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Se rv ic io - r e g u l a r del m a g n íf i c o
transatlántico "Reina del M a r " , entre
ESPAÑA y VEN EZU ELA , CUBA,
CO LO M B IA, PANAMA, ECUADOR,
PERU y C H IL E
EL MAXIMO CONFORT A LOS
PRECIOS MAS RAZONABLES
VAPOR D E V IG O DE L IS B O A DE L A S P A L M A S P R O X IM A S SA LID A S
" R e in a del M a r "
A m a z o n ...................... 25 de Enero 26 de Enero 28 de Enero De Santander: 17 de Enero y 17 de Abril
H ig h la n d M o n a rc h . . . . 12 de Febrero 13 de Febrero 1 5 de Febrero
4 de abril 5 de abril 7 de abril De La Coruña: 18 de Enero y 18 de Abril
2 de m ayo 3 de m ayo 5 de m ayo
H IJO S DE BA STERREC H EA S O B R IN O S DE JO SE P A S TO R
Paseo de Pereda, 9 - SA N TA N D ER Edificio Pastor: LA C O RUÑ A y VIGO
RETRATO S con
ESTUDIO DE PINTURA DE
E
l Instituto Autónomo del Ferrocarril Eléctrico al Pací
fico es una Institución autónoma del Estado que admi instituciones.
nistra, con carácter de servicio público, el ferrocarril al La dirección de la Institución está a cargo de una Junta
puerto de Puntarenas, el muelle grande de ese puerto, eldirectiva, nombrada por el Consejo de Gobierno del Estado,
servicio de lanchas del Estado, la atención de los faros y y la administración está a cargo del gerente general. Las fun
boyas del mismo puerto, el balneario de Ojo de Agua, un ciones de vigilancia y fiscalización de los bienes y operacio
servicio público de energía eléctrica y el acueducto de nes de la empresa están al cuidado de un auditor general.
Puntarenas. Administra también una serie de servicios adi Cuenta la Institución con una experiencia de cincuenta y
cionales que guardan estrecha relación con sus instalaciones siete años en labores ferroviarias. Sus puestos de dirección
principales, que son: una explotación de arena de mar en y administración están en manos de personal técnicamente
las costas del golfo de Nicoya, varios tajos de lastre a preparado, seleccionado a base de méritos en el servicio
lo largo de la vía férrea, un quebrador de piedra y una y de exámenes rigurosos de admisión.
EL AZUCAR EN COSTA RICA
En Costa, Rica la industria del azúcar está organizada en valor del azúcar y las mieles; orienta todas las actividades
forma de asociación libre, constituida por los productores de de la industria, impulsa los cultivos, señala las normas para
caña y las centrales o ingenios. El organismo rector lo for la elaboración del azúcar, regula el mercado mediante la es
man representantes de ambos sectores. Arbitra las diferencias tabilización del precio por el sistema de reservas, centraliza
que se suscitan entre ellos, liquida la caña entregada a los las ventas de azúcar y coopera activamente en la construcción
ingenios, adjudicando a los productores el 57 por 100 del de carreteras y de obras públicas en las zonas productoras.
El transporte de la caña
se practica con equipos
motorizados, por carre
t e r a s m o d e r n a s que
construye y conserva la
Junta de Protección a la
Agricultura de la Caña.
n
DE COSED
APARTADO 1327
SAN JO SE, COSTA RICA
m
La Cámara se fundó el domingo 18 de noviembre
de )9¿J. Presidió la reunión en que se constituyó
la misma el señor, cónsul de España, D. José Luis
a de Alcázar
El almacén de víveres y
Abogado consultor..................
I D. Aurelio Brunett
D. Jul án Pastor
D. José Carre as
Lie. Mariano Alvarez Melgar
renovadas
SERVICIOS QUE PRESTA LA CAMARA OFICIAL ESPAÑOLA DE COMERCIO
AVENIDA CENTRAL 3.
4.
° E n v ío d e in fo rm a c ió n so b re la m o ra lid a d y solvencia co m ercial d e las
E n tid a d e s co m erciales c o sta rric e n s e s e sp a ñ o la s.
° D e fe n sa en los litig io s com erciales de los in te re se s d e sus m iem b
5. ° F a c ilita c ió n de no m b res de abogados, ta n to en C osta R ica como
Apartado 1433
10. ° E s tu d io de c u a n to s a su n to s le s e a n so m etidos p o r su s m iem b ro s, que
S A N J O S E te n g a n como fin el d e sa rro llo del com ercio e n tr e C osta R ica y E s p a ñ a .
11. ‘ A poyo, en c ie rto s casos, a su s m iem bros, recom endándolos y d an d o
A L M A C E N
}■
PALABRAS
QUE
SIGNIFICAN
BUEN
CREDITO
EN TODO
EL MUNDO
e im p o rta cio n e s,
y con u n a ex p eriencia
in te rn a cio n a lm e n t
re co no cid a . _
CONQUISTADOR PUBLICIDAD, S. A.
ocos años después de la primera guerra mundial empezaron
P
una palanca poderosa para impulsar la capitalización del ahorro
a desperiarse en Cosía Rica las primeras inquietudes socia nacional. Por tratarse de una institución autónoma del Estado, sus
les, que culminaron con la Ley de Reparación por Acci reservas y utilidades se invierten en el país, lo que ha redunda
dentes de Trabajo, del año 1925. do en positivos beneficios para la economía nacional.
Las compañías privadas de seguros que entonces operaban en Por otra parte, de las utilidades del monopolio de los seguros
el país no querían asumir el correspondiente tipo de seguro de sólo el 25 por 100 corresponde por ley al Instituto. El otro
carácter eminentemente social que por vez primera se necesitaba 75 por 100 se le gira al Gobierno central, que lo emplea en la
establecer en Costa Rica. financiación de obras de desarrollo del país.
Como consecuencia de esa actitud y de otros factores de gran Su solidez económica y financiera se demuestra con el simple
conveniencia nacional, el Congreso de Costa Rica estableció examen de las cifras que corresponden a capital y reservas. Al
en 1924 el monopolio de los seguros, a cargo de una institución 30 de abril de 1959 esas cifras eran las siguientes:
del Estado. Capital.............. 10.000.000,00 de colones.
El establecimiento del monopolio de los seguros en Costa Reservas totales. . 89.394.158,00 » »
Rica fué una feliz iniciativa del eminente economista licenciado En la actualidad, el Instituto trabaja en las siguientes ramas
don Tomás Soley Güell, quien ocupó con singular acierto el del seguro: Vida, Incendio, Automóviles, Riesgos Profesionales,
Ministerio de Hacienda y Comercio durante el segundo Gobier Marítimo, y Misceláneos. Sus oficinas centrales se encuentran
no del licenciado don Ricardo Jiménez Oreamuno (1924-1928). en San José, pero mantiene agencias en los principales centros
No obstante mantener arraigadas convicciones liberales, el de población de la República.
licenciado Soley Güell estimó que los seguros deben cumplir Al 30 de abril de 1959, el monto total de sus pólizas en vigor
una misión social en beneficio de la colectividad y de la econo en las distintas ramas del seguro se elevaba a la cuantiosa cifra
mía general de la nación. De ahí que, venciendo los naturales de 2.563.394.221,00 colones, suma que demuestra también la mi
escrúpulos a que lo sometían sus principios ideológicos, contra sión de enorme importancia que el Instituto desempeña en la
rios al intervencionismo del Estado en la esfera de las acíivida- vida económica del país.
des privadas, con lealtad y entusiasmo propiciase la creación del Pero la influencia beneficiosa del monopolio de los seguros
monopolio de los seguros. en Costa Rica no sólo se ha proyectado en el campo económico.
Desde su establecimiento, la administración del monopolio se En el aspecto social ha sido también de hondas proyecciones.
le encomendó al Banco Nacional de Seguros, que se fundó para Le corresponde al Instituto administrar el seguro de riesgos
ese efecto. Años después, en 1948, considerando que el nombre profesionales, que ampara a los trabajadores contra accidentes
no era del todo adecuado para las funciones específicas que de y enfermedades del trabajo. Este tipo de seguro lo administra el
sempeñaba, se adoptó el nombre de Instituto Nacional de Segu Instituto con criterio eminentemente social y no mercantil. En
ros, con que se distingue hoy día. muchas ocasiones, por ejemplo, las indemnizaciones que se cu
El Instituto se ha desarrollado en forma vigorosa e ininterrum bren a los trabajadores son mucho mayores que las que la ley
pida,- en la actualidad representa para el país una de sus institu señala.
ciones básicas, y ha contribuido notablemente a acelerar el pro En el campo de la prevención de riesgos-accidentes de tra
greso económico y social de Costa Rica bajo, accidentes de tránsito, incendios, etc. - el Instituto realiza
El Instituto Nacional de Seguros-que es un organismo estatal también una labor social de gran magnitud Con este propósito
que disfruta de autonomía administrativa y funcional-ha sido se organizan campañas educativas en escuelas, colegios y talle-
res, que con tribuyen a divulgar los principios de la seguridad,-
se han instalado señales de tránsito en todas las principales ca
rreteras y caminos del país,- se han formado «patrullas de seguri
dad», constituidas por escolares, para familiarizarlos desde niños
FI NCA
con los temas de la seguridad,- se ofrecen cursos a trabajadores y
patronos sobre medidas de protección y seguridad, etc.
A los tenedores de pólizas de seguro de vida el Instituto
otorga préstamos, en condiciones muy favorables, para la cons
trucción de viviendas, ayudando de este modo a resolver uno
LA
de los graves problemas sociales del país.
Cabe destacar asimismo que el Instituto le presta al país otro
servicio público de inestimable valor como organismo que ad
ministra y mantiene por su cuenta al Cuerpo de Bomberos de
Costa Rica, con estaciones en la ciudad capital e importantes
ARGENTINA, Ltda.
centros de población del interior, que opera con el equipo más
moderno para el control y combate del fuego.
Es interesante apuntar la colaboración prestada por el Instituto
para el mejoramiento de las facilidades de muchas instituciones
asistenciales y hospitalarias del país, con objeto de que estén en
mejores condiciones para otorgar la más adecuada atención a los
trabajadores accidentados o enfermos cubiertos por el seguro de
riesgos profesionales.
Otro aspecto de la política social del Instituto es el relacionado
^ ........
i:-VS a lla .-TsS-·Í·
DE LA IN D U STRIA
A B N E G A C I O N , H O N O R Y D I S C I P L I N A es el lema
que con orgullo cum plen diariam ente los m iem bros del
C ue rp o de Bom beros del In stitu to N a cio n a l de Seguros.
con los estudios que técnicos suyos vienen realizando para es
tablecer en Costa Rica el Seguro de Cosechas, que protegerá a
los agricultores contra los riesgos naturales a que están expues
tos sus cultivos.
Desde su fundación, el Instituto ha sido magnífica escuela
para la formación de un personal administrativo técnico y alta
mente capacitado.
Sin temor a equivocarnos podemos decir que la fe y el entu
siasmo de los estadistas que propiciaron la creación del Instituto
Nacional de Seguros en 1924 no han sido defraudados. Treinta
y cuatro años después, el Instituto se levanta como una organi
zación que ha merecido los mejores elogios dentro y fuera del
país.
MUNDO
HISPANICO
D irecto r : JO A Q U IN CA M PILLO
D epósito le g a l. M. 1034-1958
SUMARIO P á g s.
D IR E C C IO N , R E D A C C IO N Y A D M IN IS T R A C IO N
A v e n id a de los R eyes C ató lico s. C iudad U n iv e rs ita ria (M a d rid )
TELEFO N O S :
R edacción ...................... *.................. 57 32 10
A d m in is tra c ió n .................. ........... 57 03 12
A d m in is tra c ió n y R edacción .. 24 91 23
D IR E C C IO N P O S T A L P A R A TO D O S L O S S E R V IC IO S :
A p a rta d o (le C o rreo s 215 - M adrid
E M P R E S A D IS T R IB U ID O R A :
E diciones Ib e ro a m e ric a n a s (E . I. S. A .). P iz a r r o . 17 - M adrid
Refrigeración en los E N T E R E D AS SE C O N D C L A S S M A T T E R AT 1 H E
P O S T O F F IC E A T N E W YO RK . M O N T H LY : 1959.
salones públicos N U M B E R 14U. R O IG , N E W Y O RK «M UN D O H1S-
P R E C IO S :
ESPA Ñ A E je m p la r : 15 p esetas. -S uscripción s e m e s tra l: 85 p e se ta s.
S u sc rip c ió n a n u a l : 160 p e se ta s.— S u sc rip c ió n p o r dos a ñ o s : 270 p e se ta s.
A M E R IC A .— S u sc rip c ió n a n u a l: 5 d ó l a r e s - S u sc rip c ió n p o r dos a ñ o s :
8,50 d ó la re s.— S u scrip ció n p o r tre s a ños : 12 dó lares.
E S T A D O S U N ID O S Y P U E R T O R IC O .— S o b re el p re c io de s u s c rip
ción : 1,50 d ó la re s por a ñ o , de g a sto s de fran q u e o .
E U R O P A Y O T R O S P A IS E S . -S o b re el p re c io de s u sc rip c ió n : p o r
a ñ o , 60 p e se ta s p o r g a sto s de fra n q u e o sin c e r tific a r, o 120 p e se ta s
p o r g a sto s de fra n q u e o c ertific a d o .
de la América Central,
E P Ú B L IC A
CONSIDERANDO:
UE el 12 de octubre de 1492 se día de Fiesta Nacional el 12 de octubre, y recordar perennemente la comunidad
inició una nueva y trascenden y por decreto legislativo N.° 81 de 18 espiritual que vincula a las Naciones de
tal época en la historia de la de agosto de 1921 se reconoció oficial Hispanoamérica entre sí y a ellas con
humanidad al arribar a las pla mente a Doña Isabel la Católica como España, por los lazos de una misma fe
yas de América las tres cara «gran colaboradora por su genio y por religiosa, iguales tradiciones históricas
belas españolas que comandaba su esfuerzo en la histórica hazaña del y culturales, raíces biológicas comunes
el navegante genovès Cristóbal descubrimiento de América», al dispo y propósitos idénticos de defensa de la
Colón ; ner que se le rindiera merecido home civilización cristiana dentro del ordena
Que el glorioso acontecimien naje en la celebración de aquel aconte miento jurídico de la vida internacional,
to se debió al genio y la volun cimiento; basado en la igualdad de las Naciones
tad del inmortal navegante, Que la designación del Día de la Raza y el respeto al Derecho.
unidos a la fe y el desprendimiento de que se ha venido dando a la fecha del Artículo 2 °—Los actos conmemorati
la esclarecida Reina Doña Isabel de Cas 12 de octubre no corresponde propia vos del 12 de octubre exaltarán con es
tilla, y al valor y pericia de los marine mente al hecho que se conmemora, ni a pecial énfasis:
ros españoles que formaban la dotación su significación histórica, ni a sus con a) El. sentido misional de la coloni
de las naves ; secuencias en la vida internacional, ni zación de América según las normas di
Que a consecuencia de aquel feliz su se aviene con el concepto jurídico, que rectoras de la Legislación de Indias;
ceso, el Continente Americano recibió condena toda medida que propenda a la b) La obra civilizadora de los mi
el beneficio imponderable del arribo no exaltación de grupos humanos por cues sioneros católicos, que lograron arran
car las supersticiones idolátricas del
alma de los indígenas y term inar con
las prácticas de la antropofagia y los sa
crificios humanos, para sustituirlas con
las elevadas doctrinas del Cristianismo;
c) La obra educadora de esos misio
neros al establecer y mantener en Amé
rica las prim eras escuelas de educación
popular y los grandes centros universi
tarios, que fueron foco de cultura e ilus
tración en el Continente;
d) Los nobilísimos ideales de Isabel
la Católica al alentar la obra coloniza
dora y evangelizadora de España en
América ;
e) El profundo sentido democrático
de la vida municipal que se desarrolló
en América al amparo de los Cabildos
establecidos por los conquistadores;
/) El resultado de la Colonización
en lo que atañe a la elevación espiritual
de los aborígenes, su educación para una
vida mejor y el desarrollo económico del
Continente ;
1 9 5 9 . Im p osición de la G ran C ru z de Isabel la Católica al Presidente de C osta Roca, licenciado don M a rio g) La admirable Legislación de In
Echandi, por el em bajador de España, don Em ilio N ú ñ e z del Rio. A la izquierda, la señora del P re si
dente, doña O lga de Echandi. A la derecha, don A m a ro G o n z á le z M e sa , secretario de la Embajada española.
dias en sus aspectos humanos y socia
les;
h) La vinculación espiritual perma
interrumpido durante trescientos años tiones raciales; ni con la verdad socio nente de los pueblos de España y de
de millares de familias provenientes de lógica de que en América existen y con América, que sobrevivió a las luchas de
todas las regiones de la Península Ibé viven en democrática armonía hombres la Independencia y se mantiene viva
rica, que trajeron al Continente los sa de todas las razas. Por tanto, bajo el concepto moderno de la Hispa
nos principios de la verdadera religión, nidad.
las grandes ventajas de un idioma co Artículo 3.°—Los Ministerios de Edu
mún, las tradiciones seculares de la de DECRETA: * cación Pública y de Gobernación ten
mocracia castellana y los elevados co drán a su cargo la ejecución de este de
nocimientos en las artes y en las cien Artículo l .°—El 12 de octubre será creto.
cias que constituían el acervo cultural conmemorado todos los años, en forma Dado en la Casa Presidencial, a los
de la civilización europea; apropiada, como Día del Descubrimien seis días del mes de octubre de mil no
Que por decreto oficial N.° 80 dic to y de la Hispanidad, para celebrar el vecientos cincuenta y ocho.
tado al cumplirse el Cuarto Centenario hecho histórico del arribo de las carabe Publíquese,
del glorioso acontecimiento, se declaró las de Colón a las islas del Continente Mario ECHANDI.
COSTA RICA
EN SU
HISTORIA
Por ABELARDO BONILLA
Catedrático de la Universidad
Presidente de la Asociación de Filosofía
Vicepresidente de la República
T A nacionalidad costarricense se form ó sobre la base escasa de los conquistadores y colonizadores españoles,
puesto que, al llegar C olón a nuestras playas del A tlá n tico , la población indígena avanzaba rápidam ente en
el declive de la desaparición. Y se form ó casi exclusivam ente en los 2.000 kiló m etro s cuadrados de la Meseta C en
tral. La sociedad colonial fu é pobre por su peq u en ez num érica; no consiguió organizar el trabajo colectivo agrí
cola o m inero y no dispuso d el régim en de encom iendas que en otras partes hizo posible el desenvolvim iento in i
cial, con cierta form a de feu d a lism o ; no tuvo siquiera el incen tivo de las empresas m ilitares, que en Costa Rica se
lim itaron a las escaramuzas de la conquista de Talamanca y de la defensa contra los piratas ingleses. Pero el doloroso
panorama cam bió durante el transcurso d e l siglo X I X . D el m agnífico estudio dem ográfico del obispo T hiel tom a
m os estos datos de población, que nos p erm iten seguir la trayectoria del resurgim iento de ese siglo. A l iniciarse el
m ism o tenía Costa Rica algo más de 52.000 habitantes, d istrib u id o s en dos ciudades, cinco villas, cinco anexos y
13 doctrinas. De esa sum a, 5.000 eran españoles, 8.000 indios y el resto ladinos m estizos y pardos, correspondien
do a la Meseta C entral 43.500, y a las costas 9.000. Pero en 1844, época de creación de la U niversidad de Santo
Tom ás, y según el censo del señor Streber, Costa Rica tenía 79.982 habitantes. En 1864, de acuerdo con el censo
efectuado por el m inistro don Francisco María Iglesias, tenía 120.499, sin contar a los indios, que habían dism inuido
considerablem ente. En 1900 la población se había elevado a 304.000. sum a que se ha triplicado al m ediar el siglo actual.
este rápido crecim iento corresponde el nes de pesos y los gastos de cuatro m illones, de una clase m edia, la prim era de las cuales llegó
desenvolvim iento económ ico y, desde con déficit en los presupuestos, que ya existían a co n stitu ir una oligarquía política ; la diversifi
luego, el cultural, que exam inarem os desde 1870. En nuestros días, en que la población cación y extensión de la cu ltu ra, p o r las p o sib ili
en capítulo aparte. El prim ero se hace ha superado ya el m illón de habitantes, el p re dades económ icas, y el paso del régim en pa
patente por algunos datos, desde 1840, supuesto nacional pasa de 300 m illones de colo triarcal al régim en lib eral, que, ju n to con el cre
en que los tenem os, y son los siguien nes. P ara los efectos de nuestro estudio no im ciente progreso m aterial, se proyectó en el si
tes : en ese año de 1840, en que Costa plica diferencia el que antes fueran «pesos» y hoy glo xx.
Rica se separó definitivam ente de la sean colones. V arios investigadores (el profesor Monge A l
F ederación C entroam ericana, las re n Desde m ediados del siglo, como ha podido faro, en su Historia de Costa Rica, y el licen
tas del país fuero n 117.164,45 pesos y apreciarse p o r los datos an terio res, se nota un ciado R odríguez Vega, en sus A puntes para una
los gastos 67.992,82, m ientras que a cam bio económ ico considerable, que debe a tri sociología costarricense) han derivado de la po
los puertos del país no llegaban más de diez b a r buirse p rincipalm ente al desarrollo de la in d u s breza y del aislam iento de los costarricenses en
cos al año. En 1850, durante la adm inistración tria del café, obra en gran parte del P resid en te el p eríodo colonial las características de la n a
del P residente M ora, las entradas fueron 237.692,05 don B raulio C arrillo , y luego al aum ento de p o ción : su individualism o, los regím enes p a tria r
pesos y los gastos 144.577,47, en tanto que en ese blación, al desarrollo de nuevas zonas de cultivo cales y su política personalista ; la tim idez y
y en los años posteriores llegaron a los puertos y al del com ercio intern acio n al. A este cambio desconfianza de los costarricenses, su sentido ci
costarricenses 70 barcos por año. H acia los fin a obedecieron algunos fenóm enos sociales : el n a vil y dem ocrático de la vida, la ausencia de arte
les del siglo las entradas pasaban de tres m illo cim iento de una clase adinerada y la form ación po p u lar. Estam os de acuerdo con ellos. Pero en
los conceptos m edioevales de la soberanía del puso por prim era vez la carga y la dirección ed u
E m perador y del Papa. Pero los grandes juristas cativas en manos del Estado ; intentó, además,
COSTA RICA EN SU HISTORIA españoles, con el P adre Vitoria a la cabeza, com extender la obra universitaria a los grandes m í
batieron el Derecho um versalm ente aceptado en d e o s de población por m edio de cátedras d epar
nom bre del derecho n atural, som etieron todos los tam entales. En general, la década de 1810 a 1850
actos de la conquista a una crítica rigurosa y fué muy im portante, por la fundación de una
el campo cultural, en lo que a ignorancia se crearon un nuevo derecho, no para proteger las escuela norm al, de un liceo de niñas y de los
refiere, existen hechos que no concuerdan con la conquistas de España, como en el caso del D e colegios de San José y Cartago. El progreso con
afirm ación y que nos llevan a pensar que en recho rom ano, sino para proteger a los pueblos tinuó en la década siguiente, de la cual tenemos
aquella Cartago colonial, retrasada, orgullosa y conquistados y establecer las bases de la com u los prim eros datos oficiales y relativam ente co
azotada por los terrem otos, como más tarde en nidad internacional. rrectos. Esos datos nos dicen que el Estado gastó
aquel San José lib eral, con sus calles em pedra La prim era m anifestación de cultura, antes de en educación un prom edio anual de 56.000 pesos
rlas, sus aceras irregulares, sus casonas de barro establecerse la Casa de Enseñanza de Santo T o y que la población escolar se elevó a 31.942 es
y tejas, su plaza principal y sus galleras—que más, la bailam os en 1782, cuando el obispo de tudiantes. Y llegamos así, en proporción siempre
tanto sorprendían a los viajeros extranjeros—, Nicaragua Esteban Lorenzo de T ristán , que en creciente, a la época inm ediatam ente anterior a
había un espíritu que superaba la estrechez m a aquel año estuvo en Costa Rica, ofreció ciento las g r a n d e s reform as educativas del Presidente
terial, un propósito de cultura y un acervo de cincuenta pesos para dotar una cátedra de la ti doctor don Jesús Jim énez y del m inistro don
conocim ientos, de m inoría, pero apreciables, que nidad en la escuela que había creado en Cartago Mauro F ernández. De la M em oria de 1879, por
explican esos hechos y ciertas realidades sorpren- el gobernador español Flores. Y la segunda, en ejem plo, tomamos, estos datos : había entonces
dentes. ¿Cóm o explicar, por ejem plo, que en 1801, en las lecciones de Filosofía y Flumanida- 320 escuelas públicas, 22 instituciones privadas,
C artago, y en pleno siglo xvi. un D omingo J i des que daba en la mism a ciudad de Cartago el cinco colegios y la U niversidad, con un total de
m énez conociera y glosara la poesía cortesana presbítero don B altasar de la Fuente. P ero el 25.000 e s t u d i a n t e s y una erogación anual de
de Castilla del siglo anterior? ¿Cómo explicar la m ayor esfuerzo educativo fué la creación de la 180.000 pesos.
form ación cultural de un Florencio del Castillo Casa de Enseñanza de Santo Tom ás, en ab ril de La obra decisiva en la educación costarricense,
en el xvill y cómo el caso de la señorita M a 1814, siete años antes de la independencia. que situó a nuestro país, relativam ente, entre los
nuela Escalante en la prim era m itad del xix. La Casa de Enseñanza fué la p rim era form a de prim eros del m undo en este campo y que dió
Es penoso anotar que en la obra de algunos una em presa de m ayor aliento : la creación de la origen al tercer período político, cultural y lite
de nuestros historiadores se recogen todavía U niversidad de Santo Tomás. Esta fué decretada rario, se llevó a cabo durante los últim os veinte
los ecos de la leyenda negra y se denigra la el 3 de mayo de 1843, pero se inauguró el 21 de años del siglo, por obra de los dos estadistas an
obra de la cultura española en la América colo abril de 1844, coincidiendo muy aproxim adam en tes citados y por la organización que dió a la
nial. Con criterio de liberales contem poráneos, te con la iniciación del segundo período de nu es enseñanza don Mauro Fernández. C ierto es que
esos historiadores olvidan o ignoran el espíritu tra historia y de nuestra cultura. don M auro cerró la U niversidad de Santo Tomás,
de las épocas, lo que fué la cultura española en La U niversidad de Santo Tom ás fué, en nuestro con lo cual produjo un vacío cultural, que se
el siglo xvi y el sentido m isional de la conquis m edio, una reproducción de la U niversidad es proyectó en las prim eras décadas del siglo actual;
ta, sin pensar que quizá, de haber sido otra pañola y de las universidades coloniales am erica pero en cambio creó las bases de la prim era y la
la nación conquistadora, América habría po d i nas, especialm ente de la de León de N icaragua, segunda enseñanzas, con carácter gratuito y obli
do ser algo parecido a Africa. Pocos com pren si bien su fundador, el doctor don José María gatorio la prim era, com prendiendo que sin tales
den que el pensam iento español, como efecto del Castro, le dió un sentido más liberal y un p rin bases la enseñanza universitaria no podía ser
descubrim iento y de la conquista, evolucionó ra cipio de autonomía muy avanzado para su efectiva.
dicalm ente en un lapso de m edio siglo. En efe»'- tiem po. C oincidiendo con el desarrollo económico que
to, el descubrim iento y la conquista se iniciaron La obra del doctor Castro no se lim itó a la bahía originado el cultivo del café, surgió en lo
bajo los auspicios del jus belli tradicional y de U n iversidad: f o m e n t ó la prim era enseñanza y cultural la llamada g e n e r a c i ó n 1899. con don
\lauro Fernandez, don Ricardo Jim énez, don
£¡eto Gonzalez Víquez y m uchos otros estadistas
escritores, que instituyen un nuevo régim en
^locativo, fundado en la «Ley de Educación Co
mún», de don M auro, qu_ fué la base de nuestra
(altura dem ocrática, y m odernizaron la législa
tion. Desde este período parte el desarrollo lite
rario, que se operó principalm ente en los diarios.
La im prenta había sido traída a Costa Rica p o r el
primer P residente, don Juan Mora F ernández, en
1830; pero el desarrollo del periodism o corres
ponde a la generación de 1889, a la que p erte
neció el prim er gran diarista, Pío V íquez, quien
¡a 1890 fundó E l H eraldo. A este período, ade
más, corresponde la m ayor y más extensa in
fluencia de la cultura extranjera en Costa Rica.
Si bien es cierto que desde m ediados del siglo
muchos hom bres de ciencia extranjeros, europeos
principalmente, visitaron el país y dejaron su
del país, aun las más alejad as; con la reo rg an i El período contem poráneo, que está en plena
zación de los colegios de segunda enseñanza, que gestación y que ofrece el mismo carácter de d u
se hizo tam bién gratuita, aunque no o b lig ato ria; das y de lucha que presenta el resto del m undo,
con el desarrollo del periodism o, que consiguió se inició hacia 1940. Las corrientes sociales y
afirm arse sobre sólidas bases económicas e in d u s económ icas, la preocupación de estudio y de
triales ; con el establecim iento de num erosas li progreso de parte de la juventud y la creación de
b re ría s; con la term inación del T eatro N acional, la U niversidad de Costa Rica lian sido factores
que bizo posible la llegada al país de grandes determ inantes de este últim o período. El año de
com pañías dram áticas y líricas y de los p rin c ip a 1940 se señala como el punto de partida de un
les concertistas de r e n o m b r e intern acio n al. La resurgim iento literario y artístico de extraordina
U niversidad había desaparecido, pero se m ante rio valor y, al mismo tiem po, de un resurgim ien
nían la Escuela de D erecho, que proporcionaba to educativo que ha venido desarrollándose hasta
el m ayor núm ero de funcionarios y m antenía la hoy. El restablecim iento de la U niversidad en
tradición civilista, y la Escuela de F arm acia; 1940 fué un im pulso decisivo en el progreso cu l
funcionaban adem ás la Escuela de Bellas A rtes y tu ra l, y lo será en m ayor proporción con la re
diversas instituciones artísticas particulares. En form a universitaria que acaba de im plantarse. La
lo lite ra rio , este período vió el desarrollo del segunda m itad del siglo im plicará, sin duda alg u
costum brism o en la novela, en el cuento y en la na, un avance cultural más vigoroso que el reali
poesía ; el del m odernism o, en la poesía y en zado anteriorm ente, ya que el país cuenta hoy
la p ro sa ; la iniciación de las escuelas de van con una organización com pleta, desde la ense
guardia y la influencia de las principales co rrien ñanza pre-escolar hasta la universitaria, y con
tes literarias posteriores a la prim era guerra m edios técnicos a la altura de los m ás avanzados
m undial. del m undo.
0
jano, el m ás pobre, el más dejado de
la m ano de la adm inistración de la
C apitanía General de G uatem ala. A pe
sar de su nom bre de fábula, no poseía
ni m inas de oro ni de plata ni existía
en él una indiada que explotar. La
prosopopeya del hidalgo colonizador
cedió aquí el lugar a la m ediocridad
igualitaria del hacendado que trabaja
duro para sobrevivir, que no para vi
vir, en la soledad y el aislam iento. No
hem os de ex trañ ar entonces que se
perdieran hasta las ricas tradiciones del
arte popular—danzas, cantos, rom ances, im agine
ría religiosa—del español. ¿Educación? ¿C ultura?
Los visitadores religiosos que recorrían, una vez
perdida, la lejana provincia, para alentar a las
almas y pasarles lista, dejaban alguna providencia
tom ada, iniciaban algo; la cosa se estim ulaba lue
go por algún piadoso hom bre de iglesia; pero a
la vuelta de algunos años el esfuerzo decaía, sin
solución de continuidad.
Los aires de transform ación que em piezan a so
plar por A m érica a raíz de las Cortes, tocan tam
bién este país. En 1814 se establece la prim era
institución de enseñanza con aires de perm anen
cia, y hasta se hace llegar un bachiller de la Uni
versidad de León de Nicaragua, Francisco Ose-
jo, para dirigirla. Se llam a «Casa de Enseñanza de
Santo Tomás». Cuando sobreviene la independen
cia—en Costa Rica no se gana, sino que «sobre
viene» este hecho com o una lluvia inesperada— ,
la prim era experiencia de los nuevos ciudadanos
es am arga ; no se encuentran personas que sepan
leer un núm ero suficiente para hacerse cargo de
las varias funciones que requiere la adm inistración
del nuevo Estado. Pero esta m ism a indigencia cul
tural va a ser una realidad estim ulante de nuestra
historia : desde este mismo m om ento van a tra
bajar los hom bres del Gobierno con un propósito
prim ero, bien claro y bien firm e : la educación
de todos. El A yuntam iento de U jarraz, por ejem
plo, da una disposición en 1828, que es la de m a
yor elocuencia : «Todos los ciudadanos están obli
COSTI RICA
gados a poner cuantos niños tengan en la escuela,
sin excusa, diferencia ni privilegio alguno; niños
y niñas.»
El buen ciudadano de una república es, en pri
m er lugar, un hom bre que sabe leer y escribir.
Lo dem ás viene por añadidura. Y desde entonces,
hace ya siglo y medio, este país viene construyén
dose, desarrollándose, creciendo, sobre la base
m ágica de este postulado político. Presidentes de
la República, m inistros, políticos, se enorgullecen
de haber sido prim ero m aestros de escuela o de
haber sido educados por m odestos m aestros de
escuela. Todos ellos, en los m ás diversos tonos y
estilos, han hecho su profesión de fe, algo como
EDUCACION
b a j o la a d v o c a c i ó n d e S a n t o T o m á s
UNIVERSITARIA
te de un centro de edu La nueva Facultad trata de
cación superior. No lograr ese objetivo a través de
fué sino hasta el año un primer año, común a todos
de 1843, cuando, bajo los estudiantes que ingresan en
la advocación de San la Universidad, cualquiera que
to Tomás de Aquino, sea la carrera profesional que
se fundó una casa de se propongan seguir.
enseñanza universitaria, llenán Dentro de esa iniciación co
dose así una sentida necesidad mún, el estudiante debe seguir
de cultura. cuatro cursos de Estudios Ge
Pocos años de vida tuvo la nerales y los de algunas disci
Universidad de Santo Tomás. plinas científicas de carácter
El rector de la Universidad, licenciado Rodrigo Fació— a la izquierda de la U n grupo de m uchachas del departam ento de Quím ica de la Facultad costa Los viejos moldes coloniales en general y básico, más directa
fot-o— , comparte la mesa con otros catedráticos.— V ista nocturna de la Fa rricense de Ciencias y Letras, a la salida de una de las clases. A la derecha, que se inspiraban sus progra mente relacionados con sus fu
cultad de Ciencias y Letras.— A l fondo, la Facultad de Ciencias y Letras; en una escena de «Fuenteovejuna», representada m agníficam ente en la plazo mas trajeron como consecuen turos estudios profesionales. En
prim er plano, la de Ingeniería.— Los estudiantes form alizan sus matrículas. leta de la Universidad por la Com pañía M e xicana de Teatro Clásico Español.
cia su abolición en el año de ese primer año se procura pro
1888, quedando en pie única ducir el clima y todas las con
mente la Escuela de Derecho, diciones posibles a fin de que
que, por más de un siglo, ha todo nuevo estudiante universi
trabajado sin interrupción con tario viva, al menos un año, un
grandes beneficios para el país, nuevo humanismo, que le permi
debido a sus magníficas promo ta apreciar las grandiosas di
ciones. mensiones de la cultura elabo
Ya en nuestro siglo, el 25 de rada por sus antepasados.
agosto de 1940, se restableció Como puede verse, el propó
por ley la Universidad de Cos sito fundamental de la reforma
ta Rica, adquiriendo al siguien —en lo que se refiere al estu
te año de 1941 el carácter de diante—es ampliarle su hori
institución autónoma. Más tar zonte c u l t u r a l , multiplicar
de, en 1949, gracias a una en oportunidades educativas y eli
mienda constitucional, la Uni minar, hasta donde sea posible,
versidad logró su total inde los fracasos por falta de orien
pendencia económica. tación. Una serie de asignatu
La nueva Universidad opera ras complementarias no siste
actualmente con las siguientes máticas, como Coro, Apreciación
Facultades : Agronomía, Bellas Musical, Bellas Artes y Depor
Artes, Ciencias Económicas y tes contribuyen a garantizar el
Sociales, Ciencias y Letras, De pleno desenvolvimiento espiri
recho, Educación, Farmacia, In tual, emocional y físico del es
geniería, Microbiología, Medi tudiante.
cina y Odontología. Anexa a la La Facultad de Ciencias y
Facultad de Ciencias Económi Letras tiene, dentro de la or
cas funciona la Escuela de Ser ganización de la Universidad, el
vicio Social, y como escuela carácter de Facultad Central,
anexa a la Facultad de Bellas ya que concentra las cátedras de
Artes, el Conservatorio Nacio tipo general y básico requeridas
nal de Música. en los planes de estudio de
El 4 de marzo de 1957, la otras Facultades. Cumplen con
U niversidad de Costa Rica esa función una serie de de
inauguró su nueva Facultad de partamentos técnicamente orga
Ciencias y Letras, y su moder nizados como dependencias de
no edificio, en la Ciudad Uni la Facultad misma.
versitaria. La creación de esta Dentro de este novedoso sis
Facultad marcó el momento fun tema las autoridades universi
damental de la reforma aca tarias costarricenses realizan
démica, no sólo por los propó ingentes esfuerzos para que las
sitos de la Facultad misma, si instalaciones de su bella Ciudad
no también por su estructura y Universitaria constituyan el
sus métodos. En efecto, a par medio físico adecuado para el
tir de su restablecimiento, la cumplimiento de s u s planes
Universidad había venido ope académicos. Las fotografías que
rando como un grupo de escue ilustran el presente artículo dan
las independientes, sin ninguna clara idea de la magnitud de
conexión entre ellas. La falta la obra, que, a su terminación,
de unidad estaba debilitando las constará de treinta instalacio
bases culturales, científicas y nes, con un costo total de cin
sociales de la Institución. Era cuenta millones de colones, al
necesario entonces, para usar rededor de siete millones y me
las palabras de su rector, «ha dio de dólares.
V ista aérea de Puerto Lim ón.
P A R A I S O
D EL
T U R I S M O
I
ciones, goza de un rico patrim onio arqueológico de la época precolom
bina y de la colonia. D entro del com plejo turístico hispanoam ericano,
Costa Rica se destaca, en to d a la extensión de su territorio, com o un
centro de prim ordial im portancia. Como se evidencia a continuación y
por m últiples circunstancias y características, C osta Rica logra esta si
tuación privilegiada.
o «i* r
Ha cum plido 4 0 años K L M
REAL COMPAÑIA HOLANDESA DE AVIACION PARAISO DEL TURISMO
gran estím ulo de orden estético para el turista, un gran atractivo para los
aficionados al deporte de la pesca y la caza.
> *-
Existe o tro aspecto fundam ental que basta para dem ostrar la afirm ación
hecha al principio de este artículo, al considerarse a Costa Rica com o un
SOBRE KLM?
de 30.000 aborígenes. D urante los años de la conquista, el natural del lugar,
un aguerrido y ten az defensor de su suelo, sucum bió al enfrentarse a las
fuerzas m ilitares colonizadoras. Los ataques de los M osquitos y to d a clase
de piratas, corsarios y dem ás aventureros que desem barcaron en la costa
atlán tica en constantes depredaciones, y el afán de conducir aborígenes a
los m ercados de esclavos, contribuyeron al exterm inio de estos indígenas. En
I realidad no fue el elem ento m ilitar colonizador el que logró dom eñar la
CLARIN
altivez del n ativ o ; éstos fueron apaciguados por la acción positiva del apos
tolado, con su invencible paciencia y fuerza espiritual. De tal m anera, la
colonia se desenvuelve sin poder asignarle a las Encom iendas m ayores canti
¿ S a b e q u a ma la p r i m a r a lln a a a á re a d a l m u n d o , dades de indios, y la falta de trabajadores nativos llega al extrem o de que
e s ta b le c id a e n 1 3 19 ? los altos funcionarios coloniales se ven precisados a realizar las labores agra
rias p ara o btener su propio sustento y el de los suyos. Desde entonces se
va produciendo un m estizaje cada vez más creciente y con predom inio es
pañol. En un am biente de paz, laboriosidad y falta de interés político en
cuan to a la C orona discurre la provincia de Costa Rica hasta el advenim ien
to de la independencia. El fenóm eno de em blanquecim iento de nuestra raza
contin ú a produciéndose p or la constante inm igración europea, que trae con
sigo a valiosos elem entos, quienes encuentran en el país un medio apacible
donde desarrollar sus actividades e inquietudes civilizadoras y para quienes
Costa Rica ha de guardar im perecedero recuerdo.
: ¿ S a b e q u e fu á la p r i m e r a C o m p a ñ ía I n t e r n a c io n a l e n
Con el decurso de los años este pequeño país centroam ericano, altam en
; s e r v i r a Em p aña d e a p u á a d e la G u e r r a M u n d ia l?
te alfabetizado, consolida sus instituciones y su progreso dentro de tenden
cias definidam ente dem ocráticas. La actual población de Costa Rica apenas
cu en ta con poco menos de 2.000 indígenas, y se ha m antenido libre de otras
influencias raciales, pues existe un porcentaje insignificante de sangre asiá
¿ S a b e q u e KLM u n e 1 0 5 c iu d a d e s e n 7 4 p a ís e s ?
¿ S a b e q u e e n la x a E s p a ñ a con 2 5 d u d a d o s h is p a n o «
: a m e r ic a n a s ?
¿ S a b e q u e K LM fu á la p r i m e r a c o m p a ñ ía e u ro p e a e n
c o m p r a r c u a d r l r r e a c lo r e s D O U G L A S O C - 8 ?
: ¿ S a b e q u e d o c e d e e ll o s e n t r a r á n e n s e r v ic io e n 18G O ? le
n
de Nicaragua y Panamà, en el
puente de las dos Américas, aco
metió pronto la empresa de cons
truir el tramo de la carretera in
ternacional americana, que en el
área del territorio costarricense
va desde la ciudad de Cartago
—en donde entronca con la carre
tera central de la nación—hasta
la frontera de Panamá : 662,64
kilómetros del total de 29.632 que tendrá
la carretera panamericana. Hace ya más de
dieciséis años—cuando Costa Rica tenía una
longitud total de carreteras y caminos de
3.280 kilómetros—que se abrió al tráfico ro
dado la sección Cartago-San Isidro de El
General, pista de 114 kilómetros por la que
se asciende hasta los 3.600 metros de alti
tud sobre el nivel del mar para salvar la
Cordillera y cuya construcción exigió cos
tosísimas obras de ingeniería.
El costo total de la obra se calcula en
44.550.000 dólares. El trazado contará con
72 puentes, de los que aún faltan por cons
truir 39. Actualmente se hallan en construc
ción 450 kilómetros del tramo costarricense
de la carretera interamericana.
M î t ;ílT I a& ^ 1 8 cación de los mercadillos navideños españole de la ciudad de San José, en pleno centro urbano.
JOSE M A R I N C A Ñ A S
ESTIRPE HISPANA A CA D E MI A DE LA L E N G U A
a sacó el propio A lmirante de la mar en los macizos del Norte y del Centro. Sobre las las som brillas abiertas de «madero negro», «cua-
ignota, en su cuarto y últim o viaje, y cumbres se enredan árboles y rayos en los días jiniquil», «poroses» y «guabas».
JOSE M ARIN CAÑAS, de la Acade
B
llevaba en la frente la fulgente perla tormentosos y ruedan por los valles y las gargantas El valle está salpicado de provincias y pueblos
de su nombre indio : Cariari. los truenos, que se deshilachan desde las cres (todos con nombres de santos repetidos hasta el mia costarricense de la Lengua, es el
terías hasta las oquedas de las selvas profundas. cansancio—San Isidro de Coronado, de Heredia,
del General ; San Pedro de Barba, de Montes de
novelista nacional de mayor presti
La montaña está siempre presente, cercana, se
diría que inm utable. En cualquier sitio, la costa, Oca, de P oás; San Gerardo de los Angeles, de San gio. Su novela «El infierno verde»,
la meseta o la pampa, la montaña está encim a, al Rafael de Heredia). Y hasta la capital, pequeña,
lim pia, coqueta y con aires de ciudad moderna
publicada en Madrid en Espasa-Cal-
alcance de la mano, como un perm anente asidero
o un coco que asusta a los niños y a los grandes. europea, tiene de apelativo el nom bre manso del pe, marcó una época. «Pedro Ar-
Y en la montaña enreda el mozotillo su canto, carpintero José, de manera que no puede estar
bajo m ejor advocación.
náez» acabó de consagrarle como
se escurre la «chisa» por entre cipreses y jaúles,
anuncia el yigüirro la llegada del día desde el Las dos costas son disím iles. La del Atlántico el escritor de mayor fuerza expresiva
Le lustran las arenas y pulen sus porosal de las cercas, la pipia va dejando su des es cenagosa y atem poralada, bárbara en su flora
y peligrosa por la fauna. La del Pacífico, más
en todo el ámbito centroamericano.
rocas dos océanos : el A tlántico, que garrado grito por sobre las milpas en leche, y
aquí se llama Caribe, engolfado en la señorea, por encima de campos y ciudades, con en risueña y seca, se alegra con la esmeralda de sus
costa con hondura de una hamaca flo lutado y ponderado vuelo, el funerario atuendo arrozales, los «sitios» verde claro de los sesteos,
ja, y el Pacífico, sobre cuyo torso, a la del zopilote. y aquí y allá, como paraguas gigantescos, se motea
manera de una alcayata, clavan sus ia lejanía de «guanacastes», árboles que abren ea sin brío y sin orgullo, pues la arrea es larga y
garfios las penínsulas de Nicoya y Osa,
*** sus copas a treinta metros de la tierra. # trasnochada segura. Va jibado sobre el caballo,
que dan al país esa forma mitológica Hacia el norte, por el Pacífico, se rompe la “echa la espalda un arco, prendido del labio el
del caballo de mar que barrunta suerte. En lo que llaman la Meseta se concentra lo más norma geológica y deslíe su alfombra la pampa agarro y la cancioncilla monocorde y sin ritm o,
denso de la población. No es meseta. Es, más bien, guanacasteca, hasta Nicaragua. La extensión ¡lim i i veces, cuando el mozo es bisoño, alegra la faena
Es pequeño, boscoso y quebrado, las
un largo y encajonado valle entre dos hileras de te hace cien veces horizonte, en forma monótona °n la guitarra, que prende en bandolera a la
lluvias torrenciales le percolaron los valles y ero
montañas coronadas de bosques gigantescos. y reseca, y sobre ella corren las recuas de caballos spalda.
sionaron la montaña ; ríos mansos y anchos, con
Al norte, la volcánica, con las tres tetas del fláccidos, los hatos de engorde, luciendo sus lim En el invierno, la huella del sabanero queda
torsos de culebrones, deltan sus costas y llenan de
Barba, los canforros del Irazú, pelado y arenoso; pias cornam entas y sus jibas maizolas, y tras de Q&rcada en el barro por la panza de la bestia,
ciénagas los bajíos que el mangle cubre. Durante
el Poás, más bajo pero empenachado casi siem los hatos, montados en «rucos» flacos, cabalgan los ¡n el verano se le atisba de más lejos : un pol
ocho meses del año el cielo abre sus cataratas, y
pre, y el T u rrialba, que, al igual que el Barba, sabaneros. El sabanero es la motología de la villo que mece el viento lo sigue como una som-
entonces verdean los campos, los maizales crecen
pampa. Misteriosos como «argonautas», con cue 'ra desdibujada en el aire caliente.
lozanos, am arillean las «tusas» y los cafetos se en duerm e desde hace sus años largos. Y con la po
floran de blanco como el altar mayor para la fiesta blación densa, en la Meseta se concentra también ras hasta los riñones, chambergos de lona que
de Pascua navideña. Después, los cielos bruñidos y la actividad hum ana, el labrantío de la tierra, los fué blanca cuando nueva, enjorquetados sobre la No hay en toda la América española, en donde
limpios del verano, sus tardes suaves y frescas, cañales azules de «piojota», los tupidos y verdes albarda, a la que va amarrada la botella de a democracia tiene su expresión más imperfecta,
hacen que se empajonen cañadones y canforros y cafetales de «arábigo», «híbrido» y «borbón», bajo casusa, por si la faena es brava. El sabanero jine-
se levanten las polvaredas de las pampas.
Los dos festones de sus espumas se cortan, al
norte, por el San Juan, atorm entado en el co
mienzo y manso y ancho ya cerca del m ar; por el
o
a de Echand
E1 deseo ferviente de disponer de caya y R o dríguez, M ontealegre y Ca- les en la capital de Costa R ica. El
un teatro adecuado para la presen razo, W m . L acheur-Lyon, R icardo costo to tal de la obra ascendió a la
tación de espectáculos de arte, llegó M ontealegre, Francisco A lvarado C „ sum a de 1.400.000 pesos o ro, que sig
a su culm inación cuando en 1889, P . J. V alverde, Pedro T errés, A. G a nifica la sum a de 670.000 dólares o
después de actuar en G uatem ala, la llard o , L. F . Jim énez, G ordiano 4.500.000 colones. La construcción
com pañía de A delina P atti no pudo F ernández, Luis F ernández, Rosario con tan alta inversión económ ica,
presentarse en nuestra capital por F . de F ernández, Echeverría y Cas considerando las posibilidades del
falta de un local adecuado. U n g ru tro, J . R. M ata, F élix A. M ontero, país y de la época, m ereció fuertes
po de distinguidos agricultores y co Pagés, Cañas y C ía., O rtuño y C ía., críticas y la exteriorización de c ri
m erciantes presentaron a la conside Cecil S harpe, U rib e y B atalla, José terios tendientes a destinar ese d i
ración del entonces P resid en te de la A ntonio L ara, R. C ortés, A. Colla nero a otros fines de orden práctico
R epública, doctor don Carlos D u rán , do, José Joaq u ín T rejo s, Ju lio P iza, y en beneficio de nuestra ag ricul
quien ejercía la prim era m ag istratu R ie. F . C ooper, A. E. Jim énez, M á tu ra.
ra de la nación, como designado a xim o F ernández, F . P eralta, W al El T eatro N acional de Costa Rica
la Presidencia, el docum ento que se te r J. F ield , José M ercedes R ojas, fué inaugurado oficialm ente el 19 de
transcribe a continuación, y se ap re J. A lfaro, Juana A. de E cheverría, o ctubre de 1897, y constituyó el acto
ciará en él la sobria claridad con M iguel B renes, A scensión V argas, social de m ayor trascendencia en el
que se hace el planteam iento : Francisco V argas. San José, M arzo siglo pasado. P ara la inauguración se
«Señor D esignado en el ejercicio l.° de 1890.» contrató a la famosa com pañía de
de la P residencia, D octor don C ar Al com entar esa nota, don Octavio P ed ro A ndrés A ubry, la que estaba
los D urán : Los infrascritos, com er Castro Saborío, ad m in istrad o r desde integrada p o r más de setenta artis
ciantes y agricultores, deseosos de hace m uchos años del teatro, m an i tas del elenco de la O pera de P arís,
que se construya un teatro para des fiesta : «P or eso decim os con p ro y presen taro n la p rim era noche Faus
canso y solaz de la población, con piedad que nuestro bello T eatro N a to, del in m o rtal G ounod. La tem
vencidos de que una capital de la cional fué construido con granitos
porada de la com pañía francesa te r
cultura de ésta no puede estar p ri de café.»
El P resid en te D urán acogió e n tu m inó el 30 de enero de 1898, después
vada de un centro como ése, y de
que las rentas nacionales no p ro d u siasta la in iciativa, y el 26 de m a r de 113 representaciones.
cen un superávit que d estin ar a la zo de 1890 se creó el im puesto sobre N uestro T eatro N acional continúa
realización de la obra, ofrecem os pa- el café, y el 28 de mayo del m is siendo una m aravillosa obra de arte,
gar con tal objeto, y m ientras sea mo año, ya siendo P residente de la dentro de las lim itaciones de espa
preciso, cinco céntim os p or cada R epública don José Joaquín R o d rí cio y necesidades de un pequeño
arroba de café que se exporte, lo guez, se dió la ley que ordenaba país, ya que su capacidad m áxim a es
cual produce, aproxim adam ente, se- la construcción del teatro. para 1.200 personas.
EL MUSEO
NACIONAL
L Museo Nacional de Costa Rica fué fundado en 1887 mas de construcción de las fosas aborígenes, y ayudan a vi
0
por el naturalista Anastasio Alfaro González y de talizar la historia no escrita de la Costa Rica precolombina.
dicado a albergar las colecciones de la Historia Na La sala de Etnología encierra solamente el material lo
tural y la Arqueología. El edificio en que actualmen cal. Hace destacar las diferencias entre las tradiciones y cos
te está colocado es el antiguo cuartel de Bella Vista, tumbres de los cinco grupos que componen la actual pobla
ya convertido en la «casa del pueblo». Lo administra ción indígena : los dos grupos negroides y las clases campesinas
una junta semiautónoma y «ad honorem» bajo la ju de la península de Nicoya y de la Meseta Central.
risdicción del Ministerio de Educación Pública. El Mu Las exhibiciones históricas abarcan la reconstrucción de
seo es financiado por medio de una subvención congresionaluna
y casa colonial con su mueblería, símbolos y documentos
en parte por la ayuda de la municipalidad de San José. Está pertenecientes a la República, la primera imprenta del país
abierto diariamente, con excepción de los lunes, y su entrada y libros que se refieren a Costa Rica, desde su descubrimiento
es gratis. El programa del Museo es de constante variación, hasta la malaventurada Federación.
con el propósito de estimular y despertar el interés de la opi Se exhibe arte religioso y escultura y pintura modernas,
nión pública. Las manifestaciones en la sala de Arqueología incluyendo obras del finado artista costarricense Max Jimé
se presentan tanto con la idea de demostrar los detalles téc nez. También desfilan por la galería de Arte, en constantes y
nicos de los objetos como para demostrar gráficamente su variadas exhibiciones, ejemplares de museos del exterior y
uso, en combinación con un fondo artístico. Estas incluyen artistas nacionales y extranjeros.
procesos como la elaboración de los jades y las diferentes for La Historia Natural está representada por la fauna local
y de otras regiones. Es interesante no
ta r que una de las tres colecciones bo
tánicas más famosas de América, la de
Henri Pittier, se conserva en el Museo
Nacional de Costa Rica y está al alcan
ce de los estudiosos.
Hay dos elementos únicos en este
Museo. Uno es la Torre de Oro, donde
los objetos precolombinos de metal y
las técnicas aborígenes de la orfebrería
se encuentran en exhibición, y el otro,
la sala de Problemas Nacionales. Esta
última se llama «¿Adonde vamos?» Pre
senta de una manera gráfica los pro
blemas fundamentales del país y las
causas que los producen. No se da la so
lución, y el individuo tiene que resolver
las preguntas que estos problemas le
han sugerido.
Hay altoparlantes en algunas de las
salas de exhibición. Sirven para que la
música folklórica se extienda por todo
el edificio en horas especiales. Las pu
blicaciones del Museo incluyen catálo
gos referentes a las exhibiciones pres
tadas y a las permanentes, tales como
las de oro y jade. Los jardines ostentan
rosas y una colección botánica de plan
tas endémicas.
Lo cierto del Museo Nacional de Cos
ta Rica es que está al alcance de todos,
y es un libro de texto funcional tanto
para la juventud como para el público
en general.
DORIS STONE
en
co or
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^ V o l e r a É / rp © C ^
cA í * F U N DADA I M / FI O
DELA F R O N T E ^ ,
EL B R A N D Y D E MAS P R E S T IG IO D E ESPA Ñ A
COSTA RICA
LA IGLESIA
CAT OL I CA
EN
Costa Rica, sufragánea de la par Stork, también de la Con cas líneas el gran arzobispado
Antecedentes
arquidiócesis de Guatemala e gregación de la Misión, hasta de monseñor S a n a b r i a . Sus
independiente de la diócesis de el año de su muerte, en 1920, obras constituyen ya el monu
históricos Nicaragua, con la cual estuvie que le sorprendió en su tierra mento más glorioso que jamás
ra unida desde 1531. Primer natal, Colonia, mientras bacía pueda levantársele : obras pas
obispo de la nueva diócesis de la Visita ad Limina. Después torales, obras sociales, obras
READA en 1531 la Costa Rica fué el ilustrísimo se de una vacante de dos meses, científicas. Entre sus obras pas
C
diócesis de Nica ñor don Anselmo Llorente y fué creada la provincia eclesiás torales está la monumental obra
ragua y Costa R i Lafuente, a quien sucedió, en tica de Costa Rica con la bula de los Seminarios, el Sínodo
ca, com o sufra 1880, después de una vacante Praedecessorum, del 16 de fe arquidiocesano de 1944, sus no
gánea de la pro de nueve años, durante la cual brero de 1921, siendo elevada tables cartas pastorales, la ra
vincia eclesiásti la diócesis fué gobernada por la diócesis de San José al rango dioemisora católica Radio Fi-
ca de Lima, Costa Rica perte el ilustrísimo monseñor Luis de arquidiócesis y creándose la des. Obras sociales de monse
neció a esta última hasta 1743, Bruschetti, administrador apos diócesis de Alajuela y el vica ñor Sanabria : la pastoral de
año en que fué erigida la pro tólico, el ilustrísimo monseñor riato apostólico de Limón, de 1940 sobre el justo salario, la
vincia eclesiástica de Guatema Bernardo Augusto Thiel, de la pendiente de la Congregación Central Sindical Rerum Nova-
la, de la cual pasara a formar Congregación de la Misión, de Propaganda Fidei. Primer riim, fundada bajo su inspira
parte la diócesis de Nicaragua natural de Elberfeld, provincia arzobispo de la arquidiócesis de ción. Como científico: aca
y Costa Rica. del Rhin (Alemania), «uno de San José fué el excelentísimo démico de la Lengua, miembro
Fué ya en el año 1850 cuan los prelados más eminentes del señor don Rafael Otón Castro, de la Academia de Geografía
do Costa Rica, veintinueve episcopado americano» y, sin el cual, después de dieciocho e Historia. Sus libros históri
años después de haber obteni lugar a dudas, una de las figu años de fecundo gobierno, fué cos : Anselmo Llorente y La-
do su independencia política, ras más extraordinarias de la sucedido por el segundo arzo fuente, La prim era vacante ;
logró alcanzar también la ecle historia patria. M u erto en bispo de San José, el excelen Bernardo Augusto Thiel, se-
siástica, cuando el Papa Pío IX, 1901, después de veintiún años tísimo señor don Víctor Sana gundo obispo de Costa Rica,
con la bula Christiane religio- de arduo y fecundo gobierno bria Martínez, nacido en San y Episcopologio, constituyen la
nis Auctor—26 de febrero de pastoral, fué sucedido por el Rafael de Oreamuno en 1899. obra histórica más completa
1850—, erigió la diócesis de ilustrísimo monseñor Juan Gas Es muy difícil resumir en po sobre la Iglesia de Costa Rica.
Amante fervoroso de la Vir bitantes, y en diciembre de fieles; Vitoria, uno por 200; aun en las clases sociales más
gen de los Angeles, publicó 1958 alcanzó una población de Burgos, uno por 900 ; San Se favorecidas.
D o c u m e n to s h is tó r ic o s de 1.093.110, lo cual da un au bastián, uno por 900; El Salva
Nuestra Señora de los Ange mento de población en ocho dor, uno por10.000 ; Hondu
le s . M u e r t o inesperadamente años de 292.235 habitantes, que ras, uno por10.500; Nicara
en la noche del 8 de junio de equivale a un aumento anual gua, uno por 7.500; Panamá, Las esperanzas
1952, fué sucedido por el exce proporcional de 36.529 habi uno por 8.300; CostaRica, uno
lentísimo señor don R u b é n tantes. Considerando a ho r a por 5.500; Guatemala, uno por
A pesar del anterior cuadro,
Odio Herrera, tercer arzobispo que en el Seminario Central se 28.000. No cabe duda de que la
poco c o n s o l a d o r , tenemos
de San José, quien actualmen ordenan cada año un promedio fe católica en la América lati
m o t i v o s más que suficientes
te, con admirable prudencia de cuatro o cinco nuevos sacer na es un verdadero milagro
para sentirnos optimistas. Por
pastoral y paterna dedicación dotes, podemos ver cómo ape moral de la Providencia di
fortuna, nuestro pueblo lia ido
al clero y a los fieles, empuña nas es lo suficiente para man vina. adquiriendo conciencia cada
el báculo pastoral. tener la proporción de un sacer 2) Falta de una instrucción
vez más de lo que significa la
Hoy día, Costa Rica consti dote por 5.500 fieles (números religiosa más sólida. Problema
obra de las vocaciones sacerdo
tuye una provincia eclesiástica redondos), y esto sin contar a este debido tanto a la escasez
tales y religiosas. Son ya va
con u n a arquidiócesis (San los sacerdotes que anualmente de sacerdotes como a la expul
rios los seminarios y colegios
José), dos diócesis sufragáneas mueren. Problema este el más sión de Cristo de las escuelas
apostólicos que han surgido en
(Alajuela y San Isidro de El grave que en toda H i s p a n o y colegios durante casi medio
nuestro suelo, los cuales ponen
General) y un vicariato apostó américa d e b e a f r o n t a r la siglo, a partir del movimiento
de manifiesto que las vocacio
lico, dependiente de la Sagra Iglesia, pues teniendo el 33 por anticlerical característico del
nes existen y que es necesario
da Congregación de Propagan 100 de la población católica del último cuarto del siglo pasado,
saber suscitarlas y cultivarlas.
da Fidei. mundo, solamente cuenta con «tendencia superficial, adven
En Costa Rica el anticlericalis
el 6,6 por 100 del número de ticia, de importación, no jus
mo característico de algunos
s a c e r d o t e s existentes en el tificada por la realidad nacio
movimientos y reformas típicas
globo. Francia tiene un sacer nal)). Actualmente, desde hace
del siglo pasado está radical
Los problemas dote por cada 720 fieles ; In casi veinte años, la enseñanza
mente superado. La Iglesia de
glaterra, uno por 400 ; Alema religiosa en escuelas y colegios
Costa Rica, primera abandera
nia, uno por 1.000; América aun no oficiales lia sido resta
1) Escasez de clero. Según da en las importantes y tras
latina, uno por 6.000. Compa blecida ; pero es éste un perío
datos de la Curia metropolita cendentes reformas y m o v i
remos la p r o p o r c i ó n entre do aún demasiado breve para
na, Costa Rica tiene 152 sacer mientos sociales de estos últi
sacerdotes y fieles en algunos compensar la deficiencia de una
dotes seculares y 118 regulares, mos veinte años, y colocada a
lugares de España con las na sólida instrucción y formación
esto es, un total de 270 sacerdo la cabeza en la obra de la edu
ciones centroamericanas : Va religiosa durante tanto tiempo,
tes en todo el territorio nacio cación, goza de un merecido
lladolid, un sacerdote por 450 cuyas consecuencias se reflejan
nal. Por otra parte, la pobla prestigio en todos los órdenes
ción de Costa Rica, según los de la vida nacional y es respe
datos oficiales publicados por la tada aun por aquellos que no
Oficina de Estadística y Censos, suscriben por entero o en parte
hasta principios de diciembre sus doctrinas religiosas o bien
de 1958, era de 1.093.110 habi no reconocen en ella una ins
tantes, lo cual da un resultado titución sobrenatural. Poco a
de un sacerdote por cada 4.418 poco las clases dirigentes, y es
habitantes. De esto se deduce pecialmente las intelectuales,
que si consideramos que para lian comenzado a acercarse nue
atender debidamente a los fie vamente a ella, y no son pocos
les se requiere, como mínimo, los profesionales y catedráti
un sacerdote por cada 1.000 ha cos que, llevando en armónica
bitantes, t e n e m o s que Costa unidad su fe y prácticas reli
Rica necesita 1.093 sacerdotes, giosas con su ciencia y compe
de los cuales sólo tiene 200 (con tencia profesional, constituyen
cura directa de almas en minis un testimonio fehaciente en
terio parroquial), de donde se abono de la legitimidad y fe
sigue que nos hacen falta nada cundidad individual y social de
menos que 893 sacerdotes. Ba una tal actitud de catolicismo
jando un poco estas cifras y integral.
calculando un sacerdote poi El aumento evidente de las
cada 2.000 fieles, Costa Rica vocaciones sacerdotales, la vi-
necesitaría 546 sacerdotes, de talización de la familia cris
los cuales sólo tiene 200, por tiana. la difusión de la ins
cuya razón le faltan 346. En trucción religiosa y la partici
Costa Rica un ministro pro pación activa del laicado, bajo
testante atiende un promedio muy diversas formas, en la obra
de 350 adeptos, mientras que de recristianización de nuestra
un sacerdote católico debe aten sociedad, constituyen, en tr e
der (no sabemos cómo . .) a otros, fundados motivos para
5.460 fieles. Según los datos de esperar y trabajar confiada
la Oficina de Estadística y mente por un floreciente resur
Censos, Costa Rica, en 1950, gimiento espiritual de nuestra
tenía un total de 800.875 ha amada patria.
REFLEXIONES EN TO RN O
A UNA FABRICA DE CEMENTO
P o r
A L B E R T O F . C A Ñ A S
ENTARSE a h ab lar de la tierra propia p a ra que de ella se enteren los Quien examine a los grandes hombres de nuestra sencilla historia de Repú
que, físicamente extraños, no lo son en el espíritu, es ta re a am ena blica c a e rá en la cuenta de que el común denominador que los une (y que es
y sabrosa, de esas que se acometen con entusiasm o y se terminan quizá el que los hace grandes) es su cam pechanía, su condición de arquetipos
siempre con la desilusión de no h ab er podido transmitir al lector u morales del hombre medio, su facultad de confundirse con el p adre o el her
oyente—que se sabe atento y compasivo—la emoción interna con que mano de cad a uno, de ser—en el campo humano— los representantes de una
se emprendió la labor. tierra pequeña, de altas y niveladas m esetas, sin grandes cumbres ni grandí
La em presa, ah o ra que me he puesto a h a b lar un poco de Costa simos abismos.
Rica, me parece ard u a en extremo, porque no es el mío p aís que m a De suerte que la mejor m anera de acercar al extranjero a nuestro espíritu
raville por la riqueza o varied ad de su folklore, por el atractivo de es h ab lar del costarricense como peculiar espécimen sociológico, en la esperanza
una música que h a y a trascendido la s fronteras o por la h uella a r de que, al sab er algo del costarricense, llegue el lector a saber algo del país,
tística de un período colonial de brillo. No encuentra aquí el viajero a im aginarlo y a construírselo, porque el hombre de Costa Rica está hecho, o
p lay as asom brosas ni lagos de cartel turístico, que aquí, con ser se h a hecho él mismo, a im agen y sem ejanza de la tierra donde nació.
todo bello (y quienes aquí nacimos lo pregonam os a lengua suel El costarricense vive dentro de u n a complicada y perenne discusión pública.
ta), las cosas lo son plácidam ente, sin exceso ni contraste. La placidez y la Y en los p asados m eses arm ó u n a que se me antoja puede contribuir a dar
ausencia de contrastes y de excesos son la característica principal de nues la clave o una de las claves p a ra interpretarle y conocerle. Se trata de una
tra geografía (aunque hay hermosos volcanes empinados), de nuestra historia polémica aca lo ra d a q u e se suscitó alrededor de un proyecto-tendiente a ins
(aunque hemos llenado nuestra pequeña cuota de sangre y heroísmo) y de tala r aquí u n a fábrica de cemento, que es industria de que aquí carecemos,
nuestros hombres. Nuestros montes no llegan a los 4.000 metros; de nuestras aunque contamos con la m ateria prima.
conmociones políticas, ninguna nos h a arrebatado la vida de 10.000 hombres: De inmediato se delinearon dos bandos calurosos: uno que oponía a que
no hemos dado a América ni un poeta que la cubra ni un músico que la cante. la fábrica fuese de propiedad privada, y otro que se oponía, a su vez, a que el
Porque así como nuestras bellezas n aturales h an estado aquí p a ra deleite de los dicho negocio fuera em presa pública o gubernam ental. Resultado de la ardua
costarricenses y no del turismo estruendoso, así nuestros poetas, nuestros escri discusión es que en Costa Rica estam os todavía sin fábrica de cemento. Y.
tores, nuestros pintores y nuetros músicos han trab ajad o p a ra nosotros, y m ientras o mucho me equivoco, o ése era el resultado que todos los costarricenses, sin
más alta es la estim a en que podamos tenerlos y m ás em peñosa la fruición con saberlo, perseguían.
que los estudiamos, m ás nos convencemos de que trabajaron p a ra nosotros, p a ra Este país, sin asom brosas eminencias geográficas, históricas o culturales,
que los costarricenses nos reconozcamos en ellos. Al tomar en nuestras manos es un país donde el hombre se h a acostum brado a m irar la s cosas al nivel de
los libros de nuestros dos grandes clásicos (uno en prosa, otro en verso, ambos sus ojos, a no elevarlos mucho ni a bajarlos, y donde h a terminado por producir
humoristas), lo hacem os con la intención de conversar con ellos como con viejos una de la s sociedades m ás igualitarias de que h a y a memoria. Cuando se pro
amigos de la familia y no con el respeto y reverencia con que en otras latitudes duce la queja—m uchas veces explicable—de que el costarricense no respeta a
se acercan los hombres a sus cumbres. Y a nuestro m ás alto y destructor volcán sus superiores, de cualquier estirpe que ellos sean, el quejoso se olvida de
le hemos construido una carretera de concreto que nos permite visitarle los do redondear la idea y de reconocer que al mismo tiempo, y v a y a lo uno por lo
mingos y trab ar con él una especie de cam aradería de picnic sin paroxismos. otro, el costarricense tam poco m enosprecia a sus 'inferiores. Todos somos
Reflexiones . . .
SEVILLANA tarricense lev an ta su cabeza por encim a d e la cabeza del prójimo, el prójimo
no le degüella, sino que se limita a b ajarle el piso, p a ra que su cabeza recobre
el nivel que le corresponde.»
Esto, que se dirigía a interpretar el suplicio de los artistas y creadores,
tiene u n a aplicación m ayor que la que su autora pretendía. Porque p a ra que
a un costarricense «le b ajen el piso» no es necesario que se a un artista, escritor
ALMACEN DE VIVERES Y LICORES o simple hombre de talento; el afán de sobresalir puede brotarle por otros con
tornos: por el lado del b uen éxito financiero, por ejemplo. Y preocupa mucho al
costarricense medio que su vecino se h a g a rico, porque desconfía del rico como
desconfía del genial.
De pronto un costarricense em prende en cosa n u ev a y desconocida; inventa
u n a industria (porque el costarricense es industrioso, inventivo y hábil p a ra
★ la m aquinación financiera) y comienza a prosperar. No h a y m an era de arrui
narle, que sería degollarle; pero h ay modo de b a ja rle el piso p a ra que se co
loque a nivel, y de inmediato h ay cinco o diez costarricenses tan hábiles como
él, tan buenos adm inistradores como él, que em prenden en actividad idéntica
a la suya. El resultado es que el iniciador del negocio no logra hacerse inmen
IM PO RTADO RES DE LO S MEJORES sam ente rico, porque el m ercado y la clientela term ina por compartirlos con los
ARTICULOS DEL MERCADO otros, y en vez de un hombre inm ensam ente rico, tenemos entonces a cinco o
diez hom bres m edianam ente ricos, que es lo qu e deseábam os.
EUROPEO Y AMERICANO Procede en este punto lanzar la m irada h acia a trá s y recordar que desde 1502
(fecha en que Cristóbal Colón desem barcó en nuestra costa del Caribe) v a sta 1821
(fecha en que G uatem ala declaró en paz su independencia y nos llevó a nosotros
como provincia que éram os de su C apitanía General), Costa Rica fue región muy
poco codiciada por conquistadores y encomenderos. Los españoles que aquí lle
garon respondían m ás a l concepto de colonos que al u su al de conquistadores;
★ no h a b ía en este territorio ni g ran d es m inas ni cantidades de indios susceptibles
de ser puestos a trab ajar. De modo que los únicos que se interesaron por afin
carse aquí fueron aquellos que estab an dispuestos a la b ra r la tierra con sus
propios brazos o con los d e su inm ediata fam ilia y quizás los de algún esclavo
suelto que se p odía adquirir. Y la independencia nos encontró, rincón a tra sa
APARTADO 2209 • TELEFONOS 6150-1762-4111 dísimo y ag rario a d u ras p e n a s del Im perio español, donde no se encontraban
g ran d es latifundios, sino p eq u eñ as p arcelas fam iliares, y donde, en consecuen
cia, h a b ita b a u n a m odesta población d e pequeños propietarios. ¡Una porción
de América donde la tierra estab a dividida...!
SAN JOSE COSTA RICA El costarricense se habituó a vivir entre peq u eñ as haciendas, entre pequeñas
porciones de tierra, entre p eq u eñ as casas, entre p equeñas fortunas. Y convencido
de que e sa organización económica y social e ra la que le d e p a ra b a el vivir
tranquilo q u e casi siempre tuvo, porque su p atria no e ra escenario de la s luchas
sangrientas por la posesión de la tierra que en otras p artes se veían, h a re
afirmado, generación tras generación, su confianza en la pequeñez de la for
tuna, que es reflejo de la pequeñez del territorio de la nación. Y aunque p a ra
algunos esto le h a y a achatado y le h a y a inducido a poner tam bién su con
fianza en la pequeñez del talento, es lo cierto que con esta concepción particular
de la s cosas h a conseguido el ideal (no muy ambicioso, no muy glorioso, no
muy heroico) de la a u ra medíociitas.
Quien estas cosas comprenda, verá que anduvieron muy descam inados quienes
interpretaron la discusión provocada por la fábrica de cemento como un trasplante
a nuestro suelo de la joven polém ica entre em presa p riv ad a y propiedad estatal,
que intereses privados p arecen em peñarse en p resen tar como la m ás importante
del siglo, olvidándose de que cosa de dinero no puede serlo. Y m ás se equivo
caron quienes, tirando fuertem ente de las cosas, la presentaron, de un lado, como
discusión entre capitalism o egoísta y diecinuevesco y espíritu social de servicio,
y del otro, entre la libertad espiritual del hombre y la s tendencias h acia el co
munismo ateo.
En Costa Rica, p ugna concebida en tan solemnes y pomposos términos no
h a b ría podido prosperar; le b a ja rían el piso a la p ugna misma. En realidad, las
dos posiciones estab an b a sa d a s en el intrínseco temor a lo grande^ que aqueja
a todo costarricense. Quien d e seab a la fábrica estatal lo hacía, m ás que todo,
por desconfianza h a c ia la enorme fortuna latente que en el proyecto h a b ía p ara
el individuo promotor; quien d e se a b a la fábrica p riv ad a desconfiaba m ás bien
del poder que el Estado—y, por ende, los políticos que se turnan en su manejo—
ib a a adquirir con la descom unal em presa. «Una em presa muy grande en Costa
f}¡ca —dij0 h ace pocos años un estadista costarricense— es como un a b allen a en
u n a laguna.» El problem a no estriba, pues, en definir quién iba a ser el dueño
de la b allena. El problem a residía en el tam año del cetáceo.
Lo que nos gusta es sentim os cerca del prójimo, saberlo d e nuestro tamaño,
alcances y circunstancias; estar seguros d e que es accesible, de que podemos
verle y h ab la rle cuando a bien lo tengam os (y ésta es condición que exigimos
señaladam ente de los Presidentes d e nuestra República), y el hombre que crece
mucho, que se hace muy famoso o muy rico, o muy importante, pierde e s a con
dición indispensable. En Costa Rica, como en el resto de América, se h a b la y se
discute mucho sobre el tem a de las inversiones extranjeras, de la s qrandes cor
poraciones interesad as en desarrollam os. Pero aun cuando comprendemos la
necesidad d é crecer, h a y un sentimiento instintivo que quisiera que el desarrollo
viniese por o tras vías. En conversación con algunos inversionistas norteam erica
HOTEL EUROPA
EL NOMBRE DE MAS PRESTIG IO EN LA H O TELERIA C O STA
nos que querían enviar su capital a Costa Rica, uno d e nuestros Presidentes les
citaba el ejemplo de algún norteam ericano que h a b ía llegado a este p aís como
inmigrante, con u n a sum a ño cuantiosa de dinero, y se h a b ía establecido con
u n a p e q u eñ a industria, en la que h a b ía prosperado. «En Costa Rica—agregó—
RRICENSE, AHORA EN SU NUEVO Y MAS M O DERNO EDIFICIO preferimos a l norteam ericano sin dinero que a l dinero sin norteamericano.» El
g ran consorcio es impersonal, y por eso el costarricense de la calle le tiene una
extraña e instintiva desconfianza, que no a c a b a de formular. Con un consorcio
BAÑO PRIVADO EN TO D A S LAS HABITACIO NES no p uede uno detenerse a ch arlar en u n a esquina.
¿Virtud o vicio? ¿Buena calidad o defecto? V ay a uno a saberlo. Pequeños
vivimos en nuestro p aís d e v alles y m esetas, que no tiene ríos que hacen hori
zontes, ni montes como torres, ni abism os como infiemos; donde todos somos
Apartado 72 • Central local 5777 • Cable EUROPA iguales; donde nadie alcanza excesiva fam a ni tampoco excesivo desprestigio;
donde morimos como nacem os, sin m irar a nadie reverentem ente ni por encima
SA N J O S E C O S T A R IC A del hombro, pero prestos a nivelarle la cabeza, m ediante el truco de b ajarle el
piso, a quienquiera que intente hacem os sentir que es superior por el nacimiento,
la estatu ra o el dinero.
ECONOMIA
COSTARRICENSE
ALGUNAS CARACTERISTICAS
Por RAUL HESS E.
Profesor de la Universidad,
ex ministro de Hacienda
L
esencialmente agrícola. Así lo demuestran los estudios estadísticos llevados a
cabo durante el período 1946-1956, en el cual se observa que la contribución de
la agricultura a la producción nacional ascendió en promedio a 35 por 100. La
industria representó únicamente un 9,7 por 100. Una visión más completa de
la composición de la producción nacional la da el cuadro siguiente :
FUENTE :
Proyecto de investigación del desarrollo económico de Costa Rica.
Se observa también en dicho cuadro que la estructura productiva del país no ha cam
biado sustancialmente en los últimos años, aun cuando el producto por habitante, medido
en dólares, ascendió de 226 a 316, comparando los años extremos de ese lapso.
El hecho de que creciera tan rápidamente el producto por habitante sin haber sido acom
pañado dicho crecimiento por una modificación de la estructura productiva hacia la indus
trialización, como habría sido lo normal, se debió a las importantes ganancias derivadas
del comercio exterior del país, originadas en un extraordinario aumento de la cantidad de
artículos exportados y el mejoramiento de algunos de los precios internacionales de esos
artículos.
La afirmación anterior pone de manifiesto la alta dependencia de la economía de Costa
Rica de su comercio con el extranjero. Así, por ejemplo, la relación entre las exportaciones
y la producción nacional osciló entre un 21 por 100 en 1956 y un 38 por 100 en 1948.
Nótese como la importancia relativa de las exportaciones ha venido disminuyendo; pero
si tomamos en cuenta que esa relación se ha medido respecto de cifras cada vez mayores
de la producción nacional, los coeficientes así obtenidos, aunque menores, siempre denotan
en valores absolutos que el impacto de las exportaciones sigue siendo todavía de una cuan
tía considerable. . .
Las principales exportaciones del país están constituidas principalmente por el cafe,
banano y cacao. Se puede afirmar que estos tres productos, en conjunto, representan_alre
dedor del 90 por 100 en los dólares ingresados en el país por concepto de exportaciones.
Los principales mercados han sido los Estados Unidos y algunos países de Europa Occi-
dental, principalmente Alemania. _ , .
Dentro de la configuración general del comercio exterior de Costa Rica resulta de in
terés destacar la alta propensión .a consumir artículos importados que caracteriza a la po
blación. Esta tendencia produce constantes presiones hacia el desequilibrio de la balanza
de pagos por la razón de que el fuerte proceso de desarrollo económico _por el que atraviesa
el país requiere de mayores cantidades de bienes de capital, combustibles y materias pri
mas provenientes del extranjero, y, por otra parte, el mayor ingreso por habitante, que
presupone un creciente ritmo de desarrollo, incita al público a consumir mejores y mas
abundantes bienes, que, por lo general, no son de producción nacional.
Con lo anterior queda claro que las autoridades económicas del país tienen planteado
el problema de aumentar las exportaciones, sustituir importaciones o ambas copas simul
táneamente. Como es sabido, la desfavorable situación actual en los mercados internacio-
nales para los principales productos de exportación del país no presenta un ambiente fa
vorable para la primera de las alternativas citadas. Es entonces en una política económica
encaminada a sustituir importaciones donde se puede encontrar una solución más acorde
con la realidad.
Para una política de la naturaleza de la que se menciona en el párrafo anterior, el país
cuenta con recursos naturales suficientes y con una población de un nivel cultural bas
tante elevado que le permite fácilmente asimilar las técnicas de producción de la mayoría
de los bienes que tendrían que producirse dentro del territorio nacional.
En un marco geográfico de 50.911 kilómetros cuadrados de extensión, los habitantes
del país todavía disponen de abundantes recursos naturales, no sólo para ampliar y mejo
rar la cantidad y calidad de los tradicionales productos agropecuarios, sino que también
cuenta con recursos como, por ejemplo, grandes reservas hidráulicas para la generación
de energía eléctrica, lo que podría producir a su vez un intenso desarrollo industrial como
factor básico que es para éste.
La densidad de la población en 1950 era de solamente 16 habitantes por kilómetro cua
drado; esto da una idea entonces de que no se presentan ni se presentarán en un futuro
cercano los grandes desequilibrios entre población y tierras útiles que aquejan hoy día a
algunos países densamente poblados; no obstante, la población crece con una tasa anual
cercana al 4 por 100, constituyéndose así en una de las expansiones de población más altas
del mundo.
Dentro del cuadro favorable que se plantea en el párrafo anterior, solamente habría
que llamar la atención sobre el hecho de que en la Meseta Central, donde se concentra
el 45 por 100 de la población total, sí se presenta en cierto grado el desequilibrio tierra-
hombre, ya que se trata de un área reducida que soporta un núcleo poblacional importan
te. A esto ha contribuido la costumbre en cuanto a la transmisión por herencia de la pro
piedad. En virtud de esa tradición, la pequeña propiedad se va atomizando entre la des
cendencia, a la vez que dificulta la movilidad social por el arraigo a la tierra propia que
engendra entre los campesinos.
Consecuencia de la gran expansión demográfica que el país viene manifestando desde
hace ya bastantes años es el hecho de que la población, en términos generales, es bastan
te joven. Esto, que por el momento produce un alto coeficiente de personas dependientes
por cada una de aquellas que trabajan, representa, por otra parte, una reserva de recursos
humanos que pronto engrosará la fuerza de trabajo del país. Esta situación, que se pre
sentará en el futuro, ameritará serias consideraciones de parte de los elementos dirigentes
del país, ya que se hará necesario un considerable esfuerzo de capitalización que permita
ofrecer oportunidades de trabajo a los nuevos contingentes de mano de obra. No quiere
esto decir que el costarricense consume ahora todo lo que produce, pues dedica el 15 por 100
del valor de su producción total a incrementar el equipo productivo. Pero ese esfuerzo, con
ser importante, no basta para contrarrestar el acelerado índice de crecimiento de la po
blación y a la vez mejorar el nivel medio de ingreso por habitante.
En el ámbito de la actividad del Estado propiamente dicha, el rápido crecimiento de
la población a que se ha venido haciendo referencia presenta graves problemas, cuya so
lución generalmente corresponde al Gobierno. Las necesidades más apremiantes para un
Dais nuevo y de tradición democrática como lo es Costa Rica, se plantean por su orden en
los siguientes campos : educación, sanidad y obras de tipo comunal. Estas necesidades debe
afrontarlas el Estado costarricense con recursos que tradicionalmente han sido escasos y
que no han sufrido un ritmo de expansión paralelo al de las necesidades anteriormente
apuntadas.
El producto de las presiones a que dan lugar las necesidades en crecimiento, ya men
cionadas, ha conducido a que el sector del Gobierno se haya expandido de una cifra de
86,2, correspondiente a 1946, de un índice con base en 1950, a 108,5 en 1956, duplicán
dose la importancia económica de este sector a través de los salarios que se pagan a los
servidores públicos, de las compras que efectúa el sector al de los negocios, etc.
Resulta interesante destacar que. entre los gastos del Gobierno, los correspondientes a
educación pública representan alrededor de la tercera parte del presupuesto anual de la
nación. Consecuencia de ello es el hecho de que en 1950 el analfabetismo total ascendía al
21,24 por 100, siendo en la población urbana de solamente un 8,12 por 100 y en las zo
nas rurales de 28,49 por 100. Esta es una situación que coloca a Costa Rica en una posi
ción privilegiada dentro de las demás naciones hispanoamericanas. Sin embargo, el avance
de la cultura da lugar a que la población pretenda módulos más altos de consumo y un
mayor standard de vida en general, alimentando así las presiones sobre los escasos re
cursos del país para dejar satisfecho al mayor número.
Es necesario comentar por separado la importancia que. dentro del régimen adminis
trativo de Costa Rica, tienen las instituciones autónomas. Estas son entes descentraliza
dos, que han sido fundados con el objeto de oue atiendan una función pública importante,
que se ha creído conveniente desligar del Gobierno central para ponerla a salvo de los
vaivenes políticos. En esta forma funcionan en la actualidad organismos como los siguien
tes : el Instituto Costarricense de Electricidad, el Instituto Nacional de Vivienda y Ur
banismo, el Consejo Nacional de la Producción, la Universidad de Costa Rica, el Sistema
Bancario Nacional, la Caja Costaricense de Seguro Social, el Instituto Nacional de Se
guros y las municipalidades. La actividad de estas instituciones observó un crecimiento
de 81.4 en 1946 a 240,7 en 1956, con base en un índice en que 1950 es igual a 100.
Para financiar los gastos del Gobierno y de algunas de las instituciones que se men
cionan, el Estado tiene como recursos principales los aue le producen los impuestos in
directos, fundamentalmente el de derechos de importación, que representó en 1958 el 56
por 100 de los ingresos efectivos del Gobierno. A este impuesto siguió en importancia el
gravamen sobre las utilidades, cuyo mayor aporte corresponde al impuesto pagado por la
Compañía Bananera de Costa Rica.
Puede observarse por lo anterior cómo se refleja en los ingresos del Gobierno la im
portancia aue tiene el comercio exterior para toda la economía del país. De esa manera los
ingresos públicos, que constituyen la capacidad del Gobierno para hacer frente a las cre
cientes necesidades de la población, quedan sujetos, en muv buena parte, a las fluctuaciones
de las importaciones, que son el resultado d°l nivel del ingreso nacional, el aue a su vez
es consecuencia de los precios a los que se paguen los productos de exportación.
Con lo anteriorse quiere poner de manifiesto aue. aunque el país está en un proceso
de gran desarrollo, en la estructura tributaria todavía no se ha reflejado el mayor vo
lumen de ingreso total y de ingreso por habitante, y aue sigue descansando en buena par
te sobre la precaria base que representa el comercio de importación.
Los anteriores apuntes han pretendido dejar expuestos, con líneas muy generales, las
principales características y los problemas de actualidad que constituyen lo más interesan
te de destacar sobre la economía de Costa Rica, que es una economía típica de todo país
subdesarrollado que ha acometido con decidido empuje la tarea de proporcionar mejores me
dios de vida a su población.
l i b r o s
abiertos
LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS,
por Félix G. Fernández Shaw
Ediciones C ultura H ispánica a c a b a de publicar una obra que está
llam ada a tener honda repercusión sobre la O rganización de los Estados
Americanos (O. E. A.). Una nueva visión de América, no solamente por
la novedad de su temario, sino por la oportunidad de su publicación
en vísperas de la celebración, en el mes de lebrero del próximo año,
de la XI Conferencia Interam ericana en Quito. Félix Guillermo Fernández
Shaw y Baldácamo es el autor d e esta monoqrafía, que le valió p a ra
obtener el grado d e doctor en Derecho por la U niversidad de Madrid
con la calificación de «Sobresaliente cum laude», uniendo este triunfo
académ ico a otros anteriores obtenidos y a por el joven diplomático es
pañol, hoy vicecónsul de E spaña en Génova.
Documentación, rigor científico y objetividad son las notas destacadas
de esta obra, en donde estudia los conceptos d e hispanoamericanismo,
panam ericanism o e interam ericanism o, considerándolos en sus analogías
y diferencias.
Objeto de estudio tam bién es la relación entre la O. E. A. y la Unión
de las Repúblicas A m ericanas, la conexión entre la O. E. A. y la
O. N. U. y determ inación d e las relaciones entre E spaña y la O. E. A.
O bra de g ra n interés, pues a b a rc a en visión de conjunto un enfoque
original de la realidad del Nuevo Mundo, un estudio del proceso unio
nista americano, analizando detenidam ente los acuerdos fundam enta
les del movimiento interam ericanista, valorando los oríqenes y antece
dentes de la O. E. A. y exam inando en su contenido las Conferencias
celeb rad as en el continente americano.
Rigor en la cita y riqueza de documentación no quitan a la obra de
Félix Guillermo Fernández Shaw un estilo literario que proclam a su
abolengo familiar.
T. S.
V A C A C IO N E S E N IN G L A T E R R A . A r-
c h e r’s C o u rt, H a s tin g s , T el. 51577. P e r
feccio n e in g lé s en H a s tin g s , p u e b lo s im
p á tic o , h a b ita n te s a m a b les, e s ta n c ia c a m
p e s tr e , q u in c e m in u to s a u to b ú s d is ta n
estafeta
C R IS T IN A U C E D A B A L T A S A R , de die
c isie te a ñ o s. P a s a , 4. M ad rid ( E s p a ñ a ).—
S e e s c rib iría con chicos y ch icas de todo
el m u n d o .
te po b la c ió n y p la y a a dos h o ra s tre n A N A M A R IA F E R R E IR A . R u a A lm e
L i b r e r í a C E R V A N T E S de L o n d res. P e n sió n c o m p le ta te m p o ra d a n o d e M o u ra, 516. C asa X X X IV . Sao
v e ra n o , £ 7.7.0 (1.235 p e se ta s) s e m a n a l; C risto v a o . R ío de J a n e ir o .— D esea c o rre s
AVENIDA CENTRAL p rim a v e ra y otoño, £ 5.5.0 (882 p e se ta s) p o n d e n c ia con chicos de qu in c e a v e in ti
se m a n a l. D o rm ito rio saló n d escanso, ag u a cinco a ñ o s, p a r a in te rc a m b io c u ltu ra l, en
e sp a ñ o l y p o rtu g u é s .
SAN JOSE, COSTA RICA c o rrie n te c a lie n te y f r ía . B ib lio teca. J a r
dines, a rb o le d a , ex te n so s. E s c rib a n vuelta J U D Y B. L Y T H G O E . D e diecisiete
co rreo . Con a u to riz a c ió n de la s a u to rid a a ñ o s. 220, C a irn c a s tle R oad. L a rn e . C oun-
des locales de E d u c a c ió n de H a s tin g s , f a ty A n trim . N . Ire la n d .— D esea c o rre s p o n
c ilita m o s ta m b ié n e n tre n a m ie n to de Se d e n cia con jó v e n e s e sp a ñ o le s, e sp e c ia l
c re ta ria d o C o m e rc ial p a r a e s tu d ia n te s , a m e n te de la C osta B ra v a .
p recio s reducidos.
TELEFOND J 10 3 6 APA RT ADO 4 1 0 9 M A R IA J O S E F I N A M A N Z O N I C A R
J O S E M A R IA C A R D O N A B R E N E S . D O N A . D e diecin u ev e a ñ o s. C e n tro C ul
M a lp a rtid a , 5. S e v illa ( E s p a ñ a ).— D esea tu r a l P a ra g u a y o A m e ric a n o . A v e n id a de
in te rc a m b io de p o sta le s en e sp a ñ o l o in E s p a ñ a , 494. A su n c ió n ( P a r a g u a y ). Y O
g lés con jó v e n e s de todo el m undo. C on L A N D A E M IL IA M A N Z O N I C A R D O
te s ta r é a todos. N A . D e d ie c isie te a ñ o s. M a risc a l E s tig a -
r r ib ia , 802. A su n c ió n . M A R G A R IT A GO
GERARDO P U R R IÑ O S . A v. A n d rés M E Z F A L C O N . D e dieciséis a ñ o s. M a ris
B ello, E d ific io L ú s t. D e p a rta m e n to 15. cal E s tig a r r ib ia , 802. A su n c ió n .— D esean
C a ra c a s (V e n e z u e la ).— P a r a in te rc a m b io c o rre s p o n d e n c ia con jóvenes d e am bos
c u ltu ra l* d esea c o rre sp o n d e n c ia con s e
LA GLORIA
sexos, de c u a lq u ie r p a ís, en in g lé s o es
ñ o rita s de q u in c e a v e in tic in c o a ñ o s, de p a ñ o l.
E s p a ñ a y de todos los p a íse s de h a b la
e sp a ñ o la . R E N A T E G IE H S L E R . B ei M . K a u tz.
W ie la n d s tr. 10. H a lle (S aa le ). A le m a n ia.
H E R M A N N Y P IM E N T E L , J O S E L U IS E s tu d ia n te a le m a n a , d esea c o rre s p o n d e n
P A O L IE L L O , R O M U L O F R E I R E P E S - c ia con p e rs o n a s d e c u a lq u ie r p a ís de h a
LA TIENDA DE MODA SO A y A L O IS IO F E R N A N D E S . R ep ú b li
ca C o reia. O uro P r e to . M in as G é ra is (B ra
s i l ) . — D esean m a n te n e r c o rre sp o n d en c ia
b la e sp a ñ o la .
M A R IA B R U G O . Isolella d i B orgosesia
a m is to sa p a r a in te rc a m b io de ideas, f ila (V en elli). Ita lia . — D esea c o rre sp o n d en c ia
télico y ob jeto s típ ic o s con m u c h a ch a s con p e rs o n a s e sp a ñ o la s de tr e in ta a ños
de E s p a ñ a . con fin e s c u ltu ra le s.
OCHO DEPARTAMENTOS DE NOVEDADES A SUS ORDENES L IO y N E L L O P U N Z O . V ia A qtrila. M A R C O S C. R U G G IE R I. In g e n ie ro R o
n ú m e ro 144. N á p o les ( I ta l ia ) .—-D esean co dolfo M oreno, 502. L u já n . B uenos A ires
rre s p o n d e n c ia en in g lé s, fr a n c é s , esp a ñ o l, ( A rg e n tin a ).— D esea in te rc a m b io d e sellos,
ita lia n o , a le m á n .ó p o rtu g u é s con s e ñ o ri p o stales, re v is ta s, e tc .
* ta s c u lta s dé c u a lq u ie r p a r te del m u n d o
p a r a in te rc a m b ió d é v is ta s, lib ro s, *re v is JO A O A L V E S N E V E S , e stu d ia n te de
(Aprobado por la Dirección General de Banca, Bolsa e Inversiones con el número 2.300)
VASOS INDIGENAS
A Incensario de uso en los sacrificios
humanos en la cultura Chorotega;
representa un jaguar.
B Vaso-efigie policromo de la cultura
Chorotega; representa al dios Jaguar.
C Idolo femenil sedente, policromía de la
cultura Chorotega; representa una
deidad mitológica de la hechicería.
D Vaso-efigie policromo de la cultura
Chorotega; representa al dios Mono.
E Vaso trípode policromo de la cultura
Huétar, con mascarones de deidades.
F Vaso ovoideo policromo de la cultura
Chorotega; representa a Quetzalcóatl,
la serpiente emplumada.
U N conjunto de felices circunstancias hacen de Costa Rica un país La filo so fía religiosa de nuestros aborígenes giraba en torno a aque
que rinde pleno homenaje a su bello nombre, ya que, dentro de lla dram ática modalidad de sacrificio humano de tipo cruento, con de
los breves 50.900 kilóm etros cuadrados de su extensión terri capitación y ablación del corazón, como precepto ritual, para la indis
torial, reúne asombrosa diversidad de destacantes elem entos de pensable alim entación de los dioses, tendiente a la conservación del cos
toda índole. En lo natural, debido a su peculiar m orfología orogràfica mos y de la vida humana.
e hidrográfica, osten ta Costa Rica una notoria variedad clim atológica De ahí nos viene, precisam ente, aquella horripilante orgía de efusión
y de relieves que propician una flora y una faun a riquísim as, pertene de sangre en que se encontraba sum ida M esoamérica toda a la llegada
cientes éstas a ambas regiones bióticas colindantes. Citemos como ejem de los españoles, que podemos advertir en Costa Rica plasm ada en la
plo el hecho de que los botánicos, tan sólo las especies de árboles, or mudez m isteriosa de nuestra profusa galería iconológica típica, repre
quídeas y heléchos, ya las catalogan por m iles, y que representantes sentativa de dichos sacrificios.
de toda la fauna neotrópica del Nuevo Mundo (excepto, desde luego, E l arte del alfarero toma grandes proporciones en Costa Rica. Son
aquella que requiere condiciones m uy especializadas) las encuentran los nuestros chorotegas los que gozan de ju sta y merecida fam a como ex
zoólogos presentes en n uestra reducida fa ja ístm ica. Sería d ifícil en celsos modeladores de arcillas a mano libre, de fin a y delicada eje
contrar otra zona en el mundo que, en espacio tan pequeño, albergue cutoria. Los vasos hieráticos, que exornan con derroche de policromía,
tan gran número de especies.
representan vasos-efigie (humanos o anim ales) de variadísim a origina
En un sentido etnológico, la posición geográfica de Costa Rica, úni
lidad; también las decoraciones zoomorfas, dentro de una preferente te-
ca, puente de paso obligado para toda eventual m igración aborigen
tragonía sign ificativa, com puesta de jaguar-mono-serpiente-lagarto. E s
transcontinental, m arítim a o terrestre, enclava a nuestro país en esa
tas bellas decoraciones pintadas cubren toda la gam a de form as, desde
zona de confluencia de las Culturas del Jade, provenientes del Norte,
las francam ente realistas hasta aquellas sutiles estilizaciones y abstrac
así como de las Culturas del Oro, traídas por aquellos grupos ascen
ciones a veces de difícil interpretación.
dentes del Sur. A ntropológicam ente, los habitantes del oeste de Costa
Rica se clasifican dentro de la división denominada Mesoamérica; las Desde el inicial contacto de los españoles con nuestras culturas abo
restantes, las del E ste, quedan vinculadas al extenso grupo lingüístico rígenes, se nos habla de una exuberante riqueza de oro enjoyelado.
macro-chibcha bajo diversas agrupaciones. A lgunos antropólogos ads Palabras del alm irante don Cristóbal son aquellas con las que, al refe
criben a Costa Rica dentro de la zona intermedia, formando, desde lue rirse a las tierras costarricenses del Cariay, en su cuarto viaje, nos
go, parte de la América nuclear; otros prefieren excluirla de ese con cuenta: « ... y es que yo vide en esta tierra de Veragua mayor señal
junto, y crean el grupo denominado circuncaribe. Bajo cualquier cla de oro en dos días primeros que en La Espantóla en cuatro años, y que
sificación optativa que prefiram os aceptar la inclusión de Costa Rica, las tierras de la comarca no pueden ser más fermosas ni más labradas...
siempre podremos ofrecer un destacado grupo de elem entos culturales, Los señores de aquellas tierras, cuando mueren, entierran el oro que
arqueológicos principalm ente, de resaltantes y señalados m éritos. tienen con el cuerpo...-» E stas declaraciones, desde entonces, han in s
Periféricos a las más brillantes culturas y civilizaciones directrices tigado la curiosidad de arqueólogos y orfebres, por sus técnicas y mo
del Nuevo Mundo, nuestros terrícolas, después de experim entar aquella dalidades, a sí como por las asociaciones que todas ellas implican.
prim itiva base común de desarrollo cultural form ativo, es evidente que E l patrimonio aurífero de los indígenas de Costa Rica se destaca
se beneficiaron del vecindaje de m ayas, m ixteeo-zapotecas y aztecas, al por la inventiva en el uso de tan bellas como variadas form as y por
norte, así como también de chibchas, quechúas e inkas, al sur, tor la destreza en la ejecución de las diversas técnicas. La lam inación y
nándose culturas receptivas de ambas zonas. Al constatar la presencia la fundición, con todas sus modalidades subsiguientes, fueron elabo
de esta receptividad de elem entos culturales heterogéneos en nuestro radas por nuestros oribes. Los arqueólogos aún no declaran con fijeza,
medio, provenientes del N orte y del Sur, podemos inferir, como la más en espacio y tiempo, la oriundez y aparición de la orfebrería en el
aconsejable para Costa Rica, una segregación cultural local tripartita Nuevo Mundo, pero tentativam ente la sitúan en la región central an
en esta form a: un grupo chorotega, con sus declaradas afinidades ét- dina en el siglo v. N uestra cultura del oro queda adscrita al complejo
nicas norteñas; un grupo brunka, de afinidades francam ente sureñas, Costa Rica-Panam á-Colombia, que sobresale en m etal cobrizo y éneo,
y un último grupo huetar, mediterráneo éste, que revela haber gozado a sí como por las conocidas aleaciones que llevan por nombre la voz
del privilegio de elem entos culturales de ambos rumbos. haitiana de guanín.
Y a desde las prim eras relaciones históricas, se describen nuestros E l conjunto de objetos m anufacturados en m etal por nuestros grupos
grupos como bien organizados, de gentes que escribían en libros de aborígenes puede calificarse en: arm as, utensilios, objetos de culto,
pergamino, que tenían una estratificación social bien definida, que sub ornam entos personales e instrum entos m usicales. Desde luego, los dos
sistían de una am plia agricultura intensiva, que m antenían un sacer últimos son los más frecuentes. Como adornos tenemos fig u ra s antropo
docio bien establecido y practicante de un ceremonial religioso bastante m orfas en toda suerte de posturas, y otras zoom orfas, representativas
complicado, en el que podemos vislum brar la presencia de una filosofía de casi toda la faun a terrestre y la m arina; sobresalen, por su fre
religiosa cosmogónica. cuencia y belleza, las águ ilas y las ranas. Como instrum entos m usi
Consecuente con lo expuesto, tenem os en la arqueología de Costa Rica cales tenemos abundancia de bellísim as sonajas. Los objetos de culto,
una cantera casi inagotable, en extremo rica y variada, y, por tanto, de o sea, aquellas deificaciones o hum anizaciones que sobre un cuerpo m ascu
gran complejidad. N uestros tres grupos aborígenes veremos que se lino destacan una cabeza o m áscara de animal, de significación totémiea,
destacaron en una u otra disciplina de las artes plásticas como excelsos los tenemos emplazados entre dos segm entos o bien circundados por
artífices. E s de notar el hecho de que en Costa R ica no hemos encon adornos espirales. E stas fig u ra s representan, entre otras, el dios Mono,
trado aquellos pasmosos restos de arquitectura m onumental que tanto el dios Jaguar, el dios Ciervo, el dios Lagarto, etc.
enriquecen a nuestros aledaños. Para fin alizar esta rápida ojeada sobre nuestros antepasados de
En una ocasión hemos dicho: «E l arte aborigen de Costa R ica es Costa Rica, deseo hacer referencia a una cita del vehem ente as tur
esencialm ente escultórico. Si tuviéram os que contestar a la pregunta Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez. Como hemos visto, todos nues
de qué m aterial, en nuestra opinión, em plearon nuestros antepasados tros antecedentes indígenas son excelsos, pero lam entam os el tener que
más felizm ente en la consecución de sus mayores valores estéticos, con reconocer que, en cuanto a la rica y admirable tradición artística se
testaríam os sin dilación: "En la piedra.”» D espliegan de hecho nuestros refiere, no hemos conservado nada o acaso m uy poco.
anónimos entalladores de la cultura huetar, en su arte simbólico lítico, Pero en otro aspecto, específico éste en el campo de la taxonomía
una fin a concepción im aginativa ; se destacan, por esta circunstancia, etnoestética, sí marchamos a la vanguardia, y con cabal orgullo. Pues
en toda Centroamérica, por la personalidad creativa de sus altares-me bien, después de consignar algunos relatos deleitables sobre actividades
tates y de una vastísim a ideología humana. fem eniles, nos deja clara constancia el tan buen conocedor como acu
A fines del siglo pasado fu é exhumada en el altiplano central de cioso cronista m ayor de Indias de una característica m uy sign ificativa,
Costa Rica una im portantísim a pieza arqueológica que aún no ha sido al consignar: «...Las mujeres de Nicoya son las más hermosas que yo
superada; me refiero al altar ceremonial de San Isidro de Coronado. he visto en aquellas partes.»
Es verdaderam ente de lam entar que no podamos comprender el justo En este aspecto de la belleza fem enina, la tradición sí ha perdurado
valor de esta filigran a en piedra, de evidente m otivación esotérico- entre nosotros, por atavism o. ¿Quién no ha oído requebrar elogios, siem
religiosa, expresada en un conjunto de intrincado barroquismo indíge pre justos, en loor a la innata lindura y al primor inherente a la m u
na; pero lo dicho acerca de ella no sale del campo especulativo. jer costarricense?
J O R G E A. L I N E S
CATEDRATI CO DE A R Q U E O L O G I A
LITERATURA DE COSTA RICA
Un día de mercado
en la Plaza Principal
Por MANUEL G O N ZA LEZ ZELEDON
("M A G O N ” )
O vivía en la casa y preparando los sacos y canas llegaban las de tripa..., bito Seguían las polleras, vendedo
Y
de mi abuela doña tos para ir con Chanita a com que... y otras de las que nada ras de huevos, gallinas, chom-
Chanita Castro, es prar el diario. sacaba en claro. pipes, patos y demás volátiles;
tablecim iento «El —No te se olvide el saco pa después los molejoneros, y, por
* * * último, las moreras, con sus ves
T o r o » , e sq u in a la verdura, y cuidao con andar
opuesta del Semi te perdiendo; ¡ya sabés que La Plaza Principal, con su tidos característicos de pursia-
nario, junto a la fábrica de hie compramos en el canasto y vas baranda de hierro, sus hermo na azul con ojos blancos y sus
lo de Chaves y taller de Ricardo echando en el saco que dejás sos higuerones e higuitos y su jucos llenos de sabroso fruto.
Méndez. Desde muy temprano onde don Pepe! pila monumental, únicos testi En la banda oriental, con lar
oía, al través de la pared an —Mamitica— d ecía mi ma gos mudos de aquellas escenas, gos cajones a modo de bancas,
chísima de adobes, el constante dre— , me compra las moras y era el lugar de mercado adonde su cuchillo de mesa oxidado y
rodar de innumerables carretas el almidón de Cartago, y si hay acudían los vendedores y com reglita o medida llena de mues
por el empedrado desigual de la pacayas, tráigale un diez a Joa pradores, unos en espera de la cas, campeaban los jaboneros,
calle, y el rumor, más o menos quín. módica ganancia, los otros en entre los que figuraban mucha
sordo, me hacía inferir el con —Y a mí un cinco de coyoli- busca del pan nuestro de cada chos de familias decentes. Re
tenido. tos para comer con dulce. semana. cuerdo que a las doce en punto,
—Seguro que esa cal es de —-Y vea que el dulce sea del Las calles circunvecinas esta con el cuchillo y la medida, re
Indalecio Fallas. fino de ñor José María Rivera; ban cubiertas de truchas, armaj doblaban sobre el cajón acom
—Y esa otra es leña, y ese el del otro sábado estaba reve zones de madera y techo de pañando al tambor del cuartel
que acaba de parar en raya el nido. manta, tiendas ambulantes, unas y no era posible que despacha
chirea enfrente de la pulpería — ¡A cómo estarán hoy. los de ropa hecha, otras de arte ran ni una barra hasta que ha
es Juan Ureña ; oílo pidiendo fríjoles de Santa Ana! factos de hojalatería, otras de bían terminado su tarea de re
su trago. — ¡Sepa Judas!; si se está tiliches y, en fin, otras de san doblantes.
Ya en la pulpería, abierta uno comiendo materialmente la tos o cromos de carácter pura Seguían a estos alegres ven
desde las cuatro de la mañana, plata; hoy hace ocho no reba mente religioso. El gran rectán dedores los arroceros y nego
se oía el murmullo de las con jaban de quince el cuartillo; eso gulo estaba lleno, en variada ciantes de cacao, con su mochi
versaciones de los parroquia y los güevos, qu’están a cuatro confusión, de víveres, entre los la de pita colgando del cuello,
nos. por medio, va’ber que dejar de que descollaban enormes mon encerrada en el pecho, sus ma
— ¡Buenos días, Pedro! comerlos. tones de papas, ayotes, zapa nos empolvadas y carrasposas y
—B u en o s se los dé Dios, La cocinera, consejero nato de llos y repollos, grandes cueros siempre mascando granos del
Ureña. mi casa, era consultada previa secos en forma de batea, lle mejor Nicaragua o del Matina
—Echeme unos tragos pa mí mente acerca de la epecie, ca nos de maíz, fríjoles, esplén más colorado. Después los ho
y pa los muchachos. ¡Arrímese lidad y cantidad de los víveres, didos tendidos de atados de dul jalateros con sus rayos de la
a espantar el diablo! y ella, con sus naüillas de zara ce oloroso a caña e infinidad tas de canfín, sus jarros, sus
— ¿Qué tomás, Indalez? za de color indefinible, su cami de ventecillas de vainica, cha- platos con abecedario en el bor
—Pa mí un isná con gotas. sa de gola y su pañuelo de rabo yotes, elotes, nabos, coles, rá de y elefante en el centro, sus
—Pa mí cususa. de gallo en el pescuezo, contes banos y todo el gremio de las santos con vidrio y marco lleno
—Pa mí un mistao. taba con tono magistral, a la sabrosas verduras que adorna de soldaduras ; sus camarines
Se oía el rastrilleo de los cai vez que se pasaba por las na ban nuestras suculentas ollas. cuajados de soles, estrellas y
tes de los «muchachos», el golpe rices y los lagrimales una de Las frutas eran, a la vez que medias lunas coloradas, verdes
seco del eslabón y los pasos de las puntas del pañuelo de hom abundantes, de una risible ba y azules; su hornillo y sus can
los que, ya con el diablo «espan- bros : ratura: mangas, limas, pejiba- diles, tintero viejo de «ácido» y
tao», volvían a su faena de —Pos yo conozco los ayotes lles, tunas, n a r a n ja s, cidras, barra de soldadura para re
«bueyeros». pejibaye de pellejillo con sólo plátanos verdes y maduros, gui miendos instantáneos.
Pronto, el paso «picao» largo enterrarles la uña y que sean neas amarillas y moradas, gui — ¿Cuánto me lleva por echár
de un macho «mosquiao» denun bien esparramaos; los de onde neos machos, pifias, membrillos, mele marco a mi señor San
ciaba la presencia de don Ma ña Custodia Cordero son como duraznos, higos verdes, matasa José?
riano Monge. Paraba en la pul buenos. nos, nances, aguacates, zapotes, — ¿Con vidrio o sin vidrio?*
pería, entraba haciendo resonar —Y si ve a Concho el de mana marañones, coyoles y, en fin, —Con vidrio, porque se me
las bolitas de las espuelas, to Menegilda, mérquele los taca- ese millón de riquísimos dones destiñe.
maba un ron de a diez, sacaba cos, que son sin estopa, y hora con que la Naturaleza virgen de — Seis reales.
del pecho de su cotón de jerga que digo estopa, no se li’olvide este privilegiado rincón de la —Trato hecho; así se lo dejo
su buen bolsillo de seda repleto trerse achote del de tusa y el tierra ha empalagado a todas y vuelvo el sábado; y dígame,
de cuartas y plata blanca, pa librillo pal mais. las generaciones de chiquillos. ¿mañana podrá cogerme una go
gaba y se volvía a montar en su Tras de ese seguían mil en Frente al Cuartel Principal, tera de lima joya?
«mosquiao», con -más aires que cargos; Chanita cogía una som y dentro de la Plaza, en correcta —No, señora ; eso, sólo Maján
Roldán y más plata que el Go brilla y su pañolón, yo la ca fila, e s ta b a n arrodajadas las o Mates.
bierno. Ya en la esquina, volvía nasta y los sacos, y ambos vendedoras de melcochas, «so Seguían los herreros, entre
el macho y con aire altanero emprendíamos la marcha hacia bao», «güesillas», rosquetes de los que descollaban las figuras
preguntaba : la Plaza Principal, hoy Parque Alajuela, bizcocho, empanadas de Mr. Berry y el maestro San
—¿Se debe algo? Central. Todavía en la acera de de chiverre, turrones, puros de tiago Muñoz, con sus tendales
—No. señor, está pago—de las niñas Freer nos alcanzaba Iztepeque y bajeras, con sus llenos de armellas, hachas, bisa
cía Pedro. dando grandes voces la chichi mercancías sobre sendos canas gras, llantas, bocinas, varillas
Y don Mariano se alejaba. gua de Marcelina para decirle tos cubiertos con servilletas de de carreta, etc., todo criollo, he
A las seis de la mañana., ya algunas palabras a Chanita, de hilo, adornadas con caballito chizo, con el color que les de
estaba yo bebiéndome mi bebida las que a hti oído apenas si rojo o encaje de tres puntadas. jaba la fragua y las ralladuras
•de lima. Tras éstos vocifera de don Matías Valverde y con me; las súrtubas y el palmito aprovechando mi estado de in
ban los chiquillos pajareros, seguía un par de docenas de se escurrían de debajo del brazo, defensión absoluta, me sacaban
arrimados a las gradas de la jaboncillos, que iban a parar y al hacer un movimiento brus las mangas de la camisa y mis
pila, con sus jaulas de tora y junto con las frutas compradas co para sujetarlos, el saco se me m a n g a s, mis melcochas, mis
verolís, unas ordinarias, otras y cachadas, al seno, a esa bolsa iba a la espalda, me maltrataba «güesillas», mis limas y mis dos
•en forma de cuartel o iglesia sin fin de los muchachos de mi horrorosamente los nudillos del docenas de jaboncillos rodaban
con torrecillas, e invariablemen tiempo. espinazo; la muñeca izquierda, a mis pies y eran presa de aque
te la caja de sardinas llena de Concluida la compra del dia ya acalambrada, cedía al dolor llos salteadores, que a mi vista
agua herrumbrada y la guinea rio y repleto ya el gran saco de de la torción violenta, y con es y paciencia se los tragaban,
o la escudilla de alpiste. brin que servía de depósito, la trépito que a mi acongojada riéndose de mi copioso sudor y
— ¿C u án to p id e por ese canasta atestada de huevos y imaginación parecía el del juicio llanto. Y no era eso lo peor, sino
agüío? mantequilla lavada e higos para final, el enorme saco se venía al que con la violencia me habían
—Treinta. hacer dulce, el par de súrtubas suelo, esparciendo su contenido saltado el botón de los calzones,
—¿Y por ese setillero? y el palmito arimados al saco en media calle, yendo a parar único sostén de esa adorable
—Se lo doy en cuarenta y cin y el manojo de cebollas de San el ayote de pellejillo al caño su prenda, y al dar yo el primer
co, porque es collarejo y canta Juan coronando el nutritivo al cio y quebrándose en mil peda paso hacia mi casa, se me es
dor. tar, principiaba el para mí difi zos un «atao» de dulce y unos currían y se me escurrían hasta
— ¿Ese yigüirro es macho? cilísimo trabajo de la carga. cuantos huevos de la canasta. dejarme casi atadas las panto
—Pues claro; hora estaba ha- —Ñor José, écheme por vida Con la cara como un chile, rrillas, en cuya vergonzosa y
•ciendo enredijos, y eso que está suyita este saco al hombro. cubierta de sudor, y nublada la triste figura me acercaba a la
peleche. — ¿A cuál carga usté? vista por enormes lagrimones y puerta de mi hogar paterno.
Y cada uno salía con su viuda, —Al izquierdo. las narices chorreando candelas, — ¡Cójanme el diario, que no
su rey de picudo, su canario de El enorme saco, pesando so me ponía a juntar los víveres puedo subir la grada porque trai
•costa, su mozotillo o su cacique bre el delicado hueso de la cla desertores y a acomodarlos en go caídos los calzones ! ¡ Coj... !
naranjero. vícula, me hacía zanja con los el maldito saco, haciendo inven ¡Cójanme estooo!
Y por todas partes, atropellan bordes de unas condenadas ta tario de las pérdidas irrepara A mis gritos acudía la fa
do viejas, regando sacos, desha pas de dulce, a pesar del col bles y los heridos menos graves. milia toda, me descargaban y,
ciendo montones, en medio de los chón que los frijoles trataban Un zapallo estaba inútil, los ra previo un par de puntapiés por
denuestos de los perjudicados y de interponer : agarraba la boca bos de las cebollas llenos de ba sinvergüenza, me hacían entrai
las risotadas de los espectadores del saco con la mano izquierda, rro, una tapa de dulce había he de las orejas.
—con su cajón de pino a la altu me metía el canasto hasta la cho blando nido en un boñiga y —Aquí falta una tapa de dul
ra del vientre, sostenido por an sangradera del derecho, cuyo las yemas y claras de media do ce y un zapallo, decía mi abuela.
cha correa de vaqueta, lleno de sobaco oprimía ya las súrtubas cena de huevos salpicaban todo —Fué que...
tiliches como botones, agujas, y el palmito, y agarraba con la el embaldosado y parte de la — ¡Silencio! ¡Ya viene con
aretes, gargantillas de perlas mano el rollo de cebollas. El pared. sus mentiras! ¡Ahora, en casti
falsas, broches, cintas de pape chonete me servía de tapojo, y Por fin, previo un nuevo au go, en cuanto almuerce, mete
lillo, betún de Masón, mechas tras de cuatro o cinco pujidos xilio de un ñor José y algunas esa carretada de leña!
para eslabón y mil otras chuche lograba echarme a andar por la precauciones, lograba seguir mi No había apelación : estaba
rías baratísimas, y con las ma mal enladrillada acera, camino calvario; pero mi contento de convicto, confeso y sentenciado.
nos llenas de pañuelos de a diez de mi casa, que estaba a dos verme tan cercano al fin de la Pensaba un rato en las injusti
y rosarios de cuentas de vidrio—, cuadras de distancia. jornada, ya en la esquina de ñor cias de la vida. Almorzaba con
pasaba, saltaba, vociferando su De repente algún caritativo Juan de Jesús Jiménez, enfren apetito voraz, y, metida la leña,
mercancía hasta enronquecer, pasajero me gritaba : te de mi casa, se desvanecía, llenos de raspones y cáscaras las
el gracioso tipo de tilichero, — ¡Chiquito, se le van regan dando lugar a la mayor angus orejas y el pescuezo, echaba un
con su sombrero ensartado has do las alverjas! tia. Cleto Herrera, Tatono Bo- sueño de ángel, feliz en el rega
ta las orejas, saliendo el me A aquella voz de alarma vol landi, Abraham Zúñiga y otros zo de mi madre.
chón de pelo por el boquete de vía todo el cuerpo para poder más que a mí me parecían mi (La Patria, 19 de enero de
la copa y su cara de desver contemplar el daño; me arrima les de forajidos, despreciando 1896.)
güenza y su risa de superiori ba a la pared para equilibrar mis gritos y mis injurias y (Ilustración de Amighetti.)
dad altanera.
— ¡Fósforos de globoooo! ¡A
dos cajas por cincooo!
— Negrita, cóm prem e esta
gargantilla de ámbar legítimo
de Mompelas y este par de are
tes de dublé fino que nunca se
ponen negros.
—Este chato sí le va a com
prar a ña María el rosario
bendito por el nuncio de Lima
con cuentas de m adera del
Huerto de los Olivos. En seis
reales le vendí uno a Bupedra,
y a usted se lo doy en cuatro.
Pues bien, a ese maremàgnum
entrábamos Chanita y yo, ella a
comprar el diario, yo a cargár
melo.
— ¿Cuánto dijeron de güevos?
—Dos reales, un diez de yucas,
veinte de vainicas y el diez de
pacayas.
—Andá cómprate las vaini
cas, aquí te espero, y si no me
hallás aquí, las echás al saco y
te me juntás en la venta de ca
cao de ñor Bejarano. Mirá que
no te las den con hebra y que
no sean de las de palo; son a
cuatro rollos.
Mi abuela me daba la plata,
y yo, relativamente libre, des
pachaba la compra, y con un diez
que unas veces me daba doña
B á rb a ra Bonilla, otras don
Aquileo Echeverría y otras pa
pá, compraban seis manos (30
granos) de cacao Nicaragua es
cogido, y con esa moneda de
cuño antiguo y que hoy ya no
circula cambalachaba por mel
cochas, «güesillas», mangos y
limas, me echaba al coleto mi
buen jarro de chinchibí de don
Poesía de Costa Rica
ROMANCE DE LAS CARRETAS
C u a n d o el día ya no es día aves con el pico en tierra,
y la noche aún no llega, y a su alrededor los niños
— perfiles desdibujados, en gráciles rondas juegan.
cielo a zu l de luces trém ulas—
por las rutas del ensueño A veces, en la pendiente
va a rod and o las carretas. que a su térm ino se arquea,
voltejeadas de súbito
Fajo el palio de las som bras por acrobacia grotesca,
üe en trecruzan las consejas; trazan en el precipicio
héroes y aparecidos e speluzna nte pirueta,
de rondalla y de leyenda: y en salto fun am bule sco
«La Llorona» y «E l H erm an o», dan rem ate a una tragedia.
«El C adejos» y «La Se gua »
y « L a Carreta sin B ueyes», U n a cru z lo dice todo:
que arrastra son de cadenas... está sin nom bre y sin fecha.
BHh
on d ula ntes paralelas. — flecos de plata en las ruedas— , y fragantes a memorias,
y su s en hie stos parales de las cosas que ya fueron,
A largos trechos, reposan. dialogan con las estrellas. o las hojas amarillas
Y a sin los bueyes, semejan
Julián M A R C H E N A
de las cosas que no fueron.
cañones que n o disparan,
Luz y brisa, entrelazadas,
se van cantando
por los senderos
misteriados del encanto,
como si fuesen
a la busca de un sol nuevo
que no se levanta nunca
ni se pone tras los montes;
un sol nuevo que ilumina
las cosas que van viniendo
del misterio hacia el misterio;
de los mundos de los dioses
hacia el mundo de los hombres
Luz y brisa, entrelazadas,
se han perdido entre las sombrar
otoñales, azuladas,
de la noche y la mañana.
Los acentos de su canto
son palabras de una lengua
que adivina más que expresa:
un aliento de la brisa,
una luz, de entendimiento.
Roberto BREN ES M ESEN
(« En casa de G u te n b e rg y otro s p oem as», pá . 57.)
Apenas el rezador sebo, hollín, pabilo y yesca. o enlustrados con canela,
pone fin a lo que reza, Alguien grita: «¡Bomba!, ¡bomba!» mientras las damas mayores,
cuando sale a relucir Párase a! punto la orquesta con la escudilla en las piernas,
la hidrópica botijuela. y un mozo de buena estampa se «atipan» de miel de ayote,
¡Qué besos tan cariñosos! así dice a su mozuela: usando para comerla
¡Qué caricias tan extremas! «Como mi "alm uada" es de paja de sus no pulidos dedos
Unos la apuntan al muro, y mi novia no está vieja, las sus no muy limpias yemas.
los más hacia las soleras. toda la noche la paso Fortalecidas las panzas
Libre la sala de estorbos, con la paja tras la oreja.» sigue de nuevo la juerga,
puesta en un rincón la mesa, — ¡Bravo! y entre risas y palmadas
donde en caja destapada — ¡Bien! se inician juegos de prendas:
duerme el «Angel» que se vela, — ¡Viva Domingo! «Sin M iguel dame tus almas»,
se adelanta el maestro Goyo, — ¡Vivan «ñor» José y Gabriela! luego «La gallina ciega»,
que es el director de orquesta, — ¡Vivan los dueños de casa! luego «El estira y encoge»,
con el «chonete canchao», — ¡Otro trago «pa l'orquesta»! «El muerto» y «La muía tuerta».
bajo el brazo la vihuela, — ^¡Música, «mestro, y arréle», En tanto allá en la cocina
en la boca el «cabo» hediondo que ya encontré compañera! la madre suda y se empeña,
que ha llevado tras la oreja, — ¡Oh «viejito tan asiao»! ya batiendo chocolates,
«cabo» que ha de ser al cabo — ¡Que viva yo y mi pareja! ya saqueando su alacena,
soberanísima «cuecha». — ¡Que viva! donde el bizcocho dorado
Da principio el zapateado. — ¡Bomba! duerme en amplias cazuelejas,
Cómo saltan y dan vueltas, — ¡Otra bomba! o ya sacando empanadas
se detienen o adelantan, Párase al punto la orquesta, de papa y carne rellenas,
se separan o se estrechan. y la niña, puesta en jarras, ruborizadas de achiote
Elias con la falda asida responde así zalamera: y trasudando manteca.
y la mano en la cadera. «Quisiera ser "cojoyito" El padre, con una «soca»
Ellos con pañuelo al cuello o flor de la yerbabuena, de más allá de la cuenta,
o en la mano, según quieran. para perfumarle el alma suelta un rosario de verbos
Ahora dando pataditas, al negro que me quisiera.» y «rajonadas» tremendas,
ya girando con presteza, — ¡Bueno! diciendo que allí no hay hombres
van de una una a la otra banda, — ¡M u y bueno, caramba! que se «paren»; que son hembras,
van de la una a la otra puerta. — «Alcánsensen» la limeta, y que el que quiera probarlo
Envuélvelos una nube que la «casusa» hase falta que se salga a la tranquera
que forma la polvareda y es «casusa» de cabesa. «pa arriarle» cuatro «planasos»
que por los pies arrancada — Dame un trago, Valentín. y hacerle ver las estrellas...
surge del piso de tierra, — Sampale, que no hay tranquera. La gentil aurora pone
nube contra la que luchan Los mozos de la familia fin, con su luz, a la fiesta,
en vano doce candelas a las jóvenes obsequian, y al niño, en la caja blanca,
colocadas en «pantallas» repartiendo en azafates se llevan para la aldea,
que de las paredes cuelgan, sendas copas de mistela, donde le aguarda el regazo
o adheridas al horcón que toman en compañía cariñoso de la tierra.
de recia y tosca madera, de empanadas de conserva,
donde dejan al morir * polvorones, pan de rosa Aquileo J. E C H E V E R R IA
GAKPfc
Por ARTURO AGÜERO CHAVES
D e La A c a d e m i a d e La L e n g .u a
D ir e c to r d e l D e p a r ta m e n to d e F ilo lo g ia d e la U n iv e r s id a d
sta lengua m aterna que nos une e iden E l fenómeno evolutivo del siglo x vi se acen tas posiciones: perro , corre, carreta, y mucho
E tuó y se asentó durante los siglos x v n y x ym . más al fin a l de vocablo: ayer, cantar, olor,
tifica se oyó por vez primera en nuestro
país hará cuatrocientos cincuenta y Y a partir de 1921, año de nuestra em ancipa venir. E ste defecto ortológico es uno de los
ción política, los medios de cultura (escuelas, que más afean nuestra lengua y nos caracteri
siete años el próximo septiem bre. Pero
Universidad, im prenta, libros, periódicos, v ia zan, junto con la m ala pronunciación del
de 1502 (cuando Colón y su gente descubrie
ron la isleta de Quiribí, hoy La U vita, «vergel je s...), al tener un m ayor aunque modesto des grupo tr, que se reduce a un sonido ápico-
arrollo, constituyeron factores de m agisterio prepalatal sordo. A l respecto debemos decir
deleitable», según Las Casas, propicio al des
idiomático, evolutivo, pero unificador al m is que don Rufino Cuervo no acertó al afirm ar
canso de diecisiete días que se tomaron los
intrépidos navegantes) hasta 1561 la lengua mo tiempo, como se comprenderá, por haber que éste «resulta un sonido desconocido en
castellana sólo fué aquí viajera en labios de sido un fenómeno general, universal, si se castellano» (1), porque se halla en otros paí
quiere. Entonces, sin duda más que antes, el ses de lengua española, aunque con diferentes
varios exploradores.
La colonización y conquista verdaderas e «intercambio» se produjo por la m ayor inter m atices o grados de evolución; es, inclusive,
intencionales de Nuevo Cartago — como se comunicación, para asegurarse con ello la cohe un dialectalism o español (en N avarra existe).
llamó entonces nuestro país — comenzó a par sión de la lengua. Menos extendida a las clases cultas es la
En términos generales, los cambios idiomá- pronunciación descuidada del grupo dr cuando
tir de 1561, con el gobernador Juan de Ca-
vallón y el padre Juan de E strada Rávago, ticos se acomodaron aquí, como en todas las va inm ediatam ente después de l o n; pero en
demás regiones, al sistem a de lengua hereda los medios rurales el fenómeno es general :
quienes con un grupo de soldados entraron
hasta el corazón de nuestra comarca y fun da da, y siguen ajustándose a él. N i la influencia hojaira por hojaldra (hojaldre, pero no la de
ron poblaciones, algunas de efím era duración. francesa en la generación trasanterior ni la España), anrajo por andrajo.
Muy poco después llegó Juan Vázquez de Co norteam ericana después y hasta el momento Sólo en algunas personas cultas de edad
ronado a consolidar lo iniciado por su antece han podido avasallar nuestra lengua. Con don avanzada se nota la tendencia, que sí es g e
sor Cavallón y a proseguir la conquista— más Ramón Menéndez Pidal nos sentim os optim is neral en los medios populares, a convertir los
con su trato generoso que con las arm as— ta s; no tememos la fragm entación que tem ie hiatos en diptongos, lo que prueba la in fluen
ron Bello y Cuervo, acaso influidos por el na cia de la escuela en las generaciones de este
de las recias y reacias voluntades indígenas.
He aquí, entonces, la lengua española, ya en turalism o filológico, y que teme ahora don D á siglo: páis, trer, 1er, horcar, pior, réir (y rir),
decidida m isión de conquista, sobre todo con maso Alonso (1). Por otra parte, ya desapa oir (y oyir), Rafel o Rafail (en todas las cla
este benemérito gobernador, que fundó la ciu reció aquel sentim iento separatista del roman ses sociales, Rafael), Juaquín, ti’ama (te ama),
dad de Cartago, núcleo central de nuestra es- ticismo político am ericano, cuando se soñó l’otra (la otra), di’usté (de usted), etc. El hia
pañolización. _ — porque sólo fu é un sueño— con un idioma to diptongado que sí abarca todas las clases
E l instrumento unificador que iniciaba y emancipado, característico de Hispanoamérica, sociales es ia (ea), sobre todo en ciertas per
aseguraba su perdurable conquista en nuestro «suyo propio», como quería el argentino E che sonas de los verbos terminados en -ear, cuando
verría, con otros argentinos (Gutiérrez y A l- es tónica la a: apiamos, telefoniaba, menié,
suelo fu é la misma lengua que ya indicó Amado
Alonso para todos los países de H ispanoam é berdi), lo mismo que el francés Abeille. Hoy, apaliara...; asim ism o, en el futuro: apiaré,
rica: la resultante de «la nivelación realiza más que nunca, se m anifiesta un anhelo g e apiarás; pero apeas, apean, cuando es tóni
neral de conservar la unidad del patrimonio ca la e. También es general decir periodo, olim
da por todas las expediciones en sus oleadas
sucesivas durante el siglo xvi». O más preci idiomático en toda la comunidad hispánica, se piada, etc.
sam ente la castellana, porque «no h ay duda gún se ha visto en los dos Congresos de A ca E n el su fijo -ado es común la síncopa de la
ninguna de que las C astillas fueron las m ayo demias de la Lengua. La conciencia lingüística d, como en A ndalucía, pero no se pierde jam ás
res contribuyentes», o «el castellano-español de la unidad y el retorno a la «corrección» en -ada, ni aun en la lengua popular. En ésta
traído por los castellanos como form a (casi) idiom àtica han tenido un activo y decidido sí es corriente la síncopa en el sufijo -ido,
ú n ica...» (1). Tal se cumplió aquí, pues nos aparecer. pero no en el fem enino: He comío comida.
otros, al investigar— m uy somera e incom ple Se distinguen dos m odalidades en nuestro E l su fijo dim inutivo -ico por -ito invade to
tam ente—el origen de los peninsulares veni español costarricense: la de la M eseta Central, das las clases sociales; mas únicam ente se usa
dos acá entonces (siglo xvi), hemos hallado que donde la población es m ás densa y numerosa, cuando el tem a radical del nombre termina
y la de Guanacaste, cuya m anera de hablar en t : gat-ico, sant-ica, menos niñ-ito, cas-ita.
más del 50 por 100 eran castellanos, por ahí
del 20 por 100 andaluces y el resto de otras tiene afinidades m uy estrechas con el español Y se in tensifican algunos diminutivos con -ico,
provincias españolas, y que todos habían es de N icaragua, país de donde procedieron, en -ica: negrit-ico, blanquit-ica (por quedar una
tado ya algún tiempo en el Nuevo Continente. su gran m ayoría, los antepasados de los ac t delante). Cabe observar que esta in tensifica
Por lo menos en Guatemala se detenían los tuales guanacastecos. ción toma en muchos casos un sentido super
Nos hemos de referir, en térm inos m uy g e lativo: blanquitico = m uy blanco, Por el uso
españoles de cepa, país donde residía la A u
diencia bajo cuya jurisdicción se hallaba Cen- nerales y someros— como lo exige un artículo constante de este sufijo se nos llam a «ticos»
troam érica. D e Guatemala, pues, debían partir de esta índole— , primero, al español de la a los costarricenses.
los españoles rumbo a Costa Rica, y general región central del país y lugares circunveci U n cambio absolutam ente general en Costa
mente se detenían en N icaragua. Su castellano, nos adonde se extendió; luego, también so Rica es el voseo, que aquí no «lucha en com
por consiguiente, sería ya un instrum ento lin m eramente, al de Guanacaste. Nos referirem os pleta derrota con el tuteo», como afirm a don
güístico nivelado, con léxico enriquecido (prin a las características generales de la lengua A ngel Rosenblat (2). N ingún costarricense usa
cipalm ente de nahuatlism os), sem ántica un oral, común a todas las capas sociales, sola el pronombre tú ni la form a ti, sino vos, de
tanto evolucionada, etc. C onstituiría, pues, el mente. trato arcaico entre caballeros españoles, ahora
resultado de esa acción conjunta de las dos En la M eseta Central, donde tuvo su cuna para el trato fam iliar. La form a verbal co
fuerzas que llamó Saussure «espíritu de cam el núcleo inicial y más im portante de la colo rrespondiente a vos por tú es también la se
panario» e «intercambio» ( intercourse) (2). nia, y lugares de allende los m ontes hacia gunda persona plural, pero la popular usada
Alojado este sistem a de lengu a en nuestra donde se extendió la población, no se pronun en los siglos XVI y x v i i : vos cantás, vos co
colonia, fuese propagando a medida que tom a cia la z ; sólo se oye el seseo, como de modo rnés; vos cantabas (cantabais), comías (co
general sucede en el resto de Hispanoam érica: míais), venias (ven íais); lo mismo en los demás
ba ciertas modalidades originales, aunque no
haser, cabesa, apasible. Pero nuestra s es la tiempos, sin la i de la flexión. Y en el im
ta n ta s ni profundas como para que lograsen
alterarlo notablem ente. La lengua trasp lan ta dorsal andaluza e hispanoam ericana. Tampoco perativo se suprim e la d: cantá vos, vení,
da continuó siendo el elemento básico y uni se pronuncia la ll; sólo se oye el yeísm o : cu- partí.
ficador, con elem entos americanos incorpora bayo, fayar. La r sim ple suele desaparecer en Con el uso de vos por tú se h a desarrollado
dos, también unificadores, desde luego, por ser la preposición para (pa), solam ente, y esto en aquí, como en otras regiones am ericanas don-
producto del «intercambio». la lengua fam iliar y popular. La doble se a si se vosea, ciertos casos de promiscuidad con
bila mucho y se ensordece cuando está en eier-
(1) J. R. Cuervo. Prólogo al «Diccionario de Costa
(1) Amado A lonso: «Estudios lingüísticos^ Temas his rriqueñismos», de Gagini.
panoamericanos. La base lingüística del español en A m é (1) Véase la ponencia de don Dámaso Alonso, «Uni
dad y defensa del idioma» y el discurso de Menéndez (2) «La lengua y la cu ltu ra de Hispanoamérica. L i
rica». Ed. Gredos, 1953, págs. 46-72. brairie des Editions Espagnols». Paris-Toulouse, 1951.
(2) . Ferdinand de Saussure: «Curso de Lingüística Ge Pidal, «Nuevo valor de la palabra hablada y la unidad
del idiom a», leídos en el II Congreso de Academias de Conversaciones a los estudiantes del In s titu to de Estu
neral». Ed. Losada, S. A. Buenos A ires, 1945. Cap. IV, dios Hispánicos de la Universidad de París.
la Lengua. «Memoria». M adrid, 1956.
páginas 327-336.
Hoy, más que nunca se
m a n ifie s ta un a n h e lo
C O S T A RI CA
general de conservar la
unidad del patrimonio
idiomático en toda la
com unidad h isp án ica
EL L I B R O
ESPAÑOL
l lib ro confeccionado en E spaña, como vehículo d el pensam iento y arca de la cien
cia, del arte y de la fisolofía, tiene u n pasado glorioso, que traza una trayectoria
E
hasta el p resente y ahora se bifurca en A m érica. Las siguientes consideraciones al
respecto se concretan al lib ro español p en in su lar solam ente.
la segunda persona del sin gular: Vos t e equi H ace no m enos de m il años ya era el lib ro español m odelo m agistral de lib ro s. A quellos
vocantes; a vos t e lo dijeron; llevaTE (llevaos) extensos volúm enes confeccionados en los conventos de E spaña fueron m aravillosos p a ra
TU (vuestro) libro. V éase como no se usa os digm as de la producción lib re ra eu ro p ea. Y pocos siglos m ás tarde salieron a la luz en
ni vuestro con el voseo. Además, cuando se España lo s lib ro s im presos, que fu ero n entonces arq u etip os d el arte ed ito rial, a la vez que
dirige un costarricense a vatios am igos, per dechados de ingenio lite ra rio unos y de sin p a r encanto poético o tro s. P o sterio rm en te,
sonas a quienes vosea, jam ás usa la segunda m erced al vínculo d el id io m a, el lib ro español daba la vuelta al m u n d o , en p lan de d ifu
persona del plural vosotros, sino ustedes: sión de la cu ltu ra p o r los grandes 'c o n tin en tes - geográficos de la tie rra . Mas ahora, en
Vení vos, vos y vos, que les tengo a u s t e d e s el siglo actual, no solam ente a rrib a n a H ispanoam érica los lib ro s de E spaña, sino que
una sorpresa. Y, por otra parte, aquí, como tam b ién vienen con ellos a establecerse aquí los lib re ro s y los editores esp añ o les; éstos
en el resto de Hispanoam érica, el uso de vos suelen p o n er tien d a de sus creaciones y h ab ilid ad es en la producción y en la distribución
otros ha naufragado quizá en la lucha entre d e l lib ro español. t
tú y vos. La gen te que decía vos amás o vos H oy tenem os en la A m érica española em presas ed itoras poderosas, p rin cipalm ente en
amáis, habrá dejado de decir, o no habrá co M éxico y en la R ep ú b lica A rg en tin a. En todo caso, e l lib ro editado en E spaña no deja
menzado a decir, vosotros amáis, «que no se de ser el proto tip o en su género para los ed ito res y lectores de todos estos países. No
oye ni siquiera en aquellas regiones hispano d eja de ser todavía el lib ro p referid o en Costa R ica, según m e consta, exceptuando las
am ericanas que han conservado el tuteo es revistas, no o bstante que los despachos de estas p ublicaciones tardan en llegar cuatro
pañol, quizá por exagerada reacción semicul- m eses o m ás desde España hasta n uestro país. Es de suponer que donde hacen escala
tista contra el vos, especialm ente contra la los barcos españoles lleguen los lib ro s y las revistas con m ás frecuencia y en viajes más
form a verbal concordante», como dice Rosen - rápidos. P ero nosotros, en Costa R ica, no tenem os este p riv ile g io ; no lo tenem os p o rq u e
blat (op. cit.). Hecho cierto es el haber que los em barques de E spaña se desvían, tom an otros ru m bos antes de llegar a su destino.
dado reservada esta form a, también aquí, para En las dos prim eras décadas d el p resen te siglo, cuando todavía atracaban en P u erto
ocasiones m uy solemnes y raras. Por eso la Lim ón con reg u larid ad los barcos españoles, lo s d iarios y las revistas de E spaña llegaban
m ayoría de la gen te no sabe usar las form as con u n retraso m áxim o de tres sem anas a las m anos de los num erosos suscriptores de
verbales correspondientes, por una parte, y, Costa R ica. E ntonces los lib re ro s re tira b a n d el correo los paquetes certificados que los
por otra, suele hacer mofa de ellas, al punto ed ito res les h ab ían facturado hacía m enos de tre in ta días. H oy ocurre todo lo co ntrario,
de haberse originado varios chistes, como los fuera de lo que viene p o r la vía aérea ; todo lo que viene de España p o r la vía m arítim a
de C antinflas en algunas de sus películas, con tarda en lleg ar a Costa R ica varios m eses. P ara la nueva generación de costarricenses, de veinte
todo y que en México no existe el voseo. años acá, España es u n país m uy le ja n o , pues las revistas españolas llegan con varios
Sin duda— por últim o— , lo que primero dis m eses de retraso , y no tie n e n m ás suscriptores que ciudadanos españoles y unos pocos
tingu e a un costarricense, por ejemplo, de un costarricenses. De M u n d o H is p á n ic o , p o r ejem p lo , ha llegado en el m es de m ayo el n ú
argentino, una nicaragüense, etc., y hasta de m ero co rrespondiente al m es de e n ero , y a este ritm o le llegan al suscriptor los dem as
un guanacasteco, es, por supuesto, la entona núm eros de esta m agnífica revista. E l nú m ero de diciem bre de 1958 llegó a fines de
ción. La m anera de combinar los elem entos mayo de 1959, después del de en ero . En cam bio, de la revista n o rteam ericana L ife , en
prosódicos, lengua de la afectividad, es divisa lengua española, editada en C hicago, está el m ercado atestado m ediante u n a propaganda
nacional o, más propiamente, regional. intensa m antenida p o r los ed ito res. A sim ism o, la revista m ensual Selecciones, del R eader’s
E l español que se habla en Guanacaste, pro D igest, circula en Costa R ica con p ro fu sió n , y se la ve en todas las lib re ría s y en casi
vincia nuestra que lim ita con N icaragua, de todos los hogares. No cito m uchas otras publicaciones sim ilares de m en o r circulación.
donde proceden los antepasados de sus pobla Visto desde otro p u n to el asunto que nos preo cu p a, es m uy sensible lo q ue ocurre con
dores, distínguese del que se habla en el resto los establecim ientos de enseñanza que necesitan lib ro s editados en E spaña. Los textos que
del país, sobre todo por la entonación y, en req u iere la U niversidad de Costa R ica para sus cursos, cuando los lib rero s traen estos _li-
parte, por diferencias lexicológicas. Tiene más bros de los Estados U n id o s, llegan ráp id am en te, pero si hay que traerlo s de E spaña,
afinidades, como y a se dijo, con el español profesores y alum nos se desesperan p o r la tardanza en llegar lo p ed id o , y finalm ente,
nicaragüense. Los guanacastecos, además, casi cuando llegan los lib ro s, con frecuencia ya no los n ecesitan. Eso m ism o pasa en las
no pronuncian la s final de sílaba; le im pri escuelas y en los colegios de este país cuando esperan lib ro s editados en E spaña.
men apenas una leve aspiración: puej (con Así es q u e, no o bstante las com unicaciones p o r la vía aérea, que han venido acercando
junción que usan mucho), dejpuej. No cometen cada día m ás a todos los países d el m undo en el p resente siglo, E spaña y Costa R ica
los errores ortológicos que apuntam os respecto se hallan hoy m ás alejadas la u n a de la otra que lo estuvieron en el siglo x ix , en lo re la
a la pronunciación de la r r y del grupo tr, tivo a las relaciones cu ltu rales y com erciales.
pero sesean como todos los habitantes del país Sin em bargo, sin que lo dicho sea im ped im en to alguno, la situación actual del lib ro
y pronuncian también la ll como y (yeísm o). español en Costa R ica, donde siem pre es m uy ap reciad o , no dudo de que p o d ría rem ediarse
Su hablar es lento, con prolongación de cier fá c ilm en te; b astaría re a n u d a r la com unicación directa con España p o r la vía m arítim a,
tas vocales de la frase, al tiempo que im pri a fin de in ten sificar las relaciones com erciales y estrechar en consecuencia las relaciones
men su particular entonación. E sto le da al cu ltu rales. Cito las com erciales com o m edio in d isp en sable para lo g rar las sociales y a l
español guanacasteco una cadencia m uy di canzar las relaciones c u ltu rales. Es evidente que en tre pu eblos de una afinidad tan m arcada
feren te de la que le damos los demás costarri com o es la del costarricense y e l español, re a n u d a r antiguas y estrechas relaciones ha de
censes. Y en cuanto al léxico, al poco rato de ser m uy sim p le ; sólo es preciso p ara ello cierto a rran q u e n a tu ra l y espontáneo, que él
hablar con una persona de esta región, se acercam iento suscita y conduce luego a cre a r nuevos y vitales intereses com unes.
nota el uso de palabras locales, la m ayoría Los lib ro s de las ed ito riales G redos, Ib ero am erican a, Espasa C alpe, L abor, A guilar, '
usadas también en N icaragua, como pepenar Ib e ria , C atólica, G ili, Revista de O ccidente, Salvat, M iracle, Sopeña, C ervantes, E brq y
(recoger del suelo cosas dispersas, fru tos y otras m ás, hoy son lib ro s p red ilecto s, cuyo crédito sería m uy sensible que decayera en ¿
granos, por ejemplo), tapiscar y tapisca (cose
este país. _“
char y cosecha, principalm ente de m aíz), coto En general, pues, e l lib ro español en Costa R ica, pese al rango que ostenta y a la
(mutilado), contil (tizne, hollín), chagüite (p la preferencia que el costarricense le trib u ta , duele d ecirlo , ya está descendiendo a segundo
tanar) y muchas otras, eztequismos en su m a térm ino en los centros de enseñanza y en m uchas b ibliotecas p articu lares, debido sólo à
yoría. las dificultades de tran sp o rte desde la e d ito ria l hasta las m anos del lib re ro . Esto debe
La extensión que necesariam ente ha de te llegar a rem ediarse sin tardanza ; creo que in teresa fu ndam entalm ente a España y será
ner un artículo como éste, destinado a una muy provechoso p ara Costa R ica.
revista no especializada en m aterias lin g ü ísti
cas, me perm ite solam ente referencias m uy ge
nerales e incom pletas. V alga lo escrito para
JUAN TREJOS
dar a conocer m uy a grandes rasgos cómo es Correspondiente de la Real Academia Española
el español de Costa Rica. Español es y será, y sécretario de la Academ ia Costarricense de la Lengua.
■: • . ■■ • • 1 : l. ■ V
-
como lo es el que se habla en todo el v a stísi
mo espacio en que vive la comunidad hispá
nica, fiel a su tradición cultural y celosa con
servadora del patrimonio idiomático legado pol
la m adre patria.
LA COLONIA ESPAÑOLA
N TRE las colonias españolas que dan p restig io a la m adre p a tria en Amé estudiando la m odernización de su edificio, situado en el centro de San José,
rica destaca la de Costa Rica, no sólo por se r la m ás n um erosa de las p ara a d a p ta rlo m ejo r al d esarrollo de sus actividades sociales y cu ltu rales.
E
colonias e x tra n je ra s en el país, sino tam b ién por h a b er contribuido La C asa de E sp añ a m antuvo m uy en alto el p restig io del tra b a jo , de la ho
siem pre de m anera eficaz al d esarro llo económico y c u ltu ra l c o sta rri n estid ad y del e sp íritu ibéricos. A ello contribuyó tam bién o tra sociedad
cense. española, de c a rá c te r deportivo, la G im nástica E spañola, que desde su fu n
E sta colonia tie n e ya una la rg a trad ició n . D u ran te u n siglo la p a rtic ip a dación, hace c u a re n ta y ocho años, m an tien e un equipo de fú tb o l en la d i
ción de los españoles en la vida y d esarro llo de C osta R ica ha sido destacada visión de ho n o r co starricen se.
y ha m erecido los elogios, que nunca le re g a te a ro n los n acionales. P o r eso En el trá n s ito del siglo, la m ayor p a rte de los españoles em igrados a
el español es acogido en C osta R ica no como un e x tra n je ro , sino como un C osta R ica procedió de C atalu ñ a y de las islas C anarias.
herm ano. La p articip ació n española ha ab ierto gran d es fu en tes de riqueza y de
En el fin a l del siglo pasado d estacaro n algunos españoles ilu stre s. Don tra b a jo en la v ida económ ica nacional, ta n to en la a g ric u ltu ra como en la
V aleriano F ernández F e rra z , canario, cate d rático de la U n iv ersid ad de Ma in d u s tria y el com ercio. La C ám ara de Comercio E spañola publica re g u la r
drid, fué co n tratad o p or C osta R ica p a ra o rg a n iz a r el Colegio de San Luis m ente u n in te re sa n te «B oletín» y lab o ra por el fu tu ro acrecentam iento del
Gonzaga de C artago, que, g racias a su labor, llegó a se r en su tiem po la comercio e n tre los dos naíses.
m ás a lta in stitu c ió n c u ltu ra l del país. Su herm ano, don Ju a n F ern án d ez E n tre la colonia española d estacan asim ism o' actu alm en te los in telectu ales
F erraz, in tro d u jo en C osta Rica el krau sism o y fu é uno de los m ás d e sta dedicados a la enseñanza. E n la U niversidad p a rtic u la rm e n te gozan de gran
cados in v estig ad o res de las len g u as aborígenes. Ambos herm anos d ejaron p restig io los p ro feso res españoles.
honda huella en la organización de la enseñanza nacional. A don V aleriano Un v enerable pro feso r, don A ntonio Ja é n M orente, español de p u ra cepa
se le com isionó p ara c o n tra ta r en E spaña a tr e in ta m aestro s, que llevaron a y cordobés de nacim iento, es fig u ra resp etad a en el país y re aliza una am plia
la p ráctica la g ran refo rm a de la enseñanza. Don V aleriano, v enerable p a lab o r de divulgación de la c u ltu ra española. R ecientem ente fundó la cá te
tria rc a , fu é el m aestro de to d as las fig u ra s im p o rta n te s del país d u ra n te d ra M enéndez P id al en el In s titu to C ostarricen se de C u ltu ra H ispánica, la
medio siglo; respetuo so siem pre a n te los problem as nacionales, por su a b cual fué acogida con g ra n entusiasm o.
negada y valiosa lab o r fué nom brado B enem érito de la P a tria , único ex La A cadem ia C o starrice n se de la L engua E spañola tie n e sus sesiones
tra n je ro que ha recibido este honor. en el Salón E sp añ a de la B iblioteca N acional, salón de bellos artesonados
E n la m ism a época el p in to r español don Tom ás Povedano fundó la E s y cuya biblio teca se debió a don L uis T orres Acevedo, cónsul de E spaña en
cuela de B ellas A rtes, y d u ra n te o tro medio siglo fu é el p a tria rc a de las C osta Rica. El E stad o co starricen se, como hom enaje a la m adre p a tria , de
bellas a rte s en C osta Rica. nom inó E scuela E sp añ a a u n a de las m ás destacadas.
La colonia española fundó a m ediados del siglo XIX la Sociedad de Be A ctualm ente se proyecta u n a Sala E spaña en la biblioteca de la U n iv er
neficencia E spañola, conocida m ás g en eralm en te con el nom bre de Casa de sidad, en el edificio que se c o n stru irá en la C iudad U n iv ersitaria.
E spaña, y que es u na de las m ás a n tig u a s sociedades españolas en el co n ti E sta breve sín te sis de la ap o rtació n española al desarrollo de C osta Rica
nen te am ericano. Desde su fundación la C asa de E sp añ a es la in stitu ció n b a sta ría por sí sola, a p a rte de la com unidad de c u ltu ra, de idiom a y de es
que acoge la m ayor p a rte de la colonia. Sus salones ad m irab les son co n ti p íritu , p a ra ju s tific a r p lenam ente el respeto y p restig io de que goza en
n u am ente solicitados p or o tra s in stitu c io n e s p a ra acto s de tip o c u ltu ra l y este país, en el que nunca es considerada como ex tra ñ a o e x tra n je ra .
social. E n la actu alid ad la C asa de E spaña, en u n a fá n de renovación, está P. G. L.
BORRASÉ
«DIARIO NACIONAL». El m atu tin o de los lunes.
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ESTABLECIDA
DESDE EL AÑO 1922
ASOCIACION
ESPAÑOLA DE
BENEFICENCIA
L A Asociación Española de Beneficencia de San José de Costa
Rica■fué fundada el de septiembre de 1866, con el fin de
extender su acción benéfica sobre los españoles residentes en
cualquier punto del país, socorrer a sus asociados en caso de enfer
medad y atender al recreo y solaz de todos los asociados, aun los no
españoles, que fueren admitidos por la Junta directiva, mediante
actividades desarrolladas en su domicilio social de la «Casa España»,
edificio propiedad de la Asociación en la ciudad de San José.
Pueden pertenecen- a la Asociación los españoles de ambos sexos,
por nacimiento o por derecho, residentes en la República, y los que
hubieren adoptado la ciudadanía costarricense, y para ingresar en
la Asociación es necesario presentan- certificado médico acreditativo
de la buena salud del solicitante, renunciando a demandar a la
Asociación ante los tribunales del país por cuestiones referentes a los
derechos y deberes del asociado para con aquélla. Los cargos de pre
sidente y vicepresidente de la Asociación recaen siempre, necesaria
mente, sobra españoles de nacimiento o derecho. La presidencia
honoraria de la Asociación se le otorga, por derecho de su cargo, al
representante de España en Costa Rica.
La Asociación está administrada por una Junta directiva, com
puesta de catorce miembros propietarios y seis suplentes. Esta Junta
se renueva cada año, pudiendo reelegirse la mitad de sus miembros
«Casa Españ a»: Edificio y sede de la A so c iació n Española de Beneficencia
propietarios y la mitad de los suplentes. Los cargos de la Junta di
rectiva son los siguientes: un presidente, dos vicepresidentes, un
tesorero, un contador, un fiscal, un secretario, un prosecretario, un
bibliotecario, cinco vocales propietarios y seis suplentes. Todos estos
cargos son honorarios, pero en algún caso el secretario y el contador
perciben los honorarios que la directiva determina.
Entre las funciones de la Junta directiva se encuentra la de
organizar anualmente una fiesta de beneficencia, solicitando la coo
peración del comercio español establecido en Costa Rica.
La deliberación de los asuntos que se presentan a la consideración
de las Juntas generales se ajustan a las siguientes normas:
Anunciado o leído por el secretario el tema puesto en debate,
pueden tomar parte en el mismo tres asociados en pro y otros tres en
contra. Bajo ningún concepto terciarán en la discusión más asocia
dos. Consumidos los tres turnos, la presidencia, nuevamente y por una
sola vez, concede la palabra para rectificaciones. A continuación es
puesto a votación el tema.
El mero hecho de solicitar, por parte de un asociado, el auxilio
de la Asociación, obliga a ésta a dar asistencia médica gratuita y,
en algunos casos, medicinas y pensiones. En caso de enfermedad
crónica se procura la repatriación del asociado, siempre que tenga
familiares en España.
Dentro de los salones de la Asociación está prohibido ocuparse
de religión o de política.
La Jun ta directiva de la A so c ia c ió n electa para 1 9 5 9 .— A b ajo : U na fiesta
de las num erosas o rgan iza d as en los salones de la A . E. B. (Fotos M . Roa.)
g
TEJIDOS EN GENERAL
Empresa fundada en 1910 por
Don Antonio Herrero Navas
il DEPORTO! COSTA R IU
practicando atletism o, para dedicarse después al polo, en ouya especialidad d es
tacó sobrem anera hasta llegar a ser uno de los principales elem entos de la selec
ción nacional de C osta Rica. Don A n to n io Escarré C ru xe n t fué nom brado director
general de D eportes en 1951, puesto q u e desem peña desinteresadam ente, pro
porcionando al deporte de C osta R ica grand e s conquistas, entre las que se cu en
tan la m agnífica ilum inación del Estadio Nacional, en San José; la construcción
del cam po de béisbol y la actual realización del m ajestuoso Gim nasio Nacional.
EDIFICIO HERRERO
Avenida Central
San José de Costa Rica
L A ley de 3 0 de octubre de 1953 Actúan como organismos adyacen no de Béisbol, en los Juegos Depor En tenis, Costa Rica juega los Cam
Gerente: Antonio Herrero García También participó nuestro fútbol
creó la Dirección General de tes el Comité Nacional Olímpico y en los Torneos Panamericanos, ha tivos Centroamericanos y del Caribe peonatos y los de Copa, y toma par
Deportes como un organismo los asesores, principalmente el de biendo obtenido en México— segun y en las series mundiales de béisbol te en los Juegos Centroamericanos y
superior encargado de la vigilan partamento de Educación Física de la do panamericano— un honroso ter «amateur». del C a r ib e . En el torneo Orange
cia de la educación física, dándole Dirección. Como dependencias eco cer lugar. En ciclismo hay competiciones en Bowl, para el Campeonato Mundial
jurisdicción en toda la República y nómico-administrativas, la Dirección En baloncesto, Costa Rica celebra el país, entre ellas el Campeonato Infantil, que se jugó en Miami, el
disponiendo que a ella estén subor cuenta con una Secretaría General y el Campeonato oficial, que es anual, Nacional, y en lo internacional toma tenista infantil costarricense Nicolás
Departamentos: dinadas todas las instituciones de una Contaduría y Proveduría, y como siempre parte en los Juegos Depor Kaló conquistó el título de campeón
en los dos sexos. También se juegan
Sotano: Almacén por mayor. portivas del Estado. dependencias técnicas, el Departa torneos de copa. En los internacio tivos Centroamericanos, habiendo ga mundial.
Entresuelo: Departamento de Caballeros. La Dirección General de Deportes mento de Educación Física antes ci nales, aparte de series interclubs, nado un campeonato en los V Jue El tiro nacional está a cargo de
1. er piso: Tienda al detalle. funciona como una dependencia del tado, los entrenadores, técnicos y toma parte todos los años en el Cam gos, en la Vuelta Ciclista de México la Federación Nacional de Tiro y
Ministerio de Educación Pública, y luego las mismas entidades deporti peonato de Basquet Centroamerica y en la Centroamericana. Actualmen Caza. Celebra campeonatos anuales
2. ° piso: Departamento para Niños.
está atendida por un director general vas que le son afiliadas, rectoras de no y Panamá. En el último torneo, te se está organizando este torneo en todas las modalidades. Tiene muy
3. er piso: Departamento de Señoras.
de deportes y por su subdirector. cada deporte. que se jugó en Nicaragua, Costa Rica en nuestra capital. buena organización. En lo internacio
4. ° piso: Menaje de casa. Entre los organismos subordinados El deporte favorito del país es el nal participa en los Juegos Deporti
conquistó el segundo puesto en la En el deporte del polo, Costa Rica
5. ° piso: Fábrica de ropa. a ella actualmente en funcionamien fútbol. Existe el fútbol federado, que serie masculina. Ahora se está tra se distingue como uno de los mejo vos Centroamericanos y del Caribe,
to están: la Federación Nacional de es el que regenta la Federación N a mitando el próximo campeonato, cuya res de Centroamérica. Se han jugado siempre con éxito.
3078 Fútbol, la de Baloncesto, la de Béis cional de Fútbol. También el fútbol sede es esta capital, y en esa fecha les campeonatos nacionales, y en los La Federación Nacional de Pesos
Central telefónica: 3718 bol; la Asociación Nacional de T e independiente, aunque subordinado internacionales, Costa Rica ha parti organiza un campeonato anual y ex
será inaugurado el nuevo gimnasio
4739 nis; la Federación Nacional de Tiro a la Dirección General de Deportes, nacional. cipado con éxito frente a Venezuela, hibiciones periódicas. En lo interna
y Caza, la de Atletismo; la Asocia la que lo apoya y lo ayuda. En el béisbol juega, en escala na Cuba y México. En el Centroameri cional acaba de participar por prime
ción Nacional de Golf; la Comisión El fútbol viene realizando cam cional, los campeonatos de Liga en cano ha sido campeón, y lo mismo ra vez en los V IH Juegos Deportivos
Nacional de Boxeo; la Federación N a peonatos organizados, desde el año forma regular, siendo esas ligas la en el torneo que acaba de jugarse Centroamericanos de C a r a c a s , en
cional de Ping-pong; la Junta N a 1921, en escala nacional. En lo in de San José, la Liga Atlántica, la del en San Salvador, sin ninguna derrota. donde ocupó un quinto lugar.
cional de Ciclismo; la Federación ternacional, ha particidado en el Cen Pacífico y la del Pacífico Sur o zona En golf se juega el Campeonato Merece un capítulo especial el de
Nacional de Ajedrez, la de Levanta troamericano y del Caribe de Fútbol, bananera. Los campeones de esas li Nacional. En escala internacional se porte que atiende la Asociación N a
miento de Pesos y Gimnastas; la Fe torneo en el que se han jugado ya gas juegan a fin de año el Campeo juega cada año un torneo interclubs cional de Judo de Costa Rica, porque
deración Nacional de Billar, etc.; ocho campeonatos, y en los cuales nato Nacional. En lo internacional, el Centroamérica - Panamá, en el cual siendo el deporte más nuevo, ha lo
OESDE 1910 todas ellas con ramificaciones en el Costa Rica ha sido campeón siete Costa Rica se ha clasificado en algu grado hacer ya una labor notable, in
béisbol de Costa Rica toma parte en
La cigüeña ida trae y E L G L O S O los viste. nes en el país. veces. forma saliente: en el Centroamerica nos de ellos como campeón. cluso en torneos internacionales.
zarpa de la fiera allá, contenidos por el colmillo del reptil en todas partes y
VOLCANES
acechados siempre por la azagaya del indio moreno y valeroso.
•Enfermos, hambrientos, desnudos, iban a veces a lo largo de las costas
buscando un caracol p ara prolongar el martirio, al decir del historiador.
• Iban así, grabando en todas partes su huella victoriosa, dejando una ban
dera y una cruz en la cumbre de un monte elevado o en las aguas de un
mar, hundidos hasta el pecho. Una bandera y una cruz. La patria y la fe.»
»La leyenda: Dos de estos españoles, perdidos en los rincones de estas
montañas, subieron hasta la cumbre del Barba.
»En la cima, la casualidad les cerró el paso y la fortuna les ofreció una
DE sonrisa magnífica.
•Tras un amontonamiento de rocas sueltas y desordenadas, encontraron un
tesoro. Los indios, en fuga, habían recogido allí sus haberes: los espejos de
oro que se colgaban al cuello, las patenas, las hachas, las águilas de oro
pesado, macizo y bien batido.
»E1 sol guiñaba los ojos de aquel puñado de oro, que chispeaba como una
maravilla salida de un cuento de Las mil y una noches.
COSTA
•Estaban redimidos de tan largo calvario.
• Pero por la ley fatal, supremas alegrías van seguidas de supremas an
gustias.
•Uno de aquellos buscadores de oro no pudo más. El hambre, la fatiga,
la enfermedad, le habían roído.
• Todo aquel oro, capaz de hacerle feliz, sólo podía darle la angustia de
sentirlo escaparse de sus manos temblorosas con la agonía de Tántalo.
•El conquistador estaba conquistado.
RICA
•El soplo de la muerte avivó la llama de la fe, la fe de España, la fe
de la raza.
»—Hermano, me estoy sintiendo morir...; no tengo familia en Zaragoza...;
toma mi parte de ese tesoro, busca a tus compañeros y vuelve con ellos a
ese monte, donde habrás de enterrarme... Levanta allí una ermita a la Pilarica.
•El compañero juró cumplir la manda. Enterró bajo la tierra virqen aquel
cuerpo y lió el oro en sus maletas.
• "Locuras de beatos—se dijo, resuelto a no dar cuenta de aquello—. Al dia
blo con la Pilarica. Ella está más rica que yo."
•Su carcajada fatídica sonó en el monte como una maldición.
•Echó a andar.
Por • Anduvo..., anduvo...
• Anduvo casi toda la noche y todo el día siguiente.
• Pero por más que anduvo no pudo salir del monte.
•Cansado, dominado por la fatiga, quedó dormido bajo una sombra amable.
RAMIRO MONTERO S.
C a te d rá tic o d e G e o lo g ía d e la U n iv e rs id a d d e C o sta R ica
Cuando fué el despertar, vió, con ojos de espanto, que el sitio en que se hallaba
era el mismo de donde había salido. Aún estaba a su lado la tierra recién
removida que recogió al amigo. ¡Horror!... Abría, espantado, los ojos para
darse cuenta perfecta.
>
f Rande debe de haber sido la actividad volcánica de los colosos que Sobre estas líneas; U n grupo de curiosos observa al gigante: el volcán P ois, meteorización de los mismos, lo que ha venido a producir la feracidad de sus
forman la diadema ígnea de la cordillera andina costarricense, pues de 2 .2 6 5 metros de altitud, con el cráter en actividad, la terrible boca de tierras y la variedad de sus cultivos.
entre los pocos relatos conservados en los archivos nacionales se fuego que produjo en 1 8 6 8 la destrucción de San José y otras ciudades ve Hoy día esos cíclopes duermen un sueño de reposo; de tiempo en tiempo
puede anotar el del gobernador español don Diego de la Hayo Fer cinas.— A la derecha: A spe cto del Irazú.— Abajo: Gráfico del volcán Miravalles. manifiestan la cólera de sus fulgentes entrañas con leves manifestaciones de
nández, en 1723, al narrar una erupción del volcán Irazú. Se inició gigantescos bostezos, y se coronan de nubes sus enhiestas cabezas milenarias,
el 16 de febrero de 1723, a las tres de la tarde, «e hizo ver una para luego caer en una somnolencia peligrosa.
humareda renegrida obscura y tenebrosa y soplando un fuerte vien . El vulgo los ha calumniado muchas veces, atribuyéndoles los movimientos
to Norte, ocurrió obscuridad en cierta parte de la vecina región; HORNILLAS DEL VOLCAN M IR A V A L L E S sísmicos que muy a menudo conmueven el territorio nacional, pero en realidad
grandes retumbos y truenos se hicieron oir. El 17 de febrero a las es otro el origen. El acomodamiento de capas en la profundidad del suelo, o
cuatro de la m añana se oyo un trueno o retumbo mayor que los antte- P E Ñ A o paredón semicircular de 10 metros de alto, coronado de maleza, bien en la superficie, es el causante verdadero de tales conmociones.
cedentes, con estruendo Continuado y apoco ratto se vieron sobre la Dos son las ramificaciones montañosas en las que se manifiesta el volca
arbustos y árboles, con los hojas blanqueadas por las emanaciones.
Altura de dicha messa algunas llamas las que apoco tiempo se nismo costarricense: la cordillera de Guanacaste y la Central. En la primera
ocultaron por Aclarar el dia y estando reparando lo dho enlos es | existen los volcanes denominados Orosí, Rincón de la Vieja, Miravalles y Te
tupendos truenos y traquidos que por Instante daucr, vimos como alas 3 de la norio. Aislado, solitario y misterioso, entre las dos cordilleras, se alza majes
tarde que salía por enttre el humo un Arco al pareser de poco mas de una tuoso el volcán ArenaL
Vara de Senttro Compuestto como de Copos de alqodon o de Nieve, según era | En la cordillera central podemos anotar los siguientes: el Viejo, el Poás, el
su Blancura Y del gruesoo de quatro dedos el qual fue subiendo a dos picas Barba, el Irazú y el Turrialba. Se desconoce la existencia de volcanes en la
de Altura rectamente separándose de la humareda, en al qual esttado se cordillera de Talamanca, a l sur del país, no sólo porque no hay en ella mani
unió transformándose e vna palma, en Cuia figura se mantubo Como vna Aue festaciones de actividad volcánica, sino por lo intrincado de la selva tropical,
Maria sin subir ni bajar de donde estaua y depues dando algunas bueltas que, mayestática y hermosa en su salvajismo, ha sido barrera casi infran
se bolulo a su primer ser, Y fue subiendo p a ra la región disminuiendo y queable a la exploración.
p ara ello fue arrojando de Instante o Instante aquella materia de que era Varios sabios vulcanólogos, tanto nacionales como extranjeros, han efectua
Compuesto hasta que totalmente se deshizo. El 18 luego que llego la noche do estudios de los diversos volcanes, y muy especialmente sobre el Poás, el Irazú
se vio arrojar mayor fuego con quadrupllcadas porciones grandes piedras y el Turrialba. Entre los nacionales merece citarse al profesor don J. Fidel
encendidas paresiendo auerse ensanchado mas la Bocaamaier según lo que Tristón y al ingeniero don Ricardo Fernández Peralta. Entre los extranjeros,
fluio toda la noche hastta el Alba del dia 19 que con la claridad de la ^ ^ Pittier, Von Frantzius, Von Seebach, doctor Sapper, etc.
Aurora oculto sus llamas y solamente se veia humear. A las 6 de la m añana Todo fenómeno natural lo h a deificado o lo h a rodeado de misterio y de
de dho dia 19 Bolvio a subir entre la humareda ottro Arcomo Como elde la leyenda la gente de todos los países y en todos los tiempos. No podían que
tarde antecedente. En la Noche del dia 19 hastta la m añana del día 20 se dar fuera de esta regla general los conos volcánicos y sus horrísonas m a
continua un rumor sordo deuajo de la tierra por toda la Ciudqd que aplicando nifestaciones. En Costa Rica existen varias leyendas, pero entre ellas se des
el oydo paresia que rios de agua Corrían por entre sus venas lo que causo tacan las que se refieren a los volcanes Barba e Irazú.
gran temor enttodos; Y de ratto en ratto arrojo dho Bolean ottras porciones El eximio escritor, poeta y prolesor don Luis Dobles Segreda narra del vol
de bolas encendidas con mayor abundancia que anteriormente. » cán Barba lo siguiente:
«El dia 20 Alas 10 de la Noche dio vn trueno dicho Bolean y arrojo vna «Los españoles eran gente de otra época, quizás de otra raza más vigorosa
Pardon de fragmentos encendidos y después se eubrio de Niebla toda la que la nuestra, más curtida por los horrores de la guerra, más molida por
altura y parte de la falda, Y hauiendo amanecido el dia 22 se hallaron las los martirios de la persecución, más quemada por el sol de los mares, eruzados
Calles de esta ciudad, los tejadas y les Palios, campos y arboledas de sue todos en son de conquista y en anhelo de gloria.
contornos Inundados de sus Cenizas.» •Aquellos hombres no llevaban entonces, como hoy nosotros, mosquiteros,
«Las erupciones fueron mas fuertes en los dias de Conjunción y Oposición ni provisiones conservadas, ni impermeables de goma, ni aparatos p a ra medir
de Luna.» distancia» y tomar direcciones. Eran locos que se iban monte adentro con un
Se ha respetado la ortografía del gobernador español, y se aprecia en el tasajo de carne en el morral y un valor temerario en el corazón.
relato el tipo de erupción estromboliense con qu» manifestó su actividad el •No iban rastreando el trillo, como hoy hacemos; se lo abrían a tajos. No
volcán Irazú en tan lejana época. iban salvando el barranco y vadeando el río; se despeñaban aquí y cruzaban
Por todas partes del suelo costarricense se pueden apreciar los formidables a nado allá. Como lagartijas sobre las rocas, cruzando ríos, saltando abismos,
mantos lávicos arrojados por sus innumerables volcanes, y se nota la profunda trepando peñas; mordidos por el diente de la fiebre aquí, atajados por la
BOSQUEJO ORIGINAL DEL LIC. MAINRAD KOHKEMPER M.
Marzo de 1958
miró a todos lados. Nada había, nada. Por todas partes, el mismo silencio
reinaba en la montaña.
•Como loco, comenzó a gritar:
»—Pilar... Pilar... Pilar...
• El eco de su voz resonaba en las peñas.
»—Pilar... Pilar...
• Algún pájaro burlón respondía a lo lejos con las flautas de su charla.
• La fiebre, la fatiga, el hambre, la desesperación.
• Así murió aquel miserable, demente, cargado de oro y desfalleciendo de
hambre y de congoja, dando vueltas en torno a la laguna y voceando eter
namente:
»—Pilar... Pilar...
• Cayó al fin, trágico y desfigurado, sobre la misma tierra removida que
recogió al amigo.
• Si gritáis en la montaña del Barba, oís que responde dos, tres cuatro
veces. No creáis que es el eco; es el español que anda en pena buscando
su salida del monte.
• Poned cuidado...
•El viento trae siempre las mismas sílabas fatídicas: "Pilar... Pilar..."»
Pero la Virgen tiene su santuario.
En las noches de luna y de misterio, cuando hasta el viento parece andar
de puntillas p ara no meter ruido, el que va a dormir solo, eso sí, enteramente
solo, al corazón de la montaña, ve levantarse del fondo de la laguna una
iglesia gótica. Ñor José vió una vez las agujas magníficas, la ojiva de los
ventanales y oyó las cam panas echadas al vuelo.
Es la victoria de la catedral de la Virgen del Pilar; la fe, que se levanta
triunfadora sobre las falacias de los hombres.
La leyenda del Turrialba, narrada magistralmente por don Amoldo Salas,
dice así:
«Muchos años ha, antes de la conquista, habitaban en esta fértil región in
dios fuertes y valientes. El cacique, viejo viudo, cuidaba, como único tesoro, a
su hija, hermosa joven de quince años, de cuerpo esbelto, pechos en m adura
ción, carnes morenas y provocativas.
• La tribu vivía feliz. Cira—tal era el nombre de la joven india—era carita
tiva y amorosa con todos; manejaba el arco y la flecha con destreza.
• De pronto, sobre las rocas, una bellísima muchacha, fresca como las aguas
del arroyo, hermosa como las flores de la montaña, apareció vestida de ma
jestad serena.
•El conquistador la miró sin comprender, y ella, ocultando entonces el rostro
BANCO
sobre las manos, comenzó a llorar.
Arriba: El terrible cráter del Poás ejerce
•Loco de admiración y de sorpresa, corrió hacia la encantadora aparición,
y cayó a sus pies p ara hablarle. una poderosa atracción sobre viajeros y na
»—Lloro—respondió la zagala—por los hombres sin fe, por los que no saben turales. Junto a la cerrada vegetación de
cumplir la promesa empeñada. la m ontaña se encuentra también uno de
»—¿Pero tú sabes...? ¿Quién eres tú? ¿Cómo te llamas? los típicos carritos del país.— A la derecha:
ESPAÑOL »—Pilar—dijo la niña, y su llanto caía tan copioso, que por obra de milagro
y de encantamiento iba llenando la oquedad del monte.
»—Te h aré un templo—dijo el español—; te haré el templo con su oro y
con el mío, pero si me prometes sacarme de esta montaña.
»—Gracias—replicó Pilar—. Así no quiero yo devotos.
U n imponente paisaje, en el que destaca el
Irazú.— Abajo: Una de las curiosidades del
volcán Poás es su laguna de aguas frígidas.
- DE • Su llanto había llenado la depresión del monte casi por completo, y Pilar
fué deshaciéndose lentamente, misteriosamente, como envuelta en una niebla,
cada vez más y más sutil, esfumada en los tintes del paisaje. El pobre hombre
CREDITO • Una tarde de verano, en que el sol, como gota de sangre, se hundía tras la
montaña, Cira sintió el encanto de la selva murmuradortx, y se inició por ella;
D o m ic ilio social: ALCALA, 14 - MADRID fué recogiendo florecillas, internándose cada vez más. Ya el cielo arrojaba sus
lágrimas. Cira, cansada, sentóse sobre un viejo tronco. La oscuridad de la
selva la envolvía. Sintió miedo; gritó, pero las tinieblas devoraban sus gritos.
CAPITAL DESEMBOLSADO Y RESERVAS:
Comenzó a llorar. Su cuerpo, fatigado, buscó la fresca hierba. Se quedó dor
2.078.296.508,09 PESETAS mida. Los árboles dejaron penetrar hilos de plata, que iluminaban el rostro de
aquella virgen salvaje.
•La selva crujió ante el paso de un hombre; los árboles lanzaron un quejido.
Un indio errante, de otra raza, entraba en la selva. Caminó, caminó un poco;
496 DEPENDENCIAS EN ESPAÑA Y AFRICA
se detuvo, asombrado: ante sus pies estaba Cira. Sus ojos dieron con aquel
diamante rodeado de esmeraldas. Se inclinó y posó sus labios, como roce de
•
alas, sobre los de la hermosa india. La virgen se estremeció; púsose en pie;
quiso huir, pero unos brazos fuertes rodearon su cintura. El indio alzó su presa
EJECUTA BANCARIAMENTE TODA CLASE y corrió hacia la cima. Allí se detuvo y sentó a Cira a su lado; le cantó su
DE OPERACIONES MERCANTILES Y COMERCIALES amor, acompañado del leve suspiro de las hojas, que crujían ante el alba que
nacía. Débil cinta de plata iluminaba la pareja feliz. Las estrellas, temblorosas,
• como pétalos de rosa que se marchitan, comenzaban a huir.
•En la tribu de Cira había confusión. Los caracoles punzaron el espacio con
DEPARTAMENTO DE EXTRANJERO: su grito de alerta. El viejo cacique, el primero, se internó en la selva que
ocultaba a su diosa. Todos los indios, con sus arcos listos, le seguían de cerca.
Cedaceros, 4 - MADRID Caminaron. El sol se desprendía, alegre y coquetón, de la cima.
•El viejo cacique lanzó un grito que hizo temblar la selva. Cira estaba allí,
• en brazos de otro hombre. Los arcos inflaron sus vientres, prestos a arrojar
sus lenguas mortales, pero la selva se agitó, abrió un inmenso vientre y ocultó
ESTA ESPECIALMENTE ORGANIZADO a dos seres, felices ya. Una columna de humo sagrado salía de allí, como
PARA LA FINANCIACION DE ASUNTOS RELACIONADOS apoteosis del amor de dos razas.
CON EL COMERCIO EXTERIOR • Años después, cuando los intrépidos conquistadores hollaron esta región, sus
ojos se extasiaron ante aquella columna de humo sagrado, le dieron el nombre
de Torre-alba, que luego, con el trotar de los años, los moradores de esta región
(A probado p o r la D irecció n G eneral d e Banca c o n el núm . 2.352)
lo cambiaron por el de Turrialba.
• Así nació el volcán Turrialba.»
R. M. S.
COSTA RI CA
ATIENDE EL PROBLEMA DE VIVIENDA
POR MEDIO DEL INSTITUTO NACIONAL DE VIVIENDA Y URBANISMO
A rrib a: En el acto in a u g u ral de la cátedra « M e n é n d e z P idal», el 17 de m ayo de 1 9 5 9 , aparecen en la presidencia, de izquierda a derecha, el señor em bajador
del Ecuador, el señor vicepresidente, doctor Bonilla; la presidenta del Institu to, deña Em ilia M a rin C a ñ a s de Pozuelo; el excelentísim o señor Presidente de la P e -
pública, don M a rio Echandi, y los señores em bajadores de C hile, Brasil, España, H o n d u ra s y El Salvador.— A bajo : D on A b e la rd o Bonilla dicta una conferencia
en el acto de apertura de la Sem ana de H ispanidad de 1 9 5 8 . El In stitu to trabaja intensam ente en las actividades culturales y sociales que le son im perativas.
H
Puerto Limón, fué fundado el Ins en nada perjudica al sentimiento nacional
tituto Costarricense de Cultura más acendrado. De modo que si el Instituto
Hispánica, como el acto más im ha puesto especial empeño en dar a cono
portante de la celebración de la cer a España en nuestro país, no ha reali
efemérides de la llegada de Colón zado en escala menor el de que Costa Rica
a ese punto de nuestro litoral. sea conocida allá. Con tal idea hemos con
Coincidió con la fecha la segunda seguido que una copia del primer documen
visita del buque escuela Juan Se tal fílmico sobre este país fuera enviada a
bastián Elcano, cuyos guardiama- Madrid para tomar parte en el Festival de
rinas acentuaron el carácter de en Cine Documental Hispanoamericano, que se
trañable confraternidad de la fiesta. celebró en Bilbao en octubre.
Y en 1953 quedó instalada en San José, Por lo demás, se procura afirmar las ba
capital de la República, la primera Junta ses intelectuales del intercambio cultural
directiva, con el licenciado don Fabio Four entre un país y otro selecionando cuida
nier a la cabeza, como presidente o di dosamente a los becarios, llevando a cabo
rector. conferencias y exposiciones en forma todo
El Instituto no ha dejado de trabajar des lo más metódica posible, efectuando cursi
de entonces intensamente en las activida llos y radiodifusiones continuas, etc., hasta
des culturales y sociales que le son impera culminar este año con la instalación de la
tivas; ya en septiembre de aquel año se cátedra «Menéndez Pidal», primera que se
fundó una filial femenina, con el nombre funda en la América hispana dedicada al
de «Asociación Isabel la Católica». La Aso estudio de la historia' española, prohijando
ciación se ha incorporado recientemente al la brillante idea del doctor don Antonio
Instituto como su sección femenina, y bajo Jaén-Morente, quien por amor a España y
ese aspecto desarrolla una labor de grandes al nombre excelso de su maestro Menéndez
dimensiones, mediante centros culturales Pidal aceptó la pesada carga de dirigirla.
para analfabetas y agregadas de primaria, Su inauguración—con la asistencia del ex
lo mismo que para jóvenes que no comple celentísimo señor Presidente de la Repúbli
taron su segunda enseñanza, y en los cuales ca, don Mario Echandi; vicepresidente Bo
se les dan a conocer los valores morales, nilla y embajadores de las Repúblicas her
materiales y políticos del ideario hispánico,
manas y de España—revistió caracteres de
difundiéndolo así entre las clases trabaja
especial solemnidad. El ejemplo costarricen
doras.
Ha sido tarea primordial del Instituto Cos se deberá fructificar en el resto de América,
tarricense la de hacer llegar al ánimo de pues únicamente a través del conocimiento
todos la idea hispanoamericanista del mo de la historia de la que en un tiempo fuera
vimiento, procurando el acercamiento y mu patria común podrá llegarse a alcanzar en
tua comprensión de los países que, con nos un futuro próximo esa confraternidad mo
otros, hablan esta lengua rica y plena. ral efectiva del ideario hispanista que infor
Prescindiendo de falsos prejuicios, las su ma todos los actos de este ejemplar Instituto
cesivas Juntas directoras han procurado Costarricense.
PLANTAS
P or E D W IN N A V A R R O B O L A N D I
Vicedecano de la Facultad de Agronomía
M A D RID
visión del territorio en dos zonas, alrededores. Ligada a la tradición
perfectam ente definidas por sus con costarricense siempre, ha adornado
diciones clim áticas: una zona atlán la cabeza de las cam pesinas y la
tica, con lluvias casi durante todo solapa del caballero. Es la flor na
el año, y otra pacífica, con perío cional, m erecedora por mil títulos de
LA dos húm edo y seco claram ente m ar ese honor. Ha sido inspiración de
EMPRESA
DE
AVIACION
SAN JUAN DE P U E R TO RICO
cados. La flora de a m b a s z o n a s ,
como es lógico suponer, presenta di
ferencias de acuerdo con el clima.
Quizá m ás rica en especies la prim e
ra, pero es innegable que en ambas
una de las canciones más populares,
que en p arte dice :
rium Scherzerianum ). Pienso que su m ás m aravillosas, qué verdes más Las pacayas, palm eras pequeñas, te de color rosado. Pocos árboles
nom bre se lo debe a la espata en variados, qué riqueza de varieda presentes en casi todos los jardines hay que se presten com o éste para
form a de lengua, de un rojo vivísi des ! ; miles de heléchos que con sus de años_ anteriores ; h ay varias, todas parques y avenidas, encontrándose
mo. Esta planta fué introducida en hojas com puestas dibujan verdaderos del género Chamae Dorea. gran núm ero de variedades, que van
Europa en el año de 1850 y ha d a encajes; p o r los paredones trepando M encionadas las palm eras, no po desde el blanco hasta el lila oscuro.
do origen a gran núm ero de híbridos los licopodios, en los lugares h ú m e demos olvidar otra planta popularí- Se desarrolla bien desde la orilla del
notables. dos las equisetíneas y en todas p ar sima en Costa Rica. El hitabo : no m ar hasta los 1.200 m etros. Su flo
Cultivada por sus grandes hojas, tes los musgos y liqúenes, tan deco se le en cuentra silvestre; originaria ración dura más de un mes.
cuya form a recuerda las del tabaco, rativos, y qué decir de esas plantas de M éxico y posiblem ente introduci- El corteza amarilla (Tabebuia Chrys-
y que a eso debe su nom bre popu esbeltas, ta n elegantes, ta n distingui cida por los aborígenes ha m uchos santha). De m enor porte que el an
lar de tabacón (A n th u riu m Crassi- das, que son las palm eras. El costa años. Sus gruesos troncos recuerdan terior, pero que florece con la mis
n ervium ). O tra especie distinguida y rricense adora las palm eras, m ás que las patas de los elefantes, de ahí su m a intensidad; con flores am arillo
m u y ornam ental es el A nthurium nada porque se las co m e; las hay nom bre de Yucca Elephantipes. Flo oro. Su duración es apenas de unos
W endlandi. De la mism a fam ilia de p ara diferentes gustos o paladares: rece de febrero a m ay o ; sus gran tres o cuatro días.
la lotería, de grandes hojas, con dulcetes para todos y am argas para des inflorescencias de flores blancas Se nos queda m ucho m ás de lo
gran núm ero de pintillas blancas, los viejos. U no de los platos más son usadas para com er, y a sea en dicho, pero algún día diré otras co
que en sus caprichosos arreglos for típicos en Costa Rica es la ensalada ensalada o fritas. Tienen u n sabor sas de nuestra vegetación; ésa es mi
m an núm eros, y las gentes com pran de palm ito (Euterpe Longipetiolata). amargo m uy agradable. esperanza.
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LA TRADICIÓ mientras que en 1949 el promedio de extracción
CAFÉ
proporción de «suaves» o calidades finas para
era sólo de cuarenta tazas por libra, que es sus mezclas.
lo normal. Exija usted, hermano de habla española,
Esa excesiva acuosidad de la preparación un BUEN CAFE. Dondequiera que se en
de la tradicional bebida hace disminuir, conse cuentre exija una preparación honesta del café
cuentemente, el consumo del café verde, y a la que le sirvan. Tome un café más fuerte y piense
vez anula la posibilidad de que el paladar del que con este simple acto estará dando una
consumidor pueda apreciar la calidad del pro mano de ayuda a pueblos hermanos de América
ducto que se le ofrece. Por este hecho los que viven de esta industria.
torrefactores han ido empleando cada vez ma Y, si quiere tomar el mejor café del mundo,
yores cantidades de cafés baratos y menos EXIJA CAFE DE COSTA RICA.
Patios pavimentados en donde un grupo de trabajadores se dedica a remover el café despulpado y lavado, para que el sol absorba la
humedad. El proceso demanda gran cantidad de labor personal y dura varios días. El pie experto del trabajador evita dañar el grano, lo cual
no se ha podido lograr con el empleo de maquinaria. Existen en el país alrededor de ciento cincuenta de estos patios de beneficio.
T". ' ''‘K ? * * * if* * ? * ' :
^ - i > -.- 3 w n K î s * -‘ •;*
Hombres, mujeres y niños dedicados a recolectar, a mano, el café maduro, que será luego elaborado para la exportación. Una persona
experta recoge media fanega al día. La producción pasa del millón de fanegas y su población alcanza igual número de habitantes.
L
«indoespañola» tenemos gran cantidad no sólo está destruyendo una sana tradición,
de costumbres en común. Una de éstas sino que sus efectos económicos amenazan gra
es el hábito de tomar café. vemente el destino de un gran sector de pueblos
Algunos factores económicos o sociológicos que viven de la producción de café en Hispa
han desfigurado la sana tradición de tomar un noamérica.
BUEN CAFE FUERTE, para sustituirlo por Para comprobar este fenómeno basta un
una bebida cada vez más acuosa, en la que el ejemplo estadístico: En los Estados Unidos de
sabor a VERDADERO CAFE tan sólo figura Norteamérica, de una libra de café tostado y
como una vaga idea o como un recuerdo. molido se obtienen hoy sesenta y cinco tazas,
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p re s e n t a el n u e v o I n t e r c o n t in e n t a l B o e in g b ie n te y ya e s tá Vd. allí, sin escalas. Su v u e lo de re g r e s o N u e v a Y o r k -
7 0 7 d e g ra n a u to n o m ía , el a v ió n de p a s a je ro s a re a c c ió n más rá p id o L o n d r e s s o la m e n te le e m p le a rá 6 hora s 2 5 m in u to s.
y m a y o r d e l m u n d o - en 7 / horas s o la m e n te , s in esca la s, d e s d e L o n d r e s Y si V d. va más allá d e N u e v a Y o rk , v u e le d e n u e v o en la p o te n t e flo ta
a N u e v a Y o rk . « J e t» , sin escalas, d e c o s ta a c o s ta o a las más im p o rt a n te s c iu d a d e s
S a lg a d e L o n d r e s a las 5 d e la ta rd e , lle g u e a N u e v a Y o r k a las 7 .3 0 de A m é ric a . E lija el S e rv ic io d e L u jo o vu e le en clase E c o n ó m ic a .
d e la ta rd e . T o m e el C o c k t a i l co n sus a m ig o s en M a y fa ir - y c e n e en P a ra re se rva s, visite a su A g e n t e d e V ia je s o llame a T W A :
M a n h a t ta n ! S im p le m e n t e u n a s p o c a s h o ra s d e d e s c a n s o , en lu jo s o a m A v d a . J o s é A n t o n i o . 6 8 (T e lé f. 4 7 4 2 0 0 , H o te l C a s t e l la n a H ilto n )
L A _____ M A S ___ B E L L A Z O N A R E S I D E N C I A L P E M. A D R I O
F A
COSTA RICA
Por ROM U LO VALERIO
Profesor de la Universidad
exuberante naturaleza que los espa en sus fechorías y luego volverán a su re nuestros campos, y poco a poco también
L
a
ñoles encontraban en las recién des fugio. irá desapareciendo de los apartados bos
cubiertas tierras de A m érica era Si el «zorro-pelón» o «churcha» es sor ques en donde todavía vive hoy.
fuente inagotable de observaciones prendido por el hombre, se mantiene in Hay en nuestro idioma una serie de nom
científicas, de que luego haría acopio, entre móvil, co n ten tá n d o se con demostrar su bres, tales como «Juan-Lanas» o «Perico
¿tros, el naturalista aragonés Félix de enojo mostrando sus agudos como numero de los Palotes», que encierran en sí un
Azara. Fué grande el número de animales sos dientes; y si cuando está activo se le concepto burlesco. En los nombres de los
con que entonces se incrementó el catálogo persigue, sobre todo en tierra, cambia de animales costarricenses son formas usua
de las especies conocidas; entre ellos, in táctica : se tiende en el suelo, fingiéndose les «juan-palo» y «maría-seca», en los in
teresantes mamíferos, a quienes los espa el muerto, «haciéndose el zorro». Cuando sectos, y «perico-ligero», en los mamí
ñoles de la colonia bautizaban con nombres el peligro ha pasado emprende la fuga. feros.
familiares, que tenían la virtud de traer re Y hablando de seres curiosos, quiero Este «perico» a que me voy a referir,
cuerdos de la entonces lejanísima patria, presentar a los lectores de M u n d o H i s p á llamado irónicamente «ligero», es la per
aun cuando el parecido real de las especies n ic o al «oso hormiguero», cuya figura va sonificación de la lentitud, por lo que tiene
homónimas fuera también distante; pája unida a una de esas leyendas que forjó la muy merecida la denominación de «perezo
ros de brillante colorido y magnífico canto, imaginación popular y aparecen luego, con so», con que también se le conoce aquí y
o insectos como maravillosas gemas, en las variantes lógicas, en países tan distan otros países por él habitados.
vueltos muchas veces en la fina red de la tes como Costa Rica y Chile. Por sus características y costumbres, es
fantasía popular. El nombre lo debe este animal al hecho ta especie americana nos hace pensar en
Me propongo hablar de algunos de ellos, de que los españoles que por primera vez una extraña fauna prehistórica. Es el re
que bien pudiéramos llamar «curiosos», ya lo vieron en Castilla del Oro le encontra presentase del gigantesco megaterium que
que también lo primero observado por los ron parecido con los osos de España. vivió en el territorio que hoy ocupa la Re
rudos soldados españoles fueron las «cu Es un raro animal terrestre, de más de pública Argentina, y cuyos restos fósiles
riosidades» que surgían de todos los rin medio metro de longitud y uno de altura; despertaron tanto interés en el mundo cien
cones. provisto de un pelaje grisáceo, especial tífico a mediados del siglo xvm.
Entre esos animales algunos debieron mente abundante y largo en la cola. La Es el gigantesco megaterium, rezagado
de parecerles tan maravillosos, que mere cabeza termina en un prolongado hocico ci en el tiempo y reducido a miniatura.
cieron el honor de ser presentados en lindrico, en cuyo extremo se abre la boca: Alcanza el «perico-ligero» unos sesenta
Granada a los Reyes Católicos. Tal hizo, a un simple agujero sin dientes. Por ella sale centímetros de longitud; su cuerpo, grueso,
su regreso del Nuevo Mundo, en el año la lengua, larga, flexible y provista de una fuerte, está cubierto por un largo y espeso
1500, Vicente Yañez Pinzón. saliva mucilaginosa. pelaje, amarillento o grisáceo. La cabeza
«Curchas» llamaban en América a los Este insigne comedor de hormigas se es pequeña; también son pequeños los ojos,
extraños acompañantes que el célebre na acerca a los nidos de éstas, e, introducien de expresión indefinible, mezcla de indife
vegante español introdujo en la Corte, sin do la lengua en las grietas, espera a que rencia, de tristeza y de conformidad. Las
más credenciales que ser habitantes de las sus habitantes la cubran; entonces, retra patas son fuertes y provistas de tres lar
nuevas tierras «allende el Gran Océano». yéndola, las traga, para luego repetir la gas garras encorvadas.
Estos, representantes de un grupo que operación. Estas garras, que le sirven como medio
en otras eras geológicas habitaron todo.el Las patas anteriores de este animal noc de defensa, le son especialmente útiles pa
globo, y hoy están restringidos a Austra turno están armadas de largas y poderosas ra sostenerse en los árboles en que vive,
lia y regiones neotropicales, apenas podrán garras, íjue, al pisar terreno duro o empe y sobre todo dado el hecho de que la mayor
verse ahora en algún zoológico de Europa; drado, producen un ruido extraño y pe parte del tiempo lo pasa en ramas hori
en Costa Rica están llamados a desapare culiar. zontales y su posición normal es colgando,
cer, igual que otras especies, pero aún so Es posible que al fundarse las primitivas y no encima.
breviven en florestas y poblados. poblaciones de calles rectas y empedradas Vive «perico-ligero» en nuestros bos
Singulares seres son éstos, poseedores de hasta ellas llegaran estos desdentados y, ques, especialmente en arboledas bajas y
un repliegue o bolsa abdominal llamada cruzándolas alguna vez, aterrorizaran con cercanas a los ríos; siendo, igual que los
«marsupia», en donde completan su des su pausado golpear sobre las piedras a los extintos megaterios, exclusivamente herbí
arrollo y se refugian los pequeños pero tranquilos y supersticiosos moradores, y voro, ahí encuentra los tallos tiernos y fru
abundantes hijos : a veces hasta diez. también a los trasnochadores. Acaso algu tos de que se alimenta.
«Zorro-pelón» le llamamos hoy en Costa na vez llegaran desde la floresta cercana Es éste un animal nocturno, corriente
Rica.. Lo de «zorro» se debe a los coloni para saltar los muros de los cementerios y mente solitario y silencioso, cuya actividad
zadores españoles, que, atendiendo a la buscar ahí los apetitosos hormigueros. comienza por lo general al atardecer. En
costumbre que tiene de matar gallinas y Lo cierto es que su presencia y sus cos tonces, como si aún no hubiese despertado
otras aves de corral, le llamaron como al tumbres nocturnas las aprovechó la incan del todo, va por entre los árboles con esa
cánido europeo de costumbres semejantes. sable fantasía del pueblo para crear el su característica pasmosa lentitud; eso sí,
Y «pelón» porque es ralo su grueso pela «Cadejos». Personaje misterioso e infernal es de admirar la destreza con que sigue el
je, de color pardo. que se presentaría de pronto, con sus ojos camino que le ofrecen las más delgadas ra
Este notable animal, de apenas sesenta fosforescentes y acompasado andar, a los mas. Con igual seguridad avanzan las hem
centímetros de longitud, es un arborícola tra sn o c h a d o re s donjuanes y tahúres, a bras cuando, cabalgando a sus espaldas,
que trepa con asombrosa facilidad, ayuda quienes, como escarmiento, acompañaría, llevan a un pequeño hijo.
do por su desnuda cola prensil. Durante el siguiendo el ritmo de su asustado paso, Si alguna vez una rama se dobla y el «pe
día duerme en nidos construidos con ra hasta la misma puerta de su casa. rico» cae, como si fuera insensible al do
mas y hojas, o en los agujeros de los tron El «cadejos» ha desaparecido con la ci lor y a las emociones, reanuda su marcha
cos. Durante las noches lleva a cabo sus vilización, aun cuando con ella aum ente con esa su lentitud exasperante, que más
correrías de carnicero. Si entonces la ma el número de los trasnochadores. El «oso que torpeza pareciera indicar que para él
dre tiene hijos pequeños, éstos le ayudarán hormiguero» también ha desaparecido de no corre el tiempo...
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EN LA AVENIDA CENTRAL
Pasafenpos Por PEDRO OCON DE ORO
EL y SU LIA im BA
CHO NO T¡ LA TO DE
TA FA 0 E TA MO
crucigrama en rombo
HORIZONTALES Y
VERTICALES.— 1: Mil.— 2:
Hijo de N oé, que se burló
de su padre, por lo que sus
descendientes fueron m alde
cidos.— 3: P rism as triangu
lares de m adera que se en
colan en el ángulo entrante
form ado por la unión de dos
tab las.— 4: C risoles peque
ños hechos con cenizas de
huesos calcinados y donde
se ensayan y purifican los
m inerales de oro y plata.—
5: D ícese de los que condu
cen por las agu as de un río
los troncos de árboles cor
tados.— 6 : M uralla o terra-
_ „ ,, plén para d e f e n s a de las
aguas.— 7: Pueblo de Santander.— 8: Sonido.— 9: Símbolo químico del
azufre.
SOLUCION
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: 9— -soja-tapují :g— -suiadoQ :f — -supoQ :g— -iubu :g— 'H :x
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