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—Narrativos:

Desde la antigüedad el humano baso su jerarquía, en la ley del mas fuerte,


dejando en la cúspide a las personas mas “Aptas” para proteger a su pueblo y en
el fango a aquellos carecían de habilidades. Habían pasado siglos desde que Lilit
había descendido y proclamado como propio, el mundo terrenal, tomando bajo sus
a los ángeles que habían caído, por culpa del pecado… “Donde la perfección es
opacada, surge la supremacía.
—Descriptivos:
De benevolente y oscura mirada, Irene sonreía con aquellas blancas perlas a cada
persona que tomaba valor para saludarla, en medio de una ola de grises tonos,
sus blancas prendas destacaban, dando la sensación de un devastado bosque
que había logrado salvar del abrazador fuego a una pura margarita.

—Dialogo:

—Es una agradable noche, ¿No lo crees?.-Irene sonrió en respuesta, para luego asentir a
lo dicho por aquel extraño.

—Podría ser mejor—Menciono de forma coqueta, apartándose de la bulliciona multitud,


nos instantes después.

Como era de esperarse aquel hombre la siguió. "Todos son iguales" pensaba Irene mientras
era seguida por aquella persona. Nadie se podía resistir a aquella dulce mirada.

No hubo una sorpresa en su rostro cuando una mano envolvió su muñeca para luego jalarla
a un oscuro callejón.- ¿Estas ansioso?.-Pregunto inocentemente mientras relamía sus finos
labios.

El hombre trago saliva para luego inclinar su rostro y poder probar esos suaves petalos.-
Pero la suave palma de la mano de Irene fue lo que beso.- Ella negó con una tímida sonrisa,
acercando su rostro al de aquel desconocido.

-A su alteza, ¿Le gustan las demostraciones publicas?.— Susurro divertida, logrando notar
aquel cambio en sus ojos, volviéndose de un tono mas sombrio.—Solo tú y yo sabemos
esto.—Sus delgadas y frias manos, barrieron sus amplios hombros antes de engancharse por
detrás de su cuello—Asi que… Vayamos a un lugar mas privado, Ssu majestad....

Los súcubos e íncubos eran seres mas que atractivos al ojo humano. "Perfectos" muchos los
describían pero con un enorme deseo sexual, una mezcla bastante peligrosa para todo humano
que se cruzara en su camino

—Exposición:
La oscura mirada de aquella joven mujer lograba cautivar a cualquiera, tanto hombres como
mujeres por igual. Pero muchos rumores lograban rodearla, no cualquiera lograba pasar de ser un
don nadie a una de las personas mas adineradas del país. Las hojas de los árboles estaban vestidas
de un vivo color verde, resaltando la alegría de aquella época, la primavera, estaba en su máximo
esplendor. Pero para ella, era solo otra fecha mas, perdida en los años.

Aunque para muchos era el momento de renacer, de volver a mirar en dirección a los cielos
y jurar su destrucción.—Una imperceptible sonrisa se formo en sus labios, antes de cruzar
el umbral de aquel sofisticado museo.—Walpurgisnach era la fecha esperada que ella
enterraba mas profundamente en sus memorias.

La sonora voz de una mujer resonó por todo el espacio, siendo seguida por murmullos de
asombro de diversas personas que parecían ser turistas.— Esta pintura de una escena
invernal, nunca vista en las regiones semitropicales de Guangzhou y Hong Kong,
parece haber sido creada a partir de una convergencia de la imaginación del pintor.
—Explico la mujer con una sonrisa mientras señalaba la pintura en cuestión.— La
imagen general se deriva de los métodos de perspectiva europeos y, sin embargo,
las rocas, los árboles y otros elementos están claramente pintados en los métodos
representativos de la pintura tradicional china. Esta yuxtaposición de tradiciones le
da a la imagen un espacio inquietante, extrañamente desarticulado, fresco y
ricamente fascinante.—Finalizo la mujer con un encantador tono y una agradable
sonrisa impresa en los labios.

— Argumentativo:

Su ceja se arqueo inconscientemente mientras retiraba la nota, dejando ver un pequeño


zafiro negro junto a una cadena de plata.

-Es un lindo detalle.-Menciono DongHae degustando la costosa bebida. Por su parte Hyuna
le miraba confundida por tal "Obsequio" .- Pronto serán tus seiscientos ochenta y un años,
quien lo diría, el tiempo pasa volando...

-¿Por que cambias de tema?.-Con delicadeza saco la joya y la observo unos segundos. No
lo negaba era un hermoso obsequio, pero aquella nota solo dejaba algo en claro...

-Me parece curioso que aun sigas siendo un Súcubo sin alma.-Menciono mientras dejaba su
copa a un lado.

-Tu tampoco tienes una.-Contraataco de inmediato volviendo a colocar la joya en su


respectivo lugar.-¿Como se encuentra ella?

-Aileen parece que esta en las ultimas.-Su semblante cambio repentinamente a uno mas
apagado.-¿Quienes crees que sean los siguientes?
Hyuna le mire con completo desinterés, había algo mas detrás de aquella pregunta.-¿Que es
lo que estas planeando?.

-¿Crees que traicionaría a la persona que me dio un refugio todos estos años?.-Menciono
ofendido.-Yo soy...

-Un doble cara que solo vela por su propio bienestar.-Una pequeña sonrisa se formo en sus
labios, dejando expuestas aquellas perfectas perlas blancas que adornaban sus labios.

Sus facciones se suavizaron mostrando una pequeña sonrisa llena de picardía y burla.-
Siempre tan simpática.-Levanto la copa en su dirección con la misma sonrisa llena de
egocentrismo.-Tu deberías de ser la siguiente matriarca, desbordas encanto natural.-Alago.

Sus ojos mostraron la sorpresa que causo aquella declaración.-Aunque solo fueron
segundos antes de recomponerse.-Dejando la copa a un lado, con una marca de sus rojizos
labios impregnados en el inmaculado cristal.

-No me interesa.-Declaro sin pensarlo dos veces. Abrió su costoso bolso y metió la caja
dentro de este para después sacar su cartera.- Si quieres el puesto, por mi esta bien, lo que
suceda contigo no me importa en lo absoluto y esta mas claro que lo sabes de antemano.

-Considéralo.-Recomendó el mayor mientras observaba como la joven chica dejaba unos


cuantos billetes en la mesa.-Eres una de las Súcubos mas hermosas que aun hay bajo la
crianza de Aileen, claro que Irene...

Su cuerpo se tenso ante la mención del nombre de su hija-Para tener el mando necesitas una
pareja, tu y yo apenas y somos algo, además Irene tiene...-Le mire de pies a cabeza
despectivamente.- gustos mas refinados.

-Eso dolió sabes, mas de seiscientos años de conocernos y no me consideras un amigo


tuyo.-Dijo "Dolido".- Aunque en eso tienes razón Irene tiene gustos mas extravagantes, me
recuerda a alguien...

Sin decir nada mas se levanto de la silla con su característica elegancia y sensualidad, sus
manos viajaron hasta su cuello para poder destrabar la argolla que mantenía el collar sujeto
a este.

-Disfrútalo.-Dijo como despedida para después colocar el hermoso collar dentro de la copa
de vino del contrario. Se coloco sus lentes oscuros y abandono el lujoso restaurante donde
se encontraba.

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