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Arcos. Funicularidad
JAVIER TORRES, INGENIERO DE CAMINOS, C. y P.
o
EL ARCO EN SU HISTORIA
E
xiste un problema que el
hombre ha tenido que sol-
ventar desde siempre: cru-
zar un arroyo sin mojarse, y
para ello ha intentado mu-
chas soluciones, algunas de las cuales
vamos a observar seguidamente. Pero
intentemos mirar el asunto prestando al- b.
guna atención a lo que esas formas nos
indican; Unamunb, fiel a su integralismo, c. a.
a su esencia hispana dicE;!, en su .obra
"Del sentimiento trágico de la vida" lo si-
guiente: "En las más de las historias de
la filosofía que conozco, se nos presenta
a los sistemas como originándose los
unos de los otros, y sus autores; los filó-
sofos, apenas aparecen como meros
pretextos. La íntima biografía de los filó-
sofos, de los hombres que filosofaron,
ocupa un lugar secundario", don Miguel
echa en falta una mirada que ligue las FIGURA 1
obras con sus autores, pues en el caso
de las obras de arte existe inexorable-
mente esa conexión y cuando se trata virtiendo con el paso del tiempo en el gravita sobre el hueco del arco ha de ser
del legado artístico de los pueblos ocu- centro de la vida pública. Como ya he- menor que el que lo hace sobre la parte
rre lo mismo. En el caso que nos ocupa, mos señalado, la razón de la metrópoli interna y además ha de arriostrar conve-
el arco, la forma de ver las cosas de una se asienta en la lucha competidora que nientemente al voladizo (lajas superio-
civilización nos puede indicar muy fiel- mantienen las ciudades entre sí, las res de mayor longitud). En el arco de la
mente el fundamento intrínseco de sus Olimpiadas eran un ejemplo, y en Jonia y muralla de Selinunte uno de los sillares
soluciones y al revés. Se puede salvar en las colonias, además en batallas con de la derecha ha roto -ver grieta- y ha
un arroyo "de golpe", con un único tablón los bárbaros de las fronteras. En esta te- permitido el cabeceo de la laja superior
-dintel (figura 1a)-, o con "varios ele- situra las murallas se convierten en que apoyándose en el costado izquier-
mentos" porque no se dispone de una condición y símbolo de la independen- do ha comenzado a trabajar como un
viga de esa longitud. Cuando son varios cia de las ciudades y, al igual que las ca- verdadero arco. El arco Maya de la figu-
los trozos de material a utilizar es posi- lles, suelen seguir la forma del terreno ra 2b es otro ejemplo de esta tipología,
ble conseguir que la mera suma de cada aprovechando todas las ventajas que aunque en este caso al intradós no se le
uno de ellos por separado dé el arco fi- ofrece la topografía para aumentar su ha dado forma curva.
nal -falso arco (figura 1b)- o bien que fuerza defensiva. Un ejemplo es el muro
cada uno de los componentes requiera de defensa norte de la ciudad de Seli- Así como los griegos pensaban en
la presencia de todos los demás -arco nunte, de la que en la figura 2a se ve una ciudades independientes y autosufi-
propiamente dicho (figura 1d)-. Es po- pequeña puerta ejecutada como un fal- cientes, los romanos creían en el impe-
sible que el primer arco hubiera sido una so arco. rio y necesitaron de comunicaciones
gran piedra encajada en las dos riberas -calzadas y puentes- yabastecimien-
El fundamento mecánico de estos to de las capitales -acueductos-oUn
del arroyo (figura 1c) y que luego se repi- arcos recuerda el de organización de
tiese la forma mediante el arco de dove- ejemplo espléndido es el acueducto de
las ciudades griegas y estriba en que Segovia (figura 3) construido en el siglo I
las. cada una de las dos mitades sea inde- d.C. con 900 m. de longitud y 34 de altu-
Comenzaremos por hablar de los pendiente de la otra y en autoequili- ra. Es una estructura muy esbelta y del-
griegos que tenían en la ciudad aislada brio, lo mismo que cada uno de los si- gada constituida por dos series de 128
en su propio equilibrio, el fundamento de llares que se van superponiendo arcos superpuestas. Las altas pilas tie-
su organización política. Como partes unos a otros con juntas horizontales nen unas molduras que rompen la uni-
más importantes de su ciudad se pue- sin tener que utilizar ningún tipo de formidad de la pila, pero se la dan al con-
den destacar la acrópolis que era la pla- cimbra. Estos condicionantes hacen junto de la obra.
za fuerte además de fortaleza-refugio, el que el vuelo de una piedra sobre otra de-
santurario situado por lo general en an- ba ser como máximo la mitad de su lon- Ya comenzamos a vislumbrar el cam-
tiguos lugares de culto, las plazas públi- gitud y de igual forma ha de ocurrir glo- bio de mentalidad en el que el conjunto
cas y sobre todo el ágora que se va con- balmente, es decir: el peso de piedra que tiene más importancia que las partes y
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Revista de Edificación . Marzo 1989 . N° 5 . 59
, -
así ocurre con el arco de medio punto hab era el lugar santo de la mezquita y de emplear su tiempo meditando, des-
en el que la forma total-Imperio- no siempre se construía en la quibla o muro cansando o simplemente hablando con
se puede desligar de cada una de sus dirigido hacia la Meca, salvo en España sus vecinos y para lo cual está el patio
dovelas -Provincias-, cuando falla que se dirigía hacia el sur, hacia Andalu- con una pila de abluciones. Los árabes
una se derrumba el arco. Por otro lado cía "la nueva Meca" de los árabes es- supieron conjugar la luminosidad y calor
se consigue que la piedra trabaje a pañoles. Delante del mirhab había un andaluces con la penumbra de las habi-
compresión -como conviene a este espacio lujoso especialmente dispuesto taciones y con el frescor de los jardines y
material- y así las juntas pretenden para el califa que asistía a los actos ritua- de las fuentes, fueron unos virtuosos del
tener su dirección normal al esfuerzo. les. Sin embargo, la mezquita no era sólo
Esa concepción es tan atinada que es- un lugar de culto, sino más bien de reu-
tando colocados todos los sillares a nión, donde los musulmanes gustaban
hueso -sin mortero intermedio- la
FIGURA 3.
conservación del acueducto es admira-
Acueducto de Segovia .
ble.
Para tener una idea de la importancia
del agua para los romanos, hay que pen-
sar que en el siglo 11, época de Trajano,
los acueductos llevaban hasta Roma,
ciudad de 1 millón de habitantes, un vo-
lumen de agua de 1.000 litros por habi-
tante y día, mientras que en 1968 era de
475 litros por habitante y día, aunque
hay que saber que en aquel entonces el
agua discurría continuamente por las
conducciones, que si bien era un gran
despilfarro también contribuía a la lim-
pieza de las calles.
El arco de medio punto se siguió utili-
zando posteriormente, y así tenemos el
arco de herradura que construyeron los
visigodos en España y luego adoptaron
los árabes. Una muestra típica del arco
de herradura califal es el del mirhab de la
Mezquita de Córdoba (figura 4). El mir-
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FIGURA 6. FIGURA 7.
Catedral de León. Palacio de Bevilacqua, Bolonia.
cos fajones, transversales, y arcos tructiva- y de tolerar que se disminu- nicas, se refina la disposición de los ele-
formeros o de descarga en los muros; yera el peso de la bóveda de arista, ya mentos y su tipología. A este respecto
éstos conducen mejor los empujes que la rigidez necesaria para soportar dice Roger Fry que: "la gran distinción de
del peso y permiten la apertura de las cargas la aportan solamente los los artistas florentinos es que, por mu-
ventanas en el tramo superior del mu- arcos, mientras que el relleno o ple- cho que se hubiese excitado su curiosi-
ro. Los arcos fajones se reciben sobre metería -sin función resistente prin- dad acerca de las formas particulares,
columnas adosadas a las pilastras cipal- puede ser mucho más liviano. su elevada pasión intelectual hacia las
desde el arranque. Renaud fue el arqui- La catedral de León (figura 6) comenza- ideas abstractas les impelía hacia el es-
tecto que comenzó la obra de la nave, da hacia 1255, e inspirada en la de tudio de algunos principios generales
trabajo que se finalizó hacia 1135-40, Reims, constituye una buena muestra que subyacen a toda apariencia. Rehu-
continuando posteriormente con el pór- de ello. La nave central está dividida en saban aceptar los hechos que vienen
tico que se completó hacia 1150. El coro cinco partes y tiene un gran transepto dados por la naturaleza, excepto en la
gótico y el transepto que se iniciaron al- con pasillos laterales, un coro y un medida en que podían llegar a ser some-
rededor de 1185 fueron acabados por el deambulatorio con cinco capillas radia- tidos al poder generalizador de su arte.
año 1215. les adosadas. Tiene algunas innovacio- Los hechos debían ser asimilados a
Durante el período que va de 1130 a nes frente a iglesias góticas más anti- las formas antes de ser aceptados en
1190, se da en Francia un apasionante guas, como son: la bóveda de crucería el sistema". En el Palacio de Bevilacqua
período, en el que la búsqueda de una es cuatripartita en vez de hexapartita, en Bolonia, construido hacia 1480 (figu-
mayor claridad de iluminación lleva a las ventanas superiores, o claristorio, ra 7), el patio tiene dos alturas cuya plan-
una gran simplicidad estructural, como son de mayor altura y el triforio no es cie- ta baja está formada por arcadas de me-
es el diáfano sistema de las líneas de go sino que tiene practicadas aberturas dio punto con columnas ahusadas y lo
fuerza gótico, del que todavía hoy so- creándose un ambiente excepcional de mismo en el corredor del primer piso, só-
mos deudos. luz a través del muro cuajado en huecos. lo que doblando el número de arcadas,
en donde, si bien una de las columnas
Un ejemplo de ello son las bóvedas A estas alturas de la historia, el hom- superiores apoya en el centro luz del
de crucería frente a las bóvedas de bre occidental se encuentra con un gran vano inferior, las obras dos coinciden
arista del Románico. En aquéllas se acerbo de datos que necesita manejar
con los apoyos del arco de ese vano
utilizan los arcos diagonales además pero que le abruman, una especie de
como ayudando a encauzar los es-
de los formeros y fajones que rodean erudicción de suma de técnicas sin un fuerzos por los pilares de la planta ba-
la bóveda de éstas. Al no tener todos hilo conductor que global ice el conjunto.
ja.
los arcos la misma luz y sí la misma fle- Por todo ello, durante el Renacimiento
cha, el arco se vuelve apuntado per- se utilizan elementos ya conocidos -el A medida que se van conociendo mu-
mitiendo la libertad de plantas del gó- arco por ejemplo-, pero estudiando sus chos comportamientos de fenómenos
tico, además de consentir el apoyo posibilidades, su mecanismo de trabajo, individuales, llega el momento de con-
temporal sobre esas aristas durante etc; en definitiva: se trata de encontrar la cebir un sistema con todos ellos - siste-
la construcción -simplicidad cons- ley que unifique ese saber aditivo de téc- ma industrial- y se comien zan a dispo-
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a. INCR~M~i'\lO \lB.
~
xiliar durante la construcción: la cimbra
(figura 12b). Mientras se ejecuta el arco
b. T6 ot1:' ~~
I
las dovelas se apoyan unas sobre otras
hasta llegar al vértice superior, momen-
to "clave" en el que al colocar la piedra
T6ot2. = ~ z. clave todo el conjunto puede comenzar
A t~ot1= ~i-~~ ~
a soportar su propia carga y las añadi-
das.
~ ~~ · dx A la relación flecha/luz se le llama pe-
ralte (rebajamiento = luz/flecha) y va-
11\1
' \l IIIUIIIJ ~
V r Tb04=
1 V
ti
mos a comprobar que tiene gran influen-
cia en el valor de los esfuerzos, pero an-
tes de continuar conviene recordar que
el arco es lo opuesto al cable, en el senti-
do de que uno trabaja a compresión y el
~
Qf/ p.J'S ~
.--'--
3 P-dx
_ Th~=
v- p.dx
otro a tracción, pero la forma es idéntica
aunque simétrica, de modo que pode-
~ .. GZ'
mos hacer como Gaudí que para sa-
Q., , v-rJ. ATGo<.," P ;x ber la forma antifunicular -arco- de
unas cargas, componía primero la fu-
Zff'f dx
/<~:~7tfV ~~.d)(= F;X
nicular -cable- y luego le daba la
vuelta (figura 13).
1
I
t\ '
Volviendo a la cuestión del peralte,
~II ~ I
INCREMENTO VE INCRt:MENm 17t. en los puntales como todos hemos podi-
do comprobar al sustentar a una perso-
TAN6W1C- EN LA ~ ThNb~ f.N \Jó
FUNCiÓN. flJmA?
,1 = na en alto.
Es decir, cuanto menor es el peral-
~------------~ I
te mayores son los esf uerzos en los
elementos y por tanto mayores las re-
acciones horizontales H en los apo-
FIGURA 11 I yos. Esta observación es de capital im-
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. 7
l.
~-
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ANt7AMIO~ PARA l---t
APOYO VE J..A C1M~.
FIGURA 12a
FIGURA 13
u.eL.e lFUNICUL-AAJ.
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Af..CO (ANilfUNICU\..AR.)
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FIGURA 15 /'
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ces la proximación de x por y" es más ./
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FIGURA 19a
1.
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c.ATENARJA.
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jos están de los mecanismos, y por lo truido por Cayo Julio Lácer y dedicado al
tanto, las que menores deformaciones ALGUNAS CUESTIONES DE emperador Trajano. Se terminó en el
admiten ya que para ello han de defor- DISEÑO año 104 d.C. con una altura de 57 metros
marse más porciones de la estructura. sobre el cauce y una longitud total de
194 m. Tiene seis arcos de medio punto,
Puentes en arco de sillería y la el mayor de 28,80 m. de luz y el menor de
En definitiva: si lo que se pretende antifunicularidad
es evitar esfuerzos por las causas an- 18 m., con una relación de anchos vano/
tes reseñadas, habrá que decidirse Vamos a hacer un recorrido por los pila de 3,5. En el centro tiene un arco ho-
por estructuras isostáticas -arco puentes de sillería que han utilizado la norífico y un pequeño templo en la mar-
triarticulado- y si lo que se desea es piedra como material de construcción, gen izquierda.
evitar movimientos demasiado gran- para hacer después un comentario El puente de Avignon (figura 23)
des, habrá que decidirse por estructu- comparado de sus formas. (perteneciente a la orden monástica de
ras más hiperestáticas -arcos biarti- El puente de Alcántara (figura 22) (Al los "Fréres Pontifices") fue construido
culado y empotrado- (figura 21). Kántara, en árabe: el puente), fue cons- por San Bénezét (1177-1285) Y estuvo
constituido probablemente por un total
de 21 arcos que salvaban una longitud
de unos 900 m. De todos los arcos que-
MUANI~MO~.- [ ~ T r<.. U (. T O ~ f\ -S.- dan solamente los 4 adyacentes a la ciu-
dad de Avignon, después de las grandes
crecidas y choques de bloques de hielo
-nunca vistos- que se formaron en el
Ródano durante el crudo invierno de
1670. Lo más significativo del aspecto
estructural del puente es su planta que-
brada -formando una flecha contraco-
rriente- y el intradós de sus bóvedas
formando arcos de tres centros.
El puente del Diablo en Martorell, (fi-
gura 24), tuvo un antecedente romano
que duró hasta 1153, construyéndose
posteriormente uno como el actual
(1283-1290). Una leyenda indica que lo
construyó el diablo en una sola noche
para llevarse el cuerpo y alma de una
mujer. Está constituido por un gran arco
apuntado (ojival) de 37 m. de luz que
sustituyó a dos menores de medio pun-
to, cuya pila central, cimentada en arena,
no pudo soportar la socavación provo-
FIGURA 21 cada por la corriente.
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El puente Vecchio de Florencia (fi- más bellos del Renacimiento. Los arcos las pueden ser muy esbeltas siempre
gura 25) cruza el río Arno y fue construi- son muy rebajados con curvatura varia- que la directriz adoptada y el proceso
do alrededor de 1345. Tiene un pasadi- ble, creciente desde clave hacia arran- constructivo elegido sean adecuados.
zo superior que comunica el Palacio ques, hasta enlazar con las anchas pilas. El diseño primitivo del puente, preveía
Vecchio y el Palacio Pitti, y sobre el que Estas acaban justamente bajo el para- unos arcos con una relación luz/flecha
han construido sus tiendas los comer- peto de peatones, que discurre así de un de 11 ,20 (I/f = 32,20/2,77 = 11,20). Las
ciantes joyeros (también se llamaba lado a otro del puente sin interrupción. autoridades del ministerio encargado se
puente del Oro). Tiene tres arcos cuyo El puente de la Concordia (figura 27) asustaron ante la audacia del maestro y
intradós lo constituyen segmentos cir- fue la última gran obra de Jean Rudol- le obligaron a aumentar el ancho de las
culares siendo la luz del vano central al- phe Perronet (1787-1791). Perronet, pilas hasta 3,97 (I/f = 8). El cambio im-
go mayor que la de los laterales. fundador de L'Ecole de Ponts et Chau- puesto fue quizá positivo, ya que las pi-
El puente de Santa Trinitá (figura ssées, fue el primero en comprender las hubiesen parecido demasiado es-
26), también en Florencia (1566-1569), que los arcos de piedra pueden salvar beltas y la imposta hubiese sofocado la
es posiblemente uno de los puentes luces con muy poco peralte, y que las pi- vista de unos arcos tan esbeltos y estre-
FIGU RA 24 Puente del Diablo Martorell (al fondo). FIG URA 25 Puente Vecghio Florencia .
FI GURA 26 Pu ente de Santa Trinitá . Florencia . FIGUR A 27 Puen te de La Concordia . Paris (perronet) .
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chos. El puente tiene una ligera pen- El viaducto de Fontpédrouse (figura de antifunicularidad .
diente hacia los extremos (2 %), Y fue el 28) fue diseñado por Sejourné (1851- Sin embargo, su gran obra fue el
primero en el que se utilizó un parapeto 1939). Este puente fue construido en el Puente Adolfo (figura 29), levantado en
abierto en vez de pretil macizo usual. departamento francés de los Pirineos Luxemburgo sobre el río Pétrusse en
Tiene el intradós de los arcos en forma Orientales para una línea férrea, y cons- 1904. Incluye un gran arco de 84,65 m.
de "Anse de Panier", que es una curva tituye un hermoso ejemplo del empleo de luz, absolutamente fuera del orden
de varios centros. de la piedra de sillería para problemas de magnitud habitual en puentes de si-
llería. Su intradós es un arco de 30 me-
tros en arranques y de 53 metros en la
zona central, organizado de modo y ma-
FIGURA 30
nera que este último corresponda a la
totalidad de la bóveda exenta, mientras
que los primeros se aplican tan sólo a los
arranques macizos, materializados con
espesos sillares averrugados. Tal plan-
teamiento, de una gran calidad plástica,
hace sospechar que su autor, a pesar
FIGURA 31
A\..C.ÁNTARA. AVIf1NON.
l:= ~te. . &1= c.te .
l1.: cte . fAI\ÁOOLA.
p !I !111\Rkll l ~ \ !llill ! I I IIUI III 1\11 1 (ARóA AN1If lJl-1IC.UL-AR .
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ANTIFUNIc.vlAR.. • (.ONCE Nl"RAVA. '( C.ONCE.NTRADA.
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que soportan el delgado tablero. Es uno
de los puentes de autopista más bellos
de la época, además de ser el de mayor
luz. EI13 de junio de 1936 recibe la adju-
dicación la firma Grün & Bilfinger AG,
mientras que Dischinger examina la se-
gur"ldad trente al pandeo del arco, así co-
mo sus deformaciones instantáneas y
diferidas. Las tensiones de compresión
alcanzadas son de 89 Kp/cm .2 en clave
y de 65 Kp/cm.2 en arranques.
FIGURA 43 - a-
FIGURA 41
~.
- b-
FIGURA 42 FIGURA 44 - a-
son más reducidas que las que se pro- unas dimensiones de 111 ,50 x 44,80 m., nes cuando están abiertos y, por otro la-
ducirían en un arco que salvase toda la y la pared abierta sobre uno de los lados do, sujetar los empujes de la viga de bor-
luz como el de Jena (figura 42). Las pilas mayores tiene una altura mínima de 8 de.
del puente son demasiado gruesas y metros. En este mismo lado existe un Por último, y dado que el esfuerzo
ello ha provocado, en puentes pareci- sólo apoyo intermedio al que se trans- horizontal es constante a todo lo lar-
dos, la socavación de las pilas y poste- miten las cargas del vano de 50 m. por go del arco, e igual por tanto en los
rior ruina de la estructura, ya que las ria- medio de una viga perimetral y de la dos extremos, se puede autoequili-
das no encontraban cauce suficiente de propia lámina, que al tener ésta mayor brar mediante un tirante. Esta solución
desagüe. rigidez que la viga absorbe las tensio- que permite salvar grandes luces con
nes inclinadas, mientras que aquélla poca profundidad de valle, como ocurre
Otro tipo de solución para los sopor- hace la función de un puntal (figura en países llanos y en los que además no
tes de un arco, se patentiza en los han- 44b). Los pilares siguen la dirección de suele exístir buen terreno de cimenta-
gares para aviones de Orvieto (figura las fuerzas de la cubierta (figuras 44c, d) ción, es la adoptada en uno de los puen-
44a), diseñados por Nervi y que fueron y existen unos brazos que se extienden tes del Twenthe Canal de Holanda (figu-
destruidos durante la última guerra. La a lo largo de los pilares frontales extre- ra 45), donde la luz salvada es de 67 m.
superficie libre de los hangares tenía mos, cuya función es soportar los porto- con una flecha de 13 m. Como se puede
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FIGURA 44 -c- FIGURA 46
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Quiero manifestar mi agradecimiento a: 6. "Structural design in Architecture". 14. "The world Atlas of Architecture".
Arturo Santamaría M. Salvadori and M. Levy. Prentice-Hall, Ed. Christine Flon. Mitchel Beazley Pu-
Juan José Arenas Inc. Englewood Cliffs. N.J. blishers 1984.
Julián Díaz del Valle 7. "Structure or why Things Dont Fa/! 15. "Graphic History of Architecture".
Domingo Lorenzo. Down". J.E. Gordon. Peguin Books Ud. John Mansbridge. Batsford Ud. 1967.
Harmondsworth, Middlesex. England. 16. "Puentes. Ejemplos Internaciona-
Por su colaboración en este artículo.
8. "Esthetique des ponts/Estética de les ". Hans Wittfoht. Gustavo Gili 1975.
los puentes". (Bilingüe francés- 17. "Sistemas de Estructuras ". Heinrich
español). Fritz Leonhardt. Presses Pol- Engel. Blume 1970.
ytechniques Romandes. Laussane. 18. "Visión y Diseño". Roger Fry. Edicio-
BIBLlOGRAFIA Suisse. nes Paidós 1988.
9. "Ponts Haubanés ". René Walther et 19. "Landmarks in Civil Engineering ".
1. "Razón y ser de los tipos estructura- al. Presses Polytecniques Romandes. Daniel Schodek.
les". E. Torroja. lnstituto Eduardo Torraja Laussane, Suisse. 20. "Algunos Ensayos sobre Técnica
de la Construcción y del Cemento. Ma- 10. "El Puente, pieza esencial del mun- Edificatoria ". Buenaventura Bassegoda
drid. do humanizado". Una reflexión sobre la Musté. Universidad Politécnica de Bar-
2. "A.J. Handbook of Building Structu- historia, las técnicas y los aspectos so- celona 1974.
re". Allan Hodgkinson The Architectural ciales de la construcción de puentes. J.J. 21 . "Quaderns d'Arquitectura i Urbanis-
Press. Arenas. Universidad de Santander. me ". Números 171 , 172 Y 173. Librería
3. "Diseño Estructural". Roberto Melli 11 . "Filosofía de las Estructuras ". Félix Internacional. Barcelona.
Pi ralla. Ed . Limusa. México. Cardellach. Editores Técnicos Asocia- 22. "Developements in structural form ".
4. "Structures". Daniel L. Schodek. dos. Rowlan J. Mainslone. Allan Lane - Pen-
Prentice-Hall, Inc. Englewood Cliffs. N.J. 12. "Historia de la Construcción ". Tineo guin Books Ud. 1983.
5. "Structure in Architecture; The buil- y Marquet. Montesinos.
ding of buildings". M. Salvadori & R. 13. "Atlas de Arquitectura" (2 tomos).
Heller. Prentice-Hall, Inc. Englewood Muller y Vogel . Alianza Editorial Univer-
Cliffs. N.J. sidad .