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Simbología de los evangelios

Desde muy antiguo, los cuatro evangelios son representados simbólicamente con cuatro seres: un
humano, un león, un toro y un águila ¿Por qué se usaron estos símbolos? ¿qué significan? ¿Y a qué
evangelistas corresponde cada uno?

Soy Adrián, Misionero Claretiano y hoy vamos a hablar de los símbolos de los cuatro evangelios

En el Antiguo Testamento, tenemos un texto pintoresco en donde el profeta Ezequiel describe a unos
seres celestiales bastante aterradores. Esta descripción se encuentra en todo el primer capítulo del libro
del profeta Ezequiel.

El profeta ve cuatro seres celestiales y cada uno tenía cuatro rostros: un rostro como de humano, de
león, de águila y buey. Muchos siglos después, volvemos a encontrar a otros seres con una descripción
similar, pero esta vez en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 4 y en el capítulo 19. Sin embargo, a
diferencia de Ezequiel, el Apocalipsis habla de cuatro seres con rostros distintos, uno de humano, de
león, águila y buey y no de un ser con cuatro rostros.

¿Qué tiene que ver estos textos con los símbolos con que se representan a los cuatro evangelios? Para
explicar esto, vamos a ir a finales del siglo II. En ese entonces el cristianismo no era entendido como una
religión homogénea, es decir no existía una versión “oficial” (por decir de alguna manera) de cómo creer
en Jesús, sin embargo, había diversos grupos con diferentes visiones y perspectivas teológicas muchas
veces incompatibles una con otrws. Por ejemplo, algunos pensaban que Jesús era una especie de
espectro con apariencia humana que en realidad solo murió en apariencias, porque al ser Dios él no
podía morir, otros en cambio decían que Jesús no era hijo de Dios, nada más era un profeta carismático.

Cada uno de estos grupos tenían documentos, textos e incluso evangelios que validaban su forma creer
en Jesús y justificaban estos textos como verdaderos diciendo que un apóstol directo de Jesús los había
escrito. Frente a toda esta realidad, las comunidades cristianas más tradicionalistas y antiguas se vieron
en la necesidad de contrarrestar a estos grupos justificando que los libros que sellos usaban en sus
comunidades eran los únicos auténticos y con autoridad.

Los autores de este proceso son conocidos como Padres de la Iglesia, quienes fueron los primeros
grandes eruditos del cristianismo, Ellos fueron creando argumentos y formulaciones para definir la fe,
evitando así confusiones que puedan malinterpretar las enseñanzas de Jesús. Gracias a esto se pudo
crear unos criterios para poder juzgar que escritos serían válidos para el nuevo testamento. Básicamente
son 3:

- El criterio de antigüedad. Con este criterio se buscaba ver si el escrito tiene conexiones con un
origen apostólico o una comunidad fuertemente relacionada a un apóstol.
- El criterio de ortodoxia, este criterio apunta hacia el contenido de los escritos y buscaba ver si
estos estaban dentro de lo que se conoce como tradición de la fe de los apóstoles, si estaban en
contradicción con la fe que los apóstoles dejaron en herencia.
- El criterio de universalidad o catolicidad. Este criterio consistía en la aceptación común y el uso
continuo de un escrito en toda la Iglesia.
Ahora bien, con esto estos criterios el número de libros inspirados quedaba fuertemente reducido, sin
embargo, era todavía necesario insistir en que los únicos evangelios válidos eran los 4 textos que
tenemos hoy en día.

Para dar un argumento a este asunto, entra en la historia uno de los Primeros Padres de la Iglesia:
Ireneo, obispo de Lyon. En el año 180 sale a luz un texto de su autoría que buscaba dar respuestas a las
herejías que se estaban dando, el texto se llamaba: Contra las Herejías. En parte de esta obra, Ireneo va
argumentando de diversas formas porqué los evangelios solo pueden ser cuatro.

Uno de los argumentos que usó fue el relacionar al ser celestial de cuatro rostros del Apocalipsis y de
Ezequiel con los cuatro evangelios. Ireneo decía que este ser celestial, bajo cuatro aspectos distintos, es
una imagen o una metáfora de la actividad del Hijo de Dios en la tierra y de la misma forma, los
evangelios son una manifestación de un aspecto del Hijo de Dios.

Así tenemos que el evangelio de Juan es representado por el león, ya que en este evangelio se habla del
origen Divino de Jesús, diciendo que el Verbo y el Padre eran uno solo. Ireneo consideraba el evangelio
de Juan como un escrito que da mucha confianza y fuerza, es por eso que lo relaciona con este animal.

El evangelio de Lucas es un buey porque empieza con Zacarías, padre de Juan el bautista, preparándose
para hacer un sacrificio con un becerro. En el judaísmo antiguo, los sacerdotes hacían sacrificios a Dios
con animales. Ireneo vio en este pasaje un paralelo con la imagen del ser celestial.

La obra de Mateo está representada por el rostro de hombre. Esto se debe a que al principio de este
evangelio se habla de la genealogía de Jesús. Ireneo vio en Mateo como el evangelio que habla de la
humanidad de Jesús, es por eso que lo relacionó con la imagen del ser humano.

Por último, tenemos a Marcos, quien empieza su evangelio con la figura de Juan el Bautista, el espíritu
profético. Ireneo considera que el evangelio de Marcos es simple y directo y por esto lo relaciona con el
águila, ya que el evangelio vuela con fluidez.

Esta simbología que propuso Ireneo caló fuertemente en la imaginación del pueblo, y los artistas no
tardaron en hacer representaciones de Jesús rodeado de estos cuatro seres, como diciendo que los
cuatro textos hablan de la misma realidad: Jesús, el Mesías.

Después de 300 años, Jerónimo de Roma, hace una relectura de la interpretación de Ireneo de Lyon y
hace algunos cambios que él consideró que eran más precisos. En palabras de San Jerónimo tenemos:

“El primer rostro humano representa a Mateo, quien empezó su narrativa como si fuese la de
un hombre: “El libro de las generaciones de Jesucristo, el hijo de David, el hijo de Abraham.”
El segundo representa a Marcos, en quien la voz de un león que ruje en el desierto se escucha:
“Una voz clama en el desierto: Preparen los caminos del Señor, enderecen sus senderos”. El
segundo representa el becerro que prefigura que Lucas el evangelista empieza con Zacarías el
sacerdote. El cuarto representa a Juan el evangelista quien, tomando alas de águila y
acelerando su ascenso, habla sobre el Verbo de Dios.”

La tradición artística tomó el aporte de San Jerónimo y desde el siglo V los cuatro evangelios son
representados según el aporte de este Padre de la Iglesia.
Así termina el audio de Hoy y espero que le haya gustado. por de pronto dejamos todo acá y
seguimos en el próximo audio.

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