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Imaginación, una inquietud desde las Artes Visuales

Lakoff y Johnson (como se cito en Efland, 2004) piensa que una racionalidad imaginativa

(…que) es una de las herramientas mas importantes para comprender lo que no puede

comprenderse completamente: nuestros sentimientos, experiencias estéticas, practicas morales y

conciencia espiritual. Inicio con esta cita debido a que enfatiza en una de mis principales

inquietudes como futura docente en artes visuales: la imaginación y sus posibilidades. De manera

que el propósito es realizar una indagación de su conceptualización a partir de las perspectivas de

tres autores: Martha C.Nussbaum, Javier Sáenz Obregón, Arthur Efland; procurando lograr una

mayor comprensión de su relación con el campo artístico visual, así como su relevancia para los

procesos de formación de los sujetos.

Obregón en su texto nos ofrece una breve definición de la imaginación basándose en las

teorías del autor Carl Gustav Jung. Lo primero en destacar es que se considera una actividad

espontanea de la psiquis directamente implicada en la producción de imágenes. Por ende, es un

concepto fundamental para el campo de las artes visuales, en el cual uno de los intereses es

buscar comprender el como y el porque de las distintas imágenes colectivas e individuales. De

acuerdo con Jung la imaginación permite acceder a la actividad del inconsciente y expresar su

sentido empleando lenguajes no racionales (Obregón, 1997). Por lo tanto, se trata de una acción

espontanea que posibilita visibilizar lo no racional.

Siguiendo con lo planteado por este autor la imaginación estaría ligada al lenguaje

simbólico y su función consistiría en favorecer los procesos de autoconocimiento del sujeto. El

símbolo cumple el papel de mediador entre las dos facetas del pensamiento, poniendo en dialogo

o incluso unificando las dimensiones del ser humano, que tradicionalmente, al menos en lo que

respecta a la cultura occidental, se encuentran en constante dualidad: consciente/inconsciente,


sentimiento/pensamiento, entre otros. Se trata de un lenguaje de múltiples interpretaciones, que

sirve de referencia mas no de explicación, puesto que surge de lo desconocido, de lo no

estructurado. En otras palabras, el sujeto recurre a lo conocido para expresar lo que no puede ser

expresado (Obregón, 1997).

La propuesta de Obregón podría complementarse con el enfoque de la autora Martha

C.Nussbaum que dilucida en la imaginación las oportunidades de la otredad. Nussbaum (2010)

afirma:

(…) lo más fácil es ver al otro como apenas un cuerpo, que por ende puede ser usado para

nuestros propios fines, sean estos buenos o malos. Ver un alma en ese cuerpo es un logro,

un logro que encuentra apoyo en las artes y la poesía, en tanto estas nos instan a

preguntarnos por el mundo interior de esa forma que vemos y, al mismo tiempo, por

nuestra propia persona y nuestro interior (p.139).

Se reconoce que la empatía es un proceso en el cual el sujeto necesita de diversas

experiencias que le permitan acceder a lo que le es ajeno. En dicha formación las artes y la

imaginación tendrían un lugar en relación con el juego, descrito como un “espacio potencial”

dado que los sujetos tienen un acercamiento a las vivencias del otro, a lo que es externo, sin

sentirse amenazadas.

De las perspectivas de Obregón y Nussbaum se deduce que la imaginación es un proceso

intrapersonal e interpersonal, desde un lenguaje simbólico cultiva el equilibrio entre los diversos

dualismos que atraviesan al ser humano; además, su correspondencia con el juego interviene en

la formación de la personalidad. Su función abarcaría los modos de percibir y expresar tanto el

contexto externo racional del sujeto como sus experiencias subjetivas e inconscientes. Dialogo
necesario para desarrollar y generar empatía, puesto que, el conocimiento del otro y de lo otro se

interrelaciona con el conocimiento de sí mismo.

Ahora bien, la imaginación es una capacidad en el sujeto no exclusiva de las artes, sin

embargo, desde sus procesos y formas de pensamiento no estructurado la desarrolla y la

potencia. Precisamente, Arthur Efland la concibe como una característica de las artes en su

esfuerzo de concederle valor cognitivo a un campo de conocimiento subvalorado. En su

argumento las artes son integradoras de las facetas o etapas de la cognición, que en la educación

salen fragmentarse o separarse. Así, su papel adquiere relevancia, como ya se mencionó, con su

constante empleo de lo simbólico ubicado en el ámbito de lo comunicativo y lo comprensivo con

sus modos únicos de representar lo que escapa a la racionalidad proposicional y sus posibilidades

de generar perspectivas socioculturales. La imaginación seria transversal a la visión integrada de

la cognición descrita por el autor si se considera que es configurada, grosso modo, en procesos

de significación. En este sentido la imaginación se vuelve primordial por su papel en la

generación de conexiones significativas. A pesar de valerse de lenguajes no racionales y del

pensamiento no estructurado, de acuerdo con Efland, consiste en ser una actividad estructuradora

importante en la resolución de problemas (Efland, 2004).

La definición dada por Efland es racionalidad imaginativa, terminología que corresponde

a su argumento cognitivo en el que establece dos elementos: la metáfora y la narrativa. Al igual

que el lenguaje simbólico la metáfora opera con la lógica no proposicional, es decir, que no se

acoge a las generalidades de verdadero o falso, para el autor debe ser objeto de estudio del arte al

tratarse de saltos imaginativos. Gracias a la metáfora la realidad se transforma encontrando

relaciones que en la razón proposicional no tendrían lugar; consiste en una reactivación del

pensamiento empleado nuevas percepciones de lo que ya se ha objetivado.


Finalmente, los aportes de cada uno de los autores, descritos brevemente, logran que el

concepto de la imaginación adquiera relevancia no solo en el campo artístico, también, se

convierte en una capacidad transversal a cualquier conocimiento; por ello, considero que debe

ser objeto de estudio, en este caso del área que me compete, que son las artes visuales, siendo

una de sus características que puede complejizar la diversidad de lenguajes simbólicos que dicho

ámbito ofrece. El sujeto hallaría en la imaginación múltiples posibilidades de integrar las

inteligencias que han sido separadas por la educación tradicional, por ende, podría contribuir o

incluso ser la base de una educación mucho mas compleja y completa que cultive por igual los

diferentes tipos de inteligencia, comprendiendo que las formas de pensamiento no deben

excluirse entre sí, por el contrario, su correlación constituirá la clave de la cognición.


Referencias

Efland, A. (2004). Arte y cognición. Barcelona, España: Octaedro.

Nussbaum, C. M. (2010). Sin fines de lucro. Buenos Aires, Argentina: Katz

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