Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El modelo de comportamiento
El conjunto total de dispositivos que forman el sistema perceptivo del animal humano
tiene una capacidad de captación inmensamente mayor que lo que es capaz de
registrar concientemente y procesar a través de su actividad racional. Esos
dispositivos mantienen en el plano de su conciencia ciertos elementos básicos y
necesarios, y el resto los conservan en ese reservorio que el psicoanálisis define como
inconciente.
1
El sujeto humano es una unidad constituida por su estructura biológica y su estructura
psíquica. Estas estructuras se interrelacionan e influyen mutuamente, lo que quiere
decir que las actitudes y las conductas que el sujeto lleva a cabo son determinadas
por los contenidos que carga en su aparato psíquico y se materializan a través del
aparato biológico.
También sabemos que el aparato psíquico está conformado básicamente por un plano
conciente y un plano inconciente. El plano conciente abarca todo aquello a lo que
podemos acceder por medio de nuestra capacidad de razonamiento, lo que podemos
recordar, pensar, analizar y tomar en consideración en cada uno de esos procesos
mentales concientes.
El plano inconciente abarca todo aquello que los dispositivos percibieron y grabaron
pero no pasaron por una elaboración racional. Esos contenidos pasan
automáticamente al reservorio inconciente, donde se relacionan, asocian, resignifican
y reprocesan según las cualidades y características que estudia y profundiza el
psicoanálisis.
Así, el sujeto humano es y actúa como una unidad estructurada por su dispositivo
biológico, su dispositivo racional y su dispositivo inconsciente. Las percepciones que
realiza y la interpretación que hace de ellas son producto de las capacidades
conjuntas de estos tres dispositivos.
Para recurrir a una analogía muy simple, es como comparar la capacidad de carga y
almacenamiento de datos del disco rígido de una computadora con la cantidad de
datos que puede “mostrar” en la pantalla del monitor. También es buena la analogía
para entender que los datos que en definitiva aparecen en la pantalla resultan de una
cantidad infinitamente superior de datos y procesos que el sistema de la computadora
puso en movimiento para responder al requerimiento de los datos específicos
solicitados.
2
La conformación de la experiencia
En cada una de las experiencias que vivimos los seres humanos se condensa una
gran cantidad y complejidad de “contenidos” racionales, psicológicos, éticos, estéticos,
culturales, económicos, políticos, sensoriales, emocionales, sociales, etc. Se
interrelacionan en general cuestiones vinculadas directa o indirectamente con todas
esas áreas, pero nosotros vivimos simplemente la experiencia.
No somos concientes, ni nos hace falta serlo, de todos los procesos que se ponen en
juego cuando rendimos un examen, subimos a un colectivo, vamos a una fiesta,
lavamos la ropa, perdemos un empleo, cobramos un salario o nos bañamos. Mucho
menos concientes somos de los procesos históricos que influyen para que hoy
hagamos las cosas de esa particular forma en que las hacemos, o que nos pasen las
cosas tal como nos pasan.
Sólo cuando lo que nos pasa nos genera un conflicto,, se nos hace difícil, costoso, o
angustiante, nos podemos poner a pensar con detenimiento por qué será que esto nos
pasa o les está pasando a personas que nos importan. Y en ese momento según los
datos que tengamos presentes y la interpretación que podamos darles sacaremos una
conclusión más o menos acertada de qué está pasando.
Eso quiere decir que percibimos un árbol, una piedra, una gota de sangre, un átomo,
una persona o lo que sea, siempre según como pueden percibir los seres humanos, es
decir, a través de nuestro aparato perceptivo y de la influencia de nuestro proceso de
socialización.
3
La percepción humana se verifica como selectiva. El sujeto no percibe la totalidad de
los elementos y contenidos estructurales, funcionales y contextuales que conforman la
integralidad de los hechos, acontecimientos o fenómenos tal cual se presentan en la
realidad fáctica. Percibe aquello que sus recursos –mecanismos y dispositivos- físicos,
psíquicos y culturales le permiten percibir.
4
Los aparatos y métodos científicos, la percepción a través de ellos, la determinación
del fenómeno a estudiar y la interpretación que se haga de los datos registrados serán
siempre definidos y producidos por sujetos con una particular subjetividad adquirida a
través de su proceso de socialización.
Veamos algunos principios básicos que aportan las ciencias sociales al método
científico para avanzar hacia la mayor objetividad posible:
La sociología, con el apoyo de las otras ciencias sociales, nos ayuda a entender la
forma en que cada sociedad “produce” a sus sujetos (“socios”), los carga de
determinados contenidos y los predispone positivamente en términos de los valores,
pautas, estilos, normas, formas de pensar, de evaluar, de ser y de hacer
predominantes en ella.
Por otra parte, en ese momento y lugar en que nace cada ser humano rige una forma
de gobierno determinada, se emplea una lengua en particular, se comen ciertos platos
y predominan ciertos sabores, se profesan ciertas religiones, rigen determinadas leyes
y normas que establecen qué se puede hacer y qué no; y qué penalidades se aplican
a los que no respetan esas reglas, rigen determinados derechos y obligaciones a los
que hay que adaptarse, entre otros tantos factores que están también determinados.
5
Sus padres (cualquiera sea la forma de organización familiar) estarán en un momento
particular de sus vidas y de su relación de pareja, y van a tener un cierto modo de
recibir a ese nuevo ser humano. Ellos determinarán el nombre y la religión de “su”
bebé. Y tratarán de “objetivar” (hacer reales) sus expectativas respecto de lo que
esperan de él. Que coma bien, que se ría, que duerma, que juegue, que mire, que los
mire, que camine, que controle los esfínteres, que se vista, que salude, que respete,
que haga tal o cual deporte, que sea de tal equipo, que estudie, que trabaje, que
colabore, que aprenda... Y muchas características más que también están
determinadas para el “animalito” que poco a poco se irá adaptando a las formas de
convivencia, primero con su familia, luego con los vecinos de su familia, y finalmente
con todos los grupos y sistemas vigentes en la sociedad en que sea recibido.
Este proceso que vive el ser humano a partir de su nacimiento, es lo que entendemos
por “hominización” (dejar de ser puro animal, aprender a dominar sus instintos y
hacerse humano) y “socialización” (incorporar las normas, costumbres, pautas de
acción y códigos de la particular sociedad en que nace y en que va a convivir).
Hay pautas que ya están definidas antes de que cada ser humano nazca. Esas pautas
no van a poder ser “elegidas”, sino que con el paso del tiempo se impondrán al sujeto,
que las adoptará como “lógicas”, “normales”, “adecuadas”, y en muchos casos como la
única forma “correcta” de pensar y hacer las cosas.
Así, unos incorporamos que se come adecuadamente con cuchillo y tenedor, y otros
con dos palitos; unos incorporamos como normal entrar a nuestras casas con nuestro
calzado puesto, y otros que los zapatos se dejan fuera de la casa; unos aprenderán
que hay un solo y único Dios, y otros aprenderán que hay diversos dioses, o que lo
que se llama “dios” sólo existe dentro de cada uno, o que Dios no existe.
Estas realidades que vivimos los seres humanos señalan un cierto “determinismo”
social (siempre relativo a cada situación y circunstancia). Quiere decir que no
podemos hacer cualquier cosa. Podemos pensar y hacer ciertas cosas y otras no. Esta
característica se llama “márgenes de libertad” del sujeto humano. Y es lo que lo define
como sujeto, que está “sujetado” a las condiciones y características de la sociedad que
lo recibe como “socio”.
El proceso de socialización
Este proceso de aprendizaje que realizan todos los seres humanos se denomina
“proceso de socialización” y en él se diferencian dos etapas: la primaria y la
secundaria. Este concepto alude al modo en que se “formatea” la personalidad básica
y la ideología del sujeto humano a partir de su nacimiento.
6
Proceso de socialización primaria
Es el que se desarrolla dentro del marco familiar, desde que el sujeto nace hasta que
empieza a relacionarse y a ser influido por otros sistemas de socialización, como el
jardín de infantes o la escuela, pero también por el barrio, el pueblo, la calle, los
institutos de reclusión o reeducación y otros según la realidad que el niño deba
enfrentar.
De los miles de valores, normas, estilos, actitudes, pautas, que el sujeto carga en esos
años, sólo unos pocos se le transmiten de manera voluntaria. Por ejemplo, las
habilidades primarias como controlar esfínteres, caminar sobre sus dos pies, comer
con utensilios, comunicarse con un código adquirido, saludar, etc.
Esta es la base del proceso de formación o formateo de la ideología del sujeto. Las
cualidades más importantes de ese proceso son:
7
acuerdo. Esto quiere decir que no controlamos racional y voluntariamente la
mayoría de los valores que transmitimos “de generación en generación”.
d. La fortaleza de este “dispositivo básico” que llamaremos “ideología”, que se va
a instalar e imponer al sujeto como “cristal” con el que va a percibir e interpretar
la realidad. Este dispositivo actuará como mediador o filtro entre la realidad
“fenoménica” y “objetiva” y la percepción y evaluación necesariamente
subjetiva que los sujetos humanos hacemos de esa realidad.
En el caso de los niños “de la calle”, que no acceden al sistema escolar, su proceso de
socialización (formación social) se dará por fuera de la protección y las pautas del
“deber ser” del Estado y de la orientación predominante en la sociedad. Esta es la
razón por la que “no nos explicamos” las actitudes y conductas que estas personas —
marginadas de las posibilidades de socializarse en una familia y una escolaridad
adecuadas— son capaces de desarrollar en la vida real, tan lejanas a nuestra forma
de entender, evaluar y decidir.
1
El proceso de socialización secundaria comienza cuando el niño reconoce otros significantes
además de la familia. Eso da la pauta que puede ser socializado por otros agentes ajenos al
grupo familiar.
8
En esta etapa se mantiene la incorporación voluntaria y racional de información,
conocimientos, habilidades y valores por un lado y por otro lado, la recepción y carga
de valores, pautas y estilos en forma involuntaria e irracional. La gran diferencia con el
proceso de socialización primaria en este sentido, es que al encarar el proceso de
socialización secundaria el sujeto ya cuenta con el “dispositivo” de su ideología básica,
que le permitirá filtrar en forma conciente y meditada o inconciente y automática los
contenidos de la información significativa que recibe.
Como todo aquello que carga el sujeto, esa particular realidad social que impera
cuando él nace, va a ser incorporada como “la realidad” y el sujeto tenderá a
defenderla como la mejor, la más adecuada, la más racional, la más democrática, la
más libre. Le pondrá el calificativo más contundente según los valores y creencias que
predominen en la particular estructura social en el momento en que llegó al mundo.
Bibliografía