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TRABAJO FINAL DE COSMOLOGÍA

Docente:
Padre Sergio Duque

Presentado por:
Gustavo Valencia

Universidad Pontificia Bolivariana


Facultad de Filosofía
2015
INDICE
DIOS Y LA CIENCIA: JEAN GUITTON-------------------------------------------3
EL BIG BANG--------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 3
EL MISTERIO DE LO VIVIENTE----------------------------------------------------------------------------------------- 3
¿AZAR O NECESIDAD?-------------------------------------------------------------------------------------------------- 4
EN BUSCA DE LA MATERIA--------------------------------------------------------------------------------------------- 4
LOS CAMPOS DE LO REAL---------------------------------------------------------------------------------------------- 5
EL ESPÍRITU EN LA MATERIA------------------------------------------------------------------------------------------ 5
LOS UNIVERSOS DIVERGENTES--------------------------------------------------------------------------------------- 6
A IMAGEN DE DIOS------------------------------------------------------------------------------------------------------ 6
HACIA EL METARREALISMO------------------------------------------------------------------------------------------- 6
¿POR QUÉ HAY ALGO EN LUGAR DE NADA?----------------------------------------------------------------------7

EL GRANDISEÑO - STEPHEN HAWKING Y LEONARD MLODINOW-----7


EL MISTERIO DEL SER---------------------------------------------------------------------------------------------------- 7
LAS REGLAS DE LA LEY-------------------------------------------------------------------------------------------------- 7
¿QUÉ ES LA REALIDAD?------------------------------------------------------------------------------------------------- 8
HISTORIAS ALTERNATIVAS-------------------------------------------------------------------------------------------- 9
ESCOGIENDO NUESTRO UNIVERSO---------------------------------------------------------------------------------9
EL MILAGRO APARENTE---------------------------------------------------------------------------------------------- 10
EL GRAN DISEÑO-------------------------------------------------------------------------------------------------------- 10

REFLEXION SOBRE LOS LIBROS Y LO VISTO EN CLASE-------------------11


BIBLIOGRAFIA--------------------------------------------------------------------- 12
DIOS Y LA CIENCIA: JEAN GUITTON

EL BIG BANG: Jean Guitton empieza argumentando que los grandes enigmas existenciales, por
los que se pregunta el hombre constantemente, son la razón de ser de su filosofía. Desde esta
premisa, entabla una discusión con Igor Bogdanov y Gkichka Bugdanov donde tomando una llave
como ejemplo expone que “los objetos más familiares pueden conducirnos hacia los enigmas más
inquietantes”. Así, para reconstruir la historia de los átomos que componen la llave, se remontan al
origen del universo, es decir, “quince mil millones de años atrás”, momento en el cual “el universo
nació de una gigantesca explosión que provocó la expansión de la materia”. En ese momento, el
universo era una partícula “miles y miles de millones de veces más pequeña que el núcleo de un
átomo”. Cuando se da esta explosión el universo entra en una fase inflacionaria que en escasas
milmillonésimas de segundo hace que se expanda. Este es quizá el momento más enloquecido de
toda la historia cósmica. Los acontecimientos se precipitan a un ritmo alucinante, hasta tal punto que
suceden muchas más cosas en estas milmillonésimas de segundo que en los miles de millones de
años que seguirán.

Después de ese impresionante recorrido, Jean Guitton hace tal vez la reflexión más crucial del libro,
estableciendo que todo lo sucedido puede ser comprendido como la imagen de la eternidad divina.
El autor plantea esto, porque hasta el momento, la ciencia no ha sido capaz de explicar nada
razonable, sobre lo que pudo ocurrir antes del momento de la explosión “cuando el tiempo estaba
todavía en el cero absoluto y nada había sucedido aún”. El pensamiento de David Bohm no se aleja
de lo expuesto por Guitton, pues afirma que el universo tiene como origen “una fuente
eternamente creadora situada más allá del espacio y del tiempo”. Desde esta perspectiva Bohm,
expone que el big bang fue creado por un flujo de energía inconmensurable generador de una
fluctuación cuántica primordial de la cual nació el universo. Planck, sobre esto aseguró que hace que
se levante “una barrera infranqueable ante cualquier investigación” y que es allí donde se llega al
límite del conocimiento (muro de Plank). Así pues, se llega a la conclusión de que “detrás de este
muro, se esconde todavía una realidad inimaginable. Algo que probablemente nunca podremos
comprender, un secreto que los físicos ni siquiera sueñan con desvelar algún día”. Guitton termina el
capítulo asegurando que si no se puede “comprender lo que hay detrás del muro es porque todas las
leyes de la física pierden pie ante el misterio absoluto de Dios y de la Creación”. El inicio de todo,
puede ser explicado como el momento en que el creador decide engendrar “un espejo de su propia
existencia”, de su conciencia.

EL MISTERIO DE LO VIVIENTE: Guitton empieza preguntándose ¿Qué es la vida? y para


hablar de ello argumenta, que se debe tener en cuenta que lo viviente es más rico en información
que lo inerte, o sea que esta infinitamente más estructurado. Sin embargo, surgen diversidad de
preguntas que hacen difícil establecer una forma de comprensión plena sobre el misterio de la vida.
Ante ello muchos biólogos han construido teorías que se alejan de lo planteado por Darwin (muchas
de ellas basadas en la intervención de un principio organizador, que transciende la materia). Para
seguir hablando sobre esta temática hay que tener en cuenta algo de vital importancia y es que en el
transcurso de la expansión del universo las condiciones que existían eran completamente
inclementes, y por ello la irrupción de la vida es algo completamente despampanante. Esto hace que
surja una nueva pregunta ¿existe entre la materia y la vida una transición continua? A esto
responden que en caso de existir, debe haber una respectiva ascensión evolutiva, que garantice el
paso de niveles de vida sencillos a unos más elevados. Este proceso debe tener una continuidad
permanente y por ello con el paso del tiempo deben surgir estructuras cada vez más complejas (esta
estructuración se da en el nivel molecular). Guitton está de acuerdo con esta teoría, pero asegura
que en cada partícula, átomo, molécula, vive y obra, una omnipresencia que garantiza que las cosas
no fueron creadas por azar. Después expone que en química, mediante la ley de afinidad atómica se
explica, cómo es posible que se formen sistemas estables cuando se unen algunas moléculas como el
carbono, el nitrógeno y el oxígeno; para convertirse en aminoácidos. Desde esta teoría pueden
describirse la siguiente cadena de sucesos: Luego de la unión de aminoácidos se forman los péptidos;
para después convertirse en moléculas nitrogenadas, de las cuales nacerá el código genético. Cuando
estas últimas interactúan con el fosfato y los azucares se elaboran los nucleótidos, base para que
aparezca el fundamento de lo viviente, el ácido ribonucleico o ARN. A partir de estos procesos
químicos que se elaboran en centenares de millones de años se produce el primer esbozo del código
genético. Todo lo anterior según el francés indica que “una inteligencia que transciende lo que existe
en nuestro plano de realidad ordenó la materia que ha dado origen a la vida

¿AZAR O NECESIDAD?: Para iniciar este capítulo surgen muchos interrogantes sobre la
forma como se ha dado la evolución hasta la llegada del hombre (si fue por azar o se inscribe en un
orden universal calculado minuciosamente). Lo primero que expone es que la explicación del hombre
tomando el azar como conclusión hace referencia a “nuestra incapacidad para comprender un grado
superior de orden”. Por su parte David Bohm asegura que “bajo el desorden visible de los fenómenos
existe un orden profundo, de un grado infinitamente elevado, que permite explicar lo que nosotros
interpretamos como fruto del azar”. Según algunos experimentos trabajados por Guitton sobre
fenómenos caóticos, como el del remolino en el agua, es posible analizar que en diversidad de
sistemas, sin importar si son sencillos o complejos existen atractores extraños que ordenan en
profundidad su comportamiento. Por esto, Guitton llega a la siguiente conclusión: “En su inmensa
complejidad y a pesar de sus apariencias hostiles, el universo está hecho para engendrar vida,
conciencia e inteligencia. Sin nosotros, sin una conciencia que dé testimonio de sí, el universo no
podría existir: nosotros somos el universo mismo, su vida, su conciencia, su inteligencia”.
Posteriormente dice que si una sola constante cosmológica (gravitación, de la velocidad de la luz, del
cero absoluto, la constante de Planck, etc.) hubiese variado, la vida no habría tenido ni la más
mínima oportunidad de aparecer. Guitton termina concluyendo que “En el origen de la Creación, no
hay acontecimiento aleatorio alguno, no hay azar, sino un grado de orden infinitamente superior a
todo lo que podemos imaginar: orden supremo que regula las constantes físicas, las condiciones
iniciales, el comportamiento de los átomos y la vida de las estrellas. Potente, libre, infinitamente
existente, misterioso, implícito, invisible, sensible, eterno y necesario detrás de los fenómenos, muy
lejos sobre el universo y presente en cada partícula”.

EN BUSCA DE LA MATERIA: La física cuántica ha enseñado que los objetos, aunque


compuestos por partículas imposibles de observar, en su manifestación macroscópica pueden ser
distinguidos como objetos materiales en la medida en que pueden sentirse, pesarse y demás. Según
Bergson, existe un Dios creador de la materia y de la vida. Este gran pensador llega a esa conclusión
apoyándose en la idea de que en el origen del universo se dio una caída de la conciencia divina que
engendro la materia tal como la conocemos (materia compuesta de memoria y por tanto de un
espíritu que no olvida su origen, es decir a su creador). Más adelante Jean Guitton vuelve a insistir en
que el “universo esconde un secreto de abstracta elegancia, un secreto en el que la materialidad es
poca cosa”. Partiendo de esto asegura que “tras el rostro visible de lo real hay, un elemento
inteligente, racional, que regula, que dirige, que anima el cosmos, y que hace que ese cosmos no sea
caos, sino orden”. Después Bugdanov dice que partiendo de abstracciones, se ha podido establecer
la existencia de las posibles partículas elementales de la materia, los quarks que aunque no han sido
observados, desde abstracciones matemáticas tienen la ventaja de funcionar. Si se parte de los
quarks como partículas elementales “se reconoce implícitamente que nuestro conocimiento de la
realidad está basado en una dimensión no material, en un conjunto de entidades sin modos ni forma,
que transciende el espacio-tiempo, cuya sustancia no es más que una nube de cifras”. Así pasamos al
metarrealismo que se mencionó al inicio, desde el cual se concibe que “las partículas elementales no
existen como objetos, como entidades significativas por sí mismas, sino que son únicamente
perceptibles a través de los efectos que producen”.

LOS CAMPOS DE LO REAL: ¿Qué hay más allá de la realidad física? nada más de tangible,
todo se limita al dominio del espíritu (aquello que da sustancia a lo real, incluso a las partículas mas
pequeñas). Para hacer estudios sobre estas temáticas aparece la teoría cuántica relativista de los
campos, la cual señala que “una partícula no existe por sí misma sino únicamente a través de los
efectos que origina. Este conjunto de efectos se llama «campo». Así, los objetos que nos rodean no
son otra cosa que conjuntos de campos” (campo electromagnético, campo gravitatorio, campo
protónico, campo electrónico); los cuales, mediante sus interacciones permanentes entre sí, forman
la realidad esencial fundamental. Esta teoría, describe las interacciones incesantes que ponen de
manifiesto que los objetos que nos rodean “no son más que vacío, frenesí atómico y multiplicidad”.
Guitton, por su parte, afirma que lo que los científicos llaman campo, “no es otra cosa que una
ventana abierta sobre un segundo plano mucho más profundo”, el plano divino; caracterizado por
tener una simetría primordial que indica que el origen de todo está subtendido por un campo
determinado por un estado de supersimetría, un estado de orden y de perfección absolutos. En
resumidas cuentas los campos para el filósofo francés son los verdaderos soportes de lo que el llama
el espíritu de realidad. Para terminar el capítulo hace una breve descripción de las eras de la física:
“La primera fue la de Galileo, Kepler y Newton, en cuyo transcurso fue redactado el catálogo de
movimientos sin explicar qué es el movimiento; la segunda es la física cuántica, que estableció el
catálogo de leyes del cambio sin explicarlas; la tercera, todavía por llegar, es el desciframiento de la
ley física misma.

EL ESPÍRITU EN LA MATERIA: la teoría cuántica, ofrece sin duda una nueva percepción
del mundo, una nueva forma de observar todas las realidades, una manera de interacción entre la
persona que observa y el objeto observado. Esta nueva percepción ha sido objeto de prueba
mediante el experimento de la doble rendija, propuesto por el físico inglés Thomas Young. En él se
describe cómo interactúan los fotones y las distintas formas en que se mueven para lograr pasar por
una de las rendijas. Luego de exhaustivos análisis es posible decir que “los fotones están dotados de
una especie de conciencia rudimentaria”. Conciencia que los hace saber que son observados y, aún
más exactamente, de qué manera son observados cuando se efectúa el experimento mencionado.
Este experimento según Guitton “nos muestra que no vivimos en un mundo determinado; al
contrario, somos libres y tenemos el poder de cambiar todo a cada instante. Por eso, las partículas
elementales no son fragmentos de materia sino, simplemente, los dados de Dios”. A partir de esto
Guitton defiende el pensamiento de Teilhard de Chardin, para quien todo en el universo, hasta la
más ínfima partícula, posee un cierto grado de conciencia”. Para terminar el capítulo, el Francés
afirma que “en los extremos invisibles de nuestro mundo, por debajo y por encima de nuestra
realidad, se palpa el espíritu” y que es allí abajo, en el corazón de la otredad cuántica, donde
nuestros espíritus humanos y el de ese ser transcendente que llamamos Dios son llevados a
encontrarse”.

LOS UNIVERSOS DIVERGENTES: El capítulo empieza haciendo cuestiones sobre lo que


podía haber sido y no es, y si la vida puede ser modificada por tomar distintas decisiones a las que se
toman. Desde esta perspectiva se crean una infinidad de realidades paralelas, aun sea solo en el
pensamiento. Sin embargo, todo lo que se efectúa a través de la historia es mediado por cadenas de
sucesos que hacen posible que la realidad sea de un modo y no de otro. Ante esto se podría
preguntar si existen universos paralelos donde la realidad propia y la realidad de la historia se han
desarrollado de manera diferente. Realidades donde existen otros Jean Guitton (uno músico, otro
ingeniero, otro escritor, etc.). Así pues, si existen los universos paralelos como lo plantea Niels Bohr,
sería posible que muchas personas iguales estuvieran viviendo diversas realidades que coexisten
adyacentemente, pero que al mismo tiempo son diferentes. A pesar de esto, la mecánica cuántica
subraya con brillantez la evidencia de una indisoluble relación entre el espíritu y la materia” lo cual
según Guitton garantiza que no hallan universos paralelos. Además, otra ventaja según Guitton es
que si estos universos paralelos nunca son observados, es decir materializados, no son más que
realidades virtuales, “ramificaciones posibles que se eclipsan para dejar sitio a nuestra realidad única
tan pronto como interviene ese gran observador que, desde fuera, modifica a cada instante la
evolución cósmica”. Desde esta posición se puede comprender por qué es posible la existencia de un
observador, único y transcendente, absolutamente indispensable para la existencia y la realización
de nuestro universo.

A IMAGEN DE DIOS: Según la física moderna, el espíritu del hombre se sitúa mucho más allá
de la conciencia personal; provine de un fundamento universal que enlaza la materia, la vida y la
conciencia. Sin embargo, este fundamento, del cual se desprende la inmensidad cósmica, no solo se
encuentra en el hombre, sino también en todas las cosas. Sobre esto Teilhard de Chardin dice que
“en cada partícula, en cada átomo, en cada molécula, en cada célula de materia viven escondidas y
trabajan a espaldas de todos la omnisciencia de lo eterno y la omnipotencia de lo infinito”. Mediante
el experimento de hologramas se puede inferir que el todo y la parte son una misma cosa. Así pues,
en cada parte, por pequeña que sea se encuentra todo el contenido del universo. Desde esta
perspectiva, según Bugdanov, el hombre no es una creación de Dios, sino imagen de él y
análogamente con el experimento mencionado, en el cual se contiene el todo en cada parte, cada
ser humano es la imagen de la totalidad divina. “Es así como desembocamos en el primer principio
de un universo sin discontinuidad, holísticamente ordenado: todo refleja a todo lo demás. Todos
tenemos el infinito en el hueco de nuestra mano”.

HACIA EL METARREALISMO: A través de la historia, se ha entablado una batalla entre


dos doctrinas filosóficas: materialismo y espiritualismo (completadas por el realismo y el idealismo).
Estas, han pretendido reducir el conocimiento a un solo enfoque (los idealistas dicen que solo se
pueden conocer fenómenos; los realistas, dicen que a través de la razón las cosas se hacen
cognoscibles). Por ello, es necesario hacer que estas diferencias desaparezcan, mediante una fusión
entre espíritu, materia y realidad, para así poder entablar una nueva visión sobre el mundo: el
metarrealismo. Este nuevo tipo de conocimiento, surge en el mundo en el año de 1927, año en que
“Heisenberg expone su principio de incertidumbre, el canónigo Lemaitre da a conocer su teoría sobre
la expansión del universo, Einstein propone su teoría del campo unitario, Teilhard de Chardin publica
los primeros elementos de su obra. Y es el año del congreso de Copenhague, que marca la fundación
oficial de la teoría cuántica”. Del metarrealismo, deben destacarse tres características: Primero que
el espíritu y la materia forman una única realidad (el espíritu y la materia coexisten: existe el uno a
través del otro); segundo, que el Creador de este universo materia - espíritu es transcendente; y
finalmente que la realidad en sí de este universo no es cognoscible. Para terminar el capítulo Guitton
habla de Santo tomas como el gran filósofo que fue capaz de “instalar la armonía entre lo que se cree
y lo que se sabe: entre el acto de fe y el acto de saber; en una palabra: entre Dios y la ciencia”.

¿POR QUÉ HAY ALGO EN LUGAR DE NADA? : La historia entera del cosmos, abarca
una totalidad de conocimiento puro. En la cual el universo se aprehende como “un mensaje
expresado en un código secreto, una especie de jeroglífico cósmico que el hombre apenas empieza a
descifrar. En este sentido cada átomo, cada fragmento, cada grano de polvo existe en la medida en
que participa de un sentido universal”. Sin embardo, todo lo contenido en el universo no tiene el
carácter del ser en sí; “supone la existencia de otro Ser, situado fuera de él”. Desde esta perspectiva,
si nuestra realidad es temporal, la causa de esta realidad es ultra temporal, transcendente al tiempo
y al espacio. Esto obliga al hombre “a colocar más allá de nuestro universo la existencia de algo
mucho más complejo: una totalidad en el seno de la cual nuestra realidad está, en resumidas
cuentas, inmersa, una entidad que transciende nuestra realidad”. Aquel ser que la religión llama
Dios. Para terminar se puede llegar a la conclusión de que hay algo en vez de nada, porque una
inteligencia superior así lo ha querido; y aun en el caso en que el universo se volviese a comprimir o
encontrase su fin de algún modo, todo el conocimiento contenido en los millones de años en los que
se ha dado su desarrollo, volvería a hacer parte de dicha entidad absoluta.

EL GRANDISEÑO - STEPHEN HAWKING Y LEONARD MLODINOW

EL MISTERIO DEL SER: En el libro se tratan temáticas sobre las cuestiones del universo que
son difíciles de explicar para la mente humana, y de las cuales solo surgen respuestas insuficientes.
Ante este tipo de limitaciones, Stephen Hawking y Leonard Mlodinow en el transcurso del libro,
pretenden esclarecer cuestiones sobre las fronteras de la física, la astronomía, la cosmología y
también sobre la posible o no existencia de Dios como creador del universo. Inicialmente, exponen
que estas temáticas ya no deben ser tratadas por la filosofía, pues esta ha muerto, ha perdido
actualidad y no puede ser competencia para la física moderna y las demás ciencias. Desde esta
perspectiva, la búsqueda del conocimiento, queda reducida únicamente al ámbito científico, el cual
permite un mejor conocimiento del mundo. Según Hawking y Mlodinow, se deben unificar distintas
teorías con las cuales se puedan explicar las realidades que rodean al hombre. Estas teorías no
pueden confiarse en la observación directa, la cual no logra captar más que lo que a simple vista se
manifiesta. Por tanto, El hombre debe valerse de los grandes avances tecnológicos que le permiten
encontrar respuestas profundas sobre temas que antes eran considerados utopías. Esto, según los
dos científicos, se evidencia en todas las teorías de las cuales hoy se puede servir la humanidad para
dar respuesta a un sin número de realidades existentes contenidas en el universo. Este conjunto de
teorías será llamado teoría m.
LAS REGLAS DE LA LEY: La historia siempre es un parámetro fundamental que debe
tenerse en cuenta para entender el desarrollo que se ha ido adquiriendo con el paso de los años. En
este recorrido, se destacan algunos personajes cuyos pensamientos han sido completamente
relevantes para el desarrollo científico. Para iniciar, es preciso hacer referencia al pensamiento
jónico, en el que se establecieron leyes y axiomas universales. En primera instancia es fundamental
hablar de Tales (624-546 ac) el cual expuso que la naturaleza es guiada por leyes consistentes
posibles de descifrar. Posteriormente, Pitágoras (580-490 ac) descubrió las relaciones numéricas
entre las longitudes de las cuerdas utilizadas en los instrumentos musicales y las combinaciones
armónicas de los sonidos. Tiempo después, Anaximandro (610-546 ac), hizo la primera formulación
sobre la evolución del hombre. Después, Empédocles (490-430 ac) por medio de un artefacto
denominado clepsidra descubrió la tensión superficial del agua. Luego, Demócrito (460-370 ac),
expuso que la realidad material está construida por partículas denominadas átomos. Más adelante
Aristarco (310-230 ac) llego a la conclusión de que la tierra no es el centro del universo, sino
únicamente una partecita pequeña de él. Este recorrido inicial termina con Arquímedes (287-212 ac)
considerado como el físico más importante de la época antigua. La importancia de su pensamiento
quedó plasmada en tres principios: la ley de la palanca, la ley de la flotación y la ley de reflexión.
Tiempo después aparecieron un nuevo tipo de filósofos con un pensamiento diferente al de los
jónicos. El más importante fue Aristóteles (384-322 ac). Criticó el atomismo, asegurando que es
imposible que el hombre este constituido por materia indivisible poseedora solo de masa y no de
alma. Más adelante apareció Epicuro (341-270 ac) y expuso de manera crítica que es mejor quedarse
con los mitos de los dioses que seguir el pensamiento de las filosofías naturalistas. Después aparece
un pensador cristiano, santo Tomás de Aquino (1225-1274 dc). Este argumentó la existencia de un
ser inteligente por quien todo está ordenado hacia su fin. Sin embargo, los dos físicos exponen que
solo los siguientes pensadores han influenciado de manera relevante en los avances de la ciencia
moderna. El primero de ellos es Galileo Galilei (1564-1642 dc) defensor acérrimo de la observación
como base de la ciencia. Poco después apareció René descartes (1596-1650 dc) primero en formular
una definición explícita y rigurosa para el concepto de ley. Casi cincuenta años después, aparece
Isaac newton (1643-1727 dc) y con él, las tres leyes generales del movimiento y la ley de gravedad.
Para terminar el capítulo, hablan de que pensadores como Galileo, Descartes y algunos otros creían
en un dios interventor del mundo que podía manipular las leyes. Ante esto, aparece Marqués de
Laplace (1749-1827 dc) con una respuesta tajante sobre esta temática. Expone que es mediante un
conjunto de leyes como se puede determinar tanto el pasado como el futuro del universo, y por ello
no es necesaria la existencia de dios para explicar este tipo de cuestiones (esta es la primera
formulación precisa de determinismo científico). “el determinismo científico que Laplace formuló es
la respuesta de los científicos modernos a la segunda pregunta. Es, de hecho, la base de toda la
ciencia moderna”.

¿QUÉ ES LA REALIDAD?: Stephen Hawking y Leonard Mlodinow exponen que entre


distintas visiones presentadas a través de la historia de la humanidad siempre existen diferencias.
Prueba de ello es que Ptolomeo era partidario de una visión geocentrista y Copérnico de una
heliocentrista. Hoy es claro que ninguno tenía la razón, pero Copérnico, basando su pensamiento en
la lógica matemática era quien más se acercaba. Partiendo de esto, ambos físicos exponen, que se
debe establecer una visión holística de la realidad que ofrezca garantías sobre el conocimiento del
universo. Esta metodología será llamada por ambos físicos como “realismo dependiente de modelo”.
Desde esta perspectiva, puede entenderse por qué la teoría del big bang es de vital importancia para
dar explicación al origen del universo. De manera contraria según los autores, lo que haya sucedido
antes de lo argumentado por dicha teoría no tiene repercusiones importantes para la actualidad,
pues sus consecuencias no son observables en el presente. Así lo mejor es ceñirnos “a la idea de que
el Big Bang fue la creación del mundo”. Después hablan de las cuatro características que debe tener
toda teoría para ser aceptada: “1) Es elegante. 2) Contiene pocos elementos arbitrarios o ajustables.
3) Concuerda con las observaciones existentes y proporciona una explicación de ellas. 4) Realiza
predicciones detalladas sobre observaciones futuras que permitirán refutar o falsar el modelo si no
son confirmadas”.

HISTORIAS ALTERNATIVAS: En 1999, un equipo de físicos austríacos lanzó una serie de


moléculas denominadas fullerenos, con forma de balón de fútbol, contra una barrera de dos rendijas,
a través de las cuales debían pasar. Por medio de una pantalla ubicada en el fondo se detectaba la
cantidad de moléculas que llegaban a un lugar específico. Sin embargo lo observado por los
austriacos no arrojo los resultados esperados, pues las zonas a las que no llegaron moléculas,
evidenciaban regiones en que las ondas emitidas por ambas rendijas producían interferencia
destructiva y las zonas donde se establecían, eran aquellas donde se producía interferencia
constructiva. En otras palabras, siempre hay probabilidad de que unos cuantos fullerenos se ubiquen
en lugares distintos a donde la mayoría debería llegar según probabilidades.

Frente a todas estas problemáticas, según los autores del libro, el hombre tiene que buscar una
nueva alternativa encarnada en la mecánica cuántica, por medio de la cual debe buscarse acceso a
todo lo microscópico, lo molecular, lo que no puede ser observado; para así dar explicación a lo que
constituye la realidad circundante. La mecánica cuántica posee dos características fundamentales: la
dualidad onda-partícula y el principio de incertidumbre. Esta teoría ha de funcionar, como lo ha
hecho hasta el momento, si en sus experimentos se da una concordancia con la mayor parte de
probabilidades establecidas en cada teoría. Otro gran descubrimiento desde la mecánica cuántica fue
el de Richard Feynman, quien en 1940 expuso su teoría de la electrodinámica. En ella, expuso que las
partículas no siguen un determinado camino, sino contrariamente todos los que existen. Sin
embargo, con ayuda de las teorías cuánticas se pueden predecir algunas vías específicas adecuadas
para el trayecto de cada partícula.

ESCOGIENDO NUESTRO UNIVERSO: La cuestión fundamental tratada en este capítulo


es sobre la existencia o no de un origen para el universo. Sobre esto Edwin Hubble mediante un
análisis exhaustivo de las galaxias, descubrió que el universo se está expandiendo de forma
constante (por tanto que debía hablarse de un origen). No obstante, dicha expansión no afecta de
ningún modo el tamaño de las partículas, sin importar que sean grandes o pequeñas. Otro
pensamiento que debe destacarse, es el del matemático Alexander Friedmann, basado en el
planteamiento de dos hipótesis: “que el universo tiene aspecto idéntico en todas direcciones y que
tiene también el mismo aspecto desde cualquier punto de observación”. Sin embargo, más que
patentizar una realidad objetiva, dichas hipótesis hacen referencia a un juego visual manifestado en
el ámbito macroscópico.

Después, hacen una descripción de la inflación cósmica, en la cual se dice que todo creció de una
manera inimaginablemente exagerada y a gran velocidad. Esto es ejemplificado de la siguiente
manera: “Es como si una moneda de un centímetro de diámetro súbitamente explotara a una
dimensión de unos diez millones de veces la anchura de la Vía Láctea.” En esta expansión, se
originaron las primeras partículas livianas. Por otra parte, tanto el autor británico como el
estadounidense asumen, que en un inicio no existía el tiempo, pero si cuatro dimensiones del
espacio. Desde esta perspectiva la pregunta sobre el origen del universo, es algo que sobra, y por
tanto se puede inferir que ha existido desde siempre. Incluso llegan a pensar que existieron muchos
universos y no solamente el nuestro. Sin embargo todos colapsaron, y por ende en ellos no se
desarrollaron “galaxias ni estrellas ni mucho menos vida inteligente”. Partiendo de lo anterior llegan
a la conclusión de que nuestro universo fue el único que logro formarse, y por ende el único donde
pudo emerger la vida.

EL MILAGRO APARENTE: La tierra es casi circular debido a su excentricidad (tan solo un 2


por 100), esto es algo totalmente fortuito y lo que sin duda facilita que se haya dado la vida. Así, los
factores climáticos, dependientes de la rotación respecto al plano de la órbita de la tierra al rededor
del sol, son propicios para los seres vivos. Estos factores, no se presentan en ningún otro planeta
debido a las constantes variaciones que se dan en la temperatura. Otro factor determinante, es que
la masa de nuestro sol es ideal y se encuentra a la distancia perfecta. Por otra parte, así como
nuestro planeta, hay millones más que presentan las mismas condiciones en relación con un sol. De
este modo es posible que muchos de ellos alberguen vida, y posean ambientes que satisfacen las
condiciones necesarias para que se dé su existencia. Bajo esta perspectiva se puede hablar del
siguiente principio científico: “nuestra mera existencia impone reglas que determinan desde dónde y
en qué tiempo podemos observar el universo. Es decir, el hecho de que existamos restringe las
características del tipo de entorno en que nos podemos hallar. Esto es denominado, principio
antrópico.

Más adelante proponen que el carbono es el elemento esencial del cual partió la vida, al ser la base
de la química orgánica. Pero aun así, se debe buscar una forma por medio de la cual el carbono llego
hasta nosotros. En ese momento argumentan que “El carbono se forma en el interior de las estrellas
a partir de colisiones de tres núcleos de helio (proceso de triple alfa), algo improbable si no fuera por
una propiedad especial de las leyes de la física”. Sin embargo, este, solo es liberado con una
explosión, denominada súper nova, mediante la cual el carbono se distribuye a través de las galaxias
para facilitar un posible origen de la vida.

EL GRAN DISEÑO: Aun después de todo lo expuesto en el libro, siguen abiertos muchos
interrogantes sobre las grandes cuestiones del universo. En esta medida, debe buscarse una teoría
actual, que en la mejor forma posible de respuesta a estos interrogantes. Para ello John Conway en
1970 elabora un sistema denominado juego de la vida, para hacer referencia a “un conjunto de leyes
que rigen un universo bidimensional. Es un universo determinista: una vez se empieza con una cierta
configuración de partida o configuración inicial, las leyes determinan qué ocurrirá en el futuro”. Por
medio de este experimento, lo que Conway quiso probar fue “que incluso un conjunto simple de
leyes puede producir características complejas análogas a las de la vida inteligente”. Así, una ley
como la de la gravedad en la tierra, es lo que permite que se den condiciones necesarias para la
aparición de la vida.

Tomando todo este tipo de posiciones, Stephen Hawking y Leonard Mlodinow concluyen que “La
creación espontánea es la razón por la cual existe el universo. No hace falta invocar a Dios para
encender las ecuaciones y poner el universo en marcha. Por eso hay algo en lugar de nada, por eso
existimos. ¿Por qué las leyes de nuestro universo son tal como las hemos descrito? La teoría última
del universo debe ser consistente y debe predecir resultados finitos para las magnitudes
mensurables”. A esto añaden que “La teoría M es la teoría supersimétrica más general de la
gravedad. Por esas razones, es la única candidata a teoría completa del universo”. Finalmente
aseguran que “El hecho de que nosotros, los humanos —que somos, a nuestra vez, meros conjuntos
de partículas fundamentales de la naturaleza—, hayamos sido capaces de aproximarnos tanto a una
comprensión de las leyes que nos rigen a nosotros y al universo es un gran triunfo. Pero quizá el
verdadero milagro es que consideraciones lógicas abstractas conduzcan a una teoría única que
predice y describe un vasto universo lleno de la sorprendente variedad que observamos. Si la teoría
es confirmada por la observación, será la culminación de una búsqueda que se remonta a más de
tres mil años. Habremos hallado el Gran Diseño”.

REFLEXION SOBRE LOS LIBROS Y LO VISTO EN CLASE

Para hablar de las cosmologías de Jean Guitton y Stephen Hawking, es necesario tener en cuenta
algunos conceptos planteados en la clase, con los cuales se pueda esclarecer la forma en la que en el
trascurso de las últimas décadas, el hombre se ha acercado a la investigación sobre las cuestiones
más inquietantes acerca del universo.

En este sentido, debe resaltarse el gran avance que han tenido las ciencias cuando se pretende dar
cuenta sobre dichas incógnitas. Desde esta perspectiva, la física juega un papel indispensable, y es a
través de ella en gran parte, que se han construido todas las teorías de las cuales se ha valido el
hombre para dar respuestas razonables, coherentes e incluso precisas, sobre aquellas realidades que
antes solo podían ser representadas por medio de la fantasía.

Un primer ámbito importante para la física es la observabilidad y definición operativa. Desde ella, se
han construido un sin número de teorías de vital importancia para la comprensión de distintos
fenómenos expresados en la realidad. Dos de ellas son la teoría de la relatividad de Einstein y la
mecánica cuántica de Heisenberg. La pretensión de estas teorías es destruir cualquier tipo de
antinomias que se tengan sobre la realidad mediante “operaciones físicas posibles (al menos ideales),
o sea no prohibidas por alguna ley lógica o física” que den respuestas claras, aunque no definitivas
sobre todo lo tangible.

En nuestro acontecer, el desarrollo de las ciencias es algo imparable. Ellas, han aplicado de una
manera perfecta “los principios de la matemática a la realidad física (mecánica racional,
termodinámica, etc.)” y con ello han formulado teorías sorprendentes que logran dar explicación a
muchas realidades. Sin embargo no se constituyen como “certezas absolutas de carácter definitivo e
irreformable, su certeza es siempre relativa, limitada y abierta a complementos y correcciones
incluso radicales”.

Un ejemplo de lo anterior, son los quarks, de los cuales no se tiene ninguna dimensión física, pues
nunca han sido observados bajo ningún tipo de experimentos. Aun así, partiendo de la pura
abstracción matemática, la teoría establecida basada en ellos, funciona perfectamente en la realidad.

El big bang por su parte, constituye la teoría más firme que hasta el momento relata el origen del
universo. Como toda teoría se basa en probabilidades, pero aun así, es casi seguro que lo que en ella
se describe es lo que realmente ocurrió. Según Hawking, es la teoría que universalmente ofrece más
garantías sobre el origen del universo (esta teoría hace referencia a lo que él denomina realismo
dependiente de modelo). Desde ella, expone que no es necesario para la humanidad establecer que
sucedió antes de que existiera la gran explosión cósmica, y por tanto que no tiene sentido hablar de
un dios como el artífice de todo lo conocido, cuando simplemente podemos remitirnos al Big bang
como punto de inflexión definitivo para explicar todo lo que necesitamos saber.
Guitton, también confía que la teoría del big bang es la que mejor describe el origen del universo. Sin
embargo en contrariedad al pensamiento del físico Británico, expone que para que se pusiese
efectuar la explosión cósmica, era necesaria la presencia de una inteligencia cósmica
inconmensurable, capaz de dar orden a todos los procesos que a partir de ese momento hicieron
posible todo lo que se conoce.

Estas dos posiciones, aunque contradictorias, ofrecen respuestas válidas para cada uno de sus
partidarios. Dar la razón a uno de los dos, depende simplemente de las convicciones personales que
cada quien tenga sobre lo expuesto.

Desde mi perspectiva, considero que lo presentado por el autor Francés en el libro “Dios y la ciencia”,
es algo sorprendente, pues logra destacar sin fundamentalismos religiosos, la creación del universo a
través de un ser omnipotente.

Además, en el transcurso de la discusión, ofrece los argumentos necesarios para dar razón de que no
es descabellado dar a Dios el puesto de creador. En el capítulo trece, tocado en clase, se exponen
suficientes causas que nos indican que todo tiende hacia una finalidad, que en vez de caos y azar,
todo tiende hacia una armonía y orden.

Guitton, en el transcurso de su libro, da razones que nos llevan a pensar que realmente todo ha sido
mediado desde un inicio por una finalidad, un propósito. Prueba de ello es que si una sola constante
cosmológica hubiese variado mínimamente en el transcurso de la expansión cósmica, el universo
habría colisionado y con ello toda posibilidad de vida futura. Desde esta perspectiva según Guitton
“se debe asumir la idea de que, en todos los casos, con valores diferentes del «milagro matemático»
sobre el que descansa nuestra realidad, el universo habría presentado los caracteres del caos
absoluto”. A esto se le puede sumar el pensamiento de Igor Bogdanov cuando expone que “la
probabilidad matemática de que el universo haya sido engendrado por azar es prácticamente nula”.

Por este tipo de razones, es que prefiero quedarme con el modelo cosmológico de Jean Guitton, pues
para mí, tampoco es concebible un universo que haya tenido origen por generación espontánea.
Todo debe tener un origen, y aunque hoy todavía nos parece indescifrable, creer que fue posible por
la intervención de un ser supremo, es algo que me llena de entusiasmo. Sin embargo deben
rechazarse las posiciones fundamentalistas que a ojos cerrados desprecian el conocimiento científico
y exponen que todo ha sido producto de la creación divina. Contrariamente, creo que es necesario
como lo hizo Guitton, valerse de la ciencia para dar razón de la existencia necesaria de un ser
inteligente para que el universo y todo lo que conocemos, tenga el equilibrio y perfección que lo
caracterizan.

BIBLIOGRAFIA

 Libro virtual: Jean Guitton, Igor Bogdanov y Gkichka Bugdanov. Dios y la Ciencia. Emecè
editoriales. Pgs 133. Tomado de: http://survivalafterdeath.blogspot.com/2014/04/libro-dios-y-la-
ciencia-jean-guitton.html

 Libro virtual: Stephen Hawking y Leonard Mlodinow. El gran diseño. Pgs 136. Tomado de:
http://www.librosmaravillosos.com/elgrandiseno/pdf/El%20gran%20diseno%20-%20S
%20Hawking%20y%20L%20Mlodinow.pdf

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