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GODELIER, Maurice. Racionalidad e Irracionalidad en Economía
GODELIER, Maurice. Racionalidad e Irracionalidad en Economía
IRRACIONALIDAD
EN ECONOMIA
por
MAURICE GODELEER
traducción de
NICOLE BLANC
m
siglo
veintiuno
editores
mexico
españa
argentina
siglo veintiuno editores, $a
GABRIEL MANCERA 65. MEXIC012. D.F. '
p rim e ra e d ic ió n en e sp a ñ o l* 1967
seg u n d a e d ic ió n en e s p a ñ o l, 1970
te rc e ra e d ic ió n en e s p a ñ o l, 1973
c u a rta e d ic ió n en e s p a ñ o l, 1974
© s ig lo xxi e d ito re s , s. a.
p rim e r a , e d i c i ó n en f r a n c é s , 196S
© lib ra irie fra n g o is m a sp e ro , p a r í s , fra n e la
titu lo o rig in a l: ra tio n a lité e t irra tlo n a lité e n é c o n o / n ie
d e re ch o s re se rv a d o s c o n fo rm e a l a le y
im p r e s o y h e c h o e n m é x ic o
p rin te d a n d m ade l n m e x ic o
ÍN D IC E
PRÓLOGO 1
CA PÍTU LO PR IM ER O : EL TEM A
EL PU N T O DE PARTIDA 3
El empresario racional 30
El trabajador racional 35
El consumidor racional 39
Racionalidad del sistema capitalista 46
Competencia perfecta. Equilibrio. Óptimo de
Pareto. Welfiare 48
El teorema de la dualidad y la inocencia de las
matemáticas 53
Papel de la oferta y la demanda en la teoría
marxista del valor y de los precios 58
Dos nociones de contradicción en El capital 76
“Necesidad y superioridad” del socialismo: cien
cia, ideología, humanismo 80
[v]
VI ÍNDICE
[I]
CAPÍTULO PRIMERO
EL TEM A
EL P U N T O DE PARTIDA
2 Santo Tomás, Stimina, II-2 Quaest. LXXVII, "De Fraudulentia". Ver los des
arrollos en tomo a este tema hasta el siglo xvi, de los teólogos Mercado, De Soto, etc.,
en Schumpeter, Histoty oí Economía AnaJysis, 1955, pp. 82 a 107.
8 Pofyptiqne de YAtibé Innínon, ed. Guérard, Tomo 2, pp. 313 a 314; Capitulare
de yüJís et curtís, ed. Boretins, pp. 83-89; y los B tcvíutd Exempla al descríbendas
res ecclesíastícas et fecales, ídem., pp. 254-255. Ver G. Dubboy, Éconoraie rumie et
la vie des campagnes dans l'Occident Mddíéval, París, Aubier, 1962, tomo 1, Docu
mentos.
4 ’Waíter oí Hcnlcy’s Husbandry, ed. Lomont, y otros tratados, ver G. Duby,
tomo 1, pp. 311 a 315-
6 Les agronomes íatíns, traducción de Nizard, ed. Didot, 1877.
e Ver H. Leíbenstein: Economic Badcfvardness and Economía Groívth, WHey
1957, cap. 9, "Growth Incentives, Agents and Activities and the mínimum effort
thesís”, pp. 112-146.
RACIONALIDAD DE LOS AGENTES 11
Abi (en la empresa capitalista), por primera vez en la historia del des
arrollo de la actividad económica de los hombres, este principio aparece en
toda su plenitud. N o podía aparecer antesr es decir, en la economía natural.
E n esta última existe, en efecto, una gran variedad de finalidades d e la acti
vidad económica cuantificadas a distintos niveles e inconmensurables entre si:
ya no existe conmensurabilidad. E n estas condiciones, la actividad sigue la
costumbre y la tradición, realiza finalidades tradicionalmente establecidas con
medios tradicionales.22 '*
RACIONALIDAD EC O N Ó M IC A Y RACIONALIDAD D E LA
C IE N C IA E C O N Ó M IC A
EL EM PRESARIO RACIONAL
EL TRABAJADOR RACIONAL
E L CONSUMIDOR RACIONAL
33 Dorfman, p. 428.
30 Pareto: "Economic matliématique", en EncydapccTre cíes scicn'ccs matliéma-
tiques, Tomo I, Vol. 4, p. 624.
50 EL TEMA.
01 Dorfman, p. 441
02 Dorfman,. p . •339:-^' i •. ■ ■
03 p, Massé: Le plan ou rantifiasarct, p. 170.
■RACIONALIDAD ECONÓMICA CAPITALISTA 51
Ibici.,'p. 172.
95 Malinvaud: “Capital Accumulation and Effícient Allocation of Ressources".
Econometrica, abril 1953, pp. 233-268. ; _,
L. Walras: Eléments cTéconomie poKtíqne puré, p. xi, subrayado por nosotros.
Op. d t^ 'p . 371. •
98 Ricardo: Letteis of Ricardo to Malthus, ed. Sonar, p. 18; cf. Hutchison: The
Signifícance and Basic postúlales of Economic Theory,. Kelley, 1960, p. 121.
52 EL TEM A'
,J k f i s e s : ; ! H a v é n , t;1944.'',
’ ios Hayekr Tbé xoad to SSetf<3om,,194ó, p. 18...1 ,,
io* p. Massé: Le plan, pp. 54-55.
RACIONALIDAD ECONÓMICA CAPITALISTA 55
dores, “limitada" por el Estado representante de los intereses de
■la nación “frente al empresario, el individuo y el extranjero". • ,
P. Massé, por lo tanto, no adopta la tesis principal de los que
de Smith a Walras y de Paxeto a Debreu confían únicamente en
las leyes del mercado para alcanzar la racionalidad económica, a
condición de que este mercado sea perfecto. No es que esta “cons
trucción intelectual” sea falsa, sino que no corresponde al mundo
real. Por el contrario, P. Massé parte del mundo real, de la .exis
tencia de los monopolios, de jos sindicatos,, etc.,-, que practican
“una política activa en la medida en que tienen la., posibilidad de
■influir a su favor sobre algunos precios. La posibilidad .de-estas
políticas activas cambia fundamentalmente la naturaleza ..del pro
blema".103 En la realidad, a esta competencia monopóíicai .se
•añade una previsión imperfecta. El futuro es incierto y la .utilidad
aleatoria. En estas condiciones, el mercado para P. Massé se mues
tra incapaz de orientar, las decisiones frente a nn porvenir lejano
y'de asegurar la coherencia futura de las inversiones. Los automa
tismos del mercado, lejos de desencadenar las fuerzas de. control
que supuestamente elevarían el sistema de libre:competencia, al
óptimo y al equilibrio “tienden a agravar los ciclos, en vez de'.ate
nuarlos".106 Con ,la desaparición del -capitalismo de jibre ■compe
tencia, desapareció la mano invisible y racional que aseguraba la
expansión y limitaba las fluctuaciones a una -“ondulación, en torno
'deLequilibrio". ! - ■.
P. Massé,. aun partiendo de una realidad diferente^ la de la
competencia monopólica, no partió de una teoría, diferente de
las clásicas. Necesitó encontrar soluciones teóricas para asegurar
de nuevo la-armonía de los ‘intereses y la expansión equilibrada,
teniendo en cuenta la incertidumbre del futuro y sin volver a-poner
-en tela de juicio la-existencia del capitalismo. - “Las^ soluciones a
'considerarj'deben inscribirse en. el marco -de una sociedadvlibre."
X a solución'es el plan de la nación qne no excluye,la regulación
'del mercado; útil para.las decisiones a corto plazo, sino que descu-
.bre un "porvenir que escapa- a los automatismos". .Es' úna ‘'inter
vención consciente y voluntaria sobre la realidad, q u e :para tener
éxito necesita ser la obra colectiva del Estado, de los patrones y de
los trabajadores.;-,E1,Estado está", a l' servicio dé la. nación y. es el
árbitro entre los 'intereses privados de los socios y entre, el .presente
y. el porvenir...'En cuanto a los trabajadores, se .trata, de '“asocian
los a un .acto económico que les concierne en primer' término y
desarrollar en ellos u n . sentimiento de partícibacíón fundado:en
105 P. Mássé; Le plan ou I’antihasard, p. 45.
« c Op. cit., p; 170. ' ■ . -.
56 ;• EL TEMA
es, por ,1o tanto, una; forma modificada de Ja plusvalía,- donde;; se '
velan y se desvanecen su prigen iy el misterio; de su existencia.1.30.. - /
¿ :;E1; capital aparece.entonces como ium “fetiche automático ;del
yalor que .se valorizaba sí mismo, del:dinero que alumbra dinero”.1?7
Por lo tanto, en la realidad cotidiana, todo ocurre como sí-la teoría
del “ingreso de los,factores”.: correspondiera a ría; práctica y fuera
constantemente verificada;por sí misma. E n efecto, .en;la práctica
(ada capitalista puededarse:cuenta de que ^influye realmente sobré
su tasa de, utilidad y.falaum enta si disminuye; indistintamente la
parte d e los salarios^ la i de los. equipos . fijos, la de las materias
primas, .etc., y la duración: de jos procesos d é producción y d e circu
lación de sus mercancíás, :es.decir, si economiza el trabajo pasado
y presente necesario para, .esta- producción.; y para esta circulación.
;i La principal forma" dé réducii él tiempo de producción -es'acrecentar la
productividad del trabajo;1es lo q ué se' llama usualmente el progreso' indus
trial.'. .!. La. principal fpima'.deiabreviar' el tiempo;de circulación es mejorar
las. comunicaciones. .
este trabajo sobrante con mayor limitación del tiempo consagrado ~al trabajo .
material en general.179 ., r
199 :E1 mismo Mace planteó este tipo de problema, cuando en una nota del primer
Alibro de El capital (1867J respondió a los ataques de un periódico, gcrmano-norteamc-
■ricano .contra la Crítica de la economía política publicada en 1859: “Decía que mi
tesis .según la cual el régimen de producción vigente en una época , dada y las rela-
A'ciones de producción, propias de este régimen, en una palabra, 'la estructura económica
-.de.la.sodcdad,. es.la base real sobre la que se alza la supracstructura jurídica y poli-
ifica y-a la que corresponden determinadas formas de conciencia social' y de que-
1'.‘el,régimen de producción de .la vida material condiciona todo el procesó de la .vida
if(.social,,política y espiritual', era indudablemente exacta respecto a l,mundo moderno,
¿..eñ ¡.que predominan los intereses materiales, pero no podía ser aplicada a la Edad
" Media, ..en’:que ,remaba ,el catolicismo, ni a Atenas v Roma, donde .imperaba la polí-
itica. E n, primer lugar, resulta peregrino que haya todavía quien piense que •alguien
^-ignora todos, esos..tópicos vulgarísimos que corren .por ahí acerca dé la Edad Media
,í,y;del mnndo antíguo, Es indudable que ni la Edad Media pudo vivir del catolicismo'
"i .ni, el mundó -antíguo. de la política. Lejos de ello, lo que explica por qué en una era
¿fundamental.la polítira y en .la otra el catolicismo es precisamente .el modo como una
i y : otra-sc- ganaban la vida.... Ya Don Quijote pagó caro el error de-creer que la cába-
t! Hería'/ andante, era una institución compatible con todas las formas económicas de
p-la sociedad/' (I, p. 46.) ■Marx, sin embargo,.no formuló la .teoría de esta explicación.
. , 2 0 0 Engels afirma en,¿'origine cíe la famílle.*. “El factor determinante,, en última
i' , instancia, en la .historia,- es la-producción y la reproducción de la vida inmediata..
ri! este producción,.tiene, una doble .naturaleza. Por una parte, la producción de medios
? de existencia.. i; por otra parte, la producción de los hombres mismos, la propaga-,
¿Ición^de la .especie", “Prefacio”, p. 15.. Al afirmar tal cosa, su fórmula, es inexacta, por-
y vque , el parentesco en las sociedades primitivas funciona a. la vez cómo' relaciones do
S^roducción .-y ;como~ relaciones para la propagación.'de la-especie., ;Por. tanto, el pa-
ís-'^cntcsco "tio.jdéscmpcña^un .papel determinante al -lado de ,1a economía, puesto que*
92 EL" TEMA
209 Por otra parte,’ la‘ riaaoriaÜzación no es la “socíaKzadóri” de las fuerzas "pro-
:,dactiva& C L , Gh¿ rSettelheim;-Erobíémes,de planifícatíon,,-núm. 5.
,:?10 .Marx-Engels/Arc^ v„ ¡ .-V-■ A :>¡> ¡ 4+r n .•
. ;2a i L4 H p ó ti^ de ^estas leyes .de coirespondcutía -y-., deLpapel detennínant^en
último análisis de la economía constituye el-concepto raarxista de b ; historia: •
RACIONAUDAL ECONÓMICA CAPITALISTA .99
d a económica parece mucho más- avanzada que Jas ' dencias del
parentesco o de la religión. E n el seno de. este desarrolló .desigual
la aportación del.marxismo es-todavía;más desigual.,--.-J J ; -,:-
Podemos ahora contestar nuestra pregunta: la cuestión de la
radonalidad económica depende de la cienda y .no de'lá ideología.
Para contestáronos fue,necesario elaborar el concepto de racionali
dad económica, a partir de elementos ..dispersos, en prácticas den-
tíficas o reflexiones teóricas muy diversas y a menudo, sin .reladón
directa. E n seguida, nos fue necesario localizar los problemas que
causaban la incapaddad de la. ciencia y permitían la intervención
forzosa de la ideología. Estos problemas remitían siempre a la
cuestión de la necesidad, histórica de un sistema y a la racipnali-
dad comparada de este sistema con relación a los que lo habían
precedido o le eran contemporáneos. La. cuestión de ,1a .raciona
lidad de los sistemas era a la vez la de .la .racionalidad de la ciencia
económica. Era. necesario, por lo tanto, determinar los conceptos
y*los métodos- que permitirían a esta ciencia comparar-sistemas sin
enredarse en un, juicio de valor a priori.y en una elección ideológica.
Era necesario, después, determinar los-conceptos, y. los . métodos
que le permitirían captar lo económico en su relación interna con
lo no económico, es decir, informar sobre.la racionalidad econó
mica como un aspecto de una racionalidad más amplia, social.
Estos conceptos, y estos métodos. convergían hacia ,una .hipó
tesis unificadora: la existencia,, de leyes de correspondencia nece
saria entre las diversas estructuras de j a vida social,. leyes. que
' manifiesten- la s , propiedades objetivas de esta ú ltim a; y , q u e . la
ciencia tiene por, tarea- descubrir. .
Sobre esta base .teórica era posible construir el concepto cien
tífico de racionalidad económ ica.Construir un concepto es distin-
■guir y definirt los problemas que señala y volverlos, a plantear en
un orden.que. los vuelva•inteligibles, y solucionables. Es. produ
cir una “problemática i;teórica”. , Hemos: diferenciadola raciona-
Hdad d e l. comportamiento; económico de los ..inchviduosde _la
racionalidad; del .funcionamiento y de;la evolución del sistema en
elcseno d d ^cual, actúan. Hemos diferenciado, los aspectos inten-
.dónales yrnovintentionales del comportamiento'de los individuos
y del.fundqnamiento local o global del sistema.. Hemos mostrado
que este análisis -remitía.,el problema dé las condiciones de aparidón
y de desaparición de. este, sistema a su.,racionalidad, histórica y que,
finalmente,; esta radonalidad histórica exigía inevitablemente com
parar^ este sistemaba los que; lo habían ..precedido, o .le .eran ^con
temporáneos.;; , , ..., . _.. • . ...¿-v ,.;.. ; _,./ V ■J.
• -En definitiva,,mostramos que.no había racipnalidad.económica
100 • E L . TEMA
Por lo tanto^la;teoría:económica
e^nónuca7>.p^po^pnándoÍejm -¿im ^^eatof,és^(M <deja|i^^<<.'
Insistíamos ^gaaimente'Sp'bre la nodón d é la /Jcprnpat^iüdad ;fun:
donal” de las estrnbturas y; sobre, la ,ppsiibíÚdad':dé:.u tííi^ ;^ p lia -:
mente las matemáticas en la teork-m arasta. Esbozábamos’^
análisis del tiempó5^económico”. ■finalm ente,- ■poníamos -eá ■*eí
fundamento de estos análisis la teoría del valor que presentábamos
como la hipótesis necesaria de una ciencia económica racional.
Diferenciábamos categóricamente teoría del valor y teoría de los
precios y recordábamos al lector que no hay en Marx una teo
ría verdaderamente desarrollada de la competencia, de las crisis,
etcétera.
Sin embargo, habíamos fracasado en el punto esencial, el aná
lisis del carácter específico de la noción de contradicción en
Marx. Nos contentábamos con suponer que Marx había vuelto
a poner la dialéctica sobre sus pies y dejábamos coexistir la noción
de totalidad diferenciada en elementos no idénticos y la noción de
identidad de los contrarios. No podíamos, por lo tanto, desvincu
lamos verdaderamente de Hegel y articular uno sobre el otro el
análisis de la estructura y el análisis de sus contradicciones. Nuestro
texto afirmaba que sólo existía un método, pero se apoyaba, co
jeando, sobre dos.
Al mismo tiempo, la imposibilidad de desligamos de Hegel
analizando la naturaleza de la contradicción fundamental y no
intencional de las estructuras del capitalismo, no nos permitía
tampoco desligamos completamente de Husserl y rechazar la no
ción de subjetividad y de intexsubjetividad constituyente, aunque
hacíamos la crítica de todo tema “abstracto”. Al final d éla cadena,
nos encontrábamos en una filosofía del trabajo como esencia del
hombre, al borde de una ideología “humanista”, mas cerca del
joven Marx que d d marxismo.
Nuestros siguientes textos fueron testigos de nuestro progreso.
Al descubrir que d Marx de 1844 negaba a Ricardo en d momento
mismo en que pretendía “fundar” la economía política, rompíamos
definitivamente con cierta filosofía ideológica. Con los trabajos
sobre el valor y los predos y sobre el marginalismo, tropezába
mos con las difíciles nodones de óptimo y de escasez. Paro el paso
decisivo fue d encuentro con la antropología. Con ella, logramos
cambiar el centro de nuestro pensamiento en reladón a las “evi-
dendas” espontáneas délo que se llama la experiencia y en reladón
a los prejuidos de nuestra propia sodedad.
Pensamos haber avanzado un poco en economía y en filosofía,
porque ésta se encontraba siempre en funciones cuando tratába-
102 . . . i:'EL TEMA
< 17 Después.de,Marx,..no ha,, cesado esta pretensión del filósofo \de,;,aportar a las
ciencias-y a la .práctica; el.fundamentó faltaste. Hace algunos ..años,. el: filósofo
—aunque fuese •marxista— quería . ser-rey ,y.,guiar .la,, política. ,La paradoja - —que.
hacía tan difícü la .crítica de esta pretensión—;:radica;en que este viejo1sueño, platónico
se justificaba.jeni.nombre dd.coaoamiento.de la prioridad, de.,1a.praxis.El,.-filósofo ,
“marxista" se .a e ía ; salido "de;.la . caverna, pero el sol que contemplaba; pertenecía
al délo manido - dé la .. antigua .conciencia filosófica, ;la .que, Marx .tenía que ,abolir.
paiaser marxista..^ .-é :• h ■' ' • :•••,-•1
■i®. Remitimos')al.excelente;análisis, de :J. T, Desantí, “Histoire/ct^.erité", Revne .
IatematíonaJe„He PMosophie,19 58,;;n? 45-46-, ^Nuestra interpretación de la relación
entre'los dos conceptos que, en sus comienzos, dominan la. filosofía de Marx,- el con-
i 16 lv-YCIONAUÜAD DE LA' TEORIA ECONOMICA
Por lo tanto, vemos que Marx disocia los elementos del hegelia
nismo, los retoma o los rechaza, es. decir, no los acepta tal como se
dan. Practica en la filosofía lo que todavía no puede hacer en la
economía política. Muestra que Hegel reduce d hombre al espíri
tu, la autocreación de sí a la actividad del pensamiento, y la opo
sición del hombre al mundo a la oposición de la conciencia y de su
objeto. La historia se reduce a la dialéctica de esta .oposición,
sil orden a la concatenación dedas categorías del, pensamiento
y su finalidad a la necesidad de la reconquista de sí en d ;Objeto y
del objeto en el Sí.32 Al analizar la diáléctica hegeliana, Marx
la considera como üii “falso positivismo” y “un criticismo “aparen
te”, ya que desemboca en la justificación de) orden establecido y
en lá confirmación "del hombre en su .enajenación.' '
.'J ‘ Al término , ae esta confrontación,,se “encuentran afirmados y
desarrollados los .elementos de la basé teórica del pensamiento de
Marx: la crítica filosófica y-política del idealismo hegélüno y la
reconquista del, método dialéctico al servicio dé una teoría de
la enajenación. ,, Pero esta base se modificó al desarrollarse, ha
ciendo aparecét ,y actuar .en primer plano ,el concepto, de praxis.
Sin embargo^ .este concepto-ofrecería ¡a .Marx la oportunidad de
“caer -en s u ;supremo'vértigo;.filosófico J ‘Al reflejarse^ en la imagen
especulativa' dé la verdaderá:esencia dep hombre, el concepto de
praxis se detractaría en dos' conceptos opuestos, el verdadero tra-
s i Manuscrito,, pi 132,.A. Comu, p. 146.:, 1 .
32 Ver la exposición de A. Comu, pp. 144-153- Haremos algunos reproches al
‘ autor por nohaber ilustrado lo que llama la. reducción1hegeliana- dé la realidad a "con
ceptos .concretos” :(p. -143).; 'Esto 'qaeda:;osairo;;a.¡menos' que se hayan.leído-los
Zusatze de; la ;"Gran lógica" y 'L a enadopedia’V ya que por principio Hegel plantía
la realidad como df concepto "en sf'j y ál nusmó tiempo J'otrq que sf ■- Este principio
;cs el exceso especulativo qud inangnra'¿1 idealismo absoluto’
122 RACIONALIDAD DE LA TEORL-V ECONÓMICA
Antes de esta última etapa, Marx sellaría su. alianza con Engels:
Inglaterra.había permitido a Engels ver la importancia de la p ro
dacción en el desarrollo de la1humanidad- Como a Marx: e inde
pendientemente de él, la sociedadiburguesá se le-aparecía- como la
inversión de las “verdaderas” relaciones humanas, -la enajenación
suprema, de la humanidad deshumanizada.'-Serímponía la. revo
lución social que instauraría-un orden social -racional y humano
Por lo tanto, la "base teórica de Engels era la misma que la de
Marx. El concepto de enajenación y el concepto de praxis; tenían
las mismas relaciones, a través de una problemática filosófica de la
verdadera esencia del hombre. Esta comunidad de puntos de vista-
logrados, independientemente, cimentaría la alianza de- los dos
hombres, pero -Engels no había ■desarrollado su nueva concepción
del mundo y esta-diferencia explica que Marx haya tomado desde
el principio de la alianza el papel'dirigente. v M .v ,
Juntos deciden luchar contra los hegelianos'de derecha. . Lá
Sagrada Familia surgirá de este1proyecto. En esté texto' se adquiri
rían nuevos resultados. ,
‘ M arx; demuestra que el idealismo hegeliano que convértíá la
idea en un sujeto-objeto y. unía el mirado y la idea'en un mismo
desarrollo se volvió, en los' jóvenes hegelianps, la oposición7pobre
y exangüe de la conciencia de sí y de‘la “masa”Á Las ilusiones d.e
la filosofía especulativa aparecen bajo una luz más caricaturesca,-al
desembocar en un individualismo impotente y sometido arias em
presas reaccionarias del estado prusiano. Marx defiende contra"B.-
Bauer la Revolución francesa. Él terror fracasó porque contradecía
los intereses de' clase de la burguesía-. ; Defiende á Proudhóm por
haber'abierto1la vid' de una'crítica--fundamental de la propiedad
privada. Sin embargo, -subraya1cuán lejos se encuentra Proudhón
de esta crítica radical 'cuando quicré' generalizár la 'propiédad' pri-'
vada bajo la forma de-posesión. 'Desarrólla la idea de la necesidad
del socialismo, “unión del materialismo' y del humanismo”. ‘Fiñál-,
m ente,' critica la negativa de Bauer de otorgar a :los' judíos sú
ANEXO
EL MÉTODO HIPOTETICO-DEDUCTIVO
11 El capital, n, p. 375.
■: 12 Estas citas aportan , un material importante-pata ■elaborar .una'teoría dcT conocí-'
miento económico.. Marx sabía que la investigadón: concreta en-economía-erige la
utilización de instrumentos estadísticos y que el conodmientó radonal es siempre
un "conocimiento aproximado". El análisis "puro"' proporcióna los conceptos y las
definidones para una investigación que no será-empírica ni dega,, pero el conocimiento
de la realidad económica concreta sólo puede ser aproximado. El instrumental ma-
134 RACIONALIDAD DE LA TEORIA ECONOMICA
sim;
pie y- lá -desarrolla éri más de 100 páginas; empero, esta "premisa.
v v
C c -j-v
ie capital, n, p. 462.
17 Ibid., n, p. 352. .....
, is Ibid, m, p. 64.' Hay un "tiempo” lógico,, tiempo ideal de ;la reflexión, quc_
no es el de la temporalidad concreta. - Al respecto, ver el artículo de Víctor Gold-
schmidt sobre el tiempo lógico y las estructuras de los sistemas .filosóficos. .-
m Ibid.Tm, libro 1, cap.nr.
136 RACIONALIDAD DE LA TEORIA ECONÓMICA:
■so Esto no siempre lo han visto los economistas maixistas. No habían analizado
todas las posibilidades que ofrece la teoría de Marx. Criticaban, la utilización de las
matemáticas .practicada por ciertos economistas no maixistas, pero llegaban a rechazar
el uso de las matemáticas mismas. ■ '■V
21 El capital, m, p. 64. ■
2® Ver Ch. Bettelheim: Nouvcaux aspeets de la théoríe de fcmploí. c.n.u.;
p. 11.
ESTRUCTURAS DEL METODO DE “ E L CAPITAL" 137
28 Esto constituye, por una parte, la ilusión especulativa del .pensamiento teórico
de "deducir" lo real, de plantearlo. Volveremos sobre este puntoen otro :artículo, al
estudiar la noción de "reproducción" en Mane y la concepción epistemológica que
envuelve. ■■ .. ■ -
140 RACIONALIDAD DE LA TEORÍA ECONÓMICA
30 El capital, tomo i, p. 3.
.146 -:RACIONALIDAD DE LA TEORIA ECONÓMICA -
naturaleza del procesp.de su producción; .en. dejarse llevar: por.las
características del. objeto ,hacia. las.,-características . del procesó de
producción del objeto, es decirr ,hacia, lasj; estructuras del trabajo
humano productor.. . . , . /
,i:;.El >método va. de lo constituido a-lo-constituyente.A quí, la
comparación Marx-Husserb encontraría: úna de sus bases más exac
tas. Pero el constituyente al cual:remite Marx es el trabajo hu
manóles decir, una reladón social históricamente determinada y no
la actividad trascendente de una conciencia:absoluta. La compara
ción Maix-rHusserl estriba en una manera idéntica de analizar la
esencia-de un objeto, de taljmodo-que esta esencia encierre la inte
ligibilidad del sistema dé los actos sodales que la producen i La
diferencia Marx-Husserl se manifiesta; cuando se analiza la natu
raleza de la actividad, constituyente. La hipótesis filosófica de un
sujeto ideal absoluto se, rechaza en nombre de la experiencia, de la
cual no puede informar (la praxis material e histórica, dé las socie
dades)1*. La hipótesis :filosófíca de un sujeto histórico, aria vez pro
ducto y. productor de su actividad- práctica, la hipótesis delrma
terialismo dialéctico, la-desarrolla ¡Marx para informar .de esta
actividad constituyente.37 Esto constituye la relación general entré
la filosofía^ la teoría económica y la historia en la obra de Marx.
■Sin embargo/ ¿cómo se opera concretamente esta ,remisión de
lo constituido a lo constituyente/ cómó; sé articula este análisis.pro
pio con el que se desarrolla a partir ;dé la!téoríá de la plusvalía? :'
. Al analizar el'"objeto merc^nda” : Marx aísla dos éstmcturas
aparentes de éste objeto: sú valor dé uso y su valor de cambio.
i; Los valores de uso remiten "a lás necesidades humanas de cual
quier especie” . Sobre esta base, no ¿s posible ocultamiento alguno
dé los' caracteres originales, del proceso productor de mercancías.
Los valores de usoó:emiten simplemente a las necesidades naturales
■Ojartificiales del hom bre.'Esta relación és cualitativa:
... ■„ . |, .. ' h ,
Hemos demostrado: ¡ , .
1] Que el análisis de la plusvalía depende en gran medida del
análisis de la mercancía; ■; .. ..
2] Que él análisis de la mercancía, constituye el núcleo de “sen
tido” sobré el ‘cual se edifica todo el movimiento de remisión , de
una estructura a otra.
Sin embargo, todavía no hemos explicado la inversión .de mé
todo que se opera al realizar el análisis de la plusvalía,, sustituyén
dose el movimiento que lleva de lo constituido a lo constituyente
por el movimiento inverso. No hemos terminado, pues, de .infor
mar sobre la arquitectura de EZ capital.
Hemos' deducido la fórmula general del capital D — D ' y he
mos visto que el capital es dinero “que se reproduce”. D produce
D -J- AD, y dJD es la plusvalía. La cuestión que se plantea es,
por tanto, que debe ocurrir algo que haga posible la formación de
■una plusvalía. , . . . :
A menos que se suponga ,que el dinero engendra por sí mismo
'dinero, hay que buscar ,una mercancía especial
cuyo, valor de uso posea la . peregrina cualidad de ser fuente de valor, cuyo
consumo efectivo fuese, pues, al propio tiempo, materialización, de. trabajo
y, por tanto, creación de valor.45 * .........
2. E L M É TO D O D IA LÉCTICO -
EL OBJETO DE LA DIALÉCTICA
método separado de- sus ¡resultados, o al menos sólo es operativo al permitir estos
resultados. Es, simultáneamente,, d avance que los constituye, los precede y al mismo
tiempo que se inscribe en su centro. Es ,a la vez. interno y externo en relación con
los resultados y esto aclara la frase de Marxsobre la diferencia solamente formal entre
el método de investigación y el método de exposición. Esta diferencia no excluye
süs identidades esenciales. Este doble aspecto se apoya en la naturaleza doble de la
relación entre el método ,y el contenido, rdadón que es a la ver exterior e interior
respecto de este último. ,' i. • - •
Para nosotros, que -"hacemos explícito” el método, de .Marx inmerso en el con
tenido de la teoría, es posible colocar de nuevo d método "antes” del contenido.
. 57 En la obra de Marx, hay un conjunto de textos sobre la dialéctica que sería
preciso reunir. Ver Aíanuscrit économico-politigue, M iséis de la phüosophie, y Engcls:
Ludívíg Ecuerbach et la ím de h phnosopbie chssiqae allemánde. ' ,
ss Esta dificultad es la de la artículádón de la "fenomenología del espíritu” y
de la "dencia de la lógica" en Hegel.
162 NACIONALIDAD DE LA. TEORIA ECONÓMICA
sistema específico, .es decir, 7de .unR totalidad en m ovim i^tp ¡que
circula sobre sí nusma. t Máxx"distingue ;lxes modalidad^. esté
proceso cíclico: el ciclo del capital dinero, el ciclcr.del capital pro-,
ductivóy d ciclo'.deL capital; mercancía/
P ~ M ' — D' — M ;— P
(M ' — Jp' — M =='proceso de circulación total)
DI m fT —P
P — M 'j l_ ^ D '~ - { : '— M p \ ‘
!d \ M ^ t-M/)
r x — P — M ';
■ , (M ) . f D — M {.
; -
(T
p -M '-jy -M '\ ...F
W
se hacen valer más bien simultáneamente dentro del espado!' o más bien
.sucesivamente en él tiempo; el conflicto entre estos factores ■1'en-,'pugna se
abre paso periódicam ente en form a de crisis: Las crisis son siempre so lu -.
d o n e s violentas puramente momentáneas .de las contradicciones existentes,,
erupciones violentas que restablecen pasajeramente el equilibrio roto. La
contradicción, expresada en términos muy generales, consiste en que, de .
una parte, el régimen capitalista de produedón tiende al desarrollo absoluto
de las fuerzas productivas, presdndiendo del valor y de la plusvalía implídta
en él y prescindiendo también de las condiciones sociales dentro de las que se
desenvuelve la producción capitalista, mientras que, por otra parte, tiene
como objetivo la conservación del valor-capital existente y su valorización
hasta el máximo.82
32 El capital,.tomo m, p. 247-. -
83 Dejamos totalmente de lado la discusión de este problema, puesto.que nuestro
obj cto consiste ’solamente; en" mostrar la1naturaleza del análisis dialéctico y de su. cam
po de aplicación:. ' ''' ■ ■■■' i:'
Cfr Gusten, ,Die langfristigc Tcndcz der Piofítrate bei Karl Marx'und Joan
Robinson, Mfiuclicn, 1960. ' ■ ' - r -
184 -RACIONALIDAD DE-LA TEORÍA -ECONÓMICA
No .es un régimen ■[de producción] absoluto, sino un régimen puramente•-
histórico,- un sistema de producción que corresponde a una cierta. época- li
mitada de desarrollo, de las condiciones materiales de producción*85
E L M ÉTODO DIALÉCTICO
EL MÉTODO HJPOT^CO'PEDUCIiyÓi
i ] . Sirve para el- análisis de la esencia de las estructuras económi
cas fundamentales dd'sistem a y de sus relaciones “lógicas” y las
ubica en función; de estas relaciones en el seno de una “génesis
ideal”'q u e explica'su orden; y
>2] sirve para deducir las combinaciones, posibles que pueden lo
grar tales estructuras y de este modo indica ciertas formas de mo
vimiento de estas estructuras. • ■■■:
- Este-método asegura en gran parte el-paso del pensamiento
cátegorial al pensamiento de cálculo.
A partir de aquí,: resulta finalmente posible plantear y resol
ver el problema último del método de El capital.
' a*' por tanto, los dos métodos bailan sil fundamento en la teoría1del valor;^esto'
termina la demostración ldel rigor.de la síntesis que realiza Marx.:
19.0- . RACIONALIDAD DE,LA. TEORÍA ECONÓMICA;.
to ta l to ta l ,6 a ’. 6b; .6c. 54 .4 8 6 6!
En la columna "mercado" éa 6b 6c 54 54 —
—
figura el monto del valor de 3
3. (+ 8 f . t )
los productos vendidos (y '! " 3 1 ' S .a . 6 c. 21 10 . 11
3, 2c 9 6
comprados); entre parénte 4
11 a . 2b . 3, 3 II á ': • « ■ ■ 3 ■3. (4 f .t.) :
sis, el monto del valor rtp 9 . 6 .
la fuerza de trabajo (f.t.) 3 11! . 1, — -. í:3 3 (4 f .t .) ,4
III ■ a- 2c 9 : . 6 3;
vendida (y comprada). 3
IV 3 IV 6b 21 10 . 11 (+8 f . t . )
a 2b 9 ■ 6 - 3. 3 '
Las flechas que van de un
3 V ■ ;a ■■ —■ 3 3 (4 f .t.) 4
productor al .otro indican que 'V a 2c 9 ’ 6 ' 3^
el primero es obrero asala VI a". _ 3 3 (4 f . t . ) 4 *
Vi 2b 9 6 3 ‘ 3
riado del segundo. ■ 22 22
18 6á' 6 b"’ 6c 54 32’ (+16 f . t ) (+16 f.t.)
to ta l 6a 6b 6c 54 .36 18 to ta l
Se supone que la reproduc
. 6a 18 , 6 12 6
ción es simple; Toda la plus-' 3 “
5, 1 " (<-6 f .t .)
valía la consumen improduc 1 2a 6c 24 . 11 • 13 (+10 f.t.)
tivamente los capitalistas. <v' II- — .. —- ■« . (6 f . t ) 6
1) 1/?a. 1 1/2 ' 1 1/2 (5 f.t.) 5 . r r 1-
6b • 18 6 12 6
1 1/2 V1/2 ( 5 f .t) 5 - ■
111. ( + 6 f .t.)
*111 1/2 a -
< ( 6 f .t .) 6
24 11' - \T - 3 IV - . _ ■- -
IV 2a 6b (+10 f .t)
k. 6c 1 18 6 12 6
V 1 /2 a - - 11/2 1 1/2 (5 t t . ) 5 y - ' (+6 f.t.)
todo Las teorías dé la plusvalía * Aquí vemos que Marx toma de.
nuevo los conceptos de'la ciencia económica,, elaborados,de Aris
tóteles hasta‘Ricardo, y .los. vuelve .a elaborar en forma crítica, con-:
frontándolos con la realidad, con la historia, etc. El momento de,
la reestructuración,' punto de llegada y punto de partida al mismo;
tiempo, es el mismo que hace surgir las hipótesis en las ciencias..
■Esto aclara algunos desarrollos de nuestros, artículos precedentes, .
ubicándolos de nuevo en la perspectiva del movimiento dialéctico
total que permitió el nacimiento de El capital.
Comparamos este movimiento con lo que tratan de lograr, al
gunos fenomenólogos. Pensamos que el análisis intentado por
estos últimos facilita el estudio de las estructuras, sin poder expli-
citar su génesis o, por lo menos, como lo veremos después, omi
tiendo considerar sus contradicciones y. desarrollando la investiga
ción de la génesis sobre una base idealista y no materialista. •La
génesis no se busca en las actividades de un sujeto práctico,' lnst<>
ricamente determinado, sino en la actividad que constituye un"
sujeto imaginario,- el sujeto trascendental absoluto. Sobre este
•punto, ya esbozado en el capítulo anterior, deseamos una discusión
y una reflexión comunes con los especialistas del pensamiento
idealista moderno.16 •
2] El segundo aspecto del análisis de la mercancía que re
quiere un comentario metodológico profundizado, es el avance
de Marx para ir de los caracteres del objeto de una mercancía
hacia el origen y las características de la actividad productora de
este objeto. Recordemos la estructura de este avance.17
Marx describe las apariencias de una mercancía cualquiera:
úna pipa, por ejemplo. Este objeto tiene un valor de uso: sirve
para fumar, y tiene un valor de cambio: cuesta un cierto precio..
Marx busca después el origen y las condiciones de posibilidad de
cambio de las mercancías con valores de uso cualitativamente he
terogéneos. Tienen que tener algo' en común a pesar de su diver
sidad cualitativa. El análisis progresa hacia el origen de la pro
piedad de las mercancías de ser cambiables. Empero, esta cualidad
común que las vuelve cambiables es “el hecho de ser productos
del trabajo”. El proceso del conocimiento consiste, por lo tanto,
en dejarse llevar por el análisis de las estructuras del objeto hacia
su origen. Desde que se revela este origen, la naturaleza mis-
* Véase lo relativo en las partes correspondientes de El capital, que Godelier
titula Las teorías de la plusvalía, o sea, tomo ni, sección primera. [E.]
Coincidimos aquí con algunos nuevos análisis de R. Garaudy en Perspectivas'
de rhomme,. sobre Husserl; ver, por ejemplo, p. 33.
17 Habría que consagrar al análisis de la mercancía (El capital, t. i, sección pri
mera) un estudio minucioso de todas las etapas de la demostración.
-ALGUNOS' ASPECTOS DEL METODO DE "E L CAPITÁ^” 205
is Sobre el plano filosófico, constatemos que este esquema de avance que sé de
riva de lo constituido a la actividad constituyente,, se encuentra en su estructura for
mal en la dialéctica hegeliana, en la génesis trascendental husseriiana y en la dialéc
tica de Marx. Sin embargo, este avance no se realiza sobre la misma base filosófica,
sino sobre la base de un postulado idealista o de un postulado materialista (en
Husserl, además, este avance no se apoya, explícitamente en la noción de contradic
ción). Esta diferencia es ¿senda! La fecundidad del análisis dialéctico y su racio
nalidad'científica sólo son1radicalmente efectivos •"sobré la base del materialismo".'
Cf. Engds: Ludwig Feuerbacb; Marx: La ideología alemana, etcétera. ;,- i
Capítulo anterior, pp. 149-150- Cf. El capital, tomo i, p. 15.
,206 RACIONAJUDAD DE E A , TEORÍA ECONÓMICA
RESULTADO
y s ío r d e u s o 1 (polo cuantitativo)
MERCANCÍA 4
Valor de cambio (polo cualitativo)
1 1ercancía específica)
(m
DINERO
(papel de equivalente universal) —
I
CAPITAL (form a: específica del dinero)
| d— 4 -0 ’ ( D + A D )- — ►
PLUSVALÍA
t
ORIGEN
FUERZA DE TRABAJO '
(Tíena com o v alo r de uso producir v alor de cambio)
Trabajo concreto (polo cualitativo) J'
mercancía Di n a m i c a
—►'dinero
i—►capital absoluto . Acumulación Circulación — +• Ganancia
•^ ■ p lu sv a lía —►plusvalía •simple Raproduc- (forma transfor
'] ' (elemento del ■' relativa origina ría ■ ciórí ■ mada de la plus
capital) ampliada . valía) Ganancia:
de empresa. .
Tasa de interés
Renta de bienes
raíces--'
LA M EDIDA’;DEL VALOR:
PROBLEMAS DE: ADM INISTRACIÓN ÓPTIMA-
DE UNA ECONOM ÍA ‘SOCIALISTA.
Por esta razón, los debates nacen de ' una preocupación por*
la eficiencia análoga a- la que tuvieron los fundadores de la eco
nomía^ Smith. y ;Ricardo, :frente a su -tiempo. Más profunda
mente^ el debate se articula en forma directa con dos. conceptos*
de la economía política clásica y no es un azar que el profesor
Csikos-Nagy analice el firs real cost de Smith.
¿Cuáles son, pues, los problemas prácticos que impusieron
el análisis de las nociones a la vez agregadas y desagregadas de
precio y de valor?
Se trata, brevemente, de los problemas planteados por la gran
rigidez de los sistemas d e 1precio actualmente .en uso en las eco
nomías socialistas. Las producciones están' planeadas consciente
mente, es decir, las cantidades y los precios están fijados antes que
los productos se pongan en circulación. Se toman las decisiones
con base en el cálculo del precio de costo, pero como los precios
no tienen como tínica función expresar los costos, el sistema de
precios no coincide necesariamente con el sistema de costos. En
efecto, los precios tienen una triple función:
1] Sirven cómo herramienta contable para medir los costos
sociales de la producción.
2] Operan- como instrumento de la distribución del ingreso
social neto.
3] Desempeñan el papel de estimulantes económicos, insti
gando a los productores a la innovación.
Con las funciones 2 y-3, los precios de los productos podrán
apartarse de los ■costos de la producción. Csikos-Nagy muestra
claramente, por ejeinplo,: dé qué manera la planeación de los pre
cios de 1los productos agrícolas es una planeación indirecta de los
ingresos' campesinos y constituye un elemento esencial de las re
laciones sociales egrtre la clase obrera y la dase campesina.' La
estructura de los precios agrícolas, por lo tanto, depende en gran
parte de decisiones que conciernen a la estructura de la redistri
bución ' del- ingreso nacional. '■
Como consecuencia de las decisiones sobre la distribución del
ingreso nadonalj se acentúa la separación entre los precios y los
costos, con el desarrollo simultáneo de los dos tipos dé redistri
bución, la que se hace según las necesidades y la que se hace
según d trabajo. La importancia relativa de cada una de estas
formas descansa en la escasez relativa de los medios de produc-
dón de que la sodedad dispone.
Otros múltiples'factores .contribuyen a desplazar el centro de
"gravedad del- sistema,:,de, los ,predos en reladón con el: centró
del sistema de los costos: la existenda de puntos de estrangula^
LA- MEDIDA DEL VALOR - 215
yJ el C ( S — 1), remite
/'i
también a
C + V + M . . . etcétera...
4 Ver Lange: íntroducíion to Econometrics, cap. ni, ver también Kalecki, Brus,
■ Laski y Mine en Polonia.
.. y5 Cf. Malinvaud:. Agregation. Problems inlnput-Output and Modeís,' Nueva York,
1954. Cukor: L’établmement et I'utílisation .des iabíeaux interindústriels en Hon-
grie, París, 1962r''"" ■ " "
22Q 'RACIONALIDAD DE LA. TEORIA ECONÓMICA''
3 Ricardo: Principies, Edición Mac Cullodi, pp. 37-59, v Maco El capital, nr,
t. 1, p. 195.
•* Cf. Rudoff HilfeTding: Bbhm-B.rral: ais Marx Kritiker, 1904, passim. V. Paretor
Les svstcm es sotislistcs, Giard, 1902, t. ir, cap. m
3 Cf. el reciente artículo d e Stollbcrg: "Zum vulgarcn Characfcer der Mcthodo-
logie der- Grenznufczenth corre”, en Wirtschzfts Wisscnschzft, Berlín, enero de 1964.
J. DomarcM: Economic polítíque marxiste et économic politique bourgeoíse”;- Tcrups
Moáemcs, octubre de 1946. A. Colombat: Misere de ¡‘économic politique, M. Ri-
viére, 1958, caps. 1 y 2.
•‘TEORÍAS MARGINAliSTÁ Y ; MARXISTE?TDEC VALOR 225-
carácter de estas necesidades,'. el que broten por ejemplo del estómago o,''dé/
la fantasía, no interesa .en lo más mínimo para estos efectos.7 .
V = c -f- v ]t>9
Para que los precios, a que se . cambian entre sí las mercancías, correspon
dan aproximadamente a-, sus valores-sólo es necesario-. F que. el cambio de
las diversas mercandas deje de s e r. un ■cambio •puramente casual o simple
mente ocasional;- 2Q que, siempre que; se trate del cambio directo de mer
cancías! éstas se produzcan de una y otra parte en las cantidades proporcio
nales aproximadamente- necesarias para el c a m b io ...} 3Q refiriéndose a la
venta, que ningún monopolio natural o artificial permita a uno de los con
tratantes vender por más del valor o le obligue’'a desprenderse de sus mercan
cías por menos de.,lo que valen.17 , .... . ‘
el valor; .y-que, a. medida, que' esteperíodosea' más-' largo, más importante será* la* in
fluencia ;que .ejerza el costo' de';'pródúcción 'sobré el”,valor/' ' ' ' ■'‘ " ' ■
ís Principies,'p. 291./'/ I--*■y/.-■: -1,;' Z '**' ’ ' . / ,
íg J.’Marchal; Le metarnsme'-cies jmx'/-pp/-266: a:' *282/^Cbámberlini-'La tbéorie
de ía concunence:monopolístiqué,1caps. 51y;7.. / I :: ; ' - r;■ ; ‘■1! :
i r E l capital,.t.. m , p., 182. - Subrayado por1nosotros.
230 RACIONALIDAD DE LA TEORÍA ECONÓMICA.
. ** Habíamos redactado éste desarrollo cuando Leif Johansen, profesor del Ins
tituto Económico de Oslo, nos envió su artículo de agostó de 1963: "Some Obser-
vatioos on Labour Theóiy of Valúes and Marginal Utilities."
El autor desarrolla, un modelo matemático simple al tratar los efectos de las fun
dones de-.preferencia , de dos capitalistas sobre las cantidades de mercancías' produ
cidas y .sus precios y llega a .conclusiones cercanas a las nuestras. Ver, del mismo
autor: ; '■ •'* ■ w
"A note on Aggregation' in Leontief Matiices and the Labour Theory of Valué.”
Econoraetrica, 1961, N*? 2.............
"Mactísm'and Matheraatical Econmics", Monthly Review, enero de 1963.
En el mismo sentido: R. Cameron: “The Labour Theory of Valué in Leqntíeff
Models”, The Economró foumaI,'marzo de 1952; M. Morishima.y F.. Setón: ‘‘•Aggre-
gation in Leontieff Matrices and the Labour Theory of valúes", Econometrica, N9 2,
1961; -R. Medc: Studies in'^ie Labour Thebry of Valúes, Londres, 1956; O. Lange:
Introduction to Econometrícs, 1959,: cap. n, "MarketAnalysis", pp. 95 -y 1S5,
,\:a19 Por dio, también-^posibilidad de una teoría rigurosa del ingreso nacional. Es
necesario precisar que El capital contiene elementos de una teoría del ingreso nacional
sin elaborar/propiamente hablando';1esta “teoría”. Marx describe el funcionamiento
de -una-. economía -que;'se¿.apoya, exclusivamente en las relaciones ■capitalistas-de .pro
ducción. El-.,modelo, de esta.,economía, porVtanto; se ha; simplificado y no corresponde
a'la economía real de un país capitalista. ' A'"' ''
' "''''“Pues aquí 'sólo existén dos' clases: la clase obrera,~ que río dispone .más que:-de
,su fuerza de trabajo, y la dase capitalista, monopolizadora tanto de los medios de pro-
ducdÓn como el .dinero".(EPcapital, t. n, p. 375), . -iv-.1
La crítícá'.de'Maix qué reáUzan. J. Marchál y J; LerañIpn . en 'su obra: La.'répar-
’titíon du revenir natíonal (t, 3, ‘“Modéles classiques et marxistes")’ cae por' esto’xnís^
mo:/'JIubiese sido .paturalí.reconocer, al, lado de. los .trabajadores y' de los .capitalistas,
■la existencia-de otros;tipos"de1agentes y p o re n d c ’d e participantes en la distribución
'dél ingreso nadonal" _(Marchal, ,p.. 377}- y;' "‘
1 " Ver nnestro capítulo “Las estructuras' del método de El capital de Karl Marx”.
TEORÍAS MARGINAUSTA Y. MARXISTA DEL VALOR; ‘ 231
Las “necesidades sociales”,, es decir, lo que regula el principio de la de
manda, se halla esencialmente condicionado por la relación denlas distintas-
clases entre sí y por su respectiva posición económica, es. decir,-‘e n primer
lugar, por la proporción existente entre la plusvalía total y .e l salario- y, en
segundo lugar, por la proporción, entre las diversas partes en que se descom
pone la plusvalía .(ganancia, interés, -renta del suelo, impuestos, etc.);-, por
donde vuelve a demostrarse aquí que nada absolutamente puede explicarse
por la relación entre la oferta y la demanda si no se expone previamente la
base .sobre la que: descansa esta relación.20
Sólo allí donde la. producción se; halla sujeta al control preestablecido de
la sociedad, puede ésta establecer la *coordinación necesaria entre el volumen
del tiempo 'de'trabajo social‘-iriveftido e n 'la producciónr de determinados
artículos y el volumen de lá-necesidad social que estos1,artículos vienen a
satisfacer.2®
escasez de nue
vas capacidades
creadas por el
plan en función
da los objetivos
del siguiente
plan.
OBJETO Y MÉTODO
D E .LA ANTROPOLOGÍA ECONÓMICA
La antropología económica1 tiene por objeto el análisis teórico
comparado de los diferentes sistemas económicos reales y posi
bles. Para elaborar esta teoría, la antropología económica obtiene
su sustancia de las informaciones concretas proporcionadas por e l.
historiador y el etnólogo sobre el funcionamiento y la evolución
de las sociedades que estudian. Junto a la “economía política”
destinada, al parecer, al estudio de las sociedades industriales mo
dernas mercantiles o planeadas, la antropología económica quiere
ser en alguna forma una especie de “extensión” de la-economía
política para las saciedades abandonadas por él economista. Por
lo menos, por su propia proyección, la antropología económica
hace aparecer paradójicamente la economía política antigua o
reciente como una de sus propias esferas específicas que aclara
los mecanismos singulares de las sociedades industriales' .moder
nas. Así, por su proyección, toma la responsabilidad de elaborar
una teoría general de las diversas formas sociales de la actividad
económica déT hombre, ya que el análisis comparado necesaria
mente tendría que desembocar un día en los conocimientos antro
pológicos genérales.;
Actualmente, sin embargo, el estudio comparado de los siste
mas económicos es más, y otra- cosa> que una necesidad teórica
LA NOCIÓN-DE “ SISTEMA”
5-t Salisbuiy: Fiom Stonc to Steel, AMboume Univeráty Press, 1962, Para "lio
análisis detallado de este, libro ver M. Godelxer:,L'Hoirane, rv, 4, pp. 118-132.
>Lá noción de “propiedad .tiene un Acampo de aplicación que rebasa amplia
mente do. económico. Cf. Lowie: "Incorporeal Property in Primitive Sodety", Yale
h\v Journal, marzo .dé 1928, p. -552.. Es significativo .qüe. entre los siane; la tierra
se. jerarquice en la categoría , de . los bienes sagrados inalienables, propiedad a la vez*
de los ancestros muertos, ’de los vivos y. d e .los. ^descendientes que todavía no nacen.
Ver también. Hamilton y; Tfll: ‘/Properh'”,1~EncycIopaedia' of the Social Sciences,
pp. 528-538. - ' - -
RACIONALIDAD DE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS 267'
so A. Métraux: Les Incas, Le Seu3, 1961. Sobre los aztecas ver el importante
articulo de A. Caso: "Land Tcnure among the Ancicnt Mexícans”. American Antíiro-
pologist,-agosto de 1963, vol. 65, N9 4, pp. 862-878.
60 Cf. Duby: L’économic rurale ct la vie des eampagnes dans Toccident médié-
val, tomo i, p.. 115.
RACIONALIDAD DE LOS: SISTEMAS ECONÓMICOS 269
los medios materiales necesarios para su ejercido1. -Aquíitstmbién. lo'
económico es inherente-a toda actividad no económica.-'.v consti-
tuye un aspecto de toda.-actividad humana y, Recíprocamente,:las
actividades no económicas están ,vinculadas^rgámca-ménte^las-ac^-
tividádes económicas a lás cuales dan sentido y finalidad. - Al mis-
mo tiempo el desarrollo de las actividades no económicas supone
la existencia de un exce_deate^ecQnómico, es decir, no lo que está
■"efe más”,61~im superávit absoluto, sino lo que rebasa el nivel
socialmente reconocido como necesario para la subsistencia de los
miembros de una soCiedad. En-su obra From Stone ta Steel, don
de describe lás condiciones y los efectos de la sustitución del
hacha de piedra por el hacha de acero entre los siane de Nueva
Guinea, Salisbüry pudo medir el hecho de que las- actividades de
subsistencia que tomaban el 80 % del tiempo de trabajo de: los
hombres equipados.con hachas de piedra tomaron 50% con el.,
hacha de acero. EJ_tiempo "ganado?_l_no fue, consagrado por lo s.
sianeja^jn^ ltip li^ LJms^^ e d io s jg a tCTiales de subsistencia, sino a
[ multiplicar las actividades extraeconómicas, las fiestas, las guerras
Y ~los ria je£T~Esta™eleccion~entH^los^díversos usos' de su tiempo
expresa lá jerarquía de los valores que los siane atribuían a-sus
■diversas actividades.62 Tal ejemplo^ que se1asemeja' al' de los tiv.
' esclavos, ejercido por la^aristocraaa Saiakolé ¿3 antiguo remolde Ghana en'
glo xvi, y d control del agua y dé flas tierras .ejercido por el rey ¡entre los . interina
, de. -Madagascar . en el .siglo xvm;.. c£.rp v.Condominas: FoJcon'oIona et Ies coUectivités
rurales en Imerroa, capsJ 1, Z. ' •
RACIONALIDAD DE LOS . SISTEMAS ECONÓMICOS 291
ios Cf., sobre este problema, las obras de P. Einzig; Primirive Money in its
EthnoJogical, Historycsl and Ecoaomic Aspccts, 1949; Quiggin: A Surrvey oí Primitive
Money. ■ The Beginnings oí Currency, 1949; R. Firth: “Curren cy, Primitive",
Encyciopedia' Biitnnnieu.
io¡> Wilmington; “Aspects of Moncylending in Northern Sudan", The Middle
East Journal, 1955, pp. 139-146.
no Bohannan: "Some Principies o£ Exchange and Investment among the Tiv",
American' Anthiopologist, 1955, voL 57. Del mismo autor: “Tiv Markets", The
RACIONALIDAD DE LOS SISTEMAS* ECONÓMICOS . 29 3. •
mente" económicas. A la, inversa, cuanto más simple sea una so
ciedad, menos posibilidades habrá de aislar lo económico rde jo s ;
demás elementos de la vida social y más complejo será el análisis
de un mecanismo aparentemente económico, ya que toda la con
figuración social se.encuentra directamente presente en el seno dé
esté mecanismo.,E n cierta foraia, la simplicidad -de las categorías
de pensamiento parece ser la inversa de la complejidad de las es
tructuras de la realidad social. En este sentido, lo “superior expli
ca lo inferior” porque produce conceptos “simples” y por ello
también la economía política es él punto de partida de la antro
pología política. Al final, empero, la antropología económica des
cubre que la economía política no basta y que ella puede proporcior
narle la perspectiva que casi siempre le hace falta para delimitar
sus contornos y su campo de validez teórica e histórica y quizá
para sugerir que se aclaren en su seno “térras incógnitas”, zonas
vírgenes, y que explore su propio mundo como un etnólogo.121
Querer que la economía política'122 sea ya la teoría general
de lo económico lleva a perder de vista la dimensión sociológica
e histórica de los hechos, a convertir un hecho social en hecho
natural, a negar los hechos recogidos en las sociedades primitivas
o deformarlos, incluso a equivocarse en cuanto al funcionamiento
real demuestro propio sistema económico y finalmente a olvidar
el buen método que supone que un mismo elemento toma un sen
tido diferente en conjuntos estructurados diferentemente. Se pier
den los hechos, se pierde él método y se pierde la ciencia; ¿por
qué? Porque se perdió el puntó de vista antropológico, d punto
de vista comparativo, porque se sigue la pendiente “natural” de
una cultura tomando la propia sociedad como referencia “absolu
ta". Se toma en una forma no crítica la racionalidad de la eco
nomía occidental £pmo lá única racionalidad posible, es decir, se
justifica al analizar^ lo cual es propio del acto ideológico. ¿Acaso
el;concepto de racionalidad económica puede escapar a la ideo
logía y tener un contenida científico? ¿Acaso existe una raciona
lidad ..“económica”?
:„14T Cf. Sahlins: "Políticá! Power aad.the Economy in prinritíve Sodety”, artícu-,
lo citado. -
312 RACIONALIDAD D E , LOS SISTEMAS ECONÓMICOS
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