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La 

historia es la narración de los sucesos del pasado; generalmente los de la


humanidad, aunque, también puede no estar centrada en el humano. Asimismo, es
una disciplina académica que estudia dichos acontecimientos.
Para poder reconstruir la Historia los historiadores buscan datos que les permitan
elaborar una síntesis de los acontecimientos del pasado a través de las llamada fuentes
históricas.

La fuentes son la materia prima a la que los historiadores aplican sus métodos
científicos de estudio. Igualmente se ayudan de algunas ciencias auxiliares que
complementan el análisis de los hechos y la interpretación de los mismos
 
FUENTE HISTÓRICAS:
Cualquier material o documento que refleja la actividad humana y permite al
historiador reconstruir el pasado.
Los datos son las informaciones que contienen las fuentes históricas.
Las fuentes se clasifican mediante:
La autoría
La intención
El uso
El mensaje
Los datos que contienen
Como muchas de las fuentes históricas pueden ser subjetivas (incluso falsas) el
historiador tiene que valorar la fiabilidad de las mismas. Es  muy importante que se
utilicen de manera crítica para evitar caer en interpretaciones interesadas. También
es interesante compararlas con otras fuentes para que las conclusiones sigan el
método científico de investigación.
Fuentes Primarias
Fuentes Secundarias
Son las que se elaboran de manera paralela a los hechos, es decir, son contemporáneas
a los hechos que estudiamos.
Suelen ser testimonios originales no elaborados.
Se suelen llamar tambien FUENTES DIRECTAS.
Son las que se elaboran a partir de fuentes primarias.
Suelen ser reelaboraciones a partir de otras fuentes.
Se suelen llamar tambien FUENTES INDIRECTAS.
Fuentes Materiales
Todas aquellos objetos que puedan ser utilizados por el hombre sobre la vida
material. Estas fuentes son especialmente importantes en la Prehistoria ya que no
suelen haber testimonios escritos. Pueden ser consideradas fuentes materiales:
 
Restos arquelógicos.
Utensilios y herramientas.
Máquinas.
Vestidos y objetos de ornamentación.
Vehículos de transporte.
Armas.
etc.

Fuentes Escritas y Textuales


Desde la utilización de la escritura son la base de la investigación histórica al
transmitir la cultura y los pensamientos de los seres humanos hasta la invención de los
medios de comunicación de masas:
Documentos jurídicos (leyes, testamentos).
Textos Oficiales.
Memorias.
Crónicas.
Censos.
Artículos de prensa.
Registros parroquiales.
Cartas.
Diarios privados.
Textos literarios.
etc.
Fuentes Iconográficas
Son todas aquellas que se expresan a través de las imágenes Son muy variadas.
Fotografías.
Grabados.
Arte en general.
Ilustraciones.
Carteles.
Caricaturas.
etc.

Fuentes Audiovisuales
Podrían considerarse la fuentes típicas de la historia contemporándea de los siglo XX
y XXI. Son mucho más abundantes que las fuentes de la mayoría de las épocas
históricas.
Películas.
Documentales.
Reportajes.
Anuncios
etc.

Fuentes Orales
Suelen ser testimonios directos o grabados de situaciones históricas. Suelen tener un
tratamiento parecido a las fuentes escritas.
 
Entrevistas.
Programas de radio.
Canciones.
Cuentos.
etc.
Fuentes Gráficas o Estadísticas
lSon siempre fuentes secundarias en las que se muestran datos numéricos sobre temas
económicos,demográficos, climáticos, etc.
Suelen contener información cuantitativa. Se expresan habitualmente
en tablas y gráficos. Suele ser de dos tipos:
Cronológicos: suelen expresar la evolución del fenómeno estudiado a través del
tiempo. Por ejemplo, la evolución de la población europea en el siglo XIX.
Estructurales: se suelen centrar en el análisis de un fenómeno en un punto histórico
concreto. Por ejemplo, los porcentajes de producción agraria en Europa en 1980.

Fuentes Cartográficas
Raramente son primarias. Casi siempre se elaboran a partir de los datos que
proporcionam las fuentes primarias. Los mapas tienen un lenguaje específico  para
poder interpretarlos. Escala, orientación, leyenda, etc.
Los mapas históricos no son mapas físicos sino temáticos. Los podemos dividir en dos
grandes grupos.
Mapas sincrónicos: Son mapas estáticos que representan la situación de un territorio
en un momento histórico definido. Por ejemplo, las trincheras en la I Guerra Mundial
durante 1915.
Mapas diacrónicos: Explican la evolución de un fenómeno histórico. Son más
dinámicos. Por ejemplo, las migraciones europeas en el siglo XIX.

La historia del hombre es muy extensa, y para comprenderla es preciso remontarse


muchos millones de años atrás en el tiempo. Sin embargo, entender nuestro pasado
nos ayuda a entender el presente y futuro; por eso te vamos a hablar de las etapas
históricas del desarrollo de la humanidad.
Las etapas históricas de la humanidad dividen la historia en periodos largos que
comienzan y terminan cuando se produce un acontecimiento importante para los
hombres. En general, podemos distinguir las siguientes etapas de la historia: la
prehistoria, la Edad Antigua, la Edad Media, la Edad Moderna y la Edad
Contemporánea. Veamos con detalle cada una:
Principales características de las etapas históricas en el desarrollo de la humanidad
A continuación, te describimos las principales etapas históricas y sus elementos
definitorios:
La prehistoria
Es la etapa que comienza con el origen de la humanidad hasta que surgió la
escritura con las primeras civilizaciones, es decir, aproximadamente 4.000 años antes
de Cristo. Durante este periodo aparecieron los primeros homínidos, que fueron
evolucionando hasta que apareció el Homo sapiens. Nuestros antepasados empezaron
a construir las primeras herramientas y a vivir en grupos. En la prehistoria se pueden
distinguir, a su vez, varias subetapas como las siguientes:
Edad de Piedra (Paleolítico, Mesolítico y Neolítico).
Edad de los Metales (Edad del Cobre, Edad del Bronce y Edad del Hierro).
La Edad Antigua
Comienza cuando aparece la escritura, que supone un gran acontecimiento en
la historia, y termina en el momento en que cayó el Imperio romano, es decir, en el
siglo V después de Cristo.
En este periodo se desarrollan las primeras civilizaciones en Mesopotamia y Egipto.
Los métodos de escritura que solían utilizar estas civilizaciones eran los jeroglíficos.
La Edad Media
Se extiende desde el siglo V después de Cristo hasta el año 1492, cuando se llega a
América. En esta época se cambió el sistema social esclavista que había existido hasta
el momento por un modelo basado en el feudalismo. Comenzaron a difundirse el
cristianismo y el islam. Apareció la burguesía y se sentaron las bases del sistema
capitalista que ha llegado hasta nuestros días.
La Edad Moderna
Comprende desde el siglo XV hasta que se inicia la Revolución francesa en 1789. Se
produjo uno de los acontecimientos culturales más importantes de la historia, que fue
el Renacimiento: las ciudades crecieron y el sistema feudal se fue sustituyendo por el
sistema capitalista. Las corrientes de pensamiento que se imponen en este momento
son el humanismo y el racionalismo. Otro acontecimiento esencial de esta época es
la Revolución Industrial, que supone la creación de máquinas para cubrir la demanda
del mercado en aquel momento.
La Edad Contemporánea
Comienza en el siglo XIX y llega hasta nuestros días. Es una de las etapas históricas
más importantes, y en ella se han producido acontecimientos esenciales, entre ellos, el
nacimiento de nuevos sistemas de gobierno como el sistema republicano, la
consolidación del sistema capitalista, la disminución del poder de la Iglesia católica, el
aumento de la población mundial, la aparición de grandes inventos como la bombilla,
los aviones o internet y, finalmente, la globalización.
¿Conocías estas etapas históricas? ¿Cómo crees que ha influido el pasado en la
actualidad?

Periodo histórico de Venezuela


En el libro de historia

A Finales del periodo colonial, se efectúa la polarización entre los pardos, los blancos
de orilla y los negros libres, que los conduce a agruparse bajo el término de Pardos. A
finales del siglo XIX todos los habitantes de Venezuela son mestizos, ya que hasta los
criollos se habían unido a otras razas.
He aquí los principales: a) La rebelión de Andresote en el valle del Yaracuy (1730-
1733); b) el motín de San Felipe el Fuerte (1741); c) la rebelión de El Tocuyo (1744);
d) la insurrección de Juan Francisco de León (1749-1751), y e) el movimiento de los
Comuneros de los Andes (1781)

Movimientos precursores de la Independencia


El proceso de la emancipación hispanoamericana y en particular de Venezuela se
incuba y desarrolla a todo lo largo del siglo XVIII. Motines, asonadas, rebeldías,
insurrecciones de carácter individual o colectivo se suceden en ese período. Casi todas
eran manifestaciones del descontento de los criollos, de los indios y de los esclavos por
causas económicas y sociales, más que políticas; eran casi todas una repetida protesta
contra las contribuciones, impuestos, gravámenes, injusticias, abusos y exacciones a
que eran sometidos por las autoridades españolas. En cuanto a los esclavos,
manifestaban su anhelo común de conseguir la libertad. Todos esos movimientos en
Venezuela no pueden ser considerados como precursores de la independencia
nacional; pero sí contribuyeron a unificar y fortificar el sentimiento nacional de una
población que ya manifestaba de un modo u otro, aún sin ideal definido, su repudio al
sistema imperante; son eslabones de una larga cadena de reivindicaciones y protestas.
He aquí los principales: a) La rebelión de Andresote en el valle del Yaracuy (1730-
1733); b) el motín de San Felipe el Fuerte (1741); c) la rebelión de El Tocuyo
(1744); d) la insurrección de Juan Francisco de León (1749-1751), y e) el movimiento
de los Comuneros de los Andes (1781). A ellos habría que agregar otros que además
de las motivaciones económicas y sociales que los originaron, también se proponían
cambios políticos, que fueron los siguientes: a) movimiento de José Leonardo Chirino
y José Caridad González (1795); b) conspiración de Manuel Gual y José María
España (1797); c) tentativa de Francisco Javier Pirela (1799), y d) invasiones de
Francisco de Miranda (1806). Veamos brevemente cada una de esas acciones:
Rebelión de Andresote: Andresote, apodo del zambo Andrés López del Rosario, se
alzó en armas, entre 1730 y 1733, contra las autoridades españolas, a pesar de que su
insurrección en el valle del Yaracuy iba dirigida contra los funcionarios de la
Compañía Guipuzcoana que ponían obstáculos al contrabando entre la costa y la isla
de Curazao; su levantamiento tuvo éxito al principio pero se vio obligado a abandonar
la lucha; con algunos seguidores, se embarcó en una balandra holandesa y nunca
regresó a Venezuela. Pero en las montañas del Yaracuy quedó el foco de la
sublevación que sólo llegó a ser dominada gracias a la colaboración que misioneros
capuchinos prestaron a las autoridades.
Rebelión de San Felipe: Movimiento organizado por la población sanfelipeña,
liderada por los notables de la ciudad, en contra de la designación de Ignacio de
Basazábal como teniente y justicia mayor de San Felipe, funcionario enviado por el
gobernador Gabriel de Zuloaga con el fin de erradicar el contrabatido realizado por
casi todos los sectores socioeconómicos de los valles del Yaracuy. Basazábal debía
proceder de común acuerdo con el gobernador y con la Compañía Guipuzcoana. El 4
de enero de 1741 fue destituido de su cargo Basazábal y tomaron el control de la
ciudad los capitulares, encabezando a la población en armas que estaba dispuesta a
combatir cualquier intento de pacificación violenta. Analizada la situación de la
provincia, a Zuloaga no le quedó otro camino que enfrentar el movimiento por medios
pacíficos, hecho que se logró el 16 de febrero siguiente.
Rebelión de El Tocuyo: Movimiento en el que participó un heterogéneo grupo de
habitantes de la ciudad de El Tocuyo, integrado tanto por gente del común como por
influyentes vecinos, algunos de ellos miembros del cabildo local. Estalló el n de mayo
de 1744 en desobediencia a la orden dada por el gobernador Gabriel de Zuloaga de
reunir 200 soldados españoles y 150 indios flecheros con destino a la defensa de Puerto
Cabello. Los amotinados alegaban que no marcharían a dicho puerto por las
condiciones de insalubridad allí reinantes y por el temor de tener que someterse a la
tutela de la Compañía Guipuzcoana. La ciudad y los alrededores permanecieron bajo
control de los rebeldes durante varios meses, pues aún para diciembre de ese año,
Zuloaga informaba al Rey la situación, indicándole que no había hecho nada al
respecto temiendo el maltrato de cualquier comisionado que enviara, y porque la
situación de peligro que aún reinaba en el mar Caribe le impedía movilizar tropas
hacia El Tocuyo.
Insurrección de Juan Francisco de León: «teniente cabo de guerra y juez de comisos»
en Panaquire, Juan Francisco de León, en abril de 1749, se puso a la cabeza de unos
800 amotinados, descontentos contra los procederes de la Compañía Guipuzcoana. Se
presentaron armados en Caracas y como el gobernador no cumplía su palabra de
expulsar a la compañía, León volvió meses más tarde a la cabeza de 8.000
manifestantes. En 1751 organizó una tercera manifestación armada. El y su hijo
Nicolás fueron derrotados; se entregaron después de haber huido; llevados a España,
León murió allí y más tarde su hijo regresó a Venezuela. El movimiento reflejaba el
descontento de los colonos y aunque su propósito no era romper con España,
representó el primer eslabón del proceso integrador de la nacionalidad venezolana.
Algunos historiadores le restan importancia a la rebelión de León en el proceso de
emancipación, no así Arístides Rojas y Vicente Lecuna quienes lo sitúan como el
iniciador de dicho proceso. «...La plaza de la Candelaria [escribe Lecuna] es el Monte
Sacro de Venezuela. En ella se inició la lucha por la libertad individual, cuando Juan
Francisco de León, en el siglo XVIII, levantó el estandarte contra la tiranía de la
Compañía Guipuzcoana...». Los primeros movimientos insurreccionales, no tenían un
ideal definido. Es sólo en la 5 últimas décadas del siglo XVIII, cuando verdaderamente
se inicia el período de la emancipación que en Hispanoamérica arranca de las
rebeliones de Túpac Amaru en el Alto Perú, en 1780, y de los Comuneros de Nueva
Granada, en 1781.
Rebelión de los Comuneros de los Andes: Movimiento de protesta que estalló en la
región andina venezolana en mayo de 1781 contra la política fiscalista del Gobierno
español que desde Caracas era ejecutada por el intendente José de Ábalos. Gritando
consignas contra el mal gobierno y los elevados impuestos, los comuneros se
apoderaron de San Cristóbal, Lobatera, La Grita, Mérida y otros lugares, pero no
pudieron dominar Trujillo. Encabezados por líderes como Juan José García de Hevia,
confiscaron el dinero y el tabaco de las oficinas reales y desconocieron y apresaron a
las autoridades. Fuerzas militares enviadas desde Caracas y Maracaibo sometieron a
los comuneros a fines de octubre de ese año; los dirigentes fueron encarcelados y
enjuiciados, pero en agosto de 1783 el rey Carlos III les concedió un indulto total.
Movimiento de José Leonardo Chirino y de José de la Caridad González: Tuvo todos
los indicios de una verdadera insurrección de carácter social clasista y aun político.
Los historiadores están de acuerdo en reconocer su importancia; José Gil Fortoul
menciona ese suceso diciendo que con él empezó en Venezuela el movimiento
revolucionario de emancipación; Eloy G. González lo califica como uno de los
antecedentes de la Independencia; Pedro Manuel Arcaya destaca su importancia en el
proceso emancipador y Federico Brito Figueroa y Eleazar Córdova Bello, lo
consideran como una verdadera revolución social. José Leonardo Chirino, a la cabeza
de unos 350 alzados entre negros, zambos e indios, marchó sobre Coro, pasó por las
armas a varios blancos pudientes y quemó haciendas. Reclamaban la supresión de los
impuestos, el establecimiento de la ley de los franceses, es decir la República, la
igualdad de todos los ciudadanos, la abolición de los privilegios y la libertad de los
esclavos y la entrega del gobierno a un cacique indígena. Derrotados por las
autoridades, fueron severamente castigados: Chirino, juzgado por la Real Audiencia,
fue condenado el 10 de diciembre de 1796 a ser descuartizado; su compañero José de
la Caridad González fue asesinado en las calles de Coro. Esta rebelión de corte
haitiano va a dejar muchas secuelas en todas las agrupaciones de esclavos y va a
mantener un estado de agitación en localidades como Cumaná, Carúpano, Cariaco,
Río Caribe y Maracaibo.
Conspiración de Manuel Gual y José María España: La más importante y la primera
tentativa de separación de España para establecer una República independiente. Sus
instigadores: Manuel Gual, capitán retirado y José María España, justicia mayor de
Macuto. Para llevar a cabo su proyecto tomaron contacto con algunos españoles
republicanos deportados de España y otros ciudadanos, entre los cuales estaban Juan
Bautista Picornell, Manuel Cortés Campomanes, Sebastián Andrés, José Lax, Manuel
Montesinos Rico y Juan Xavier Arrambide. Un grupo de mulatos de La Guaira
también estaba comprometido en el proyecto de sublevación. Su programa indica que
se trataba de una verdadera revolución igualitaria político-social. Estaba contenido en
las Ordenanzas cuyos artículos 32, 33 y 34 declaraban la igualdad natural entre todos
los habitantes, la abolición del pago de tributos indígenas, la repartición de tierras
entre estos y la abolición de la esclavitud. El artículo 44 creaba una escarapela
cuatricolor como bandera de la futura República libre. Las «proclamas» eran el
vehículo propagandístico encaminado a buscar adeptos a la revolución. Asimismo
hicieron circular la traducción de los Derechos del hombre y del ciudadano, hecha por
Picornell y canciones revolucionarias como La canción americana y La carmañola
americana. El proyecto de conspiración fue descubierto el 13 de julio de 1797. Gual y
España se refugiaron en Trinidad donde continuaron su propaganda revolucionaria.
España regresó clandestinamente a Venezuela; capturado, fue condenado el 8 de
mayo de 1799 a la pena de muerte, arrastrado por las calles de la cola de un caballo,
ahorcado en la plaza Mayor (hoy plaza Bolívar) y descuartizado. Varios de sus
cómplices también fueron ahorcados. Gual murió, probablemente envenenado por un
realista, en Trinidad en 1800.
Tentativa de Francisco Javier Pirela: La conspiración de Gual y España había
encendido los ánimos y creado un ambiente propicio al desarrollo de las ideas
«subversivas» en Venezuela y el área del Caribe; revolucionarios sinceros,
aventureros y aun piratas veían con agrado el progreso de las ideas de libertad e
igualdad y trataron de aprovecharlo, cada uno a su manera. El mulato Francisco
Javier Pirela, sastre de profesión y subteniente de una compañía de milicias pardas, y
el negro Joseph Francisco Suárez, empleado del vicario eclesiástico, se pusieron de
acuerdo para organizar una sublevación en Maracaibo. Tenían el apoyo y
complicidad de los hermanos Juan Gaspar y Agustín Bocé, corsarios provenientes de
Puerto Príncipe (Haití) que llegaron a Maracaibo con sus goletas El
Bruto y La Patrulla, el 6 de mayo de 1799. Pirela proporcionaría 200 hombres del
cuerpo de milicias, quienes con la ayuda de las tripulaciones de los corsarios, debían
«...embestir la ciudad, saquearla, matar a los blancos y ricos, echar por tierra el
gobierno español y establecer la República...», según lo indica el informe del Consejo
de Indias al Rey. La conspiración debía estallar en la noche del 19 de mayo. El santo y
seña era la palabra «Antillen»; en la mañana del mismo día, la conspiración fue
denunciada al gobernador Juan Ignacio Armada, marqués de Santa Cruz, por un
cabo acantonado en la ciudad. El mismo Pirela, 4 horas antes de estallar la
conspiración, confesó todo el plan al gobernador. Hubo 68 reos en prisiones
separadas. Pirela fue condenado a 10 años de cárcel y enviado al castillo El Morro de
La Habana por el crimen de «rebelión y lesa majestad».
Invasiones de Francisco de Miranda: Los primeros movimientos o insurrecciones, y
en particular la conspiración de Gual y España, tuvieron repercusiones no solamente
en las esferas revolucionarias de América Latina y el Caribe, sino también en los
medios de los exiliados hispanoamericanos establecidos en Europa. En esos grupos de
patriotas, jesuitas, políticos escapados de las cárceles de España o de América, criollos
liberales y sus representantes en Londres, París y aun en Cádiz, que preparan la
emancipación hispanoamericana, se destaca en primer plano la figura de Francisco de
Miranda, verdadero Precursor de la Independencia de Venezuela e Hispanoamérica.
Londres, desde 1784, se convirtió en el centro de sus primeras actividades patrióticas
buscando el apoyo y ayuda necesarias para liberar a América que llama Colombia. De
1785 a 1789 recorre Europa buscando el respaldo a sus ideas; se alista en el ejército de
la Revolución Francesa persiguiendo el mismo fin, pero no es sino en 1805 cuando
podrá ejecutar su primera acción bélica. Va a Estados Unidos donde organiza, con la
ayuda de amigos norteamericanos, su primera expedición hacia Venezuela. Está en
Haití en 1806 donde el 12 de marzo crea e iza en su buque anclado en Jacmel, la
primera bandera de Venezuela. Pensaba que el pueblo estaba preparado ya para
apoyarlo. Había sido el más grande proselitista de la revolución. Ya circulaba,
mandada a traducir por él, la famosa Carta a los españoles americanos de Juan Pablo
Viscardo y Guzmán: «...la primera proclama de la revolución americana...», en
palabras de Mariano Picón Salas. El 27 de abril de 1806 se presentó frente a Ocumare
de la Costa con sus 3 goletas Leander, Bee y Bacchus. La expedición traía 200
hombres entre norteamericanos, ingleses y antillanos. Atacados sus barcos por fuerzas
mayores, y capturadas 2 de sus goletas, se retiró a Barbados y Trinidad. Pero vuelve
al ataque, y el 3 de agosto de 1806, acompañado esa vez por más de 400 hombres,
desembarca en La Vela de Coro. Por primera vez ondeaba su bandera en tierra
venezolana, en lo que él llamaba el continente colombiano. Aunque la población de
Coro no lo apoya, Miranda aprovecha su estancia para hacer circular una proclama
de liberación así como otros documentos patrióticos. Las fuerzas que llegan para
oponerse a él lo obligan a abandonar Coro pocos días después. No recibió el apoyo que
esperaba y en Caracas, mantuanos y vecinos notables demuestran su más completa
lealtad a la Corona; el Cabildo de esa ciudad pone precio a su cabeza, quema su efigie
y lo califica de «monstruo abominable» y de «traidor». De regreso a Londres, sigue su
infatigable obra propagandística a favor de la independencia hasta su vuelta a
Venezuela en 1808. Había dedicado más de 40 años de su vida a luchar por la
independencia de Hispanoamérica. Los movimientos aislados o colectivos que
tuvieron lugar más tarde en Venezuela, como es el caso de la conspiración de los
mantuanos de 1808, más bien pueden ser considerados como los prolegómenos de la
independencia.
Temas relacionados: Conspiración de Gual y España; Conspiración de los
Mantuanos; Expedición de Francisco de Miranda; Insurrección de los Negros de
Coro; Movimiento contra la Compañía Guipuzcoana; Rebelión de Andresote;
Rebelión de El Tocuyo; Rebelión de los Comuneros; Rebelión de San Felipe; Revuelta
de La Grita.
Autor: Paul Verna
Bibliografía directa: Academia Nacional de la Historia, ed. El movimiento
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Brito Figueroa, Federico. Las insurrecciones de los esclavos negros en la sociedad
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propaganda, la sedición y la Revolución Francesa en la capitanía general de
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