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Forensic Science International: Synergy Volume 3, 2021, 100154

The search process: Integrating the investigation and identification of missing and unidentified persons

Mercedes Salado Puerto, Denise Abboud, Jose Pablo Baraybar, Angel Carracedo, Stephen Fonseca, William Goodwin, Pierre
Guyomarc'h, Alejandra Jimenez, Udo Krenzer, Maria Dolores Morcillo Mendez, Jose Luis Prieto, Jacqueline Rodriguez
Gonzalez, Yarimar Ruiz Orozco, Jane Taylor, Ajith Tennakoon, Kristy Winter, Oran Finegan.
DOI: https://doi.org/10.1016/j.fsisyn.2021.100154

TRADUCCIÓN: CLAUDINA GONZALEZ

Resumen
La búsqueda efectiva de los desaparecidos y la identificación de personas, vivas o muertas, son componentes fundamentales
en la prevención y resolución del problema de las personas desaparecidas. A pesar de la creciente literatura sobre este
tema, todavía hay una falta de publicaciones que describan la Búsqueda como un proceso que incluye diferentes fases
compuestas inherentemente de la investigación forense y principios de identificación de personas desaparecidas tanto vivas
como fallecidas. Este documento es el resultado de discusiones entre la Unidad Forense del Comité Internacional de la Cruz
Roja (CICR) y miembros de su Junta Asesora Forense externa. Su objetivo es presentar el proceso de Búsqueda como un
concepto global que incluye las fases de investigación e identificación de los desaparecidos en cualquier estado (vivo o
muerto), en cualquier escenario (con o sin cadáveres), con un enfoque integrado, multidisciplinario y multiagencial para
implementación por parte de todos los actores involucrados en las fases de investigación e identificación de personas
desaparecidas.
1. Introducción
La incertidumbre sobre el paradero y la suerte de un familiar desaparecido puede tener un efecto directo en todos los
miembros de la unidad familiar [1] y, en algunos casos, en toda la comunidad [2]. La mayoría de las familias continuarán
buscando a su ser querido hasta que se hayan explorado todas las vías y hasta que reciban información autorizada y
confiable sobre su paradero y / o destino.
La búsqueda generalmente se enfoca en la recuperación e identificación individual de restos, mientras que la realidad es
mucho más compleja, especialmente en escenarios migratorios y de conflicto / posconflicto donde no es posible suponer en
primera instancia que la persona está viva o muerta y donde, en caso de fallecimiento, se encuentran los restos, y para
muchos es probable que los restos nunca sean encontrados ni devueltos a su familia. Es necesario enfatizar este hecho, ya
que no todas las personas desaparecidas están muertas y no todas las búsquedas resultan en encontrar un cuerpo, sin
embargo, sigue siendo necesario llevar a cabo un proceso que conduzca al esclarecimiento del paradero de los
desaparecidos. Por defecto, todos los casos de personas desaparecidas deben permanecer abiertos hasta que la persona sea
encontrada viva o muerta, y los restos de los muertos sean localizados, identificados y, cuando sea posible, devueltos a sus
familiares.
La tendencia a entender la búsqueda sólo como una respuesta forense “centrada en el cuerpo” necesita ser corregida y
ampliada, abriendo su alcance a un proceso más integral dirigido a dar respuestas sobre el paradero y la suerte de los
desaparecidos. La búsqueda efectiva de los desaparecidos y la identificación de personas, vivas o muertas, son componentes
centrales en la prevención y solución del problema de las Personas Desaparecidas [3]. La identificación de personas en
cualquier contexto, en casos de rutina o eventos de gran escala (por ejemplo, desastres, en curso o posconflicto, migración,
feminicidios y otras situaciones de violencia (OSV)), es parte del proceso de Búsqueda (mayúscula "B" ) y, como tal, está
intrínsecamente vinculado a todos los demás pasos. La identificación confiable es esencial por razones legales,
administrativas y humanitarias, incluida la provisión de respuestas a las familias.
A pesar de la creciente literatura en este campo en forma de guías, manuales, artículos científicos, protocolos de acción,
procedimientos operativos estándar, etc., aún existe una falta de documentación y publicaciones que describan la Búsqueda
como un proceso que incluye diferentes pasos de manera inherente, compuesto por principios de investigación forense.
Entender la búsqueda como un concepto general cuando se aborda las desapariciones en un sentido amplio (es decir, en
cualquier contexto y escala), eventualmente optimiza las posibilidades de resolución de casos. En este sentido, el aspecto de
la identificación humana se convierte en una parte importante de un proceso más amplio y complejo.
El esclarecimiento del paradero y suerte de las personas desaparecidas y, en caso de fallecimiento, sus circunstancias y
causa, se abordan en múltiples disposiciones legales y marcos normativos provinciales / estatales, nacionales e
internacionales, entre los que podemos mencionar el Derecho Internacional Humanitario (DIH) [4], Derecho Internacional
de los Derechos Humanos (IHRL) y Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas (ICPPED). Bajo estas disposiciones, la Búsqueda se convierte no solo en un derecho sino en un
mandato. En este sentido, existen muchos ejemplos a nivel internacional de esfuerzos realizados por Estados, Organismos
Internacionales (OI), Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y sociedad civil en la búsqueda e identificación de personas
desaparecidas producto de contextos diversos y complejos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el proceso de búsqueda
ha demostrado exceder la capacidad local, por una parte y, por otra, inadecuada para garantizar una respuesta coordinada,
integrada, multidisciplinar y, muy a menudo, multiagencial según sea necesario.
Muchos de los documentos y la literatura científica existentes del Comité Internacional de la Cruz Roja sobre identificación
forense brindan información y recomendaciones útiles para la ubicación, recuperación, examen e identificación de restos
humanos, incluida la recopilación de datos antemortem y postmortem con fines de identificación y el uso de ciertas
técnicas.
Sin embargo, poco se ha mencionado sobre la búsqueda e identificación de personas desaparecidas vivas, o sobre la
búsqueda en escenarios en los que puede no haber cadáveres, trascendiendo así la noción de que lo forense solo se enfoca
en la recuperación, manejo e identificación de restos humanos .
Por tanto, es necesario revisar conceptos tradicionales, introducir nuevos y ampliar la información disponible sobre el
proceso de Búsqueda para incluir mejor la investigación e identificación de los desaparecidos en cualquier estado (vivo o
muerto), en cualquier escenario (con o sin organismos), haciendo hincapié en el necesario enfoque integrado,
multidisciplinario y, muy a menudo, multiagencial de los mecanismos a implementar.
Los principales objetivos de este documento son:
-Brindar conceptos claros sobre los procedimientos de investigación e identificación con un enfoque en eventos a gran
escala que involucren tanto a personas vivas como fallecidas.
-Describir sobre los principales requisitos para asegurar una articulación, comunicación y coordinación efectiva entre los
diferentes niveles de respuesta (política, organizativa y operativa) y la participación de las familias interesadas, con roles y
responsabilidades claros.
-Proporcionar elementos clave que deben integrarse al esclarecer la suerte y el paradero de las personas desaparecidas en
contextos determinados.

Es importante enfatizar que este documento no pretende ser una guía, protocolo o manual de instrucciones exhaustivo y
detallado sobre técnicas forenses, sino que pretende ser un instrumento con el propósito principal de unificar y aclarar
conceptos claves, principios y recomendaciones a los profesionales. Gestionar el proceso de investigación e identificación de
personas desaparecidas, aplicable a casos únicos pero también a contextos complejos.
El documento está dirigido a todos los actores involucrados en la investigación e identificación de personas desaparecidas
independientemente de su suerte (viva o muerta) y sus posibilidades de ubicación: médicos forenses y de salud,
investigadores, operadores judiciales, autoridades policiales, personal militar, administradores de desastres, tomadores de
decisiones y políticas, autoridades administrativas, etc., incluidas también organizaciones internacionales, organizaciones no
gubernamentales y la sociedad civil.
2. Aspectos y principios generales
Es relevante considerar conceptos y principios clave sobre los procesos de investigación e identificación de personas
desaparecidas:

A. La Búsqueda (“B” mayúscula) es un proceso que combina subprocesos conducentes a determinar el paradero y el destino
específico de una persona 5.
B. Por lo tanto, la Búsqueda está vinculada a varias fases y no solo a la etapa inicial específica de la investigación. Todos los
pasos que conducen a la aclaración del destino y el paradero de una persona desaparecida o no identificada (viva o muerta)
forman parte del concepto general de búsqueda.
C. El destino se refiere al estado o condición de la persona (viva o muerta), mientras que el paradero se relaciona con el viaje
de la persona y las circunstancias que llevaron a ese estado (destino) y ubicación 5.
D. La Búsqueda de personas desaparecidas consiste en rastrear y reconstruir, en retrospectiva, su viaje para determinar con
cierto grado de certeza o confianza su suerte y paradero.
E. La información sobre el paradero puede ayudar a inferir el destino de una persona desaparecida. Sin embargo, para
determinar con certeza el destino de una persona desaparecida es necesario identificar a una persona (viva o muerta).
F. Sin embargo, la búsqueda no implica necesariamente el hallazgo real del cadáver. Es posible inferir el destino de una
persona desaparecida a través de una investigación o incluso llegar técnicamente con confianza a su identificación sin
acceder físicamente a su cuerpo. Los debates sobre la resolución de casos de personas desaparecidas deben incorporar
escenarios en los que puede que no haya cadáveres, es decir, una respuesta forense más amplia no centrada en el cuerpo
[5].
G. Cualquier enfoque metodológico para la búsqueda de desaparecidos debe basarse en el principio de que, a menos que
exista evidencia confiable, su destino aún es incierto y, por lo tanto, no se debe suponer que están muertos, sino que se
deben considerar todos los resultados posibles en relación con el destino. Por lo tanto, la investigación debe comenzar
considerando que pueden estar vivos o muertos.
H. El componente investigativo es dinámico y su complejidad depende del contexto y las características específicas del caso.
I. El proceso de identificación es parte del concepto general de búsqueda y, por lo tanto, está directamente relacionado y
depende de la aclaración de la suerte y el paradero de la persona (desaparecida, desaparecida y presuntamente muerta,
muerta, no identificada, no reclamada).
J. Es necesario enfatizar que la identificación es un proceso en sí mismo más que el resultado del uso de una técnica dada.
k. En este sentido, el acto de asignar correctamente un nombre a una persona en el proceso de identificación no cumple en
su totalidad con los requisitos del derecho a saber de sus familiares. La reconstrucción retrospectiva de las circunstancias
que llevaron al destino de una persona también es una parte importante del proceso de identificación. Por lo tanto, el
derecho a saber será incompleto si no se abordan adecuadamente los esfuerzos para esclarecer ambos componentes, el
destino y el paradero.
L. Por tanto, la fase de identificación del proceso de Búsqueda es también de carácter investigativo en la que la recogida de
información de distintas fuentes es la base de esta reconstrucción y las conclusiones resultantes. La investigación preliminar
es un aspecto fundamental del proceso [6]. No llevarlo a cabo con la debida diligencia puede afectar negativamente el
resultado, con implicaciones negativas directas sobre las expectativas de las familias y la pérdida de confianza del público en
las autoridades responsables.
M. El proceso de Búsqueda debe seguir principios básicos de investigación y criminalística para garantizar la confiabilidad de
los resultados, independientemente del propósito principal del proyecto o mandato de un mecanismo determinado
(proceso penal y / o acción humanitaria). En este sentido, la documentación y conservación de pruebas. Se requiere cadena
de custodia, almacenamiento seguro y apropiado, etc. para mantener la integridad de la evidencia y la información
recopilada y, por lo tanto, la calidad y confiabilidad de los resultados.
N. La identificación es un ejercicio comparativo. No es posible llegar a una conclusión sin comparar la información
proveniente tanto de la persona buscada (incluidas las circunstancias en las que desapareció) como de la persona / cuerpo
cuya identidad se debe confirmar (incluidas las circunstancias del hallazgo). La calidad, cantidad y variabilidad de esta
información tiene un impacto directo en la identificación. Por esta razón, la información recopilada de ambos conjuntos de
datos debe ser equivalente, sin priorizar uno en detrimento del otro.
O. La información se comparará como líneas de evidencia independientes; cada uno incluirá datos comparables de
diferentes fuentes de información para confirmar o refutar una hipótesis formulada durante el proceso de identificación (ver
sección 3.4.4.a).
P. Incluso en casos simples, la identificación debe, cuando sea posible, involucrar varias líneas de evidencia en lugar de
basarse únicamente en una sola técnica (es decir, huellas dactilares, dentales, de ADN, etc.). El tipo y número de líneas de
evidencia dependerán del contexto y la complejidad del caso. La evaluación de las líneas de evidencia es un paso específico
en el proceso y tiene requisitos específicos en términos de conocimientos requeridos, antecedentes, etc.
Q. Se debe llegar a una conclusión considerando todos los conjuntos de datos sin discriminar a ninguno; revisar
sistemáticamente no solo lo que parece coincidir en similitudes, sino también buscar de manera proactiva, encontrar
discrepancias, tanto explicables como inexplicables. En este sentido, el proceso de identificación requiere acceso y análisis
de toda la información disponible sobre un caso determinado.
R. Cualquier decisión de identificación forma parte de un proceso lógico y objetivo, pero también holístico e integral. En este
sentido, el proceso de búsqueda debe ser multidisciplinario, objetivo, integrado, holístico, exhaustivo, coordinado entre
múltiples agencias y capaz de resistir la revisión por pares.
S. Dado su carácter multidimensional, el proceso de Búsqueda requiere de un diálogo dinámico, multifactorial e
interconectado de la información recopilada a lo largo de la investigación que debe facilitar y contribuir a la toma de
decisiones.
T. Los eventos de gran escala [7], a diferencia de las investigaciones rutinarias de muerte, requieren un enfoque amplio en el
que los mecanismos y protocolos deben adaptarse para abordarlos adecuadamente, con un estricto apego a los principios
científicos, forenses e investigativos del proceso de identificación.
U. Las comunidades forenses y legales tienen el deber de asignar roles y responsabilidades de acuerdo con los mandatos
legales y sus habilidades para que los expertos forenses, los investigadores policiales y las autoridades legales coordinen su
enfoque de manera óptima, transparente, eficaz y eficiente. Coordinación, comunicación y el intercambio de información
son principios clave para asegurar resultados efectivos.
V. Las familias / los parientes de las personas desaparecidas (y la comunidad en general) deben participar adecuadamente
en el proceso de búsqueda, deben ser informados periódicamente de los acontecimientos y las decisiones que se tomen, y
debe respetarse su derecho a tomar decisiones informadas.
3. El proceso de búsqueda
Teniendo en cuenta la definición de Búsqueda presentada anteriormente como el proceso global que incluye la investigación
e identificación de personas desaparecidas y no identificadas, esta sección pretende desarrollar los aspectos metodológicos
y de investigación
3.1. Enfoque metodológico
La escala o magnitud (número de personas) de un caso y su complejidad varían según el contexto. Aunque desde el punto
de vista científico se utilizan las mismas técnicas.
La variación del contexto influirá en el enfoque metodológico, así como en las posibilidades de éxito en la localización de las
personas desaparecidas (incluidos sus restos en caso de muerte).
La estrategia metodológica empleada en una operación específica dependerá en gran medida del escenario considerado.
Por tanto, el enfoque debe adaptarse metodológicamente al contexto, el tipo de caso, su magnitud, su complejidad y el
momento de la intervención. Es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones clave:
A. Uno de los primeros puntos a abordar en la investigación es el contexto en el que ocurren los hechos, por ejemplo:
● Casos rutinarios de personas desaparecidas (casos cotidianos dentro de las comunidades locales denunciados a las
autoridades locales)
● Casos de muerte de rutina (casos cotidianos dentro de las comunidades locales informados a las autoridades
locales)
● Muertes históricas (incluidos casos sin resolver)
● Trata de personas y desapariciones forzadas
● Desastres a gran escala con muertes masivas
● Conflictos nacionales e internacionales
● Migración
● Otras situaciones de violencia (por ejemplo, feminicidios, terrorismo)
● Una combinación de los eventos mencionados anteriormente
B. La estrategia utilizada para abordar una investigación y su viabilidad también depende del momento en que se lleve a
cabo y de las intervenciones más urgentes (p. Ej., la prioridad para preservar la vida inmediatamente después de que una
persona desaparecida haya sido secuestrada frente a la preservar un sitio de fosa común años después de un conflicto). Las
impugnaciones en cualquier investigación se presentarán de manera diferente en casos más recientes versus una
investigación sobre hechos que ocurrieron en el pasado, pero pueden incluir elementos como la seguridad (tanto de las
personas relacionadas con el caso como de los investigadores); movilidad de las personas objetivo, testigos y delincuentes;
acceso a testigos y / o familiares de personas desaparecidas; calidad de la información sobre las personas desaparecidas y /
o sobre los cuerpos no identificados; motivaciones políticas; paisajes alterados, revitalización o desarrollo de áreas
afectadas, posibles modificaciones de cementerios, etc.
C. Es importante prestar atención al marco legal en el que se llevará a cabo la investigación: humanitario (centrado en la
localización e identificación de personas desaparecidas) y / o criminal (centrado en la búsqueda de la rendición de cuentas
penal o proceso basado en la verdad y la reconciliación), evaluando las consecuencias que un procedimiento incorrecto
puede tener en el futuro en materia de derecho a la verdad y acceso a la justicia para los miembros de la familia y las
personas. La calidad de la investigación y la garantía del debido proceso deben ser las mismas en cualquier marco legal.
D. Otro factor que influye a nivel metodológico es si las investigaciones se realizan en el marco de una investigación interna
(nacional) o internacional, ya que esta puede incorporar diferentes componentes de coordinación. Esta situación es
evidente, por ejemplo, en la localización e identificación de migrantes desaparecidos donde no solo es necesario
implementar un sistema nacional de investigación, sino también imperativo desarrollar mecanismos de coordinación
interestatal. Lo mismo se aplica en incidentes de desastres masivos, como accidentes aéreos o desastres naturales, donde
los extranjeros pueden ser incluidos entre los muertos.
E. Determinar la escala o magnitud del caso a investigar es fundamental para la planificación y estrategia metodológica. Para
ello, es necesario cuantificar el número de desaparecidos y / o fallecidos resultantes del / los evento/s bajo investigación. El
desafío (y punto de partida) es compilar una lista de nombres lo más exhaustiva posible, centralizada, unificada y coordinada
entre las instituciones u organizaciones involucradas en la investigación.
En general, la mayoría de las estructuras sociales nacionales están preparadas en mayor o menor medida para absorber
casos a pequeña escala. Esto incluye tanto los sistemas de investigación médico-legales (servicios y peritos forenses,
criminalística, investigadores policiales, etc.) como el sistema institucional de la administración pública y judicial. La
investigación de este tipo de casos es común y su calidad dependerá del desempeño preexistente del país en cuanto a
regulaciones y procedimientos vigentes, personal capacitado, presupuesto, infraestructura, equipamiento y coordinación,
preparación y planificación intra e interinstitucional.
Sin embargo, pocos países tienen la capacidad económica y estructural para abordar eventos de gran escala y pueden verse
aún más abrumados por la magnitud o complejidad de un caso cuando carecen de un plan de contingencia preestablecido y
bien implementado.
Suele haber una falta de protocolos de actuación en emergencias o planes de contingencia a nivel nacional, así como un
desconocimiento de los protocolos operativos o procedimientos estandarizados internacionalmente (véanse, por ejemplo,
las directrices de INTERPOL [8] sobre identificación de víctimas de desastres en www.interpol.int). Esta falta de preparación
previa limita la capacidad de abordar casos a gran escala incluso cuando son predecibles. Al respecto, es necesario realizar
una evaluación de la capacidad local para responder a eventos de gran escala, incluidas las regulaciones existentes, para
desarrollar una estrategia para mejorar el sistema.
F. Otro factor a considerar es la categorización del tipo de caso, es decir, la clasificación del caso como cerrado o abierto, lo
que afectará en gran medida su complejidad y los requisitos específicos en su enfoque metodológico. El concepto de abierto
/ cerrado se utiliza generalmente para clasificar un evento en función de la disponibilidad de información sobre la identidad
de las víctimas: es decir, si existe una lista de las presuntas personas que pueden estar relacionadas con un hecho específico,
(cerrado) o si no existe dicha lista, (abierto). El ejemplo clásico de un evento de población cerrada es un accidente de avión,
en cuya lista de presuntos fallecidos está disponible a través del manifiesto de vuelo. Normalmente nos encontramos ante
contextos mixtos o semicerrados, en los que conocemos la identidad de algunos pero no de todos los individuos o existe una
lista parcial de posibles individuos o hipótesis de identidad. Un evento de población abierta puede involucrar incidentes
únicos o múltiples en los que un número desconocido de personas se ve afectado y para los cuales no existe una lista
presunta de nombres. Pueden ocurrir múltiples incidentes en un período corto de tiempo o durante muchos años (por
ejemplo, conflicto armado, migración, OSV) que conducen a grandes inventarios de personas desaparecidas y restos
humanos que requieren reconciliación y identificación, de ahí la dinámica poblacional abierta o desconocida de aquellos que
deberían ser incluidos en la investigación. En algunos eventos, no todas las familias reportarán la desaparición de sus
familiares o serán registrados como desaparecidos a través de otras vías, mientras que, por el contrario, no todos los
cadáveres serán recuperados e identificados positivamente para ser devueltos a las familias.
G. Hay otros componentes a considerar, además de los mencionados anteriormente, que se suman a la complejidad de las
investigaciones. Entre ellos se encuentran factores como el desplazamiento o la dispersión de la población (a nivel nacional y
/ o internacional); desaparición voluntaria; cambio de identidad; diversidad biológica y socioeconómica dentro del grupo de
personas desaparecidas; las condiciones en las que se encuentran los restos del fallecido (descompuestos, mezclados,
incompletos y / o fragmentados, o muy quemados por diversos motivos, entre los que se encuentran las circunstancias de la
muerte y las alteraciones post mortem); sucesos posteriores que pueden haber causado la alteración, reubicación y / o
mezcla de restos humanos (técnicas de búsqueda y recuperación deficientes, falta de respuesta de manera oportuna para
preservar los sitios y evitar mayores daños y compromisos por el medio ambiente, fosas secundarias, exhumación,
transporte, malas prácticas de gestión mortuoria, falta de seguridad corporal, interferencia deliberada maliciosa, etc.),
acceso a fuentes de información (protección de información personal, información de seguridad, expedientes militares,
movilidad de testigos y familiares), pobre infraestructura de TI para importar y administrar grandes volúmenes de datos,
falta de centralización institucional de los datos en papel y software, etc., sin olvidar el papel de la política en el diseño e
implementación de políticas de búsqueda (la voluntad política es a menudo uno de los factores clave en este sentido).
H. Al realizar las actividades de búsqueda se debe respetar el deseo de los contactados: situaciones específicas como
desapariciones voluntarias o cambios de identidad son importantes y, en general, respetar estas decisiones debe ser
prioritario.
La documentación adicional debe incluir una autorización (o denegación) explícita en relación con el contacto con la persona
que denunció el caso de la persona desaparecida, incluida la información que se debe compartir con el solicitante. Es
aconsejable evaluar la situación caso por caso, ya que existen diferentes factores que influyen la decisión tomada por la
persona contactada. Esto permitirá al equipo de investigación evaluar los posibles riesgos, especialmente de seguridad, y
actuar de acuerdo con el principio de no hacer daño.
Los esfuerzos se concentran muy a menudo en la recopilación de cualquier tipo de datos de personas desaparecidas y no
identificadas en lugar de realizar una investigación exhaustiva. Otros pasos de los procedimientos de investigación e
identificación que son particularmente críticos, como la recopilación de información sobre los hechos y las personas, así
como la recuperación y examen de los restos en casos de muerte, a menudo se descuidan. En otras palabras, el cuidado y la
preocupación son más
A menudo se muestra a "análisis post mortem" dejando otros aspectos sensibles y cruciales en la investigación, como la
recopilación y análisis de información sobre personas desaparecidas y circunstancias de desaparición, y la recuperación
adecuada de restos humanos (en caso de muerte) desatendidos. Como resultado, a menudo hay una falta de información
para reconstruir el paradero de la persona, así como una falta de datos comparativos que apoyen o sustenten una
identificación en el esclarecimiento del destino. En consecuencia, el cadáver puede ser devuelto al lugar de destino o a una
familia equivocada mientras que el cuerpo correcto permanece sin identificar.
Si la investigación de un caso y la identificación de personas desaparecidas se entienden como procesos y no como resultado
de técnicas específicas, ninguna etapa es más importante que otra.
La falta de información relevante o el desempeño deficiente en cualquier etapa del proceso de búsqueda comprometerá o
inhibirá todo el potencial de otros actores competentes en sus esfuerzos colectivos para resolver los desaparecidos e
identificar a los muertos. La metáfora de que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil es exacta; en esta serie de
actividades, cada actor puede potencialmente obstaculizar, obstruir o comprometer los esfuerzos colectivos del equipo para
restaurar los vínculos familiares.
Las instalaciones bien diseñadas o los equipos sofisticados en los institutos o laboratorios médico-legales pueden crear una
imagen atractiva, pero sin un enfoque integral del proceso, sin una capacidad interpretativa (y no solo técnica) por parte de
los profesionales, y sin la debida formación de los profesionales. los equipos responsables de las diferentes etapas del
proceso, la investigación será limitada, más difícil y con riesgo de fracaso.
Es necesario resaltar la importancia de la participación de las familias en el operativo, así como su derecho a ser informados
periódicamente. Como parte de las operaciones, hay varios aspectos que no necesariamente se refieren al ámbito técnico o
legal, y las opiniones de las familias ayudarán en la toma de decisiones. Como ya se mencionó, la investigación e
identificación de personas desaparecidas son procedimientos complejos que requieren una gran cantidad de profesionales y
pueden requerir una operación a largo plazo durante varios años. La participación adecuada de las familias, no solo como
proveedores sino también como repositorios de información, será beneficiosa para evitar la incertidumbre durante el
proceso. Esto respetará su derecho a contribuir activamente a la investigación y su derecho a conocer el paradero y la suerte
de sus seres queridos.
Por lo tanto, la metodología debe adoptar un enfoque holístico, con el objetivo de reconstruir la historia de un individuo
desde el comienzo de su viaje hasta el final, pero también dejando de lado la suposición común de que todas las personas
desaparecidas están muertas.
3.2. Pasos de investigación
Después de definir conceptos importantes arriba, esta sección desarrolla los diferentes aspectos de una investigación y
análisis de contexto, ofreciendo pasos concretos para optimizar los resultados.
3.2.1. Consideraciones principales
Distinguimos dos entidades desconocidas en el proceso de búsqueda:
Personas Desaparecidas (MP): identidades sin cuerpos, Personas No Identificadas (UP): cuerpos sin identidad, que pueden
ser personas vivas o restos humanos. Aunque en la mayoría de los contextos un cadáver no se considera legalmente como
una persona, el término persona incluye aquí a las personas vivas y fallecidas. La distinción entre personas no identificadas
(UP), difuntos no identificados (UD) y restos humanos no identificados (UHR) se encuentran en muchos contextos, sin
embargo, para simplificar, el término UP se utilizará en todo este documento independientemente del estado de la persona.
Lograr el éxito en el proceso de identificación significa intentar, siempre que sea posible, hacer coincidir estas dos entidades
con precisión. Pero esto solo está relacionado con el esclarecimiento del destino de la persona. Si aceptamos que el derecho
a saber (y por ende el proceso de Búsqueda) incluye también la necesidad de esclarecer el paradero de la persona,
entendemos por qué la investigación tiene que ampliar el alcance para recolectar e interpretar mucha más información que
solo los datos para facilitar la identificación. La información destinada a aclarar el paradero será importante para el
esclarecimiento del destino (identificación) y viceversa, el esclarecimiento del destino podría contribuir en determinados
casos al esclarecimiento del paradero del cadáver.
Cada entidad (la desaparecida y la no identificada) contiene información que debe recopilarse cuidadosamente a lo largo de
una investigación.
Este documento también presenta dos conceptos que ajustan el esquema clásico. Tradicionalmente, el término antemortem
se utilizó para designar toda la información relevante para la persona desaparecida y el término post mórtem se utilizó para
designar toda la información relevante a restos humanos no identificados. Dichos términos son restrictivos y no se adaptan a
todos los escenarios, por lo que su uso genérico no es apropiado en todos los casos.
No todas las personas desaparecidas están muertas; por lo tanto, “antemortem” (antes de la muerte) no es apropiado.
El término puede implicar incorrectamente la muerte sin ninguna evidencia, y suele ser doloroso, incluso ofensivo, para los
familiares. Asimismo, no todas las personas no identificadas están muertas, ya que son frecuentes casos en los que las
personas vivas requieren que se pruebe su identidad (personas indocumentadas, bebés y niños robados / separados de sus
familias, niños no acompañados en casos de migración o desastres masivos, enfermedades médicas y traumatismos (es
decir, paciente hospitalizado en coma o con amnesia, persona mayor con demencia, personas con déficit de salud mental),
detenidos en centros clandestinos, etc.) Por lo tanto, "post mortem" (después de la muerte) también es demasiado estrecho
y un término genérico.
En consecuencia, a lo largo del documento, usaremos los siguientes términos más generales:
MPD (Datos de personas perdidas) para reemplazar el término tradicional AMD (datos antemortem).
UPD (Datos de personas no identificadas) para reemplazar el término tradicional PMD (datos post mortem) cuando se
refiere a personas (vivas o muertas) cuya identidad se desconoce. Los datos post mortem son solo una parte de esta
categoría más amplia cuando se ha confirmado una prueba confiable de muerte.
3.2.2. Investigación preliminar
La investigación preliminar (iniciada por las autoridades competentes con mandato) es la base para la tarea de identificación
y se centra en la recopilación de antecedentes sobre los hechos, las personas desaparecidas y no identificadas. Consiste en
formular una hipótesis relacionada con la investigación de las posibles identidades de las personas (listas de desaparecidos y
/ o fallecidos), lugar en el que pueden ser encontrados (vivos o muertos), y la reconstrucción de los hechos desde su
desaparición. Cualquier contextualización se deriva de la investigación. La comprensión del contexto en el momento de la
desaparición debe ser inherente a cualquier operación (por ejemplo, situación política, situación de seguridad, grupos que
operan en la zona en caso de conflictos, rutas migratorias, propósito y destino de la migración original, etc.).
Aunque generalmente se considera el primer paso en la investigación forense, la investigación de antecedentes puede
comenzar en cualquier momento, aunque cuanto antes comience, mejor, y debe continuar hasta el final.
la persona desaparecida es identificada y ya no está desaparecida. Los resultados del proceso de identificación para ciertos
casos también pueden contribuir a la investigación de otros casos.
Existen muchas fuentes de donde se recopila dicha información y el tipo, disponibilidad y acceso a ellas depende del
contexto en el que ocurrieron los hechos y de la autoridad para acceder a esa información. La protección de la información
personal [9] se ha vuelto más importante en los últimos años, por lo que requiere una justificación para su divulgación a una
parte solicitante.
Las fuentes de información básica se pueden agrupar en varias categorías:
Fuentes escritas: incluyendo documentación personal, cartas, sitios de redes sociales, documentación escolar y laboral,
informes o archivos militares y policiales, informes de autopsias, investigaciones judiciales, informes de ONG, informes de
organizaciones políticas, archivos de datos de huellas dactilares de cadáveres y personas desaparecidas, certificados de
nacimiento, matrimonio y defunción libros de admisión hospitalaria, depósito de cadáveres y registros de cementerios,
formularios de remoción de cadáveres, informes de inteligencia, comunicados de prensa, informes de interrogatorios
policiales / militares, registros e informes de los medios de comunicación, peticiones de miembros de la familia a
organizaciones nacionales o internacionales (por ejemplo, habeas corpus después de un arresto), registros médicos y
dentales, etc.
Fuentes orales: incluidas declaraciones o entrevistas con testigos, familiares, informantes, miembros de grupos militantes,
compañeros de estudios o colegas profesionales, médicos o dentistas que pudieran haber ayudado a la persona
desaparecida, declaraciones del personal del hospital, etc., realizadas en cualquier etapa
Fuentes audiovisuales: incluyendo material fotográfico, videográfico, audio, radiográfico de las personas desaparecidas y
lugares relacionados con los hechos (o el propio hecho) que se investigan; fotografía callejera, aérea o satelital de las áreas
bajo investigación sospechosos o puntos de anclaje conocidos en la rutina de personas desaparecidas; último lugar conocido
para ser visto con vida, punto conocido de secuestro o lugar de desaparición; vertederos de cadáveres; puestos de control
de la milicia, la policía o el ejército; rutas migratorias; centros de detención; entierros ilegales; campamentos de refugiados;
etc. antes y después de los hechos en cuestión.
Redes sociales y fuentes de cibercomunicación: especialmente importantes en los últimos años debido al mayor uso. Estas
herramientas han ampliado el círculo social, creando redes y georreferenciando personas, lo que constituye una valiosa
herramienta en su trazabilidad.
Mientras se lleva a cabo la búsqueda para localizar a la persona desaparecida, los esfuerzos para reconstruir el paradero
también servirán para brindar a las familias, comunidades y sociedades un relato preciso de los hechos (es decir, derecho a
saber, derecho a la verdad). Por lo tanto, la recopilación y el registro de información deben ser minuciosos, detallados y
realizados por personas capacitadas.
3.2.3. Consolidación de la lista de personas desaparecidas
Una de las principales variables que influyen en la complejidad en escenarios de gran escala, y una de las mayores
dificultades al inicio de cualquier investigación de un evento es establecer su escala o magnitud, es decir, el número de
individuos involucrados. Un gran número de personas crea una situación desafiante de búsqueda e identificación.
De manera similar, al enfoque regular utilizado en el análisis genético, el número total de personas desaparecidas / fallecidas
relacionadas con un evento debe estimarse con la mayor precisión posible para construir el valor de probabilidades previo,
obligatorio dentro del marco bayesiano en el que se basan las estadísticas para calcular las probabilidades posteriores o la
probabilidad de identidad. Las probabilidades previas adoptadas en un enfoque bayesiano deben reflejar el número de
individuos en el evento para definir adecuadamente los niveles de certeza de identificación en forma de probabilidad
posterior [10,11].
Con este fin, es conveniente estimar el número probable de personas (personas desaparecidas y fallecidas), es decir,
¿cuántas son? Basado en las diversas fuentes de información sobre un evento (s), se debe compilar una lista de personas
desaparecidas y cadáveres para priorizar actividades en relación con el inicio de la búsqueda, es decir, ¿quiénes son? La
compilación de una lista unificada de personas desaparecidas es uno de los principales desafíos en la implementación de
investigaciones a gran escala en cualquier lugar.
Inmediatamente después de un evento a gran escala, la conmoción y la incertidumbre sobre el paradero de los seres
queridos pueden aumentar significativamente la cantidad de personas desaparecidas reportadas por varias razones,
asociadas principalmente con la incapacidad de los familiares para comunicarse positivamente con sus seres queridos. Pero
también puede ocurrir lo contrario cuando las investigaciones se llevan a cabo años después de un incidente o una serie de
eventos:
El número de personas desaparecidas / muertas a menudo se subestima, debido a factores como movilidad, seguridad,
poblaciones dispersas, falta de coordinación entre las agencias participantes, un sistema inexistente o vago para la denuncia
de desapariciones, politización de un evento, corrupción y motivaciones fraudulentas. para denunciar un mayor número de
desaparecidos y muertos, etc. En contextos de desapariciones forzadas o migración, el temor al riesgo de enjuiciamiento o
encarcelamiento de la persona desaparecida puede impedir que los familiares se pongan en contacto con las autoridades.
En general, después de cualquier evento, existen muchas listas incompletas de víctimas (desaparecidas y fallecidas)
elaboradas por diferentes organismos e instituciones, organizaciones de familiares, ONG, etc. Esto puede generar
confusión y errores si una lista completa no está centralizada o cotejada y actualizado sistemáticamente. Es muy
importante que el sistema de recopilación de datos impida que se notifiquen casos duplicados. El simple hecho de escribir
mal un nombre puede causar la duplicación de una sola persona desaparecida si lo denuncian dos personas diferentes.
El punto de partida (y desafío) es crear una lista unificada de nombres de las víctimas denunciadas lo más exhaustiva
posible, centralizada y consolidada entre todas las instituciones y organizaciones involucradas en la investigación.
Este proceso es dinámico y la lista debe ser la compilación de todos los casos notificados, incluyendo y distinguiendo su
estado (ver sección 3.2.5), a través de una gestión de casos competente. Requiere la verificación de que se llevaron a cabo
métodos de recolección precisos.
Independientemente de si la situación es un reporte de persona desaparecida de rutina o un evento a gran escala, a cada
persona reportada como desaparecida se le debe asignar un Número Único de Archivo (UFN). Esto es esencial para fines
de cuantificación y permite el seguimiento / trazabilidad de la gestión profesional de todo el material de archivo asociado, el
intercambio de comunicación eficaz entre investigadores, investigadores y familias, y agencias; y mantener un medio
establecido para gestionar la evidencia física. Una UFN asegura que todos hablen el mismo idioma y refieran el caso correcto
y la información relacionada. Incluso en el caso de homónimos con la misma fecha de nacimiento, la UFN permite archivos
separados para cada individuo.
Los casos de personas desaparecidas se gestionan mejor en un registro centralizado para procedimientos sistemáticos de
gestión de casos, vínculos con otras personas (desaparecidos, muertos, sobrevivientes / testigos, perpetradores, etc.) y
eventos, y comparación con personas no identificadas y cadáveres que ya han sido denunciados. o aún no se han informado
(por ejemplo, registros de hospitales, centros de detención, campos de refugiados, etc.). Ser conscientes de que esta
centralización es muy compleja.
Para implementar en la mayoría de los contextos, debemos enfatizar su importancia y los beneficios de su implementación
(ver Secciones 4 y 5).

Al recopilar información sobre una persona desaparecida, es importante reconocer que no se sabe qué características o
información secundaria se compararán durante el proceso de identificación. Por lo tanto, la calidad y cantidad de la
información recopilada se vuelve crucial al evaluar posibles coincidencias con personas no identificadas y cadáveres.
Como parte de los antecedentes personales (¿quién es el MP?), Es necesario recopilar tanta información detallada como sea
posible sobre lo siguiente:
Este número único también es importante para registrar el parentesco cuando se toman muestras de referencia biológica
de parientes para análisis genético, ya que además de los problemas descritos anteriormente, la misma muestra puede
tener que usarse para varios parientes biológicos desaparecidos; por lo tanto, el número de muestra será insuficiente
para referirse a cada parentesco específico. Cada muestra de referencia biológica (BRS), codificada con el número único del
donante, debe asociarse con la persona desaparecida a través de la UFN con la que ha sido codificada, indicando también su
parentesco biológico.
Por ejemplo, consideremos el caso de una mujer que dona una muestra biológica de referencia (codificada como BRS 3890)
para realizar un análisis genético en relación con dos familiares biológicos desaparecidos, su hija (UFN 12345) y su hermana
(UFN 45678). Registrar los parentescos asociados a esa muestra será más sencillo: p. Ej. Muestra BRS 3890: madre de UFN
12345 y hermana de UFN 45678.
Esto ayudará a la trazabilidad, un vínculo correcto con el individuo y la confidencialidad de la información al enviar la
muestra al laboratorio genético. Adicionalmente, la UFN debe estar asociada al estado de la persona (desaparecida,
fallecida, sobreviviente, etc.) para maximizar la posibilidades de cuantificación y trazabilidad.
La consolidación de la lista de personas desaparecidas también facilitará que las entidades relevantes sepan quiénes son sus
familiares y cuáles son sus necesidades específicas. Esto también facilitará el enfoque integrado en todos los procesos de
investigación e identificación y apoyo a los familiares de las personas desaparecidas.
3.2.4. Recopilación de información sobre la persona desaparecida de diferentes fuentes
Es necesario recabar información detallada sobre la persona desaparecida (MP) con el propósito de crear un expediente de
MP (persona desaparecida) que integre su origen biológico y social y represente el conjunto mínimo de información que se
debe recolectar y archivar sobre el MP (Archivo Básico de la Persona Desaparecida en español). Este expediente del MP
incluye los datos de personas desaparecidas (MPD) recopilados de diferentes fuentes (orales, audiovisuales y escritas), y
para ser analizados a lo largo de la investigación y / o (en caso de fallecimiento) debidamente comparados con la
información de no identificados. datos de personas (UPD) durante la fase de identificación.
Esta recogida de información ayudará a reconstruir los perfiles físicos y médicos, la información familiar, los hábitos de vida,
las relaciones entre otras personas, así como la información circunstancial y contextual relacionada con su desaparición.
- Cualquier documentación de identificación oficial o confiable de la persona desaparecida: tarjeta de identificación
nacional, pasaporte, licencia de conducir, certificado de nacimiento, tarjeta de acceso de seguridad laboral, certificado de
defunción (si lo hubiera), etc., que se almacenará electrónicamente (después de escanear o fotografiar) en el expediente de
persona desaparecida.
- Antecedentes biológicos y físicos: perfil biológico (que incluye sexo, edad, altura), filiación étnica, rasgos físicos
diferenciados (marcas específicas, complexión, rasgos morfológicos, etc.), actividad física, descripciones genealógicas,
antecedentes médicos y cuadros dentales. Es importante reunir material fotográfico, médico y dental, radiografías, modelos
dentales, huellas dactilares, etc., que idealmente se cargarán electrónicamente en el archivo del caso de la persona
desaparecida.
- Historia social / estilo de vida: antecedentes profesionales, académicos y políticos (si los hubiera) y asociaciones de la
persona desaparecida, relación con otros posibles testigos, desaparecidos, fallecidos, apodos o alias políticos, actividades
recreativas y deportivas, etc.
Cada vez más, el uso de las redes sociales puede contribuir en gran medida a comprender las últimas comunicaciones y
actividades de la persona desaparecida.
En algunos contextos puede haber una falta de registros médicos o dentales debido a una serie de factores, como el acceso
limitado o nulo de la población a los servicios de salud, la destrucción de archivos después de un período de tiempo,
registros de mala calidad, pérdida o destrucción de registros como resultado del incidente.
En estas circunstancias, gran parte de esta información sólo puede obtenerse de entrevistas a familiares o parientes
cercanos del individuo, apreciando la pérdida de precisión y veracidad que esto a menudo conlleva.
Las entrevistas deben incluir aspectos técnicos e investigativos y son de suma importancia en la búsqueda e identificación de
los desaparecidos. Por lo tanto, el entrevistador debe mejorar los aspectos de calidad y cantidad de la información
recopilada.
Durante las entrevistas es fundamental respetar el contexto cultural y religioso de los testigos y familiares, construyendo
en la medida de lo posible una relación basada en la confianza y el cuidado de su confidencialidad y seguridad.
Lamentablemente, se observa habitualmente que, en la prisa por obtener información, los entrevistadores no han
reconocido que la hora, el lugar y la forma de la entrevista no solo pueden ser inapropiados, sino que también pueden poner
en peligro la seguridad de los entrevistados.
Además, las características únicas y las experiencias personales de naturaleza sensible pueden generar un valor muy alto,
pero es poco probable que los familiares las compartan si el nivel de confianza no se ha cumplido el proceso de diálogo
abierto.
Es fundamental desarrollar mecanismos adecuados para la recolección de información, con personal capacitado y
protección de la confidencialidad y seguridad de los testigos. En general, es recomendable realizar entrevistas con varios
familiares y familiares cercanos de las personas, si es posible, realizando más de una reunión (adecuada en cuanto a cuándo
y dónde), utilizando formularios técnicos estandarizados específicos y personal capacitado y orientado en su usar. Deben
seguirse las normas sobre protección de datos y, para las actividades humanitarias, el Manual de protección de datos en la
acción humanitaria [12] contiene recomendaciones para procesar datos sensibles. En la práctica, los entrevistadores tienen
la responsabilidad de obtener el consentimiento informado del entrevistado después de explicar claramente para qué se
utilizarán los datos recopilados y a quién se pueden compartir, de acuerdo con las regulaciones locales y el mandato de la
entidad recolectora.
La recolección de muestras biológicas de referencia (BRS, por ejemplo, sangre / saliva) de familiares con fines de análisis
genético forense requiere una estrategia clara que abarque los siguientes aspectos:
Valorar y definir el momento más adecuado para iniciar la recogida de muestras en línea y de acuerdo con el proceso de
Búsqueda dado el contexto (conflicto, OSV, migración, etc).

Abordar los aspectos legales y éticos relacionados con el consentimiento de las familias para la realización de estudios
genéticos, asegurando la confidencialidad y el acceso restringido a la información recolectada [13,14]. Esto incluye un claro
entendimiento por parte de las familias sobre su derecho a la protección de datos (uso de la muestra, destrucción bajo
demanda, etc.).
Considerar los aspectos culturales y religiosos relacionados con la recolección de muestras biológicas, incluidas las
dimensiones sociales de la adscripción de parentesco familiar. Entre los aspectos culturales, es necesario destacar la
necesidad de evaluar el concepto y la comprensión de las relaciones biológicas vs las relaciones sociales en muchas
poblaciones, ya que la falta de distinción puede desafiar posteriormente la interpretación correcta en el emparejamiento
genético.
Asegurar las condiciones y capacidades técnicas para recolectar, almacenar y procesar muestras, así como los recursos
disponibles, incluyendo las herramientas de referencia y estadísticas adecuadas para el análisis, reporte y documentación de
resultados de acuerdo con los estándares internacionales aceptados [15].
Asegurar una política clara para la gestión de hallazgos incidentales relacionados con discrepancias en el parentesco
(parentesco atribuido incorrectamente). En este sentido, “… En los casos en que se descubra una instancia de no paternidad
durante el esfuerzo de identificación, esto no debe ser divulgado a los familiares” [19]. En otras palabras, se recomienda una
política de no divulgación de hallazgos incidentales [16] La información sobre la recopilación de BRS se puede encontrar en
la Guía de buenas prácticas para el Uso de la genética forense en investigaciones sobre violaciones de los derechos humanos
y del derecho internacional humanitario [17].

3.2.5. Recopilación y análisis de datos relacionados con el paradero de la persona desaparecida


Esta sección aborda la importancia de mirar el proceso de búsqueda de una persona desaparecida desde la perspectiva de la
movilidad: tanto en términos de espacio y tiempo, pero también en relación con los cambios en el estado de las personas
buscadas. Esto incluye el concepto clave de que después de esto En el paso de la investigación se contará con más
información que permitirá orientar los esfuerzos hacia la búsqueda de una persona viva (establecimientos de salud, centros
de detención, campos de refugiados, centros de adopción, redes de trata de personas, rutas de inmigración ilegal,
interacción de servicios fronterizos o de inmigración, etc.) o una persona fallecida (incidente de muerte masiva, hospitales,
morgues, cementerios, fosas informales o clandestinas, etc.).
Además, se debe recopilar información sobre los hechos y contextos en los que se produjeron las desapariciones y / o
muertes (¿dónde están ?, ¿qué les pasó?). De manera que se incluya la mayor cantidad posible de datos detallados sobre las
circunstancias de la desaparición / o fallecimiento, ubicación geográfico-temporal, seguimiento cronológico (si ocurrieron
otros hechos en el tiempo), acciones legales, administrativas o sociales de los familiares y / o familiares de las personas
(habeas corpus, peticiones de desapariciones, prensa remunerada, lanzamientos), etc.
La búsqueda e identificación de personas desaparecidas en cualquier contexto (trabajo de casos de rutina, conflicto,
posconflicto, desastre masivo, migración y OSV) es un proceso dinámico. Por tanto, es importante tener en cuenta dos
factores clave: el estado y la movilidad de la persona desaparecida.
Una persona puede cambiar su estado varias veces desde la última vez que fue vista: no localizado, arrestado, desaparecido,
sujeto a desaparición forzada en condiciones clandestinas, ausencia voluntaria, testigo, presunto muerto, conocido muerto
independientemente de encontrar los restos, cuerpo identificado pero no reclamados, etc. Dicha variedad y cambios a lo
largo del proceso de búsqueda hacen imposible en la mayoría de los casos seleccionar a priori una sola línea de
investigación, lo que significa que es importante considerar todas las posibilidades de estatus en la etapa de investigación
preliminar. Es importante registrar este estado y cualquier cambio a lo largo de la investigación en el expediente del MP,
junto con la fecha de actualización para la trazabilidad, la interconexión y la cuantificación.
El concepto de movilidad se refiere al desplazamiento físico de personas durante la investigación, es decir, cambios
geográfico-temporales o geo-temporales. Esto es fundamental en casos de secuestros, trata de personas, migración,
desplazamiento forzado y circuitos de centros de detención, etc.
La combinación de estatus y movilidad geo-temporal de la persona desaparecida es de gran ayuda para fines de seguimiento
y trazabilidad, dinamizando los procesos de investigación e identificación y permitiendo formular mejor líneas de
investigación, ampliar los criterios de comparación, generar hipótesis sobre la ubicación de la persona desaparecida,
reconstruir redes (por ejemplo, interacciones con otros desaparecidos), ubicación de sitios (mapeo de sitios de restos
humanos) y de personas no identificadas. Todo este tema se refiere a la reconstrucción de redes y la explotación de
relaciones no explícitas entre la persona buscada y otras personas.
Durante los pasos de investigación e identificación, además de recolectar información adecuadamente, es imperativo
subrayar la importancia del análisis de la información; recopilar información no es sinónimo de analizarla. Ambos aspectos
son fundamentales para el proceso.
El mapeo de una persona desaparecida, como concepto clave para una búsqueda efectiva en eventos de población abierta,
no debe confundirse con el mapeo de sitios que potencialmente contienen restos humanos. Este es un concepto más amplio
que se refiere al seguimiento y trazabilidad de las personas desaparecidas en el marco de una investigación dinámica,
incorporando el análisis de la información contextual a lo largo del proceso de Búsqueda.
En este sentido, disciplinas como la física, las matemáticas, la geología y la ingeniería, son de gran utilidad como
herramientas de análisis de información y pueden ser utilizadas para generar líneas de investigación y evidencia, por
ejemplo, en el establecimiento de hipótesis de identidad, el análisis de redes (relaciones entre personas desaparecidas,
circuitos de centros de detención, relación entre centros de detención, sitios de refugiados y cementerios, circuitos de
cadáveres recuperados, transportados y eliminados durante o después de los hechos, etc.), mapas de puntos calientes
(puntos clave en rutas migratorias, lugares de ejecuciones, depósitos de restos humanos, etc.). Los modelos matemáticos
permiten predicciones o priorización de algunas personas con mayor probabilidad de estar conectadas a eventos específicos
para propósitos de identificación [5,18,19]. El objetivo no es solo lograr una identificación, sino una oportuna que reduzca la
exposición de la persona desaparecida al riesgo de daño, al tiempo que asegurando su pronto regreso o comunicación con la
familia para reducir su sufrimiento e incertidumbre.
El uso de redes se puede aplicar para explotar relaciones explícitas y no explícitas entre individuos, es decir, conectar
patrones que vinculan a los individuos a través de modelos matemáticos (por ejemplo, lugares y fechas de la última vez que
se vio, muerte, etc.). Si tales patrones existen para un evento en particular, estos modelos pueden arrojar luz sobre qué
variables pueden ser relevantes para comprender la dinámica del caso y reconstruir un viaje (paradero). Eso tendrá un peso
en la identificación, entendiendo que “el contexto es prueba”.
En muchos contextos de investigación, la información incompleta agravada por la falta de mecanismos de transmisibilidad y
coordinación entre gobiernos y no gubernamentales, agencias o incluso diferentes departamentos o áreas a nivel
intrainstitucional, dificulta el proceso de comparación y análisis de la información. Del mismo modo, la información que a
menudo se recopila y registra adecuadamente en repositorios centralizados, pero no se analiza de manera integral, hace que
todos los esfuerzos sean inútiles y, en última instancia, aumenta el número de personas desaparecidas. El análisis de la
información debe ser, en la medida de lo posible, multidisciplinaria y coordinada.
Por ello, destacamos la importancia de generar mecanismos de recolección, registro y análisis integral de información de
manera centralizada, multi institucional, multidisciplinar y coordinada con una adecuada política de protección de datos.

3.2.6. Ubicación de personas no identificadas (UP)


Revelar la ubicación de personas no identificadas (vivas o muertas) también es una parte integral del proceso de búsqueda
explicado anteriormente. El resultado de este proceso será la documentación / mapeo de sitios donde se ubiquen personas
vivas y / o restos humanos cuya identidad no ha sido establecida, lo que permitirá establecer un plan forense posterior para
la recolección de información sobre los mismos (examen de personas vivas, recuperación y examen de restos). Este proceso
incluye, pero no se limita a, la búsqueda para personas no identificadas en centros de detención, hospitales, campos de
refugiados, centros de recepción y detención de migrantes y refugiados, depósitos de cadáveres, sitios de restos humanos y
entierros.
La elaboración de una lista de personas no identificadas es un punto de partida importante en el proceso de identificación y,
por tanto, para determinar la suerte corrida por las personas desaparecidas. En algunos escenarios, esta lista tendrá una
precisión limitada (por ejemplo, en fosas comunes de restos mezclados donde solo se puede establecer un número mínimo
de individuos o MNI) y debe reevaluarse dinámicamente a lo largo del proceso analítico.
Similar a los procedimientos descritos anteriormente para personas desaparecidas, el objetivo es crear una lista unificada de
personas no identificadas (vivas o muertas) y sitios lo más exhaustiva posible, centralizada y consolidada entre todas las
instituciones y organizaciones involucradas en la investigación, con una UFN. asociados, en aras de la trazabilidad y
cuantificación de casos.
En cuanto a las personas desaparecidas, es necesario recolectar, documentar y registrar (preferiblemente centralizada)
información sobre personas no identificadas, ubicación y mapeo del sitio de restos humanos (en caso de fallecimiento) de
manera sistemática, con el fin de planificar una posterior intervención forense dirigida a la recuperación y examen reales.
Esta investigación permitirá abordar el proceso de Búsqueda en ambos sentidos, desde la persona desaparecida hasta su
ubicación (hipótesis de dónde podría estar la persona desaparecida) y desde la persona no identificada hasta su
identificación.
Dependiendo del contexto, es importante proceder con medidas de seguridad para proteger a la persona y / o el área donde
se pueden encontrar restos humanos, como una prevención de daños mayores.
3.3. Recopilación de datos de personas no identificadas
La identificación personal precisa en un contexto forense es, dadas las implicaciones humanitarias y legales (civiles o
penales), uno de los principales desafíos que suelen afrontar los médicos forenses. La identificación personal comúnmente
se refiere a personas fallecidas desconocidas. Sin embargo, los médicos forenses con frecuencia se ocupan de la
identificación de personas vivas como en casos de migración ilegal, trata de personas, secuestro de niños o condiciones
mentales (por ejemplo, Alzheimer, trauma psicológico, etc. no se desarrollará en este documento).
Como se ha señalado anteriormente, la identificación es un mecanismo de comparación entre la información sobre la
persona buscada y la persona / restos cuya identidad se busca confirmar.
En consecuencia, como parte de los pasos de identificación, es necesario recopilar información detallada sobre la persona
no identificada (UP) con el fin de crear un archivo de casos UP que integre su información biológica (resultante del examen
forense) y de antecedentes (resultante de la investigación y la recuperación).
Si la persona está viva, el archivo de casos UP básico contiene:
Revisión de las circunstancias que llevaron a su condición de Persona No Identificada:
Información recopilada durante la investigación descrita anteriormente.
Entrevista personal con la persona no identificada.
Exámenes y documentación forense: debe incluir aspectos tanto físicos (es decir, huellas dactilares, fotografías, muestreo
biológico, etc.) como psicológicos, así como los efectos personales relacionados. También requiere una investigación sobre la
propiedad personal, específicamente los dispositivos electrónicos y de comunicación (teléfonos móviles, computadoras,
etc.). Si la persona no está viva, el archivo de casos UP básico contiene:
Revisión de las circunstancias que llevaron a su condición de Persona No Identificada:
Información recopilada durante la investigación descrita anteriormente.
Información sobre la recuperación de todos los restos humanos in situ, incluida información detallada sobre la ubicación.
Exámenes forenses (restos humanos y efectos personales) y documentación. Incluye huellas dactilares si es posible,
fotografías y recolección de muestras biológicas).
Información sobre la causa, forma y circunstancias de la muerte.
También requiere una investigación sobre la propiedad personal, específicamente los dispositivos electrónicos y de
comunicación (teléfonos móviles, computadoras, etc.)
En cualquier escenario, la recuperación de restos humanos es un proceso destructivo y, por tanto, único, irreversible e
irrepetible. Una vez que se completa la recuperación, ese sitio se modifica para siempre. Por lo tanto, es fundamental que
los restos humanos se recuperen correctamente y que los procedimientos y las pruebas se documenten a fondo. Esto
también debe estar bien coordinado para garantizar que todos los mandatos, incluidos los penales y humanitarios, se
respeten y se incluyan en un conjunto secuencial de procesos legalmente admisibles.
La recuperación forense debe ser realizada por expertos especialmente capacitados (arqueólogos forenses, antropólogos,
criminalistas, etc.). Una recuperación adecuada hace posible, entre otras cosas:
● El cumplimiento de los marcos judiciales, incluidos los procesos probatorios de investigación penal.
● El cumplimiento de los resultados humanitarios, como la determinación del destino y el paradero de la persona
desaparecida mediante la identificación forense precisa de los restos humanos.
● La recopilación (y preservación) de toda la evidencia física (biológica y no biológica).
● El mapeo y documentación de hallazgos.
● La interpretación del sitio.
● La minimización de la mezcla y el daño post mórtem a la evidencia.
● El etiquetado, la seguridad y el manejo adecuado de las pruebas.
● Las medidas de control de calidad y aseguramiento de la calidad del proceso.
● La trazabilidad de las pruebas, siguiendo una adecuada cadena de custodia.
● Una recuperación y manipulación inadecuadas de restos humanos y evidencia asociada puede resultar en la pérdida
de datos importantes y por lo tanto socavar seriamente la investigación forense y ser extremadamente traumático
para las familias.
● Del mismo modo, los exámenes forenses deben ser realizados por personal capacitado (patólogos forenses,
antropólogos, odontólogos, oficiales de escena del crimen, técnicos forenses, etc.) que recopilan información sobre
la persona no identificada y la evidencia relacionada (UPD-Unidentified
● Datos personales) e incluye los siguientes tipos de información:
● Descripción física, incluyendo perfil biológico (edad, sexo, altura, ascendencia) y rasgos distintivos orientados a
registrar características individualizantes que puedan contribuir a la caracterización del individuo (tatuajes,
cicatrices, marcas de nacimiento, deformidades, piercings, etc).
● Datos médicos y dentales, especialmente registros radiográficos (fracturas, enfermedades, intervenciones
quirúrgicas, tratamientos dentales, dientes perdidos, etc.)
● Evaluación psicológica (en caso de personas vivas).
● Evaluación de trauma y mecanismos de lesión.
● Causa y forma de muerte.
● Información de huellas dactilares (a considerar según el contexto del caso)
● Muestreo para análisis adicionales que se considerarán de acuerdo con el contexto del caso (es decir, análisis
genético, análisis toxicológico, etc.)
● Ropa y artículos encontrados con la UP.
Aquí, la caracterización se refiere a la construcción de un posible perfil del individuo basado en inferencias de los hallazgos
físicos (ropa y pertenencias personales) y circunstancias de hallazgo del individuo no identificado. Esto permite desarrollar
hipótesis sobre a qué grupo de individuos podría pertenecer la persona no identificada. Cuando la información disponible
no permite una presunción de identidad o una identificación confirmada, esta caracterización o elaboración de perfiles
contribuye a los pasos iniciales de la investigación y, a veces, es el único punto de partida del caso.
El Protocolo de Minnesota revisado (2016) [20] y el Protocolo de Estambul (2004) [21] se recomiendan como estándares
internacionales para los procedimientos relacionados con la recuperación y el examen forense de personas vivas y restos
humanos.
3.4. El proceso de identificación
3.4.1. Aspectos generales
A diferencia de la investigación del paradero de una persona desaparecida, el esclarecimiento del destino requiere la
identificación de un cuerpo (vivo o muerto). En este sentido, existen muchas definiciones del término identificación. La
mayoría de ellos considera la identificación como una acción (no como un hecho) que necesita ser fundada o probada.
Podríamos definir la identificación como “la individualización de una persona para determinar quién es”. Esto se puede
aplicar tanto a personas vivas como a restos humanos (en cualquier estado de conservación) cuando su identidad no está
confirmada o se desconoce e implica la asignación de la nombre / identidad correctos a una persona no identificada.
En los últimos veinte años, hemos visto el desarrollo de nuevas tecnologías, así como una mejora de las existentes, que han
permitido logros en la identificación humana que antes hubieran sido imposibles.
A lo largo de los años se ha observado una evidente falta de profesionales y conocimientos en algunas de las disciplinas
forenses como la arqueología, la antropología y la odontología que se contrasta con una tendencia no solo de la comunidad
forense sino de los estados, sobre el reconocimiento visual y la genética forense como métodos de identificación aplicables a
miles de casos relacionados con restos humanos no identificados, socavando los esfuerzos para implementar un enfoque
integrado para establecer identidades. Además, los sistemas de gestión de información forense son débiles, si es que se
desarrollan e implementan. Esto incluye no solo la recopilación y protección de datos de personas desaparecidas, sino
también información sobre la disposición final y, en particular, de restos humanos no identificados.
Hoy en día, una de las lecciones aprendidas es que cualquier especialidad forense debe seguir las mejores prácticas
internacionales para lograr una identificación precisa, confiable y creíble de restos humanos y soportar la revisión por
pares. Todos estos aspectos cobran aún más relevancia en escenarios de Identificación de Víctimas de Desastre (DVI) /
Identificación de Personas Desaparecidas (MPI) que involucran el manejo de gran cantidad de cuerpos o restos humanos,
muestras y datos, así como de varias familias afectadas.
Dada la complejidad de la mayoría de los casos en estos contextos, si los procedimientos no siguen los estándares científicos
para la implementación, el análisis y la interpretación de cualquier técnica, dentro de un marco legal, existe un alto riesgo
potencial de identificación errónea, cuerpos que permanecen sin identificar, asociaciones erróneas de partes del cuerpo
mezcladas, restos entregados a familias equivocadas, etc. Estas consecuencias tienen un impacto devastador en las familias
de las personas desaparecidas, en la fiabilidad de las instituciones a cargo y en las comunidades y sociedades.
Es necesario deconstruir el concepto de identificación frecuentemente utilizado, en sentido estricto, como sinónimo de la
técnica aplicada para llegar a la conclusión (por ejemplo, identificación genética, identificación dental, etc.), a un enfoque
más amplio, integral, holístico, integral y multidisciplinario.
3.4.2. Aspectos legales
El derecho a la identidad está consagrado en varios instrumentos internacionales de derechos humanos, en instrumentos de
derecho internacional humanitario, en el derecho internacional de respuesta a desastres y en varias resoluciones de las
Naciones Unidas [22]. En este sentido, los principales tratados de derechos humanos y de derecho internacional
humanitario abordan la obligación de los Estados de asignar todos los recursos necesarios para investigar de manera eficaz
las violaciones graves de derechos humanos (véase, por ejemplo, la ficha jurídica del CICR) “Humanidad después de la vida:
respetar y proteger a los muertos” [23]). El cumplimiento de esta obligación implica acciones encaminadas a identificar a las
personas con el fin de conocer su destino y circunstancias de desaparición y restituir su identidad [13].
El marco legal para la investigación de muertes debe garantizar que la identificación sea obligatoria independientemente de
la causa y las circunstancias de la muerte. De esta forma, desde una perspectiva de política pública debe ser posible
garantizar que todos los ciudadanos fallecidos estén debidamente identificados. Las autoridades responsables deben contar
con los recursos necesarios para incluir en el sistema médico-legal la estructura encargada de identificar a las personas
fallecidas. De la misma forma, las instituciones y estructuras responsables de la identificación de personas fallecidas podrán
articular en sus políticas institucionales la dimensión de los familiares de las personas fallecidas para asegurar que sus
demandas sean debidamente atendidas y gestionadas.
En contextos de graves violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario que involucran casos de
apropiación de personas y robo de identidad, la obligación de los Estados incluye, de conformidad con el derecho
internacional, restablecer la identidad de las personas que han sido privadas de él. En este sentido, esta obligación existe
independientemente del tiempo transcurrido desde que se produjo el robo de identidad 30. Esto puede requerir la
identificación de personas desaparecidas en el marco de conflictos armados internacionales o nacionales. Esto es
fundamental para garantizar el derecho a la información de las personas y la sociedad en general.
Las ciencias forenses han sido consideradas como una herramienta útil para apoyar, y en algunos casos para forzar a que los
Estados cumplan con sus obligaciones de garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la identidad en contextos de
violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario (por ejemplo, desaparición forzada,
apropiación y / o robo de identidad).
Dentro de este marco jurídico internacional, además de con base en las decisiones jurisprudenciales de los diferentes
tribunales nacionales, los Estados están obligados a establecer mecanismos que permitan la búsqueda e identificación
efectiva de las víctimas de desaparición forzada [24].
Algunas investigaciones forenses, especialmente en el marco de los organismos encargados de hacer cumplir la ley que
investigan casos a gran escala, se centran en determinar la “identificación categórica” [25] del individuo, como el origen
étnico, la religión, el perfil biológico y la causa y forma de muerte. La identificación categórica es una necesidad en cualquier
enjuiciamiento de un delito a gran escala, ya que la fiscalía debe demostrar que el delito se cometió “más allá de toda duda
razonable” y sin detallar a todos ni a una sola persona. Sin embargo, una vez establecidos estos atributos, se debe abordar la
“identificación individual” de la persona, para atender los derechos de las familias y del individuo.
En casos de aplicación de la ley, establecer la identificación de una persona no identificada requiere que toda la evidencia
pertinente sea recolectada, documentada, analizada y preservada de una manera que lo hará admisible ante un tribunal. La
gestión de cualquier prueba admitida debe resistir la prueba legal de impugnación. Igualmente, todas las técnicas científicas
aplicadas, y las posteriores interpretaciones derivadas, deben ser defendibles.
Incluso en las muertes que no están vinculadas a las investigaciones penales (la mayoría de las muertes no son asesinatos y
la evidencia asociada en las muertes no criminales no se presenta de forma rutinaria en los tribunales).
Se deben cumplir políticas y prácticas estrictas para garantizar que la identificación forense sea confiable y la conclusión
exacta. Después de todo, la identificación contribuye a la resolución de otros procedimientos legales; proporciona claridad
en torno a la muerte en respuesta a las preocupaciones de seguridad de la comunidad, contribuye a las estadísticas vitales y,
lo que es más importante, satisface las necesidades humanitarias de las familias sobrevivientes: su derecho a conocer el
destino de un ser querido desaparecido o fallecido.
A pesar de la amplia gama de medios científicos y técnicos disponibles, la identificación la realizan en última instancia
personas [26] que utilizan el método científico para analizar e interpretar diferentes aspectos del caso para llegar a una
conclusión. Con este fin, se debe evaluar y sopesar la confiabilidad de cada hallazgo para formular una conclusión.
La decisión final que involucra una identificación es legal, por lo que debe ser tomada por autoridades con competencia en
la materia (identificación legal) [27]. Siempre que sea posible, esta decisión judicial debe estar sustentada en una serie de
líneas de prueba, entre las que se encuentran las conclusiones alcanzadas a nivel técnico o forense (identificación técnica).
Es decir, las identificaciones legales son validadas por una autoridad competente en base a la opinión técnica o decisión
técnica de expertos (identificación técnica). Esta opinión de experto debe proporcionarse en forma de un Informe de
Identificación Forense Integrado (ver 3.4.6) o una serie de informes.
3.4.3. Aspectos sociales
La identidad se refiere a la relación entre un nombre y un cuerpo físico, pero también engloba los lazos sociales que unen a
una persona con un lugar, un tiempo y, lo más importante, con otras personas [28]. En este sentido, en el proceso de
identificación se deben considerar no solo los desafíos técnicos, sino también las complejidades políticas y sociales y su
significado.
La búsqueda y, por tanto, la tarea de identificación se verá afectada por el contexto político, económico y social en el que se
desarrolla la investigación. Estas circunstancias específicas y su significado deben tenerse en cuenta al realizar
identificaciones de personas desaparecidas.
Al establecer la identidad de una persona no identificada, existen varios niveles de reconocimiento:
1. Nivel técnico y legal, mencionado anteriormente, donde se atribuye la individualización y el nombre correcto de la
persona. Este es el acto inicial de reconocimiento y vuelve a unir la identidad individual a un cuerpo (vivo o muerto, físico o
documental).
2. Nivel familiar, en el que los familiares aceptan (o rechazan) la evidencia de identificación de
la persona desaparecida; es un proceso subjetivo mediante el cual la familia decide aceptar o rechazar la identidad
atribuida.
3. Nivel comunitario / social, es decir, el reconocimiento colectivo de los desaparecidos y su identificación.
Es importante destacar la necesidad de que la identificación forense sea legal, creíble y legítima para garantizar la aceptación
en todos los niveles.
Existen múltiples ejemplos a nivel internacional donde se alcanzaron identificaciones precisas y confiables (desde el punto
de vista técnico y legal) pero no fueron aceptadas por las familias debido a la falta de credibilidad de las instituciones a cargo
de la identificación. En otros contextos, la manipulación política de la información a nivel social desafió identificaciones ya
aceptadas a nivel legal y familiar.
Sin credibilidad, legalidad y legitimidad en todos los niveles, la identificación se verá seriamente cuestionada. Es necesario
generar confianza y asegurar la legitimidad de las operaciones, no solo para las propias familias sino también para las
comunidades y la sociedad civil en su conjunto [29].
3.4.4. Aspectos metodológicos
Como se menciona a lo largo de este documento, durante el proceso de identificación es necesario comparar la información
relativa a la persona desaparecida por un lado, y la persona no identificada (viva / fallecida) por el otro. Esta información
estará en forma de conjuntos de datos independientes o líneas de evidencia con diferentes pesos en términos de su poder
individualizador.
Al realizar una investigación de muerte de rutina, se consideran tres elementos clave de la investigación: la escena, el cuerpo
y las circunstancias de la muerte. Estos elementos ayudarán a los investigadores a determinar quién, dónde, cuándo, cómo y
por qué medio murió una persona. El "quién" se refiere a la identidad legal del fallecido. En la mayoría de los casos que
involucran a personas fallecidas recientemente, este requisito se satisface mediante el reconocimiento visual o, en ciertos
contextos, mediante la comparación de huellas dactilares, dental o de ADN. Sin embargo, no todas las personas fallecidas se
encuentran en una condición visualmente reconocible y no siempre se conservan las huellas dactilares. Es posible que se
requiera un enfoque científico multidisciplinario para establecer una identidad con base científica antes de que se realice
una confirmación legal de la identificación. Esto es particularmente más común en eventos de muertes masivas, en
contextos como la migración, el conflicto en curso y OSV, donde una multitud de factores pueden conducir a un gran
número de casos de personas desaparecidas. Son estas situaciones las que enfatizan la importancia de que la investigación
preliminar, la recuperación y el examen de los cadáveres se realicen siguiendo un enfoque holístico, integrado y
multidisciplinario que considere todas las pruebas e información disponible para fines de comparación.
Las siguientes secciones incluyen una explicación del análisis y comparación de datos —líneas de evidencia— que permiten
acotar las posibles identidades o llegar a resultados concluyentes en términos de identificación o exclusión. También se
refiere al vínculo entre esta etapa del proceso y las investigaciones / análisis preliminares del contexto, y la formulación de
una hipótesis de identidad.
En este sentido, los procedimientos de identificación seguirán diferentes etapas o componentes, desde el punto de vista
metodológico (ver Figura 1) que se expondrá en los siguientes apartados.

3.4.4.1 Líneas de evidencia con fines de identificación


Hemos definido las líneas de evidencia como conjuntos de datos independientes comparables de varios tipos de
información que tienden a confirmar o refutar una hipótesis de identidad para respaldar cualquier conclusión (o reducir la
lista de posibles candidatos). Se refieren, por tanto, a cualquier datos comparables, no solo dactiloscópicos (huellas
dactilares), información dental, genética o médica, sino también información contextual del caso (por ejemplo,
circunstancias de desaparición / hallazgo, datos geográficos-temporales, relaciones con otras personas relacionadas, etc.),
perfiles biológicos, pertenencias personales, características de individualización, etc. Cada conjunto de datos comparables
entre la persona buscada y la persona a identificar puede apuntar a una línea de evidencia que puede apoyar una hipótesis
de identidad en caso de acuerdo o rechazarla en caso de inexplicables inconsistencias o discrepancias (ver sección 3.4.4.b).
Los tipos de información más comúnmente utilizados en la identificación humana, que pueden producir datos comparables
que pueden constituir líneas de evidencia, e incluyen lo siguiente:
● Información contextual o de antecedentes de la investigación reciente, en curso o histórica (contexto y
circunstancias de la desaparición / hallazgo).
● Reconocimiento visual
● Etiquetas de identificación y documentación (a menudo denominadas en el ejército como "placas de identificación")
● Huellas digitales
● Datos radiológicos
● Datos dentales
● Datos genéticos
● Perfil biológico e información física
● Características de individualización (tatuajes, cicatrices, piercings, etc.)
● Condiciones médicas / de salud
● Pertenencias personales y ropa
Existe un fuerte vínculo entre esta etapa del proceso y las investigaciones / análisis preliminares del contexto, y la
formulación de hipótesis, es decir, la comparación de los datos resultantes de la investigación histórica del caso tiene un
peso específico (específico para cada caso) como un línea de evidencia para respaldar una identificación.
Sin embargo, no toda la información tiene el mismo valor probatorio o peso en la decisión final. Una coincidencia entre el
color del cabello de una persona buscada y el de un cuerpo no identificado no tiene el mismo peso que una huella dactilar o
un perfil genético (característico versus individualista). Por tanto, es necesario considerar un segundo componente: el peso o
poder de discriminación de cada línea de evidencia. El peso de discriminación de cada línea de evidencia viene dado por la
capacidad individualizadora de ese tipo de datos comparables o
información, es decir, por la capacidad de excluir más candidatos que otros en el universo de las personas buscadas y así
reducir la cantidad de identidades posibles.
Varias líneas de evidencia tienen diferente peso o poder de discriminación (individualización). Una línea de evidencia puede
tener un peso enorme en una identificación en la medida en que puede excluir correctamente a todos los demás posibles
candidatos. Algunas técnicas son altamente individualizantes (por ejemplo, marcadores genéticos nucleares, comparación
radiográfica dental, comparación de huellas dactilares, etc.). Otras líneas de evidencia, aunque menos probables, pueden
contribuir significativamente a la consistencia general del caso y a la exclusión de candidatos incompatibles (por ejemplo,
perfil biológico, información geo-temporal, información médica, etc.).
El poder individualizador de una comparación de huellas dactilares (dactiloscopia), por ejemplo, es mayor que el de
comparar el perfil biológico o las pertenencias personales asociadas con una persona a identificar. Sin embargo, ninguna
línea específica de evidencia debe considerarse obligatoria a priori antes de evaluar el caso y decidir en consecuencia las
técnicas más adecuadas a aplicar. No es raro encontrar contextos donde las autoridades soliciten u ordenen una prueba
genética sin antes investigar el tipo de caso, si existen denuncias de personas desaparecidas, disponibilidad de muestras
comparativas, etc. lo que incide en el proceso en términos de tiempo y recursos, ya que no todos los casos requieren (o son
solucionables mediante) el uso de una técnica específica.
En lo que respecta al análisis genético forense, los principales desafíos observados están relacionados con la mala gestión de
sus estadísticas (por ejemplo, estimar la probabilidad posterior cuando se carece de datos contextuales o antropológicos) y
la falta de un sistema de calidad que pueda afectar la trazabilidad de la muestra y la contaminación cruzada. . Además, las
nuevas tecnologías están evolucionando rápidamente en esta área, pero su uso no siempre se enmarca en una validación de
los paneles de población establecidos para
Identificación de personas desaparecidas o paneles informativos (como ascendencia o fenotipado). En el ámbito de un
proceso de identificación integral en eventos a gran escala, los costos de estos análisis también son un desafío.
Por tanto, las mejores prácticas engloban la necesidad de una integración de los datos científicos y la información contextual
como parte de la formulación de hipótesis y evaluación estadística del caso. Todas las especialidades forenses consideradas
en un enfoque multidisciplinario deben seguir las mejores prácticas internacionales para lograr una identificación precisa de
los restos humanos, con especial atención a los escenarios que involucran un gran número de muestras, y generalmente se
trata de una mala calidad de MPD. Dada la complejidad de la mayoría de los casos en estos contextos, si no se siguen los
estándares para la implementación, análisis e interpretación, existe un riesgo significativo de identificaciones erróneas o
asociaciones erróneas de elementos esqueléticos como se ha evidenciado en el pasado [30]. Estas consecuencias tienen un
impacto devastador en las familias de las personas desaparecidas.
No es posible predecir de antemano cuáles o cuántas líneas de evidencia serán necesarias para resolver un caso (ver sección
3.4.4.c). La cantidad y el tipo de información que se recuperará, como así como las técnicas o pruebas de laboratorio que se
utilizarán en un caso, deben seleccionarse en función de su relevancia para el contexto, la confiabilidad, el tipo de caso, su
complejidad, la disponibilidad de información comparable tanto de la persona desaparecida como de la persona no
identificada y la viabilidad de obtenerla y usarla, y el estado de los restos que requieren esfuerzos de identificación en el
futuro.
Un cuerpo incompleto pero identificado también debe evaluarse al decidir qué líneas de evidencia aún se requieren para la
identificación futura de las partes faltantes. Por ejemplo, un cuerpo incompleto identificado por huellas dactilares pero sin
una extremidad inferior requerirá que se retengan otras líneas de evidencia para la posterior identificación y reunificación
de la extremidad inferior recuperada en días, semanas, meses o incluso años después. En este caso, sería muy
recomendable crear un perfil de ADN además de tener las huellas dactilares del cuerpo identificado para futuras
comparaciones con partes del cuerpo incompletas informadas antes de que el cuerpo sea devuelto a la familia o enterrado.
Lo mismo se aplica a la retención de otros datos comparativos, como radiografías, registros dentales, etc. de ahí una vez más
la importancia de recopilar y registrar todos los datos perdidos.
Información de personas y personas no identificadas para fines de identificación futura de restos incompletos y partes del
cuerpo en un sistema de gestión de información centralizado.
Respaldar la identificación con múltiples líneas de evidencia se basa en que los investigadores miren más allá de las
características biológicas para asegurar datos comparativos confiables. Cobro circunstancial La información es
extremadamente importante y debe usarse en combinación con todas las demás líneas científicas de evidencia para
respaldar una conclusión determinada: identificación, no concluyente o exclusión (ver secciones 3.4.4.cy 3.4.5). Esto significa
que la hora, la fecha, el lugar y todos los factores de un incidente deben obtenerse de las fuentes e incluirse en el proceso de
comparación.
Cuanto más confiable y creíble sea la información recopilada, mayor será la probabilidad de detectar errores administrativos
y malas interpretaciones en algunas de las líneas de evidencia que podrían conducir a una identificación errónea o a la no
identificación.
3.4.4.2 Análisis y comparación de información (matching process).
El proceso de comparar información con el propósito de encontrar evidencia que respalde o excluya una identificación
consiste en buscar pares de datos homólogos, p. pares de datos de la misma naturaleza (por ejemplo, sexo, edad, fecha en
que la persona desapareció versus fecha en la que se encontró una persona no identificada o restos humanos, etc., ver Tabla
1), con el objetivo de establecer su compatibilidad (consistencia) o discrepancia (inconsistencia).
Como se mencionó anteriormente, estos pares de datos homólogos o líneas de evidencia están contenidas tanto en los
antecedentes (de investigación) como en la información técnica recopilada a lo largo del proceso de identificación.
Compatibilidad: datos compatibles, coincidentes, coincidentes o coherentes.
Inconsistencias / Discrepancias Relativas o Explicables: Datos que son incompatibles, contradictorios o inconsistentes, pero
que se pueden explicar a través del pensamiento lógico. Estas inconsistencias no contribuyen a una decisión de
identificación, pero no cuestionan dicha decisión en términos absolutos o excluyentes.
Inconsistencias / Discrepancias absolutas o excluyentes: Datos que son incompatibles, contradictorios o inconsistentes y, si
se confirman, son inexplicables a través del pensamiento lógico y excluyen cualquier posibilidad de identificación.
Según el peso de la línea de evidencia y el grado de confiabilidad, la información comparada puede dar lugar a discrepancias
explicables. Por ejemplo, cualquier pequeña diferencia entre la edad o estatura que la familia recordaba e informaba y la
edad o estatura estimada en el análisis forense de una persona no identificada podría explicarse de múltiples formas (una
memoria distorsionada, variables culturales, un error metodológico en la estimación técnica, etc.).
Esto implicaría una relativa inconsistencia. Sin embargo, si dicha diferencia es fuerte (una vez que se ha descartado un error
de registro o la pérdida de la trazabilidad del caso), podría implicar una inconsistencia absoluta que excluye la posibilidad de
una identificación. Un ejemplo sería un diente faltante que se documenta como ausente en las historias clínicas dentales y
en las radiografías de la persona desaparecida, pero que está presente en la persona no identificada que se está
comparando.
En algunos casos, una inconsistencia explicable puede tener menos peso que el peso combinado de todas las demás
consistencias y coincidencias disponibles a través de los análisis de todas las líneas disponibles de evidencia. Pero al
comparar múltiples líneas de evidencia, varias discrepancias inexplicables deben llevar a llegar a una conclusión de
exclusión.
Por lo tanto, durante el proceso de comparación es necesario considerar toda la información relevante para un caso de
manera integral. Es decir, es necesario integrar y conciliar las distintas líneas de evidencia para aumentar la certeza en la
identificación.
3.4.4.3 Proceso de conciliación integrado
La evaluación de la evidencia y la interpretación de los resultados después de la comparación de líneas de evidencia (pares
de datos comparables) considerando toda la información relevante para un caso se conoce como Proceso de Reconciliación
Integrado. Integrar y conciliar líneas de evidencia significa analizar toda la información relevante para un caso de manera
holística o conjunta (análisis integral), teniendo en cuenta su compatibilidad o discrepancia en los datos comparativos sobre
la persona desaparecida por un lado, y el no identificado. persona en el otro, al mismo tiempo que se tiene en cuenta el
peso o el poder individualizador de cada uno de ellos (por ejemplo, estatura versus sexo biológico versus pertenencias
personales) de acuerdo con los criterios de investigación / técnicos (por ejemplo, si la recuperación permitió confirmar la
relación entre artefactos y restos; si se conocen las frecuencias de los alelos de la población y permiten estadísticas
genéticas precisas, etc.).
Este análisis holístico o proceso de conciliación integrado que involucra toda la información disponible que sustente una
identificación (antecedentes, recuperación de evidencia física, análisis forenses, pruebas de abogacía), debe basarse en más
de una línea de evidencia, de manera que:
1. Las líneas de evidencia muestran consistencia o compatibilidad.
2. Las líneas de evidencia carecen de inconsistencias (o discrepancias) absolutas o excluyentes.
3. Existen rasgos diagnósticos individualizantes (aspectos únicos, por ejemplo, características dentales u óseas comparadas
mediante radiografías antemortem y postmortem, prótesis con números de referencia, etc.) que permiten diferenciar a un
candidato de todas las demás personas: peso suficiente o poder individualizador.
Los tres requisitos deben cumplirse para llegar a una conclusión precisa en la identificación (ver Figura 2).

Como ya se dijo, la selección o combinación de líneas de prueba dependerá de las características y complejidad del caso
investigado. El proceso de identificación no es un flujo de trabajo rígido; no es posible saber de antemano cuántas líneas de
evidencia serán necesarias en un caso determinado, ni su tipo (técnico o de otro tipo). Se utilizarán tantas líneas de
evidencia como sea necesario para determinar una identificación o exclusión con certeza. En el caso de que no haya pruebas
suficientes (es decir, el resultado no es concluyente), se debe realizar una búsqueda más exhaustiva de información hasta
que sea posible respaldar con precisión la conclusión.
Por ejemplo, los restos de una anciana fueron encontrados en una casa donde vivía una anciana (corroboración de identidad
o caso cerrado) demandará menos líneas de investigación que los restos que se encontraron en un espacio público luego de
un terremoto al que acudieron miles de personas. desaparecido y presuntamente muerto (caso abierto). Pero incluso en
casos simples (bajo número de fallecidos bien conservados), la identificación no debe basarse únicamente en una única
técnica.
Las identificaciones en el contexto de incidentes clasificados como abiertos (por ejemplo, un terremoto en una ciudad)
requerirán más líneas de evidencia (y, por lo tanto, una mayor cantidad de datos comparables, probablemente incluyendo
técnicas de laboratorio) con un mayor poder de individualización que los de el marco de incidentes clasificados como
cerrados (como confirmación de hipótesis de identidad, accidentes aéreos, etc.).
En el proceso de identificación no es suficiente incluir muchas líneas de evidencia compatibles, sino más bien el análisis
integral de todas ellas para usar tantos puntos de concordancia y rasgos únicos para aumentar el grado de confianza en la
coincidencia y al mismo tiempo probar la confianza de uno por buscando activamente discrepancias inexplicables (Figura 3).

Existe una complacencia y un sesgo inherentes para encontrar similitudes para asegurar identificaciones, particularmente en
incidentes con muertes masivas. Es tan importante encontrar concienzudamente consistencias en las líneas de evidencia
como lo es buscar proactivamente inconsistencias inexplicables para asegurar la objetividad en el proceso [31]. En otras
palabras, debemos cuestionar los resultados obtenidos para asegurarnos de llegar a una conclusión precisa. Este debe tener
suficiente poder individualizador para llegar a una conclusión con certeza “más allá de toda duda razonable”, es decir, solo
hay un candidato posible para esta identificación, excluyendo a todos los demás. Además, no debe haber ninguna
inconsistencia absoluta o excluyente.
En resumen, el enfoque apunta a incluir para su consideración todas las líneas de evidencia disponibles para apoyar o
refutar la conclusión de la identificación de un individuo, tomando en cuenta el valor probatorio de cada uno de ellos. El
valor probatorio se relaciona así con el potencial (o poder) de una determinada información (científica o no científica) para
individualizar a una persona específica. Esto viene dado por el nivel de unicidad que tiene la información en particular, de
modo que pertenece a un hecho dado y no hay otras opciones posibles.
Esto implica un cambio de paradigma desde el enfoque clásico del uso de técnicas científicas (huellas dactilares, análisis
genético, características únicas dentales o médicas) respaldadas por información no científica de otro tipo. En el enfoque
clásico, se hizo énfasis solo en las técnicas científicas y las categorías de identificadores (tradicionalmente conocidos como
identificadores primarios, secundarios o terciarios), mientras que nosotros argumentamos que el énfasis debe estar en la
importancia de consolidar múltiples líneas de evidencia.
El proceso de identificación suele incluir tanto la construcción de hipótesis de identidad a partir del análisis de la
información a evaluar a través de diferentes líneas de evidencia, como la conciliación de la información resultante de la
comparación de la información de la persona desaparecida y los datos de la persona no identificada. Este camino
bidireccional asegura un abordaje integral y multidisciplinar en los procesos de identificación, de acuerdo con la evaluación
de líneas de prueba más que con la combinación de diferentes técnicas.
Este proceso de identificación dinámico, multifactorial, integral y holístico se ilustra en la Figura 4, que muestra el flujo de
información de las diferentes etapas, incluyendo la Búsqueda y la información técnica forense. Como vemos, no es un
diagrama lineal sino circular donde todos los elementos convergen en el proceso de reconciliación integrado. Mediante este
proceso se evaluarán los pasos a seguir en la búsqueda y la creación de nuevas hipótesis o líneas de investigación, se
confirmará o excluirá una identificación. Además, la Búsqueda no finaliza cuando se logra una identificación, sino que puede
generar nuevas hipótesis de identidad para otras personas si se implementan los mecanismos adecuados para analizar la
información.
Cabe mencionar que el uso de todas las posibles líneas de evidencia también va a ser importante para que las familias
comprendan mejor los resultados de la identificación y, además, puedan referirse a características o rasgos y pertenencias
personales que eran familiares a las familias, por lo que facilitando una mejor conexión con el caso y aceptación.

3.4.5. Resultados de identificación


La decisión final en el proceso de identificación debe ser concluyente, con un grado de certeza que pueda considerarse “más
allá de toda duda razonable” en contextos técnicos y legales.
Tal conclusión debe reflejarse en una de las siguientes tres categorías:
I. Identificación: Toda la información relevante al caso es integralmente coherente, y existe suficiente consistencia en la
comparación de rasgos individualizantes (poder de discriminación) así como falta de discrepancias excluyentes (cualquier
inconsistencia debe ser explicada razonablemente), concluyendo que el persona buscada
ser identificada es la persona esperada y excluyendo cualquier otra posibilidad en el momento de la identificación.
II. Exclusión: Toda la información relevante al caso es completamente incoherente o existen inconsistencias graves
(discrepancias absolutas o inexplicables), concluyendo que la persona que se busca identificar no es la persona esperada.
III. No concluyente: El análisis de toda la información relevante al caso no es suficiente para concluir con certeza a favor de
una u otra posibilidad (identificación o exclusión). En este caso, no es posible llegar a una conclusión suficientemente
fundamentada sobre la identidad de la persona y será necesario ampliar la información investigativa y / o científica sobre el
caso.
No es aconsejable el uso de otras subcategorías de identificación (presuntivas, circunstanciales, posibles, probables,
positivas, etc.). Una persona es (identificación) o no (exclusión), o no es posible confirmar (no concluyente). Las
subcategorías mencionadas conllevan una duda inconmensurable desde el punto de vista de la teoría de la decisión, lo que
resulta en resultados ambiguos e injustos para los individuos y sus familias.
Finalmente, el proceso de identificación incluye la evaluación del error potencial (grado de certeza), pero no necesariamente
su cuantificación. La única forma de realizar dicha evaluación es
teniendo en cuenta toda la información de manera integral hasta concluir que es altamente improbable otra posibilidad
diferente a la que se abre, es decir, hasta que
concluyendo que la probabilidad de error en la identificación sustentada por las diferentes líneas de prueba evaluadas es tan
pequeña que se considera que está fuera de toda duda razonable.
3.4.6. Informe de identificación integrado
La información resultante de las diferentes etapas o técnicas empleadas en el proceso de identificación suele ser remitida a
la autoridad legal o judicial correspondiente en informes parciales. Esto puede dar lugar a la presentación (por expertos
descoordinados) de informes de investigación que contengan información parcial y resultados muy a menudo
contradictorios, dificultando el proceso y, en el peor de los casos, dando lugar a conclusiones erróneas.
Por ello, recomendamos que los resultados obtenidos mediante el análisis de la información y el proceso de conciliación se
registren en un informe pericial integrado. No se trata de compilar informes parciales, sino de un documento que incluye y
analiza de manera integral todos los resultados de los diferentes estudios técnicos y la información disponible, para que
pueda ser presentado a la autoridad competente de manera coordinada y consensuada.
El Informe de Expertos en Identificación Integrada es principalmente un documento científico, en el que se explica la
correlación / consistencia de toda la información obtenida sobre la persona desaparecida, incluidas las circunstancias de la
desaparición, y toda la información sobre la persona no identificada, incluidas las circunstancias de su hallazgo /
recuperación. . Contiene comparación, análisis e interpretación de las distintas líneas de evidencia que en conjunto
sustentan la identidad de la persona o los restos humanos.
La redacción del Informe Integrado de Identificación debe reflejar los aspectos multidisciplinarios, holísticos e integrales del
proceso. Dependiendo del contexto, el Coordinador de Identificación debe ser la persona que recopile los diferentes
informes; En muchos casos de fatalidades masivas, el Médico Forense responsable de la autopsia o el examen forense de los
restos humanos es el encargado de recopilar los diferentes informes e incluye la decisión final sobre la identificación como
parte del informe de Autopsia (dado que este es uno de los objetivos). Debido a que implica una gran cantidad de análisis y
comparaciones de información científica, los expertos forenses están en la mejor posición para compilar este informe.
También se deben considerar otros aspectos para coordinar la redacción del informe, como el marco legal (por ejemplo,
quién tiene el mandato de defender el informe en la Corte, cuál es la disponibilidad de los expertos, etc.). En todos los casos,
este Informe Integrado de Identificación es la base para la Identificación Legal
(Ver 3.4.2. Aspectos legales), decisión de la que es responsable el Fiscal o el Juez (o cualquier otro operador administrativo,
por ejemplo, Comisionados dentro de una Comisión de Personas Desaparecidas cuando no hay operadores judiciales
involucrados) y no reemplaza el informe científico. .
Este informe pericial integrado permitirá la presentación unificada de los resultados técnicos obtenidos en el proceso de
identificación, aportando mayor cohesión y eficiencia a la denuncia y facilitando a la autoridad competente la toma de
decisión final en el nivel legal, judicial o administrativo. Por ejemplo, un informe técnico integrado puede estructurarse como
tal:
I. Números de archivo únicos del cuerpo no identificado y la persona desaparecida
II. Antecedentes del caso
III. Hallazgos en la recuperación / hallazgo
IV. Hallazgos en el examen del cuerpo / restos o informe de autopsia una.

A. Estado del cuerpo.


B. Perfil biológico y características individualizantes.
C. Análisis dental
D. Análisis de trauma
E. Otros
V. Efectos personales y artefactos asociados
VI. Muestreo
VII. Resultados de análisis complementarios
a.Análisis radiológico
b.Análisis toxicológico
c. dactiloscopia
d.Análisis genético
e. .…. . (otros análisis)
VIII. Interpretación de resultados:
a. Proceso de conciliación en materia de identificación
b. Opinión médico-legal sobre la naturaleza de las lesiones y la causa y mecanismo de la muerte (del informe de la
autopsia)
c. Otro
d. Identificación
e. Declaración de la causa médica de la muerte basada en el informe de la autopsia
f. Otros
3.4.7. Identificación errónea
Las identificaciones erróneas son comunes y no se limitan a países con recursos forenses limitados.
Los médicos forenses deben estar constantemente al tanto de la posibilidad de errores de identificación. Si bien algunas
identificaciones son muy complejas, a menudo se trata de fallas básicas en el manejo de la evidencia desde la escena a
través de los pasos de investigación hasta la devolución de los restos a la familia, y la falta de sistemas de control de calidad,
que hacen que los cuerpos se identifiquen erróneamente o se devuelvan a la familia incorrecta.
Una gestión deficiente de la documentación o una recopilación insuficiente de información acentúan el riesgo y la variedad
de errores potenciales. Por ejemplo, una simple omisión de no etiquetar correctamente o etiquetar incorrectamente un
cuerpo en la escena o en el depósito de cadáveres será desastroso. Otro error común que se observa en los desastres es la
combinación de partes del cuerpo de dos o más personas en una sola bolsa para cadáveres. Este es un problema grave que
provoca una serie de desafíos en cada paso del proceso para los futuros profesionales y expertos.
Causas potenciales de identificación errónea:
● Falta de procedimientos rigurosos que aseguren un abordaje integral, integrado y sistemático en la identificación,
que considere todas las líneas de evidencia científica y circunstancial disponibles.
● Un enfoque jerárquico y exclusivo de identificación.
● Confianza excesiva en un solo criterio / técnica de identificación.
● Confianza en el reconocimiento visual de forma aislada.
● Aceptación de información personal circunstancial únicamente (por ejemplo, ropa o efectos personales,
documentos encontrados con un cuerpo, etc.).
● Uso de metodologías de identificación poco fiables.
● Uso de información poco confiable sobre la persona desaparecida.
● Recuperación inadecuada de restos humanos.
● Examen forense inadecuado de una persona / cuerpo no identificado.
● Falta o inadecuada interpretación integral y conciliación de la información.
● Falta de trazabilidad (cadena de custodia) en todos los pasos de identificación: etiquetado incorrecto,
mantenimiento de registros y sistema de trazabilidad de casos.
Falta de profesionales debidamente calificados en cada paso del proceso (investigación, recuperación, examen forense,
análisis adicionales, conciliación de información).
Falta de mecanismos de control y aseguramiento de la calidad.
Ceder a la presión externa para completar una identificación sin seguir los procedimientos aceptados y / o alcanzar el grado
de certeza necesario.
Estas fallas sistemáticas se observan con frecuencia en incidentes de muertes masivas donde los recursos locales se ven
sometidos a una enorme presión para brindar servicios más allá de su capacidad o experiencia, y se ejerce presión política y
pública sobre las autoridades para una resolución oportuna de todos los casos. Como la mayoría de las identificaciones en el
trabajo de casos de rutina se basan principalmente en el reconocimiento visual de la familia, la combinación de menos
experiencia local y experiencia laboral con múltiples líneas de evidencia agravadas por una planificación y preparación
deficientes, incluida la falta de capacitación en la identificación de víctimas de desastres para eventos de fatalidades
masivas, crea errores a veces rudimentarios. Desafortunadamente, estos problemas graves no siempre son obvios hasta que
casi todos los cuerpos han sido devueltos a las familias.
Casi no hay justificación para identificar erróneamente a una persona, y las consecuencias para la familia son numerosas,
como psicológicas, religiosas, culturales, psicosociales, financieras y legales. Una identificación errónea puede hacer que el
público y las familias pierdan la confianza en la respuesta general y comiencen a cuestionar todas las demás identificaciones
que se hicieron. Dicho esto, cualquier identificación errónea debe investigarse a fondo, establecerse la identificación precisa
yel cuerpo correcto regresó a la familia. Es muy recomendable que los equipos técnicos y las autoridades legales dediquen
el tiempo y los esfuerzos suficientes para explicar adecuadamente a las familias afectadas las razones de la identificación
errónea, y cuáles han sido las medidas o acciones adoptadas para solucionar y evitar que esto suceda en casos futuros. No
abordar el error y la falta de transparencia causará más complicaciones en el sistema y potencialmente identificaciones
erróneas adicionales.
3.4.8. Sin identificación
La presión para hacer identificaciones oportunas generalmente se ejerce por nuestra propia compasión y empatía por las
familias, por las autoridades que enfrentan el escrutinio público y por las familias que tienen justificaciones tanto
humanitarias, legales y otras importantes para hacerlo.
La identificación no solo garantiza el regreso de un ser querido, sino que también es un requisito legal que debe resistir la
revisión por pares y la prueba de impugnación legal.
En algunos casos, las líneas de evidencia disponibles relacionadas con la persona desaparecida o los datos que representan a
la persona no identificada son insuficientes para realizar una identificación. Confirmando
que no se pueda realizar una identificación es un hallazgo que es justificable y mantiene la credibilidad y el profesionalismo.
La decisión objetiva de negarse a realizar una identificación debe demostrarse cuando las líneas de evidencia no brindan el
nivel de certeza requerido para cumplir revisión por pares competente, incluso cuando hay una fuerte sugerencia o
sospecha de una coincidencia por las circunstancias.
3.4.9. Notificación, restitución de cadáveres y disposición final
La notificación de la muerte y la identificación de una persona desaparecida es un momento crucial que debe prepararse a
fondo. Puede realizarse por diferentes medios de comunicación y en diferentes etapas. Los detalles deben ser acordados
previamente con los miembros de la familia. En la práctica, los familiares deben decidir cómo se llevará a cabo la
notificación, es decir, si se hace en privado, a través de un punto focal, con otros representantes de la familia, con la
comunidad presente, en presencia de líderes religiosos o comunitarios, etc. Para las familias , la búsqueda puede llegar a su
fin una vez que se confirme la muerte de la persona desaparecida y cuando se registre oficialmente el certificado de
defunción. Este certificado es el documento legal que declara el fallecimiento y confirma legalmente la identificación de la
persona fallecida. Una vez registrado, el certificado permite a los familiares ejercer sus derechos legales y administrativos
relacionados con la muerte de su ser querido.
La restitución de los restos humanos después de su identificación debe realizarse de acuerdo con la normativa local y
teniendo en cuenta los deseos de las familias. Las familias tienen derecho a decidir sobre las especificidades de una
restitución y también debe discutirse con anticipación.
Se deben seguir las normas para una entrega y disposición final adecuada y digna de los restos humanos, incluido el respeto
de la cultura, religión y creencias locales cuando corresponda.
Cuando se transportan, los restos humanos suelen estar debidamente contenidos en un recipiente específico (por ejemplo,
bolsa para cadáveres, ataúd, sudario, etc.), especialmente en el caso de un entierro temporal. Para obtener más información
sobre este tema, consulte el anexo 7 de la Gestión de cadáveres después de desastres: Manual de campo para personal de
primeros auxilios [32].
Dependiendo de la magnitud de las operaciones, los procedimientos deben ajustarse en consecuencia. Se recomienda que
se designe un área específica como el lugar para la restitución de restos o la entrega de cadáveres a las familias. Por lo
general, los restos se almacenan en una morgue o una instalación forense, cerca del área de examen forense; El personal
forense puede estar en la mejor posición para facilitar la asignación de un espacio para una entrega adecuada y digna a las
familias. En casos de rutina, las familias pueden estar presentes en diferentes pasos y la entrega adecuada es parte de la
cadena de procedimientos que realiza un proveedor de servicios funerarios. Sin embargo, cuando se trata de operaciones
humanitarias, es importante que se preste especial atención al momento en el que se entregarán los restos y cómo se
presentarán los resultados a las familias.
Antes de que se lleve a cabo una restitución de restos, se debe organizar una reunión preparatoria preliminar con todos los
participantes de la entrega. Luego se revisarán los documentos relevantes y el equipo se asegurará de que la información
sea exhaustiva y esté adaptada para explicaciones a las familias: los peritos forenses deben describir sus hallazgos de
manera profesional, clara y comprensible. Idealmente, todos los expertos de todas las disciplinas deberían participar en la
reunión, pero como mínimo, uno de ellos debería representar a los expertos forenses. Es importante dedicar suficiente
tiempo al encuentro con las familias. Pueden solicitar detalles de profundidad sobre el caso, por ejemplo, qué
procedimientos fueron sometidos a los restos, el tipo de pruebas realizadas, etc., y por qué el equipo concluyó que
pertenecen a su familiar. Tales discusiones pueden ser desafiantes, los resultados científicos pueden no ser entendidos por
los no expertos (por ejemplo, una probabilidad del 99% puede dejar lugar al 1% de duda dañina). Las preguntas recurrentes
de los familiares también suelen estar relacionadas con la causa y la forma de la muerte, así como con las circunstancias.
La información sensible deberá ser proporcionada con cuidado y coherencia con las autoridades judiciales y el marco legal
correspondiente de la operación.
El siguiente paso para la mayoría de los casos será la disposición de los restos humanos. Deben estar debidamente
ordenados (por ejemplo, en una mesa, en un ataúd), de modo que las familias puedan ver a sus seres queridos si así lo
desean. La visualización puede ser importante para el proceso de duelo, pero se debe consultar a cada familia y respetar su
deseo en este aspecto. Para apoyar los momentos finales y las operaciones de traspaso, el investigador / coordinador de
identificación / fiscal a cargo generalmente trabaja con personal con formación en Psicología y / o experiencia en apoyo
psicosocial para acompañar a las familias.
Al repatriar restos humanos a un país diferente, es esencial seguir las reglamentaciones y procedimientos locales y
establecer contacto con las autoridades competentes (como consulados, autoridades fronterizas, etc.). Para garantizar una
repatriación rápida, la identificación del fallecido es
obligatorio, que incluye la necesidad de presentar un certificado de defunción y documentación adicional relacionada con el
embalsamamiento y el entierro. Los expertos deben ser conscientes del derecho a impugnar los hallazgos y apoyar la
investigación de estos hallazgos de manera transparente.
3.4.10. Consideraciones finales
A pesar de todos los esfuerzos, no se encontrarán todas las Personas Desaparecidas y, de las que hayan sido localizadas, no
todas serán identificadas. Se debe sensibilizar a las familias sobre la cuestión de los cuerpos y las partes del cuerpo faltantes.
Algunas partes no se encontrarán o no serán identificables, y otras pueden identificarse después de la identificación inicial
de un primer conjunto de restos humanos. Luego se debe tomar una decisión sobre la disposición final de estos restos, ya
sea que regresen a la familia si se identifican o que se lleven a un osario, por ejemplo. Los restos no identificables y no
identificados (por ejemplo, fragmentos) pueden conmemorarse si la comunidad y las familias así lo desean. De igual
importancia se deben dar consideraciones técnicas a aquellos casos en los que no existen restos humanos, ya sea porque no
pudieron ser recuperados o porque han sido destruidos por diferentes motivos. En tales casos, el análisis forense de los
datos disponibles también puede constituir evidencia para respaldar decisiones legales fuera del ámbito científico, pero
necesario para resolver casos y proceder con otros pasos administrativos legales.
4. Gestión de datos forenses
Para llevar a cabo adecuadamente las actividades de búsqueda y brindar apoyo a las familias de las personas desaparecidas,
es necesario asegurar una consolidación sistemática de la información relevante. Un sistema de gestión de la información
eficaz, dedicado y personalizado es un componente vital del proceso de búsqueda. Se basa en la premisa de que se dispone
de información precisa y oportuna.
El término sistema de gestión de la información (IMS) se utiliza con frecuencia como sinónimo de sistema de gestión de
bases de datos (DBMS), aunque es mucho más amplio que una base de datos. Una base de datos es una colección de
información estructurada (o datos) almacenados electrónicamente, mientras que El sistema de gestión de la información se
refiere a todo el sistema que gestiona los datos al tiempo que facilita el almacenamiento, organización, recuperación y
entrega de la información contenida en cualquier medio (electrónico y / o físico).
Dentro del alcance del proceso de Búsqueda, también hablamos de la gestión de datos forenses, que cubre los diferentes
aspectos de un sistema de gestión de información (almacenar y gestionar los datos que se recopilan en una variedad de
formatos y hacerlos accesibles a las personas que los necesitan) , sino también el análisis específico, el aseguramiento de la
calidad y el intercambio entre actores (Figura 5).

Figura 5: Aspectos incluidos en la gestión de datos forenses


Hay varios elementos a considerar antes de diseñar una estrategia en torno a la gestión de datos forenses, entre los que
podemos mencionar:
- Tipo de información y elementos a almacenar y gestionar: documentos físicos, fotografías, datos electrónicos, mapas, etc.
- Medios de almacenamiento: manual (cuando los documentos u otros elementos físicos deben guardarse en gabinetes) o
electrónico (cuando los registros se guardan en servidores, alojamiento en la nube, discos duros,
etc.)
- Institución / es responsable de la información: titularidad, administración,
gestión, seguimiento, numeración de casos de agencias, etc.
- Marco legal en el que se está implementando la operación.
- Uso de esta información: acceso, permisos, normativa, etc.
- Sistema de flujo de información.
- Protección de datos y confidencialidad de la información: acceso restringido y usuarios.
- Recursos humanos y formación de personal.
- Gestión de la información: capacidad de seguimiento de casos.
-Centralización de la información: bases de datos integradas y unificadas.
- Redes de interconexión: intra e interinstitucional.
- Actividades para asegurar la calidad en los procesos.

El sistema de gestión de la información, junto con el archivo debe garantizar las siguientes características esenciales:
- Accesibilidad y usabilidad: para todos los que necesiten utilizarlo, incluidas las interconexiones.
- Flexibilidad (capacidad de modificaciones): ampliación, ajustes, actualizaciones.
- Economía: en términos de costo y espacio (físico y electrónico).
- Seguridad: límite de acceso de personas no autorizadas.
- Seguridad: protección de archivos contra daños (por ejemplo, contenedores / instalaciones ignífugos, escaneo de
documentos antes del almacenamiento, copias de seguridad en caso de corrupción de archivos, etc.)
- Centralización: evitar en la medida de lo posible la dispersión de información inter e intrainstitucional.

Como parte del registro de información sobre personas desaparecidas y no identificadas, se recomienda el diseño y uso de
una base de datos consolidada, es decir, un registro unificado de información, con diferentes componentes:
1. Registro unificado de personas desaparecidas, cada una de ellas bajo una UFN (número de expediente único, en este
caso número de MP).
2. Registro unificado de personas no identificadas y no reclamadas, cada una de ellas bajo una UFN (número de expediente
único, en este caso un número UP).
3. Registro unificado de investigaciones, que puede o no vincularse a casos registrados bajo UFN específicas en los
componentes 1 y 2. La razón de este tercer componente radica en que las investigaciones no siempre están vinculadas o, al
menos, no a lo largo de todo el proceso con identidades conocidas (personas desaparecidas) o con cadáveres no
identificados, por lo que es necesario registrarlos en un componente separado pero con la posibilidad de vincularlos a casos
particulares en los componentes 1 y 2 cuando se disponga de información.
Estos componentes deben formar parte de un Registro Unificado de Información, dividido en módulos, donde se centralice
toda la información general sobre personas desaparecidas, no identificadas e investigaciones, enlazadas por su
correspondiente UFN, ver apartados 3.2.3 y 3.3 dar soporte a las acciones de búsqueda, localización e identificación de
personas. Esta UFN asignada a cada caso, tanto de personas desaparecidas como de personas no identificadas, es la base del
orden en el que se debe indexar la información antes de su almacenamiento y registro.
La información debe estar actualizada y disponible para consulta en tiempo real, interconectada intra e
interinstitucionalmente, con diferentes niveles de acceso. Los datos personales contenidos en El registro debe utilizarse
exclusivamente para determinar la suerte y el paradero de la persona desaparecida.
Este Registro Unificado debe contener información mínima que permita la individualización de la persona desaparecida y su
búsqueda. La información específica variará según la estrategia, la planificación de fatalidades masivas, la capacidad de
investigación local, etc. Por ejemplo, con respecto a la persona desaparecida, la información puede incluir: nombre
completo, fecha y lugar de nacimiento, edad, sexo y género, parental información, genealogía relevante, estado civil,
número de cédula de identidad, profesión, fecha, hora y lugar visto por última vez, última dirección conocida, circunstancias
de la desaparición, fotografías recientes, descripción detallada de características físicas y características individualizantes,
descripción de las pertenencias personales que se llevan en el momento de la desaparición.
La información sobre el solicitante de la búsqueda (entrevistado) puede incluir además la relación con la persona
desaparecida y los datos de contacto. La información sobre personas no identificadas o no reclamadas incluye el relato
completo y detallado de las circunstancias en las que fueron encontradas, la descripción detallada de las características
físicas y altamente individualizantes y la descripción de los objetos personales y la ropa asociados con la persona no
identificada / no reclamada.
El uso de herramientas computarizadas para comparar diferentes conjuntos de información puede ser un activo clave en la
resolución de casos a gran escala de personas desaparecidas, como parte de los esfuerzos para realizar consultas de muchos
a muchos como paso inicial de la identificación que luego conduce a refinando las comparaciones para permitir
eventualmente una comparación uno a uno. Aunque estas herramientas no deben reemplazar una estrategia sólida de
gestión de datos forenses, son un poderoso apoyo para la gestión de casos y pueden mejorar los procedimientos de control
de calidad necesarios para cualquier operación forense, incluidos los requisitos de confidencialidad y protección de datos.
5. Estructura organizativa de la Búsqueda
Como se mencionó en las secciones anteriores, el proceso de búsqueda es complejo. Es un proceso que requiere un
mecanismo sólido para asegurar resultados confiables. Abarca normativas, procedimientos y condiciones de trabajo óptimas
para la recopilación y gestión de información eficiente y eficaz con sistemas de control de calidad. También es fundamental
la participación adecuada de las familias afectadas. Por lo tanto, la configuración adecuada en términos de estructura
organizativa (es decir, jerarquía, líneas de comunicación, unidades, subunidades, etc.) garantizará que se cumplan todos los
requisitos y se sigan las comunicaciones y la coordinación periódicas.
Dado que el proceso de identificación debe considerar todas las posibles líneas de evidencia e información disponible,
parece lógico recomendar que se realice bajo un enfoque multidisciplinario. Cada disciplina ofrece la experiencia necesaria
para un proceso integral de recopilación, análisis y conciliación de información. Sin embargo, a menudo ocurre que varias
instituciones o agencias tienen el mandato de diferentes tareas del mismo proceso de búsqueda.
Por lo tanto, se debe prever un enfoque de múltiples agencias con roles y responsabilidades claros, con el fin de llevar a
cabo cada paso del proceso de manera integrada. Idealmente, debería haber una agencia líder (o agente líder) responsable
de la gestión general del proceso, principalmente para garantizar que se cumplan los requisitos mencionados anteriormente.
Normalmente, el sistema médico-legal y de investigación de muertes es responsable de la identificación de las personas
desaparecidas. En caso de muerte, también es responsable de la identificación de restos humanos como parte del proceso
de investigación de la muerte. La Figura 6 muestra una representación de una configuración de ejemplo. Dada la naturaleza
de la identificación humana y las diferentes etapas o pasos que se explican en este documento, diferentes unidades o
subsecciones operarían con tareas y responsabilidades específicas de acuerdo con su rol principal. El coordinador de
identificación debe asegurar la adecuada integración del resultado de cada paso del proceso y el análisis y conciliación de la
información.
En eventos de gran escala o contextos con alto número de personas desaparecidas / cuerpos no identificados, o en casos
donde el estado de preservación de cuerpos desafíe el proceso de identificación, el establecimiento o creación de unidades
especiales de identificación y / o un comité de identificación en un gobierno. o mixto (Estado-ONG) ha sido necesario
abordar de una manera más integrada y de manera integral la resolución de casos (por ejemplo, Unidad Especial de
Identificación Forense, parte del Servicio Médico-Legal de Chile, SML; Unidad de Investigaciones Especiales con BC Coroners
Service, BCCS en Canadá).
Uno de los fundamentos para asegurar el éxito de un proyecto de búsqueda es no solo la coordinación efectiva entre las
diferentes subunidades o áreas a cargo de cada paso del proceso, sino también la articulación adecuada entre la
configuración operativa y de alto nivel, órganos ejecutivos / administrativos y, por extensión, con las entidades políticas
interesadas y las organizaciones pertinentes.
Al establecer la estructura organizacional del proceso de Búsqueda, aspectos esenciales como regulaciones, procedimientos,
roles y responsabilidades se consideran adecuadamente en las primeras etapas, y los esfuerzos no deben enfocarse solo en
los equipos o técnicas innovadoras. De esa manera, cualquier mecanismo, comisión o unidad con el mandato de esclarecer
la suerte y el paradero de las personas desaparecidas podrá garantizar un proceso técnico confiable y eficaz.
Si el sistema de un país es limitado o se ha derrumbado luego de una crisis o una emergencia, los esfuerzos deben enfocarse
en reforzar sus capacidades, para que el proceso de Búsqueda pueda evitar obstaculizar las identificaciones. Estas
operaciones pueden durar más de una década y, por lo tanto, necesitan un sistema estable y
sistema sostenible en su lugar. Esta es una de las razones para recomendar encarecidamente la creación e implementación
adecuada de planes de preparación y respuesta ante emergencias que consideren no solo
los heridos pero los muertos y los desaparecidos. Cuanto mejor sea la respuesta en las etapas iniciales posteriores al evento,
mayores serán las probabilidades de identificar a todos los que murieron o desaparecieron y cuyo paradero se desconoce.
Por ello, recomendamos el desarrollo de mecanismos que promuevan una activa coordinación intra e interinstitucional. Un
enfoque multidisciplinario a través de unidades o comités dedicados debe incluir el papel de un investigador principal y un
coordinador de identificación. Los diversos desafíos inherentes a la identificación forense de eventos a gran escala y
contextos desafiantes requieren una estrategia coordinada de gestión de datos forenses.
La estrategia para abordar una investigación sobre personas desaparecidas y no identificadas, y establecer una estructura
funcional, especialmente en contextos complejos o escenarios de gran escala, debe prestar atención a los siguientes ítems:
- A nivel de legislación / reglamentos / procedimientos:
● Legislación y mandatos existentes y la jerarquía dentro de la respuesta de múltiples agencias; o Legislación existente
y capacidad para compartir información entre Estados para casos que involucren a otros ciudadanos extranjeros; o
Abogar por una legislación específica para las personas desaparecidas que permita la recopilación sin trabas y
oportuna de información personal y confidencial y muestras biológicas de las personas desaparecidas y sus
familiares, donde la salud y el bienestar de la persona desaparecida sea el objetivo principal de la investigación.
además de los casos que involucran muertes sospechosas (es decir, investigación adecuada y exhaustiva de
accidentes, suicidios, desapariciones). o Coordinación intra e interinstitucional a nivel gubernamental y entre el
gobierno y los organismos no gubernamentales (organizaciones de la sociedad civil, incluidas las que se ocupan de
los familiares);
● El establecimiento de un modelo de coordinación que reconozca la importancia de dar cabida a ciertas
sensibilidades de los casos y detalles de la investigación (casos de seguridad nacional, homicidio oculto,
procesamientos en curso o pendientes, etc.) pero que aún permita la comunicación y el intercambio de información
específica pertinente a la varios mandatos sin comprometer las investigaciones penales en curso; o Asegurar que se
reconozca un plan de fatalidad masiva y se incorpore adecuadamente en la planificación y preparación de
contingencias de desastres a nivel local, regional y nacional;
● Redacción e implementación de procedimientos operativos estándar para la investigación de personas
desaparecidas y el procesamiento de restos humanos;
● Aclaración de la secuencia en la que se realizan los análisis forenses, especialmente cuando esa prueba altera o
destruye la evidencia que también se requiere para el examen de otros expertos;
● Desarrollar un sistema de garantía de calidad que evalúe las fortalezas y debilidades del sistema de investigación
(incluida la gestión de casos individuales) mientras informa sobre las lecciones aprendidas y recomendaciones de
ajustes y remedios para mejorar el programa; o Sistema de conciliaciones revisadas por pares y conclusiones de
identificación en casos de identificación compleja o muerte múltiple;
● Amenazas y niveles de riesgo naturales y no naturales;
● Planes de acción y contingencia (no solo en emergencias);
● Implementación de medidas adicionales para contribuir a la resolución de casos pendientes una vez que las técnicas
hayan mejorado o se disponga de más información: revisar los casos históricos no resueltos de personas
desaparecidas que puedan estar relacionados con restos humanos encontrados en el futuro; recuperar archivos que
involucren restos humanos incompletos pero identificados, así como restos humanos históricos no identificados
para ser incluidos en el registro centralizado y para análisis utilizando nuevas técnicas y métodos forenses para
aumentar el potencial de identificación; determinar la disposición de restos humanos no identificados relacionados
con casos no resueltos y hacer todo lo posible para recuperarlos o rastrear su paradero (por ejemplo, donaciones a
instituciones educativas, enterrados, incinerados, etc.).
- A la competencia y capacidad:
● Desarrollar la competencia y la capacidad para investigar a las personas desaparecidas y las muertes en el trabajo de
casos de rutina mediante la preparación adecuada de los socorristas y los médicos forenses para eventos a gran
escala;
● Desarrollar competencias y capacidades con las comunidades locales y en estrecha cooperación con el compromiso
a nivel regional y nacional;
● Planificación de carrera para futuros profesionales forenses y transferencia de experiencia mediante la tutoría a las
generaciones futuras (sostenibilidad de la práctica y el conocimiento);
● Creación, capacitación y equipamiento de equipos multidisciplinarios que incluyan autoridades judiciales (es decir,
jueces y fiscales), peritos forenses y investigadores / oficiales de la escena del crimen en sesiones de capacitación;
● Evaluar el uso de instituciones de aprendizaje y otras agencias e instituciones no gubernamentales que puedan
proporcionar recursos humanos confiables y confiables y experiencia forense para apoyar el establecimiento e
investigación de casos de personas desaparecidas y cuerpos no identificados;
● Identificar patrocinadores estatales y no estatales para el programa de Personas Desaparecidas / Cuerpos No
Identificados para permitir que el programa se desarrolle de manera profesional y sistemática y tenga los fondos
para investigar activamente los casos a perpetuidad.
- Todo el nivel de infraestructura / equipamiento:
● Desarrollar laboratorios forenses, capacidades humanas y de infraestructura para absorber el alto rendimiento
necesario para eventos a gran escala, o identificar y desarrollar acuerdos con laboratorios forenses internacionales
que puedan realizar los análisis;
● Disponibilidad de depósitos de cadáveres temporales capaces de procesar un gran número de restos humanos
(incluida la capacidad de almacenamiento). Las morgues no necesariamente tienen que ser estructuras formales,
pero deben cumplir con los requisitos mínimos para el procesamiento de gran cantidad de restos humanos
(seguridad, protección, espacio suficiente, luz, agua, aire acondicionado, etc.);
● Identificar y asegurar grandes áreas de cementerio por el potencial de un incidente de muerte masiva.
- A nivel de gestión de la información:
● Desarrollar un programa formal (nacional) de Personas Desaparecidas y Personas No Identificadas con una
herramienta de software de Personas Desaparecidas / Personas No Identificadas (con personal multidisciplinario
dedicado) para manejar de manera efectiva los casos de rutina pero con la capacidad de absorber grandes
cantidades de casos de eventos a gran escala;
● Centralización de la información: bases de datos centralizadas que garantizan diferentes niveles de acceso,
seguridad y confidencialidad de los datos;
● Trabajar con los sistemas y autoridades estatales existentes y, siempre que sea posible, evitar la creación de
sistemas de recopilación de datos paralelos;
● Equipos y software especializados, especialmente si es necesario realizar análisis genéticos a gran escala.
- A nivel de familias / comunidades:
● Establecer centros accesibles de apoyo familiar y unidades móviles para familiares, con mecanismos claramente
establecidos para denunciar personas desaparecidas e intercambiar información y recolección de exhibiciones y
muestras biológicas;
● Desarrollar una práctica estandarizada de relacionarse con las familias de los desaparecidos para que la información
recopilada sobre personas desaparecidas sea relevante y forense pertinente, pero recopilada de una manera que
garantice que la familia desarrolle confianza y seguridad, pero también que se los considere un participante activo
en la investigación al proporcionar información relacionada con la identificación clave. También deberían recibir
actualizaciones periódicas de información
● Establecer un Comité de Familias que actúe como representantes ad hoc para el desarrollo de un programa de
personas desaparecidas / cadáveres no identificados que garantice la aceptación de los principales beneficiarios;
● Elaborar informes anuales del Programa Nacional de Personas Desaparecidas / Cuerpos No Identificados para
mostrar el desarrollo y progreso de la iniciativa nacional.
6. Relaciones con las familias
Las interacciones con las familias durante investigaciones pasadas sobre personas desaparecidas y / o personas no
identificadas han permitido reflexionar sobre el papel y las responsabilidades de los operadores judiciales, investigadores y
médicos forenses con respecto al apoyo de estas familias en el proceso de búsqueda. Organizaciones internacionales y no
gubernamentales también han contribuido a estas reflexiones desde la perspectiva de las familias y comunidades. Múltiples
experiencias en diferentes contextos han permitido a los expertos y otros actores desarrollar y acordar estándares mínimos
de práctica. Estas recomendaciones y principios [33], más allá de atender las necesidades de las familias, también tienen un
impacto significativo en la calidad y confiabilidad del trabajo.
El derecho de las familias a saber incluye el acceso a la información forense y sus implicaciones recopiladas en las diferentes
fases, incluidos los resultados de la identificación y otros análisis potenciales, detalles técnicos, así como las limitaciones que
pueden desafiar el resultado del proceso de búsqueda. Las dificultades institucionales también deben comunicarse a las
familias de manera transparente. Informar a los familiares sobre el trabajo de los investigadores, incluidos los expertos
forenses, proporcionará claridad sobre los esfuerzos en curso y los plazos operativos; esto ayuda directamente a mitigar las
suposiciones y expectativas incorrectas. Las experiencias de las operaciones de búsqueda han puesto de relieve que las
reuniones periódicas entre autoridades, investigadores, peritos forenses y familias disminuyen drásticamente la
incertidumbre y alivian la ansiedad, además de contribuir a la aceptación de los resultados. La comunicación regular no solo
es beneficiosa para las familias, sino también para los profesionales e instituciones involucrados en el proceso.
Cualquiera que sea el contexto de una desaparición, ya sea por desastre natural, conflicto armado, migración, accidente u
otras situaciones de violencia, la búsqueda no debe ser rechazada a las familias. Las autoridades deben realizar el registro de
inmediato independientemente de las circunstancias y debe responder a las demandas de los familiares de encontrar con
vida a la persona desaparecida. Si se presume la muerte, se deben hacer todos los esfuerzos posibles para que los restos
sean buscados, recuperados, identificados y entregados a sus seres queridos. La búsqueda en sí genera una gran angustia en
las familias y la idea de que algo les haya pasado a sus seres queridos genera un enorme sufrimiento. Esta sensación de no
saber si sus seres queridos están vivos o muertos ha sido referida por Pauline Boss como una pérdida física ambigua.[34].
Describe cómo el individuo desaparecido está psicológicamente presente dentro de la familia pero no físicamente debido a
la prueba desconocida de muerte o pérdida permanente. Se recomienda que los estándares mínimos de apoyo psicosocial
se integren en las políticas públicas, marcos legales, normativas y procedimientos de las instituciones a cargo tanto de los
expertos como de las familias [35].
Cuando las familias no tienen noticias del paradero de sus seres queridos, pueden comenzar la búsqueda por su cuenta. Las
autoridades deben anticipar esta acción y adecuar los marcos legales y las estructuras institucionales para responder a los
requerimientos de las familias. Este riesgo se puede mitigar colocando a las familias en el centro de la operación, siguiendo
las recomendaciones, políticas y regulaciones internacionales. Las medidas deben integrar a las comunidades y destacar el
respeto y reconocimiento de los derechos de los familiares de las personas desaparecidas.
Durante el proceso de búsqueda, se espera que las familias tomen decisiones, requiriendo que estén bien informadas a
través de información completa y precisa. La complejidad de esta información obliga al médico forense a transmitirla
directamente a los familiares, lo que evita malentendidos y aumenta la confianza. De igual importancia, los médicos
forenses deben ser conscientes de la necesidad de explicar sus hallazgos de manera clara, simple y comprensible.
Los derechos de las familias a la justicia, a la memoria y a la reparación integral no pueden realizarse sin la claridad de la
información relativa a las circunstancias de la desaparición, los datos identificativos y, en el caso de la muerte, la causa,
forma y circunstancias de la muerte. .
Los familiares también tienen derecho a ser un participante activo en el proceso de búsqueda más allá de la provisión de
información y muestras de referencia biológica para análisis genéticos. Estos no son solo requisitos morales, sino también
obligaciones legales internacionales [36].
La recopilación de información sobre la persona desaparecida es un componente crucial de la búsqueda, que se suma a la
responsabilidad requerida de buscar, dar seguimiento y resolver el caso. Algunos familiares pueden requerir privacidad y
confidencialidad, mientras que otros pueden solicitar la inclusión de la familia en la reconstrucción de la biografía de sus
seres queridos y aún más, si las costumbres culturales así lo indican, otros miembros de la comunidad serán parte de la
reconstrucción biográfica. . Además, los familiares pueden solicitar el acompañamiento de representantes legales, otros
miembros de asociaciones familiares o peritos forenses que los apoyen en la comprensión del lenguaje técnico. También
puede ser que la recopilación de información se lleve a cabo en oficinas públicas, ONG, consulados, universidades o
directamente en las comunidades.
La participación en el proceso también puede significar el derecho de los miembros de la familia a no ser parte del proceso,
incluido el derecho a retirar información proporcionada previamente, como muestras biológicas de referencia para análisis
genéticos.
A lo largo del proceso de identificación, además de la información sobre la persona desaparecida, es importante recabar
información sobre las expectativas y deseos de la familia, e informarles adecuadamente de las posibilidades y limitaciones
involucradas, para no plantear planteamientos o espectativas poco realistas. Por ejemplo, recolectar un BRS puede tener un
fuerte impacto en una familia: el acto de donar su muestra podría provocar una sensación de resolución exitosa del caso o
una fase adicional de duelo. Una muestra es información adicional potencialmente útil en el proceso de identificación para
el investigador, pero tiene un importante valor simbólico para la familia, que exige comprensión y respeto por parte de los
peritos. Para mitigar aún más expectativas y facilitar los intercambios con las familias, es recomendable incluir en el
formulario de entrevista una serie de preguntas diseñadas para recoger este tipo de información tanto con referencia a
aspectos generales como específicos, según el contexto. Por ejemplo:
● definir el (los) punto (s) focal (es) familiar (es) con fines de comunicación;
● evaluar si existen conflictos a nivel familiar con respecto a las decisiones y opinión sobre la búsqueda e identificación
de la persona desaparecida;
● preguntar si existen condicionantes culturales o religiosos, etc.
Esto es particularmente importante en casos complejos, como la identificación de personas desaparecidas cuyos restos se
encuentran descompuestos, mutilados, incompletos o mezclados. En tales casos, es importante estar informado de los
deseos de la familia no solo en cuanto a la identificación del individuo, sino también en cuanto a la re-asociación de los
restos y a los deseos sobre la disposición final del cuerpo, pertenencias personales, muestras biológicas y / o no asociado
permanece, lo que implica una serie de consideraciones metodológicas, legales y de denuncia diferentes a las utilizadas para
casos menos complejos.
Para un apoyo completo dentro de un proceso de Búsqueda, es necesario incluir en el alcance la atención física y psicológica
de las personas que realizan el trabajo operativo. El bienestar de los recursos humanos (es decir, autoridades judiciales,
personal forense, etc.) tiene un impacto directo en el resultado del trabajo, en su interacción con otros expertos, con las
instituciones y por extensión con las familias. Es un concepto ampliamente considerado entre los equipos forenses e
instituciones que pueden abordarlo a través de la formación continua. El cuidado de los trabajadores contribuye a la
profesionalidad del personal involucrado y los empodera para interactuar con los familiares de manera precisa y
respetuosa.
A continuación se enumeran algunos de los aspectos más importantes a considerar antes de iniciar proyectos de búsqueda e
identificación de personas desaparecidas en relación con sus familias:
Cuidadosa consideración del rol, participación y consulta de las familias en las diferentes etapas, así como mantener
informadas a las familias periódicamente.
La información a las familias incluye aspectos relacionados con el proceso científico y técnico y debe incluir las limitaciones y
desafíos que existen o están enfrentando los equipos. Tenga en cuenta las expectativas y los deseos de las familias.
Consideraciones religiosas y culturales. Realizar las adaptaciones necesarias a los procedimientos durante el proceso de
Búsqueda (es decir, recogida de datos, exhumaciones, restitución de cadáveres, etc.). Esto también es importante para
garantizar el proceso de duelo y las conmemoraciones, respetar la voluntad de las familias y sus creencias religiosas y
culturales.
Facilitar mecanismos para asegurar la confiabilidad del proceso científico (es decir, permitir la participación de equipos
forenses independientes cuando las autoridades están a cargo de la investigación, compartir con las familias el sistema de
aseguramiento / control de calidad implementado, etc.).
Los procedimientos y pautas operativos estándar deben incluir el proceso de entrega o restitución de restos humanos a las
familias y aspectos relacionados con el entierro. Esto contribuirá a incrementar la confianza de las familias asegurando la
calidad de los pasos finales, junto con la adecuada y digna interacción con los familiares y el respeto por los fallecidos.
Las regulaciones de protección de datos son necesarias para garantizar que las familias sean las propietarias de su
información personal, incluidos los datos genéticos (es decir, bancos de datos de ADN), y que se utilizará con fines
definidos y bajo estándares éticos.
Estrategias educativas dirigidas a autoridades, investigadores y forenses sobre las consecuencias de las desapariciones en las
comunidades y sobre la importancia de su papel para contribuir a aliviar el sufrimiento de las familias.
Asegurar la emisión del certificado de defunción y los procedimientos de registro para facilitar el proceso a las familias
interesadas.
Evaluación y apoyo a familias en necesidades más allá de la necesidad de saber y justicia, tales como sus necesidades
legales, administrativas, financieras y psicológicas, necesidad de reconocimiento, memorialización, etc. Evaluación de sus
necesidades a través de una consulta representativa asegurando una respuesta integral y holística.
Interacción con otras estructuras no directamente involucradas en el proceso de Búsqueda pero estrechamente vinculadas
al apoyo a las familias en sus otras necesidades (por ejemplo, entidades encargadas de políticas y beneficios sociales, ONG,
asociaciones, etc.);
Asegurar un adecuado apoyo psicológico y psicosocial, no solo a las familias sino a los operadores y todo el personal
involucrado en el trabajo. La coordinación y comunicación permanente entre los equipos psicológicos / psicosociales y las
autoridades, investigadores y especialistas forenses tendrá un beneficio en el bienestar de las familias y de los recursos
humanos.
Comunicación con las familias y las comunidades / o el público. Desarrollar estrategias de comunicación y definir el rol de los
medios.
7. Conclusión
Este artículo ha presentado una revisión del concepto tradicional de búsqueda e identificación de personas desaparecidas
ampliando la noción tradicional de una respuesta forense “centrada en el cuerpo”, para reflejar mejor la investigación e
identificación de los desaparecidos en cualquier estado (vivo o muerto) , en cualquier escenario (con o sin órganos), y
haciendo hincapié en el necesario enfoque integrado, multidisciplinar y, muy a menudo, multiagencial de los mecanismos
que se deben implementar.
Como parte de la discusión, también se introducen terminologías reformuladas, incluidas Personas Desaparecidas (MP) para
significar todas las identidades sin cuerpos, y Personas No Identificadas (UP), que representan todos los cuerpos sin
identidad, incluidos los vivos y los fallecidos. También proponemos el uso de la terminología más inclusiva de Datos de
personas desaparecidas (MPD) para reemplazar los datos antemortem tradicionales (AMD), y Datos de personas no
identificadas (UPD) para reemplazar el término datos postmortem tradicionales (PMD).
Se presentan todos los pasos de este proceso de búsqueda recién definido que incorpora las tareas de investigación e
identificación e incluye la participación de las familias. Se discuten los principales requisitos para asegurar una articulación y
coordinación efectivas entre todas las agencias involucradas.
Si bien no pretende ser un manual de instrucciones detallado, su objetivo es aclarar conceptos, principios y
recomendaciones claves y promover el debate entre todos los actores invitados en la investigación e identificación de
personas desaparecidas.

8. Referencias.
1 International Committee of the Red Cross, Accompanying the Families of Missing Persons: A Practical
Handbook – Ref. 4110-ebook, ICRC, Geneva, 2013.
2 S. Cordner, S.T.D. Ellingham, Two halves make a whole: Both first responders and experts are needed for the management
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