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Qué es la trofología
La trofología es una novedosa rama de la nutrición que tiene un efecto
desmitificador sobre las costumbres alimenticias que, de tan arraigadas, se toman como
saludables, cuando la verdad es que, si bien no puede decirse que sean dañinas, si pueden
catalogarse como no recomendables.
La trofología investiga cuales son las mejores combinaciones que pueden realizarse
en la dieta humana para aprovechar al máximo el poder nutritivo de los alimentos, frente
a la difundida creencia de que llevar una alimentación equilibrada es consumir de todo un
poco, pues no implica una verdad absoluta, ni mucho menos. El error es centrarse en el
“qué” cuando el punto es el “cómo”.
Fundamentos de la Trofología
La trofología es una moderna rama de la nutrición, que se dedica a investigar
cuales son las mejores combinaciones que pueden realizarse en una dieta y de esta
manera aprovecharla máximo el poder nutritivo de los alimentos.
• Fécula y ácido: Cualquier alimento ácido consumido al mismo tiempo que una fécula o
almidón interrumpe la secreción de ptialina, dato bioquímico en el que todos los médicos
están de acuerdo. Por lo tanto, si come usted naranjas, limones u otras frutas ácidas o
ácidos como el vinagre junto con una fécula, no habrá ptialina en la boca para iniciar la
primera fase de la digestión de la fécula. En consecuencia, la fécula llega al estómago sin
los jugos alcalinos imprescindibles para una correcta digestión, y se produce la
fermentación bacteriana para inhibir por completo la digestión salival de las féculas en la
boca basta con una sola cucharadita de vinagre, o su equivalente en otros ácidos.
Norma: Consuma ácidos y féculas en comidas separadas. Por ejemplo, si come
tostada o cereales para desayunar, prescinda del zumo de naranja (igual que de los
huevos). Si va a tomar una comida compuesta básicamente de féculas (arroz o cualquier
clase de pasta), prescinda del vinagre y de todas las proteínas concentradas.
• Proteína y ácido: Puesto que la correcta digestión de las proteínas exige un medio ácido,
sería lógico suponer que los alimentos ácidos facilitan la digestión de las proteínas; sin
embargo, no es éste el caso. Cuando los alimentos ácidos llegan al estómago, inhiben la
secreción de ácido clorhídrico, y la pepsina (enzima que digiere las proteínas) solamente
puede actuar en presencia de ácido clorhídrico, no de cualquier ácido. Por lo tanto, el
zumo de naranja inhibe la correcta digestión de los huevos, y un vinagre fuerte en la
ensalada inhibe la digestión del bistec.
Norma: Evite combinar ácidos y proteínas concentradas en la misma comida.
• Postres: Hay que evitar toda clase de postres dulces tras una gran comida, pues esta
clase de alimentos combina mal con todo Incluso las frutas frescas deben evitarse tras una
gran comida, pues se acumulan en el estómago y fermentan en vez de digerirse. Si le
tientan las golosinas y le apetece comer tartas, dulces y pasteles, puede darse el gusto de
vez en cuando y hacer una comida completa a base de ellos. No es que así vayan a hacerle
mucho bien, pero al menos si los consume solos no le provocarán tantas molestias
gástricas ni producirán tantos subproductos tóxicos como si los consume después de una
comida.
Norma: Evite los postres dulces feculentos, así como las frutas después de una gran
comida a base de proteínas o hidratos de carbono.
La correcta combinación de los alimentos tiene una importancia decisiva para la buena
digestión y metabolización. Sin una digestión completa, el cuerpo no puede extraer ni
asimilar bien los nutrientes ni si quiera de los más saludables alimentos. Además, la
digestión incompleta y la insuficiente metabolización son las causas principales de la
acumulación de grasas y colesterol en el cuerpo
Los alimentos que refrescan y colaboran a la buena digestión
Son los que se comen crudos, en estado natural, como frutas, semillas de árboles,
legumbres verdes, hortalizas, hojas tiernas y algunas raíces. Estos son alimentos naturales.
Los que afiebran son todos aquellos que necesitan ser cocidos, cadavéricos, de
matanza de animales, o productos de fábrica o artificiales, o bebidas alcohólicas, o
bebidas irritantes del tubo digestivo, entre otros.
En primer lugar diremos que la alimentación debe ser la mínima indispensable para
que todas nuestras facultades tengan el máximo de rendimiento al no estar agotadas por
digestiones penosas o pesadas. La masticación conveniente y lenta para una buena mezcla
de los alimentos con la saliva es la base para una buena digestión.
Además de las frutas, semillas de árboles, ensaladas tiernas y tiernas hortalizas,
hay otros alimentos del reino vegetal que no presentando los graves inconvenientes de las
carnes su uso debe reducirse en nuestra alimentación por ser de difícil digestión. Estos son
las legumbres secas. Por otra parte los cereales siendo más digestivos que las legumbres
secas deber comerse con moderación.
Alimentos dañinos
Serían chocolate, té, café, bebidas gaseosas y fermentadas, harinas blancas y
refinadas y toda bollería industrial, fritos y salsas, picantes, conservas, ahumados, todos
los aliños, pescado y carne criados de forma artificial en general, los ácidos, la sal, azúcar
refinada, entre otros.
Algunas Combinación de los Alimentos
Lo que va bien
• Frutas desecadas y miel: Con frutas frescas dulces
• Leche, queso y huevos: Con cereales, feculentos y legumbres
• Cereales, trigo, maíz, arroz, avena, etc.: Con verduras, raíces o frutas dulces u
oleaginosas
• Feculentos o tubérculos farináceos: Con verduras y zumo de uvas
• Legumbres: Con verduras y mantequilla
• Pan, queso, yemas de huevo y nata: Con frutas frescas, dulces en compotas
• Verduras, raíces y tomates: Con aceites, frutas óleas y huevos
• Frutas dulces: Con yema de huevo y pan
• Aceites y frutas oleaginosas: Con tomates, calabazas, berenjenas y ensaladas
• Aceites, verduras y raíces: Con huevos, patatas, cereales o legumbres secas
• Plátanos y frutas farináceas: Con leche, huevo y frutas dulces
• Hortalizas (lechugas, apio, achicoria, etc.): Con cereales o patatas
• Ensaladas de hojas, tallos o raíces: Con aceite, cereales o patatas
• Nueces y aceitunas: Con cereales, hortalizas
• Queso, mejor fresco que seco: Con cereales, pan o patatas
• Arvejas, frijoles, lentejas, garbanzos, etc.: Con hortalizas
• Cereales (trigo, maíz, arroz, avena, etc.: Con frutas secas dulces
• Huevos, mejor bien cocidos: Con toda clase de vegetales
• Pan, mejor integral: Con frutas dulces, hortalizas, leche, miel, huevos, aceite
Lo que va mal
• Huevos, leche o queso: Con miel, frutas frescas o secas
• Cereales y legumbres: Con castañas o plátanos
• Cereales, trigo, maíz, arroz, avena, etc.: Con patatas, fideos, masas
• Cereales y feculentos: Con frutas ácidas
• Frutas oleaginosas y aceites: Con frutas dulces, miel y azúcares
• Crustáceos, carnes, peces y aves: Con frutas frescas y dulces
• Vinos y sal: Con sandía o leche
• Limón, otras frutas ácidas y vinagres: Con tomates, leche, castañas, plátanos,
cereales, feculentos y legumbres
• Leche, queso y huevos: Con ensaladas crudas, hortalizas, tomates o frutas
jugosas
• Huevos: Con queso o leche
• Frutas: Con hortalizas
• Miel o azúcar: Con hortalizas
• Aceitunas o nueces: Con miel, azúcar o frutas dulces
Para evitar los inconvenientes de las malas combinaciones, la mejor regla será
simplificar cada comida a uno o dos productos, variando éstos en las distintas comidas del
día o mejor cada día, para proporcionar al organismo los variados materiales que necesita
y que son azúcares, albúminas (poca para los adultos), hidratos de carbono y sales
minerales.
La cantidad es también otro factor que interviene en la digestión, siendo la regla
general que para asegurar ésta, jamás de debe comer sin hambre y que toda comida debe
terminarse dejando algún deseo por satisfacer pues nos alimentamos de lo que el cuerpo
asimila y no de lo que introducimos en exceso.
Condición de una buena digestión es, por fin, la tranquilidad nerviosa y para
obtenerla, debemos evitar disgustos y preocupaciones, antes, durante e inmediatamente
después de las comidas.
Trofología: comer y beber
¿Es correcto comer y beber a la vez? No es recomendable. La trofología explica que
cualquier bebida que se ingiera en grandes cantidades junto a la comida diluye los jugos
gástricos dificultando la digestión. Esto se complica más si los líquidos ingeridos están a
temperaturas muy bajas, pues los músculos del conducto digestivo se contraen con la baja
temperatura.
La excepción es el vino y cualquier bebida que este predigerida por la
fermentación. En líneas generales la grafología recomienda consumir líquidos antes o
después de las comidas y no durante ellas, exceptuando el vino y la cerveza