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“El dilema de las redes sociales” un filme muy interesante ya que inicialmente

trataron de convencernos de que las redes sociales eran un ágora, un nuevo


espacio público para la opinión y el encuentro. Pero cada vez es más evidente que
no son una plaza sino un centro comercial con las puertas escondidas para que no
podamos salir y en el que, además, no somos los clientes sino los productos.
Solemos creer que las redes sociales son gratis pero no es así, lo que ocurre es
que pagan otros. El documental plantea un interesante debate sobre por qué pagan
esos “otros”. Qué es lo que realmente venden estás plataformas a sus anunciantes.
Soshana Zuboff, profesora emérita de Harvard y autora de La era del Capitalismo
de vigilancia, propone que venden certeza. El perfilado que hacen de nosotros
permite a las marcas conocer con total precisión nuestro comportamiento. Somos
conejillos de indias de un enorme experimento de marketing. Por otra parte trata de
como aborda de forma interesante un tema de actualidad: los riesgos psicológicos
y políticos de redes como Facebook, Twitter e Instagram. Aunque el tema es
relativamente nuevo y consigue mostrar los retos de estos desarrollos tecnológicos,
el filme es limitado, ya que sólo es temático y ofrece poco análisis detallado. Y se
explica el como las empresas manejan nuestros datos personales, utilizando la
metáfora de un centro de control en que diferentes personas planean manipular al
grupo de jóvenes (adolescentes) en función del uso de la web. La problemática es
que en la realidad no es así y están las cuestiones que plantea el equipo de
producción: “la web funciona fuera del control directo de los empleados de la
empresa e incluso fuera de la imaginación de sus creadores”. Los extrabajadores,
ni si quiera se dieron cuenta de la contradicción: “al advertir que las redes tienen
demasiado poder”, están sugiriendo que los gobiernos de todo el mundo deberían
tener mas poder que todas estas enormes redes. Un error muy notable en el filme
es que suponen que los algoritmos de las redes, que eligen quien ve que, influirán
inevitablemente en nuestras decisiones. Esto podría ocurrir y de hecho ocurre, muy
frecuentemente pero no es inevitable. Según el analista y escritor, lo que las
grandes empresas ofrecen es la capacidad para cambiar poco a poco nuestros
comportamientos, nuestras creencias y en algunos casos cambian completamente
a las personas. Y cuando uno ve lo que las redes fueron capaces de hacer en la
campaña del expresidente estadounidense Donal Trump la polarización que se esta
creando en medio mundo, uno no puede dejar de pensar que el poder de estos
gigantes de datos va mucho más allá de personalizar publicidad o anticipar nuestras
búsqueda y que cada vez mas a la capacidad de crearlos. Para utilizar las redes de
forma crítica, debemos alejarnos de los estereotipos que parecen ser críticos pero
no lo son; al igual que un documental puede ser una experiencia cinematográfica
en lugar de una conversación. Porque cuando acabe el filme “El dilema de las redes”
Netflix nos sugiere otro documental según los temas del que trato este, tal vez
deberíamos preguntarnos si acierta lo que nos gusta o es que ya nos gusta todo lo
que acierta. En vez de ofrecer una visión matizada sobre la tecnología y todo lo que
está a nuestro alcance gracias a ella, da una visión tergiversada; una cabeza de
turco para poder verter encima todos los complejos problemas de la sociedad
moderna", señalaba Facebook en el comunicado que está teniendo una gran
repercusión. El comunicado también pone en duda las fuentes que han sido
utilizadas por el documental. asegurando que no cuentan con la opinión de nadie
que trabaje actualmente en alguna compañía. "No le vendemos tu información a
nadie, en todo momento puedes ver los intereses en tus preferencias de publicidad,
y si los quieres eliminar, puedes hacerlo", concluía el mensaje. Y todo esto para
mantenernos pegados a la pantalla y así consumir sus programas, películas y
diversos documentales.
Eduardo Francisco Hernández Ramos 101

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