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“MUEREN EN LA ESPERA”

En el Perú, en la actualidad existe un gran número de personas que mueren


aguardando un órgano para que les pueda dar nuevas esperanzas para
seguir viviendo, pero a la vez conocer que los donantes son muy pocos a
nivel nacional. Del mismo modo cabe recalcar que la donación no solo se da
con personas ya muertas sino también se puede dar con personas vivas. En
el caso de las personas vivas, estas deben estar lo suficientemente
informadas, conocer los riesgos de la operación y estar conscientes de que
órganos desean donar y sobre todo hacerlo voluntariamente. En el caso de
las personas que ya hayan fallecido, la posibilidad de donación empieza
desde la declaración de muerte cerebral a causa que cuando la persona se
encuentra en este estado su cuerpo ya no puede realizar ninguna función y
permanecerá dependiendo de una máquina, y dicho estado debe estar
certificado por un neurólogo o neurocirujano. Y así es como este estado
termina siendo la condición médica básica para proceder a realizar este acto
solidario.

La donación de órganos es el gesto más solidario, gratuito y anónimo que


una persona puede realizar por amor a otra pues si bien significa apoyar a
una persona a vivir, les da un motivo para hacerlo y reflexionar acerca de la
vida, sobre cómo ser y que hacer en ella para ayudar a los demás como a
dicha persona la ayudaron. Asimismo, nos lleva a reflexionar sobre nuestras
acciones y el sentido que ahora le vas a dar puesto que luego de necesitar
algo de otro individuo y saber que no hay una alta probabilidad de salvarte
porque lamentablemente existe una escasa cantidad de donantes y una
extensa y larga lista de espera que te posiciona en una situación, en la que
puedes ver las dificultades que una persona puede estar pasando al
necesitar la ayuda de otra y si afortunadamente logras recibir la donación
vas a tener una perspectiva diferente de ayudar y contribuir para el bienestar
de los demás seres, pues sabes por lo que están pasando.

Este acto de amor consiste en que una parte de nosotros la cedemos para
que otros puedan beneficiarse de ella y así después de fallecer podemos (en
cierta parte) seguir viviendo en otra persona. Sin embargo, aún existen
determinadas creencias sobre la donación de órganos que hacen que aún
muy pocas personas se presten a ello. Ejemplos de estas creencias sin
fundamento son “TENGO UNA CONDICIÓN MEDICA, ENTONCES NO
PUEDO SER DONANTE” esto es totalmente falso porque cualquier persona,
sin importar su edad o historial médico, puede inscribirse como donante y
debemos recordar que no saber leer no impide aprender. “LAS PERSONAS
FAMOSAS O MILLONARIAS QUE ESTÁN EN LA LISTA DE ESPERA
RECIBEN LOS ÓRGANOS MÁS RÁPIDO” este mito también es falso ya que
un sistema informático nacional verifica la compatibilidad de los órganos
donados con los posibles beneficiarios esto quiere decir que no pueden
hacer fraude en el momento de seleccionar al receptor del órgano, a causa
de lo ya mencionado antes, se busca compatibilidad y no quien paga más
por un determinado órgano u otras limitaciones son las creencias de algunas
religiones.

Por ejemplo, podemos vivir sin un riñón, y cederlo a uno que dependa de
una máquina para sobrevivir semana a semana, por lo que podemos donar
el otro y hacer una vida completamente normal. Lo mismo sucede con la
médula ósea. Aunque sea un procedimiento algo doloroso, podemos donarla
en vida. Del mismo modo se puede conceder a una persona un pulmón y
nosotros podríamos realizar nuestra vida con total normalidad. Un caso claro
de transplante de pulmón es el caso de José Luis Rodríguez el recibió
ambos pulmones y de esta manera puede seguir viviendo y él acepta que es
un milagro. Sin embargo, hay otro tipo de órganos en el cual es
indispensable fallecer viene a ser el caso del corazón, páncreas, intestinos y
el hígado en su totalidad. También si bien es cierto existen órganos pares
como sirva de ejemplo ambos riñones, dos pulmones y ambas córneas.

“Dona mi visión al hombre que nunca ha visto un amanecer, el rostro


de un bebé o el amor en los ojos de su madre. Toma mis huesos, cada
músculo, cada fibra, cada nervio de mi cuerpo y encuentra la forma de
hacer que un niño inválido camine.”

Para culminar todos en algún momento podemos llegar a necesitar de algún


órgano y sería algo frustrante ver un paciente o incluso uno mismo y tener
que rogar a Dios que pueda encontrarse a algún donante, en eso momento
comprenderemos lo mucho que sufren innumerables personas que incluso
“MUEREN EN LA ESPERA”, más aún saber que situaciones así se pueden
evitar con tan solo decir “SÍ” ante esa pregunta que realizan si tú deseas ser
donante y con un solo sí podrás salvar la vida de inclusive hasta nueve
personas, o tan solo de una, apoyemos a las personas que lo necesitan con
motivo que la persona que se convierta en donante no regresará a la vida
debido a que nadie regresa de una muerte cerebral y si nuestros órganos
pueden servir a otros, pues que sea así y poco a poco empezará a disminuir
la interminable lista de espera para los destinatarios que aguardan con
ansias el mayor acto de amor desinteresado que puede realizar una persona
hacía otra. De la misma forma nunca olvides que…
“SI SE PUEDE VIVIR DE AMOR”

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