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Apologia
Apologia
Sede - SULLANA
SECCIÓN: “C”
Nº DE ORDEN: 39
2016
APOLOGIA DE SOCRATES
INTRODUCCION
Existieron muchos filósofos que nos brindaron aportes en varios aspectos como lo es la apología
de Sócrates, cuyo aporte a la educación fue muy importante sobre todo porque este personaje
brindo su vida defendiendo la verdad y la injusticia que ejercían los sofistas de esa época.
Poco se sabe con certeza de la vida de Sócrates:
Que nació en el 470 a.de C. en el demos de Alópeca, un pueblo de Ática muy próximo a Atenas;
que era hijo de Sofronisco, un artesano medio, picapedrero, considerado como escultor por
algunos autores, y Fenáretes, una partera o comadrona; que se casó con Xantipa y tuvo tres
hijos; que participó como soldado de infantería en las batallas de Potidea, Delio y Anfípolis; que
murió condenado por el Tribunal Popular de Atenas a tomar la cicuta por incumplir, según sus
acusadores, las leyes o normas establecidas; y que desempeñó un importante papel en la
sociedad de su tiempo.
DESARROLLO
En la “Apología de Sócrates” Platón escribe la manera en la que Sócrates se defendió
desmintiendo con fundamentos y pruebas las acusaciones de las que lo culpaban Melito, Licón y
Anito. Melito lo hacia en representación de los poetas, Licón en representación de los oradores
y Anito por los políticos y artistas; cada cual representando a un sector de la sociedad. Ellos
consideraban a Sócrates peligroso para la sociedad ateniense porque él era un hombre que
pensaba y que se cuestionaba. La apología muy interesante puesto que es una reflexión acerca
de muchos temas en los que Sócrates estaba interesado, además de que lo hacía y lo decía para
defenderse; lleva varias fases y habla de temas diversos de los cuales se le acusaba; todos estos
temas los abordó de manera muy inteligente; puesto que su objetivo principal era persuadir a los
jueces a que le dieran votos a favor y lo absolvieran. Al inicio aborda las primeras acusaciones,
posteriormente hace un auto-análisis de la actitud que tomó durante toda su vida y explicó por
qué era él así; Sócrates se condenó a sí mismo a la multa por obedecer a la ley aunque después
los jueces al dar el veredicto lo acusaron como culpable (sólo por 6 votos), y así termina la
apología dónde Sócrates hace una reflexión acerca de la muerte y de cómo no tenía miedo de
morir, y así lo hizo por defender sus principios e ideas, por lo mismo es que después de morir,
es como si Sócrates se hubiera convertido en héroe griego de la época, por la valentía con la que
murió, la sabiduría que mostró al morir siendo un hombre justo, y que lo hizo por defender sus
principios.
Ahora se verán algunos de los temas principales que abordó Sócrates durante su defensa.
III
Veamos que dicen mis acusadores. Porque hay que poner en regla su acusación y leerla como si
estuviere escrita y como si se hubiese prestado el juramento.
IV
No hay nada de verdad en estos rumores y si habéis oído decir que me meto a enseñar y que
exijo salario, esa es otra falsedad.
V
La reputación que he adquirido viene, en efecto, de cierta sabiduría que hay en mí. ¿Qué clase
de sabiduría? tal vez no sea sino puramente humana; y corro gran peligro de no ser sabio sino
de esta sabiduría, mientras que la de los sabios que digo es mucho más que humana.
VI
Me fui a casa de uno de nuestros conciudadanos que pasa por sabio, a espera de que allí podría
convencer la falsedad al oráculo y decirle.
Tú has declarado que soy el más sabio de los hombres y sin embargo este lo es más que yo.
Encontré que pasaba por sabio a los ojos de casi todos los hombres, sobre todo los suyos y no lo
era. Después de separarme de él, razone dentro de mí de esta manera: Yo soymás sabio que este
hombre.
VII
Reconocí, pues que no es la razón lo que dirige al poeta, sino una inspiración natural, un
entusiasmo semejante al que transporta a los adivinos y a los que predicen lo porvenir; todos
ellos dicen cosas muy bellas, pero no comprenden nada de lo que dicen.
VIII
Los grandes artistas pecaban por donde pecaban los poetas. Hechaban a perder todo lo que
sabían con todo lo que creían saber. Y me respondí a mí mismo y al oráculo que es preferible
ser tal como soy.
X
Todos aquellos que van por ahí diciendo que Sócrates es un malvado, un infame, que corrompe
a los jóvenes. Y cuando alguno pregunta que hace, que dice, que enseña, ellos lo ignoran.
XI
Melito dice que soy culpable de corromper a los jóvenes; y yo, atenienses, digo que melito falta
a la justicia y juega con cosas serias, citando con mala intensión a los ciudadanos ante los
tribunales y haciendo como que se interesa y toma cuidado de cosas que jamás le importaron lo
más mínimo.
Pero bastante has probado, melito, que la educación de la juventud es lo que menos te interesa y
bien a las claras revelas tu negligencia en esto. Si, bien muestras que nunca te has cuidado de
aquello por lo que me delatas.
No necesito, en verdad, de larga apología para probaros atenienses, que no soy culpable en
ninguna manera del crimen de que me acusa melito.
Lo que me perderá, si sucumbo, no es melito ni Anito, no, sino la calumnia y la envidia.
Porque temer la muerte no es otra cosa que tenerse por sabio no siéndolo, dado que es creer que
se sabe lo que no se sabe.
No levantéis rumores contra mí, atenienses; concededme lo que os pedía, paciencia que más
ganareis teniéndola. Tal vez lograran que se me condene a muerte, o al extramiento o a la
pérdida de mis derechos de ciudadano, penas que melito y otros consideran como grandes
males, pero no yo. Está haciendo ahora: intentar que se le mate injustamente a un hombre.
Si hubiera sacado algún provecho personal de mis exhortaciones; o cobrado algún salario mi
conducta podría explicarse pero ya lo habéis visto.
Yo no he sido jamás maestro de nadie; más si alguien joven o no joven, deseo oírme y ver de
qué manera cumplo la misión que me ha sido confiada, nunca se lo negué. Yo no hablo cuando
me pagan y me callo cuando no me pagan, sino que, pobre o rico, quienquiera puede
cuestionarme o, si le parece mejor, responder a mis preguntas y escuchar lo que digo.
Más otras reflexiones nos llevan a lo mismo, a darnos una gran esperanza de que la muerte sea
un bien. Una de dos; o la muerte es la extinción absoluta del ser…. De la sensación o como
dicen es una mudanza y un tránsito de aquí a otro mundo.
Oh mis jueces esperad pues, en la muerte llenos de confianza y no penséis sino en una verdad,
la de que no haya mal ninguno para el hombre de bien, ni en esta vida ni luego de morir, y
nunca los dioses le abandonan.
Bibliografía/Webgrafía
Gómez Robledo, Antonio, Platón, los 6 grandes temas. Ed. Fondo de Cultura
Económica, México 1982
https://internacionalistanarvaez.wordpress.com
https://internacionalistanarvaez.wordpress.com/2013/05/.../analisis-apologia-de-socrat...
https://es.wikipedia.org/wiki/Apología_de_Sócrates