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Instituto Superior del Profesorado

“Dr. Joaquín V. González”

UNIDAD I

Trabajo Práctico Nº 1

“El mundo rural y la burguesía comercial en Buenos Aires en el siglo XVIII”.

FECHA DE ENTREGA: 21 de junio 2019

Historia Argentina y Americana II


2º “C”

Titular de la cátedra
Susana Cunha

Adscripto:

Oscar Fernando González

Ayudantes:

Ana Valeria Gomez

Aarón Nicolás Álvarez

Alumno: Luciana Yamile Fernández

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Consignas:
Trabajo: grupal/individual
Máximo de carillas: 6 (sin contar carátula, consignas ni bibliografía)

 Hacer una reseña sobre el mundo rural y la burguesía comercial de Buenos Aires en

el siglo XVIII a partir de los textos de Carlos Mayo y Susan Socolow.

 Luego de la lectura de los textos, estructurar el trabajo con Introducción, Desarrollo

y Conclusión.

 Armar el trabajo con sus propias palabras, demostrando la apropiación de los

textos analizados. No realizar una copiar el textual.

 Tener en cuenta las pautas para entregar Trabajos Prácticos. No se recibirán los

trabajos que no cuenten con las citas a pie de página correspondientes.

 Tanto el fondo como la forma se evalúan en el trabajo.

Guía de Lectura

1. ¿Qué documentación utiliza y privilegia Carlos Mayo?, comparar con la utilizada por Susan

Socolow.

2. ¿Cómo evolucionó el estudio del mundo rural en el Río de La Plata?

3. ¿Cómo caracteriza el autor a las estancias laicas del periodo que analiza? Tener en cuenta:

ganado, mano de obra, instalaciones e inversiones necesarias

4. ¿Bajo qué formas se presentaba la mano de obra en las estancias? Explique las diferencias.

5. ¿Quién era el capataz y qué tareas realizaba dentro de la estancia?

6. ¿Coacción extraeconómica o mercado en formación? Explique cómo se intentó palear la

escasez de mano de obra y cómo ello modificó la condición económica y social del peón.

7. ¿Quiénes eran los gauderios?

8. ¿Qué rol cumplían las mujeres dentro de estancia?

9. Negros, ¿libres o esclavos? ¿Cuál fue su situación social dentro de la campaña?

10. Explicar las características del comercio de Buenos Aires antes y después de las Reformas

comerciales.

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11. Describir cómo era la clase comerciante en cuanto a: origen social y regional, estratificación

interna, movilidad social.

12. ¿Qué tipos de negocios emprendió la clase comerciante porteña? Tener en cuenta:

mercaderías, circuitos comerciales, formas de la empresa mercantil, inversiones y gastos,

relaciones con otras actividades económicas, factores de inestabilidad en los negocios.

13. ¿Cómo eran las pautas de la forma de vida de los comerciantes: residenciales, familiares,

sociabilidad? ¿Cuáles considera más importantes y por qué?

14. ¿Qué rol político tuvieron los comerciantes porteños durante la colonia y con la revolución:

centros de poder, relación con las autoridades, posiciones respecto del sistema comercial?

BIBLIOGRAFÍA:
 MAYO, Carlos. “Estancia y sociedad en la pampa, 1740-1820” , editorial Biblos. Buenos Aires,
1994.
SOCOLOW, Susan. “Los Mercaderes Del Buenos Aires Virreinal: Familia Y Comercio”. Buenos Aires,
Ediciones de La Flor, 1991. Capítulos I, III, IV y VI.

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El texto de Mayo explica y trata de que entendamos que ciudad y campo, lejos de
excluirse como siempre ocurrió a lo largo de la narración de la historia nacional, lejos de
ser incompatibles y mantener una relación de competitividad, llevaban una existencia
simbiótica. La ciudad era el puerto por donde la producción ganadera buscaba fugarse
hacia los mercados externos y era la sede del aparato comercializador que dominaba a los
productores rurales.
La Buenos Aires virreinal ha sido muy estudiada aunque sus campañas fueron muy
mal conocidas porque siempre se entendió a la campaña bonaerense como la principal
zona ganadera del litoral, aquella no era la región que daría prosperidad y el rol
protagónico que llegará a tener en el siglo xix, en realidad La pampa era un rincón más
discreto y pobretón.
En la década de los años 70 y 80 el estudio sobre la historia rural rioplatense del
periodo colonial cambio radicalmente que invirtió la imagen tradicional de la llanura
prerrevolucionaria dominada por el latifundio.
Para realizar este trabajo Mayo analizó documentos de la estancia Las vacas,
ubicada en la Banda Oriental porque aportaba una riqueza en información con aspectos
centrales de la temática que aborda el trabajo y, además, aquella información no
contradecía la información que se recaudó sobre la zona del Rio de la Plata. El autor suma
aportes de muchos otros investigadores como: Ricardo Savatore, Eduardo Saguier,
Samuel Amaral, Juan Carlos Garavaglia, etc. 1 Además basó su análisis en censos, juicios
a vagabundos, padrones detallados.
La planicie parecía sin límites, manadas de venado que cruzaban nerviosamente la
llanura, vizcachas y mulitas, pavos salvajes zarzetas, teros, tortugas y comadrejas. Era una
pampa mucho menos domesticada que la de hoy, más salvaje, una pampa donde se
cimarroneaban los caballos que recorrían en manadas la planicie.
Las dimensiones de las unidades productivas eran muy variables. El ganado era la
principal inversión en la mayoría de los establecimientos, dentro de este grupo se
encuentra el ganado vacuno que era omnipresente en casi todas las estancias, el lugar
que estaba distribuido por todas las regiones y miraba a la estancia a tres mercados: con el

1
MAYO, Carlos. “Estancia y sociedad en la pampa, 1740-1820”, editorial Biblos. Buenos Aires,
1994, p.21-23.

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alto Perú, con Buenos Aires y con el mercado externo (explicar en cita). Los caballos y
yeguas también se encuentran en varias tierras y eran de gran utilidad. Y por último el
ovino estaba presente.
Esto nos lleva a entender que la estancia colonial no sólo era vacas y tierra, sino
que había una diversificación del stock ganadero.
En cuanto a las edificaciones en las tierras, eran modestas, nada pretenciosa y de
poco valor monetario. Consistían en un un rancho pobretón, probablemente un galpón
para los cueros o la probada, un corral o dos, acaso un poco de balde y un horno de barro,
he aquí la precaria y sencilla infraestructura de la estancia colonial pampeana(cita).
El equipamiento de la estancia también era rústico y elemental, con esto se quiere
decir que se tenía lo básico y más necesario: la carreta y el herraje era infaltable.
Se invertía de forma modesta y era común invertir en propiedades urbanas para
obtener el ingreso de la renta.
Los estancieros coloniales como grupo social todavía es irrelevante, era un sector
bastante heterogéneo y entre ellos se diferenciaban por el control de los medios de
producción. La vida que llevaban era dentro de todo austera porque respondía a los
ingresos de sus propiedades. Algunos desempeñaban, también, una función pública
siendo alcaldes ejerciendo la justicia rural y representando al cabildo. Existían algunos
comerciantes-estancieros pero fueron una minoría, porque como explica en su trabajo
Socolow, el capital comercial era reacio a invertir en el campo todavía.
Con respecto a los comerciantes, Socolow tiene un trabajo muy interesante en el
que aclara que los comerciantes de Buenos Aires eran la fuerza central en la economía de
la ciudad, se dedicaban al comercio y además eran prestamistas e inversores.
“Controlaban gran parte de la vida económica cotidiana de la colonia” 2.
La actividad comercial no nació de un día para el otro, ni es propia de esta época.
Socolow explica que en Buenos Aires, ya en el siglo XVII había un grupo de comerciantes
definidos y autorizados por la corona (como también las vías del contrabando y comercio
ilegal), sin embargo en 1744 se realizó un censo que demostró un gran aumento de
comerciantes que se dedicaban exclusivamente a esta actividad. Lo que se debe, en gran
parte, a la creación del virreinato y el libre comercio correspondientes a las Reformas
Borbónicas.

2
SOCOLOW, Susan. “Los Mercaderes Del Buenos Aires Virreinal: Familia Y Comercio”. Buenos Aires,
Ediciones de La Flor, 199,p. 71.

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Estos personajes interpretaban el papel de agentes locales de la política mercantil
española, buscaban exportaciones con demandas de los mercados españoles más
importantes como, Cádiz y Madrid, y también se los conocía por encargarse del
movimiento de las mercancías de una región a otra. Esto provocaba que, indirectamente,
mantuvieran toda la red de comunicación y transporte de la región.
Los comerciantes porteños se clasificaban en tres categorías: Mayoristas, minoristas
y proveedores de alimentos. Esta categorización se basaba en el poder económico, el
prestigio social, el área geográfica y los productos que trabajaban. La primera división era
la más importante junto a los comerciantes de ultramar o los que lograban combinarlo con
el mercado local. Se debe tener en cuenta que en esta época y en este rubro, los
contactos locales y, sobre todo, los extranjeros abrían muchos caminos y posibilidades.
Era muy importante que el comerciante pudiera crear una red de clientes locales y en el
exterior.
A su vez nos encontramos con una diferencia entre los comerciantes nativos de la
colonia y aquellos que habían nacido en España, ya que los criollos para entrar al comercio
debían pertenecer a un status socioeconómico más alto que los nacidos en España para
tener éxito, muchos se inclinaban por profundizar su vocación en otras áreas, tales como la
Iglesia, la ley y los militares

Había diferentes formas para alcanzar la legitimidad: primero debían tener cierto
grado de alfabetización, continuando su educación como aprendices, cuidando en mucho
casos de algún pariente, con tal de mejorar su posición social, también estaban los
empleados, que dedicaban su tiempo como cajeros antes de ser comerciantes. Otras
formas de reclutamiento para el grupo de comerciantes porteños era siendo capitán de
barco, ahorrando suficiente dinero, comerciantes peninsulares o por una firma mercantil
española. Se registraban ciertos grados de movilidad social, apellido, herencias, títulos,
pero lo más importante era la riqueza, teniendo más oportunidad con algún apellido
importante, aunque siendo un desconocido, con mucha proyección podías llegar a ser un
comerciante respetable.

Tal era el estrecho que se creaba con el exterior que la depresión en el comercio por
los conflictos con Europa produjo un alto nivel de inestabilidad e inseguridad económica.
Los pequeños comerciantes quedaron endeudados y si la guerra se prolongaba, también
afectaba a los más poderosos. Conflictos de ésta índole lograron polarizar la posición del
comerciante más rico, con respecto al más precario.

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La vida de la clase comercial iba desde la comodidad hasta la opulencia, los
comerciantes elegían invertir grandes sumas de dinero en propiedad personal, inversión
que no solía ser económicamente productiva. Sólo los esclavos, especialmente los que se
empleaban en el trabajo de talleres, las quintas o un jornal, se consideraban propiedad
productiva. La decisión de invertir los beneficios en bienes santuarios para consumo
personal, en lugar de volver a invertirlos en negocios, tierras urbanas o barcos, la tomaban
hombres más interesados en hacer dinero que en gastarlo

Era una actividad que solía transferirse de generación en generación y la casa era
su lugar de trabajo en el que participaba toda la familia e incluso trabajaban huérfanos.

Algunos comerciantes decidieron involucrarse en las actividades políticas. Los


nacidos en España aprobaban la política colonial y se declaraban súbditos leales a la
corona inglesa. En cambio, los nacidos en América, comerciantes en cuero y los menos
exitosos, criticaban al gobierno colonial porque querían expandir sus comercios hacia otros
países. Por esa razón apoyaban el movimiento para romper lazos con España 3. De esta
forma la declaración de la independencia era una forma de asegurarse el libre comercio.

Cabe destacar que la mayoría de los comerciantes no pretendía una independencia


total, solo en cuestiones económicas. Diferente a personajes como Francisco Antonio de
Escalada y Francisco Belgrano que pretendían la totalidad de la emancipación.

Continuando con las zonas rurales de la pampa. En estas estancias además de


estar el estanciero, existía un capataz. Era un cargo y sus tareas dependían del tamaño de
la unidad productiva y del grado de intervención que el estanciero de reservaba al manejo
de su explotación. Era el último eslabón en la cadena de mando y concretas los deseos del
patrón en hechos, así lo decía Mayo: “donde los mandatos recibidos se formaban en
acción”4.

En las estancias grandes los estancieros trabajaban vinculados a los mayordomos y


en las más pequeñas, sólo. Si la propiedad era muy grande podía haber más de un
capataz.
En grandes rasgos su función era cuidar la Hacienda y que los peones cumplan con
sus tareas, esto lograba el buen funcionamiento de la estancia. También tenía tareas más

3
Las políticas españolas implicaban impuestos muy elevados que sofocaban a los comerciantes.
4
MAYO, Carlos. “Estancia y sociedad en la pampa, 1740-1820”, editorial Biblos. Buenos Aires,
1994, p.87.

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específicas como el estaqueo de cueros, parar rodeos, hacer los cueros y controlar a los
caballos en las mañanas. Este rol era desempeñado por españoles, indios y los había
negros. Se han documentado capataces esclavos por su gran desempeño que lo
destacaba sobre el resto.
Estos capataces, peones, mayordomos y demás empleados eran la mano de obra
de las estancias. Una mano de obra que escaseaba y que tuvieron que tomarse medidas
legales para combatirlas.
La coacción legal fue el recurso al que el Estado colonial recurrió para combatir el
vagabundaje y la indisciplina laboral en esos momentos en los que la mano de obra era
escasa. De esta forma todos los indios y negros libres y desempleados, debían buscar
trabajo porque de lo contrario sufrirán arresto (aunque la cantidad de procesos por
vagancia fue mínima). A esta medida se le sumó la limitación del tiempo de ocio de los
peones para evitar los excesos.
Estas tenían como objetivo final y concreto el de aumentar la oferta de trabajo
obligando a los sectores marginales y bajos a entrar en el mercado laboral. Se entiende
por mercado de trabajo al mecanismo o ámbito que reunía a los vendedores y
compradores de energías humanas, destrezas y tiempos, a cambio de servicios humanos.
Se abonaron salarios que podían pagarse en dinero, especies o servicios.
Los peones tendían a permanecer poco tiempo en cada empleo ya que conocían
sobre las fluctuaciones de su demanda y las condiciones salariales que implicaban. Por lo
que podían entrar y salir del mercado de trabajo con relativa facilidad, esto llevo a muchos
estancieros que a través de diferentes mecanismos intentar retener al peón (inclusive el
endeudamiento salarial).
Los salarios que se pagaban le permitían al peón acceder a los vicios, yerba,
trabajo, vestimenta etc. Sumado a la comida y casa que se le ofrecía en la estancia.
Es importante señalar que los peones no eran una clase social definida en esa
sociedad rural. Los había de dos tipos: los que alquilaba su fuerza de trabajo para
complementar los ingresos de sus parcelas y aquellos pobres que no podían eludir el
mercado de trabajo para subsistir.
Además de los estancieros, peones y capataces hay otros personajes que integran
la sociedad rural colonial.
El esclavo negro jugó un papel importante en la estancia debido a que superaba en
número a los peones libres censados y su proporción crecía. Su existencia en las
haciendas era debido a su conveniencia económica, ya que el costo que pagaba el
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estanciero por el esclavo, a largo plazo era menor y de esa forma contrarrestaba los altos
costos laborales provocados por el empleo de trabajo asalariado. A pesar de esto, la mano
de obra de esclavos no reemplazó a los peones libres sino que fueron trabajos
complementarios. Las tareas que realizaba eran las estacionales, de riesgo, agrícolas y
sólo algunos lograban ser capataces.
Los gauchos eran los llamados el gauderio según fuentes más antiguas.
Socialmente se lo denominaba así a aquel cuatrero que había realizado del robo y el
faenamiento clandestino de ganado un estilo de vida, el vago. Pero en otras fuentes así se
lo llama al jornalero. Esta ambigüedad es un reflejo de la ambigüedad social porque “el
gaucho" surge de una economía y una sociedad que posibilitó la impresión: tierras y
ganados sin apropiar pero con un dueño, esto citaba a la sociedad de una fluidez inusual.
Las mujeres también desempeñaron un lugar más activo y dinámico en la economía
y en la sociedad de lo que se tenía creído. Siempre fue caracterizada en su rol pasivo
dentro de los límites del hogar. A lo largo de lo estudiado la mujer ha encajado en varios
roles dentro de la sociedad rural y no se la puede encasillar sólo en uno.
Existieron casos en los que las viudas tuvieron que ponerse al frente de sus
hogares, intereses y propiedades, y destacarse en el comercio, en el sector textil, en
actividades agrícolas y ganaderas, y en inversiones en distintos sectores de la economía
local. También hubo casos en los que las mujeres casadas se las considera propiedad de
su marido y sus actividades se desempeñaban en el hogar. Es importante aclarar que las
mujeres viudas probablemente ocuparon ese lugar hasta el fallecimiento de su marido.
La economía ha renovado aquella sociedad rural y la ha liberado de los aspectos
más rígidos de la tradición estamento, la ha hecho menos arcaica. A partir de esto,
sabemos que el panorama era una sociedad en la cual la esclavitud gozaba de buena
salud, las relaciones entre patrón-cliente perduraban y los asalariados tenían una actitud
pre industrial frente al trabajo.
Lejos está de ser la Pampa de oro pero con sus estancieros, su aún presente
arcaísmo, libre de un estamento corporativo, preparo la tierra para acoger la llegada del
capitalismo.

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