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ERICA CICCARELLI

Teoría de Relaciones Internacionales I. Los grandes debates tradicionales


Tarea: Realismos

Avgustin, J. R., Orsi, D., & Nurnus, M. (2018). Realism in Practice. E-International
Relations.

El realismo fue, y en cierta medida sigue siendo, el paradigma dominante de la teoría de las
Relaciones Internacionales. Desde los años ’70-’80, pero con más rigor después de la guerra fría, el
surgimiento de nuevos enfoques análiticos ha frustado las pretensiones monopolísticas del
paradigma realista induciendo muchos estudios a decretar su eclipsis.
El objetivo del texto es defender el realismo, o más bien los realismos1, según los editores de
este conjunto de ensayos el realismo está todavía muy lejos de definirse obsoleto: al contrario,
revela una duradera vitalidad y mantiene fundamentalmente intacta su utilidad como guía a la
comprensión de los asunto internacionales, “se erige como una ciencia práctica y sensata de la
política internacional”2. Pero el realismo en las Relaciones Internacionales es atravesado en su
interior por profundas divisiones, relativas a los puntos de vista y cuestiones de método diferentes.
En el capítulo de Lebow y Rösch se da una lectura alternativa de las escuelas del realismo:
estructural, clásica, neopositivista, resaltando los elementos esenciales del realismo que aún pueden
iluminar nuestra comprensión de la política y explican la controvertida relación entre ética y poder.
También Beer y Hariman demuestran la relevancia del pensamiento realista, adoptando un enfoque
diferente de lo de Lebow y Rösch, buscan explicar el surgimiento del ISIS a través del posrealismo.
Otro enfoque es lo que propone Pashakhanlou, el realismo defensivo de Waltz en contraposición al
realismo ofensivo de Mearsheimer a la luz del mundo unipolar surgido después de la Guerra Fría.
En el primer capítulo ‘Realismo: tragedia, poder y crisis de refugiados’, se intenta demostrar
que el realismo ayuda a desarrollar una conciencia más crítica de la política internacional, utilizan el
caso de estudio de los refugiados en Europa y Medio Oriente, indubitablemente el realismo no
puede proporcionar una solución a tal crisis, pero su utilidad radica en un “posible correctivo crítico
de los discursos políticos que se aseguran a los refugiados” (Avgustin et al., 2018, p.12) convertidos

1
Realismo clásico, realismo tradicional, neorrealismo, realismo neoclásico, realismo estructural, realismo liberal,
realismo de izquierda, realismo ofensivo, realismo defensivo, entre otros. La lista potencial de realismos parece limitada
solo por la finitud de los adjetivos.
2
Avgustin, J. R., Orsi, D., & Nurnus, M. (2018). Realism in Practice. E-International Relations. P. 1.
Sigue determinando las políticas exteriores de muchos países, proponen el ejemplo de Barack Obana y de Donald
Trump.
en una cuestión de seguridad nacional (véanse las motivaciones por las cuales Reino Unido salió de
la Unión Europea). En este sentido los autores proponen el realismo como medio para transformar
las diferencias derivadas de la crisis de los refugiados para crear sociedades más inclusivas en un
momento peculiar donde en Europa están surgiendo partidos de extrema derecha que tienen su foco
principal en la amenaza de los refugiados, vistos como un problema de seguridad nacional y
comunitaria.
En una situación de precariedad económica el migrante viene visto como un peligro por la
sociedad europea, puesto que una parte de los recursos públicos son destinados a ellos y no a los
‘nacionales’; en este sentido me refiero a un caso del 2016, cuando Matteo Salvini3 habló de una
“limpieza étnica” y de “un intento de erradicación y de homicidio masivo de los ciudadanos y de los
pueblos europeos en ventaja de los migrantes clandestinos”4. Además del sentido xenofobo y racista, estas
palabras contienen un significante securitario: quien migra pone en peligro la identidad nacional y popular italiana. Otro
ejemplo fue definir las ONG el “taxi del mediterraneo que transporta criminales y terroristas”5.
El problema no es solo de cuestión económica e identitaria sino también defender las fronteras
europeas de potenciales terroristas que amenazan el orden público y la seguridad nacional, así la
migración se convirtió en un problema securitario y perdió su carácter de fenómeno social y
económico, la seguridad tiene diferentes significados en diferentes contextos y, por lo tanto, es
transformadora (Behr 2013, 169). Este aspecto se basa en los conocimientos adquiridos por los
realistas a través del estudio de Ideología y utopía de Karl Mannheim, expone la condicionalidad
del conocimiento, lo que significa que el conocimiento siempre está ligado al entorno sociopolítico
en el que opera, “aplicando esta noción a la actual crisis de refugiados, entendemos que percibir a
los refugiados como una amenaza a la seguridad es el resultado de la voluntad humana y la agencia
política” (Avgustin et al., 2018, p.12).
En el mismo capítulo Lebow y Rösch introducen uno de los conceptos clave de los realistas: el
poder. En las comunidades políticas –nacionales e internacionales- el poder juega un papel decisivo,
aquí se desarrolla un equilibrio del poder que evoluciona porque los actores enfrentan un dilema de
seguridad. Argumentan, contrariamente a las suposiciones comunes, que el realismo no promueve
un mundo de estados-nación, según Morgenthau los estados-nación ya no pueden sostener el

3
Matteo Salvini es un político italiano. Entre junio de 2018 y septiembre de 2019 fue vicepresidente y Ministro de
Interior del gobierno de Italia. Es también el líder del partido político Liga desde diciembre de 2013 y de Nosotros con
Salvini (en italiano, Noi Con Salvini) desde diciembre de 2014. Fue miembro del Parlamento Europeo de 2004 a marzo
de 2018.
4
Matteo Salvini - Pontida 2016 - intervento. (2016, 21 septiembre). [Vídeo]. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=vH7Jmyez1qI&ab_channel=LegaSalviniPremier
5
Di Maio, L. (2017). Facebook - Meld je aan of registreer je [Publicación de Facebook]. Facebook.
https://www.facebook.com/unsupportedbrowser?_rdr
reclamo de tener un monopolio del poder sobre un territorio dado por armas nucleares, los avances
tecnológicos y la globalización impiden cumplir su función de proporcionar seguridad y ponen en
peligro la vida en la tierra por completo.
En el ensayo ‘Realismo, post-realismo e ISIS’ Beer y Hariman proponen otra variante del
realismo: el postrealismo. Adaptan el realismo histórico a un camino evolutivo contemporáneo,
según este enfoque los actores globales forman una red global de pensamientos, actores y
conversación. El postrealismo se concentra en particular en la conversación, en el discurso y en el
debate de la conducta y estudio de las Relaciones Internacionales. Una parte que rescato de este
ensayo es la atención al debate de que es real y que es realístico, los acontecimientos están sujetos a
interpretaciones, son polisémicos y poseen sentidos múltiples y no son definitivos, ni únicos, ni
estables. Es decir6, los atentados del 11-S fueron construidos como “ataques” y sólo así fue posible
la respuesta a estos en forma de guerra —desde la Administración Bush los atentados fueron
homologados tanto al ataque japonés a Pearl Harbor en 1941 como, en el marco de la invasión a
Irak, con la invasión iraquí de Kuwait en 1990. El postrealismo retoma la importancia de los
estados como principales actores en las Relaciones Internacionales pero no son los únicos actores,
sí, los intereses y el poder importan, pero hay otras motivaciones. Sí, las acciones militares y la
guerra son importantes, pero hay otras formas notables de acción global” (Avgustin et al., 2018,
p.31). Retoma la concepción que los actores políticos son impulsados por el interés nacional pero
va más allá del solo interés personal y el poder, incluye una multitud de motivaciones e intenciones
implícitas en la economía, la sociedad, la cultura, metáforas y narrativas, ideologías, emociones
entre otras. Interesante es la importancia que asumen la comunicación, los discursos y las imágenes
que constituyen la opinión pública.
En el ensayo proponen analizar la utilidad del postrealismo usando el ejemplo de ISIS,
entendido como un actor multidimensional, cuasi-estatal/nacional, que tiene sus propias redes
globales, regionales y locales con enlaces a otras redes, aspira a ser un Estado prenacional y
posnacional, precolonial y poscolonial, prerrealista y posrealista (Avgustin et al., 2018, p.34). Esta
organización invierte mucho no solo en operaciones militares –en un sentido de la narrativa clásica
realista- sino también en operaciones de medios, y también es un actor económico que se beneficia
de industrias y controla la actividad comercial de varios sectores. Se puede concluir que el ISIS es
un actor social, cultural y teológico.

6
Mi opinión personal
Otro factor caracterizante del posrealismo es la coexistencia del poder duro y blando formando
así la categoría de poder inteligente. Como ya se afirmó el posrealismo también enfatiza la
importancia de la cultura –el ISIS es claramente un factor cultural, ha trastocado regímenes estatales
y tribales con una ideología islámica transnacional y militante.
Por último, el ensayo de Pashakhanlou, ‘pasado, presente y futuro del realismo’, ofrece una
mirada al realismo defensivo de Waltz y al realismo ofensivo de Mearsheimer concluyendo que ni
el primero ni el segundo han tenido poder explicativo en la era posterior a la Guerra Fría, si se
evaluaran en sus propios términos. De hecho, ambos académicos han reconocido que el entorno
posterior a la Guerra Fría se ha caracterizado por la hegemonía y unipolaridad estadounidenses, una
condición que sus teorías realistas estructurales son ciertamente incapaces de explicar (Avgustin et
al., 2018, p.39). Por lo tanto, se introduce una contradicción: los dos enfoques realistas pretenden
centrarse en la política de las grandes potencias pero son incapaces de explicar la política
internacional una vez que un estado alcanza la hegemonía –el autor propone el ejemplo de Estados
Unidos después de la Guerra Fría. Estas teorías han sido utilizadas exhaustivamente para explicar
los diferentes escenarios de cooperación y conflicto, las carreras armamentísticas, la formación de
alianzas e igualmente para estudiar si los estados buscan ganancias absolutas o relativas. Este debate
ha provocado la emergencia de una teoría relacionada con el balance entre las estrategias defensivas
y ofensivas. Los estudiosos se han preguntado si es posible separar ambas estrategias y si las
variaciones entre ofensa‐defensa pueden alterar las probabilidades de la guerra y de la competencia
en materia de seguridad.
En resumen, el realismo defensivo de Kenneth Waltz sostiene que los estados deben adquirir la
cantidad apropiada de poder necesaria para que prosperen, pero no deberían maximizar su poder
relativo en una búsqueda por convertirse en hegemónicos; los estados son actores unitarios que solo
difieren en sus capacidades y tienen que cuidarse a sí mismos en el sistema anárquico, el equilibrio
de poder se convierte en una 'ley de hierro'.
A diferencia de este, el realismo ofensivo de John Mearsheimer sostiene que los estados deben
maximizar su poder relativo para convertirse en hegemónicos, parte del supuesto que los estados
buscan antes que nada -o exclusivamente- garantizar su seguridad y supervivencia (security seekers)
y consideran a los otros estados rivales como agresores en potencia y deben por lo tanto asegurarse
ganancias de poder relativas.
Sin embargo, en marcado contraste con el realismo defensivo de Waltz, que solo considera la
hegemonía global, el realismo ofensivo de Mearsheimer hace una distinción entre hegemonías
globales y hegemonías regionales. También para Waltz es fundamental el tema de la seguridad e
individual las principales amenazas en cada escenario. En un contexto multipolar, el principal riesgo
es que los estados incurran en un error de cálculo -producto de la multiplicidad de actores y de la
información imperfecta- y tiene consecuencias devastadoras porque amenaza el status quo. En un
contexto bipolar, la principal amenaza es una reacción exagerada frente a la amenaza rival.
Un punto que rescato de este ensayo es que reducir la escuela de pensamiento realista "a una
teoría única, internamente consistente y lógicamente coherente es la raíz del mayor malentendido;
los estudios que lo hacen generan resultados profundamente engañosos" (Avgustin et al., 2018,
p.31). El autor cuestiona la validez de ambas teorías porque carecen de poder explicativo en
términos de análisis empírico.
La incapacidad de estas teorías del realismo estructural para arrojar luz sobre las relaciones
internacionales también continuará mientras se produzca la unipolaridad. Por estas razones, es
necesario desarrollar nuevas teorías realistas generales de la política internacional que puedan tener
éxito donde el realismo defensivo de Waltz y el realismo ofensivo de Mearsheimer han fallado.
En conclusión creo que el realismo sigue siendo una doctrina relevante para explicar, si bien no
todos, por los menos varios aspectos cruciales de las Relaciones Internacionales. Diría que el
sistema internacional se ubica en una era de transición entre lo que fue el final de la Guerra Fría, el
intervalo del dominio unilateral estadounidense y la emergencia progresiva de China como principal
potencia antagonista. Muchas veces se comete el error de simplificar el pensamiento realista no
considerando las aportaciones que hizo desde Tucídides, Hobbes hasta Morgenthau y sigue dando.

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