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Filosofía

contemporánea
Cátedra Cabanchik
Comisiones 4 y 5 – Axel Cherniavsky / Verónica Kretschel


Apunte 4: El orden del discurso (primera parte)


Bibliografía: Foucault, M., El orden del discurso, Buenos Aires, Tusquets, 1992
[1970].


Introducción

• Tal vez el trabajo sobre el texto de Nietzsche haga que ahora leamos con
menos inocencia, con más prejuicios, el título del texto de Foucault, El orden
del discurso. ¿A qué me refiero? Con el texto de Nietzsche vimos que el
lenguaje no consiste en un mero vehículo del pensamiento, que las palabras
no son simples etiquetas sobre cosas en sí, que el lenguaje no consiste en
una película transparente entre nosotros y la realidad. Según Nietzsche, no
hay una realidad más allá del lenguaje, el lenguaje conlleva un poder de
engaño o disimulación y lejos de replicar el orden de la realidad, le impone
a la realidad su orden. ¿De este orden se trata en el título del texto de
Foucault? ¿Hay que entender el orden como un orden posible opuesto al
desorden? ¿O hay que entender este orden como una orden, un mandato,
precepto u obligación? ¿O bien finalmente se trataría de un orden como
dimensión, ámbito o esfera, la del discurso? ¿De qué se trata en El orden del
discurso?

• El texto corresponde a la conferencia inaugural de Foucault en el Collège de
France.

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o El Collège es una institución francesa que selecciona a los máximos
exponentes de cada área para que investiguen durante un año un
tema con muy pocas obligaciones docentes. Están obligados a dar
una vez por año un seminario especializado y un seminario para el
gran público. Los llamados “cursos de Foucault” corresponden a sus
seminarios en el Collège.

o Foucualt recibe su plaza en 1969, es decir que ya tiene por detrás Las
palabras y las cosas y La arqueología del saber, entre otras
publicaciones.

o ¿Por qué esto es relevante? Porque en el Prefacio de Las palabras y
las cosas, Foucault nos dice que el libro es un estudio sobre “la
experiencia del orden”; y porque en la tercera sección de la tercera
parte de La arqueología del saber, nos dice que un discurso es “un
conjunto de enunciados”. Interroguemos entonces el título de la
conferencia a partir de estos textos que pueden considerar como
bibliografía secundaria o ampliatoria:

§ Las palabras y las cosas, “Prefacio” y III. 2.: “El orden”;
§ La arqueología del saber,
• II. 1: “Las unidades del discurso”,
• II. 2: “Las formaciones discursivas”,
• III. 1: “Definir el enunciado”,
• III. 2. “La función enunciativa”,
• III. 3: “La descripción de los enunciados”.





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El título de la conferencia

1. El orden

• “Entre el uso de lo que pudiéramos llamar los códigos ordenadores y las
reflexiones sobre el orden, [existe en toda cultura], nos dice Foucault en el
Prefacio a Las palabras y las cosas, una experiencia desnuda del orden y sus
modos de ser.” Por eso Foucault había abierto el texto, previamente, con un
análisis de la enciclopedia china de Borges: nos muestra, dice Foucault, por
la negativa, nuestra resistencia al desorden, la incomodidad que genera el
desorden, el deseo que tenemos de orden.

• Entre los signos y las teorías, entonces, habría algo más, según la cita previa,
una especie de interface, que es nuestra experiencia del orden. ¿A qué se
refiere Foucault?

o “Lo que trata de analizar este estudio es esta experiencia. Se trata de
mostrar en qué ha podido convertirse [esta experiencia, la del
orden], a partir del siglo XVI, en una cultura como la nuestra: de qué
manera, remontando, como contra la corriente, el lenguaje tal como
era hablado, los seres naturales tal como eran percibidos y reunidos,
los cambios tal como eran practicados, nuestra cultura ha
manifestado que hay un orden y que a las modalidades de este orden
los intercambios deben sus leyes, los seres vivos su regularidad, las
palabras su encadenamiento y su valor representativo; qué
modalidades del orden han sido reconocidas, planteadas, anudadas
con el espacio y el tiempo, para formar el zócalo positivo de los
conocimientos, tal como se despliegan en la gramática y en la
filología, en la historia natural y en la biología, en el estudio de las
riquezas y en la economía política.”

o ¿Qué es el orden de acuerdo con este pasaje del Prefacio a Las
palabras y las cosas? No es una idea, sino parte de las condiciones

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para, en una época, tener ideas. Por eso no forma parte de una
historia de las ideas sino de lo que Foucault llama una arqueología.

o ¿A qué corresponde este orden? A algo que según Foucault comienza
a operar en el s. XVII y que reconocemos en la mecanización de la
experiencia, en la matematización de la naturaleza y nosotros tal vez
mejor, por ejemplo, en los métodos de Spinoza o Descartes.

o Para que todo eso sea posible, dice Foucault, algo es necesario antes,
una condición de posibilidad no obstante histórica, una cierta
experiencia, un cierto sentido del orden.

o Se dice que el pasaje de la Edad Media a la Edad moderna
corresponde a la salida de la magia y la entrada en la ciencia. En
realidad hay algo más profundo dice Foucault: el pasaje de la
semejanza como forma explicativa al orden. A partir del s. XVII todo
se ordena y cuantifica.

o “En la Historia de la locura me ocupé de la locura”, dice Foucault en
Las palabras y las cosas. Si la locura es un desorden –así se llaman
hoy las enfermedades mentales: “desórdenes”, “trastornos”–, ahora,
En las palabras y las cosas, Foucault se va a ocupar de la otra cara de
ese desorden, es decir del orden.

• Suficiente para que nosotros podamos darle un sentido al primer término
del título de nuestro texto.

o ¿De qué se trata en él? ¿De la orden como la orden de un
comandante, del orden como el orden de un cajón o del orden como
dimensión o ámbito del lenguaje?

o Tal vez no sean cosas excluyentes: tal vez si existe una voluntad de
ordenar, de mantener bajo control al lenguaje, es porque éste tiene

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la fuerza de imponer su propias órdenes o de desordenar. Ambas
cosas serían el indicio de un orden, una dimensión, un ámbito, no
autónomo, pero sí específico del lenguaje.


2. El discurso

• Sin embargo, Foucault no dice “lenguaje” en el título. No dice “lengua” ni
“palabra”. No dice “el orden del significante”, como en la p. 31. Todo esto
debería llamarnos la atención en general pero, además, porque como les
adelanté, en 1970, “discurso” no significa cualquier cosa en la obra de
Foucault, sino conjunto de enunciados. Y a su vez, “enunciado” tampoco
significa cualquier cosa (frase, proposición…), sino el objeto que con tanto
esfuerzo Foucault intentó aislar y revelar en La arqueología del saber. Así
que para entender una cosa hay que entender la otra. ¿Qué es un
enunciado? ¿Qué es el discurso como conjuntos de enunciados?

o La arqueología del saber consiste en una especie de teoría del
método relativa a los trabajos anteriores (cf. I). Es como si Foucault,
mirando hacia atrás, hacia su producción previa, quisiese explicitar
qué hizo desde un punto de vista metodológico, cómo hizo lo que
hizo. Entonces pregunta qué son estas formaciones discursivas, estas
grandes unidades de discurso que estuvo analizando, el clínico en La
historia de la locura, el económico y el gramatical en Las palabras y
las cosas por ejemplo (cf. II.1).

o Y dice: hay que dejar de lado las nociones de influencia, tradición,
desarrollo y evolución, mentalidad o espíritu, tipo de discurso (como
en las expresiones “discurso político”, “económico”), libro u obra
(II.1).

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o Surge entonces un campo específico: el de los enunciados efectivos.
¿Qué son?

§ El enunciado no se confunde con la proposición porque puede
haber una proposición y dos enunciados: “A es B” y “Es cierto
que A es B”, desde el punto de vista del valor veritativo, son
una misma proposición; no obstante, son dos enunciados.

§ El enunciado no se confunde con la frase porque una tabla, la
tabla de los elementos por ejemplo, es un enunciado.

§ No se confunde con un speech act porque a menudo se
necesitan varios enunciados para un solo acto, como es el
caso, por ejemplo, de una plegaria.

§ Pero meros signos en desorden (“AZERT”, es el ejemplo de
Foucault) no son un enunciado. (“AZERT” son las primeras
letras del teclado francés. Es como si nosotros dijésemos
“QWERT”.)

• ¿Qué es un enunciado entonces? Un enunciado es una función de existencia
de los signos que permite determinar si tienen sentido o no (III. 2). Es una
definición complicada que hay que entender con precisión y, sobre todo, en
la dimensión que le corresponde. ¿Qué es esta función? Vamos por partes.

A. La instancia enunciada

• Ante todo, un enunciado es una relación con otra cosa. Como el signo, como
el nombre, como la proposición. No es que un enunciado no tenga objeto.
Pero esa relación:

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o no es la del nombre y su designado, que obedece a sus propias
reglas;

o no es la de la proposición y su referente, porque un enunciado puede
no ser ni verdadero ni falso (“La montaña de oro está en California”,
por ejemplo);

o no es la de una frase y su sentido, porque un enunciado poético o
delirante puede no tener ningún sentido.

o Eso a lo que un enunciado refiere es a un conjunto de dominios en el
que individuos, objetos u estados de cosas pueden luego ser
asignados.


B. La instancia enunciativa

• Un enunciado es una función que también guarda una relación con una
instancia de enunciación –lógicamente. Simplemente, no tenemos que
limitar esta instancia a:

o quien dice yo en una novela, por ejemplo;

o ni considerarla más generalmente como un sujeto gramatical
(aunque no sea un problema de generalidad);

o como un autor;

o como una causa, origen o punto de partida de una formulación
efectiva.

o Esta instancia de enunciación consiste en una celda determinada y
vacía que puede ser ocupada por individuos diferentes, pero esta

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celda, en vez de permanecer la misma, puede variar a lo largo de una
novela, de un texto, de un libro y, desde ya, entre ellos.

§ Tal vez ya se note qué tienen en común los elementos que
definen a la función enunciativa (la instancia de la
enunciación y la instancia de lo enunciado): no son
estrictamente más generales, sino anteriores. ¿Por qué?
Foucault lo advirtió: está buscando las condiciones de
posibilidad de lo que después pueda ser sujeto o autor,
designado o referente. Por eso, ante todo, Foucault define al
enunciado como una función existencial. En sentido
heideggeriano, se trata de una estructura que es anterior a las
propiedades empíricas.


C. El dominio asociado

• En tercer un lugar, un enunciado siempre tiene un dominio asociado. ¿Qué
quiere decir?

o Que de un conjunto de signos o símbolos podemos decir
rápidamente si es por ejemplo una frase o no, si es una fórmula o no.
“Pedro ha llegado ayer” lo es; “ha ayer llegado Pedro”, no. “A + B = C
+ D” es una fórmula; “ABC + = D”, no. Para darnos cuenta de esto,
alcanza con ciertas reglas.

o Al contrario, la función enunciativa no se puede ejercer “en estado
libre” dice Foucault. No alcanza con ciertas reglas para saber si un
conjunto de signos es un enunciado o no. Un enunciado siempre está
en medio de otros que lo determinan, que hacen que podamos
considerarlo como un enunciado o no. En determinada poesía, por
ejemplo “ABC + = D” puede ser un enunciado.

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o Querríamos decir que este dominio asociado funciona como el
contexto. Pero en sentido estricto el contexto es una de las
encarnaciones posibles de este dominio asociado, tal como el sujeto
de enunciación es sólo una encarnación posible de la instancia
enunciativa.


D. La materialidad incorpórea del enunciado

• Finalmente, todo enunciado debe tener una existencia material.

o Estaríamos tentados de decir lo mismo para las proposiciones y las
frases. Pero el enunciado, a diferencia de ellas, varía con sus
condiciones materiales. Una proposición o una frase puede ser la
misma pronunciada hoy o mañana. No el enunciado.

o Sin embargo, el enunciado tampoco puede ser reducido a esa
materialidad porque lo inverso también es cierto: dos frases
repetidas por dos personas en circunstancias distintas pueden ser el
mismo enunciado. Pensemos en las teorías que fueron descubiertas
por dos personas simultáneamente o en las reediciones de un mismo
libro.

o ¿Cuál es entonces esta materialidad repetible que caracteriza al
enunciado? No es la localización espacio temporal lo que cuenta, la
fecha o el lugar, sino el orden de la institución. Lo que hace a dos
frases un mismo enunciado o a una misma frase dos enunciados
distintos tiene más que ver con el orden o los órdenes a los que él o
los enunciados pertenecen, las instituciones que lo o los emiten o
que él o ellos conciernen, los efectos que este o estos enunciados
puedan tener.

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o Así, un enunciado no es una singularidad irrepetible que ocurrió en
un momento y un lugar (con lo cual tenemos que tener cuidado con
referirnos a la “efectividad” del enunciado), pero tampoco una
idealidad que no importa en qué tiempo y espacio se actualice. Para
expresar esta particular forma de ser del enunciado, Foucault se
referirá a la “materialidad de lo incorpóreo”, basándose
probablemente en los análisis de Émile Bréhier respecto de la
filosofía estoica.

o Dada esta naturaleza, el enunciado encierra una especie de paradoja,
nos dice Foucault para terminar: no es del todo visible ni está del
todo escondido. A punto caramelo para hacer fenomenología,
diríamos.

• ¿Qué es un enunciado entonces? Una función de existencia de los signos que
permite determinar si tienen sentido o no, decíamos. ¿Qué quiere decir?

o Qué es una función, como en matemática: una caja mágica en la que
todo lo que ponemos dentro sale transformado en otra cosa.

o Una función relativa a signos. Eso que transforma la función son
signos.

o ¿Qué hace? ¿Cómo los transforma? El enunciado determina si tienen
sentido. No el sentido estrecho de la lógica o de la gramática. Se trata
entre otras cosas de la condición de esos sentidos.

o Por todos estos motivos Foucault llama a esta función “una función
de existencia”. Con este término que yo remitiría a Heidegger,
Foucault quiere señalar la esfera de la que se trata, que no es otra
que la ontológica. El enunciado es una función que determina la
forma en la que un conjunto de signos existe. Le da a esos signos una

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existencia específica.

o ¿Cómo lo hace? Confiriéndole a esos signos un dominio de objetos
posibles, una celda para un sujeto posible, un campo con otros
enunciados asociados y una cierta materialidad.

• Ya estamos entonces en condiciones de comprender lo que es el discurso o
mejor, los discursos, técnicamente las formaciones o unidades discursivas.

o Son un conjunto de enunciados. ¿Qué quiere decir esto? Que se trata
de un conjunto de series de signos que remiten a un mismo sistema
de formación. En otras palabras, su unidad no depende de las reglas
de la gramática o de la lógica, sino de reglas específicamente
enunciativas que pueden ser estudiadas.

o Desde ya, hay un discurso político, pero que no se identifica con la
totalidad de los discursos políticos efectivamente pronunciados o
escritos, ni con los textos o alocuciones que siguen ciertas reglas
estilísticas. El grito íntimo de un esposo a su mujer puede formar
parte de la forma discursiva política. Desde ya, hay un discurso
clínico. Pero no se superpone con la totalidad de los manuales de
medicina, ni con las presentaciones en congresos de los
profesionales, puesto que incluye las recetas escritas con esos
jeroglíficos que sólo entienden los médicos y los farmacéuticos y
puesto que, desgraciadamente, muchos médicos practican un
discurso que no llamaríamos clínico, sino político, moral o incluso
religioso.

• El orden del discurso entonces, o de cómo los enunciados (y no el lenguaje, la
lengua, el habla, las frases, las proposiciones) no caen del cielo ni brotan de
las cosas. De cómo los enunciados, no llevan una existencia errática o azarosa,
sino que son el medio y el destino, parte de los instrumentos y el blanco de
clasificaciones y organizaciones –que podemos desconocer pero que por eso

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no dejan de existir, que podemos no saber que empleamos pero que no por eso
dejan de funcionar–, de todo aquello que nos protege o que creemos que nos
protege del caos. En síntesis, de cómo los enunciados son el medio y el destino
del orden.

• Hasta acá el análisis del título. En el próximo apunte vamos a empezar a
analizar el contenido de la conferencia.




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Apéndice - Plan del apunte 4


Introducción .............................................................................................................................................. 1
El título de la conferencia ............................................................................................................... 3
1. El orden ......................................................................................................................................... 3
2. El discurso ................................................................................................................................... 5
A. La instancia enunciada ...................................................................................................... 6
B. La instancia enunciativa ................................................................................................... 7
C. El dominio asociado ........................................................................................................... 8
D. La materialidad incorpórea del enunciado .............................................................. 9

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