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I.

Sanciones: de los justicieros a la justicia

1.vigias y policías Garantes del mantenimiento del orden social pertenecen a castas
especializadas

- Inteligencia – policía – milicia (= es mas relevante ya que va ligada a los afanes belicos)

(Afanes que suelen ser decisivos en el asentamiento territorial y en la expansión o el


arrinconamiento de cualquier población)

¿pero como fue antiguamente las funciones de vigilancia doméstica,?

Antes Los individuos de alto rango, podemos decir los que reciben el mayor número de
expresiones de condescendencia o reverencia por parte del resto de los miembros del clan,
ellos suelen ser los que intervienen más a menudo para separar a contendientes enzarzados en
disputas y disipar así conflictos capaces de extenderse al resto de los miembros del grupo.

Esa función policial que realizaban es crucial para mantener la cohesión interna

La actuación policial efectiva no solo disminuye el nivel de agresividad y conflictividad


intragrupal, sino que actúa como un facilitador social.

¿Pero para que? para disfrute de una mayor variedad de opciones en la vida comunitaria

2. INSTITUCIONES PUNITIVAS

Cabe decir que el castigo o la amenaza creíble de recibirlo promueve:

orden,

cooperación y

civilidad.

Existe una evidencia experimental de que el castigo promueve la cooperación y la civilidad es


demoledora

En fin para inducir cooperación, respeto y trato amable tiene más potencia la punición que un
premio o la emulación de los buenos ejemplos

3. Vigilancia de los vigilantes: policia de alto rango

Los sistemas y los idearios se van sucediendo es decir triunfan, se acomodan y fenecen pero la
policía, por el contrario, permanece No consigue jamás el fulgor (destello) de los estratos
jerárquicos supremos, pero se mantiene insustituible.

Esta sustancia del poder es la capacidad para imponer un orden practicable. Más abierto,
permeable y acogedor o más constreñido y atenazador pero orden al fin y al cabo.

Y eso continúa descansando, sobre todo, en los hombros de los distintos cuerpos policiales,
desde los agentes dedicados a la inteligencia hasta los de la policía judicial..

4.justicia neutral
Joshua Buckholtz lidera en Boston, un grupo de investigadores que se ha profundizado en los
mecanismos de la regulación neural de las decisiones de aplicar castigos a quienes transgreden
normas,

esa tarea que deben llevar a cabo, con regularidad, jueces y jurados en los tribunales. Las
nociones de culpabilidad y de daño infligido (afectado) son como podía esperarse, capitales
para modular la sanción aplicada.

EJEMPLOOOOOO

John salió a dar una vuelta en su nuevo auto, cuando un imprevisible fallo mecánico hizo que
el vehículo, de repente, comenzara a dar bandazos, de manera que se precipitó contra la acera
adyacente e hirió fatalmente a una persona que estaba esperando en la parada de autobús.

¿Hasta qué punto John es culpable de esa muerte?

¿Qué castigo merece?

O, en un escenario alternativo:

John salió a dar una vuelta en su nuevo coche, cuando vio al novio de su ex novia esperando en
una parada para tomar su bus. pero cabe decir Él ya había amenazado antes con matar al
nuevo novio de su ex y procedió a cumplir la amenaza. Agarrando firmemente el volante,
dirigió el auto contra la parada de autobús y mató al novio de su ex.

¿Hasta qué punto es culpable John de esa muerte?

¿Qué grado de castigo merece?

Esas comparaciones ilustran el añejo principio jurídico encapsulado en la frase «un acto no
hace culpable a un reo, a menos que la mente sea también culpable» (mens rea)

Aunque se trata de un principio mucho más sutil, su lógica básica se aplica en la mayoría de los
procedimientos legales.

estos códigos enumeran multitud de conductas prohibidas, pero cometer un actus rea (actos
prohibidos) no es suficiente, por sí solo, para merecer una sanción penada. En la ley, la
culpabilidad se pondera en función del estado mental que acompaña a los actos punibles.

En esos dos escenarios, debe contrastarse la culpabilidad y el castigo que hay que aplicar por
causar un daño idéntico, pero derivado en el primer caso de un mero accidente mecánico,
mientras que el segundo, en cambio, era la consecuencia de una intención explícita de
matar.

Si todas las inferencias sobre estados mentales fueran tan sencillas como esas, el trabajo de
los jueces y los jurados sería mucho más fácil. La ley reconoce, de hecho, que «la intención
perjudicial» tiene gradaciones bastante más complejas que la distinción entre accidental y
no accidental, y de ahí surgen las sutilezas para evaluar y castigar la culpabilidad.

5. Culpa y contricion (arrepentimiento por haber obrado mal.)


Los códigos normativos mas que todo reservan un papel determinante a la emoción «moral»
de la culpa, tanto para señalar la dirección de los daños y las transgresiones como para
ponderar, como se ha visto, el grado de sanción aplicable.
La vivencia de culpabilidad genuina comporta desazón interna por haber violado una norma
importante e implica asumir la perspectiva sancionadora de los demás, junto a la
autodeprecación.

6. Culpa altruista
Se ha podido afinar todavía mucho más, incluso, en las sutilezas del cerebro escrupuloso o
culpable distinguiendo entre la culpa nuclear (deontológica) y la solidaria o altruista.

La primera se refiere al lamento íntimo por la violación de reglas morales y puede llevar a la
contrición y expiación. Es la culpa de la transgresión «pecaminosa» con la consiguiente
autodeprecación (es el acto de menospreciar, menospreciarse) y remordimiento.

En cambio, hay sentimientos de culpabilidad que no arrastran contrición ni deseo expiatorio


alguno. Más bien al contrario, encienden impulsos generosos y surgen, en ocasiones, al ser
conscientes de disfrutar, sin merecerlo, pues de mayor fortuna que los demás. Esa percepción
culpable la tienen algunos supervivientes de tragedias

II. DIAGNOSTICO INDIVIDUALIZADO POR LOS MALVADOS


Hasta hace muy poco, los métodos de la neurociencia no se habían considerado necesarios
para las tareas de los tribunales de justicia y, más en concreto, para el diagnóstico de la
psicopatía.
Ahora, sin embargo, están adquiriendo potencial para influir en cómo se puede interpretar esa
singular condición del carácter, en la medida en que la configuración y la funcionalidad de los
cerebros de los psicópatas puedan vincularse con la reiteración criminal y la noción de
responsabilidad.

EJEMPLIFICARÉ UNA PROPUESTA


Podremos construir un sistema legal más firmemente sustentado en la ciencia y, aunque habrá
que continuar excluyendo a los criminales de la sociedad, se personalizarán las sentencias y se
aprovecharán nuevas oportunidades para su rehabilitación, proporcionando, con ello, mejores
incentivos para el buen comportamiento. Los descubrimientos en neurociencia sugieren
nuevos caminos que seguir por la ley y el orden: sendas que supondrán un sistema judicial más
rentable, flexible y humanitario… Con una visión más profunda sobre la biología del
comportamiento se fomentará una mejor comprensión de las bases de la reincidencia delictiva
y eso permitirá dictar sentencias con fundamentos empíricos. Algunas personas tendrán que
ser apartadas de la comunidad durante más tiempo (incluso toda la vida), debido a la alta
probabilidad de reincidencia; otras, debido a diferencias en proclividad, serán menos
propensas a reincidir y podrán ser liberadas antes… A medida que la ciencia del cerebro avance
se entenderá mejor que las personas se distribuyen a lo largo de continuums de rasgos y
habilidades en lugar de en categorías estancas. Las sentencias y la rehabilitación se adaptarán
a ello.

III. NO HAY MALES BANALES: ATRACTIVO Y RELEVANCIA DE LA MALDAD


La colisión contra el suelo se debió a la acción deliberada y planeada del copiloto, que decidió
suicidarse mientras se encontraba solo en la cabina de mando. El proceso de certificación
médica de pilotos y, en particular, la autodeclaración en caso de deterioro de la aptitud médica
entre dos exámenes periódicos no impidió que el copiloto, aquejado de tras
FACTORES
El posible miedo del copiloto a perder su habilitación para volar como piloto profesional si
hubiese comunicado el deterioro de su aptitud psicofísica a un AME (examinador médico
aeronáutico).

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