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de aprendizaje
constructivo
P08/80519/02464
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© FUOC • P08/80519/02464 Los procesos de aprendizaje constructivo
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 6
2. El aprendizaje constructivo............................................................ 22
2.1. Cuando asociar y repetir no basta: el aprendizaje por
comprensión ................................................................................ 22
2.2. Los procesos de construcción del conocimiento ........................ 25
2.2.1. Aprendizaje por crecimiento ......................................... 26
2.2.2. Aprendizaje por ajuste ................................................... 27
2.2.3. Aprendizaje por reestructuración .................................. 28
2.3. Procesos metacognitivos en el aprendizaje constructivo ............ 31
2.3.1. Planificación de la tarea ................................................ 32
2.3.2. Regulación de la ejecución ............................................ 33
2.3.3. Evaluación de los resultados ......................................... 33
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 39
Solucionario................................................................................................ 40
Glosario........................................................................................................ 41
Bibliografía................................................................................................. 44
© FUOC • P08/80519/02464 5 Los procesos de aprendizaje constructivo
Introducción
Objetivos
Pero por importante que sea, el aprendizaje asociativo no agota nuestras for-
mas de aprender. No todo lo aprendemos así. De hecho, si bien compartimos
buena parte de nuestros dispositivos psicológicos, incluidos los de aprendiza-
je, con otras especies, hay algunas formas de representar y aprender sobre el
mundo que son específicamente�humanas, es decir propias o características
de nuestra especie, aunque no necesariamente exclusivas de ella. En este mó-
dulo y el siguiente nos vamos a ocupar de esas vías de aprendizaje más com-
plejas que, como veremos, se apoyan en los aprendizajes asociativos primarios,
pero no pueden ser reducidas a ellos.
Actividad
Pensad en situaciones cotidianas, que os hayan ocurrido, de las que podáis dar cuenta
sólo mediante el aprendizaje asociativo (primera columna), situaciones de aprendizaje
en las que no podáis identificar ningún proceso asociativo y que respondan a otras for-
mas, por ahora indefinidas, de aprender que podemos llamar provisionalmente "comple-
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Los principios de la termodinámica, o las leyes que rigen el funcionamiento de los siste-
mas conexionistas en psicología o, pongamos por caso, aprender a jugar al ajedrez. Pero
también saberes muy abstractos, como el concepto de infinito, de entropía o de despotis-
mo ilustrado, y también rasgos personales, formas de actuar y comportarse, o los propios
valores ideológicos, que uno cree, a menudo sin haber realizado un análisis riguroso de
su aprendizaje, que ha decidido o construido uno mismo.
Lectura recomendada
Experimento de Morales y Fitzsimons (2007). Ejemplo de aprendizaje
asociativo: llenando el carro en el supermercado
A. C. Morales y G. J. Fitzsi-
mons (2007). Product Con-
tagion: Changing Consu-
En una reciente investigación, Morales y Fitzsimons (2007) han mostrado cómo in- mer Evaluations Through
fluyen, sin que nosotros seamos conscientes de ello, es decir, de modo implícito, los Physical Contact with "Dis-
procesos asociativos (contigüidad, semejanza, covariación) en una situación tan co- gusting". Products. Journal
tidiana como llenar el carrito de la compra en un supermercado. Observaron que los of Marketing Research, 44 (2),
participantes tienden a elegir menos un producto cuando está cerca de otro producto 272-283.
cuyas connotaciones o asociaciones son negativas. Por ejemplo, consumen menos un
producto alimentario envasado (potitos para bebés) cuando está al lado, en la misma
estantería, de un producto "sucio" (como los propios pañales para bebés). Y aparen-
temente el rechazo es aún mayor cuando los pañales son visibles, es decir, cuando
el envoltorio es transparente, y menor si están en un envase opaco. Ni qué decir tie-
ne que los participantes no sabían que estaban siendo influidos en sus preferencias
por un sesgo tan primitivo y aparentemente irracional, que sin embargo hunde con
seguridad sus raíces en nuestra propia historia evolutiva, en la que aprender a evitar
el "contagio" por contacto debió de ser muy adaptativo.
• Como vosotros sin duda sabréis, es más fácil disolver un terrón de azúcar en café
caliente que en café frío. ¿Por qué?
• Siguiendo en la cocina, todos sabemos que cuando estamos cocinado podemos aga-
rrar sin problemas las cucharas, los cazos y las sartenes que tienen las asas de made-
ra o de un material plástico, pero debemos tener cuidado si están hechos de metal,
vidrio o barro. ¿Por qué?
• Cuando andamos en verano por una playa, podemos observar que la arena se calienta
mucho más que el agua. Sin embargo, por la noche sucede lo inverso: el agua está
más caliente que la arena. ¿Por qué?
• ¿Podríais encontrar una explicación común a las dos situaciones planteadas en las
preguntas anteriores?
• ¿Y por qué siempre vemos la misma cara de la Luna, de modo que hay una "cara
oculta" siempre?
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• Finalmente, según una creencia muy popular, no se debe dormir en una habitación
con plantas. ¿Es correcta esta creencia? ¿Por qué?
¿Habéis podido responder a todas las preguntas? Es posible que no hayáis res-
pondido a todas, y si lo habéis hecho, no con la misma certeza en vuestras
respuestas. Y, sin embargo, casi todas las situaciones que ahí se mencionan son
hechos conocidos por vosotros, es decir, información verbal que en algún mo-
mento habéis adquirido como un dato factual. No sucede nada sorprendente
en ellas, pero ¿podéis explicar por�qué�sucede�lo�que�sucede?
¿Qué es lo que hay que aprender para responder a esas preguntas y en qué se
diferencia ese conocimiento, como resultado del aprendizaje, de lo estudiado
en módulos anteriores? Aunque podáis decir lo que va a suceder en cada una
de esas situaciones e incluso asociarlo con otros sucesos similares o contiguos
en el espacio o en el tiempo, aunque podáis predecir y describir esos sucesos,
tenéis problemas para explicar por qué suceden, conectarlos con otros hechos
o informaciones mediante una relación�conceptual en vez de simplemente
asociarlos, porque antes han ocurrido juntos. Tener cuidado de que las cazuelas
o sartenes que uno manipula en la cocina tengan asas de madera y no metálicas
es un hecho bastante alejado, en el espacio y el tiempo, de caminar por la arena
de una playa en verano o darse un baño de noche, cuando la arena está más
fría que el agua. Y, sin embargo, el principio físico implicado –la conservación
de la energía– es el mismo. Para explicar esos fenómenos, que uno ha vivido
tantas veces y puede anticipar e incluso controlar –las funciones esenciales
del aprendizaje asociativo–, se necesita aplicar a esos casos un principio más
general (las dichosas leyes de la termodinámica que se mencionaban hace unas
pocas páginas). No bastaría con que os hubierais aprendido esas leyes como
información verbal ni que recordéis aquello de que la "energía ni se crea ni
se destruye, se transforma" para que seáis capaces de comprender cómo se
transfiere la energía de un cuerpo físico a otro en forma de calor. Necesitáis
haber comprendido esos principios, no meramente repetirlos o asociarlos con
ciertos contextos o tareas.
Lectura complementaria
Si os quedáis con la inquietud de conocer las respuestas, Por qué sucede lo que sucede es de
hecho el título de un libro de Andrea Frova que ha sido una buena fuente de sugerencias
para formular algunas de estas preguntas y puede ser también una buena fuente para
que lector compruebe sus respuestas o se formule otras preguntas similares. Por cierto,
no piense el lector que son tareas muy rebuscadas, la mayor parte de estas situaciones
y sus explicaciones son contenidos que obligatoriamente los alumnos deben estudiar
actualmente en la educación secundaria, se supone que deben formar parte de la cultura
científica en la sociedad del conocimiento. ¿Es así? ¿Qué procesos de aprendizaje requiere
© FUOC • P08/80519/02464 11 Los procesos de aprendizaje constructivo
Andrea Frova (1999). Por qué sucede lo que sucede. Madrid: Alianza.
Actividad
Hagamos un ejercicio simple para demostrar que vosotros, al intentar aprender sobre este
texto, no os limitáis a asociar unidades de información, sino que construís estructuras de
significado a partir de ellas. Haced la siguiente tarea:
1. Volved unas páginas más atrás y leed con atención de nuevo el ejemplo de aprendizaje
asociativo presentado ("llevando el carro en el supermercado").
2. Retirad el texto e intentad escribir el contenido de ese texto, con la mayor exactitud
o literalidad posible y en el orden exacto.
Lecturas recomendadas
J. I. Pozo (2008). Aprendices y maestros: la psicología cognitiva del aprendizaje. Madrid: Alian-
za.
M. Spitzer (2002). Lernen. Heidelberg, Alemania: Elsevier. Trad. Cast de E. Torres: Apren-
dizaje. Madrid: Ediciones Omega, 2005.
Una aplicación de estas ideas a la mejora de los diseños instruccionales puede encontrarse
en el siguiente texto, encargado por la Commission on Behavioral and Social Sciences
and Education del National Research Council de Estados Unidos como orientación para
el diseño de materiales y actividades de aprendizaje, especialmente en las escuelas:
J. D. Bransford, A. Brown, y P. Cooking (2000). How people learn: Brain, mind, experience,
and school. Washington: National Academic Press.
Se puede acceder al contenido del libro y leerlo en línea, aunque no descargarlo, en http://
www.nap.edu/.
Ese divorcio es una batalla más del inútil combate entre enfoques decididos
a no entenderse, ya que hablan de cosas distintas y manejan bases de datos
diferentes. Ese inútil combate se debe, en buena medida, a la inveterada ten-
dencia�reduccionista, que aqueja a buena parte de la psicología (y tal vez de la
ciencia en general), un residuo más del positivismo lógico y su inútil búsqueda
de una ciencia basada en unas leyes universales, en una reducción de todo el
saber a unos principios únicos y generales. El conductismo, fiel exponente de
esta creencia, intentó reducir todo el aprendizaje humano a manifestaciones
de aprendizaje asociativo. Entre los teóricos constructivistas se observa una
tendencia similar: se pretende reducir todo el aprendizaje humano a construc-
ción (Pozo, 1996). Por ejemplo, para Piaget (1970) el aprendizaje asociativo
no desempeñaba función alguna en el cambio de las estructuras cognitivas,
que se debe a los procesos constructivos de asimilación y acomodación. Es el
cambio de estructuras el que explica los fenómenos asociativos y no al revés.
Muchas propuestas de aprendizaje asociativo hacen lo inverso: creen que to-
dos los aprendizajes, por complejos que parezcan, pueden ser reducidos a se-
ries de asociaciones.
Si un niño se orina en la cama o su madre quiere abandonar la cada vez más perniciosa
conducta de fumar, los modelos de modificación de conducta, basados en técnicas de
aprendizaje asociativo, seguramente les ofrecerán soluciones más eficaces que un plan-
teamiento constructivista. En cambio, si el niño quiere aprender a jugar al ajedrez o su
madre a planificar el trabajo, sería más recomendable que adoptaran un enfoque cons-
tructivista.
Llegados a este punto, tal vez el lector esté pensando "así que se trata de eso,
las conductas simples se aprenden simplemente y las complejas de manera
compleja". No exactamente. Aunque es cierto que el aprendizaje asociativo es
más antiguo filogenéticamente y por tanto está especializado en la adquisición
de conductas más elementales (Reber, 1993), no se trata de separar de modo
excluyente ambos tipos de aprendizaje en dominios que les sean propios, sino
más bien de integrarlos en todos los dominios. De hecho, en la mayor parte
de las situaciones de aprendizaje ambos procesos actúan de manera comple-
mentaria.
Aunque jugar al ajedrez requiere un notable esfuerzo constructivo, éste se ve muy faci-
litado si aprendemos literalmente, por procesos en gran medida asociativos, series com-
pletas de movimientos, normalmente las aperturas. Además, la actuación de un jugador
en un determinado momento estará, sin duda, condicionada por su historia anterior de
éxitos y fracasos, con esa apertura, ante ese rival, etc. Igualmente, aunque dejar de fumar
sea sobre todo una tarea de aprendizaje asociativo, puede ayudar el que comprendamos
los efectos del tabaco sobre nuestra salud o el conocimiento y control que tengamos de
nosotros mismos, aspectos ligados también al aprendizaje constructivo.
Actividad
Asociacionismo Constructivismo
La tabla anterior resume algunos de los contrastes entre esos dos sistemas.
Podemos resumir esa tabla diciendo que los modelos de aprendizaje asociati-
vo se basan en un enfoque elementista, analítico, que descompone cualquier
ambiente en un conjunto de elementos asociados entre sí con distinta pro-
babilidad, de modo que aprender es detectar con la mayor precisión posible
las relaciones de contingencia entre esos elementos o hechos, por lo que los
procesos de aprendizaje consisten esencialmente en mecanismos de cómputo
de esas contingencias (Pearce y Bouton, 2001). De este modo, en general, los
conocimientos o conductas así generados se corresponden con el ambiente,
en el sentido de que son un reflejo más o menos preciso de él. En cambio, las
teorías constructivistas asumen un enfoque más holista, organicista y estruc-
turalista, de manera que vinculan el aprendizaje al significado que el aprendiz
atribuye a los ambientes a los que se enfrenta, en función de las estructuras
cognitivas y conceptuales desde las que interpreta ese ambiente.
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Será más útil aprender repitiendo cuando haya que actuar de modo repetitivo,
y será mejor crear nuevas estructuras cuando la tarea vaya a requerir con fre-
cuencia adaptar esas estructuras a condiciones cambiantes.
Ejemplo
• Modo�repetitivo
Utilizar un cajero automático siempre para lo mismo, sacar dinero.
• Condiciones�cambiantes
El asesor fiscal que elabora ingeniosas triquiñuelas para atender las siempre cambian-
tes necesidades de sus clientes; o el profesor que necesita, ante los nuevos espacios
educativos, idear nuevas formas de enseñar o adaptar sus modos de hacer tradicio-
nales a estos nuevos espacios virtuales.
Una de las áreas más relevantes en el estudio reciente de las formas de apren-
dizaje complejo es, de hecho, la investigación sobre las diferencias entre ex-
pertos y novatos en dominios específicos de conocimiento. Al incluirla aquí
tenemos un doble objetivo:
2) conocer algunos de los rasgos que definen a los acercamientos teóricos y Reflexión
metodológicos del estudio de la adquisición del conocimiento, uno de los ám-
De hecho, es muy probable
bitos que parecen reclamar claramente modelos de aprendizaje que vayan más que buena parte de los conte-
allá del aprendizaje asociativo. nidos incluidos por vosotros en
las dos últimas columnas de la
tarea inicial estén relacionados
con la adquisición de conoci-
Las investigaciones sobre las diferencias en el funcionamiento psicológico de miento... ¿o no?
expertos y novatos cobraron mucha fuerza a partir de los años setenta del pa-
sado siglo, cuando los modelos generalistas de procesamiento de información
–aquellos que suponían la existencia de procesos cognitivos generales, de am-
plio propósito– entran en crisis y se comienza a asumir que esos procesos se
ejercitan en áreas o dominios con contenido específico. Los primeros estudios,
centrados en la actividad cognitiva de los jugadores de ajedrez, dan paso a
otros muchos dominios significativos, como la física, la medicina, la música,
el deporte, etc. El interés de estos estudios se vio incrementado por la necesi-
dad de desarrollar sistemas�expertos, es decir, programas de inteligencia arti-
ficial, capaces de ejecutar con eficiencia las tareas que normalmente ejecutan
las personas expertas.
Lecturas recomendadas
La investigación sobre la naturaleza del conocimiento experto se inicia en los años seten-
ta y ha continuado hasta nuestros días. En ese tiempo ha evolucionado desde estudios
centrados más bien en las diferencias cuantitativas en el rendimiento de expertos y no-
vatos hacia un creciente interés por las diferencias cualitativas. La más completa fuente
reciente sobre todos estos estudios es:
J. I. Pozo (1989). Teorías cognitivas del aprendizaje (Cap. VIII). Madrid: Morata.
Los estudios sobre expertos y novatos han abarcado no sólo muy diferentes
dominios, sino también muchos y variados procesos cognitivos (atención, me-
moria, solución de problemas, etc.). Pero aquí nos interesan por su relación
con el aprendizaje. Se asume que la pericia se adquiere y que de hecho requiere
una gran cantidad de práctica.
En conjunto estos estudios han mostrado que los expertos y novatos difieren
no sólo en la cantidad de conocimientos acumulados, sino también en la na-
turaleza y organización de esos conocimientos. Los expertos no sólo tienen
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(1)
Esencialmente, si volvemos a la tabla anterior, asociando unidades de infor- Este aspecto lo habréis estudiado
con detenimiento en la asignatura
mación en secuencias de práctica repetida. En la actualidad sabemos que el
Psicología de la atención y la memo-
aprendizaje asociativo produce una automatización de conocimientos y des- ria.
liberar recursos cognitivos para la ejecución de otras tareas. Es especialmente Sobre el aprendizaje de proce-
relevante para el aprendizaje� de� procedimientos, pero en todo caso es un dimientos podéis ver el módu-
lo didáctico "Aprendizaje de
producto del aprendizaje asociativo. Así, Anderson (1983, 2000) establece que procedimientos", de esta asig-
natura.
las condiciones que favorecen esa automatización son la contigüidad, la repe-
tición, el éxito, etc., en una reformulación de algunos de los principios básicos
del aprendizaje asociativo.
Efecto de la práctica
Las investigaciones sobre el efecto de la práctica han mostrado que el carácter de las ope-
raciones cognitivas cambia con la práctica en una tarea típica de laboratorio. Las opera-
ciones que son inicialmente lentas, seriales y exigen una atención consciente se vuelven
rápidas, menos deliberadas y pueden ejecutarse en paralelo con otras tareas. Con sufi-
ciente práctica, uno puede aprender a realizar varias tareas a la vez. Los estudios conduc-
tuales sobre la adquisición de destrezas han mostrado que la automatización es central
en el desarrollo de la pericia y la práctica es el medio para alcanzar esa automatización.
Mediante el acto de practicar (con un feedback, con supervisión, etc.), el carácter de las
operaciones cognitivas cambia de modo que:
Si queréis ampliar conocimientos sobre este tema podéis leer la siguiente obra:
Representación gráfica de la organización conceptual del conocimiento de dos expertos y dos novatos en
cinemática
Fuente: Chi, Glaser y Rees (1982)
¿Qué muestra la figura sobre la organización del conocimiento experto? Como puede
verse, los expertos agrupan los problemas en un número menor de categorías, pero
además son capaces de reagruparlas de modo más flexible, generando no sólo nuevas
diferenciaciones, sino sobre todo integrando�jerárquicamente las categorías inicia-
les en nuevos principios o conceptos que les dan sentido. Como señalaban los autores
de este estudio, mientras que los novatos se centran en los rasgos superficiales de los
problemas para clasificarlos (problemas de poleas, de pendientes, de ruedas denta-
das), los expertos han aprendido a�ver estructuras conceptuales en funcionamiento:
"los expertos ven y se representan un problema en un nivel más profundo (es decir,
basado en principios) mientras que los novatos tienden a representar el problema a
nivel superficial" (Glaser y Chi, 1988, p. xviii). En otras palabras, los expertos han
adquirido nuevas estructuras de conocimiento, que les permiten integrar la informa-
ción y el conocimiento que para los novatos sigue siendo en gran medida casual (es
decir, analizada caso a caso) y, por tanto, dependiente de los contextos concretos en
los que se adquiere.
Cita
"La metacognición es por tanto importante para que las personas evalúen su propia com-
prensión y las soluciones parciales generadas ante un problema... Además esos mismos
tipos de conductas de autorregulación son esenciales durante todo el proceso de adquirir
conocimiento y destrezas del que depende la pericia.... En consecuencia, las actividades
metacognitivas, tal vez en una diversidad de modos y formas, tanto explícitas como im-
plícitas, proporcionan y apoyan la dinámica para el desarrollo y el rendimiento de la
pericia".
Tal vez el lector pueda pensar que existe una contradicción entre algunos de los
rasgos que hemos descrito para el conocimiento experto... ¿No se decía antes
que estaba más automatizado y ahora se dice que se usa de modo más cons-
ciente o reflexivo? ¿No es esto contradictorio? ¿Cómo pueden ser ciertas las
dos cosas a la vez? Pues, precisamente estos datos aparentemente contradicto-
rios son una prueba de la complementariedad entre las dos formas de apren-
der que venimos evocando. La automatización de acciones y conocimientos,
según veíamos, reduce la demanda cognitiva –al guiar la atención y hacer que
los expertos conviertan en rutinas de reconocimiento lo que para los novatos
son tareas nuevas, que exigen toda su capacidad de procesamiento–, liberando
recursos para procesar�las�tareas�en�niveles�más�profundos, de naturaleza,
como hemos visto, no sólo consciente sino conceptual.
son mucho más complejos que los simples procesos de repaso que están en
el origen de la adquisición de información. Comprender es una forma más
compleja de aprender, pero que hunde sus raíces, como vemos en el caso de los
expertos, en los procesos de aprendizaje asociativo facilitados por la práctica
repetida y por un feedback de las consecuencias de esa práctica. Otra manera de
ver esta continuidad y complementariedad entre ambas formas de aprender
es profundizar en los tipos de aprendizaje constructivo, que, como vamos a
ver, permiten diferenciar un continuo de procesos de complejidad creciente.
Pero todas estas adquisiciones, que son producto de la práctica y del aprendi-
zaje, se restringen usualmente al dominio de conocimiento en el que se han
adquirido y tienen una generalización limitada a otros dominios.
© FUOC • P08/80519/02464 22 Los procesos de aprendizaje constructivo
2. El aprendizaje constructivo
"Imaginemos que se le encierra a usted en una habitación y que en esa habitación hay
diversas cestas llenas de símbolos chinos. Imaginemos que usted, como yo, no entiende
chino, pero que se le da un libro de reglas en castellano para manipular esos símbolos
chinos. Las reglas especifican las manipulaciones de los símbolos de manera puramente
formal, en términos de su sintaxis, no de su semántica. Así, una regla podría decir: «toma
un signo changyuan-changyuan de la cesta número uno y ponlo al lado de un signo
chongyuon-chonyuon de la cesta número dos». Supongamos ahora que son introduci-
dos en la habitación algunos otros símbolos chinos y que se le dan reglas adicionales
para devolver símbolos chinos fuera de la habitación. Supóngase que usted no sabe que
los símbolos introducidos en la habitación son denominados «preguntas» y los símbolos
que usted devuelve fuera de la habitación son denominados «respuestas a las preguntas».
He aquí que usted está encerrado en su habitación barajando sus símbolos chinos y de-
volviendo símbolos chinos en respuesta a los símbolos chinos que entran. Sobre la base
de la situación tal como la he descrito, no hay manera de que usted pueda aprender nada
de chino manipulando esos símbolos".
John Searle (1984). Minds, brains and science. Trad. cast. de L. Valdés: Mentes, cerebros y
ciencia. Madrid: Cátedra, 1985 (p. 38 de la trad. cast.)
Actividad
Tal vez lo mejor que podamos hacer en este punto, para ayudaros a entender esta idea, es
introduciros en otra habitación china, o mejor en un texto escrito en perfecto castellano.
Haced lo siguiente:
2. Ahora retirad el texto e intentad escribir el mayor número de ideas de las contenidas
en el texto.
3. Comparad el texto que contiene las ideas recodadas por vosotros con el original
¿Cuántas ideas habéis conseguido recordar? Y en cambio ¿cuántas palabras o ideas –
o unidades de información– ha reflejado vuestro texto que no están contenidas en
el original? ¿Habéis omitido algo? ¿Habéis añadido o alterado algo? ¿Y el orden y la
estructura de lo que habéis escrito son iguales que los que tenía el texto aprendido?
¿Sabríais decir de qué trata el texto?
4. En general, ¿qué tal ha sido vuestro aprendizaje? Si no ha sido muy eficaz, podríais
repetir nuevamente la lectura una y otra vez, hasta hacer una "copia" más o menos
exacta del texto (seguro que como alumnos tenéis experiencia...). Tal vez si lo repetís
muchas veces, podáis lograr condensar y automatizar semejante trabalenguas (algo
que francamente no recomiendo). Pero tal aprendizaje será poco duradero y poco
transferible, es decir, poco eficaz, según los criterios de un buen aprendizaje.
5. Pero también podríais hacer otra cosa: intentad, releyéndolo de nuevo, si no lo ha-
béis hecho ya, haceros una idea de qué trata el texto en lugar de intentar repetir su
contenido literal. En vez de yuxtaponer o asociar las unidades de información que lo
componen, tratad de relacionarlas entre sí en una estructura de significado.
Tratad�de�comprender�el�texto
Veamos cómo procede, a partir del ejemplo de este texto, la comprensión. Para ello vol-
vamos al texto de la actividad. ¿Cuál es el significado del texto? ¿De qué trata realmente?
La clave para recordar un mayor número de ideas del texto es lograr formarse una idea
general sobre su contenido. Y tampoco es fácil, ya que el texto es bastante abstracto. Sólo
podremos entenderlo –aumentando sin duda nuestro recuerdo de él si mañana alguien
nos preguntara qué hemos estado leyendo– si somos capaces de activar alguna idea ge-
neral a la que pueda referirse. Esa idea debemos extraerla de nuestro bagaje conceptual
de conocimientos previos.
No basta sólo con reproducir información nueva, también hay que asimilarla o integrar-
la en nuestros conocimientos anteriores. Sólo así comprendemos y sólo así adquirimos
nuevos significados o conceptos. Aprender significados, aprender por comprensión, es
cambiar nuestras ideas o conceptos como consecuencia de su interacción con nuevas
unidades de información.
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La importancia de esa activación de las propias ideas con el fin de asimilar los nuevos
materiales de aprendizaje queda clara volviendo al texto. Cuando, tras haberlo leído, se
le pregunta a la gente por su contenido suele decir que trata de actividades rutinarias o
cotidianas como estudiar, ordenar el despacho, hacer la comida, etc. (¿de qué creéis que
trata realmente el texto? ¿tenéis ya una idea?). Lo que la gente logra aprender depende
de su capacidad para activar una idea global en la que incluir los detalles del texto y, en
segundo lugar, de su acierto al activar esa idea. Si la idea que activamos no es correcta,
probablemente nuestro aprendizaje deforme el contenido del texto, ya que la compren-
sión no es un proceso reproductivo, sino constructivo. La comprensión y el aprendizaje
del texto serán mejores cuanto más se aproxime la idea que nosotros activamos al con-
tenido del texto. Así, cuando se da a leer el texto precedido por un encabezamiento que
resume su contenido, un título, su aprendizaje es mucho mejor, ya que ayuda a activar
un conocimiento previo, que sirve para organizar el texto, que, de esta manera, cobra un
significado más claro. Lo importante, en todo caso, para los efectos de este argumento no
es que el título ayuda a comprender el texto mejor, sino por qué lo hace: porque activa
un conocimiento previo desde el que ahora se lee el texto de una nueva manera, con
un nuevo significado.
Solución
Por cierto, el título del texto es "el lavado de ropa". Probad ahora a leerlo de nuevo y
veréis cómo todo cobra un nuevo significado, el texto es más comprensible. Y seguro que
ahora lo vais a aprender de manera más duradera y eficaz. Vuestro aprendizaje será mejor
porque ahora podéis comprenderlo y no sólo repetir unidades de información aisladas
o inconexas, es decir, asociadas entre sí.
Cada lector construye su propio texto, como cada espectador construye su pe- Conocimientos previos
lícula, porque cada lector o espectador, como cada aprendiz, intenta dar signi-
En los últimos años se han
ficado al mundo, aprender sobre él, a partir de los conocimientos�previos que desarrollado considerablemen-
activa desde su memoria permanente. A partir de ellos, es posible –o no– pro- te los estudios sobre los cono-
cimientos previos de las perso-
porcionar una organización a lo que en el texto anterior podían parecer frases nas en muy diferentes domi-
nios como un factor esencial
deslavazadas o inconexas (el texto se insertó con esta función ilustrativa, pero para el aprendizaje en contex-
tos complejos, esencialmente
me temo que muchos lectores hayan sufrido ya esta experiencia en más de una aquellos relacionados con la
ocasión en su historia de aprendizaje). Hemos visto también que basta con adquisición de conocimiento.
que nos digan de qué trata el texto para que activemos ese conocimiento del
que ya disponemos, de modo que cada una de las partes del mismo cobre sig-
nificado. De nada valdría el título si hiciera referencia a un conocimiento que
no poseemos; ésta es una experiencia muy frecuente para muchos aprendices
que se encuentran párrafos o apartados de sus libros de texto encabezados por
títulos tales como "La estequiometría" o "El pleistoceno", que les sugieren aún
menos que el propio contenido del texto. No se trata sólo de saber de qué va a
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tratar el texto. Para que haya aprendizaje por comprensión es necesario que el
aprendiz pueda relacionar el material de aprendizaje con la estructura de co-
nocimientos que ya posee. Siempre que una persona intenta comprender algo
necesita activar una idea o conocimiento�previo que le sirva para organizar
esa situación y darle sentido.
"Consideremos lo que puede suceder cuando un chico nuevo llega a una clase. Cuando
llega hay varias posibilidades que pueden ocurrir: puede no relacionarse en absoluto con
los otros estudiantes y permanecer aislado; puede unirse a un grupo que ya existe; o su
presencia puede provocar una reorganización de los grupos de amigos de la clase en su
totalidad. El mismo estudiante podría además integrarse de modo distinto en función
de la clase que lo reciba".
En suma, hay dos procesos de ajuste complementarios, que usamos para "afi-
nar" (el término original en inglés es tuning) nuestro conocimiento cuando se
desajusta con el mundo tal como interactuamos con él. Decíamos antes que al
aprendizaje constructivo nos permite modificar nuestro conocimiento a partir
© FUOC • P08/80519/02464 28 Los procesos de aprendizaje constructivo
En general, tiende a ser más fácil discriminar (construir una estructura o cate-
goría nueva, por procesos de escisión, diferenciada de la anterior, que englobe
a todas las excepciones) que generalizar (integrar las excepciones generando
una nueva categoría más general a partir de varias categorías ya existentes). El
aprendiz de física puede verse obligado a diferenciar entre velocidad y acele-
ración para dar cuenta del extraño comportamiento de los objetos que caen.
Quien haya intentado encontrar respuesta a las preguntas que aparecían en
la tarea de la página 4 y 5 probablemente se encontrará en la facultad de inte-
grar situaciones aparentemente distintas (el asa de la cazuela que nos quema
y la fría arena de la playa nocturna). Muchas veces no basta con ajustar los
conceptos, es necesario reestructurarlos en profundidad.
Imaginad, pues, a un profesor que plantea a sus alumnos un examen que cree bastante
difícil. Comienza a corregir los exámenes y se encuentra en primer lugar con el de un
estudiante que en ocasiones anteriores ha suspendido claramente. Sin embargo, este exa-
men está casi perfecto.
¿Qué ha sucedido?...
También cabe pensar que en un futuro próximo nuevas experiencias similares, nuevos
conflictos entre lo esperado y lo encontrado, puedan llevar a ese maestro incluso a re-
estructurar su propia teoría sobre el rendimiento de los "malos" alumnos, las causas de
sus fracasos y el modo como se les puede ayudar a superarlos. Será entonces, cuando ese
profesor haya cambiado su concepción sobre el aprendizaje, cuando esté en condiciones
de cambiar su manera de evaluar a los alumnos.
Hay dos rasgos principales que merecen ser destacados en ese proceso.
Dándole la vuelta a la idea de Koffka ("vemos el mundo no como es, sino como
somos nosotros"), el aprendizaje constructivo implica, por tanto, verse a uno
mismo reflejado en el mundo. O, en otras palabras, el aprendizaje constructivo
requiere, como ya vimos en el caso de los expertos, una mayor capacidad de
reflexión y control metacognitivo sobre el propio conocimiento y sobre el
propio aprendizaje.
Cualquier actividad o tarea, y entre ellas las actividades de aprendizaje, aun- Ejemplo
que se realice de modo automático, conserva un cierto grado de regulación o
Cuando conducimos o inclu-
control cognitivo. so cuando andamos, ejerce-
mos una actividad automática,
sobreaprendida, pero aún así
En ocasiones cometemos errores porque nos confiamos y ejercemos sobre la regulada, de modo que ajus-
tamos el giro del volante o la
tarea menos control del que en realidad requiere. Pero con frecuencia cuan- presión sobre el freno, o adap-
tamos nuestras zancadas a la
do la tarea se complica, cuando el aprendizaje se vuelve más complejo, por altura de los escalones.
salirse de lo rutinario y acontecer algún imprevisto o porque surgen nuevas
demandas o más exigentes, aumentamos nuestro control. Podría decirse que
hay varios niveles de control, desde el que ejerce un termostato, totalmente
automático, hasta los más elevados, que están implicados en comprender el
significado de este párrafo o detectar posibles incongruencias entre los distin-
tos sentidos en los que se ha usado el término control en los últimos párrafos
(¿qué es eso de un control automático?, pensará el lector, ya aturdido... lo que
nos faltaba).
1. la planificación de la tarea,
2. la regulación de su ejecución, y
3. la evaluación de sus resultados.
Ese plan, además de fijar metas, suele establecer submetas, pequeños "mojo-
nes" que indican que vamos en la dirección correcta. Esos indicios ayudan
también a la supervisión o regulación de la ejecución, por lo que detectamos
más fácilmente los errores o desviaciones cometidas. Los expertos, o simple-
mente los buenos aprendices, son más eficientes al supervisar o regular el mo-
do como están ejecutando la tarea, ya sea detectando las incongruencias del
texto o las palabras que no se comprenden (o detectando los errores cometidos
en la realización de operaciones matemáticas). Esta detección de errores suele
conducir a modificar el plan estratégico establecido con el fin de alcanzar las
metas previstas.
Por último, el control estratégico del aprendizaje requiere ser capaz de realizar
una evaluación�de�los�resultados alcanzados, de acuerdo con las metas pre-
viamente fijadas por el plan. Con frecuencia (¡ojalá no sea éste el caso!) los
estudiantes se limitan a completar ejercicios, sin apenas control por su parte,
ejecutan sus rutinas y obtienen un resultado final que entregan al profesor
para su evaluación, sin que muchas veces lo obtenido tenga ningún sentido
para ellos, por lo que difícilmente detectan su incongruencia, su lejanía de las
metas fijadas, o aún más, su manifiesta imposibilidad. La autoevaluación es
un componente esencial del autocontrol en todo tipo de tareas de aprendiza-
je, desde ajustar ecuaciones químicas, o leer un texto como éste, a controlar
las propias emociones o hábitos para dejar de fumar o aprender a hablar en
público. La autoeficacia, o la sensación de control de la tarea, es un requisito
fundamental para ejercer un esfuerzo constante en el aprendizaje. Aunque esa
© FUOC • P08/80519/02464 34 Los procesos de aprendizaje constructivo
sensación de lograr los objetivos que nos proponemos es, en parte, producto
de la frecuencia relativa de nuestros éxitos y fracasos, lo es más aún el modo
como los interpretemos. Nuestra interpretación, a su vez, va a depender de la
concepción que tengamos no sólo de nosotros mismos como aprendices en
ese dominio, sino de lo que entendamos por aprender, de nuestra concepción
o teoría implícita del aprendizaje como actividad cognitiva.
Un buen marco para analizar las relaciones entre procesos de aprendizaje aso-
ciativo y constructivo puede ser el enfoque�de�jerarquías�estratificadas pro-
puesto por Mesarovic, Macko y Takahara (1980; podéis ver también Pozo,
2001). De acuerdo con los supuestos de la Teoría�general�de�sistemas, esas je-
rarquías estratificadas se caracterizan no sólo por establecer diferentes niveles,
o estratos, de análisis de un problema –en este caso el aprendizaje humano–,
con marcos conceptuales propios, sino sobre todo por que en cada nivel el
funcionamiento del sistema está restringido por la operación de los niveles
inferiores, pero la verdadera comprensión o significado de esos niveles infe-
riores sólo se puede obtener de los análisis más molares de los niveles supe-
riores. En otras palabras, cuanto más descendemos en el análisis (por ejem-
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Hay aquí ya dos conceptos fundamentales para entender las relaciones entre
aprendizaje asociativo y constructivo.
Ejercicios de autoevaluación
Para profundizar en la naturaleza del conocimiento experto, os sugerimos un ejercicio de
aplicación y reflexión basado en vuestra propia experiencia cotidiana.
Una vez elegida una situación, intentad confeccionar una lista de las cosas que sabéis o co-
nocéis y que una persona menos experta ignora o en las que es menos eficiente. Pensad en
tareas, actividades o situaciones que permitirían a cualquiera discriminar quién es más o me-
nos experto en ese dominio (el fútbol, los bailes de salón, la música clásica, la electrónica,
otra vez la cocina, etc.) e intentad relacionar esos conocimientos adquiridos con los procesos
que hemos analizado en este módulo (crecimiento, ajuste, reestructuración).
La tarea no será fácil y os surgirán muchas dudas, pero en ese proceso lograréis entender
mejor lo que aquí hemos estudiado.
2. Con respecto a la relación entre los aprendizajes asociativos y los aprendizajes constructi-
vos, cabe postular que...
a) adquirir un conocimiento y cambiarlo una vez adquirido siguen los mismos procesos,
dependiendo de la naturaleza del conocimiento implicado.
b) muchos conocimientos se adquieren por procesos constructivos, pero luego se van ajus-
tando por procesos asociativos.
c) muchos conocimientos que se adquieren por procesos asociativos y/o implícitos requieren
un aprendizaje constructivo para cambiarse.
a) crecimiento.
b) ajuste.
c) reestructuración.
5. La conciencia y regulación por parte de los aprendices de su propio aprendizaje son ca-
racterísticas de...
a) la ejecución de los aprendices novatos hasta que logran automatizar los procedimientos
de aprendizaje.
b) la ejecución de los aprendices expertos en las situaciones de aprendizaje más familiares.
c) la ejecución de los aprendices expertos a la hora de afrontar situaciones nuevas.
© FUOC • P08/80519/02464 40 Los procesos de aprendizaje constructivo
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
1.�c
2.�b
3.�c
4.�b
5.�c
© FUOC • P08/80519/02464 41 Los procesos de aprendizaje constructivo
Glosario
ajuste m Proceso de aprendizaje que, ante la detección de desequilibrios o desajustes entre
las propias representaciones y los objetos o sucesos observados en un dominio dado de acción
o conocimiento, permite la reorganización de esas representaciones mediante diferenciación
o generalización conceptual (véase este mismo glosario)
Si habéis leído con atención y detalle los contenidos de este módulo, y se han
aplicado a ellos procesos de aprendizaje no tanto asociativo o repetitivo como
comprensivo, deberíais estar en condiciones, ante una situación de aprendi-
zaje cotidiano sencilla –como ésta, pero también aprender a cocinar, a jugar
a las cartas o a usar un mp3–, de diferenciar en ella los diferentes procesos
de aprendizaje constructivo que aquí se han explicado. Encontrar ejemplos
de crecimiento –añadir nueva información a nuestras estructuras de conoci-
miento en un dominio dado– es tan habitual como fácil de reconocer en ca-
da una de esas ocasiones. Los procesos de ajuste son algo menos frecuentes
y tal vez no tan evidentes, como por ejemplo cuando sé jugar a un juego de
cartas y he de cambiar de chip para jugar a otro diferente, aprendiendo nuevas
estrategias o conceptos, o cuando quiero aprender a realizar tempuras a partir
de mis conocimientos previos en cocina. La reestructuración es aún menos
habitual y los ejemplos se hacen menos probables y difíciles de identificar (es-
peremos que tras leer el próximo módulo resulte más fácil), pero aun así los
encontraríamos si pensamos en que alguien que nunca ha usado un aparato
electrónico ha de aprender a usar un mp3, para lo cual no le vale con ajustar
los conocimientos que tiene sobre esos dispositivos, sino que debe adquirir
nuevas estructuras de conocimiento de las que carece. O también si alguien
quiere comprender la cocina oriental, no ya aprender a hacer un plato deter-
minado, sino entender su lógica y sus principios desde nuestra cocina. Nece-
sitará reestructurar algunos de sus principios.
En todo caso, como puede verse en los ejemplos anteriores, los procesos de
aprendizaje constructivo permiten ir más allá de los resultados obtenidos por
el aprendizaje asociativo, por lo que en vez de entenderse como opuestos, de-
berían verse como los dos extremos de un continuo en el aprendizaje (de la
asociación a la construcción), procesos complementarios que forman parte de
un sistema�de�aprendizaje�complejo que permite no sólo detectar, por pro-
cesos asociativos y en buena medida implícitos, las regularidades que existen
en el ambiente, sino también reorganizar, por procesos explícitos y reflexivos,
esos conocimientos cuando resultan insuficientes o ineficaces por no adaptar-
se bien a nuevos ambientes o a nuevas metas conductuales o de aprendizaje.
Los procesos de aprendizaje constructivo tienen, por tanto, una naturaleza ex-
plícita o consciente e implican una gestión metacognitiva del propio conoci-
miento mediante procesos de planificación, supervisión y evaluación de los
propios aprendizajes.
Bibliografía
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