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TRINIDAD BARRERA (COORD.

HISTORIA DE LA LITERATURA
HISPANOAMERICANA

Tomo III
SIGLO XX

cÁrpDRA
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Pnor ixio (Trinrdad Barrera)


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Procesode lenot,cia hisptinoailerican¿: c{ilrrci.rliloi'hnea. []ei ii¡ma,io t'cgionaii:ml ii l:l r;uput-r-


l¡nuci¡ norcla: 1910-197-5 {ijduarcio Eecerra) ¡i
.\pLrnlcs para Llna histon¡ ii-l cuer:to iris¡ranoan-iericxno contefiporlirreo {Leluard.o Becr:ira} .... l-;
Lrnolcia dc l¡ l{n'olución Mexicana (,/tntonic l-orei.iie V{eciirra")...."..... 1i
Lirnorcll indigcnista: Alcicjes Argr,Lceias" .lr:t'ge lcaza, C'ilo Aicgría, iosé Maria A-l'girccias "v

\l:ril.r. l \in|zlr { \illr'n ir: LIr'jrllL' Vrrll ri,,t ¡.,.....


Lutl.'ttirl t:r t.rir':,:rii'trr r \l:,r'ii::, C.ii'uz.\cil,,r....... .......
llorucio Quiloga i \iali nli,i iál'"'ez .'\l:clc ;......
Joró Lust¡rsio Riverl (fuiai"inr (,rait'cz A.cer-o)
Ricurlo GLiiraldcs (Mlaiin¿i tiálr ez .4.ccro)
RtiuurloGlllcgos ljosé Caiics {lonzálcz IJor-',o).
Surrurlisnro. l-o reai m¿ri:ililioso v Reali:;r:ro ñlágico. r'riqo ('arpentier;' ktriguci r\ng*; lt-s-
tLuias lAlicia Llarcna)

Arlurrr l-slar Pictri (Ed'.rariio Bcccrr:i)......... ]-r7


fnuinrisiblc collescr: la ir:l'l'a¡il:t rle rrrr.l.lclcs cu Améric¿ i-atina (5o¡ri¡r M¿rtlalía) i41
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prr-itnocioi:es (l-rlncisca Noguerctl .linr.'itc¿, li:i

lll,s,qniioLr-l;s i'Ap.na L 1.,\RFS. hl()trirs tsl'Lr il l/- rts

Lrn¡rr¡tir'¡ en Nlórico (José ( arlos Gonzáicz i3oixo 1'"lavier {}r¡-iiz I'Jrzelucz) i83
Lrn¡rmlir¡ ccntroanrericana. Auguslo iüontert.osc lFrancisca Noglicrci Jilnéne2i."................. 21r5

Lln¡nirtir¡ dcl Crribc cn ci siglo rr. l. {'r¡l¡¿r (Caitncn Riliz Barr-iorr'-re\'o)................ 13l
L¿n¡n¡tir,¡ dci C'alibc en el siglu rx. ll. Pucrto Rico (Maria Cab¿rllci'o
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Ltnlnatiiir del Caribe er: ei siglo r:. ll[. Repilbiica I]omir.iicaira iN4arí¿¡ {lab¿ilero'r&rirngireuicll).. :8,i
L¡ nlnativa colonrbirna conlcr.i.ipolunea: niagia" r ioicnci:i "'' ¡r¿ircctrltiii,-; (.losó h4anuci f'alllchir
Dclgrdo) :.i5

I ti7
últimas tendencias y promoclones
FReNcrsca Nocu¡Rot- JttuÉN¡,2
Universidad de Salamanca

ioN poslboom (años setenta y ochenta), asociados al


concepto de Posmodernidad, y las últimas pro-
tarea de apuntar las tendencias y promoclo- mociones literarias (de 1os noventa en adelante)
srgnificativas en la última narrativa his- oue. con nombres tan sonoros como mutantes'
rricana conlleva el riesgo de que el crítico it¡vísimos, macondianos, petit boom, babélicos,
de miopía por la cercanía de1 marco teóri- planetarios o crackeros, se descublen como hijos
intentadefinir, 1a ausencia de bibliografia claros de la globalización.
matizar sus aseveraclones y, 10 que es mas En todos estos casos es necesarro tener en
la posibilidad de que base sus j uicios de va- cuenta un fenómeno que ha influido decisiva-
gu$os personales. Consciente de estos pe- mente en el cambio de gusto literario: la conver-
y del resultado necesariamente provisional sión de los libros en productos de mercado some-
is comentarios ciaimente con relactón tidos a las leyes de la publicidad y enjuiciados
-espe
autores nacidos a partir de la década del se- más por su capacidad de ventas que por su cali-
¡quienes probablemente no hayan
publicado dad. Así, los manuscritos llegan a sus potenciales
lo más significativo de su producción litera- difusores en un contexto interesado por atraer el
-en las siguientes páginas daré cuenta de la mayor nítmero de lectores a ca1a, aun cuando esto
variedad de corrientes narratlvas que se signifique renunciar a la complejidad narrativa o
ido en Latinoamérica desde 1970 hasta caer en una literatura fáci1. Por si esto fuera poco,
días. y aunque siempre existen sellos independientes
una década marcada por el compromíso, oue realizan una encomiable labor, 1as editoriales
utopía socialista generada por el
de la más reconocidas suelen estar manejadas por gru-
la Revolución Cubana y las ideas liber- pos financieros propietarios de periódicos, cade-
68, los años setenta y ochenta conocle- nas de televisión y radio, que utilizan sus nume-
la emergencia de sangrientas dictaduras y la rosos canales de difusión para apoyar a r¿,s

iónde guerras civiles francas o encubier- escritores y ningunear al resto.


en numerosos países, con el derrumbe de En cuanto al ámbito académico, 1a reivindica-
antiguos ideales y la consiguiente polariza- ción de la cultura de masas en disciplinas acadé-
rde los intelectuales en bandos irreconcilia- micas como la sociología de 1a literatura o la se-
de apoyo o rechazo a1 régimen castrista. Las miótica ha conllevado que 1a crítica.e.sté hoy
ecuencias de esta situación fueron terribles: dispuesta a aceptar presupuestos estetlcos 1n-
escritores murieron en 1a lucha y otros admisibles hace cuarenta años. Así se explica, por
ieron prisión, tortura o exilio, por io que sus ejemplo, el impresionante éxito de ventas en
ectorias sevieron interrumpidas o se desarro- nuestros díastransmitido a algunos sectores
acaballo entre diferentes países. Este fenó- universitarios- de Isabel Allende. Sin embargo,
sumado al de la importancia creciente de los autores reacios a priorizar 1a legibilidad sobre
hnpanos en otros lugares del mundo, genera 1a innovación siguen encontrando enormes difi-
dificultad a la hora de definir 1os 1í- cultades a 1a hora de publicar sus textos.
actuales de la literatura latinoamertcana
Conel aplastante triunfo del neoliberalismo y
proceso de globalización planetaria, los años 2. UNc Post\,loDERNtDAD Pl RIFLRIcA
ta hanconocido la aparición de una horna-
narradores cosmopolitas por biografía y vo- Si existe un concepto repetido por los teóricos
ión. comprometidos con su carrera literaria e de la cultura a la hora de definir la etapa compren-
por desmontar los clichés sobre el es- dida entre 1970 y 1989, éste es el de Posmoderni-
latinoamericano. De acuerdo con este cam- dad. El término, aparecido en 1a crítica anglosajo-
de paradigma, las siguientes páginas se divi- na. a vcces se rplicó a oiras regiones sin lener en
en dos apartados esenciales: los autores del cuenta las diferencias socioeconómicas, cultura-

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les c históricas entre los naevos lugares y aquellos Contrarios a los frescos narrativos de los se calificación-, desar¡olla originales plr
senta donde se incluían habitualmente reflexio tos formales y temáticos acordes con la l
en 1os que se acuñó. Es el caso de América Latina
nes sociológicas, filosóficas y literarias- los es' ffa actual, en la que se ha ampliado la
y ).a razón de que hayatnos titulado el presente
critores del posÍboom retornan a la esfera privaü documento histórico a materiales tan divr
cpígraf'e, en claro homenaje aBeatriz Sarlo, una
en textos escépticos de sí mismos. Las nuevas tra' las tradiciones orales, los recortes de pe
posmodernidad periférica'. con él se reivindica un
mas desarrollan pequeñas historias relacionada¡ fotografias, las películas o las estadísticr
término fundamental para entender el devenir de
con 1a memoria, el amor y la soledad, argumentoS La nueva novela históric a rechaza li
las letras en este periodo sin olvidar la problemá-
que coinciden en el fracaso final de sus pefsona' reduccionistas del pasado. Da ent¡ada
tica específica de la región.
jes: de ahí los frecuentes crímenes impunes. amo la polifonía y la transtextualidad a mÍ
El Concepto de Posmodernidad alude a un cli-
res desgarrados y biografias pesimistas en los at' ces en la trama, recuperando aspectos (
ma de épocá caracterizado por el recelo ante cual-
gumentos de estas décadas o desatendidos en los t¡atados tradicior
quier tipo de discurso autoritario, el triunfo del
La creciente incorporacrón de la cultura de ma' paz de ofrecer respuestas unívocas sob
óensamiento débil, el derrumbe de la noción de
jerarquía y la defensa de los márgenes, que pasan sas a la literatura ha provocado, entre otras 1mp0r' dad opta por hurgar en las esquinas. r
tantes consecuencias, la recuperación de subgé' las explicaciones globales y atendienc
a ocupar un lugar preeminente en las diferentes
neros narrativos considerados tradicionalmenh riamente en su argumento a la esfera p
disciplinas. En un universo a todas luces incierto
triunla el concepto de hibridación, io que explica menores -neopolicial. ciencia ficción o novela Quizás el mejor exponente de esta
que las cicncias humanas releguen a un segundo t'osa-,los que a partir de ahora serán apreciadoc encuentre enNoticías del imperio (198
por 1a crítica. Este hecho explica asimismo el ru nando del Paso (1935), historia del efir
plano 1a cuestión de la identidad para interesarse
curso masivo a 1a oralidad en los textos de la épou do de Maximiliano de Austria y Carlotr
prioritariamente por la heterogeneidad y los fenó-
potenciado por el influjo creciente del lenguaje ca en el México del siglo xIx narrada
menos de mestizaje cultural.
periodístico y publicitario- y la continua atenció¡ dos líneas maestras: 1a voz de Carlota,
Éste fue el camino emprendido en los setenta
a los mitos generados por los medios de comuni' sncierro en el castillo de Bouchout y d
por algunos autores del boom, siempre dispuestos
cación, sean estos héroes del celuloide, villanos do cura despliega un apasionante monól
a renovarse y por ello aún hoy referentes indispen-
telenovela o argumentos de bolero. Así se explic,l que conocemos la vida privada del Im'
sables para comprender 1as actuales orientactones
estéticas. Asimismo. las nuevas ideas resultaron la aoarición de nuevas identidades desterritoriali' narrador en tercera persona
- interrur
tinuamente por citas literarias, relatos
fundamentales para definir a la generación del zadás en torno a la música popular, e1 cine, elco
mic o la telenovela, que han sido capaces de unira tas y corridos mexicanos- que cuent
postboom, en cuyas filas se integraron nombres
los individuos en una cultura sin fronteras. sospúblicos acaecidosentre 1861 y 1!
1an relevantes como e1 argentino Manuel Puig
En definitiva, el postboom se perfila comouna Con ffecuencia, las narraciones se p
(1932-1990), e1 peruano Alfredo Bryce Echeni-
que ( I 939) o el chileno Antonio Skármeta ( 1940). etapa en 1a que impera un discurso realista de desacralización de héroes arquetípicos
Los nuevos creadores se identificaron con la pro- nuevo cuño, interesado por aprehender la vidaen & Las cenizas del Libertador (1987), d'
1os márgenes y consciente de que só1o puede lo Cruz Kronfly (1943),y de El general r
clama de Mempo Giardinelli en <Un retorno a la
grar su objetivo a retazos. Encontramos un ejem- rinto (1989), de Gabriel García Márqr-
espontaneidad>: <La demagogia populista de iz-
plo paradigmático de su estética en tres novelas donde los dos autores colombianos p
ouierda. el disimulado romanticismo, la fantasia
fragmentarias muy similares en su concepción. un Simón Bolívar desamparado y enfe;
y 1a exuberancia for-export, el escepticismo idea-
lista, el moralismo solapado y las pretenslones Todas pretenden reflejar 1a confusión de la ciudad rlltimos días de vida, debatiéndose ar
contemporánea a través de una estructura abiert4 impulso autoritario y la conciencia de
ideologicistas de la generación anterior, incluido
donde cada vida funciona como pequefla tesela derrota. Frente a ellos, el venezolano I
e I Ilamado hoom. hoy empiezan a ser materiales
inserta en el mosaico final: así, 1os múltipleshi' mero (1938-1999) recrea en ciave de
en desuso>> (Giardinelli:23).
los argumentales y disímiles registros lingüísti' vida fabulosa de Francisco de Miranda
En esta situación, la fantasia queda relegada
cos trazados por la costarricense Carmen Naranjo gedia del Generalísimo ( 1984) y cuenl
a un segundo plano y triunfan los nuevos realis'
(1928) en Diario de una multitud (1974) encuet' res de Bolívar y Manuela Sáenz en La
rros reacios a alegorías, hipérboles o propuestas
tran su correspondencia en Una función con mu DnThorne(1989).
surrealistas. La nueva generación se siente có-
biles y tentetiesos (1980), en 1a que el hondureño En esta línea, es importante desta<
moda describiendo situaciones cotidianas y nave-
Marco Carías (1938) retrató con acidez las vidas cantidad de textos basados en figuras
gando por aguas conocidas. Escéptica y contra-
de sus contemporáneos en Tegucigalpa, y en Ia fcrreninas, que adquieren ahora un pro
ria a 1os maniqueísmos ideológicos desacraliza
comedia urbana (2002), del venezolanoArman' dcl que habían carecido en los manualt
mitos, revisa las historias oficiales. recupera gé-
bestiarios, dietarios, do José Sequera (1953), prodigioso caleidosco' ria. Así ocurre en Argentina. por ejemtr
neros olvidados
-fábulas. las cstructuras frag- pio de la realidad caraqueña entre las ocho y lat princesa Federal (1998), de María l
nrisceláneas-. privilegia
ocho y un minuto de la mañana. (195a); conAureliaVélez, la amante d'
mentarias y con frecuencia elabora un discurso
transgresor a través del humor y 1a ironía. Fren-
to (1997), de Araceli Bellota, o con I
mito nacional objeto de cientos de pág
te a las ambiciosas empresas escriturales de los
3. Nunv¡ NovELA HISTÓRICA: tas décadas. Entre ellas sobresale la nc
sesenta, la narrativa del postl,oom se prelende
menor y apuesta en muchos casos por la breve- HURGANDO EN LAS ESQUINAS DEL PASADO Evita (1995), de Tomás Eloy Martín
ejercicio de imaginación desbordante t
dad. Así se explica el éxito de la minificción en
La nueva novela histórica ha ocupado un lugat historia real se da la mano con la inven
estos años, cultivada por los mejores escritores
preeminente en la producción literaria finiseculal tal punto que muchos seguidores de la
latinoamericanos y reconocida como una de las
Considerada por la crítica como un género total' ca protagonista han hecho suyas las
aportaciones más originales del subcontinente a
1

mente renovado en los últimos años -de ahi su que se le atribuyen en la obra.
1a literatura universal.

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-, desarolla originales planteamien- Con la proximidad de los fastos del Quinto
ytemáticos acordes con la historiogra- Centenario, numerosos autotes recuperan el
en la que se ha ampliado ia noción de espíritu de las crónicas para contar la historia
a materiales tan diversos co¡no de otra manera. Es el caso del también arsen-
iones orales, los recortes de periódico, las tino Abel Posse ( 19391. fascinado por figuras
s. las películas o las estadísticas. tan complejas como Lope de Aguirre en Dai-
nueva novela histórica rechaza las visiones mon (1978) o Alvar Núñez Cabeza de Vaca en
lroni$as del pasado. Da entrada a través de El largo atardecer del caminante (1992). Si el
y la transtextualidad a múltiples vo- paraguayo Augusto Roa Bastos (1917-2005)
la trama,recuperando aspectos censurados presenta en Vigilia del Almírante (1992) a un
tratados tradicionales. Inca-
en los Cristóbal Colón escritor y lector por encima de
de ofiecer respuestas unívocas sobre la reali- todo, Francisco Carrillo (1932) se atreve con la
opta por hurgar en las esquinas, rechazando autobiografia ficticia en Diario del Inca Gar-
xplicaciones globales y atendiendo priorita- cilaso 1562-1616 (1996) y el peruano-argenti-
en su argumento a la esfera privada. no Hugo Müller (1962?) cuenta en El cronista
izás el meior exponente de estas obras se perdído (1998) la historia oculta de Francisco
enNoticias del imperío (1987), de Fer- Pizarro y la conquista del Perú.
del Paso ( 1 935), histo¡ia del efimero reina- Por su parte, en Nen, la inútil (1991), Ignacio
Maximiliano de Austria y Carlota de Bélgi- Solares ( I 945 ) reflexiona sobre la conquista a tra-
el México del siglo xrt narrada a través de vés de dos hilos narrativo s menores.. el diáloso de
lineas maestras: la voz de Carlota. oue en su dos soldados españoles. cn el quc se descJbren
isrro en el castillo de Bouchout y desde la 1o- sus ambiciones, creencias y miedos, y la biografia
despliega un apasionante monólogo por el de una niña indígena que adivina la inminente lle-
conocemos la vida privada del Imperio, y un gada de los teules. La también mexicana Carmen
en tercera persona interrumpido con- Boullosa (1954) insiste en las infinitas caras de
por citas literarias. relatos de cronis- un personaJe este caso el último emperador
y corridos mexicanos- que cuenta los suce- -en Novelas imposibles (1992).
azfeca- en Llanto.
acaecidos entre 1861 y 1927 En la caótica estructura de la novela. atravesada
Con frecuencia, las narraciones se proponen la por múltiples hilos narrativos, se adivina el deseo
ión de héroes arquetípicos. Es el caso de recoger todas las vidas de Moctezuma II, muy
cenizas del Líbertador (1987), de Fernando dif'erentes de acucrdo con quien las narra v tan
Kronfly (1943), y de El general en su labe- desconocidas alprincipio como al final.
(1989), de Gabriel García Márquez (1928), Los claroscuros del virreinalo son retrata-
los dos autores colombianos presentan a dos en numerosas narraciones. Destacan por su
Bolívar desamparado y enfe¡mo en sus originalidad las Inquísicíones perLtanas (1994),
días de vida, debatiéndose aún entre el de Fernando Iwasaki (1961), textos a medio ca-
autoritario y la conciencia de su propia mlno entre el documento histórico y la ficción
Frente a ellos. el venezolano Denzil Ro- que cuentan con desparpajo la vida oculta de la
rcro (1938-1999) recrea en clave de parodia la Lima colonial. Por su parte, la dicotomía civili-
idafabulosa de Francisco de Mirandain l¿r ¡ra- zaciónlbarbarie constituye el eje argumental de
'a del Generalísimo ( 1 984) v cuenta los amo- títulos que habitualmente critican los desmanes
de Bolívar y Manuela Sáenz en La esposa del de la civilización. como 1a novela La tierya del
Thorne (\989). luegct (1998), de la argentina Sylvia Iparraguirre
En e$a línea, es importante destacar la gran (1947), o los estupendos relatos incluidos en los
idad de textos basados en figuras históricas que llegamos más lejos (2002), de su compatriota
mas! que adqureren ahora un protagonismo Leopoldo Brizuela ( | qb3).
quehabían carecido en los manuales de histo-
Así ocurre en Argentina, por ejemplo, con Ia
'ncesa Federal (1998), de María Rosa Lojo 4. Les mrtNtr¡s CARAS DE LA MEMoRTA
conAureliaVélez, la amante de Sarmien-
(1997), de Araceli Bellota, o con Eva Perón. Volver al pasado ayuda a entender el presente.
nacional objeto de cientos de páginas en es- Así lo consideraron durante los años de violencia
Entre ellas sobresale lanovela Santa numerosos escntores que, reacios a los testimo-
(1995), de Tomás Eloy Martínez (1934), nios inflamados, optaron por un discurso alejado
lio de imaginación desbordante en el que la en el tiempo, experimental o alegórico para en-
ia real se da la mano con la inventada. hasta frentar las dolorosas realidades vividas en sus
punto que muchos seguidores de la carismáti- respectivos países. Es el caso del paraguayo Jesús
protagonista han hecho suyas las falsas citas Ruiz Nestosa (1941), quien adopta formas crípti-
se le atribuyen en la obra. cas para denunciar el régimen de Stroessner en la

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novela ¿os ensoyos ( 1 982), o de la chilena Eliza- ideológicos. Frente a 1os testimonios, en los que Héctor Aguilar Camín (l 9
beth Subercaseaux (1945), que presenta en los e1 inforrrante se erige como vocero de una colec- al descubierto el sistema <

tividad y reclama la repulsa del lector ante lo que do por e1 PRI mexicano. I
relatos de Silendra (1986) la historia de una co-
munidad dominada por un oscuro terror bajo el denuncia, los géneros más practicados en estos esconde la figura real de .
que se encubre la dictadura pinochetista. últimos años se saben incapaces de cambiar el do al gobierno de Echever
El clima de incertidumbre que provocaron las mundo. costó su cargo al frente de
desapariciones y un sistema político marcado
por la represión y el miedo explica asimismo
el ambiente de visos surrealistas de dos exce- 5.1 . Crónicas 5.2. Autobiogr"afías y diar
lentes volúmenes de relatos breves: Aqttí pasa.n
Con el reconocimiento académico delNewJou¡- Estos años han conocid<
cosas raras (1975), de la argentina Luisa Valen-
zuela (1938), y El museo de los esfuerzos inútiles nalisnt y la dedicación de muchos escritores al diarios, memorias y auto
(l 983), de la uruguaya Cristina Peri Rossi ( 194 l). periodisrno, las crónicas han alcanzado un lugar muestra tempranamente -L

Ln la misma linea aunque con una menor carga de de prestigio en la literatura latinoamericana. Su fante dfunto ( 1 979), del cu
absurdo y fantasía se situa el cuentario Termina el carácter fragmentario, visión sesgada de la reah- ra Infantc (1929-2005), qr
desfile (1981), de Reinaldo Arenas (1943-1990), dad, interés por la cultura popular y, sobre todo, remontarse a los años de ir
Daseo Dor la historia cubana desde la caída de Ba- su cercanía al pírblico las han convertido en pági- y lo ratifican títulos recier
nas buscadas con interés en los diarios y admira- del fracaso ( I 992), del per
iista hásta 1980 que describe de manera sobreco-
gedora la desilusión del pueblo ante el cariz que das por la crítica. beyro (1929-1994); El pe
adopla el proceso rerolucionario. Los autores más reconocidos en este ámbi- Permiso para vivir (1993
Con el paso de los años se hace más fácil des- to se decantan por e1 apunte costumbrista. Es el Mario Vargas Llosa ( 1936)
cribir el horror sufrido. Así se explica la gran can- caso de Carlos Monsiváis (1938) Amor perdi- nique; los bttscadores de
tidad de novelas sobre la Cuerra Sucia argentina do (1977), Escenas de pudor y liviandad (1988), malteco Augusto Monter
aparecidas en los últimos tiempos. En algunas, Los rituales del caos (1995)- y de su compa- paí,s bajo mi piel. Memot
como la controverfida Elfin de la Hístoria ( 1996), triota José Joaquín Blanco (1951) Ftnción de (2000), de la nicaragüense
de Liliana Heker (1943), o Un hilo rojo (1998), de medíanoche (1981), Cuando todas las chamacas Vivir para contarla (.200

Sara Rosemberg ( 1 946?), se parte de un testimo- se pusieron medias rytÍon (1989) , quienes revi- Márquez, y Vida perdída (1
nio indirecto el recuerdo de la amiga de una san con desenfado 1os mitos mediáticos mexica- Ernesto Cardenal (1925).
desaparecida en la primera. las pesquisas para nos; del portorriqueño Edgardo Rodríguez Juliá consagrados, en los último
(1946), narrador de dos entierros de postín: el de la rememoración de la hisn
fihnar una película sobre e1 periodo en ia segun-
da- para contar 1o indecible. En otras, como Luis Muñoz Marín en Las tribulacíones de Jonás tan jóvenes como el chi
Villa (1995), de Luis Gusmán (1944), o Dos ve' (1981) y el de Cortijo, gran sonero del Caribe, (1970) Memorías prema
en El entierro de Cortíjo (1985). O, finalmente, panoargentino Andrés Neu
ces junío (2002), de Martín Kohan (1967), se eli-
ge a 1os subalternos de los torturadores como pro- del chileno Pedro Lemebel (1954?) La esqui' Argentina (2004).
tagonistas de la trama, lo que permite reflexionar na es mi corazón. Crrinica urbana (1995), Loco Entre todos eilos destar
sobre 1a evolución seguida por un individuo para aJán. Crónícas de sidario (1994)- que, con un ficción realizado por Fernr
llegar a semejante nivel de degradación moral. humor desgarrado, nos da a conocet un Santiago cada una de sus narracion
nocturno y clandestino, poblado por individuos homosexual culto, rebelde
marginales arrastrados por e1 deseo y abocados co que pone en tela de juic
5. R¡ronNo A LA vtDA PRIVADA: a la soledad. sociedad colombiana fue r
Otros cronistas, con una actitud cercana a la en 1a novela coÍta La virgel
CRO\I('{, ALTOBIOCRAFiA Y DIARIO
de1 testimonio, apuestan por reflejar los males de y ha encontrado su culmin
Ya hemos apuntado cómo la generación del su tiempo. Elena Poniatowska pasa de relatarnos tal autobiografia El río de
postboom defiende e1 retorno a la vida privada en los episodios de La noche de Tlatelolco (1971) a puesta por seis libros entrr
sus argumentos. Incapaz de ofrecer visiones glo- Luz y luna, las lunitas (1994), donde las sirvien- dicado a su infancia.
bales, se decanta por analizar 1o que conoce de tas mexicanas denuncian 1os cast'igos que les in- Por su parte, los diario
primera mano, hecho que explica e1 éxito de cró- fligen sus patronas. Por su parte, Gabriel García tinamente en cuadernos i
nicas. autobiografias y diarios en estos años. Márquez sorprendió en 1996 con la publicación textos misceláneos basac
Los textos testimoniales, canonizados en los de Noticia de un secuestro. crónica de 1os múltt- donde la vida queda reflej
años sesenta con títulos tan conocidos como -Bio- ples delitos perpetrados en i990 por Pablo Esco- expresión. A medio cami
graJía de un cimarrón ( 1966), del cubano Miguel bar para presionar al presidente César Gaviria. el ensayo y la anécdota, sr
Barnet ( 1 940), o Hasfa no verte Jesús mío (1969), Tomando como hilo conductor e1 caso de Maruja su carácter inclasificable.
de la mexicana Elena Poniatowska (1933), si- Panchón de Villamizar, el volumen incluye frag- no de escrítura (1969), d
guieron produciéndose con éxito en los países mentos extraídos de diarios, entrevistas, trans- Elizondo (1932); La letra
centroamericanos. Así 1o analicé extensamente cripciones de telediarios ¡ canciones. Monterroso; Manual del
en el capítulo de1 presente voiumen dedicado a la En esta 1ínea se sitúan una serie de novelas cet- italo-venezolano radicadr
iiteratura del istmo. Sin embargo, a partir de 1os canas al espíritu de la crónica que han conseguido dro Rossi (1932); Prosas
años setenta se tendió a privilegiar en el subcon- gran éxito de ventas. Es el caso de Morir en el Julio Ramón Ribeyro; D
(1990), del uruguayo Ma
tinente relatos menos proclives a maniqueísmos Solfo (1986) y La guerra de Galio (1992), de

170
en los que
una colec-
l:,;i$-;iliiiffi
rH;:ü:l;il"s;nx::*f i"t*"''ilf$ü'-"'::ffi ;
ante lo que
ls en estos '#**l',;t¡rup¡#$]g;q;;st*Eer"r
cambiar el üf $iiilili;¡,,-,.f
i';r:':;in'r*¡i" ff''i';: '#i';;^
52. Atúobiografías vdiari.s
¿1 Nev, Jrtttt'
lscritores al
Ldo un lugar
rericana. Su
ürffi{tu-#il*'riffi,i'al !",.t i{'i*.h,$'Iiffi
l de la reali-
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rbrista. Es e1 |iil: YT: il l::',:ltii, il I tiii *i lr';
Amor Perdi- 6' Lr'ion'¡¿ra
ndad (1988),
le su comPa-
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l.as t:ham¿tcas
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quienes rcvi- y,*#¿xg*"ü::l:;;{.;;#*ilí}l:t* :rri-T,:,'ül;J".,"H",1'i'::ii:?;1ft:-:iffJH:l
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' (1995), Lot'o
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íi ni*,.¡ fii
> de Morir en el (1990),deluruguayo lvrarru
iatio (1992), de lll
sido llevadas al cine-, se han convcrtido en los Ana María Shúa (195
tados Unidos a través de la saga de los Barroso.
grandes éxitos de venta de 1os últimos años. Es el de cuentos Simetría
Otros textos inciden en las dificultades de los la- (t992)-
óaso de ias mexicanas Angeles Mastretta (1949) Y se mantl
tinos oara adaptarse a la vida en Estados Unidos
Iu vida (1985), Msl de amores chilena Lina Merua
él caso dé Big banana (2000), del hondure-
-.r -Arrancame
( 1 99 1 )- y Laura Esquivel (1950'l Lasinfantas(1998).
ño Roberto Quesada (1962)- o descubren su
agua
-Como La narrativa fcm'
ambivalente relación con el vecino del norte para chocolate (1989), ta ley clel amor (1995F;
de Gioconda Belli mujer habitada (1988), ha atrevido asimist
visiblc en la reciente antología Se habla espu- -La
Solía de los presagios ( 1990), Waslala. Memorial hasta hace Poco tabi
ñol. Voc'es latinas en USI (2000). dos cara'
De todos modos. es nccesario recordar que tlel.funro ( 1 996)- y de la chilena Marcela Sena- cas
-Las
no ( 195 1 ¡ Nrt ofias que nos qLteremos tanto (1991), ruana Carmen Ollé
las fronteras regionales no se reducen al eje
base de Nadie nte Y'
Norte-Sur. Apuntamos dos ejemplos significati- Para que no me olYides (1993).
Aunque estos textos cumplen con la pretensión cana Cristina Rive
vos de este hecho: la diversidad de lenguas en (2004), de la colom
las zonas limítrofes entre Paraguay y Brasil ex- de sencillez y amenidad necesaria para triunfar en
piica una experiencia tan interesante como el las librerías, se vuelven repetitivos por depender
espangués de español, portugues y dc unas reglas claras. b.scritos con rapidez y rea-
-mezcla cios a experimentos que puedan alejarlos del pú' 7. SgouccroNgs o¡
guaraní- en cl que está escrita El gotct: cttasi,
blico. pecan en bastantes ocasiones de maniqueis' CINE, MÚSICA Y I
luasi. señor de Madureira (1998), del paragua-
yo nacido en Brasil José Eduardo A1cázar. Del mo" lo ouc les ha acarreado el marbete de fáciles,
Sin cmbargo, no todos ellos se encuentran aque' El triunfo de la c
mismo modo. la reciente oleada de emigrantes
décadas ha Provoca
latinoamericanos a España explica la aparición iados de los mismos defectos. Ofrecemos un
ljemplo significativo de este hecho: el éxtto mun' de una mitología b
de novclas con esta temática, como Unu tarde los mismos Produc
con camzan(is (2004), del venezolano Juan Car- dial de Como agua para chocolate provocó el
boom de la narrativa culinaria, con tan desiguales
publicidad Y músk
los Méndez Guédez (1961).
resultados cono Come, este es mi cuerpo (1991) un imaginario cuh
donde 1a argentina Esther Andradi (1955) tepa que se precle, cue
:a la historia de la cultura occidental en treinta constituida Por el c
6.2. Las escritoras
breves y apasionantes textos de cocina y Afto-
Capítulo aparte merecc la fulgurante aparición dita (1998), de Isabel Allende, enésima reiteta'
ción de una fórmula que reúne recetas afrodisía' 7 .1. Cine
en estos años de una serie de escritoras que, con
una personalidad muy clara en algunos casos y en cas e historias de Pasión.
Frente a quienes siguieron esta estela se erige Sería imPosiblc
otros con modclos literarios de éxito a sus espal-
un arnplio grupo de escritoras exigentes con su en los úrltimos año
das, han logrado consolidarse como apuesta se-
oficio. quc han obtenido menos atcnciórl porpaF damentales: Guill
gura en los mercados. Antes de ofrecer 1os nom-
tc cle las cditoriales. pero son reconocidas como reflejó temPranan
bres más destacados, hay que subrayar un hecho
figuras fundamentales en la narrativa de nuestro fervor de los nue'
incuestionable: la narrativa femenina no se redu-
tiJmpo. Así ocurre con Luisa Valenzuela, que de- cinematográfica -
üe a un compartimienlo estanco. como se ha in-
nuncia la violcncia sufrida por su gerleración con Cine o sardina (19
tentado hacer ver cn más de una ocasión. Asi que-
lanta \ehemencia como sus compatriotas Alicia vó los mitos hollY
da <lemostrado en el presente análisis, donde rios desde La /rar
comprobamos cómo las mujeres se implican en Partnoy (1955) V Cristina Siscar (1947) o las chi-
lenas Pia Barros (1956), Lucía Guerra (1944)y su primera novela
cada una de 1as tendencias literarias recientes: de
Diamela Eltit (1949). Gr:eta Garbo (19'
la nueva novela histórica a la memoria, del dieta-
Este grupo de narradoras, cosmopolitas y al larga lista de títul
rio a la autobiografia, del texto de frontera al
vtdar Con M de
ncopolicial y de la ciencia ficción a la narrativa día en las últimas teorias literarias
-feminismo, Rafael Ramirez
psicoanálisis, Tel Quel, Foucault , coincidió en
I

del bc¡lero.
ábordar el tema del poder ejercido sobre la mujer de MarYlin Monr
Con precedentes tan significat'ivos como Elena
a través de la violación, práctica habitual de tor- la reciente las P
Poniatowska, Claribel Alegría o Rosario Ferré,
tum que provoca la pérdida de1 sentido de dignt- chileno Alberto F
las escritoras de los años ochenta asistieron al gonista Ya no se d
éxito internacional de 1a chilena Isabel Allende dad en quien la sufre. Sus posturas transgresoms
en temai sexuales y po1íticos, la experiencia del ta películas más I
(.I9a\ y su novela Za casa de lc¡s espíritus ( 1982)'
exilio en muchas de ellas ) su cornún experimen- que recuerda dón
hecho que provocó e1 fin del monopolio editorial
masculino. Se iniciaba una fórmula literaria que tación con las técnicas narrativas las hacen fie-
cautivó a una gran masa de público a través de cuente objeto de análisis por parte de una crittca
qre engloba sus textos bajo e1 rótulo de literatura 7.2. Mitsica
ingredientes conocidos: realismo mágico, melo-
drama, erotismo, visión feminista, algunos toques del cuerpo.
Su esbíritu rebclde las ha llevado a realizar lec- La música sier
de comprorniso e inserción de elementos de la ratura latinoamer
cultura de masas en los textos. turas reivindicativas del papel de la mujer en los
cuentos de hadas. en una tradición que se remon- do la labor de I
La: escritoras que siguieron e5ta lendencia' nuestros días Pot
conocedoras del poder de 1os medios de comunr- ta a Rosario Fetré Arroz con leche (1977) ,

continúa con Luisa Valenzuela y su compatrlota Nuevo Mundo (Il


cación --no en vano algunas de estas novelas han

t72
sus respectivos libros pinosa (1938), o ese hermoso diálogoentre ritmos
vertido en los María Shúa ( 195 I ) Vitier
Ana
-en
¿r-r"."tot Simetrías (1993) y Casa de geishas
ifari.". v populares que cl cubano Cintio
os años. Es el
iiqz r I ti'n,iuti Roiantlo lu l¿ñtt ctta I l98o)'
Pcro
f1992)- y se mantiene viva en autoras como
ta
stretta ( I 949) ilÁté ut,uttu¿o nós interesa destacar especialmcn-
il de amores illtt.íu t-inu Meruane (1970) y su novela cotta
te la enrrida masirr dcrinxo: popularcsquc se pro-
infantas (1998).
agua duio en la lireratura dcsdc mediados de los anos
Las
-Como La narrativa femenina de los últimos años se
nor (.1995) ; t"i.n,u. Es el caso del rock' protagonista de la no-
ha atrevido asimismo con temas
considerados
'irado (1988), lésbi- ;;l; ;;i .olornuitno Andrés'Caicádo t le52- lq77 r
ilo. Memorial iiuriu ttut. oo"o tabúes como las relaciones
del (1994), de la pe- Otte viya la música (1917) y fehaciente demostra-
{arcela Serra- iit-tot'dos c:aras deseo
.-ión d" que los jóvenes de la épocapretrrlcron
cn
s tanto (1991), ruunu Cot*"n O1lé (1947)- o la
locura' en la estético-
,r" rniá llorar (1999')' de la mexi- muchos iasos participar de los valores
t*i.,Vr¿t y ideológicos de 1os rockeros a compromcterse
pon-
la pretensión iunu ó.itti"u Rivera Garza (1964), oe.!t-r19
se
Laura Restrepo (1950)' iL*ót.. El interó: por esta exprcsión-mu:ical
rra trir"rnfar en éiió+), á. la colombiana lnantiene en títulos recicntcs cotno'4t e /{o( ( lee4)'
por depender ;;l ;;;*u" Roberto Echavarren' biografia del
'apidez y rea-
lider dc-I/li Doo¡ s Jirn Vorrison'
jarlos del pú- 7. S¡.oucctox¡s DE L¡. cULTIJRA DE MASAS:
Pero si hay una música que permea sustanclal-
le n-raniqueís- CINE, MÚSICA Y DEPORTE la scntl-
rnente la nairativa del postboont ésta es
¡te de fáciles. *ental. cercana rl mclodrama Y al follctín ett.sus
El triunfo de la cultura de masas en
las últimas
Jentran aque- letras de pasión- lágrirnas y nostalgra -Nos
relerl-
deudores
rfrecetnos un de.adas hu provoca<Jo quc todos sealnos
rnos. obviamcnte. al bolcro' cl trngo' la rancnera'
el óxito lnun- de unr mrrologi¿r bastarda' obtenida al consutntr de
el corrido, la salsa y el chachachá. expreslones
e provocó el ñr r"itt"ot priductos en cine, televisión' cómic' momento
seducidos por una subjetiv'idad considerada hasta ese
an desiguales oubli.idud y música. Hemos sido
cultural que, como todo Olimpo como ktsch, pero a partir dc ahora reivindicada
uerpo (.1991) i,n i*uginutio
oue se precie, cuenta con una
tríada capitolina oái-ttÁ.toi"s autores, hasta el punto de haber
i (1955) repa-
y deporte' sanado sobrenombres específicos -narratlv1
tal en treinta. constituida por el cine, 1a música el
1et Caribe o del bolero- en sus vertlentes mas
ina y A/ro-
:sima reitera-
tas afrodisía- 1' cine di fundidas.

*J,l;j.:fi1*?::"T:13:#i:::i:i#::l#il1,x_ (1966)y De-


stela se erige Sería imposible reflelar la impronta del cine ficativos iá,'o Elio''o'tabuboleros de Guillermo
últimos años sin io, iiguras fun- uti p* bailar chachachá ( 1995),
lentes con su en ros
"t.ná.." q"*t Cabiera lnfante; De donde son los cantdntes
lclon por par- damentales: Guillermo c;;;-i;idá (1937-1993);
rocidas como reflejó tempranamenre ." rrr..-.n", criticas
el i;¿i), del cubano sevcro SarduY Puig; la
aoq"i'ot Piryt!/a1 (1969)' de Manuel
ya de nuestro fervor de los nuevos *.t*;;;-i;"tp**11t^t" (19'16) y La impor-
otiriu inirü, riiióo¡1, guárocha tlel Macho^Camac.ho
ruela, que de- cinematográfica
-u, que elé- io'no* llantarse Danie,l Santos ( 1989)' dcl por-
Cine o sardina( 1997)-, y Vun.t"if.,ig,
:neración con
triotas Alicia vó los mitos hollywoodienses a los alta"ós
litera- toriiqueno Luis Rafael t4lti:t"!::'-?; t't!;#Ái;
'ln
(1968), t.o Aiacobero (1976)' del
rios desde La tr¿tición ¿" niit-Aáyiii,n
47) o las chi-
:na (1944) y

opolitas y al
ilil;;:
Greta Garbo (1993). En
u üil
F: t * e tí'# ¿t ii:;
larga lista de títuios .ttr. l"r;;;';;,;¡;;:
x2,:w''¿,t';;
'09alD;Pá'o
-;??:i¿'#,':^
::" í :i : ::;;
sigo siendo el Re!(l9:ilil#:'ffiíi;
"]: aLtnque es plebel'a (l?8!)'.
{
feminismo, vtdar Con M de Maryttn (19'97), dél
mexicano
Rafael Ranrírez Heredia t\lízl'i;;';;;;;;
i;;¿ht' :uliao (ts4s); Botero (1e85)' del cubano
coincidió en
de México-, o iit"n¿to Otero (1932¡; Ofrenda en el altar del bo-
mujer de Marylin Monroe en ia ciudad
obre Ia
la recientc Las pelícutas de mi vitJa
(2003), de1 ["r'iiS8Al, dei colombiano Juan Gustavo Cobo
bitual de tot- i]".¿i-tr-SaÉl; Si1'o-ftrcraPedrol4fante(1989)'del
ido de digni- chilenoAlbertoFuguet(1964),enlaqueelprota- É¿uát¿ó Liendo (1941); La tihima no-
gonista ya no se dedica a nomenajear ias cincuen-
u*ttoiuno
transgresoras (1991)' de la cubana Mayra
ia pelícnlas más importanüs de su
infancia, sino ,in q* po'é-'onrigo
periencia del
n experlmen- qJ;;;;ád¿n<ie y corr q,'ién tu. uio Y:t::;;::::"t?l:"i:::,íiffí{;;;1"í"(g:#í"{:
as hacen fl'e- (lqqJ)' dcl
t.to; io hoia intima de Agusrin L¿lru
Ie una crítica
¡ de literatura 1 2 x4ú:ica il;;;#",tJ,Tl',::,^H1,:i:-?;ili'J'[i
'fl"iSj¡; ii."3
(1994)'
en lalite- Lá n"¡ia Isabel c.antabu runcheras
realizar lec- La música sienrpre ha estado presente (1950) - ejemplo-d;]
este senti- ;;;iJtát Rivera Letelier
a
mujer en los ratura latinoamericana. Recordat'os en canciones, pues en la
do la labor de Alejo c"ñ;;r*, continuada
en carácter transnacional de las
remon- constituyen Ia mú-
LUe Se
nuestros días por novelas !"iiiit" itrlo"!"
,t ;1r-rt ,to"tlu 1ut tutttheras mexicanas
he (t977)-, ¿ i"r,l" chileno-; Te di la vida
r compatriota Nueyo Mun¿ct ( 1g90), del *roÁuiu,lo
Germán Es- ;i;" en un burdel

t73
etrtare (1996) donclc la Iicla dc la protagonista ( l9t3 I ). La rcivindicacicin cle los géizerzs nenorrs tnétodo ( 1997). dcl co
crnrbia c¿rcla vcz clue escucha un bolero y Cqle p[o\/oc¿l en cstos años el reconocitniento literario boa(1965).
no.slttlgia ( I 9i)7). de la cubana Zoé Valdós ( 1959). de la ciencia ficción. Nacen así en el subconti. Hasta ahora hcntos
o los ()¿¿:¡r¡o.r ( otl tculgos ( 1998). del argcntino Pc- nentc las primeras rcvistas y fbros cspecializados corr-tpal'tc la novela ncg.
clro Orgambide ( 1929-2003 ). sobre cl tena. lo clue provoca la difusión tnter. mos a continuación Ios
nacional de la novela 7in/algur ( 1979) y de los oión dcl género cn Lati
|) Lu incorpc.truc:iór
i
rclatos inclr.riclos Rctjct Lus fubeus en flor (I9Bj),
7 .3. De ¡torte titulos cmblemhricos de la argcntina Angéiica I

cle visla del crin¡inul v '


Gorodischer ( 1 929). rcsr,rlta paradigmáticcr
F.r.r un¿is dócadas en las cluc prirna la atención Sin en-rbargo, scrá el ncopolicial el fbrmato Horacio Castellanos N
del indir"iduo sobre la de Ia colcctiviclad. los cam- paralitelario prelcndo por los autores latinoame- , .sar¡'sienf es (l9t)6), Ltt a
peoues cleportivos se han convcrtido cn nllevos ricanos. Practicado con objeti\¡os diversos que El urntu en el hombre
ídolos de rlasas. sr-rstitul,enclo cor.l sus hazañas cn van clesclc la parodia al rclato cn clavc existen- ¿¡.sle¿lc.r (2003) . qltc
cl canrpo de firtbol. el lrng o la biciclcta a los cial, suponc una clar¿i renovación del policiaco de sus tcxtos al ascsinc
gucrrilleros hagiografiados en los sesenta. Aun- traclicional, lo que explica su actual 1, más exten. 2\ Lu r,.'legat'iltn d
quc la ternática clcportiva ha siclo utilizada descle dicla denontinaciirn. En el re lato clástco o irol'¿lt plurut. Para Martuel t
principios dcl siglo xx. es en estos moÍncntos de enignttt, canonizado por Chesterton, Agatha A/fair (1973¡ v Luisr
cuando concita una mayor atención. pucs los Chtistic v .lohn Dixon Carr, el detective vive enun gra (0tl urgertfino,s (19
creadores se sienten l'ascinados tanto por la fhce- munclo de verdades y lcyes confiables. Su capaci" tantc reflejal cl lrort-or
ta privacla dcl fénórneno las biografias permi- dad dcdLrctiva le permite descubrir a distancia las gentina cle los sctenta q
ten contar historias de asccuso y caída en Lln tono clavcs del misterio quc investiga. lo que convierte mistcrio quc itnagiuirn
ncocostunrbrista afln a la cstética dcl postlnonr la trama en un desafío intelcctual que concluye las novelas dcl tanrbién
coulo por la pública sc trata dc especláculos con la captura del dclincuente. En el subconti- nelli ( 1947) Lunu c'u
colectivos en los cluc se reconocen los lectores. nente. csta narrativa firc reforrnr:lada por Borges quedun los ntuerlos (l\
Entrc los títulos clestacan aquellos cn que cl de- y Bioy Casares cn .!ci.s problema.s puro don lsi" tc en torno al tema dc I
porte funciona como telón de fbndo dc un clrarna clru¡ Purr¡¿1i (1942). estela seguida recicntemente 3) Lu de.sconfitutzcr
sccreto. L,s el caso de la mencionada Dos r.c¿¿,.s por alltorcs conro cl tarnbión argcntino Alejandro in'ant'irin de lr¿tntus an
junio. de M¿rrtín Kohan. y cle Ha,r, tmos ti¡tos aba- Gctnzález, Foefster ( 1959 ) cn Las purtidus del.jue:. ciale.s ntolit ctrt el dt'lilo.
io ( 1998), dcl italo-argentino Antonio dal Masetto Bt li.,ttt iu Gtt:tttin i2t)U4). dounidcnses, cluc sitiran
(t938)^ quienes rcclrn'en al Mundial dc 1978 cn Pero los escritores latinoamericanos se dccan. dc sus histrxias y crcer
Argcntina para reflcjar el clinra dc mie(lo y reprc- tan mayorlttariamcnte pol la fórmula dura. hard. políticos y polrcías, los,
sión sutiiclo en el país duranre la celebración del boiled t'¡. lo que cs lo mismo. la noveLu negtn, atribuycn los crímcnes r

evento. practrcada emblemáticamente por los nofieame. Así ocnrre en las novel¿
rrcanos Rayrrond Clhandler, DashiclI flalnmett0 comcnzacl¿ts cn 1976 c,
James M. Cain. Clonsiderada collo la literatura tagonizadas por el clet
8. LtrsnAruH¡ y pARALrlrR.Ar rJR.,\: sc.¡ciu/ de fin dc ntiIenio e infl-rida por el Ney Jour. Shayne; en las pioneras
Ii- \liOPOLl(]lAI L.\l lNOAN,ltt{t( ANO nalisnt, la novcla negra rechaza los lundamentos y ¿,Quién nrutó u Ro.se'
conservadores de la 1e enigntu. Acfllaliza sus con- Rodolfo Walsh ( 1927- I
En cstas páginas ya hemos destacado córno la terridos con tram¿ts polítrcas reconocibles paLa 1os tes Grandes ntirctd¿ts
generación dcl postboont rescata ciertos géncros lectorcs y narradas en un letrguaje cotidiano, que ( 1954), amblcntacla cn
cncasillados tradicionalntente bajo el rótulo de llega en ocastones a la irreverencia para denun- tadura cle Fr-rjinori y qt
Tt'iviulIiIeratur. Los nucvos ¿llltores r-ro cnjuician ciar sin tapr.¡os la r,.iolenci¿i inrpcrante cn la socie. trema corrllpción i'L que
sns creaciones siguienclo cl parámetro dc la origi- dad contcmporánea. tes¡nos. y ,4bril rojo (2
nalidad prejuicio que venía arrastrando la his- Hijos del 68, sus autores se definen mayorita. Santiago Roncagliolo (
toria del artc clesdc las r.anguarclias , por lo quc riamente como militantcs de izquierda que han nronio dc la violcncia I
a partir clc este monrento recllrrcn a fórmul¿rs dc sufido un claro proceso de descncanto. Este he. Luminoso.
novclas policiacas, folletines y ciencia ficción cho explica su común retrato clel detective como 4l Lo irtrpunitlutl d,
quc renuevan ciesdc tocios los puntos de vista. nn individuo solitario, cómoclo cn los ambientes cl neopolicial latinoar
Este hccho ya se aprccia en escrjtores dcl marginales, escéptico antc cualclurer fbrma de au- sos ejclnplos dc ct'imt
boor.r-lconro Mario Vargas Llosa, quien par.odia el toridad y aferraclo a un código dc honor propio camos clos títr.rlos dont
fblletín raclioliinico cn Lu tíu.Julia v el estrihitlor para resolvcr los dclitos. Dc ahí los nrírltiplesti de los argumcntos, her
tlt)77)) lu ¡lorelu ¡rolic¡lea cn ,'Qrrii,rt tlttttn (r tulos que insisten en el fracaso: entre otros. fr.is- formato litcrario Así.
J'alr¡ntíno Mr¡lerr¡? ( 1986). La seducción parali- te, .solítario .t'.f inat (1973\, Últ¡,rt,,.t ¿líus de lavíc- hisÍorius de pusión (1
tcraria scrá expcrimentada también por el chilcno tinn (1919)" I'Ianuul tle perdetlores 1 t,2 (1985 Ana Lydia Vega (19,1
José Donoso (1924-1996) que en Za nistetit.t- y 9E7). novelas respcctivas de los argentinos 0s
I humor negro a nrtt¡erc
sa clesupuri<:ión de lu nrurc1uesitct tle Lorio (\980) valdo Soriano (1943-i997), José Pablo Feinmann pasionales dc que fut
rccupera los códigos dc la novcla erótica y Ga- (l9zl3) y .luan Sasturain (1945); No habrti linal dicran haccr nacla co¡
briel García Márc1r.rez. creaclor de una trarna de- ./eliz (.1989), dcl mexicano nacido en España Paco ca Coroclischcr ofrece
tectrveca para (-tónicLt de unu ntuerte untrnciad¿t Ignacio Taibo II (1949), y Pertler eli cuestión de pues en ('órrtt.t lritrnfrt

| /+
s ntcnot'e.s nét\do (1991). del colornbiano Santiago Gam- bre a mujerc's que delinquen y saben librarse de
o literario boa (1965). la j usticia.
subconti- Hasta ahora hemos destacaclo los rasgos que 5') El caracler metaficciorutl tle numerct.sos re-
:ializados compafie la novcla negra con el hurd-boi led Yea' lalos, que plantean cómo escribir una novela po-
ión intcr- mos a continuación los que dcmuestran la innova- liciaca, incluyen entre sus personajes a los clási-
lydclos ción del género en Latinoamérica: cos dcl har¿{-bollerl o rcvelanjuegos transtextuales
I 987),
u- ( I) Lu incorporación en La lrama de los ¡tunlos tan cvidentes conro los irrplícitos en los títulos
Angólica devisto del crintinttl t, lu vícÍimu. En este scntido Nick Caftar .ve tlit'ierte mienlras el let:tt.¡r es ttse-
resuJta paradign-iáticocl caso del salvadol'eño .sincttlo 1, .vo agottiz,o ( 1975), follctin paródico del
I tbrrnato Horacio Castellanos Moya (1957) Buile con uruguayo Mat'io Levrero ( 1940) apareciclo con el
ttln0¿ure- serpiente.t (.1996'1, La diablu en el espeio (2000)' pseudónimo de Jorge Varlotta, o De tucones .v gtr-
)rsOs clLlc El lrma en el hontbre (2001), Doncle no estén but'dina ( 1996), de Raf'ael Ramírez Hcredia.
: existcn- ¡rs¡e¿l¿s (2003) , que conccde el protagonlsmo Así, el trrgentino Juan Josó Saer (1937-2005)
policiacc) de sus textos al aseslno. recupera en La pesquisa (1980) la trama dc <Ll
Lás extcn- 2) La relegución del eni5inta a ttn segtLntlo candado dc oro>, primcr cucnto policial argenti-
o not'cltt pluno. Para Manuel Puig The Bueno's Aires no publicado por Paul Groussac en I 884. Mucho
r, Agatha Alftt¡r (1913') y Luisa Valer.rzuela Novela ne- más ladical resulta la apucsta del uluguayo Hiber
'lvc cn un gtu ctn argenlinos (1990) resulta más impor- Contcris (1933), quien cn El tliez por ciento de
Ll c¿rp¿tcl- tante lcflejar el horror de la I'iolerlcia en la Ar- vtl¿ ( 1985 ) imagina 1a investigacióu del ascsinato
lanci¿i las gentina de los setenta que descubrir 1as claves del clel agente literario de Rayrnond Chandlcr lleva-
convicrte misterio quc imaginan. En otro orden dc cosas, da a cabo pol Philip Marlorve, detective escogido
concluye las novelas del también argentino Mempo Giardr- asimisn-rr¡ por Osvaldo Soriano para resolver cl
rubconti- nelli (1947) Lunaculiente (1983). Quésolosse misterio de T'iste, solitario y.f inal (1973) y pte-
rr Borgcs quedut los nluertos ( 1 985)-- giran eseucialmcn- sentc en numerosos ¿lrgumentos ncopoliciales. En
don Lsi- ie en torno al tcma dc la cr-rlpa y cl castigo. la novela, que une la criatula de ficción Mar-
rtcmeltte 3) La desconliartztt en el sistenta iurídico t' la lowe con su ct'eador Chandler se inclu-
,le.jarrdro íntención de üumas en las que lus diférencias -so- yen dos largas convelsaciones entre este últino
r del.jrra: ciales ntotitrut el delito. Frcnte a los maestros esta- y otros cscritores sobre los posibles modelos dc
dounidenses, que sitiran el dinero como pieza clavc novela policial, el valor del género y de su propta
e dccan- de sus hrstorias y crcen en 1a honradcz de
jueces, obra. En 1a rnisma línea, Río fLtgitiuo (1998). dcl
ra. htt¡d- polítrcos y policías, los escritores latinoamericanos boliviano Edmundo Paz Soldán ( 1 967). cucnta la
a tlcgrQ, atribuyen los cr'ímenes a gobernantes y burócratas. l-ristoria de un adolescente que plagia fatnosas tra-
)rtcatne- Así ocurre en las novelas de Paco lgnacio Taibo Ii, mas policiacas paradivcrtir a sus amigos, con lo
mmctt o comenzadas en 1976 con Díus tle combutey pro- que cxpottc en sus páginas el proccso de cscritura
iter¿rt u r¿r tagonizaclas por cl detective Héctor Belascoarán de un relato policiaco.
eyr,Jottt'- Slrayne; en las pioneras Operacíón masacre (.1951) En relación ala noveLa de enignta,el mexicano
anlelttos y ¿Quién tnotó u RosenLlo:' (1969), del argentino Viccnte Lcñero (1933) irnagina cn <Quiérr mató
sus coll- Rodolfo Walsh (l()27-l()11), o en las muy recietl- a Agatha Christie'l> Cairh de sa-slrz (1981)
para los tes Grantles miradas (2003), dc Alonso Cueto el asesinato de la reina deL strspense investigado
ano. clue (1954), ambientada en los últimos meses de la dic- por su personaje Hércules Poirot, rnientlas Mat-
t derrtu.t- tadura dc Fujimori y que desvela sin tapujos Ia ex- óela Serrano plarrtea en Nue.str¿t Señorct de la So-
la socie- trema corl'upción a que llegó el gobicrr-ro dc Mon- tedad (1999) el caso dc una cscritora de novelas
tesinos, y Abril ro.io (2006), del también peruano policiacas que desaparece sin dejar rastro. mlly sl-
rayof lta- Santiago Roncagliolo ( 1975), estremeccdor testr- milar a la anécdota real que protagonizó la autora
que h¿ln monio de la violcncia bajo cl imperio de Sendero británica en su juventud.
Estc he- Luminoso.
/e conto 4\ La impuniclacl de los críntenes. Aunque en
rbientes el ncopolicial latinoanericano existcu numero- 9. lll.lUr DI I \ (il rJB\l l/A( lo\:
a clc au- sos eiemplos dc crímenes no castigados. desta- HACI,\ UN C]AMBIO DE PARADIC}]\{A
: proplo camos dos títulos donde la mu¡cr es protagonlsta
rples tí- de los argumcntos, hecho nada frecuente en este En las librerías actuales conviven los autores
rs. f i.s- formato literario Así. Pasión de histc¡ria .v otr{ts de los setenta y ochenta que siguen producien-
e ltt víc- hisforias de pasión (1987), de la portorriqueña do obras a buen ritmo
con los hijos de la glo-
2 ( 198-s Ana Lydia Vega (1946). presenta con cvidente balización, nacidos mayoritariamente en los años
nos os- humor negro a mujeres que cuentan los cril-ncnes sescnta y cleseosos de reivindicar su originalidad
inmann pasionales de quc fueron víctimas sin que pu- frente a los autores de más edad.
rtí./inul dieran hacer nada contra sus agresores. Angóli- Este hccho cxplica 1a gran cantidad de antolo-
ña Paco caGorociischer ofrece la otra cara de la moneda. gías, manifiestos y prólogos controvcrtidos quc
ttión de pues en Cóno triwtfar en la vida (1998) descu- se han producido en la literatura latinoamertcana

175
rupturl c0tl ll ge-ncrrtcto
rc-chazan lrls fórtlttlas ¡n
dc la cultura de lnasas. N
ÍH,1:':,:Tl,T'#,"J,::i,'l...'.1il:;:,?J;:'JL'+r'- ii,it{;':ffi:{i}iffi}i:Ii*x',i# amables Y elaboran tcxtos

;:L'ffi Ílüliif ::T:r'j::}jl:::li;*illiHi::'ti.]üix,'h'.t:,'1,,1;*r;; dicndo toclos los Iugarcs Y


jas tramas. De fiendcn así
éscritot calislnático btcn r.ria que
popularizaclc,
Y
lo, ,.r.n,n"f,r,i ü:ñ v;'e^' ili
neración " ii'llJi'11'{, "rtiJl$;
lite . cspcculativa, (cosnlo's e!
ran a prof-ctizar lll a sllrb
"n
carlos Fnenrcs. .'.-'.,.iaderos iconL,s intelec- iji]-il;;;',.,"i.v *¡i,'o
sa -v i]:'ff, J"XIJ"lill? de lgnacio Padilla. De cs
,,,"5:,::::l'j:i::.i:rel-iii ,os estereoripos exis- inágicq ha¡, realismo u'1t'i11"^r, rada a las raíces clcl Doo¡rl
o,,ro riente a las
por el lector inteligentc
".:tl"-
i:'
r

tentes st¡brc cl escritor ¿ti".rü.:"'lir'"nt!' .Jt:""i':'J;lÍ.1,"'1;':1il:" tá"i'Á"..iii¿tp';


kt nttct'tt tlovcld 11t.\Putt
a los cstercotiPos cicl rcl
¡:':1ffimr;,:l;rroH;
*iii*-r*l:'l+*g:Tliil'i:r,r'r"#
la gencración tlor;oopoii1oi, urbanos i;;;.i¿tl
cle un enofmemente
ténrint¡ atlactlv0 nan por autores refinados
de cicribir una obr¿r dife
cle
",.,,".,or. generaciot.lcs ellArge
iJ..,il:i:'5:i,::::::"'iil:'j"-..:',t¡*'.'t'ffi n*;:"'¡6iiiii..::J,::ü:,f;:'t:frt* Mé*i.o Juan Garcia Pon
io' q..'' .."au ji1l,;;;-'nt" lo' Pitol ( 1933) , sin olvic
culturales. caóticas v
"";iil;;;;
h lirhcir dc lo\ nile r()rrír- 3:::i.:'"";:l'illii c,"t -lli:t]:i:
'ouo"o'¡ litcratura ccntl'ocuroPea.

ris"'¡os
t;;;.;,¡i. rrrás cr iticntc 1,.'iü*""¡".1,'Grr.i.' MirqLrez.

llT"::ln:fi:ii:':iillTl':;i'i:'1ilil"-ffi1
olvidados ell nuestros dll
Frcntc a cllos. los cscril
alinearon cn dos entomos
il"tq*tinrttticlostrstiturdoporunámbitourbano' --relacionados cotl la rev
10. Uurttvr,\sPlloN'locloNtrs: uNl\¡ERSALIDAD'.-.,., .i. ri""J" itni:':tr conputa.'-
el nombrc Y entrc los qu'
Dh rNFoR\rAcroN
, nrr,-r,r.,.rnD 111:i1l),tttu"tescos'
Nr\RCrsrsN,ro
( 1956). Alan Pairls ( 1959.
taro- Luis Chitarroni (1958). S
con tocias las rese,,,as quc nos
tan cercanas en el tiempo'
mcrccen
las n11m1^ct¡; ;f*i:**,n$:üi^:lHl.fiüi
la televisión'
nilu-(]. la moda' la gio Chejf'cc ( l956fYP

recicntcsrpñ;iii'rilJ'1i:?:.:: ;tü;;;';;d;;u.
nomías editorial Plancta Y que tnt
ni. .in. en la quc los es'
'o.,..,i,r' ,:;;;i;"1 .i y ci periodismo.
Frcsán ( 1963) Y Juan For
u,g..tinos. ro, ;;iil; y" no se'tíarr obrigados a represemar
Los ó¿¡b¿;/¿¿'¡-'.s han rn¿
o".tn At
$;:filiii:if;iiiii"lli;;;;i,r,'q.''

cano al ¿'¡z¡¿k ctl st't lla
i,r n c u,,,t u, n'-" "'
i to¿o'''io'
i
p*-tti..
*:tlru:T.? 3:lli"ti f iüf ü'#iil cultura. adnliración Por
q:li:1":l'""'llii^"¡i!íi;uni,,;iT',:rüi'
resto cle los escritores q"" or'ogrrn por la
:, ¿.i¡""'*
rccupc-
J' i'n"

:::i.ii':.]:.d*f,Í:.,T,:"i;;;1'o'
"'':",1;,li:l|T"'Jtl?ffiT dición crítica 1' Preferet
ficcionalcs. Frentc a elit
""i.nn'tio'o"u den con Ia antología ,[
*'i':1..i...:?,::l'"i"iiij?,;.;:J[;];'1l,liJl;- cultr¡ra de nrasas Y la t
tariamentc int'luidos por la.ltteratuto
t':'l:::T.i1. :::,1:'",T,ffi,,':.,i,n:l'::lJlifü'$:;3[lf
::.;;;;";;a amncsia selectiva que los con'
rcchazar la fantasía Y la
"na lista sobrc la socicdad.
f ''il JJ Tlili*i' "*".':;l*:n':"'.*¿:ll :l+i, i"fi fit* itll?:'"'ffi #ti'ilüt flucncia dcl Periodismc
En otros Paíscs se ha
porracurtura.:lr1-:::iffl[lli'8::j;il[,il; ;;.';il;;
siendo atacados
L:_:::..',".
pot
mente atraclivtls Para L
mt
ficos Y la escntura
no se e,,cuentran tan ;ffi";ñ;' ;il:.llfli:' i*iruln'.'*:l;::lliffJ;'itli:Ti:'il#Xü Es cl caso dc los ¡¡¡¿r1¿¿r
miran a Garcia N4iirqtte.
npuntn', o* 1?".:11;#,,:."1I;,;:;';l::eS
",litr.o.
'"-
;;;;;";i". La polémica fiLe ^gcne,ada. de nuevu demoledora; clc los rrr.¡
cubanos. hostilcs a los
'"Tl'l'i,Lll'3f3Íiffiüi;;;;og;'M'o*t"1 11' 'ü.'l,.lT'¡:';*'"¡:Hr*i1"#'i,l;;ü: por ensalzar la iclentid¿
j"'.T
::illi',ill"iff ti:ff ::i:$3.:f"'üt!'{:+:ilIü,!?,1';''s,"n1,:":üti,l'Jf ,?", del petit lrrrr.tll Pcruano
ha qucrido def inir una
líá;i;0.,."', *to'.' por abrirsepasoen
tilpara la narración er
i:;:;*f;"Jfit;;ilf:i;::',Uil:;i{[¡r: ',""'árJ ellos cornparten los ras
tinuación.
:lii"l.:'l;;":"3::;31ütsil-.li:L{w;L:"'ntlliülsirsrt;Tli^':i'::',il;'::
ili1.; :ltil lX|'"giffi [ i ¡14 5 ¡
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i"T':'iiir ü..''. n.'" l;'; ru; r;,'i"* 1 11i
tl" tit"i¿o ¿ti¿t t"l"i:nlitt.t'lii'itttlilt-iil;
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l0.l Lt tt i Ycrs u Ii du¿l


tores larrnoame.canos v españoles 'otno"t
;;;i;,;;, enffecomP
ros
i:niit*:ms pubrica- llpi;¡'fi1.1,i.?''"li';;;"rcrcnciasenuniver Buenos hijos dc su
Cotno otras
noventa asPirzrn a Ia ut

:l;,'i',tg:;:'i.i;';iJ;;:,':'j i;ii^''#; i'.1j.1:.*'JJj:'i#Jllil;"iji*'"-"::-,


El marrifie sto del ¿
una litcratura alella a
destinada a la maYor c
DLtroii;ó;;' 'i'lnin'iog¡o,'í'L '''0""n tan publicitario ccll-tlo el de
]r,Icondo pof una

it'',i!i".ii,i.| ñ, nu,u, ,. ii,


( 1993). Dist:tt
ltispunoan.Leric",,,,

176
4t'Ondo ruptura con la generación antcrior. Sus autores su cornún interós pol firmar contratos con gr¿rn-
reracióir rechazan las firmrulas anquilosadas y los clichés des eclitoliales capacitadas para distribuir sus
nbión la de cultura cle masas. No prctcnclcn crear obras
la libros a nivel intcrnacional y el cosn'ropolitis-
luanfos amables y elaboran textos coll cronotopo cero, fun- mo de sus obras. situadas en escenarios asiáticos,
levll ge- diendo todos los lugares y tiempos en sus comple- afiicanos, norteamericanos y europeos. Este he-
'moclcr- jas famas. Defienden así una literatura cxi-ecnte y cho ha sido apuntado por Fcrnando lrvasaki en
it-baby- espcculativa. (cosrllos egocéntricos que no aspi- <No quiero que a mi me lean como a r-nis ante-
:al isnto ran a proltLizar ni a sirrbolizar nacla> en palabras pasados):
de Ignacio Padilla. De este nrodo, r'uelven su mi- Los mexicanos Jorge Volpi e Ignacio Padilla
te a las rada a las raíccs dcl boon.. recuperando el respeto ticnen excelentes novelas arnbientadas cn Suiza.
do ¡rró- por cl lcctor rnteligente qLre propició el éxito dc F-ranci¿r y Alemanial el boliviano Edmuido Paz
liesto a la nuetu novelu h.ispunoameric¿r¡ra. Contrarios Soldán es autor de un¿r obr¿r que transcurrc en el
L yla a 1os estercotipt'rs del realismo nrágrco, se incli- campus de Madison; el peruano ivánThays cons-
]'¿lctl\,() nan por autorcs rcf inados y cosmopolitas capaces truye cn Busardo su plopio territorio literario y
lcIO. t¿t dc cscribir unr oblr diltrcrrte cn su\ rcspeült\as meditcrránco; el colonrbtano Santiago Gamboa
odo clc generacioncs cn Argentina Borges (1899), en nos dclntrestrl cn Lt¡.r intlttvdi ? \ que ,,s¡cntprc
rnald's, México Juan García Poncc (i932-2003) y Sergio nos quedará Pckín>¡; y el chileno Robelto Bolaño
uarios ) Pitol (1933) . sin olvidar su firscinación por la lo mismo ambienta sus novelas en P¿rrís o cl Dis-
se tra- literatura centroeuropca, dc la que rescatan textos trito Federal mcxicano, escenario de la fastuosa
.o p¿lra olvidados en nucstros días. Munlru dc Rodrigo Fresán, c¡uien ahora mismo
garcl- cscritorcsjóvenes argentinos se
Frente a ellos. los persiguc a sus personajes por 1os jarclines dc Kcn-
.rbano. alinearon cn dos cntornos fundanrentales: babélicos sington. ¿Y qué decir de las ficcioncs japoncsas
utaclo- con la rcvista Baóe1 de la que toman de Malio tsellatin y o de los paraísos magrcbícs
-relacionados
el nombre y entre los quc dcstacan Daniel Guebel cle Alberto Ruy Sánchez, por no hablar de los des-
)a Ltna (1956). Alan Pauls ( 1959), Marlín Caparrós ( I 957), terrados italianos del ecuatoriano Leonardo Va-
ESTIZ¿t, Luis Chitarroni ( 1958). Scrgio Bizzio ( 1 956) y Ser- lencia. de las intrigas saharianas del argentino
rda. la gio Chejfec (1956)- y plunetrn'ios en torno a la Alfiedo Taján o del esperpento español del r'enc-
.os cs- editorial Planeta y que incluía cntrc otlos a Rodrigo zolano Juan Carlos Mór-rdez Guédez'l (Palabra de
senta f Ftesán (1963) y Juan Fom ( I 959). A mérictt:120).
ncita- Los babélicos han manifcstado un espíritu cer-
rx r sta, cano al crack en su mancjo dc bienes de la alta
tnlerl- cultula, admiración por la litcratura alemana, eru- 10.2. Narcisisntr¡
lrra ¿rl dición crítica y preferencia por las tramas mcta-
?a).t, ¿I iiccionales. Frente a el1os, losp/ane¡ari¿.,.r coinci- En una literatura quc apuesta por la exigencia
te nt¿l r den con la arrtología McOndo en reivindicar la y reta al lector, el narcisismo narrativo se ha con-
rac lo- cultura de masas y la narrativa estadounidcnse. vertrdo en divisa literaria, lo quc erplica la abun-
i con- rechazar la fant¿rsí¿i y lanzar una rnirada hipcrrca- dancia de n.ronólogos y clipsis. la ausencia de cliá-
nbros iista sobre la sociedad, en 1a que se adivina la in- logos, el preclominio del narrador hornodiegético
a las IlLlc¡loa del perrodisrnu ¡ el cirrc. y el triunfo de formas fi'agmentarias en 1as nove-
s. por En otros países se han acuñado nornbrcs igual- las recientes. Es el caso de Elvia¡e mterior (.1999')
)tvln- mente atraclivos para los ¿tutoies de los novcnta. del peruano Iván Thays ( 1 968). ambiciosa novela
ra por Es el caso dc los mufun.fe.r colonrbianos. que ad- cn la que el protagonista innominado, hacicndo
uevo, miran a García Márqucz pero telren su influenci¿r honor al título de la obra y a lo largo dc trcscicn-
nado demoledora; de los ror.,irfuros portorriqueños y tas páginas, narra su vida de inactividad absoluta
lenlc- cubanos, hostiles a los csfuerzos de sus mayores en un balncario n-redrterráneo.
Iorge por ensalzar la idcntidad nacional; y, finalmente, Esta situación se repite en numerosos pcrsona-
I res- delpe!ít boont peruano. calif icativo con el que se jes dcl pcruano Jaime Bayly (1965), de Sergio Gó-
s0 cit ha querido definir una dócada especialmente fér- rncz o dc Alberto Fr.rguet, encerrados voluntaria-
o, lo til para la narración cn un país de poetas. Todos mentc cn habitaciones donde ven televistón por
enos ellos comparten )os rasgos quc de stacamos a con- cable y consumcn comida rápicla; en Net, univer-
d cle' tinuación. sitario aburrido cuya mayor distracción es esclibir
n re- los correos clectrónicos que urden La vitla en lus
litc-- ventanos (2002). dc Andrés Neuman; o en la ori-
3l'l i_ts 1r0.1 L,niversulidatl ginal obla clel mexicano Mario Bellatin (l960)
t\"ef- Eféclo Invernadero (.1992). Canon Perpetut
ma- Buenos hrjos de su tiempo, los autores de los (1993). Sa!ón ¿le Belleza (1994). Poeta ciego
noi'enta aspiran a launir.'ersalidad rcivindicando i 99R.¡ . crcador dc r¡n universo narrJlivu exlrl-
1

nbrc una literatura ajena a prejuicros nacionalistas y ño y clecadentc cn cl que los personajes luchan
ult¿l destinada a Ia rnayor cantidad de lectorcs. De ahí infir"rctuosamente por sll realización personal.

t77
nor"cl¿is <anómtcas> t
1l'l' I'tttttttt'utit'tt(Joren' tamcnte cx¡rcrimcrltal
10.3. lv'luttipticitlutltlcinfórntaciittt y rcfircucias cncicltl
flexion¡ a partes 1gu¿
la condición hut.ltatl¿

'ffi H::l]inl;[il*i:*l]l:1ir:!t *ütliüÉ**i**l¡'1"*W runa rcaliciacl inagotal


narrativa. fusionan Pt
"*;,
üiffi
L'i?rtxir,1::ffi g'*fr*t**,{*ffi
+*[i
tiÁia'oP¡'i'g Po:o
cas. literarias e histór
rico y sofisticaclo. S
obras tttacstras dc lt
Iván Thays: <En el ó
::Jtl[tiü
r*'::T:
h:Hhrij$$ilff*üri:i:;.'^d ffi[lHiiffiffi
biciirn quc buscaba c
vcrsas arist¿rs, hasta c

mcnte. la totaliclad ra
hacc cntencler quc tc

il*i:*i'"¡. ;il;i*''..... i*nf¡i{il'ni*j}ili:+ffi


absurdas o arbitrarla
nea oscilantc y derir
hoy la línca> (Pulabr

;#ü:r:r', #r !fi-'t :ffi ijl **r T',liiri; ;hfi ti;,,:ffi i[';ffi


Las obras al-nbici
complelatneute del Pr

ü',tr iniitif?,il'ii't. rlt: *:i:! ¿rll ü';,{,iffi ricano rccorclcnlos


urtiliciul ( 1980), la I
Uii l¿¿*Ht
'riii:*tlffi 1; metal-icciot'ral cle Ric
hcmos cotlcntado. t
postcrgada Por los 1r

;:f :::'.:" i,iJ;;lfitru::t =i**i'i****t*'ffi


;ift i,.,..-1.-,i;: lll I ,*
''iiFi.fr ls;itr.i:Tfi rrTiln
;i'.,'i::"i,'íá i;
mandaclos en el Iuer,
la situación h¿r cat.ubl
la publicacitin dc titt
;i*xillT: "*:;¡¡¡¡, ilf,:'ffi póstttt'na Ltt.s lttrPct
( 199 I ), clcl bolivian,
ffi*,;$"ü'ffiü{"i[*i,:q.ii*. ^.ü El último diurit:t de i
lombiano Octavio I

*ue*nwffiffitm*ffi
hi.sf r¡riu ( l99t)), cie N
Klingsttr (1999). Y '
Jorgc Volpi; o I'r¡s let
(2004). dc Robcrto l

ii?l:ltii':t*,^.-. r',*
[- .#$'¡ üiw;i;'w'i;:iitrijfr
epígrafc clcstacando
vcla. imprcsiotlante
sonajcs crt la que. a
#jj:5; r üil* rii
: l;l"i: $",:i :iil üüi csccnarios Y dcstino
obornable lucidez s

llia *ilffi $nt;:rqii.ii,"":Tri* N;,n*+**fru¡'t'i|** nuestl'¿t fi-acasada ci'

::iiil$: h::r
*¡;¡¡;i.,6*¡
f5..eüi$nfii|ififfi
i# I ll:i:r'
r ir e
'utnido
¡##:ii',::r¡l?: iilü*ffi
el pui: i,?:,i
j,:;,,; si,r,i1rrri;

con:igo mi5rnJ'
DE t-A NARRAII\¡A
11. DOS LiNC;TS I'I'TESTRAS:
('IO1AI-)) <ttttul>
(JoVI]N)) A LA NOVELA
11.2. Et rcgreso a lct ntn'ela

para concluir nucstra recensiót-t de


la ú1tima ll- años parece haberse
pLoducido
F.' 1os irlti*os

:",:1,Ti li:;i'ffi :' :..if d:til*"J *r J:#* H:.ffi T;* f, I ¡{:" [:# T#illt
:*x.:,t";lJl**i;*i[x*iTf,"'t"*1"'lll'lm**ift
il:tK*li:;::lffilol¿'l' ,.:T;
jovert Y la novela

178
(anólnicas) cstátl clando paso a otras al- 12. CttNc t-t,sttlN
n0\rl¡s
t,rmenre cxpeLimcntales, clc estl-LLctLu'a
sof isticada
quc sc rc- Llegamos al final cle ntlcstro rcconido En él
cultura csta- \,referencias cnciclo¡róclicas. etl las
cl ¿tcto crcatlvo y hemos"podiclo aprcciar cólt'to los ¿lllto[es latinoa-
da>> rncxica- ileriona a paltcs tgr-Lalcs sobrc rl¿¿¿l'¿-'s rea l i s ttt rt s'
huuaua. Aspirantcs a represcntar mericanc,s han privilegiado Ios
ón dc scgui- la condicjón
las vidas pfividas. los géuet'os híblidos y tos
uril rcrlidad inagotablc y ajcres
Br¡ko*,ski, a la economia
n.',irger-,es éu una ópoca cónvulsa. m¿rrcad¿r
por el
Carol ()¿rtcs narr¡tiva, ltlsionall perspcctirias cicntíficas'
lllíti-
clese-nc¿rnto y cl e sccpticistl.tt¡ Eu esta situación'
matognil'ica l,ter.tias e históriclls a tl'a\'és cle un lengtraje
Ltoslbt.¡c¡nt ha oplado por reno\rar génclos
i:as. en
'd. rrco v isticado. Su única dil'crencia con las
sof
el
rescñada por los quc la rcaliclad.jucga un papel filndamental
¡enc ia lirlld. obr¡i nacstras dc los sescllla cs
cra la am- nlteva novcla histórica 1'r-reopolicial , lclvlll-
sinr¡rlcs y ir:á,tThr1'r, <Etl el Ó¿.¡¿r¡;¡r, la totalidacl
dicando los tbrm¿rtos de la tlletnot'tll cl'onlcras'
Ls
I b¿rs- ¡i,iO''l oti bLtscaba coge r cl t-uistlro
tcn-ra por di-
-cn Actual- autobiografias ¡' dietarios ¡t facilitando la apa-
los rccolri- ,lrrlir, n'i*rt. hasta coinplctar el prisma
fadica cll cl desordctr quc llos rición dé r,oces hasta ahora crclttidas cle la narra-
, aplilico y meute, la totalidad
tiva eriliados.trttiercs. honlosexualcs'1rll11o-
¡e lntcrprc- ll¡cc erfcndcr qtlc toclas las líncas'
alul las nlás
rías étnicas. El cnorme podcr de seclucción dc
la
s lcctorcs y oüi*¿., o arbiirarias. pertencccll a l¿r rllisnla
lí-
cLrltura de masas erplica cl rol decisivo iugado
la rcalitlacl. ne¡ oscil¡nte ¡' clerivativa [ ] Antes el círcr'rlo'
(PuIahtu tl¿ Intét'ir'tt"|93)' oor el citle. la múlsica popular y cl dcpot'tc en esta
ivos collto la Iítre¿r>
iiter¿rtura, así como la reivindicacióu de gÓneros
hov

1ar (1991), ias obras ambiciosas nr-lnc:r desapat-ecieron


literario lirtinoame- consiclerados hasta cstc molnento tnattote\'
rx, ll().\'t'('- completame nte del panorallra
A Durtirde lo. rño> ¡(]1¡tlll llllil Illlc\11 icnclll-
nez.: ('ltit tt ricano rccorclcnlos ctl cstc scnticlo Rc'tpirut'iórt tzr ell l'r' lbrt's Iiteru-
la alscnt i- (1980). la novela l.ristórica' policrac¿r y cióll ila illttrrt¡itio iott ftte
mili¿'n¡1 nanifiestos' procla-
rios^ ploponienclo a través de
nletaf iccjonal de Ricardo Piglia .
,tciu ¿lc ltt pel'o. collro ya
(iuliú'rrcz comelltado. este tlpo dc narratlt'a se vto nlas y antologlas rolllpcr con los clichés sitble cl
r
escriior del subcontinente y acabar coll los prejui-
hemos
1lvatlorcñ¿r por los textcts alllenos y legiblcs de-
cios uacion¿rlistas en literatura Sus textos unlvcr-
Dosters¿da
in¡rl,l¿idos en el mcrcado editorial Sin cmbargo' del
¿tños' cott sallstas, lnaLcaclos por el narcisismo ¡' lir ldca
;ponclcnciir lasituación ha canlbiaclo en los últimos
lr simulacro cn una socicclad definida pol la multi-
l¡oLrblrcuci,,rl d.' titrllo. lill) illlule'ilntis
illcnro l.ir- eotllo
. ,/, \',rri ls,'
Littt,t- l' l¡¿ nii.i,l.d cle 1a ittforrnación. se dec¡rnt¿rn por dos
:k I ltttl.st¡tt 0ui1,,,1,,, 1,,i ¡r¡¡7,.1. ()2 I - I 0x6 ): 1a uarrativajolE/?- qllc retra-
( grancles tendcucias:
:rcpitcrr cn iiy',1 r. ,tel b,,lir irtt,' .lrlrrle Sricrlz I

El últit¡to diurit, tlt'


'ft¡a' I"lov ers ( 1 c)96), del co- ia a ncrsc,naies urbanos y apáticos, incapaces clc
, dc Oscar cncontrar r,-ill-,gut.n cl mundo y la novela
total'
( | t)t)4 ). dc Lnrbi¡no Octavio Escobar Giraldo (19(¡2): I'tt
dc Maltín C--aparrirs. En hutt'u d.e anbiciosa y complcja. er-r la línca de las obras quc
:o ( 1997). t 1999).
hicicron Ltniversalmente reconocicla la lrtcratura
i¡st,r¡ ¡¿¡

rtitul()s (lc (/irrgrrrr (1999). Y No 'scrri la Íie ntt (2006)' cle


y lóóó latinoaurericana clrtrante los años sescnla
lo,c;\,¡ipir o Los tlctet'Íit'e.s su ltaj es I 9c)8)
(
1991). l:trt, en
AI-nb¿ls colrientes coinciclcu. sin embargo'
t:tltUl. de Roberto Bolaño. Quiero coucluir
este
o.s tlítt.s rlc
últirna no- str c:cr'ptieistlto :tlllc ll\ crplitllcir'nes glolrlles'
997) y \r¡ epiqrafe clestacando la calid¿rcl cle csta
r obscsilo lili. ir',rprcsionante maraña de atgunlcntos ¡' pcr- Ltl .tr lullrt s. oli'ccr' rl ¡úhlico "Lln caclllto dc

disímiles rcrtl¡,1',. c\¡lj:iólt qttc Jullt SJslttl'ilttt cltglL)


s clc nor,c- sonaics cn la quc. a tt'avós de los más
ntc ctrn cl cscc,unos y déstirlos. Bolaño rcflcxiona
coll llls- .nnrn .pígt"f'. para 1á primela parte de su rlla-
sobre la presencia dcl mal et-t itttul de'pírtlcrlti'"s 1' ¡1'1s define perfectarnetlte eI
íaci vcnc- obornable ÍLrcidcz
flrcasacla civilización. signo cic nuestros tlcnlPOS.
rvcl¡ ..1--¿rl nucstLa

por su in-
rs (2(XX)).
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c ctin.ro sc
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rrorluc ido
ica- cno-
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