en todas las va inm ediatam ente después de l o n; pero en
demás regiones, al sistem a de lengua hereda­ los medios rurales el fenómeno es general :
quienes con un grupo de soldados entraron
hasta el corazón de nuestra comarca y fun da­ da, y siguen ajustándose a él. N i la influencia hojaira por hojaldra (hojaldre, pero no la de
ron poblaciones, algunas de efím era duración. francesa en la generación trasanterior ni la España), anrajo por andrajo.
Muy poco después llegó Juan Vázquez de Co­ norteam ericana después y hasta el momento Sólo en algunas personas cultas de edad
ronado a consolidar lo iniciado por su antece­ han podido avasallar nuestra lengua. Con don avanzada se nota la tendencia, que sí es g e­
sor Cavallón y a proseguir la conquista— más Ramón Menéndez Pidal nos sentim os optim is­ neral en los medios populares, a convertir los
con su trato generoso que con las arm as— ta s; no tememos la fragm entación que tem ie­ hiatos en diptongos, lo que prueba la in fluen ­
ron Bello y Cuervo, acaso influidos por el na­ cia de la escuela en las generaciones de este
de las recias y reacias voluntades indígenas.
He aquí, entonces, la lengua española, ya en turalism o filológico, y que teme ahora don D á­ siglo: páis, trer, 1er, horcar, pior, réir (y rir),
decidida m isión de conquista, sobre todo con maso Alonso (1). Por otra parte, ya desapa­ oir (y oyir), Rafel o Rafail (en todas las cla­
este benemérito gobernador, que fundó la ciu­ reció aquel sentim iento separatista del roman­ ses sociales, Rafael), Juaquín, ti’ama (te ama),
dad de Cartago, núcleo central de nuestra es- ticismo político am ericano, cuando se soñó l’otra (la otra), di’usté (de usted), etc. El hia­
pañolización. _ — porque sólo fu é un sueño— con un idioma to diptongado que sí abarca todas las clases
E l instrumento unificador que iniciaba y emancipado, característico de Hispanoamérica, sociales es ia (ea), sobre todo en ciertas per­
aseguraba su perdurable conquista en nuestro «suyo propio», como quería el argentino E che­ sonas de los verbos terminados en -ear, cuando
verría, con otros argentinos (Gutiérrez y A l- es tónica la a: apiamos, telefoniaba, menié,
suelo fu é la misma lengua que ya indicó Amado
Alonso para todos los países de H ispanoam é­ berdi), lo mismo que el francés Abeille. Hoy, apaliara...; asim ism o, en el futuro: apiaré,
rica: la resultante de «la nivelación realiza­ más que nunca, se m anifiesta un anhelo g e­ apiarás; pero apeas, apean, cuando es tóni­
neral de conservar la unidad del patrimonio ca la e. También es general decir periodo, olim­
da por todas las expediciones en sus oleadas
sucesivas durante el siglo xvi». O más preci­ idiomático en toda la comunidad hispánica, se­ piada, etc.
sam ente la castellana, porque «no h ay duda gún se ha visto en los dos Congresos de A ca­ E n el su fijo -ado es común la síncopa de la
ninguna de que las C astillas fueron las m ayo­ demias de la Lengua. La conciencia lingüística d, como en A ndalucía, pero no se pierde jam ás
res contribuyentes», o «el castellano-español de la unidad y el retorno a la «corrección» en -ada, ni aun en la lengua popular. En ésta
traído por los castellanos como form a (casi) idiom àtica han tenido un activo y decidido sí es corriente la síncopa en el sufijo -ido,
ú n ica...» (1). Tal se cumplió aquí, pues nos­ aparecer. pero no en el fem enino: He comío comida.
otros, al investigar— m uy somera e incom ple­ Se distinguen dos m odalidades en nuestro E l su fijo dim inutivo -ico por -ito invade to­
tam ente—el origen de los peninsulares veni­ español costarricense: la de la M eseta Central, das las clases sociales; mas únicam ente se usa
dos acá entonces (siglo xvi), hemos hallado que donde la población es m ás densa y numerosa, cuando el tem a radical del nombre termina
y la de Guanacaste, cuya m anera de hablar en t : gat-ico, sant-ica, menos niñ-ito, cas-ita.
más del 50 por 100 eran castellanos, por ahí
del 20 por 100 andaluces y el resto de otras tiene afinidades m uy estrechas con el español Y se in tensifican algunos diminutivos con -ico,
provincias españolas, y que todos habían es­ de N icaragua, país de donde procedieron, en -ica: negrit-ico, blanquit-ica (por quedar una
tado ya algún tiempo en el Nuevo Continente. su gran m ayoría, los antepasados de los ac­ t delante). Cabe observar que esta in tensifica­
Por lo menos en Guatemala se detenían los tuales guanacastecos. ción toma en muchos casos un sentido super­
Nos hemos de referir, en térm inos m uy g e­ lativo: blanquitico = m uy blanco, Por el uso
españoles de cepa, país donde residía la A u­
diencia bajo cuya jurisdicción se hallaba Cen- nerales y someros— como lo exige un artículo constante de este sufijo se nos llam a «ticos»
troam érica. D e Guatemala, pues, debían partir de esta índole— , primero, al español de la a los costarricenses.
los españoles rumbo a Costa Rica, y general­ región central del país y lugares circunveci­ U n cambio absolutam ente general en Costa
mente se detenían en N icaragua. Su castellano, nos adonde se extendió; luego, también so­ Rica es el voseo, que aquí no «lucha en com­
por consiguiente, sería ya un instrum ento lin­ m eramente, al de Guanacaste. Nos referirem os pleta derrota con el tuteo», como afirm a don
güístico nivelado, con léxico enriquecido (prin­ a las características generales de la lengua A ngel Rosenblat (2). N ingún costarricense usa
cipalm ente de nahuatlism os), sem ántica un oral, común a todas las capas sociales, sola­ el pronombre tú ni la form a ti, sino vos, de
tanto evolucionada, etc. C onstituiría, pues, el mente. trato arcaico entre caballeros españoles, ahora
resultado de esa acción conjunta de las dos En la M eseta Central, donde tuvo su cuna para el trato fam iliar. La form a verbal co­
fuerzas que llamó Saussure «espíritu de cam­ el núcleo inicial y más im portante de la colo­ rrespondiente a vos por tú es también la se­
panario» e «intercambio» ( intercourse) (2). nia, y lugares de allende los m ontes hacia gunda persona plural, pero la popular usada
Alojado este sistem a de lengu a en nuestra donde se extendió la población, no se pronun­ en los siglos XVI y x v i i : vos cantás, vos co­
colonia, fuese propagando a medida que tom a­ cia la z ; sólo se oye el seseo, como de modo rnés; vos cantabas (cantabais), comías (co­
general sucede en el resto de Hispanoam érica: míais), venias (ven íais); lo mismo en los demás
ba ciertas modalidades originales, aunque no
haser, cabesa, apasible. Pero nuestra s es la tiempos, sin la i de la flexión. Y en el im­
ta n ta s ni profundas como para que lograsen
alterarlo notablem ente. La lengua trasp lan ta­ dorsal andaluza e hispanoam ericana. Tampoco perativo se suprim e la d: cantá vos, vení,
da continuó siendo el elemento básico y uni­ se pronuncia la ll; sólo se oye el yeísm o : cu- partí.
ficador, con elem entos americanos incorpora­ bayo, fayar. La r sim ple suele desaparecer en Con el uso de vos por tú se h a desarrollado
dos, también unificadores, desde luego, por ser la preposición para (pa), solam ente, y esto en aquí, como en otras regiones am ericanas don-
producto del «intercambio». la lengua fam iliar y popular. La doble se a si­ se vosea, ciertos casos de promiscuidad con
bila mucho y se ensordece cuando está en eier-
(1) J. R. Cuervo. Prólogo al «Diccionario de Costa­
(1) Amado A lonso: «Estudios lingüísticos^ Temas his­ rriqueñismos», de Gagini.
panoamericanos. La base lingüística del español en A m é­ (1) Véase la ponencia de don Dámaso Alonso, «Uni­
dad y defensa del idioma» y el discurso de Menéndez (2) «La lengua y la cu ltu ra de Hispanoamérica. L i­
rica». Ed. Gredos, 1953, págs. 46-72. brairie des Editions Espagnols». Paris-Toulouse, 1951.
(2) . Ferdinand de Saussure: «Curso de Lingüística Ge­ Pidal, «Nuevo valor de la palabra hablada y la unidad
del idiom a», leídos en el II Congreso de Academias de Conversaciones a los estudiantes del In s titu to de Estu­
neral». Ed. Losada, S. A. Buenos A ires, 1945. Cap. IV, dios Hispánicos de la Universidad de París.
la Lengua. «Memoria». M adrid, 1956.
páginas 327-336.
Hoy, más que nunca se
m a n ifie s ta un a n h e lo
C O S T A RI CA
general de conservar la
unidad del patrimonio
idiomático en toda la
com unidad h isp án ica
EL L I B R O
ESPAÑOL
l lib ro confeccionado en E spaña, como vehículo d el pensam iento y arca de la cien­
cia, del arte y de la fisolofía, tiene u n pasado glorioso, que traza una trayectoria

E
hasta el p resente y ahora se bifurca en A m érica. Las siguientes consideraciones al
respecto se concretan al lib ro español p en in su lar solam ente.
la segunda persona del sin gular: Vos t e equi­ H ace no m enos de m il años ya era el lib ro español m odelo m agistral de lib ro s. A quellos
vocantes; a vos t e lo dijeron; llevaTE (llevaos) extensos volúm enes confeccionados en los conventos de E spaña fueron m aravillosos p a ra ­
TU (vuestro) libro. V éase como no se usa os digm as de la producción lib re ra eu ro p ea. Y pocos siglos m ás tarde salieron a la luz en
ni vuestro con el voseo. Además, cuando se España lo s lib ro s im presos, que fu ero n entonces arq u etip os d el arte ed ito rial, a la vez que
dirige un costarricense a vatios am igos, per­ dechados de ingenio lite ra rio unos y de sin p a r encanto poético o tro s. P o sterio rm en te,
sonas a quienes vosea, jam ás usa la segunda m erced al vínculo d el id io m a, el lib ro español daba la vuelta al m u n d o , en p lan de d ifu ­
persona del plural vosotros, sino ustedes: sión de la cu ltu ra p o r los grandes 'c o n tin en tes - geográficos de la tie rra . Mas ahora, en
Vení vos, vos y vos, que les tengo a u s t e d e s el siglo actual, no solam ente a rrib a n a H ispanoam érica los lib ro s de E spaña, sino que
una sorpresa. Y, por otra parte, aquí, como tam b ién vienen con ellos a establecerse aquí los lib re ro s y los editores esp añ o les; éstos
en el resto de Hispanoam érica, el uso de vos­ suelen p o n er tien d a de sus creaciones y h ab ilid ad es en la producción y en la distribución
otros ha naufragado quizá en la lucha entre d e l lib ro español. t
tú y vos. La gen te que decía vos amás o vos H oy tenem os en la A m érica española em presas ed itoras poderosas, p rin cipalm ente en
amáis, habrá dejado de decir, o no habrá co­ M éxico y en la R ep ú b lica A rg en tin a. En todo caso, e l lib ro editado en E spaña no deja
menzado a decir, vosotros amáis, «que no se de ser el proto tip o en su género para los ed ito res y lectores de todos estos países. No
oye ni siquiera en aquellas regiones hispano­ d eja de ser todavía el lib ro p referid o en Costa R ica, según m e consta, exceptuando las
am ericanas que han conservado el tuteo es­ revistas, no o bstante que los despachos de estas p ublicaciones tardan en llegar cuatro
pañol, quizá por exagerada reacción semicul- m eses o m ás desde España hasta n uestro país. Es de suponer que donde hacen escala
tista contra el vos, especialm ente contra la los barcos españoles lleguen los lib ro s y las revistas con m ás frecuencia y en viajes más
form a verbal concordante», como dice Rosen - rápidos. P ero nosotros, en Costa R ica, no tenem os este p riv ile g io ; no lo tenem os p o rq u e
blat (op. cit.). Hecho cierto es el haber que­ los em barques de E spaña se desvían, tom an otros ru m bos antes de llegar a su destino.
dado reservada esta form a, también aquí, para En las dos prim eras décadas d el p resen te siglo, cuando todavía atracaban en P u erto
ocasiones m uy solemnes y raras. Por eso la Lim ón con reg u larid ad los barcos españoles, lo s d iarios y las revistas de E spaña llegaban
m ayoría de la gen te no sabe usar las form as con u n retraso m áxim o de tres sem anas a las m anos de los num erosos suscriptores de
verbales correspondientes, por una parte, y, Costa R ica. E ntonces los lib re ro s re tira b a n d el correo los paquetes certificados que los
por otra, suele hacer mofa de ellas, al punto ed ito res les h ab ían facturado hacía m enos de tre in ta días. H oy ocurre todo lo co ntrario,
de haberse originado varios chistes, como los fuera de lo que viene p o r la vía aérea ; todo lo que viene de España p o r la vía m arítim a
de C antinflas en algunas de sus películas, con tarda en lleg ar a Costa R ica varios m eses. P ara la nueva generación de costarricenses, de veinte
todo y que en México no existe el voseo. años acá, España es u n país m uy le ja n o , pues las revistas españolas llegan con varios
Sin duda— por últim o— , lo que primero dis­ m eses de retraso , y no tie n e n m ás suscriptores que ciudadanos españoles y unos pocos
tingu e a un costarricense, por ejemplo, de un costarricenses. De M u n d o H is p á n ic o , p o r ejem p lo , ha llegado en el m es de m ayo el n ú ­
argentino, una nicaragüense, etc., y hasta de m ero co rrespondiente al m es de e n ero , y a este ritm o le llegan al suscriptor los dem as
un guanacasteco, es, por supuesto, la entona­ núm eros de esta m agnífica revista. E l nú m ero de diciem bre de 1958 llegó a fines de
ción. La m anera de combinar los elem entos mayo de 1959, después del de en ero . En cam bio, de la revista n o rteam ericana L ife , en
prosódicos, lengua de la afectividad, es divisa lengua española, editada en C hicago, está el m ercado atestado m ediante u n a propaganda
nacional o, más propiamente, regional. intensa m antenida p o r los ed ito res. A sim ism o, la revista m ensual Selecciones, del R eader’s
E l español que se habla en Guanacaste, pro­ D igest, circula en Costa R ica con p ro fu sió n , y se la ve en todas las lib re ría s y en casi
vincia nuestra que lim ita con N icaragua, de todos los hogares. No cito m uchas otras publicaciones sim ilares de m en o r circulación.
donde proceden los antepasados de sus pobla­ Visto desde otro p u n to el asunto que nos preo cu p a, es m uy sensible lo q ue ocurre con
dores, distínguese del que se habla en el resto los establecim ientos de enseñanza que necesitan lib ro s editados en E spaña. Los textos que
del país, sobre todo por la entonación y, en req u iere la U niversidad de Costa R ica para sus cursos, cuando los lib rero s traen estos _li-
parte, por diferencias lexicológicas. Tiene más bros de los Estados U n id o s, llegan ráp id am en te, pero si hay que traerlo s de E spaña,
afinidades, como y a se dijo, con el español profesores y alum nos se desesperan p o r la tardanza en llegar lo p ed id o , y finalm ente,
nicaragüense. Los guanacastecos, además, casi cuando llegan los lib ro s, con frecuencia ya no los n ecesitan. Eso m ism o pasa en las
no pronuncian la s final de sílaba; le im pri­ escuelas y en los colegios de este país cuando esperan lib ro s editados en E spaña.
men apenas una leve aspiración: puej (con­ Así es q u e, no o bstante las com unicaciones p o r la vía aérea, que han venido acercando
junción que usan mucho), dejpuej. No cometen cada día m ás a todos los países d el m undo en el p resente siglo, E spaña y Costa R ica
los errores ortológicos que apuntam os respecto se hallan hoy m ás alejadas la u n a de la otra que lo estuvieron en el siglo x ix , en lo re la ­
a la pronunciación de la r r y del grupo tr, tivo a las relaciones cu ltu rales y com erciales.
pero sesean como todos los habitantes del país Sin em bargo, sin que lo dicho sea im ped im en to alguno, la situación actual del lib ro
y pronuncian también la ll como y (yeísm o). español en Costa R ica, donde siem pre es m uy ap reciad o , no dudo de que p o d ría rem ediarse
Su hablar es lento, con prolongación de cier­ fá c ilm en te; b astaría re a n u d a r la com unicación directa con España p o r la vía m arítim a,
tas vocales de la frase, al tiempo que im pri­ a fin de in ten sificar las relaciones com erciales y estrechar en consecuencia las relaciones
men su particular entonación. E sto le da al cu ltu rales. Cito las com erciales com o m edio in d isp en sable para lo g rar las sociales y a l­
español guanacasteco una cadencia m uy di­ canzar las relaciones c u ltu rales. Es evidente que en tre pu eblos de una afinidad tan m arcada
feren te de la que le damos los demás costarri­ com o es la del costarricense y e l español, re a n u d a r antiguas y estrechas relaciones ha de
censes. Y en cuanto al léxico, al poco rato de ser m uy sim p le ; sólo es preciso p ara ello cierto a rran q u e n a tu ra l y espontáneo, que él
hablar con una persona de esta región, se acercam iento suscita y conduce luego a cre a r nuevos y vitales intereses com unes.
nota el uso de palabras locales, la m ayoría Los lib ro s de las ed ito riales G redos, Ib ero am erican a, Espasa C alpe, L abor, A guilar, '
usadas también en N icaragua, como pepenar Ib e ria , C atólica, G ili, Revista de O ccidente, Salvat, M iracle, Sopeña, C ervantes, E brq y
(recoger del suelo cosas dispersas, fru tos y otras m ás, hoy son lib ro s p red ilecto s, cuyo crédito sería m uy sensible que decayera en ¿
granos, por ejemplo), tapiscar y tapisca (cose­
este país. _“
char y cosecha, principalm ente de m aíz), coto En general, pues, e l lib ro español en Costa R ica, pese al rango que ostenta y a la
(mutilado), contil (tizne, hollín), chagüite (p la­ preferencia que el costarricense le trib u ta , duele d ecirlo , ya está descendiendo a segundo
tanar) y muchas otras, eztequismos en su m a­ térm ino en los centros de enseñanza y en m uchas b ibliotecas p articu lares, debido sólo à
yoría. las dificultades de tran sp o rte desde la e d ito ria l hasta las m anos del lib re ro . Esto debe
La extensión que necesariam ente ha de te­ llegar a rem ediarse sin tardanza ; creo que in teresa fu ndam entalm ente a España y será
ner un artículo como éste, destinado a una muy provechoso p ara Costa R ica.
revista no especializada en m aterias lin g ü ísti­
cas, me perm ite solam ente referencias m uy ge­
nerales e incom pletas. V alga lo escrito para
JUAN TREJOS
dar a conocer m uy a grandes rasgos cómo es Correspondiente de la Real Academia Española
el español de Costa Rica. Español es y será, y sécretario de la Academ ia Costarricense de la Lengua.
■: • . ■■ • • 1 : l. ■ V
-
como lo es el que se habla en todo el v a stísi­
mo espacio en que vive la comunidad hispá­
nica, fiel a su tradición cultural y celosa con­
servadora del patrimonio idiomático legado pol­
la m adre patria.
LA COLONIA ESPAÑOLA
N TRE las colonias españolas que dan p restig io a la m adre p a tria en Amé­ estudiando la m odernización de su edificio, situado en el centro de San José,
rica destaca la de Costa Rica, no sólo por se r la m ás n um erosa de las p ara a d a p ta rlo m ejo r al d esarrollo de sus actividades sociales y cu ltu rales.

E
colonias e x tra n je ra s en el país, sino tam b ién por h a b er contribuido La C asa de E sp añ a m antuvo m uy en alto el p restig io del tra b a jo , de la ho­
siem pre de m anera eficaz al d esarro llo económico y c u ltu ra l c o sta rri­ n estid ad y del e sp íritu ibéricos. A ello contribuyó tam bién o tra sociedad
cense. española, de c a rá c te r deportivo, la G im nástica E spañola, que desde su fu n ­
E sta colonia tie n e ya una la rg a trad ició n . D u ran te u n siglo la p a rtic ip a ­ dación, hace c u a re n ta y ocho años, m an tien e un equipo de fú tb o l en la d i­
ción de los españoles en la vida y d esarro llo de C osta R ica ha sido destacada visión de ho n o r co starricen se.
y ha m erecido los elogios, que nunca le re g a te a ro n los n acionales. P o r eso En el trá n s ito del siglo, la m ayor p a rte de los españoles em igrados a
el español es acogido en C osta R ica no como un e x tra n je ro , sino como un C osta R ica procedió de C atalu ñ a y de las islas C anarias.
herm ano. La p articip ació n española ha ab ierto gran d es fu en tes de riqueza y de
En el fin a l del siglo pasado d estacaro n algunos españoles ilu stre s. Don tra b a jo en la v ida económ ica nacional, ta n to en la a g ric u ltu ra como en la
V aleriano F ernández F e rra z , canario, cate d rático de la U n iv ersid ad de Ma­ in d u s tria y el com ercio. La C ám ara de Comercio E spañola publica re g u la r­
drid, fué co n tratad o p or C osta R ica p a ra o rg a n iz a r el Colegio de San Luis m ente u n in te re sa n te «B oletín» y lab o ra por el fu tu ro acrecentam iento del
Gonzaga de C artago, que, g racias a su labor, llegó a se r en su tiem po la comercio e n tre los dos naíses.
m ás a lta in stitu c ió n c u ltu ra l del país. Su herm ano, don Ju a n F ern án d ez E n tre la colonia española d estacan asim ism o' actu alm en te los in telectu ales
F erraz, in tro d u jo en C osta Rica el krau sism o y fu é uno de los m ás d e sta ­ dedicados a la enseñanza. E n la U niversidad p a rtic u la rm e n te gozan de gran
cados in v estig ad o res de las len g u as aborígenes. Ambos herm anos d ejaron p restig io los p ro feso res españoles.
honda huella en la organización de la enseñanza nacional. A don V aleriano Un v enerable pro feso r, don A ntonio Ja é n M orente, español de p u ra cepa
se le com isionó p ara c o n tra ta r en E spaña a tr e in ta m aestro s, que llevaron a y cordobés de nacim iento, es fig u ra resp etad a en el país y re aliza una am plia
la p ráctica la g ran refo rm a de la enseñanza. Don V aleriano, v enerable p a­ lab o r de divulgación de la c u ltu ra española. R ecientem ente fundó la cá te ­
tria rc a , fu é el m aestro de to d as las fig u ra s im p o rta n te s del país d u ra n te d ra M enéndez P id al en el In s titu to C ostarricen se de C u ltu ra H ispánica, la
medio siglo; respetuo so siem pre a n te los problem as nacionales, por su a b ­ cual fué acogida con g ra n entusiasm o.
negada y valiosa lab o r fué nom brado B enem érito de la P a tria , único ex­ La A cadem ia C o starrice n se de la L engua E spañola tie n e sus sesiones
tra n je ro que ha recibido este honor. en el Salón E sp añ a de la B iblioteca N acional, salón de bellos artesonados
E n la m ism a época el p in to r español don Tom ás Povedano fundó la E s­ y cuya biblio teca se debió a don L uis T orres Acevedo, cónsul de E spaña en
cuela de B ellas A rtes, y d u ra n te o tro medio siglo fu é el p a tria rc a de las C osta Rica. El E stad o co starricen se, como hom enaje a la m adre p a tria , de­
bellas a rte s en C osta Rica. nom inó E scuela E sp añ a a u n a de las m ás destacadas.
La colonia española fundó a m ediados del siglo XIX la Sociedad de Be­ A ctualm ente se proyecta u n a Sala E spaña en la biblioteca de la U n iv er­
neficencia E spañola, conocida m ás g en eralm en te con el nom bre de Casa de sidad, en el edificio que se c o n stru irá en la C iudad U n iv ersitaria.
E spaña, y que es u na de las m ás a n tig u a s sociedades españolas en el co n ti­ E sta breve sín te sis de la ap o rtació n española al desarrollo de C osta Rica
nen te am ericano. Desde su fundación la C asa de E sp añ a es la in stitu ció n b a sta ría por sí sola, a p a rte de la com unidad de c u ltu ra, de idiom a y de es­
que acoge la m ayor p a rte de la colonia. Sus salones ad m irab les son co n ti­ p íritu , p a ra ju s tific a r p lenam ente el respeto y p restig io de que goza en
n u am ente solicitados p or o tra s in stitu c io n e s p a ra acto s de tip o c u ltu ra l y este país, en el que nunca es considerada como ex tra ñ a o e x tra n je ra .
social. E n la actu alid ad la C asa de E spaña, en u n a fá n de renovación, está P. G. L.

«LA PRENSA LIBRE». El decano de los vespertinos.

BORRASÉ
«DIARIO NACIONAL». El m atu tin o de los lunes.
«FOTOLIT LTDA.». La más m oderna planta de offset.
«LABORATORIOS AGFA-COLOR». Los m ejores en C. A.
IMPRENTA BORRASE. Trabajos com erciales.
FOTOGRABADO BORRASE. Clisés de to d a clase.

LA PRENSA LIBRE DIARIO NACIONAL

ESTABLECIDA
DESDE EL AÑO 1922

LABORATORIOS |L_ FOTOGRABADO


AGFA » COLOR BORRASE

DE OPORTUNIDAD: Vendemos una rotativa alemana,


con su equipo de estereotipia completo, para I6 pá­
SA N T O S E DE C O S T A R I C A
gin a s a un color u 8 páginas a dos colores.
Tamaño de impresión en cada página: 13 x 18 pulgadas. C E N T R A L LO CAL, Tels.: 1024-2287-4008-4852-6577
/

ASOCIACION
ESPAÑOLA DE
BENEFICENCIA
L A Asociación Española de Beneficencia de San José de Costa
Rica■fué fundada el de septiembre de 1866, con el fin de
extender su acción benéfica sobre los españoles residentes en
cualquier punto del país, socorrer a sus asociados en caso de enfer­
medad y atender al recreo y solaz de todos los asociados, aun los no
españoles, que fueren admitidos por la Junta directiva, mediante
actividades desarrolladas en su domicilio social de la «Casa España»,
edificio propiedad de la Asociación en la ciudad de San José.
Pueden pertenecen- a la Asociación los españoles de ambos sexos,
por nacimiento o por derecho, residentes en la República, y los que
hubieren adoptado la ciudadanía costarricense, y para ingresar en
la Asociación es necesario presentan- certificado médico acreditativo
de la buena salud del solicitante, renunciando a demandar a la
Asociación ante los tribunales del país por cuestiones referentes a los
derechos y deberes del asociado para con aquélla. Los cargos de pre­
sidente y vicepresidente de la Asociación recaen siempre, necesaria­
mente, sobra españoles de nacimiento o derecho. La presidencia
honoraria de la Asociación se le otorga, por derecho de su cargo, al
representante de España en Costa Rica.
La Asociación está administrada por una Junta directiva, com­
puesta de catorce miembros propietarios y seis suplentes. Esta Junta
se renueva cada año, pudiendo reelegirse la mitad de sus miembros
«Casa Españ a»: Edificio y sede de la A so c iació n Española de Beneficencia
propietarios y la mitad de los suplentes. Los cargos de la Junta di­
rectiva son los siguientes: un presidente, dos vicepresidentes, un
tesorero, un contador, un fiscal, un secretario, un prosecretario, un
bibliotecario, cinco vocales propietarios y seis suplentes. Todos estos
cargos son honorarios, pero en algún caso el secretario y el contador
perciben los honorarios que la directiva determina.
Entre las funciones de la Junta directiva se encuentra la de
organizar anualmente una fiesta de beneficencia, solicitando la coo­
peración del comercio español establecido en Costa Rica.
La deliberación de los asuntos que se presentan a la consideración
de las Juntas generales se ajustan a las siguientes normas:
Anunciado o leído por el secretario el tema puesto en debate,
pueden tomar parte en el mismo tres asociados en pro y otros tres en
contra. Bajo ningún concepto terciarán en la discusión más asocia­
dos. Consumidos los tres turnos, la presidencia, nuevamente y por una
sola vez, concede la palabra para rectificaciones. A continuación es
puesto a votación el tema.
El mero hecho de solicitar, por parte de un asociado, el auxilio
de la Asociación, obliga a ésta a dar asistencia médica gratuita y,
en algunos casos, medicinas y pensiones. En caso de enfermedad
crónica se procura la repatriación del asociado, siempre que tenga
familiares en España.
Dentro de los salones de la Asociación está prohibido ocuparse
de religión o de política.
La Jun ta directiva de la A so c ia c ió n electa para 1 9 5 9 .— A b ajo : U na fiesta
de las num erosas o rgan iza d as en los salones de la A . E. B. (Fotos M . Roa.)
g

DESDE 1910 AVE. CENTRAL . SAN JOSE


La cigüeña los trae y E L G L O B O los viste.

TEJIDOS EN GENERAL
Empresa fundada en 1910 por
Don Antonio Herrero Navas

D on A n to n io Escarré C ruxent, director general de Deportes de C osta Rica, cursó


estudios en Barcelona, en cuyo tiem po form ó parte del eq>uipo in fan til de fútbol
del Barcelona, de hockey sobre hierba y de la selección universitaria de atletis­
mo, con la cual conquistó el títu lo y récord de Cataluña y España en la m odalidad
de 7 relevos 4 X 1 0 0 . Reintegrado a la vida activa costarricense, siguió aquí

il DEPORTO! COSTA R IU
practicando atletism o, para dedicarse después al polo, en ouya especialidad d es­
tacó sobrem anera hasta llegar a ser uno de los principales elem entos de la selec­
ción nacional de C osta Rica. Don A n to n io Escarré C ru xe n t fué nom brado director
general de D eportes en 1951, puesto q u e desem peña desinteresadam ente, pro­
porcionando al deporte de C osta R ica grand e s conquistas, entre las que se cu en ­
tan la m agnífica ilum inación del Estadio Nacional, en San José; la construcción
del cam po de béisbol y la actual realización del m ajestuoso Gim nasio Nacional.
EDIFICIO HERRERO
Avenida Central
San José de Costa Rica

L A ley de 3 0 de octubre de 1953 Actúan como organismos adyacen­ no de Béisbol, en los Juegos Depor­ En tenis, Costa Rica juega los Cam ­
Gerente: Antonio Herrero García También participó nuestro fútbol
creó la Dirección General de tes el Comité Nacional Olímpico y en los Torneos Panamericanos, ha­ tivos Centroamericanos y del Caribe peonatos y los de Copa, y toma par­
Deportes como un organismo los asesores, principalmente el de­ biendo obtenido en México— segun­ y en las series mundiales de béisbol te en los Juegos Centroamericanos y
superior encargado de la vigilan­ partamento de Educación Física de la do panamericano— un honroso ter­ «amateur». del C a r ib e . En el torneo Orange
cia de la educación física, dándole Dirección. Como dependencias eco­ cer lugar. En ciclismo hay competiciones en Bowl, para el Campeonato Mundial
jurisdicción en toda la República y nómico-administrativas, la Dirección En baloncesto, Costa Rica celebra el país, entre ellas el Campeonato Infantil, que se jugó en Miami, el
disponiendo que a ella estén subor­ cuenta con una Secretaría General y el Campeonato oficial, que es anual, Nacional, y en lo internacional toma tenista infantil costarricense Nicolás
Departamentos: dinadas todas las instituciones de­ una Contaduría y Proveduría, y como siempre parte en los Juegos Depor­ Kaló conquistó el título de campeón
en los dos sexos. También se juegan
Sotano: Almacén por mayor. portivas del Estado. dependencias técnicas, el Departa­ torneos de copa. En los internacio­ tivos Centroamericanos, habiendo ga­ mundial.
Entresuelo: Departamento de Caballeros. La Dirección General de Deportes mento de Educación Física antes ci­ nales, aparte de series interclubs, nado un campeonato en los V Jue­ El tiro nacional está a cargo de
1. er piso: Tienda al detalle. funciona como una dependencia del tado, los entrenadores, técnicos y toma parte todos los años en el Cam ­ gos, en la Vuelta Ciclista de México la Federación Nacional de Tiro y
Ministerio de Educación Pública, y luego las mismas entidades deporti­ peonato de Basquet Centroamerica­ y en la Centroamericana. Actualmen­ Caza. Celebra campeonatos anuales
2. ° piso: Departamento para Niños.
está atendida por un director general vas que le son afiliadas, rectoras de no y Panamá. En el último torneo, te se está organizando este torneo en todas las modalidades. Tiene muy
3. er piso: Departamento de Señoras.
de deportes y por su subdirector. cada deporte. que se jugó en Nicaragua, Costa Rica en nuestra capital. buena organización. En lo internacio­
4. ° piso: Menaje de casa. Entre los organismos subordinados El deporte favorito del país es el nal participa en los Juegos Deporti­
conquistó el segundo puesto en la En el deporte del polo, Costa Rica
5. ° piso: Fábrica de ropa. a ella actualmente en funcionamien­ fútbol. Existe el fútbol federado, que serie masculina. Ahora se está tra­ se distingue como uno de los mejo­ vos Centroamericanos y del Caribe,
to están: la Federación Nacional de es el que regenta la Federación N a ­ mitando el próximo campeonato, cuya res de Centroamérica. Se han jugado siempre con éxito.
3078 Fútbol, la de Baloncesto, la de Béis­ cional de Fútbol. También el fútbol sede es esta capital, y en esa fecha les campeonatos nacionales, y en los La Federación Nacional de Pesos
Central telefónica: 3718 bol; la Asociación Nacional de T e ­ independiente, aunque subordinado internacionales, Costa Rica ha parti­ organiza un campeonato anual y ex­
será inaugurado el nuevo gimnasio
4739 nis; la Federación Nacional de Tiro a la Dirección General de Deportes, nacional. cipado con éxito frente a Venezuela, hibiciones periódicas. En lo interna­
y Caza, la de Atletismo; la Asocia­ la que lo apoya y lo ayuda. En el béisbol juega, en escala na­ Cuba y México. En el Centroameri­ cional acaba de participar por prime­
ción Nacional de Golf; la Comisión El fútbol viene realizando cam­ cional, los campeonatos de Liga en cano ha sido campeón, y lo mismo ra vez en los V IH Juegos Deportivos
Nacional de Boxeo; la Federación N a ­ peonatos organizados, desde el año forma regular, siendo esas ligas la en el torneo que acaba de jugarse Centroamericanos de C a r a c a s , en
cional de Ping-pong; la Junta N a ­ 1921, en escala nacional. En lo in­ de San José, la Liga Atlántica, la del en San Salvador, sin ninguna derrota. donde ocupó un quinto lugar.
cional de Ciclismo; la Federación ternacional, ha particidado en el Cen­ Pacífico y la del Pacífico Sur o zona En golf se juega el Campeonato Merece un capítulo especial el de­
Nacional de Ajedrez, la de Levanta­ troamericano y del Caribe de Fútbol, bananera. Los campeones de esas li­ Nacional. En escala internacional se porte que atiende la Asociación N a ­
miento de Pesos y Gimnastas; la Fe­ torneo en el que se han jugado ya gas juegan a fin de año el Campeo­ juega cada año un torneo interclubs cional de Judo de Costa Rica, porque
deración Nacional de Billar, etc.; ocho campeonatos, y en los cuales nato Nacional. En lo internacional, el Centroamérica - Panamá, en el cual siendo el deporte más nuevo, ha lo­
OESDE 1910 todas ellas con ramificaciones en el Costa Rica ha sido campeón siete Costa Rica se ha clasificado en algu­ grado hacer ya una labor notable, in­
béisbol de Costa Rica toma parte en
La cigüeña ida trae y E L G L O S O los viste. nes en el país. veces. forma saliente: en el Centroamerica­ nos de ellos como campeón. cluso en torneos internacionales.
zarpa de la fiera allá, contenidos por el colmillo del reptil en todas partes y

VOLCANES
acechados siempre por la azagaya del indio moreno y valeroso.
•Enfermos, hambrientos, desnudos, iban a veces a lo largo de las costas
buscando un caracol p ara prolongar el martirio, al decir del historiador.
• Iban así, grabando en todas partes su huella victoriosa, dejando una ban­
dera y una cruz en la cumbre de un monte elevado o en las aguas de un
mar, hundidos hasta el pecho. Una bandera y una cruz. La patria y la fe.»
»La leyenda: Dos de estos españoles, perdidos en los rincones de estas
montañas, subieron hasta la cumbre del Barba.
»En la cima, la casualidad les cerró el paso y la fortuna les ofreció una

DE sonrisa magnífica.
•Tras un amontonamiento de rocas sueltas y desordenadas, encontraron un
tesoro. Los indios, en fuga, habían recogido allí sus haberes: los espejos de
oro que se colgaban al cuello, las patenas, las hachas, las águilas de oro
pesado, macizo y bien batido.
»E1 sol guiñaba los ojos de aquel puñado de oro, que chispeaba como una
maravilla salida de un cuento de Las mil y una noches.

COSTA
•Estaban redimidos de tan largo calvario.
• Pero por la ley fatal, supremas alegrías van seguidas de supremas an­
gustias.
•Uno de aquellos buscadores de oro no pudo más. El hambre, la fatiga,
la enfermedad, le habían roído.
• Todo aquel oro, capaz de hacerle feliz, sólo podía darle la angustia de
sentirlo escaparse de sus manos temblorosas con la agonía de Tántalo.
•El conquistador estaba conquistado.

RICA
•El soplo de la muerte avivó la llama de la fe, la fe de España, la fe
de la raza.
»—Hermano, me estoy sintiendo morir...; no tengo familia en Zaragoza...;
toma mi parte de ese tesoro, busca a tus compañeros y vuelve con ellos a
ese monte, donde habrás de enterrarme... Levanta allí una ermita a la Pilarica.
•El compañero juró cumplir la manda. Enterró bajo la tierra virqen aquel
cuerpo y lió el oro en sus maletas.
• "Locuras de beatos—se dijo, resuelto a no dar cuenta de aquello—. Al dia­
blo con la Pilarica. Ella está más rica que yo."
•Su carcajada fatídica sonó en el monte como una maldición.
•Echó a andar.
Por • Anduvo..., anduvo...
• Anduvo casi toda la noche y todo el día siguiente.
• Pero por más que anduvo no pudo salir del monte.
•Cansado, dominado por la fatiga, quedó dormido bajo una sombra amable.
RAMIRO MONTERO S.
C a te d rá tic o d e G e o lo g ía d e la U n iv e rs id a d d e C o sta R ica
Cuando fué el despertar, vió, con ojos de espanto, que el sitio en que se hallaba
era el mismo de donde había salido. Aún estaba a su lado la tierra recién
removida que recogió al amigo. ¡Horror!... Abría, espantado, los ojos para
darse cuenta perfecta.
>
f Rande debe de haber sido la actividad volcánica de los colosos que Sobre estas líneas; U n grupo de curiosos observa al gigante: el volcán P ois, meteorización de los mismos, lo que ha venido a producir la feracidad de sus
forman la diadema ígnea de la cordillera andina costarricense, pues de 2 .2 6 5 metros de altitud, con el cráter en actividad, la terrible boca de tierras y la variedad de sus cultivos.
entre los pocos relatos conservados en los archivos nacionales se fuego que produjo en 1 8 6 8 la destrucción de San José y otras ciudades ve­ Hoy día esos cíclopes duermen un sueño de reposo; de tiempo en tiempo
puede anotar el del gobernador español don Diego de la Hayo Fer­ cinas.— A la derecha: A spe cto del Irazú.— Abajo: Gráfico del volcán Miravalles. manifiestan la cólera de sus fulgentes entrañas con leves manifestaciones de
nández, en 1723, al narrar una erupción del volcán Irazú. Se inició gigantescos bostezos, y se coronan de nubes sus enhiestas cabezas milenarias,
el 16 de febrero de 1723, a las tres de la tarde, «e hizo ver una para luego caer en una somnolencia peligrosa.
humareda renegrida obscura y tenebrosa y soplando un fuerte vien­ . El vulgo los ha calumniado muchas veces, atribuyéndoles los movimientos
to Norte, ocurrió obscuridad en cierta parte de la vecina región; HORNILLAS DEL VOLCAN M IR A V A L L E S sísmicos que muy a menudo conmueven el territorio nacional, pero en realidad
grandes retumbos y truenos se hicieron oir. El 17 de febrero a las es otro el origen. El acomodamiento de capas en la profundidad del suelo, o
cuatro de la m añana se oyo un trueno o retumbo mayor que los antte- P E Ñ A o paredón semicircular de 10 metros de alto, coronado de maleza, bien en la superficie, es el causante verdadero de tales conmociones.
cedentes, con estruendo Continuado y apoco ratto se vieron sobre la Dos son las ramificaciones montañosas en las que se manifiesta el volca­
arbustos y árboles, con los hojas blanqueadas por las emanaciones.
Altura de dicha messa algunas llamas las que apoco tiempo se nismo costarricense: la cordillera de Guanacaste y la Central. En la primera
ocultaron por Aclarar el dia y estando reparando lo dho enlos es­ | existen los volcanes denominados Orosí, Rincón de la Vieja, Miravalles y Te­
tupendos truenos y traquidos que por Instante daucr, vimos como alas 3 de la norio. Aislado, solitario y misterioso, entre las dos cordilleras, se alza majes­
tarde que salía por enttre el humo un Arco al pareser de poco mas de una tuoso el volcán ArenaL
Vara de Senttro Compuestto como de Copos de alqodon o de Nieve, según era | En la cordillera central podemos anotar los siguientes: el Viejo, el Poás, el
su Blancura Y del gruesoo de quatro dedos el qual fue subiendo a dos picas Barba, el Irazú y el Turrialba. Se desconoce la existencia de volcanes en la
de Altura rectamente separándose de la humareda, en al qual esttado se cordillera de Talamanca, a l sur del país, no sólo porque no hay en ella mani­
unió transformándose e vna palma, en Cuia figura se mantubo Como vna Aue festaciones de actividad volcánica, sino por lo intrincado de la selva tropical,
Maria sin subir ni bajar de donde estaua y depues dando algunas bueltas que, mayestática y hermosa en su salvajismo, ha sido barrera casi infran­
se bolulo a su primer ser, Y fue subiendo p a ra la región disminuiendo y queable a la exploración.
p ara ello fue arrojando de Instante o Instante aquella materia de que era Varios sabios vulcanólogos, tanto nacionales como extranjeros, han efectua­
Compuesto hasta que totalmente se deshizo. El 18 luego que llego la noche do estudios de los diversos volcanes, y muy especialmente sobre el Poás, el Irazú
se vio arrojar mayor fuego con quadrupllcadas porciones grandes piedras y el Turrialba. Entre los nacionales merece citarse al profesor don J. Fidel
encendidas paresiendo auerse ensanchado mas la Bocaamaier según lo que Tristón y al ingeniero don Ricardo Fernández Peralta. Entre los extranjeros,
fluio toda la noche hastta el Alba del dia 19 que con la claridad de la ^ ^ Pittier, Von Frantzius, Von Seebach, doctor Sapper, etc.
Aurora oculto sus llamas y solamente se veia humear. A las 6 de la m añana Todo fenómeno natural lo h a deificado o lo h a rodeado de misterio y de
de dho dia 19 Bolvio a subir entre la humareda ottro Arcomo Como elde la leyenda la gente de todos los países y en todos los tiempos. No podían que­
tarde antecedente. En la Noche del dia 19 hastta la m añana del día 20 se dar fuera de esta regla general los conos volcánicos y sus horrísonas m a­
continua un rumor sordo deuajo de la tierra por toda la Ciudqd que aplicando nifestaciones. En Costa Rica existen varias leyendas, pero entre ellas se des­
el oydo paresia que rios de agua Corrían por entre sus venas lo que causo tacan las que se refieren a los volcanes Barba e Irazú.
gran temor enttodos; Y de ratto en ratto arrojo dho Bolean ottras porciones El eximio escritor, poeta y prolesor don Luis Dobles Segreda narra del vol­
de bolas encendidas con mayor abundancia que anteriormente. » cán Barba lo siguiente:
«El dia 20 Alas 10 de la Noche dio vn trueno dicho Bolean y arrojo vna «Los españoles eran gente de otra época, quizás de otra raza más vigorosa
Pardon de fragmentos encendidos y después se eubrio de Niebla toda la que la nuestra, más curtida por los horrores de la guerra, más molida por
altura y parte de la falda, Y hauiendo amanecido el dia 22 se hallaron las los martirios de la persecución, más quemada por el sol de los mares, eruzados
Calles de esta ciudad, los tejadas y les Palios, campos y arboledas de sue todos en son de conquista y en anhelo de gloria.
contornos Inundados de sus Cenizas.» •Aquellos hombres no llevaban entonces, como hoy nosotros, mosquiteros,
«Las erupciones fueron mas fuertes en los dias de Conjunción y Oposición ni provisiones conservadas, ni impermeables de goma, ni aparatos p a ra medir
de Luna.» distancia» y tomar direcciones. Eran locos que se iban monte adentro con un
Se ha respetado la ortografía del gobernador español, y se aprecia en el tasajo de carne en el morral y un valor temerario en el corazón.
relato el tipo de erupción estromboliense con qu» manifestó su actividad el •No iban rastreando el trillo, como hoy hacemos; se lo abrían a tajos. No
volcán Irazú en tan lejana época. iban salvando el barranco y vadeando el río; se despeñaban aquí y cruzaban
Por todas partes del suelo costarricense se pueden apreciar los formidables a nado allá. Como lagartijas sobre las rocas, cruzando ríos, saltando abismos,
mantos lávicos arrojados por sus innumerables volcanes, y se nota la profunda trepando peñas; mordidos por el diente de la fiebre aquí, atajados por la
BOSQUEJO ORIGINAL DEL LIC. MAINRAD KOHKEMPER M.
Marzo de 1958
miró a todos lados. Nada había, nada. Por todas partes, el mismo silencio
reinaba en la montaña.
•Como loco, comenzó a gritar:
»—Pilar... Pilar... Pilar...
• El eco de su voz resonaba en las peñas.
»—Pilar... Pilar...
• Algún pájaro burlón respondía a lo lejos con las flautas de su charla.
• La fiebre, la fatiga, el hambre, la desesperación.
• Así murió aquel miserable, demente, cargado de oro y desfalleciendo de
hambre y de congoja, dando vueltas en torno a la laguna y voceando eter­
namente:
»—Pilar... Pilar...
• Cayó al fin, trágico y desfigurado, sobre la misma tierra removida que
recogió al amigo.
• Si gritáis en la montaña del Barba, oís que responde dos, tres cuatro
veces. No creáis que es el eco; es el español que anda en pena buscando
su salida del monte.
• Poned cuidado...
•El viento trae siempre las mismas sílabas fatídicas: "Pilar... Pilar..."»
Pero la Virgen tiene su santuario.
En las noches de luna y de misterio, cuando hasta el viento parece andar
de puntillas p ara no meter ruido, el que va a dormir solo, eso sí, enteramente
solo, al corazón de la montaña, ve levantarse del fondo de la laguna una
iglesia gótica. Ñor José vió una vez las agujas magníficas, la ojiva de los
ventanales y oyó las cam panas echadas al vuelo.
Es la victoria de la catedral de la Virgen del Pilar; la fe, que se levanta
triunfadora sobre las falacias de los hombres.
La leyenda del Turrialba, narrada magistralmente por don Amoldo Salas,
dice así:
«Muchos años ha, antes de la conquista, habitaban en esta fértil región in­
dios fuertes y valientes. El cacique, viejo viudo, cuidaba, como único tesoro, a
su hija, hermosa joven de quince años, de cuerpo esbelto, pechos en m adura­
ción, carnes morenas y provocativas.
• La tribu vivía feliz. Cira—tal era el nombre de la joven india—era carita­
tiva y amorosa con todos; manejaba el arco y la flecha con destreza.

• De pronto, sobre las rocas, una bellísima muchacha, fresca como las aguas
del arroyo, hermosa como las flores de la montaña, apareció vestida de ma­
jestad serena.
•El conquistador la miró sin comprender, y ella, ocultando entonces el rostro

BANCO
sobre las manos, comenzó a llorar.
Arriba: El terrible cráter del Poás ejerce
•Loco de admiración y de sorpresa, corrió hacia la encantadora aparición,
y cayó a sus pies p ara hablarle. una poderosa atracción sobre viajeros y na­
»—Lloro—respondió la zagala—por los hombres sin fe, por los que no saben turales. Junto a la cerrada vegetación de
cumplir la promesa empeñada. la m ontaña se encuentra también uno de
»—¿Pero tú sabes...? ¿Quién eres tú? ¿Cómo te llamas? los típicos carritos del país.— A la derecha:

ESPAÑOL »—Pilar—dijo la niña, y su llanto caía tan copioso, que por obra de milagro
y de encantamiento iba llenando la oquedad del monte.
»—Te h aré un templo—dijo el español—; te haré el templo con su oro y
con el mío, pero si me prometes sacarme de esta montaña.
»—Gracias—replicó Pilar—. Así no quiero yo devotos.
U n imponente paisaje, en el que destaca el
Irazú.— Abajo: Una de las curiosidades del
volcán Poás es su laguna de aguas frígidas.

- DE • Su llanto había llenado la depresión del monte casi por completo, y Pilar
fué deshaciéndose lentamente, misteriosamente, como envuelta en una niebla,
cada vez más y más sutil, esfumada en los tintes del paisaje. El pobre hombre

CREDITO • Una tarde de verano, en que el sol, como gota de sangre, se hundía tras la
montaña, Cira sintió el encanto de la selva murmuradortx, y se inició por ella;
D o m ic ilio social: ALCALA, 14 - MADRID fué recogiendo florecillas, internándose cada vez más. Ya el cielo arrojaba sus
lágrimas. Cira, cansada, sentóse sobre un viejo tronco. La oscuridad de la
selva la envolvía. Sintió miedo; gritó, pero las tinieblas devoraban sus gritos.
CAPITAL DESEMBOLSADO Y RESERVAS:
Comenzó a llorar. Su cuerpo, fatigado, buscó la fresca hierba. Se quedó dor­
2.078.296.508,09 PESETAS mida. Los árboles dejaron penetrar hilos de plata, que iluminaban el rostro de
aquella virgen salvaje.
•La selva crujió ante el paso de un hombre; los árboles lanzaron un quejido.
Un indio errante, de otra raza, entraba en la selva. Caminó, caminó un poco;
496 DEPENDENCIAS EN ESPAÑA Y AFRICA
se detuvo, asombrado: ante sus pies estaba Cira. Sus ojos dieron con aquel
diamante rodeado de esmeraldas. Se inclinó y posó sus labios, como roce de

alas, sobre los de la hermosa india. La virgen se estremeció; púsose en pie;
quiso huir, pero unos brazos fuertes rodearon su cintura. El indio alzó su presa
EJECUTA BANCARIAMENTE TODA CLASE y corrió hacia la cima. Allí se detuvo y sentó a Cira a su lado; le cantó su
DE OPERACIONES MERCANTILES Y COMERCIALES amor, acompañado del leve suspiro de las hojas, que crujían ante el alba que
nacía. Débil cinta de plata iluminaba la pareja feliz. Las estrellas, temblorosas,
• como pétalos de rosa que se marchitan, comenzaban a huir.
•En la tribu de Cira había confusión. Los caracoles punzaron el espacio con
DEPARTAMENTO DE EXTRANJERO: su grito de alerta. El viejo cacique, el primero, se internó en la selva que
ocultaba a su diosa. Todos los indios, con sus arcos listos, le seguían de cerca.
Cedaceros, 4 - MADRID Caminaron. El sol se desprendía, alegre y coquetón, de la cima.
•El viejo cacique lanzó un grito que hizo temblar la selva. Cira estaba allí,
• en brazos de otro hombre. Los arcos inflaron sus vientres, prestos a arrojar
sus lenguas mortales, pero la selva se agitó, abrió un inmenso vientre y ocultó
ESTA ESPECIALMENTE ORGANIZADO a dos seres, felices ya. Una columna de humo sagrado salía de allí, como
PARA LA FINANCIACION DE ASUNTOS RELACIONADOS apoteosis del amor de dos razas.
CON EL COMERCIO EXTERIOR • Años después, cuando los intrépidos conquistadores hollaron esta región, sus
ojos se extasiaron ante aquella columna de humo sagrado, le dieron el nombre
de Torre-alba, que luego, con el trotar de los años, los moradores de esta región
(A probado p o r la D irecció n G eneral d e Banca c o n el núm . 2.352)
lo cambiaron por el de Turrialba.
• Así nació el volcán Turrialba.»
R. M. S.
COSTA RI CA
ATIENDE EL PROBLEMA DE VIVIENDA
POR MEDIO DEL INSTITUTO NACIONAL DE VIVIENDA Y URBANISMO

Vistas captadas en la Unidad Vecinal N ° 1 de


Hatillo, al sur de la capital, San José.—Estas vi­
viendas se construyen con dinero del Estado,
mediante una institución autónoma, que recibe
el 1res por ciento del Presupuesto Nacional. Las
casas se construyen en todo el país, tanto en zo­
nas urbanas como rurales.

También el INVU (Instituto Nacional de Vivien­


da'y Urbanismo) se encarga de todo lo relativo
al planeamiento urbano.
INSTITUTO COSTARRICENSE
DE CU LTU R A H ISPA N ICA

A rrib a: En el acto in a u g u ral de la cátedra « M e n é n d e z P idal», el 17 de m ayo de 1 9 5 9 , aparecen en la presidencia, de izquierda a derecha, el señor em bajador
del Ecuador, el señor vicepresidente, doctor Bonilla; la presidenta del Institu to, deña Em ilia M a rin C a ñ a s de Pozuelo; el excelentísim o señor Presidente de la P e -
pública, don M a rio Echandi, y los señores em bajadores de C hile, Brasil, España, H o n d u ra s y El Salvador.— A bajo : D on A b e la rd o Bonilla dicta una conferencia
en el acto de apertura de la Sem ana de H ispanidad de 1 9 5 8 . El In stitu to trabaja intensam ente en las actividades culturales y sociales que le son im perativas.

l 17 de septiembre de 1952, en fomentar un sentimiento supranacional, que

H
Puerto Limón, fué fundado el Ins­ en nada perjudica al sentimiento nacional
tituto Costarricense de Cultura más acendrado. De modo que si el Instituto
Hispánica, como el acto más im­ ha puesto especial empeño en dar a cono­
portante de la celebración de la cer a España en nuestro país, no ha reali­
efemérides de la llegada de Colón zado en escala menor el de que Costa Rica
a ese punto de nuestro litoral. sea conocida allá. Con tal idea hemos con­
Coincidió con la fecha la segunda seguido que una copia del primer documen­
visita del buque escuela Juan Se­ tal fílmico sobre este país fuera enviada a
bastián Elcano, cuyos guardiama- Madrid para tomar parte en el Festival de
rinas acentuaron el carácter de en­ Cine Documental Hispanoamericano, que se
trañable confraternidad de la fiesta. celebró en Bilbao en octubre.
Y en 1953 quedó instalada en San José, Por lo demás, se procura afirmar las ba­
capital de la República, la primera Junta ses intelectuales del intercambio cultural
directiva, con el licenciado don Fabio Four­ entre un país y otro selecionando cuida­
nier a la cabeza, como presidente o di­ dosamente a los becarios, llevando a cabo
rector. conferencias y exposiciones en forma todo
El Instituto no ha dejado de trabajar des­ lo más metódica posible, efectuando cursi­
de entonces intensamente en las activida­ llos y radiodifusiones continuas, etc., hasta
des culturales y sociales que le son impera­ culminar este año con la instalación de la
tivas; ya en septiembre de aquel año se cátedra «Menéndez Pidal», primera que se
fundó una filial femenina, con el nombre funda en la América hispana dedicada al
de «Asociación Isabel la Católica». La Aso­ estudio de la historia' española, prohijando
ciación se ha incorporado recientemente al la brillante idea del doctor don Antonio
Instituto como su sección femenina, y bajo Jaén-Morente, quien por amor a España y
ese aspecto desarrolla una labor de grandes al nombre excelso de su maestro Menéndez
dimensiones, mediante centros culturales Pidal aceptó la pesada carga de dirigirla.
para analfabetas y agregadas de primaria, Su inauguración—con la asistencia del ex­
lo mismo que para jóvenes que no comple­ celentísimo señor Presidente de la Repúbli­
taron su segunda enseñanza, y en los cuales ca, don Mario Echandi; vicepresidente Bo­
se les dan a conocer los valores morales, nilla y embajadores de las Repúblicas her­
materiales y políticos del ideario hispánico,
manas y de España—revistió caracteres de
difundiéndolo así entre las clases trabaja­
especial solemnidad. El ejemplo costarricen­
doras.
Ha sido tarea primordial del Instituto Cos­ se deberá fructificar en el resto de América,
tarricense la de hacer llegar al ánimo de pues únicamente a través del conocimiento
todos la idea hispanoamericanista del mo­ de la historia de la que en un tiempo fuera
vimiento, procurando el acercamiento y mu­ patria común podrá llegarse a alcanzar en
tua comprensión de los países que, con nos­ un futuro próximo esa confraternidad mo­
otros, hablan esta lengua rica y plena. ral efectiva del ideario hispanista que infor­
Prescindiendo de falsos prejuicios, las su­ ma todos los actos de este ejemplar Instituto
cesivas Juntas directoras han procurado Costarricense.
PLANTAS
P or E D W IN N A V A R R O B O L A N D I
Vicedecano de la Facultad de Agronomía

osta Rica es un pedacito Turrialba, que se caracteriza por su


de tierra en el istm o cen­ clim a cálido y húm edo; es suscep­
troam ericano que escasa­ tible de cultivo siempre que se la
m ente llega á los 49.000 coloque en condiciones sem ejantes a

AVÍAAÍCA kilóm etros cuadrados. Al


e ste tie n e el o c é a n o
A t l á n t i c o y al oeste el
Pacífico. Situada en la zo­
na tropical, goza de to ­
las de sus zonas de origen. No se
la encuentra en ningún otro lugar
del m undo y ha sido llevada a casi
todos los invernaderos de Europa y
N orteam érica. Floristas hábiles la han
dos los climas, pues sus hibridado con otras de su mismo
m ontañas y volcanes, de género, obteniéndose cruces de form a
alturas que pasan de los y colorido sin igual.
3.500 m etros sobre el nivel O tro m iem bro del género C attle­
ANOS VOLANDO del m ar, form an valles y ya de significación es la guaria m o­
rada ( Cattleya Sklnnerii ), m ucho más
mesetas donde reina una eterna pri­
m avera. Form an una especie de puen­ m odesta que la anterior, tam bién
te entre las dos masas co ntinenta­ más pequeñas sus flores y sin aro­
les que son la América del N orte ma, pero más popular, por ser de
y la del Sur. De esas condiciones cultivo más fácil. Tiene un color
nuestra flora h a derivado su riqueza m orado brillante único; jam ás he
y variedad. Encontram os desde bos­ visto una pintura o litografía que
que tropical húm edo, de grandes ár­ reproduzca su verdadero colorido.
boles, que son asiento de miles de Florece en los meses de febrero y
especies de epífitas, hasta el páram o m arzo, adornando tapias y árboles,
UNE DIRECTAMENTE con su vegetación característica. especialm ente en las ciudades de
Las cordilleras determ inan una di­ San José, H eredia y Alajuela y sus

M A D RID
visión del territorio en dos zonas, alrededores. Ligada a la tradición
perfectam ente definidas por sus con­ costarricense siempre, ha adornado
diciones clim áticas: una zona atlán­ la cabeza de las cam pesinas y la
tica, con lluvias casi durante todo solapa del caballero. Es la flor na­
el año, y otra pacífica, con perío­ cional, m erecedora por mil títulos de
LA dos húm edo y seco claram ente m ar­ ese honor. Ha sido inspiración de
EMPRESA
DE
AVIACION
SAN JUAN DE P U E R TO RICO
cados. La flora de a m b a s z o n a s ,
como es lógico suponer, presenta di­
ferencias de acuerdo con el clima.
Quizá m ás rica en especies la prim e­
ra, pero es innegable que en ambas
una de las canciones más populares,
que en p arte dice :

Ella es em blem a y es gala


que em bellece y glorifica
hay variedades de m ucho interés. com o un celaje hecho ala
MAS
ANTIGUA
DE
BOGOTA Las excursiones por los bosques
facilitan el conocim iento de las di­
ferentes especies, con el objeto de su
identificación, y para conocer sus
nom bres populares, su nom bre bo­
que protege a Costa Rica.

Otros m uchos géneros de orquí­


deas son populares y se los encuen­
tra en venta en su época de flora­
tánico, sus usos y hasta sus aplica­ ción en el m ercado correspondiente;
AMERICA
ciones terapéuticas. La gente senci­ Los toritos (Stanhopea), llamados así
lla, en nuestro país, dice : «Dios da por recordar sus flores la cabeza de
el mal, pero da el remedio.» En las un toro con ojos y astas; tienen un
¡AHORA plantas encontré la explicación de
este decir. Casi todas ellas tienen su
perfum e que recuerda el olor de la
selva virgen.
TODOS LOS Lluvias de oro (O ncidium s). Con
aplicación médica para el pueblo, y
MIERCOLES! tam bién no hay enferm edad que no
tenga su buen núm ero de especies
grandes inflorescencias de miles de
florecillas pequeñas de un amarillo
aplicables. oro.
Como es lógico suponer, el grupo O dontoglosum, varias especies. So­
de plantas que más llama mi aten­ brabas, de vistosas y grandes flores,
ción es el de las orquídeas; me he pero efím eras; y, en fin, otras m u­
convertido en un furibundo cazador chas que no escapan a m i mem oria,
de ellas. Pero cada p lanta que llevé pero que sería largo enum erar.
a mi jardín, arrancada de lo profun­ Quién no recuerda las perfum adas
do de la selva, m e deparó la corres­ noches guanacastecas ; pero m uchos
pondiente desilusión : no prospera­ no se han dado cuenta de que lo que
ban en é l; hasta que llegué a com ­ produce ese perfum e peculiar es una
prender sus relaciones con el am­ m odesta plantita de flores pequeñas
biente selvático, es decir, su ecología. llam ada por el pueblo huele noche
Costa Rica es uno de los países (Brassavola Nodosa), orquídea ta m ­
del m undo que tiene m ás variedad bién, que crece casi sobre todos los
de orquídeas, pero, en relación a su árboles de la provincia de G uana­
núm ero, h ay pocas de valor com er­ caste.
cial. La especie que m ás llam a la La selva húm eda es riquísima en
atención es la guaría de Turrialba otras epífitas, com o las de la fam i­
( C attleya D owiana); quienes han te­ lia Bromeliaceae, plantas m uy orna­
nido el privilegio de conocerla, ja­ m entales y que por Navidad son
m ás la olvidarán, porque es toda arrancadas en miles para adornar los
una joya de nuestros bosques; flo­ portales o nacim ientos. De esta fam i­
rece en los meses de m ayo, junio y lia la más notable es la llam ada
julio, dando cada seudobulbo de dos Corpus A echm ea María Reginae, que
a cinco flores, de sépalos y pétalos tam bién se le da el nom bre de pi­
amarillos claro encendido, con un na de palo. Produce una inflores­
labelo rojo púrpura, con cordonci­ cencia de florecillas azuladas, que
llos de am arillo oro. El diám etro de viene envuelta en brácteas de un
la flor es, m ás o menos, de 12 cen­ rojo vivo. Pero la fam ilia mejor re ­
tím etros. Sin lugar a duda, sus flo­ presentada en los bosques de Costa
res son magníficas por su porte, Rica es la Araceae. Sin lugar a du­
aum entada por su maravillosa fra­ da, los m iembros de ésta son las
Consulte a su Agencia de '/¡ajes gancia; cuando en el bosque están plantas de moda en el m undo occi­
o a nuestros Agentes Generales en flor delatan su presencia con su dental. Las encontram os en la casa
.perfume. Su h ab itat es el valle de m oderna lo mismo que en la anti-
P A N A M E R IC A N W O R L D A IR W A Y S
Madrid: Edificio España, Pl. España - Tel. 41-42-00
ARBOLES EN COSTA RICA...
gua, en los hoteles, edificios públi­ la lotería dom inical consultando an­ (Esta especie es el verdadero palm i­ No podría term inar sin dedicar un
cos, adornando jardineras, en jardi­ tes las hojas de esta planta. Ella to, pero m uchas o tras se usan para párrafo a esos dos árboles m aravi­
nes y parques. Son notables p o r sus lleva el nom bre de Dieüenbachia comerlas.) El palm ito es el centro llosos que en la época de su flora­
grandes hojas, de caprichosas for­ Pittierii, dedicada al gran naturalista tierno de la yem a term inal de las ción acarician la vista. El mal lla­
mas, con huecos en sus limbos y a Enrique Pittier, de grata m em oria, palm eras, que se corta y se asa, y m ado roble sabana, porque ni es ro­
veces con m anchas coloreadas. Se­ a quien Costa Rica todavía no guar­ luego se sirve en rodajas debidam en­ ble ni es de sabana (Tabebuia Pentha-
gún el decir de las gentes, m uchas da su m em oria com o debiera p or su te condim entadas. Tiene un sabor phylla). Arbol robusto, alcanza hasta
de ellas dan buena suerte a la fa­ inm ensa labor de investigación. m uy agradable, que quizá recuerde 30 m etros de altura. En el mes de
m ilia que las posee; entre ellas te ­ Qué poco espacio para ocuparse el de la alcachofa cocida. La sú rtu ­ enero com ienza a botar sus hojas
nem os garrobos y loterías. Bueno es de to d as; en un artículo no se pue­ ba Geonoma Linervia, que se prepa­ caducas, y, cuando ya no le queda
m encionar algunas especies intere­ de hacer ni siquiera una lista de ra com o el palm ito, pero que tiene ni una, viene la producción de flo­
sa n te : la lengua de diablo (A nthu- ellas. Son ta n bellas ; ¡ qué form as un sabor am argo fuerte. res, en grandes racim os, generalmen-

rium Scherzerianum ). Pienso que su m ás m aravillosas, qué verdes más Las pacayas, palm eras pequeñas, te de color rosado. Pocos árboles
nom bre se lo debe a la espata en variados, qué riqueza de varieda­ presentes en casi todos los jardines hay que se presten com o éste para
form a de lengua, de un rojo vivísi­ des ! ; miles de heléchos que con sus de años_ anteriores ; h ay varias, todas parques y avenidas, encontrándose
mo. Esta planta fué introducida en hojas com puestas dibujan verdaderos del género Chamae Dorea. gran núm ero de variedades, que van
Europa en el año de 1850 y ha d a­ encajes; p o r los paredones trepando M encionadas las palm eras, no po­ desde el blanco hasta el lila oscuro.
do origen a gran núm ero de híbridos los licopodios, en los lugares h ú m e­ demos olvidar otra planta popularí- Se desarrolla bien desde la orilla del
notables. dos las equisetíneas y en todas p ar­ sima en Costa Rica. El hitabo : no m ar hasta los 1.200 m etros. Su flo­
Cultivada por sus grandes hojas, tes los musgos y liqúenes, tan deco­ se le en cuentra silvestre; originaria ración dura más de un mes.
cuya form a recuerda las del tabaco, rativos, y qué decir de esas plantas de M éxico y posiblem ente introduci- El corteza amarilla (Tabebuia Chrys-
y que a eso debe su nom bre popu­ esbeltas, ta n elegantes, ta n distingui­ cida por los aborígenes ha m uchos santha). De m enor porte que el an­
lar de tabacón (A n th u riu m Crassi- das, que son las palm eras. El costa­ años. Sus gruesos troncos recuerdan terior, pero que florece con la mis­
n ervium ). O tra especie distinguida y rricense adora las palm eras, m ás que las patas de los elefantes, de ahí su m a intensidad; con flores am arillo
m u y ornam ental es el A nthurium nada porque se las co m e; las hay nom bre de Yucca Elephantipes. Flo­ oro. Su duración es apenas de unos
W endlandi. De la mism a fam ilia de p ara diferentes gustos o paladares: rece de febrero a m ay o ; sus gran­ tres o cuatro días.
la lotería, de grandes hojas, con dulcetes para todos y am argas para des inflorescencias de flores blancas Se nos queda m ucho m ás de lo
gran núm ero de pintillas blancas, los viejos. U no de los platos más son usadas para com er, y a sea en dicho, pero algún día diré otras co­
que en sus caprichosos arreglos for­ típicos en Costa Rica es la ensalada ensalada o fritas. Tienen u n sabor sas de nuestra vegetación; ésa es mi
m an núm eros, y las gentes com pran de palm ito (Euterpe Longipetiolata). amargo m uy agradable. esperanza.

PRINCIPE, 4 MADRID RETRATOS A L OLEO


L IN K E R
T RABA JO R E A L IZ A D O
ID. A L PASTEL
T E L EF O N O 31 35 13
ID. A LA ACUARELA
M iniatura sobre m a rfil M IN IA TU R A S
de 53 X 78 mm. SOBRE M ARFIL
M IN IATUR AS
. CLASE ESPECIAL
ft DIBUJOS DE CUALQUIER
Çôicre S e ■ » FOTOGRAFIA
ilia , a ji coûta ba iaS ''

fo ô m m hacer te ia *

a r M ic a s miniaiitraí.
TRABAJO R E A L IZ A D O

M IN IA T U R E S
P O R T R A IT S IN O IL M iniatura sobre m arfil
P A ST E L de 53 X 78 mm.
CRAYON CONSULTENOS PRECIOS Y CONDICIONES
FROM A N Y PHO TO PREVIO ENVIO DE ORIGINALES
todas sus instalaciones agrícolas, la ninguna relación directa con la educación
United Fruit Compan/ pr opor ci ona que proporciona a las familias de sus p ro ­
educación primaria en forma gratuita... Ade­ pios trabajadores y empleados. A través de
más de financiar su propio programa escolar, ella, sin embargo, la United Fruit Company
la Compañía ha hecho, en algunas oportuni­ ha brindado una contribución positiva a la
dades, contribuciones financieras de conside­ agricultura de la América latina, establecien­
ración a escuelas que no do con la Escuela un símbolo vivo de la fo r­
están bajo sus auspicios...» ma en que corresponde la Empresa a la cola­
«La Escuela Agrícola Pa­ boración del pueblo latinoamericano.»
namericana del Zamorano,
To m a d o d e l lib ro La United Fruit Company
H ond uras, constituye una en la América latina. Por G a lo P la z a y
actividad educativa de la S ta c y M a y , de la A so c ia c ió n N a c io n a l de
Compañía que no ti ene P la n e a m ie n to .

COMPAÑIA BANANERA DE COSTA RICA


COLOMBIA • COSTA RICA • CUBA • REPUBLICA DOMINICANA • ECUADOR • GUATEMALA . HONDURAS • NICARAGUA • PANAMA
É M p n H B lk

M M m H
Toda la industria usa
J.Ù /ttQ hlC S

CARBONES ELECTRICOS GELTER


Io o o o ^ o p o o f ^ D O l ^ 0 D tlD D D D

CíWóstoÍBS sa
GELTER MARCAS REGISTRADAS ( Q )

F á b r ic a : Fábrica:
MADRID BARCELONA
A n tra c ita , 10 al 16 Esplugas del Llobregat
LA TRADICIÓ mientras que en 1949 el promedio de extracción
CAFÉ
proporción de «suaves» o calidades finas para
era sólo de cuarenta tazas por libra, que es sus mezclas.
lo normal. Exija usted, hermano de habla española,
Esa excesiva acuosidad de la preparación un BUEN CAFE. Dondequiera que se en­
de la tradicional bebida hace disminuir, conse­ cuentre exija una preparación honesta del café
cuentemente, el consumo del café verde, y a la que le sirvan. Tome un café más fuerte y piense
vez anula la posibilidad de que el paladar del que con este simple acto estará dando una
consumidor pueda apreciar la calidad del pro­ mano de ayuda a pueblos hermanos de América
ducto que se le ofrece. Por este hecho los que viven de esta industria.
torrefactores han ido empleando cada vez ma­ Y, si quiere tomar el mejor café del mundo,
yores cantidades de cafés baratos y menos EXIJA CAFE DE COSTA RICA.

Patios pavimentados en donde un grupo de trabajadores se dedica a remover el café despulpado y lavado, para que el sol absorba la
humedad. El proceso demanda gran cantidad de labor personal y dura varios días. El pie experto del trabajador evita dañar el grano, lo cual
no se ha podido lograr con el empleo de maquinaria. Existen en el país alrededor de ciento cincuenta de estos patios de beneficio.
T". ' ''‘K ? * * * if* * ? * ' :
^ - i > -.- 3 w n K î s * -‘ •;*
Hombres, mujeres y niños dedicados a recolectar, a mano, el café maduro, que será luego elaborado para la exportación. Una persona
experta recoge media fanega al día. La producción pasa del millón de fanegas y su población alcanza igual número de habitantes.

OS pueblos hermanos por la herencia Esa circunstancia, aparentemente inofensiva,

L
«indoespañola» tenemos gran cantidad no sólo está destruyendo una sana tradición,
de costumbres en común. Una de éstas sino que sus efectos económicos amenazan gra­
es el hábito de tomar café. vemente el destino de un gran sector de pueblos
Algunos factores económicos o sociológicos que viven de la producción de café en Hispa­
han desfigurado la sana tradición de tomar un noamérica.
BUEN CAFE FUERTE, para sustituirlo por Para comprobar este fenómeno basta un
una bebida cada vez más acuosa, en la que el ejemplo estadístico: En los Estados Unidos de
sabor a VERDADERO CAFE tan sólo figura Norteamérica, de una libra de café tostado y
como una vaga idea o como un recuerdo. molido se obtienen hoy sesenta y cinco tazas,

SAN J OSE, C OS T A RI CA, A ME RI CA


O F I C I N A DEL C A F E CENTRAL: APARTADO DE CORREOS NUM. 37
"CERVANTES, S. A."
COMPAÑI A ESPAÑOLA DE SEGUROS

Avenida de Calvo Sotelo, ó


MADRID

VIDA • TR A N SP O R TES • IN C EN D IO S • A C C ID E N TE S IN D IV ID UA LES Y DEL TRABAJO

RESPO N SA BILID A D CIVIL • A UTO M O V ILES • RO BO S • REA SEG URO S


ENTREGAS
muy rápidos
de todos
los modelos
Z-206 10 Tons.

FACILIDADES DE PAGO

SOLICITE IN FO R M A C IO N

ARTICULADO 18 Tons.

O FICIN A S CENTRALES:
PASEO MARQUES DE MONISTROL, 7
Tel. 47 44 00 (5 líneas) AUTO-TREN 18 Tons.
MADRID

DISTRIBUIDORES DE LA

EMPRESA NACIONAL DE AUTOCAMIONES, S. A.


CAMIONES ESPAÑOLES EN AMERICA
Sorprendentes demostraciones en la Argentina, Chile y Paraguay de los BARREIROS para "todo terreno”

A M IO N E S españoles circulan por Hispanoamérica. Los B A R R E IR O S La revalorización que su utilización ha supuesto para la más diversa ma­

C T T -9 0 .2 2 , potentes, magníficos, están realizando una serie de dem os­


traciones en los países hermanos de más allá del océano. Argentina,
Paraguay, Chile, Perú..., están presenciando las evoluciones de los
B A R R E IR O S «todo terreno», y comprueban como estos excepcionales vehícu­
quinaria española y extranjera pone de manifiesto su decisiva aportación a
la economía española.
La producción de motores B A R R E IR O S abarca actualmente los tipos bá­
sicos de cuatro y seis cilindros, con una gama muy amplia de potencias.
los superan las más difíciles y variadas pruebas. En ellas quedan constatadas Así, los tipos de 45, 55, 76, 83, 90, 100, 110, 150 y 170 C. V., estando
sus altas características mecánicas de resistencia, estabilidad, potencia, gran ya ultimado el proyecto de otro motor de 1.900 c. c., cuatro cilindros a
facilidad de maniobra y su seguridad de marcha en terrenos cenagosos, pendien­ 4 .0 0 0 r. p. m. y 175 kilogramos de peso, que tendrá 55 H. P. al freno, es­
tes pronunciadas y caminos abruptos, salvando todas estas dificultades con pecialmente apto para vehículos ligeros.
increíble facilidad y eficacia. D os tipos de cam iones: el T T - 9 0 . 2 1 y el T T - 9 0 . 2 2 . — Con ser los m o­
Una auténtica embajada de la técnica y de la fraternidad hispánica, cu m ­ tores Diesel el núcleo principal de las factorías B A R R E IR O S , los camiones
pliendo así expresos deseos de las autoridades civiles y militares de aquellos constituyen hoy su actividad industrial más importante. Actualmente, B A ­
países. R R E IR O S fabrica dos tipos de camiones: el «todo terreno», de doble tracción
M á s de 5 0 . 0 0 0 m otores Diesel. — Los «pantaneros» B A R R E IR O S , como y carga de cuatro a cinco toneladas para explotaciones forestales, mineras,
ya se les conoce en estos países, son construidos totalmente en las factorías agrícolas y obras públicas, que es el T T -9 0 .2 2 , que empieza a conocerse en
madrileñas de Villaverde. Hispanoamérica, y del cual se están entregando importantes contingentes al
B A R R E IR O S D IE S E L es la más importante firma española de fabricación ejército portugués; y el camión comercial T T -9 0 .2 1 , con un solo puente d i­
de motores Diesel y la sexta del m undo en esta especialidad. Hoy sus acti­ ferencial, para transporte normal y carga de seis toneladas, cuya entrega
vidades se extienden también a camiones y tractores, con los correspondientes también ha comenzado.
equipos, fabricados por sí misma o por algunas de sus empresas filiales, que, De ambos tipos existe en el mercado español gran necesidad, por lo que
en número de 18, componen lo que en España se conoce con el nombre de B A R R E IR O S está resolviendo un verdadero problema del transporte nacional.
Grupo B A R R E IR O S . Factorías m odernas y eficaces. — Sus factorías, dotadas de la más moder­
M á s de 5 0 .0 0 0 motores Diesel ha fabricado B A R R E IR O S desde su fu n ­
na y precisa maquinaria, son los centros productores de esta fabricación espa­
dación, hace tan sólo diez años. Cincuenta mil motores con un extensísimo
ñola, cuya calidad y rendimiento le permite competir ccn ventaja en los
campo de aplicaciones en todos los usos: de transporte, industriales, agrícolas,
mercados mundiales, a los que lleva, con el suyo propio, el prestigio de
marinos, etc.
Motcbom bas, grupos electrógenos, grúas fijas y móviles, tractores, cosecha­ España.
doras, máquinas ferroviarias, embarcaciones de pesca y recreo, etc., en número Esta es una síntesis escuetísima de lo que representa B A R R E IR O S en el
considerable, llevan acoplados motores B A R R E IR O S . panorama industrial español y del puesto que ocupa en la producción nacional.

U na exh ib ición de las extraordinarias características del ve h íc u lo español B a ­ En esta fotografía se recoge un m om ento de las difíciles pruebas a que fué
rreiros D iesel, que está especialm ente diseñado para toda clase de terrenos. som etido el Barreiros T T - 9 0 . 2 2 en la accidentada topografía del Paraguay.
El más rápido - el mayor Jet
Nueva York desde Londres
sin escala
NEW LONG-RANGE INTERCONTINENTAL
BOEING 7 0 7
p re s e n t a el n u e v o I n t e r c o n t in e n t a l B o e in g b ie n te y ya e s tá Vd. allí, sin escalas. Su v u e lo de re g r e s o N u e v a Y o r k -
7 0 7 d e g ra n a u to n o m ía , el a v ió n de p a s a je ro s a re a c c ió n más rá p id o L o n d r e s s o la m e n te le e m p le a rá 6 hora s 2 5 m in u to s.
y m a y o r d e l m u n d o - en 7 / horas s o la m e n te , s in esca la s, d e s d e L o n d r e s Y si V d. va más allá d e N u e v a Y o rk , v u e le d e n u e v o en la p o te n t e flo ta
a N u e v a Y o rk . « J e t» , sin escalas, d e c o s ta a c o s ta o a las más im p o rt a n te s c iu d a d e s
S a lg a d e L o n d r e s a las 5 d e la ta rd e , lle g u e a N u e v a Y o r k a las 7 .3 0 de A m é ric a . E lija el S e rv ic io d e L u jo o vu e le en clase E c o n ó m ic a .
d e la ta rd e . T o m e el C o c k t a i l co n sus a m ig o s en M a y fa ir - y c e n e en P a ra re se rva s, visite a su A g e n t e d e V ia je s o llame a T W A :
M a n h a t ta n ! S im p le m e n t e u n a s p o c a s h o ra s d e d e s c a n s o , en lu jo s o a m ­ A v d a . J o s é A n t o n i o . 6 8 (T e lé f. 4 7 4 2 0 0 , H o te l C a s t e l la n a H ilto n )

M á s p asaje ros transportados, m á s m illas que cualquier otra línea


aérea del m undo
o

H O T E L E S B O N I F I C A B L E S DE T O D O S LOS T I P OS Presidente-Director: JUAN BANUS MASDEUS


D e sd e c in c o h a b ita c io n e s , c o n c a le fa c c ió n y g a ra je , p a ra v i v i r to d o el a ñ o . U rb a n iz a c ió n c o m p le ­ Vicepresidente: JUAN MIARNAU CIURANA
ta, c o n a g u a d e L ozoya, lu z y a lc a n ta rilla d o . A U TO B U S H A ST A LA PR O P IA C IU D A D . D esem b o lso
INFORMACION:
in ic ia l: 25 p o r 100 d e su valor,- re sto , e n p a g o s a p la z a d o s. SO LID A IN V E R S IO N , M A G N IF IC A R EN ­
TA Y R E V A L O R IZ A C IO N PR O G R ESIV A . Sea lib re y ú n ic o p ro p ie ta r io d e su ca sa y ja rd ín . V iv a MADRID: S an ta C la ra , 4. Tel. 47 49 02 • B A RCELO NA : C. V a le n c ia , 230.Tel: 28 00 31
en la ciudad con las ventajas del campo. Y en la propia ciudad satélite: permanente, incluso festivos
EN CARACAS: Inmobiliaria Ibero-Venezolana, Real Sábana Grande, Edificio A tlántico, B - A p a rta d o d e C o rreo s: S á b a n a G ra n d e 10029. - T eléfo n o 71 72 44 y 71 03 04 (Ext. 909)

L A _____ M A S ___ B E L L A Z O N A R E S I D E N C I A L P E M. A D R I O
F A
COSTA RICA
Por ROM U LO VALERIO
Profesor de la Universidad

exuberante naturaleza que los espa­ en sus fechorías y luego volverán a su re­ nuestros campos, y poco a poco también

L
a
ñoles encontraban en las recién des­ fugio. irá desapareciendo de los apartados bos­
cubiertas tierras de A m érica era Si el «zorro-pelón» o «churcha» es sor­ ques en donde todavía vive hoy.
fuente inagotable de observaciones prendido por el hombre, se mantiene in­ Hay en nuestro idioma una serie de nom­
científicas, de que luego haría acopio, entre móvil, co n ten tá n d o se con demostrar su bres, tales como «Juan-Lanas» o «Perico
¿tros, el naturalista aragonés Félix de enojo mostrando sus agudos como numero­ de los Palotes», que encierran en sí un
Azara. Fué grande el número de animales sos dientes; y si cuando está activo se le concepto burlesco. En los nombres de los
con que entonces se incrementó el catálogo persigue, sobre todo en tierra, cambia de animales costarricenses son formas usua­
de las especies conocidas; entre ellos, in­ táctica : se tiende en el suelo, fingiéndose les «juan-palo» y «maría-seca», en los in­
teresantes mamíferos, a quienes los espa­ el muerto, «haciéndose el zorro». Cuando sectos, y «perico-ligero», en los mamí­
ñoles de la colonia bautizaban con nombres el peligro ha pasado emprende la fuga. feros.
familiares, que tenían la virtud de traer re­ Y hablando de seres curiosos, quiero Este «perico» a que me voy a referir,
cuerdos de la entonces lejanísima patria, presentar a los lectores de M u n d o H i s p á ­ llamado irónicamente «ligero», es la per­
aun cuando el parecido real de las especies n ic o al «oso hormiguero», cuya figura va sonificación de la lentitud, por lo que tiene
homónimas fuera también distante; pája­ unida a una de esas leyendas que forjó la muy merecida la denominación de «perezo­
ros de brillante colorido y magnífico canto, imaginación popular y aparecen luego, con so», con que también se le conoce aquí y
o insectos como maravillosas gemas, en­ las variantes lógicas, en países tan distan­ otros países por él habitados.
vueltos muchas veces en la fina red de la tes como Costa Rica y Chile. Por sus características y costumbres, es­
fantasía popular. El nombre lo debe este animal al hecho ta especie americana nos hace pensar en
Me propongo hablar de algunos de ellos, de que los españoles que por primera vez una extraña fauna prehistórica. Es el re­
que bien pudiéramos llamar «curiosos», ya lo vieron en Castilla del Oro le encontra­ presentase del gigantesco megaterium que
que también lo primero observado por los ron parecido con los osos de España. vivió en el territorio que hoy ocupa la Re­
rudos soldados españoles fueron las «cu­ Es un raro animal terrestre, de más de pública Argentina, y cuyos restos fósiles
riosidades» que surgían de todos los rin­ medio metro de longitud y uno de altura; despertaron tanto interés en el mundo cien­
cones. provisto de un pelaje grisáceo, especial­ tífico a mediados del siglo xvm.
Entre esos animales algunos debieron mente abundante y largo en la cola. La Es el gigantesco megaterium, rezagado
de parecerles tan maravillosos, que mere­ cabeza termina en un prolongado hocico ci­ en el tiempo y reducido a miniatura.
cieron el honor de ser presentados en lindrico, en cuyo extremo se abre la boca: Alcanza el «perico-ligero» unos sesenta
Granada a los Reyes Católicos. Tal hizo, a un simple agujero sin dientes. Por ella sale centímetros de longitud; su cuerpo, grueso,
su regreso del Nuevo Mundo, en el año la lengua, larga, flexible y provista de una fuerte, está cubierto por un largo y espeso
1500, Vicente Yañez Pinzón. saliva mucilaginosa. pelaje, amarillento o grisáceo. La cabeza
«Curchas» llamaban en América a los Este insigne comedor de hormigas se es pequeña; también son pequeños los ojos,
extraños acompañantes que el célebre na­ acerca a los nidos de éstas, e, introducien­ de expresión indefinible, mezcla de indife­
vegante español introdujo en la Corte, sin do la lengua en las grietas, espera a que rencia, de tristeza y de conformidad. Las
más credenciales que ser habitantes de las sus habitantes la cubran; entonces, retra­ patas son fuertes y provistas de tres lar­
nuevas tierras «allende el Gran Océano». yéndola, las traga, para luego repetir la gas garras encorvadas.
Estos, representantes de un grupo que operación. Estas garras, que le sirven como medio
en otras eras geológicas habitaron todo.el Las patas anteriores de este animal noc­ de defensa, le son especialmente útiles pa­
globo, y hoy están restringidos a Austra­ turno están armadas de largas y poderosas ra sostenerse en los árboles en que vive,
lia y regiones neotropicales, apenas podrán garras, íjue, al pisar terreno duro o empe­ y sobre todo dado el hecho de que la mayor
verse ahora en algún zoológico de Europa; drado, producen un ruido extraño y pe­ parte del tiempo lo pasa en ramas hori­
en Costa Rica están llamados a desapare­ culiar. zontales y su posición normal es colgando,
cer, igual que otras especies, pero aún so­ Es posible que al fundarse las primitivas y no encima.
breviven en florestas y poblados. poblaciones de calles rectas y empedradas Vive «perico-ligero» en nuestros bos­
Singulares seres son éstos, poseedores de hasta ellas llegaran estos desdentados y, ques, especialmente en arboledas bajas y
un repliegue o bolsa abdominal llamada cruzándolas alguna vez, aterrorizaran con cercanas a los ríos; siendo, igual que los
«marsupia», en donde completan su des­ su pausado golpear sobre las piedras a los extintos megaterios, exclusivamente herbí­
arrollo y se refugian los pequeños pero tranquilos y supersticiosos moradores, y voro, ahí encuentra los tallos tiernos y fru­
abundantes hijos : a veces hasta diez. también a los trasnochadores. Acaso algu­ tos de que se alimenta.
«Zorro-pelón» le llamamos hoy en Costa na vez llegaran desde la floresta cercana Es éste un animal nocturno, corriente­
Rica.. Lo de «zorro» se debe a los coloni­ para saltar los muros de los cementerios y mente solitario y silencioso, cuya actividad
zadores españoles, que, atendiendo a la buscar ahí los apetitosos hormigueros. comienza por lo general al atardecer. En­
costumbre que tiene de matar gallinas y Lo cierto es que su presencia y sus cos­ tonces, como si aún no hubiese despertado
otras aves de corral, le llamaron como al tumbres nocturnas las aprovechó la incan­ del todo, va por entre los árboles con esa
cánido europeo de costumbres semejantes. sable fantasía del pueblo para crear el su característica pasmosa lentitud; eso sí,
Y «pelón» porque es ralo su grueso pela­ «Cadejos». Personaje misterioso e infernal es de admirar la destreza con que sigue el
je, de color pardo. que se presentaría de pronto, con sus ojos camino que le ofrecen las más delgadas ra­
Este notable animal, de apenas sesenta fosforescentes y acompasado andar, a los mas. Con igual seguridad avanzan las hem­
centímetros de longitud, es un arborícola tra sn o c h a d o re s donjuanes y tahúres, a bras cuando, cabalgando a sus espaldas,
que trepa con asombrosa facilidad, ayuda­ quienes, como escarmiento, acompañaría, llevan a un pequeño hijo.
do por su desnuda cola prensil. Durante el siguiendo el ritmo de su asustado paso, Si alguna vez una rama se dobla y el «pe­
día duerme en nidos construidos con ra­ hasta la misma puerta de su casa. rico» cae, como si fuera insensible al do­
mas y hojas, o en los agujeros de los tron­ El «cadejos» ha desaparecido con la ci­ lor y a las emociones, reanuda su marcha
cos. Durante las noches lleva a cabo sus vilización, aun cuando con ella aum ente con esa su lentitud exasperante, que más
correrías de carnicero. Si entonces la ma­ el número de los trasnochadores. El «oso que torpeza pareciera indicar que para él
dre tiene hijos pequeños, éstos le ayudarán hormiguero» también ha desaparecido de no corre el tiempo...
FELIPE P O Z U E L O E H IJO S, LTD A .
Fábrica de Galletas y Confites
U na EM PRESA U na EM PRESA
ORGULLO DE ORGULLO DE
E S P A Ñ A C O S T A R IC A

S A N JO S E • A p a rta d o 9 6 7 • C O S T A R IC A

A B O N O S A G R O , S. A.
F e r t i Ii z a n t e s
M a t e r i a l e s de c o n s t r u c c i ó n

SAN JOSE ★ COSTA RICA

HOTEL'
MIGUEL M AUyA y CIA.
MAQUINARIA AGRICOLA
RO. BOX
3344 E I NDUSTRI AL, LTDA.

LA CASA DE MAS EXPERIENCIA EN EL RAMO


4/Vjose costa **' DE M AQUINARIA Y EQUIPOS PARA LA
ROOM RATES FOR ANY SEASON AGRICULTURA, INDUSTRIA Y CONSTRUCCION
NUEVA ADMINISTRACION
AMERICANA *

• NIGHT CLUB
• RESTAURANT
SAN JOSE
• COFFEE SHOP C O S T A R I C A
• COCKTAIL LOUNGE
• SALON DE BELLEZA
• BARBERIA *
• FLORISTERIA
• SOUVENIR SHOP APARTADO POSTAL LETRA «A»
TELEFONOS 5830 - 5831
EN LA AVENIDA CENTRAL
Pasafenpos Por PEDRO OCON DE ORO

salto del caballo

EL y SU LIA im BA

CHO NO T¡ LA TO DE

TA FA 0 E TA MO

LOS A VEN cía LE PÍN


CAJAS DE CAUDALES DE ALTA CALIDAD
MO m BE TO 1: ua
ARCAS GRUBER, S. A.
CASA FUNDADA EN 1908
ÑOS A SO NO PAN
VENTURA RODRIGUEZ, 11 - MADRID
MODO DE RESOLVERLO
Siguiendo el movimiento del caballo de ajedrez, fórmese una curiosidad Fábrica en Burceña-Baracaldo (Vizcaya)
con las sílabas del cuadro. Las dos sílabas de trazo más fuerte (EL y DAD) son
la primera y la última, respectivamente, de la frase. Deseamos nombrar Agentes exclusivos en varias
SOLUCION
«•pepa sp soue oipo Á
naciones americanas
BJU3AOU so¡ B ojuD da 7 ap Dipjuq 07 cupeno osouie; ns o ju id oueizix 13»

crucigrama en rombo

HORIZONTALES Y
VERTICALES.— 1: Mil.— 2:
Hijo de N oé, que se burló
de su padre, por lo que sus
descendientes fueron m alde­
cidos.— 3: P rism as triangu­
lares de m adera que se en­
colan en el ángulo entrante
form ado por la unión de dos
tab las.— 4: C risoles peque­
ños hechos con cenizas de
huesos calcinados y donde
se ensayan y purifican los
m inerales de oro y plata.—
5: D ícese de los que condu­
cen por las agu as de un río
los troncos de árboles cor­
tados.— 6 : M uralla o terra-
_ „ ,, plén para d e f e n s a de las
aguas.— 7: Pueblo de Santander.— 8: Sonido.— 9: Símbolo químico del
azufre.
SOLUCION
'S : 6— '« o s .'8— m o je s : ¿— -uoo
: 9— -soja-tapují :g— -suiadoQ :f — -supoQ :g— -iubu :g— 'H :x

OPORTUNIDADES COMERCIALES
L IM B O K S T R A D IN G ST O RES.— P. O. C A C H O R R O S DE P A S T O R A L E M A N ,
Box 1240. Ib ad an (N ige ria). General pedigree oficial. A d o lfo C o fiñ o . Cruz,
M e rc h a n ts & Co m m ission A ge n ts. In i­ núm ero 25. M a d rid (España).
ciarían relaciones comerciales con p aí­
ses de habla española y de todo el
t.iMriUO.

D IS P O N E M O S E N T O L E D O M A G N I F I ­
CO estudio pintor, etc. Escribid: A n a
Saldaña. Tirso de M o lin a , 18. M a d rid
JEFE T E C N IC O M O L IN E R O , soltero,
(España).

ACEITES COCHS, S. A .
excelentes referencias. Inform arán sin
com prom iso. A p a rta d o 214. Alb acete
(España).

• G A N E D IN E R O E N C A S A EN H O R A S
libres haciendo cuadritos ornam entales
SU M E J O R F O T O G R A F IA , EN T E R R A - y otros trabajos. Enviam os m anual y

REUS (España)
D IL L O S . M in iatu ras, fo to-óleos, repro­ elem entos por 2 dólares o e qu ivale n ­
ducciones. Envíe origin ales y co n su l­ te. A rt e Práctico. Calle G uatem ala,
te precios y condiciones. Calle Duque núm ero 5200. Buenos A ire s (A rg e n ­
de A lb a, 11. M ad rid . tina).
•t
L I B R E R I A

LOPEZ LTDA.
M iem bro de la Cámara de Comercio de Costa Rica
y del M ovim iento Solidarista Costarricense

Avenida Central - SAN JOSE (Costa Rica, A. C.)


Fundada el 2 4 de octubre de 1955
N os especializamos en libros de:
Derecho, Religión, Historia, libros h istó ­
ricos de Costa Rica, literaturas española
e hispanoam ericana, literatura centroam e­
ricana, con especialidad de C o sta Rica;
A rte s y oficios. Pe d agogía, Ciencias eco­
nómicas.

Distribución de «Mundo Hispánico» y edición


aérea de «A B C»
«El libro es el principal instrum ento m ediante el cual
cada hombre habla a muchos hombres presentes o fu ­
turos, y es tam bién el docum ento por excelencia de la
humanidad.» (Pensamiento del doctor Francisco Romero.)

DE ONA NAVAS Y CIA., LTDA.


ALMACEN VESTIMENTA

VENTAS AL POR MAYOR

SAN JOSE (Costa Rica) • Apartado 2.073 • Tel. 2399

ALONSO & CIA.


LTDA.
IMPORTACION DIRECTA

ALMACEN DE VIVERES Y LICORES

25 72
TELEFON O S: j A PA R T A D O : 1500
1444

SAN JOSE COSTA RICA



•.
Clcedte de oíukJL e&p jO JJ J s L ...
GARANTIA DE CALIDAD
El salmón frío y la mayonesa adquieren su máxima
suculencia preparados con aceite puro de oliva de España.
Solicite recetario a la dirección que se indica.

I N S T I T U T O P A R A LA P R O P A G A N D A EX T ER I OR DE LOS P R O D U C T O S DEL OLIVAR


E S P A Ñ O L E T O , 19 • M A D R I D C E S P A Ñ A )

También podría gustarte