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Los efectos de la pandemia en la economía del pais.

LA PEA, DESEMPLEO, SUB EMPLEO. EL EMPLEO INFORMAL Y SU COSTO.


CAUSAS Y EFECTOS

La pandemia del coronavirus ha afectado diversos sectores de la economía, como


finanzas, salud, educación e industria (sea agrónoma, minera o de bienes de consumo),
entre los más importantes. Todos ellos están relacionados con una realidad muy
importante y fundamental para el desarrollo de cualquier economía: el empleo.

Aunque, debido al confinamiento las empresas han adaptado sus trabajos a una forma
remota, es importante mencionar que no todos los empleos son adaptables al modo
virtual y que muchos necesitan la presencia del trabajador para que este pueda ejecutar
el trabajo en su centro. Al no poderse adaptar a lo remoto, se genera desempleo, ya que,
si un trabajador no puede ofrecer un servicio, la empresa no puede contratarlo o
mantenerlo en su equipo.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el Perú sufrió un


aumento en la tasa de desempleo solo en Lima Metropolitana de 88%, comparando el
primer trimestre del 2020 y el mismo del 2021; es decir, se ha incrementado el número
de las personas integrantes de la Población Económicamente Activa (PEA) que no están
trabajando. En términos porcentuales por años, el Perú ha pasado de una tasa de
desempleo de 7% a 14,5%. Este índice se saca dividiendo las personas desocupadas de
la PEA sobre la PEA.

La participación del sector informal ha sufrido un aumento en el mercado laboral. En el


2019, la tasa de participación fue de 73%, mientras que en 2020 habría estado cerca del
90% (INEI). Algunos empleos informales son los que realizan taxistas, vendedores de
diarios, ambulantes, repartidores de comida, entre otros. Esto sin duda es consecuencia
de la crisis sanitaria mundial, ya que muchos, al perder su empleo formal, pasaron al
sector informal, que, si bien es una fuente de ingresos, no trae consigo la serie de
beneficios laborales que sí se le otorgan al formal, como seguro social, vacaciones,
utilidades en ciertos casos y jubilación. Esta nueva tasa se mantendrá aproximadamente
hasta finales del 2022 o principios del 2023, cuando se regresará a la situación precovid
en el sector laboral, según estudios del Banco de Crédito del Perú (BCP).

Con el fin de proyectar un panorama para lo que resta del año, se puede revisar el
reporte que emitió la empresa Manpower, reconocida internacionalmente por impulsar
el potencial humano. Se trata de una encuesta de expectativas de empleo en el Perú,
realizada mediante una entrevista con muestra representativa de 400 empleadores del
Perú. Los resultados muestran que cerca del 65% de los empleadores esperan que el
mercado laboral en general no varíe en el segundo trimestre del año 2021; es decir, no
habría ni generación de nuevos puestos ni despidos a niveles absolutos en todos los
sectores del trabajo. Sin embargo, un análisis profundo por sector muestra que los que
tendrán una mayor demanda laboral, con el consecuente incremento del empleo, el
bancario y financiero, agricultura y pesca y manufactura. Los porcentajes de variación
positiva serán de 12%, 9% y 7%, respectivamente. Sin embargo, las expectativas para
los sectores de minería, comercio, servicios, transporte y servicios públicos,
construcción y administración pública son negativas, ya que se espera que el empleo
disminuya entre 5% y 9%.

El trabajo es fundamental si es que se busca el desarrollo de un país o una región. Si una


economía sufre un estancamiento o desaceleración, una de las principales herramientas
para activarla es el trabajo, pero dada la actual coyuntura sanitaria, el trabajo tiene que ir
de la mano con la salud y no se le debe priorizar sin tomar las medidas sanitarias más
adecuadas.

Informalidad laboral ¿Cómo impactó la pandemia? Escribe Luis Fabio Gutierrez


Labrin, alumno de Economía de la Universidad del Pacífico.

La calidad de vida de los individuos depende de muchos factores, muy prominente entre
ellos, la posición de los individuos en el mercado laboral y el tipo de trabajos que
tienen. Para muchos científicos sociales, el empleo estable dentro del sector formal está
asociado con la satisfacción y una alta calidad de vida (Lehmann & Pignatti, 2018).
En Perú, la alta informalidad en el empleo ha sido un tema de discusión dentro de las
políticas públicas, esta informalidad se ha afianzado en nuestro país, lo que se ve
reflejado en las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT). La informalidad en el empleo fue de
73% en 2019 en Perú, una cifra alta en comparación con países de Europa y Asia
Central, cuya informalidad laboral promedio se encuentra alrededor de 25%, pero
relativamente similar a países de la región como Bolivia (85%), Colombia (62%) y
Ecuador (64%). Como muestran los datos, la informalidad laboral ha sido un problema
real en América Latina y, específicamente, en nuestro país, pero cabe preguntarse, en
primer lugar: ¿cómo se define el empleo informal según los entes y organizaciones
competentes?

El empleo informal hace referencia a aquellos empleos que no gozan de beneficios


estipulados por ley como seguridad social, gratificaciones, vacaciones pagadas, etc.
(INEI, 2018) Asimismo, según la OIT, se considera que los asalariados tienen un
empleo informal si su relación de trabajo, de derecho o, de hecho, no está sujeta a la
legislación laboral nacional, el impuesto sobre la renta, la protección social o
determinadas prestaciones relacionadas con el empleo. Es decir, antes de la llegada de la
pandemia, alrededor del 73% de los trabajadores a nivel nacional no estaban sujetos a la
legislación peruana o no gozaban de los beneficios estipulados por la ley.

Diversos autores han tratado de explicar las posibles causas de la informalidad laboral.
Por un lado, tenemos aquellos que argumentan que existen factores que pueden disuadir
a los trabajadores de elegir un trabajo formal, principalmente dos factores: El primer
factor se refiere a que las leyes de protección laboral a menudo imponen un impuesto
implícito a los trabajadores, por lo que estos pueden preferir evadir estos impuestos
laborales operando en el sector informal; mientras que el segundo, a que las diversas
modalidades del trabajo informal pueden ofrecer otras características deseables, como
una mayor flexibilidad o posibilidades de formación, que se adapten a algunos
trabajadores mejor que los de un trabajo asalariado formal (Maloney, 1999).
Por otro lado, encontramos autores que ven el sector informal como el sector inferior, la
opción de último recurso. Debido a las barreras de entrada, los salarios mínimos, los
sindicatos, entre otros factores, se racionan los empleos formales. Es decir, los
trabajadores del sector informal son expulsados involuntariamente del sector formal
(Lehmann & Pignatti, 2018). Tomando en cuenta estas posibles explicaciones, nace la
interrogante de cómo afectó la pandemia en este ámbito, ¿el empleo se deterioró durante
el 2020? Y si fue así, ¿quiénes fueron los más afectados?

Según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del INEI, en los últimos 5
años previos a la pandemia (2015 – 2019), al menos 7 de cada 10 trabajadores peruanos
laboraban en el sector informal, con un porcentaje de informalidad que oscilaba entre
72.0% y 73.2%. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, se vio un ligero
incremento hasta llegar a 75.3% en el 2020. Con estos datos podemos inferir que la
pandemia generó un deterioro mayor en el empleo, llegando a tasas de informalidad por
encima de los últimos 5 años previos a la pandemia. Específicamente, el número de
trabajadores se redujo tanto en el sector formal como en el informal, aunque en menor
medida en cada uno. En el sector formal, el número de trabajadores se redujo en 21% al
pasar de 4,670,000 en 2019 a 3,675,000 en 2020; mientras que, en el sector informal, el
número de trabajadores se redujo en 10% al pasar de 12,463,000 en 2019 a 11,227,000
en 2020, lo que explica los mayores niveles de informalidad.

Ahora bien, con las cifras de la ENAHO también podemos ver si el empleo informal
afecta a ciertos segmentos de la población más que a otros. Al analizar los datos por
grupos de edad, podemos observar que el grupo de trabajadores más jóvenes (entre 14 y
24 años) son también los que han experimentado mayores niveles de informalidad tanto
en 2019 (87.1%) como en 2020 (88.9%). A este grupo, le sigue el grupo etario de 45
años a más, cuya informalidad pasó de 71.3% en 2019 a 73.0% en 2020. Por su parte, el
grupo de jóvenes adultos (entre 25 y 44 años) incrementó su nivel de empleo informal
de 68.8% a 72.3% en 2020.
En tanto, al analizar por área urbana y rural, los datos muestran que la informalidad
laboral en el área rural (96.1%) sigue siendo mucho mayor a la evidenciada en el área
urbana (68.4%) para 2020. Cabe resaltar que esta tendencia se ha evidenciado durante
los 5 años previos a la pandemia. Asimismo, respecto a los sectores económicos de
nuestro país, el sector agropecuario (agricultura, ganadería, pesca y silvicultura) es el
que representa el mayor nivel de informalidad tanto en 2019 (95.7%) como en 2020
(96.4%), seguido del sector de hoteles y restaurantes (86.5% en 2020).

Con estos datos a la mano, resulta crucial resaltar las posibles consecuencias de un
empleo informal elevado. En primer lugar, podemos analizar del nivel de productividad
del trabajador. Según Ossa (2018), “la productividad laboral mide la cantidad de
producto por unidad de trabajo” (p. 245). Esto quiere decir que la productividad laboral
de un trabajador implica la cantidad adicional de bienes que este puede producir.
Adicionalmente, el nivel de productividad depende del capital humano del trabajador.
Respecto a esto, en un modelo estimado tomando en consideración la economía
mexicana, se encontró que el ritmo de mejora del capital humano es más lento mientras
se trabaja en el sector informal en comparación con el sector formal (Bobba et al.,
2021).

En conclusión, los altos niveles de informalidad en el Perú podrían ocasionar una menor
productividad, lo que a su vez generará menores salarios y una desigual distribución de
los ingresos. Asimismo, el menor crecimiento del capital humano en el sector informal
en comparación con el sector formal generará una mayor brecha de conocimientos y
productividad entre los trabajadores formales e informales. Finalmente, según el INEI,
de cada ocho empresas que existe en el país siete son informales y no pagan ningún tipo
de impuesto al fisco. Pero, además de las pérdidas para el Estado, el ex ministro de
Trabajo, Jorge Villasante, explicó que estas unidades restan competitividad al país (RPP
Noticias, 2017).

Referencias:
Bobba, M., Flabbi, L., Levy, S., & Tejada, M. (2021). Labor market search, informality,
and on-the-job human capital accumulation. Journal of Econometrics, 223(2), 433–453.
https://doi.org/10.1016/j.jeconom.2019.05.026

INEI. (2018). Producción y Empleo Informal en el Perú. Cuenta Satélite de la Economía


Informal 2007-2017. In Instituto Nacional de Estadística e Informática.
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1589/

Lehmann, H., & Pignatti, N. (2018). Informal employment relationships and the labor
market: Is there segmentation in Ukraine? Journal of Comparative Economics, 46(3),
838–857. https://doi.org/10.1016/j.jce.2018.07.011

Maloney, W. F. (1999). Does informality imply segmentation in urban labor markets?


Evidence from sectoral transitions in Mexico. World Bank Economic Review, 13(2),
275–302. https://doi.org/10.1093/wber/13.2.275

Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2003). “Directrices sobre una definición
estadística de empleo informal”. Decimoséptima Conferencia Internacional de
Estadísticos del Trabajo (CIET).

Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2018). Más del 60% de la población
mundial empleada se encuentra en el sector informal de la economía. OIT.
https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_627189/lang–
en/index.htm
Ossa, D. F. (2018). Productividad y distribución del ingreso: implicaciones sobre el
salario mínimo colombiano, 2001-2016. Revista de Economía Institucional, 20(39),
231–255. https://doi.org/10.18601/01245996.v20n39.10

RPP Noticias. (2017). Estos son los costos de la informalidad en el país. RPP Noticias.
https://rpp.pe/economia/economia/estos-son-los-costos-de-la-informalidad-en-el-pais-
noticia-1060891?ref=rpp

Desempleo
Desempleo o paro significa falta de empleo. Se trata de un desajuste en el mercado
laboral, donde la oferta de trabajo (por parte de los trabajadores) es superior a la
demanda de trabajo (por parte de las empresas).

Cuando existen más personas dispuestas a ofrecer su trabajo a las empresas que puestos
de trabajo disponibles se produce una situación de desempleo. Cuando existe gente que
no tiene empleo se conoce como desempleo o paro.

Para calcular la tasa de desempleo de un lugar se toman aquellas personas que estando
en edad de trabajar (entre 16 y 65 años) y buscando activamente no encuentran empleo,
es decir, lo que se conoce como población activa.

Tener una tasa de desempleo alta supone un grave problema para un país pues afecta
directamente al crecimiento económico, además del problema para las personas que se
encuentran en situación de desempleo. Así, los efectos del desempleo, por un lado,
pueden ser económicos como disminución de la producción real, disminución de la
demanda y aumento del déficit público. Pero también puede causar efectos sociales
como efectos psicológicos o efectos discriminatorios.

Según el Banco Mundial, la tasa de desempleo es la proporción de la población activa


que no tiene trabajo, pero que busca trabajo y está disponible para realizarlo. Las
definiciones para calcular la población activa y la tasa de desempleo pueden variar
ligeramente según el país.
Tipos de desempleo

Podemos diferenciar diferentes tipos de desempleo que vienen a explicar también las
causas.

Desempleo estacional: Es el originado por cambios en la demanda de trabajo por parte


de las empresas debido a la estación del año, a la temporalidad o a otros factores
estacionales. Como ocurre, por ejemplo, en el sector turístico en España, que en
temporada alta (verano, semana santa y navidades) absorbe nuevos trabajadores y una
vez la actividad del negocio vuelve a su ritmo habitual van de nuevo al paro.

Desempleo friccional: Es voluntario. Personas que pudiendo trabajar deciden tomarse


un tiempo para formarse, descansar o buscar el empleo que mejor se ajusta a sus
cualificaciones y gustos. Es independiente al propio funcionamiento del mercado de
trabajo.

Desempleo estructural: Se debe a desajustes entre la cualificación o la localización de la


fuerza de trabajo y la cualificación requerida por el empleador. Programas de formación
y reciclaje o de adaptación a las nuevas tecnologías, son algunas de las medidas que se
llevan a cabo para reducir este tipo de desempleo.

Desempleo cíclico: Tiene lugar cuando los trabajadores, y en general los restantes
factores productivos, quedan ociosos debido al momento del ciclo que se está
atravesando, en el que la actividad económica no es suficiente para emplear los factores
productivos.

Desempleo encubierto: Ocurre cuando existen personas que tienen un puesto de trabajo,
pero su capacidad productiva está siendo infrautilizada.

Tipos de desempleo
El desempleo es la situación de falta de trabajo o empleo. Ahora bien, existen diferentes
tipos de desempleo. Las causas y consecuencias de cada tipo de desempleo son
diferentes.

Existen muchos tipos de desempleo. Cabe aclarar, en este punto, que el tipo al que
hagamos referencia dependerá de la clasificación. Por ejemplo, podemos clasificar el
empleo por edad, por sexo, por nivel educativo o incluso por la época económica en la
que ocurre. Habitualmente, este último punto es el que sirve para clasificar los tipos de
desempleo. Es decir, en economía, normalmente, se tienen en cuenta los siguientes tipos
de desempleo:

 Coyuntural o cíclico
 Estructural
 Friccional
 Estacional

La clasificación anterior es teniendo en cuenta el estado de la economía. Ahora bien,


existen muchos más tipos a los que nosotros haremos referencia. Por ejemplo, el
desempleo juvenil es un tipo de desempleo que no está recogido en los cuatro tipos
mencionados anteriormente. De la misma forma, el desempleo por nivel educativo
tampoco está recogido en la clasificación anterior. Los tipos de desempleo más
importantes se clasifican según:

 Estado de la economía
 Edad
 Sexo
 Nivel educativo
 Zona geográfica
 Duración del desempleo

Desempleo por estado de la economía

El tipo de desempleo en función del estado de la economía es el más popular y


utilizado. Pero, no el único. Entre estos tipos de desempleo se encuentran:
 Coyuntural o cíclico
 Estructural
 Friccional
 Estacional

Desempleo por edad


Uno de los factores de clasificación, se encuentra en la edad. Así, se puede clasificar el
desempleo según la edad, de la siguiente forma:

 Juvenil
 Mayores de 52 años

Desempleo por sexo

El desempleo por sexo es una de las métricas más importantes. Además, también es
importante el tipo contrato al que acceden según el sexo. El análisis de desempleo por
sexo se suele analizar junto con la edad o el nivel educativo. De ahí, que sea un
concepto relacionado con el de brecha salarial.

 Mujeres
 Hombres

Desempleo por nivel educativo

La formación es uno de los aspectos clave en el empleo. En la mayoría de los países


desarrollados, aquellas personas con formación superior tienen menor nivel de
desempleo que aquellas que carecen de formación. Esto es algo lógico. Tanto, que por
eso para los padres es tan importante la formación de sus hijos.
 Educación superior
 Educación media
 Educación básica
 Sin educación

Desempleo por zona geográfica

Dependiendo de la zona geográfica el nivel de desempleo puede variar. Así, en algunos


países existen zonas con más desempleo y otras con menos desempleo. Por ejemplo, en
España, suele existir más desempleo en las comunidades del sur que en las del norte. De
la misma forma, las capitales de provincia suelen tener menores tasas de paro que los
pueblos o zonas rurales.
 Ciudades
 Pueblos
 Rural
 Norte
 Sur
También cabe destacar, que el desempleo, en cuanto a geografía se refiere, también
podría deberse a la evolución del país. Por ejemplo, puede que en determinados lugares
una industria haya crecido más y por eso tiene más empleo.

Desempleo por sector

Hilando con lo anterior, el desempleo también se puede clasificar por sectores. Esto es
algo habitual en los datos de empleo. La estructura del empleo o desempleo vendrá
determinada por el desarrollo de un país. De tal forma que, en los países más
desarrollados habrá menor nivel de desempleo en el sector servicio y mayor nivel de
desempleo en el sector agrícola.
 Sector terciario
 Sector secundario
 Sector primario
Es importante indicar, que hablamos de la evolución a largo plazo. Así, por ejemplo,
puede que puntualmente haya una crisis en el sector primario de un país y esto provoque
desempleo.

Desempleo por duración

Atendiendo a la duración del desempleo, podemos distinguir varios tipos de desempleo:

 Larga duración
 Menos de dos años
 Menos de un año

Estas métricas hacen referencia al periodo de tiempo que una persona se encuentran en
situación de desempleo. Lo ideal es que el tiempo que una persona se encuentra
desempleada sea lo menos posible. A menor duración del desempleo, mejor funcionará
la economía. Querrá decir, que es sencillo encontrar trabajo.
Causas del desempleo

Entre los diferentes factores causantes del desempleo destacan los siguientes:

Salario mínimo superior al salario de equilibrio: Cuando el salario mínimo es mayor que
el salario de equilibrio, se genera un desajuste que causa desempleo.

Nuevas tecnologías y automatización: El avance de la tecnología y el desarrollo de la


robótica permite sustituir puestos de trabajo por precisas máquinas.

Baja cualificación de la población: La baja cualificación de la población frena el


desarrollo económico de un país debido a sus bajos niveles de productividad.

Crisis económica o financiera: Las crisis económicas o financieras provocan multitud de


cierres de empresas y disparan las tasas de paro.

Tejido empresarial débil: Cuando una economía no dispone de un amplio tejido


empresarial que sea capaz de absorber a la población activa, se genera paro.

Desastre natural: Desastres naturales como terremotos, pandemias o tsunamis provocan


la destrucción de muchas empresas.

Consecuencias del desempleo

Los efectos del desempleo varían en función de cada economía, pero coinciden en las
siguientes consecuencias:
o Aumento de las desigualdades sociales: Una parte de la población
dispone de un ingreso muy ajustado que le dificulta mejorar su posición
económica.
o Disminución de la calidad de vida: Cuantos menos recursos posee una
persona menor será su calidad de vida.
o Empeora la salud mental de la población: El desempleo genera una
gran desmotivación causando grandes depresiones y problemas
psicológicos.
o Reducción del consumo: El consumo se incrementa o se reduce en
función de la capacidad económica de la población. Cuando una
determinada economía posee altas tasas de paro, su consumo se verá
mermado.
o Mayor gasto estatal: Las prestaciones por desempleo que entrega el
Estado se incrementan generando un mayor desembolso de dinero
público. De esta forma, si el país no tiene la capacidad de hacer frente a
dichas prestaciones, deberá emitir deuda.
o Pérdida de capital humano: Cuando un profesional pasa un largo
período en paro sus conocimientos se reducen.

Oferta y demanda en el mercado laboral

Partiendo de una situación inicial, en donde todo el trabajo demandado por las empresas
es absorbido por la oferta de la población activa. Este mercado en equilibrio se rompe
cuando, por ejemplo, se produce una recesión económica en un país (véase el concepto
de oferta, el concepto de demanda y la ley de oferta y demanda).

Las empresas van a demandar menos cantidad de trabajo en el mercado, momento en el


que se produce el paso señalado en la gráfica, desplazándose la demanda de trabajo
hacia la izquierda.

El resultado final es una menor cantidad de trabajo en la economía y un menor salario.


Es decir, suponiendo que cae la demanda de trabajadores por parte de las empresas y la
oferta de trabajo se mantiene igual (la gente sigue buscando empleo), este es el
resultado:
Como comentábamos, ante una situación de recesión económica, habrá menos demanda
de trabajo por parte de las empresas, que puede incluso desplazar los salarios a la baja.
Lo que hará que los ciudadanos consuman menos bienes y servicios, esto afectará a las
empresas vendiendo menos y se obligarán a bajar los precios y estrechar los márgenes.
Este círculo vicioso de precios a la baja se denomina espiral deflacionista y ocurre
cuando hay deflación.

Población ocupada en Perú creció 52,6 %, pero desempleo afecta al 5,5 % Este
contenido fue publicado el 16 agosto 2021 - 16:2616 agosto 2021 - 16:26 Lima, 16
ago (EFE) - https://www.swissinfo.ch/spa (https://www.swissinfo.ch/spa/per%C3%BA-
empleo_poblaci%C3%B3n-ocupada-en-per%C3%BA-creci%C3%B3-52-6----pero-
desempleo-afecta-al-5-5--/46872732)

La población ocupada en Perú, en el segundo trimestre del presente año, subió 52,6 % a
16,8 millones de personas, especialmente en la costa del país, aunque el desempleo
afecta al 5,5 % de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, a 976.300
personas, según los informes oficiales publicados este lunes.
Aunque la ocupación laboral en Perú se ha venido recuperando en 2021, aún sigue
siendo menor en 0,9 %, en unos 143.800 trabajadores, respecto al trimestre abril-mayo-
junio de 2019.

De acuerdo con el informe técnico sobre el comportamiento de los indicadores de


mercado laboral a nivel nacional, la población con empleo adecuado disminuyó en 11
%, en el periodo de julio del 2020 a junio del 2021, a 7,3 millones de trabajadores.

En tanto, la población subempleada, en el mismo periodo, aumentó en 19 %, más de un


millón de personas, según el informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática
(INEI).

DESEMPLEO AFECTA AL 5,5 % DE PEA

Respecto a la tasa de desempleo a nivel nacional, ésta fue de 5,5 % de la PEA en el


trimestre comprendido en abril-mayo-junio, lo que significa que hay 976.300 personas
en busca activa de empleo.

El desempleo creció a 9,3 % en el mismo trimestre de 2020, debido al confinamiento


por la pandemia de la covid-19, respecto a la tasa de 3,6 % que tuvo en similar periodo
de 2019.

En el caso de Lima, la ciudad que tiene un tercio de la población peruana total, la tasa
de desempleo se ubicó en 9,4 % en este trimestre, lo que representa a 483.600 habitantes
en busca de trabajo.

Las regiones peruanas en las que creció principalmente la población ocupada fueron la
costa sur en 102 %, la costa centro en 76,7 % y la costa norte en 57 %, zonas en las que
se concentra la actividad industrial y comercial del país.

En los Andes centrales del país subió en 41 %, en los Andes del sur en 35,8 % y en la
Amazonía creció 37,5 %.
A su vez, los ingresos recibidos por los trabajadores por concepto de remuneraciones,
denominada la masa salarial, subieron 82 % en el segundo trimestre del año, aunque
comparado con el mismo lapso de 2019 disminuyeron en 10,5 %.

En Lima, el ingreso promedio mensual de los trabajadores subió a 1.590 soles (390
dólares), aunque significó un retroceso de 6,5 % respecto a 2019.

RECUPERACIÓN DEL PIB

El INEI también reportó un incremento del 23,5 % en la actividad económica de junio,


porcentaje mayor en 1 % al registrado el mismo mes del 2019.

En ese sentido, el ministerio de Economía destacó que, en el primer semestre del año, el
Producto Bruto Interno (PBI) del país registró una tasa de 20,4 %, lo cual respalda la
proyección de crecimiento de 10 % para el 2021.

Destacó el crecimiento de la construcción (90,7 %) y la manufactura no primaria (39,3


%) en junio, y la producción de electricidad (8,0 %) en julio.

El empleo en el Perú: cada


vez más informal, por
Monica Muñoz Nájar*
“La informalidad es un fenómeno complejo que refleja el bajo
desarrollo de nuestra economía y a su vez genera un mayor
atraso económico”, afirma la coordinadora de Proyectos y
Políticas Públicas de la Red de Estudios para el Desarrollo
(Redes)

Más de 12 millones de peruanos


tienen empleos informales. Todos conocemos de
primera mano a alguien que trabaja en estas
condiciones, quizá nosotros mismos. La mala noticia
es que, con la pandemia y la crisis económica, el
problema se está agravando.
Un trabajador se considera informal si es que es el dueño de
un negocio informal; si trabaja en un emprendimiento familiar,
pero no recibe ningún pago; o si es dependiente (en un lugar
formal o informal), pero no tiene un seguro de salud pagado por
su empleador. Según el INEI, antes de la pandemia, en el 2019,
el 72,7% eran empleos informales, mientras que a marzo del
2021, el porcentaje subió a 77,3%.

Estos altos niveles de informalidad solo consideran a


trabajadores sin seguro de salud, ¿cómo sería si se consideraran
otros requisitos? Usando como base el Índice de Trabajo
Decente (ITD) estimado por el Ministerio de Trabajo para el
2019, al menos 86% de trabajadores no tenían acceso a empleos
decentes. Esa es la situación peruana: muy pocos trabajadores
tienen acceso a empleos adecuados y la gran mayoría de
peruanos que trabajan lo hacen en trabajos precarios.

¿Y qué pasó con la pandemia?


La pandemia nos condujo a una crisis económica sin
precedentes: en abril del 2020, la producción se contrajo 39%, y
en acumulado, todo el 2020 el PBI tuvo una caída histórica de
11%. Esto resultó catastrófico para el empleo: en lo peor de la
pandemia, la población ocupada se redujo en 35% y se
perdieron casi 6 millones de puestos de trabajo.
Desde ese momento nos hemos ido recuperando, pero aún
tenemos un trecho importante que recorrer: a marzo del 2021 se
tenían 580 mil empleos menos que en marzo del 2019. Si a eso
sumamos que todos los años el empleo debería aumentar para
absorber a las personas que entran al mercado laboral, el déficit
de empleos podría llegar al millón.
La historia es más desalentadora cuando se revisa cómo cambió
la composición del empleo con la crisis: los empleos que más
rápido se han recuperado son los informales, y de los más de 5,2
millones de empleos recuperados, 4,3 millones fueron
informales. De hecho, el empleo formal se redujo más de 4
puntos porcentuales (de 27% a 23%), mientras el trabajo
informal, en participación, ya superó los niveles prepandemia.
¿Por qué tenemos tanta informalidad?
En la recientemente aprobada Política Nacional de Empleo
Decente se han identificado seis causas directas de la falta de
trabajo decente: a) bajo nivel de capital humano de la fuerza
laboral, b) débil vinculación entre oferta y demanda laboral, c)
el empleo se genera en unidades de baja productividad, d)
limitaciones de la regulación laboral y de seguridad social, e)
desigualdad en oportunidades de empleo, y f) desfavorable
entorno social e institucional.

¿Por qué tenemos tanta informalidad?


En la recientemente aprobada Política Nacional de Empleo
Decente se han identificado seis causas directas de la falta de
trabajo decente: a) bajo nivel de capital humano de la fuerza
laboral, b) débil vinculación entre oferta y demanda laboral, c)
el empleo se genera en unidades de baja productividad, d)
limitaciones de la regulación laboral y de seguridad social, e)
desigualdad en oportunidades de empleo, y f) desfavorable
entorno social e institucional.
Este diagnóstico está en la dirección correcta y se debe dar
especial énfasis al tema que han identificado múltiples
investigaciones para el caso peruano como nuestro principal
problema: la sobrecarga regulatoria laboral y tributaria.
El Perú es uno de los países con los costos laborales no
salariales más altos en Latinoamérica (en promedio 67% del
salario), existe evidencia que sugiere que el salario mínimo es
muy alto para algunos grupos y la legislación laboral peruana
tiene más de 1.800 páginas. Todos estos son desincentivos a la
formalización del empleo que requieren reformas urgentes. Una
recomendación general es priorizar medidas que reduzcan los
costos de permanecer en la formalidad (más que los de acceder
a ella), así como fortalecer el sistema de protección social de la
población.
La informalidad es un fenómeno complejo que refleja el bajo
desarrollo de nuestra economía y a su vez genera un mayor
atraso económico. Más aún, tiene un impacto directo en la
calidad de vida de todos los trabajadores, formales e informales:
los informales no tienen acceso a un sistema de protección
social y se les hace más difícil acceder a los mercados
financieros, condiciones que los hacen muy vulnerables (basta
con ver qué pasó con la pandemia). Para los trabajadores
formales, la alta informalidad lleva a los gobiernos a
incrementar la presión tributaria sobre ellos.
A esto se suma el impacto negativo general de tener alta
informalidad sobre el bienestar de los ciudadanos, por ejemplo,
los límites al crecimiento económico y, por lo tanto, a las
oportunidades; y los malos servicios públicos por una baja
recaudación.
Las reformas que el país necesita para revertir la precarización
del mercado laboral son complejas e impopulares en buena
parte, y requieren un trabajo consensuado entre el Poder
Ejecutivo y el Congreso. La aprobación de la Política Nacional
de Empleo Decente es un buen paso, pero el nuevo gobierno
debe comprometerse a seguirla, es su responsabilidad, así como
es su responsabilidad recordar que decisiones bien
intencionadas pueden terminar afectando a los más vulnerables
por muchos años en el futuro, si no se toman sobre la base de lo
que nos dice la evidencia.
*Este artículo se desarrolló con el apoyo de César
García.

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