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ESCOBAR, J., Ecumenismo Presencia Magisterial y Práctica Eclesial
ESCOBAR, J., Ecumenismo Presencia Magisterial y Práctica Eclesial
I. INTRODUCCIÓN
1
Cfr. Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Conferencia Episcopal Española, en
www.conferenciaepiscopal.es
2
Este Directorio fue una consecuencia lógica del Concilio Vaticano II y en especial de los
Decretos sobre Ecumenismo y sobre Iglesias Orientales Católicas, ya que estos Decretos exigían
un ulterior documento normativo que orientara y animara las acciones de la Iglesia en el campo
2
Cfr. J. Arranz, Antecedentes y Preparación del Diálogo Teológico Internacional entre la Iglesia Católica y la
Iglesia Ortodoxa Bizantina, en VVAA, Ecclesia una (Salamanca 2000), 71.
3
Cfr. P. Rodríguez, Iglesia y Ecumenismo (Madrid 1979), 80.
3
a) PRIMERA PARTE: Publicada en 1967 por el Papa Paulo VI. Los puntos más
importantes, son: La creación de Comisiones Ecuménicas y sus acciones, tanto a nivel
diocesano como regional. La validez del bautismo administrado en las iglesias y
comunidades eclesiales no católicas. La práctica del ecumenismo espiritual dentro de la
Iglesia Católica. Y, por último, la comunicación en lo espiritual (oración en común y
las diversas formas de Eucaristía común) con los hermanos separados4.
b) SEGUNDA PARTE: Fue publicada tres años después y está dedicada a un solo tema:
El Ecumenismo en la formación superior (en la formación universitaria, y debe ser
religiosa y espiritual. El Ecumenismo debe penetrar las materias: filosofía, historia y
diversas instancias teológicas. Además debe ser una materia propia).
Los Directorios aplican principios, dan direcciones, tratan de evitar ciertos peligros, en este
caso, como el relativismo, el indiferentismo, el escándalo. Son respetuosos con los
ambientes concretos y momentos particulares. Este Directorio daba normas generales y
dejaba a las Conferencias Episcopales y Obispos diocesanos resolver sus situaciones
propias5.
4
Cfr. F. Sampedro, Manual de Ecumenismo (Santiago de Chile 1989), 197-204.
5
Cfr. Ibid., 204.
6
Los Números de Medellín a Santo Domingo, están extraídos de: Episcopado Latinoamericano, Río de Janeiro,
Medellín, Puebla, Santo Domingo. Documentos Pastorales (Santiago de Chile 1993).
4
El gran desafío con el que nos encontramos es esta división entre los cristianos;
división que se ha agravado por diversos motivos a lo largo de la historia.
Se constata:
- La existencia de una confusión sobre el tema, fruto de una deficiente formación religiosa, y de
otros factores.
- El fundamentalismo proselitista de grupos sectarios cristianos que obstaculizan el sano camino
del ecumenismo (SD 1988-1989)
Se afirma:
Se sugiere:
En palabras del Santo Padre Juan Pablo II, el antiguo Directorio: "Ha servido para
orientar, coordinar y desarrollar el esfuerzo ecuménico"7
El crecimiento del movimiento ecuménico ha hecho que la autoridad competente
presente poco a poco algunas normas, orientaciones, sugerencias o llamadas de atención, sobre
diversas materias o argumentos que, en algún aspecto, tocan la dimensión ecuménica (por
ejemplo: los matrimonios mixtos, la evangelización, la catequesis, la colaboración ecuménica).
TEMATICA Y ESTRUCTURA:
Prefacio:
Aquí encontramos las razones de la revisión, los destinatarios del DE, su plan y objetivos.
7
AAS, 1988, 1203.
8
Cfr. J. Escobar, Nuevo Directorio Para la Aplicación de los Principios y Normas sobre el Ecumenismo, en VVAA.,
Documentos Eclesiales I (Valparaíso 1996), 49-54.
6
Vuelve a tomar lo anteriormente preescrito para las comisiones ecuménicas diocesanas y las
comisiones ecuménicas de las Conferencias Episcopales (1. cap del DE 1967) añadiendo otros
sectores y estructuras de promoción: estructuras ecuménicas en otros contextos eclesiales
(organismos internacionales), en los Institutos de vida consagrada y en las sociedades de vida
apostólica, en las organizaciones de fieles y a nivel de toda la Iglesia Católica (PCPUC).
Este Capítulo continúa lo que el DE de 1967 había dicho de la validez del bautismo
administrado por ministros de las otras Iglesias y comunidades eclesiales (II. Cap.) y de la
“communicatio in spiritualibus” (IV. Cap.).
Esta materia está orgánicamente más estructurada, la normativa ha sido puesta al día y
enriquecida. Se ha añadido una sección sobre los matrimonios mixtos que no habían sido tratados
en DE 1967.
1) MOTIVACIÓN
2. RENOVACIÓN
El Santo Padre nos pide una renovación de la mente. Se trata de una renovación del
corazón, del pensamiento y de la acción.
Es necesario reconocer con humildad nuestras deficiencias, pedir perdón y emprender el
cambio con fe y con la esperanza de que el Espíritu Santo nos llevará a la unidad por caminos
inesperados.
3. PLAN DE FORMACIÓN
Para lograr lo anterior es necesaria una mejor y más amplia formación. Por este camino se
podría conseguir el tomar conciencia de la importancia de la unidad cristiana presentada por el
Papa y se capacitaría para vivir y practicar el ecumenismo en forma más profunda. A la luz del
Directorio para la aplicación de los principios y normas sobre el ecumenismo esta formación se
podría dar a estos niveles:
4. CONVERSIÓN INTERIOR
Habría que motivar a realizar todo un ecumenismo espiritual, al menos dentro de nuestra
Iglesia, orando en todos los grupos y circunstancias por la unidad. A algunos grupos se le podría
asignar especialmente esta tarea: Carismáticos y religiosas contemplativas.
El Santo Padre está convencido que la oración tiene una gran fuerza y puede conducirnos
a metas impredecibles.
La colaboración práctica con los otros cristianos no es normalmente difícil. Esta puede
darse en lo pastoral, cultural, social y en el testimonio.
Esta colaboración lleva a conocernos más y superar prejuicios. Es una verdadera
escuela de ecumenismo. A partir de aquí se crea la necesidad de dar nuevos pasos.
Sería necesario crear o favorecer este ecumenismo social o práctico con los otros
hermanos cristianos a nivel de nuestras diócesis. Hoy tenemos problemas comunes que requieren
unir fuerzas: la drogadicción, alcoholismo, pobreza, etc.
6. INSTANCIA DE DIALOGO
Ya el Concilio Vaticano II pide realizar “todos los esfuerzos para eliminar palabras,
juicios y acciones que no respondan, según la práctica y la verdad, a la condición de los
hermanos...” (UR 4). La Encíclica enfatiza este camino. En esto debe haber reciprocidad.
Expresiones como las que se encuentran en las mismas Conclusiones de Santo Domingo de
“Sectas fundamentalistas” deben ser superadas. El lenguaje polémico lleva a la polémica.
Expresiones fraternas conducen a la fraternidad.
Las actitudes de Juan Pablo II son un buen ejemplo a seguir. En efecto, en él vemos
una actitud de fe y esperanza en que se logrará la unidad; de humildad, mansedumbre, prudencia,
caridad y paciencia ante las divisiones y posturas que todavía existen; de confianza y fidelidad al
Señor que quiere llevarnos a la verdad y unidad plena.
VI. CONCLUSIONES