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INTRODUCCION.

A medida que la humanidad evoluciona van surgiendo nuevos usos para las
radiaciones ionizantes las cuales se basan en la interacción de la radiación con la materia
y su comportamiento en ella. Los materiales radiactivos y las radiaciones ionizantes se
utilizan ampliamente en medicina, industria, agricultura, docencia e investigación.
En el campo de la medicina, las radiaciones ionizantes se usan tanto para el
diagnóstico, ya que permiten obtener imágenes del interior de las personas, como para el
tratamiento de algunas enfermedades, debido a la capacidad que tiene la radiación, a
dosis altas, de destruir células tumorales.
Por consiguiente, son varias las especialidades que utilizan radiaciones
ionizantes. Por ejemplo, en radiodiagnóstico se utilizan los rayos X procedentes de una
fuente externa para obtener imágenes con el objetivo de diagnosticar enfermedades o
alteraciones de los órganos y tejidos del cuerpo; la Medicina Nuclear utiliza la radiación
introduciendo en el organismo una sustancia radiactiva para ayudar a diagnosticar
enfermedades, y también para tratarlas, mientras que la Oncología Radioterápica utiliza
diferentes formas de radiación para tratar distintos tipos de cáncer.
La Medicina Nuclear no utiliza fuentes externas de radiación ionizante, como las
técnicas anteriores, sino que emplea sustancias radiactivas generalmente unidas a un
fármaco, los llamados radiofármacos. Estas sustancias o radiofármacos se introducen en
el organismo mediante una inyección, lo más frecuente en una vena del brazo, por vía
oral o inhalada en forma de gas. El radiofármaco se distribuye selectivamente por
diversos órganos lo que permite realizar el seguimiento de la actividad de ese órgano
mediante imágenes. Las imágenes de Medicina Nuclear se obtienen en una
gammacámara, y se pueden utilizar combinadas con las obtenidas por tomografía
computarizada (TC) dando imágenes mucho más completas. Distintos tipos de
radiofármacos se utilizan también para el tratamiento de enfermedades como el cáncer
de tiroides, tumores hepáticos, lesiones derivadas del cáncer de próstata o enfermedades
benignas como el hipertiroidismo.
Sin embargo la otra gran aplicación de las radiaciones ionizantes en medicina es
para el tratamiento de algunas enfermedades, especialmente tumores, y se basa en su
capacidad para destruir célula, un ejemplo de ello son los rayos gamma que pueden ser
utilizados para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer por ejemplo el cáncer de hueso.

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