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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular Interior, Justicia y Paz


Universidad Nacional Experimental de la seguridad (UNES)
Academia Servicio Penitenciario
Cohorte XV

HISTORIA DE LOS RESINTOS PENITENCIARIO EN VENEZUELA ANTES


DEL 1999 HASTA LA ACTULIDAD.

Prof: Estudiante: Marela


Quintana Torres Rafael Duran
C.I 19.873.209

Guarenas, 25 de octubre de 2021


Antes de comenzar una breve historia de cómo eran las prisiones, cárceles o
penitenciaria en Venezuela antes de 1999 hasta la actualidad. Daré una definición.

Definición: Una prisión, cárcel o penitenciaría es, por lo general, una institución
autorizada por el gobierno donde son encarceladas las personas consideradas por la
ley como autores de un determinado delito. Pueden ser instalaciones en las que se
encarcele a los prisioneros de guerra.

Las prisiones en Venezuela en el año 1997, penitenciarias en Venezuela publicada


por Human Rights Watch a principios de 1997. Lamentablemente, hemos tenido que
seguir prestando atención al tema debido a que se siguen produciendo graves
violaciones de los derechos humanos en las prisiones del país entre ellas la violación
del derecho fundamental a la vida de los presos. De hecho, 1997 fue uno de los
violentos del sistema penitenciario. Durante el fueron asesinados al menos 336
presos, lo que supuso un claro aumento con relaciones a las cifras de anteriores y un
acercamiento a las de 1994, cuando se produjo la masacre de la cárcel de
Sabaneta.Acerca de los derechos de las personas detenidas y encarceladas. Dispone
que: El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del
interno y el respeto a los derechos humanos. Subrayado es del autor. Para lograr este
cometido, en Venezuela se creó el Ministerio del Poder Popular para el Servicio
Penitenciario, con el fin de que el Estado conjuntamente con las instituciones
competentes asuman con responsabilidad todo lo inherente al sistema penitenciario en
el país, a los efectos de disminuir la violencia que en los centros de reclusión se
evidencia, la cual coloca en situación de vulnerabilidad al reo, quien además se le
violenta el derecho humano de la vida. Pese a que la legislación venezolana referida a
la materia penitenciaria, no deja de ser abundante, desde el año 1927 hasta hoy día; se
recoge todo un catálogo de normas según la documentación revisada donde se regula
el funcionamiento de instituciones de reclusión y múltiples aspectos del que hacer
penitenciario. Posteriormente a ello, han existido diversas investigaciones donde se
estudia el tema de la situación de los derechos humanos en los centros penitenciarios,
así se tiene un trabajo presentado por COFAVIC, de los Derechos Humanos en
Venezuela , en el que se realizó una investigación en el Internado Judicial de El
Rodeo y otros centros de reclusión del país y se afirmó que en las cárceles
venezolanas no existen criterios mínimos de clasificación de la población interna,
además trastoca otros aspectos, como la celeridad procesal, las condiciones mínimas
sanitarias y de alimentación no cubiertas ni satisfechas, lo que genera flagrante
violación de los derechos inherentes a los reclusos. La situación de los Derechos
Humanos en el Internado Judicial de Barquisimeto , se planteó que el hacinamiento,
la ausencia de un sistema racional de clasificación de los presos, el abuso físico
endémico de los presos por parte de los cuerpos de seguridad, el hambre y la
insalubridad son las circunstancias características del Internado. Otro antecedente,
acerca de los Derechos Humanos y Prisiones bajo la óptica del Código Orgánico
Procesal Penal venezolano que para el momento era del año 2001, se establece que
partiendo del principio universalmente aceptado que el Derecho está basado
fundamentalmente en la equidad y la justicia, se tiene que en toda sociedad
democrática el papel de los jueces en la aplicación de las leyes es de vital importancia
para lo cual debe mantenerse estrictamente apegado a esos principios dentro de los
márgenes de libertad y respeto a la dignidad humana para que funcione el Estado de
Derecho. Ex-ante, otro régimen carcelario muy novedoso fue el del establecimiento
abierto mencionado por la extinta Constitución de 1961 con su reforma de 1983, la
Ley de Régimen Penitenciario de 1982, citado trajo a colisión lo ventilado en el I
Congreso de Ginebra sobre prevención del delito y tratamiento del delincuente
realizado en 1955, definió como prisiones abiertas: aquellos penales que no poseen
obstáculos materiales para evitar la fuga de internos, no hay guardias armados, son
llamados presos de su conciencia porque su conciencia es el supervisor, se confía en
la responsabilidad de ellos y su autodisciplina; sin embargo, estos reclusos debían
tener una buena conducta y eran detenidos por delitos menores. En este orden de
ideas puede reseñarse en la historia de la humanidad es difícil encontrar un período en
el que los derechos humanos hayan tenido Crespo al, Una mirada retrospectiva al
sistema penitenciario venezolano mayor y más general significado teórico-práctico.
Cabe destacar, que Venezuela está situada al Norte de América del Sur y en la
actualidad cuenta, según el Instituto Nacional de Estadística (2016), con más de
treinta y un millones de habitantes. En tal sentido, según datos aportados. Dentro de
toda su geografía, Venezuela cuenta con 34 Centros Penitenciarios los cuales
albergan a 24.412 personas de los cuales 2.775 son mujeres y 21.637 son hombres, lo
que nos dice que el 0.057 % del total de la población se encuentra privada de su
libertad. De este universo de la población penal venezolana, 8.047 personas se
encuentran en proceso siendo 7.692 los hombres y 355 las mujeres, mientras que
condenados están un total de 6.365 de los cuales 5.945 son hombres y 420 son
mujeres. Esto, pone en evidencia que uno de los problemas que afrontan los centros
penitenciarios del país, lo constituye la poca celeridad en las actuaciones judiciales, lo
que conlleva a un incremento de las personas que esperan ser enjuiciadas, así la
violencia presentada con vista a la sobrepoblación, trae esto como consecuencia que
se imponga la ley del más fuerte sobre el débil, quien en ocasiones el victimario
también se convierte en víctima. En este mismo orden y dirección, algunas
instalaciones como Sabaneta, Ciudad Bolívar, Los 24 Fernández H., Modelado,
simulación y diseño de un banco de pruebas aplicado a un controlador de ciclos.
Crespo al, Una mirada retrospectiva al sistema penitenciario venezolano ISSN 2542-
3401 UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 22, Nº 88 Septiembre 2018
Teques, entre otras; llegaron a albergar varias veces el número de presos para los que
fueron construidas. Debido a la escasez de espacio, por mencionar algunas de las
falencias, es habitual que duerman dos o tres reclusos en la misma cama, o incluso en
el suelo de los pasillos, violando todos sus derechos humanos. Se ahonda, el hecho de
que el espacio disponible esté distribuido desigualmente agrava aún más la situación
en el Internado Judicial de Los Teques y otras prisiones: en general, los presos con
poder o dinero consiguen cuartos más amplios mientras que los compañeros más
pobres y débiles comparten el resto. De lo planteado por el autor, se evidencia que
uno de los graves problemas que se deriva desde hace tiempo atrás, lo constituye el
hacinamiento en las distintas cárceles del país, tal fue el caso del Internado Judicial de
Los Teques, lo que conllevó a que se incremente la violencia ante la falta de una
infraestructura adecuada y la poca presencia de efectivos o funcionarios de seguridad
del Estado, que hayan llevado a cabo un control eficiente en este sector, quedando a
merced de los reclusos y sus propias leyes. Del mismo modo, a la crisis de
hacinamiento se combina el hecho de que más de dos terceras partes de los reclusos
venezolanos no han sido condenados por ningún delito y no deberían, en principio, ni
siquiera estar detenidos, siendo esto un factor relevante, puesto que debido al atraso o
lentitud de la justicia, sigue aumentándose el número de reclusos y por ende, el
hacinamiento poblacional. En este orden de ideas, existen dos razones básicas por las
cuales las prisiones venezolanas albergan tales desproporcionadas e injustificables
cantidades de procesados. En primer lugar, la mayoría de los procesados penales son
encarcelados en lugar de concederles libertad provisional mientras sus procesos están
pendientes, lo que supone una violación de las normas internacionales que exigen que
se conceda generalmente la libertad durante el juicio. En segundo lugar, debido a que
el sistema de justicia es ineficaz, está sobrecargado y politizado; debido a que los
procesos penales se llevan a cabo según un código procesal anticuado; y debido a que
los presos carecen de acceso efectivo al asesoramiento legal y, con frecuencia, ni
siquiera pueden presentarse físicamente ante los tribunales de justicia. Por lo tanto, es
típico que los casos penales se prolonguen durante años en Venezuela. En particular
cuando los procesados están detenidos, este retraso indebido viola las normas
internacionales que exigen que el proceso penal sea completado en un tiempo
razonable. De lo expuesto por el citado autor, se evidencia que la crisis penitenciaria
en Venezuela puede derivarse a las posibles fallas del funcionamiento del sistema
judicial, quien debe brindar respuestas oportunas al sector con celeridad, con la
finalidad de garantizar juicios justos, buscar la manera de brindar asistencia a los
reclusos para ser reinsertados nuevamente a la sociedad o en todo caso, presentar
otras alternativas de solución que evite el hacinamiento, lo cual hace casi, por no
decir imposible, a los órganos de seguridad del Estado, brindar la custodia y
garantizar los derechos humanos de los reclusos. Otro enfoque de la situación
penitenciaria, aunque son famosas por el hacinamiento, decadencia física y
corrupción, la característica más conocida de las prisiones de Venezuela es la
violencia extrema. Durante la última década han muerto miles de presos a manos de
sus compañeros, como es el caso del 17% de éstos. Pero la muerte de muchos otros
ha pasado desapercibida, son los perdedores de la lucha diaria por la supervivencia en
las prisiones venezolanas. Lo planteado, pone en evidencia que el deterioro de los
centros penitenciarios o internados judiciales se deriva del descontrol existente en el
sector, siendo esto un problema que se viene sucediendo desde tiempo atrás visto con
mayor deterioro en la actualidad. Urge ser solucionado; pese la preocupación
existente, sin ocupación en tratar de mejorar el resguardo de los presos,
asignándoseles este papel a los organismos de seguridad del Estado, quienes carecen
de la cantidad e idoneidad necesaria de funcionarios destinados para tal fin. Esto
conllevó además, a que exista otro problema relevante, tal es el caso de la
introducción a los centros penitenciarios o internados judiciales de distintas armas
blancas o de detonación. El hacinamiento de las prisiones venezolanas, en
combinación con otros males, está haciendo pagar un costo individual intolerable a
los reclusos. El más fundamental es el costo en vidas. Según algunas estadísticas en
media semana hay más de seis reclusos asesinados y más de 27 heridos. Esta
epidemia de violencia se ve facilitada por las armas de todo tipo, como cuchillos,
machetes, y pistolas; en ocasiones se han encontrado hasta granadas en las prisiones.
En tal sentido, lo expresado por el autor refleja que otro problema de los internados
judiciales en Venezuela, lo constituyen las armas de cualquier tipo, las cuales son
empleadas por los reclusos para imponerse, vengarse, crear disturbios o riñas, entre
otras acciones como hoy día son observadas mediante la quema, descuartizamiento y
ocultamiento de los cadáveres en partes o como un todo de las personas privadas de
libertad en lo adelante Crespo al, Una mirada retrospectiva al sistema penitenciario
venezolano con un desenlace desastroso, motivado por la cantidad de muertos y
heridos que estas atrocidades ocasionan. Hacer un ejercicio profundo de imaginación
y tratar de intuir ante la falta de información y transparencia por parte del gobierno
de Nicolás Maduro cómo es una cárcel venezolana por dentro: sus rutinas, sus
espacios, su comida, ¿hay agua?, ¿hay medicamentos?, ¿cuánta gente hay dentro?,
¿quién las controla? 
atorio Venezolano de Prisiones (OVP) denuncia en su último informe que un total de 104 privados de libertad
bilidad del Estado durante el año 2019, de los cuales 66 perdieron la vida por las malas condiciones de salud
os penitenciarios. El informe explica que, a diferencia de años anteriores, la violencia no fue la principal causa
clusos; sino que el factor número uno fueron las deplorables condiciones sanitarias. La desnutrición y la
ad que se había erradicado en Venezuela, fueron la causa de muerte del 63,46% de las víctimas.Durante el año
e 1.934 presos venezolanos hicieron huelga de hambre para protestar contra la falta de alimentos, el retardo
procesal y el agobiante hacinamiento.

Conclusión

En conclusión La crisis de las prisiones venezolanas se ve en parte agravada por la


concurrencia de otros factores como una economía estancada, una epidemia de
crímenes violentos y, sobre todo, una falta de confianza en la autoridad pública.
Aunque estos factores no son de ningún modo excusa para justificar las condiciones,
el sistema penitenciario en Venezuela confronta innumerables problemas, tales como
el retardo procesal, el hacinamiento, el precario estado de los penales, la ausencia de
una clasificación de presos, la carencia de servicios básicos indispensables y la
presencia de armas y drogas, todo lo cual contribuye a la excesiva violencia que
caracteriza a las instituciones penitenciarias en Venezuela. A esto se suma el escaso
número de funcionarios penitenciarios, con escasa o ninguna formación en el área
Todas estas características, ponen en tela de juicio la función de "rehabilitación y
reinserción social" que en teoría deberían lograr estas instituciones 4, receptoras de la
población delictiva del país y que resultan ser el reflejo agravado de los males que
afectan a nuestra sociedad, encontrándose que la permanencia en estos centros de
reclusión, lejos de rehabilitar, propicia vicios y mayores problemas a un sistema
penitenciario ya desgastado y obsoleto. En tal sentido, es necesaria su reforma para la
exitosa ejecución de acciones educativas y terapéuticas a largo plazo. Tales acciones
deben propiciarse teniendo como eje la salud del interno, en la convicción de que es
un ser humano, miembro de una comunidad, que proviene de ella y vuelve a ella
cuando recupera su libertad. Se considera que el éxito de estas estrategias contribuiría
al bienestar de la sociedad en su conjunto, razón por la cual se presenta una
descripción de este contexto, como un aporte que sirva como antecedente nacional y
regional del contexto penitenciario a fin de avanzar en el estudio de susproblemas y
en la promoción e implementa.

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