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Teoría de la demanda del consumidor

Explica que el consumo óptimo se logra cuando el consumidor elige una canasta o
una combinación de bienes y servicios que maximiza su utilidad o bienestar dado
un ingreso o restricción presupuestada.

¿QUE ES UTILIDAD?

La idea fundamental es que el consumidor tiende a elegir los bienes y servicios que
más valora. De ahí el siguiente concepto:
Es el término que se utiliza a la valoración que los individuos hacen de los bienes
Ejemplo: después de hacer ejercicio me produce sed, por consiguiente me dirijo a
comprar una Coca-Cola de 3L e ingiero 5 vasos. En ese instante es utilidad total ya
que satisfago mi necesidad.
La utilidad marginal viene después de haberme quitado la sed. La demanda de
Coca-Cola disminuye considerablemente y poco a poco iré consumiendo el refresco
en lo que resta del día.

UTILIDAD MARGINAL

Es la utilidad que un consumidor le otorga a un bien consumido. Para un


determinado consumidor, el utilizar un bien o un servicio, le genera cierta utilidad, la
cual depende de las perspectivas de cada consumidor, lo que la hace subjetiva.

Se llama marginal porque, se supone que entre más unidades haya de un producto
menor es la utilidad que le otorga, y entre menos unidades disponibles hayan, mayor
es la utilidad otorgada por el consumidor.
Ejemplo: Vemos el caso del agua en los países tropicales es de bajo precio en
cambio en el medio oriente que es una zona en donde existe gran escasez, el precio
del agua es más elevado, y vemos que se trata del mismo bien, pero valorado de
diferente forma por los consumidores según la disponibilidad de este recurso. La
gasolina en Venezuela es barata, en Colombia es costosa.
EQUILIBRIO DEL CONSUMIDOR

El consumidor se halla en equilibrio cuando consigue repartir su presupuesto de


gastos entre los diferentes bienes de consumo de tal modo que su utilidad o
satisfacción sea máxima.

CURVAS DE INDIFERENCIA

Consideremos algunas de las diferentes cestas de bienes que un individuo podría


escoger entre dos bienes Z y W, de tal modo que cualquiera de ellas le
proporcionase el mismo nivel de utilidad.
Si unimos todos los puntos, obtendremos la curva de indiferencia, que como su
nombre indica reflejaría las diferentes combinaciones de bienes que garantiza un
mismo nivel de utilidad, de tal modo que el consumidor le sería indiferente elegir
cualquiera de las mismas.
CARACTERISTICAS

 Decrecientes
 Toma de Decisiones
 Mantener el nivel de utilidad constante
TASA MARGINAL

En economía, se conoce como tasa marginal de sustitución, a la cantidad de bienes


o servicios que un individuo está dispuesto a cambiar por otra, sin que por esta
pierda su nivel de utilidad o satisfacción.

La teoría del consumidor es una rama de la microeconomía, que estudia el


comportamiento de un agente económico en su carácter
de consumidor de bienes y de servicios encaminada a la obtención de la curva de
demanda del consumidor para los distintos bienes, llegando al concepto de utilidad
marginal. Esta teoría relaciona las preferencias, las curvas de indiferencia y
las restricciones presupuestarias a las curvas de demanda del consumidor.

TEORÍA NEOCLÁSICA DEL CONSUMIDOR


Es la teoría más comúnmente recogida en los manuales de microeconomía. Y entre
los supuestos más fuertes están:
1. Las preferencias del consumidor pueden modelizarse como una función de
utilidad U convexa y al menos dos veces diferenciable.
2. Las funciones de utilidad no varían en el proceso de consumo, esto tiene el
efecto de que el consumidor se comporta igual que si antes de consumir nada
decidiera como distribuir la renta disponible (en lugar de ajustar
adaptativamente el consumo a medida que gasta la renta disponible).
De acuerdo con estos supuestos, dado un nivel de precios un consumidor
perfectamente racional consumirá cantidades de cada bien de tal manera que la
utilidad total sea la máxima posible compatible con la renta disponible.

TEORÍA POSKEYNESIANA DEL CONSUMIDOR


La teoría del consumidor poskeynesiana difiere abruptamente de la anterior al
admitir que las preferencias tienen una estructura lexicográfica incompatible con la
existencia de una función de utilidad escalar. Así el consumidor dividiría los bienes
entre categorías y preasignaría una parte de la renta a cada categoría distribuyendo
entre los bienes de cada categoría posteriormente el presupuesto. Existe una cierta
evidencia empírica de que los consumidores gastan su dinero de esta manera. Las
ideas básicas proceden de Nicholas Georgescu-Roegen y Herbert Simon de la
escuela behaviorista. Los principios básicos son:
1. Racionalidad procedimiental (Herbert Simon). El consumidor se regiría por
reglas o hábitos no compensadores.
2. Saciedad (Georgescu-Roegen). Más allá de un umbral finito la necesidad
queda satisfecha y consumir más unidades no aumenta la satisfacción o
"utilidad".
3. Separación (Lancaster). El consumidor divide los bienes y necesidades en
diversas categorías, débilmente relacionadas (medidas a partir de
las elasticidades-precio cruzadas).
4. Subordinación (Georgescu-Roegen). Las necesidades están jerarquizadas
y subordinadas unas a otras.
5. Crecimiento (Georgescu-Roegen, Pasinetti). El tiempo y el aumento de
ingresos permiten pasar de una necesidad a otra de forma escalonada.
6. Dependencia (J. K. Galbraith). Las necesidades están influidas por la
publicidad, las modas, la cultura y los amigos.
7. Herencia (Georgescu-Roegen). Las elecciones de hoy están condicionadas
por las elecciones de ayer. De acuerdo con esto a medida que mejora o
empeora la renta de un consumidor las variaciones de las cantidades
consumidas serán dependientes de las del pasado más que decisiones
optimizadoras.

Racionalidad Procedimental
Se ha comprobado empíricamente que la gran mayoría de decisiones de los
consumidores son espontáneas y se basan en rutinas o procedimientos que no
atiende a más de uno o dos criterios. Los consumidores no examinan
sistemáticamente todas las opciones posibles, salvo para ciertos bienes. Los
procedimientos dependen mucho más de la costumbre previa que del análisis
racional de todas las posibilidades. Ese medio para decidir, llamado racionalidad
procedimental, proporciona un medio rápido y sencillo de tomar decisiones, un
procedimiento de optimización riguroso entre todas las posibilidades podría ser
inadecuado. Por tanto, podemos decir, que un consumidor con información limitada
y conocimientos limitados está siendo racional al escoger métodos procedimentales
de elección, pero este tipo de racionalidad no es la racionalidad optimizadora que
presupone la teoría neoclásica.
Saciedad o Saturación
Más allá de cierto umbral finito consumido, una necesidad queda satisfecha y
consumir más unidades asociadas a esa necesidad no aporta ninguna satisfacción
adicional. Eso implica matemáticamente que a partir de cierto valor finito de la
cantidad consumida la derivada de la utilidad marginal se anula idénticamente. Las
consecuencias de este principio han sido analizadas por Georgescu-Roegen.
Separación
De acuerdo con este principio introducido por Lancaster, el consumidor subdivide
sus elecciones y necesidades en diversas categorías, débilmente relacionadas unas
con otras. Eso implica que los cambios en los índices de precios de un tipo de
productos asociados a determinadas necesidades, no afecta prácticamente a las
cantidades consumidas de otras categorías, ya que las categorías son básicamente
independientes. Así difícilmente una cantidad insuficiente de alimento puede ser
compensada por una mayor cantidad de oferta cultural, dado que probablemente el
alimento y el deseo de ocio pertenecen a categorías diferentes de deseos y
necesidades.
Este principio postkeynesiano contrasta con las hipótesis típicas de la teoría
neoclásica donde cualquier disminuición en la cantidad proveída para una
necesidad puede ser compensada por una cantidad superior de otro producto.
Subordinación
Las necesidades son a menudo jerarquizadas, subordinadas unas a otras. Este
principio se asocia a menudo a la pirámide de necesidades de Abraham Maslow.
Según el principio de subordinación la distribución del presupuesto no consiste en
maximizar una utilidad entre bienes disponibles, sino que los bienes situados en un
nivel jerárquico no son consumidos a menos que estén mínimamente satisfechas
las necesidades de bienes de los niveles jerárquicos inferiores. Esto puede implicar
en algunos casos que orden de preferencias de combinaciones de bienes siga
un orden lexicográfico. Si eso sucede entonces la función de utilidad asociada a
la utilidad marginal tiene que estar representada por un vector cada una de cuyas
componentes estaría asociada a un determinado nivel jerárquico de necesidades.

Crecimiento
Este principio tratado por Georgescu-Roegen y Pasinetti establece, que el tiempo y
el crecimiento de la renta disponible para un consumidor hacen que sus preferencias
evolucionen escalonadamente y el acceder a niveles de renta superiores hace que
se consideren necesidades que previamente no habían sido consideradas.
Dependencia
El principio de dependencia es el reconocimiento de que los gustos dependen de la
publicidad, las modas, el grupo social al que pertenece el agente económico, y no
simplemente de unos gustos autónomos objetivos. Este principio fue señalado
inicialmente por John Kenneth Galbraith.

Herencia
El principio de herencia establece que las preferencias actuales de un consumidor
dependen de su historia pasada de consumo. Es decir, las elecciones de hoy están
condicionadas por las elecciones de ayer. Esto hace que la dinámica de consumo
a lo largo del tiempo, no depende de maximizar una función de utilidad objetiva e
inmutable, sino que nuestra historia de elecciones pasadas puede ser lo más
determinante en la configuración de nuestros gustos actuales. Esto hace que las
preferencias de los agentes económicos sean altamente dependientes de su
historia vital.

CURVAS DE INDIFERENCIAS
En microeconomía las curvas de indiferencia o de "preferencia" se definen como
los conjuntos de puntos en el espacio de combinaciones de bienes para los que la
satisfacción del consumidor es idéntica, es decir que para todos los puntos
pertenecientes a una misma curva, el consumidor no tiene preferencia por la
combinación representada por uno sobre la combinación representada por otro. La
satisfacción del consumidor se caracteriza mediante la función de utilidad en la que
las variables son las cantidades de cada bien representadas por el valor sobre cada
eje.
Las preferencias del consumidor le permiten elegir entre diferentes canastas de
consumo. Si se le ofrecen a un consumidor dos canastas diferentes, elegirá la que
mejor satisface sus gustos. Si las dos satisfacen sus gustos de igual manera, se
dice que el consumidor es indiferente entre las dos canastas.

Deducción de las curvas de indiferencia. En primer lugar comprobamos que la


utilidad marginal es decreciente respecto a las dos variables (requisito para que las
curvas sean convexas y exista equilibrio). A continuación creamos una
representación de la función en la que Z sea la utilidad. Finalmente proyectamos las
curvas de nivel en el plano XY.
Existen discrepancias entre autores sobre si
la continuidad, derivabilidad y convexidad de dichas curvas están garantizadas y
ello tiene fuertes implicaciones en la discusión de la existencia o no de puntos de
equilibrio. Desde un punto de vista matemático la discusión implica el axioma de
elección.
La representación gráfica más habitual presenta dos bienes alternativos (X e Y en
la figura 1) entre los que el consumidor puede elegir, que se muestran en abcisa y
ordenadas respectivamente. Los puntos de cada curva representan así las
combinaciones de bienes X e Y que proporcionan la misma utilidad al consumidor.
Propiedades de las curvas de indiferencia
 Cada curva de indiferencia es decreciente. Esto es así porque, como los dos
bienes considerados son deseados por el consumidor, si la cantidad poseída
de uno de ellos aumenta, la única forma de mantener constante el nivel de
satisfacción será disminuir la cantidad poseída del otro.
 Dos curvas cualesquiera de indiferencia no pueden nunca cortarse, es decir
tener un punto común. Representado en ella dos curvas de indiferencia cada
una de ellas correspondiente a un nivel distinto de utilidad (U0 y U1).
Supongamos que ambas curvas se cortan en el punto D. Este punto, por
pertenecer a la curva de indiferencia U0 reportará la misma satisfacción que
el punto D´, pero también la misma que el punto D´´ por pertenecer, también,
a la curva de indiferencia de nivel U1. Pero esto es contradictorio porque la
combinación representada por el punto D´ necesariamente ha de reportar
mayor satisfacción al consumidor que la D´´ porque teniendo ambas la misma
cantidad del bien X (OA), la representada por D´ tiene mayor cantidad del
bien Y que la D´´. En consecuencia, la contradicción se debe al cruce de las
dos curvas, que no es posible.
 Cada curva de indiferencia representa un mayor nivel de utilidad o
satisfacción cuanto más alejada se encuentre del origen.
 Las curvas de indiferencia son convexas respecto al origen de coordenadas.
Esto indica simplemente que a medida que va disminuyendo la cantidad
poseída de un bien el consumidor lo valora más en términos del otro y por
tanto, exige mayores cantidades para resarcir disminuciones adicionales del
bien que se va haciendo más escaso.
 Por último, es claro que por cada punto del cuadrante positivo X1 X2 pasa
una y solo una curva de indiferencia y en consecuencia, todo el cuadrante
positivo puede cubrirse con una familia de curvas de indiferencia. Como en
el cuadrante positivo representa todas las posibles combinaciones de los
bienes X1 y X2 que el consumidor puede poseer, es claro que la función (1)
representa la totalidad de las preferencias del individuo porque valora
cualquier posible combinación accesible de bienes.

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