Está en la página 1de 3

Biografía de Gregor Mendel, padre de la genética

Gregor Johann Mendel nació el 20 de julio de 1822, en la comunidad rural Heinzendorf bei Odrau,
en el antiguo Imperio Austríaco, actualmente República Checa. Era hijo de campesinos con pocos
recursos económicos, por lo que Mendel pasó la infancia trabajando como ganadero, cuestión que
posteriormente le ayudó a concluir estudios de educación superior.

Estudió en el instituto filosófico de Olomouc, donde mostró grandes habilidades para la física y las
matemáticas. A pesar de los deseos de su familia de continuar en la granja familiar, Gregor Mendel
inició su formación teológica desde 1843. Esto se vio influenciado porque sus habilidades
académicas fueron pronto reconocidas por el cura local. En 1847 se ordenó como sacerdote y en
1851 fue enviado a la Universidad de Viena a continuar sus estudios.

Allí se formó bajo el acompañamiento del físico austriaco Christian Doppler y el físico-matemático
Andreas von Ettingshausen. Posteriormente estudió anatomía y fisiología de las plantas, y se
especializó en el uso de microscopio bajo la tutoría del botánico Franz Unger, que era un experto
en teoría celular y apoyaba el desarrollo de una teoría pre-darwiniana de la evolución, lo que
influyó de manera importante en la tesis de Mendel.

A pesar de haber vivido en la misma época que Darwin y haber leído alguno de sus textos, no
existe evidencia de que hubiera intercambio directo entre Mendel y Darwin y sus profesores.

Mendel se vio muy pronto motivado por la investigación de la naturaleza, lo que le llevó al estudio
de distintas especies de plantas, pero también al área de la meteorología y distintas teorías de la
evolución. Entre otras cosas descubrió que las distintas variedades de guisantes tienen
propiedades particulares intrínsecas que, al mezclarse, producen eventualmente nuevas especies
de plantas como unidades independientes.

Sus estudios sentaron las bases para el descubrimiento de la actividad hereditaria de genes,
cromosomas y la división celular, que fueron posteriormente conocidas como las leyes de Mendel.
Gregor Mendel murió el 6 de enero de 1884 en Austria-Hungría,, a causa de una enfermedad del
riñón. No fue consciente de haber descubierto una parte fundamental del desarrollo de la genética
clásica, ya que sus conocimientos fueron “redescubiertos” años más tarde por científicos
holandeses.

Descubriendo las bases de la genética


Este sacerdote austro-húngaro durante su vida en el convento de Brno, se interesó en los
guisantes tras ver un posible patrón en su descendencia. Así fue como empezó a realizar distintos
experimentos, que consistió en entrecruzar distintos tipos de guisantes y observar el resultado en
su descendencia.
En 1865 presentó su trabajo a la Sociedad de Historia Natural de Brno, pero rápidamente
desecharon su propuesta, por lo que sus conclusiones no fueron publicadas. Tuvieron que pasar
treinta años para que se reconociera estos experimentos y se establecieran lo que hoy se llaman
las leyes de Mendel.

Quizás te interese: "La Teoría de Lamarck y la evolución de las especies"

Las 3 leyes de Mendel


El padre de la genética, gracias a su trabajo, llegó a la conclusión que existen tres leyes para
explicar cómo funciona la herencia genética. En algunas bibliografías se encuentran dos, ya que las
dos primeras las unen en una tercera. Sin embargo, ten en cuenta que muchos de los términos
que usaré aquí eran desconocidos por Mendel, como son los genes, las variantes de un mismo gen
(alelo) o la dominancia de los genes.

En un intento de hacer más amena la explicación, los genes y sus alelos serán representando con
letras (A/a). Y recuerda, el descendiente recibe un alelo de cada progenitor.

1. Principio de la uniformidad

Para explicar esta primera ley, Mendel realizó cruces entre guisantes de color amarillo (AA) con
otra especie más escasa de guisantes de color verde (aa). El resultado fue que en la descendencia
domina el color amarillo (Aa), sin presencia de ningún guisante verde.

La explicación de lo sucedido en esta primera ley de Mendel, según este investigador, es que el
alelo del color amarillo domina sobre el alelo del color verde, solo necesita que en una forma de
vida uno de los dos alelos sea amarillo para expresarse. Hay que añadir que es fundamental que
los padres deben ser razas puras, es decir, que su genética sea homogénea (AA o aa) para que esto
se cumpla. Como consecuencia de ello, su descendencia se vuelve 100% heterocigota (Aa).

2. Principio de segregación
Mendel siguió cruzando especies de guisantes, en esta ocasión las resultantes de su anterior
experimento, es decir, guisantes amarillos heterocigotos (Aa). El resultado le sorprendió, ya que
un 25% de los descendientes eran de color verde, a pesar que sus progenitores fuesen amarillos.

En esta segunda ley de Mendel lo que se explica es que si los padres son heterocigotos por un gen
(Aa), su distribución en la descendencia será de un 50% homocigota (AA y aa) y la otra mitad
heterocigota (Aa). Por este principio se explica cómo un hijo puede tener los ojos verdes como su
abuela, si sus padres los tienen de color castaño.
3. Principio de la segregación independiente del carácter
Esta última ley de Mendel es algo más compleja. Para llegar a esta conclusión, Mendel cruzó
especies de guisantes amarillos lisos (AA BB) con otros guisantes verdes rugosos (aa bb). Como se
cumple los anteriores principios, la descendencia resultante es heterocigota (Aa Bb), la cual la
entrecruzó.

El resultado de dos guisantes amarillos lisos (Aa Bb) fueron 9 guisantes amarillos lisos (A_ B_), 3
guisantes verdes lisos (aa B_), 3 guisantes amarillos rugosos (A_ bb) y 1 guisante verde rugoso (aa
bb).

Esta tercera ley de Mendel lo que pretende demostrar es que los rasgos se distribuyen de forma
independiente y no interfieren entre ellos.

Herencia mendeliana
Es cierto que con estas tres leyes de Mendel puede explicarse gran parte de los casos de herencia
genética, pero llega a captar toda la complejidad de los mecanismos de herencia. Existen muchos
tipos de herencias que no siguen estas pautas, las cuales se conocen como herencias no
mendelianas. Por ejemplo, la herencia ligada al sexo, que depende de los cromosomas X e Y; o los
alelos múltiples, que la expresión de un gen depende de otros genes no pueden ser explicadas con
las leyes de Mendel.

También podría gustarte