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El sueño en el primer año de vida:

¿cómo lo enfocamos?
G. Pin Arboledasa, A. Lluch Rosellób
Servicio de Pediatría. Hospital Quirón.Valencia. España. Grupo de Sueño de la Asociación
a

Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). Grupo de Sueño de la Sociedad Española de Pediatría
Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). Grupo Pediátrico de la Sociedad Española de Sueño (SES).
Comité Español de Acreditación en Medicina del Sueño.
b
Pediatra. CS Ingeniero Joaquín Benlloch.Valencia. España. Pediatra asesor de la Unidad Valenciana
del Sueño. Grupo de Sueño de la AEPap. Grupo de Sueño de la SEPEAP. Grupo Pediátrico de la SES.

Objetivo biopsicosocial inestable y dinámico; su


Evaluar los datos disponibles en la ac- evolución dependerá de la armonía entre
tualidad sobre el sueño y su evolución estos tres factores y constituye un ele-
durante el primer año de vida, de manera mento básico del hábito de vida saluda-
que los pediatras de AP puedan aportar a ble. Dormir bien es un derecho de salud.
las familias elementos de juicio suficientes La evolución de los ciclos vigilia-sueño
que les permitan adoptar las actitudes es un hito importante en el desarrollo
que crean convenientes de una manera precoz del niño, que refleja cambios evo-
documentada. lutivos en la actividad neuronal que ocur-
ren en diferentes regiones del cerebro1.
Introducción: concepto de sueño Su desarrollo y características están con-
El sueño ocupa gran parte de la vida de dicionados por la etapa del desarrollo y el
los seres humanos; en general, un tercio ambiente socioeconómico del niño. Así,
del total de la vida de un adulto o 13 de el sueño y sus alteraciones forman un
los primeros 24 meses de vida de un niño. fenotipo complejo que está regulado, en-
Podemos entender el sueño como un tre otros factores, por múltiples genes, las
proceso evolutivo y activo que se inicia interacciones entre ellos, el ambiente y la
prenatalmente, resultado de un equilibrio interacción entre el ambiente y los genes2,

Gonzalo Pin Arboledas, gonzalopin@pinarboledas.es


Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.

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siendo el papel puro de la herencia re- Se ha observado la existencia de ritmos


sponsable de entre un 20 un y un 40% semicircadianos y circadianos ya a la ter-
de la varianza de algunos problemas con cera semana de vida. Entre la sexta y la
el sueño, lo que indica un componente duodécima se inicia el aumento gradual
genético moderado3. de la amplitud del ritmo hacia la instaura-
Por ello, a través de diferentes culturas, ción del ritmo circadiano5,6.
épocas históricas y etapas del desarrollo Las características del sueño de los ni-
infantil cambian los conceptos de cómo, ños tienen origen prenatal, variando en
dónde y cuánto deben dormir los niños o función de las condiciones del embara-
las nociones de qué es normal y qué con- zo: los niños expuestos prenatalmente a
stituye un problema con el sueño4. alcohol tienen una odds ratio (OR) de
2,9 (intervalo de confianza del 95% [IC
Las tres influencias sobre el sueño 95%]: 1,1 a 7,6) de tener un sueño más
Desde esta perspectiva, en la infancia el corto y una OR de 3,6 (IC 95%: 1,3 a
abordaje saludable, eficaz y eficiente del 10,0) de tener menor eficiencia del sue-
sueño y de los problemas relacionados ño. Además, por cada disminución en la
con él deberá realizarse teniendo en desviación estándar (DE) en peso y en
cuenta estos tres componentes y las in- talla al nacer, la OR de tener una baja
teracciones entre ellos, como lo avalan eficiencia del sueño aumenta 1,7 (IC
estudios bien elaborados. 95%: 1,1 a 2,7) y 2,2 (IC 95%: 1,3 a
3,7) respectivamente. Por cada disminu-
Componente biológico-evolutivo ción –1 DE en el índice ponderal al naci-
Establecimiento del ritmo circadiano: la miento, el riesgo de que los padres infor-
edad, como factor evolutivo, es un gran men sobre alteraciones del sueño se
modulador de las características del sue- incrementa 1,4 (IC 95%: 1,0 a 2,0). Esta
ño durante la infancia. Los pinealocitos asociación no se altera por el sexo, la
fetales son capaces de sintetizar mela- edad gestacional, la existencia de com-
tonina desde la vigésimo sexta semana plicaciones pre- o perinatales, el índice
de gestación (SG); sin embargo, no existe de masa corporal a los ocho años, el
ritmo circadiano de la melatonina al asma, la alergia o el estatus socioeconó-
nacimiento; este aparece entre las nueve mico7.
y las 12 semanas de edad y está com- Conocer las características evolutivas
pletamente establecido a los 5-6 meses. del sueño y sus variaciones en las diferen-

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tes etapas madurativas del niño es básico este aspecto evolutivo del sueño
para no trasformar en trastorno lo que no está muy influido por características
es más que una característica fisiológica biológicas.
de un momento determinado. La res- – Duración del periodo de sueño y vi-
puesta a la pregunta “¿cuántas horas se- gilia tranquila (el niño se despierta
guidas duerme un lactante?” tiene dife- pero permanece tranquilo en la cuna
rentes respuestas según quien las y vuelve a dormirse espontánea y
responda: para un investigador en Neu- autónomamente). Se observan tres
rología lo interesante es el periodo de periodos: el primero es el más inten-
sueño más largo medido objetivamente; so, va del primero al cuarto mes y se
para un pediatra lo importante es el pe- produce el aumento más rápido en
riodo de quietud o tranquilidad durante “el tiempo de sueño + vigilia tran-
las horas de sueño (sueño + vigilia tran- quila + retorno espontáneo al sue-
quila intrasueño), mientras que para los ño”. Entre los cuatro y los ocho me-
padres probablemente sea cuándo dor- ses se observa una estabilización y
mirá más o menos en su mismo horario y entre los nueve y 12 meses se obser-
durante horas semejantes. va un incremento pequeño pero
En una revisión reciente8, se han deter- mantenido. Este periodo de sueño y
minado las tres variables más importantes vigilia tranquila es más largo que el
de la evolución del sueño en el primer año periodo de sueño nocturno más lar-
de vida, desde el punto de vista clínico: go, incluso en el primer mes de vida
– Aparición y duración del periodo de indicando que muchos bebés de un
sueño nocturno más largo. A la mes son capaces de dormirse espon-
edad de un mes el periodo más lar- tánea y autónomamente incluso a
go suele ser de 4,5 horas y a los tres esa edad tan precoz. A pesar de ello,
meses de 5,5 horas, no siendo mu- el desarrollo de este aspecto presen-
cho más largo a los 12 meses: los ta grandes variaciones interindivi-
niños alcanzan su periodo más largo duales De los datos podemos con-
de sueño sobre los tres meses de cluir que, en contraste con el periodo
vida, con muy poca variación inte- más largo de sueño, el desarrollo de
rindividual. Esto parece indicar que la capacidad para volverse a dormir
tienen una capacidad innata seme- de manera autónoma y espontánea
jante para mantener el sueño y que es más variable y está preferente-

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mente determinado por las influen- en la competencia social de los niños a los
cias ambientales. 30 meses: los niños cuyos cuidadores no
– Porcentaje de niños capaces de dor- le dan importancia al sueño no tienen
mir toda la noche en horarios seme- unos hábitos regulares de sueño. Así, sus
jantes a los padres: muchos niños horarios de inicio de siestas difieren dia-
son capaces de dormir ocho horas riamente más de una hora (r = 0,113; P =
hacia los seis meses de vida. La du- 0,047), y los horarios de levantarse cam-
ración media de los episodios diur- bian cada día más de una hora (r = 0,138;
nos de vigilia aumenta de 95 a 123 P = 0,015). En este mismo estudio, los
minutos entre los tres y los nueve niños que no tienen unos hábitos regula-
meses, mientras que la duración de res de sueño a los 9-18 meses presentan
los despertares nocturnos disminuye puntuaciones más bajas en la valoración
lentamente de 13,6 a 10,3 minutos. de la autonomía (r = 0,121; P = 0,034), la
De la misma manera, el número me- regulación emocional (r = 0,112; P =
dio de despertares nocturnos suele 0,049), la regulación motora (r = 0,140;
ser aproximadamente de nueve al P = 0,014) y la empatía (r = 0,136; P =
mes de edad y de 4,5 al año de 0,017)11.
edad9. En situaciones de un sueño adecuado
Por otra parte, el sueño no es una reali- en duración y eficiencia para la edad del
dad aislada en el desarrollo del niño, el bebé, el nivel socioeconómico tiene poca
desarrollo neurológico y endocrino están influencia en cuanto a la relación sueño-
íntimamente relacionados con él: los pro- rendimiento; sin embargo, cuando el sue-
blemas del sueño en los niños se asocian a ño es fragmentado o con mala eficiencia,
alteración de la función del eje hipotála- los niños con un nivel socioeconómico
mo-pituitaria-adrenocortical, por lo que elevado tienen un mejor rendimiento12.
mejorar la calidad del sueño influirá en un En un estudio reciente sobre trastornos
mejor desarrollo neuroendocrino10. respiratorios del sueño en el que partici-
pan 12 447 niños, el análisis multivarian-
Componente social-ambiental te de la combinación de síntomas ha
Las influencias ambientales postnatales determinado que los factores socioeconó-
en el sueño son de elevada relevancia. La micos tienen un efecto superior y más
actitud de los cuidadores frente al sueño fuerte en cuanto al riesgo de trastorno
cuando el niño tiene 9-18 meses influye respiratorio durante el sueño que la edad

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gestacional, el sexo o la raza13. La alimen- mutua del ambiente y la genética, tiene


tación durante las primeras etapas de la mucho que ver en la evolución de los pa-
vida también contribuye a la calidad del trones del sueño y el desarrollo. En otro
sueño de los niños con trastornos respira- estudio se observó que los niños que dor-
torios del sueño en etapas posteriores. mían de manera independiente comenza-
Controlados a los seis años, los niños con ban antes a dormir de manera continuada
trastornos respiratorios del sueño y ron- durante la noche y a dormirse autónoma-
cadores habituales tienen índices menos mente, mientras que los que practicaban
severos de alteración respiratoria si reci- el colecho antes del año se vestían inde-
bieron lactancia materna al menos dos pendientemente antes. La edad media en
meses, de manera que la lactancia mater- la que los niños inician el sueño de mane-
na ejerce un papel protector a largo plazo ra independiente es de alrededor de los
frente a la gravedad de las alteraciones cinco meses en los que duermen solos, los
respiratorias durante el sueño14. 11 meses en los que practican colecho y
En cuanto a la influencia del colecho, los 26,9 meses en los que practican cole-
Gettler y McKenna comparan la frecuen- cho reactivo16.
cia de ingesta en situaciones de laborato- El ambiente condiciona la estructura
rio entre dos grupos de bebés sanos de del sueño. Se observa un número dife-
tres meses de edad, de los cuales un gru- rente de microdespertares en el polisom-
po compartía la cama y el otro dormía en nograma y de microdespertares transito-
habitación independiente. Encuentran rios de alrededor de tres segundos entre
diferencias en cuanto al número de minu- niños en colecho y niños que duermen en
tos entre tomas, de manera que los niños solitario17; es llamativa, también, la dife-
en colecho se alimentaban más frecuen- rencia encontrada entre el porcentaje de
temente (P < 0,01) y mostraban tenden- madres que antes de dar a luz habían de-
cia a menos minutos entre tomas (P < cidido dormir en proximidad con su bebé
0,10)15. y el porcentaje de madres que practican
La evolución posterior de ambos gru- colecho al mes de vida (un 65 frente a un
pos es desconocida (comunicación perso- 80-85%), lo que plantea la duda de estar
nal de Gettler), lo que no nos permite en realidad ante un colecho reactivo o un
conocer, en este caso, la influencia de esta colecho educativo18.
práctica a largo plazo; es decir, el efecto Los métodos de colecho varían en las
de la epigenética que, con la influencia diferentes culturas y no es posible cons-

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truir un cuadro típico de la práctica del larga, menor eficiencia de sueño y más
colecho en las diferentes comunidades19. episodios de sueño durante la noche (in-
Si investigamos la relación genética-am- dican mas episodios de despertares noc-
biente, encontraremos que el ambiente turnos), independientemente de que re-
en el que se desarrolla el niño explica la ciban lactancia materna y/o practiquen el
mayoría de la varianza del colecho colecho, estas características persisten al
(98,3%), que la duración del sueño está menos hasta los seis meses, de manera
influenciada de manera sustancial por los que el tipo de apego, el estilo parental, la
factores ambientales (el 64,1% del sueño genética, el ambiente, la exposición al
nocturno y el 61,2% del sueño diurno), ruido y la luz, así como otros muchos fac-
con una contribución moderada de los tores contribuyen a la evolución de los
factores genéticos (30,8 y 36,3%, res- patrones del sueño22.
pectivamente) y que los factores ambien-
tales contribuían al 63,2% de la varianza Componente educativo
y los genéticos al 35,3%, en cuanto a los Concepto de autonomía del niño: el
despertares nocturnos20. niño autónomo regula su propia conduc-
Los problemas del sueño de los niños y ta y actúa con un sentido de elección,
la depresión postnatal materna son fre- iniciativa, curiosidad y auténtico sentido
cuentes. En Australia, el 36-46% de los de sí mismo dentro de un ambiente que
padres informan de problemas con el está regulado por unas propuestas pater-
sueño de sus hijos en el segundo semes- nas claras.
tre de la vida y el 10-15% de las madres Tenemos cada vez más evidencias que
sufren depresión postnatal en su primer sugieren que la organización del sueño se
año postparto. Los niños con problemas produce más rápidamente en condiciones
con el sueño duermen más frecuente- de una estimulación coordinada y ade-
mente en la cama paterna, son alimenta- cuada. Este ambiente de estímulo medi-
dos al dormirse, tienen una latencia de do, coordinado y rítmico ocasiona unos
sueño más larga y se despiertan más a estados mejor definidos de sueño y vigi-
menudo y durante periodos de tiempo lia, mayor cantidad de sueño tranquilo y
más largos en la noche21. Los bebés cuyas menor inquietud y llanto. Esto implica
madres padecen depresión durante las que los padres pueden alterar el desarro-
primeras semanas postparto (semanas llo armónico de la organización del sueño
2-24) tienen una latencia de sueño más si le quitan al bebé la oportunidad de dor-

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mirse sin necesidad de ayuda o si lo so- cursor de las endorfinas en la pituitaria y


breestimulan o confunden sus seña- sirven para controlar el desarrollo postna-
les23-29. tal y regular el crecimiento dendrítico. Por
Desarrollo de la relación de apego: la esta razón, los sentimientos positivos
tercera fase del desarrollo del apego se producidos por un buen apego son im-
extiende desde los siete meses hasta los portantes para el desarrollo neurobiológi-
dos años, aproximadamente. La señal de co del niño (Norton WW. Affect Dysregu-
identidad de esa fase es la aparición de lation and disorders of the self. Nueva
un estilo de apego específico que es im- York; 2003).
portante para el desarrollo, pues implica El desarrollo del apego tiene dos conse-
la interiorización de un modelo de com- cuencias fundamentales: la generaliza-
portamiento del propio niño y de su rela- ción (el niño realiza una serie de respues-
ción con los otros. Las respuestas seguras, tas a un tipo de objetos o personas que
tranquilas y similares de los cuidadores a toma como objetos similares o personas
las actuaciones del niño son el arma ele- similares); el desarrollo del “esquema”
mental para el desarrollo de un estilo de (consiste en un patrón de conductas
apego seguro que se extenderá hasta la como respuesta a un estímulo particular
edad adulta convirtiéndose en el núcleo del ambiente; una actuación o situación
central de las creencias posteriores acerca en el ambiente genera la aparición de un
del mundo y en un factor protector para patrón o esquema en el niño).
explorar nuevos estímulos ambientales Existen “periodos sensibles”, donde es
libremente y adquirir su autoconfianza. más fácil aprender determinada función o
La madre (el cuidador principal) no solo actividad. De los seis a los 12 meses apa-
actúa como modulador de los estados rece la fase llamada por Piaget “reacción
afectivos del niño, sino que regula tam- circular secundaria”: el niño empieza a
bién la producción por parte del niño de alterar su ambiente de manera intencio-
neurohormonas y hormonas que influyen nada para satisfacer sus necesidades
en la activación de los sistemas genéticos (mover la cuna para agitar el móvil) y
que programan el crecimiento estructural piensa que todo cambio que sucede alre-
de las regiones del cerebro esenciales dedor está ocasionado por su acción. Se-
para el futuro desarrollo socioemocional gún Piaget, la acción es necesaria para el
del niño. La dopamina aumenta la trans- desarrollo del conocimiento del niño. Una
cripción de los genes que codifican el pre- acción determinada del ambiente des-

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pierta un patrón de conducta o esquema atención por parte de los cuidadores de


en el niño. Los primeros ocho meses son 3,230.
particularmente importantes desde el
punto de vista del desarrollo intelectual y Actitud frente al sueño y sus trastornos
perceptivo posterior, durante este perio- Siguiendo esta línea madurativa biopsi-
do, el niño proyecta los fundamentos de cosocial, el enfoque que se propone es
la función cognitiva. Al mismo tiempo, la doble:
acción sirve para cambiar creencias: el es- – Prevención de los trastornos del sue-
tímulo (e) es interpretado según las ño mediante la educación sanitaria.
creencias (c) que producen respuestas Parece claro que la mejor prevención
emocionales o conductuales (r). es la información iniciada en la etapa
Seleccionar la experiencia y la informa- prenatal sobre el desarrollo de los
ción que el niño recibe durante los dos patrones del sueño y su consolida-
primeros años en los que está elaborando ción, permitiendo la libre expresión
en su memoria una representación de la de la maduración de estos patrones
realidad va a ser su punto de referencia y con ello el desarrollo, ya desde los
para toda la vida. El aprendizaje de los lí- primeros meses, de los periodos de
mites deberá hacerse dentro de ese pro- sueño y vigilia tranquila con retorno
ceso de construcción de la memoria autónomo al sueño. Esta práctica
(Greenberg, 1996). El establecimiento de asegura un mantenimiento más lar-
unos límites educativos y unas rutinas fa- go de la lactancia materna31.
vorece la evolución armónica del sueño: – Medidas educativas y conductuales,
niños menores de 11 meses en los que una vez se han presentado los pro-
establecen rutinas de sueño duermen una blemas con el sueño que afectan a la
media de 86 minutos más al día y aque- calidad de vida del niño y su entor-
llos que tienen unos horarios más tardíos no. De acuerdo con la teoría operan-
de inicio de sueño duermen una media de te, los problemas con el sueño pue-
78 minutos menos cada 24 horas, mien- den mantenerse como respuesta a
tras que los que son acostados ya dormi- los refuerzos de la actitud paterna y,
dos lo hacen 60 minutos menos y la pre- al mismo tiempo, esa actitud pater-
sencia paterna en el momento de na de excesiva implicación puede
dormirse presenta una OR respecto a verse reforzada por el cese del llanto
despertares nocturnos que requieren infantil. Estas medidas educativas y

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conductuales conllevan una reduc- apoye estas dudas, mientras disponemos


ción del llanto y un aumento del de evidencia sobre los beneficios a corto
tiempo y la calidad del sueño32, así plazo de las estrategias conductuales37,38.
como una mayor seguridad y auto-
confianza en el niño y un mejor Conclusión
bienestar familiar33-35. Como ejemplo de realidad evolutiva,
El tratamiento efectivo de los proble- enmarcada en un contexto social deter-
mas del sueño implica terapia conduc- minado, el sueño del niño se debe valorar
tual, se han manifestado dudas sobre según su entorno familiar y cultural de
potenciales efectos adversos sobre el ce- una manera individualizada, sin olvidar
rebro en desarrollo, las relaciones madre- sus importantes repercusiones sobre la
hijo y problemas mentales posteriores calidad de vida presente y futura del niño
(ansiedad)36. Sin embargo, hasta el mo- y su microambiente.
mento actual no existe evidencia que

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