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Aunque, debido al confinamiento las empresas han adaptado sus trabajos a una forma
remota, es importante mencionar que no todos los empleos son adaptables al modo
virtual y que muchos necesitan la presencia del trabajador para que este pueda ejecutar
el trabajo en su centro. Al no poderse adaptar a lo remoto, se genera desempleo, ya que,
si un trabajador no puede ofrecer un servicio, la empresa no puede contratarlo o
mantenerlo en su equipo.
Con el fin de proyectar un panorama para lo que resta del año, se puede revisar el
reporte que emitió la empresa Manpower, reconocida internacionalmente por impulsar
el potencial humano. Se trata de una encuesta de expectativas de empleo en el Perú,
realizada mediante una entrevista con muestra representativa de 400 empleadores del
Perú. Los resultados muestran que cerca del 65% de los empleadores esperan que el
mercado laboral en general no varíe en el segundo trimestre del año 2021; es decir, no
habría ni generación de nuevos puestos ni despidos a niveles absolutos en todos los
sectores del trabajo. Sin embargo, un análisis profundo por sector muestra que los que
tendrán una mayor demanda laboral, con el consecuente incremento del empleo, el
bancario y financiero, agricultura y pesca y manufactura. Los porcentajes de variación
positiva serán de 12%, 9% y 7%, respectivamente. Sin embargo, las expectativas para
los sectores de minería, comercio, servicios, transporte y servicios públicos,
construcción y administración pública son negativas, ya que se espera que el empleo
disminuya entre 5% y 9%.
La calidad de vida de los individuos depende de muchos factores, muy prominente entre
ellos, la posición de los individuos en el mercado laboral y el tipo de trabajos que
tienen. Para muchos científicos sociales, el empleo estable dentro del sector formal está
asociado con la satisfacción y una alta calidad de vida (Lehmann & Pignatti, 2018).
En Perú, la alta informalidad en el empleo ha sido un tema de discusión dentro de las
políticas públicas, esta informalidad se ha afianzado en nuestro país, lo que se ve
reflejado en las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT). La informalidad en el empleo fue de
73% en 2019 en Perú, una cifra alta en comparación con países de Europa y Asia
Central, cuya informalidad laboral promedio se encuentra alrededor de 25%, pero
relativamente similar a países de la región como Bolivia (85%), Colombia (62%) y
Ecuador (64%). Como muestran los datos, la informalidad laboral ha sido un problema
real en América Latina y, específicamente, en nuestro país, pero cabe preguntarse, en
primer lugar: ¿cómo se define el empleo informal según los entes y organizaciones
competentes?
Diversos autores han tratado de explicar las posibles causas de la informalidad laboral.
Por un lado, tenemos aquellos que argumentan que existen factores que pueden disuadir
a los trabajadores de elegir un trabajo formal, principalmente dos factores: El primer
factor se refiere a que las leyes de protección laboral a menudo imponen un impuesto
implícito a los trabajadores, por lo que estos pueden preferir evadir estos impuestos
laborales operando en el sector informal; mientras que el segundo, a que las diversas
modalidades del trabajo informal pueden ofrecer otras características deseables, como
una mayor flexibilidad o posibilidades de formación, que se adapten a algunos
trabajadores mejor que los de un trabajo asalariado formal (Maloney, 1999).
Por otro lado, encontramos autores que ven el sector informal como el sector inferior, la
opción de último recurso. Debido a las barreras de entrada, los salarios mínimos, los
sindicatos, entre otros factores, se racionan los empleos formales. Es decir, los
trabajadores del sector informal son expulsados involuntariamente del sector formal
(Lehmann & Pignatti, 2018). Tomando en cuenta estas posibles explicaciones, nace la
interrogante de cómo afectó la pandemia en este ámbito, ¿el empleo se deterioró durante
el 2020? Y si fue así, ¿quiénes fueron los más afectados?
Según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del INEI, en los últimos 5
años previos a la pandemia (2015 – 2019), al menos 7 de cada 10 trabajadores peruanos
laboraban en el sector informal, con un porcentaje de informalidad que oscilaba entre
72.0% y 73.2%. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, se vio un ligero
incremento hasta llegar a 75.3% en el 2020. Con estos datos podemos inferir que la
pandemia generó un deterioro mayor en el empleo, llegando a tasas de informalidad por
encima de los últimos 5 años previos a la pandemia. Específicamente, el número de
trabajadores se redujo tanto en el sector formal como en el informal, aunque en menor
medida en cada uno. En el sector formal, el número de trabajadores se redujo en 21% al
pasar de 4,670,000 en 2019 a 3,675,000 en 2020; mientras que, en el sector informal, el
número de trabajadores se redujo en 10% al pasar de 12,463,000 en 2019 a 11,227,000
en 2020, lo que explica los mayores niveles de informalidad.
Ahora bien, con las cifras de la ENAHO también podemos ver si el empleo informal
afecta a ciertos segmentos de la población más que a otros. Al analizar los datos por
grupos de edad, podemos observar que el grupo de trabajadores más jóvenes (entre 14 y
24 años) son también los que han experimentado mayores niveles de informalidad tanto
en 2019 (87.1%) como en 2020 (88.9%). A este grupo, le sigue el grupo etario de 45
años a más, cuya informalidad pasó de 71.3% en 2019 a 73.0% en 2020. Por su parte, el
grupo de jóvenes adultos (entre 25 y 44 años) incrementó su nivel de empleo informal
de 68.8% a 72.3% en 2020.
En tanto, al analizar por área urbana y rural, los datos muestran que la informalidad
laboral en el área rural (96.1%) sigue siendo mucho mayor a la evidenciada en el área
urbana (68.4%) para 2020. Cabe resaltar que esta tendencia se ha evidenciado durante
los 5 años previos a la pandemia. Asimismo, respecto a los sectores económicos de
nuestro país, el sector agropecuario (agricultura, ganadería, pesca y silvicultura) es el
que representa el mayor nivel de informalidad tanto en 2019 (95.7%) como en 2020
(96.4%), seguido del sector de hoteles y restaurantes (86.5% en 2020).
Con estos datos a la mano, resulta crucial resaltar las posibles consecuencias de un
empleo informal elevado. En primer lugar, podemos analizar del nivel de productividad
del trabajador. Según Ossa (2018), “la productividad laboral mide la cantidad de
producto por unidad de trabajo” (p. 245). Esto quiere decir que la productividad laboral
de un trabajador implica la cantidad adicional de bienes que este puede producir.
Adicionalmente, el nivel de productividad depende del capital humano del trabajador.
Respecto a esto, en un modelo estimado tomando en consideración la economía
mexicana, se encontró que el ritmo de mejora del capital humano es más lento mientras
se trabaja en el sector informal en comparación con el sector formal (Bobba et al.,
2021).
En conclusión, los altos niveles de informalidad en el Perú podrían ocasionar una menor
productividad, lo que a su vez generará menores salarios y una desigual distribución de
los ingresos. Asimismo, el menor crecimiento del capital humano en el sector informal
en comparación con el sector formal generará una mayor brecha de conocimientos y
productividad entre los trabajadores formales e informales. Finalmente, según el INEI,
de cada ocho empresas que existe en el país siete son informales y no pagan ningún tipo
de impuesto al fisco. Pero, además de las pérdidas para el Estado, el ex ministro de
Trabajo, Jorge Villasante, explicó que estas unidades restan competitividad al país (RPP
Noticias, 2017).
Referencias:
Bobba, M., Flabbi, L., Levy, S., & Tejada, M. (2021). Labor market search, informality,
and on-the-job human capital accumulation. Journal of Econometrics, 223(2), 433–453.
https://doi.org/10.1016/j.jeconom.2019.05.026
Lehmann, H., & Pignatti, N. (2018). Informal employment relationships and the labor
market: Is there segmentation in Ukraine? Journal of Comparative Economics, 46(3),
838–857. https://doi.org/10.1016/j.jce.2018.07.011
Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2003). “Directrices sobre una definición
estadística de empleo informal”. Decimoséptima Conferencia Internacional de
Estadísticos del Trabajo (CIET).
Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2018). Más del 60% de la población
mundial empleada se encuentra en el sector informal de la economía. OIT.
https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_627189/lang–
en/index.htm
Ossa, D. F. (2018). Productividad y distribución del ingreso: implicaciones sobre el
salario mínimo colombiano, 2001-2016. Revista de Economía Institucional, 20(39),
231–255. https://doi.org/10.18601/01245996.v20n39.10
RPP Noticias. (2017). Estos son los costos de la informalidad en el país. RPP Noticias.
https://rpp.pe/economia/economia/estos-son-los-costos-de-la-informalidad-en-el-pais-
noticia-1060891?ref=rpp
Desempleo
Desempleo o paro significa falta de empleo. Se trata de un desajuste en el mercado
laboral, donde la oferta de trabajo (por parte de los trabajadores) es superior a la
demanda de trabajo (por parte de las empresas).
Cuando existen más personas dispuestas a ofrecer su trabajo a las empresas que puestos
de trabajo disponibles se produce una situación de desempleo. Cuando existe gente que
no tiene empleo se conoce como desempleo o paro.
Para calcular la tasa de desempleo de un lugar se toman aquellas personas que estando
en edad de trabajar (entre 16 y 65 años) y buscando activamente no encuentran empleo,
es decir, lo que se conoce como población activa.
Tener una tasa de desempleo alta supone un grave problema para un país pues afecta
directamente al crecimiento económico, además del problema para las personas que se
encuentran en situación de desempleo. Así, los efectos del desempleo, por un lado,
pueden ser económicos como disminución de la producción real, disminución de la
demanda y aumento del déficit público. Pero también puede causar efectos sociales
como efectos psicológicos o efectos discriminatorios.
Podemos diferenciar diferentes tipos de desempleo que vienen a explicar también las
causas.
Desempleo cíclico: Tiene lugar cuando los trabajadores, y en general los restantes
factores productivos, quedan ociosos debido al momento del ciclo que se está
atravesando, en el que la actividad económica no es suficiente para emplear los factores
productivos.
Desempleo encubierto: Ocurre cuando existen personas que tienen un puesto de trabajo,
pero su capacidad productiva está siendo infrautilizada.
Tipos de desempleo
El desempleo es la situación de falta de trabajo o empleo. Ahora bien, existen diferentes
tipos de desempleo. Las causas y consecuencias de cada tipo de desempleo son
diferentes.
Existen muchos tipos de desempleo. Cabe aclarar, en este punto, que el tipo al que
hagamos referencia dependerá de la clasificación. Por ejemplo, podemos clasificar el
empleo por edad, por sexo, por nivel educativo o incluso por la época económica en la
que ocurre. Habitualmente, este último punto es el que sirve para clasificar los tipos de
desempleo. Es decir, en economía, normalmente, se tienen en cuenta los siguientes tipos
de desempleo:
Coyuntural o cíclico
Estructural
Friccional
Estacional
Estado de la economía
Edad
Sexo
Nivel educativo
Zona geográfica
Duración del desempleo
Juvenil
Mayores de 52 años
El desempleo por sexo es una de las métricas más importantes. Además, también es
importante el tipo contrato al que acceden según el sexo. El análisis de desempleo por
sexo se suele analizar junto con la edad o el nivel educativo. De ahí, que sea un
concepto relacionado con el de brecha salarial.
Mujeres
Hombres
Hilando con lo anterior, el desempleo también se puede clasificar por sectores. Esto es
algo habitual en los datos de empleo. La estructura del empleo o desempleo vendrá
determinada por el desarrollo de un país. De tal forma que, en los países más
desarrollados habrá menor nivel de desempleo en el sector servicio y mayor nivel de
desempleo en el sector agrícola.
Sector terciario
Sector secundario
Sector primario
Es importante indicar, que hablamos de la evolución a largo plazo. Así, por ejemplo,
puede que puntualmente haya una crisis en el sector primario de un país y esto provoque
desempleo.
Larga duración
Menos de dos años
Menos de un año
Estas métricas hacen referencia al periodo de tiempo que una persona se encuentran en
situación de desempleo. Lo ideal es que el tiempo que una persona se encuentra
desempleada sea lo menos posible. A menor duración del desempleo, mejor funcionará
la economía. Querrá decir, que es sencillo encontrar trabajo.
Causas del desempleo
Entre los diferentes factores causantes del desempleo destacan los siguientes:
Salario mínimo superior al salario de equilibrio: Cuando el salario mínimo es mayor que
el salario de equilibrio, se genera un desajuste que causa desempleo.
Los efectos del desempleo varían en función de cada economía, pero coinciden en las
siguientes consecuencias:
o Aumento de las desigualdades sociales: Una parte de la población
dispone de un ingreso muy ajustado que le dificulta mejorar su posición
económica.
o Disminución de la calidad de vida: Cuantos menos recursos posee una
persona menor será su calidad de vida.
o Empeora la salud mental de la población: El desempleo genera una
gran desmotivación causando grandes depresiones y problemas
psicológicos.
o Reducción del consumo: El consumo se incrementa o se reduce en
función de la capacidad económica de la población. Cuando una
determinada economía posee altas tasas de paro, su consumo se verá
mermado.
o Mayor gasto estatal: Las prestaciones por desempleo que entrega el
Estado se incrementan generando un mayor desembolso de dinero
público. De esta forma, si el país no tiene la capacidad de hacer frente a
dichas prestaciones, deberá emitir deuda.
o Pérdida de capital humano: Cuando un profesional pasa un largo
período en paro sus conocimientos se reducen.
Partiendo de una situación inicial, en donde todo el trabajo demandado por las empresas
es absorbido por la oferta de la población activa. Este mercado en equilibrio se rompe
cuando, por ejemplo, se produce una recesión económica en un país (véase el concepto
de oferta, el concepto de demanda y la ley de oferta y demanda).
Población ocupada en Perú creció 52,6 %, pero desempleo afecta al 5,5 % Este
contenido fue publicado el 16 agosto 2021 - 16:2616 agosto 2021 - 16:26 Lima, 16
ago (EFE) - https://www.swissinfo.ch/spa (https://www.swissinfo.ch/spa/per%C3%BA-
empleo_poblaci%C3%B3n-ocupada-en-per%C3%BA-creci%C3%B3-52-6----pero-
desempleo-afecta-al-5-5--/46872732)
La población ocupada en Perú, en el segundo trimestre del presente año, subió 52,6 % a
16,8 millones de personas, especialmente en la costa del país, aunque el desempleo
afecta al 5,5 % de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, a 976.300
personas, según los informes oficiales publicados este lunes.
Aunque la ocupación laboral en Perú se ha venido recuperando en 2021, aún sigue
siendo menor en 0,9 %, en unos 143.800 trabajadores, respecto al trimestre abril-mayo-
junio de 2019.
En el caso de Lima, la ciudad que tiene un tercio de la población peruana total, la tasa
de desempleo se ubicó en 9,4 % en este trimestre, lo que representa a 483.600 habitantes
en busca de trabajo.
Las regiones peruanas en las que creció principalmente la población ocupada fueron la
costa sur en 102 %, la costa centro en 76,7 % y la costa norte en 57 %, zonas en las que
se concentra la actividad industrial y comercial del país.
En los Andes centrales del país subió en 41 %, en los Andes del sur en 35,8 % y en la
Amazonía creció 37,5 %.
A su vez, los ingresos recibidos por los trabajadores por concepto de remuneraciones,
denominada la masa salarial, subieron 82 % en el segundo trimestre del año, aunque
comparado con el mismo lapso de 2019 disminuyeron en 10,5 %.
En Lima, el ingreso promedio mensual de los trabajadores subió a 1.590 soles (390
dólares), aunque significó un retroceso de 6,5 % respecto a 2019.
En ese sentido, el ministerio de Economía destacó que, en el primer semestre del año, el
Producto Bruto Interno (PBI) del país registró una tasa de 20,4 %, lo cual respalda la
proyección de crecimiento de 10 % para el 2021.