Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
~.
dMd¿ k ~ &V k.uzltd/Jle/ltal
fT~
~jxu<u ~ el tLt:uIo- cb·
%iceacia<k ~ e/l/
~..
DERECHOS RESERVADOS ©
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México).
~{ij Mtra. Luz María Solloa García, a quien admiro, quiero y res-
peto profundamente, ya que además de haber sido una docente clave en
mi formación como psicóloga clínica y de otorgarme su guía y apoyo
personal para el logro de mi consolidación laboral, siempre se preocupó
por revisar el contenido de este trabajo y aportar observaciones que re-
sultaron de gran utilidad para el mismo.
& Dr. Héctor Chavarría Caro, a quien siempre visito con mis sue-
ños bajo el brazo y quien ha sido un vehículo muy importante para mi
autoconocimiento .
B~/.. ¿;¡~
7.7. Introducción ................................................... 26
7.2. Sigmund Freud y el Psicoanálisis Ortodoxo ............... 2.2
f.S. Carl Gustav Jung y la Psicología Analítica ................ 6S
Bo¡;rtulo-2: ¿;¡B~
2./. Introducción ............... ....... .......................... 6'f
2.2. Conductismo Ortodoxo ...................... ............... 6'6
2.2.1. John Broadus Watson y el Condicionamiento
clásico ............................................... 6'ó
2.2.2. Burrhus Frederic Skinner y el Condicionamiento
Operante ........................................... 6'6'
2.2.S. Albert Bandura y la Teoría del Aprendizaje So·
cial .................................................. ..90
2.2.4. Terapia Conductual ............................... .22
2.2.6. Biorretroalimentación ............................ ..96'
2.S. Enfoque Cognoscitivista . .................... .............. f07
2.S.7. Aaron Becky la Terapia Cognitiva ............... toS
2.S.2. Albert Ellis y la Terapia Racional·Emotiva ... ... f06'
2.SS. Terapias Cognitivo·Conductuales ff2
(JoARdo-4.·ZCú~~
4.1. Introducción ................................................ 16S
4..2. Roberto Assaglioli y la Psicosíntesis ...................... 1M
4.S. Abraham Maslow y la Jerarquía de Necesidades ......... 170
4.4. Stanislav Grof y la Respiración Holotrópica ..... ........ 16'0
4.6. Ken Wilber y el Espectro de la Conciencia
(Joj;íádo-6: J~teórá=ckbcom:¡C/l.c¡cú
6.1. Introducción ............................................... .20l
6..2. Distintas concepciones de conciencia .................... .211
6..2.1. Estados alterados de conciencia ................. .2{9
6.S. La conciencia psicoanalítica .............................. .2.26
6.4. La conciencia conductista ................................ .2S6
6.6. La conciencia humanista ................................. .2<1.9
6.Ó. La conciencia transpersonal .... .......... ... ....... ....... .2,&
72
6:8.1.4. Japón .................................... 26'6'
6:8.2. En occidente .................. ........... ........ 5&0
6:8.2.1. Medicina alópata y homeópata ........ 2...92
6:8.2.2. Concepciones contemporáneas ....... 5&8
6:8.2.2.1. Medicina psicosomática .... 5&Ó
6:8.2.2.2. Clasificación de los trastor·
nos mentales ............... 2...96'
6:8.2.2.8. Normalidad y anormalidad. 800
6:4. Postulados de las escuelas psicológicas ........... 808
6:4.1. El psicoanálisis ............................ 808
6:4.2. El conductismo ........................... 8M
6:4.8. La psicología humanista ................. 816'
6:4.4. La psicología transpersonal ............. 826
f<i
q; esde el surgimiento de la filosofía en la antigua Grecia, el hom-
bre en su afán de conocerse a sí mismo y de descubrir el proce-
so por medio del cual conoce a los demás, ha pretendido encon-
trar una explicación de los estados conscientes que ha expe-
rimentado. Esto lo ha llevado por largos años a especulaciones filosóficas
y posteriormente, con la intervención de la ,ciencia, a instaurar teorías y
escuelas psicológicas que han difundido el conocimiento alcanzado.
17
es capaz de trascender al ego sin que el individuo pierda su propia identi-
dad, incluyendo sus estados alterados.
3. ¿Cuáles son los puntos de divergencia entre los diferentes enfoques psi-
cológicos mencionados en cuanto a la función que la conciencia ejerce
en la salud mental?
4-. ¿Existe un modelo que integre los diferentes puntos de vista que ema-
nan de dichos enfoques psicológicos en relación al papel de la concien-
cia en la salud mental? En caso afirmativo: ¿Cuáles son sus postulados?
Por otra parte, este trabajo pretende mostrar una visión general
tanto de las corrientes tradicionales de la psicología occidental, como de
las propuestas eclécticas contemporáneas que toman en cuenta las teo-
rías psicológicas orientales, con el fin de propiciar el interés de los espe-
cialistas del campo y continuar la exploración e investigación de nuevas
líneas de conocimiento dentro del ámbito de la psicología clínica que
tiendan a la integración de las diferentes perspectivas teóricas y al mis-
mo tiempo, motivar al desarrollo de una nueva generación de psicólogos
clínicos involucrados en la evolución de su propia conciencia y en la de
sus pacientes.
20
5. Se compararon los diferentes enfoques mencionados con el fin de de-
terminar las semejanzas y las diferencias que existen entre ellos res-
pecto del tema en cuestión.
Fuentes primarias:
• Autobiografías.
• Monografías.
• Tesis de licenciatura.
Fuentes secundarias:
Fuentes terciarias:
• Libros de texto.
Con el fin de dar estructura y continuidad al presente trabajo, su
contenido se dividió en una introducción, 6 capítulos y las conclusiones y
consideraciones finales. En el primer capítulo, intitulado "El Psicoanáli-
sis", se muestran las principales aportaciones del Psicoanálisis ortodoxo
de Sigmund Freud, así como de la Psicología Analítica de Carl. G. Jung.
21
En el segundo capítulo, se plantean las consideraciones generales
pertinentes sobre el conductismo ortodoxo, con las contribuciones de
John Bruadus Watson y el condicionamiento clásico, Burrhus Skinner y el
condicionamiento operante, Albert Bandura y la Teoría del Aprendizaje
Social, además de analizar la Terapia Conductual derivada de esta co-
rriente. En el mismo capítulo, se bosqueja el cognoscitivismo con las teo-
rías de Aaron Beck y su Terapia Cognitiva, Albert Ellis y su Terapia Racio-
nal-Emotiva, así como las Terapias Cognitivo-Conductuales.
22
"El cuerpo no es un ente separado
sino una morada para el alma"
28
Sigmund Freud (1923a, p. 28), reconocido como el "padre del psi-
coanálisis", establece que esta corriente "[. .. ] es el nombre: lo. De un mé-
todo para la investigación de procesos anímicos [que no son] capaces [de
ser] accesibles de otro modo. 20. De un método terapéutico de perturba-
ciones neuróticas basado en tal investigación y 30. De una serie de cono-
cimientos psicológicos así adquiridos, que van constituyendo paulatina-
mente una nueva disciplina científica."
26
tos modelan frecuentemente la personalidad sin que el individuo se per-
cate de esta situación.
¡ René Descartes hace una distinción muy estricta entre pensamiento y materia y entre
cuerpo y alma. por lo que a los animales los considera exentos de pensamiento o con-
ciencia verdadera. ya que estas cualidades $On particulares de la esencia del alma
humano. Al alma. representada por el pensamiento, Descartes la ubica en la glóndula
pinea!. argumentando que los animales no racionales carecen de epffisis (Butterfield, 19-
82).
2 El psicoanalista. escritor y médico George Walther Groddeck, quien llegó a ser el padre
de Ja medicina psicosomática, estableció una relación epistolar con Sigmund Freud en
la que hizo aportaciones importantes al psicoanáliSis (Freud y Groddeck. 1977).
3 Ver Franz Anton Mesmer en "Antecedentes Históricos" del Capítulo 5 de este trabajo.
no a Freud; Otto Rank, quien considera que el trauma del nacimiento es
un conflicto que determina la vida de los sujetos, hasta que logran su in-
dependencia completa; whilhe/m Reich, quien estudia la función del or-
gasmo en el ser humano y los representantes de la escuela culturalista:
Karen Horney, Erich Fromm y HarO' stack Sul/ivan, quienes subrayan la
influencia de la sociedad en la incidencia de los trastornos mentales.
También es importante mencionar a los teóricos postfreudianos
(Munroe, 1955; Bleichmar y Leiberman, 1989), que reelaboraron las
ideas de Freud, quienes, entre otros, se constituyen principalmente por:
• Representantes de la Psicología del Yo:
27
• Representantes de la Escuela Francesa:
a) Jacqs Lacan, quien señala que la constitución del sujeto es excéntri-
ca desde el lenguaje y la cultura y define la identidad a partir de lo
imaginario del otro con su gráfico L
• Representantes Postkleinianos:
a) Wilfred Bion, quien explica el concepto ,de continente-contenido y
menciona que en toda persona existe una parte psicótica.
• Representantes Contemporáneos:
a) Donald Winnicot, quien define el término holding, el selfverdadero
y el falso y estudia los fenómenos de los objetos transcisionales.
b) Margaret Mahler, quien plantea un modelo de desarrollo emocional
del niño que va de la simbiosis hasta la separación/individuación.
4 Después de Freud nació Anno, Julius, quien falleció a los siete meses, Rosa, Mane, Adol-
fine, Pouline y su hermano menor Alexonder (Goy, 1989).
s Del primer matrimonio, Jocob Freud tuvo dos hijos Emanuel y Phlltpp. Este último tan
$010 ero un año menor que la madre de Sigmund la cual era veinte años menor que su
esposo (Gay. 1989).
8/
tler y más adelante por Paul Federn e Isidore Sadger. Este círculo de psi-
coanalistas posteriormente se convirtió en la Sociedad Psicoanalítica de
Viena. En 1905, Freud escribe Tres ensayos sobre la teoría sexual (19-
05a), así como El chistey su relación con lo inconsciente (l905b).
hasta las religiones más modernas, no es otra cosa que psicología pro~
yectada hacia el mundo exterior. El oscuro conocimiento (podríamos de·
cir la percepción endopsíquica) de los factores psíquicos y de lo que acae·
ce en el inconsciente, se refleja [...] en la construcción de una realidad su-
prasensible que la ciencia debe transformar en psicología del inconscien-
te [.. .J. Cabría en lo posible dedicarse [...] a convertir la metafisica en me·
tapsicol09ía:
Tiempo después, Freud (en Laplanche y Pontalis, 1993, p. 225) da
una definición más concreta de la meta psicología diciendo: "Propongo
que se hable de exposición [Dasrstellungl metapsicológica cuando se pa-
sa a describir un proceso psíquico en sus relaciones dinámicas, tópicas y
económicas." Con base en esta definición, se estudiará a lo largo de este
apartado, a la meta psicología freudiana desde los tres puntos de vista
mencionados: el dinámico, el tópico y el económico.
Para comenzar, cabe mencionar que además, existen tres hipótesis
fundamentales que rigen la teoría psicoanalítica, las cuales procederemos
a describir: a) El determinismo psíquico o causalidad psíquica; b) la exis-
tencia del inconsciente y, c) La compulsión a la repetición.
84
aparentes de la mente, es descubrir la causa (s) inconsciente (s) de las
mismas, tarea a la que se aboca el psicoanálisis.
2. Los inconscientes en strictus sensus Ocs), que son todos aquellos ele-
mentos psíquicos que pueden acceder a la conciencia por medio de un
esfuerzo considerable, ya que se encuentran "aislados" de la misma, así
como de la memoria por otra fuerza anímica de la mente que debe
vencerse, a la que Freud denominó represión.
Bajo este enfoque, los instintos o impulsos del ser hUr.1ano, son
fuerzas inconscientes, dinámicas, que le dan energía y lo conducen hacia
la acción, que generalmente se traduce en la búsqueda de la satisfacción
o gratificación de necesidades. Comúnmente estas fuerzas son conocidas
con el nombre de instintos, sin embargo, para evitar el correlacionarlas
con los instintos animales en general, se les prefiere llamar impulsos.
"Un Impulso, entonces, es un constituyente psíquico, genéticamente de-
terminado, que, cuando actúa, produce un estado de excitación psíquica
0, corno se dice CA menudo, de tensión. Lo. eXCItación o tensión Impele al
individuo a una actividad, que también está determinada genéticamente
en forma genera!, pero que puede alterarse en forma considerable por la
experiencia individual. Esta actividad debe ilevar a algo que podemos Ila-
dÓ
mar: cesación de la excitación o tensión, o gratificación" (Brenner, 1968,
p.33).
cosas de! ambiente exterior que tienen importancia psicológica en la vida psíquica de
los individuos, ya sean éstas animadas o inanimados. Por ello, las "relaciones de objeto"
se refieren a fa actitud y comportamiento que se lleva a cabo con respecto a tales obje-
tos (Brenner. 1968).
S7
asignó un papel preponderante a los impulsos sexuales en la formación y
desarrollo de la personalidad. Con base en las zonas del cuerpo que se
vuelven focos de placer sexual, Freud delineó cuatro etapas de desarrollo
psicosexual a saber: oral, anal, fálica y genital. Entre la etapa fálica y la
genital se encuentra otro período llamado de latencia, el cual no es consi-
derado por Freud como una etapa del desarrollo psicosexual propiamen-
te dicha, como se verá más adelante.
40
prensión de la relación que existe entre las estructuras del aparato psí-
quico, los procesos de pensamiento y los principios rectores, ver el Cua-
dro No_ L
6'uarko-.Ko-_ t
~~~detojxu'túo-~~d&
~.Y~recúHY:&
- fFreud
~ ~de-~ ~recLo¡<
4/
Cuando nace el ser humano, el Ello abarca todo el aparato psíquico
y es con el crecimiento, que el Yo y el Superyó se van diferenciando del
Ello. Por tal motivo, en un bebé prevalece su parte impulsiva y deman·
dante y, con el paso del tiempo, entre los 8 meses y los Z ó 3 años de
edad, debido al interés por su medio ambiente, comienza a desarrollar las
funciones del Yo, como el control motor, la percepción, la memoria, el
afecto y los pensamientos. Cuando el Yo se comienza a diferenciar del
ElIo7 surge como un ((Yo corporal», ya que el niño se relaciona primera-
mente con su cuerpo, el cual "siente y es sentido a la vez", lo que le per-
mite tener una fuente inmediata de gratificación. Freud establece que el
Superyó inicia su diferenciación al rededor de los 5 ó 6 años y la consoli-
da entre los 10 y 11 años de edad (Brenner, 1968).
El Ello funciona conforme al proceso primario de pensamiento y al
principio del placer durante toda la vida y el Yo durante sus primero
años, mientras se está diferenciando del Ello. Por eso, la tendencia a la
gratificación inmediata de los impulsos se encuentra presente en estos
casos. Con el paso del tiempo, el principio de realidad y su consiguiente
proceso secundario de funcionamiento psíquico, que caracterizan al Yo,
tiende a modificar el principio de placer imponiéndose a éste y regulán-
dolo durante la vida, por medio de la neutralización de la energía im-
pulsiva.
De esta manera, el satisfacer los deseos ya no es el resultado inmi-
nente y demandante del proceso primario de pensamiento, sino que el
individuo adquiere la capacidad de demora necesaria para funcionar con-
forme a las exigencias medioambientales, logrando postergar la descarga
impulsiva, lo cual propicia la tolerancia a la frustración, a través del pro-
cesos secundario de pensamiento.
Al encontrarse el Yo ubicado entre el mundo interno (como recep-
tor y controlador de los impulsos del Ello por medio de elementos repre-
sores al servicio del Superyó) y externo (medio ambiente), utiliza para
evitar la angustia que su intensa actividad le produce y con fines ho-
meostáticos, los mecanismos de defensa yoicos, los cuales son incon-
scientes.
"En el hombre [...] las exigencias de los instintos sexuales, que van mu-
cho más allá del individuo, son juzgadas por el yo como un peligro que
amenaza su conservación o su propia estimación. Entonces el yo se sitúa
a fa defensiva, niega a los instintos sexuales la satisfacción deseada y los
42
oblrga a buscar, por largos rodeos, aquellas satisfacciones susbtutivas
que se manjfiest~n como síntomas nerviosos" (Freud, 1917, p. 2433).
13 Para mayor profundización del tema, ver Tallaferro (l997J. Curso básico de psicoanáli-
~. México: Paldós, pp. 98-117.
tendida como e[ mecanismo de defensa más tolerado y recomendado so-
ciaimente, se acompañan siempre. Freud afirma lo anterior en Introduc-
ción al psicoanálisis (19153, p. 18), a[ establecer que "[ ...] determinados
impulsos instintivos, que únicamente pueden ser calificados de sexuales
[... ] desempeñan un papel [... ] en [a causación de las enfermedades ner-
viosas y psíquicas y, además coadyuvan con aportaciones nada desprecia-
bles a la génesis de las más altas creaciones culturales, artísticas y socia-
les del espíritu humano."
2. La 2utoobservación crítica,
~~~~
,ysa&-~redo-re&
, [Tretd
Ello De placer
Yo De la reaildad
46
Hasta este mOMento, se han analizado los postulados teóricos que
sustentan al psicoanálisis, sin embargo, para que su estudio sea comple-
to, es importante revisar las técnicas psicoanalíticas que permiten la in-
tervención terapéutica.
4Ó
Para Freud (en González-Núñez, 1997), el sueño representa el cum-
plimiento de un deseo que por la razón que sea no pudo realizarse en la
vida despierta y señala que como fenómeno psíquico, el sueño se consti-
tuye por los siguientes elementos:
A) Hipótesis Fundamentales:
• El determinismo psíquico.
B) Hipótesis Metapsicológicas:
• La instauración de un constructo que permita la comprensión de la di-
námica interna de la psique humana, basándose para ello en el primer
principio dinámico de la mecánica newtoniana (punto de vista dinámi-
co).
• La asociación libre.
"o
para la sociedad, existe una solución definitiva o "final feliz" sino sola-
mente ajustes, por lo que el precio de la civilización es la "neurosis en
masa", lo que reduce al ser humano al papel de "víctima-espectador."
6/
promesas. En forma muy temprana se había interesado en esas viejas
creencias de la humanidad. El mundo mágico de la curación por la hipno-
sis y en especial el' dominio misterioso de los sueños, rodeado todavía de
lo sobrenatural, iban a constituir los puntos de partida de una investiga-
ción que desembocaría en la teoría psicoanaIÍtica."
Freud, junto con sus alumnos más destacados, Jung y Ferenczi, ma-
nifestó su interés por la investigación del ocultismo, especialmente en lo
concerniente a la detección de los mecanismos inconscientes que inter-
vienen en el proceso de la "transmisión del pensamiento" y del onirismo,
con el fin de desmitificar al ocultismo tradicional que partía de la base de
experiencias para psicológicas. Para sustentar lo anterior, escribió Telepa-
tía y Psicoanálisis en 1921, Sueño y telepatía en 1922, La significación
ocultista del sueño en 1925 y Sueño y ocultismo en 1932. Lo anterior
se ve claramente reflejado en la carta que Freud en 1921 escribió a Here-
ward Carrington, diciéndole que "[.. .J si hubiera tenido que rehacer su vi-
da, tal vez la consagrara a las investigaciones sobre los fenómenos ocul-
tos [ ... ]" (Moreau, 1976, p. 42).
el dios Krishna y el guerrero Arjuna, quien se encuentra desesperado por tener que com-
batir contra sus propios panentes en la gran guerra familiar entre 10$ kauravas y los pan-
davas que constituye la historia principal del Mahabharata o libro épico de la India (Ra-
macharaka, 1975).
62
ta y cartesiano y, para otros de acientífico, subjetivo y hasta místico. Fi-
nalmente, lo relevante de este teórico es la intensión de que el psicoaná-
lisis, creara un método de investigación de los procesos psíquicos, que le
fuera propio y que además se apoyara en las hipótesis meta psicológicas
que constituyen su teoría psicológica, con el fin de lograr la curación de
las enfermedades mentales.
"El psicoanálisis es un procedimiento médico que aspira a la curación
de ciertas formas de la nerviosidad (neurosis). [.. .] Como ejemplo de las
formas patoló9icas accesibles al psicoanálisis pueden ser citadas las con-
vulsiones e inhibiciones de la histeria y los diversos sintamas de la neuro-
sis obsesiva (actos e ideas obsesivas). Trátase de estados que desapare-
cen a veces espontáneamente y responden de un modo caprichoso, hasta
ahora inexplicado, a la influencia personal del médico" (Freud, 1913).
18 Ver franz Anton Mesmer en "Antecedentes Históricos" del CapítulO 6 de este trabajo.
gunda vez. unas semanas después, su madre y su hermana volvieron a escuchar el mis-
mo ruido, pero sin enconfrar nada roto en el comedor, por lo que Jung al llegar a casa.
se dedicó a buscar alguna causa de 10 acaecido y, en uno de los cajones del trinchador
descubrió un cuchillo para pan cuya hoja de acero se encontraba partida en cuatro
pedazos. sin que nadie lo hubiera tocado {Jung, 1961: Moreau, 1976: Rhine, 1982; Welhr.
1985}.
66
Bleuler, quien además de estar al cargo de la clínica, era considerado,
junto COn Emil Kraepelin de Munich, como uno de los principales líderes
de la psiquiatría en esa época, así como de ser muy humano y bondadoso
_con los pacientes: Bleuler se había especializado en lo que él llamaba "es-
quizofrenia" y Kraepelin en la "dementia praeco'¡' o demencia precoz.
só
mienza una relación muy importante entre ambos. La admiración que
surge después de la lectura de esta obra, la demuestra Jung con estas pa-
labras: "[...] Para nosotros, los psiquiatras jóvenes, fue una fuente de luz,
mientras que para nuestros colegas de más edad era objeto de burlas"
(Welhr, 1985, p. 102).
Jung visita dos veces a Freud en viena y viaja con él a los Estados
Unidos donde recibe el título de doctor honoris causa en Derecho. Todo
este tiempo, ambos teóricos discutían sobre los postulados psicoanalíti-
cos, mostrando Jung en diversas ocasiones grandes diferencias en rela-
ción a la teoría freudiana.
21 En el Capítulo 4 se estudia con más detenimiento a este autor, asi como sus aportacio-
nes en relación a la Psicosínfesis. Assagioli y Jung son considerados como los principales
precursores de la actuol Psicología Transpersonal.
<i7
(Welhr, 1985). Con el tiempo, la concepción teleológica de Assagioli for-
ma parte indisoluble del bagaje teórico junguiano, el cual se distingue
completamente del freudiano, debido a que Jung considera que el hom-
bre es una especie de combinación entre lo teleológico y lo causal, por lo
que "[ ... ] la conducta del ser humano está condicionada no sólo por su
historia individual y racial (causalidad) sino también por sus objetivos y
aspiraciones (teleología); el pasado como realidad y el futuro como po-
tencialidad orientan la conducta presente del individuo [... ] el individuo
vive tanto por sus objetivos como por sus causas" (Hall y Lindzey, 1957,
p.l0).
22 En total. el intercambio epistolar fue de 330 cartas (HaH y Lindzey. 1957}. Cuando Jung
siente que Freud subestima su texto Transformaciones y símbolos de /0 libido, le escribe el
30 de abril de 1914 que "[ ... ] francoMente[ ... ]desea conservar la relación con el, sin du-
da. pero preservando sus propias ideas", por lo que Freud responde que "[ ... ] con ello ve
[ ...] puesta en tefe de juicio la posibilidad de que las relaciones continúen[ ... l." La última
carta que Jung envia a Freud respondiendo a lo anterior, fue muy breve, en ella escribe:
"Quendo señor profesor:
Me resígnaré a su deseo de renunciar a nuestras relaciones personoles, pues Ja-
más impongo mi amistad a nadie. Por lo demás, piense en /0 que este momento significa
para usted. «Lo demás es silencio» [Se añade uno frase con una comunicación de
carácter administrativo, y después el final]: Atentamente, .Jung" ¡We!hr, 1985. p. 152}.
de sus pruebas de asociaciones y, el segundo, consistió, como veremos
más adelante, en formular su método sintético de los opuestos (conscien-
te-inconsciente), a través del estudio de las analogías que le proveían las
fantasías bizarras de sus pacientes, lo cual le acarreó muchas críticas en
el ámbito científico (Fortham, 1966).
óo
• El inconsciente personal y sus complejos derivados del inconsCiente colectivo.
• El sí mismo o Se/f.
• El proceso de individuación.
23 Richard Wilhelm fue un notable sinólogo que estudió en China con un maestro chino
de antigua escuela, se inició en la psicología del yoga chino e hizo diferentes traduccio-
nes, entre ellas la del I Chingo Para Jung, él fue la persona que "creó un puente entre
oriente y occidente" por medio de dicha traducción (Jung y Wilhelm, 1929).
primero que hay fenómenos psicológicos para!efos que no se dejan en
absoluto relacionar causa/mente entre SI: sino que deben hallarse en
otra relación del acontecer. Esta correlación me pareció esencialmente
dada por el hecho de la simultaneidad relativa, de ahí fa expresión U"sin_
cronicidad." Tal es el caso de la simultaneidad de los períodos estilísticos
chinos y europeos que no se pueden relaciona! causa/mente Gung y Wil-
he/m, 1929, pp. 15-16).
Los mitos también han sido considerados por Jung como la expre-
sión directa del inconsciente colectivo y representan fundamentalmente
las experiencias de la naturaleza humana. Le han servido a la humanidad
como una "terapia" para tolerar y confrontar lo desconocido. Siguen
existiendo hoy en día, ya que el hombre moderno tiene sus propios mi-
tos, tal es el caso de la ciencia como solución de todos los problemas, la
riqueza como productora de felicidad, la belleza y la juventud como una
incondicional de aceptación y bienestar, el éxito como un símbolo de rea-
lización) etc.
ZS Jung señala que los símbolos producen experiendas."numinosas" y por eso son mani-
festaciones de los arquetipos. Entiende por experiencia numinasa aquella experiencia
profunda que se da en presencia de un símbolo significativo, lo que produce la activa-
ción de un arquetipo (Dicaprio. 1989).
26 Cabe aclarar, que un símbolo tiene un sin fin de significados psíquicos. mientras que el
signo sólo corresponde a un significado, puesto que es la representación de una sola co-
sa, por lo cual no hay que confundir uno con el otro (Fordham, 1966).
dos son la persona, el anima, el animus, la sombra, la madre, el vi'ejo, el
sabio, el héroe, el niño, la muerte, el nacimiento y el de Dios (Fordham,
1966).
27 Jung (1950, p. 89), comenta que Heróclito "[ ... ] que verdaderamente era un gran sa-
bio, descubrió la más admirable de todas las leyes psicológicas. a saber: la función
reguladora de los contrastes. lo Uomó enantiodromio (o contra-corriente). término por el
cual daba a entender que todo marcha hacia su contrario [... j." Dentro de la mesofia
china, existe la ley de "enantiodromia", en la que del fin surge el principio de lo opues-
to" . Tal es el caso de los postulados del I Ging en los que se establece que "[o .. J cuando
Yang [aspecto masculino] ha alcanzado su máxima fuerza, va a nacer en su interior el
oscuro poder de Yín {aspecto femenino}, pues al mediodía comienza la noche y Yangse
rompe y cambia en Yin" (Jung y Wilhelm, 1929J.
ideal que una mujer tiene de un hombre y los rasgos masculinos de ella
misma.
70
gicos de 1921. Esta teoría, que es una contribución junguiana a la p·sico-
logía de la mente consciente, consiste en la mención de la existencia de
dos actitudes u orientaciones de la personalidad humana: la introversión
y la extroversión y de cuatro funciones psicológicas: el pensamiento, el
sentimiento, la sensación y la intuición, que conforman los tipos psicoló-
gicos que se concentran en demarcar las preferencias de las personas.'8
28 Con er resurgimiento de lo teoría del temperamento durante los años cincuenta, Isa-
bel Myers y Katheryn Brigg5, aumentaron dos tipos más de actitudes que permiten la or-
ganización de las funciones de! individuo en reladón con el mundo exterior: el juicio y la
percepción. El tipo Juicio, es la persona que manifies1a una decisión a través de un juicio
firme, por lo que tiene metas fijas y planificados. E! tipo percepcíón. prefiere las cosas
abiertas y más fluidas. De la combinación de las cuatro actitudes y de las cuatro funcio~
nes, se derivan 16 tipos psicológicos que son determinables por medio de la aplicación
de la pruebo Indicador de Tipos de Myers-Briggs, que Se encuenira validada yestandari-
zada en los Estados Unidos (Keirsey y Bates, 1990).
29 Estudios recientes (Bradway, 1964, en Keirsey y Bates, 1990J. señalan que el 75 por cien-
to del público en general es extrovertido, mientras que el 25 por ciento es introvertido.
que no le permiten conocer su verdadera naturaleza (Fordham, 1966;
Keirsey y Bates, 1990).
74
duación, proceso por medio del cual se trasciende el ego ya formado, a
través de la inclusión, la sintetización, la unificación y la fusión de los
opuestos, incorporándose lo que anteriormente se desechó. Se espera
que la persona a través de la individuación se transforme procurando
un mundo más reflexivo e interiorizado. Este "método sintético" o pro-
ceso de individuación del que habla Jung, es considerado por él como
una discusión dialéctica entre la mente consciente y la inconsciente,
trabajo por demás arduo para la persona.
G~tibkoit:kJ'~tib
~b~
Sf!/'ÚV~
o años
Etapa solar 11.' - Ir Etapa lunar
Individualización Individuación
JI
/
Ego ~ I I #-Ego
36 años
17
"El hombre se siente solo. abandonado, cuando para nadie
es sujeto, centro de iniciativa y de libertad,
cuando se siente un simple objeto entre objetos innumerables,
más o menos anónimos"
Z9
2.7. .!T~
A pesar de que el psicoanálisis y el conductismo surgen aproxima-
damente al mismo tiempo, con menos de una década de diferencia, se
han considerado como polos opuestos, ya que mientras el psicoanálisis
puso especial énfasis en el medio ambiente interno del individuo, enfo-
cándose en estímulos tales como los impulsos e instintos, el conductismo
los colocó externamente en el medio ambiente (Matson, 1984).
6'1
mte 31 y el empirism0 32 de Locke en el siglo XVII, así como por el utilitaris-
mo de Bentham del siglo XIX.
6'2
mismo" (Matson, 1984-, p. 14-), dando origen a la doctrina de la asocia-
ción de ideas o de combinación de ideas, la cual a su vez, es la principal
base de la psicología de Wundt y otros psicólogos experimentales del si-
glo XIX (Boring, 1950).
6'4
yendo que son entidades invisibles que hacen improductiva a la ciencia
psicológica.
Sin embargo, existen otros teóricos como Bandura, Beck y Ellis que
consideran a las cognisciones como mediadores siempre presentes y esen-
ciales en la conducta humana. "[... ] Autores como Wolpe [... ] se ubican
entre estos dos extremos. Wolpe se siente cómodo teorizando sobre
eventos mentales pero al mismo tiempo, mantiene que muchas reaccio-
nes inadaptadas (especialmente las fobias) no están mediadas por varia-
bles cognitivas" (Rimm y Cunningham, 1988, p. 284).
2.2. 6o-adact.isnw- ~
El conductismo radical a través de su desarrollo se ha sustentado
en tres tipos de aprendizajes que iremos revisando:
3S Zuroya Monroy (1989, pp. 59-60), comenta que "la importanda de la revolución meCQ-
nicisfa radica, en gran parte, en la constitución de un modelo de conocimiento tal que
se convirtió en prototipo de cientificidad. Este nuevo modelo de conocimiento fue pau-
latinamente aplicado al dominio de las realidades humanas, adquiriendo un carácter le-
gitimador de lo que es. o no científico para la totalidad del saber. Como señala Japiassu
[agrega]. «las disciplinas que no hicieran uso de los modelos de las ciencias naturales,
no ingresarían en el santuario del saber objetivo»."
&6
mo pragmatista, porque la conducta es tan sólo interesante en cuanto
es instrumento de adaptación del organismo al ambiente. 36
2.2.1.~{lJ~%,af:&on,JPde~
elá.wxr
John B. Watson fue el principal exponente del Behaviorismo o con·
ductismo; nace cerca de Greenville, Carolina del Sur el 9 de enero de 18·
78. Fue el cuarto hUo de un granjero por lo que tuvo que trabajar para
pagarse sus estudios. Después de la muerte de su madre asistió a la uni·
versidad graduándose con un trabajo en el que demostraba que las ratas
captan las señales que les ayudan a salir de un laberinto. Dio clases en la
Universidad de Chicago y en la Universidad Johns Hopkins, Baltimore, de
1908 a 1920. Muere el 25 de septiembre de 1958 en Nueva York, Esta·
dos Unidos (Bonin, 1983).
l. Una gran parte del aprendizaje del ser humano es mediado por estruc-
turas cognitivas.
• Extinción.
• Reforzamiento diferencial de otras conductas:
1) Refuerzo diferencial de otro comportamiento.
2) Refuerzo diferencial de comportamiento incompatible.
3) Refuerzo diferencial de baja frecuencia de ocurrencia de la con-
ducta indeseada.
• Castigo:
1) Sobrecorrección.
2) Tiempo fuera.
3) Costo de respuesta.
• Desensibilización:
1) La implosión.
J/7
condicionado. En la desensibilización sistemática, primero se establece
una jerarquía de miedos para tener mayor potencial de éxito, después se
le ayuda al sujeto a sentirse 'relajado (ya sea por medio del diálogo, juego
o dándole un privilegio). Una vez relajado el paciente, el terapeuta le pide
que imagine la escena menos angustiosa en la jerarquía de miedos y que
indique si la escena sigue siendo angustiante. Si continúa provocando ano
siedad, se le pide a la persona que se relaje por unos segundos y el proce-
dimiento se repite con la misma escena hasta que no produzca ansiedad
en tres ocasiones sucesivas. El terapeuta debe repetir este procedimiento
con cada escena tensionante sucesiva en la jerarquía hasta que el indivi-
duo no experimente tensión por los estimulas temidos.
2.2.6.{jJ~
• Los trabajos iniciados a finales del siglo XIX por Tarchanoff, sobre el
control voluntario del latido cardiaco.
100
Como pudimos observar, el conductismo clásico intentó eliminar de
sus postulados, las explicaciones psicológicas que se basaran en las varia-
bles de la personalidad y en todo lo que se derivara de la introspección y
sólo se centró en la conducta observable y en las causas de tipo ambien-
tal, considerando a los individuos como "c~as negras". Sin embargo, "[ ... ]
la victoria conductista sobre la cognisción distaba mucho de ser absolu-
ta" (Davidoff, 1987, p.13), por lo que años después, los teóricos del
aprendizaje cognoscitivo y social adoptaron las variables de la personali-
dad, así como los determinantes cognoscitivos de la conducta manifiesta
(Dicaprio, 1989). Este modelo, desarrollado principalmente por Beck en
la década de los 80s, estuvo influenciado por las ideas de Adler, Alexan-
der, Freud, Horney, Piaget, Ellis y Rogers.
«Estos nuevos psicólogos de fa mente, conocidos como psicólogos cog-
noscitivos, no rechazaban totalmente el conductismo. Tomaron el princi-
pio conductista clave: formular preguntas precisas y realizar investiga-
ción objetiva. Al mismo tiempo, se sentian en libertad de basarse en sus
propias introspecciones y en el estudio de los comentarios de los partici-
pantes en la investigación acerca de lo que surgía en sus mentes" (Davi-
doff, 1987, p. 14).
701
que directamente no pueden observarse, pero que de alguna manera, se
puede concluir su existencia, estructura, proceso y cuantificación, par-
tiendo de las variables de estímulo y respuesta y, que por lo mismo el
cognoscitivismo, al igual que el conductismo, también parte de una con-
sideración racionalista de la vida, en la que no hay cabida para la con-
ciencia, pensamos, en contraposición a lo anterior, que precisamente la
tarea que lleva a cabo el paciente bajo este enfoque, es la de hacer con-
scientes sus propios procesos internos, a fin de que se produzca una mo-
dificación conductual, que lo conduzca al equilibrio, como veremos a lo
largo del presente apartado.
Davidoff (1987), señala que existen tres premisa que comparten los
psicó lagos cognoscitivistas:
ID.:!
3. Consideran que la autoobservación o introspección y los autoinformes
(monitoreos) son útiles, aunque marcan una preferencia por los mé-
todos objetivos.
lOS
les" e hizo hincapié en el papel de las creencias en los cambios conduc-
tuales. También es el caso de las aportaciones de las teorías cognitivas
de la emoción como la de Magda Arnold en 1960 y la de Richard Laza-
rus en 1984-, quienes dan una mayor relevancia a las cogniciones
emocionales en los cambios conductuales.
104
1. La inferencia arbitraria, que implica sacar conclusiones sin tener la
evidencia que l~s confirme, o aún teniendo evidencias que las contradi-
cen.
106
cesan la información en un esquema de fracaso social y continuo recha-
zo.
lOÓ
La meta de la Terapia Cognitiva es aliviar los síntomas y prevenir
trastornos futuros. El terapeuta es activo y directivo, facilita la resolu-
ción de problemas sin dar él la solución. Al diagnosticar toma en cuenta
diferentes fuentes de información, juzga los antecedentes conocidos, de-
termina la naturaleza del problema y la mejor estrategia para su trata-
miento (Kendall, 1991).
Las técnicas que utiliza esta terapia, se basan en los siguientes pa-
sos:
40 El diálogo socráríco consiste en una serie de preguntas diseñadas con el fin de condu-
cir al sujeto a responder lógicamente en relación a las conclusiones basadas en una hi-
pótesis (Corsini y Wedding, 1995).
f07
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _"I_h_i'_'h_"_"_'_"_'_"'_" ''i'u
Por tal razón, Ellis desarrolló en los años 50s una teoría de la per-
sonalidad y un método psicoterapeutico denominado Terapia Racional-
Emotiva (T"RE), en la que se plantea una mayor tolerancia con sí mismo
y con las demás personas, combinado esta actitud con un cambio cogniti-
vo importante" EHis (1995) considera que sus procedimientos conllevan a
un progreso notable en unas pocas semanas, a diferencia de otros trata-
mientos que requieren de meses o años.
lOÓ'
Los orígenes filosóficos de la Terapia Racional-Emotiva, se remon-
tan a filósofos asiáticos como Confucio, Lao-Tse y Buda y, especialmente,
a los filósofos estoicos, particularmente Marco Aurelio y Epicteto, el cual
consideraba en el siglo primero d.c. que la gente no se encuentra pertur-
bada por sus pensamientos, sino por la manera en que estos se interpre-
tan (Ellis, 1995).
Albert Ellis (1995), señala que otro precursor relevante de esta co-
rriente es Alfred Adler, quien considera que el individuo no se encuentra
predeterminado por la información que adquiere del exterior, como
normalmente se cree, sino de acuerdo con la interpretación que el haga
de sí mismo y de sus problemas presentes, lo que a su vez va a determi-
nar sus relaciones con el mundo exterior. Esto significa, que el individuo
se encuentra autodeterminado por el "significado" que le da a sus experi-
encias.
101
Según establece Sernard (en Petti, 1991), en la Terapia Racional-
Emotiva los trastornos emocionales ocurren cuando suceden algunos de
los siguIentes errores cognitivos:
//0
realistas a través de poner a prueba las evaluaciones de las interpretacio-
nes que hace la persona. En 1983, Young (en Petti, 1991) afirma que en
el caso de niños y adolescentes, se pueden plantear objetivos más concre-
tos, como es el caso de que aprendan a autoaceptarse y a evaluar sus im-
perativos personales.
fff
En el ámbito clínico, han sido dos las teorizaciones e investigacio-
nes que han contribuido al surgimiento de las Terapias Cognitivo-Con-
ductuales. Una línea deriva de la adecuación de los procedimientos de la
terapia de conducta basada en la teoría del aprendizaje, con autores co-
mo Julián Rotter, Alber Bandura, Walter Mischel, Michael Mahoney y Don
Meichenbaum y la segunda línea proviene de los hallazgos de los teóricos
cognitivos semánticos, como son George Kelly, Albert Ellis y Aaron Beck
(Meichenbaum, 1998).
ftS
es por esto que, para este nivel se recomienda utilizar estrategias mne-
motécnicas. Una vez que los niños llegan a la etapa de las operaciones
formales, ya pueden atender selectivamente a las tareas, razonar en for-
ma deductiva, emplear estrategias para solucionar problemas y aprender
estrategias que pueden ser utilizadas de una forma fiexible.
174
afrontamiento, las terapias de resolución de problemas, el entrenamiento
auto-instructivo, así como los diferentes procedimientos de auto-controL
"Aunque existen diversas formas de poner en práctica la TCC, es posible
identificar algunas características en común. Las intervenciones de la T-
ce usualmente son actívas~ de tiempo limitado y considerablemente es-
tructuradas. La TCC está diseñada para ayudar al cliente a identificar,
hacer pruebas de realidad y correair las conceptualizaciones distorsiona-
das e inadecuadas y las creencias irracionales. Se exhorta al cliente a
examinar los efectos de las cognisciones y creencias a través de las asig-
naciones de tareas específicas o de las experiencias graduales en vivo. El
terapeuta de la TCC trabaja con el cliente para procesar las consecuen-
cias de estos experimentos personales y~ de esta manera~ llegar a cam-
biar los sentimientos y pensamientos de éste" (Meichenbaum, 1988, p.
345).
176
"La bIenaventuranza más pura
es la naturaleza innata del hombre u
117
8.1.§~
41 los rasgos distintivos del materialismo, según Novack (1987) son los siguientes:
• La existencia de la realidad es independiente de la existencia de la humanidad. la
materia es la sustancia primordial, la esencia de la realidad. Todo proviene de la ma-
teria y sus movimientos, y la materia es la base de todo, por lo que la naturaleza es la
fuente última de todo lo existente en el universo, inCluyendo los pensamientos del ser
humano.
La materia produce el pensamiento y éste nunca existe independiente de la materia.
La naturaleza existe independientemente del pensamiento, pero éste no puede existir
separado de la materia.
• Queda excluida la posibilidad de la existencia de Dios, espíritus, almas u otras entida-
des inmateriales que dirijan o influyan a la naturaleza, a la sociedad o al hombre.
~3 Husserl nació en Prossnitz, ,'Aorav,e (emonces Austria) en 1859, estudió f:sico, matemáTi-
cas y astronomía en Leipzig y posre:"IOrmente filosofía con Bremano. Inauguro el método
fenomenológico en 1900 con su obra principal Investigaciones lógicos. Su segunda gran
obra publicada er 1913 se cenomrno Ideos relativas a uno fenomenología puro y una fi-
/osofía fenomenológrco. Fue maestro en Friburgo de Brisgovia donde murió en 1938 (Hirs-
chberger, 1963; Fischl, 1994,1.
1.20
pectiva (cambiante) conforme se da de un momento a otro" (Bernstein y
Nietzel, 1988, p. 79).
44 Kierkegaard nace en 1813 en Copenhague, fue el último de ocho hijos de un rico co-
merciante. Estudió teología por deseo de su padre sin ejercer como eclesiástico, y se de-
dicó a estudiar filosofía, doctorándose en 1841. Rompió con la iglesia cristiana y se volcó
contra ena hasta el final de su vida. Después de períodos de gran creatividad. le seguían
otros de profunda depresión, por lo que mostraba un perfil maníaco-depresIvo. Muere en
Dinamarca en 1855 (FischL 1994).
una familia burguesa protestante y estudió teología así como filosofía. SJS principales
obras son Fenomenología del espíritu y Ciencia de lo lógico. Llegó a ser rector de la Uni-
versidad de Berlín '{ murió por una epidemia de cólera en dicha ciudad el . 4 de noviem-
bre de 1831 a la edad de 61 años. Su obra es considerada como la culminación del
idealismo alemán (Morías, 1985).
46 "Para Hegel, la realidad es el absoluto, que existe en una evolUCión dialéctica de ca-
rácter lógico, racional. Según su famoso afirmación, todo 10 real es racional y todo lo ra-
cional es real. Todo lo que existe es un momento de ese absoluto, un estadio de esa evo-
lución dialéctica, que culmina en la filosofía, donde el espíritu absoluto se posee o sí mis-
mo en el saber" (Morías, 1985, p. 309). Hegel se refiere a la lógica como un sistema de
"rozón pura", es decir, como el reino del puro pensamiento, el cual es la "verdad" y le
compete originalmente a Dios, antes del surgimiento de cualquier espíritu finito.
1.21
Rollo May comenta que tanto Kierkegaard como los existencialistas
posteriores a él, no estaban de acuerdo con las tendencias racionalistas e
idealistas que "[. .. ] querían ver en el hombre nada más que un sujeto ·es
decir, un ser que sólo tenía realidad en cuanto ente pensante- [. .. ] La
existencia se puede «existir» (sentir, vivir), pero na se puede decir. Tan
pronto como [... se le] traslada a conceptos lógicos, se extingue" (Fischl,
1994, p. 496).
<.7 Kar[ Marx, nació en 18iS er, Tréverís, Alemania, junto a Mosela, fue hijo de un abogado
judío. Estudió filosofía, historio, sociología y economía. Su obra inicialmente se vio influen-
ciada por Hegel y postenormente por su amigo Friedrich Engels. Muere en 1883 ;Hirs-
chberger, 1963,1.
12.2
cultura, propugnando por su libertad, por lo que se impone la tarea de
rescatar al ser humano a través de su obra.
Para Nietzsche (1957, p. 45), "el hombre es algo que debe ser su-
perado", por lo que es conveniente pasar del "hombre masa o rebaño" al
ser creador e individual con una nueva conciencia; llegar al "superhom-
bre"
"El hombre que no tiene prejuicios, aquel que no vive con estigmas y en
sí mismo vive por igual con la pureza y la impureza, necesariamente lIe-
ga a ser océano para poder recibir una corriente impura sin mancharse.
He aquí este océano: el superhombre [.. .]. Los espíritus libres somos ya
una transmutación de todos los valores [...] El hombre es una cuerda ten-
dida entre el animal y el superhombre; una cuerda tendida sobre el abis-
mo."
49 Nietzsche denomina a esta reflexión "reflexión a través del martillo", ya que con ella, el
t2S
Jaspers,51 como el iniciador oficial de la filosofía existencialista. El método
fenomenológico de Husserl le permite ver a Heidegger al hombre como es
realmente y no como un "espíritu absoluto" a la manera tradicional, por
lo que el ser humano individual "[... ] como «existencia», [es] «arroja-
do» al mundo y confrontado, desde un principio, con el hecho de su fin,
de la muerte. La existencia es [... ] un «ser hacia la muert€», no por la
voluntad de la muerte, sino más bien en el sentido de que toda la vida se
dirige finalmente hacia la muerte" (Quitman, 1989, p. 61). Este temor a
la muerte es lo que subraya la finitud de la propia existencia y la necesi-
dad, por ende, de buscar la libertad a través de la "elección" y la "deci-
sión" del individuo.
52 Para mayor profundización sobre el tema, ver Marrin Heidegger (1927). El ser y el - :11-
QQ. México: Fondo de Cultura Económica.
contemporáneos como entre los estudiosos de distintas áreas, como es el
caso de la psicología, la sociología, la antropología, la política y el arte.
/20
tivista ni en la conductista, o en la teoría clásica del psicoanálisis" (Quit-
man, 1989, p.29).
12Ó
Sin embargo, cabe aclarar que Cad G. jung, a pesar de haberse for-
mado bajo la tutela de Sigmund Freud en la escuela psicoanalítica, es un
gran humanista y más que eso, un pionero de la psicología transperso-
nal, como veremos en el Capítulo 4. Baudouin (1967, p. 278) comenta
que "[ ... ] el humanismo de jung es profundamente persona lista. El hom-
bre, en el pleno sentido de la palabra, es el sí mismo; que no se despren-
de, en cada uno, hasta el final del «proceso de individuación,," y señala
que el resquebrajamiento del humanismo es "el poder creciente de las
masas, la «masificación" [Nietzsche] de la que el mundo entero nos
muestra el espectáculo y contra la que jung [... ] se ha creído el deber de
advertirnos en términos patéticos."
"En la masa el hombre inconscientemente desciende a un nivel moral e
intelectual inferior, al nivel existente siempre por debajo del umbral de
la conciencia" (Jung, 1940, p. 32).
Erich Pinchas Fromm fue hijo único dentro de un hogar judío orto-
doxo. Nació en Francfort del Meno, Alemania, el 23 de marzo de 1900.
Su madre fue Rosa (Krause) Fromm y su padre, Naftalí Fromm, quien era
comerciante de vinos, aunque siempre manifestó el deseo de haber sido
rabino. Los antepasados por la línea paterna de Fromm eran famosos
127
dentro de la tradición judía, como fue el caso de su bisabuelo el rabino
de Würzburg y de su abuelo Seligmann Pinchas Fromm, de quien heredó
uno de sus nombres. Erich Fromm, desde muy temprana edad recibió ins-
trucciones en el estudio del Talmud S3 por su tío abuelo materno, razón
por la que "soñaba ser talmudista" (Funk, 1987), pero su madre no le
permitió mudarse a la lejana Lituania a continuar sus estudios talmúdi-
cos, ya que tendía a sobre protegerlo igual que su padre.
El rabino Nehemia Anton Nóbel fue uno de los maestros más rele-
vantes para Fromm, debido a que le resultaba una mezcla de "erudición
talmúdica, de talento místico y de amor a Goethe" (Schole, en Funk, 19-
87, p. 45). Fromm continuó sus estudios del Talmud con Franz Rabinkow
en Hidelberg bajo una interpretación humanista del judaísmo, que invo-
lucraba el hecho de ver al hombre en su capacidad biofilica, en su capaci-
dad para el amor, para la autonomía, para orientarse productivamente,
para el bien, para el humanitarismo y para la libertad. Cuando Fromm se
encontraba en Munich en 1926, formándose como psicoanalista, se sepa-
ró del judaísmo ortodoxo y se declaró partidario de "un humanismo no
teista" (Funk, 1987), tendencia que influyó en toda su obra.
53 La pclabra Talmuc viene del ca ideo "instrucción" y es el codigo fundamental del de-
recho judío civil y canónico, que complementa la Biblia y represento une labor de más
de setecientos años. Los temas que quedan comprendidos en éi son: agricultura, fiestas,
mujeres (incluyendo el mctr;monio y el divorcio), derecho civ:l y penal, ofrendas sagra-
das (culto sacrificial, servicios del Templo, etc.jl y purificaciones (Pike, 1951: $mith, 1988).
126'
uer y en Munich con Wilhelm Wittenber. Fromm culminó su formación
psicoanalítica en .el Instituto de Berlín con Hans Sachs54 entre 1929 y 19-
30, donde conoció a Karen Horney y a Wilheim Reich. En esta época, Fro-
mm, al igual que Reich, trataba de entrelazar el psicoanálisis con el mar-
xismo, ya que la psicología de la religión, junto con el interés por una psi-
cología social de orientación marxista, fue para Fromm un punto central
en su trabajo (Funk, 1987).
54 Hans Sachs, fue uno de los seis hombres de mayor confianza de freud por lo que for-
Fromm tuvo una gran actividad política en los Estados Unidos, for-
mando parte incluso en la campaña de McCarthy a la presidencia en
1968 -la cual perdió para darle acceso a Nixon-. Esta última experiencia
lo llevó a escribir La revolución de la esperanza (1968), donde plantea
la encrucijada en la que se encuentra el ser humano: por una parte, sien-
do una pieza del gran engranaje mecanizado de la sociedad y por la otra,
constituyendo el nódulo esperanzador del renacimiento humanista.
ISO
neuróticas no son instintivas sino que dependen de la manera en que vi-
ve la persona culturalmente y la angustia que esto le provoca.
181
de mayor tiempo y energías que los indispensables para la satisfacción de
sus necesidades primarias, puede desarrollarse la cultura y con ella aque-
llos impulsos que acompañan al fenómeno de la abundancia_ Los actos li-
bres (o espontáneos) son siempre fenómenos de abundancia."
t¿¡2
'Puu:do- ená'e- iÓ& ~ tbClV'lic/;&<-f iÓ& ~
~ fXJfl/iÓ&~tb~
~fTl'O-OlDl/
188
biente familiar es duro, ansioso y desconfiado, el niño quedará impresio~
nado por un "sentimiento de escasez" y puede desarroJlarse en él la ca~
racterfstica "anal" de atesorar lo que tiene ya que no podrá obtener na~
da más."
IS6
dominio completo sobre una persona impotente [...]" a la cual no se le
trata como a un ser humano, sino que se le utiliza y explota. A lo ante-
rior, también se puede añadir el "dominio benevolente", que normalmen-
te es disfrazado de "amor". .
fS7
Para Fromm (194-7, p. 125), el tema del amor es por demás rele-
vante, ya que es ¡.In factor determinante en su teoría. Señala que es una
forma productiva de relacionarse con los demás y con uno mismo. Invo-
lucra responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento, así como el deseo
de que la otra persona crezca y se desarrolle. "[ ... ] Es la expresión de la
intimidad entre dos seres humanos bajo la condición de la conservación
de la integridad de cada uno." En el libro El arte de amar, Fromm (1956,
p. 33), escribe ampliamente sobre el amor productivo y manifiesta que
éste "[ ... ] es un poder activo en el hombre [... ] lo capacita para superar
su sentimiento de aislamiento y separatidad, y no obstante, le permite
ser él mismo, [y] mantener su integridad."
Por otra parte, Clara Thompson (1950) agrega que Fromm duran-
te su vida no ha escrito nada específicamente acerca de la psicoterapia,
pero que su propósito más relevante a este respecto es el de estudiar la
forma en que el individuo se "defiende" en sus relaciones cotidianas de
los demás, además de examinar su historia, a fin de entender "cómo ha
llegado a ser la persona c¡ue es" y como puede desarrollar sus potenciali-
dades y, no exclusivamente el hecho de "desenterrar el pasado" como lo
hace la técnica psicoanalítica ortodoxa.
S6 Jung retoma el concepto antiguo de hybds para referirse al estado de inflación del
ego, donde el individuo pretende estar en el nivel de los dioses, lo cual le puede aca-
lTear graves consecuencias, como fue el caso dentro de la mitología griega, de ícaro,
gún hombre que piense científicamente y posea sentido de la responsabi-
lidad intelectual puede permitirse tal arrogancia" (Welhr, 1985, p. 4-55).
Faetonte e Ix,Ó:1. Paro [os griegos, Aidós y Némesis son conceptos centrales de la expe-
riencia emociona: de los indivicuos A¡dós significa reverencia o los poderes suproperSQ-
ncles e incluso. el sentimiento ce verguenzc cuando estos poderes han sido t~asgredidos.
Vémes/s es la reacción provocada por io ca~encic de Aidós, por ejemplo, riybris (E:din-
gei. 1972)
57 Fromm en su lloro El lenguGje olVidado (1951. p. 5) manifestó que pora logrcr contactar
con uno mismo era imoorfonte comprender sus propios sueños que se sustentan en un
lenguaJe simbólico" [.) ur. leng'Jaje por demás propio [.1 el único lenguaje universal
que haya procucido le humartcad '.
t~O
sí mismo superior [... ] (Funk, 1987, p. 190). Esta postura establece la re-
lación del Fromm no teista y humanista con el Fromm psicoanalista.
s.s_ ~!7~~bg-eo-r[a,~¿b
~
Kurt Goldstein nace en 1878 en Kattowitz, Alta Silesia dentro del
seno de una familia judía acomodada. Estudió inicialmente filosofía y lite-
ratura en Breslau y Heidelberg y concluyó haciendo la carrera de medici-
na en Franclcfurt, la cual concluyó en 1903. En 1914, durante la Primera
Guerra Mundial, fundó en esta ciudad un Instituto para la investigación
de las consecuencias motoras, sensoriales, perceptuales y lingüísticas de
las lesiones cerebrales, lo que lo condujo a formularse una visión unitaria
del organismo humano. En 1933 en Amsterdam escribe El organismo y
en 1935 emigra a Nueva York dedicándose a la consulta psiquiátrica y a
prestar sus servicios en hospitales y universidades, muriendo en 1965 a
la edad de 87 años.
141
Goldstein observa al ser humano como una unidad dependiente al
espíritu y a la vida, no acepta la superioridad de uno sobre el otro y
plantea la "tendencia a la realización" dependiendo de las circunstancias,
que por lo general causan tensión en el individuo. Así, el ser humano es
visto por este autor como un "organismo total" que en un estado de ten-
sión o "catástrofe", tiende a moverse entre el "ser en orden" y el "ser en
desorden", conformando con ello su "teoría organísmica de la autorreali-
zación."
.sóFrederick t" Frirz") Perls, nació el 8 de julio de 1893 en Berlín, Alemania, en un hogar ju-
dío. fue médico mil,~or durante la Primera Guerra Mundial. posteriormente se formó co-
mo psicoanalisTa con Karen Horney y Whilheim Reier.. Trabaja como asisteme en Franck-
furt con Kurt Goldstein en el :nstituto para Soldados con Lesiones Cerebrales. Se casó con
lore y tuvo uno hija con las cuales huyó a Amsterdam y posteriormeme a Sudáfrica, don-
/42
Cad Ransom Rogers nace el 8 de enero de 1902 en Oak Park, I1li-
nois, Estados Unidos, dentro del seno de una familia protestante muy re-
ligiosa. Comenta (1961, p. 17) que en su hogar había muchas restriccio-
nes, "[ ... ] nada de bebidas alcohólicas, ni bailes, juegos o espectáculos,
muy poca vida social y mucho trabajo [... por lo que fue] un niño bastan-
te solitario [.. .l." Inició sus estudios en agronomía (2 años), cambió a his-
toria (3 años), después a teología en el Union Theological Seminary (2
años) y concluyó estudiando psicología, doctorándose en 1928 y, por se-
gunda vez, en 1931 se doctoró en filosona en la Universidad de Colum-
bia. En 1940 fue profesor en la Universidad Estatal de Ohio, en 1945 dio
clases en la Universidad de Chicago yen 1957 en la Universidad de Wis-
consin, para después dedicarse a la docencia en el Centro para el Estudio
de la Persona en La Joya, California.
• La estructura del sí mismo, que se forma por medio de [os valores que
experimenta e[ organismo directamente, así como [os que provienen
del exterior y SO" introyectados, pero que e[ sujeto los percibe como si
hubiesen sido experimentados en forma directa. "[ ... ] Las evaluaciones
de [a conducta del niño efectuadas por sus padres y demás personas
son algunas veces positivas y otras negativas, el niño aprende a dife-
144
renciar entre las acciones y los sentimientos que tienen valor (aproba-
das) y aquellas sin valor (desaprobadas). Estas últimas tienden a ser
excluidas del autoconcepto, aún cuando son válidas desde el punto de
vista organísmico, y así resulta un autoconcepto que no coincide con la
experiencia organísmica" (Hall. y Lindsey, 1970, p. 46).
II 1 111
/4á
Di Caprio (1989), comenta que para Rogers la estructura concep-
tual del yo es el concepto del sí mismo, que puede o no corresponder al
yo real. Agrega que el campo fenomenológico experiencial está constitui-
do por partes conscientes e inconscientes. El inconsciente se conforma
por experiencias psicológicas que no se encuentran simbolizadas, es de-
cir, que no están disponibles para el yo consciente. Así, cuando se pue-
den probar las experiencias psicológicas conscientemente, la persona está
en un estado de congruencia, en el que su yo corresponde al yo real, pe-
ro si lo que prevalece es la incongruencia entre el sí mismo y el organis-
mo, el individuo se siente amenazado y ansioso, por lo que se conduce en
forma defensiva y su pensamiento se constriñe, volviéndose rígido.
/4é
todoxa, el terapeuta mantiene una posición analítica y observadora exte-
rior al acontecer psíquico del individuo, participando activamente con to-
da su subjetividad. Para su mayor comprensión, Helmut Quitman (1989),
divide en tres fases el desarrollo de la teoría psicoterapéutica rogeriana:
60 Martín Buber nace en 1878 y muere en 1965. "Con su visión acerca de la respon-
sabilidad personal del individuo y de su unión con la comunidad en su núcleo existencial
más profundo [... ] fue uno de los caudillos y creadores más decIsIvos del judaísmo cen-
tro-europeo. cuyas tendencias a \0 unidcd, a \0 acción y al futuro, representan una
«trascendencia a la humanidad», que se encuentra en todos los hombres [... ]"
(Quitmcm, 1989, p, 322). Buber en 1923 escribió su obra central denominada Yo y tú en la
que reconoce que el hecho fundamental de la existencia no es el ser humano sino el
«hombre con los hombres», estableciendo una dualidad en la que en lugar de sentir al
otro como su opuesto, surge una <<reciprocidad» completa en la relación, puesto que
el Yo se encuentra completamente lleno de la presencia de dicho tú.
Otro autor humanista que recibe gran 'Influencia de Buber en relación al concep-
to Yo-tú, es Víctor Frankl quien afirma que "[ ... ] <<yo a través de mi relación me hago tú;
como soy yo, yo digo tú» ¡ .. lo cual] nos recuerda que «el yo solamente es tal en el tú
[ .J. sólo un yo que tiene por pnmaria intención un tú, puede integrcr el propio "es"» "
[Fizzo!i 1974).
o facilitador en su organismo y en el de su cliente permite el creci-
miento personal de todos los que participan en la terapia, potencián-
dose el proceso de autorrealización por la relación de "encuentro", lo
que permite que el cliente detenga la deformación de la realidad e in-
cremente su capacidad de decisión en el sentido existencial.
Por otra parte, las críticas que ha recibido esta corriente, especial-
mente por los conductistas, se basan en que percibe en forma ingenua-
mente optimista al ser humano como un "yo benigno", que únicamente
requiere de ser aceptado sin sugerencias directivas y sobre todo, sin que
necesite del aprendizaje de actitudes específicas y habilidades necesarias
para la vida cotidiana (Dicaprio, 1989). Skinner comenta al respecto, que
este enfoque no es mas que "[ ...1 el residuo de las creencias tradicionales
místicas que dejarán [algún día] su lugar a las estrictas nociones científi-
cas del análisis conductual" (Matson, 1984-, p. 93).
119
"E! Universo tiende hacia la diversidad unitiva y unificante"
Cabe aclarar, que a pesar de que Newton y Descartes han sido am-
pliamente criticados por sus postulados, inicialmente partieron de la base
de la existencia de una inteligencia divina, la cual constituye el origen de
las partículas materiales que conforman al universo, así como las fuerzas
que interaduan entre ellas y las leyes que las rigen. Ya creado el univer-
so, establecen que este continúa funcionando como una gran máquina,
existiendo en forma objetiva e independiente del observador humano; es
decir, el universo es material en su naturaleza, pero su origen no se debe
a causas materiales como los científicos posteriores asumieron, tergiver-
sando el legado de estos pensadores (Grof, 1994-a).,
62 Thomas Kuhn (1962), filósofo e historiador de las ciencias, define al paradigma científi-
co como una constelación de creencias, valores y técnicas compartidos por los miem-
bros de una comunidad científica determinado y agrega que dicho paradigma es ne-
cesario para la ciencia, pero que al mismo tiempo limita la posibilidad de explorar nue-
vas áreas de la realidad, ya que se convierte en el enfoque "obligatorio" de los proble-
mas científicos. por lo que se le llega a confundir con la realidad misma, es decir, se con-
funde el mapa con el territorio, por lo que para lograr un cambio, se requiere de una "re-
volución científica", la cual reemplaza el antiguo paradigma por otro nuevo incompati-
ble con el anterior.
/68
tivos de naturaleza animal, debido a que no reconoce los valores elevados
que éstos tienen, como las necesidades estéticas, el concepto de amor, el
sentido de justicia y la conciencia espiritual.
164
rigida por música, así como la Psicosíntesis de Roberto Assagioli y la
Terapia Holotrópica de Christina y Stanislav Grof, las cuales revisare-
mos en este capítulo.
166
macromundo de la astronsica y en el micromundo de las partículas
subatómicas, el paradigma se torna obsoleto, ya que se demuestra que
los cuerpos no son sólidos debido a que existe un espacio entre los áto-
mos que los constituyen -por lo que hay vacío-, donde los procesos
subatómicos, con su aspecto dual de partículas u ondas, se manifiestan
constantemente en forma probabilística. Con ello se confirma que los
cuerpos parecen sólidos debido a que los átomos colisionan millones de
veces por segundo y siempre regresan a su forma original después de
cada colisión.
fóé
Con la teoría de la relatividad, se afirma que la masa no depende
de alguna sustancia específica, sino que es una forma de energía que
no se crea ni se destruye, sino que simplemente se transforma (E=
mc Z), por lo que se transmutan las partículas en otras partículas o
bien se desvanecen en energía, interconectándose el universo en una
especie de "telaraña cósmica" de constitución "dinámica" con patrones
de energía inseparables, por lo que no pueden entenderse como enti-
dades aisladas sino como partes integrantes del todo. El dinamismo de
la materia implica que se mueve constantemente, "danzando y vibran-
do", por lo que los nsicos aseguran que no existen estructuras estáti-
cas en la naturaleza, lo que existe es una "estabilidad" como resultado
del equilibrio dinámico (Capra, 1982).
Por otra parte, la nsica clásica considera que existe un espacio tri-
dimensional, absoluto e independiente de los objetos materiales que
contiene y que dicho espacio, obedece a las leyes de la geometría eucli-
diana, la cual siempre fue considerada como inherente a la naturaleza.
Einstein (en Capra, 1975), revoluciona tal concepto con su teoría de la
relatividad al declarar que la geometría no es una parte inherente de
la naturaleza, sino que ha sido impuesta por la mente humana sobre
ella, por lo que tanto el concepto de espacio como el de tiempo ha sido
creado por la mente y por lo tanto, "son relativos".
/67
po no fluye uniformemente, sino que depende de la posición de los ob-
servadores y de sus velocidades relativas con relación a lo observado,
por lo que a la's tres coordenadas de espacio se agrega la del observa-
dor, Evidentemente, estos conceptos no son fácilmente asimilables, de-
bido a que carecemos de experiencia sensorial directa del espacio-tiem-
po cuatridimensional ya que generalmente se requiere para ello de la
utilización de herramientas como la cámara de burbuja, que desarrolla
altas velocidades a las que no tenemos acceso en forma cotidiana.
oó El ingeniero Heinz van Foes+e:" crea la Teoría General de los Sistemas en Alemania. al
interesarse en ia cibernética. Forma parte del Círculo de Viena y decide raaicar en Nue-
va York después de la Segunda Guerra Mundial. donde conoce al neurofls;ólogo y neu-
ro psiquiatra Warren McCulloch y 01 ~eórico de la comunicación Gregory Batson, con qui-
enes vj:-:culc los conceptos abstractos ce la cibernética, -que se encargo de crear mo-
quit"1orias que pueden autorregulorse,- con la psicología, especialmenre con la Terapia
Familiar Sistémica (Von Foester, 1991).
/68
cerrados causales de adecuada complejidad y relaciones energéticas
apropiadas, ma!)iflesta características mentales; reconoce diferencias,
procesa información y se autocorrige" CGrof, 1994a, p. 81). Las carac·
terísticas mentales pueden ser por ejemplo, de las células, de los teji·
dos, de 105 órganos de! cuerpo, de un grupo cultural o de una nación,
de un sistema ecológico, o bien, de todo e! planeta.
6'aathJ.. h. 6'
(J~ concej.>taa1&lÓ'&b
Jiriav~yb~caánLiau
Predice y controla los eventos. Predice las probabilidades sobre las cua-
les no ejerce control.
Puede observarlo todo sin cambIar- No se puede observar algo sIn provocar
lo o afectarlo. cambios en éste.
IÓO
llamó la atención· sobre las posibilidad de ir más allá de la autorrealiza-
ción, es decir, de trascender los límites cotidianos de la identidad y de la
experiencia. Al respecto, en 1968 declaró que "l.. ,] la psicología humanis-
ta, la psicología de la tercera fuerza, es un movimiento de transición, una
. preparación para una cuarta psicología, "superior" a ella, transpersonal,
transhumana, centrada en el cosmos más que en las necesidades y los in-
tereses humanos, una psicología que irá más allá de la condición huma-
na, de la identidad, de la autorrealización y cosas semejantes" (Walsh y
Vaughan, 1980, p. 20).
De esta manera, en los Estados Unidos de América, diversos estu-
diosos de la psicología contemporánea, además de Maslow, como Antho-
ny Sutich, James Fadiman y Stalisnav Grof, consideraron que había llega-
do el momento de iniciar un nuevo movimiento psicológico, basado en el
estudio de la conciencia, que tomara en cuenta la dimensión espiritual de
la mente humana, al cual denominaron "psicología transpersonal". Poco
tiempo después se publicó el Journal of Transpersonal Psycho/ogy (Re-
vista de Psicología Transpersonal) y se fundó la Asociación de Psicología
Transpersonal (Grof, 1994a).
162
ras psicológicas, donde exista una complementariedad de los diversos
puntos de vista, ya sean estos sensoriales, introspectivo-racionales o con-
templativos (Wilber, 1977, 1983, 1986).
• La sensación de atemporalidad.
1M
• La concentración y expansión de la percepclOn, tanto visual, auditiva
como krnésica de uno mismo y del cosmos.
166
Poco tiempo después, Assagioli funda el Instituto de Psicosíntesis
en Roma, el cual permanece activo hasta 1938 cuando el gobierno fascis-
ta de Mussolini interviene en sus funciones humanitarias internacionales
sospechando de las mismas. Después de la Segunda Guerra Mundial, el
Instituto nuevamente entra en funciones, pero esta vez en la ciudad de
Florencia, circulando al mismo tiempo la Revista Psiche fundada en 19l1
por este autor.
En 1931 publica su obra Desindeintificación y auto identificación
considerándola el ejercicio fundamental de la psicosíntesis. En 1934 ha-
bla del yo superior, o yo transpersonal, así como del supraconsciente, el
cual establece una relación decisiva con respecto al inconsciente colectivo
junguiano.
·.....
··--7
••1+._~~_6
1. Inconsciente inferior
2. Inconsciente medio
3. Supraconsciente
4. Campo de la conciencia
5. Ser personal o yo
6. Ser transpersonal
7. Inconsciente colectivo
I ----'-c---
167
El inconsciente a su vez se subdivide en tres áreas: el inconsciente
inferior, el inconsciente medio y el inconsciente elevado, también conoci-
do como superconsciente o supraconsciente. El inconsciente inferior, di-
rige las actividades psicológicas básicas como los instintos primitivos y
los complejos emocionales, además de que contiene las experiencias re-
primidas del individuo, su pasado psicológico y las experiencias arcaicas,
que debido a que no se encuentran simbolizadas en la conciencia no se
recuerdan. Esta dimensión corresponde al inconsciente freudiano.
Para Assagioli, el individuo sufre no tan solo por reprim1r sus 1m-
pulsos biológicos como estima Freud, sino debido a que reprime también
los aspectos sublimes y elevados que constituyen su propia naturaleza.
Estas tendencias elevadas reprimidas, agrega, no son el resultado de la
sublimación de los instintos primitivos sexuales y agresivos como lo con-
cibe el psicoanálisis.
171
conforme lo establece Maslow, por lo que las primeras necesidades cons-
tituyen el basamento piramidal y las últimas su cúspide.
f
/\\
Autorreal¡zación
Necesidades sOCIales
/ \ Necesidades psicológicas
/ \ Necesidades fiSIOlógicas
172
sos psicológicos y factores sociales que contribuyan a aumentar el temor,
reducirá nuestros impulsos por conocer; todos los factores que permitan
la valentía, libertad y atrevimiento, liberarán por consiguiente nuestra
necesidad de conocer" (Maslow, 1979, p. 106).
/76
admiración y, en un estado de maravilla. Momento en el que se da la
percepción de unicidad donde se desvanece la dicotomía sujeto-objeto.
Tradicionalmente y por largo tiempo, este tipo de experiencias han
sido consideradas como revelaciones sobrenaturales, mientras que pa-
ra Maslow (1972), son vivencias humanas perfectamente naturales.
Este autor menciona que las personas que nunca han tenido este tipo
de experiencias debido a su extremada racionalidad y materialismo, tie-
nen en realidad miedo de ellas, por lo que prefieren suprimirlas, negar-
las, o bien olvidarlas en caso de que se hayan presentado. A estas per-
sonas, Maslow las denomina "anaclimáxticas", agregando que el recha-
zo de estas experiencias se debe al miedo de perder el equilibrio men-
tal, por lo que la defensa del individuo consiste en apegarse desespera-
damente a la realidad, al control y a la estabilidad.
Maslow (1971, p. 260), señala que las experiencias cumbre y su
realidad empírica, no pueden ser transmitidas a los anaxc\imáticos y
menos si estos se consideran científicos ya que para ellos la ciencia
"[.. .] es una actividad inemocional y anti-emocional que está regida
completamente por la lógica y la racionalidad."
Sin embargo, para Maslow las personas que vivencían este tipo de
experiencias, se caracterizan por:
o La percepción del universo como un todo integrado y unificado .
• Una enorme concentración que no ocurre normalmente.
o Una tendencia a desapegarse de las preocupaciones humanas, lo que
agudiza la percepción y permite trascender el ego, olvidándose de sí
mismo. Entre más clara y fuerte sea la identidad del individuo, tiene
mayor capacidad para trascender su ego.
o Un alto valor que conlleva la experiencia, lo que le permite encontrarle
sentido a su vida.
o Una actitud más pasiva y receptiva que permite escuchar mejor a los
demás.
o Una exaltación de las emociones ante la grandeza de la experiencia.
o Una trascendencia o resolución de las dicotomías, polaridades y conflic-
tos de la vida.
o Producir efectos positivos inmediatos o posteriores a las personas que
las experimentan, convirtiéndolas en personas más reales, ya que con-
tactan con su verdadero ser.
o Un sentimiento de mayor autodeterminación y responsabilidad.
o Una mayor manifestación de cariño y adaptabilidad.
• Una actitud de baja demanda y exigencia debido a su ausencia de es-
. fuerzo, de motivación, de necesidades y de deseos.
• Una sensación de que se resuelve la polaridad entre humildad y orgu-
llo.
• La presencia de la "conciencia unitiva "cuando por ejemplo se experi-
menta lo sagrado en lo propiamente mundano.
o Una tendencia hacia la pérdida, aunque sea transitoria, del miedo, la
ansiedad, la defensa, el control, el conflicto, la compulsión, el tiempo y
el espacio.
176'
• Trascendencia en el sentido de pérdida de la conciencia del yo y de
la autoobservqción por el hecho de estar absorto, concentrado o fa-
scinado.
• Trascendencia del ego, del yo, del egocentrismo, etc., cediendo y sien-
do receptivo a la realidad extra psíquica, viviéndola como si uno perte-
neciera a ella, en una especie de "armonía con la naturaleza" y, por
medio del amor-identificación, como sería el caso del amor a los hijos o
a un amigo amado.
r80
Después de haber guiado más de 4-,500 sesiones con LSD y de ha-
ber tenido acceso a más de 2,000 sesiones conducidas por sus colegas de
Checoslovaquia y Estados Unidos, Grof se vio obligado a abandonar esta
línea de investigación debido a las restricciones legales contra esta sus-
tancia, por lo que tuvo la necesidad de desarrollar otras técnicas de in-
vestigación que inducen a un estado similar sin la ingesta de sustancias
psicodélicas, como es el caso de la Respiración Ho/otrópica o Terapia Ho-
lotrópica, con la que confirma que sus descubrimientos reflejan propie-
dades auténticas de la psique humana, postura que analizaremos más
adelante.
16'1
Jjómco _ yz,O{7 ::':;;/l(yu
Con los datos que Grof (1980; 1994a) obtuvo en sus investigacio-
nes con LSD, llegó a la conclusión de que los sujetos vivencían básicamen-
te cuatro principales experiencias bajo los efectos de la droga:
1.- Las experiencias abstractas o estéticas:, que son las más superficiales
y accesibles para las personas y que no requieren de un contenido simbó-
lico específico, las cuales se manifiestan como imágenes visuales o auditi-
vas impregnadas de belleza.
tdY
so y necesario para tener una mayor comprensión de los aspectos psico-
dinámicos del individuo. La estructura de la personalidad tiene por lo ge-
neral un gran número de sistemas COEX, los cuales, como ya se especifi-
có, pueden ser "negativos", ya que condensan experiencias emocionales
displacenteras, o bien "positivos" porque las condensaciones son placen-
teras.
16'7
como de trabajo corporal, y expresión artística, en la que se le solicita al
paciente que se acueste en un lugar cómodo, que permanezca con los
ojos cerrados y que se concentre en su respiración y en las sensaciones
corporales que tenga en ese momento, sin que medie el razonamiento o
el análisis, ya que esto produce resistencias.
Sin embargo, a mediados del siglo XX, al mismo tiempo que surgía
la psicología humanista, se recurría al "trabajo corporal" para que 2\
individuo pudiera expresar plenamente sus emociones dentro de un en-
cuadre seguro, lo que aumentó la eficacia del trabajo en el nivel biográ-
fico al agregar esta técnica, ya que muchas de las experiencias pasadas de
la persona pudieron haber surgido en una etapa intrauteriana o bien
después del nacimiento cuando todavía no adquiría el dominio del len-
guaje, por lo que le resultaban inefables.
1<f9
tal es el caso de personas que con esta técnica han podido recordar acon-
tecimientos específicos de su nacimiento como la utilización de fórceps,
un parto de nalgas o bien las reacciones iniciales de sus madres, lo cual
ha sido posible verificar posteriormente con los pediatras, hospitales o
familiares del paciente.
{90
nes de todos los elementos del cosmos, esfumándose la sensación del In-
dividuo de separatidad entre el Yo y el no Yo, entre el ser y el no ser.
"Estoy separado y aislado del mundo del «ahí afuera», un mundo que
percibo como si fuera completamente externo, ajeno y hostil a mi propio
ser. En cuanto a mi propio ser en sí, desde luego que no parece ser uno
con el Todo, con todo lo que existe, uno con el Espíritu infinito, sino que,
por el contra no, permanece encerrado y aprisionado dentro de las pare-
des /imitadoras de este cuerpo de carne mortal" (Wilber, 1991, p. l02).
4-. Existe una salida, un Camino para este estado ilusorio que conduce a
la liberación, a la verdadera naturaleza, el cual puede ser de dos tipos:
a) La expansión del ego hasta el infinito, lo que involucra una vía de
conocimiento en la que se concluye: 'yo soy la Verdad Universal" y b)
La reducción del ego a la nada por medio de la devoción, llegando a la
concepción de que 'yo no soy nada, tú si lo eres Señor."
73 A este respecto, Tens¡ng Gu¡atso (1998, p. 19), el XIV Dalai Lama, comenta que "los re-
alistas afirman la existencia verdadera del cuerpo y de la mente, mientras que los centris-
tas los consideran carentes de existencia verdadera; aunque aparecen como verdade-
ros, no existen de tal forma; son como ilusiones."
5. Si seguimos ese Camino hasta el finai /legaremos a un Renacimiento,
a una Iluminación, a una experiencia directa de! Espíritu interno, a
una Liberación Suprema o transformación en la que no hay dualismo
ni existen los opuestos.
{97
1. Nivel de la persona o de la sombra.
3. Nivel existencial
4. Nivel transpersonal.
5. Nivel de la "Mente".
200
identificado con su organismo, lo que a su vez, va a propiciar el ingre-
so al siguiente nivel evolutivo.
201
angustia se acepta totalmente7 dejándola hacer lo que quiera. usted no
tiene nada que perder, ni nada que ganar, con su presencia o ausencia,
puesto que se limita a contemplar su paso [y ...} COmo está dispuesto a
ser testigo de lo que le ocurre, a mirarlo con imparcialidad7 puede tras-
cender/o" (Wilber, 1979, pp. 169-170)
74 En relación al dualismo. Wilber (19930, p. 55), señala que existen diferentes puntos de
vista para entenderlo y que todos ellos forman parte de la psicologia perenne. Así. "des-
de el punto de vista mitológico, la filosoña perenne se refiere a este dualismo -o acto de
desgajamienfo- original como la separación entre cielo y tierra, entre mujer y hombre,
entre sol y luna: en términos epistemológicos, supone la separación enTre el sujeto y el
objeto, entre el conocedor y lo conocido, entre el observador y lo observado: desde
una perspectiva ontológica, implica la separación entre el self y el otro, entre el organis-
202
Esta ilusión o "maya" dice Wilber (1977), es explicada por los hin-
duistas y budistas, como la "magia" o "arte", por medio del cual "crea-
mos dos mundos c\e uno solo"; es el poder de la subjetividad absoluta pa-
ra adoptar una apariencia objetiva; es el "mundo mesurable" de los ma-
pas mentales puramente simbólicos que dividen y miden en forma COn-
vencional al universo y que por ende confunden el mapa con el terri-
torio, es decir, lo ilusorio con la verdadera realidad.
75 Ei iérmino holón fue acunado por Arthur Koestler pare referhe e [os elememos que
siendo un todo en un esiadio evo1u~ivo o de crecimiento. pasan a constituir ur.c parte de
le totol:dac superior que le CO'llpe,e al siguienTe estadiO, por lo que los ho!ones rrás nue-
vos resultan ser más abarcadores que los que le preceden (Wiloer. ~993b).
204
que está inmerso desde ese momento en el sufrimiento, pero no está
consciente de ello, con el tiempo, el yo comienza a despertar y cuando
llega a ser adulto, el sujeto se encuentra totalmente consciente de su in-
fierno, es decir) pasa de un infierno inconsciente a un "infierno conscien-
te", en el que se encuentra alienado por la vulnerabilidad y el dolor. "l. .. ]
La vida se convierte entonces en la búsqueda de lenitivos, de compensa-
ciones con las que el yo trata de convencerse, al menos provisionalmen-
te, de que el mundo de la dualidad es algo positivo" (Wilber, 1997, p.
69).
207
En los capítulos anteriores se han estudiado los principales postula-
dos de las cuatro fuerzas de la psicología; el psicoanálisis, el conductismo,
la psicología humanista y la transpersonal, así como las aportaciones de
los representantes más relevantes de dichas corrientes. Teniendo este pa-
norama general, a continuación nos abocaremos a investigar cómo cada
una de estas escuelas ha abordado el tema específico de la conciencia y la
importancia que este tópico ha tenido dentro de su doctrina, a fin de re-
lacionar este tema con la salud y la enfermedad psíquica en el siguiente
capítulo.
A finales del siglo XIX, la psicología moderna, con sus métodos in-
ductivos, descubrió las bases que sostienen a la conciencia. A ello contri-
buyeron el "estructuralismo", encabezado por Willhelm Wunde 6 en Ale-
mania y el "funcionalismo" con William James" en los Estados Unidos.
77WiJliam James nace en Nueva York en 1842 y muere en Chocorua, New Hampshire en
1910, Estudia filosofía y psicología en varias universidades europeas, En 1869 se doctoró
en la Un'lversidad de Harvard yen 1880 escrib'ló una de sus pnncipales obras, e \0 que
denominó PrinCIpios de psicología cuya base es la noción de la psicología como un co-
nocimiento polifacético orientado hacia las cienCias naturales (Bonin, 1983)
El estructuralismo tenía como obietivo de estudio a la mente hu-
mana, adulta y normal, por medio de la introspección. Buscaba su estruc-
tura elemental, es decir, sus últimos elementos básicos y los atributos de
cada uno de ellos (intensidad, claridad, extensión y duración), además de
la conexión o enlace de los mismos para formar otros más complejos.
Con estas bases, el estructuralismo llegó a la conclusión de que tres eran
los elementos simples e irreductibles sobre los que descansa toda la com-
pleja actividad mental: la sensación (elemento predominante de la per-
cepción), la afección o sentimiento (elemento perteneciente de la emo-
ción) y la imagen (elemento de la idea).
270
"Ni el sano sentido común ni la psicología, de acuerdo con lo que se ha
escrito hasta ahora, han puesto en duda el hecho de que las condiciones
de la conciencia que estudia dicha disciplina son hechos de la experien-
cia. Se ha dudado de la existencia de las cosas, pero nunca de la existen-
cia de los contenidos de la conciencia o de las sensaciones. Se ha ne9ado
el mundo exterior, pero jamás el interior. Todo el mundo supone que po-
seemos un conocimiento introspectivo directo de nuestro pensamiento
como tal, de nuestra conciencia como algo interior y de los objetos exter-
nos conocidos. Sin embargo, debo reconocer que, por lo que a mí respec-
ta, que este resultado no me tranquiliza. Cuando trato de tomar concien-
cia de mi pensamiento como tal, lo que puedo captar es un hecho relati-
vo al cuerpo; una impresión que procede de mi frente, de mi cabeza, de
mi 9aryanta o de mi nariz. Parecería que la conciencia como una activi-
dad interior es más bien un postulado que un hecho directamente palpa-
ble: el postulado a saber, de alguien que reconoce, como correlativo de
todo lo reconocido [...l. Nos sentirnos particularmente afectados al ver
cómo la gente habla en tono triunfal de la "nueva psicología' [...l mien-
tras que no se ha vislumbrado aún un conocimiento claro de los verdade-
ros elementos y fuerzas ocultos en el mundo' (Bonin, 1983, p. 189).
2ft
Según el psicólogo Robert Omstein (1972, p. 49), existen dos "mi-
lagros" que realizan los sentidos en forma cotidiana, que consisten en lo
siguiente: .
"En primer IU9ar~ cada órgano sensorial actúa para transformar una
clase particular de energía física -fas ondas cortas de luz" las moléculas
de acidez- en diferentes clases de energía: el proceso electroquímico de la
excitación neurológica. Este proceso se llama trasducción. Cada sentido
posee receptores especializados que son responsables por la trasducóón
de energía externa en lenguaje cY"ebral. El ojo trasduce luz, el oído tras-
duce ondas de sonido~ la nariz trasduce moléculas gaseosas. En segundo
luaar, en algún punto del sistema cerebral y sensorial, se produce una
segunda transformación: los millares de mi/Iones de explosiones eléctri-
cas y de secreciones qwínicas de la <<eXcitación neuroló91ca» se convier-
ten en árboles y pasteles, peces plateados y risas -el mundo consciente de
la experiencia humana.'"
Para Henri Ey, Paul Bemard y Charles Brisset (1965), las infraes-
tructuras del campo de la conciencia son reducibles a las actividades ba-
sales que la componen:
l. El acto fundamental del despertar o vigilia, en el que el individuo abre
los ojos hacia el mundo exterior, le pone en una situación de encon-
trarse frente a éste, pudiendo dividir con ello su experiencia en dos ca-
tegorías básicas: la subjetiva y la objetiva.
79 Bhagavan Sri Sathya Soi Baba. nace el 23 de noviembre de 1926 en PuttapartL una
apartada aldea al sur de la India en el estado de Andra. Años después, debido a 10
gran afluencia de visitantes de todo el mundo se ignauró el ashram que sus seguidores
construyeron cerca de su puebo natal. conocido como Prashanfi Ni/ayam (La morada
(1985) menciona que el propio mundo es una proyección de la ment-e,
por lo que ésta puede acercar cosas remotas o alejar las cosas cercanas.
Es por eso que ella es la fuente del placer o el dolor, de la ignorancia y de
la i1usión,8Q motivo por el que los sabios han afirmado que "el universo
está cimentado en la mente." Omstein por su parte (1972, p. 67), subra-
ya que:
«NO existen colores en la naturaleza, ni sonidos, ni sabores. Fuera de
nosotros existe al90 frío~ tranquilo y sin color. Somos nosotros quienes
creamos los sonidos a partir de las ondas del aire; somos nosotros quie~
nes creamos colores a partir de vibraciones similares~ aunque de frecuen-
cia menor, y somos nosotros quienes transformamos moléculas que resul-
tan ajustarse a espacios en nuestra fen9ua como filete o salsa bernesa;
todas estas cosas> constituyen dimensiones de la experiencia humana, no
dimensiones del mundo externo [.. ,] nosotros no experimentamos real-
mente el mundo externo, sólo captamos una porción muy refinada del
mismo [ ..,] para sobrevivir."
81 la psicofísica es la teoría de las relaciones entre alma y cuerpo, por ello, estudia la re-
lación entre los estímulos físicos y las sensaciones correspondientes (Dorsch, 1991).
2M
lados del psicoanálisis, del conductismo y de la psicología humanista, pe-
ro no es el caso de la psicología transpersonal, donde la conciencia es es-
tudiada en forma más totalizadora y holística, como observaremos más
adelante.
2fÓ
esto dependerá, a su vez, del esquema o conjunto organizado de conoci--
mientas que utilicemos para ello.
Con todas estas limitaciones, los seres humanos crean una "con-
ciencia consensual" que en el campo de la ciencia es conocida como para-
digma (Kuhn, 1962). Así, el paradigma que impera en algún momento
histórico, cuya concepción compartida de lo que es posible es aceptada
por la gran mayoría, se ve contaminado por el mismo constructo ilusorio
de la realidad, situación de la que la psicología en general no ha podido
escaparse. En relación a este punto, en el libro Budismo Zen y psicoaná-
lisis (1960, p. 19), escrito por Erich Fromm y D.T. Suzuki, este último ex-
plica:
"La principal característica [ .. .] que dlstínaue el método científico de
acercarse a fa realidad es describir un objeto, hablar de éste, rodearlo,
captar todo lo que atraiga nuestros sentidos e inteligencia y abstraerlo
del objeto mismo y, cuando se haya concluido todo esto, al parecer, sin-
tetizar estas abstracciones analíticamente formuladas y tomar el resul-
tado por el objeto mismo. Pero queda en pie el problema: '<¿Ha sido rea(-
mente atrapado en fa red el objeto completo?" Yo dirfa L'¡Decididamente
no! Porque el objeto que creemos haber apresado no es sino la suma de
abstracciones y no el objeto mismo."
217
imagen corporal, en la capacidad de reconocer los rostros, en la fantasía
y en la sensibilidad. A diferencia del hemisferio izquierdo, el hemisferio
derecho requiere de una integración expedita de la información, la cual
no es lineal, por lo que su estilo cognitivo es holístico (Rosenzweig y Lei-
man, 1992).
82P. D. Ouspensky nació en Moscú en 1878, donde estudió matemáticas y filosofía. Fue
uno de los principales alumnos de Gurdjieff. Resume las ideas más relevantes de su mc-
216'
pero que únicamente se memorizan aquellos en los que se es consciente,
los cuales como sabemos, son reducidos, demostrándose con ello que la
mayor parte del tiempo (lineal) se tiene poca o nula conciencia de lo que
nos sucede a nosotros mismos y a nuestro entorno, debido a que se vive
automatizada mente.
63 Es sabido que la estructura denominada "cuerpo calloso" une y conecta ambos he-
misferios cerebrales. por lo que se piensa que la información que obtienen los dos hemis-
ferios. se vincula entre sí a través de estas fibras (Sinelnikov. 1977).
2(9
conciencia? y, ¿cómo se accede a ellos? Para responder a la primera inte-
rrogante, es preciso comentar que tradicionalmente la psicología ha
aceptado que la mente del ser humano manifiesta varios estados de con-
ciencia, como es el caso del estado de vigilia o estar despierto, al que de-
nomina como "normal u ordinario", el dormir sin soñar, el estado oníri-
co y la ensoñación que producen los estados hipnagógico e hipnopómpi-
co, debido a que toda la gente común los experimenta COrnstein, 1972;
Tart, 1975; González, 1989). Sin embargo, las múltiples investigaciones
que se han llevado a cabo con el electroencefalograma, demuestran que
existen otros estados de conciencia que no son "normales", ya que sus
trazos aparecen alterados.
Por su parte, Gurdjieff menciona cuatro estados de conciencia a sa-
ber: el sueño, el estado ordinario de vigilia, la conciencia de sí mismo o
autoconciencia y la conciencia objetiva o cósmica. En el estado ordinario
de vigilia, normalmente el individuo tiene una vaga conciencia de sí mis-
mo o autoconciencia, porque por lo general actúa en forma automatiza-
da, fragmentando su atención. Por ello, la autoconciencia se limita a bre-
ves momentos espontáneos que por lo general dejan vívidos recuerdos a
la persona, puesto que para ejercerla regularmente se requeriría del do-
minio del esfuerzo volitivo COuspensky, 1949 y 1978).
"Aunque ten9Q la posibilidad de estos cuatro estados de conciencia, el
hombre realmente vive sólo en dos estados: una parte de su v¡da la pasa
dormido y la otra parte en lo que se denomina «estado de despertar.».
[... } En el estado de dormido podemos tener chispasos de conciencia relati-
va. En el estado de conciencia relativa, podemos tener chispasos de auto-
candencia. Pero si queremos tener periodos más prolongados de autocon-
ciencia y no meramente chispasos, debemos entender que éstos no pueden
sobrevenir por sí mismos. Necesitan acción voluntaria. Esto significa que la
frecuencia y duración de Jos momentos de autoconciencia, dependen del
dominio que uno tenga sobre sí mismo. Significa también que conciencia y
voluntad son casi una y la misma cosa COuspensky, 1993, p. 20).
.2.20
en las grandes tradiciones religiosas. Gurdjieff comenta, que también por
medio de las drogas se puede experimentar este estado de conciencia, pe-
ro que lo adecuado es vivenciarlo como resultado de un profundo desa-
rrollo de la autoconciencia.
Jales experiencias son tan relativamente inaccesibles al hombre mo-
derno como lo era el nbet para el hombre medieval. Es como un dueño
de casa que tiene una hermosa mansión de cuatro niveles (los cuatro ni-
veles de conciencia), cada uno de Jos cuales es más suntuoso que los que
le están por debajo; pero que ha olvidado cómo subir las escaleras y que
vive en ignorancia y privación en la cocina y el subsuelo" (Tart, 1975, p.
287).
$21
Stanley Krippner85 (1972) también hace importantes aportaciones
al tema de la conciencia. Señala que un estado alterado de conciencia es
un estado mental que puede ser reconocido subjetivamente por un indio
viduo o bien por un observador objetivo del individuo, como diferente en
cuanto a sus funciones psicológicas, del estado "normal" del sujeto, es de-
cir, del estado de alerta y de vigilia y describe 20 estados de conciencia,
de los cuales los primeros 19 pertenecen a los estados no ordinarios o al-
terados de conciencia y el último al de vigilia:
1. El sueño, que presenta períodos de movimiento rápido de los ojos y
ausencia de ondas cerebrales "lentas".
222
tivas. Se alcanza a través de ritos orgiásticos, danzas frenéticas, activi-
dades religiosas, estimulación sexual y algunas drogas.
8. El estado histérico, que se produce por fuertes sentimientos negati-
vos, emociones imponentes evaluadas como destructivas tales como el
pánico, la ira, la ansiedad psiconeurótica y algunas drogas.
9. El estado de tragmentación, que se caracteriza por una falta de inte-
gración entre los aspectos o segmentos de la personalidad total. Es co-
múnmente conocido como psicosis, psiconeurosis aguda, personalidad
múltiple o disociación. Los traumas físicos o psicológicos, las drogas, la
depresión psicológica y la manipulación experimental como la priva-
ción sensorial y la hipnosis, son factores precipitantes de este estado.
10. El estado regresivo, que se caracteriza por una conducta claramente
inapropiada entre la edad cronológica y el estado psicológico del indivi-
duo. Las drogas, la manipulación experimental con hipnosis, la psicosis
senil y los traumas físicos o psicológicos son los que pueden desatar es-
te proceso.
11. El estado meditativo, que se caracteriza por una actividad cerebral
mínima y por la presencia de ondas alfa continuas en el electroencefa-
lograma, las cuales se provocan a través de la ausencia de estímulos ex-
ternos, por medio de la meditación (yoga, Zen etc.), de masajes y de la
flotación en agua.
12. El estado de trance, en el que existe una ausencia de ondas alfa con-
tinuas, hay vigilancia y concentración de la atención en un estímulo
único e hipersugestionabilidad, pero no pasividad. Los estímulos en los
que se concentra totalmente la atención, pueden ser de varios tipos:
música, voz, cantos, visualización, mirar un objeto en movimiento o
que esté estático, etc. Las danzas rituales y otro tipo de ritos provo-
can este estado de trance, así como los llamados "lavados de cere-
bro»·6 que utilizan medios aversivos de tortura psicológica continua.
228
13. La reverie, que se caracteriza por frecuentes movimientos rápidos de
los ojos en el ,?culograma, los cuales se dan durante el trance. Este es-
tado generalmente es provocado por un hipnotizador que sugestiona
al individuo para que tenga una experiencia· parasomnffera.
224
20. El estado de conciencia "normal", que es la vigilia cotidiana, la,_ cual
se caracteriza por la lógica, la racionalidad, el pensamiento de causa y
efecto, así como la intencionalidad y el sentimiento de que uno contro-
la su propia actividad mental, ya que el individuo es consciente de sí
mismo.
226
"La cuestión de la relación del consciente con lo psíquico puede ser con-
siderada ahora COmo establecida: la concienda es sólo una cualidad o
atributo de lo que es psíquico, pero una cualidad inconsciente" (Freud,
1938, p. 3422). "[ ...J El psicoanálisis no ve en la conciencia la esencia de
lo psíquico, sino tan sólo una cualidad de lo psíquico, que puede sumarse
a otras o faltar en absoluto [ ...J. En efecto, para la mayoría de las perso-
nas de cultura filosófica, la idea de un psiquísmo no consciente resulta
inconcebible y la rechazan, tachándola de absurda e ilógica [... J. Nos he-
mos visto obligados a aceptar que existen procesos o representaciones
anímicas de gran energía que sin llegar a ser conscientes, pueden provo-
car en la vida anímica las más diversas consecuencias" (Freud, 1923b,
pp. 2701-2702).
227
percatación consciente precisa de una especial labor." El ejemplo que da
Freud de esta parte inconsciente del Yo es la resistencia del individuo en
la terapia psicoanalítica, la cual se detecta cuando sus asociaciones se ex-
tinguen en la medida en que se va aproximando a lo reprimido; esto se
debe a que la resistencia surge del Yo y sin embargo esta instancia no tie-
ne acceso a la resistencia conscientemente.
aReconoceremos~ pues~ que lo inconsciente no coincide con lo reprimido.
Todo lo reprimido es inconsciente, pero no todo lo inconsciente es repri-
mido. También una parte del yo, cuya amplitud nos es imposible fijar,
puede ser inconsciente, y lo es seguramente. Y este inconsciente del yo
no es latente en el sentido de lo preconsciente, pues si lo fuera no podría
ser activado sin hacerse consciente, y su atracción a la conciencia no
opondría grandes dificultades" (Freud, 1923b, p. 2704).
Por esta razón, Freud (1923b) establece que el ser humano se en-
cuentra dotado de un detector o amortiguador de estímulos que le per-
mite recibir el estímulo externo, amortiguarlo y transmitirlo en forma
progresiva, a fin de evitar la perturbación del reposo y del equilibrio de
las tensiones energéticas del aparato psíquico. Define a la conciencia co-
mo "la percepción de lo más inmediato y seguro de lo que sucede", es de-
cir, la considera como el conocimiento de algo que ocurre en el ambiente
exterior o interior de un individuo y que fisiológicamente se puede defi-
nir como la capacidad de percepción en relación con el mundo y en rela-
ción con uno mismo.
226'
De esta manera, Freud llega a la conclusión de que sólo se está per-
cibiendo consciel'!temente una pequeña parte de la vida mental real. ya
que el resto son funciones y conductas que actúan sin el conocimiento de
los individuos porque son inconscientes. El inconsciente psíquico freu-
diano contradice la tradición filosófica del conocimiento racional de su
época, de ahí que para Freud la noción de conciencia no se refiera tanto
al pensamiento racional "[... ] sino como la posibilidad del manejo del ma-
terial inconsciente,-en el sentido de 'posesión de sí mismo" [insight]; en
la conciencia no se elimina el origen inconsciente, al contrario, éste se ha-
ce evidente y se asume como parte fundamental de la dinámica psicológi-
ca" (Corres, 1989, p. 107).
Laplanche y Pontalis (1993), resumen la definición freudiana de la
conciencia desde distintos puntos de vista:
Por su parte, Cad jung comenta al igual que Freud, que el descubri-
miento del inconsciente, mermó la posición absoluta del ego o Yo, que-
dando relativizada a una parte de la personalidad, más no a toda ella co-
mo se pensaba anteriormente, a pesar de que el ego es el centro del cam-
po de la conciencia.
MO
Por tal razón, para Jung, una porción del inconsciente, a la que de-
nomina inconsciente personal, es similar a la de Freud, pero otra, conoci-
da como inconsciente colectivo, es la matriz de la conciencia, cuyo centro
es el ego o Yo, por lo que es ahí donde se encuentra el germen de nuevas
posibilidades de vida, es decir, las potencialidades del individuo. Por ello,
el inconsciente colectivo al ser un estrato más profundo que el personal,
contiene el material desconocido para el sujeto, del cual emerge la con-
ciencia.
2&1
1.- Estado urob6rico,87 donde sólo existe el Self,ya que ego y Self son
uno, en un estado total de identidad primaria (estado de inflación),
por lo tanto, no hay ego ni concienda, sólo un gennen de ego poten-
cial.
2.- Ego emergente que comienza a separarse del Sel!; aungue una gran
parte continúa en identidad primaria con el Self. Con esta etapa con-
cluye la primer mitad de la vida, aproximadamente.
282
una relación consciente dialéctica entre el ego y el Self, a la que se deno-
mina individuación.
Para comprender mejor las etapas evolutivas de la psique humana,
Jung plantea que los orígenes de dicho desarrollo, surgen con el naci-
miento. Afirma que se nace sin ego y sin conciencia, puesto que todo es
inconsciente para el ser humano, ya que el ego latente se encuentra to-
talmente identificado con el Self, el cual ha nacido, mientras que el ego
será creado con el paso del tiempo; por tal razón, en el inicio, todo es el
Self, "la perfecta inconsciencia total de nuestro origen paradisiaco". A la
identificación que tiene el ego con el Self, jung la denomina inflación y,
asevera que todos nacemos en un estado de inflación (Edinger, 1972).
2M
Por ello, Jung comenta que lo que hace humano al hombre es tener
capacidad de conciencia, es decir, capacidad para lograr la síntesis de sus
contenidos conscientes e inconscientes (libertad de opuestos), por medio
de un proceso de individuación, que involucra un gran esfuerzo psíquico
y espiritual concentrado, tornándose para él, el comienzo de un "camino
evolutivo", en un proceso de transformación de la personalidad, en el
que se incrementa su nivel de conciencia (Jung, 1934-).
2Só
Para los conductistas clásicos, no es importante estudiar a la con-
ciencia en forma directa, por lo que se limitan simplemente a la com-
prensión de la conducta humana, reduciendo con ello a la conciencia a
un comportamiento medible y observable, por lo que Gregory Kimble
(1962) comenta que la conciencia es factible de experimentarse como
conducta, ya que el hecho de verbalizar un evento es operacionar el pro-
ceso presente en la conciencia. En este enfoque, la observación de la con-
ducta llegó a ser importante por sí misma y no simplemente como un in-
dicador de la conciencia. Boring (1950, p. 643) se adhiere a lo anterior
con las siguientes palabras:
"Entre la conciencia y el comportamiento existen relaciones que nos
permiten, cuando la información es suficiente, transformar a voluntad
los datos de la conciencia en datos de comportamiento. La introspección
requiere informe verbal, pero éste es comportamiento. La conciencia que
"'tiene" el sujeto es la que nos describe y describir es comportarse. Cual-
quier experimentador que sepa perfectamente lo que sucedió en su expe-
rimento introspectivo, puede trasformar los datos de la conciencia en da-
tos del comportamiento práctica que ha recibido el nombre de reducción
7
1M7
quiere procesos de un nivel de segundo orden, que generan meta-repre-
sentaciones de la computación proveniente de los procesos de primer or-
den. Estos procesos, comenta Singer (1997), probablemente tengan lu-
gar en las áreas corticales que se han adicionado al cerebro durante su
evolución.
89 Una realidad cualquiera es vista por la ciencia como efecto de determinada causa,
por lo que el mundo queda reducido a infinitas series de antecedentes y consecuentes
Así, el principio de la razón, analiza o desarticula la realidad para estudiarla buscando la
causa de ios fenómenos (Espinosa, 1994).
esencialmente «sintética», «total», capta «todo» -holón-, una gestalt,
"un campo o universo", por lo que es un enfoque holístico de las cien-
cias, donde desaparece la relación "sujeto-objeto" (sujeto cognoscente y
objeto cognoscido) propia del "principio de la razón", ya que el observa-
dor "participa" del hecho que está estudiando en una relación de diálogo,
siendo entonces dialéctica la conciencia y no monológica como lo es la ra-
zón.
240
todos los aspectos que lo componen, se deben de determinar y llegar a la
totalidad del mismo. "[ ... ] Conocer, [... ] es partir de un yo, mediante un
acto de conocimiento dinámico (noesis) para alcanzar las realidades noe·
máticas que, juntas, me darán el objeto. [De esta manera], [... ] la verdad
es la evidencia de los objetos que se revelan a la descripción activa del fe·
nomenólogo" (Xirau, 1964, p. 375).
Por su parte, Fischl (1994 p. 445) señala que "la acción permanen-
te de Husserl l. .. ] es una hazaña copernicana: Los procesos físicos exter·
nos no son el punto central por el que ha de dirigirse nuestra conciencia,
sino que los contenidos de la conciencia son el centro desde donde debe
aplicarse todo. No hay que explicar, como hasta ahora, los fenómenos de
la conciencia por vibraciones físicas de luz o aire, pues de los procesos fí-
sicos tenemos noticia por nuestra conciencia, y noa h inversa." Este au·
tor corrobora que "las nuevas tendencias de la filosofía comienzan, desde
Husserl, con la conciencia, incluso el neopositivismo y el existencialismo"
y agrega que "gracias al método fenomenológico, pasa hoy día por anti·
cuado el método científiconatural de la psicología experimental", el cual,
como sabemos, se basa en el principio de la razón .
.24/
Martin Heidegger (1927), como alumno de Husserl, inicialmente
parte de la base c;le la fenomenología husserliana, para posteriormente
crear una fenomenología de corte más existencial, donde la intencionali-
dad se dirige hacia el "estar en el mundo", hacia el "ser ahí". Esto signifi-
ca, que a diferencia de los objetos inanimados que son, pero que no tie-
nen ninguna relación con ellos mismos, el ser humano que "[... ] no sólo
es, sino que tiene una relación consigo mismo, con sus congéneres y con
todas las formas no humanas del ser, [... ] es la única forma del ser que
no sólo representa una variante del ser, sino que puede preguntarse
también por este ser suyo" (Quitmann, 1989, p. 298), por lo que la exis-
tencia es la sustancia del hombre cuya principal característica es la toma
de decisiones y la libre elección, a través del ejercicio de su propia con-
ciencia o awareness. 90
242
una vida egoísta, solitaria y vacía, a lo que la psicología humanista propo-
ne la expansión de una conciencia que le permita al individuo su propia
realización, es decir, llegar a ser lo que realmente se es; sí mismo. Para lo-
grar esta autorrealización se requiere libertad, no en el sentido de auto-
nomía sino de entrega a una causa o ideal que le proporcione un sentido
de vida al hombre como lo proponía Víctor Frankl (19'1-6) en su Logote-
rapia.
Por ello, Fromm (1960, p. 125) considera que existen técnicas que
permiten expandir la conciencia intuitiva como es el caso del Zen, al que
define como "[ ... ] el arte de ver dentro de la naturaleza del propio ser; es
un camino de la servidumbre a la libertad; libera nuestras energías natu-
rales; impide la locura o la parálisis; y nos impulsa a expresar nuestra fa-
cultad para la felicidad y el amor" y agrega:
"Si quisiéramos tratar de expresar la iluminación en términos psicológi-
cos, yo diría que es un estado en el que fa persona está completamente
sintonizada con la realidad fuera y dentro de ella misma, un estado en ef
que está plenamente consciente de ella y fa percibe con plenitud. La per-
sona está consciente de esa realidad ~s decir, no su cerebro, ni ninguna
otra parte de su organismo, sino él, el hombre total. Tiene consciencia de
elfa; no como un objeto allí afuera que capta con su pensamiento, sino
como de eso, de fa flor, el perro, el hombre, en su plena realidad. El que
despierta se abre y responde al mundo y puede estar abierto y responder
porque ha renunciado a aferrarse a si mismo como una COsa y así se ha
quedado vacío y dispuesto a recibir. Estar iluminado significa el pleno
despertar de la personalidad total a la realidad" (Fromm, 1960, p.p. 126-
127).
>'1 Según Osho (1973, p. 13). con el advenimiento del hombre, finaliza el proceso ce
evo-
lución natural automático que se rige por [a ley de causa y efecto y, se inda la evolu-
ción consciente. por lo que el hombre ha trascendido a Ja naturaleza. Este aUTor agrega
que la evolución inconsciente es colectiva; 'Oero en el momento en que llega a ser
consciente, se transforma en algo individual. Por ello, "[oo.] la conciencia crea indiViduali-
dad" y con la individualidad, aparece la incertidumbre y el temor a elegir con acierto y
con responsabilidad individual. Cuando se logra ser consciente, explica Osho. la persona
aprende a estar sola y a vivir con su soledad experimentando el éxtasis de su verdadera
naturaleza. Ante la comprensión de la soledad en uno y en todos lo demás. el individuo
se vuelve compasivo y ama sin posesión. Por ello, en este sentido, la conciencia es amor.
Z. Conciencia reflexiva, que corresponde a los mecanismos que el indivi-_
duo lleva a cabo para conocerse a sí mismo y a los objetos, utilizando
para ello diferentes modos de percepción, como la imaginación, el pen-
samiento, la razón y la lógica. Este es el sentido epistemológico de la
conciencia que le permite al sujeto solidez y firmeza de su conocimien-
to por medio de la reflexión, donde surge la relación entre la concien-
cia y el objeto-consciente (sujeto-objeto).
3. Conciencia intencional, que lleva a cabo la relación del yo con los ob-
jetos a los cuales se refiere, aprehendiéndolos o captándolos a fin de
hacerlos suyos.
247
3. La introspección, que es el cuestionamiento filosófico-existencial, la re-
flexión y el discernimiento que conduce a la conciencia de la finitud, de
la búsqueda del sentido y significado de la existencia, así como de la li-
bertad responsable.
2. Conciencia personal, existencial o Self (darse cuenta del ser que se es: "'autoima-
gen", de su funcionamiento, de su interacción con el mundo y de sus relaciones).
a) Personalización.
b) Intencionalidad de la conciencia.
e) Introspección (reflexión).
d) Apertura al diálogo y al encuentro.
e) Apertura a la experiencia y al cambio.
Es por ello que autores muy destacados como el Dr. Wilder Penfield
(en Grof, 1994a), neurocirujano e investigador de los procesos cerebra-
les, ha comentado en su obra El misterio de la mente de 1976, que pone
en tela de juicio el hecho de considerar que la conciencia es el producto
del cerebro y de que es factible de ser conocida a través del estudio de la
anatomía y la fisiología cerebral.
Por su parte, los estudiosos orientales sostienen en forma inversa a
la postura mecanicista que "l. .. ] lo principal y originario es la conciencia,
(y que] la materia es un producto de esta" (Walsh y Vaughan, 1980, p.
34), por lo que el mundo material pierde relevancia para ellos. Otra co-
rriente más ecléctica, establece que ninguna de las posturas anteriores
tienen prioridad, sino que más bien, ambas interactuan conformando
una realidad de orden superior; punto de vista que cobra importancia en
occidente con los actuales estudios de la física cuántica donde se recono-
ce la interconexión e indivisibilidad de la realidad holística del univer-
93
50.
93 Para obtener mayor información sobre este enfoque, ver el Capítulo 4 del presente
trabajo.
260
cesos neurofisiológicos y bioquímicos del cerebro, argumenta que en su
opinión, [.. .] la c<?nciencia Y el psiquismo humano son expresiones y refle-
jos de una inteligencia cósmica que impregna la totalidad del universo y
la existencia entera. [Agrega que] no solo somos animales altamente evo-
lucionados que disponemos de computadores biológicos alojados en el in-
terior del cráneo sino que también somos campos de conciencia ilimita-
dos que trascendemos el tiempo, el espacio, la materia y la causalidad li-
neal."
Este autor por eso señala que los seres humanos se comportan en
forma ambivalente, ya que en algunas ocasiones se manifiestan como má-
quinas biológicas al concebirse a través de la conciencia hilotrópica (in-
dividual) como seres con una identidad fisica completa, con límites defi-
nidos, con una capacidad sensorial limitada, que se desenvuelven en un
espacio tridimensional y en un tiempo lineal y, en otras ocasiones se
muestran, bajo la influencia de la conciencia holotrópica (holística), con
una actitud experiencial ilimitada, sin que se involucren los sentidos y los
aspectos espacio-temporales lineales. Graf agrega que cuando existe una
colisión entre ambos tipos de conciencia, el individuo pierde el equilibrio
que le permite la salud mental 95 CGrof, 1994b, p. 374; Pintos, 1996, p.
101).
Esta autora (González, 1999b, pp. 12-13) considera que las carac-
terísticas de la conciencia transpersonal (ver Cuadro No. 16) son las si-
guientes:
G'aa:dv- k_ tó
1. Percepción integral.
lE! SerJ, tiene que diferenciarse del estado inferior, identificarse con el
superior y, por último, integrar lo superior con lo inferior'" (Wilber, 1991,
p.216).
2ó4
1. Estadio sensorio-físico, el cual está dominado por la materia, la sensa-
ción y la percepción y corresponde al nivel sensorio-motor de Jean Pi a-
get. .
G'~.enúe-~~de-kcondencia,
nioeIe& de- k real«hdy nioeIe& de- áesarroIIo-,
~ 'Wifber-
267
es una estructura pluridimensional (con múltiples capas), constituida de
todos, unidades e integraciones sucesivas con un orden cada vez más ele-
vado. Así, lo que en un nivel es el todo, se transforma en una parte del
todo del siguiente nivel, lográndose con ello la evolución de la conciencia.
Por ello, según Wilber (1980c, p. 156), l. .. ] "la evolución es la autorreali-
zación por la vía de la autotrascendencia."
Vmdad
t
"6'aasat » Región Causal Superior 'f/aciiJ.
~~ Región Causal Inferior
t
J~
266'
Wilber señala que en esta forma jerárquica evolutiva, la estructura ~
de orden superior, que es más compleja, surge al diferenciarse del orden
inferior que la sustenta, por lo que la estructura del orden superior se
introyecta en la conciencia y el sí mismo finalmente se identifica con la
nueva estructura. No obstante, en la medida en que la evolución ascien-
de, se diferencía o "despoja" del sentimiento de sí mismo, y. que lo tras-
ciende, desidentificándose con esta estructura a fin de identificarse con
la subsiguiente. Así, al trascender la estructura inferior, puede operar so-
bre ella con los nuevos instrumentos que obtiene de la estructura supe-
rior.
• Los procesos biológicos simples tales como los instintos, las sensacio-
nes y percepciones simples y los impulsos sexuales y emocionales pri-
marios. En este nivel se encuentra situado el "Ello" freudiano y el "ego
corporal" o material, donde el sí mismo es uno con el mundo físico.
Ahora bien, al diferenciarse el sujeto del objeto en este nivel, el sí
mismo trasciende ese objeto y así puede operar sobre él con ayuda del
cuerpo sensorio-motriz.
96 Ken Wilber conforme lo que establece el abhidharma que forma parte de uno de los
tres cuerpos de las enseñanzas de las escrituras bualStas. se refiere a los ocho tipos de
conciencia que se encuentran en este ámbito, como aquellos constituidos primeramen-
te por las conciencias de los seis sentidos (la mente como facultad pensante se conside-
ra como un sexto sentido). después una séptima conciencia que tiene las característicos
de! desconocimiento. de la nebulosidad y de la confución, misma que se relaciona con
las seis anteriores y. por último, la octava conciencia que es considerada como el deno-
minador común o la base inconsciente de las anteriores. la cual es el fundamento que
permite la función de las otras siete conciencias (Trungpa, 1975).
• Región causal superior, donde la trascendencia de las formas es tan
relevante que es innecesario que éstas surjan en la Conciencia, por lo
que es la trascendencia total y absoluta de la Conciencia sin forma,
donde desaparece el sí mismo disolviéndose en la Ausencia de Forma o
Vacío que a la vez es continente y contenido. Unidad fundamental y su·
prema a la que aspira toda evolución humana y cósmica.
2ói
3. El inconsciente sumer9ido, que es aquello que una vez en la vida del
sujeto fue inconsciente y posteriormente ha sido alejado de la con-
ciencia por un olvido simple, un olvido selectivo o bien por represión.
CElia sumergido freudiano o inconsciente sumergido personal junguia-
no).
262
mendaciones bibliográficas que se considera básica para lograr este obje-
tivo.
~ g~ 6'~'"
2.6'~ Ninguna
3. ~ Conciencia ordinana
5T~
4. ~ Conciencia ordinaria
fT~smuz/ y transpersonal
La tarea del médico en esa época, era ayudar a que las fuerza cura-
tivas intrínsecas del ser humano o "el poder curativo de la naturaleza"
encontraran su equilibrio a fin de lograr la recuperación del paciente,
surgiendo con ello el significado original de la "terapia" o therapeuien,
término griego que significa "asistir". Así, el médico asiste o favorece al
proceso natural de la curación del individuo (Capra, 1982).
270
reservada solamente a las personas que tenían la capacidad exáltica de
los trances cham~nicos; la locura teléstica o ritual, en la que se libera-
ban masivamente las necesidades instintivas de los participantes de ritos
religiosos orgiásticos, cuya función era catártica; la locura poética, que
involucraba la posesión de las musas a fin de que el artista, por mandato
de los dioses, se inspirara e incrementara su creatividad y la locura eróti-
ca, que se asociaba con el amor humano, tanto homosexual como hetero-
sexual (Freedman y cols., 1975).
97 los vejigatorios son sustancias que se aplican a los medicamentos. con el fin de !evan-
tarvejigas o ampoUas en la pie! (MoIiner. 1992).
272
tades que el hombre por ello pierda más o menos la razón; entonces se tie-
ne la verdadera posesión."
Gran parte de los enfermos mentales encontró una salida a sus im-
pulsos patológicos en las guerras o en las manifestaciones religiosas, co-
mo fue el caso de las cruzadas, las peregrinaciones y los movimientos he-
réticos. Sin embargo, otra parte de estos individuos, eran encerrados en
desvanes y sótanos donde estaban virtualmente prisioneros de sus fami-
liares y otros eran simplemente abandonados.
274
como Bedlam, en donde podían ser vistos por la audiencia a cambio de
una pequeña aportación económica. Fue entonces que Philippe Pinel, jun-
to con Xavier Bichat y Jean Etienne Esquirol, coadyuvaron a la aparición
de una verdadera ciencia de la enfermedad mental (Ayuso y Carulla, 19:
92). En Francia, Pinel fue nombrado superintendente del hospital Bicet
para hombres y del hospital de la Salpetriére para mujeres, iniciándose
con ello la era del "tratamiento moral" de los perturbados mentales, ya
que propuso la posibilidad de ayudarlos y no de continuar la práctica de'
ocultarlos, quitándoles las cadenas que los ataban como si fueran crimi-
nales o animales.
276
Mesmer, basándose en las antiguas concepciones de las influencias
astrales sobre la tierra, consideraba que los planetas influían sobre la fi-
siología y psicología de los individuos. Esta influencia cósmica podía ex-
tenderse a todo el organismo humano, gracias a un "fluido universal"
que no podía verse ni tocarse. Cualquier desequilibrio en el fluido impli-
caba la gestación de una enfermedad y por lo tanto, la curación de ésta,
por lo que se debía poner al enfermo en contacto con dicho fluido a tra-
vés de la imposición de manos del magnetizador, de las cuales emana tal
fuerza, la cual podía utilizarse con fines curativos. A este tratamiento de
las enfermedades psíquicas mediante la imposición de manos y una ac-
ción de sugestión, se le denominó "magnetoterapia" CMoreau, 1976; Dor-
sch, 1991).
ó.s.B~~~y~
=d&Miudy~
Es importante que definamos lo que entendemos por salud y enfer-
medad en general, para después, en lo particular, hablar de estos concep-
tos desde la óptica de la psicología, aunque la distinción entre salud me n-
27Ó
tal y física es siempre relativa, ya que es imposible concebirlas en forma
separada, puesto -que al igual que no puede negarse la existencia de un
sustrato material de la vida psicológica, la salud física incluye a su vez el
ánimo, la tendencia a la actividad y los niveles de irritabilidad y de ten-
sión de los seres humanos.
Ó.SJ.1. §tu!ia-
1. El período temprano, que dura hasta el año 850 a. c., que se conoce
como el "período védico", ya que la información sobre esta época pro-
viene de los cuatro libros sagrados, escritos en sánscrito, llamados "Los
Vedas."
277
cho antes que el cristianismo creara estas instituciones en el mundo occi-
dental (Rogers, 1965, p. ll).
27d
y sudor); y la trinidad de la vida: cuerpo, mente y conciencia espiritual 99
(Frawley, 1989).
26'0
guna enfermedad implica la observación continua de las interacciones en-
tre el orden o salud y el desorden o enfermedad del cuerpo. Una vez en-
tendido el origen 'del desequilibrio, el vaidya o médico ayurvédico (Cho-
pra, 1989), propone un tratamiento para restaurar el equilibrio, el cual
puede consistir, entre otros, en:
• Terapias de sudoración.
• Terapias de emesis o vómitos terapéuticos.
• Terapias de purgas.
• Terapias de enemas.
• Terapias de insuflación O administración nasal.
• Terapias de sangrías.
• Rutina y estilo de vida adecuado.
El último tratamiento involucra buena alimentación, ejercicios físi-
cos y de respiración, excretar los productos de desecho, buena higiene fí-
sica y mental y ayunar una vez a la semana. En la Ayurveda, se requiere
un nivel de relajación profunda como condición previa para curar cual-
quier enfermedad, por lo que también se recomiendan los masajes corpo-
rales, el descanso y la meditación. Esto se debe a la concepción de que es-
cuchar (sravana), reflexionar (manana) y meditar (nididhyasana) son
las bases de la experiencia directa del SelfCTejomayananda, 1986).
Por esta razón, la Ayurveda establece que la "normalidad" de un
ser humano debe evaluarse en forma individual, porque cada uno mani-
fiesta sus propias particularidades, temperamento y funcionamiento es-
pontáneo, en vez de generalizar y categorizar a la persona como lo hace
la medicina occidental.
En el siglo III a. c., durante el período Han, surge la medicina chi-
na, la cual se encontraba enraizada en la tradición chamánica que sus-
tentaba la concepción mágica-demoniaca de las enfermedades. En un se-
gundo estadio, la medicina china se deriva de la fisiología y cosmología
china, por lo que desde hace dos mil quinientos años, ha estado bajo el
dominio de la filosoña taoísta fundada por Lao-Tse, que sirvió de base a
la religión de Confucio (Yáñez, 1998), quien expresaba que "el hombre
está compuesto como todo el mundo, de cinto elementos: madera, fuego,
tierra, metal yagua, y constituye un microcosmos en el macrocosmos"
(Barquín, 1980, p.52). A los cinco elementos, corresponden cinco senti-
dos, cinco vísceras, cinco colores, cinco sabores y así sucesivamente.
100El eh 'j es un término que no ha podido ser muy bien entendido en occidente, ya que
no es precisamente una substancia, ni tiene un significado estrictamente cuantitativo de
energía. la medicina china lo utiliza para describir u [ ••• ] los diferentes modelos de flujo y
de fluctuaciones en el organismo humano. y los continuos intercambios entre el organis-
mo y su entomo. El ch'ino se refiere al flujo de una substancia en particular, sino que re-
2&2
adecuado, de lo contrario, al romperse éste, surge la enfermedad. Las
causas de dicho pesequilibrio son variadas: mala alimentación, falta de
sueño, falta de ejercicio, falta de armonía entre los miembros de la
propia familia o con la sociedad. "El equilibrio es un estado en el que se
entra y del que se sale continuamente en el transcurso de un proceso na-
tural que ocurre constantemente durante todo el ciclo vital. Por consi-
guiente, [... ] la salud y la enfermedad se conciben como algo natural y
como partes de una serie continua. Son dos aspectos de un mismo proce-
so en el que cada organismo cambia constantemente en relación con los
cambios del ambiente" (Capra, 1982, p. 369).
presenta más bien el principio del flujo como tal. que en la visión china es siempre cícli-
co" (Capra, 1982, p. 368),
go tensión o contracturas, debido a que en esas zonas es donde se acu-
mulan y enraízan las emociones. Es por ello que la salud del ser humano
se preserva cuando éste logra consolidar y fortalecer su aspecto emocio-
nal y físico (Contreras y Velasco, 1997).
2&4
Ó.SIS. !Ti.beo
Una derivación de la medicina Ayurvédica es la medicina budista ti-
betana, la cual confluye de la trinidad índica, helénica y griega al introdu-
cir Alejandro Magno en India la medicina sustentada en los postulados de
Hipócrates, Paracelso, Plinio y Galeno (Victoria, 1985). Esta corriente,
además se ve influida por las contribuciones de la medicina china. El pri-
mer texto medico de la India en sánscrito que fue traducido al tibetano
en el siglo octavo, fue el Gyuzhi o Los cuatro Tantras de Chandranan-
dana.
El traductor más prolífico de textos médicos de la India al tibetano
fue Rinchen Zangpo, quien vivió de 958 a 1055 d. C. En el siglo XIII, Rat-
nashri, tradujo textos sánscritos de alquimia al tibetano. El Quinto Dalai
Lama, Lobsang Gyatso, en el siglo XVII, se interesó profundamente por la
medicina india por lo que invitó a diferentes personajes de este país a
que coadyuvaran a la traducción de un mayor número de textos de las
disciplinas científicas médicas. Dharmo Manrampa, físico de la corte del
Quinto Dalai Lama, logró traducir extractos de los trabajos de diez físicos
de la India que contenían, etiología, higiene, terapias de opio, fórmulas
médico-tántricas,101 series de diagramas mágicos y diversas consideracio-
nes sobre la patología (Clifford, 1984).
101 La medicina tántrica se ubica en un nivel intermedio entre el mental y el físico, por lo
que utiliza prácticas yóguicas o fin de transformar las energías que se encuentran entre
el cuerpo y la mente y con ello lograr la curación del individuo
debido a que el propio Buda habló en términos médicos al expresar que
todas sus enseñanzas sostenían el concepto de "prevenir el sufrimiento".
De acuerdo con Buda, y a las dos primeras de sus "Cuatro Verdades,"102
se sufre por la frustración inherente de las condiciones de la existencia y,
el sufrimiento es causado por la impermanencia de las cosas y por el
hecho de pensar que existe el "yo", que separa al individuo de todo lo
demás o "no-yo" (Conze, 1997).
• El control de la mente.
;02 Las "Cuatro Verdades" del budismo son: 1J "El reconocimiemo de lo existencia del
sufrimiento", 2) "=-I origen de :0 existencia del sufrimiento, que debe de cortarse de raíz",
3) "La supresión de !a existencia del sufrimiento" y 4) "LO e.lección del camino que
conduce a suprimir la existencia del sU7rimiemo" (Victoria, i984. p. 111).
2rYó
posesión de espíritus o demonios. El término hindú de estas fuerzas in-
visibles, antes de que surgiera la medicina Ayurveda, es el de bhutavi-
dya. Este término, posteriormente fue el utilizado para nominar los
cuatro libros Ayurvedas que incluyen a la psiquiatría y a la neuropato-
logía, estudiándo a las enfermedades mentales causadas por los espíri-
tus, así como la epilepsia y la lepra. En la psiquiatría tibetana las pose-
siones por espíritus demoniacos eran tratadas por técnicas tántricas y
prácticas yógicas de curación (magia), así como por la práctica de los
postulados del Dharma (religión), razón por la que el Tíbet se convir-
tió en un símbolo del ocultismo (Clifford, 1984).
1. La aceptación
2. La reatribución.
3. La dereflexión.
4. El compromiso activo.
"El hombre primitivo humedecía sus resiones con saliva y extraía fas pú-
as incrustadas en su carne, usaba un palo puntiagudo para poder escar-
bar las larvas alojadas en su piel, pon ía hojas, lodo o barro en sus heri-
das, probaba hierbas -algunas las escupía y otras las tragaba-; para el
dolor se frotaba o se golpeaba, sus huesos rotos los entablillaba con VQ-
ras,y cuando era mordido por un anima! venenoso se chupaba e{ veneno
de su cuerpo o lo hacían sus compañeros" (Róbinson, en Rogers, 1965).
dencia del entorno física y social y su relación con el cosmos y con 105
:c;o
dioses l. ..]. Por medio de ritos y ceremonias [los curanderos] tratan de in·
fluir en la mente del paciente, disipando el miedo, que siempre es un
componente sienificativo de la enfermedad y ayudándolos a estimular
los poderes de curación naturales que todos los oryanismos vivientes po-
seen' (Capra, 1982~ p. 137).
Ó.S.2.2. 6'~~
2. El diagnóstico y el tratamiento.
3. La rehabilitación.
Ó.S.2.2.2. (f~áe-t-~
~
La clasificación de los trastornos mentales, surge a principios del si-
glo XX, al utilizarse inicialmente pruebas psicológicas que permitían eva-
luar ciertos aspectos psíquicos de los individuos, como fueron las prue-
bas de diagnóstico de Gaston-Castell, las de inteligencia de Binet-Simon,
que posteriormente gracias a Lewis Terman se estandarizaron para Nor-
teamérica y se denominaron Stanford-Binet, entre otras. Debido a la Pri-
mera y Segunda Guerras Mundiales, el auge de las pruebas psicológicas
fue cada vez más notorio. Esto se debió a la necesidad que tuvo los Esta-
dos Unidos de reclutar soldados para su ejército, 10 cual implico centrar
la atención en el diagnóstico de adultos no hospitalizados.
e'lOO
(constitucionales y orgánicos) y externos (filosofla, cultura, momento
histórico, etc.) del individuo, por lo que "[... ] no se puede decir que la
normalidad eKista, sino que es un estado que debe ser logrado, es un es-
tado de equilibrio del individuo consigo mismo y con su ambiente. Es el
grado de adaptación interna y externa de la persona, que a pesar de la
crisis y conflictos encuentra la vida satisfactoria" (Solloa, 2000, s.p.), por
lo que la salud es un concepto holístico y ecológico.
103 La Teoría del Doble Vínculo es retomada por Watzfawick (1967), en su Teoría de la Co-
municación Humana. para sustentar la llamada "comunicación patológica" que con-
duce a los cuadros esquizofrénicos.
801
El psiquiatra escocés R. D. Laing'-°4 es considerado un representan-
te importante de la "antipsiquiatria" en los Estados Unidos, movimiento
que fue iniciado por el médico y psicoterapeuta sudafricano, David Coo-
pero Las ideas de Laing involucran una marcada división con el pensa-
miento psiquiátrico tradicional, ya que establece que los "cuerdos" no
son en realidad cuerdos y que los psicóticos no están tan locos como pa-
recen (Laing, 1989). Los sujetos "normales o cuerdos", según Laing, es-
tán donnidos,lOS inconscientes, "fuera de sí", pero se les considera sanos
debido a que se comportan como cualquier otra persona, mientras que
se tacha de alienados a muchos "esquizofrénicos" que responden a un
profundo estrés social y que están desesperadamente tratando de con-
servar su integridad ante las presiones y paradojas culturales creadas por
el "doble vínculo".
"Laing denuncia sucintamente el doble papel de los factores culturales
en el desarrollo de la enfermedad mental. Por una parte, la cultura gene-
ra mucha de la angustia que da origen al comportamiento psicótico y,
por otra, establece las normas de lo que debe considerarse sano" CCapra,
1982, p. 447).
10.4 Paro mayor profundización sobre el tema se pueden consultar diversos libros escritos
por Laing: fhe seft and ofhers, Reoson and violence, Knols, The voice of expen"encie, El yo
dividido: un estudio sobre salud y enfermedad Lo político de lo expenencia, El ave del
paraíso, Las cosas de la vida: un ensayo sobre los sentimientos. El cuesfionamiento de la
familia y su obra autobiográfica titulada Razón demencia y locura: la formación de un
psiquiatra (laing, 1989).
105 En el Capítulo 5 se estudia más detenidamente al hombre dormido por la falta de au-
toconciencia. cuando se describen los cuatro estados de conciencia según George Iva-
novitch Gurdfjieff.
802
Antes de finalizar este apartado, es importante señalar que las teo-
rías occidentales sobre la personalidad y la salud mental han prestado
una enorme atención a la etiología y sintomatológica de la neurosis, los
trastornos limítrofes y la psicosis y en muy pocas ocasiones, se han ocu-
pado de la salud, mientras que las tradiciones orientales, como pudimos
apreciar, han resaltado los estados más elevados de salud y desarrollo del
ser humano, dejando de lado las cuestiones relativas a la enfermedad y la
psicopatología, por lo que una aproximación psicoterapéutica integral
deberá incluir al bienestar humano como parte del proceso de curación
de la enfermedad.
ó.4.j.&~
Como se comentó en el Capítulo 1. Sigmund Freud crea el psicoaná·
lisis o primera fuerza de la psicología bajo el modelo médico, ya que su
teoría se postula en la época en la que existe un gran interés por las cau-
sas orgánicas de las enfermedades mentales, además de que pone especial
atención a la anormalidad, debido a que sus investigaciones y hallazgos
las realiza con sujetos que sufrían alguna psicopatología, utilizando con-
ceptos tradicionales como paciente, diagnóstico, pronóstico, tratamiento
y curación.
Para Freud, la maduración psíquica permite el equilibrio entre el
principio de placer y el principio de la realidad, lo que a su vez constitu-
ye la salud psíquica del individuo; "no representarse sólp lo que es agra-
dable, sino lo que es real, aun cuando esto deba ser desagradable." De es-
ta manera, "[... ] en los primeros estadios de la evolución psíquica lo úni-
co que busca el hombre es satisfacer su deseo, ganar placer y evitar cual-
quier frustración de su ansia de felicidad. Pero el hombre se va haciendo
sos
adulto y aprende a soportar la frustración de la satisfacción de sus pul-
siones. La salud psíquica depende de este hecho crucial. Por ello, la huida
en la psicosis significa el regreso a fases anteriores del desarrollo donde
regía exclusivamente el principio de placer" (Espinosa, 1994-, p. 32).
804
Así, Freud considera que los síntomas neuróticos están causados
por otro proceso mental que le es desconocido al paciente, que de ser
descubierto, permite que desaparezcan todas las discontinuidades apa-
rentes y la cadena causal o secuencia le resulte clara al individuo. Sin em-
bargo, este proceso de descubrimiento no es tan sencillo, ya que la obser-
vación de los procesos mentales inconscientes na es posible a simple vis-
ta. Por tal motivo, la técnica psicoanalítica, a través de la asociación libre
y la interpretación de los sueños, así como de los actos fallidos, permite
al terapeuta la inferencia de tales componentes inconscientes, como pu-
dimos apreciar en el primer capítulo de este trabajo.
¿j06
en la vida posterior", proceso al que se conoce como "fijación" (Brenner,
1968, p. 45). Cuando está presente una patología, en el sujeto se puede
manifestar una "regresión" a etapas anteriores, o un retorno a un modo
u objeto primitivo de gratificación, al cual el individuo ya está fijado; en-
tre más arcaica sea la regresión, más grave es la patología, como es el ca-
so de la psicosis. Es importante aclarar que la regresión por lo general se
relaciona con sucesos patológicos, pero también puede surgir en forma
normal y natural, bajo circunstancias desfavorables para el sujeto, como
es el caso del infante que se succiona el pulgar como efecto del nacimien-
to de un nuevo hermano.
soC
rarlo. Uno de los propósitos del psicoanálisis, en concordancia con Freud,
es el de eliminar la neurosis, mientras que la tarea del budismo es la de
lograr la iluminación, con el fin de erradicar el sufrimiento.
Para trascender el sufrimiento, Cad Jung establece que se requiere
el logro del proceso de individuación, el cual pretende el desarrollo hacia
la unidad equilibrada del Self o sí mismo, con una plena diferenciación de
cada sistema (el Yo o ego, el inconsciente personal y sus complejos deri-
vados del inconsciente colectivo, el inconsciente colectivo y sus arqueti-
pos, los tipos psicológicos y las funciones psicológicas), pasando necesa-
riamente por la indiferenciación que lo caracteriza desde su nacimiento,
por lo que la tarea básica del sujeto es la adquisición del conocimiento de
sí mismo, lográndose con ello una personalidad sana e integral, de lo con-
trario, los sistemas menos desarrollados COmenzaran a actuar como cen-
tros de resistencia, desgastando al sujeto, e incluso al exacerbarse este
mecanismo, producirán neurosis o psicopatologías más graves en el indi-
viduo (Hall y Lindzey, 1957).
Esto queda más claro si recordamos que el ser humano nace en un
estado de inflación totalmente inconsciente, donde su ego se identifica
por completo con el Self. Ante las frustraciones de la vida, el infante co-
mienza a diferenciarse de su origen, surgiendo el ego o Yo y la concien-
cia, estado al que Jung denomina alienación. Tanto la inflación coma la
alienación, son factores relevantes para el desarrollo psicológico del indi-
viduo."oó
Muchas psicosis ilustran una identificación del ego con el Self, man-
teniéndose el individuo en un estado constante de inflación, por lo que
éste se regresiona al estado infantil original, donde se percibe coma el
centro del universo, manifestando ideas de referencia, conductas irres-
S07
pansa bies y dependientes, a lo que Jung denomina "regresión patológica
de la libido."
187 A diferencia de la simple regresión que es necesarla para la vida. como se comentó
8tO
emerger el ego en la alienación, se reemplazan por un sentido de síntesis
o realidad unitaria (Edinger, 1972). Lo anterior, como pudimos resaltar
en el Capítulo 1, 'se basa en el principio junguiano de que el ser humano
tiene dos tendencias básicas en el desarrollo de la personalidad: por un
lado, a que surjan y se separen los opuestos, lo que se conoce como indi-
vidualización (etapa solar) y por el otro lado, a la unificación de los mis-
mos (etapa lunar), a través de la individuación (Frey-Rohn, 1991).
.sIl
Para jung, la psicoterapia es un tratamiento de la mente o de la
psique, por medio de métodos psicológicos y, considera que su Psicología
Analítica no solo es un camino de curación, sino de desarrollo de la per-
sonalidad, a través del proceso de individuación. Aclara que la individua-
ción no es la meta para todos los que buscan ayuda psicológica, puesto
que para lograrla, es importante tomar en cuenta la edad, el estado de
desarrollo del individuo, así como su temperamento. Por ello, considera
que la terapia freudiana y adleriana es más apropiada cuando la persona
es muy joven, puesto que para esta etapa el interés primario se demarca
en la sexualidad y en el deseo de poder, pero no lo es en tratándose de
una etapa más avanzada del individuo (Fortham, 1966).
812
de lograr esto, tampoco lo aprenderá el paciente. Pero con ello pierde un
fragmento de su alma, del mismo modo que el médico ha perdido el frag·
mento de su alma que no aprendió a conocer. Así pues. no basta con que el
médico en los análisis teóricos adopte un sistema de conceptos. Como ana-
lista debe lograr que el análisis le afecte a sí mismo, que sea un fragmento
de vida auténtica y no un método que se pueda aprender de memoria ¡en
el sentido literal.'
ó.4..2.gt~
Por ello, se considera a esta teoría como una de las más optimistas,
ya que se afirma que la normalidad o anormalidad, es con mucho pro-
ducto del aprendizaje, debido a que conforme crecemos, aprendemos nu-
merosos hábitos, habilidades, actitudes, respuestas emocionales, pejuicios
y complejos que pueden producir patologías que con el aprendizaje de
nuevos hábitos se logran erradicar. Las neurosis y otras anormalidades,
por consiguiente, se consideran como respuestas aprendidas. Una perso-
na no nace neurótica, pero adquiere "malos hábitos" que coadyuvan a la
instalación de enfermedades mentales. De esta manera, para John Do-
lIard y Neal Miller (en Dicaprio, 1989), la neurosis es considerada como
una deficiencia que obstruye el uso total de los procesos mentales supe-
riores, que con la terapia de aprendizaje, se logra la sustitución de los há-
bitos negativos por los positivos, restableciéndose con ello los procesos
.
men t a Ies superiores y 'I'b
1 eran d I sm
o os ' t amas neuro't'lCOS. 109
Desde este punto de vista, los síntomas son el problema del indivi-
duo y toda su conducta es aprendida y mantenida por reforzamiento. La
terapia conductual se centra en la conducta observable, por lo que es al-
tamente directiva. La elección, aplicación y evaluación de una técnica
concreta sigue una secuencia lógica a partir de la conceptualización con-
ductual del problema a atender. Por ello, el tratamiento conductual es un
proceso individualizado y autocorrectivo guiado por supuestos conduc-
tuales y por una metodología empírica.
109 Para mayor profundización acerca de las terapias condudua!es y cognoscitivas. ver
el Capítulo 2 de este trabajo.
8/6
que la ventaja de este enfoque es que especifica los determinantes de la
conducta y hace del diseño de un plan de tratamiento, la extensión lógica
del proceso de evaluación.
(fIÓ
Para los teóricos de la terapia cognitiva-semántica Oau y Garske,
1988, p. 332), como es el caso de Aaron Beck y su terapia Cognitiva, así
como Albert Ellis y su Terapia Racional-Emotiva, "[... ] el trastomo mental
es fundamentalmente un desorden del pensamiento por el que el cliente
distorsiona la realidad de un modo idiosincrático. Estos procesos de pen-
samiento afectan de modo adverso la forma que el cliente tiene de ver el
mundo y lo conducen a desarrollar emociones disfuncionales y dificulta-
des conductuales. [Por lo que] el terapeuta cognitivo ayuda al cliente a
identificar las concepciones erróneas específicas, las expectativas no rea-
listas y las atribuciones inadecuadas, así como a medir su validez y grado
J
de razón. '
8/7
La psicología'humanista o tercera fuerza de la psicología, no utiliza
el término "enfermedad" sino el de "conducta desadaptada" la cual es el
resultado de la incongruencia del sí mismo y la experiencia organísmica,
es decir, considera que hay una discrepancia, entre el yo interno y el yo
externo que llevan al individuo en crecimiento a encontrar su verdadera
naturaleza que 10 reintegrará a la salud (Rogers, 1961), por 10 que los
problemas psicológicos son contemplados "como fallas, lagunas o blo-
queos en el proceso de desarrollo, que de forma natural tienden hacia la
realización de las potencialidades innatas."
816'
"SignifIca meditar más allá del tiern,Oo" pensar en la relación existente
entre nuestros pies y el suelo en que pIsamos" entre nuestra propia can-
dencia y el espacio que nos rodea; no se trata de pensar en el proceso a
través del cual llegamos a ser como somos, sino como somOS. El pasado,
es decir, lo que recordamos de él, importa sólo en fa medida en que for-
ma parte de nuestra existencia actual y ha influido en nuestra manera
de enfrentarnos" en el momento presente, a nuestras preocupaciones
esenciales. [... ] El tiempo primordial de la terapia existencial es el «pre-
sente que se convierte en futuro» (Yalom, 1984, pp. 22-23).
Rollo May (May, Angel y Ellenberger, 1977), nos indica que existe
un gran paralelismo entre los postulados existencialistas de Kierkegaard
y Nietzsche, quienes basaron sus conocimientos en el análisis de sus pro-
pias vidas en relación a la ansiedad, la desesperación y la alienación del
hombre de sí mismo y de su sociedad.
,:]20
Por todo lo anterior, lo que persigue el terapeuta no es el "curar"
al paciente o hacer que se eliminen los síntomas que manifiesta su ansie-
dad a fin de que se adapte a su medio, sino ayudarlo a que experimente
su existencia. Si se pretende solo adaptarlo a su cultura, éste se ve libera-
do de su ansiedad, la cual brota con la libertad de su existencia, por lo
que al sentirse aliviado de sus síntomas, aceptando un mundo estrecho,
pero sin conflictos, reduce sus potencialidades renunciando al ser y a la
existencia (May y cols., 1977).
La meta de la mayoría de las terapias humanistas (Terapia Cen-
trada en el Cliente de Rogers, Terapia Gestalt de Fritz Perls, Logoterapia
de Victor Frankl, etc.), "[... ] es curar la escisión entre el ego y el cuerpo,
reunir la psique y el soma para así revelar el organismo total. Por eso a
la psicología humanista [... ] se la designa también como «movimiento de
potencial humano». Al extender la identidad de la persona desde la men-
te o ego hasta la totalidad del organismo como tal, se liberan los vastos
potenciales del organismo total, poniéndolos a disposición del individuo»
(Wilber, 1993a, p. 59).
• Capacidad de amar.
• Flexibilidad.
• Capacidad para trabajar, divertirse y descansar.
822
do interior. Ambos están enfermos. La enfermedad del psicótico que ha
perdido el contacto con la realidad es tal que éste no puede funcionar so-
cialmente. La del "realista" lo empobrece en su calidad humana, pues, aun-
que no esté incapacitado para su actuación social, su visión de la realidad.
por carecer de profundidad y perspectiva, se deforma a tal grado que lo ha·
ce cometer errores cuando se trata de algo más que de manejar datos in-
mediatos y metas de corto alcance. El "realismo" parece ser lo opuesto a la
insania Y. sin embargo, es solamente su complemento. [ ...] Lo verdadera-
mente opuesto tanto al "realismo" como a la locura es la productividad."
828
significado o propósito": "[... ] se centra en el significado de la existencia
humana, así com<: en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre.
De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivante del hombre
es la lucha por encontrarle un sentido a su propia vida", a la cual Frankl
denominó "voluntad de sentido". Lo relevante para el ser humano es esta
voluntad de sentido, la cual al no verse realizada o al realizarse en forma
errónea, experimenta una frustración existencial que lo conduce al sufri-
miento, por lo que llegar a ser es una prioridad que sólo depende de uno
mismo ya que significa la plenitud del ser humano en todos sentidos.
Otro exponente de la psicología humanista es Fritz Perls (Perls y
Baumgardner, 1975, p. 19), el cual es el creador de la terapia Gestalt,
que "[... ] se ocupa de los problemas provocados por nuestra aversión a
aceptar la responsabilidad de lo que somos y de lo que hacemos [ya que]
primero diferencia y a continuación se ocupa de lo que experimentamos,
más bien que de lo que pensamos" y concibe al hombre como una cons-
tante interacción con su contexto (figura-fondo). Considera a la neurosis
como una vivencia autorreguladora, rígida, inflexible y compulsiva; una
maniobra defensiva que consiste en la autoprotección de Un mundo que
se percibe como avasallador y destructivo, por lo que hay que estar aten-
to, cauteloso y siempre dispuesto a reaccionar ante cualquier indicio de
amenaza.
Para Perls (1975), la neurosis al igual que el argumento de nuestra
vida, se sustenta en la fantasía, en el engaño, en una realidad inexistente,
en la Maya, palabra hindú que significa "todo es engaño". El propósito
de la psicoterapia gestalt es restaurar las partes perdidas de la personali-
dad, recuperándose con ello la experiencia y el funcionamiento rechaza-
dos, lo que nos permite, a su vez, contactar con nuestro verdadero ser.
"El esfuerzo básico en la terapia Gestalt es que el paciente se dé cuenta
de cómo está funcionando ahora, como organismo y como persona" (Sa-
lama y Villarreal, 1992, p. 33).
Perls (en Salama y Villarreal, 1992, pp. 41-42), define a la norma-
lidad o salud mental como un equilibrio entre el individuo y su contexto,
explicando que "el hombre que puede vivir en un contacto significativo
con su sociedad, sin ser tragado completamente por ella y sin retirarse
completamente de ella, es el hombre bien integrado. Él se autoabastece
porque entiende la relación existente entre él mismo y su sociedad, tal
como las partes del cuerpo entienden instintivamente su relación al cuer-
po como un todo. Él es el hombre que reconoce el límite de contacto en-
824
tre sí y su sociedad, que le da al Cesar lo que es del Cesar y se deja para
sí lo que es propio. El fin de la psicoterapia es crear precisamente este ti-
po de hombres."
La persona que tiene una falsa concepción del yo, limita sus expe-
riencias vitales al rol que se ha prefabricado y cuando algún aconteci-
miento lo enfrenta a su realidad, experimenta una gran contradicción en-
tre lo que creía que era y lo que realmente es, pudiéndole producir esto
un colapso psicológico que al ser superado le permita incrementar la dis-
torsión de la realidad o bien percibir la necesidad de cambiar el concepto
de sí mismo (Dicaprio, 1989).
8,26
luto", donde no hay apego ni identificación fragmentada con el ego (Gon-
zález, 1989).
• Las crisis que aparecen antes del despertar espiritual. Este conflicto,
generalmente se maniflesta por sentimientos crecientes de insatisfac-
ción, de carencia o bien de que "algo falta", pero no del ámbito mate-
rial, por lo cual el individuo se torna incapaz de describirlo, ya que le
resulta vago y confuso, produciéndole por lo mismo una sensación de
vacío en su vida cotidiana, acompañada de síntomas físicos como ten-
sión nerviosa, insomnio y desórdenes psicosomáticos. En algunas oca-
siones estas perturbaciones se confunden con estados neuróticos o
cercanos a la psicosis, dependiendo de la intensidad y gravedad de la
crisis .
¿izó
sación de expansión interna y universal que experimenta el individuo
lo puede confundir. El error fundamental en esta crisis es atribuirle al
yo personal, las características del Yo superior o transpersonal.
110 San Juan de la Cruz (en AssagiolL 1989, p. 75), declaro que "el alma está en tinieblas
cegada por una luz mayor que la excede. [... ] Como cuando los ojos están de mal hu-
mor, impuros y enfermos, de la clara luz reciben pena. Y esta pena en el alma, a causa
de su impureza, es inmensa cuando de veras resplandece en ella esta luz divina, porque
resplandeciendo en el alma está la luz pura, a fin de expeler la impureza del alma, sién-
tese el alma tan impura y miserable, que le parece estar Dios contra ella y que ella está
hecho contraria a Dios."
827
Abraham Maslow, denominado padre del humanismo y de la psico-
logía transpersonal, quien realizó una basta investigación con poblacio-
nes sanas y no con pacientes afectados por problemas mentales como en
el caso de Freud, considera que un desarrollo pleno, sano, normal y de-
seable consiste en la actualización de la naturaleza esencial del hombre,
entendiéndose por ello la propia autorrealización, que involucra la satis-
facción de las potencialidades humanas, por lo que la psicopatología es el
resultado de la negación, frustración o deformación de dicha naturaleza
(Dicaprio, 1989). Esto es, que las disfunciones o deficiencias que obstacu-
lizan el pleno desarrollo natural del individuo y su autorrealización, es lo
que provoca lo anormal, enfermo o neurótico en el sujeto.
326'
más, que no disfrutan de la vida, que no pueden aceptar sus auténticos
logros personales, ni perciben los aspectos virtuosos del individuo.
sso
dad mental, cuando en realidad están sufriendo una "crisis de crecimien-
to" (Bass y Davis, 1994), una "crisis transpersonal" o una "emergencia
espiritual", entena ida como una crisis que involucra la posibilidad de que
el sujeto logre llegar a un estado superior de conciencia (Grof y Grof, 19-
93), por lo que estas manifestaciones son consideradas perfectamente
naturales dentro de la dinámica profunda del psiquismo humano (Grof,
1994b).
3. Ausencia de una enfermedad ñsica que pueda dar origen a una enfer-
medad mental.
&1'2
cultural y política donde pertenezca el individuo, como es el caso de este
ejemplo tan ilustrativo:
«Durante la época stalin¡sta~ los psiquiatras rusos declararon que la
neurosis y las desviaciones sexuales eran consecuencia de conflictos de
clases y del deterioro moral de las clases burguesas. Aseguraban que
problemas de esta índole habían desaparecido casi por completo, con el
cambio de su orden social. A los paciente que presentaban tales síntomas
se les consideraba partidarios del orden derrocado y «enemigos del pue-
blo» CGrof, 1994a, p. 358).
S&l'
del parto biológico. De alguna manera, el indivIduo vive el aquí y ahora
como si involucrara una confrontación con el canal del parto; el tipo de
sensaciones físicas que estarfan completamente en consonancia con el
momento del parto se convierten fuera de contexto, en síntomas psico-
patológicos. [... ] Una persona en esta situación no experiencia ni el mo-
mento presente, ni el parto biológico; se podría decir que está todavía
atorado en el canal det parto y no ha nacido aún". [...} La mezcla de am-
bas vivencias, sin una comprensión discriminatoria, es característica de
p.sta extraña amalgama de vivencias espaciotemporales que 105 psiquia-
tras (laman «síntomas»."
• Terapias del Nivel del Ego. Las terapias de este nivel de conciencia, es-
tablecen que las patologías son el resultado de la ruptura entre los
procesos conscientes e inconscientes del psiquismo del individuo debi-
do a la escisión entre la persona y la sombra, lo que propicia que el in-
dividuo al proyectar su sombra hacia el exterior, deforme la realidad
que percibe y altere la sensación interna de lo que realmente es, debi-
do a que una vez proyectada la sombra, el sujeto la "siente" como un
síntoma. Tal es el caso, por ejemplo, del individuo que proyecta su hos-
tilidad en la gente y se imagina que las personas dirigen su hostilidad
hacia él, lo cual le causa "miedo" de los demás. "Mi hostilidad original
SS4
se ha convertido en mi sombra proyectada, de modo que ahora la
«veo» sólo en otras personas y la siento en mí mismo sólo como el
síntoma: el miedo. [Por lo tanto,] mi sombra se ha convertido en mi
síntoma" (Wilber, 1979, p. 130).
Las terapias que Wilber sugiere para este nivel son, el psicoanálisis,
el psicodrama, el análisis transaccional y la psicología del ego, donde se
permite a los pacientes establecer contacto con sus síntomas tales co-
mo depresión, ansiedad, rechazo, aburrimiento, vergüenza, etc., sin
que impongan ninguna resistencia, ya que cuando se acepta un sínto-
ma se está aceptando gran parte de la sombra que se oculta en él. En
el caso de que el síntoma persista, es importante la traducción de éste
a su contenido original (sombra), ya que hasta ese momento, el sujeto
sólo se ha enfrentado a un lado de los opuestos, es decir, a la persona,
pero no a su sombra u opuesto inconsciente. Por tal motivo, la inter-
pretación consiste en suponer lo contrario de lo que se propone, desea
o quiere a nivel consciente en ese momento, ya que es esta la forma en
que la sombra ve al mundo.
S&i
convierte en una proyección. Ul El individuo se identifica con una frac-
ción de su ser total, con su ego mental (lo voluntario) y abandona al
cuerpo (lo involuntario) proyectándolo al exterior, por lo que se con-
vierte en un enemigo iniciándose la guerra de los opuestos.
ssó
familiares (sistémicas), las terapias semánticas y las de psicología y fe-
nomenología social son algunas de ellas (Wilber, 1980b).
ss;
(J~t:/lÚ&~dd~ddJ#
~JI'~
J{)%iod~
L- Sensoriomotor Psicosis Intervención fisiológica
Terapia farmacológica
(jJ) %úzdj;er.umal:
'1-.- Mente regla-rol Patología de roles Analisis de guiones
Patología de reglas Terapia cognitiva
éJ %iod ~.wn.aI:
7.- Psíquico Trastornos psíquicos Disciplinas yóguicas
Terapia junguiana
Supervisión de un
maestro espiritual
Wilber explica que para que el ser humano logre experimentar una
plena sensación de identidad, requiere pasar por tres estadios específicos:
S40
Otto Kernberg (1975, pp. 30-31), estudioso de los trastornos
fronterizos y del narcisismo patológico, bajo el enfoque de la psicolo-
gía del Yo y de la teoría psicoanalítica de las relaciones objetales, en
este rubro añade lo siguiente:
«Tienen gran necesidad de ser amados y admirados y se detecta en ellos
una curiosa contradicción entre un concepto muy inflado de Sl mismos y \a
desmedida necesidad de recibir el tributo de los otros. Su vida emocional
carece de profundidad; experimentan escasa empatfa por los sentimientos
de las demás personas; encuentran pocos motivos para disfrutar de la vida,
más allá de los que les brindan el homenaje de los otros o sus propias fan-
tasías grandiosas; se sienten inquietos y hastiados cuando el brillo externo
se desgasta y no hallan nuevas fuentes para alimentar su autoestima. Envi-
dian a otras personas; tienden a idealizar a determinados individuos de
quienes esperan gratificaciones narcisistas, y a despreciar y desvalorizar a
otros (a menudo sus anteriores ídolos) de quienes nada pueden esperar. En
general, sus relaciones con los demás tienen un carácter netamente explo-
tador y en ocasiones parásito. Es como si Sintieran tener el derecho de con-
trolar y poseer a los otros y de explotarlos sin culpa; bajo su aparente sim-
patía y encanto, es posible percibir una naturaleza fría y despiadada. Se
considera con frecuencia que estos pacientes "dependen" de los demás por
su gran necesidad de recibir el tributo y el amor de las otras personas, pe-
ro la honda desconfianza y el desprecio que sienten por todos los hacen to-
talmente incapaces de depender de nadie."
S42
grado diferenciarse física, emocional y mentalmente de su entorno, con-
solidando un ego individual y separado de los demás. Aclara este autor
que la mayor parte de las corrientes psicodinámicas consideran que en la
fase edípica (con resolución o no), concluyen las descripciones de las pa-
tologías humanas, por lo que dan por descartado cualquier otro nivel pa-
tológico. Sin embargo, él considera que el espectro patológico continúa en
los estadios "postedípicos superiores" del desarrollo, ya que por ejemplo,
la capacidad de asumir un rol se consolida hasta los 7 u 8 años, mientras
que la edad típica para la resolución del complejo de Edipo es alrededor
de los 6 años.
4. La patología de roles y la patología cognitiva de los guiones, apare-
ce en el estadio de la mente regla-rol y corresponde al pensamiento
operacional concreto de Piaget, donde el individuo puede imitar y asu-
mir el papel o rol de los otros y además realizar operaciones comple-
jas, como las divisiones, las multiplicaciones, las clasificaciones, las je-
rarquizaciones, etc., que requieren reglas específicas. En este estadio,
el niño se centra más en las reglas y en los roles que la sociedad impo-
ne, ya que impera un gran deseo por la adecuación a las normas o re-
gias, con el fin de pertenecer a un grupo, de ahí la necesidad de cum-
plir con un rol específico, entre tantos otros. Cuando esto no se puede
llevar a cabo, surge un miedo profundo a "l.. ,] no tener rostro, a con-
fundir los roles o a romper las reglas" (Wilber, 1989, p. 89). La defen-
sa que caracteriza a este estadio es el "doble mensaje", donde el indivi-
duo manifiesta expresamente un mensaje, pero implícitamente plantea
otro. Son estos mensajes encubiertos, que generalmente el individuo
no reconoce, los que constituyen las estructuras patógenas claves del
self afectado. Así, las patologías de este estadio se relacionan con los
roles inadecuados que lleva a cabo una persona y con las reglas inapro-
piadas que rigen su conducta.
844
wilber (1989) considera que la técnica terapéutica que permite sub-
sanar la neurosis de identidad es la introspección del paciente a través
de un diálogo socrático con el terapeuta, que comprometa, active y
ejercite la mente reflexiva introspectiva del paciente y su correspon-
diente sensación de identidad.
Mó
lini yoga, siddha yoga, hatha-ashtanga yoga) en el caso del despertar
espontáneo, la terapia junguiana cuando se pretende construir la es-
tructura pseudopsicótica espiritual y la supervisión de un maestro es-
piritual cualificado, cuando la práctica que se ha elegido es incorrecta.
8. La patología sutil, se vincula con el estadio sutil o estadio del iniciado
(o del camino), en el que se asienta la "mente intuitiva". Es la morada
de los arquetipos transpersonales y del Dios personal. Esta patología,
comenta Wilber (1989), suele presentarse en meditadores iniciados y
avanzados. Entre otras manifestaciones, a medida que el meditador lo-
gra diferenciarse de sus propios procesos psíquicos, experimentando la
muerte de su self-mental, puede llegar a identificarse con una Concien-
cia superior o arquetípica, sin embargo, cuando este proceso de inte-
gración-identificación fracasa, se encuentra frente a una fractura en-
tre su self y el Arquetipo, percibiéndose como un ente separado en
constante dualidad.
$\5'
cer adecuadamente la práctica clínica, así como un amplio entrenamiento
clínico transpersonal, que implique el conocimiento teórico de este enfo-
que, de sus diagnósticos, de sus terapias y de una primera fase de super-
visión del trabajo clínico que desarrolle. Por otra parte, es relevante que
el terapeuta se halle sometido a una psicoterapia de orientación trans-
personal y se encuentre comprometido a largo plazo con alguna discipli-
na contemplativa transpersonal, como el yoga o la meditación, sea ésta
de cualquier tipo. Lo anterior es sumamente importante debido a que,
como Buda (en Vaughan, 1993, p. 261) predicaba, para transformar a
los otros es necesario de inicio transformarse uno mismo:
"Para enderezar lo torcido
primero debes hacer alBo más difíCil:
enderezarte a tí mismo.»
La curación transpersonal se produce desde las profundidades psí-
quicas del individuo; se logra cuando éste se siente más dueño de sí mis-
mo, de su cuerpo y de su mente, lo que permite el paso a la supracon-
ciencia, experimentándose una dicha que no deviene de la obtención de
satisfactores externos, propuestos por la cultura, sino por el arduo tra-
bajo interno que se ha llevado a cabo. Desaparecen los miedos, las angus-
tias y las ansiedades, prevaleciendo la serenidad que se origina en un ni-
vel de conciencia superior a causa de la desidentificación con el ego, para
lo cual se requirió tomar conciencia de que se tienen pensamientos, sen-
timientos y sensaciones, pero no por ello se es ni los pensamientos, ni los
sentimientos, ni las sensaciones (Almendro, 1994).
6"atuhr.JVo-._ 21
G'~tb&Z!ud, &¡/erm.edzd
yújb<rtb~
1.~
360
&caek Jalad &¡fomdad ~
2.~ Terapia
Conductual.
a) Watson Modificación de la - Vinculación entre el -
conducta desadap- aprendizaje asociativo
tada. y respuestas psicopato-
lógicas CE-R).
1) Teoría del Modificar los proce- Vinculación entre las cre Terapias- Cog·
Aprendizaje sos cognitivos dls- enCl3S irracionales y dis- nitlvo-Conduc-
y Teoría Cog- funcionales y los -- torsIOnes cognitivas y lo ductuales.
noscitiva-se- factores externos - acontecimientos ambien-
mántica. que refuerzan las - tales externos.
conductas desadap-
tadas.
SS!
~ Jedad &zí~ ~
(j.
~
~
(j62
&caek Jalad &¡fomdud ~
4.~
9"~
866
q; urante la .realización de este trabajo, hemos analizado los postu-
lados generales y las aportaciones de los principales exponentes
de las cuatro fuerzas de la psicología occidentales; el psicoanáli-
sis, el conductismo, la psicología humanista y la psicología transpersonal,
en relación a la influencia que la conciencia ejerce en la salud mental.
Como hemos podido advertir con este estudio, la psicología científi-
ca ha sido el resultado de las experiencias evolutivas de la humanidad,
tanto personales como históricas, es decir, se ha conformado y variado
en función del incremento de conciencia que el ser humano ha ido adqui-
riendo de sí mismo en su afán de saber quién es, a dónde se dirige y có-
mo puede enfrentar la vida con mejores resultados.
&i7
Este proceso implica, conforme lo indican las concepciones contem-
poráneas del psicoanálisis (Thompson, 1994), el "dejarse abrazar por la
experiencia", en el sentido heideggeriano, aunque esto resulte doloroso,
ya que es la resistencia a negar la realidad yana vivirla o experimentar-
la, lo que conduce a la neurosis o a la psicosis. De esta manera, el psicoa-
nálisis se convierte en un proceso de revelación que implica el tener insi-
ght; "tomar conciencia" o "darse cuenta" de aquellos aspectos incons-
cientes que provocan desequilibrio psíquico, aunque Freud no lo haya ex-
presado directamente de esta manera.
862
mentándose la unidad en forma aespacial y atemporal al disolverse las
polaridades y trascenderse el ego en forma momentánea.
Como hemos podido apreciar a lo largo de todo este trabajo, los di-
versos representantes de las corrientes psicológicas occidentales, desde el
psicoanálisis hasta la psicología humanista, constantemente han manifes-
tado tener "la verdad" en materia psicológica y han establecido que las
otras corrientes se encuentran equivocadas o bien, son parciales y, en es-
te sentido, se convierten en tendencias excluyentes. La psicología trans-
personal, por su parte, plantea una postura inclusiva e integradora, don-
de lejos de considerar a los demás modelos psicológicos insuficientes o
faltos de validez, los incorpora en un cuerpo teórico y psicoterapéutico
válido para todos los individuos, dependiendo de su nivel evolutivo de
conciencia. En la búsqueda bibliográfica del presente trabajo, este hallaz-
go ha permitido confirmar la tesis planteada inicialmente de que es nece-
sario conocer el nivel de conciencia de los individuos, a fin de determinar
el tipo de intervención psicológica que requerirán.
SÓ6
Para trascender el ego que tanto nos produce dolor y sufrimiento,
debido a la escisión y fragmentación que éste lleva a cabo, es menester
primero que se encuentre robustecido y bien estructurado, ya que el ego
es el vehículo de la trascendencia a través de la conciencia. De esta mane-
ra, tanto para el paciente como para el terapeuta, -ya que, parafraseando
a Jung, nadie puede llevar a otro a donde no ha Ilegado-, el procurar voli-
tivamente el desarrollo o la evolución de la conciencia, desidentificándose
del ego dicotomizante, a través de la utilización de las técnicas específi-
cas, permitirá el surgimiento de una sociedad con ideales encaminados
hacia el equilibrio físico y mental de sus miembros, trascendiendo las ba-
rreras o fronteras del egocentrismo y de los postulados sociales, abarcan-
do al planeta y al cosmos dentro de su conciencia vital.
Es por ello que Ralph Metzner (en González, 1989, p. 241), señala
que "[ ... ] La transición del estar físicamente trastornado o enfermo a es-
tar bien, entero y sano es análoga a una metáfora de la transición de la
conciencia ordinaria a 1;1 conciencia integrada y unificada: en ambos ca-
sos pasamos de la fragmentación a una mayor integridad."
En el trono de la Suerte
me senté enaltecido,
con incontables riquezas
y de fiores corom.do;
y aunque esa vez prosperé,
feliz y bIenaventurado,
ahora he caído hasta el fondo,
de mi gloria privado.
115 Los Golicraos era un grupo de monjes vagabundos que centraban su estirpe en un
"70
médicos para encubrir los problemas sociales: l.. ,] Preferimos que se nos
diga que sufrimos de «hipertensión» a cambiar nuestro mundo de los
negocios, tan competitivo; (yl aceptamos los elevados índices de cáncer en
vez de investigar cómo envenena la industria química nuestras comidas
para incrementar sus ganancias" (Capra, 1982, p. 182).
Bien dice Wilber (1988, p. 411) que "la humanidad jamás podrá
abandonar la agresividad, la guerra, la opresión, la represión, el apego y
la explotación asesina hasta que los hombres y las mujeres renuncien a
esa propiedad llamada personalidad, es decir, hasta que despierten a lo
transpersonal. Hasta ese momento, tiempo, culpa, asesinato, propiedad y
persona seguirán siendo sinónimos", lo cual sólo será posible expandien·
do la conciencia colectiva.
• Darwin, Ch. (1868(1953). Del origen de las especies por medio de la se-
lección natural. México: Diana.
877
• Díaz-Walls, C. (1989). Positivismo lógico y operacionalismo en el con-
ductismo radicill. En Medina, A. (Ed.). Psicología y epistemología. Méxi-
co: Trillas.
• Eco, U. y Martini, C. M. (1997). ¡En qué creen los que no creen? Méxi-
co: Taurus.
• Ehrlich, M. (1994). Los esposos, las esposas y sus hijos. México: Trillas.
• Ey, H., Bernard, P y Brisset, Ch. (1965). Tratado de psiquiatría (8a. ed.,
1980). México: Masson.
• Freud, 5. (1912). Totem y tabú (la. ed., 1986). México: Alianza Edito-
rial.
86'0
• Freud, S. (1938). Algunas lecciones elementales de psicoanálisis. En
Obras completas, Tomo III. Traducción de Ballesteros, (1996). España:
Biblioteca Nueva.
• Fromm, E. (1964-). El corazón del hombre (9a. ed. 1983). México: Fon-
do de Cultura Económica.
... Galindo, 1. (1995). Derecho Civil. Primer curso. Parte general. Perso-
nas. Familias (l4-a. ed.). México: Porrúa.
• Gay, P. (1989). Freud, una vida de nuestro tiempo. España: Paidós Ibé-
rica.
86'2
• Grof, S. (1990). La supervivencia después de la muerte: observaciones
de la moderna. investigación científica. En Doore, G. (Ed.) ¡Vida des-
pués de la muerte? (2a. ed., 1994). Barcelona: Kairós.
• Grof, S. y Grof, C. (Ed) (1989). El poder curativo de las crisis (2a. ed.,
1998). Barcelona: Kairós.
8&4
• Jung, c. (1991). El ego: el lado consciente de la personalidad. En Dow-
ning, C. (Ed.). Espejos del yo. España: Kairós.
• Kapleau, P. (1988). Los tres pilares del Zen. Enseñanza, práctica, ilu-
minación. México: Árbol.
• Morales, F., Moya, M., Rebolloso, E., Fernández, J., Huici, c., Marques, J.,
Páez, D. y Pérez, J. (1994). Psicología social. España: McGraw-Hill Inte-
ramericana.
SóW
• Pérez, R. (1980). Serendipia. Ensayos sobre ciencia, medicina y otros
sueños. México: Siglo Veintiuno.
<[90
• Santoyo, C. y López, F. (1990). Análisis experimental del intercambio
social. México: Trillas.
• Watts, A. (1987). Psicoterapia del este, psicoterapia del oeste (5a. ed.)
Barcelona: Kairós.
• Wilber, K. (1981). Después del edén (la. ed., 1995). Barcelona: Kairós.
• Wilber, K. (1997). El ojo del espíritu. Una visión integral para un mun-
do que está enloqueciendo poco a poco. (la. ed., 1998). Barcelona: Kai-
rós.
~~t5á&ca&
jmj'(I/ kv I"Lrjm.nsi&z, ~ kv í',.om:¿em:¿o/
• Grof, S. y Grof, C.(Ed) (1989). El poder curativo de las crisis (2a. ed.,
1998). Barcelona: Kairós.
• Kapleau, P. (1988). Los tres pilares del Zen. Enseñanza, práctica, ilu-
minación. México: Árbol.
• Tart, Ch. (1986). El Despertar del "self' (la. ed., 1989). España: Kai-
rós.
• Wilber, K. (1997). El ojo del espíritu. Una visión integral para un mun-
do que está enloqueciendo poco a poco. (la. ed., 1998). España: Kai-
rós.
407
De los dos tipos de personas, para el tema que nos ocupa, las per-
sonas físicas son .las de nuestro interés, por ser el objeto de estudio de la
Psicología, así como de la Ética. Por tanto, para entender debidamente
cómo disfrutan sus derechos y cómo son protegidos por la leyes los indi-
viduos que sufren alguna limitación, es necesario partir del concepto ju-
rídico de uno de los atributos de la personalidad, la capacidad.
-i02
La ley parte del principio de que son restricciones a la personali-
dad, la minoría de edad, el individuo en estado de interdicción" 6 0cual-
quiera de las incapacidades que veremos a continuación, pero los incapa-
ces pueden ejercitar sus derechos o contraer obligaciones por medio de
sus representantes.
1. La minoría de edad.
116 la inferdición es cuando, por sentencia, a un adulto que ha sido capaz, se le priva de
40S
3. En tanto, y es importante enfatizado, que disfrutar del pleno ejercicio
de derechos es factible para quienes aún afectados de enfermedades fí-
sicas o disminuidos en tal forma en que no se altere el contenido de
las funciones cerebrales superiores, siempre les será posible ejercer
sus derechos directamente, éstos son sujetos con plena capacidad de
ejercicio.
404
b) La prohibición de la tortura y de la esclavitud.
b) El derecho a la igualdad.
406
d) Abandone a un niño incapaz o a una persona enferma teniendo
la obligación de cuidarlo (abandono; arto 335).
40ó
je claro y expresivo todo aquello que facilite la comprensión a aquellas
personas a las que va dirigido el mundo jurídico en relación al estado
mental del presunto acusado.
407
En cuanto a la Legislación Administrativa, se encuentran aislada-
mente normas que tienden a proteger o ayudar a los incapacitados o dis-
minuidos.
Piénsese tan sólo que a los incapacitados mentales, nadie les puede
negar su absoluto goce de derechos y que se les debe considerar como
400'
personas, aunque existen todavía mucha ignorancia y prejuicios al res-
pecto. Antes se aceptaba la escalvitud y se negaba todo derecho de per-
sona a los esclavos, pero hoy, nadie puede sostener el concepto de la es-
clavitud, sin embargo, tampoco se puede negar que existen formas de ex-
plotación y dominio sobre la gente que constituye en la actualidad la casi
existencia fáctica de la esclavitud. Pero lo importante es que ya no se
sostiene el concepto y el tiempo irá superando la realidad. Lo mismo su-
cederá con los incapacitados ya que se espera que poco a poco su nivel
de vida y bienestar sea el óptimo.
6. Solicitar reuniones con su médico y cemás miembros del equipo que lo estén tra-
tando.
10. Tener oportumdades para socializar con personas del sexo opuesto.
12. Enviar y recibir correspondenCla cerrada. Tener acceso al material necesario para
escribir cartas incluyendo timbres y correo.
13. Tener acceso al teléfono, hacer y recibir llamadas (las llamadas de larga distanCia
serán cubiertas por el paciente).
14. Reobir educación si es menor de edad o si es analfabeta cuando los pacientes es-
tén hospitalizados por período largo.
16. Pedir revisión de su caso si el paciente no está conforme con el tratamiento médl-
ca que está recibiendo.
Desafortunadamente, en las relaciones entre la psiquiatría y los
derechos humanos, emergen una serie de problemáticas (Armienta, 19-
92):
411
que esto constituya un análisis valorativo negativo a la labor absoluta-
mente plausible por parte de dicha institución.
41.2
En el Prólogo del documento, se establece que el incumplimiento
del Código producirá sanciones por parte de la comunidad profesional,
independientemente de las que estén previstas en la leyes, lo cual pre-
senta varias dificultades, ya que en el Código no se especifica ningún tipo
de sanciones ni se precisa el procedimiento para calificarlas y proceder a
imponerlas y, en el supuesto de que lo hiciera, estas sanciones quedarían
limitadas y restringidas al principio de autoridad competente, mismo
que de ninguna manera puede ser representado por un órgano privado.
117 Sólo es posible que se de este reproche moral entre los agremiados a la Sociedad,
siempre y cuando dentro del objeto y estatutos sociales queden comprendidos los referi-
dos principios y que sean aprobados, por lo menos, por mayoría de los miembros en
asamblea debidamente constituida.
418
• Se observa una contradicción manifiesta entre el artículo 34 y el 31
fracción c), en el sentido de que si el investigador es responsable del
daño que se le pueda ocasionar al sujeto de investigación aún con su
consentimiento, ya que independientemente de que se le otorgue al
sujeto la información de un eventual riesgo, no deja de tener respon-
sabilidad el investigador si ocurre algún daño a consecuencia de la in-
vestigación.
4/4