Está en la página 1de 12

Introducción

El presente trabajo de investigación se refiere al tema de la Responsabilidad


Civil, en cuanto a su Evolución Histórica y diversas teorías que dieron lugar a la
responsabilidad civil. La inquietud del tema surgió a raíz de la asignación del
mismo por la facilitador a nuestro grupo, como trabajo final de la facilitación de
Responsabilidad Civil.

En el sistema instituido por el Código Civil reposa la idea de una falta probada
o presumida. El hombre solamente es responsable por su propio hecho cuando
ha cometido una falta que le es probada. Es responsable por el hecho de otro,
de animales o de las cosas inanimadas porque la ley presume en su contra una
falta, o sea que en estos casos existe una falta presumida.

Este trabajo línea del tiempo acerca de la evolución histórica de la


responsabilidad civil y luego comenten las diversas teorías que dieron lugar a la
responsabilidad civil.
1. Elabore una línea del tiempo acerca de la evolución histórica de la
responsabilidad civil y luego comenten las diversas teorías que dieron
lugar a la responsabilidad civil.
Derecho Romano y antiguo derecho. En los inicios del pueblo romano, el
problema de la responsabilidad civil no existía. Tampoco en los demás pueblos
primitivos. Prevalecía la venganza privada y la reparación del daño por la Ley
del Talión: “Ojo por ojo y diente por diente”. En esa época, se distinguían dos
categorías de daño: los que nacen de un delito público y los que nacen de un
delito privado.

Posterior a la Ley de las XII Tablas (Año 303 - 4151 a. c.) el círculos de los
delitos públicos se amplió, estableciéndose la persecución de los hechos
graves cometidos por particulares, el homicidio. Si el Estado no perseguía a su
autor, de la víctima o sus causahabientes podrían  hacerlo. Se trata de un
período de transición entre la fase de la composición voluntaria y la
composición legal obligatoria.

En el derecho privado, la víctima podía escoger entre la venganza privada o


una suma de dinero, que casi siempre se fijaba libremente. La reparación
quedó siempre bajo la noción del precio de la venganza, la composición, una
poena. El Derecho Romano no llegó nunca a librar por completo de su idea
primitiva. De ahí que la condenación civil no tuviera el carácter indemnizatorio  
que tiene en estos tiempos.

No existía  un principio general de responsabilidad civil. Los principales delitos


eren: el furtum (robo); el damnum injuria datum (daños causado injustamente);
la rapiña (robo cometido con violencia en bandas armadas); la  injuria (perjuicio
a la dignidad de un hombre libre);  motus (violencia); dolo y fraus creditorum.

De otra parte, se consideraban cuasi ex delito, el acto del juez que hace suyo el
proceso; el hecho de causar un daño a otro arrojando una cosa de una
habitación, o dejando caer una cosa en la calle; y el caso de los delitos de
furtum o de damnum cometidos por personas al servicio de patronos de envíos,
hoteleros y el dueño de caballerizas.
La Ley Aquilia se refería a delitos expresos, que llegaron a ser extendidos
hasta tal punto, por los pretores y jurisconsultos, que en el último período del
Derecho Romano llegó a quedar afirmada no simplemente la reparación de la
mayor parte de los perjuicios materiales, asimismo de los morales.

La noción de falta como elemento de la responsabilidad civil, no existía en el


Derecho Romano primitivo. Ni siquiera la Ley Aquilia (Años 465-468) exigía la
culpa del autor del daño. Son los jurisconsultos los que a finales de la
República, bajo la influencia de ideas griegas, proclaman la falta aquiliana: in
lege aquiliea et levissima venit.

Es muy probable que cuando la idea de falta comenzó a surgir, los romanos se
contentaran con una falta cualquiera, sin hacer distinciones.

Es preciso señalar, sin embargo, que entre el Derecho Romano y el Derecho


Francés existían diferencias esenciales en materia de delitos y cuasi delitos. En
Francia no había, en principio, interés en distinguir esos conceptos. Roma, en
cambio, otorgaba extrema importancia a esa distinción porque de esta
dependía a que el régimen estaba sometido a la obligación. En segundo lugar,
los cuasi ex delito en el Derecho Romano estaban limitativamente
determinados, mientras que en el Derecho Francés existía el principio general
consagrado en el artículo 1382 del Código Civil.

En el Antiguo Derecho Francés. Señala un progreso sensible, comienza a


separase por primera vez la responsabilidad civil de la penal. Se crea el
Ministerio Público, a través de la Ordenanza del 25 de marzo de 1302. Sin
embargo, la distinción entre ambas instituciones no fue absoluta. La acción
conferida a la víctima siempre mantuvo en algo su origen penal, sobretodo,
cuando se trataba de perjuicio que afectaban la integridad o el honor de la
persona.

Solo los daños relativos a los bienes daban lugar a una acción puramente
indemnizatoria. Fue luego, paulatinamente, que llego a admitirse que la acción
de la víctima no era para castigar al autor del daño, proclamándose la
existencia de un principio general de la responsabilidad civil todo aquel que por
su falta ocasionare un daño cualquiera, está obligado a repararlo.

Los redactores de los artículos 1382 y siguientes de Código Civil Francés se


inspiraron verdaderamente en Domat, distinguió tres tipos de faltas la penal, la
contractual y la imprudencia o negligencia (delitos civiles), señalando, además,
que una falta cualquiera, compromete la responsabilidad de su autor.

En el antiguo derecho francés, se admitió que en cierto género de contrato


había lugar a examinar la conducta del deudor para saber si este había o no
realizado su obligación y se distinguió la falta dolosa y la falta grave, que se
asimilaba a aquella, la falta ligera y la falta muy ligera. Todos los autores no
están de acuerdo con esta distinción.

En cuanto a la responsabilidad delictiva se distinguió el delito (hecho


intencional) del cuasi delito (hecho involuntario). Esta distinción no responde a
la noción del delito y del cuasi delito del derecho romano, puesto que la en la
Ley Aquiliana la falta más ligera obligaba la responsabilidad del autor y ella no
distinguía entre el hecho intencional y el no intencional. La término cuasi delito,
aunque es de evocación romana, tiene desde entonces un sentido totalmente
nuevo.

La tarea más importante del antiguo derecho francés es la de haber separado


la responsabilidad civil de la responsabilidad penal y de haber ofrecido un
principio general de responsabilidad civil.

El Código Civil. El análisis de los trabajos de los redactores del Código Civil
Francés, demuestra que en el 1804, la distinción entre la responsabilidad civil y
la responsabilidad penal un concepción adquirida  por lo expuesto Domat. El
Código Civil establece un principio general de responsabilidad civil. Se
distinguen dos períodos de la historia de la responsabilidad, después de la
redacción de los códigos, terminado el uno en el 1804 y comenzando el otro
alrededor del año 1880.
Evolución del período del 1804 hasta 1880. Responsabilidad penal. Durante
los tres primeros cuartos del siglo XIX, la noción de responsabilidad penal
sufrió una transformación completa, mediante la cual quedo concluyentemente
separada la responsabilidad penal de la civil.

En este período, los jueces siguieron fieles a la apreciación in abstracto de la


falta, siguiendo las directrices de los redactores del Código Penal. En efecto, en
este Código solo se admitía como causa de irresponsabilidad la demencia art.
64 y no existía un sistema que estableciera una disminución de la pena por
causa de una responsabilidad moral amortiguada.

La Escuela Neoclásica contraria a esta concepción, se encargó de demostrar


que la falta civil y la falta penal son dos nociones diferentes, y sus afiliados
defendieron el principio de la individualidad de la pena. Esta doctrina influyó de
tal forma en el espíritu del legislador que, en 1824, se estableció el sistema de
las circunstancia atenuantes, completado más tarde por la Ley del 28 de abril
de 1832, sistema que permite dulcificar las penas fijadas por la ley, en
proporción al grado de culpabilidad moral del agente. La apreciación de la falta
penal se hizo en concreto, salvo la falta por imprudencia.

La responsabilidad civil, despojada ya de todo pensamiento de pena, quedo


extrañada a esta evolución y conserva su carácter indemnizatorio.

Evolución del  período después de 1880. A partir de ese año, el desarrollo


del maquinismo llevó consigo la multiplicación de los accidentes, surgió
entonces la necesidad de socorrer a las víctimas. Contentarse con las reglas
de Código Civil hubiera sido obligar a las víctimas, al menos cuando se tratara
de la responsabilidad extra contractual, a probar una culpa, cometida por el
causante del daño, prueba difícil de realizar cuando el accidente, causado por
la máquina más bien que hecho del hombre, se convierte en un accidente en
cierto anónimo. De otra parte, incluso cuando existe una culpa, suele ser difícil
establecerla; son necesarios testigos o presunciones; la víctima que no tenga
testigos que sean oídos ni presunciones que invocar, perderá el pleito. De ahí
un esfuerzo del legislador, de la doctrina y de la jurisprudencia por hacer
flexibles, a favor de la víctima, las reglas de la responsabilidad civil.

La evolución de la legislación. El papel del legislador ha sido modesto. No ha


tocado a las reglas generales; no ha intervenido sino en algunos casos
particulares.

En primer término se preocupó por los obreros víctimas de accidentes de


trabajo. La Ley del 9 de abril de 1898, luego la ley del 30 de octubre de 1946,
establecieron un sistema previamente fijado: el obrero esta dispensado de
probar la culpa del patrono; en compensación, no obtiene sino una reparación
parcial del daño sufrido.

La ley del 31 de mayo de 1924, para los accidentes causados en la superficie


por las aeronaves; la ley del 8 de julio de 1941, para los daños causados por
los teleféricos, obligan al titular de la explotación a reparar, a menos que pueda
establecer una culpa de la víctima (cfr. Infra, n. 556).

La Evolución de la Legislación. No ha sido en un sentido único. Se


encuentran algunas disposiciones cuya finalidad ha sido, no ya la de facilitar la
acción de la víctima, sino la de ponérsele algunos obstáculos.

Es el caso de la ley del 7 de noviembre de 1922 (adición al artículo 1384, párr.


1º, del Código Civil), que, para quebrar una jurisprudencia que los asegurados
consideraban demasiado favorable para las víctimas, ha concretado que la
persona a la que causa daño una cosa incendiada debe probar la culpa de
aquel al cual demanda por responsabilidad (cfr. Infra, no. 549).

Con el mismo  espíritu se ha votado la ley del 5 de abril de 1937, que modifica
el artículo 1384 del Código Civil: los maestros no son responsables de los
daños causados por sus alumnos  más que si se demuestra la culpa de
aquellos (cfr. Infra, n. 502).
La Evolución de la Doctrina. Los autores, preocupados por facilitar la acción
de las víctimas de los accidentes, adoptaron primeramente una solución
extrema: puesto que la obligatoriedad de una culpa es la que impide a los
tribunales conceder reparación, negaron que la culpa fuera un requisito de la
responsabilidad civil. Es responsable, afirman, fuera de toda culpa; desde el
momento en que un individuo, por su actividad por ejemplo, el industrial por
funcionamiento de su maquinaria, hace correr a los demás el riesgo o del
riesgo creado. Defendida en 1897 por Saleilles y Josserand,  a los que
denominaron sus adversarios “sindicatos de la quiebra de la culpa”, había sido
concebida especialmente para socorrer a los obreros  víctimas de los
accidentes del trabajo.

Cuando esa esfera fue sometida por el legislador a una reglamentación


especial ley del 9 de abril de 1898, no dejó por ello de ser definida por sus
promotores, que la declararon de aplicación general, por aquella época, su
generosa intención sedujo a numerosos juristas.

En la actualidad, la teoría del riesgo no cuenta apenas con defensores. No ha


podido resistir a las críticas decisivas de los sustentadores de la teoría de la
culpa, conducidos por Planiol y Henri Capitant. (A cerca de la teoría del riesgo y
de su discusión, efr. Infra, ns. 429 y sigtes.).

¿Quiere decir eso que no haya ninguna influencia en la doctrina? Eso sería
exagerado. Condujo a los autores a buscar un medio que, sin negar la
necesidad de la culpa, facilitara la acción de la víctima. La investigación fue
conducida de frente con los tribunales.

Evolución de la Jurisprudencia. Es ínfimo el número de fallos que ha negado


la necesidad, de la culpa como requisito de la responsabilidad civil. Ninguno
procede de la Corte de Casación. Desde luego, la jurisprudencia ha encontrado
el medio de socorrer a la víctima, ya se trate de responsabilidad contractual o
extra contractual.
La Jurisprudencia y la Extensión de la Responsabilidad
Contractual. Durante muchísimo tiempo se consideró que los accidentes
sobrevenidos en el cumplimiento de un contrato dependían de las reglas de la
responsabilidad delictual o cuasi delictual. Así, el viajero, víctima de un
accidente de transporte, debía probar la culpa del transportista. Para relevarlo
de ello, la Corte de Casación tuvo que recurrir, en 1912, a la responsabilidad
contractual (cfr. Infra, n. 402). Admitió que el contrato de transporte pone a
cargo del transportista, no solo la obligación de conducir aquel de un punto a
otro, sino además una obligación de seguridad, que aquella califica no como
una simple obligación general de prudencia y diligencia lo cual habría obligado
a la víctima a probar una imprudencia o una negligencia, sino como una
obligación determinada: conducir al pasajero sano y salvo a su destino;
incumbe entonces la existencia de una causa ajena. En consecuencia, los
tribunales descubrieron una obligación de seguridad en una multitud de
contratos, sin convertirla siempre por ello en una obligación determinada.

La Jurisprudencia y la Responsabilidad por causa de las cosas. En el


terreno de la responsabilidad delictual, la voluntad de los tribunales de socorrer
a las víctimas de accidentes los condujo a levantar la construcción más audaz
de que pueda enorgullecerse la jurisprudencia francesa. La primera piedra fue
colocada por la Corte de Casación en 1896. Después, el edificio no ha dejado
de agrandarse, dispuesto a sufrir a veces ciertos retoques e incluso algunas
demoliciones.

Siguiendo a Domat, los redactores del Código Civil habían considerado, en el


artículo 1385, los daños causados por los animales. Cuando se multiplicaron
los accidentes ocurridos a los peatones atropellados por los coches de
caballos, la Corte de Casación pretendió descubrir en el artículo 1385 una
presunción de culpa; y muy pronto, dando un paso más adelante, afirmó que la
presunción no cedía sino ante la prueba de una causa ajena (cfr. Infra, n.534).

La Jurisprudencia y el abuso de los derechos. La extensión de la


responsabilidad civil no se debe solamente a la creación, por la jurisprudencia,
de la responsabilidad por causa de las cosas inanimadas. Los tribunales han
empleado otros medios de acción. Uno de los más eficaces ha sido la teoría del
abuso de los derechos.

La Jurisprudencia y la cuantía de la reparación. La responsabilidad civil no


puede tener importancia real más que si los tribunales conceden
indemnizaciones que cubran verdaderamente los daños. Cabe advertir en esto
una evolución de la jurisprudencia las resoluciones recientes renuncian a la
timidez de que, con demasiada frecuencia, daban prueba los jueces en la
fijación de los daños y perjuicios. Se conceden a veces indemnizaciones que
alcanzan varias decenas de millones. Los tribunales se esfuerzan cada vez
más por colocar a la víctima en una situación equivalente a aquella en la que
se encontraría si no se hubiera producido el daño. Tal es desde luego el papel
de la responsabilidad civil.

La Jurisprudencia y los derechos habientes a la reparación. Por el


contrario, la jurisprudencia tiende a restringir el círculo de las personas que
pueden reclamar reparación. Exige que el demandante justifique la lesión de un
interés legítimo jurídicamente protegido.

Comenten las diversas teorías que dieron lugar a la responsabilidad civil.


Existen tres teorías clásicas que tratan de justificar la responsabilidad civil.
Estas son: la teoría de la falta, la teoría de riesgo y la teoría de la garantía.

La teoría de la falta
Parte de una falta presumida o probada según esta teoría el sistema del
Código Civil reposa sobre la idea de una falta probada o presumida. El hombre
solamente es responsable por su propio hecho cuando ha cometido una falta
que le es probada.

La teoría  riesgo: Se fundamenta en el riesgo creado: no hay que examinar la


falta del autor En esta teoría la idea de justicia predomina, ya sea que el
hombre procure un provecho pecuniario o moral con su actividad.
La teoría de la garantía: A diferencia de las demás teorías esta suele
concentrarle a la responsabilidad civil un fundamento diferente al de la falta y a
la del riesgo. De los daños: materiales y morales.
CONCLUSIÓN
Como resultado de esta investigación, si se quiere formular un juicio de
conjunto sobre la evolución experimentada por la responsabilidad civil, hace
falta reconocer que vivimos todavía bajo los principios rectores establecidos por
los redactores del Código Civil Francés, sobre todo por una regla suprema de
que no existe responsabilidad civil sin culpa.

Pero la jurisprudencia, auxiliada por la doctrina, ha sabido darle flexibilidad a


esos principios; se ha esforzado por acudir en socorro de la víctima,
facilitándole el ejercicio de su acción. La ilustración más frecuente de esa
evolución es el trabajo considerable cumplido por la sentencia sobre el párrafo
1º del artículo 1384 del Código Civil.

En definitiva, existe una tendencia a socializar el derecho de la responsabilidad,


asegurando la reparación del daño  sufrido por los débiles, y moralizando el
derecho, sea a  través de la extensión del dominio de la responsabilidad de
derecho común, sea por medio de la teoría del abuso del derecho, o sea
limitando la responsabilidad cuando esta aparece contraria a la equidad o a las
buenas costumbres.

Por otra parte no todas las transformaciones que se ha operado en la


jurisprudencia después del 1880, han sido consecuencias de la Teoría del
Riesgo. El desenvolvimiento de la noción del abuso de los derechos, es casi
contemporáneo con la redacción del Código Civil.

Como hemos visto en la República Dominicana la idea de falta domina en


sentido general la responsabilidad civil y es así que la Suprema Corte de
Justicia exige para una persona comprometa su responsabilidad civil tres
requisitos: una falta imputable al demandado; un perjuicio a la persona que
reclama reparación; y una relación de causa a efecto entre la falta y el daño.
BIBLIOGRAFÍA
 Hernández, Pedro Pablo, “Teorías de las Obligaciones el Contrato y el
Cuasicontrato”, Impresora Soto Castillo, segunda edición, Santo
Domingo, República Dominicana, 2012.
 Morel, Juan A, “Responsabilidad Civil”, Editorial Tiempo S. A., Santo
Domingo, 1989.
 Mazeaud, Henry, Mazeaud, León y Jean, “Lecciones de Derecho Civil”,
parte segunda, volumen II, La responsabilidad civil. Los cuasicontratos,
ediciones jurídicas europea- americana, Buenos Aires.
 Subero Isa. Jorge A, “Tratado Practico de Responsabilidad Civil
Dominicana”, Editora Dalis, cuarta edición, Moca, R.D., 2000.
 Código Civil  Dominicano

También podría gustarte