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ESTABILIDAD DE FRENTES
Introducción
Dado que en las últimas décadas han proliferado este tipo de obras debido,
precisamente, al continuo crecimiento de las ciudades, y con objeto de dotar a las
mismas de mejores redes de transporte urbano, mejorando así las comunicaciones y la
calidad de vida de los ciudadanos ha hecho que el interés mostrado por la problemática
asociada a este tipo de obras vaya en aumento.
Para ello se seguirán los desarrollos utilizados por Davis et al (1980) y Leca &
Dormieux (1990) para suelos cohesivos y suelos friccionales, respectivamente.
En este punto se tratará de aportar las ideas básicas a fin de determinar la estabilidad del
frente en túneles someros abiertos en terrenos cohesivos, en condiciones no drenadas a
partir de los resultados experimentales aportados por el equipo de Davis et al (1980).
Davis et al (1980) querían hallar respuestas a la estabilidad a partir del estudio derivado
de realizar una excavación mediante escudo en un terreno cohesivo a poca profundidad
(Fig. 1.1) en diferentes circunstancias.
Dicho proceso constructivo se puede idealizar como muestra la Fig. 1.2, donde se emula
la construcción del túnel siendo, respectivamente, los parámetros D y C el diámetro y el
recubrimiento del mismo. Como puede apreciarse, cuenta con un revestimiento de
dovelas en el que se apoya el escudo para poder realizar el avance y que se encuentra a
una distancia P del frente de la excavación. Además, suponen que actúa una presión
interior uniforme σT sobre dicho tramo de cavidad cilíndrica libre (entre el frente y el
revestimiento), así como una carga repartida σS sobre en la superficie del terreno y que
el terreno tiene un cierto peso específico definido por el parámetro γ.
Fig. 1.2. Idealización de la construcción de un túnel somero en terreno cohesivo mediante escudo
El objetivo será investigar qué presión interior σT deberá ejercerse sobre el contorno
libre de la excavación para mantener la estabilidad de la misma en función de los
diferentes valores de los parámetros anteriormente definidos (D, C, P, γ, σS) y del
coeficiente de consolidación cu.
Este último será de vital importancia pues caracterizará el terreno que, aunque sabemos
que varía linealmente con la profundidad y que es función de la historia del terreno
(grado de consolidación), durante todo el análisis se asume que será constante.
Esta σT podrá ser estimada con la ayuda de los teoremas de equilibrio límite conocidos
como Teorema de la Cota Superior (T.C.S.) y Teorema de la Cota Inferior (T.C.I.) de
la teoría de plasticidad. Donde, identifica y caracteriza el suelo con el parámetro cu y
supone medio elasto-plástico perfecto.
Se estudiarán tres tipos de rotura que pueden darse en torno a una excavación: Rotura
General, Rotura Local y “Blow out” en las circunstancias mencionadas.
ROTURA GENERAL
Fig. 1.3. Túnel circular sin revestir sometido a un estado de tensión-deformación plana
3. Caso 3: Hace referencia al caso estudiado por Broms & Bennermark (1967)
(Fig. 1.2) particularizado para P/D = 0. Se estudia el problema tridimensional-
mente (3D).
Antes de entrar a cada uno de los casos descritos, se debe aclarar que no se hará
hincapié en los cálculos que conducen a las soluciones que aquí se expongan, pues el
objeto de este escrito es dar a conocer las herramientas necesarias para determinar la
estabilidad en función de la situación.
T.C.I.
• con γD / cu = 0
La cota inferior obtenida a partir del estado de tensiones de la Fig. 1.5 es la siguien-
te:
(σ S − σ T ) / cu = 2 ⋅ ln(2C / D + 1) (1.1)
• con γD / cu > 0
La cota inferior encontrada para este caso mediante métodos numéricos presenta
distintas soluciones que quedan representadas en la Fig. 1.6.
Fig. 1.6. Cotas inferiores para distintos valores de γD/cu > 0 en función de C/D
En ella, se puede observar como para valores bajos de C/D cuando γD/cu = 3 y 4, no
es posible completar la solución sin violar las condiciones de fluencia. Para γD/cu >
4 no se representan.
T.C.S.
Fig. 1.11. Distintas soluciones de cota superior dependiendo del mecanismo de rotura para γD/cu = 0
Fig. 1.12. Distintas soluciones de cota superior dependiendo del mecanismo de rotura para γD/cu = 3
En las Figs. 1.11 y 1.12 se muestran los resultados de la optimización numérica para
descubrir cuál de los mecanismos descritos es el más crítico para casos en los que γD/cu
= 0 y 3 respectivamente. Del gráfico se deduce que, en ambos casos, el mecanismo más
crítico es el C para valores bajos de C/D; mientras que, para valores altos de esta
relación, el mecanismo más desfavorable es el D. Además también se observa que el
punto de paso de uno a otro para C/D es menor en el caso en que γD/cu es mayor
(cuando es 3).
Por otro lado, se aprecia como la cota inferior y la cota superior se encuentran muy
próximas entre sí, es decir, se encuentran en una horquilla o franja estrecha, llegando,
para valores bajos de C/D a ser muy próximas entre sí. Lo que indica que justo en esos
puntos el resultado indicado es el exacto, es decir es la carga exacta para la que el
terreno rompería.
Las Figs. 1.11 y 1.12 ponen de manifiesto que no existe mucha diferencia entre los
mecanismos B, C y D desde el punto de vista de la carga que hace que el suelo colapse,
aunque si hay que decir, que los mecanismos de deformación son muy distintos.
En general parece que el mecanismo B dará una cota superior adecuada proporcionando
un patrón de colapso fiable.
La Fig. 1.13 muestra los límites para el número de estabilidad del túnel (N) en función
de C/D para distintos valores de γD/cu. Para valores superiores a tres de C/D los límites
superior e inferior de N no varían significativamente pese a la variación γD/cu. Para
valores de C/D por debajo de tres, existe una difusión de N, por lo que adoptando el
límite inferior (cota inferior) para γD/cu = 0 como criterio para determinar la carga de
colapso que debe aplicarse desde el interior del túnel, nos deja del lado de la seguridad.
Por último, añadir que para valores altos de γD/cu se recomienda considerar también la
posibilidad de roturas locales o la rotura causada por “Blow Out”.
con γD / cu = 0
• T.C.I.
Fig. 1.13. Distribución de tensiones plana para el encabezamiento del túnel utilizando el T.C.I.
Fig. 1.14. Distribución de tensiones plana para el encabezamiento del túnel utilizando el T.C.I.
Estos estados tensionales transmiten tensiones de corte del suelo existente en torno
al túnel hacia el revestimiento del mismo. Davis et al (1980) aportan una solución
para revestimientos lisos que obtienen por adaptación de otros autores, que
resolvieron problemas de capacidad portante cerca de un frente vertical. La cota
inferior que aportan es la siguiente:
(σ S − σ T ) / cu = 2 + 2 ⋅ ln(C / D + 1) (1.2)
• T.C.S.:
Para hallar una cota superior se propone el mecanismo que aparece en la Fig. 1.15.
Dicho mecanismo proporciona la siguiente expresión para hallar la cota superior:
(σ S − σ T ) / cu = 4 (C / D + 1 / 4) (1.3)
Fig. 1.15. Mecanismo de rotura según el T.C.S. en el encabezamiento del túnel en deformación plana
Fig. 1.16. Representación gráfica de las expresiones (2) y (3) para el Caso 2
con γD / cu > 0
Si tenemos en cuenta el propio peso del terreno en el trabajo realizado para calcular la
cota inferior para el mismo mecanismo definido en la Fig. 1.15 se obtiene la expresión:
(σ S − σ T ) / cu + γD / cu (C / D + 1 / 2) = 4 (C / D + 1 / 4) (1.4)
siendo:
(σ S − σ T ) / cu + γD / cu (C / D + 1/ 2) = N (1.5)
el número de estabilidad del túnel definido por Broms & Bennermark (1967) que
inicialmente se indicaba como:
N = [σ S − σ T + γ (C + D / 2 )] / cu (1.6)
Caso 3: Encabezamiento de túnel circular en 3D; caso estudiado por Broms &
Bennermark (1967)
con γD / cu = 0
• T.C.I.:
(σ S − σ T ) / c u = 2 + 2 ⋅ ln (C / D + 1) (1.7)
(σ S − σ T ) / cu = 4 ⋅ ln (2C / D + 1) (1.8)
Como puede observarse en la Fig. 1.19 la cota inferior definida a partir de la Fig.
1.17 (ecuación 1.7) permite cargas mayores a soportar para valores de C/D
inferiores a 0.86. Mientras que para valores mayores a 0.86 de C/D, la cota aportada
a partir de la Fig. 1.18 (ecuación 1.8) es mejor.
Fig. 1.19. Representación gráfica de las cotas halladas que proporcionan el número de estabilidad N
• T.C.S.:
Esta se determina a partir del mecanismo visto con anterioridad en la Fig. 1.15. Pero
en este caso se considera la tridimensionalidad del problema; a diferencia de lo que
se vio en el Caso 2. La curva correspondiente a esta cota se muestra en la Fig. 1.19.
con γD / cu > 0
ROTURA LOCAL
A continuación estudiaremos someramente las roturas a escala local utilizando tres tipos
de mecanismos que resultan comunes en la realidad y que afectarán, según su ubicación,
al frente y a los hastiales (Fig. 1.20):
Se puede demostrar que cuando γD/cu es muy elevado, la rotura local tiene lugar.
Aunque estos mecanismos de rotura, no suponen una subsidencia inmediata de la
superficie del terreno, es indicativa , pues es un primer paso de una rotura progresiva
que podría propagarse eventualmente hacia la superficie. Esto debe hacernos pensar en
cómo actuar para evitar, precisamente, esta evolución hasta la rotura general.
A partir de estudios desarrollados con cota inferior se observa que, para el Caso 2, sea
cual sea la relación C/D, la excavación es estable a escala de rotura local siempre y
cuando γD/cu sea menor o igual a dos.
Además, empíricamente se ha visto que (ver Fig. 1.6) con relaciones de C/D superiores
a un cierto mínimo (aproximadamente 1.5) y con γD/cu entre 2 y 4 también se puede
aceptar que se mantiene la estabilidad para el caso apuntado.
Para los casos 2 y 3, estados de tensiones basados en la Fig. 1.21, muestran que no hay
posibilidad de colapso local en la excavación cuando γD/cu < 4 y la presión uniforme en
el interior del túnel es igual a γ(C+D/2).
Fig. 1.21. Esquema de discontinuidades para la obtención de la cota inferior para rotura local (casos 2 y 3)
“BLOW OUT”
El fenómeno de “Blow Out” consiste en una rotura general del terreno como
consecuencia de un exceso de presión en el interior del túnel (σT muy grande frente al
estado de tensiones admisible por el terreno).
Davis et al aprovechan la solución hallada para los casos 2 y 3 y demuestran que tanto
utilizando el teorema de cota superior como el teorema de la cota inferior la carga
crítica se determina por medio de la expresión:
C 1
γD +
(σ S − σ T ) + D 2 = −N (1.9)
cu cu
Por tanto, dicha expresión me puede dar el valor exacto de la carga crítica que provoca
el colapso.
Por último, queda por añadir que dicho razonamiento no es aplicable al caso 1 expuesto
anteriormente.
CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos por Davis et al (1980) demuestran, como cabía esperar, que la
excavación de túneles poco profundos sin revestimiento alguno necesita de unas σT
elevadas para garantizar la estabilidad respecto de un túnel que si disponga.
Una posible objeción a las cotas inferiores o factor de seguridad de carga crítica para el
caso 2 (encabezamiento del túnel con revestimiento) es que éste se basa en estados de
tensiones donde las presiones del túnel varían linealmente con la profundidad. Aunque
la adopción de una presión media en el cálculo del factor de seguridad parece razonable,
no es satisfactorio desde el punto de vista de la teoría de la plasticidad. En primera
instancia, la adopción de la presión para el cálculo de la estabilidad con un valor
equivalente a la presión en clave del túnel, que nos deja del lado de la seguridad, debe
hacer frente a esta objeción.
No obstante, los autores indican que los resultados presentados pueden usarse con
garantías para el cálculo de estabilidad de túneles someros en condiciones no drenadas
cuando la relación C/D < 3.
Introducción
Este documento pretende dar a conocer los resultados obtenidos por Leca & Dormieux
(1990) en su estudio para la estabilidad de frentes en túneles someros en terrenos
friccionales, utilizando los teoremas de equilibrio límite y el criterio de rotura de Mohr-
Coulomb.
Este es un problema puramente tridimensional. Una cota superior se deriva del análisis
de tres tipos de mecanismos de rotura diferentes. Los resultados obtenidos de la cota
inferior de Leca & Panet (1988) son revisados y comparados con los resultados
aportados por la cota superior. De esta manera quedan limitados a una franja las
condiciones de estabilidad del frente del túnel.
Leca & Dormieux (1990) definen el problema de la misma forma que lo hicieron Davis
et al (1980) para terreno cohesivo (ver Figura 2.1).
Fig. 2.1. Geometría simplificada para la estabilidad de frentes en túneles poco profundos
D
H =C + (2.1)
2
El peso específico del terreno es γ y sobre la superficie del terreno se aplica una carga
repartida σS . Además, la longitud libre del túnel (definida por Davis et al (1980)) desde
el frente hasta el inicio del revestimiento es tomada como cero (algo razonable en
túneles de este tipo construidos mediante EPB). Asumen también, una presión constante
σT aplicada sobre el frente del túnel. Además, se considera terreno homogéneo
(uniforme) en torno al túnel. El suelo se modela como un material caracterizado por su
cohesión c’ y su ángulo de fricción φ’, e introducen los siguientes parámetros que
resultarán útiles en el desarrollo de la solución del problema.
1 − sin φ '
KA = (2.3)
1 + sin φ '
1 + sin φ '
KP = (2.4)
1 − sin φ '
EQUILIBRIO LÍMITE
El propósito del análisis a partir de la teoría del equilibrio límite es proporcionar una
estimación de las condiciones de estabilidad para un mecanismo de rotura definido. Para
este caso, a diferencia de lo que ocurría en terrenos cohesivos, se asume que la rotura se
produce en condiciones drenadas, es decir, con un incremento de volumen; por lo que se
condiciona que la geometría de dichos cuerpos sea cónica.
Cota Superior
Fig. 2.2. Bloques cónicos cinemáticamente admisibles utilizados en los modelos MI, MII y MIII.
Los tres mecanismos se muestran en las Fig. 2.4, 2.5 y 2.6. Los mecanismos MI y MII
son mecanismos de colapso, mientras que MIII hace referencia a la rotura por “blow-
out”. Pese a que lo que más preocupa al ingeniero, en principio, es la seguridad frente al
colapso de la excavación, el caso MIII debe interesarnos en túneles muy someros
excavados en terrenos débiles cuando la presión sobre el frente sea desmesurada en
relación a las tensiones admisibles por el terreno.
La rotura lleva al colapso de un bloque cónico en MI y de dos bloques en MII (Fig. 2.4
y 2.5, respectivamente). La geometría es un poco más compleja en el caso MII, pero no
entraremos en detalles. Ambos casos se caracterizan por un único parámetro, el ángulo
α, que está formado por el eje del cono adyacente al túnel y la horizontal.
MIII también se caracteriza por α, siendo su geometría justamente inversa a la del caso
MI (velocidad y movimiento contrarios).
Para los tres mecanismos, la intersección entre el túnel y el cono es una elipse con
semieje mayor de longitud D/2 (Fig. 1.7)
Esto implica que sólo una parte del frente del túnel está rompiendo. Sin embargo, la
teoría de análisis límite sigue siendo válida y pueden hallarse cotas superiores para los
mencionados mecanismos.
Leca & Dormieux (1990) obtuvieron las soluciones y en su artículo adjuntan tres
apéndices en los que se deduce el proceso para obtener una cota superior para los tres
mecanismos. Nosotros no entraremos en estros puntos. Lo que sí haremos es interpretar
los resultados deducidos a partir de dichos apéndices.
σT
QT = (K P − 1) +1 (2.7)
σC
γ ⋅D
Qγ = (K P − 1) (2.8)
σC
Para estar del lado de la seguridad, ha de cumplirse que, el trabajo realizado por las
cargas externas debe ser inferior o igual al trabajo disipado a lo largo de la superficie de
rotura.
La relación anterior conduce a una cota superior que puede escribirse como:
N S Q S + N γ Qγ ≤ QT (2.10)
N S Q S + N γ Qγ ≥ QT (2.11)
para el mecanismo MIII, donde NS y Nγ son coeficientes másicos que dependen del
ángulo α ya definido.
tales mecanismos pueden conducir a roturas a gran escala (como se vio para el caso de
terrenos cohesivos) con la formación de huecos.
Otra conclusión que se desprende del análisis de los mecanismos de colapso es que, el
valor óptimo de N SC + y N γC + son siempre obtenidos para el mismo valor de α C +
φ'
α C + ≅ 49º − (2.12)
2
Esto significa que en el plano de simetría del túnel, el ángulo crítico de la superficie de
rotura formado con la horizontal
φ'
δ C + ≅ 49º + (2.13)
2
φ'
δ A ≅ 45º + (2.14)
2
Entonces, el área influenciada por el colapso en el frente del túnel está más limitada que
en el caso de un corte abierto de grandes dimensiones. Esto puede verse como un efecto
estabilizador llevado a las condiciones tridimensionales de equilibrio en torno al frente
del túnel y necesitaría ser comparado con roturas reales.
Cota Inferior
Se han publicado con anterioridad algunas soluciones de cota inferior para el caso
friccional (Leca & Panet (1988)). Éstas se basaban en tres estados de discontinuidad en
tensiones, similar a los adoptados por Davis et al (1980). Estos tres casos son: SI, SII y
SIII. Seguidamente se muestran los estados de tensiones para cada uno de ellos (ver
figuras 2.11, 2.12 y 2.13).
SII y SIII se aplican a terrenos en que γ = 0. Por tanto, no se considera la acción del
peso. Pese a dicha asunción, no parece muy real en el caso de túneles húmedos, la cota
inferior derivada de ambos casos será utilizada para mejorar la solución general
obtenida para el estado de tensiones definido en el caso SI. SII es axisimétrico en torno
al eje del túnel. Dentro del cilindro C1 que se prolonga en la dirección +z, la tensión
axial es equivalente a σT y las tensiones radial y tangencial equivalentes a σ0, de tal
manera que el terreno ha plastificado en todos sus puntos. Fuera de este cilindro (en C2)
el estado de tensiones es isótropo y equivalente a σS. Entre C1 y C2 la tensión radial y la
tensión circunferencial se obtienen a partir de la resolución de la ecuación de equilibrio,
asumiendo que el suelo ha plastificado.
SIII presenta simetría esférica en torno a un punto O situado a una distancia D/2 en el
frente de la excavación. Las tensiones son isótropas en el interior de la esfera S1 y S2 y
equivalentes a σT y σS, respectivamente. Entre S1 y S2 la tensión radial y circunferencial
en los dos planos se determinan como en el caso SII, resolviendo las ecuaciones de
equilibrio y suponiendo que el terreno ha plastificado.
SI, SII y SIII satisfacen las ecuaciones de equilibrio y las condiciones de contorno del
presente problema. En estas condiciones, puede hallarse una cota inferior para los tres
estados propuestos, partiendo de que el criterio de fluencia no se sobrepasa en el suelo.
La obtención de dicha cota inferior se puede consultar en el artículo de Leca & Panet
(1988). El resultado puede escribirse en cada uno de los casos en forma de doble
inecuación:
⇒ Para SI:
σs σ C γD
− K P T − + 1 ≤1 (2.15)
σC σC D σC
σT σ C γD
− KP s − KP ≤1 (2.16)
σC σC D σC
⇒ Para SII:
1
( K P − 1)σ s
K P −1
1 C K P −1 σ C +1 C
2 + 1 ≤ ≤ K P 2 + 1 (2.17)
KP D ( K P − 1)σ T D
σ C +1
⇒ Para SIII:
1
( K P − 1)σ s
2 2 ( K P −1)
C K P −1 σ C +1 C
2 + 1 ≤ ≤ 2 + 1 (2.18)
D ( K P − 1)σ T D
σ C +1
N S Q S + N γ Qγ ≤ QT (2.19)
para colapso y
N S Q S + N γ Qγ ≥ QT (2.20)
En el caso SI encontramos:
• Para colapso:
N SC − = K A (2.21)
C
N γC − = K A + 1 (2.22)
D
• Para “blow-out”:
N Sb − = K P (2.23)
C
N γb − = K P (2.24)
D
En los casos SII y SIII, el término másico Qγ no aparece en la solución (recordemos que
en estos casos γ = 0) en estos casos y N γC − y N γb − son iguales a cero. Entonces N SC − y
N Sb − asociados a SII son:
• Para colapso:
1− K P
C− C
N S = K A 2 + 1 (2.25)
D
• Para “blow-out”:
1− K A
b− C
N S = K P 2 + 1 (2.26)
D
• Para colapso:
2 (1− K P )
C− C
N S = 2 + 1 (2.27)
D
• Para “blow-out”:
2 (1− K A )
C
N Sb − = 2 + 1 (2.28)
D
Las relaciones (2.21) a (2.28) muestran que todas las cotas inferiores estimadas
dependen de la relación C/D y del ángulo de fricción del suelo φ’. Los valores de N SC − ,
N γC − y N Sb − , N γb − han sido calculados para φ’ = 20º, 25º, 30º, 35º, 40º y 45º; y
representados en función de C/D (siendo C/D ≤ 3). Dichos resultados se muestran en
las Figs. 2.14 y 2.15 para el caso general γ > 0) y Figs. 2.16 y 2.17 para γ = 0.
Las Figs. 2.14 y 2.16 hacen referencia al colapso, mientras que 2.15 y 2.17 se refieren
al “blow-out”. Los resultados obtenidos a partir de los estados de tensiones SII y SIII
pueden compararse directamente sobre las Figs. 2.16 y 2.17. Para estas condiciones,
N γC − y N γb − son cero, y la mejor cota inferior se obtiene cuando N SC − toma el valor
mínimo en el caso del colapso; y cuando N Sb − toma el valor máximo en el caso del
“blow-out”.
φ’ (C/D)* (C/D)*
colapso “blow-out”
20º 0.49 1.52
25º 0.43 1.78
30º 0.37 2.10
35º 0.31 2.50
40º 0.26 3.01
45º 0.22 3.40
DISCUSIÓN
y la tensión σT ejercida sobre el frente debe ser tomada de manera que la rotura del túnel
durante su construcción sea evitable. Las soluciones para la cota superior e inferior
pueden escribirse como:
N S Q S + N γ Qγ ≤ QT (2.29)
para el colapso y
N S Q S + N γ Qγ ≥ QT (2.30)
para el “blow-out”. Esto significa que el valor de QT en rotura puede escribirse como:
QT = N S QS + N γ Qγ (2.31)
donde QT, QS y Qγ vienen dados por las ecuaciones (2.6), (2.7) y (2.8); NS y Nγ son
coeficientes másicos para cargas QS y Qγ, que pueden acotarse entre los valores de N SC − ,
N SC + , N γC − y N γC + o bien N Sb − , N Sb + , N γb − y N γb + hallados anteriormente. En otras
palabras, el problema de estabilidad del frente del túnel en terrenos friccionales puede
ser analizado por los mismos métodos empleados para determinar la capacidad portante
de cimentaciones. Esta analogía se aplica mejor al caso del “blow-out” puesto que, el
terreno está rompiendo cuando QT alcanza valores muy grandes.
QS Qγ
NS + Nγ ≤1 (32)
QT QT
para el colapso y
QS Qγ
NS + Nγ ≥1 (33)
QT QT
Fig. 2.18. Cota inferior mejorada para el caso particular φ’ = 20º y C/D = 0.5
La cota inferior mejorada es compartida con la cota superior en las Figs. 2.19 y 2.21
para valores de NS y las Figs. 2.20 y 2.22 para valores de Nγ .
Para cualquier ángulo de fricción φ’ entre 20º y 45º y una relación C/D que se mueva
entre 0 y 3, la carga de rotura QT* puede acotarse utilizando la ecuación (2.31) junto
con las Figuras que van de la 2.19 a la 2.22. Usando N SC + y N γC + se proporciona una
estimación de QT+ . Los coeficientes másicos para la rotura por “blow-out” se dan en las
Figs. 2.21 y 2.22. QT− se obtiene por sustitución de N Sb − y N γb − por NS y Nγ en la
ecuación (2.30) y análogamente ocurre para QT+ sustituyendo por N Sb + por NS y N γb + por
Nγ respectivamente en esta ecuación.
embargo, como puede verse la presión σ T en rotura es fácilmente estimable por medio
de:
σ T = N S QS + N γ γD (2.34)
Los resultados obtenidos por autores franceses a finales de los 80 muestran que:
1. La rotura es repentina.
2. Este fenómeno se produce cuando la presión en el frente se decrementa hasta un
valor de σ Tf (de unos pocos KPa).
3. Para el rango de valores considerados, C/D tiene poca influencia sobre la
presión límite.
4. El área de rotura tiene forma de bulbo cuya mayor dimensión se dispone a nivel
del frente.
5. Esta geometría no se ve muy afectada por C/D ni por la densidad del suelo.
6. La rotura no alcanza la superficie del terreno para el caso C/D > 1.
El test realizado con soporte de aire comprimido se llevó a cabo para C/D = 1 y 2. Se
examinaron dos tipos de suelos: una arena suelta (γ = 15.3 kN/m3, Dr = 62%) y una
arena densa (γ =16.1 kN/m3, Dr = 86%). Obtuvieron además los siguientes valores para
c’ y φ’ :
Las soluciones obtenidas para σ T predichas a partir de la cota inferior son significativa-
mente mayores que las obtenidas para la cota superior. Además se observa que la cota
superior prevista se asemeja mucho a los resultados obtenidos empíricamente con la
centrifugadora.
Otras similitudes entre las soluciones aportadas mediante cota superior y los resultados
experimentales se muestra en la Fig. 2.23 en la que se representa la zona de rotura
observada en centrífuga, para una arena suelta y una C/D = 1. La geometría crítica
asociada a la mejor cota superior se muestra con el trazo discontinuo. Pese a no
extenderse en la dirección vertical tanto como la rotura real observada empíricamente,
coincide casi perfectamente con la superficie observada delante del túnel. En particular
la extensión de la rotura en la parte superior del frente del túnel es la misma que la
observada.
Sin embargo, el volumen de material movilizado por encima de la clave del túnel podría
resultar de la progresión de una rotura en terreno sin sostenimiento una vez que el
colapso del frente haya ocurrido.
CONCLUSIONES
Las cotas superiores han sido comparadas con cotas inferiores de publicaciones
anteriores (Leca & Panet, 1988). En ambos casos el problema se reduce a uno o dos
parámetros de carga QS / QT y Qγ / QT, a partir de los QT , QS y Qγ ya definidos. Se ha
observado que el problema de hallar una cota superior puede ser tratado de forma
similar al método utilizado para determinar la capacidad portante de una cimentación:
QT = N S QS + N γ Qγ (2.35)
donde NS y Nγ pueden estimarse a partir de las Figs. 2.19 y 2.20 para el caso del colapso
y 2.21 y 2.22 para el caso del “blow-out”. Dichas figuras permiten acotar los valores
BIBLIOGRAFÍA
• Leca, E. & Dormieux, L. (1990). “Upper and lower bound solutions for the
stability of shallow circular tunnels in frictional material”. Geotechnique, 40, 4,
581-606.