Kaddish sin minyán (Amram Gaon)

Por todo sea exaltado, y alabado, y glorificado, y loado, y elevado el Nombre del Rey que reina
sobre reyes, el Santo, Bendito sea, en los mundos que ha creado, en este mundo y el venidero,
según Su voluntad, y según la voluntad de todo Su pueblo Israel.

Roca de los mundos, Señor de todas las criaturas, Dios de todas las almas, el que se sienta en
los altos espacios, el que descansa en los cielos más altos y antiguos.

Su santidad está sobre el Trono de la Gloria, y Su santidad está sobre los vivientes.

Y así santificado sea Su nombre por nosotros a la vista de todo viviente.

Y recitemos ante Él un canto nuevo, como está escrito:

Cantad al Señor un canto nuevo, porque ha hecho maravillas (Ps. 98,1)

Y recitemos ante Él “¡Cantad al Señor, entonad un himno a su Nombre! ¡Abrid paso al que
cabalga sobre las nubes! Su Nombre es el Señor”. (Ps. 68,5)

Y que Lo veamos cara a cara al retornar a Su morada,

Como está dicho “pues han de ver, cara a cara, al Señor retornando a Sión. (Is. 52,8)

Y la gloria del Señor se revelará, y toda carne lo verá unida, pues la boca del Señor lo ha
pronunciado”. (Is. 40,5)

“Y ahora, Te ruego, que el poder del Señor sea grande, según lo que has dicho, diciendo: (Núm.
14,17)

Y dijo: la mano sobre el trono del Señor: el Señor guerreará con Amalec de generación en
generación. (Éx. 17,16)

Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. (Ps. 25,6)

Con mi voz invoco al Señor, y Él me responde desde su santo monte. Selá. (Ps. 3,5)

El Señor se complació, por Su rectitud, de hacer la enseñanza grande y gloriosa”. (Is. 42,21)