El caso de H.M.

Una vida sin recuerdos

Henry Gustav Molaison más conocido como H.M. es uno de los casos más conocidos de
pérdida de memoria (uno de los pacientes más famosos de la historia de la neurociencia),
murió de una insuficiencia respiratoria en un asilo de ancianos en Windsor Locks, él tenía
82 años. Fue sometido a intervenciones quirúrgicas cerebrales para aliviar sus convulsiones
lo cual le ocasionó tener una vida sin memoria, él entró en un estado de amnesia, el director
Christopher Nolan recreo una película parecida al caso de H.M., en 1953 fue sometido a
una operación experimental la cual le ocasionó ya no poder formar nuevas memorias.
Cuando falleció la revista de new york times publicó su caso

A lo largo de los 55 años de vida de Molaison , cada vez que se reunía con un amigo, cada
vez que comía, o cada vez que caminaba por el bosque, era como si lo hiciera por primera
vez. Como participante en centenares de estudios, ayudó a los científicos a comprender la
biología del aprendizaje, la memoria y la destreza motora asimismo, comprender la
fragilidad de la identidad humana.

Molaison, con 9 años de edad, se golpeó muy fuerte la cabeza cuando fue atropellado por
un ciclista en su barrio, los científicos no tenían ni una forma de ver el interior de su cerebro.
No se podía describir, por qué padecía graves convulsiones tras el accidente , o inclusive si
el golpe en la cabeza tenía algo que ver. Dieciocho años más tarde del percance, Henry
Molaison alcanzó la consulta del Médico neurocirujano William Beecher quien indicó que
Molaison perdía el razonamiento comúnmente y poseía convulsiones devastadoras, por lo
cual por el momento no podía continuar haciendo un trabajo para sustentarse.

En la década de los 70 cuando vivía con sus padres, H.M llevaba una vida supuestamente
normal ,ayudaba en las compras, en el aseo de la casa y también se sentaba a mirar la
televisión. se pasaba todos los días atendiendo la casa, haciendo el almuerzo o también la
cama. Todos los estudiantes, investigaciones y científicos sentían que apoyaban a una gran
empresa sin conocer los detalles.

H.M. era consciente de su presencia incluso cuando estaba leyendo su propio caso estaba
muy fascinado, sin embargo no sabía que el caso trataba sobre él, la doctora Corkin vigilaba
su salud, cuando falleció su cerebro fue analizado para ver qué áreas estaban aún
inactivas, la doctora Corkin dispuso que el cerebro de H.M. fuera preservado igual que el
cerebro de Einstein también la doctora escribió un libro sobre él. H.M. no dejó
descendientes, pero sí dejo una legado para la ciencia.