Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
GOY PAZ
FLAMAS DIVINAS
Un encuentro para el despertar interior
Goy Paz
Dedicado a todos los encuentros que
han despertado al amor incondicional
y a los que están en el camino
GOY PAZ 3
Reseñas
4 FLAMAS DIVINAS
Cuando menos lo esperas, todo se presenta ante ti y, normalmen-
te, no sabemos qué hacer. Toca mirar adentro, como muy
bien nos devela la autora en estas páginas. El dolor nos saca
de nuestro estado de somnolencia y nos impulsa a la gran
aventura, la más importante, sin duda: el camino a nuestro
interior, el descubrimiento de lo que realmente somos. Mis
felicitaciones por este hermoso y conmovedor libro.
Isara, Flama Divina
Leer este libro fue una gran experiencia. Tengo que reconocer
que hubo muchos conceptos y situaciones totalmente nuevas para mí
y difíciles de entender, pero en todo momento me sentí llevada de
la mano de Goy. La guía a través de sus experiencias maravillosas y
únicas me ayudó a comprender mejor la teoría. Está muy clara la in-
tención al escribir este libro: a través de sus experiencias personales,
facilitarnos el camino y darnos las herramientas, a los lectores, para
conectarnos con nuestro interior y, como lo menciona: “aprender a
ver la luz”. Felicito a Goy Paz por este libro y le deseo muchos éxitos.
Belén Baca, lectora
GOY PAZ 5
Evidentemente, hay mucho trabajo de investigación detrás
de estas letras manifestado, de manera clara, en los primeros siete
capítulos. Fue interesante conocer los estudios sobre el tema, desde
diferentes corrientes y pensamientos. Naturalmente y como bien se
menciona en el libro, cada persona vivirá de manera distinta este pro-
ceso. En muchos aspectos me identifiqué y pude sentir de manera di-
recta, lo que Goy experimentó, por la relación que he llevado con mi
ex pareja desde hace 15 años y de la cual aún no logro identificar, qué
tipo de relación es. Los últimos capítulos se centran en el ego. Cierta-
mente, es la parte más difícil de dominar. Goy tuvo que transitar por
muchos caminos para descubrir el amor incondicional. Sé que uno de
los caminos para el despertar interior, como lo menciona en el libro,
es la meditación y, por ello, aunque tome varias vidas, seguiré por ese
sendero. Gracias por las enseñanzas, por compartir las experiencias
que, sin duda, ayudarán a más de uno a comprender, que primero
debemos amarnos y respetarnos nosotros mismos, para poder amar
a los demás. Pero, sobre todo entender que es posible dominar al ego,
si dejamos de alimentarlo. Nuestra Flama Divina está allí, en algún
lugar del universo.
Carmen Elena Huras, lectora.
6 FLAMAS DIVINAS
Prólogo
GOY PAZ 7
Este libro nos propone un encuentro para el despertar interior. Este
despertar se produce primero aprendiendo a ser permeables a distintas
energías, siendo conscientes, ese ser conscientes es el primer paso para nues-
tro autoconocimiento, que es además un proceso que tiene un principio pero
que no tiene final.
8 FLAMAS DIVINAS
Agradecimientos
GOY PAZ 9
El Tao que puede llamarse Tao
no es el verdadero Tao.
El nombre que se le puede dar
no es su verdadero nombre.
Sin nombre es el principio del Cielo y la Tierra;
y con nombre, es la madre de las diez mil cosas.
Desde el No-Ser comprendemos su esencia;
y desde el Ser, sólo vemos su apariencia.
Ambas cosas, Ser y No-Ser, tienen el mismo
origen, aunque distinto nombre.
Su identidad es el Misterio.
Y en este Misterio
se halla la puerta de toda maravilla.
Lao Tze - Tao Te Ching
10 FLAMAS DIVINAS
Índice
Capítulo I 13
Introducción
Capítulo II 15
Antecedentes
Capítulo III 28
La espiritualidad es inherente al ser humano
Capítulo IV 32
¿Qué es el alma o yo superior?
Capítulo V 49
Orígenes de las Flama Divina e historias
Capítulo VI 72
¿Flama divina, alma gemela o relación kármica?
Capítulo VII 80
Identificando la flama divina
Capítulo VIII 86
Mi viaje
Capítulo IX 101
Despertar de un nuevo amor
Capítulo X 105
Señales del multiverso
Capítulo XI 112
Los Chakras, La Kundalini y El Despetar
12 FLAMAS DIVINAS
Capítulo I
Introducción
He decidido escribir sobre las Flamas Divinas puesto que hay mucha
confusión sobre el tema y, también porque hay personas estancadas en una
parte del proceso emocional, que les impide llegar a la auténtica realización
de este encuentro. En este trabajo, compartiré desde mi propia experiencia,
investigación, transformación, observación, proceso de integración y enten-
dimiento, lo que este viaje nos puede ofrecer.
GOY PAZ 13
Iniciaré compartiendo algunos antecedentes sobre el estado de la psi-
cología colectiva actual. Abordaré otros factores que son importantes com-
prender para darnos cuenta por qué han surgido estas conexiones, en estos
tiempos, y su relación con el despertar espiritual. Intentaré usar los términos
que, de alguna manera, se acerquen más a la experiencia. Ofreceré una vi-
sión amplia que llegue, de la mejor manera posible, a la esencia de las Flamas
Divinas y el camino de despertar interior.
14 FLAMAS DIVINAS
Capítulo II
Antecedentes
¿Podrías imaginar cómo hubiese sido tu vida en el año 834 AEC (an-
tes de la era común) o en el año 1628 DEC (después de la era común)? ¿Cuá-
les crees que hubieran sido las creencias que formaban aquella realidad?
¿Qué tan diferente sería la versión tuya, de ahora, en relación con las de
aquellas épocas? Sin duda, habría grandes diferencias porque las distintas
épocas marcan un tipo de vibración que genera formas de pensar y de sen-
tir comunes. Así como han existido eras mucho más oscuras, sin duda, han
existido otras más luminosas, según lo transmiten los sabios de varias tradi-
ciones cuando se refieren, por ejemplo, a la Era de Oro (griegos) o Satya Yuga
(hindúes). Durante las distintas “eras”, los humanos respondemos al tipo de
energía que gobierna su tiempo. ¿Qué podríamos decir sobre esta era global
del siglo XXI que estamos compartiendo? Algunos factores que nos marcan
pueden ser: internet, consumismo, medios sociales, tecnología, movimientos
ambientales, una juventud más activa en relación con los eventos mundiales,
religiones en decadencia, sistemas económicos en decadencia, deterioro de
recursos naturales, pugnas de poder, un notorio egocentrismo, sentimos que
los años pasan volando y que todo se ha acelerado, entre tantas cosas más.
Si consideramos la manera en que estos factores influyen en nuestra forma
de vida y creencias, e imaginamos cómo pudo haber sido una era temprana,
GOY PAZ 15
en la que nos movilizábamos a pie, en caballos o carretas, cuando la educa-
ción era privilegio de pocos y tenía un enfoque totalmente diferente al que
conocemos hoy, podríamos comprender cómo, el pensamiento colectivo da
forma a la realidad en la que interactuamos.
16 FLAMAS DIVINAS
acuerdo con su nivel de conciencia, a esa energía masiva que co-crea la reali-
dad con la humanidad. Sin duda, en cada era hay gente que está en distintos
niveles de conciencia. Lo que marca la diferencia es que la energía prepon-
derante, de cada era, afecta a la mayoría. Por eso es por lo que en la Era de
Oro, la mayoría responde a una vibración muy elevada y son pocos los que
están viviendo en la oscuridad. En cambio, en la Era de Hierro o Kali Yuga,
la mayoría responde a la vibración de más bajo nivel y son pocos los que
están en nivel de conciencia elevada. En tal caso, quizás logremos cambios
interesantes, en el poco tiempo que nos queda, antes de arrasar con la vida
en el Planeta.
GOY PAZ 17
comenzó en la fecha de Cuenta Larga 13.0.0.0.0 4 Ajaw 8 Kumk’u y abarca
5.125,366 años solares. Esta fecha de la creación corresponde al 11 de agos-
to de 3.114 A.C. (calendario gregoriano) y el otro registro arqueológico de
Tortuguero en Tabasco, México, registra el fin del ciclo de 13 baktún como
13.0.0.0.0 4 Ajaw 3 K’ank’in, que corresponde al 21 de diciembre de 2012.
No hay evidencia en estas inscripciones, o en cualquier otro registro cono-
cido, que los antiguos mayas pensaban que el calendario de Cuenta Larga
implicaría algún tipo de “fin” catastrófico.” El mismo artículo hace referen-
cia a la alineación planetaria con el centro galáctico y dice lo siguiente: “En
el solsticio del 21 de diciembre de 2012, el Sol, visto desde la Tierra, cruzó el
plano de la Vía Láctea cerca de su centro. Este tipo de alineación del paso
del Sol con el plano de nuestra galaxia ocurre cada año; por lo tanto, no
es muy especial. Sin embargo, la alineación del Sol con nuestra galaxia en
el solsticio de diciembre ocurre cada año, pero solo durante un período de
400 años consecutivos, y dentro de cada ciclo de precesión de 25.772 años.
Esto, por lo tanto, es más especial. Es posible que los antiguos mayas esta-
blecieran el comienzo del calendario de Cuenta Larga para que el ciclo de
13 baktún se completara en el solsticio de diciembre de 2012.”
18 FLAMAS DIVINAS
pesar de que, en estas épocas, el tiempo parece pasar más rápido, se puede
constatar que el proceso de transformación colectiva sucede en espacios de
tiempo muy grandes. Realmente, toma varias generaciones hacer cambios
cuantiosos en la colectividad.
Por siglos las generaciones nuevas han edificado sobre lo que han
construido las anteriores. Sin embargo, esta etapa parece caracterizarse
por la necesidad de crear nuevas formas de co-existencia. Esto implica que
hay que desestructurar lo establecido para volver a empezar, no solo crean-
do nuevos sistemas y formas de vivir sino, sobre todo, manifestando nue-
vos niveles de conciencia colectiva más elevados. El proceso para lograrlo
es tremendamente intenso y, si fuese únicamente por nosotros mismos, no
podríamos lograrlo. Por eso nos enfrentamos a tantos desastres naturales,
otros generados por nosotros mismos, pandemias de origen dudoso y, tam-
bién, nos llegan experiencias extraordinarias y maravillosas que nos están
estimulando a cambiar de raíz. Todo se está moviendo, se está reajustando
y preparando para un nuevo mundo, con nuevos niveles de vibración y de
conciencia.
GOY PAZ 19
que nos embarquemos en una relación de descubrimiento y discernimiento
interior.
20 FLAMAS DIVINAS
Cuando le pregunté: “¿qué es lo que tengo que hacer?” Me dijo: “no estoy
aquí para decirte lo que tienes que hacer, estoy aquí para guiarte.” No en-
tendí su respuesta porque tenía ese prejuicio sobre los maestros espirituales.
Fue al verme desorientada que me dijo: “lo que te puedo decir es que estás
en el camino correcto.”
Ahora que he pasado el medio siglo de existencia, puedo decir que los
impulsos importantes de energía suceden esporádicamente y hay que saber
escucharlos. El cambio radical llegó a los 27 años de edad cuando, en medio
de una terapia respiratoria, que realicé durante un ayuno líquido en la clínica
Buchinger en Überlingen, me fundí con la energía del terapeuta de respira-
ción. Fue una experiencia tan intensa y transformadora que decidí cambiar
de profesión. Entonces, entendí lo que me dijo ese “Maestro”. A raíz de esta
experiencia y, sabiendo que tenía que hacer cambios importantes, sentí que
me rodeaba una energía más grande que lo que conocía de mí misma, hasta
ese momento. Tomé la decisión de empezar un nuevo camino y nada pudo
impedir que manifieste los cambios de profesión y de vida. Me dediqué de
lleno, de ahí en adelante, a la meditación y la vida alternativa que me ofreció
esta oportunidad.
GOY PAZ 21
Decidí hacer el deber por plena curiosidad. Si bien no me dio el
nombre sí sentí su presencia. Entonces, le invité a que me acompañara a
donde fuera. Yo vivía en la casa de mi prima Sylvia en Hayward, Califor-
nia. Había llegado donde ella porque fue la única que contestó mi carta
solicitando ayuda para encontrar algún lugar para estudiar medicina al-
ternativa. Así que vendí todas mis pertenencias, dejé todo atrás y me fui
a California, para aventurarme a encontrar ese algo que buscaba a raíz de
esa experiencia de fusión con el terapeuta en Alemania. Es más, mi prima
había encontrado este centro psíquico en Pleasanton que quedaba cerca de
Hayward. Así que los primeros meses viví con ella y asistí a este lugar. Un
día, que me preparaba para ir a clases nocturnas, abrí la refrigeradora para
ver si había algo de comer. No vi nada interesante y, entonces, pensé que
comería algo en el camino. Al cerrar la refrigeradora, la comunicación te-
lepática con ese “Maestro” se activó y me dijo: “no te preocupes, al regreso
tendrás un plato de fideo esperándote”. Con escepticismo fruncí el ceño
y dije: “bueno, bueno” con total incredulidad. Al subirme al carro, lo pri-
mero que hice, como era mi costumbre, fue poner música. Había llevado
cassettes cromados, grabados con mi música favorita, bien variada. Tenía
cassettes de música new age, música clásica, jazz, rock, pop y merengue.
Me cercioraba de tener siempre la mejor calidad auditiva y un buen equipo
de audio. Cuando quise poner un cassette de new age, esa voz me dijo: “pon
el cassette de esa música alegre que tienes”. Yo me negué a creer que, real-
mente, ese “Maestro” se estaba comunicando conmigo. Sin duda, pensaba
que todo era mi imaginación, así que no le hice caso y puse el cassette de
new age y no funcionó. Me insistió que ponga ese cassette de merengue
y me negué nuevamente, así que puse uno de música clásica y tampoco
funcionó. Esto jamás me había pasado puesto que los escuchaba todo el
tiempo. Medio entre asustada y resignada, puse el cassette de merengues
y funcionó. Me quedé totalmente callada y no quise dialogar, telepática-
mente, con ese ser pues, en mí, se movían una serie de intrigas sobre lo que
estaba pasando.
22 FLAMAS DIVINAS
Al llegar a Pleasanton pasé por un Burger King y pensé “onion rings”
(anillos de cebolla). Los compraría al salir de clases. El Maestro me dijo que
no sería necesario, pero no creía nada de lo que me decía a pesar de lo que ya
estaba pasando. Al salir de clases, ya estaba oscuro y pasé, lentamente, por
la calle para visualizar el Burger King y pues, mis ojos no lo vieron. Decidí
regresar para imponer mi testaruda decisión y, cuando lo encontré, entré en
el drive thru. Pedí 2 órdenes de anillos de cebolla. Al llegar, el hombre me
tenía 4 órdenes listas. Le dije que solo había pedido dos y me quería cobrar
por las 4. Finalmente, me dio las 2 órdenes y el rato de salir del drive thru,
no entiendo cómo, no vi bien el camino y me salí por la vereda golpeando
mi carro. Es como que todo esto salió al revés. Luego de golpear mi carro,
ese “Maestro” me volvió a decir que nada de eso era necesario porque me
esperaba un plato de fideos al regresar a casa. Fue tal mi confusión que hasta
se me fueron las ganas de comer esos anillos de cebolla. Quedé consternada
y, nuevamente, viajé silenciosa. Jamás se me ocurrió que al llegar a casa,
mi prima me estaría esperando con spaghettis, pero así fue. Me quedé tan
estupefacta que comí y me encerré en el cuarto. No quería ni pensar. ¿Exis-
ten otras dimensiones con las que podemos interactuar al mismo tiempo?
¿Dimensiones en donde el tiempo no es lineal como aquí? ¿Era una parte
de mi la que creaba todo esto o, realmente, estaba interactuando con seres
de otras dimensiones?
GOY PAZ 23
otro ritmo y, si quería investigar algo, tenía que acudir a una librería o una
biblioteca. Llegué a Walden Books y encontré un libro sobre el significado
de los nombres. Lo abrí y caí sentada al piso. Teodoro significa: “regalo de
Dios”. No tenía idea de qué hacer con todo lo que me estaba sucediendo.
No había manera de entrelazar el mundo interior con el mundo exterior. La
meditación se había vuelto un medio para conectarme con ese mundo que
surgía cuando lograba el silencio mental, pero unir los dos mundos parecía
imposible.
24 FLAMAS DIVINAS
anticipación de qué se trataba este viaje, todos hubiésemos tenido en men-
te, algo preconcebido que influiría de manera no natural sobre el proceso.
Quedé golpeada y sensible por varios días hasta poder asimilar el asunto.
Siempre sorprendida del mundo interior y sin saber qué creer. Adiestrada,
como la mayoría, a vivir en función del mundo externo, dependiente de los 5
sentidos, todo lo relacionado al mundo interior se sometía al reino de la duda
y al entendimiento racional. Como no coincidía con el formato de la realidad
externa, era muy fácil negarlo o dejarlo como actividad de la imaginación,
la misma que una gran mayoría asocia con el mundo fantasioso del pen-
samiento. Sin embargo, para Einstein, la imaginación era tremendamente
importante, por eso dijo: “La imaginación es más importante que el conoci-
miento. El conocimiento es limitado, la imaginación rodea al mundo.”
GOY PAZ 25
hace ver lo que es. Mientras no conozcamos y diferenciemos estos dos aspec-
tos del ser, será poco fácil experimentar las certezas de la sabiduría.
26 FLAMAS DIVINAS
ciona el ego y cómo maneja la personalidad. En esta época, de acrecenta-
da energía, hay más oportunidad de despertar que en épocas anteriores. El
proceso puede tomar un par de décadas y, en una sola vida, se podría lograr
avances enormes. Los tiempos entre las eras, en cambio, son más lentos y no
ofrecen una dinámica tan intensa y transformadora como las transiciones.
Referencias
https://maya.nmai.si.edu/es/2012-la-cuenta-reinicia/el-significa-
do-del-2012
GOY PAZ 27
Capítulo III
La espiritualidad es inherente
al ser humano
“Conócete a ti mismo”
aforismo griego
28 FLAMAS DIVINAS
de ser verdad. El encuentro con la FD es un encuentro, esencialmente,
espiritual. “Flama o llama” se refiere al elemento fuego, el mismo que
está relacionado al espíritu en diversas tradiciones. “Divina” se refiere
a que se origina en los reinos superiores y “gemela” se refiere a ser un
reflejo idéntico. En este caso, no se refiere a un reflejo físico sino a que,
la esencia espiritual, es una y la misma.
GOY PAZ 29
y Yang, la dualidad y las polaridades. Del Yin y Yang nace el Bagua, que
representa la miríada de cosas que surgen del proceso del Wuji, al ma-
nifestarse en la dualidad. Esto es importante conocer para comprender
el punto en que las Flamas Divinas se dividen.
30 FLAMAS DIVINAS
ren. Espíritu, paz interior, libertad, amor, compasión, en esa dimensión
elevada de conciencia, son una misma cosa. Así que, no demoremos
nuestro viaje pues lo que buscamos, sepamos o no, se encuentra en la
esencia de nuestra espiritualidad.
Referencias
https://www.learnreligions.com/wuji-wu-chi-3183136
GOY PAZ 31
Capítulo IV
¿Qué es el alma o yo superior?
32 FLAMAS DIVINAS
/ kardie, phren / phrenes, menos, noos y psyche. Finalmente, los griegos
diferenciaron entre alma y espíritu (psyche y pneuma, respectivamente)
y sugirieron que la “vitalidad” y el alma estaban conceptualmente vincu-
lados. Sin embargo, no está del todo claro que un solo ser tuviera una sola
alma, como se cree hoy en día. De hecho, varias culturas antiguas como
los egipcios y los chinos postulaban que los seres individuales formaban
parte de almas diferentes (o tenían elementos diferentes en su alma). Por
ejemplo, la mitología egipcia enseñaba que un individuo estaba formado
por varios elementos, algunos físicos y otros espirituales, el Ren (nom-
bre), el Bâ (personalidad), el Ka (chispa vital), el Sheut (sombra) y el Jb
(corazón). La tradición china sugiere que cada individuo tiene dos tipos
de alma llamados hun y po. El taoísmo considera que hay diez elementos
en el alma: tres hun y siete po. En consecuencia, la definición de un alma
no es tan sencilla como parece, ya que se confunde con la cuestión de si su
alma es una o muchas, si las almas son preexistentes o creadas, y si están
unificadas o separadas, así como su relación con un ser divino. Por estas
razones, es imposible llegar a una definición universalmente reconocida de
un alma, aunque en la espiritualidad popular las almas, generalmente, se
perciben como la esencia interna de una persona que sobrevive a la muerte
y es esencialmente espiritual, aunque estos puntos de vista no concuerdan
con enseñanzas escriturales.”
Otra definición de alma dice así: “El término alma o ánima (del latín
anima) se refiere a una entidad inmaterial que, según las afirmaciones y
creencias de diferentes tradiciones y perspectivas filosóficas y religiosas,
poseen los seres vivos. La descripción de sus propiedades y característi-
cas varía según cada una de esas tradiciones y perspectivas. Etimológi-
camente, la palabra, del latín anima se usaba para designar el principio
por el cual los seres animados son semovientes, esto es, estaban dotados
de movimiento propio y por tanto poseían vida. En ese sentido originario,
tanto las plantas como los animales en general, el Sol, la Luna, los planetas
conocidos, el viento, el fuego, el agua estarían dotados de alma (animismo)
GOY PAZ 33
en proporciones distintas, por lo que algunos serían mortales (perderían su
vida poco a poco) y otros no.”
34 FLAMAS DIVINAS
hindú, especialmente en la escuela Vedanta del hinduismo, mantman es el
primer principio, el verdadero yo de un individuo más allá de la identifica-
ción con los fenómenos, la esencia de un individuo. Para alcanzar Moksha
(liberación), un ser humano debe adquirir autoconocimiento (atma jnana),
que es, según Advaitins, darse cuenta de que el verdadero yo (mantman) es
idéntico al trascendente Brahman.” El hinduismo también tiene por meta
llegar al nirvana (iluminación) para liberarse de la cadena de samsara (rueda
de encarnaciones). Si no se consigue la iluminación, el alma seguirá reencar-
nando según su karma en distintos cuerpos y circunstancias.
GOY PAZ 35
manifestada del Tao y está representado por un círculo vacío. Debido a las
traducciones, a veces se entiende al Tao y Wuji como lo mismo. Pero Wuji
sería el Tao en quietud y Taiji (Tai Chi) es el Tao en movimiento. Del Tao,
nace la dualidad concebida en el yin y el yang, opuestos complementarios y
de ahí nacen las diez mil cosas. Un símbolo tan sencillo y simple contiene los
principios de nuestro mundo.
36 FLAMAS DIVINAS
mundanas. Mientras más despertamos a nuestra esencia espiritual más
comprenderemos de qué se trata esta relación y sabremos que somos
Uno. No hay separación y, esa esencia que nos hace Uno, no conoce el
miedo porque su origen es el amor incondicional que trasciende la dua-
lidad. Aun así, teniendo la experiencia de contacto con la FD, estimulada
por experiencias sutiles, nos lleva a indagar más en el interior para com-
prender los niveles de conciencia que se mueven y nuestra multidimen-
sionalidad.
GOY PAZ 37
6
7
1. Inconsciente inferior o inconsciente
3 personal
2. Inconsciente medio o Subconsciente
5 3. Inconsciente superior o Superconsciete
4. Campo de la conciencia o consciente
4
5. El Yo consciente o Yo personal
2 6. El Si Mismo Superior o Transpersonal
7. Inconsciente Colectivo
1
7 7
38 FLAMAS DIVINAS
sonalidad pero que no estamos conscientes en este momento.” Aquí alma-
cenamos nuestra autoimagen consciente y establecemos una identidad, que
luego permite nuestra autoexpresión y el desarrollo de límites. En este espa-
cio según el diagrama, nuestras diversas experiencias se asimilan, nuestras
actividades mentales e imaginativas ordinarias se elaboran y se desarrollan
en una especie de gestación psicológica antes de su nacimiento a la luz de la
conciencia.
GOY PAZ 39
sino que insiste en que las necesidades de significado, de valores más al-
tos, de una vida espiritual, son tan reales como las necesidades biológicas
o sociales.” En esta misma entrevista, Assagioli menciona luego: “Muchas
personas parecen haberse sometido, voluntariamente, a una lobotomía
espiritual, a una represión de lo sublime, una negación completa del ser
transpersonal. En consecuencia, los inconscientes superiores siguen sien-
do prácticamente desconocidos para muchas personas… muchas de las
personas más creativas de la historia humana informan experiencias
de naturaleza transpersonal. ¿Con qué derecho podemos negar que los
impulsos espirituales son menos reales, básicos o fundamentales que los
impulsos sexuales o agresivos?”
40 FLAMAS DIVINAS
los contenidos de la conciencia. Pensamos que somos nuestros pensamien-
tos y sentimientos. Todavía no hemos reconocido la diferencia entre la
conciencia y su contenido; es decir, todavía no nos hemos desidentificado
con los contenidos de nuestra conciencia. Este es un hecho que cualquiera
puede experimentar simplemente tratando de observar el contenido de su
conciencia. En pocas palabras, este yo consciente es el observador interior
que nos refleja, generalmente, de manera neutral, lo que pensamos y sen-
timos para poder comprender nuestra relación con el mundo. Me gusta-
ría diferenciar entre el yo consciente, que es el observador interior, y el yo
inferior al que asocio con el funcionamiento del ego. Ofreceré una visión
que distingue entre las herramientas del ego y las del alma en el camino
del despertar y la existencia. El yo de este diagrama se refiere más a ese
yo observador que no vive en el tiempo lineal que viven nuestros cuerpos.
GOY PAZ 41
El Inconsciente Colectivo es como la memoria que sostiene la energía que
nos hace crear y compartir la realidad que vivimos. Sostiene las estructuras
mentales globales que nos estimulan a edificar un mundo basado en su
vibración. Estamos en contacto telepático constante con el mundo exterior
y estamos influenciados por todo lo que la humanidad ha experimentado y
está experimentando. Tenemos una relación recíproca con el inconsciente
colectivo. Nosotros respondemos a su vibración y nuestra respuesta im-
pacta la información que se guarda en este campo. Para lograr cambios
importantes en la humanidad, hay que impactar el inconsciente colectivo a
través del cambio personal y la elevación de la conciencia.
Este diagrama nos permite, entonces, tener una noción, una pers-
pectiva muy interesante de nuestra estructura psicológica. Es un mapa
para ayudarnos a comprender nuestro potencial. La maravilla de la psico-
síntesis es, justamente, el valor que da a la presencia y experiencia trans-
personal.
42 FLAMAS DIVINAS
Como vivimos en este estado beta de ondas cerebrales, la mayor
parte del tiempo, la experimentación de vibraciones superiores no es muy
evidente. Las experiencias extraordinarias suceden, normalmente, cuando
entramos en estado alfa y theta. Realmente, no son extraordinarias, solo lo
son para la dimensión en la que pasamos la mayor parte del tiempo (beta).
Por eso son extra-ordinarias. En esas dimensiones es de lo más natural pues
así funcionan. Thomas Yeomans, Ph.D., dice algo interesante en este mismo
artículo: “necesitamos contactarnos con nuestro Yo Superior a través de la
trascendencia y necesitamos anclarlo y expresarlo a través del descenso.
La madurez espiritual no es real hasta que el Yo Superior haya logrado
manifestarse completamente en la Tierra, en este caso, a través de tu vivir
diario y personal.” De todas maneras, es importante considerar que noso-
tros también podemos hacer algo para ascender, en vibración, y no solo es-
perar que el Yo Superior descienda para encontrarse con el yo personal. Los
dos pueden tener un grato encuentro en el corazón, punto intermedio entre
los chakras superiores y los inferiores. Por algún motivo, dentro de mi enten-
dimiento, siento que este concepto del inconsciente colectivo es muy similar
a la teoría del campo unificado en física. Inclusive el diagrama de Assagioli
tiene similitud con la energía toroidal, que forma un vórtice de energía como
un donut, en el que la energía está constantemente circulando hacia adentro
y proyectándose hacia afuera con un espacio en el centro que parece el ojo de
un huracán. Finalmente, mientras avanzan estas ciencias, en búsqueda de
una verdad, parecen encontrar las mismas fuerzas de la energía con distintos
nombres. Esto puedo concluir tras realizar entrevistas radiales que realicé a
físicos como Nassim Haramein, que está en la vanguardia de esta ciencia,
tanto como a Piero Ferruci y Thomas Yeomans, alumnos directos de Rober-
to Assagioli y que están publicadas en el canal de youtube de Grupo Sereni-
dad. Es más, algo hermoso que me dejó la entrevista con Thomas Yeomans
fue que mencionó varias veces lo que Assagioli decía con frecuencia: necesi-
tamos aprender a vivir desde el alma y para eso necesitamos identificarnos
y manifestarnos desde su energía.
GOY PAZ 43
Considera lo siguiente: ¿cuánta gente a tu alrededor conoces que
ha tenido experiencias extraordinarias relacionadas con el Yo Superior?
¿Con qué han asociado, estas personas, lo que les sucedió? ¿Con Dios? ¿Con
algún Ángel? ¿Con algún milagro? ¿Cuántas personas pueden decir que
es una experiencia con su propia Alma o Yo Superior? Y, las personas que
no han tenido nada relativamente extraordinario en sus vidas, ¿creen en el
alma? ¿creen en el espíritu o alguna forma de trascendencia? En la medida
en que no se tenga contacto, ya sea por “trascendencia” o por “descenso”,
como lo dice Thomas Yeomans, no vamos a tener la experiencia que nos per-
mita creer en algo diferente de lo, masivamente, convencional.
44 FLAMAS DIVINAS
soy? ¿qué significa todo esto? ¿qué debo hacer con esto? Ya no era la prime-
ra vez y ahora tenía unos 22 o 23 años de edad. Mi atención y mi vida estaban
enfocadas en la vida cotidiana. Trabajaba en un banco y apenas empezaba a
comprender lo que era la vida de los adultos. Estas cosas raras me asustaban
y más cuando, en el mundanal ruido, se creía que eran experiencias imagi-
narias creadas por la mente. De todas maneras, es importante comprender
que ese miedo reflejaba inmadurez, desconocimiento de mí misma y que no
estaba preparada integrar ese Yo Superior. Podía decir que siempre fui yo
misma, pero a cuál “yo” podía referirme sino al yo con los rasgos de la per-
sonalidad y el ego.
GOY PAZ 45
ojos y hacía puños, en sus manos, al sentir la música desde lo más pro-
fundo de su ser. Yo, la niña, le veía y tenía ganas de reírme. Sin embargo,
recuerdo que, al mismo tiempo, una parte de mí la veía con una gran ad-
miración como queriendo poder sentir, de la misma manera, la música.
Siendo niña no podía comprender esas dos presencias en mi: 1) la de la
niña que deseaba reírse de ver los gestos de la anciana y 2) la presencia
que observaba a la señora y que añoraba sentir con esa intensidad. Esa
presencia era atemporal, no tenía edad, aún en esa edad, la pude notar
con claridad. A pesar de sentirla, no podía identificar de qué se trataba.
La misma presencia se ha presentado en las distintas experiencias que he
compartido. Cada vez es más familiar, aunque todavía no posee a ese yo
inferior en toda su magnitud.
46 FLAMAS DIVINAS
conciencia. Eso nos ayudará a que la travesía no se convierta en un peso,
contraproducente, que nos hale más hacia un sufrimiento y desazón exis-
tencial prolongados.
GOY PAZ 47
Referencias
https://es.wikipedia.org/wiki/Zhuangzi
https://www.newworldencyclopedia.org/entry/Soul
https://en.wikipedia.org/wiki/Ātman_(Hinduism)
https://www.felitia.com/cuerpo-espiritual/24/budistas-y-el-alma
https://www.learnreligions.com/wuji-wu-chi-3183136
https://aap-psychosynthesis.org/resources/Pictures/Articles/Thom-
as%20Yeomans/OCN10-Descent-of-the-Higher-Self.pdf
http://olgasohmer.com/the-unfolding-soul-an-explora-
tion-of-soul-in-jungian-psychology/
https://es.qwe.wiki/wiki/Psychosynthesis
https://zoepopper.wordpress.com/2017/08/15/an-introduction-to-psy-
chosynthesis-the-consciousness-egg/
https://kennethsorensen.dk/en/the-psychosynthesis-mod-
el-of-the-personality/
https://csimon.nz/about-psychosynthesis/psychosynthesis-egg-di-
agram/#:~:text=Roberto%20Assgioli%20created%20the%20egg,dy-
namic%20and%20ever%2Dchanging%20process.
https://www.aap-psychosynthesis.org/What-is-Psychosynthesis
https://psychosynthesisresources.com/NieuweBestanden/gold-
en_mean.pdf
https://kennethsorensen.dk/en/the-rebirth-of-the-soul-inter-
view-with-roberto-assagioli/
48 FLAMAS DIVINAS
Capítulo V
Orígenes de las Flama Divina
e historias
GOY PAZ 49
sexual. Lo importante, a la final, no es la identificación sexual sino la mi-
sión que nos ofrece. Hay varias posibilidades y niveles en el propósito del
encuentro en un determinado tiempo histórico. En estos tiempos de cambio
de era, la intención más importante de estos encuentros, es el rompimiento
de creencias que han co-creado una realidad disfuncional sobre el amor y las
relaciones. Estas creencias necesitan transformarse en algo más auténtico
y alineado con la energía del amor espiritual. Hemos vivido el mundo del
amor eros, un amor basado en la necesidad, la posesión, la dependencia, la
atracción física y sexual. Esto no tiene nada de malo, es y será una parte de
nuestra humanidad que lleva a un determinado tipo de consecuencias, evi-
dentes para la mayoría. Ahora, que nos dirigimos a una era de hermandad
y cooperación, el amor espiritual nos anima a reconocer que todos estamos
conectados y nos afectamos mutuamente. Eso hará que busquemos el bien-
estar común. El instinto sexual no va a desaparecer, seguirá siendo parte de
nuestra experiencia. Quizás cambie de un enfoque puramente por placer a
un acto, de unión, más sagrado. Eso hay que trabajarlo. La transición puede
tomar un par de siglos y estamos, más o menos, cerca de la mitad. Entonces,
el propósito principal para esta época es romper las estructuras mentales.
Para la mayoría, por ende, la “unión” como pareja, no es el propósito prin-
cipal. Aun así, como seguimos funcionando, en el formato antiguo, lo que
quiere y busca esa mayoría es la unión como pareja. Quedarse enganchado
en esa fijación impide que el propósito de transformación se logre. Lastimo-
samente, es a través del conflicto y el sufrimiento, que nos genera esta rela-
ción, que podemos romper esas estructuras. Digo lastimosamente porque
no nos gusta sufrir, sin embargo, es el motor propulsor de grandes cambios
internos. Si nos gustara el sufrimiento no tendría la misma fuerza transfor-
madora, porque sería parte de nuestra zona de confort.
50 FLAMAS DIVINAS
la experiencia humana solo para incomodarnos. Tampoco se trata de con-
vertirnos en mártires sino en comprender las dinámicas de la dualidad y su
razón de ser. Los humanos buscamos lo fácil y cómodo por nuestra propia
naturaleza. Estos sentimientos dolorosos nos sacan de nuestra zona de con-
fort y nos estimulan para crecer, para buscar alternativas nuevas. Está en
manos de cada uno cómo manejar las experiencias de este calibre.
GOY PAZ 51
para alcanzar su despertar total. Esto quiere decir que a veces será mujer, a
veces hombre, y pasará por una buena cantidad de experiencias entre el yin
y el yang. Para lograr la unión física óptima de FD, tendrán que encontrarse
en el aspecto original en que se dividió, por primera vez, y estar despiertas
por igual. Eso sucederá cuando el período histórico se dé y su propósito esté
alineado con la energía de ese momento. Si bien suceden muchas cosas en el
camino, y hay encuentros de todo tipo, en un momento dado, es importante
comprender más allá de nuestros deseos egocéntricos y mundanos. Por eso,
la última y óptima unión se dará cuando las dos Flamas hayan despertado
espiritualmente, estén alineados con el Yo Superior y hayan regresado a su
partición original. La fusión siempre se da a nivel energético, la unión sucede
a nivel físico. Las dos experiencias, en este punto, son de gran poder vibra-
cional y de manifestación.
52 FLAMAS DIVINAS
aparecido conservándose solo el nombre. Este animal formaba una especie
particular, y se llamaba andrógino, porque reunía el sexo masculino y el
femenino; pero ya no existe y su nombre está en descrédito. En segundo
lugar, todos los hombres tenían formas redondas, la espalda y los costados
colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías, unidas
a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que re-
unía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la
generación, y todo lo demás en esta misma proporción. Marchaban rectos
como nosotros, y sin tener necesidad de volverse para tomar el camino que
querían. Cuando deseaban caminar ligeros, se apoyaban sucesivamente
sobre sus ocho miembros, y avanzaban con rapidez mediante un movi-
miento circular. La diferencia, que se encuentra entre estas tres especies
de hombres, nace de la que hay entre sus principios. El sol produce el sexo
masculino, la tierra el femenino, y la luna el compuesto de ambos, que par-
ticipa de la tierra y del sol. De estos principios recibieron su forma y su
manera de moverse, que es esférica. Los cuerpos eran robustos y vigorosos
y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el
cielo y combatir con los dioses, como dice Homero de Efialtes y de Oto. Jú-
piter (Zeus) examinó con los dioses el partido que debía tomarse. El negocio
no caería de dificultad; los dioses no querían anonadar a los hombres…
porque entonces desaparecerían el culto y los sacrificios que los hombres
les ofrecían. En fin, después de largas reflexiones, Júpiter se expresó en es-
tos términos: Creo haber encontrado un medio de conservar los hombres y
hacerlos circunspectos, y consiste en disminuir sus fuerzas. Los separaré en
dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar
el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose en dos
piernas… Enseguida mandó a Apolo que curase las heridas y colocase el
semblante y la mitad del cuello del lado donde se había hecho la separación,
a fin de que la vista de este castigo los hiciese más modestos. Apolo puso el
semblante del lado indicado, y reuniendo los cortes de la piel sobre lo que
hoy se llama vientre, los cosió a manera de una bolsa que se cierra, no
dejando más que una abertura en el centro, que se llama ombligo… Hecha
GOY PAZ 53
esta división, cada mitad hacía esfuerzos para encontrar la otra mitad de
que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban
y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con un ar-
dor tal, que abrazadas parecían de hambre e inacción, no queriendo hacer
nada la una sin la otra. Cuando la una de las dos mitades perecía, la que
sobrevivía buscaba otra, a la que se unía de nuevo, ya fuese la mitad de
una mujer entera, lo que ahora llamamos una mujer, ya fuese una mitad
de hombre; y de esta manera la raza iba extinguiéndose. Júpiter, movido
a compasión pone delante los órganos de la generación y de esta manera
la concepción se hace mediante la unión del varón y la hembra. Entonces,
si se verificaba la unión del hombre y la mujer, el fruto de la misma eran
los hijos… De aquí procede el amor que tenemos naturalmente los unos a
los otros; él nos recuerda nuestra naturaleza primitiva y hace esfuerzos
para reunir las dos mitades y para restablecernos en nuestra antigua per-
fección. Cada uno de nosotros no es más que una mitad de hombre, que ha
sido separada de su todo, como se divide una hoja en dos. Estas mitades
buscan siempre sus mitades. Los hombres que provienen de la separación
de estos seres compuestos, que se llaman andróginos, aman las mujeres; y
la mayor parte de adúlteros pertenecen a esta especie; así como también
las mujeres que aman a los hombres y violan las leyes del himeneo. Pero a
las mujeres que provienen de la separación de las mujeres primitivas, no
llaman la atención los hombres y se inclinan más a las mujeres; a esta espe-
cie pertenecen las tribades. Del mismo modo los hombres, que provienen de
la separación de los hombres primitivos, buscan el sexo masculino.”
54 FLAMAS DIVINAS
dor que observa el flujo. Pero hay otra parte del yo interno, la voluntad o
el agente director, que interviene activamente para orquestar las diversas
funciones y energías de la personalidad, para hacer compromisos e insti-
gar a la acción en el mundo externo. Entonces, en el centro del ser hay una
unidad de lo masculino y femenino, voluntad y amor, acción y observa-
ción.” Este “observador interior” es neutro, no se guía por una identificación
sexual sino por su presencia observante que ayuda a reflejarnos las cosas
que experimentamos. Krishnamurti también mencionó, continuamente, la
importancia de este observador interior. Es “andrógino” en su equilibrio de
las fuerzas polares. Este estado neutral, sin aferramientos ni obsesiones, nos
permite experimentar una objetividad abierta, en la medida de nuestra pro-
pia apertura mental.
GOY PAZ 55
esposa. Porque la creación es un milagro que se da con ma-
yor perfección cuando la unión de los principios masculino y
femenino se halla presente. Y el Señor Dios dijo: «Y he aquí
que el hombre se ha convertido en uno de nosotros».
56 FLAMAS DIVINAS
Más adelante, Athiret del Mar y las Estrellas fue co-
nocida en hebreo como Asherah, nuestra Divina Madre, y el
Señor fue conocido como El, nuestro Padre Celestial.
Quienes tengan oídos para oír, que oigan. Es una frase muy impor-
tante porque nuestra comprensión religiosa ha sido muy manipulada, en
GOY PAZ 57
el caso del cristianismo, y eso ha impedido que comprendamos la verdad
de Jesús y sus enseñanzas tal como, seguramente, fueron impartidas. Por
ejemplo, si somos hechos a imagen y semejanza de Dios entonces Dios tuvo
una pareja, una esposa. Al parecer, Asherah fue borrada de la biblia y de las
escrituras sagradas judías. En 1967, Raphael Patai fue el primer historiador
en mencionar que los antiguos israelitas adoraban tanto a Yahweh como a
Asherah. Francesca Stavrakopoulou, quien comenzó su trabajo en Oxford
y ahora es profesora titular, en el departamento de Teología y Religión de
la Universidad de Exeter, continuó con estas investigaciones y dice que la
conexión de Asherah con Yahweh se explica en una inscripción en cerámi-
ca del siglo VIII AEC (antes de la era común) encontrada en el desierto del
Sinaí, en un sitio llamado Kuntillet Ajrud. Stavrakopoulou basa su teoría en
textos antiguos, amuletos y figuras desenterrados, principalmente, en la an-
tigua ciudad costera cananea llamada Ugarit, hoy en día en Siria. Todos estos
artefactos revelan que Asherah era una poderosa diosa de la fertilidad. As-
herah es a veces llamada Astarot, y es la misma deidad adorada como Ishtar
por los babilónicos y Astarte por los griegos, arquetipo del divino femenino
representado en la Luna, la Tierra y Venus.
58 FLAMAS DIVINAS
hibir una relación de intercambios amorosos sumamente trascendentales.
En varias tradiciones vaishnavas, Radha es una deidad principal, avatar
de la diosa original Laksmi, la consorte del dios Visnú. En realidad, los
vaisnavas creen que Radha es la personalidad origen de todas las Diosas
Madre. Radha también es el objeto principal de adoración en la tradición
Nimbarka Sampradaya, ya que Nimbarka, el fundador de la doctrina de-
claró que Radha y Krisna juntos constituyen la verdad absoluta.
GOY PAZ 59
La historia de Jesús y María Magdalena, según los evangelios apó-
crifos, es otro caso que refleja la unión del divino masculino y el divino fe-
menino. Estos términos también se utilizan al hacer referencia a las FD, sin
mucha comprensión de lo que eso significa. Al igual que la etiqueta “Flama
Divina”, el “Divino Masculino” y “Divino Femenino” están apuntando hacia
nuestra divinidad, directamente relacionada con nuestra esencia espiritual.
Sólo cuando comprendamos lo que la espiritualidad abraza y lo que significa,
podremos asimilar, adecuadamente, estos términos. Mientras tanto querrán
ser adaptados, a nuestra mundanidad, desde la visión del ego y sus necesi-
dades. Si bien somos divinos, por naturaleza, al no ser conscientes de lo que
esto significa, no podemos vivir desde la divinidad. Esto requiere un proceso.
Hablar del divino masculino y el divino femenino, con la idea de unirse como
pareja, sin haber llegado a la realización de la divinidad, no es más que otro
juego del ego y una espiritualidad engañosa.
60 FLAMAS DIVINAS
gia de la festividad de María Magdalena, la lectura del Evangelio de Lucas
acerca de la mujer pecadora. ¿Cuánto tiempo ha pasado, cimentado, en
la conciencia colectiva, una idea falsa que, a pesar de estos cambios, si-
gue marcando el pensamiento de tantos cristianos? Y, de prostituta pasa
a “apóstol de apóstoles” según la carta Mulieris Dignitatem de Juan Pablo
II en 1988. Finalmente, el papa Francisco decretó el 10 de junio de 2016,
elevar la memoria litúrgica de Santa María Magdalena al grado de fiesta,
para toda la iglesia universal, en el calendario romano general, para el 22
de julio. ¿Qué significa todo esto? Que, a pesar de todos estos cambios, en
el interior de la iglesia, tendrá que pasar mucho tiempo antes de que quede
totalmente borrado un prejuicio injusto e incorrecto. Mil quinientos años
de machacar una imagen falsa, afectó la visión de la gente sobre la impure-
za, no solo, de María Magdalena sino también del género femenino. Todo
lo que ha sucedido refleja la idiosincrasia patriarcal de la era que estamos
dejando atrás. Durante este período se minimizó todo lo que representa la
energía femenina; se dañó la sacralidad en el matrimonio y el acto sexual.
Se creó un pensamiento machista que ha discriminado, injustamente, por
satisfacer un deseo egocéntrico de poder. No se trata de una exclamación
feminista, ni se trata de que sea bueno o malo. Se trata de comprender que
estamos todos respondiendo a la energía marcada por una era. Esas olas de
energía que gobiernan los distintos ciclos nos permiten experimentar las
posibilidades de lo que esa fuerza representa. La era patriarcal y machista
de piscis está quedando atrás y nos ha permitido ver la funcionalidad y dis-
funcionalidad de un tipo de energía inclinada a un solo lado de la balanza,
en este caso, hacia la energía masculina. En esta transición de era que nos
encontramos, las cosas van saliendo a la luz para prepararnos para una
nueva etapa. Las experiencias masivas van reflejando ese cambio y es así
que ahora podemos ver más mujeres empoderadas que están en posicio-
nes de poder y liderazgo. La fuerza femenina está recuperando su poder y
esto no vendrá solo. Las “mujeres” tienen que prepararse para asumir ese
poder femenino. Este proceso de empoderamiento, para lograr un equili-
brio temporal, ha tomado dos siglos.
GOY PAZ 61
Esperemos que la energía de acuario nos traiga una era más ar-
moniosa y justa entre las fuerzas polares. En la transición de eras, no
solo se deja ir lo antiguo, sino que se siembran las semillas de concien-
cia para la nueva era que retoñarán a su propio tiempo. Luego de tanta
convulsión que estamos viviendo, será agradable tener un tiempo de
alivio y respiro para conocer y vivir, masivamente, niveles más elevados
de amor. ¿Te imaginas cómo será un mundo en que se experimente
mucho más la fuerza del amor que la del miedo o la ira? ¿Un mundo en
que comprendamos que somos uno, o que al menos sepamos que nos
afectamos mutuamente? Sin duda, siempre existirá todo tipo de niveles
de conciencia, pero haciendo el trabajo que necesitamos hacer ahora, el
porcentaje de armonía colectiva será mucho mayor al que conocemos
hoy por hoy.
62 FLAMAS DIVINAS
espiritual que es inmaculado. El segundo es puro/el primero, carnal y
material (por tanto, degradado y pésimo); El matrimonio espiritual
pertenece a la luz; el físico, a las tinieblas (pp. 81, 20-82, 15 = Biblio-
teca de Nag Hammadi, II 48). El matrimonio físico es obra de los espí-
ritus impuros y sólo tiene el deseo de que siga subsistiendo el mundo,
la materia, lo cual no es deseable (Biblioteca de Nag Hammadi, II 36).
GOY PAZ 63
Jesús debió tener esposa. Nuevamente, a pesar de los hallazgos y las
creencias, solo podemos hacer suposiciones e interpretaciones.
64 FLAMAS DIVINAS
Eloísa, por su parte (c.1101-1162-64) probablemente fue criada en el
convento de monjas de Argenteuil, Francia. Recordemos que durante los si-
glos XII y XIII, se estableció la primogenitura masculina. Esto permitió que
el hijo mayor heredara toda la propiedad en lugar de dividirla entre todos
los descendientes, incluidas las hijas, manteniéndola intacta para la fami-
lia. Los hijos que seguían eran enviados a la vida militar o académica o la
vida monástica. A las hijas se las casaba o se las enviaba a un convento. En
este período, muchas mujeres ricas optaron por vivir en monasterios, don-
de podían recibir educación, mientras que otras estructuras institucionales
les negaron, cada vez más, esta oportunidad hasta finales del siglo XIX. El
alcance de la educación de Eloísa es incierto, pero, incluso en su juventud,
fue considerada una prodigio. Su fama ya era conocida antes de mudarse a
París, y esta es una de las atracciones que llevó a Abelardo a organizarse para
convertirse en su tutor. De las cartas de Eloísa podemos ver que ella estaba
bien versada en los poetas latinos seculares y las tradiciones filosóficas clási-
cas. Amaba a Cicerón y la retórica latina, además conocía de matemáticas y
filosofía. En 1116, Eloísa dejó la abadía en Argenteuil y se mudó a la casa de
su tío, Fulbert, en París. Fue en este período que conoce a Abelardo e inicia
su trágica y amorosa historia.
GOY PAZ 65
criara la hermana de Abelardo. Ella vivió un tiempo con su tío, tratando de
mantener el matrimonio en secreto. Abelardo la visitaba, pero este arreglo
no aplacó el sentido de deshonra de su tío, ni se mantuvo en secreto. Ful-
bert abusó de ella en varias ocasiones y, por eso, decidió seguir las instruc-
ciones de Abelardo de regresar, a Argenteuil, como invitada laica, en lugar
de vivir, abiertamente, con él como su esposa o amante en París. Fubert
pagó a un criado de Abelardo para que le dejará pasar al cuarto donde vivía
y, como venganza por la deshonra, castraron a Abelardo entre varios. La
castración fue escandalosa y, como resultado, Abelardo se retiró de la vida
pública con vergüenza. Eloísa se sintió despojada de lo más importante
en su vida, sin embargo, su amor por Abelardo se mantuvo ya que, para
ella, esta terrible prueba le confirmó que si antes su amor no era tan puro
y le amaba por su mente y la relación física que mantuvieron, ahora estaba
convencida de que el “hombre” es lo que menos valoró en él. Eloísa estaba
más contenta de poseer su corazón.
66 FLAMAS DIVINAS
tros lo que narra la leyenda poética cuando fueron sorprendidos Marte y
Venus.” Esta historia humana, llena de dolor, de despertares espirituales, de
inspiración, de amor trascendente, es celebrada hasta ahora con visitas, de
millones de personas, a su tumba en Père Lachaise, donde descansan juntos
desde el 16 de junio de 1817.
GOY PAZ 67
vamente, en las luchas políticas de su tiempo, por lo que fue desterrado de su
ciudad natal. Fue, también, un activo defensor de la unidad italiana. Escribió
varios tratados, en latín, sobre literatura, política y filosofía. Cuando tenía
nueve años, conoció a Beatriz Portinari, hija de Folco Portinari, de la cual se
enamoró «a primera vista», y con la que, al parecer tuvo dos encuentros más
directos, el primero a los nueve años y el siguiente a los 18 años de edad. Su
amor fue de índole platónico ya que nunca llegó a conocerla bien. De esta
experiencia propuso el ejemplo para el amor cortés. Es difícil entender lo que
este amor comprendía, en realidad, pero fue algo sumamente importante
para la cultura italiana. Fue en nombre de este amor que Dante dio su impre-
sión al Dolce stil nuovo que, posteriormente, influenció a escritores y poetas
a descubrir el tema del «Amor», que nunca antes había sido tan acentuado.
El amor por Beatrice, al parecer, era la razón de su poesía y de su vida, junto
con sus pasiones políticas. Cuando Beatrice murió en 1290, Dante encontró
refugio en la literatura latina.
68 FLAMAS DIVINAS
obra que Dante pide a Beatrice que le conduzca a su lado cuando escribió:
“Beatriz, guíame hacia el paraíso, ya que Virgilio ya cumplió su misión.
Nuestro amor no es terrenal, porque este sentimiento es tan inmenso que
no lo supera el amor de Dios por la humanidad”. Beatrice es la mujer que
baja del cielo para ayudarlo y protegerlo, pues se ha enterado del difícil mo-
mento que vive Dante. Por tanto, es la imagen de Beatrice la que lo impulsa
a iniciar el camino de purificación que lo llevará a bajar al infierno, recorrer
el purgatorio y conocer el paraíso. Aunque sea parte de la literatura y no
una autobiografía, podemos decir que Beatrice es quien inspira a Dante
para su despertar espiritual. Este es un caso más claro, todavía, de Flamas
Divinas. Y es que de esto se trata, de estimular el despertar espiritual, al
menos en uno de los dos.
Hay muchas historias más que se podrían contar. Escogí estas dos
por los rasgos relacionados a lo que muchos experimentan en estos en-
cuentros contemporáneos. No puedo garantizar, de forma directa, que
estas historias traten de Flamas Divinas, pero sirven para ilustrar ejem-
plos de encuentros poderosos, que son capaces de llegar a la fibra más
profunda de la existencia de un ser para transformar, para inspirar, para
despertar los secretos del alma. Han sido dos relaciones diametralmente
opuestas en su manifestación. La una muy física, cuya distancia estimuló
la relación de las almas y la otra que nunca tuvo un contacto físico, pero
con efectos similares. Generalmente, para esta época, los sentimientos,
entre Flamas Divinas, no son recíprocos pues, uno de los dos, siente la
conexión de manera más profunda y clara, mientras que el otro, es menos
consciente de sí mismo. Esto es así por motivos simples y claros a los que
me refiero en otros capítulos. Conforme pase el tiempo, seguramente, ve-
remos que las diferencias en los niveles de despertar se irán nivelando.
Eso sucederá cuando el momento haya madurado en el proceso de trans-
formación de la conciencia. Por eso, es bueno ver estas relaciones en el
contexto global de lo que sucede en el Multiverso y la relación de nuestro
Planeta con ese cosmos dinámico en este tiempo.
GOY PAZ 69
Finalmente, la última historia que se puede contar es la tuya. Si has
llegado a este libro, seguramente, es porque has tenido un encuentro inusual
con alguien que supera todo lo que creías sobre una relación o, mejor todavía,
una conexión inexplicable, profunda, única con otro ser que te va rompiendo
esquemas y creencias. Las dudas, los cuestionamientos, las inseguridades
son todos parte de este proceso. Su intención es llevarnos a nuestro interior,
para aprender a encontrar las respuestas en nuestra conexión con el Alma a
través de la intuición y/o la voz interior. Evidentemente, es opacada por la
razón, por el ego y sus deseos, por ende, se necesita realizar un proceso largo
de aprendizaje, discernimiento y apertura para indagar en esos espacios del
alma que, en esta época de transición de era, es justamente lo que necesita-
mos descubrir y recordar.
70 FLAMAS DIVINAS
Referencias
https://satkarayogastudio.com/shiva-shakti/
https://www.guioteca.com/cultura-india/shiva-y-shakti-las-dos-for-
mas-de-la-conciencia-en-la-milenaria-cultura-india/
https://compartiendoluzconsol.com/2016/06/26/radha-kr-
ishna-la-danza-circular-del-amor-cosmico/
https://masialatorre.wordpress.com/centro-social/actividades-realiza-
das/tantra-para-parejas/
http://llamasgemelasmasalladelamor.blogspot.com/2018/09/las-al-
mas-gemelas-y-el-libro-de-los.html
https://pijamasurf.com/2011/03/asherah-la-esposa-de-dios-fue-edita-
da-fuera-de-la-biblia-segun-acedemico/
http://www.nbcnews.com/id/42154769/ns/technology_and_sci-
ence-science/t/did-god-have-wife-scholar-says-he-did/#.Xu_uI2hK-
g2w
https://elpais.com/diario/2002/05/04/babelia/1020469818_850215.html
https://ciudadseva.com/texto/elegia-de-marienbad/
https://elrincondemisdesvarios.blogspot.com/2019/08/
https://brainly.lat/tarea/14053350
https://ast.wikipedia.org/wiki/La_Divina_Comedia
https://es.wikipedia.org/wiki/Dante_Alighieri
http://www.filosofia.org/cla/pla/img/azf05285.pdf banquete de
platon
Peter Abelard and Heloise, The love letters of Abelard and Heloise,
Library of Alexandria
GOY PAZ 71
Capítulo VI
¿Flama divina, alma gemela o
relación kármica?
72 FLAMAS DIVINAS
Iniciaré con las relaciones kármicas. Empecemos comprendiendo
que es el karma. Karma es una ley universal de causa y efecto. Toda acción
genera una reacción. Tanto para el hinduismo como para el budismo, el kar-
ma no implica solamente las acciones físicas, sino que hay tres factores que
generan reacciones como: los actos, las palabras y los pensamientos, inclusi-
ve. Los cuatro sufrimientos esenciales que incurrimos, al venir a esta vida, y
de los cuales podemos lograr liberarnos son: nacimiento, enfermedad, vejez
y muerte. A través de un camino recto, centrado, noble y virtuoso podemos
lograr liberarnos del karma y obtener un profundo despertar, que concluye
con la iluminación o nirvana. Sogyal Rimpoché, en su Libro Tibetano de la
Vida y la Muerte dice: “El karma, pues, no es fatalismo ni predestinación.
Karma es nuestra capacidad de crear y cambiar. Es creativo, porque po-
demos determinar cómo y por qué actuamos. Podemos cambiar. El futuro
está en nuestras manos, y en manos de nuestro corazón. Buda dijo: El kar-
ma lo crea todo, como un artista; el karma compone, como un bailarín.” En
tal caso, karma y reencarnación van de la mano ya que una sola vida humana
no alcanzaría para experimentar todos los efectos de las acciones realizadas,
sean buenas o malas, y menos lograr la iluminación
GOY PAZ 73
intentemos resolver lo pendiente. Si soy víctima en una relación, necesito
recuperar el empoderamiento. Si soy quien maltrata, necesito recuperar el
respeto, la consideración y perdonar lo que generó el dolor que me convirtió
en una persona maltratadora. Necesitamos salir del círculo vicioso hacién-
donos conscientes del impacto de nuestros actos. Caso contrario seguiremos
dando vueltas en lo mismo, vida tras vida, hasta despertar, resolver, perdo-
nar y volver al amor, por uno mismo, y dar un paso hacia el reconocimiento
de la unidad de todos.
74 FLAMAS DIVINAS
relaciones convencionales. Por convencional me refiero a una relación en la
que hay atracción física, pero sin una conexión interior importante. Las al-
mas gemelas, a más de familiaridad, nos brindan tranquilidad y confianza.
Estas cosas sensoriales inexplicables, para la mente dormida, hacen que la
relación llegue a un nivel de satisfacción más profunda. El alma es parte de
la dualidad, sino que es una expresión más, refinada, pura y elevada que el
ego, por ende, la conexión y la experiencia de amor es más significativa en
esta dimensión.
Por ende, Flama Divina solo hay una. Tomando esta cita y compa-
rando las mitologías mencionadas anteriormente, se entiende que antes de
dividirnos para venir a experimentar la dualidad, estábamos en la dimen-
sión de la unidad total. Esa es nuestra más profunda naturaleza. Al venir
a la dualidad nos dividimos y nos separamos. La añoranza del regreso a la
unidad está en cada átomo de nuestro ser. Para regresar a esta unión total
necesitamos trabajar las dimensiones de la dualidad. Por eso estas son las
relaciones, por un lado, más complicadas y difíciles y, por otro lado, las
únicas que nos permitirán sentir esa plenitud de la verdadera unión. La
realización de las relaciones, a este nivel, se da cuando los dos seres, en
sus respectivas polaridades de la separación inicial, llegan a un nivel de
conciencia espiritual lo suficientemente alto como para reconocerse. En
este nivel, el amor ya no es una emoción y, aunque se puede sentir esa
energía, no es exactamente un sentimiento sino un estado de conciencia
GOY PAZ 75
que lo abarca todo. Aquí ya no se trata de la relación de dos almas, que
viven en la dualidad, sino del encuentro del espíritu en sus fuerzas polares
conscientes. Por eso, estas relaciones suelen ser fatales entre “personas”.
Las personas vivimos sobre todo en la conciencia del ego con chispas de la
presencia del alma. Entonces, cuando dos flamas divinas se encuentran, si
no están preparadas para una relación espiritual, son terriblemente caó-
ticas, extremadamente dolorosas, sumamente intensas, profundamente
magnéticas e increíblemente transformadoras.
76 FLAMAS DIVINAS
Se están dando muchos contactos entre FD. Un gran número termi-
nan siendo relaciones imposibles porque, si uno de los dos, o los dos, no han
despertado a su dimensión espiritual, la relación no puede cumplir su misión
esencial de despertar al amor incondicional para anclar su vibración en el
inconsciente colectivo. Este es un encuentro, primeramente, a nivel espi-
ritual y para encontrarse en esa dimensión hay que estar ahí, conscien-
temente. Por eso, es de extremada importancia que nos preparemos, que
hagamos nuestro trabajo interior porque, el verdadero anhelo de amor
que deseamos satisfacer se encuentra solo a este nivel y, para eso, hay que
recorrer el sendero, el viaje hacia el interior.
GOY PAZ 77
discernir e identificar las experiencias, caeremos en etiquetar las relacio-
nes sin que estén alineadas con su propósito.
Otro punto que quisiera señalar es que, con frecuencia, en estos mis-
mos medios sociales de FD, también se habla del cazador y corredor como si
fuese una situación exclusiva de las FD. Eso sucede en prácticamente, todas
las relaciones humanas. En el caso de las FD esto se da porque el nivel de
conciencia de una de las flamas se encuentra más en el lado del miedo y la
78 FLAMAS DIVINAS
desconexión de su propio ser. Estas relaciones son un regalo maravilloso,
a pesar del dolor que traen. Ese dolor es una forma de purificarnos y nos
refleja todo el trabajo que todavía necesitamos hacer con nosotros mismos.
Es realmente importante que seamos transparentes y honestos con nues-
tros procesos. La manera de etiquetar estas frases como divino masculino y
divino femenino, cazador y corredor y otras adicionales que van surgiendo,
sin comprender su significado, sin vivir en la divinidad, no es más que otra
ilusión. Nuestro ego proyecta mucho materialismo espiritual, como lo diría
Chogyan Trungpa. Veamos, a continuación, los aspectos que identifican a las
Flamas Divinas.
GOY PAZ 79
Capítulo VII
Identificando la flama divina
80 FLAMAS DIVINAS
Distancia Física
GOY PAZ 81
cia, sin duda, el sexto sentido se amplifica y nos permite conocer mejor
la dinámica del alma.
Rango de edad
Profunda familiaridad
Relacion intensa
Las Flamas se suelen sentir con claridad. Esto no solo pasa entre FD,
también pasa con las otras formas de relaciones, solo que, en este caso, todas
estas experiencias se magnifican. Siendo relaciones a distancia, las flamas
pueden sentir y saber cosas del otro de maneras poco convencionales. Los
82 FLAMAS DIVINAS
sincronismos también suceden en todo tipo de relaciones. Lo que dife-
rencia de las FD es la intensidad. En cuanto a las experiencias místicas,
aumentan y se intensifican con este encuentro. Pueden venir en meditacio-
nes, sueños, en medio de cualquier actividad. El alma siempre buscará las
formas y los momentos de hacerse presente para que le prestemos aten-
ción. La duda podrá hacerse presente, pero la insistencia de las señales y
de la presencia nos derribarán las resistencias.
GOY PAZ 83
Nivel de conciencia dispar
Sanación y despertar
Activación de la Kundalini
Esta es una de las señales más importantes para tener claro que se tra-
ta de la FD. La conexión y el origen, de esta relación, es tan poderoso que es-
timula el movimiento de la kundalini. Justamente, esta energía se despierta
para mover los estados de conciencia. Esto mismo nos ayuda a comprender
84 FLAMAS DIVINAS
la misión de las FD. Necesitamos anclar este despertar para afectar los cam-
bios globales. No solo somos parte de la danza de la kundalini despertando
nuestra conciencia sino, también, del impacto que eso tiene en el cambio
global.
Amor incondicional
GOY PAZ 85
Capítulo VIII
Mi viaje
86 FLAMAS DIVINAS
de abril de 2008, recibí un correo electrónico de una persona que vivía en
Suiza pero que era de mi país. Recuerdo que ese correo decía que a pesar de
vivir en Suiza y acceder a radios online de Europa, luego de escuchar Radio
Serenidad, consideró que nuestra programación estaba a igual o mejor nivel
que las radios europeas. ¡Me quedé asombrada! Por fin, alguien que aprecia-
ba nuestra propuesta. Por su forma tan seria y formal de escribir pensé que
se trataba de una persona avanzada en sus años. Le agradecí y le pregunté
cómo se enteró de nuestra existencia. Me comentó que su madre había reci-
bido un correo con información de la radio y les había reenviado a sus hijos.
Su hermano, que también vivía en Suiza, empezó a comunicarse frecuen-
temente. En esa época todavía era mínimo el tema de los “chat” así que la
comunicación con este personaje era, mayormente, por correos electrónicos.
Creo que hotmail sacó un chat y yahoo sacó otro, pero era una novedad. Con
el hermano empecé a tener mucho más contacto por chat, al inicio. A tal
punto que, un buen día, le comenté sobre la serie animada “Avatar” con su
increíble personaje “Aang”, el último maestro aire y, viendo su entusiasmo,
quedé en enviarle la primera temporada. Estaba tan contenta de haber en-
contrado personas con gustos afines en música y hasta en concepto de series,
que la tristeza que cargué todo ese mes se me fue.
Pasó algún tiempo y, más o menos, para junio envié la serie anima-
da. Esos primeros meses casi ni me comuniqué con el señor que me había
mandado ese correo sobre la radio. Para mi sorpresa, los primeros días de
julio, recibí noticias de él. Me comentaba lo emocionado que estaba con la
serie animada que había enviado a su hermano. Yo me encontraba en Brasil,
acompañando a Liga Deportiva Universitaria a la final de Copa Libertadores.
Lo que vivimos esos días, con el equipo, fue tan intenso que quedé en escri-
birle a mi regreso a Ecuador. De ahí en adelante empezamos a escribirnos.
Me mandó una foto y me pidió que le mande una mía para conocerme. Me
sorprendió que sea mucho más joven de lo que parecía en su primer correo,
es más, era 8 años menor a mí. Por esas cosas que resultan difíciles compren-
der, él empezó a contarme su vida. Se abrió conmigo, quizás porque se ente-
GOY PAZ 87
ró que era sicóloga o quizás por ese impulso misterioso. Según me comentó,
él no se abría, normalmente, con otras personas. Empecé a tener sensacio-
nes extrañas. Esta conexión a distancia, sin duda, permitía que las almas se
conecten más que lo que sucede cuando está entrando todo por los ojos. La
conexión se fue haciendo cada vez más intensa. Sentía que podía ver en su
interior como con rayos X. Eso me llevó a notar que tenía una desconexión
con ese interior encerrado del cual ni él se daba cuenta. Sucedió lo que suele
pasar al sentir estas conexiones intensas: me enamoré. En septiembre decidí
decirle lo que sentía y él me dijo algo que, literalmente, me paralizó por me-
ses. Su respuesta fue: “¡tú no eres mi tipo de chica!” Lo recibí de una manera
tan intensa que me dio una lumbalgia que me impidió moverme por 3 meses
y con secuelas por un año. He tenido rechazos de chicos que me han gustado
antes, pero nada me había impactado así de fuerte como sus palabras. Le dije
que me resultaba imposible verle como amigo así que lo mejor sería dejar de
comunicarnos. Él me dijo que entendía y que dejaba una puerta abierta por
si yo decidía mantener una amistad. Pasaron dos semanas que me consumí,
internamente, y sentía un impulso, como nunca antes, por volver a comuni-
carme con él. Era un impulso que no venía del ego o del deseo. Sentía que
tenía una misión que cumplir con él y no entendía de qué se trataba. Una
parte de mí no quería volver a contactarle, pero este impulso salía de las en-
trañas. Entonces, le escribí y le dije que sentía que había algo que teníamos
que hacer juntos y que intentaría verle como amigo. Además, con solo mirar
su nombre, me generaba una sensación tan extraña y profunda que jamás he
identificado y que no me ha pasado con nadie antes. No se trata del signifi-
cado de su nombre, es como la vibración que sale del conjunto de nombres y
apellido que me mueve las tripas.
88 FLAMAS DIVINAS
en este intercambio y, cuando empezamos a chatear, el maltrato emocional
mutuo, se intensificó. Intenté terminar la relación innumerables veces, pero
siempre sucedía algo que nos volvía a conectar. Esos “algos” no eran expe-
riencias ordinarias sino llenas del misterio de las fuerzas del alma. Sentía,
todo el tiempo, que la relación personal no valía la pena pues me traía dema-
siado dolor, entonces, cada vez que tomaba la decisión de dejarlo ir, sucedía
algo extraordinario, de ese mundo inmaterial, que me volvía a enganchar.
Esa parte era tan misteriosa, intrigante y fascinante que, simplemente, no
estaba dispuesta a dejarlo pasar hasta poder comprender lo que sucedía. En-
tre las cosas curiosas que puedo contar, está la primera vez que pedí una
señal para confirmar si él era mi FD.
GOY PAZ 89
intermitentes señalando que había mensajes o correos. Abrí sin tener la
menor idea de que él me había enviado un correo electrónico justo durante
la meditación. Me senté sobre la cama en ese estado mental roto, vacío, to-
talmente sorprendido, la boca abierta y abrumada por el sincronismo. Mi
escepticismo intervino apenas salí del asombro y me dije: “¡vaya, qué coinci-
dencia!” ¿Será? O, ¿realmente me han dado una señal? ¿Qué hizo que justo
ese día me escriba? Conociendo su estructura mental, era poco probable que
rompa su decisión de no comunicarse en fin de semana. Seguiría, entonces,
en este camino pensando que ésta debe ser una relación importante para que
sucedan estas cosas y las que vendrían.
90 FLAMAS DIVINAS
camino, me fui dando cuenta del poder de transformación que había en esta
situación. El sufrimiento resultó ser un estímulo muy grande para cambiar
la visión de la vida, para cambiar las creencias, para buscar, profundamente,
verdades más auténticas que se alineen con esa energía interna inexplicable
y misteriosa. La lucha constante entre querer acabar la relación personal y
el enganche con todas las experiencias místicas me tenían erizada de intriga.
Peleas constantes, frustración, maltrato. Todo apuntaba a una relación kár-
mica pero, en esto, había mucho más. La relación con el alma era perfecta,
estaba en armonía total. Había una fuerza impresionante y sentía cada acto
de amor que envolvía los golpes al ego. Mi duda constante era: ¿esa alma
tiene algo que ver con esa persona? Él, en lo personal, más desconectado
del sentido interior de existencia, no podía estar. Simplemente, parecían dos
entidades diametralmente opuestas. Siempre mantuve la duda de si ese Ser,
que me traía tantas experiencias profundas y reveladoras, tenía algo que ver
con él. Pedía y pedía pruebas todo el tiempo porque esto no me cuadraba y
siempre recibía respuestas afirmativas. Claro, insistía en pruebas porque no
podía creer y ese era el problema. Pensaba que quizás, debido a su vacío in-
terior, aquella alma lo utilizaba para provocarme todas las experiencias que
suscitaban. La curiosidad solo pretendía saciar mis necesidades. A la final,
saber eso no era lo importante ni trascendente sino realizar el proceso para
llegar a la experiencia del amor incondicional. No sabía de qué se trataba el
proceso, todo era incierto al principio. La búsqueda constante afuera y aden-
tro estimulada por el dolor, la incertidumbre, la curiosidad del mundo sutil
fueron clave para no desmayar y encontrar muchas respuestas. La medita-
ción, la contemplación, la apertura, el cuestionamiento, el discernimiento, la
sanación, el perdón, todo lo que procesaba para ir rompiendo el condiciona-
miento, me permitía aumentar la claridad de esta oportunidad. Hacer este
proceso no es para nada fácil, se necesita convicción, propósito, tenacidad,
deseo de auto explorarse honestamente y voluntad. ¿Puedes imaginar lo
que es romperse a uno mismo en mil pedazos? Llegamos a adultos tenien-
do ideas fijas sobre lo que somos. Hacemos la vida según estos formatos de
creencias y de relaciones basados en las tendencias sociales, sean saludable o
GOY PAZ 91
no. Como es algo “común” creemos que así deben ser las cosas. Sin embargo,
es notoria la disfuncionalidad sobre el amor y la visión de la vida con la que
hemos crecido. Las consecuencias están a la vista en todo el Planeta. Bien
dijo Krishnamurti que “no es signo de buena salud estar bien adaptado a
una sociedad profundamente enferma”. Ser humano es algo muy complejo
pues tenemos que lidiar con nuestra multidimensionalidad lo cual es un reto
y una bendición. Entonces, enfrentarse a uno mismo para poner las cosas en
la balanza interna, cuestionarlas sin aferramientos ni pasiones, notar nues-
tras limitaciones, romper las mismas, reconocer errores y las mentiras sobre
las que edificamos nuestra realidad e intentar expandir los horizontes de la
conciencia, requiere una determinación guerrera sin lugar a dudas.
92 FLAMAS DIVINAS
que vamos a experimentar internamente. Nadie puede llegar tan profundo
como la FD. Así que, si bien la mayor parte de historias de estos encuentros
están afectadas por un profundo sufrimiento, realmente, es gracias a un pro-
fundo amor que nos lleva por este camino de destrucción. Duele terrible-
mente, pero también nos lleva a ver una verdad más profunda y clara sobre
nuestra trascendencia espiritual. Necesitamos trabajar en todo ese manto
ilusorio que nos envuelve y que nos hace creer cosas que no somos.
GOY PAZ 93
encontrar respuestas sobre este asunto. Haciendo la regresión dirigida apa-
recí en una época de alrededor de seis mil años antes de la era común. Vivía
con un grupo nativo que estaba en total armonía con la naturaleza. El viaje
empezó, justamente, en un árbol. Yo era un hombre y estaba acompañado de
una joven muy cercana a mí. Ella era mi compañera. El tema de matrimonio
era diferente en esa época. Estábamos juntos porque eso era lo natural para
los dos. No solo había conexión con la naturaleza, sino que la vida interior
era mucho más rica. Se experimentaban certezas internas porque se vivía
de manera más natural. Al parecer también era una época de cambio de
energía pues, junto con otras personas de la “tribu”, decidimos que teníamos
que buscar otras tierras. El viaje sería largo. Me despedí de ella, sintiendo la
confianza y seguridad de la conexión. Tenía tanta seguridad que descuidé la
importancia de nutrir la conexión interior con ella, sobre todo porque la dejé
en la aldea en vez de llevarla conmigo. Pasaron algunos años antes de regre-
sar y, cuando volví a casa para verla, ella había perdido su alma y yo entré en
shock. ¿Cómo explicarlo? No sé cuántos años habrían pasado, pero fueron
algunos. Cuando llegué al pueblo, ella tenía la mirada perdida, cargaba un
niño en su cadera, miraba solo al piso y había perdido el brillo de su ser. Ni
siquiera me reconoció. Me impactó tanto que me sentí culpable de lo que sea
que le sucedió. Fue tan fuerte la escena que no quise indagar en esa situación.
Solo sé que su alma ya no estaba en su cuerpo. Me fui a vivir en aislamiento
cerca del pueblo para cuidarla a distancia y así estuve hasta morir. Ella, en
esa historia, era mi FD en esta vida. Cuando salí de la regresión hipnótica
seguí llorando por varios días. Recuerdo que ese mismo día le llamé por telé-
fono, algo que nunca hacía. Le conté lo que experimenté y le pedí perdón. No
podía dejar de llorar por el impacto de ver perder el alma al ser más cercano.
Él escucho, aceptó el perdón y le pareció que tenía sentido. Sin embargo,
creo que parecían ecos lejanos para él pues la que experimentaba todas estas
cosas era yo.
94 FLAMAS DIVINAS
de su pasado, que vivía en otro país latinoamericano. Fue cuando más sufrí.
No tanto por lo que él me contaba de ella, sino por lo que pasaría cuando pla-
nificó un viaje familiar a Quito en que aprovecharía para conocerme, física-
mente, por primera vez. Esto sucedió en 2012. Para variar habíamos pasado
meses de muy poco contacto. Yo siempre con el deseo de que la conexión se
disipe y que ya no tenga impulsos extraños para mantener contacto con él.
Por esas cosas inevitables nos comunicamos y me dijo que vendría a Ecua-
dor en septiembre, con su madre y hermana. Quería contarme que deseaban
pasar por Quito. Habían pasado cuatro años en que, todo el tiempo, le había
pedido que venga a Quito o me permita ir a visitarle en Suiza y siempre se
negó. Supongo que tenía que venir de él la propuesta. Sabía que mantenía
contacto con ella y que sus sentimientos eran bastante fuertes, sin embargo,
su interés por visitarme me dio, no solo, mucha alegría sino alguna esperan-
za. Para ese entonces yo había empezado a salir con alguien. Hablé con mi
pareja y le pedí que me permita descubrir un poco más sobre esta relación.
Él conocía toda la historia, con mi FD, así que no se opuso, es más, inclusive
le llegó a conocer.
GOY PAZ 95
yo que su hermano reaccionaría si se encontrase con la chica de la que él
andaba enamorado. Le comenté que seguramente sería algo fuerte para él,
pero no me extendí en el asunto. En la mañana, preparamos el desayuno,
con mis colegas del trabajo, en honor a ellos. Luego salieron de tour por la
ciudad y, esa noche, salimos todos a cenar. Fue un momento muy agradable.
Salieron de viaje muy temprano al siguiente día. Habíamos quedado que,
una vez que llegue a Guayaquil, pasaría unos días ahí y luego volvería para
un taller de superación personal que había organizado, para él, con mis otros
alumnos. Ese era el momento que estaba esperando más que nada. Sería un
espacio de trabajo interior y de estar juntos para conversar y conocernos de
manera más personal y directa.
En estos dos días, que pasó por Quito, tuvimos muy poco tiempo para
conversar. Durante su viaje hacia Guayaquil, pararon en algunos lugares y,
su hermana, enviaba fotos, por correo electrónico, y algo de información so-
bre su recorrido. Nunca me fijé en la lista de correos a quien iba dirigido el
mensaje. Al siguiente día, su “amada” contesta uno de esos correos y nos
llegó a todos lo que estábamos en la lista. Ahí, ella contaba que no sabía si
valía la pena mantener en secreto su visita a Guayaquil para darle una sor-
presa a él. Cuando leí eso, tuve un bajón tan grande que sentí que toda la
sangre del cuerpo se me bajó a los pies. Me puse a temblar y no sé de dónde
saqué fuerzas para no desvanecerme. Él no sabía nada al respecto, pero su
hermana sí. La manera en que se dieron los eventos me llevó a sentirme en-
gañada y utilizada. Esa noche le escribí una carta terrible desde el dolor que
me envolvía. Esta carta resultó ser la mejor excusa que él tuvo para cancelar
su viaje, de regreso a Quito, para el taller. Esa época la pasé muy mal. Hasta
conocerle, físicamente, representó una explosión nuclear en mi interior. ¡Ya
no podía más, ya no quería más! Hablamos varias veces luego de esto y yo ya
no quería más. Parecía un juego. Esto me obligó a indagar más en la expe-
riencia de amor incondicional que me había llegado años antes pero que no
había logrado integrar en mi proceso. Con más decisión continué buscando
herramientas internas para desprenderme de mi deseo de tener una relación
96 FLAMAS DIVINAS
de “pareja” con él. Quería alinearme con aquella experiencia que me había
sido dada. ¿Cómo busco? ¿Qué busco? Pues, todo eso se aclara haciendo algo
al respecto. ¡No hay otra opción! A partir de ese momento empecé la última
etapa de la relación con él. Desmenucé las sensaciones internas que la expe-
riencia de amor incondicional me dio. Fui cambiando mi forma de ver, no
solo la relación con él, sino la relación con el amor, distinguiendo el efecto
del amor personal y el del amor espiritual. Siempre, en el espíritu, me he
sentido más llena, más feliz, más lo que realmente soy. Entender eso me ha
seguido estimulando en buscar maneras de fusionar la fuerza del alma con la
manifestación de la persona. Todavía hay mucho por descubrir, por alinear y
sí, todavía hay mucho por romper. Siento que esta experiencia me ha sacudi-
do en todas las bases de la estructura de mi identidad. Ha hecho que me vea
como un ser espiritual y un ser mundano que buscan ser uno.
Mantuve contacto regular con él hasta el 2015. Fue en ese año que
llegó la última experiencia que marcaría el cierre de esta etapa. No fue una
experiencia para nada agradable y tenía que ser así porque si no, no hubiese
llegado el tiempo de desprendimiento para procesar todo lo que sucedió du-
rante esos siete años. En este punto ya nos comunicábamos por whatsapp.
No era frecuente, pero había comunicación. Recuerdo que una tarde, mien-
tras estaba en un curso sobre tecnología digital, empezó a enviarme mensa-
jes seductores. No podía creer lo que estaba haciendo. Entre mí, pensé: “a lo
mejor ya se dio cuenta de quién soy para él y me ha empezado a ver con otros
ojos.” Apenas podía concentrarme en la clase. La seducción se puso provo-
cativa e intensa y, más allá de mi pensamiento inicial, consideré que algo no
cuadraba en su comportamiento. Ya empezaba la noche para mí y, para él, ya
era madrugada. Me molestó su manera de seducirme, sexualmente, con pre-
guntas muy provocativas. Nos despedimos y, al siguiente día, le pregunté si
había tomado alcohol. Me contestó que sí. Le pregunté si había pasado algo
y me comentó que su “amada” le había terminado. Otra vez, me sentí horri-
ble, como la última rueda del coche para él. Todo lo elevado y trascendente
del contacto espiritual se fue al tacho de basura con su provocación sexual y
GOY PAZ 97
los motivos por los que lo hizo. Lo importante de esta experiencia fue que,
gracias a ella, finalmente se rompió el contacto continuo. ¡Así debía ser! Ese
mismo año, conocí a otra persona que, con su sola presencia, me ayudó en el
proceso de desconexión.
98 FLAMAS DIVINAS
recordado, pero eso ya venía haciendo todo el tiempo que escribía. Ese día,
en particular, fue distinto, así que le escribí una pequeña nota diciendo
que le tenía presente y que esperaba que esté bien. No me fijé en el día,
solo actué por impulso. Él respondió un par de días más tarde, como de
costumbre. Lo interesante de esto es que, dos días después de recibir su
escueta contestación, al acostarme para conciliar el sueño, me vino a men-
te que su cumpleaños fue en esos días. Entonces, me levanté inquieta para
ver la fecha en la que le había escrito ese mensaje y resultó ser el día de su
cumpleaños. ¿Otra coincidencia? A juzgar por cómo surgió, este episodio,
ya no puedo hablar de coincidencias. Hace años que no le escribo por su
cumpleaños, ya ni me acuerdo bien qué fecha es. No ando pegada al calen-
dario para ver en qué día estamos, y menos durante esta pandemia global.
Simplemente, sigo la energía del día. Si hay inspiración para escribir, lo
hago. Si tengo ganas de preparar un tema para el programa Reflexiones, lo
hago y así sucesivamente. Lo último que se me ocurrió hasta esa noche, fue
pensar en su cumpleaños.
GOY PAZ 99
En los siguientes capítulos narraré algunos procesos que fueron una
parte muy importante de la historia que me llevó al amor incondicional.
Este capítulo lo terminaré con un poema escrito por Julio Esaú Delga-
do (mi bisabuelo paterno) en Guayaquil- 1940
NUPCIAL SIMBÓLICO
Iban el dolor y la alegría
Juntos y enamorados
Por los senderos de la tierra un día;
Unieron su esperanza, sus encantos,
Se juraron amores a porfía;
Pero al llorar la dicha sus quebrantos
El dolor la miraba… ¡y se reía!
Michelle Featherstone
I’m There Too (from Peaceful Warrior)
En ese momento solo asocie lo que había grabado sobre el símbolo del
tai chi y este suceso. No se me ocurrió investigar sobre el simbolismo de las
tórtolas. Pasó como un año y, un 24 de diciembre, nos reunimos en el par-
que, con el grupo de meditación, para el acostumbrado trabajo interior. En
eso, por algún motivo, empecé a contarles sobre esa experiencia y, mientras
lo hacía, aparecieron unas tórtolas y empezaron a picotear el piso a nuestro
alrededor y bien cerca. No se espantaron ni se movieron. Para comenzar,
nunca se habían acercado tórtolas a nuestra área de meditación. Por eso fue
evidente y nos llamó la atención. Lo interesante es que estarían a menos de
un metro de distancia del círculo que formamos para meditar. Mientras con-
taba la historia se quedaron junto a nosotros. Lo más interesante fue que,
cuando empecé a guiar la meditación, las tórtolas no se fueron, sino que se
sentaron en el césped, esta vez a unos tres metros de distancia. Decidí no
cerrar los ojos para ver qué sucedía con ellas y, durante toda la meditación,
permanecieron sentadas recibiendo el sol. Cuando acabamos de meditar, se
levantaron y volvieron a picotear a nuestro alrededor. Al terminar el proceso
y empezar a despedirnos, se fueron volando y nunca más vimos tórtolas en
el sector.
Otra señal que me impactó sucedió después de una pelea que nos
distanció por meses, y que me llevó a creer que, por fin, eso había acabado.
Yo estaba envuelta ya en otra relación y poco le pensaba. Un buen día, su
energía empezó a llamar mi atención y sentía como si él estuviese fuera de
mi casa y/o fuera de mi trabajo, espiándome. Era tan rara la sensación, que
por eso me cercioré de mirar por todos lados para ver si estaba por ahí. Pasó
una semana y seguía, a diario, en mi mente. Pasó otra semana y no se iba de
mi atención. Me empecé a incomodar y me dije: “ya pasará”. En la tercera
semana me quería arrancar los pelos de la cabeza. No tenía la menor idea de
su vida y, para calmar ese estado inquietante, decidí escribirle para saber si
estaba bien y contarle que le había estado pensando por tres semanas. A los
veinte minutos, recibí una contestación de su parte contándome que estaba
en Ecuador. Que había estado justamente tres semanas en Guayaquil y, que
al día siguiente, regresaba para Suiza. ¿Cómo no me voy a quedar asombra-
da? Sentí que debía tirar la toalla con mis intentos por romper, bloquear u
olvidar esta conexión. Decidí que fluiría con lo que venga hasta cuando tenga
que ser y eso me ayudó mucho en todo lo que siguió.
Hay cosas que suceden sin que uno lo haya planificado ni lo haya es-
tado buscando. Las veces que su presencia se imponía nunca fueron solicita-
das, conscientemente. Requirió mi apertura y contacto con los sentidos tanto
físicos como sutiles. La intuición fue muy importante, en el proceso, porque
solo necesitaba saber escuchar y me dirigía en el camino. La interacción a
Los tiempos no los tengo ya muy claros, pero quizás un año después
de reconocer la presencia de esta corriente subterránea, mi hermana deci-
dió que era hora de hacer cambios, en mi departamento, para que viva en
un mejor espacio. Mi desprendimiento del mundo material era tal que no
veía ninguna necesidad de hacer cambios. Su insistencia y la de mi prima,
que hace decoración de interiores, me llevó a dejar el departamento. Me
pasé a vivir con mi hermana que vivía en el penthouse del mismo edificio.
Para mi sorpresa, la sensación seguía presente aún en el tercer piso y no me
gustó. Así que fui a vivir en la casa de mis padres.
Referencias
Fue un sueño tan revelador y vívido que, durante los siguientes tres
días, dormí como bebé, con una paz que envolvía todo mi ser. No sé qué tiene
el número 3 pero se había repetido varias veces. Sentí que llegué al lugar te-
nía que llegar. Sentí lo que tenía que conocer sobre el tema. Pero claro, volver
a la tercera dimensión y estar tan fuera de sintonía, en esta realidad, con él,
hizo que esa paz se desplomara por un tiempo, hasta integrar la experiencia
del sueño y todo lo que me transmitió.
Referencias
1) el karma personal
2) el condicionamiento familiar y social
3) donde se pone la atención
4) la interpretación de la experiencia
5) la asimilación e integración del proceso.
Es poco fácil darse cuenta de que, lo que pensamos, más allá de que
sea consecuencia de un condicionamiento, también responde al karma.
Por ejemplo, en esta vida nunca tuviste una experiencia mala con el agua y,
cuando te vuelves consciente de su existencia, reaccionas con terror. No se
puede explicar ese miedo que parece ilógico, pero quizás, en otra vida, mo-
riste ahogada y traes ese recuerdo contigo a esta vida para sanar y resolver.
Por ende, es realmente complejo este proceso de superar el karma, liberar
condicionamiento y domar al ego. No quiero desanimarte, el viaje es, más
1) el pensamiento abstracto
2) la intuición
3) la visión interior
4) la voluntad
5) el llamado
“Uno de los más famosos santos budistas de India fue Asanga, ere-
mita del siglo IV que se marchó a la montaña para hacer un retiro en so-
litario, concentrando su práctica meditativa en el Buda Maitreya, con la
ferviente esperanza de ser bendecido con una visión de este Buda y recibir
enseñanzas de él. Asanga meditó durante seis años con suma austeridad,
pero no tuvo ni siquiera un sueño auspicioso. Desalentado, llegó a creer que
nunca vería cumplida su aspiración de conocer al Buda Maitreya, de modo
que interrumpió el retiro y abandonó su ermita. No llevaba mucho tiem-
po andando por el camino cuando vio a un hombre que pulía una enorme
barra de hierro con un retazo de seda. Asanga se le acercó y le preguntó
qué hacía. —Necesito una aguja —respondió el hombre—, y me estoy ha-
ciendo una con esta barra de hierro. Asanga se lo quedó mirando atónito;
aunque el hombre acabara cumpliendo su cometido al cabo de cien años,
reflexionó, ¿qué sentido tendría? De modo que se dijo: «Fíjate en las mo-
lestias que se toma la gente por cosas completamente absurdas. Tú estás
haciendo algo realmente valioso, la práctica espiritual, y no pones tanta
dedicación ni mucho menos». Giró en redondo y regresó a la ermita. Pasa-
ron tres años más, durante los cuales siguió sin recibir ninguna señal del
La Importancia y la Necesidad
de DESPERTAR
Referencias
Nosotros no vemos las cosas como son sino como queremos que
sean. Vemos verdades a medias, manipulamos la información para que
se adapte a nuestras necesidades y creamos plataformas sobre las que
proyectamos nuestro juego mental. Lograr ecuanimidad interior, sin afe-
rramientos y alineados con lo que es nos permitirá resonar mejor con las
cosas, aunque no hayamos logrado todavía la iluminación.
El menú de la luz también está a nuestro alcance, solo que está opa-
cado por el tamaño del menú de la oscuridad. Esta oscuridad, tan enorme
que vemos, ha surgido para que podamos volcar nuestros ojos a la luz que
brilla en su trasfondo. Y así, lo que vemos hacia afuera necesitamos traducir
a nuestra dinámica interior. En este caso, despertar significa aprender a ver
la luz, recordar nuestra naturalidad y alinearnos con los principios que per-
miten manifestar esa naturaleza intrínseca de la que hemos andado perdidos
Curriculum