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UNIVERSIDAD

CENTRAL DEL ECUADOR

Riego Andino
Tecnificado
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

2012
Reservados todos los derechos de autor

Prohibido reproducir total o parcialmente, por cualquier medio, el


contenido total o parcial de esta obra, sin el permiso escrito del autor.

Derechos de Autor No. 041831

Riego Andino Tecnificado


Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

ISBN: 978-9942-945-01-3

Diseño, diagramación, impresión y encuadernación:


Editorial Universitaria
Universidad Central del Ecuador

Quito - Ecuador
2013
Riego Andino Tecnificado

Índice
Contenido
CAPITULO I
Relación suelo - agua - planta- atmósfera . . . . . . . . . . . . .11
1.1 El suelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13
1.2 Contenido de agua en el suelo . . . . . . . . . . . . . . . .19
1.3 Niveles de humedad del suelo . . . . . . . . . . . . . . . .23
1.4. El intercambio gaseoso entre la planta y la atmósfera . . . 26
1.5. El intercambio de substancias en el suelo . . . . . . . . . .28
1.6. Permanencia del agua en la planta . . . . . . . . . . . . . .30
1.7 El balance energético en la superficie terrestre . . . . . . . 32
1.8 El uso eficiente del agua y la resistencia a la sequía. . . . . 34
1.9 Ejemplos prácticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38
1.10 Problemas y preguntas de comprobación . . . . . . . . . .36

CAPITULO II
Necesidades de agua de los cultivos . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.1 Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45
2.2 Evapotranspiracion de referencia (Eto) . . . . . . . . . . . 46
2.3 Coeficientes de cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
2.4 Evapotranspiración del cultivo . . . . . . . . . . . . . . . .50
2.5 Precipitación efectiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50
2.6 Demanda de agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51
2.7 Demanda de agua del proyecto . . . . . . . . . . . . . . . 51

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Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

2.8 Ejemplos prácticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52


2.9 Problemas y preguntas de comprobación . . . . . . . . . .53

CAPITULO III
Movimiento del agua en el riego . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
3.1 Infiltración del agua en el suelo . . . . . . . . . . . . . . . 56
3.2 Avance y recesión, merma o retirada del agua . . . . . . . 62
3.3 Empleo de las curvas de infiltración, avance
y recesión en el riego por gravedad . . . . . . . . . . . . . 65
3.4 Ejemplos prácticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67
3.5 Problemas y preguntas de comprobación . . . . . . . . . .68

CAPITULO IV
Fundamentos del riego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
4.1 Conceptos básicos del riego . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
4.2 Eficiencia de riego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .75
4.3 Programación del riego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .80
4.4 Generalidades de los métodos de riego . . . . . . . . . . .82
4.5 Ejemplo práctico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89
4.6 Problemas y preguntas de comprobación . . . . . . . . . .91

CAPITULO V
Riego por surcos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95
5.1 Definición, características y operación del sistema . . . . . 96
5.2 Ventajas y desventajas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99
5.3 Eficiencia de aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
5.4 Variantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
5.5 Elementos básicos de diseño . . . . . . . . . . . . . . . . 104
5.6 Ejemplo práctico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
5.7 Problemas y preguntas de comprobación . . . . . . . . . 115

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CAPITULO VI
Riego por melgas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
6.1 Definición, características y operación del sistema . . . . 118
6.2 Ventajas y desventajas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
6.3 Eficiencia de aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
6.4 Variantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
6.5 Riego por pozas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
6.6 Elementos básicos de diseño . . . . . . . . . . . . . . . . 124
6.7 Ejemplo práctico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
6.8 Problemas y preguntas de comprobación . . . . . . . . . 131

CAPITULO VII
Tecnificación del riego por superficie . . . . . . . . . . . . . . . 133
7.1 Distribución tecnificada del agua en riego superficial . . . 134
7.2 Sifones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
7.3 Tubos rectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
7.4 Mangas plásticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
7.5 Tuberías multicompuertas . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
7.6 Sistema californiano o de baja presión . . . . . . . . . . . 141
7.7 Riego por pulsos en melgas . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
7.8 Preguntas de comprobación . . . . . . . . . . . . . . . . 146

CAPITULO VIII
Riego por goteo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
8.1 Definición y componentes. . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
8.2 Diseño de un sistema de riego por goteo . . . . . . . . . 155
8.3 Diseño agronómico del sistema de riego . . . . . . . . . 156
8.4 Diseño hidráulico del sistema de riego . . . . . . . . . . 165

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8.5 Evaluación de sistemas de riego por goteo. . . . . . . . . 197


8.6 Mantenimiento de equipos de riego . . . . . . . . . . . . 210
8.7 Riego por goteo de baja presión (laderas) . . . . . . . . . 229

CAPITULO IX
Riego subsuperficial (Rss) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
9.1 Adaptabilidad, ventajas y desventajas . . . . . . . . . . . 240

CAPITULO X
Riego por aspersión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
10.1 Componentes de los sistemas de riego por aspersión . . 248
10.2 Usos frecuentes de los sistemas de riego por aspersión . 262
10.3 Clasificación de los sistemas de riego por aspersión . . . 265
10.4 Distribución del agua bajo el riego por aspersión . . . . . 268
10.5 Determinación de la curva de distribución . . . . . . . . 271
10.6 El coeficiente de uniformidad en los
sistemas de riego por aspersión . . . . . . . . . . . . . . 273
10.7 Ejercicio de aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 274

CAPITULO XI
Evaluación del riego en laderas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277
11.1 Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 278
11.2 Componentes de un sistema de riego en ladera . . . . . 279
Riego por goteo en laderas . . . . . . . . . . . . . . . . . 282
Riego por aspersión en laderas . . . . . . . . . . . . . . . 283
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 288

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289

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Riego Andino Tecnificado

Con todo cariño a Elena Salazar Carrillo,


esposa y compañera y a mis queridas
hijas Gaby y Alexandra

Prólogo

Dentro del contexto del uso eficiente del agua en la zona Andi-
na, en este texto se enmarcan aspectos importantes como son la nece-
sidad de uso para la producción de cultivos y los problemas ambien-
tales que esto trae consigo ya que la prioridad siempre será suplir las
demandas humanas y muchas veces el uso de aguas no aptas para el
riego o con problemas que posteriormente pueden afectar los suelos.
A esto se suma los conflictos por el agua que se ocasionan sobre todo
en lugares donde este recurso es escaso. Por otro lado, el uso eficiente
del agua tiene en cuenta dos aspectos importantes. El primero que se
refiere a la necesidad hídrica puntual del cultivo y el segundo en lo
referente al método de riego a ser usado. A estos dos aspectos en la
actualidad se ha anexado la necesidad de realizar una correcta evalua-
ción a los posibles problemas ambientales que esto podría tener como
el uso de agua salina en tierras sin ese problema u otros similares.

Muchas veces se trata de igual forma a las palabras “Consumo


de agua” y “Uso de agua”, sin embargo, el uso de agua es aquella que
ha tenido que ser transportada, ser utilizada en un proceso y en cierto

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momento devuelta al ambiente con igual o inferior calidad. Cuando


se trata de agua utilizada para regadío puede haber varias fracciones
de agua, como por ejemplo, aquella que ingresa al sistema sea de un
reservorio, de un río o bombeada de otro sitio como mantos freáticos.
Luego esta agua es utilizada en el campo y una parte es consumida y
transpirada por el cultivo, otra se filtra al agua subterránea, otra retor-
na a los ríos, etc. Por tal razón, debe analizarse cada porción de agua
utilizada y ver la manera en que esta puede ser optimizada, reutiliza-
da en otros procesos o devuelta al sistema sin causar contaminación,
ya que mucha de esta agua, no puede ser usada nuevamente por las
malas condiciones en las que sale luego de su uso.

Este concepto de uso eficiente del agua involucra la necesidad


de valorar cuánta agua es necesaria para producir un gramo de pro-
ducto final para la venta y ser eficientes con este valor. Pero además,
se plantea tomar en consideración la importancia de relacionar con
valores monetarios, es así que se desea calcular cuánta agua es nece-
saria por cada dólar de ingresos y llegar a valores muy eficientes en
su uso tanto en producción como en rentabilidad debido a que cada
vez se vuelve más complicado el uso de agua y suben los costos por
su uso y transporte.

Dentro de los métodos de riego se expondrán en forma general


los siguientes tipos: el riego por surco o banda, aquel en el que se usa
gran cantidad de agua tanto en el transporte como en el contacto por
la planta, incluso el riego por melgas para pastos, la inundación de
surcos o camas, entre otros.

Un segundo grupo que se refiere a los métodos con sistemas


estacionarios que en muchos casos se presuriza el agua como as-

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Riego Andino Tecnificado

persores, cañones, pivotes móviles o estacionarios, donde el agua es


transportada mayormente por tuberías y la descarga simula lluvias.

Un tercer tipo de método donde se ha tomado muy en cuenta la


eficiencia del riego es todo lo referente a sistemas de goteo, microas-
persores y, aquellos procedimientos con aplicaciones muy puntuales
de láminas de agua.

Y un último grupo, no muy usado en la zona Andina, es el riego


subterráneo. Para todos estos sistemas existe la necesidad de evaluar
su eficiencia en el uso de agua y la necesidad de valorar cada uno de
ellos a fin de poder optimizar al máximo el manejo de este preciado
recurso. Dentro de los valores evaluados se toma en cuenta la canti-
dad usada, la cantidad perdida por evaporación y percolación, la can-
tidad de fertilizante arrastrado y perdido del perfil del suelo, además
de los efectos contaminantes causados por su arrastre y mal uso del
agua. Esto no quiere decir que el sistema de goteo es el más eficiente,
ya que por diversas condiciones de nivelación muchas veces se difi-
culta su uso y siempre lo más óptimo para un sistema está basado en
la uniformidad del riego dentro del campo.

Para lograr esta eficiencia se ha realizado una caracterización de


cada uno de los sistemas de riego donde se valora muchos puntos no
solo referente a la cantidad de agua, sino incluso al costo del equipo y
la facilidad de adquisición para un productor, lo cual da una referencia
no solo de uso técnico sino de opción rentable y óptima de cambio.

Finalmente, con estos detalles se ha valorado también que los


diversos sistemas son usados por años y tienen sus bases ancestrales
por las cuales son también importantes por lo que se ha trabajado en

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sistemas de simulación que valoren cada uno de ellos y optimicen


el uso de agua tomando en cuenta varios detalles como se dijo an-
teriormente. Sin embargo, es de suma importancia que para que los
proyectos funcionen, se debe capacitar a los productores y divulgar
la necesidad de invertir en sistemas tecnificados de riego adecuados
para la zona Andina (suelos de ladera) que en el mediano plazo inclu-
so se verá reflejado en un incremento productivo y la generación de
mejores ingresos por calidad de producto.

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Riego Andino Tecnificado

Capítulo I
Relación suelo - agua - planta - atmósfera

Resumen
El suelo es un sistema que almacena agua y nutrientes para los
cultivos y sirve de anclaje y soporte para las plantas. Su capacidad de
almacenamiento de agua es muy importante para definir la frecuencia
de riegos.

El suelo, como sistema de tres fases, contiene una fase sólida


(partículas de arcilla, limo y arena), otra fase líquida (agua del suelo) y
una fase gaseosa (aire del suelo).

Entre las propiedades físicas del suelo más importantes se tiene


la textura y la estructura. La textura es la proporción que contiene de
arena, limo y arcilla. La estructura es la forma en que las partículas se
unen o agregan entre sí.

El contenido de humedad en el suelo es indispensable para la


estimación de los aportes de riego. Puede expresarse como contenido

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de humedad en masa o humedad gravimétrica (ϖ), como contenido


de humedad en volumen (θ) o como contenido de humedad en lámi-
na (La).

La medición del contenido de agua en el suelo se realiza por el


método directo o gravimétrico y por varios métodos indirectos, entre
los cuales el más usado es el del tensiómetro, que es un instrumento
que mide la tensión de humedad del suelo, entre 0 y 100 centibares.

En función a la cantidad de agua existente en los poros del suelo


se definen los niveles de humedad, tales como la capacidad de campo
(CC), el punto de marchitez permanente (PMP) y la humedad dispo-
nible (HD).

La capacidad de campo se define como la humedad del suelo


que se consigue dejando drenar el suelo saturado y está relacionado
con el contenido de humedad para el cual la tensión es de 1/3 de at-
mósfera en suelos arcillosos, 1/5 de atmósfera para los suelos francos
y 1/10 de atmósfera para los suelos arenosos.

El punto de marchitez permanente es el contenido de humedad


en el cual las plantas no son capaces de tomar agua del suelo y co-
rresponde a una tensión de 15 atmósferas, para la mayoría de cultivos,
pero al ser un concepto dinámico que depende de la relación suelo-
planta, puede disminuir a 10 atmósferas.

La humedad disponible es el contenido de humedad resultante


de la diferencia entre la capacidad de campo y el punto de marchitez
permanente.

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Riego Andino Tecnificado

1.1 El suelo
El suelo es un sistema que almacena agua y nutrientes para los
cultivos y sirve de anclaje y soporte para las plantas. La cantidad de
agua que puede almacenar un suelo, depende de sus características
físico-químicas y la profundidad efectiva o profundidad de las raíces.

La importancia de la capacidad de almacenamiento de agua del


suelo se debe a que determina la frecuencia de riegos, factor funda-
mental para el desarrollo de los cultivos.

El agua aplicada al suelo es tomada por las plantas, mediante sus


raíces. Por otro lado, disuelve las sales, minerales y fertilizantes que se
encuentran en el suelo y permite que las plantas los puedan absorber.

Para realizar un correcto manejo del agua de riego, debe cono-


cerse muy bien el suelo con el que se trabaja, ya que varían sus pro-
piedades, dentro de una misma parcela.

El suelo es una mezcla de partículas de diferentes tamaños. La


fase sólida suele ocupar aproximadamente de un medio a un tercio
del volumen total del suelo. La fase líquida del suelo está constituida
por el agua y las soluciones del suelo. La fase gaseosa es muy impor-
tante para la respiración de las raíces y de los organismos del suelo
(Calvache, 1998).

Hay una relación recíproca entre el volumen ocupado por el aire


y el agua. En los poros del suelo, las fases líquida y gaseosa están en
mutua competencia, variando sus contenidos a lo largo del tiempo. Lo
ideal es tener un suelo que, una vez drenado, tenga aproximadamente
la mitad de su volumen de poros llenos de agua (Figura 1.1).

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Figura 1.1 Esquemas que representan la composición del suelo

PROPIEDADES FÍSICAS DEL SUELO


a) Profundidad efectiva
La profundidad es uno de los factores principales en la determina-
ción de la cantidad de agua que puede retener un suelo. Un suelo pro-
fundo tiene mayor capacidad para retener agua, a la vez da un mayor
espacio para la exploración de las raíces, las que dispondrán de nive-
les más adecuados de humedad, aire, temperatura y nutrientes (Figura
1.2). Esta característica es muy importante para definir el tipo de cultivo
que se puede desarrollar en un determinado suelo (Keller, 1988).

En el Cuadro 1.1 se indican las profundidades efectivas que pue-


den alcanzar las raíces en diversos cultivos durante su fase de madu-
ración o de vegetal adulto.

Cuadro 1.1 Valores de profundidad efectiva para diferentes cultivos


Cultivo Profundidad efectiva (cm) Cultivo Profundidad efectiva (cm)
Cítricos 120 - 150 Otras hortalizas 30 - 60
Manzano 100 - 150 Frijol 50 - 90
Vid 75 - 180 Otras leguminosas 50 - 125
Otros frutales 100 - 200 Maíz 75 - 160
Fresa 20 - 30 Cereales 60 - 150
Cebolla, papa 30 – 75 Alfalfa 90 - 180
Pimiento, tomate 40 - 100 Otros pastos 60 - 100

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Riego Andino Tecnificado

Figura 1.2 Profundidad efectiva del suelo

b) Textura
La textura del suelo es la proporción de arena, limo y arcilla. Es
una propiedad del suelo que no cambia con el tiempo. Por los por-
centajes del peso de arena, limo y arcilla se puede conocer el tipo de
textura, con la ayuda del Triángulo Textural (Figura 1.3).

En función de su facilidad de manejo y su textura, los suelos se


dividen en tres tipos básicos: pesados (arcillosos), medios (francos) y
ligeros (arenosos).

Los suelos arenosos carecen de propiedades coloidales y de re-


servas de nutrientes, presentan mala estructura, buena aireación, muy
alta permeabilidad y nula retención de agua. Los suelos arcillosos
son muy activos desde el punto de vista químico, adsorben iones y
moléculas, son muy ricos en nutrientes, retienen mucha agua, bien
estructurados, pero son impermeables.Los suelos limosos no tienen
estructura, sin propiedades coloidales, son impermeables y con mala
aireación. Los suelos francos son equilibrados y compensados en casi

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todas sus propiedades. En el Cuadro 1.2 se presenta, en resumen, las


características más importantes mencionadas (Keller, 1988).

Figura 1.3 Triángulo Textural

Cuadro 1.2. Características más importantes de los

suelos según su textura


Suelos pesados Suelos ligeros Suelos medios
Alta de retención de agua No retienen agua Buena retención de agua
De difícil laboreo Muy fácil laboreo Fácil laboreo
Poco permeables Muy permeables Permeabilidad media
Alto contenido de nutrientes Poco contenido de Equilibrada capacidad de
nutrientes retención de nutrientes

c) Estructura
Es la forma como están dispuestas y orientadas los diferentes
tipos de partículas. Las partículas del suelo no se encuentran aisladas
sino que forman agregados. Puede variar, según la compactación o su
soltura. Una buena estructura permite una eficaz aireación y absor-
ción del agua y nutrientes, lo que favorece el desarrollo de las raíces y
evita la erosión por escurrimiento.

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Riego Andino Tecnificado

Existen varios tipos de estructuras: laminar, prismática, granular,


etc. La granular es la más adecuada para cultivos por ser más estable,
contener mayor cantidad de materia orgánica y mejor retención de
agua; se caracteriza por aglomeraciones en gránulos más o menos
redondeados y similares en forma y tamaño (Figura 1.4).

Figura 1.4 Tipos de estructura del suelo

d) Densidad real o peso específico real (dr)


Es el peso de la unidad de volumen del suelo, sin sus poros o
espacios vacíos. Varía entre 2,6 y 2,7 g.cm–3. En la mayoría de los casos
se toma como promedio 2,65 g.cm–3.

La densidad real (dr) se calcula con la relación del peso de suelo


seco (Pss) y el volumen de sólidos (Vs).

dr  Pss / Vs
e) Densidad aparente (da)
Considera el contenido total de la porosidad del suelo (volumen
de poros). Es importante para el manejo del suelo porque refleja la
compactación y facilidad de circulación de agua y aire. Se determina
dividiendo el peso de suelo seco por el volumen.

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Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

da  Pss / Vt
El concepto de la densidad aparente involucra la textura, estruc-
tura y compactación del suelo. Varía de 1,1 a 1,3 g.cm–3, para suelos
arcillosos o pesados; de 1,3 a 1,5 g.cm–3, para suelos francos, de 1,5
a 1,7 g.cm–3, para suelos arenosos o ligeros y de 0,8 a 1,2 g.cm–3 para
suelos andinos y orgánicos

La densidad aparente varía según los cambios que se produzcan


en el suelo, respecto al volumen de poros. La compactación por la
labranza disminuye el volumen de poros. La disminución de materia
orgánica suele incrementar la densidad aparente del suelo debido a
que se halla asociada a una reducción en el volumen total de poros.

f) Porosidad (η)
Entre las partículas elementales y entre los agregados del suelo
existen vacíos o poros, cuyos tamaños varían según su estructura interna.

La porosidad (η) es un índice del volumen relativo de poros en el


suelo. Se expresa como el volumen de los espacios vacíos (Vv) llenos
de agua (Vl) o de aire (Va), expresado en porcentaje del volumen total
del suelo (Vt).

  Vv / Vt  (Vl  Va) / Vt
  1  da / dr

En la mayoría de suelos la porosidad varía entre 0,3 y 0,6 cc/cc


(30-60%). En los suelos de alto contenido de materia orgánica puede
ser mayor de 0,9 cc/cc (90%).

Los suelos de texturas gruesas tienden a ser menos porosos que


los de texturas finas, aunque sus poros individuales son más grandes.

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Riego Andino Tecnificado

En los suelos arcillosos, la porosidad es muy variable, a medida que


se agregan y dispersan, se expanden y contraen o se compactan (De
Laat, 2002).

Algunos valores referenciales de densidad aparente y porosidad,


según la textura del suelo, se presentan en el Cuadro 1.3.

Cuadro 1.3. Valores de densidad aparente y

porosidad según su textura


Densidad aparente Porosidad
Textura (g.cm–3) (%)
Arenoso 1,5 - 1,8 43 - 32
Franco arenoso 1,4 - 1,6 47 - 40
Franco 1,3 - 1,5 51 - 43
Franco arcilloso 1,3 - 1,4 51 - 47
Limo arcilloso 1,25 - 1,4 53 - 47
Arcilloso 1,1 - 1,3 58 - 51

g) Espacio aéreo (Ea)


Es el volumen de los espacios de aire (Va), expresado en porcen-
taje del volumen total del suelo (Vt). Es la diferencia entre la porosi-
dad del suelo (η) y su contenido volumétrico de humedad (θ).

Ea  Va / Vt
Ea    

Debe determinarse cuando el suelo se encuentre en capacidad


de campo o en su máxima capacidad de retención de humedad.

1.2 Contenido de agua en el suelo


El contenido de agua en el suelo es un dato indispensable para
el cálculo de los aportes de riego. Puede expresarse en forma de por-

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centaje, en relación a una determinada base constante que puede ser


masa, volumen o lámina.(Keller, 1988).

o Contenido de humedad en masa o humedad gravimétrica (ω)


Es frecuente expresar la humedad del suelo, mediante la relación
(en porcentaje) entre la masa de agua que contiene y la masa de suelo
seco, es decir:

ω = (masa de agua / masa de sólidos) x 100

Psh  Pss
 x100
Pss
Donde: Psh es el peso del suelo húmedo y Pss es el peso del
suelo seco.

o Contenido de humedad en volumen o humedad volumétrica (θ)


También se puede relacionar el contenido de agua del suelo con
el volumen que éste ocupa. Para ello se utiliza la relación:

θ = (volumen de agua / volumen total de suelo) x 100

Considerando la densidad aparente (da), la humedad volumétri-


ca (θ) está dada por:

   . da
o Lámina de agua (La)
Es útil expresar el contenido de agua del suelo en unidades de altu-
ra o lámina de agua, al igual que la precipitación y la evapotranspiración.

La =(volumen de agua / área)

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Riego Andino Tecnificado

La lámina de agua (La) se obtiene mediante la relación:


La  . Pr of
100

Donde θ es la humedad volumétrica.

MEDIDA DEL CONTENIDO DE AGUA DEL SUELO


a) Método directo o gravimétrico
Es el método de referencia para obtener datos de contenido de
humedad. Se efectúa tomando muestras de suelo, a las profundidades
que correspondan. De cada muestra se obtiene el peso de suelo hú-
medo (Psh) y el peso de suelo seco (Pss). La humedad gravimétrica
de la muestra se determina mediante:

ω = (masa de agua / masa de sólidos) x 100

Psh  Pss
 x100
Pss

b) Métodos indirectos
Se puede utilizar diversos métodos indirectos. A medida que los
cultivos son más rentables, se usan métodos más precisos para medir
la humedad del suelo, como los tensiómetros o las sondas electro-
magnéticas o sondas de neutrones y rayos gamma (Calvache, 2011).

Método del tensiómetro


El tensiómetro es un instrumento constituido por una cápsula
porosa unida por medio de un tubo cerrado a un medidor de vacío
o a un manómetro de mercurio. Una vez lleno de agua se introduce
en el suelo, haciendo llegar la cápsula porosa hasta la profundidad

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deseada. Al succionar el suelo parte del agua de la cápsula, se produ-


ce en ella un vacío que se mide en el manómetro y que equivale a la
tensión a la que se encuentra retenida el agua en el suelo.Conforme
el suelo se va secando, parte del agua pasa del tensiómetro al suelo, a
través de la cápsula porosa, generándose una tensión (o succión), en-
tonces mide una tensión creciente. Al humedecerse el terreno, ocurre
el proceso inverso, es decir, el paso del agua del suelo al interior del
tensiómetro a través de la cápsula porosa.

La mayoría de tensiómetros están calibrados de 0 a 100 centiba-


res (0 a 1 atmósfera), pero sólo pueden operar con suficiente garantía
de 0 a 85 centibares, porque se rompe la columna de agua dentro del
tensiómetro. Lecturas de 0 a 10 indican que el suelo está saturado o
cuanto menos a la “capacidad de campo”. Lecturas de 70 ó superio-
res: indican que la planta está padeciendo estrés y se acerca al punto
de marchitamiento, ya que le resulta muy difícil extraer la humedad.
Normalmente se colocan al menos dos tensiómetros a distintas pro-
fundidades en cada punto a controlar, para saber la dirección del flujo
de agua, si está subiendo o está bajando (De Laat, 2002).

Figura 1.6 Partes de un tensiómetro Figura 1.7 Tensiómetro instalado en campo

22
Riego Andino Tecnificado

1.3 Niveles de humedad del suelo


En función de la proporción de agua en los poros del suelo, y su
disponibilidad para las plantas, se definen los siguientes niveles de
humedad:

• Saturación
Cuando todos los poros del suelo están llenos de agua. El conte-
nido de humedad volumétrica puede ser del 30 al 90% o de 0,30 cm3
de agua por cm3 de suelo.

• Capacidad de campo (CC)


Es un concepto muy útil para realizar cálculos prácticos de las
cantidades aprovechables de agua. Es el nivel de humedad que el sue-
lo retiene contra la gravedad, se consigue dejando drenar el agua del
suelo saturado.

Este nivel de humedad es la mayor cantidad de agua que queda


retenida en los poros, es decir, que el suelo puede llegar a almacenar
sin drenar. Se expresa en porcentaje en volumen de agua existente
con respecto al volumen de suelo (%), o en cm3 de agua por cm3 de
suelo.

En un suelo bien drenado, por lo general se llega a este punto,


aproximadamente 48 horas después del riego, en suelos arcillosos, 24
horas en suelos francos y 12 horas en suelos arenosos.

A capacidad de campo (o límite superior de almacenamiento de


agua en el suelo), el agua está retenida con una fuerza equivalente a
0,33 atmósferas en suelos arcillosos, 0,20 atmósferas en suelos fran-
cos y 0,10 atmósferas en suelos arenosos.

23
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

• Punto de marchitez permanente (PMP)


Se conoce como tal al porcentaje o nivel de humedad del suelo
al cual las plantas se marchitan en forma permanente.

Si el suelo no recibe nuevos aportes de agua, la evaporación des-


de el suelo y la extracción por parte de las raíces hacen que el agua
almacenada disminuya hasta llegar a un nivel en el que las raíces ya
no pueden extraer agua del suelo.

El punto de marchitez no es un valor constante para un suelo


dado, sino que varía con el tipo de cultivo. Se considera que el punto
de marchitez permanente de un suelo coincide con el contenido de
humedad correspondiente a una tensión de 15 atmósferas, para la
mayoría de cultivos y suelos arcillosos o 10 atmósferas para los culti-
vos en suelos arenosos.

• Humedad disponible (HD)


Es la diferencia entre la capacidad de campo y el punto de mar-
chitez permanente, siendo diferente para cada suelo, porque depende
básicamente de su textura. Es la cantidad de agua del suelo que teóri-
camente está disponible para las plantas (Figura 1.8).

En la práctica, la mayor cantidad que el suelo puede almacenar y


poner a disposición de las plantas es alrededor de 70% de la cantidad
de agua representada por la humedad disponible.

Los suelos arenosos presentan valores muy bajos de capacidad


de campo y los arcillosos, valores muy altos de capacidad de campo.

24
Riego Andino Tecnificado

Figura 1.8 Esquema que muestra, por analogía, los conceptos de contenido de humedad a

capacidad de campo, a marchitez permanente y la humedad disponible para las plantas

• Factor de agotamiento permisible o descenso tolerable (fa)


Aunque, teóricamente, las plantas pueden extraer agua del suelo
hasta el PMP, existe un nivel de humedad a partir del cual las raíces
tienen muchas dificultades para extraer agua del suelo, por el mayor
esfuerzo de succión que deben desarrollar. A este nivel se le denomi-
na factor de agotamiento permisible o descenso tolerable (fa) y normal-
mente se representa como una fracción de la humedad disponible.

El fa máximo tolerable se establece teniendo en cuenta, en cada


lugar, el cultivo, las condiciones del suelo, el sistema de riego y la
mano de obra disponible. Un valor adecuado es 0,65, pero en cultivos
con alto valor económico, como los hortícolas, no debe ser mayor de
0,3 para asegurar que el cultivo no sufra, en ningún momento, caren-
cia de agua que repercutiría directamente en su producción.

En el cuadro1.6 se indican algunos valores referenciales de los


parámetros de humedad, según la textura.

25
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Cuadro 1.6 Valores referenciales de los parámetros de humedad


Humedad disponible
Gravimétrica Cm de agua /
Textura CC (%) PM (%) (%) Volumen (%) 10 cm de suelo
Arenoso 9 4 5 8 0,8
(6 - 12) (2 - 6) (4 - 6) (6 - 10) (0,6 - 1,0)
Franco arenoso 14 6 8 12 1,2
(10 - 16) (4 - 8) (6 - 10) (9 - 15) (0,9 - 1,5)
Franco 22 10 12 17 1,7
(18 - 26) (8 - 12) (10 - 14) (14 - 20) (1,4 - 2,0)
Franco arcilloso 27 13 14 19 1,9
(23 - 31) (11 - 15) (12 - 16) (16 - 22) (1,6 - 2,2)
Arcillo limoso 31 15 16 21 2,1
(27 - 35) (13 - 17) (14 - 18) (18 - 23) (1,8 - 2,3)
Arcilloso 35 17 18 23 2,3

1.4 El intercambio gaseoso entre


la planta y la atmósfera
El intercambio de vapores o gases se efectúa a través de las par-
tes terminales de las canículas del mesófilo o estomas, diminutos ór-
ganos encargados de abrir y cerrar la comunicación de la parte interna
del vegetal con el exterior. Los estomas están constituidos por dos
células de forma arriñonada, denominadas células oclusivas, que di-
rigen su concavidad una contra otra, dejando entre ellas una abertura
u orificio de comunicación denominada ostiolo. Debajo de las células
oclusivas existe una pequeña oquedad, denominada cámara subesto-
mática, que pone el seno de la hoja en comunicación directa con el
exterior, cuando el ostiolo está abierto.

El ostiolo se abre o se cierra según la turgencia de las células


oclusivas, variaciones que dependen de factores internos de la planta
como es la cantidad de agua disponible, y de factores externos debi-
dos a la intensidad de la luz, así en la noche por falta de luz y cambios
en la turgencia, los estomas generalmente se cierran.

26
Riego Andino Tecnificado

De los fenómenos aéreos, la planta en primer lugar realiza su


respiración, utilizando el oxígeno del aire y luego de procesos de oxi-
reducción, expeliendo el gas carbónico. El segundo fenómeno más
importante y más característico es la asimilación clorofiliana. Se tra-
duce por un cambio gaseoso inverso al de la respiración. Bajo la ac-
ción fundamental de una sustancia verde contenida en sus órganos
aéreos, la clorofila, y de la luz, la planta utiliza el gas carbónico del aire
y expele el oxígeno y vapor de agua. Este fenómeno es la fuente prin-
cipal de la alimentación en carbono de la planta. Entonces para que
haya fotosíntesis, el anhídrido carbónico debe entrar a la hoja a través
de los estomas; pero mientras entra gas carbónico, a más de oxíge-
no también sale vapor de agua. En el interior de la hoja el aire está
saturado de humedad, mientras que el aire exterior casi nunca está
saturado; por consiguiente hay más moléculas de agua por unidad de
volumen en el interior de la hoja, y el número de moléculas que salen
es superior a las que entran.

En la transpiración, la planta evapora el agua por todas sus par-


tes en contacto con la atmósfera. Regulan en gran parte su intensidad:
la presión real del vapor de la atmósfera, temperatura, radiación solar,
disponibilidad de agua, viento, etc. La transpiración es un fenómeno
relativamente accesorio, una especie de mal necesario que acompaña
a la fotosíntesis y que se puede intentar reducir; depende principal-
mente de la concentración relativa de moléculas de agua al interior y
exterior de la hoja, es decir, del déficit de saturación.

La exudación aparece cuando las hojas dejan salir gotas de agua;


se produce cuando en la planta una gran presión obliga al agua a salir
sin que se evapore inmediatamente. Pero la exudación es un fenóme-
no poco importante.

27
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

1.5 El intercambio de substancias en el suelo


La planta no encuentra en la atmósfera todos los elementos que
necesita para vivir; es en el suelo donde va a buscar los elementos
minerales y el agua, gracias a los cuales va a construir con el carbono
y el oxígeno, sus tejidos. El papel principal es desempeñado por las
raíces, que absorben estos elementos por ósmosis. Respecto a esto se
recuerda que, la ósmosis consiste en el paso a través de las membra-
nas de las células vegetales de soluciones minerales diluidas, además
puede deberse al intercambio iónico o al de acumulación de sales. Sin
embargo, los elementos que la planta necesita no son todos solubles;
hay ante todo, para algunos de ellos una transformación, por la acción
de una sustancia segregada por los pelos absorbentes de las raíces, en
un compuesto soluble.

El agua sirve para el transporte de las sustancias minerales y or-


gánicas a través de la planta; para lo cual da lugar a soluciones que se
conocen como savia bruta y savia elaborada.

El agua con las substancias disueltas atraviesa la corteza de la


raíz y llena los vasos leñosos. Este líquido lleva en disolución nitratos,
fosfatos, cloruros, carbonatos, etc., y constituye la savia bruta que as-
ciende hasta las hojas debido a causas como:

1. La capilaridad.- Es sabido que si se introduce un tubo de muy


pequeño diámetro en un líquido que lo moje, asciende éste en el
interior del tubo, tanto más cuanto menor sea su diámetro.

2. La presión osmótica.- Contribuye a que el agua alcance en el inte-


rior de los vasos una mayor altura, lo que hace que al cortar una

28
Riego Andino Tecnificado

planta por el cuello, afloren a la superficie gotas de agua impul-


sadas por la presión producida en la raíz.

3. La transpiración.- Las hojas emiten al exterior enormes cantida-


des de vapor de agua y el contenido de los vasos leñosos as-
ciende en ellos para ocupar el vacío que se produce, como si se
efectuase una succión, obligando a entrar en la planta por las
raíces nuevas cantidades de agua.

4. La presión atmosférica.- Ayuda a empujar el agua hacia la parte


superior interna de la planta, donde se efectúa el vacío provo-
cado por la transpiración; tratando de lograr el equilibrio de las
fuerzas hídricas.

Una vez que la savia bruta ha ascendido hasta las hojas, por la
acción de la fotosíntesis se transforma en savia elaborada; que se dis-
tribuye desde el lugar de síntesis, para asegurar por una parte el desa-
rrollo normal de los tejidos y de otra la constitución de reservas, cuya
composición varía según las plantas: almidón, azúcar, materia grasa,
etc. Son esencialmente estas reservas las que el hombre explota para
sus necesidades. Tales son, sucintamente evocados, los principales fe-
nómenos que regulan la vida de las plantas; su descripción ha puesto
en evidencia el papel fundamental del agua. Sin ella no podrían ser
disueltas las sustancias minerales del suelo, sin agua no se realiza el
ciclo vital de la planta.

1. 6. Permanencia del agua en la planta


De acuerdo con el tiempo que permanece el agua en la planta, se
hace referencia al agua de constitución y al agua de vegetación.

29
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

El agua de constitución.- Las plantas contienen cantidades con-


siderables de agua, constituyendo la mayor parte del peso de la planta
verde. Se ha querido conocer el agua existente en los vegetales, y natural-
mente es difícil si no imposible separar en el laboratorio, el agua que cir-
cula por sus vasos de la que entra en la constitución misma de las células.

Sin embargo, en lo que concierne al agua de constitución, que


no está repartida uniformemente en todos los órganos, los estudios y
experiencias permiten establecer cuadros de porcentajes con relación
al peso total de la planta. Este porcentaje puede llegar al 95%. En el
cuadro 1.7 se dan algunas estimaciones medias.

La cantidad de agua varía por otra parte con el ciclo vegetativo.


Hay un máximo en el momento de floración, un mínimo al fin de la
maduración y a medida que los tejidos se lignifican.

En el cuadro 1.8 se ha estimado para algunas plantas cultivadas,


la cantidad de agua así inmovilizada en una cosecha media sobre una
hectárea.

Pero estas cantidades de agua, son poca cosa si se las compara


con el consumo total de las plantas, y también cuando se considera
esa agua uniformemente repartida sobre la superficie del campo.

El agua de vegetación.- Al lado del agua de constitución, hay


que considerar, el agua que no hace más que pasar por la planta, re-
novándose constantemente.

En efecto, la planta es alimentada con substancias minerales por


el agua del suelo, que después de haber disuelto las sales, penetra en

30
Riego Andino Tecnificado

el sistema radicular por ósmosis. Mientras que las substancias mi-


nerales así transportadas van a alimentar los tejidos y a contribuir al
crecimiento, la mayor parte del agua que las ha transportado, saldrá a
la atmósfera en la transpiración.

El peso de las cosechas será función de la cantidad de agua que


dispone el suelo, pero no existe una ley precisa que relacione esas
cantidades. En efecto, la cantidad de agua en la planta por una parte, y
la de materias en ella disueltas por otra, son independientes. Mientras
que la intensidad de la transpiración es la que regula la cantidad de
agua absorbida por las raíces, la síntesis de nuevas materias vivientes
es función de las substancias minerales absorbidas.

Cuadro 1.7 Porcentaje del contenido de agua dealgunas

especies vegetales en relacion con su pesototal.

31
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Cuadro 1.8 Total de las cosechas en Kg/Ha y

contenido de agua de algunas especies vegetales.

Sin embargo esta independencia no es total; para permitir una


penetración por ósmosis en las raíces, las soluciones del suelo deben
estar muy diluidas. Si falta el agua las soluciones se concentran, la
endósmosis disminuye y hasta llega a cesar; la planta, que continúa
entonces perdiendo el agua por transpiración, se marchita. El suelo
debe pues poseer una humedad mínima tanto mayor cuanto más rico
sea en sales.

1.7 El balance energético en la superficie terrestre


La evaporación de una superficie húmeda utiliza la energía pro-
porcionada por los rayos del sol, que llegan a la superficie exterior de
la atmósfera terrestre a razón de 2 cal.cm–2x min–1, medidos perpen-
dicularmente al haz. La dispersión por la atmósfera reduce la radia-
ción que llega a la superficie de la tierra; y desde ella, se refleja cierta
cantidad. El resto se absorbe y participa en otros procesos térmicos;
los más importantes de los cuales son la retransmisión en forma de
radiación de onda larga, el aumento de la temperatura sensible de la
atmósfera (lo que representa una elevación de la temperatura del aire)
y la evaporación desde las plantas y las superficies húmedas. Otras
transformaciones de energía incluyen, el aumento del calor sensible
en la cubierta vegetal y el suelo, y el rendimiento de energía para los

32
Riego Andino Tecnificado

procesos fisiológicos de las plantas, pero estas cantidades por lo co-


mún son pequeñas y desdeñables.

Al igualar las entradas y salidas de energía:

Rs = rRs + RB + H + E;
en donde;

Rs = radiación que llega a la superficie de la tierra, en cal.cm–2.


min–1.
r = reflectancia o coeficiente de reflexión de la superficie, tam-
bién llamado albedo, que es una fracción a dimensional.
RB = reemisión de onda larga en cal.cm–2.min–1.
H = aumento de temperatura sensible de la atmósfera en cal.
cm–2.min–1.
E = energía disponible para la evaporación desde las superfi-
cies en cal.cm–2.min–1.

A la larga, el vapor formado de ese modo puede llegar a saturar


la película delgada de aire adyacente a la superficie de evaporación.

Ahora bien, si la presión de vapor en la atmósfera inmediata es


la misma que en dicha película, no podrá producirse ninguna evapo-
ración neta adicional, ya que en un sistema saturado la evaporación y
la condensación están en equilibrio. Para que la evaporación sea con-
tinua, se requiere un mecanismo para retirar el vapor de la superficie,
que está representado en el movimiento de aire sobre la superficie.

El vapor de agua se transfiere de una superficie húmeda a la at-


mósfera, por medio de un proceso de intercambio turbulento.

33
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

El índice de evaporación es una función de la resistencia a la


transferencia del vapor a través del perfil de aire situado por encima
de la superficie de evaporación y depende del gradiente de presión
del vapor y la velocidad del viento local.

Al respecto hay una ecuación general de evaporación, la de Dal-


ton, que se puede expresar como:

E = f (u) (es - e),

donde;
E = índice de evaporación en mm.día–1.
f(u) = función de la velocidad del viento en m.sg–1.
es = tensión de vapor saturante en la superficie de evapora-
ción, expresada en milibares.
e= tensión de vapor en la atmósfera superior, en milibares.

El flujo del agua desde las superficies a la atmósfera, toma dife-


rentes denominaciones de acuerdo a las características que las iden-
tifican llamándose, ya evaporación, transpiración, o su consideración
conjunta que es la evapotranspiración.

1.8 El uso eficiente del agua y la resistencia a la sequía


Muchas veces los términos de uso eficiente del agua y resistencia
a la sequía son tratados como sinónimos, pero no son lo mismo y en
muchos de los casos no tienen ninguna relación. Es así que el uso efi-
ciente del agua se refiere específicamente a cuantos mililitros de agua
son necesarios para producir un gramo de materia seca. Para el caso
de este libro se analiza directamente el aspecto fisiológico, sin incluir
aspectos como fertilización o prácticas agrícolas.

34
Riego Andino Tecnificado

La transpiración relacionada a la asimilación de CO2


Según varias observaciones y análisis al aspecto fisiológico de
las plantas, se puede decir que cuando estas se ven sometidas a estrés
hídrico lo suficientemente fuerte para causar el cierre de estomas, se
observa un incremento en la resistencia a las concentraciones internas
de CO2, y una reducción de la transpiración.

Especies C3 y C4
En general se afirma que la resistencia total a la concentración de
CO2 en plantas C4 es baja, comparada con las C3; pero de igual ma-
nera se encuentran concentraciones altas de CO2 dentro de las hojas,
compensado con una baja perdida de agua. Esto es particularmente
importante para explicar que gran parte de la alta eficiencia del uso de
agua de las plantas C4 se debe a este fenómeno. Sin embargo hay que
tener en cuenta que hay grandes excepciones a esta regla, como es
el caso del girasol que siendo una planta C3, tiene una tasa de creci-
miento mucho mayor que la caña de azúcar y el maíz que son C4, bajo
condiciones de estrés. Con esto se puede concluir que hay un grupo
de plantas que son altamente eficientes en el uso de agua (C4), pero
no significa que sean resistentes a la sequía.

Especies CAM
Para el caso de este tipo de plantas se observan detalles muy in-
teresantes debido a su alta adaptación para vivir en lugares desérticos.
Esto se debe a sus varias adaptaciones como cutícula cerosa, tallos
bastante suculentos, la adaptación de sus hojas y principalmente el
cambio en la apertura y cierre de estomas, cuya facilidad para el inter-
cambio gaseoso se da en las noches cuando hay menos problemas de
pérdida de agua , sin embargo se conoce que el suplemento de agua
no causa que la tasa de crecimiento suba y se pueda obtener en menor

35
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

tiempo la misma biomasa. Con esto se identifica un nuevo grupo de


plantas que tiene gran resistencia a la sequía, pero que no son eficien-
tes en el uso del agua.

Acacias, xerofíticas, líquenes, briofíticas y helechos


Dentro del grupo de plantas que tienen un alto índice de uso
del agua, hay una gran diversidad de mecanismos de adaptación. El
caso de las acacias es uno de ellos, donde se observa la alta adapta-
ción del árbol para poder ser eficiente con presiones de agua internas
de 20 a 30 bares, mientras que la mayoría de plantas trabajan con 50
bares. Quizá la resistencia a la sequía lograda no es comparable con
las bromeliáceas, pero para este tipo de planta es una gran ventaja.
Por otro lado un grupo de plantas es capaz de mantenerse inactivas
ante la presencia de una sequía extrema y al momento de recibir una
cantidad suficiente de humedad reactivar su crecimiento en minutos
u horas, sin embargo, esta es una cantidad muy reducida de plantas y
son casos excepcionales.

Cambios metabólicos y fisiológicos efectuados por el estrés hídrico


Los cambios que ocurren internamente en las plantas bajo la
presencia de estrés hídrico no son repentinos y en general es un pro-
ceso que puede tardar varias horas, sin embargo hay aspectos que son
alterados casi inmediatamente. Normalmente están a nivel celular
como son el crecimiento, la formación de paredes celulares y la sínte-
sis de proteínas, incluso mucho antes que la acumulación de azúcares
y el cierre de estomas.

Crecimiento y turgencia celular


El crecimiento celular es lo que principalmente se ve afectado
con un cambio en la disponibilidad de humedad en el suelo, pero

36
Riego Andino Tecnificado

esto se refiere directamente a un problema físico ya que la división


celular se mantiene, pero el hinchamiento de las células por la presión
osmótica interna es el factor afectado, sin embargo hay estudios que
han demostrado que algunas plantas complementan con un cambio
fisiológico al lograr incorporar las concentraciones de solutos dentro
de la célula de manera que la presión osmótica no se vea afectada
y se continúe con el crecimiento normal de las células nuevas. Esto
puede ser una gran evidencia y herramienta para los fitomejoradores
que buscan nuevas plantas con resistencia a sequía, donde evaluando
la capacidad de mantener la presión osmótica interna en los brotes
nuevos de las plantas sometidas a estrés hídrico, puede ser una de las
selecciones más efectivas y rápidas para facilitar este trabajo.

Síntesis de la pared celular y división celular


Para este caso se ha observado que la pared celular es capaz
de seguir creciendo aunque el crecimiento de la célula se haya visto
afectado, sin embargo la división celular varía entre especies, donde
para algunos casos esta se afecta inmediatamente junto con el hin-
chamiento celular, mientras que en otros toma mayor tiempo en de-
tenerse.

Síntesis de proteínas y niveles de enzimas


En vista de que el crecimiento general de la célula se ve reducido,
es normal y común que la síntesis de aminoácidos, proteínas e incluso
ciertas hormonas se vean reducidas para equilibrar el desarrollo de la
planta, sin embargo hay una hormona especial que se ve favorecida e
incrementa su concentración muy rápidamente y es el ácido abscísico
(ABA) la cual se acumula fácilmente y posteriormente causa amarilla-
mientos en las plantas y en su caso defoliación, reduciendo el área foto-
sintética para la incorporación del crecimiento al retorno de la humedad.

37
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Estomas y asimilación del CO2


En el caso de los estomas, estos no se ven afectados para su cie-
rre con el primer grupo de aspectos fisiológicos más sensibles y llega
a permitir de manera normal el intercambio gaseoso y por ende el
ingreso de CO2 a la hoja. Además está estudiado que el cierre de los
estomas no está tan relacionado a la presión de agua en el tejido, sino
más bien a la concentración de solutos en las hojas y entre estos prin-
cipalmente el potasio.

Otros cambios
En otros estudios se han identificado aspectos de cambio interno
bajo la influencia de estrés hídrico. Uno de estos efectos es el incremen-
to en el aminoácido prolina que se observa en las plantas bajo estrés, lo
cual supone una generación de este compuesto para ayudar a la planta
a sobrellevar el problema sin bloquear sus funciones principales. Por
otro lado se ha identificado ciertas plantas con la capacidad de generar
cavitación, es decir llevar a generar agua en estado gaseoso en el xilema
de la planta para evitar bajar el potencial hídrico interno. Y finalmente
uno de los más críticos efectos que afectan directamente el rendimiento
es la dificultad para transportar los asimilados fotosintéticos dentro de
la planta bajo la influencia de moderado y severo estrés hídrico. En lo
referente al desarrollo de raíces las plantas tienden a adaptarse con faci-
lidad, incluso forzando al sistema radicular a extenderse a fin de explo-
rar una mayor cantidad de suelo en busca de humedad, sin embargo,
esto baja las concentraciones de asimilados en las hojas que reducen los
productos de la fotosíntesis para suplir otras funciones.

1.9 Ejemplos prácticos


EJEMPLO 1: Se pide determinar la humedad del suelo, expresa-
da como lámina de agua, para los siguientes datos:

38
Riego Andino Tecnificado

• Suelo franco-arcilloso
• Humedad disponible: 185 mm.m–1
• Cultivo algodón, profundidad de raíces: 0,90 m
• Factor de agotamiento: 0,65

La =Hd x Prof. x fa
La = 185 x 0,90 x 0,65
La = 108,2 mm

EJEMPLO 2: Un suelo cuya densidad aparente es 1,4 g.cm–3 se


encuentra con una humedad volumétrica de 15%. Llueven 20 mm
que se distribuyen en un estrato de 40 cm de profundidad. Calcular
los nuevos niveles de humedad en masa y en volumen.

Antes de lluvia:
θ = 15% y Prof. = 400 mm
La = θ x Prof
La = 15/100 x 400 mm
La = 60 mm

Después de lluvia:
La = 20 + 60 = 80 mm;
La = θ x Prof.
θ = 80 mm/400 mm x 100
θ = 20%;
ω = θ /da = 20 / 1,4
ω = 14,3 %

EJEMPLO 3: Un suelo tiene una densidad aparente de 1,25


g.cm y una densidad real igual a 2,6 g.cm–3. Se encuentra saturado y
–3

39
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

se pretende drenar hasta que en los 80 cm superiores haya un espacio


aéreo del 20%. ¿Con qué humedad queda el suelo y cuánta agua hay
que eliminar por hectárea?

La humedad a saturación se calcula con el valor de la porosidad:


η = (1 – da/dr) x 100
η = (1 – 1,25/2,6) x 100
η = 52%
Ea = η - υ
υ = η - Ea
υ= 52% - 20%
υ = 32%

La cantidad de agua que se elimina es el exceso (20%), por lo


tanto el volumen de agua (Va) que se debe eliminar por hectárea:

Va = Ea x Vt/100
Va = 20%/100 x 0,8 m x 10000 m2
Va = 1600 m3.ha–1

EJEMPLO 4: En un campo con cultivo de maíz, cuya profundi-


dad de raíces es de 30 cm, tiene una humedad volumétrica en capaci-
dad de campo de 32%.La densidad aparente del suelo es 1,42 g.cm–3.
Se efectúa un muestreo antes del riego a fin de conocer la lámina de
agua que debe aplicarse. El contenido de humedad en ese momen-
to es de 25% en volumen y su contenido de humedad a punto de
marchitez es de 10% en masa. ¿Cuál es la lámina de agua que debe
aplicarse y cuál es la humedad disponible?

La = (υCC - υi ) / 100 x Prof

40
Riego Andino Tecnificado

La = (32 – 25)/100 x 30
La = 2,1 cm
HD = (υCC - υPM) / 100 x Prof.
HD = (υCC - ω PM x da) / 100 x Prof.
HD = (32 – 10 x 1,42) / 100 x 30
HD = 5,34 cm

1.10 Problemas y preguntas de comprobación

1. Indicar si las siguientes expresiones son verdaderas (V) o falsas (F).


( ) Los suelos de textura fina presentan un volumen total de poros
mayor que los de textura gruesa.
( ) La densidad real considera el contenido total de poros en un
suelo.
( ) El volumen de poros de un suelo generalmente se hace menor
al cultivarlo.
( ) La porosidad constituye una pobre medida de la aireación.

2. La propiedad del suelo que puede ser modificada es:


a. Contenido de arena
b. Contenido de arcilla
c. Estructura
d. Textura
e. N.A.

3. Un suelo de un metro de profundidad de enraizamiento, con una


densidad aparente de 1,5 g.cm–3, que presenta una humedad en
masa del 35% a 1/3 atm y del 25% a 15 atm, tendrá una reserva de
agua útil de:

41
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

a. 15 mm

b. 50 mm

c. 100 mm

d. 150 mm

e. 1500 mm

4. Defina capacidad de campo, punto de marchitez y máxima capaci-


dad de retención de agua de un suelo.

5. Una muestra de 50 cm3 de suelo pesa 80 g. Después de secarse du-


rante 24 horas a 105ºC, pesa 70 g. Determine su contenido de agua
gravimétrico, volumétrico y la cantidad de agua disponible para las
plantas en un perfil de 50 cm. La humedad gravimétrica en punto
de marchitez es de 10%.

6. De las pruebas de campo, en un terreno sembrado por surcos


(agotamiento tolerable 50%), con un cultivo cuya profundidad
máxima de raíces es de 70 cm, se obtuvo la siguiente información:
humedad a capacidad de campo en masa = 16%, humedad a pun-
to de marchitez en volumen = 12%, Da = 1,35 g.cm–3. Calcular la
lámina de agua.

42
Riego Andino Tecnificado

Capítulo II
Necesidades de agua de los cultivos

Resumen
Las necesidades de agua de los cultivos expresan la cantidad de
agua necesaria para compensar el déficit de humedad del suelo, por
efecto del agua consumida por las plantas, equivalente a la evapo-
transpiración del cultivo.

La evapotranspiración de los cultivos depende de las condicio-


nes del clima, de los cultivos y de la humedad del suelo, es decir, de la
relación suelo - agua - planta - clima.

La evapotranspiración de referencia (ETo), es la evaporación


desde el suelo y la transpiración de un cultivo de referencia (pastos,
alfalfa). Se mide directamente mediante el lisímetro de campo o el
Lisímetro MC y se estima a través de fórmulas empíricas (Penman,
Blaney - Criddle, Hargreaves) o mediante la medición de la evapora-
ción en el tanque de evaporación clase A.

Multiplicando la evapotranspiración de referencia (ETo), que


sólo depende de las condiciones climáticas, por el coeficiente de cul-

43
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

tivo (Kc) se obtiene la evapotranspiración del cultivo (ETc). El coefi-


ciente de cultivo describe las variaciones de la cantidad de agua que
las plantas toman del suelo, durante sus diferentes estados de creci-
miento, desde la siembra hasta la cosecha.

La demanda de agua de los cultivos (Ln) está definida por la


evapotranspiración del cultivo (ETc) menos los aportes naturales de
agua al suelo (precipitación efectiva, Pe), es decir:

Ln = ETc – Pe.

La demanda de agua del proyecto, es la cantidad de agua ne-


cesaria para satisfacer la demanda del cultivo más las pérdidas que
ocurren en el sistema de riego (conducción, distribución y aplicación),
al transportar el agua desde la toma hasta la zona de raíces.

A nivel de la parcela, deben considerarse principalmente las pér-


didas por escorrentía superficial y por percolación profunda.

Los diferentes niveles de pérdidas de agua, permiten estable-


cer la eficiencia de conducción (Ec), eficiencia de distribución (Ed) y
eficiencia de aplicación (Ea). La eficiencia de riego (Er) considera el
producto de las tres eficiencias mencionadas anteriormente:

Er = Ec x Ed x Ea

Las necesidades totales de agua o Demanda del Proyecto


será:
Lb = Ln/Er

44
Riego Andino Tecnificado

2.1 Generalidades
Las necesidades hídricas de los cultivos expresan la cantidad de
agua que es necesario aplicar para compensar el déficit de humedad
del suelo durante su período vegetativo.

Las plantas absorben el agua desde el suelo mediante sus raíces.


Ambos, suelo y planta, están sometidos a los efectos de la lluvia, el sol
y viento, que generan un mayor o menor grado de evaporación desde
el suelo y transpiración de las plantas. Este proceso se conoce como
evapotranspiración (Figura 2.1).

Figura 2.1 Esquema del proceso de evapotranspiración

Las necesidades de agua se evalúan estableciendo, para un de-


terminado período, un balance entre las cantidades de agua reque-
ridas para la evapotranspiración del cultivo y otros usos especiales,
todo lo cual se contabiliza como pérdidas, y las aportaciones natu-
rales efectivas, tales como la precipitación, la humedad procedente
del suelo y cualquier otra contribución hídrica (inundaciones, agua
subterránea).

45
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Los parámetros que intervienen en el balance hídrico son la eva-


potranspiración del cultivo (ETc), la precipitación efectiva (Pe) duran-
te su período de permanencia en el terreno y el agua aportada por el
suelo. La diferencia entre el primer parámetro citado y los dos últimos
determinan las necesidades de agua netas de cada cultivo (Figura 2.2).

Figura 2.2 La evapotranspiración depende de las condiciones del clima,

de los cultivos y de la humedad del suelo

2.2 Evapotranspiracion de referencia (Eto)


La cantidad de agua que las plantas transpiran es mucho mayor
que la que usan para su crecimiento y fotosíntesis. La transpiración
puede considerarse, por tanto, como el consumo de agua de la planta.
Además, se debe tener en cuenta que hay pérdidas por evaporación
del agua desde la superficie del suelo.

Por lo tanto, se considera que las necesidades de agua de los


cultivos están dadas por la suma de la evaporación directa desde el
suelo más la transpiración de las plantas, que es lo que comúnmente
se conoce como evapotranspiración y es una cantidad que varía según
el clima y el cultivo.

46
Riego Andino Tecnificado

Para medir directamente la evapotranspiración se utiliza el lisí-


metro de campo (Figura 2.3), que es un sistema ideado para tal fin,
en el cual se mide el consumo de agua de una porción de parcela, de
medidas concretas, sembrada de un cultivo determinado (cultivo de
referencia).

También se puede utilizar el lisímetro MC, que es un instrumen-


to de medida rápida y directa, que indica la evapotranspiración poten-
cial (ETo) en mm, mediante la diferencia de lecturas en dos tiempos
consecutivos.

Figura 2.3 Esquema del lisímetro de campo para medir evapotranspiración,

dentro de la relación agua, suelo, planta y clima

La evapotranspiración de referencia (ETo), como el cultivo es


siempre el mismo, variará según las condiciones del clima (radiación,
temperatura, humedad, viento, etc.) y se expresa en mm de lámina de
agua por día (mm.día–1).

Existen muchos métodos empíricos para el cálculo de la evapo-


transpiración de referencia, en función de datos climáticos. El método

47
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

a emplear se determina por el tipo de datos disponibles y según el


nivel de exactitud requerido. Puede usarse el método del tanque eva-
porímetro clase A, (Figura 2.4), el lisímetro MC, fórmulas empíricas
(Blaney – Criddle, Turc, Thornthwite) o programas informáticos, como
el CROPWAT, de la FAO, basado en la fórmula de Penman-Monteith.

Figura 2.4 Tanque de evaporación Tipo A, 2MC instalado junto a las parcelas de cultivo.

Los datos proporcionados por los evaporímetros (tanque de eva-


poración Tipo A) pueden ser confiables, cuando estén ubicados en
condiciones adecuadas, con una instalación cuidadosa y un registro
exacto y periódico de datos (FAO, 1990).

A partir de los valores de la evaporación (EtA), se calcula la eva-


potranspiración de referencia (ETo), mediante la siguiente expresión:

ETo = Kp x EtA

Donde: Kp es un coeficiente que depende de las características


del tanque, ubicación, condiciones climáticas, etc. (çFAO, 1998).

48
Riego Andino Tecnificado

2.3 Coeficientes de cultivo


El coeficiente de cultivo Kc, describe las variaciones de la can-
tidad de agua que las plantas extraen del suelo a medida que se van
desarrollando, desde la siembra hasta la cosecha (Figura 2.5).

En los cultivos anuales normalmente se diferencian 4 etapas o


fases de cultivo:

o Inicial: Desde la siembra hasta un 10% de la cobertura del


suelo aproximadamente.
o Desarrollo: Desde el 10% de cobertura y durante el creci-
miento activo de la planta, hasta la emisión de la primera flor.
o Media: Entre floración y fructificación, correspondiente en la
mayoría de los casos al 70-80% de cobertura máxima de cada
cultivo.
o Maduración: Desde madurez hasta la cosecha o recolección.

Figura 2.5 Esquema de la variación del coeficiente de cultivo (Kc)

El Kc presenta valores pequeños al inicio del desarrollo del cul-


tivo y aumenta a medida que se incrementa la cobertura del suelo. El

49
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

valor máximo se alcanza durante la floración, se mantienen durante la


fase media y finalmente decrecen durante la maduración (Figura 2.5).

Lo mejor es disponer de valores de Kc para cada cultivo obteni-


dos en la zona y para distintas fechas de siembra, pero en ausencia de
esta información se pueden usar valores referenciales de Kc, presen-
tados en la bibliografía especializada.

2.4 Evapotranspiración del cultivo


Cuando la evapotranspiración se produce sin ninguna restric-
ción de agua en el suelo se conoce como evapotranspiración del cul-
tivo (ETc) y corresponde a la cantidad de agua que debe ser aportada
al suelo estacionalmente mediante lluvia y/o riego.

La evapotranspiración del cultivo se calcula mediante la ecua-


ción:

ETc  ETo x Kc
Donde:
ETc = Evapotranspiración del cultivo, en mm/día
ETo = Evapotranspiración de referencia, en mm/día
Kc = Coeficiente de cultivo (adimensional)

2.5 Precipitación efectiva


Además de la evapotranspiración del cultivo, debe tenerse en
cuenta la precipitación efectiva (Pe) en la estimación de las necesida-
des del agua para el riego.

Desde el punto de vista agrícola, la precipitación efectiva es


aquella parte de la lluvia que se almacena en el volumen de suelo a la

50
Riego Andino Tecnificado

profundidad radicular y es consumida por la planta en el proceso de


evapotranspiración (FAO, 1990).

2.6 Demanda de agua


Con los parámetros definidos anteriormente, el balance hídrico
mensual será:

Ln  ETox Kc  ( Pe  Agua aportada)


El agua aportada considera los excedentes de la precipitación du-
rante las épocas de lluvia, que quedan almacenados en el suelo y que
posteriormente pueden ser aprovechados por los cultivos pero, para
efectos de planificación de proyectos de riego, se considera cero, dado
que el objetivo es conocer la demanda de agua total del proyecto.

Por lo tanto la demanda de agua será:

Ln  ETox Kc  Pe o Ln =EMC x Kc

2.7 Demanda de agua del proyecto


Además de las necesidades de agua de los cultivos hay otras
cantidades adicionales de agua que son necesarias para compensar
las pérdidas por las condiciones en que se desarrolla el cultivo. Estas
pérdidas se producen por:

• Percolación profunda, por debajo de la zona de raíces.


• Uniformidad de distribución del agua en la parcela de riego.
• Requerimientos de lavado de sales del suelo.

Todas las pérdidas de agua se cuantifican en un término deno-


minado eficiencia de riego (Er), el cual es el resultado del producto de

51
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

las eficiencias ocasionadas en la conducción (Ec), en la distribución


(Ed) y en la aplicación del agua (Ea).

Er  Ec .Ed .Ea
Las necesidades totales del proyecto vienen dadas, entonces, por
la relación:

Ln
Nt 
Er
Cuando se utilizan aguas salinas se debe aportar una cantidad
adicional para lixiviar (desplazar fuera de la zona radicular) las sales
que pudieran acumularse en el suelo por efecto de la evapotranspira-
ción. La lixiviación de las sales es una práctica obligada en el control
de la salinidad del suelo, a nivel de la zona radicular.

Para conocer las cantidades de agua necesarias de lixiviación, se


parte de la condición que la salinidad del agua de riego actúa como
único factor de influencia en la eficiencia de aplicación (FAO, 1990;
FAO, 1998).

2.8 Ejemplos prácticos


EJEMPLO 1: Para una zona determinada, donde la ETo es de 5
mm.día–1, durante el mes de noviembre, se desea saber cuál es la ETc
del cultivo de maíz, que se encuentra en la fase media.

Utilizando las tablas correspondientes se obtiene un Kc de 1,15, en la


fase media del cultivo de maíz. Así la ETc diaria será:
ETc = ETo x Kc
ETc= 5 mm.día–1 x 1,15
ETc= 5,75 mm.día–1

52
Riego Andino Tecnificado

EJEMPLO 2: En un proyecto de irrigación, del total de área que


se tiene planeado sembrar, 300 ha corresponden al cultivo de papa. La
fecha de siembra es el mes de septiembre y el periodo vegetativo del
cultivo es de cinco meses.

Se pide calcular la demanda de agua mensual requerida para


este cultivo en el punto de captación de la fuente de agua del proyecto
y la demanda total de agua por hectárea. Considerar una eficiencia de
riego (Er) para el proyecto de 40%.

Set. Oct. Nov. Dic. Ene.


ETo (mm.mes–1) 121,4 141,5 145,6 139,0 125,2
Pe (mm.mes–1) 18,0 39,0 39,0 57,7 73,2

La ETc (mm.mes–1) se calcula con la relación: ETc = ETo x Kc


La demanda de agua (mm.mes ): –1
Ln = ETc – Pe
La demanda total del proyecto (m .ha ): 3 –1
Nt = (Ln/Er) 10

Set. Oct. Nov. Dic. Ene.


ETo (mm.mes–1) 121,4 141,5 145,6 139,0 125,2
Pe (mm.mes–1) 18,0 39,0 39,0 57,7 73,2
Kc 0,5 0,8 1,17 1,16 0,88
ETc (mm.mes–1) 60,7 113,2 170,4 161,2 110,2
Ln (mm.mes–1) 42,7 74,2 131,4 103,5 37,0
Nt (m3.ha–1) 1067,5 1855,0 3285,0 2587,5 925,0

2.9 Problemas y preguntas de comprobación


a) Indicar si las siguientes expresiones son verdaderas (V) o falsas (F).
( ) La precipitación efectiva es válida para los meses en que a los
datos de precipitación les corresponden valores inferiores de
evapotranspiración.
( ) Durante el periodo de exceso de agua la evapotranspiración del
cultivo es mayor que la evapotranspiración de referencia.

53
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

( ) Los suelos de una misma zona geográfica (con la misma preci-


pitación y temperatura) presentarán el mismo régimen de hu-
medad.
( ) Un suelo con alta reserva de agua (más de 300 mm) tendrá
siempre agua disponible para las plantas en todas las estacio-
nes del año.

b) ¿Cómo se estima la evapotranspiración de referencia por el méto-


do del tanque de evaporación Tipo A? y del lisímetro MC?

c) Calcular la necesidad de riego del cultivo de papa para el mes de


setiembre si se sabe que la evapotranspiración de referencia (ETo)
es 4,05 mm.día–1, el coeficiente de cultivo (Kc) es 0,52 y la precipi-
tación efectiva (Pe) es de 35,7 mm.mes–1.

d) Determinar la lamina neta de agua de un Proyecto de Irrigación si


se dispone de la siguiente información:

Si la evapotranspiración de referencia de un cultivo maduro de


maíz es de 9 mm por día, ¿qué cantidad de agua evapotranspira en
un mes?

Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Set. Oct. Nov. Dic.
Eto (mm) 125,2 102,5 106,3 97,1 93,6 83,5 89,2 105,4 121,4 141,5 145,1 139,0
Pe (mm) 84,2 96,9 106,4 89,3 27,9 10,0 4,4 15,3 22,4 41,6 36,3 49,6
Kc Trigo 0,82 1,07 1,10 0,96 0,53 0,52
Kc Papa 0,48 0,65 1,02 1,08 0,87

54
Riego Andino Tecnificado

Capítulo III
Movimiento del agua en el riego

Resumen
Para el diseño de las unidades de riego por gravedad es necesario
conocer la velocidad con que el agua se infiltra en el suelo, el tiempo
necesario para infiltrar una lámina de riego, el tiempo que el agua se
demora en alcanzar el final del surco y el tiempo que demora en des-
aparecer de la superficie una vez cerrada la entrada de agua.

La infiltración es el proceso por el cual el agua pasa desde la


superficie al perfil del suelo y depende fundamentalmente de la poro-
sidad del suelo. La velocidad de infiltración es la velocidad de pene-
tración del agua en el perfil del suelo.

La velocidad de infiltración se puede determinar con el método


de los cilindros infiltrómetros y por el método de los surcos. Con los
datos de las pruebas de campo se determinan las curvas de lámina
infiltrada y de velocidad de infiltración.

El avance del agua es el proceso por el cual el agua de riego avan-


za horizontalmente sobre los surcos o sobre las melgas. La recesión es

55
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

el proceso por el cual el agua de riego desaparece de la superficie del


surco o de la melga, una vez cortada la entrada de agua.

La determinación de las funciones de avance y de recesión se


realiza a través de pruebas en el campo, sobre los surcos o las melgas,
con caudales pequeños hasta alcanzar el caudal máximo no erosivo.

3.1 Infiltración del agua en el suelo


Es el proceso por el cual el agua pasa de la superficie al perfil del
suelo, representando la facilidad de circulación del agua en el suelo.

La característica de infiltración del suelo en cada riego es im-


portante para el diseño debido a que varía con el tiempo y el espacio.

La infiltración depende fundamentalmente de la textura y la estruc-


tura del suelo y se evalúa por la velocidad de infiltración (Gurovich, 1999).

La velocidad de infiltración es la velocidad de penetración del


agua en el perfil del suelo cuando la superficie del terreno se cubre
con una lámina de agua.

La velocidad de infiltración interviene en la selección, diseño,


operación y manejo de los sistemas de riego, debido a que define el
ritmo de aplicación de agua al suelo.

La velocidad de infiltración depende de las condiciones de hu-


medad que presente el suelo. Cuando el suelo se encuentra seco la
infiltración tiene sus máximos valores y luego, conforme se humede-
ce, su capacidad de admitir más agua es cada vez menor, hasta que en
condiciones de saturación total alcanza un valor constante.

56
Riego Andino Tecnificado

En los suelos arenosos la humedad profundiza rápidamente con


escaso movimiento lateral, mientras que en los arcillosos el movi-
miento lateral predomina sobre el que se produce en profundidad.
Esta diferencia en la velocidad de infiltración del agua en el suelo se
relaciona con la variación de la porosidad total, la distribución y ta-
maño de los poros, y la energía con que el agua es retenida por las
partículas del suelo.

En suelos arenosos, aunque su porosidad total es menor que en


los arcillosos, los poros son más grandes, por lo que la infiltración es
más rápida, reteniendo menor cantidad de agua. Los suelos francos
presentan condiciones intermedias (Figura 3.1).

Figura 3.1 Infiltración a partir de surcos en suelos arenosos y arcillosos.

La lámina infiltrada o infiltración acumulada representa la can-


tidad total de agua que se ha infiltrado en la unidad de superficie de
un suelo, en un determinado tiempo. Normalmente se mide en mm.
Conociendo la velocidad de infiltración del suelo y la profundidad de

57
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raíces del cultivo, puede estimarse el tiempo de riego para que el agua
llegue a la profundidad deseada (Cuenca, 1989).

La velocidad de infiltración y la lámina infiltrada dependen de


las características del suelo, tales como textura y estructura, contenido
de materia orgánica, uniformidad del perfil del suelo y pendiente del
terreno.

Determinación de la función de infiltración


a. Método del doble cilindro
Es el método de campo más extendido para determinar la velo-
cidad de infiltración. Se utilizan dos cilindros de acero que se introdu-
cen en el terreno, verticalmente y en forma concéntrica. Para simular
el proceso de riego se vierte agua, tanto en el cilindro interior como
en el espacio que queda entre ambos. El cilindro exterior sirve para
mantener la infiltración vertical en el interno (Figura 3.2).

La altura o lámina de agua infiltrada se mide en el cilindro inte-


rior a determinados intervalos de tiempo (Gurovich, 1999).

Figura 3.2 Equipo para medir la variación del nivel de agua en los cilindros

58
Riego Andino Tecnificado

b. Método del surco


En el riego por surcos el agua sólo cubre la parte baja de los
mismos, mientras que los bordos quedan sin cubrirse. Por tal motivo
se recomienda determinar la infiltración preparando unos surcos de
prueba en los que se aplica determinado caudal, que se aforan a la
entrada (q’, caudal por surco) y a la salida (q’’, escorrentía). n el área
superficie atendida por el surco 2 (rectángulo MNPQ), de superficie S
(L2), el caudal infiltrado es q2’- q2’’(L3 T–1) y la velocidad de infiltración
V (L T–1) será:

q2 ' q2 ' '


V
S

Para disponer de valores suficientemente representativos se reco-


mienda que la prueba de infiltración se realice en varios surcos (Figura 3.3).

Figura 3.3 Ensayos de infiltración en riego por surcos

Determinación de las curvas de infiltración


Con los resultados obtenidos en una prueba de infiltración se
elaboran los diagramas de la curva de velocidad de infiltración y curva
de lámina infiltrada.

59
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

La curva de velocidad de infiltración (Figura 3.4, Curva I) está en


función del tiempo, desde el inicio de la prueba y será tanto más exac-
ta cuánto menores sean los intervalos de tiempo utilizados.

Se han desarrollado numerosas ecuaciones para representar el fenó-


meno de la infiltración, la mayoría de ellas empíricas. La más utilizada es
la Ecuación de Kostiakov, función que describe la velocidad de infiltración
en un punto cualquiera i. Se trata de un modelo exponencial de la forma:

i  at0b
donde:
i = velocidad de infiltración (cm.h–1 o mm.h–1).
t0= tiempo de oportunidad o tiempo de contacto del agua con
el suelo (min).
a= coeficiente que representa la velocidad de infiltración para
t0= 1.
b= exponente que varía entre 0 y –1.

La curva de lámina de agua infiltrada (Figura 3.4, Curva II) tam-


bién es función del tiempo transcurrido. Permite estimar el tiempo re-
querido para que se infiltre una determinada dosis (lámina) de riego.

La Ecuación de Kostiakov para la lámina infiltrada acumulada (I),


también es un modelo exponencial de la forma:

I  At0B
y se obtiene integrando la función de velocidad de infiltración
con respecto al tiempo.
a
I t0( b1)
(b  1)

60
Riego Andino Tecnificado

donde:
I = infiltración acumulada o lámina infiltrada acumulada (cm o mm).
t0 = tiempo de oportunidad o tiempo de contacto del agua con
el suelo (min).
A = coeficiente que representa la lámina infiltrada para t0 = 1.
B = exponente que varía entre 0 y 1.

Será necesario dividir la integral resultante por 60, por cambio


de unidades.

Figura 3.4 Velocidad de infiltración (Curva I) y lámina infiltrada (Curva II)

Valores de velocidad de infiltración, según el tipo de suelo, se


pueden apreciar en el Cuadro 3.1.

Cuadro 3.1 Velocidad de Infiltración (i)


Suelo i (mm/h)
Arenoso Franco 15 – 30
Franco Arenoso 12 – 18
Franco 8 - 14
Franco Limo 6 - 10
Arcilloso Limoso 5-8
Arcilloso 3-6

61
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

3.2 Avance y recesión, merma o retirada del agua


El avance es el proceso por el cual el agua de riego avanza hori-
zontalmente sobre cada punto de la melga o del surco, una vez que se
inicia la entrada de agua.

La recesión, merma o retirada, es el proceso por el cual el agua


de riego desaparece horizontalmente de cada punto de la melga o del
surco, una vez que se corta la entrada de agua.

El tiempo de retirada del agua en los surcos es relativamente


pequeño. El tiempo de retirada puede ignorarse para pendientes ma-
yores a 0,05%, mientras que para pendientes menores a 0,05%, es
significativo. El movimiento horizontal del agua en el suelo depende
de los mismos factores que para el movimiento vertical y, además, del
caudal a usarse (Timbe et al, 1999).

Figura 3.5 Curvas de avance, de acuerdo al caudal utilizado

62
Riego Andino Tecnificado

Determinación de las funciones de avance y de recesión


Para la determinación de estas funciones se realizan pruebas de
campo, en los surcos o las melgas, variando los caudales, hasta alcan-
zar el caudal máximo no erosivo (Figura 3.5).

La prueba de campo consiste en medir el tiempo transcurrido


hasta que el frente de agua alcance las señales previamente colocadas
en los surcos o melgas, a ciertas distancias de la cabecera, por ejemplo
a 50, 100, 150 m (prueba de avance) o el tiempo que se demora en
desaparecer de cada punto una vez que se cierra la entrada de agua
al surco (prueba de recesión). Se debe mantener constante el caudal
de ingreso al surco o a la melga durante toda la prueba (Figura 3.6).

Figura 3.6 Prueba de avance y de recesión en una melga

63
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 3.7 Curva de avance

La curva de avance es la representación gráfica del avance de la


lámina de agua en la unidad de riego, en función del tiempo acumu-
lado, a partir del momento en que se inicia el riego (Figura 3.7)

La curva de recesión, es la representación gráfica de la retirada de la


lámina de agua, en la unidad de riego, en función del tiempo acumulado
(a partir del momento en que se corta la entrada del agua de riego).

En el riego por melgas, generalmente, es ascendente y tiene la


forma aproximada de una S; no obstante, puede presentar variaciones
si la pendiente del terreno no es constante o se producen enchar-
camientos en algún punto bajo; e incluso puede ser decreciente en
algunos casos.

En el riego por surcos, la curva de retirada, que se inicia casi in-


mediatamente después de cortar la entrada de agua, generalmente,
puede representarse por medio de una recta horizontal (Figura 3.8).

64
Riego Andino Tecnificado

Determinación de las curvas de avance y de recesión


Con los resultados obtenidos en las pruebas de campo es posi-
ble representar en forma gráfica la evolución del proceso de avance del
agua de riego durante la prueba. Las funciones que describen las ecua-
ciones de avance y de recesión, son modelos exponenciales de la forma:

b
X  ata
donde:
X = longitud del surco (m).
ta= tiempo de avance o tiempo de recesión (min)
a = longitud de avance en un minuto.
b = pendiente de la recta, varía entre 0 y 1.

Para el diseño, cuando se carece de información, se estima que


el tiempo de avance es la cuarta parte del tiempo de oportunidad.
ta=(1/4) to

3.3 Empleo de las curvas de infiltración,


avance y recesión en el riego por gravedad
En el diseño de unidades de riego por gravedad se utilizan co-
múnmente las curvas de avance y de retirada del agua (Figura 3.8).

El agua llega al punto M de la melga o del surco en el tiempo


ta y se retira de él en el tiempo tr; por lo tanto, en ese punto el agua
permanece infiltrándose durante tr – ta minutos, diferencia a la que se
denomina tiempo de oportunidad, to.

Por otra parte, la curva de altura infiltrada permite obtener el


valor de ti, tiempo necesario para que se infiltre la dosis o lámina de
riego L (mm).

65
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 3.8 Curvas de avance y de recesión

La comparación del valor ti con los valores de to a lo largo de la


melga o del surco permite determinar los puntos de la misma que han
recibido una altura de agua mayor que la dosis de riego (to > ti) y los
que han recibido en menor cantidad (to < ti).

Dicha comparación se facilita trasladando la curva de avance una


distancia ti en dirección paralela al eje de ordenadas. El punto de corte (K)
de la curva de avance trasladada ti con la de retirada, determina el punto
de la melga o del surco (P) que ha recibido justamente la dosis prevista.

Entre el punto P y la cabecera de la melga o del surco se ha re-


cibido agua de riego en exceso y entre el citado punto P y la cola ha
faltado agua (Figura 3.8).

Este tipo de análisis, basado en los resultados de las pruebas de


infiltración, facilita el dimensionamiento de las unidades de riego de
gravedad de modo que la aplicación del agua sea la correcta y se re-
duzcan las pérdidas.

66
Riego Andino Tecnificado

3.4 Ejemplos prácticos


EJEMPLO 1: Calcular el tiempo que se demora en infiltrar una
lámina de agua de 8,4 cm si la ecuación de lámina infiltrada del suelo
es: I = 0,587 to0,51, donde I es la lámina infiltrada (cm) y to el tiempo de
infiltración o tiempo de contacto agua-suelo (min).

Reemplazando en la función de lámina:



8,4 = 0,587 to 0,51
to = 184,5 min

El tiempo que se demora en infiltrar una lámina de 8,4 cm es de 184,5


min.

EJEMPLO 2: Se tiene un campo con suelo de textura franca,


cuya velocidad de infiltración está definida por i = 23,0 to –0,52, don-
de i representa la velocidad de infiltración en cm.h–1 y to el tiempo
de oportunidad o tiempo de contacto del agua con el suelo, en min.
El cultivo que se va a instalar tiene una profundidad de raíces es 90
cm. Las constantes hídricas del campo son: θυCC = 32%, θυPM = 16%.
Además, el criterio con el que se van a aplicar los riegos es permitir
un fa hasta un 50% de la humedad disponible. Se pide determinar
la función de lámina infiltrada y el tiempo necesario para restituir la
humedad en el perfil enraizado.

Cálculo de la lámina de agua a aplicar:


La = (θCC - θPM ) /100 x Prof x fa
La = (32 – 16)/100 x 90 x 50
La = 7,2 cm
Cálculo de la función de la lámina infiltrada:

67
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Relacionando las funciones de velocidad y de lámina, para obtener la


ecuación de lámina infiltrada:

a
i = a tob I t o( b1)
60 (b  1)
i= 23,0to –0,52
I = 23/(60 x (- 0,52 + 1)) x to(–0,52 + 1)
I = 0,8 to0,48

Cálculo del tiempo de infiltración:


I = 0,8 to0,48
7,2 = 0,8 to0,48
to = 98 min

El tiempo necesario para infiltrar una lámina de 7,2 cm es de 98


min.

3.5 Problemas y preguntas de comprobación


a) Indicar si las siguientes expresiones son Verdaderas (V) o Falsas (F).
( ) El agua de un suelo en punto de marchitez se infiltra a mayor
velocidad en los suelos arenosos que en los arcillosos.
( ) El agua de un suelo en punto de marchitez se infiltra a mayor
velocidad en los suelos arcillosos que en los arenosos.
( ) El agua de un suelo en capacidad de campo se infiltra a mayor
velocidad en los suelos arenosos que en los arcillosos.
( ) Cuando el agua de lluvia llega sobre un suelo en capacidad de
campo, su velocidad de infiltración es más baja al principio y
luego crece.
( ) La infiltración, cuando el suelo se encuentra en capacidad máxi-
ma de saturación, es mayor en los arenosos que en los arcillosos.

68
Riego Andino Tecnificado

b) ¿Por qué disminuye la velocidad de infiltración a medida que trans-


curre el tiempo de riego, hasta llegar a un valor constante?

c) Compare el movimiento horizontal (avance) y el vertical (infiltra-


ción) del agua en suelos arenosos y arcillosos.

d) La ecuación de velocidad de infiltración es i = 6 to–0,5

• ¿Cuál es la carga de agua aplicada en 240 minutos?


• ¿Cuál es la velocidad de infiltración a los 240 minutos de riego?
• Si la densidad aparente del suelo es 1,2 gr.cm–3 y el riego se
efectuó con una humedad gravimétrica de 13%, siendo su hu-
medad en masa a capacidad de campo de 25%, ¿qué profundi-
dad de suelo se mojó hasta alcanzar la capacidad de campo?
• Si el suelo tiene una profundidad total de 80 cm, indique si
quedó un déficit o exceso y a qué volumen de agua correspon-
de éste.

e) Si los coeficientes de la ecuación i = atob son b = -0,31 y a = 12,


¿cuánta agua infiltra en el suelo en 10 minutos?

f) De una prueba de campo se obtuvo la función de velocidad de


infiltración: i = 20 to–0,51 donde i en cm.h–1 y to en min. Se pide de-
terminar el tiempo necesario para infiltrar una lámina de 8 cm.

69
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

70
Riego Andino Tecnificado

Capítulo IV
Fundamentos del riego

Resumen
El riego es la aplicación oportuna, uniforme y eficiente de agua
al suelo, para reponer el agua consumida por el cultivo y la que se
evapora del suelo por acción del clima. Por tanto, en la programación
del riego es necesario dar respuesta a las preguntas ¿cuándo regar,
cuánto regar y cómo regar?

Para un buen riego es básico conocer las relaciones suelo - agua


- planta - clima. Un mal manejo del riego puede provocar menor ren-
dimiento del cultivo, pérdidas excesivas de agua, lavado de nutrientes,
mal drenaje y salinización del suelo y problemas de erosión.

Según las pérdidas que ocurren durante la aplicación del agua a


las unidades de riego, se establece la eficiencia de aplicación (Ea), la
eficiencia de distribución (Ed) y el coeficiente de déficit (CD).

La eficiencia de aplicación es la relación entre el agua almace-


nada en la zona de raíces con respecto al agua aplicada en el riego.

71
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

La eficiencia de distribución indica la uniformidad con que el agua se


infiltra. El coeficiente de déficit es la relación entre el agua que falta
para humedecer por completo la zona de raíces y la cantidad necesa-
ria para mojarla totalmente.

La programación del riego considera la determinación de la lá-


mina de riego (Lr), la frecuencia de riego (Fr) y el tiempo de riego (Tr).

La lámina de riego es la cantidad máxima de agua que puede apor-


tarse en un riego, considerando la lámina neta y la eficiencia de riego.

Para regar bien es importante saber cada cuántos días volver a


regar (Fr), y cuántas horas dejar corriendo el agua para que la canti-
dad sea suficiente hasta cuando se de un nuevo riego (Tr).

El método de riego es la técnica a través de la cual se aplica el


agua al suelo. La selección del método de riego depende de varios
factores como topografía, tipo de suelo, disponibilidad y calidad del
agua, disponibilidad de mano de obra y costos de instalación, opera-
ción y mantenimiento.

En la actualidad se utilizan los métodos de riego por superficie,


por aspersión y localizado (goteo, microaspersión y exudación).

4.1 Conceptos básicos del riego


Lo básico en la práctica del riego es responder a cuatro pregun-
tas fundamentales:

o ¿Qué beneficio se espera con el riego de los campos de cul-


tivo?

72
Riego Andino Tecnificado

o ¿Con qué frecuencia se deben realizar los riegos y cómo se


determina esta frecuencia?
o ¿Durante cuánto tiempo y con cuánta agua debe regarse
una parcela de cultivo?
o ¿En qué forma debe aplicarse el agua al suelo?

Es decir, debe darse respuesta a las preguntas: ¿Por qué regar?,


¿Cuándo regar?, ¿Cuánto regar? y ¿Cómo regar? Encontrando las
respectivas respuestas, se podrá lograr el incremento de la producción
y la productividad de las tierras de cultivo, con lo cual se justificarían
las inversiones necesarias (Hargreaves y Samani, 1991).

Un buen riego humedece el suelo hasta la profundidad donde se


encuentra la mayor parte de las raíces de plantas, y debe ser oportuno,
uniforme y eficiente.

o Oportuno: aplicar el agua al suelo en momentos en que las


plantas la necesitan;
o Uniforme: que no haya falta o exceso de agua en ningún
lugar de la parcela de riego;
o Eficiente: que se aplique la cantidad adecuada de agua,
aprovechando lo mejor posible el agua disponible.

Entonces, regar es la aplicación oportuna, uniforme y eficiente


de agua al suelo, para reponer el agua consumida por los cultivos, y
que se evapora del suelo por acción del clima.

Debe resaltarse, que el agua se aplica al suelo, de tal manera que se


encuentre disponible para las plantas entre dos riegos sucesivos, lo que
justifica el estudio del suelo desde el punto de vista físico (James, 1998).

73
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Un buen riego es básico en la obtención de una ma-


yor productividad. No basta con tener un buen regador.
Es necesario que el encargado del agua domine los co-
nocimientos básicos de cómo debe usarla en el cultivo.

Asimismo, el objetivo del riego es aplicar el agua a la zona de raí-


ces y no a la superficie del suelo. Por ello, un buen riego es aquél que
humedece adecuadamente la zona radicular. Por otro lado, la aplica-
ción debe ser oportuna de tal manera que las plantas no sufran por
déficit, ni por exceso de humedad.

Además, la aplicación de agua al suelo debe realizarse median-


te una técnica adecuada que permita humedecer uniformemente la
zona de raíces, evitando excesos al inicio de la zona regada y déficit al
final (James, 1988).

Si el riego no cumple estos requisitos mínimos se pueden oca-


sionar los siguientes problemas:

o Menores rendimientos de los cultivos por exceso o déficit de hu-


medad.
o Pérdidas excesivas de agua durante el proceso: por escurrimiento
superficial, percolación profunda, evaporación, etc.
o Lavado de nutrientes ocasionado por exceso de agua;
o Mal drenaje y salinización de los suelos, resultando tierras im-
productivas y finalmente abandonadas; y.
o Erosión del suelo.

74
Riego Andino Tecnificado

4.2 Eficiencia de riego


El objetivo final del riego es restituir la humedad del suelo con-
sumida por los cultivos. Es fundamental que el agua sea aplicada en el
momento oportuno y en la cantidad suficiente (Burt, 1995).

Para la determinación de la cantidad suficiente de agua debe co-


nocerse la relación agua - suelo - planta - clima, y debe tenerse en
cuenta el diseño del sistema de riego.

Pérdidas de agua en el sistema de riego


Existen pérdidas de agua de riego que se producen tanto duran-
te su aplicación a las parcelas de riego como en su distribución a las
mismas a través de las conducciones y, en su caso, durante su almace-
namiento en los embalses.

La magnitud de las pérdidas de agua es muy variable ya que depen-


den de diversos factores, tales como las características de la red de distribu-
ción, el método de riego empleado, la naturaleza de los suelos regados, etc.

En zonas regadas por gravedad las pérdidas totales de agua son


del orden del 60% si el riego se realiza correctamente y llegan hasta el
85% si el riego no se efectúa de modo adecuado.

Prescindiendo de las pérdidas que se producen en los embalses


y en las conducciones principales, en las parcelas de riego se diferen-
cian los siguientes tipos de pérdidas:

a) Pérdidas en la red de distribución: Dependen del tipo de


obras (cauces abiertos, revestidos o en tierra, tuberías) y de
las condiciones de su manejo.

75
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

b) Pérdidas en las unidades de riego: Varían principalmente en fun-


ción al método de riego utilizado y la naturaleza del suelo regado.

En el riego por gravedad, las pérdidas por evaporación no tienen


gran significación mientras que resultan inevitables las pérdidas por
percolación profunda (especialmente en suelos ligeros) y pueden ser
importantes las pérdidas por escorrentía, cuando la unidad de riego
desagua libremente, especialmente en los terrenos pesados.

Un suelo es un almacén de agua que cambia la cantidad de agua


con el tiempo debido a que las demandas varían mucho, en función a
las condiciones climáticas, el estado de desarrollo del cultivo y de las
prácticas de riego (Burt, 1995).

Los aportes de agua al suelo, como lluvia o riego, no son total-


mente almacenados y puestos a disposición de las plantas, sino que
se producen pérdidas.

Estas pérdidas de agua son las que ocasionan una baja eficiencia
en el aprovechamiento del recurso y se deben fundamentalmente a la
escorrentía superficial y a la percolación profunda (Figura 4.1).

Figura 4.1 Pérdidas de agua en el suelo

76
Riego Andino Tecnificado

Pérdidas por escorrentía superficial


Representan la cantidad de agua de lluvia o riego que cae sobre
la superficie del suelo pero que éste no puede infiltrar. El agua so-
brante escurre sobre él sin ser aprovechada por el cultivo. Puede ser
grande en algunos sistemas de riego por superficie (principalmente
riego por surcos).

Estas pérdidas se producen al final del área que se riega, cuya cau-
sa principal, generalmente, es el uso de grandes caudales de agua o
tiempos de riego exageradamente largos, así como por problemas de la
pendiente del suelo, como como en los terrenos de laderas (Figura 4.2).

En los suelos con pendientes el agua, ya sea de riego o de lluvia,


escurre en el sentido de la pendiente por la superficie del terreno. Su
velocidad aumenta a medida que el declive se hace mayor. El agua
arrastra suelo y nutrientes, produciéndose problemas de erosión y
empobrecimiento de la fertilidad del suelo (De Laat, 2002).

Una forma de reducir las pérdidas por escurrimiento superficial,


las que son mayores en los suelos arcillosos, es mejorando su veloci-
dad de infiltración, por ejemplo, subsolando terrenos compactados,
adicionando materia orgánica, utilizando estructuras que disminuyan
la velocidad del agua, regando por curvas a nivel o con métodos más
tecnificados, etc.

Pérdidas por percolación profunda


Cuando el agua aplicada sobre la superficie del suelo se infil-
tra, pasa poco a poco hacia las capas más profundas. Si la cantidad
de agua aplicada es mayor que la capacidad de retención del suelo,
entonces percolará hasta profundidades mayores a la zona de raíces

77
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

del cultivo, convirtiéndose en pérdida y que puede originar lavado de


nutrientes. Este proceso se debe, principalmente, al uso de superficies
de riego muy grandes, asociadas con tiempos de riego también exa-
gerados (Figura 4.3).

Figura 4.2 Pérdidas de agua por escorrentía

Figura 4.3 Pérdidas de agua por infiltración

Eficiencia de riego
Existen tres índices para determinar la manera en que se ha rea-
lizado el riego, en relación al aprovechamiento de agua por parte del
cultivo como del ahorro de agua: Eficiencia de aplicación (Ea), coefi-
ciente de déficit (CD) y eficiencia de distribución (Ed).

78
Riego Andino Tecnificado

• Eficiencia de aplicación (Ea)


Se define como la relación entre el agua que queda almacenada
en la zona de raíces para ser aprovechada por el cultivo y el agua total
aplicada con el riego. Su valor dependerá del diseño, estado de los
componentes de la instalación y del manejo del riego. En el riego por
superficie está entre 55% y 85% (Figura 4.4).

• Coeficiente de déficit o Eficiencia de almacenamiento (CD)


Indica la relación entre el agua que ha faltado para humedecer por
completo la zona de raíces (no aportada) y la cantidad total de agua que
hubiera sido necesaria para mojarla totalmente (necesaria). Refleja el
porcentaje de volumen de suelo que debería recibir agua y no lo hace.

Figura 4.4 Esquema que permite visualizar la estimación

de la eficiencia de aplicación

• Eficiencia de distribución (Ed)


Indica la uniformidad en la distribución del agua aplicada con
el riego en el suelo. Si la uniformidad es baja existirá mayor riesgo
de déficit de agua en algunas zonas y de filtración profunda en otras.

79
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Factores que influyen en la eficiencia de riego


Entre los factores que influyen en la eficiencia de las unidades
de riego se tiene:

• Superficies con topografía irregular que provocan el estan-


camiento del agua en las depresiones y que dificultan la
distribución uniforme del agua.
• Métodos inadecuados para distribuir y aplicar el agua de riego.
• Cuando el caudal aplicado no se ajusta a las condiciones de
permeabilidad del suelo: caudales excesivos en suelos poco
permeables (escorrentía) y caudales deficientes en suelos
muy permeables.
• Riego de los campos cuando los suelos están todavía hú-
medos.
• Aplicación de volúmenes excesivos, sobrepasando la capa-
cidad de almacenamiento del suelo en la zona de raíces.
• Falta de atención personal del agricultor durante la opera-
ción de riego.

4.3 Programación del riego


a) Lámina de riego (Lr)
La lámina de riego o dosis de riego se define como la cantidad de
agua aplicada en cada riego para compensar el déficit de humedad del
suelo en el período precedente al del momento del riego.

La lámina neta (Ln) se calcula a partir de los datos del porcentaje


de humedad en masa a capacidad de campo (ωcc), del porcentaje de
humedad en masa a punto de marchitez (ωpm), de la densidad apa-
rente (da), la profundidad radicular del cultivo (Prof) y del factor de
agotamiento (fa), de la siguiente manera:

80
Riego Andino Tecnificado

cc   pm
Ln  . da . Prof . fa
100

La lámina de riego será la lámina neta entre la eficiencia del sis-


tema.

Ln
Lr 
Er
En la práctica, el tratamiento debe ser distinto debido a que el
estado de humedad del suelo en el momento del riego probablemen-
te no coincide con el correspondiente al descenso tolerable de hume-
dad establecido. Ello sucede, por ejemplo, cuando la entrega del agua
es por turnos.

Por tanto, la dosis de riego se debe calcular, determinando pre-


viamente el estado de humedad, mediante alguno de los métodos
indirectos. La lámina de agua a reponer mediante el riego será la ne-
cesaria para llevar el suelo a capacidad de campo.

La diferencia entre los dos estados de humedad (antes del riego


y a capacidad de campo) será la necesaria a aplicar en el riego (Lr).

En la práctica, la dosis varía entre valores del orden de 30 mm


(300 m3.ha–1) para suelos ligeros y cultivos de raíces pequeñas hasta
100 mm (1000 m3.ha–1) para suelos pesados y cultivos de raíces pro-
fundas (Fuentes, 2003).

b) Número de riegos
El número anual de riegos puede estimarse a partir de las nece-
sidades hídricas de los cultivos y de la dosis de riego.

81
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Para un cultivo, instalado en un suelo ligero, cuyas necesida-


des hídricas sean de 7000 m3.ha–1 y al que se aplica una dosis de 500
m3.ha–1, serán necesarios 14 riegos. Si el suelo fuera más pesado, al
que debe aplicarse una dosis de 700 m3.ha–1, se requerirá 10 riegos.

En este aspecto los terrenos pesados son más favorables para


el riego que los ligeros debido que a igualdad de cultivo requieren
menos riegos o tienen un fa mayor y por tanto dan lugar a un menor
costo de la mano de obra.

c) Frecuencia de riego (Fr)


La frecuencia de riego o el intervalo entre riegos, es el número
de días que ha de transcurrir entre un riego y el siguiente. Se calcula
con el valor de la lámina de neta (Ln) y de la evapotranspiración del
cultivo (ETc), mediante:

Ln
Fr 
ETc
d) Tiempo de riego (Tr)
Es el tiempo necesario para que la lámina de agua (Lr) que co-
rresponde exactamente al descenso de humedad existente, se infiltre
en un área del terreno (A)en un caudal (Q) (Calvache,1998).

A x Lr
Tr
Q
4.4 Generalidades de los métodos de riego
El método de riego es la técnica a través de la cual se aplica el
agua al suelo. El uso de un método de riego u otro depende de nume-
rosos factores, entre los que es preciso destacar los siguientes (James,
1998; Fuentes, 2003):

82
Riego Andino Tecnificado

• Topografía del terreno y la forma de la parcela.


• Características físicas del suelo, especialmente las relativas
a su capacidad para almacenar el agua de riego.
• Tipo de cultivo, del cual debe conocerse sus requerimientos
de agua para generar producciones máximas, así como su
comportamiento en situaciones de falta de agua.
• La disponibilidad de agua y el costo de la misma.
• La calidad del agua de riego.
• La disponibilidad de mano de obra.
• El costo de las instalaciones de cada sistema de riego, tanto
en lo que se refiere a inversión inicial como en la operación
y mantenimiento del sistema.
• El efecto en el medio ambiente.

Por otro lado, una vez elegido el método de riego, existen varian-
tes, cuya elección se realizará teniendo en cuenta aspectos particulares.

En la actualidad son tres los métodos de riego utilizados:

• Riego por superficie.


• Riego por aspersión.
• Riego localizado.

En el Ecuador el método de riego superficial más utilizado es el


de surcos, no obstante, en la actualidad en la costa se vienen imple-
mentando los métodos de riego presurizado. En el cuadro siguiente
se detalla información de las técnicas de riego en la Costa ecuato-
riana, para el año 2011; en los últimos cinco años las áreas con riego
presurizado se vienen incrementando aún más y ya se habla de 50000
ha de riego presurizado (Lizano y Calvache, 2007).

83
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

a) Riego por superficie o gravedad


El riego por gravedad es el más antiguo utilizado por el hombre.
Se trata de sistemas de riego muy conocidos, pero que sin embargo,
pueden producir pérdidas de nutrientes por lavado y arrastre, al no
poder controlarse perfectamente las dosis de agua.

Cuadro 4.1 Técnicas de riego en Ecuador (2012)


Origen del Superficie
Técnicas de riego recurso hídrico Cultivos principales estimada (ha)
Por gravedad
Surcos Superficial Algodón, caña de azúcar, 372 000
hortalizas, maíz, papa, etc.
Melgas Superficial Leguminosas-grano, alfalfa 130 000
Pozas (inundación) Superficial Arroz, plátano 120 000
A presión
Aspersión Superficial Frutales, alfalfa 11 200
Cañón Superficial Maíz 500
Pivote Central Superficial Varios 300
Microaspersión Superficial y Flores 2 500
Subterráneo
Goteo Superficial y Cítricos, mango, espárrago 7 200
Subterráneo
TOTAL 663.000

Figura 4.5 Esquemas de riego por gravedad, surcos y melgas

84
Riego Andino Tecnificado

El agua se aplica directamente sobre la superficie del suelo, por


gravedad. El propio suelo actúa como sistema de distribución dentro
de la parcela, desde la cabecera de la parcela, hasta llegar a todos los
puntos de ella. Finalmente el agua alcanza la cola de la parcela (Fi-
gura 4.5).

El agua puede llegar hasta la parcela por medio de cualquier sis-


tema de distribución, por una red de canales o por tuberías (normal-
mente a baja presión). El agua en la cabecera no necesita presión ya
que se vierte sobre el suelo y discurre libremente.

Los sistemas de riego por gravedad se caracterizan por el manejo


del agua en base a las diferencias de carga hidráulica y su conveniente
conducción, sobre el nivel del terreno, a través de surcos (para cultivos
en hilera), melgas (para cultivos densos) o por pozas (para el cultivo
del arroz). Este sistema, que se aplica aproximadamente en el 95% del
área cultivada del país, es conocido como el método tradicional de rie-
go, y se viene aplicando desde los inicios de la agricultura (Goncalves
y Pereira, 1999).

El riego por superficie es un método particularmente recomen-


dable en terrenos con pendientes muy suaves en las que no sea preci-
so realizar trabajos de nivelación del suelo, que son costosos y pueden
afectar negativamente la profundidad efectiva del suelo.

Es el método de riego menos costoso en instalación y manteni-


miento, y una vez que el agua llega a la parcela no existe costo en la
aplicación del agua. Por otro lado, es el sistema de riego que utiliza el
agua de forma menos eficiente, aun cuando se realice un adecuado
diseño y manejo del riego.

85
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Actualmente, los métodos de riego superficial han adquirido una


gran importancia debido a los elevados costos de la energía en los
métodos de riego presurizados y a la tecnificación o modernización
con incorporación de variados niveles de automatización, de los mé-
todos superficiales.

Los métodos de riego superficial requieren, por lo general, ni-


veles de disponibilidad de agua muy superiores al riego presurizado.
Por ejemplo, el riego por surcos requiere de, por lo menos, un caudal
disponible de 10 l.s–1, para asegurar un buen manejo del agua en un
área básica de riego.

b) Riego por aspersión


En este método el agua es aplicada al cultivo en forma de lluvia,
lo que no produce problemas de erosión, pudiendo regarse terrenos
disparejos o con altas pendientes. El agua es conducida por tuberías
de PVC o aluminio y es impulsada a presión, por lo tanto se necesita
un equipo de bombeo o carga hidráulica natural (diferencia grande
de nivel, aproximadamente 35 m) entre el canal y el campo a regar
(Hlavek, 1986; García y Briones, 1997; Calvache, 1998).

Se puede regar con este sistema cultivos de cereales, praderas y


otros cultivos; pero tiene el inconveniente de que su costo es elevado,
pero con la ventaja de que con muy poca agua se puede regar una
superficie mucho mayor que con los métodos superficiales.

86
Riego Andino Tecnificado

Figura 4.6 Instalación de riego por aspersión

c) Riego localizado
Riego por goteo: En este método el agua circula por pequeñas
tuberías de polietileno y es entregada en forma de gotas a las plantas
por emisores llamados goteros (Figura 4.7).

Figura 4.7 Instalación de riego por goteo

También necesita de un equipo de bombeo o de un desnivel


adecuado, pero requiere menor presión que el riego por aspersión.

87
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Se puede usar en frutales o en hortalizas, usando pequeñas tuberías


flexibles o cintas con goteros incorporados. También tiene la desven-
taja del alto costo inicial, pero la economía en agua es mayor (Keller y
Bliesner, 1990, Keller, 1998; Calvache, 1998).

Riego por microjet: En este método el agua circula a presión por


tuberías del mismo material que en el riego por goteo, pero el agua es
entregada en forma de lluvia por pequeños aspersores (microasper-
sores). Se usa principalmente en frutales (Figura 4.8).

Figura 4.8 Riego por microaspersión (microjet)

Riego por exudación: Es un sistema que aplica el agua de forma


continua mediante un tubo poroso que exuda agua en toda su longi-
tud y en la totalidad o parte de su superficie.

El agua exudada a través de los pequeños poros de la pared del


tubo poroso, produce una banda de humedad continua, ancha y uni-
forme en toda la longitud de las líneas de riego.

88
Riego Andino Tecnificado

Las líneas de riego de tubos porosos pueden colocarse sobre la


superficie del suelo o enterradas, a la profundidad de mayor desarro-
llo de las raíces del cultivo (Jensen, 1980; Bucks y Nakayama, 1985).

Las presiones de trabajo son menores que las de los goteros: 2-3
mca, e incluso escasos decímetros de presión (Figura 4.9).

Figura 4.9 Riego por exudación (manguera porosa)

4.5 Ejemplo práctico


Del estudio de suelos se obtuvo: densidad aparente: 1,5 g.cm–3;
humedad a capacidad de campo (masa): 24%; humedad a punto de
marchitez (volumen): 18%; nivel de agua aprovechable (fa): 0,5.

• Función de avance: X (m) = 21,5 Ta0,6


• Función de velocidad de infiltración: i (cm/h) = 25,08 To–0,45

La ETc mínima es 2,5 mm.día–1 y la máxima es 4,0 mm.día–1.


Para una profundidad de cultivos de 0,50 m, calcular:

89
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

a. Requerimiento neto de agua


b. Frecuencia de riego
c. Longitud óptima del surco
d. Tiempo de riego
e. Cantidad de agua requerida en m3.ha–1, si se tiene una eficiencia
de aplicación del 70%.

cc   pm
a) Lámina neta: Ln  . da . Prof . fa
100
Ln= (24 * 1,5 – 18)/100 x 50 x 0,5
Ln= 4,5 cm.
La lámina que se desea infiltrar es de 4,5 cm.

Ln
b) Fr 
Frecuencia de riego:
ETc
Fr = 45/4 = 11,25
Fr = 11 días.
Para las condiciones del ejemplo se debe regar cada 11 días.

c) Tiempo de riego total: Tr = Ta + To


Para la determinación de To es necesario definir la función de la lámi-
na infiltrada: a
I t 0( b1)
60 (b  1)

I = 25,08/[(-0,45+1)(60)] To(-0,45+1)
I = 0,76 To0,55
4,5 = 0,76 To0,55
To = 25,37 min.

Para diseño, se asume: Ta = To/4


Ta = 6,34 min.

90
Riego Andino Tecnificado

Tr = 25,37 + 6,34
Tr= 31,71 min.
El tiempo de riego será de 31,71 min.

d) Longitud óptima del surco


Para determinar la longitud óptima del surco se utiliza la función de
avance:
X (m) = 21,5 Ta0,6
X (m) = 21,5 (6,34)0,6
X = 65,1 m
La longitud óptima del surco será de 65 m.

e) Cantidad de agua requerida


La cantidad de agua requerida a nivel de la parcela se calcula con la
lámina de riego:
Lr = Ln/Ea
Lr = 4,5/0,7
Lr = 6,43 cm
Cambio de unidades: 6,43 cm = 643 m3.ha–1
A la entrada de la parcela se debe entregar 643 m3.ha–1.

4.6 Problemas y preguntas de comprobación


1) ¿Qué indica una eficiencia de aplicación de 75 % en un sistema de
riego por gravedad?

2) ¿Cómo se puede elevar la eficiencia de riego en los sistemas por


gravedad?

3) En un terreno de 400 m de ancho por 600 m de largo, se proyecta


sembrar maíz, con un espaciamiento de 30 cm entre plantas y 80

91
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

cm entre surcos. Como en la zona existen problemas con el sumi-


nistro del agua, el criterio para el riego es considerar un factor de
agotamiento del 60%. Según estudios hidrológicos, el valor crítico
de la ETc corresponde al mes de febrero y es de 196 mm. De los
estudios de campo se obtuvo la siguiente información:

• Densidad aparente: 1,42 g.cm–3


• Humedad a capacidad de campo (masa): 22,5%
• Humedad a punto de marchitez (volumen): 14,2%
• Función de avance: X (m) = 12,5 ta0,57
• Función de velocidad de infiltración: i (cm/h) = 18,9 to-0,58

Si se considera una profundidad de raíces de 70 cm, se pide cal-


cular:
a. ¿Con qué frecuencia debe regarse en el mes crítico?
b. Longitud óptima del surco.
c. Tiempo de riego total.
d. ¿Cuántos m3.ha–1 se requieren a nivel de la parcela de riego
si la eficiencia de aplicación es de 65%?

4) Se proyecta regar papa por gravedad (profundidad de raíces 50


cm). Según los estudios hidrológicos, el valor de la ETc para el mes
crítico es de 5,0 mm.día–1. De los estudios de campo se obtuvo la
siguiente información:

Prof(m) WCC (%) WPM (%) Da (g/cc)


0 – 30 15 7 1,50
30-100 26 12 1,35
Ecuación de lámina infiltración: i (cm) = 0,685 t 0,48
Ecuación de Avance: X (m) = 20 t 0,5

92
Riego Andino Tecnificado

Calcular:
a. Lámina de agua neta (Lr) a regar.
b. Tiempo de riego total.
c. Cantidad de agua en m3 requerido por hectárea para una
eficiencia de 70%.
d. Frecuencia de riego.

5) De las pruebas de campo, en un terreno sembrado por surcos con


un cultivo de papa cuya profundidad máxima de raíces es de 80
cm, se obtuvo la siguiente información:

• Densidad aparente: 1,5 g.cm–3


• Humedad a capacidad de campo (masa): 16%
• Humedad a punto de marchitez (volumen): 12%
• Función de avance: X (m) = 11,4 ta0,72
• Función de velocidad de infiltración: i (cm.h–1)= 21,5 to-0,57

Considerando una ETc para el mes crítico de 5,4 mm.día–1

Calcular:
a. ¿Con qué frecuencia se regará en el mes crítico?
b. Longitud óptima del surco.
c. Tiempo de riego total

¿Cuántos m3.ha–1 se requieren a la entrada de la parcela? Asuma


la eficiencia de aplicación del 75%

6) Calcular el tiempo de riego para una ha de un cultivo de papa, con


un caudal de 20 l.seg–1, para aplicar una lámina de riego de 20 mm
con una eficiencia de aplicación del 60%.

93
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

94
Riego Andino Tecnificado

Capítulo V
Riego por surcos

Resumen
El método de riego por surcos consiste en aplicar el agua super-
ficialmente, a través de pequeños canales (surcos), haciéndola correr
desde el extremo inicial (cabecera) del surco hasta su extremo final,
siguiendo una determinada pendiente. El agua se infiltra en el suelo
desde el fondo y de los lados de los surcos, llegando hasta la zona de
raíces de los cultivos.

Se adapta mejor a los cultivos en hilera, a suelos de textura me-


dia a moderadamente fina y a terrenos con pendientes bajas. La ope-
ración del sistema considera el aporte de agua a los surcos, desde la
acequia de cabecera y el avance del agua a lo largo del surco, hasta
alcanzar el extremo final. El tiempo de riego se completa cuando se
logra infiltrar el agua necesaria para humedecer la profundidad de
raíces, tanto en la cabecera como al final del surco.

El riego por surcos presenta como ventajas: bajos costos de ins-


talación y operación, flexibilidad en el manejo de los caudales de rie-

95
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

go, moderada eficiencia de aplicación, lavado de sales, etc. Entre las


desventajas, se tiene: pérdida excesiva de agua en suelos ligeros, pe-
ligro de erosión en terrenos de fuertes pendientes, baja eficiencia en
condiciones inadecuadas de manejo, etc.

El riego por surcos tradicional, bien manejado, puede alcanzar


eficiencias de aplicación de 60-70%; con la tecnificación puede alcan-
zarse eficiencias hasta el 80%.

Como variantes del riego por surcos, se menciona a las corru-


gaciones, los surcos en contorno, en zigzag y con tazas redondas o
cuadradas.

En cuanto al diseño, se debe considerar los siguientes factores:


orientación y forma de los surcos, distanciamiento entre surcos, lon-
gitud y pendiente de los surcos, velocidad y caudal y tiempo de apli-
cación.

5.1 Definición, características y operación del sistema


En este método se hace correr el agua por pequeños canales
(surcos), desde la acequia madre hacia los cultivos, distribuidos en hi-
lera, siguiendo determinada pendiente (Figura 5.1). El agua se infiltra
en el fondo y a los lados de los surcos, llegando hasta la zona de raíces
de los cultivos, reponiéndose así el agua del suelo consumida por los
cultivos (Figura 5.2).

96
Riego Andino Tecnificado

Figura 5.1 Aplicación de agua por el método de surcos

Figura 5.2 Infiltración en el fondo y a los lados de los surcos

El agua aplicada no moja la totalidad de la superficie, disminu-


yendo la evaporación directa desde el suelo.

La calidad del riego depende de la adecuación del terreno, sien-


do muy importante realizar una buena nivelación de la parcela a regar
y un correcto diseño de los surcos. Es una alternativa muy antigua,
que aún tiene vigencia y se sigue perfeccionando o tecnificando.( Be-
nami y Ofen, 1993; Cisneros et al., 1998).

Se adapta mejor a cultivos en hilera (papa, maíz, sorgo, etc.).


También es adecuado para el riego de cultivos que sufren daños cuan-
do el agua cubre su tallo.

97
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Se adecua mejor en suelos de textura media a moderadamente


fina. En suelos de textura fina y permeabilidad baja, el caudal y la pen-
diente deben ser muy pequeños para evitar una escorrentía excesiva.
En suelos arenosos el movimiento del agua será principalmente hacia
abajo con muy poca penetración lateral.

Figura 5.3 Esquemas del riego por surcos

Etapas en la operación del riego por surcos:

a) Se vierte el agua en la cabecera del surco y avanza a través de


la longitud del surco y se infiltra.

b) El agua llega al final del surco:

98
Riego Andino Tecnificado

• Continúa el riego para humedecer la profundidad de la


zona de raíces.
• Una parte del agua escurre.
• En la cabecera del surco se llega a humedecera la profun-
didad deseada, pero al final del mismo todavía no, por lo
tanto, continúa el riego.
• Cuando la lámina es suficiente al final del surco. Se detiene
el riego.
• Una parte del agua de riego se percola fuera de la zona
radicular y otra parte, escurre al final del surco.

5.2 Ventajas y desventajas


Ventajas:
• No necesita grandes inversiones en equipos.
• Moderada eficiencia de aplicación de agua. Si el diseño y
el manejo del riego son adecuados, puede obtenerse una
buena eficiencia de aplicación.

99
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

• Al permanecer seca el área entre los surcos, el riego no in-


terrumpe las demás labores.
• Tiene gran flexibilidad en cuanto al caudal de riego; usando cau-
dales reducidos se disminuye el peligro de erosión del suelo.
• Con surcos en contorno se reduce el peligro de erosión del
suelo.
• Se pueden usar tuberías y sifones para regular los caudales
aplicados a los surcos.
• El lavado de sales es fácil y barato, de ser necesario
• Es adecuado para cultivos que requieren de aporque.
• Puede emplearse equipos de control de bajo costo.

Desventajas:
• Pérdidas excesivas de agua,especialmente en suelos arenosos.
• Pérdidas importantes de agua por escurrimiento superficial.
• Es difícil aplicar dosis pequeñas de riego.
• Las sales pueden concentrarse en la parte superior de los
bordos.
• Peligro de erosión en terrenos de fuerte pendiente.
• Eficiencia de riego es baja,cuando el sistema no está bien
diseñado y operado.
• Exige mayor cantidad de mano de obra que otros métodos
de gravedad.
• Se pueden presentar dificultades para lograr un riego uni-
forme.

5.3 Eficiencia de aplicación


La eficiencia del riego por surcos, dependen del caudal de entra-
da en la cabecera del surco y el tiempo de riego.

100
Riego Andino Tecnificado

La eficiencia de aplicación que se logra con este método puede


calificarse de buena, al compararla con el resto de métodos superficia-
les, sobre todo si las condiciones de diseño y manejo del sistema son
las adecuadas (Gurovich, 1999; Calvache, 2010).

En el riego por surcos tradicional bien manejado, la eficiencia de


aplicación puede alcanzar valores de 60-70%;en el riego por surcos
modernizado, puede llegar a superar el 80% (Figura 5.5).

Figura 5.5 Esquema que muestra la determinación de la eficiencia de aplicación en surcos

a) Caudal en la cabecera del surco


• Con caudales muy bajos: El frente de agua avanza muy lenta-
mente y el tiempo de infiltración en la cabecera del surco es
muy grande. Se producen importantes pérdidas por percola-
ción profunda, generando baja eficiencia y mala uniformidad.

101
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

• Con caudales muy grandes: El frente de agua avanza muy


rápido, produciendo rápidamente escorrentía, con impor-
tantes pérdidas.Buena uniformidad pero baja eficiencia.

• Utilización de un solo caudal bien adoptado: Se produce


equilibrio entre las pérdidas por percolación y por escurri-
miento. La eficiencia de aplicación oscila entre 60 y 70%.

• Utilización de 2 caudales diferentes: Con un caudal de en-


trada alto durante el avance del agua hasta el final del surco
y un caudal menor durante la infiltración. Se produce un
rápido avance, con bajas pérdidas por escurrimiento.La efi-
ciencia y uniformidad pueden superar el 80%.

102
Riego Andino Tecnificado

b) Tiempo de riego
El tiempo de riego es la suma del tiempo de avance (tiempo ne-
cesario para que el agua alcance el final del surco) y el de infiltración
(tiempo necesario para aportar la dosis deseada al final del surco).

5.4 Variantes
• Corrugaciones: Una variación del riego por surcos, que se uti-
liza en cultivos densos sin laboreo, son las corrugaciones, que
consisten en pequeños surcos muy próximos, alineados según la
mayor pendiente de la parcela. Las corrugaciones típicas tienen
un fondo de 6 cm de ancho, pendiente lateral de 1 a 1, y profun-
didad de 10 a 15 cm.

• Surcos en zigzag: En el riego de frutales se usa mucho los sur-


cos en zigzag para disminuir la velocidad del agua y aumentar
el tiempo de riego a fin de lograr una infiltración mayor en los
suelos poco permeables.

• Surcos en tazas redondas o cuadradas: También en frutales se


usan los surcos en tazas redondas o cuadradas alrededor de un
árbol, sin mojar el tronco para evitar plagas y enfermedades.

• Surcos en contorno: Este método de riego sirve para reducir la


erosión y conseguir mejores rendimientos en terrenos con cierta

103
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

pendiente. Se adapta muy bien en casi todo tipo de suelos, sin


embargo, no es recomendable en suelos arenosos que son ines-
tables, ni tampoco en suelos arcillosos (Figura 5.6).

Figura 5.6 Riego por surcos en contorno

Para obtener un riego eficiente en cultivos con surcos poco pro-


fundos, deben limitarse a pendientes menores a 3%.Los cultivos per-
manentes, como frutales, pueden regarse exitosamente mediante sur-
cos en contorno, en terrenos con pendientes de hasta 20%.

5.5 Elementos básicos de diseño


En el diseño del sistema de riego por surcos debe tenerse en
cuenta los siguientes factores:

a) Orientación de los surcos: Que varía según la pendiente del terre-


no; si ésta es muy grande y el agua corre muy rápido, existe peligro
de erosión del suelo, por lo que deben realizarse los trabajos nece-
sarios de nivelación del terreno (Figura 5.7).

b) Forma de los surcos: La forma y ancho de los surcos depende del


implemento que se utilice y varía de acuerdo con el tipo de suelo y
el cultivo.

104
Riego Andino Tecnificado

Existen surcos de sección triangular o tipo “V”, cuyas dimen-


siones varían de 15 a 20 cm de profundidad y 25 a 30 cm de ancho
superior. También se tienen surcos de sección parabólica, cuyas di-
mensiones usuales son: profundidad, 30 a 35 cm; fondo, 15 a 30 cm;
y cresta, 20 a 90 cm.

En suelos erosionables no son recomendables los surcos de sec-


ción triangular. Por otra parte, los surcos anchos y de reducida profun-
didad facilitarán la lixiviación de las sales.

En suelos de baja velocidad de infiltración se recomienda surcos


con mayor perímetro mojado (mayor área de infiltración), para redu-
cir el tiempo de aplicación de agua. En un surco profundo y estrecho,
el peligro de salinización es mayor que en un surco redondeado, en el
cual el agua llena el surco y además fluye (Figura 5.8).

Figura 5.7 Parcela con riego por surcos, mostrando la orientación de los mismos

105
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 5.8 Forma de los surcos y su relación con las sales

c) Distancia entre surcos: Generalmente está determinada por el culti-


vo y por las prácticas culturales, especialmente si se usa maquinaria.

El espaciamiento, en general, debe ser menor en suelos de textura


gruesa que en los de textura pesada, en función a las condiciones del
movimiento lateral del agua en el surco y la profundidad humedecida.

En suelos arcillosos el agua se infiltra más lentamente y su mo-


vimiento hacia los lados es mayor que en terrenos arenosos.En suelos
arcillosos, la infiltración en el fondo del surco es menor que en suelos
arenosos.

Una buena separación entre surcos permite que se humedezca


gran parte de las raíces del cultivo. En la práctica se emplean distan-
cias entre surcos que varían entre 0,75 y 1,5 m, según el cultivo y el
tipo de suelo. En el riego de frutales, los surcos pueden distanciarse
de 0,9 a 1,8 m.

Para elegir una buena separación entre surcos se recomienda


hacer una prueba de aplicación de riego antes del establecimiento de
los cultivos. La prueba consiste en trazar dos surcos sobre el terreno y
aplicar agua sobre ellos (Figura 5.9).

106
Riego Andino Tecnificado

Si al revisar se encuentra que la zona seca en el borde es mayor


que el ancho de cada surco, entonces éstos están demasiado separados.

En cultivos de labores agrícolas mecanizadas (papas), debe te-


nerse en cuenta el ancho de la maquinaria. El ancho de llantas de
la maquinaria de cosecha hace que el distanciamiento óptimo entre
surcos sea de 1,20 m.

Figura 5.9 Distanciamiento entre surcos y el humedecimiento del suelo

d) Longitud de los surcos: Depende del tamaño y la forma de la parce-


la, del tipo de suelo y del cultivo. A medida que los surcos son más
largos, en la cabecera aumenta la cantidad de agua que se pierde
por percolación profunda.

En los suelos arenosos, la velocidad de infiltración es mayor que


en los arcillosos. Para disminuir las pérdidas de agua, se debe acortar
los surcos.

Para determinar la longitud máxima del surco es necesario hacer


ensayos de campo con distintos caudales, para conocer sus velocida-
des de avance. La longitud máxima del surco será la distancia reco-
rrida por el caudal máximo admisible, en aproximadamente 1/4 del
tiempo de riego.

107
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Las longitudes más frecuentes están comprendidas entre 90 y


150 m. Al emplear surcos demasiado largos se producen pérdidas ex-
cesivas por percolación profunda y erosión.

Debe tenerse en cuenta que la reducción de la longitud de los


surcos conduce a:

o Mayor parcelamiento de la propiedad.


o Aumento de la longitud de las acequias y de las estructuras
de riego.
o Mayores dificultades para las labores mecanizadas.
o Mayores costos de operación y mantenimiento del sistema
de riego.

Por tales razones, al determinar la longitud de los surcos deberá


hacerse un cuidadoso análisis de todos los aspectos relacionados con la
funcionalidad del riego en el campo, con las demás labores culturales.

Existen longitudes de surcos recomendables para diferentes


pendientes y condiciones de textura del suelo, tal como puede obser-
varse en el Cuadro 5.1.

Cuadro 5. 1 Longitud máxima de los surcos (m), para regar una profundidad de 50 cm
Pendiente (%) Suelos de textura
Arenoso Franco Arcilloso
0,5 105 170 225
1,0 70 115 150
2,0 50 80 105

e) Pendiente: Elemento muy importante en el riego por surcos, por los


problemas de erosión que se puede causar. La forma más eficiente
de regar por surcos es cuando éstos tienen pendiente uniforme.

108
Riego Andino Tecnificado

La pendiente de los surcos se define según el tipo de suelo. En


suelos pesados la pendiente recomendable debe ser menor de 1.5-
2.0% para no causar problemas de erosión. En el Cuadro 5.2 se pre-
senta las pendientes máximas, según el tipo de suelo.

f) Velocidad del agua en los surcos: Es un factor muy importante que


debe manejarse adecuadamente. La cantidad de agua que llega a
la zona de raíces depende de la velocidad con que el agua recorre
el surco.

Las variables más importantes que definen la velocidad de avan-


ce en el surco son: capacidad de infiltración del suelo, textura, pen-
diente, geometría del surco, caudal, etc.

Si la velocidad es muy grande, el agua corre libremente causan-


do erosión, sin permitir que se infiltre desde los lados de los surcos.
Si la velocidad es baja, el agua tiende a estancarse y las pérdidas por
percolación profunda son muy elevadas.

Cuadro 5.2. Pendiente máxima según tipo de suelo


Pendiente máxima
Suelo (%)
Arena 0,25
Franco arenoso 0,4
Franco limoso 0,5
Arcilloso 2,0 – 2,5
Franco 5,0 – 6,25

g) Caudal de agua en los surcos: El caudal a aplicar en el surco no debe


ser excesivo, que no desborde y que alcance el final del surco en el
tiempo señalado (1/4 del tiempo necesario para que se infiltre en
el suelo la lámina neta de riego).

109
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

El caudal que puede conducir un surco depende de su sección


y de sus condiciones hidráulicas como rugosidad, vegetación, etc. Sin
embargo, el caudal a aplicar estará limitado además por la pendiente
y la erodabilidad del suelo.

Una expresión ampliamente aceptada y que entrega un buen ín-


dice para estimar el “caudal máximo no erosivo” (Qmáx) en función de
la pendiente (s) es la siguiente:

Qmáx. = 0,63/p
Donde:
Qmáx = caudal máximo (l.s–1)
p= pendiente del terreno (%)

Por ejemplo, para una pendiente de 1,5%, el caudal máximo ero-


sivo a utilizar será de 0.42 l.s–1.

También se puede hacer uso de tablas que relacionan el gasto


máximo no erosivo con las pendientes críticas en los surcos.

Cuadro 5.2 Caudal máximo no erosivo y pendientes críticas en surcos


Pendiente del Caudal máximo Observaciones
Surco p (%) Qm (l.–1)
0,1 6,0 Caudal indicado es, aproximadamente, el doble de la capacidad normal de los
surcos para pendientes de 0,1%. La erosión no es significativa cuando los sur-
cos trabajan en estas condiciones.
0,3 2,0 Esta pendiente está cerca del límite máximo donde los surcos trabajan a su
capacidad total sin causar serios problemas de erosión.
0,5 1,2 A esta pendiente habrá erosión a menos que el caudal sea menor que la ca-
pacidad del surco.
2,0 0,3 Este caudal reducido es para prevenir la erosión a esta pendiente alta, conside-
rada como máxima para el método de riego por surcos.
Basada en la ecuación Qmáx = 0,63/p

110
Riego Andino Tecnificado

h) Tiempo de aplicación de agua: Se debe considerar los siguientes as-


pectos importantes:

• El tiempo de avance (Tavanc) es aquél en que el agua llega al


final del surco.

Figura 5.10 Perfil de humedecimiento para el tiempo de avance,

en que el agua alcanza el final del surco.

• Se continúa aplicando el agua hasta completar el tiempo de


riego en la cabecera. También se asume una rápida infiltra-
ción del agua en el surco.

• El tiempo de aplicación del caudal (Ta) considera completar


el tiempo de riego en todo el surco; se considera además, la
infiltración inmediata del agua.

El tiempo requerido de aplicación del caudal al surco es (Har-


greaves y Samani, 1991):
Ta  To  Tavanc  Tret
Donde:
Ta= tiempo de aplicación del caudal (min)
To= tiempo requerido para que se infiltre en el suelo la lámina
neta de riego (min).

111
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Tavanc= tiempo para que el agua alcance el final del surco (min).
Tret = tiempo de retirada del agua del surco.

Figura 5.11 Frente de humedecimiento del suelo cuando el agua se corta completando pro-

fundidad de humedecimiento al final del surco, correspondiente al tiempo de aplicación (Ta)

Figura 5.12 Frente de humedecimiento del suelo cuando el agua se corta completando

sólo la profundidad de humedecimiento en la cabecera del surco.

5.6 Ejemplo práctico


Se desea realizar la evaluación del riego por surcos existentes en
un campo cuyas características son las siguientes:
• Tipo de suelo: Franco.
• Cultivo: papa.
• Separación entre surcos: 95 cm.
• Longitud surcos: 250 m.

112
Riego Andino Tecnificado

• Ancho de la parcela (en la dirección de la longitud de los


surcos): 255 m.
• Pendiente de los surcos: 0,4%.
• Lámina neta de riego que se desea aplicar: 100 mm.
• Caudal introducido en cada surco: 1,1 l.s–1.
• Tiempo que se está aplicando el caudal al surco: 480 min.
• Tiempo que emplea el agua en llegar al final del surco: 250 min.

Las ecuaciones de infiltración obtenidas a partir de las pruebas


correspondientes son:

• Velocidad de infiltración (mm.h–1): I = 235 T-0,57


• Infiltración acumulada (mm): F = 9,11 T0,43

Las curvas de avance para los diversos caudales se dibujaron a


partir de los datos obtenidos en el ensayo de riego. Las conclusiones
del ensayo de riego efectuado son las siguientes:

• Tiempo de riego (tiempo para incorporar al suelo 100 mm):


263 min.
• El agua alcanza el final del surco en 250 min. Este valor es
superior a los 66 min (263 x 1/4) en los que aproximada-
mente debería haberlo alcanzado.
• El tiempo que se está aplicando el caudal al surco es de 480
min. Valor superior a los 329 min (263 min + 66 min), que
debería ser el tiempo de aplicación.
• El tiempo de oportunidad al final del surco es de 230 min
(480 min – 250 min), inferior a los 263 min necesarios para
que se infiltre la lámina de riego.

113
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Por consiguiente, habrá pérdidas importantes por percolación al


principio del surco y al final habrá déficit de riego.

Mejora del riego anterior:


• La mejora del riego anterior puede hacerse incrementando
el caudal de cada surco, acortando la longitud de los surcos
o haciendo ambas cosas a la vez.

• A partir de las curvas de avance se observa que en 66 min


(263 x 1/4) el caudal de 1,38 l.s–1 (máximo no erosivo) al-
canza 140 m y el caudal de 1,1 l.s–1 alcanza 120 m. De la
tabla de caudal máximo, se obtiene que para pendientes del
0,4%, ésta debe ser de 1,5 l.s–1.

Curvas de avance

• La longitud seleccionada para el surco será de 125 m, que


permitirá dividir el largo de la parcela en dos surcos y dejará

114
Riego Andino Tecnificado

terreno para las acequias y drenes. El caudal aplicado en


cada surco continuará siendo de 1,1 l.s–1.
• El tiempo de avance para los 125 m será de 70 min.
• El tiempo de aplicación del caudal al surco será:

Ta = 263 min + 70 min = 333 min

La eficiencia de riego que se obtendrá será:

• Altura de agua que se desea aplicar: 100 mm


• Altura de agua aplicada: (1,1 l.s–1 x 333 min) / (125 m x 0,95
m): 182 mm
• Eficiencia del riego (100 / 182 x 100): 55%

5.7 Problemas y preguntas de comprobación


a. Tome los principales datos de los problemas del Capítulo IV, para
plantear el diseño y programación del riego por surcos, conside-
rando algunas variaciones a los datos correspondientes a determi-
nadas condiciones de clima y tipos de suelos predominantes en su
ámbito de acción.

b. ¿Qué relación podría establecer entre mejoramiento de la eficien-


cia de riego en el método por surcos y los costos del sistema?.

c. ¿Cuáles son los mayores problemas que presenta el sistema de


riego por surcos, en la zona donde desarrolla sus actividades?

d. Enumere los cuatro factores que considere más importantes en el


diseño de un sistema de riego por surcos.

115
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

e. ¿Qué le sugiere una eficiencia de aplicación del orden del 70% y


otra del 25%, en el riego por surcos?

f. ¿Qué consideraciones relevantes tomaría en la evaluación de un


sistema de riego por surcos?

116
Riego Andino Tecnificado

Capítulo VI
Riego por melgas

Resumen
El método de riego por melgas consiste en dividir la parcela en
franjas, delimitadas por diques, a ambos lados, con pendiente lon-
gitudinal y un canal de cabecera que provee el agua de riego. Tiene
como característica principal su exigencia en nivelación del terreno.
Se usa en cultivos densos (pastos, alfalfa) y en algunos frutales (man-
zanos, cítricos, etc).

La operación del sistema considera el aporte de agua a los mel-


gas, desde la acequia de cabecera, la distribución y avance del agua a
lo largo de la melga, durante el tiempo requerido para que se infiltre
la lámina requerida para humedecer la zona de raíces.

El riego por melgas presenta como principales ventajas: bajos


requerimientos de mano de obra, bajos costos de mantenimiento,
buen lavado de sales, etc. Entre las desventajas, se tiene: necesidad de
terrenos nivelados, requerimiento de caudales grandes, baja eficiencia
en condiciones inadecuadas de manejo, etc.

117
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

El riego por melgas tradicional, bien manejado, puede alcanzar


eficiencias de aplicación de 50-60%; con la tecnificación puede alcan-
zarse eficiencias mayores.

Como variantes se menciona sólo a las melgas en contorno.

En cuanto al diseño, debe considerarse los siguientes factores:


ancho y longitud de la melga, distanciamiento entre melgas, pendien-
tes de las melgas, caudal y tiempo de aplicación.

6.1 Definición, características y operación del sistema


El método de riego por melgas consiste en dividir la parcela en
franjas, delimitadas por diques a ambos lados, con pendiente longi-
tudinal y un canal de cabecera que provee el agua de riego. El agua se
aplica en el extremo superior de la faja, desde las acequias de cabecera
y fluye en la faja como una lámina, pendiente abajo (Figura 6.1).

El caudal aplicado debe ser tal que se distribuya en la faja en


un tiempo igual al que necesita el suelo para que se infiltre la lámina
requerida. Una vez entregado el volumen de agua requerido a la faja
se corta la entrada de caudal (Figura 6.2).

El agua que queda almacenada temporalmente en la superficie


del terreno se infiltra, completándose el riego.

6.2 Ventajas y desventajas


Ventajas
• Se puede obtener una buena eficiencia de aplicación, si el
diseño y el manejo del riego son adecuados.
• Los requerimientos de mano de obra son bajos. Uso efi-

118
Riego Andino Tecnificado

ciente de la mano de obra durante el riego.


• Se pueden diseñar las fajas con dimensiones adecuadas
para la operación eficiente de la maquinaria.
• Se pueden utilizar caudales grandes, lo que permite un me-
nor tiempo de riego.
• Una vez adecuada la parcela, la preparación para el riego
(construcción de bordes) es barata y fácil.
• Asegura un buen lavado de las sales.
• Bajos costos de mantenimiento.

Figura 6.1 Predio agrícola con riego por melgas y esquema de una melga

Desventajas
• Se requiere una nivelación de suelos muy precisa, tanto en
el sentido del riego como en sentido transversal, siendo
importante que la pendiente tienda a cero para lograr una
distribución uniforme en todo el ancho de la melga.
• La pendiente en el sentido del flujo debe ser mayor a 0,2% y
no debe superar el 2% para evitar los problemas de erosión.
• Se requieren caudales relativamente grandes, del orden de
2 a 6 l.s–1.

119
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

• Dificultad en las labores de cultivo y cosecha.


• Cultivos sensibles al déficit de aireación pueden ser afectados.

Figura 6.2 Campo de cultivo con melgas en operación

Figura 6.3 Esquema que muestra el proceso de

avance superficial del agua y la infiltración

6.3 Eficiencia de aplicación


La eficiencia de aplicación en el riego por melgas depende fun-
damentalmente del manejo de los caudales de avance y de la infiltra-
ción. También dependerá de otros factores, tales como la pendiente, el
tipo de suelo, etc. (Figura 6.5).

120
Riego Andino Tecnificado

En el riego por melgas, bien manejado, pueden alcanzarse efi-


ciencias de aplicación del orden de 50-60%, pudiendo ser mayores
según la tecnificación del sistema (Cuenca, 1989).

Figura 6. 4 Melgas en pastos

Figura 6.5 Según la operación del sistema es posible obtener altas

eficiencias de aplicación y buena uniformidad del riego por melgas

121
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

6.4 Variantes
Melgas en contorno
• Delimitadas por diques en contorno o a curvas de nivel (Fi-
gura 6.6).

Figura 6.6 Predio con melgas en contorno.

• Cultivos: adaptados a huertos, cultivos de granos y forrajes


(Figura 6.7).
• Topografía: Método implementado en terrenos irregulares,
con pendientes menores del 2%.
• Abastecimiento de agua: Se necesitan caudales mayores de
30 l.s–1.
• Suelos: de textura entre media y fina, que no se agrieten al
secarse.
• Observaciones: Se necesita poca nivelación del terreno.

122
Riego Andino Tecnificado

Figura 6.7 Cultivo de pastos con riego por melgas en contorno

6.5 Riego por pozas


El riego por pozas consiste en la distribución de agua por gra-
vedad sobre toda la superficie de un terreno encerrado por pequeños
diques. La cantidad de agua es relativamente grande, la cual penetra
verticalmente en suelos con baja permeabilidad. Las pozas están ro-
deadas completamente por un dique.

Se usa principalmente en frutales.

Las características principales de este método de riego son que la


parcela está nivelada a pendiente cero y que no hay desagüe. La for-
ma de la poza es generalmente rectangular o cuadrada, y su tamaño
es variable (Figura 6.8).

Puesto que la parcela está completamente nivelada, el avance


del agua en el campo se debe a la pendiente de la lámina de agua, ex-
clusivamente (Hlavek, 1986; Cuenca, 1989; Goncalves y Pereira, 1999).

123
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 6.8 Campo con riego por pozas, en operación

6.6 Elementos básicos de diseño


a) Ancho de melgas
Por lo general se construyen melgas de 6 a 30 m de ancho, según
el tipo de suelo y la pendiente, en el caso de pasturas puede variar
entre 5 y 20 m. Sin embargo, para definirlo es necesario considerar:

• El caudal disponible.
• La pendiente transversal del terreno.
• El ancho de la maquinaria que se utilice.
• Pendiente longitudinal.

El ancho de la melga debe ser múltiplo del ancho de trabajo de


la maquinaria (Cuadro 6.1). En cuanto a los bordes, su altura debe ser
de 15 a 30 cm (Figura 6.9).

124
Riego Andino Tecnificado

Cuadro 6.1 Valores de ancho recomendados en función

de la textura del suelo y de la pendiente de la melga

Figura 6.9 Esquemas que muestran el ancho de las melgas

b) Longitud de melgas
La longitud de las melgas depende del tipo de suelo. En suelos
arcillosos el agua penetra más lentamente que en suelos arenosos,
por ello, la longitud de la melga debe ser mayor en el caso de los sue-
los arcillosos. Si la longitud fuera demasiado grande, la distribución
del agua sería desigual y penetraría más en la parte de la cabecera de
la melga. Además de la velocidad de infiltración, la longitud de las
melgas también depende del caudal disponible.

El diseño de la longitud de las melgas es similar al caso del riego


por surcos.

125
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

La longitud de las melgas debe ser la máxima posible, mientras se


logre una buena eficiencia de riego y una aplicación uniforme del agua.

Cuadro 6.2 Valores de longitud de melga para diferentes

valores de pendiente y tipo de suelo


Pendiente Longitud de melga (m)
(%) Arenoso Franco Franco
arenoso arcilloso
0,2 - 0,4 60 - 90 90 - 250 180 – 300
0,4 - 0,6 60 - 90 90 - 180 90 – 180
0,6 - 1,0 75 90 90

c) Pendiente transversal
• Su valor ideal es cero, para asegurar una distribución uni-
forme del agua.
• Valor máximo permisible, pero no aconsejable, es 0,2%;
muy excepcionalmente, podría ser 0,3%.
• Entre dos bordes sucesivos la diferencia de nivel no debe
ser mayor a 4 cm, a fin de evitar que el agua se concentre en
el borde más bajo.

Figura 6.10 Cultivo de pastos empleando melgas

126
Riego Andino Tecnificado

d) Pendiente longitudinal
• Para riego de especies forrajeras (alfalfa, etc.) la pendiente
ideal está comprendida entre 0,3% y 0,8%, pero puede va-
riar entre 0,15% y 1,5% ó 2%.
• Para pastizales permanentes las pendientes tolerables va-
rían de 0,15% a 0,5%, como mínimo y 4%, como máximo.
• Para suelos pesados, debe ser menor de 0,5%, y para suelos
ligeros, menor a 0,3%.

e) Caudal
El caudal a aplicar dependerá de la textura del suelo, del ancho
de la faja, de la pendiente del terreno y de la cubierta vegetal.

El caudal unitario indica la cantidad de agua que entra en la ca-


becera de la faja por segundo y por metro de ancho de faja. Teniendo
en cuenta el riesgo de erosión, puede estimarse, para suelos sin vege-
tación, mediante la fórmula:
Qu  5 ,58 I 0 ,75
Donde:
Qu = caudal unitario (l/s/m)
I = pendiente (%)

Si existe cobertura vegetal, el caudal unitario puede ser por lo


menos el doble del dado por la fórmula.

El caudal unitario depende, además del riesgo de erosión y de


la altura de los camellones, de la permeabilidad del suelo, de la pen-
diente, del ancho y longitud y de la lámina de riego requerida. En el
cuadro 6.3 se presentan valores de caudal unitario, para diferentes
pendientes y tipos de suelo.

127
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Cuadro 6.3 Valores de caudal unitario para diferentes

valores de pendiente y tipo de suelo


Pendiente Caudal (l/s/m)
(%) Arenoso Franco arenoso Franco arcilloso
0,2 - 0,4 10 - 15 5-7 3–4
0,4 - 0,6 8 - 10 4-6 2–3
0,6 - 1,0 6-8 2-4 1–2

f) Tiempo de aplicación del caudal


El tiempo requerido de aplicación del caudal para proporcionar
la lámina bruta de riego se puede estimar mediante la expresión:

(5 x Lnn x A)
Ta 
(3 x Q x E)
Donde:
Ta = tiempo de aplicación del caudal (min)
Ln = lámina neta de riego (mm)
A= área de la faja
Q= caudal aplicado en la faja (l.s–1)
E= eficiencia (%)

6.7 Ejemplo práctico


Se desea realizar la evaluación del riego por melgas existentes en
un campo cuyas características son las siguientes:

• Tipo de suelo: Franco


• Cultivo: alfalfa
• Ancho de la melga: 6 m.
• Longitud de la melga: 300 m.
• Ancho de la parcela (en la dirección de la longitud de las
melgas): 600 m.

128
Riego Andino Tecnificado

• Pendiente de las melgas: 0,5%


• Lámina neta de riego que se desea aplicar: 100 mm.
• Caudal aplicado en cada melga: 30 l.s–1
• Caudal total disponible: 90 l.s–1
• Tiempo que se está aplicando el caudal en cada melga: 230 min.

De las pruebas de campo respectivas, se obtuvieron los datos de


infiltración y los tiempos de avance y recesión de la lámina de agua en
diferentes puntos de la melga.

Las ecuaciones de infiltración obtenidas a partir de los datos del


ensayo son las siguientes:

• Velocidad de infiltración (mm.h–1): I = 414 T-0,425


• Infiltración básica (mm.h–1): 25
• Infiltración acumulada (mm): F = 12 T0,575

Las conclusiones del ensayo de riego efectuado son las siguien-


tes:
• Tiempo de riego (tiempo para incorporar al suelo 100 mm):
40 min.
• Eficiencia de riego:

> Lámina de agua requerida: 100 mm.


> Lámina de agua aplicado: (30 l.s–1 x 60 s/min x 230
min) / (6 m x 300 m): 230 mm.
> Eficiencia del riego (100/230 x 100): 43,5%.

La eficiencia obtenida es muy baja. La mayor parte de las pérdi-


das se producen por percolación.

129
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Mejora del riego anterior:


• La mejora del riego anterior puede hacerse incrementando el
caudal aplicado en cada melga o acortando la longitud de la faja;
en ambos casos se disminuirá el tiempo de aplicación del caudal.
Se decide mejorar la eficiencia del riego acortando la longitud de
la faja.
• A partir de los gráficos de Criddle se estima el caudal unitario
que se va a aportar al suelo, considerando la infiltración básica
de 25 mm/h, 100 mm de lámina de agua. Qu = 2,25 l/s/m y 100
m de longitud. Para una faja de 6 m de ancho: Qu = 13,5 l/s por
100 m de longitud. El caudal que se introduce en una faja (30 l/s)
podrá regar una longitud aproximada de 222 m (100 m x 30 l/s /
13,5 l/s).
• La longitud seleccionada para la faja será de 198 m, que permi-
tirá dividir el ancho de la parcela (600 m) en tres fajas y dejará
terreno para las acequias y drenes.
• Si se realiza un ensayo de riego en una faja con la nueva longitud
seleccionada (198 m), aplicándose el caudal durante 90 min., la
eficiencia de riego que se obtiene acortando la faja y disminu-
yendo el tiempo de aplicación es:

> Lámina de agua requerida: 100 mm


> Lámina de agua aplicada: (30 l/s x 60 s/min x 90 min) / (6 m
x 198 m): 136,4 mm
> Eficiencia del riego (100 / 136,4 x 100): 73,3%

La eficiencia obtenida es alta. Se disminuyeron considerable-


mente las pérdidas por percolación. La melga recibe en todos sus
puntos una lámina de agua de 100 mm o más, ya que el agua está
sobre la superficie del terreno un tiempo de 40 minutos o más.

130
Riego Andino Tecnificado

6.8 Problemas y preguntas de comprobación


a. Asuma los datos necesarios, según el clima y tipos de suelos pre-
dominantes en su ámbito de acción, para plantear el diseño y pro-
gramación del riego por melgas.

b. ¿De qué manera práctica se podría lograr el incremento de la efi-


ciencia de aplicación en el método de riego por melgas?

c. ¿Cuáles son las principales diferencias entre el método de riego


por surcos y el de melgas?

d. ¿Qué factores consideraría como más importantes en el diseño de


un sistema de riego por melgas?

e. Describa, en la forma más sencilla posible, la operación de un sis-


tema de riego por melgas.

f. En qué consistiría la evaluación de un sistema de riego por melgas;


considere un programa mínimo de actividades.

131
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

132
Riego Andino Tecnificado

Capítulo VII
Tecnificación del riego por superficie

Resumen
El riego por pulsos se basa en un proceso natural que tienen
todos los suelos en mayor o menor grado, referido a la capacidad de
disminuir fuertemente la infiltración cuando por sobre la superficie
ha discurrido una cantidad de agua y se ha retirado. Esto produce
un “sellado”, permitiendo que el próximo “pulso de agua” corra más
rápidamente sobre él, consecuentemente existen dos etapas en esta
modalidad de riego, el avance y remojo. El avance tiene como objetivo
mojar la superficie de surco, de forma que el agua escurra lo más rápi-
damente hasta el final; y el remojo tiene como objeto aplicar la lamina
requerida por el cultivo.

El riego por pulsos o multicompuertas es una modalidad de


riego por gravedad, orientada a incrementar la eficiencia del uso del
agua hasta un 80% en promedio. Permite utilizar láminas de agua
discretas, con percolación total a lo largo del surco, con mínimos des-
agües al final del campo. Utilizan presiones bajas para su operación.
Así mismo, facilita la práctica del fertirriego, las actividades de opera-

133
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

ción y mantenimiento demandan gastos mínimos en mano de obra.


Se estima que el costo es aproximadamente 1/5 del costo respecto a
otra alternativa de riego a presión.

El equipo básico consiste de una línea de conducción, que pue-


de ser con tubería enterrada, superficial o bien mangas, la válvula de
caudal discontinuo. Las tuberías con multicompuertas para cada sur-
co que permite regular fácilmente el caudal de aporte a cada uno de
ellos. Normalmente, el costo del sistema con controladores automá-
ticos varía de $800 a $2000, dependiendo del tamaño de la válvula,
tuberías y controladores.

7.1 Distribución tecnificada del


agua en riego superficial
Conducir el agua dentro del predio, distribuirla a los campos y
aplicarla al cultivo, es muchas veces un gran problema, puesto que se
producen pérdidas de agua y dificultan su manejo. Esta situación pue-
de mejorarse utilizando diversos tipos de estructuras de fácil cons-
trucción y de bajo costo (Gurovich, 1999).

En los sistemas de riego por superficie, puede aumentarse la efi-


ciencia, tecnificando el sistema de distribución, conducción y aduc-
ción del agua. En la actualidad es posible utilizar:

o Acequias niveladas con sifones


o Acequias niveladas con tubos rectos
o Mangas de polietileno
o Tuberías multicompuertas
o Californiano fijo
o Californiano móvil

134
Riego Andino Tecnificado

Se sabe que sin tecnificación en la distribución, la eficiencia de


riego puede estar en 25-35%, lo que significa que el 75-65% del agua
se pierde por escurrimiento superficial o percolación profunda. Con
los sistemas mencionados, es factible aumentar la eficiencia hasta un
65%.

7.2 Sifones
Los sifones son tubos de PVC encorvados que permiten llevar el
agua de un canal, acequia o contra acequia a los surcos y/o melgas de
una parcela, sin destruir o romper los muros y bordes de las acequias.
Permiten aplicar la misma cantidad de agua y al mismo tiempo, en
todos los surcos o melgas que se están regando en forma simultánea
(Figura 7.1).

El empleo de sifones permite el cambio fácil y frecuente del agua


de un surco a otro. El caudal depende del diámetro del tubo y de la
diferencia entre la salida y el nivel del agua en el canal, para lo cual se
utiliza una serie de tablas, como la que se presenta a en el cuadro 7.1,
según el diámetro de la tubería del sifón y la carga hidráulica.

Por debajo de la salida, se coloca una cubierta para prevenir la


erosión del surco (Figura 7.2).

Figura 7.1 Esquema de entrega de agua mediante sifones

135
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 7.2 Empleo de sifones en el riego por surcos

Cuadro 7.1 Caudal (l/s) según diámetro y carga hidráulica


Diámetro Sifón Carga hidrostática (cm)
(cm) 5 10 15 20
1 0,05 0,07 0,08 0,09
2 0,19 0,26 0,32 0,37
3 0,43 0,59 0,73 0,84
4 0,75 1,06 1,29 1,49
5 1,17 1,65 2,02 2,33
6 1,68 2,38 2,91 3,36
7 2,29 3,24 3,96 4,58
8 2,99 4,23 5,18 5,98
9 3,78 5,35 6,55 7,56
10 4,67 8,09 8,09 9,34

7.3 Tubos rectos


Son pequeños tubos de PVC o polietileno de 40 a 150 cm de
largo que se ponen en la acequia madre, los que riegan en forma casi
automática al subir el nivel del agua dentro de ella (Figura 7.3).

Con este sistema se puede controlar muy bien la cantidad de


agua que entra a cada surco y el tiempo que debe estar el agua puesta
en ellos (Figura 7.4).

136
Riego Andino Tecnificado

Figura 7.3 Esquema de la entrega de agua por tubos rectos

Figura 7.4 Cultivo de maíz regado por surcos con aducción por tubos,

7.4 Mangas plásticas


Sirven tanto para conducir el agua de un punto a otro en el pre-
dio como también para aplicar el agua a los surcos.

Para aplicar el agua a los surcos presentan perforaciones a dis-


tancias determinadas con válvulas para abrir y cerrar el paso del agua
o con tapones de goma.

Se instalan después de haberse preparado el campo y que la


siembra se haya realizado. Después se puede usar cuando así se re-
quiera durante la cosecha.

137
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Las mangas están hechas de un material que resiste las incle-


mencias del tiempo y del sol, asimismo de los daños causados por pá-
jaros e insectos que puedan ocurrir durante la temporada de siembra.
En los siguientes cuadros se presenta la información técnica de las
mangas plásticas, a tenerse en cuenta para su selección y adquisición
en el mercado.

Figura 7.5 Riego con mangas plásticas y orificios regulables

7.5 Tuberías multicompuertas


Se denomina riego por multicompuertas a un sistema de con-
ducción y distribución del agua de riego dentro del predio, mediante
tuberías livianas, fáciles de transportar y conectar, que trabajan a baja
presión (a menos de un metro de desnivel) y válvulas que permiten
regular los caudales de entrega a los surcos y, por ende, mejorar la
eficiencia de aplicación.

138
Riego Andino Tecnificado

El sistema consiste en aplicar agua a los surcos, mediante el uso


de tuberías con compuertas y una válvula mariposa.

La aplicación intermitente del agua hacia el surco logra que el


caudal empleado alcance el final del surco con mayor rapidez y uni-
formidad usando menos agua, comparada con el riego por surcos
convencional.

Este novedoso sistema, complementado con la válvula de riego


por impulsos, ha representado la innovación más importante en riego
por surcos de los últimos años.

Este sistema obtiene eficiencias tan buenas como el goteo o mi-


cro aspersión y presenta grandes ventajas en cuanto a la inversión,
gracias a sus bajos costos. En maíz, por ejemplo, se consiguen reduc-
ciones en la cantidad de agua producida en riego por gravedad con-
vencional, hasta de un 60%

Para conducción enterrada a baja presión, se utiliza la tubería de


PVC, de materiales muy resistentes al colapso, pero a su vez lo suficiente-
mente liviana, lo que garantiza un bajo costo y facilidad en la instalación.

Componentes del Sistema (Ruffo, 2006)


El sistema de riego consta de los siguientes elementos:

a) La red de distribución, interconecta la fuente de agua con línea


de riego o tuberías multicompuertas. Los diámetros varían de
160 mm a 400 mm y pueden ser superficiales o enterradas.
b) Líneas de Aplicación, están conformadas por tuberías superficia-
les equipadas con emisores denominados compuertas o ventanas,

139
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

con aperturas reguladas manualmente a fin de regular la descarga


de entrega hacia el surco. Los diámetros varían entre 160 y 315
mm y son protegidas contra los rayos ultravioletas de la luz solar y
el sistema de empalme es de acople rápido (Figura 7.6).

c) Hidrante y válvula de codo, son accesorios que interconectan la


red de distribución con las tuberías multicompuertas, son cons-
truidos de aluminio anticorrosivo, diseñados para trabajar a ba-
jas presiones con 5 kg.cm–2 como máximo.

Compuertas
Accesorios que dosifican y aplican agua directamente al surco,
permitiendo descargas superiores de 5 l.s–1 con presiones de 0.12
kg.cm–2, fabricadas para trabajar eficientemente (Figura 7.7).

Figura 7.6 Tuberías con compuertas

Figura 7.7 Componentes del sistema multicompuertas

140
Riego Andino Tecnificado

7.6 Sistema californiano o de baja presión


Usados especialmente con cultivos anuales y frutales, los sistemas
californianos fijo y móvil evitan las pérdidas de agua, controlan mejor
los caudales y entregan a todos los surcos la misma cantidad de agua.

Con este método se reemplaza la acequia madre en los huertos


por una tubería de PVC que va enterrada y frente a cada hilera de
frutales sube una tubería de menor diámetro por la que sale el agua
(Pereira et al., 2002).

Este sistema tiene un alto costo inicial, pero como su duración


es mucho mayor que la manga plástica, su costo por año de uso no es
tan caro (Figura 7.8).

Figura 7.8 Sistema californiano de baja presión

El sistema californiano móvil está formado por un ramal princi-


pal que toma el agua desde una cámara de entrada y por una o más
tuberías laterales de acople rápido. Estas llevan pequeñas compuertas
para la entrega de agua a los surcos. Los laterales se cambian de un
sector de riego a otro.

141
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

En el sistema californiano fijo, la conducción se hace por tube-


rías enterradas a 70-80 cm de profundidad. Está compuesto por una
tubería de cabecera que distribuye el agua a los surcos por medio de
tubos elevadores de PVC. Tienen campanas que protegen el suelo del
golpeteo constante del agua. Como tuberías se pueden usar mangas
enterradas, de 0,25 mm de espesor.

Componentes
El decantador es una estructura que consiste en un ensancha-
miento de un tramo del canal de entrega con el fin disminuir la ve-
locidad del agua y producir la sedimentación de arenas antes de la
entrada del agua a la cámara de acceso o inicio de la tubería.

La cámara de entrada es la estructura de inicio del sistema pro-


piamente tal. Normalmente se construye en albañilería de ladrillo y
concreto y se diseña con un fondo o desnivel de 30 cm con respecto
a la base de la tubería principal, a fin de contener los sedimentos más
finos que transporta el agua. Tiene un sistema de compuerta y mallas
para impedir el ingreso de ramas, plásticos y semillas de malezas.

Tubería de conducción. En los sistemas fijos enterrados se utiliza


la tubería clase 2 en dos diámetros: 200 y 250 mm. La unión entre
tubos de 6 metros se realiza con anillos de goma. La tubería se instala
en zanjas de 60 cm de profundidad como mínimo. La capacidad de
conducción de la tubería depende del desnivel que existe entre el ini-
cio y el final del trazado.

A mayor pendiente, mayor es el caudal que puede conducir la


tubería. Para facilitar el autolavado de la red se recomienda una pen-
diente mínima de 0,2%. El punto óptimo de funcionamiento de un

142
Riego Andino Tecnificado

sistema de riego se alcanza cuando la velocidad del agua en la tubería


está comprendida entre 1 y 2 m/s.

Elevadores.- Son trozos de tubo de PVC tipo sanitario de diáme-


tro 75 mm, conectados a la tubería principal mediante anillos de goma
(goma agrícola). Los elevadores se ubican a la distancia de plantación
del cultivo, entre hileras; por ejemplo, cada 4 metros en un patronal
de 4 x 4.

Campanas de distribución.- Es un accesorio destinado a amorti-


guar la energía que trae el agua, evitando la erosión del suelo y orienta
el flujo hacia los surcos de riego o melgas en el caso del riego por
bordes. Consiste en un cilindro corto de PVC de 200 mm de diámetro,
con cuatro derivaciones (salidas) alrededor de la base del mismo. La
campana se une al tubo elevador mediante presión. En el centro de la
campana se ubica la válvula de huerto.

Las cámaras reguladoras de presión, tienen por función regular


la carga en la tubería. Estas estructuras están formadas por un tubo de
cemento comprimido de 600 mm de diámetro y 1 metro de largo, más
una válvula alfalfa de igual diámetro que la tubería de distribución.

Las cámaras de limpieza son estructuras que permiten regular la


carga y limpiar el sistema de tuberías enterradas, y se instalan al final
de la red. Se construyen exactamente igual que las cámaras regulado-
ras. En ambos tipos de cámaras, las válvulas alfalfa se montan sobre
un codo de PVC.

Válvulas de huerto permiten regular el caudal de entrega a los


surcos. Están confeccionadas en PVC de 75 mm de diámetro y, con-

143
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

sisten básicamente en un cuerpo de asiento con una tapa rosca, con


capacidad para regular el flujo en toda la gama entre 0 y 100% del
caudal máximo por elevador.

7.7 Riego por pulsos en melgas


Esta técnica utiliza un efecto natural que tienen todos los suelos
en mayor o menor medida. Y este es la disminución de su capacidad
de infiltración que tiene un suelo, cuando una vez mojado, se retira el
agua y se deja “descansar” por un corto tiempo.

En este efecto intervienen muchas causas de distinto origen,


pero en resumen se logra que el agua escurra más rápido por una
superficie mojada previamente, logrando así que los caudales que lle-
gan al final de cada ciclo de avance sean sensiblemente mayores que
si fuera flujo continuo.

Para ejemplificarlo supongamos un lote idéntico al ejemplo an-


terior, que esté regado desde la cabecera con un “Sistema de Flujo
Discontinuo” con tuberías de ventanas y una válvula de CD.

Ahora tenemos el lote dividido en de-


recha e izquierda, con una válvula en el cen-
tro. El Controlador administrara el tiempo,
desviando el agua hacia un lado o hacia el
otro. Esto lo realizará en tiempos que serán
incrementales, llamados Tiempos de Avan-
ce, definiendo así los ciclos de avance.

Suponiendo que se trabaja con cua-


tro ciclos. La sucesión de tiempos es la si-

144
Riego Andino Tecnificado

guiente: avance de un lado hasta la primera línea punteada, luego del


otro lado hasta esa misma línea. Luego en el 2° ciclo, vuelve sobre
el primer lado, escurre rápidamente sobre los surcos ya mojados, y
avanza hasta la 2° línea punteada. De esta forma, en sucesivos avan-
ces alcanza el final del lote.

¿Qué ocurre con la percolación en cada una de las melgas?


Como la infiltración en las zonas húmedas, el agua escurre rápida-
mente, comienza a mojarse donde está seco. Todo ocurre casi como si
fueran melgas cortas colocadas una a continuación de otra.

Figura 7.9 Lamina de agua aplicada a una melga regada por pulsos

Luego de finalizada la etapa de avance, comienza la parte del


remojo. Donde el objetivo es darle al suelo la profundidad de infiltra-
ción necesaria para el tipo de cultivo y la Capacidad de Campo. Con
estos ciclos, se logra aplicar la lámina de agua deseada (Figura 7.9).

Ventajas del sistema


o Se eliminan las acequias para distribuir el agua.
o Se ahorra dinero en limpieza de canales y trazado de ace-
quias.

145
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

o Se puede usar las mismas tuberías para regar varios secto-


res del predio.
o Menores pérdidas de agua.
o Regulación precisa de la cantidad de agua a través de las
compuertas de los tubos.
o Menor costo comparado con los sistemas de riego a pre-
sión, para similares eficiencias de aplicación.
o Alta eficiencia, al sustituir acequias de conducción y dis-
tribución por tuberías se logra aumentar la eficiencia del
riego, pudiendo alcanzar hasta 70%.
o Constituye una solución definitiva del sistema de riego a
diferencia de soluciones temporales como son las mangas
plásticas.
o Bajo costo, constituye una solución económica por ser gra-
vitacional con bajas presiones (hasta 16 metros de columna
de agua) mediante tuberías de pequeño espesor.
o Al suprimir acequias, facilita el tránsito de tractores y ma-
quinarias.
o Mediante el sistema de unión con campana y anillo de
goma, permite una rápida instalación.
o Bajo peso de las tuberías, facilitan y abaratan su transporte,
almacenamiento e instalación (Ruffo, 2006).

7.8 Preguntas de comprobación


a. Mencione tres métodos de riego por gravedad y los cultivos carac-
terísticos irrigados con ellos.

b. Mencione dos aspectos a ser considerados para mejorar la eficien-


cia de uniformidad en riego por gravedad.

146
Riego Andino Tecnificado

c. La ventaja importante ganada usando riego por pulsos o multi-


compuertas es:
i) Reducir la escorrentía superficial
ii) Tiempo de avance rápido
iii) Ahorro de mano de obra
iv) Todas las anteriores

d. ¿Dónde se puede aplicar el riego por multicompuertas?

e. ¿Qué forma debe tener mi campo?

f. ¿Qué pendiente debe tener mi campo?

g. ¿Qué textura de suelo debe tener mi campo?

h. ¿Cuánto cuesta instalar el sistema de riego por hectárea?

i. ¿Qué diámetro de tubería debo utilizar para regar un campo de


150 m x 200 m si la pendiente es 1%, y no tengo restricción de
disponibilidad de agua?.

j. ¿Cuál es el rango de variación de descargas de las compuertas?

147
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

148
Riego Andino Tecnificado

Capítulo VIII
Riego por goteo

Resumen
El riego por goteo es un sistema de riego que entrega el agua
gota a gota, según su necesidad, humedeciendo solo una parte del
suelo, donde se concentran las raíces, por ello también se le llama rie-
go localizado o de alta frecuencia, pues se aplica el agua casi a diario
o algunas veces más de una vez al día. Una de las principales ventajas
es que permite la aplicación de fertilizante a través del sistema igual-
mente de manera localizada, siendo más eficiente.

El sistema de riego más acorde para los suelos en laderas es el


riego por goteo, el cual cuenta con las ventajas comparativas de ser,
por un lado de bajo costo tanto en instalación como en mantenimien-
to, de fácil operación, manual y muy eficiente. Utilizando solamente
el desnivel del reservorio y el terreno a irrigar, se obtiene un mejor
manejo del recurso agua, no utiliza bombas convencionales de com-
bustible y/o electricidad, no contamina, no hace ruido y optimiza de-
finitivamente el uso del agua

149
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

8.1 Definición y componentes


El riego por goteo es la aplicación del agua al suelo a bajas tasas
(gota a gota) a través de dispositivos denominados goteros o emiso-
res. A este sistema de riego también se lo conoce como riego locali-
zado de alta frecuencia; es localizado, porque la aplicación del agua
se realiza en forma muy próxima a la planta y es de alta frecuencia
porque el agua se aplica en forma diaria e incluso varias veces al día.

Ventajas
Ahorro de agua y fertilizantes. Debido a la localización y alta efi-
ciencia de aplicación es posible obtener un ahorro de agua y fertili-
zantes con respecto a los sistemas de riego tradicionales; puesto que
tanto el agua como los fertilizantes se aplican en forma puntual, muy
cerca o sobre el sistema radicular de los cultivos.

Figura 8.1 Distribución del agua en sistemas gravitacionales y goteo

En la figura 8.1 y en el esquema A se muestra la distribución del


agua en los sistemas de riego por gravedad, en el cual se moja todo el
perfil y el área cultivada; y, en el esquema B la distribución del agua a
través del riego por goteo, en el cual se moja solo una parte del perfil
y del área cultivada.

150
Riego Andino Tecnificado

Incremento de la producción y calidad de los productos. La alta


frecuencia y baja tasa de aplicación permite mantener la humedad del
suelo en las condiciones más idóneas para que pueda ser extraída por
el sistema radicular de los cultivos con un mínimo de energía, de tal
forma que la mayor cantidad de energía es utilizada en el crecimien-
to, desarrollo y producción. Esta es la razón principal por la cual el
rendimiento y la calidad de los productos obtenidos con el riego por
goteo son mayores y mejores a los obtenidos con los sistemas de riego
tradicionales.

El incremento de la producción con el riego por goteo en el cul-


tivo de la manzana es del 100%, en las patatas del 300%, en el brócoli
del 230% y en el tomate riñón del 300%. Ésta producción puede ser
incrementada aún más a través del manejo del riego de ultra bajo
volumen; técnica que consiste en aplicar el agua a altas frecuencias
y en pequeñas cantidades con el objetivo de mantener una relación
equilibrada entre el oxígeno y el agua en la solución del suelo.

Figura 8.2. Régimen de humedad en los diferentes sistemas de riego

En la figura 8.2 se observa que el régimen de humedad en el sis-


tema de riego por goteo y bajo la técnica del bajo volumen se encuen-

151
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

tra entre capacidad de campo y saturación, en el sistema de riego por


goteo convencional, el régimen de humedad se encuentra muy cerca
de capacidad de campo; y, en los sistemas de riego gravitacionales y
por aspersión el régimen de humedad se encuentra entre capacidad de
campo y un 50% entre capacidad de campo y marchitez permanente.

Ahorro de energía y mano de obra. De todos los sistemas de riego


presurizados el de menor consumo energético es el sistema de riego
por goteo, debido a que la carga hidráulica nominal de funcionamien-
to de los emisores es de 10 m. Los costos de operación y manejo son
bajos con relación a los sistemas de riego tradicionales, éste sistema
puede ser operado por una persona con un mínimo de capacitación;
y, tiene la gran ventaja de que es posible llevar a cabo cualquier labor
cultural mientras se está irrigando el cultivo, situación que no es posi-
ble obtenerla con el resto de sistemas de riego.

Permite utilizar aguas de mala calidad. La alta frecuencia de apli-


cación permite mantener al suelo con un alto contenido de humedad,
permitiéndole a la planta adaptarse en medios salinos, en el cual el
potencial osmótico generado por las sales es menor con relación al
de un suelo con contenidos de humedad menor; estado de humedad
al cual se llega cuando se utiliza los sistemas de riego tradicionales.

Bajo costo de transformación. Este sistema de riego no requiere


de nivelación de tierras y se adapta a cualquier condición topográfica
del terreno, además permite utilizar terrenos marginales, pedregosos
y poco profundos.

Permite irrigar más superficie. Debido a su alta eficiencia de apli-


cación (90 - 95%) permite cubrir una mayor superficie de riego con

152
Riego Andino Tecnificado

relación a los sistemas de riego tradicionales cuyas eficiencias de apli-


cación varían entre el 45% y 70%.

Desventajas
Elevado Costo Inicial. Este sistema de riego debe utilizarse en
sitios donde la mano de obra es cara, el agua de riego es escasa y en
cultivos altamente rentables. Su alto costo inicial con relación a otros
sistemas de riego limita su aplicación a varios tipos de cultivos, razón
por la cual se recomienda realizar un análisis financiero y económico
para conocer el VAN, TIR y la relación B/C para cada uno de los culti-
vares en estudio para establecer si el proyecto es viable o no.

Obstrucción de Emisores. Las sales, coloides orgánicos e inorgá-


nicos y los fertilizantes aplicados a través del agua de riego pueden
llegar a obstruir y taponar los emisores debido a la formación de pre-
cipitados. Un plan adecuado y regular de mantenimiento del sistema
de riego y tratamiento de aguas eliminaría el riesgo de obstrucción de
los emisores.

Salinización del Suelo. En regiones áridas y semiáridas existe el pe-


ligro de salinización del suelo debido a la acumulación de sales que son
acarreadas y depositadas en el perfil del suelo a través del agua de riego.

Componentes del riego por goteo


Un sistema de riego por goteo está compuesto por las unidades
(estaciones) de bombeo, filtrado, fertirrigación y riego (ver figura 8.3).

La unidad de bombeo está integrada por un grupo o grupos de


bombeo encargados de proporcionar el caudal y la presión necesaria
para el funcionamiento del sistema de riego y cada grupo de bombeo

153
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

está compuesto por una succión, descarga y sus respectivas conexio-


nes eléctricas.

La unidad de filtrado está integrada por los filtros de grava y


anillos y es la encargada de filtrar las impurezas que contiene el agua
de riego para evitar el taponamiento de los goteros.

La unidad de fertigación está integrada por bombas hidráulicas,


filtros de anillos y los tanques para la preparación de los fertilizantes y
es la encargada de inyectar los fertilizantes disueltos en el agua de riego.

La unidad de riego está integrada por la red de tuberías princi-


pales y secundarias, las válvulas de control del riego, manifolds y los
laterales de riego; y, es la encargada de transportar el agua desde el
cabezal de riego hasta los laterales de riego para ser entregada al cul-
tivo a través de los goteros.

Figura 8.3 Esquema general de un sistema de riego.

154
Riego Andino Tecnificado

El cabezal de riego está integrado por las unidades de bombeo,


filtrado y fertigación, mientras que el campo cultivado por las unida-
des de riego.

8.2 Diseño de un sistema de riego por goteo


La información indispensable para el diseño de un sistema de
riego por goteo contempla los datos de cultivo, suelos, clima, topogra-
fía, agua, tipo de energía eléctrica disponible y sobre el equipo y los
dispositivos de riego a utilizarse.

Cultivo
- Tipo: Brócoli
- Espaciamiento entre plantas (Sp): 0.35 m
- Espaciamiento entre líneas de cultivo (Sl): 0.7 m
- Porcentaje de sombreo (PS): 80%
- Factor de agotamiento (fa): 30%
- Profundidad radicular (Pr): 0.4 m

Suelos
- Textura: Franco
- Capacidad de campo (CC): 42%
- Marchitez permanente (MP): 9.8%
- Densidad aparente (da): 1.3
- Velocidad infiltración básica: 10 mm.hr–1
- Conductividad hidráulica: 5.7 x 10-6 m.s–1

Clima y Topografía
- Evapotranspiración potencial (Eto): 60 mm.mes–1
- Caudal disponible (Q): 10 l.s–1 (36 m3.hr–1)
- Pendiente del terreno: 0%

155
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

- Área total o final de riego (ha): 4 ha (ver figura 8.4)


- Tipo de energía eléctrica: Monofásica (220V)

Equipo de Riego
- Caudal de Emisor (q): 1 l.hr–1
- Presión nominal (ha): 10 m
- Ecuación de descarga: q  0.3297 H 0.4864
- Diámetro del lateral de riego: 12 mm

Figura 8.4 Esquema general del área en la cual se diseñará el sistema de riego por goteo

8.3 Diseño agronómico del sistema de riego


Láminas de agua aprovechable y neta
- Profundidad radicular efectiva (pre). El primer parámetro para
determinar la lámina de agua aprovechable (LA) es el de deter-
minar la profundidad radicular efectiva del cultivo, la misma que

156
Riego Andino Tecnificado

se considera un 80% de la profundidad radicular total (Pr) del


cultivo (ver tabla A1, Anexos, pagina 234).

pre  0.8  Pr
En la ecuación anterior, pre es la profundidad radicular efectiva
(m) y Pr es la profundidad radicular total (m).

pre  0.8  0.4  0.32...m
La dotación del agua de riego se calcula hasta una profundidad
de 0.32 m; se asume que en los primeros 50 centímetros existe un
horizonte homogéneo.

- Lámina de Agua Aprovechable (LA). La lámina de agua aprove-


chable es la cantidad de agua que el suelo puede retener contra
la gravedad y está comprendida entre los contenidos de hume-
dad capacidad de campo (CC) y marchitez permanente (MP),
ver Tabla A2 (Anexos).

CC – MP
LA = x pre
100
En la ecuación anterior, LA es la lámina de agua aprovechable
(mm), CC es la capacidad de campo (%), MP es el punto de marchitez
permanente (%) y pre es la profundidad radicular efectiva del cultivo
(mm).
42 – 9.8
LA = = 320 103.04...mm
100

Este valor significa que el suelo hasta una profundidad de


0.32 m está en capacidad de almacenar una lámina de agua de 103.04
mm, valor que equivale a 1,030.4 m3.ha–1 (103.4x10).

157
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

- Lámina Neta (LN). La lámina neta es aquella porción de agua


que se encuentra rápidamente asimilable para el cultivo y está
definido por un factor de agotamiento o de depleción (ver tabla
A3, Anexos).

LN  fa  LAA

En la ecuación anterior, LN es la lámina neta (mm) y fa es el


factor de agotamiento permisible de humedad en el suelo.

LN  0.3  103.04  30.91...mm


Este valor significa que, de los 103.04 mm disponibles en el suelo,
tan solo 30.91 mm (309 m3.ha–1) pueden ser aprovechados fácilmente
a una tasa equivalente a la máxima evapotranspiración real del cultivo.

Necesidades Hídricas de los Cultivos


- Necesidad Hídrica Máxima Mensual (NHM). Este valor es el
máximo de los déficits del balance hídrico, en el cual se consi-
deran las entradas (precipitación) y salidas (evapotranspiración
real). Para efectos de cálculo, se asumió que el máximo déficit
mensual es de 60 mm.mes–1.
- Necesidad Hídrica Máxima Diaria (NHD). Para determinar la
necesidad hídrica máxima diaria se utilizará el procedimiento de
cálculo desarrollado por el USDA, el mismo que está basado en
la siguiente ecuación:

NHM1.09
NHD  0.034 
LN0.09
En la ecuación anterior, NHD es la necesidad hídrica diaria (mm.
día ), NHM es la necesidad hídrica máxima mensual (mm.mes–1) y
–1

LN es la lámina neta (mm).

158
Riego Andino Tecnificado

601.09
NHD  0.034   2.16...mm/ día
30.910.09

Este procedimiento permite determinar el máximo valor de la


evapotranspiración real del cultivo durante el día, siendo éste mayor
al valor medio de 3 mm.día–1 que generalmente es utilizado en el di-
seño de sistemas de riego en la mayoría de los casos.

Los valores determinados con la ecuación anterior pueden ser


utilizados directamente para el diseño de los sistemas de riego gravi-
tacionales y por aspersión.

- Transpiración Diaria del Cultivo (Td). En los sistemas de riego


por goteo, la transpiración de los cultivos está afectada por los
efectos de localización y advección que se producen en este tipo
de riegos y puede determinarse en base a la siguiente ecuación.

Td  NHD K1  K2
El efecto de localización puede determinarse a partir del mode-
lo matemático propuesto por Keller and Bliesner (1990); modelo que
está en función del porcentaje de sombreo generado por la parte área
del cultivo y medido al medio día:

K1  0.1 ( PS) 0.5


En la ecuación anterior, PS es el porcentaje de sombreo genera-
do por el cultivo (%).

K1  0.1 (80) 0.5  0.89


Entonces, el factor de corrección por localización K1 es de 0.89.

159
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

El efecto de la advección está en función de la superficie cultiva-


da y tiende a incrementar la evapotranspiración real del cultivo entre
un 10 y 20%. Para el ejemplo se consideró un 10%.

Td = 2.16 x 0.89 x 1.1 x 2.11...mm. día –1

Es decir que la transpiración diaria del cultivo es de 2.11 mm.día–1


y es menor en un 2.3% a la máxima necesidad hídrica diaria del cul-
tivo.

Bulbo Húmedo y Espaciamiento entre Emisores


- Bulbo Húmedo (W). El diámetro del bulbo húmedo se determina
a partir del siguiente modelo matemático propuesto por Keller
and Bliesner (1990):
0.33
0.35  q 
W  0.0094  z  
 Cs 
En la ecuación anterior, W es el diámetro del bulbo húmedo (m),
z es la profundidad radicular efectiva del cultivo (m), q es el caudal
del emisor (l.hr–1) y Cs es la conductividad hidráulica del suelo (m.s–1).
0.33
0.35  1 
W  0.0094  0.32   6 
 0.34..m
 5.55 x10 

El diámetro del bulbo húmedo generado por un gotero cuyo
caudal es de 1 l.hr–1 es de 0.34 m a 30 centímetros de profundidad.

- Separación entre emisores (Se). La separación entre emisores está


en función del traslape entre bulbos húmedos el cual es de alre-
dedor del 20%.
Se  0.8  W

160
Riego Andino Tecnificado

En la ecuación anterior, Se es la separación entre emisores (m) y


W es el diámetro de humedecimiento.

La separación entre emisores con caudales de 1 l.hr–1 es de 0.27


m; valor que se redondeará a 0.25 m (para efectos de fabricación de
los laterales de riego).

- Número de Emisores por planta (Ne). El número de emisores por


planta está dado por la relación que existe entre la separación
entre plantas y emisores.

Sp
Ne 
Se
Ne es el número de emisores por planta, Sp es la separación en-
tre plantas (m) y Se es la separación entre emisores (m).

El número de emisores por planta que se necesitan para cubrir


las necesidades de riego (traslape) es de 1.4.

0.35
Ne   1.4
0.25
- Porcentaje de Humedecimiento (Pw). Este valor debe ser mayor al
33%; área considerada suficiente para el desarrollo del sistema
radicular de los cultivos. La siguiente ecuación se debe utilizar
cuando el diseño se realice para un lateral de riego por cada hi-
lera o hileras de cultivo.

En la ecuación anterior, Pw es el porcentaje de humedecimiento


(%), Ne es el número de emisores por planta, W es el diámetro de

161
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

humedecimiento (m), Sp es la separación entre plantas (m) y Sl es la


separación entre hileras de cultivo (m).

1.4  0.25  0.34


Pw   100  48.6%
0.35  0.7
El porcentaje de humedecimiento fue del 48.6%, valor mayor al
33% requerido, es decir que el espaciamiento del emisor es adecuado
y óptimo para el cultivo.

Parámetros Agronómicos Básicos del Riego


- Lámina de agua fácilmente asimilable (LNx). En el riego por go-
teo la lámina de agua fácilmente asimilable es igual a la lámina
neta modificada por el porcentaje de agotamiento (Pw).

LNx  LN  Pw
LNx es la lámina neta a aplicarse en riego por goteo (mm), LN
es la lámina neta a aplicarse en los sistemas de riego convencionales
(mm) y Pw es el porcentaje de agotamiento generado por el lateral
de riego.

LNx  30.91  0.486  15.02...mm


Es decir que la lámina de agua fácilmente asimilable por el cul-
tivo es de 15.02 mm.

- Frecuencia de Riego (Fr). La frecuencia de riego es el tiempo re-


querido para reponer la lámina de agua fácilmente asimilable
consumida o evapotranspirada por el cultivo.

LNx
Fr 
ETc

162
Riego Andino Tecnificado

Fr es la frecuencia de riego (días), LNx es la lámina de riego


fácilmente asimilable (mm) y ETc es la transpiración diaria del cultivo
(mm.día–1).
15.02
Fr   7.1  7...días
2.11
La frecuencia con la que se debe reponer el agua al suelo es de
7 días. Por ejemplo, se puede aplicar 15.02 mm cada 7 días, 10.55 mm
cada cinco días, 6.33 mm cada 3 días o 2.11 mm en forma diaria.

La frecuencia de riego establecida es diaria y la lámina a aplicar-


se es igual al valor de la transpiración diaria de 2.11 mm.día–1.

Una de las ventajas que tienen los sistemas de riego por goteo es
que permiten proporcionar agua al cultivo en forma diaria e inclusive
muchas veces durante el día.

- Lámina Total Riego (LBx). La lámina total de aplicación del riego


está en función de la eficiencia de aplicación del sistema de riego
y de la fracción de lavado.

ETc ETc
LBx  ó
Efa (1  FL)
LBx es la lámina total de riego a aplicarse (mm), ETc es la eva-
potranspiración diaria (mm.día–1), Efa es la eficiencia de aplicación
(decimal) y FL es la fracción de lavado.

ECa
FL 
2  ECx
FL es la fracción de lavado (decimal), ECa es la conductividad
eléctrica del agua de riego (dS.m–1) y ECx es la máxima conductividad

163
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

eléctrica del extracto de saturación que no afectará y reducirá la pro-


ducción del cultivo (dS.m–1), ver tabla A4 (anexos).

Para determinar el cálculo de la lámina de riego total se debe es-


coger el valor menor entre la eficiencia de aplicación y el valor (1-FL).

0.3
FL   0.05
2  2.8
La fracción de lavado es del 5%, para una conductividad eléctrica
del agua de riego de 0.3 dS.m–1 y una conductividad eléctrica del ex-
tracto de saturación de 2.8 dS.m–1.

En este caso la eficiencia del sistema de riego es del 90% (0.9) y


el parámetro (1-FL) es de 0.95. Es decir que la lámina total de riego se
determinará en función de la eficiencia de aplicación del sistema de
riego, puesto que el 10% de exceso a aplicarse a través del sistema de
riego es mayor al 5% requerido para el lavado o lixiviación de las sales
fuera del sistema radicular del cultivo.

La lámina total de riego a aplicarse en forma diaria es de 2.34


mm.

- Lámina de Riego (Lr). La lámina de riego es la tasa de aplicación


proporcionada por los emisores, la misma que depende de su
caudal, separación entre emisores y de la separación entre late-
rales de riego.
q
Lr 
Sl  Se

164
Riego Andino Tecnificado

Lr es la lámina de riego (mm.hr–1), q es el caudal del emisor (l.hr–1),


Sl es la separación entre laterales de riego (m) y Se es la separación
entre emisores (m).
1
Lr   5.71...mm/ hr
0.7  0.25
La tasa de aplicación para una separación entre laterales de riego
de 0.7 m y entre goteros de 0.25 m fue de 5.71 mm.hr–1.

- Tiempo de Riego (Tr). El tiempo de riego está definido como el


tiempo necesario para reponer el agua evapotranspirada por el
cultivo en un determinado período de tiempo.

LBx
Tr 
Lr
Tr es el tiempo de riego (hr), LBx es la lámina de riego total a
aplicarse (mm.día–1) y Lr es la lámina de riego proporcionada por los
laterales de riego (mm.hr–1).

2.34
Tr   0.41...hr
5.71
Para reponer 2.34 mm es necesario irrigar o abrir la válvula du-
rante un tiempo de 0.41 hr o 25 minutos diariamente.

8.4 Diseño hidráulico del sistema de riego


Características Hidráulicas del Emisor
En terrenos planos y con una pendiente de hasta el 5% se puede
trabajar con emisores no compensados.

Dentro de los diferentes tipos de emisores no compensados los


que mejor distribución del agua presentan son aquellos cuyo expo-

165
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

nente de descarga se encuentra entre 0.4 y 0.6; en este rango, el flujo


dentro de los emisores es turbulento y la variación de la temperatura
del agua de riego durante el día no afecta la descarga de los mismos
en una unidad de riego.

q  k H x
Donde q es el caudal del emisor (l.hr–1), H es la carga nominal de
trabajo del emisor (m), k y x son los coeficientes de descarga del emisor.

La expresión anterior representa la curva de descarga del emisor


en función de la carga hidráulica aplicada. Es decir, que se puede ob-
tener diferentes caudales y láminas de riego de acuerdo a la presión
existente en los laterales de riego. Esta versatilidad sirve para incre-
mentar las láminas de riego cuando la transpiración diaria se incre-
menta y no hay el suficiente tiempo para aplicar el agua de riego para
satisfacer las necesidades hídricas del cultivo.

La presión nominal de trabajo de los emisores no compensados


es de 10 m o 1 atmósfera (1 bar).

De acuerdo a los valores anteriores, para una carga hidráulica


de 10 m, la descarga del emisor es de 1 l.hr–1 y para una carga de 25
m (máxima presión en el lateral de riego) la descarga es de 1.6 l.hr–1;
la máxima descarga que puede incrementarse en casos extremos es
del 37.5%. Como norma general el máximo incremento que puede
considerarse para el diseño de la red de tuberías, filtrado y bombeo es
de alrededor del 25% siempre y cuando el tiempo de riego diario sea
superior a las 19 horas diarias.

166
Riego Andino Tecnificado

Máxima Pérdida de Carga en la Unidad de Riego


La máxima pérdida de carga en las unidades de riego debe de-
terminarse para una variación del caudal del 10%, ésta variación de
caudal representa una variación de la presión del 20%.

Para el diseño de la unidad de riego debe aplicarse la regla del


20%; la misma que puede distribuirse en un 50% para los laterales de
riego y un 50% para el manifold.

0.1
H  H
x
0.1
Donde H   H máxima a perderse en la unidad de riego
es la carga
x
(m), x es el exponente de descarga del emisor y H es la carga hidráu-
lica nominal de trabajo del emisor (m).

0.1
H   10  2.06  2...m
0.4864
Para una variación de caudal del 10% y una carga nominal de 10
m, la máxima pérdida de carga en la unidad de riego es de 2 m. En los
laterales de riego esta pérdida será de alrededor de 1 m y en el mani-
fold de 1 m. Otra forma de determinar la máxima pérdida de carga en
la unidad de riego es la de calcular el 20% de la presión nominal de
trabajo del emisor en estudio, en este caso m.

En emisores auto compensados la pérdida de carga puede ser de


8 a 10 metros; de los cuales el 50% puede perderse en el manifold y el
restante 50% en los laterales de riego.

167
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Área y Dimensión de las Unidades o Parcelas de Riego


La parcelación de un área de riego consiste en planificar y organi-
zar el riego de tal forma que en lo posible cada parcela tenga una mis-
ma área con el objetivo de que el equipo de riego sea estándar. Es decir,
el mismo diámetro en el lateral de riego, manifold, válvulas y otros ele-
mentos que en un futuro necesitarán mantenimiento o cambio.

El área de las unidades de riego se determina en función del


tiempo total de riego (jornada de trabajo) y el tiempo de riego para
cubrir las necesidades hídricas del cultivo. El tiempo total de riego
está en función del máximo número de horas luz existente en el día,
en nuestra región este tiempo es de 12 horas.

Para el ejemplo se utilizó un tiempo de riego equivalente a la


jornada de trabajo de 8 horas diarias.

En párrafos anteriores se determinó que el tiempo de riego para


suministrar las necesidades hídricas del cultivo es de 0.41 horas, su-
mado a eso un tiempo muerto de 0.1 horas (apertura y cierre de vál-
vulas), se desprende que el tiempo total de riego por válvula es de 0.5
horas.

El número de unidades o parcelas de riego en la cual habrá que


dividir el área total de riego es de 16 (8/0.5). Es decir cada unidad de
riego tendrá una área de 2500 m2 (40000/16).

El caudal de abastecimiento a una unidad de riego puede calcu-


larse con la siguiente ecuación:

168
Riego Andino Tecnificado

Qr es el caudal de riego para la unidad de riego (m3.hr–1), Ár es


el área de la unidad de riego (m2), q es el caudal del emisor (l.hr–1),
NL es el número de laterales de riego por cada hilera de cultivo, Sl es
la separación entre laterales de riego (m) y Se es la separación entre
emisores (m).

El caudal necesario para irrigar una unidad o parcela de riego es


de aproximadamente 14.3 m3.hr–1; considerando que la carga nominal
de trabajo del emisor es de 10 m.

- Dimensión en el eje X (lateral de riego). La dimensión en el eje X


está dada en la dirección de los laterales de riego o siguiendo las
curvas de nivel.

En cualquiera de los ejes la longitud total del área de riego debe


ser dividida en números enteros (longitudes iguales). La raíz cuadra-
da de 16 es 4, por lo tanto, la longitud de 200 metros debe ser dividida
en 4 secciones. Es decir que la longitud de la parcela en dirección de
los laterales de riego es de 50 metros. En diseño de sistemas de rie-
go, el trazado más óptimo es aquel que cruza la parcela por la parte
central o por la parte media de la misma. Aquí vale destacar que es
necesario contar con las pérdidas de carga en el lateral de riego para
fijar y estimar el ancho de la unidad de riego.

- Dimensión en el eje Y (Manifold). Se puede utilizar el mismo


procedimiento descrito para el eje X considerando que el nú-
mero máximo de parcelas es 16 y que dicha longitud solo puede
dividirse en secciones enteras. La longitud de 200 metros debe
dividirse en 4 secciones; longitud del manifold de 50 metros.

169
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

En la figura 8.5 se observa que el área total de riego ha sido divi-


dida en 16 parcelas con un área de 2500 m2 y cuyas dimensiones son
de 50 m x 50 m. La longitud del lateral de riego puede ser de 25 o 50
metros y la longitud del manifold de 50 metros.

Figura 8.5 Parcelación del área a irrigarse

Diseño del Lateral de Riego


De acuerdo a los datos, el diámetro del lateral de riego es de 12
mm y su diámetro interno de 9.8 mm, la separación entre emisores de
0.25 m, caudal de 1 l.hr–1 y la presión nominal de trabajo del emisor
de 10 m.

La pérdida de carga en el lateral de riego se puede determinar


con la ecuación de Hazen-Williams:

170
Riego Andino Tecnificado

1.852
 Q 
Hfl  1.131E 9     DI  4.87  L  F
 150 
Hfl es la pérdida de carga en el lateral de riego (m), Q es el cau-
dal que será transportado a través del lateral de riego (m3.hr–1), DI
es el diámetro interno del lateral de riego (mm), L es la longitud del
lateral de riego (m) y F es el factor de salidas; valor que está en función
del número de salidas (emisiones) a lo largo del lateral de riego.

1 1 m 1
  F
m  1 2N
6N 2
Donde: m tiene un valor de 1.852 y N es el número de salidas a
lo largo del lateral de riego.

Figura 8.6 Pérdidas de carga en el lateral de riego

De acuerdo a la figura 8.6, para una pérdida de carga de 1 m la


longitud del lateral de riego es de aproximadamente 42 metros, para
una longitud de 25 metros de 0.23 m y para una longitud de 50 metros
de 1.65 metros.

171
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

En el ejemplo, la longitud del lateral de riego será de 25 metros,


es decir que el manifold abastecerá a la unidad de riego por el centro
y a ambos lados (ver Figura 8.7).

Diseño del Manifold


Para el diseño del manifold se debe tomar en cuenta que la máxi-
ma pérdida de carga es de 1.77 metros (2 - 0.23), espaciamiento entre
laterales de riego de 0.7 metros, caudal del lateral de riego a ambos
lados del manifold de 0.2 m3.hr–1 y que la longitud del manifold es de
25 metros; el manifold será abastecido por la válvula de control en el
centro de su longitud.

Figura 8.7 Pérdidas de carga en el manifold

En la figura 8.7 se presenta las pérdidas de carga para diferentes


longitudes y diámetros: para el diámetro interno de 40 mm y 25 metros
de longitud, la pérdida de carga es de 1.05 m, para 50 mm de 0.32 m y

172
Riego Andino Tecnificado

para 63 mm de 0.1 m. De estos valores se concluye que el diámetro de


40 mm es el óptimo para este diseño debido a que su pérdida de carga
es menor a 1.77 m establecido como máxima pérdida de carga.

Finalmente la pérdida de carga total en la unidad o parcela de


riego es de 1.28 m (0.23 + 1.05), valor menor a los 2 m establecido
como máxima pérdida de carga.

La otra opción que podría considerarse es que la longitud del


lateral de riego sea de 50 metros, longitud y diámetro del manifold
de 25 metros y 50 mm, respectivamente. La pérdida de carga en la
unidad de riego sería de 1.97 m (1.65 + 0.32). En este caso no habría
mucha diferencia en el costo del material de riego, puesto que el com-
ponente principal que lo constituye el lateral de riego sigue siendo del
mismo diámetro.

Presión Requerida a la entrada del Lateral y Manifold


La presión de entrada en el lateral de riego y en el manifold pue-
de determinarse a partir de las siguientes ecuaciones:

Z
Hl  Ha  0.77  Hfl 
2
Hl es la presión requerida a la entrada del lateral de riego (m),
Hfl es la pérdida de carga en el lateral de riego (m) y es el desnivel
topográfico a lo largo del lateral de riego (m).

Z
Hm  Hl  0.77  Hfm 
2
Hm es la presión de entrada en el manifold (m), Hl es la presión
requerida a la entrada del lateral de riego (m), Hfm es la pérdida de

173
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

carga en el manifold (m) y ∆Z es el desnivel topográfico en la direc-


ción del manifold (m).
Hl  10  0.77  0.23  10.18...m

Hm  10.18  0.77  1.05  10.99...m

La presión necesaria o requerida a la entrada del lateral de riego


es de 10.18 m y en la entrada del manifold de 10.99 m.

La presión al final del lateral de riego puede calcularse con la


siguiente ecuación:

Z
Hn  Ha  0.23  Hfl 
2
Hn es la presión al final del lateral de riego (m), Ha es la carga
nominal de funcionamiento del emisor (m), Hfl es la pérdida de carga
en el lateral de riego y ∆Z es el desnivel topográfico en el sentido del
lateral de riego (m).

Hn  10  0.23  0.23  9.95...m

La presión al final del lateral de riego es de 9.95 m.

Finalmente la variación de caudal en la unidad o parcela de riego


puede determinarse por medio de la siguiente ecuación:

Hm x  Hn x
Q   100
Hm x
∆Q es la variación de caudal en la unidad de riego (%), Hm es
la presión de entrada al manifold (m) y Hn es la presión al final del
lateral de riego (m).

174
Riego Andino Tecnificado

10.99 0.4864  9.95 0.4864


Q   100  4.7%
10.99 0.4864
La variación de caudal para el diseño realizado es del 4.7%, valor
menor al 10% establecido de acuerdo a la regla del 20%.

- Resumen. El diseño hidráulico del lateral de riego y manifold


queda de la siguiente manera:
- Longitud el lateral: 25 m
- Pérdida de carga en el lateral: 0.23 m
- Longitud del manifold: 50 m
- Pérdida de carga en el manifold: 1.05 m
- Presión a la entrada del lateral: 10.18 m
- Presión de entrada al manifold: 10.99 m
- Presión al final del lateral: 9.95 m
- Variación de caudal: 4.7%
- Diámetro del lateral: 12 mm
- Diámetro del manifold: 40 mm

Diseño de la Red de Tuberías


La red de tuberías se diseñará considerando los siguientes as-
pectos: tubería de PVC, velocidad máxima del agua de 2 m.s–1, traza-
do de las tuberías por la parte central de las parcelas de riego y a lo
largo del manifold, para el cálculo se utilizará la ecuación de Hazen-
Williams cuyo coeficiente C es 140, presión aguas arriba de la válvula
de 20 m y apertura de una sola válvula en forma simultánea (sistema
de distribución en rotación).

En goteros no compensados la presión aguas arriba de la válvula pue-


de ser de 20 metros y en goteros auto compensados entre 25 y 30 metros.

175
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

En la figura 8.8 se presenta el primer trazado de la red de tube-


rías, en la cual se observa que la red de tuberías ha sido trazada por el
centro de las parcelas de riego y por supuesto a lo largo del manifold
(ver Figura 8.7 para mayor detalle).

Figura 8.8 Trazado preliminar de la red de tuberías

176
Riego Andino Tecnificado

Figura 8.9 Nudos y secciones de la red de tuberías

En la Figura 8.9 se observa que la red de tuberías está compuesta


de 21 nudos y 20 secciones. Desde el punto de vista de diseño, una
sección es un tramo de tubería de cierta longitud, diámetro y cierto
caudal de paso y está conectada a la red de tuberías a través de dos
nudos. Un nudo puede ser un cambio de dirección de la red, división
de caudales o tuberías, reducción de caudales y también puede repre-
sentar una válvula de riego.

En la Figura 8.9, el nudo 1 representa la fuente de potencia, bombeo o


alimentación (caudal y presión), el nudo 2 representa una división de tube-
rías (caudales) y los nudos 3 y 4 representan las válvulas que controlarán el
riego en cada parcela o unidad de riego y así sucesivamente (ver Figura 8.5).

177
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Las pérdidas de carga pueden calcularse con la ecuación de Ha-


zen-Williams, cuya expresión matemática es la siguiente:
1.852
Q
Hfl  1.131E    9
 DI  4.87  L
C 
Hf es la pérdida de carga en una sección de tubería (m), Q es
el caudal a ser transportado (m3.hr–1), C es el coeficiente de Hazen-
Williams (ver Tabla 8.1), DI es el diámetro interno de la tubería (mm)
y L es la longitud del tramo o sección de la tubería (m).

Tabla 8.1 Valores del coeficiente C; Hazen-Williams


Tipo de conducto Valor de diseño
Acero, hierro dúctil o hierro fundido 140
Aluminio con acoples 120
Asbesto cemento 140
Polietileno 150
PVC 140

Utilizando los principios establecidos para el cálculo y diseño


de la red de tuberías, en la tabla 8.2 se presenta el resultado prelimi-
nar del diseño del diámetro de las tuberías. Las tuberías consideradas
para tal efecto fueron de clase 6 (ver Tabla 8.8).

En el área de la hidráulica existen muchos programas para dise-


ñar redes de riego presurizadas o sistemas de agua potable, algunos
de ellos son baratos y otros un poco caros. En la página web de la
universidad de Utah (USA) y del Servicio de Conservación de Suelos
(USDA, USA) se puede encontrar estos tipos de programas a un costo
económico. Sin embargo, en Internet puede obtenerse los siguientes
programas sin costo alguno: Epanet y Copam. Epanet es muy útil en
el diseño de redes de tuberías para agua potable y Copam (FAO) ha

178
Riego Andino Tecnificado

sido diseñado exclusivamente para redes de riego presurizadas y con


una distribución a la demanda.

Tabla 8.2 Resultado preliminar del diseño de la red de tuberías.


Sección Nudo 1 Nudo 2 Longitud DE Clase Q V HfS Hfnudo Presión
1 1 2 25 75 0.63 15 1.05 0.43
2 2 3 25 63 0.63 15 1.50 1.04
3 3 4 50 63 0.63 15 1.50 2.08 3.55 26.45
4 2 5 25 63 0.63 15 1.50 1.04
5 5 6 50 63 0.63 15 1.50 2.08 3.55 26.45
6 2 7 50 63 0.63 15 1.50 2.08
7 7 8 25 63 0.63 15 1.50 1.04
8 8 9 50 63 0.63 15 1.50 2.08 5.62 24.38
9 7 10 25 63 0.63 15 1.50 1.04
10 10 11 50 63 0.63 15 1.50 2.08 5.62 24.38
11 7 12 50 63 0.63 15 1.50 2.08
12 12 13 25 63 0.63 15 1.50 1.04
13 13 14 50 63 0.63 15 1.50 2.08 7.70 22.30
14 12 15 25 63 0.63 15 1.50 1.04
15 15 16 50 63 0.63 15 1.50 2.08 7.70 22.30
16 12 17 50 63 0.63 15 1.50 2.08
17 17 18 25 63 0.63 15 1.50 1.04
18 18 19 50 63 0.63 15 1.50 2.08 9.78 20.22
19 17 20 25 63 0.63 15 1.50 1.04
20 20 21 50 63 0.63 15 1.50 2.08 9.78 20.22
Longitud (m), DE diámetro externo (mm), Q caudal (m3/hr), V velocidad (m/s), Hfs pérdida de carga en la
sección (m), Hf nudo es la pérdida de carga al final de cada sección (m) y Presión es la carga disponible al
final de cada sección (m).

En la Tabla 8.2 y de acuerdo a la Figura 8.9 puede observarse que


el recorrido de una partícula de agua desde el nudo 1 hasta el nudo
4 (válvula de riego) lo hace a través de las secciones S1, S2 y S3. Por
lo tanto la pérdida de carga total entre los nudos 1 y 4 es la suma de
las pérdidas de carga de las secciones S1, S2 y S3. De igual forma, la
pérdida de carga total entre los nudos 1 y 19 es la suma de las pérdi-
das de carga que se producen en las secciones S1, S6, S11, S16, S17
y S18. Es decir si la presión aguas abajo del cabezal de riego es de 30

179
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

m, la presión aguas arriba de las válvulas que controlan el riego de


las parcelas será de 26.45 m en los nudos 4 y 6, 24.38 m en los nudos
9 y 11, 22.30 m en los nudos 14 y 16 y 20.22 m en los nudos 19 y 21.
La velocidad del agua en todas las secciones de la red de tuberías es
menor a 2 m.s–1.

Equipo, Accesorios y Dispositivos de Riego


Cabezal de Riego
El cabezal de riego está integrado por la unidad de bombeo, fil-
trado y fertirrigación; y, automatización cuando es requerida.

- Unidad de Bombeo. La unidad de bombeo está integrada por uno


o más grupos de bombeo y cada grupo de bombeo por una tube-
ría de succión y descarga (ver Figura 8.10).

La energía eléctrica recomendada para el funcionamiento de los


grupos de bombeo es: de 0.5 hasta 1.5 HP en energía monofásica (110
voltios), de 2 a 12.5 HP en energía monofásica (220 voltios) y de 3 HP
en adelante en energía trifásica (220/440 voltios); a partir de los 30 HP
se recomienda trabajar con energía trifásica (440 voltios).

Figura 8.10 Unidad de bombeo

180
Riego Andino Tecnificado

La eficiencia de los motores eléctricos se incrementa a medida


que se incrementa la potencia, por ejemplo, de 1 hasta 3 HP la eficien-
cia del motor es del 55%, de 3 a 5 HP del 70%, de 5 a 10 HP del 75%
y a partir de 10 HP esta eficiencia es del 80% e inclusive mayor a este
valor. La potencia del motor puede calcularse a partir de la siguiente
ecuación:
Q H
HP 
2.7  
HP es la potencia del motor en Horse Power (caballos fuerza), Q
es el caudal de bombeo (m3.hr–1), H es la carga dinámica total (m) y es
la eficiencia del motor (%).

En el ejemplo, el grupo de bombeo deberá suministrar el caudal de


riego de la unidad estimado en 14.5 m3.hr–1 y de otros usos necesarios
en el cabezal de riego como por ejemplo el llenado de los tanques para
la preparación de los fertilizantes (3 m3.hr–1). El caudal total que deberá
proporcionar el grupo de bombeo es de aproximadamente 18 m3.hr.–1

La carga dinámica total que deberá proporcionar el grupo de


bombeo será de:

- Presión en válvula: 20 m
- Pérdida de carga en el cabezal de riego: 7m
- Pérdida de carga en tuberías: 10 m (ver tabla 8.2)
- Diferencia de nivel entre agua
y eje bomba: 3m
Carga dinámica total: 40 m

La bomba debe proporcionar un caudal de 18 m3.hr–1 a una carga


dinámica total de 40 m.

181
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

18  40
HP   3.8...HP
2.7  70

La potencia mínima del grupo de bombeo es de 3.8 HP (5 HP inme-


diato superior), pero en los catálogos no se busca los grupos de bombeo en
función de la potencia sino en función del caudal y carga dinámica reque-
rida para la máxima eficiencia que proporcione dicho grupo de bombeo.

Entonces y de acuerdo a los grupos de bombeo existentes en el


mercado, el grupo que satisface los requerimientos de presión y cau-
dal es un grupo de bombeo eléctrico DS-8X (Mark-Peerles) de 7.5 HP
(ver Figura A1 y A2, anexos). Pero esta potencia es muy alta para el
sistema que se está diseñando, por lo tanto hay que volver a diseñar el
diámetro de las tuberías; y, siendo el nuevo diámetro de 75 mm para
toda la red (ver Tabla A5, anexos), la carga dinámica requerida es de
35 m. Entonces, bajo los nuevos requerimientos de presión y caudal,
el grupo de bombeo DS-8 de 5 HP satisface dichos requerimientos.

Si bien es cierto que el diámetro de las tuberías de 75 mm enca-


rece un poco el costo inicial del sistema de riego, éste se ve compen-
sado con el menor consumo de energía eléctrica al reducirse el motor
de 7.5 a 5 HP. Situación y condición que a corto, mediano y largo
plazo es la mejor alternativa desde el punto de vista económico.

El diámetro de la succión del grupo de bombeo se debe dimen-


sionar para una velocidad máxima de 2.6 m.s–1 entre las cotas 0 y 1000
msnm y 2 m.s–1 por sobre los 1000 msnm; a velocidades mayores pue-
de presentarse el fenómeno de cavitación y un NPSH negativo.

354  Q
DI 
V
182
Riego Andino Tecnificado

DI es el diámetro interno (mm), Q es el caudal de paso (m3.hr–1)


y V es la velocidad del agua (m.s–1).

354  18
DI   49.5...mm
2.6
El diámetro interno mínimo de la succión es de 49.5 mm, valor
que corresponde a un diámetro externo de 63 mm (ver Tabla 8.8),
el mismo concepto puede utilizarse para la descarga del grupo de
bombeo.

Tabla 8.3 Diámetro y caudal de paso de las válvulas check


Diámetro (pulgadas) Caudal (m3/hr)
¾ 4.8
1 10
1.5 16
2 32
3 70
4 90
Caudal de paso para una pérdida de carga de
2 m.

En la Tabla 8.3, se observa que la válvula check a instalarse en la


descarga del grupo de bombeo es de 2”(caudal de paso de 18 m3.hr–1).

Finalmente el grupo de bombeo a instalarse es un grupo DS-8


de 5 HP, la succión y descarga en tubería de 63 mm (2”) y la válvula
check a instalarse en la descarga de 2”.

- Unidad de Filtrado. La unidad de filtrado es indispensable en


todo sistema de riego por goteo. Existen diferentes tipos de fil-
trado a utilizarse y dependen de la fuente de abastecimiento y de
la calidad del agua (ver Figura 8.11).

183
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Para los sistemas de abastecimientos subterráneos se requiere de


una instalación en serie de filtros hidrociclón y de mallas siempre y cuan-
do el grupo de bombeo sumergible alimente directamente al sistema de
riego. Para el abastecimiento desde reservorios, acequias y ríos se requie-
re de una instalación en serie de filtros de grava y de mallas o anillas.

Figura 8.11 Unidad de filtrado; grava y anillos.

Para el ejemplo se consideró que el sistema será abastecido des-


de un reservorio, de esta forma el sistema de filtrado estará formado
por un sistema de filtros en serie de grava y de mallas o anillas.

Tabla 8.4 Diámetro y caudal de paso de los filtros de grava.


Diámetro (pulgadas) Caudal (m3.hr–1)
12 6
16 11
20 18
24 28
30 42
36 62
48 120
Diámetros y caudales de paso máximos para los
filtros de la casa Odis.

184
Riego Andino Tecnificado

De acuerdo a la Tabla 8.4 y para el caudal de 18 m3.hr–1, puede


trabajarse con un solo filtro de grava de 20” o con dos filtros de grava
de 16”, obviamente que el menos costoso será el más viable.

Figura 8.12 Filtros de mallas y anillos

Tabla 8.5 Diámetro y caudal de paso para los filtros de anillas.


Diámetro (pulgadas) Caudal (m3.hr–1)
¾ 4
1 6
1.5 8
2 25
3 50
4 80
6 160
8 300

En la Tabla 8.5, el filtro de anillas requerido para un caudal de


paso de 18 m3.hr–1 es de 2”.
150
GD 
DP
El grado de filtración para los sistemas de riego por goteo de-
pende del diámetro de paso de los emisores; como regla general éste
debe ser la décima parte de dicho diámetro de paso.

185
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Donde: GD es el grado de filtración ya sea para los filtros de gra-


va o de mallas o anillas (mesh) para la décima parte del diámetro del
emisor y DP es el diámetro de paso del emisor (mm).

150
GD   115...mesh
1.3
Se asumió que el diámetro de paso del emisor es de 1.3 mm, por
lo tanto, el grado de filtración mínimo deberá ser de 115 mesh.

En la Tabla 8.6, el grado de filtración existente en el mercado que


se ajusta al diseño es el de 120 mesh (anillas de color rojo)

Tabla 8.6 Grado de filtración para los filtros de anillos.


Color Mallaje (mesh)
Azul 40
Amarillo 80
Rojo 120
Negro 140

Se recomienda que el grado mínimo de filtración para sistemas de


riego por goteo debe ser de 120 mesh, por seguridad y especialmente
para el caso en el que no se conozca el diámetro de paso del emisor.

Para escoger el diámetro de las válvulas para la instalación de la


unidad de filtrado puede utilizarse los valores indicados en la Tabla 8.3.

Finalmente la unidad de filtrado estará constituida por un filtro


de grava de 20”, dos filtros de anillas de 2” (uno para el filtrado y otro
para el retrolavado) y las válvulas para el manejo y control del filtrado
y retrolavado de los mismos serán de 2”.

186
Riego Andino Tecnificado

- Unidad de Fertigación. La unidad de fertigación es un grupo de


dispositivos que permiten la inyección de los fertilizantes disuel-
tos en el agua de riego. Esta unidad está compuesta por inyec-
tores, tanques para el mezclado de los fertilizantes, agitadores
mecánicos, filtros y válvulas para la operación de los mismos (ver
Figura 8.13).

Aunque en el mercado existen varios tipos de inyectores, el sis-


tema Booster es uno de los que mejor aceptación tiene en el sector
agrícola debido a los bajos costos de mantenimiento que éstos de-
mandan.

Figura 8.13 Unidad de fertigación

Un sistema booster está compuesto por un grupo de bombeo que


proporciona el caudal y la presión para el funcionamiento de los inyec-
tores venturi. En la succión de los venturis debe instalarse un medidor
de flujo (flujómetros) y válvulas manuales que permitan igualar el des-
censo del nivel de la disolución en los tanques de fertilizantes y por lo
tanto equilibrar la dosificación de los fertilizantes debido a que el peso

187
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

específico de la solución madre es diferente en cada tanque. General-


mente se trabaja con dos o tres tanques para la preparación de fertili-
zantes, obviamente el número de tanques está en función del grado de
automatización de la instalación y de la cantidad de soluciones que se
deseen inyectar en el agua de riego. Para el ejemplo se trabajará con dos
tanques para la preparación de la disolución de los fertilizantes.

La capacidad de inyección puede determinarse a partir de la si-


guiente expresión matemática:
q  5Q
En la ecuación anterior, q es el caudal de inyección (l.hr–1) y Q
es el caudal máximo de las válvulas de riego (m3.hr–1). La relación de
inyección está determinada para disolver como máximo150 kg de fer-
tilizantes en un volumen de agua de 1000 litros.

El caudal de inyección que se necesita para el diseño es de 72.5


l.hr ; es decir que la relación de inyección es de aproximadamente
–1

200 (14500/72.5).

En la Tabla 8.7 se presenta el caudal motriz e inyección para di-


ferentes diámetros de venturis.

Tabla 8.7 Caudal motriz e inyección de los venturis.


Diámetro (pulgadas) Caudal motriz (m3/hr) Caudal de inyección (l/hr)
½ 0.5 60
¾ 1.4 95
1 3.7 280
1.5 10 680
2 22 1800
El caudal de inyección es para agua pura, por lo tanto este valor debe ser reducido en un 80%
debido a que el peso específico de la disolución de los fertilizantes es mayor que la del agua.

188
Riego Andino Tecnificado

Para el ejemplo y de acuerdo con la tabla 8.7, el inyector de ¾” es


el adecuado para inyectar 72.5 l.hr–1 de disolución y su caudal motriz
es de 1.4 m3.hr–1.

El grupo de bombeo del sistema booster deberá proporcionar


un caudal de 2.8 m3.hr–1 (2 x 1.4) a una carga hidráulica entre 15 y 30
m. El grupo de bombeo existente en el mercado que proporcione el
caudal y presión requeridos puede ser un grupo DA-4 (Mark-Peerles)
o el grupo Pedrollo de 1 HP.

Los tanques para la preparación de fertilizantes son de plás-


tico y tienen volúmenes que varían comúnmente entre 100 y 1000
litros.

Finalmente el equipo de fertigación estará compuesto por un


grupo de bombeo de 1 HP, dos inyectores venturi de ¾” y dos tan-
ques con una capacidad de 1000 litros para la disolución de los fer-
tilizantes.

- Automatización. La automatización de los sistemas de riego


permite optimizar el riego en el campo y por supuesto permite
optimizar al máximo el uso de los diferentes accesorios y dispo-
sitivos que conforman un sistema de riego por goteo (ver Figura
8.14).

La automatización permite realizar el arranque y parada de los


grupos de bombeo, retrolavado de los filtros, inyección de fertilizantes
al agua de riego, control del pH y Ec del agua de riego, abrir y cerrar
las válvulas en el campo entre otras actividades.

189
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 8.14 Esquema general de la automatización de un sistema de riego

El control del riego se lo puede hacer por volumen o por tiempo.


Lo recomendado es hacerlo por volumen ya que permite controlar los
volúmenes de agua aplicados en cada parcela, determinar el estado de
los emisores o goteros, chequear si se aplicó la cantidad de agua pro-
gramada para cierto período de tiempo, programar en forma precisa
la inyección de los fertilizantes; tantos litros de fertilizantes por tantos
de agua y realizar muchas aplicaciones, ciclos o pulsos durante el día,
entre otras actividades.

Para el ejemplo, el computador de riego deberá operar el si-


guiente número de dispositivos:

190
Riego Andino Tecnificado

- Grupo de Bombeo: 2 (riego y booster)


- Filtros de grava: 1
- Inyectores venturi: 2
- Válvula volumétrica: 1 (ver tabla A6, anexos)
- Medidores de fertilizantes: 2
- Válvulas de riego: 16
Total entre salidas y entradas: 24

Es decir que el computador de riego debe tener una capacidad


mínima para 24 salidas.

Si no se desea un sistema totalmente automatizado, existen las


posibilidades de automatizar el retrolavado de los filtros y la inyección
de los fertilizantes a través de pequeños y económicos controladores
electrónicos pero a cambio de que la disciplina en la apertura y cierre
de las válvulas en el campo sea rigurosa.

Unidad de Riego
La unidad de riego está integrada por la red de tuberías, válvulas
para el control del riego, manguera de polietileno (manifold) y los
laterales de riego (ver Figura 8.15).

- Tuberías. La red de tuberías está integrada por los tubos propia-


mente dichos, codos, tees, reductores, monturas o collarines, etc.

En sistemas de riego se recomienda trabajar con tuberías de cla-


se 6, es decir una tubería cuya presión nominal de trabajo es de 0.63
MPa o 6.3 kg.cm–2. En la tabla 8.8 se presenta el diámetro externo e
interno para la tubería de PVC clase 6.

191
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Tabla 8.8 Diámetro externo e interno para la tubería de clase 6.


DE (mm) DI (mm)
32* 27.2
40* 36.6
50** 46.6
63 59.0
75 70.4
90 84.5
110 104.6
140 133.0
160 152.0
* Clase 12.5
** Clase 8

Para el ejemplo, la tubería considerada en el diseño fue de 75


mm y clase 6. Es decir que el diámetro interno de los tubos es de 70.4
mm; la longitud estándar de cada tubo es de 6 metros.

- Válvulas para el control del Riego. Las válvulas para el control


del riego en las parcelas pueden ser manuales o hidráulicas. Las
válvulas manuales sirven para operar el riego y no tienen posi-
bilidad alguna de regulación y automatización, ventajas que sí
disponen las válvulas hidráulicas.

El caudal de paso para las válvulas manuales es muy similar al cau-


dal de paso de las válvulas check presentado en la Tabla 3. En la siguien-
te tabla se presenta los caudales de paso para las válvulas hidráulicas.

Tabla 8.9. Caudal de paso para las válvulas hidráulicas.


Diámetro (pulgadas) Caudal (m3/hr)
¾ 4
1 5
1.5 18
2 25
3 50-80

192
Riego Andino Tecnificado

El caudal de paso de las válvulas del ejemplo es de 14.5 m3.hr–1,


por lo tanto, el diámetro óptimo de la válvula es de 1.5”.

- Manguera de polietileno. La manguera de polietileno en sistemas


de riego puede utilizarse como manifold, salidas desde el manifold,
instalaciones en los cabezales de riego para el llenado de los tan-
ques de los fertilizantes, conducción de la disolución de los fertili-
zantes desde los tanques hasta los inyectores y otras aplicaciones.

La clase de las mangueras de polietileno hasta un diámetro de


25 mm es 2.5 y desde 32 hasta 63 mm de clase 4. En el manifold es
preferible utilizar mangueras de 32, 40 y 50 mm, debido a la facilidad y
rapidez con que se puede realizar una instalación y por supuesto que
los accesorios del tipo acople no permiten ningún tipo de fuga.

En el ejemplo, para el manifold se consideró la manguera de po-


lietileno de 40 mm clase 4, cuyo diámetro interno es de 36.6 mm.

- Laterales de Riego. Un lateral de riego es la manguera de po-


lietileno en la cual se encuentran insertados o integrados los
emisores o goteros. Los laterales de riego están definidos por el
espesor de la pared de la manguera porta goteros, los espesores
más delgados los encontramos en las cintas y los más gruesos
denominados como 35 o 40 mm.

En las cintas se recomienda trabajar con una presión máxima de


10 - 12 m dentro de la parcela de riego para evitar su rotura, cuando
no se controla este parámetro, luego de un tiempo determinado de
trabajo la distribución del agua es muy similar a la generada por la
micro-aspersión.

193
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 8.15 Unidad de riego

En cualquier instalación, el lateral de riego está conectado al


manifold a través del siguiente orden de accesorios: Conector – Sa-
lida – Unión – Lateral de Riego – Terminal; la salida es un pedazo de
manguera del mismo diámetro del lateral de riego de alrededor de 1
metro de longitud.

Para el ejemplo, el diámetro del lateral de riego es de 12 mm y la


separación entre emisores es de 0.25 m.

- Resumen. Los dispositivos principales establecidos para el sis-


tema de riego propuesto en el ejemplo se presentan en la tabla
8.10

194
Riego Andino Tecnificado

Tabla 8.10 Resumen del equipo principal para el sistema de riego


Dispositivo Cantidad
Unidad de Bombeo
Succión en tubería de 2” 1
Grupo de bombeo de 5 HP (DS-8) 1
Descarga en tubería de 2” 1
Unidad de Filtrado
Filtro de grava de 20” 1
Filtro de anillas de 2” y 120 mesh 2
Unidad de Fertigación
Grupo de bombeo de 1 HP 1
Venturis de ¾” 2
Tanques de 1000 litros 2
Unidad de Riego
Tubo de 75 mm x 0.63 Mpa x 6 m 250
Válvulas de 1.5” 15
Manguera 40 mm x 0.4 Mpa 800
Lateral de riego 12 mm/1 l/hr/ 0.25 m 57200

Figura 8.16 Esquema final del diseño del sistema de riego por goteo

195
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

En la Figura 8.16 se presenta la planificación final del diseño


del sistema de riego para el cultivo de brócoli. Figura en la cual se
observa que el área total de riego fue dividida en 16 unidades o par-
celas de riego y de que la tubería principal, así como el manifold
están trazados por el centro del área de riego y por el centro de las
unidades de riego.

Figura 8.17 Esquema final del sistema de riego por goteo

en las unidades o parcelas de riego

En la Figura 8.17 se presenta el esquema final del diseño del


sistema de riego en una unidad de riego, la cual representa la dispo-
sición del sistema de riego en todas y cada una de las 16 unidades de
riego puesto que sus dimensiones son estándares. En esta figura, la

196
Riego Andino Tecnificado

longitud del lateral de riego es de 25 metros, el manifold es abastecido


por el centro; situación que divide a la longitud total del manifold en
2 partes iguales de 25 metros.

8.5 Evaluación de sistemas de riego por goteo


Conceptos Generales
La evaluación de los sistemas de riego está basada en la deter-
minación de la uniformidad de emisión o descarga de los emisores en
las unidades de riego.

La evaluación de la uniformidad de emisión de un sistema de


riego permite:

• Conocer la eficiencia del sistema de riego;


• Conocer las medidas correctoras para optimizar su opera-
ción;
• Provee información muy valiosa para corregir la aplicación
del agua y fertilizantes al cultivo; procesos que están en
función de la descarga de los emisores;

Mejorar la productividad y calidad de los productos cultivados.


La uniformidad de descarga de los emisores depende de sus ca-
racterísticas físicas constructivas, presión de funcionamiento existen-
te en los laterales de riego, envejecimiento y obturaciones causadas
principalmente por la precipitación de sales que se forman al com-
binarse los cationes y aniones existentes en el agua de riego con los
fertilizantes aplicados a través del sistema.

Las características constructivas de los emisores dependen


principalmente del coeficiente de variación (CV) y del exponente

197
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

de descarga del emisor. El coeficiente de variación indica la calidad


de la construcción de los emisores, por tal motivo es recomendable
trabajar con emisores cuyo coeficiente de variación se encuentre en
el rango 0.03 - 0.05; valores indicativos de que la calidad construc-
tiva del emisor es excelente. De igual forma, el exponente de des-
carga es un indicador del tipo de flujo del emisor; y, con el objetivo
de disminuir la variación de la descarga causada por variaciones de
temperatura y presión, es recomendable trabajar con emisores con
exponentes de descarga entre 0.4 - 0.6 siendo mucho mejor aquellos
que tienden a 0.4.

La presión de funcionamiento en los laterales de riego depende


fundamentalmente de todo el sistema de riego. Las variaciones de las
presiones en los laterales de riego están relacionadas directamente
con las unidades de bombeo, filtrado, pérdidas de carga generadas en
las tuberías de conducción y por supuesto en el ajuste de los regula-
dores de presión (pilotos).

Otro fenómeno que afecta a la uniformidad de distribución es la


obturación de los emisores causada por la precipitación de las sales y
fertilizantes existentes y aplicados, respectivamente.

Si bien es cierto que en un sistema de riego todos sus compo-


nentes son importantes, los emisores o laterales de riego deberían
tener el mayor grado de importancia, cuidado y mantenimiento de-
bido a que la productividad y calidad de los cultivos dependen de la
uniformidad de distribución del agua y fertilizantes en cada una de las
unidades de riego. Otro factor indicativo de que los laterales deben
ser lo más importante y preciado dentro de un sistema de riego es que
su costo representa un 60 o 70% del costo total de una instalación.

198
Riego Andino Tecnificado

Las evaluaciones de los sistemas de riego deben realizarse in-


mediatamente después de la instalación del mismo para conocer los
datos de partida referentes al sistema de riego y luego este proceso
se lo realiza en forma anual con el objetivo de interpretar, mejorar,
optimizar, ajustar y rehabilitar el sistema de riego.

Cuando se realiza la evaluación de campo anual, es necesario


aforar los goteros tal y como se encuentra el sistema de riego, luego
se realiza un mantenimiento minucioso de todo el sistema de riego
como; chequeo de presiones en los cabezales de riego, estado de la
unidad de filtrado, ajuste de los reguladores de presión, lavados de
la tubería principal, secundaria, manifold y laterales de riego; y, final-
mente luego de este proceso se vuelve a realizar el aforo de acuerdo a
las normas que se establecerán más adelante.

En base a los valores del coeficiente de uniformidad obtenidos


en el segundo aforo se procede a realizar la interpretación y las accio-
nes a desarrollarse para optimizar el sistema de riego.

Procedimiento de Campo para determinar la


Uniformidad de Emisión

La uniformidad de emisión dentro de una unidad de riego se


determina a partir del aforo de 16 emisores los mismos que deben
aforarse de acuerdo al siguiente esquema:

199
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 8.18 Aforo de caudales en una unidad de riego

En la Figura 8.18, el esquema A muestra una unidad de riego in-


tegrada por una válvula reductora de presión, manifold y n laterales de
riego; y, el esquema B muestra la distribución de los 16 aforos mencio-
nados anteriormente, para tal efecto se procede a dividir la unidad de
riego en su eje X y Y en tres partes iguales denominadas aquí como 0,
1/3, 2/3 y 3/3, es decir que tanto en el eje X como Y la unidad de riego
queda dividida en 16 puntos de aforo. Cada aforo representa aproxima-
damente el 6.25% del área total de una unidad de riego.

Para realizar el aforo se necesita un cronómetro, un vaso plástico,


una jeringa o probeta graduada en mililitros (cm3), un manómetro y la
tabla para llenar los datos de los volúmenes aforados.

200
Riego Andino Tecnificado

El tiempo de aforo para cada emisor puede ser de 30 segundos.


Para determinar el caudal del emisor a partir del volumen aforado en
30 segundos se recomienda utilizar la siguiente expresión matemática:

q  0.12  V
Donde: q es el caudal del emisor (l.hr–1) y V es el volumen afora-
do en 30 segundos (cm3).

El aforo de los emisores debe realizarse una vez que el sistema


de riego se ha presurizado, es decir, después del llenado de los late-
rales de riego.

Si el emisor que debe ser aforado se encuentra taponado, se


debe aforar el emisor contiguo que se encuentre en funcionamiento
(goteando) para evitar una distorsión en el análisis a realizarse. De
igual forma hay que medir la presión al final de los laterales para co-
nocer la presión de funcionamiento existente en la unidad de riego.

Tabla 8.11 Volumen de los emisores aforados en cm3


Cultivo: Separación Emisores:
No. Bloque: Separación Laterales:
Emisor: Tiempo de Riego:
Año Instalación: Laterales H Cultivo:
Uso Consuntivo: Caudal Emisor:
Gotero/Lateral G0 G1/3 G2/3 G3/3 Presión (m)
L0 V1 V2 V3 V4 P1
L1/3 V5 V6 V7 V8 P2
L2/3 V9 V10 V11 V12 P3
L3/3 V13 V14 V15 V16 P4

De acuerdo a la Tabla 8.11, es indispensable la información sobre el


año de la instalación, tiempo de riego, uso consuntivo, caudal aforado
en la válvula volumétrica y por supuesto los 16 volúmenes aforados

201
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.
de acuerdo al esquema B de la figura 8.18. L0 hasta L3/3 representan
los cuatro laterales de riego en dónde se realizarán los aforos de los
goteros desde G0 hasta G3/3.

Cálculos e Interpretación de los Resultados


Para determinar el coeficiente de uniformidad hay varias me-
todologías, aquí se describirá tres metodologías sin entrar en detalle
puesto que hay mucha información sobre las mismas en los textos de
riego por goteo.
q 25
CU   100
qa
Donde: CU es el coeficiente de uniformidad (%), q25 es el caudal
promedio de los cuatro caudales aforados más bajos (l/hr) y qa es el
caudal promedio de todos los caudales aforados (l/hr).

 q 25 qa 
CUa  50    
 qa q1 / 8 
Donde: CUa es el coeficiente de emisión absoluta en la unidad
de riego y q1/8 es el caudal promedio de los dos valores aforados más
altos (l/hr).
  
UEs  100  1  
 qa 

UEs es la uniformidad de emisión estadística (%) o Coeficiente


de Uniformidad de Cristiansen y σ es la desviación estándar de los
valores aforados.

Los diferentes valores del coeficiente de uniformidad pueden in-


terpretarse de acuerdo a la siguiente tabla:

202
Riego Andino Tecnificado

Tabla 8.12 Interpretación de los valores de CU.


Coeficiente de Uniformidad Interpretación
> 90% Excelente
80 – 90 % Muy bueno
70 - 80 % Aceptable
< 70 % Inaceptable

Cuando el coeficiente de uniformidad es mayor al 90% la uniformi-


dad de emisión de los goteros es excelente y es el caso ideal para cul-
tivos altamente rentables. Cuando este valor se encuentra entre el 80
y 90%, los valores son muy buenos para cultivos rentables.

Cuando este valor es menor del 80% se recomienda realizar un aná-


lisis financiero para determinar la relación B/C y el VAN con el objetivo de
tener una idea más clara de lo que está pasando actualmente con la pro-
ducción y calidad; y, lo que se podría obtener con las mejoras y cambios en
el sistema de riego ya que estos valores son indicativos de que la uniformi-
dad de emisión dentro de la unidad de riego es muy baja, puesto que su efi-
ciencia de aplicación es similar a la de los sistemas de riego gravitacionales.

En el siguiente ejemplo se presenta los valores del segundo aforo; en el


primer aforo el coeficiente de uniformidad promedio fue del 65% (inaceptable).

Tabla 8.13 Volumen aforado en cm3


Cultivo: Flores Separación Emisores: 0.35 m
No. Bloque: 1 Separación Laterales: 1.40 m
Emisor: xxxx Tiempo de Riego: 21 min.
Año Instalación: 1996 Laterales H Cultivo: 2
Uso Consuntivo: 3.3 mm.día–1 Caudal Emisor: 2.3 l.hr–1
Gotero/Lateral G0 G1/3 G2/3 G3/3 Presión (m)
L0 17 33 19 15 20
L1/3 24 30 18 17 21
L2/3 23 27 22 35 19
L3/3 22 27 12 17 21

203
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

La Tabla 8.13 representa el esquema para registrar los datos de los aforos.

Tabla 8.14 Caudales de los emisores aforados (l.hr–1).


Aforos q (l.hr–1) qAscendente (l.hr–1) Promedios
1 2.04 1.44 O
2 3.96 1.80 O
3 2.28 2.04 O
4 1.80 2.04 O
5 2.88 2.04
6 3.60 2.16
7 2.16 2.28
8 2.04 2.64
9 2.76 2.64
10 3.24 2.76
11 2.64 2.88
12 4.20 3.24
13 2.64 3.24
14 3.24 3.60
15 1.44 3.96 +
16 2.04 4.20 +

En la Tabla 8.14 en la columna 1 (Aforos) se muestra el número


de aforos, en la columna 2 (q, l.hr–1) se presenta los caudales de los
aforos realizados, en la columna 3 (qAscendente, l.hr–1) se presenta
los caudales de la columna 2 ordenados en forma ascendente, en la
columna 5 (Promedios) se presenta los valores que serán utilizados
en el cálculo del Coeficiente de Uniformidad: la vocal O representa
los cuatro aforos más bajos; 25% del total de los valores aforados; y, el
signo + representa los dos aforos más altos; 12.5% del total de aforos.

De los valores presentados en la Tabla 8.14 hay que determinar


el caudal promedio (qa), el caudal promedio de los cuatro valores más
bajos (q25), el promedio de los dos valores aforados más altos (q1/8) y
la desviación estándar de los 16 valores aforados. En el ejemplo estos
valores determinados fueron:

204
Riego Andino Tecnificado

  0.79
1.83
CU   100  68.2%
2.69
 1.83 2.69 
CUa  50      67%
 2.69 4.08 
 0.79 
UEs  100  1    70.4%
 2.69 
El coeficiente de uniformidad promedio es del 68.5%, valor que
se lo interpreta como inaceptable para una instalación de riego por
goteo y con un cultivo altamente rentable.

Figura 8.19 Interpretación del estado de humedad de acuerdo a los aforos

205
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

La Figura 8.19 se obtuvo a partir de interpolaciones entre los


diferentes aforos realizados y de una manera orientativa se obtuvo
que el 51% del área total tiene un contenido de humedad adecuado,
el 40% presenta un déficit y un 9% presenta un exceso de humedad.

Figura 8.20 Vista tridimensional de los aforos realizados


En la Figura 8.20 se presenta un gráfico tridimensional de los
aforos realizados para tener una mejor visualización y una idea más
clara de lo que pasa con la distribución del riego dentro de una uni-
dad. Es decir que la evaluación de campo es la herramienta más útil
que debe disponer un técnico encargado del manejo del riego y ferti-
lización en cualquier área productiva.

206
Riego Andino Tecnificado

Análisis de la Evaluación de Campo


Los valores referentes a la lámina de riego, tiempo de riego y el
incremento del caudal se presentan a continuación, recordando que
en el ejemplo, el caudal inicial del emisor es de 2.3 l.hr–1, el tiempo
de riego de 21 minutos, la separación entre emisores de 0.35 m, dos
laterales de riego por cada cama de cultivo, separación entre camas de
1.4 m y el uso consuntivo de 3.3 mm.día–1.

- Parámetros iniciales. En esta parte se determinará la lámina y


tiempo de riego con los que empezó el funcionamiento del sis-
tema de riego.

Uc 3.3
Tr    21... min
Lr 9.39

Después de la instalación del equipo de riego, la lámina y tiempo


de riego fueron de 9.39 mm.hr–1 y 21 minutos, respectivamente.

- Parámetros Reales (Actuales). Después de seis años de funcio-


namiento del equipo de riego y de acuerdo a la evaluación de
campo, los siguientes parámetros se modificaron:

Uc 3.3
Tr    18 min
Lr 10.98
Después de seis años de trabajo del equipo de riego, el caudal
del emisor se incrementó en un 14.5% y al incrementarse el caudal de
los emisores obviamente también se incrementó la lámina de riego de

207
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

9.39 a 10.98 mm.hr–1 y consecuentemente el tiempo de riego dismi-


nuyó de 21 a 18 minutos.

En el sector donde se realizó la evaluación, el tiempo de riego


actual era de 21 minutos, es decir, se estaba proporcionando una lá-
mina de 3.84 mm (14% de exceso), cuando el requerimiento de agua
del cultivo era de 3.3 mm.

De igual forma la concentración de la fertilización era un 14.5%


menos que la requerida por el cultivo (solución diluida).

Causas y posibles medidas correctoras


Las medidas correctoras están enfocadas principalmente en los
aspectos hidráulicos y en la calidad de los emisores.

En el aspecto hidráulico es necesario chequear todos los dispo-


sitivos que conforman el equipo de riego de acuerdo a las especifica-
ciones citadas en el numeral 8.3; mantenimiento de equipos de riego.

En lo referente a la calidad de los emisores, esto ya fue descrito


anteriormente, sin embargo los emisores deben tener un coeficiente
de uniformidad alto y un exponente de descarga que determine que
el flujo en los emisores es turbulento.

Después de la instalación del equipo de riego el coeficiente de unifor-


midad debe ser mayor al 92%, si éste es menor al 92% tiene que revisarse
obligadamente el diseño y realizar los cambios y adecuaciones respectivas.

En goteros auto compensados la uniformidad de emisión es muy


variable y disminuye con el paso del tiempo, en algunos casos se em-

208
Riego Andino Tecnificado

pieza con una uniformidad del 96% y luego de seis años este valor
desciende a menos del 70%. En el caso de los goteros no compen-
sados, la uniformidad de emisión es más estable, ya que se empieza
con un 95% y al cabo de seis años este valor se mantiene alrededor
del 91%.

Por supuesto que no todos los emisores no compensados ofre-


cen estas bondades, de los goteros existentes en el mercado, los de
tipo laberinto son los mejores y claro, el hecho de que instalemos
goteros no compensados y de tipo laberinto no significa que estamos
libres del mantenimiento del equipo de riego.

La evaluación anual del equipo de riego permite afinar y opti-


mizar tanto el uso del equipo de riego como ajustar los cálculos de la
dotación de agua y de fertilizantes.

Los cálculos relacionados con el riego y la fertilización deben


realizarse sobre la base de los valores registrados en las válvulas vo-
lumétricas a través de los computadores de riego, y en el caso de sis-
temas de riego operados manualmente, la evaluación del sistema de
riego anual es una regla y norma que debe realizarse en forma orde-
nada y disciplinada.

Si la uniformidad de emisión se encuentra entre el 70 y 80% se


recomienda lavar los laterales de riego con ácidos fuera del cultivo.

Si los valores de la uniformidad de emisión son menores al 70%


se recomienda realizar el cambio de los laterales de riego con emiso-
res nuevos que sean de bajo caudal (menor de 2 l.hr–1) y se encuentren
distanciados entre 15 y 20 cm.

209
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Finalmente, la uniformidad de emisión afecta directamente la


calidad y productividad en cualquier tipo de cultivo, por lo que, este
tipo de evaluaciones debe realizarse anualmente.

8.6 Mantenimiento de equipos de riego


Un régimen frecuente en el mantenimiento del equipo de riego
permite optimizar y rehabilitar a su máximo potencial un sistema de
riego; y, reajustar los parámetros de riego y fertigación.

Un inadecuado mantenimiento del equipo de riego incrementa


el costo del mismo mantenimiento, incrementa los costos del consu-
mo de energía y reduce la producción y calidad de los cultivos.

Unidad de Bombeo
La unidad de bombeo es el corazón de un sistema de riego, ya que
es la encargada de proporcionar el caudal y presión necesaria para el fun-
cionamiento adecuado de todas las unidades que conforman un sistema
de riego. Si esta unidad no trabaja de acuerdo al diseño previsto debido
a causas generadas por un mal manejo, operación y mantenimiento, el
funcionamiento de todas las unidades de un sistema de riego es afectado.

Las principales actividades destinadas a mantener en óptimo


funcionamiento un grupo de bombeo consisten en chequear la pre-
sencia de ruidos, fugas y la relación caudal – presión.

Los ruidos son un indicativo de que puede haber un exceso de


consumo de agua en el campo, cavitación, presencia de objetos como
piedras, pescados o pepas de eucalipto en el impulsor; y, puede ser un
indicio de que los rodamientos y platineras del motor necesitan ser
cambiados.

210
Riego Andino Tecnificado

El exceso de consumo en el campo se debe a las siguientes cau-


sas: desajuste de reguladores de presión, exceso de válvulas abiertas,
válvula de alivio muy abierta y roturas en las tuberías. Cualquiera que
sea el caso, es necesario cerrar todas las válvulas en el campo, ajustar
los reguladores de presión, revisar la presencia de fugas en la tubería
y chequear la relación caudal - presión de acuerdo a la curva de fabri-
cación; y, regular la válvula de alivio en tres amperios menos que el
amperaje nominal existente en la placa del motor.

La cavitación se produce cuando el desnivel entre el espejo de


agua y el eje central de la bomba es mayor a los siete metros; este
ruido es generado por la implosión de las moléculas de agua en el
impulsor. Para eliminar este fenómeno hay que llenar el reservorio o
bajar el grupo de bombeo a un punto en el que la diferencia de nivel
sea como máximo de tres o cuatro metros y si es posible incrementar
el diámetro de la succión para disminuir las pérdidas de carga en este
tramo; especialmente en sitios ubicados por sobre la cota 2000 msnm.

Las fugas se presentan en las uniones entre accesorios mal aco-


plados, desajustes debido a los movimientos fuertes que generan los
golpes de ariete y en el eje mecánico de transmisión de potencia des-
de el motor hasta la bomba. Con respecto a los dos primeros tipos de
fugas, las acciones a realizar son poner bastante teflón y permatex en
los accesorios machos especialmente cuando se trata de accesorios
metálicos, ajustar los pernos en las bridas y anclar (anclajes de hormi-
gón) la tubería de descarga en codos, tees y en todos los cambios de
dirección del flujo del agua. Las fugas en el eje de trasmisión pueden
ser eliminadas a través del cambio de los sellos mecánicos en los gru-
pos de bombeo que tengan este tipo de estructura y hay que ajustar
la prensa estopa de tal forma que el sangrado o flujo del agua en el

211
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

eje de trasmisión sea mínimo y a la vez sirva como lubricante y refri-


gerante en aquellos grupos de bombeo en que el motor se acopla a la
bomba a través del dispositivo conocido como “matrimonio”.

La variación de la relación caudal – presión está asociada a los


siguientes factores: succión descebada, entrada de aire en la succión,
baja capacidad de succión en la válvula de pie, consumo excesivo en
el campo, válvula de alivio muy abierta y el diámetro del impulsor no
es el correcto (falla en el ensamblaje).

Cuando la bomba está descebada, el manómetro no marca pre-


sión alguna y no es posible observar el movimiento del dispositivo de
paso de las válvulas check. Cuando la succión se desceba es porque
la válvula de plato de la válvula de pie no sella adecuadamente, existe
entrada de aire en la tubería, existe una acumulación de aire y hay
fugas en la tubería de succión; especialmente cuando éstas son de
aluminio y se encuentran instaladas en reservorios cuyo pH es alca-
lino. Las tareas a realizar son: cebar la succión y arrancar el grupo de
bombeo y chequear la relación caudal – presión, si esta relación es la
adecuada, entonces no habrá problemas en el funcionamiento de las
restantes unidades del sistema de riego. Si la tubería de succión se
vuelve a descebar, entonces hay que chequear si existen fugas de agua
y/o entrada de aire en la tubería de succión; y, revisar la válvula de pie.

La entrada de aire en la tubería de succión puede darse por el


fenómeno del vórtice, fenómeno que se produce cuando la diferencia
de nivel entre el espejo del agua y la válvula de pie es menor a 0.5
metros. Para solucionar este problema se puede profundizar la válvula
de pie de tal forma que la diferencia mínima entre el espejo del agua
y la válvula de pie sea de 1 metro o se puede poner obstáculos como

212
Riego Andino Tecnificado

madera (tablas) alrededor de la succión para evitar la formación del


vórtice y evitar la entrada de aire en la tubería de succión. La entrada
de aire también se produce en las uniones y codos mal pegados o
acoplados.

La baja capacidad de succión en la válvula de pie se debe a que


ésta se encuentra muy cerca de las paredes laterales o del fondo del
reservorio, para evitar este fenómeno se recomienda que la válvula de
pie sea instalada como mínimo a 0.6 metros del fondo y paredes del
reservorio.

El calentamiento excesivo y apagado de un grupo de bombeo se


debe a un exceso de consumo en el campo, éste puede determinarse a
partir de la medición del amperaje. Cuando el amperaje de consumo
es mayor al de referencia, los dispositivos de protección de los arranca-
dores (relees térmicos) apagan el motor evitando de que éste se que-
me, razón por la cual se recomienda instalar arrancadores en grupos de
bombeo a partir de los 3 HP. Para evitar estos problemas, se recomienda
ajustar los consumos en el campo, regular todos los dispositivos hi-
dráulicos, revisar de que el voltaje en el breaker sea el correcto (220
voltios entre fases), chequear de que la rotación del motor coincida con
la dirección de rotación en motores trifásicos, balancear los consumos
en cada fase y chequear el cable eléctrico de la acometida.

Unidad de Filtrado
La unidad de filtrado está integrada por una instalación en serie
de filtros de grava y anillos o mallas. Los filtros de grava retienen algas
y materiales minerales no decantados y los filtros de anillos o mallas
cumplen la función de retener las partículas más pequeñas que no
fueron retenidas por el filtro de grava.

213
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

La calidad del filtrado del agua de riego depende del material,


espesor y estado en el que se encuentran tanto la grava como los ani-
llos o mallas. Cuando el sistema de filtrado no recibe un manteni-
miento adecuado se produce el taponamiento de los goteros.

Las labores relacionadas con el mantenimiento de la unidad de


filtrado están enfocadas a revisar la presión antes y después de los
filtros, el espesor de la capa de grava, el estado de la grava, estado de
los filtros de anillos o mallas entre otras actividades.

La presión máxima a perderse en los filtros de grava es de 5 me-


tros, cuando la presión es mayor a los 5 metros, es un indicativo de
que la concentración de impurezas en la capa de grava se incrementó,
de que la calidad de filtrado es mala y de que existe una reducción de
caudal debido a que las impurezas taponan el normal recorrido del
agua, adicionalmente, ésta situación produce una disminución de la
velocidad del agua en las tuberías principales, secundarias, manifold
y laterales de riego y con ello se produce el taponamiento de los go-
teros. Cuando la pérdida es mayor a los 5 metros se debe realizar el
retrolavado de los filtros hasta que se recupere la presión, si la presión
no se recupera con estos retrolavados, hay que abrir los filtros, mover
y lavar la grava.

En los filtros de anillos y mallas la pérdida de carga máxima es


de 3 metros, cuando la pérdida de carga es mayor se producen los
mismos fenómenos mencionados anteriormente.

Para evitar la pérdida de presión en el sistema de filtrado hay


que incrementar la frecuencia de los retrolavados. La frecuencia del
retrolavado depende de la calidad del agua de riego, cuando ésta es de

214
Riego Andino Tecnificado

buena calidad el retrolavado puede realizarse por ejemplo cada hora y


cuando el agua de riego es de mala calidad la frecuencia puede ser de
30 minutos. El tiempo del retrolavado es un 2% del tiempo de riego.
No existen normas al respecto, puesto que el agua de riego varía de
un punto a otro, sin embargo un seguimiento diario de éste fenómeno
podrá determinar precisamente la frecuencia y tiempo del retrolavado
de los filtros.

El espesor de la capa de grava debe mantenerse entre 40 y 50


centímetros para que la calidad del filtrado se mantenga en buenas
condiciones. Cuando ésta capa de grava es menor a los 40 centíme-
tros, la calidad del filtrado es mala ya que las impurezas pasan a través
de pequeños conductos que se forman en la capa de grava debido a
su pequeño espesor. Para evitar la pérdida de grava, se recomienda
regular la válvula de control del retrolavado para que no se produzca
la fuga de grava durante este proceso y a su vez que permita la salida
del agua sin problema alguno para eliminar las impurezas retenidas
en la grava. Para evitar una excesiva disminución del espesor de la
capa de grava, se recomienda abrir los filtros, revisar, mover y reponer
la grava mensualmente.

La grava debe cambiarse cada tres o cuatro años debido a que los
movimientos opuestos que producen el filtrado y retrolavado hacen
de que la grava pierda su rugosidad y por lo tanto la capacidad de re-
tención de materiales orgánicos e inorgánicos. Uno de los materiales
más resistentes a la fricción es el basalto (grava de color negro), por lo
que se recomienda utilizar este tipo de grava en los filtros.

Los filtros de anillos deben lavarse todos los días y antes de em-
pezar una jornada de riego. Se recomienda tener en stock un jue-

215
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

go extra de anillos para reemplazar y rotar el trabajo de los mismos.


Cuando los anillos se encuentran impregnados con impurezas deben
ser lavados con ácido fosfórico y/o hipoclorito de sodio o calcio; su-
mergir los anillos durante 24 o 48 horas y luego lavarlos con un cepillo
de cerdas suaves.

Se recomienda que el drenaje de la tubería del retrolavado se


realice en un punto ubicado fuera y lejos del reservorio. Cuando el
retrolavado retorna al reservorio se incrementa la carga de los sólidos
en suspensión en el agua de riego, incrementando de esta forma la
frecuencia de los retrolavados, situación que afecta directamente la
distribución del agua en las unidades de riego debido a las variaciones
de presión y caudal que se produce durante este proceso.

Unidad de Fertigación
La unidad de fertigación está compuesta por un conjunto de dis-
positivos que permiten la inyección de fertilizantes al agua de riego.

La tasa de inyección de cualquier inyector depende de la presión


existente en la línea de riego; especialmente en las bombas hidráuli-
cas. Las variaciones de presión en la línea de riego pueden producirse
por los factores mencionados tanto en la unidad de bombeo como en
la unidad de filtrado.

Las labores de mantenimiento están enfocadas a limpiar, engra-


sar, regular y realizar el cambio de los dispositivos móviles.

Las labores de limpieza se deben realizar especialmente en los


filtros de anillos o mallas que se encuentran en la descarga de los inyec-
tores y en la salida de los tanques de fertilizantes. Los filtros cumplen

216
Riego Andino Tecnificado

la función de retener las sales y precipitados que no se han disuelto y


decantado durante la disolución de los fertilizantes, cuando los filtros
se encuentran saturados con impurezas se presenta una reducción en
la capacidad de inyección, situación que disminuye la concentración de
los nutrientes en el agua de riego planificado para cierto estado feno-
lógico del cultivo. La revisión y lavado de los filtros de anillos o mallas
debe realizarse antes de empezar una jornada de riego.

El engrasado y cambio de piezas móviles está destinado a man-


tener, mejorar y ajustar el desplazamiento de pistones y empaques
que cumplen la función de almacenar la disolución de fertilizantes
en su cámara para luego inyectarlos a la línea de riego, durante este
proceso las sales (precipitados) que no se han disuelto destruyen (por
fricción) las paredes de dichas cámaras debido al desplazamiento del
pistón. El engrasado de las piezas móviles debe realizarse cada tres o
cuatro meses.

Revisar las conexiones hidráulicas que existen entre los tanques


de fertilizantes y los inyectores, las conexiones eléctricas y el funcio-
namiento de los mezcladores o agitadores.

Se recomienda aforar la tasa de inyección semanalmente para


ajustar y regular las válvulas que controlan la tasa de inyección, pues-
to que el peso específico de la disolución en cada tanque es diferente,
por lo tanto este control y operación permite igualar el descenso del
nivel de la disolución en los tanques y de esta forma proporcionar al
cultivo la cantidad de nutrientes deseada.

La disolución de los fertilizantes debe prepararse en función del


caudal real de inyección de los inyectores y de las válvulas de riego.

217
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

El cálculo y dosificación de fertilizantes debe realizarse para el caudal


mayor de los existentes en el sistema de riego.

Cuando los caudales de las válvulas de riego no son uniformes, la


relación de inyección cambia en función de la válvula operada, situación
que afecta a la dosificación y distribución de los nutrientes; especial-
mente en sistemas operados manualmente. En sistemas automatizados
este problema no existe dado que es posible programar el volumen de
riego y la cantidad de fertilizantes a inyectarse en cada válvula de riego.

Preparar la disolución de los fertilizantes de acuerdo a su com-


patibilidad para que no exista la formación de precipitados.

El control del pH y Ec del agua de riego es muy importante de-


bido a que el pH y Ec de la fuente de agua cambia con el régimen cli-
mático del sector. Por ejemplo, el pH y Ec del agua de riego del canal
el Pisque son mayores en verano que en invierno.

Unidad de Riego
La unidad de riego está formada por las tuberías principales, se-
cundarias, manifolds, laterales de riego y las válvulas que controlan el
riego en cada unidad o parcela de riego.

La variación de caudal y presión en las unidades de bombeo, fil-


trado y fertigación se ve reflejada directamente en la unidad de riego.

Las actividades relacionadas con el mantenimiento consisten en


realizar el lavado de las tuberías principales, secundarias y laterales de
riego, ajuste de reguladores de presión, lavado y cambio de dispositi-
vos móviles en las válvulas de riego.

218
Riego Andino Tecnificado

El lavado de las tuberías principales y secundarias debe reali-


zarse cada seis meses para eliminar el material orgánico e inorgánico
que se deposita en la tubería. El lavado de las tuberías con ácidos para
eliminar las impurezas no es muy efectivo debido a que éstas se de-
positan en las paredes de las tuberías a presiones que varían entre 3
y 7 atmósferas, inclusive este material (costra) es difícil de removerlo
con la uña del dedo.

El lavado mecánico es el que mejor resultados arroja cuando se


trata del lavado de tuberías, para realizar este lavado es necesario que
a la entrada de cada ramal exista un cabezal con dos válvulas manua-
les y una “T” provista de un tapón para poder eliminar el efecto del
flujo del agua en cualquier dirección e introducir los cepillos de acuer-
do al diámetro del ramal de tubería, luego de pasar el cepillo entre 5
y 10 veces, la tubería recupera su diámetro interno y las pérdidas de
carga tienden a acercarse a sus valores iniciales.

El lavado del manifold y los laterales de riego debe realizarse


mensualmente para eliminar los precipitados e impurezas que se de-
positan en éstos. Los laterales de riego son los más susceptibles a
contaminarse y taponarse debido a su régimen de trabajo y tempera-
tura a los que están sometidos, es decir, a una determinada hora del
día están totalmente llenos mientras dura el ciclo de riego y luego
quedan totalmente vacíos, cuando están vacíos la temperatura acelera
el proceso de formación de precipitados y pequeñas costras formadas
por algas y los coloides orgánicos e inorgánicos; estas impurezas se
depositan en la parte baja (inferior) del lateral de riego, razón por la
cual se recomienda que los goteros o la entrada del agua (filtros) en
los goteros queden en la parte superior (hacia arriba) del lateral para
evitar de que sean taponados directamente por dichas impurezas.

219
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Cuando existe un taponamiento aproximado entre el 10 y 15%


de goteros en una unidad de riego o cuando la uniformidad de emi-
sión se encuentra entre el 70 y 80%, se recomienda realizar el lavado
de los laterales fuera del cultivo y en tanques plásticos especiales, el
lavado debe realizarse en dos fases, en la primera fase el lavado debe
hacerse con ácido sulfúrico para disolver los precipitados y en la se-
gunda fase con hipoclorito de sodio o calcio para eliminar las algas
y bacterias que crecen y se desarrollan en los laterales y los goteros.

El lavado de los laterales de riego debe efectuarse en el siguiente


orden:

- Construir en un sector cercano al cabezal de riego las es-


tructuras que se muestran en la Figura A3 (anexos) para
realizar el lavado de los laterales con agua pura antes y des-
pués de cada tratamiento;
- Lavar los laterales con agua pura para eliminar las partícu-
las del suelo adheridas a ellos durante el proceso de extrac-
ción desde el cultivo hasta la caseta de riego;
- Lavar los laterales en la solución con ácido sulfúrico;
- Lavar los laterales con agua pura para eliminar los residuos
del ácido sulfúrico;
- Lavar los laterales en la solución con hipoclorito de calcio o sodio;
- Lavar los laterales con agua pura para eliminar los residuos
de cloro;
- Cambiar y eliminar los goteros taponados;
- Instalarlos nuevamente en el campo.

Para evitar que el cultivo se quede sin riego mientras se realiza


el lavado de los laterales, se recomienda comprar los laterales de riego

220
Riego Andino Tecnificado

para cubrir una válvula completa, de tal forma que mientras los latera-
les se encuentran en el proceso de lavado sean reemplazados por los
nuevos laterales y así sucesivamente.

Para realizar el lavado de los laterales con ácido sulfúrico se reco-


mienda realizar el siguiente procedimiento:
- Durante la preparación de la disolución con ácido sulfúrico
y lavado de laterales hay que utilizar las protecciones nece-
sarias como guantes, botas de caucho, máscaras y mandiles
para evitar las quemaduras que produce este ácido debido
a que es muy peligroso (cáustico);
- Realizar una prueba de incubación para determinar la can-
tidad de ácido sulfúrico necesario para reducir el pH del
agua de riego a 3 unidades;
- Preparar la disolución (500 litros) en un tanque plástico de
1000 litros, agregar en el tanque plástico 300 litros agua,
adicionar el ácido sulfúrico despacio y cuidadosamente y
luego adicionar el volumen necesario de agua para com-
pletar el volumen total de 500 litros; siempre se disuelve el
ácido en el agua y nunca el agua en el ácido.
- Aforar el caudal de dos o más goteros que se encuentren
obstruidos o que demuestren que su caudal es bajo con res-
pecto a los demás, generalmente estos goteros están loca-
lizados al final de los laterales de riego; identificar el lateral
en el cual se aforaron los goteros con un nylon de color rojo
o que permita distinguirlos del resto de laterales; el aforo
debe realizarse inmediatamente después de que los latera-
les hayan sido lavados con agua pura;
- Instalar los laterales de riego con su respectivo terminal
dentro de la disolución con ácido sulfúrico;

221
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

- Arrancar el grupo de bombeo y dejar pasar la disolución de


ácido sulfúrico a través de los goteros durante una hora;
- Abrir los terminales durante 5 minutos y dejar fluir el agua
para que se eliminen los precipitados disueltos; y, medir el
pH de la disolución;
- Mantener el pH de la disolución entre 3 y 3.5 unidades;
adicionar ácido sulfúrico en volúmenes de 500 en 500 cc.
- Aforar nuevamente el caudal de los goteros aforados en un ini-
cio, establecer la diferencia entre los aforos y compararlos con
el valor promedio, si se observa una recuperación pero el caudal
es menor al promedio, se recomienda continuar con el lavado
durante 30 minutos (lateral cerrado o con el terminal puesto);
- Repetir este proceso hasta que la diferencia entre caudales
sea del 10 y 20%;
- Sacar los laterales de riego del tanque y llevarlos a la plata-
forma de lavado con agua pura, ver figura A3 (anexos).

El lavado de los laterales de riego con agua pura debe realizarse


en el siguiente orden:

- Instalar los laterales a lo largo de la plataforma;


- Dejar fluir el agua por el lateral durante tres o cinco minutos;
- Poner el terminal en el lateral y dejar pasar el agua a través
de los goteros durante 15 minutos;
- Finalmente, dejar fluir el agua por el lateral durante tres o
cinco minutos y retirarlos de la plataforma.

Luego de que los laterales de riego hayan sido lavados con el


agua de riego, éstos se encuentran listos para ser sometidos al segun-
do tratamiento.

222
Riego Andino Tecnificado

El segundo tratamiento consiste en lavar los laterales de riego


con una disolución de hipoclorito de sodio o calcio cuya concentra-
ción debe ser de 30 ppm. El procedimiento a realizarse es similar al
descrito para el primer tratamiento.

Se recomienda reemplazar aquellos goteros que no se recupera-


ron después del tratamiento y se dice que el tratamiento es excelente
si la uniformidad de emisión se incrementa en cinco o más unidades
porcentuales. Es decir, si antes de iniciar el lavado la uniformidad de
emisión es del 75%, se espera que con este tratamiento dicha unifor-
midad se incremente como mínimo al 80% (aceptable). Si no existe
recuperación alguna con el tratamiento anterior, se recomienda parar
este procedimiento y proceder a planificar el cambio de los laterales
de riego.

Como guía general (en laterales de riego y goteros), las concre-


ciones de color blanquecino pueden ser precipitados de calcio o mag-
nesio, los de color amarillento o rojizo de hierro; y, los de color negro
o grisáceo pueden ser algas o bacterias.

Las válvulas y reguladores de presión se deben abrir y limpiar de


las algas con una disolución de hipoclorito de sodio o calcio anual-
mente. Además, en ciertos casos es necesario poner teflón en los
adaptadores machos para evitar fugas y se recomienda que el drenaje
de los reguladores estén conectados aguas abajo de la válvula para
evitar la presencia de chorros y fugas de agua durante la operación del
riego. Revisar cuidadosamente el diafragma de las válvulas y cambiar-
los si hay la presencia de fisuras en su estructura.

223
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Automatización
La automatización es el cerebro de un sistema de riego por go-
teo y cumple la función de arrancar y parar los grupos de bombeo,
retrolavado de los filtros, apertura y cierre de las válvulas en el campo,
inyección de fertilizantes, medición del agua de riego y fertilizantes,
entre otras actividades.

Las labores de mantenimiento están enfocadas a la limpieza de


los galsoles, mangueras de comando, filtros y chequeo de voltajes y
estado de los cables que conectan las válvulas de riego al computador.

El lavado de los galsoles y mangueras de comando debe realizar-


se con hipoclorito de sodio o calcio para eliminar especialmente las
algas que son las que más afectan a estos dispositivos. El lavado del
filtro de anillas que abastece a los comandos hidráulicos debe reali-
zarse todos los días al igual que los filtros de anillas de la unidad de
filtrado y fertigación. Para la limpieza se recomienda utilizar un cepillo
de cerdas suaves.

El tendido de los cables eléctricos que conectan las válvulas de


riego a los computadores debe hacerse por el extremo de los caminos
centrales para evitar de que la quema de diversos materiales (contra y
durante heladas) afecte la estructura de los mismos.

El mayor enemigo de los computadores de riego son los rayos,


pues éstos afectan al computador en sí y también producen la quema
de los solenoides.

La operación del riego es más segura cuando se trabaja con


cables eléctricos y pueden operarse en terrenos con pendientes sin

224
Riego Andino Tecnificado

ningún problema. Situación que no ocurre con el comando hidráu-


lico, el cual tiene problemas para abrir o cerrar las válvulas cuando
éstas se encuentren sobre o bajo el nivel de la caseta de riego, ade-
más, debido al pobre filtrado, éstos son muy susceptibles a contami-
narse con impurezas orgánicas e inorgánicas que contiene el agua
de riego.

El registro y control de caudales en la válvula volumétrica ayuda


a determinar qué está pasando en el campo, es decir si hay incremen-
tos o descensos en los caudales, problemas que pueden estar aso-
ciados a desajustes en las válvulas de riego, reguladores de presión,
roturas, taponamientos de goteros y controlar si en realidad se aplicó
el agua de acuerdo a la planificación.

Los solenoides y partes eléctricas deben ser protegidos de la hu-


medad generada en el cabezal de riego durante la preparación de fer-
tilizantes y lavados de filtros; y, durante las labores culturales.

Limpiar con agua destilada y calibrar los electrodos de pH y Ec


semanalmente.

Rellenar con agua destilada o tratada con hipoclorito de sodio o


calcio (1 ppm) los tensiómetros diariamente; durante este proceso hay
que vaciar el aire intermolecular que se encuentra en el agua a través
de las bombas de vacío.

Frecuencia de las labores de mantenimiento


La frecuencia con la que se debe realizar el mantenimiento del
equipo de riego se resume en la Tabla 8.15.

225
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Tabla 8.15 Frecuencia de las labores de

mantenimiento (Pierce and Mancuso, 1985).


Labor o actividad Frecuencia
Lavado de laterales de riego Mensual
Lavado de manifolds Mensual
Lavado de la red de tuberías Cada seis meses
Chequeo de presiones en el cabezal de riego Diaria
Lavado de los filtros de anillas Diaria
Ajuste y regulación de flujómetros Semanal
Ajuste y regulación del retrolavado Cada cuatro meses
Chequeo del espesor de la grava Mensual
Revisión de conexiones hidráulicas Cada cuatro meses
Revisión de conexiones eléctricas Cada cuatro meses
Inspección y lavado de válvulas y pilotos Anual
Evaluación de campo; uniformidad de emisión Anual
Evaluación de la calidad del agua Mensual
Mantenimiento de grupos de bombeo Anual
Lavado de la grava Anual
Engrasado de inyectores Cada cuatro meses
Limpieza de inyectores Mensual
Cambio de grava 3 o 4 años

Tratamiento de aguas
El tratamiento físico y químico del agua de riego está orientado a
mejorar la calidad del agua para proteger todo el sistema de riego por
goteo. El tratamiento físico consiste en remover el material orgánico
e inorgánico en suspensión y la oxigenación del agua; y, el tratamien-
to químico consiste en aplicar una serie de productos químicos para
controlar el crecimiento de algas y bacterias (Pizarro,1996).

El tratamiento a emplearse debe estar basado en el análisis fí-


sico–químico del agua de riego. En la siguiente tabla se presenta el
sistema de clasificación del agua para caracterizar el riesgo de tapo-
namiento de los sistemas de riego por goteo.

226
Riego Andino Tecnificado

Tabla 8.16 Clasificación del agua y su riesgo

de taponamiento (Bucks y Nakayama,1985).

Riesgo de taponamiento
Factores de taponamiento Ligero Moderado Severo
Sólidos en suspensión (ppm) < 50 50 – 100 > 100
pH < 7.0 7.0 – 8.0 > 8.0
Sólidos disueltos (ppm) < 500 500 – 2,000 > 2,000
Manganeso (ppm) < 0.1 0.1 – 1.5 > 1.5
Hierro total (ppm) < 0.2 0.2 – 1.5 > 1.5
Sulfuro de hidrógeno (ppm) < 0.2 0.2 – 2.0 > 2.0
Bacterias (población) < 10,000 10,000 – 50,000 > 50,000

El tratamiento físico está orientado a eliminar los sólidos en


suspensión a través de la decantación. Se recomienda que antes de
que el agua ingrese al reservorio se realice una primera decantación a
través de desarenadores; un desarenador nunca debe tener antes de
su estructura civil ningún tipo de laberinto. En los desarenadores se
depositan las arenas y limos debido a la baja velocidad del agua en esa
estructura. Es decir, el agua debe entrar a los reservorios sin arenas,
limos y ningún otro tipo de impurezas que son arrastradas por las
aguas provenientes de acequias y canales de riego.

La oxigenación del agua se utiliza para oxidar el hierro especial-


mente en las aguas subterráneas y evitar que los goteros se taponen con
precipitados de hierro. De igual forma la oxigenación del agua se debe
realizar antes de que el agua ingrese a los reservorios. Este propósito se
consigue con la misma presión proveniente de los grupos de bombeo
sumergibles o en su defecto hay que instalar un grupo de bombeo que
cumpla la función de pulverizar el agua en el aire, de esta forma las mo-
léculas del agua se rodean de oxígeno y el hierro ferroso se oxida como
hierro férrico; forma en la cual puede decantarse.

227
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

El tratamiento químico consiste principalmente en eliminar al-


gas y bacterias.

Las algas se reproducen en las aguas cuyo contenido de nitró-


geno y fósforo es alto, el mecanismo utilizado consiste en depositar
sacos de sulfato de cobre en varios puntos dentro del reservorio, de
tal forma que el movimiento del agua que se genera durante el riego
sirve para eliminar las algas debido a la disolución del sulfato de co-
bre con el agua de riego. La concentración del sulfato de cobre es de
1 ppm, por lo que la cantidad de sacos a depositarse en el reservorio
depende del volumen total del reservorio y del volumen de agua con-
sumido diariamente.

Para el control de algas y bacterias en el reservorio también


puede utilizarse Earthtec, sustancia compuesta de iones cúpricos
que lo hacen muy efectivo en el control de algas y bacterias, debe
aplicarse en una concentración de 0.06 ppm y después de una jor-
nada de riego.

El riesgo de taponamiento causado por bacterias se elimina con


el hipoclorito de calcio. El hipoclorito de calcio debe inyectarse conti-
nuamente al agua de riego en una concentración de 1 ppm mientras
dura el proceso de riego. La inyección del hipoclorito de calcio debe
realizarse antes del filtrado de grava, para evitar el crecimiento y de-
sarrollo de las bacterias dentro de los filtros y en todo el sistema en
general.

Para prevenir la formación de precipitados y taponamientos de


los goteros puede utilizarse SureFlow, sustancia compuesta de agen-
tes sintéticos que evitan la formación de precipitados, especialmente

228
Riego Andino Tecnificado

en aguas duras y con altos contenidos de calcio. Los agentes sintéticos


tienen la capacidad de transformar los cristales minerales (precipita-
dos) en cristales amorfos, forma en la cual atraviesan los pasos y/o
laberintos de los goteros. SureFlow debe aplicarse antes del sistema
de filtrado y constantemente durante la operación del riego en una
concentración de 5 ppm.

8.7 Riego por goteo de baja presión (laderas)


Indudablemente que el riego por goteo requiere de energía para
trasladar el agua de la fuente y distribuirla al cultivo. Cuando se dis-
pone de una altura topográfica o desnivel entre la parcela y fuente de
agua se puede obtener la presión necesaria sin energía adicional, en
terrenos donde no es favorable se tiene que bombear el agua y con-
lleva a utilizar energía. Las presiones con que trabaja los sistemas de
riego por goteo, son muy variables, por lo tanto, se espera encontrar
opiniones diferentes por parte de los técnicos, por las presiones que
requieren los equipos seleccionados. Cada diseño de riego, tiene un
análisis de carga y se asegura un margen de seguridad, principalmen-
te donde las presiones topográficas son buenas

El riego por goteo y la baja presión y/o ultra presión, responde


a la demanda de un sector de agricultores interesados en desarrollar
riego por goteo con las más bajas presiones posibles, meta que en
muchos casos se está logrando en el Ecuador. Las consultas centran
su atención sobre qué alturas de columna de agua se debe trabajar,
quieren descartar si en el terreno que disponen puede obviar el uso de
energía. Otras inquietudes son mas especificas, se centran sobre las
mínimas presiones que necesitan los filtros, redes, válvulas, líneas de
riego, entre otros causando preocupaciones por factores adversos que
pudieran presentarse.

229
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Hay suficientes razones para considerar que el riego por goteo a


baja presión y/o ultra baja presión es importante. Y es más, se sugiere,
a los productores de tecnología de riego a lanzar al mercado filtros,
redes livianas, válvulas hidráulicas, cintas de riego, inyectores de fer-
tilizantes y otros productos que se adapten a las funciones requeridas
con las más bajas presiones. Existen muchas empresas generadoras
de tecnología que vienen trabajando intensamente este tema.

Las razones no se dejan esperar. Las anomalías climáticas en el


planeta, el calentamiento global, ocasionarán serios trastornos en el
ciclo hidrológico del agua, los altos grados de erosión de los suelos
en muchas cuencas que modifican la turbidez del agua, la crisis del
agua y la crisis de la energía, hay responsabilidades que se tienen que
asumir si queremos una producción agrícola sostenida, enmarcada en
el uso racional de la energía, el agua, el suelo y el clima.

La carencia y precios altos de la energía en otros lugares, obliga


a tomar muy en serio la necesidad de bajar la presión y así disminuir
el consumo de energía, problema muy similar a lo que está pasando
con los recursos agua y suelo.

El riego lento, localizado, el riego a baja descarga, baja presión,


orienta una de sus rutas por aprovechar mejor el agua, economizar,
ser más eficiente, disminuir el margen de desperdicio mejorando el
balance de energía y balance hídrico dentro de una retroalimentación
positiva.

En la parte económica, se orienta a pensar que mientras dismi-


nuyan los costos reduciendo el uso de energía mejora la competitivi-
dad. Existen muchas áreas de terrenos con limitada disponibilidad de

230
Riego Andino Tecnificado

altura topográfica y muy bien pueden ser ganadas al riego por goteo
sin el uso de energía, si se dispondrían de goteros de baja presión

¿Cómo pueden los científicos y técnicos responder a este apa-


sionante desafío?, ¿qué factores adversos encuentran hasta ahora los
que intentan trabajar a baja presión?, ¿Se puede cuantificar, qué ta-
maño de parcela ya se puede regar?

Los factores adversos que cuestionan la implementación de sis-


temas a baja presión pueden ser:

La necesidad de mejorar la información en los catálogos sobre


partes de equipos que trabajan a baja presión.

Disminuir más las pérdidas de carga en el sistema como redes, in-


crementando los diámetros de tubería, pero suben los costos, también
es cierto que se puede elegir materiales para ese nivel de presión. Si por
ejemplo, se trabaja con tubería de plástico con resistencia a 50 metros
de altura de agua y se requiere, supongamos solamente 5 metros de
altura de agua, se debe seleccionar un material de mayor resistencia

La presión está determinada por la densidad, la gravedad y la


altura. Una forma sencilla de expresarla es en altura de columna de
agua donde un kilogramo por centímetro cuadrado de presión equi-
vale a 10 metros de altura de columna de agua (m.c.a.).

Las bajas presiones ocasionan obturaciones y precipitados en las


redes, que se incrementa por las bajas velocidades, para ello se debe
tratar mejor el agua, dejar reposar más tiempo el agua en el reservo-
rio, pre filtrar y definir la mínima velocidad en las redes para atenuar

231
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

precipitados. La sedimentación en cintas, es otro tema. El caudal es


función de la velocidad y área, el agua al pasar al interior de una cinta
ocasiona una determinada pérdida de carga por fricción que debe ser
inferior al nivel de presión del cual se está hablando. Si es constante
el área la velocidad del agua va disminuyendo, en la medida que nos
acercamos al final de la cinta sucede igual en alta presión así como
con la baja presión a la que se hace referencia, lo que se ve afectado
es la descarga del gotero, en consecuencia, se debe seleccionar cintas
que operen con buena uniformidad a bajas presiones.

Si se opta por el filtrado automático, consulte con su proveedor.


Siempre hay equipos de filtrados que trabajan con menores presiones
que otros.

En el caso de filtros manuales, pruébelos a bajas presiones, re-


cuerde siempre que el área de filtrado se define estadísticamente, es
función de máxima turbidez, hay filtros que trabajan con muy bajas
presiones; puede también incrementar el número de filtros.

Existen en el mercado goteros a baja presión y ultra presión para in-


corporar en su línea de riego, para elegir sus cintas de riego a parte
de las recomendaciones, evalúe la descarga de la cinta a emplear en el
terreno que va a instalar y aliméntela con agua partiendo de la altura
mínima que dispone y considere el tamaño de la longitud de la cinta
a emplearse. Se debe tener un buen plano topográfico del campo con
curvas de nivel para orientar las líneas de riego, siempre con una pen-
diente moderada para que el agua fluya.

Tanto en las válvulas manuales como hidráulicas la pérdida de


carga es función del caudal y la presión. Si va a trabajar a baja presión

232
Riego Andino Tecnificado

deduzca el diámetro más conveniente. El problema a que más nos


enfrentamos es la inyección de nutrientes al sistema; hay varias alter-
nativas como elevar el tanque de fertilización, también inyectarle una
micro bomba eléctrica.

Recuerde siempre que muchos de los interesados en este tipo


de riego lograron reducir el uso de energía, hicieron modificaciones,
otros lograron instalaciones hasta con 4 metros en cabecera de par-
celas mayores a 1 hectáreas y hay equipos que trabajan con alturas
de columna de agua tal vez menores a 4 metros de altura de agua
seleccionando equipos que cumplen con los requisitos de control de
calidad ISO. Probablemente para muchos no es lo mejor pero resuel-
ven una necesidad apremiante.

Mi reconocimiento a todas las instituciones que promueven y


trabajan con sistemas a baja presión, son iniciativas hacia la búsque-
da de la excelencia y los compromisos que se tienen que asumir en
investigación para evitar que el riego por goteo no contribuya a ser
elemento perturbador ni contaminante del medio ambiente.

233
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Anexos
Tabla A1. Profundidad radicular total (Pt) para algunos

cultivos (Keller and Bliesner, 1990)


Cultivo Profundidad radicular (m)
Alfalfa 1.2 - 1.8
Algodón 0.6 - 1.8
Banano 0.3 - 0.6
Brócoli 0.4 - 0.6
Café 0.9 - 1.5
Caña de Azúcar 0.5 - 1.1
Cítricos 0.9 - 1.5
Espárragos 1.2 - 1.8
Espinaca 0.4 - 0.6
Fréjol 0.5 - 0.9
Lechuga 0.2 - 0.5
Manzana 0.8 - 1.2
Patatas 0.6 - 0.9
Tabaco 0.6 - 1.2
Tomate 0.6 - 1.2
Trigo 0.8 - 1.1

Tabla A2. Propiedades físicas de los suelos


Textura CC (%) MP (%) VI (mm/hr) K (m/s)
Arcilloso 51.9 32.1 5 5.97 x 10-7
Franco Arcillo Are- 33.8 18.0 - 1.22 x 10-6
noso
Franco 42.0 9.8 10 5.55 x 10-6
Franco Arenoso 26.0 6.1 50 8.33 x 10-6
Franco Limoso 46.1 9.2 - 9.16 x 10-6
Franco Arcilloso 41.1 25.5 8 1.03 x 10-6
Los contenidos de humedad CC y MP están dados en términos de volumen

Tabla A3. Porcentaje de agotamiento (Keller y Bliesner, 1990)


Porcentaje de Agotamiento (p) Cultivos y profundidad radicular
Cultivos de raíz poco profunda (0.1 – 0.5 m); vegeta-
25 - 40 %
les y cultivos altamente rentables.
Cultivos de raíz moderada (0.5 – 1.0 m); cultivos en
40 – 50 %
línea.
> 50 % Cultivos de raíz profunda (> 1.0 m); forrajes y granos.

234
Riego Andino Tecnificado

Tabla A4. Valores de ECx para varios cultivos (Pizarro, F., 1996)
Cultivo ECx (dS/m)
Algodón 7.7
Aguacate 1.3
Brócoli 2.8
Caña de Azúcar 1.7
Cebolla 1.2
Cítricos 1.7
Col 1.8
Espinaca 2.0
Fréjol 1.0
Lechuga 1.3
Maíz 1.7
Manzana 1.7
Melón 2.2
Patatas 1.7
Tomate 2.5
Pepino 2.5

Tabla A5. Diseño final de la red de tuberías


Sección Nudo 1 Nudo 2 Longitud DE Clase Q V HfS Hfnudo Presión
1 1 2 25 75 0.63 15 1.05 0.43
2 2 3 25 75 0.63 15 1.05 0.43
3 3 4 50 75 0.63 15 1.05 0.86 1.72 23.28
4 2 5 25 75 0.63 15 1.05 0.43
5 5 6 50 75 0.63 15 1.05 0.86 1.72 23.28
6 2 7 50 75 0.63 15 1.05 0.86
7 7 8 25 75 0.63 15 1.05 0.43
8 8 9 50 75 0.63 15 1.05 0.86 2.58 22.42
9 7 10 25 75 0.63 15 1.05 0.43
10 10 11 50 75 0.63 15 1.05 0.86 2.58 22.42
11 7 12 50 75 0.63 15 1.05 0.86
12 12 13 25 75 0.63 15 1.05 0.43
13 13 14 50 75 0.63 15 1.05 0.86 3.44 21.56
14 12 15 25 75 0.63 15 1.05 0.43
15 15 16 50 75 0.63 15 1.05 0.86 3.44 21.56
16 12 17 50 75 0.63 15 1.05 0.86
17 17 18 25 75 0.63 15 1.05 0.43
18 18 19 50 75 0.63 15 1.05 0.86 4.30 20.70
19 17 20 25 75 0.63 15 1.05 0.43
20 20 21 50 75 0.63 15 1.05 0.86 4.30 20.70
Longitud (m), DE diámetro externo (mm), Q caudal (m3/hr), V velocidad (m/s), Hfs pérdida de carga en la
sección (m), Hfnudo es la pérdida de carga al final de cada ramal (m) y Presión es la carga disponible al final
de cada ramal (m).

235
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Tabla A6. Diámetro y caudal de paso para válvulas volumétricas


Diámetro (pulgadas) Caudal (m3/hr)
2 23
3 50
4 115
6 240

Figura A1. Catálogo general de los grupos de bombeo Mark-Peerles

236
Riego Andino Tecnificado

Figura A2. Curva característica del grupo de bombeo DS-8

Figura A3. Esquema de las estructuras civiles para el lavado de laterales de riego

En el tanque A hay que preparar la disolución para el primer la-


vado de los laterales de riego con ácido sulfúrico (pH 3), en el tanque
B, la disolución para el segundo lavado con hipoclorito de sodio o
calcio en una concentración de 30 ppm.

237
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

El abastecimiento del agua para el lavado de los laterales de im-


purezas y residuos de los tratamientos puede estar conectado al ca-
bezal de riego; después de la unidad de filtrado. Las uniones deben
tener el mismo diámetro que el de los laterales de riego.

La estructura de mampostería de ladrillo debe tener una pen-


diente del 1 - 2%. Su longitud depende de la longitud de los laterales
de riego y el ancho está en función del número de laterales a ser la-
vados simultáneamente (1.5 – 2 m). Al final de la estructura se debe
construir un pequeño depósito de un metro de largo por el mismo
ancho del de la mampostería y 0.6 m de profundidad, este depósito
deberá ser rellenado con carbonato de calcio para neutralizar el pH
del agua proveniente de los tratamientos y así evitar cualquier conta-
minación ambiental que perjudique la biodiversidad acuática existen-
te aguas abajo del punto de drenaje.

Ejercicios:

• Calcular el CUCy el CD por cada cama de riego de la Tabla 8.13.

238
Riego Andino Tecnificado

Capítulo IX
Riego subsuperficial (RSS)

Resumen
Los sistemas de riego subsuperficial (RSS) son diseñados para
aplicar pequeñas cantidades del agua en forma frecuente. El siste-
ma debe funcionar frecuentemente para evitar oscilaciones grandes
en el contenido de humedad del suelo. El objetivo es mantener el
contenido de humedad del suelo en un nivel que es óptimo para el
crecimiento de la planta y desarrollo de la raíz. Por lo tanto, es im-
portante que el RSS sea programado usando dispositivos como equi-
po de medición de humedad del suelo o de la evapotranspiración,
o estaciones meteorológicas al contrario de otros métodos de riego
que usan calendarios fijos que no son basados en las necesidades del
cultivo. Consiste en tener un sistema de riego por goteo a presión en
el área de siembra en forma permanente, enterrado a unos 35 cm. El
propósito fundamental es evitar los costos de transporte, instalación y
desarme de la línea de riego por goteo.

La superficie de suelo seca también reduce el crecimiento de


malezas y permite el tráfico de implementos aún durante el riego. La

239
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

investigación también ha demostrado que las pérdidas por filtración


profunda y por escorrentía pueden ser reducidas con estos sistemas
de goteo subterráneo.

Los sistemas de RSS son generalmente más caros de instalar


que otros tipos de sistemas de irrigación. La germinación de semilla
con sistemas de RSS es muy específica según el sitio y puede o no
ser posible según la profundidad de la semilla, la textura del sue-
lo, espaciado de los laterales, y gasto de los emisores. Para muchos
cultivos será necesario un sistema de irrigación alterno para la ger-
minación.

9.1. Adaptabilidad, ventajas y desventajas


En zonas con problemas de salinidad, los RSS normalmente
concentran la sal en los bordes externos del bulbo húmedo. Lo que
esto significa es que las concentraciones de sal serán mayores cer-
ca de la superficie del suelo, entre medio de las cintas/tubos, o cerca
del fondo del bulbo húmedo. Los productores deberán tener esto en
mente e idear estrategias.

Es apropiado para los terrenos de textura uniforme y con per-


meabilidad suficiente para que el agua se movilice con rapidez, ho-
rizontal y verticalmente hacia adentro y a una distancia conveniente
bajo la zona de las raíces. (Megh, 2002). Dependiendo del terreno
irrigado, la presión de operaciones del sistema aún es inferior que
sistemas convencionales presurizados. Un análisis económico condu-
cido por Bosch, indica que los sistemas subterráneos de baja presión
tienen gastos de energía inferiores que sistemas de riego de pivote
central porque estos tienen exigencias de presión más altas.

240
Riego Andino Tecnificado

Ventajas de riego subsuperficial

• Mayor ahorro de agua. Disminuye o evita la pérdida de agua por


evaporación superficial, evita escorrentía y se consigue mayor
uniformidad de riego.
• Disminuye la presencia de malezas al no mojar la superficie del
terreno.
• Mejora la nutrición de la planta. Se administra el agua y los nu-
trientes directamente al sistema radicular, especialmente aque-
llos que son poco móviles en el suelo como el K y el P.
• Reduce la presencia de enfermedades y plagas ya que reduce la
humedad en el tallo y las hojas de las plantas.
• Evita los daños que producen roedores y pájaros en el sistema.
• Evita los riesgos por vandalismo.
• En jardinería, permite regar a cualquier hora y no mojar zonas de
paso.
• Eficiencia de aplicación 95 -100%
• Este sistema cuidadosamente instalado, se calcula que puede
durar unos 10 años.

Figura 9.1 Bulbo húmedo según los tipos de suelo

241
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Desventajas
• No permite la inspección visual. Se puede solucionar con una bue-
na distribución de contadores de agua o medidores de presión.
• Posible penetración de raíces en los goteros que producen obtu-
raciones.
• Absorción de partículas de tierra en los goteros y su obturación.
• Dificultades para realizar reparaciones en las tuberías enterra-
das. Por ello se debe efectuar la instalación con las máximas ga-
rantías.
• Se debe tener en cuenta el riego en la etapa de germinación si el
cultivo lo requiere.

Figura 9.2 Ubicación de las mangueras y goteros en RSS

Almacenamiento de agua sub-superficial usando productos


de polímeros
Los polímeros que almacenan el agua son fabricados industrial-
mente de muchas formas con un uso comercial en el manejo de agua
efectivo. Al ser mezclado en el suelo o en un sustrato, mejora las con-
diciones de aireación y almacenaje de agua, ya sea de riego o lluvia.
(Figura 9.2)

242
Riego Andino Tecnificado

El agua retenida por el polímero (hidrogel) es fácilmente dis-


ponible para las raíces de las plantas, permitiendo que las mismas
accedan a ella a medida que la necesitan.

Estos polímeros son utilizados con gran éxito en la agricultura en


los semilleros, cultivos a trasplantar, en áreas de cultivos; pero tam-
bién en la floricultura de campos de golf, áreas verdes, hidropónicos,
invernaderos, viveros, etc. (Figura 9.3).

Figura 9.3 Almacenamiento de agua en RSS con polímeros.

Beneficios del riego con mangueras permeables y polímeros


• Ahorro de agua de hasta un 50%
• Ayuda a reducir la compactación del suelo
• No inunda la superficie del suelo
• Aumenta la aireación del suelo debido al cambio de estado (ex-
pansión y retracción)
• Tienen una vida útil larga
• Aumenta la capacidad de retención de agua, especialmente en
suelos arenosos
• Reduce la erosión del suelo
• Reduce la perdida de agua por escurrimiento y percolación

243
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

• Mejora el factor de supervivencia de las semillas


• Aumento de la productividad del suelo
• Los resultados están probados científicamente

Figura 9.4 Componente del RSS

Componentes del RSS (Figura 9.4)


• Filtro: Eliminación de impurezas que provocarían la obturación
de los emisores.
• Ramales porta goteros: Enterrarlos a una profundidad compren-
dida entre 20 – 50 cm, dependiendo del tipo de cultivo y la tex-
tura del suelo.

244
Riego Andino Tecnificado

• Tuberías principales: Diámetros y presiones nominales calcu-


lados para cada instalación Variables: caudal, pérdida de carga,
presión, etc.
• Ventosas y válvulas de retención: Evitan que penetre suciedad en
los goteros por succión o inversión de presión cuando detene-
mos la bomba Las ventosas se colocarán siempre en los lugares
más altos de la instalación.
• Tuberías de drenaje: Evacuan al exterior toda la suciedad de la
instalación al realizar las limpiezas periódicas Colocar ventosas
para facilitar la expulsión de aire.

Ejercicios:

1) Calcular la eficiencia de aplicación de un RSS, con los datos de


humedad expuestos en la siguiente tabla, antes del riego (AR) y
después del riego (DR)

Humedad Volumétrica
del Suelo (cm3.cm3)
Prof (cm) AR DR
10 0.20 0.30
20 0.25 0.31
30 0.26 0.32
40 0.25 0.33
Lámina aplicada = 32 mm

245
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

246
Riego Andino Tecnificado

Capítulo X
Riego por aspersión

Resumen
El riego por aspersión, es mucho más moderno que el riego de
superficie, tuvo sus inicios a fines del siglo XIX. Su nacimiento y luego
su “explosión” están, por una parte, ligados a la intensificación de la
agricultura y, por otra, al desarrollo de la industria. En efecto, mientras
que el riego de superficie, al menos en su versión tradicional, pue-
de ser realizado prácticamente sin materiales manufacturados (sólo
precisa movimientos de tierra), o con elementos muy simples, el de
aspersión necesita tuberías, válvulas (aunque sean manuales) y asper-
sores, todos ellos producto de una industria relativamente avanzada.

El riego por aspersión, por su parte, está esencialmente inspira-


do en el fenómeno de las lluvias, cuando éstas son lo suficientemente
abundantes como para llenar las reservas del suelo, pero no llegan a
ser tan copiosas que producen escorrentías ni erosionan los suelos
cultivables. El considerable desarrollo que ha tenido el número de sis-
temas de riego por aspersión se debe, fundamentalmente, al intento
de resolver problemas concretos (ahorro de mano de obra, cultivos de

247
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

porte alto o bajo, anuales o perennes, etc.), en las condiciones locales


más diversas (tipos de suelo y de parcelas, volumen y calidad de las
aguas utilizables, clases de energía y costos, etc.).

10.1 Principio y componentes


El principio de operación en los sistemas de riego por asper-
sión se basa en convertir la energía de presión en energía de velo-
cidad a la salida de la boquilla del aspersor en forma de chorro. A
medida que dicho chorro de agua pasa sobre el terreno del campo,
éste queda esparcido en forma de gotas de agua, las cuales al reu-
nirse con la resistencia del aire caen a la superficie del suelo. Un
sistema de riego por aspersión consiste de una red de tuberías o
tubos con aspersores acoplados a ellos, arreglados de tal manera,
que puedan distribuir la precipitación del agua de riego lo más uni-
formemente posible sobre el campo de cultivo. En la mayoría de los
sistemas de riego por aspersión, la intensidad de precipitación es
menor que la tasa de infiltración básica del suelo. De esta manera,
se logra que toda el agua que cae sobre la superficie del suelo se in-
filtre, evitando el exceso de encharcamiento que pudiera resultar en
escurrimientos superficiales, los cuales traerían como consecuencia
aplicaciones no uniformes del agua y serios problemas de erosión
(García y Briones, 1997).

10.2 Componentes de los sistemas


de riego por aspersión
Un sistema de riego por aspersión está compuesto de muchas
partes. Estas partes van desde la boquilla del aspersor hasta las válvu-
las que controlan la entrada del agua al sistema. Dentro de esa gama
de piezas, se encuentran aspersores (fijos o giratorios), reguladores de
presión o flujo, tubos elevadores, acoplamientos de tuberías, válvulas,

248
Riego Andino Tecnificado

etc. Pero básicamente una instalación de riego por aspersión consta,


de los siguientes elementos:

1. Un equipo de elevación encargado de proporcionar el


agua a presión. Este equipo puede variar desde un simple
grupo motobomba para pequeñas explotaciones, hasta
una complicada instalación de gran potencia para grandes
extensiones.

2. Una red de tuberías principales que llevan el agua hasta


los hidrantes, que son las tomas de agua en la parcela. Es-
tas tomas presentan una gran variedad de dispositivos, que
abarcan desde una simple llave de paso (que permite la
apertura y cierre) hasta las más complejas bombas de riego,
que comprenden, además de la llave de paso, otros disposi-
tivos, tales como: limitador de caudal (que evita el paso de
un caudal superior al previsto), regulador de presión (que la
mantiene constante a la salida de la bomba), contador (para
conocer el volumen utilizado), etc.

3. Una red de tuberías de distribución para conducir el agua


por la parcela que se pretende regar. Hay que distinguir en-
tre los ramales de alimentación, que distribuyen el agua por
la parcela, y los ramales laterales o alas regadoras, quederi-
van de los anteriores y conducen el agua hasta los disposi-
tivos de aspersión.

4. Dispositivos de aspersión, que son los elementos encarga-


dos de repartir el agua en forma de lluvia.

249
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Los aspersores
Una característica que es común en todos los sistemas de riego
por aspersión es la que el agua debe ser arrojada a través de asperso-
res, boquillas o perforaciones a una gran velocidad. En los sistemas de
riego por aspersión son usados aspersores con cabeza giratoria, as-
persores con cabeza fija, rociadores con boquilla y placas de impacto y
también pequeñas perforaciones hechas directamente en las tuberías.
Una gran proporción de los sistemas de riego por aspersión usan as-
persores con cabeza giratoria, y la mayoría de los procedimientos de
cálculo y evaluación están basados en este tipo de aspersores.

Los aspersores de cabeza giratoria


La mayoría de este tipo de aspersores giran alrededor de un eje
vertical. La rotación resulta del torque (principio del impulso-momen-
to) causado por la reacción que produce el agua al salir de la boquilla
al impactarse sobre el brazo giratorio del aspersor (cargado con un
resorte para lograr un retroceso) que periódicamente interrumpe el
chorro que sale por alguna de las boquillas del aspersor (Figura 10.1).

Figura 10.1 Aspersores de cabeza giratoria

250
Riego Andino Tecnificado

Comúnmente se han fabricado tres tipos de aspersores girato-


rios: aspersores de giro rápido, aspersores de gran cañón y aspersores
de giro lento.

— Los aspersores de giro rápido.- Son generalmente pequeños as-


persores usados en pastizales o huertos con aspersión bajo la
copa de los árboles (Figura 10.2).

Figura 10.2 Aspersor de giro rápido

— Los aspersores gigantes o de gran cañón.- Son aspersores girato-


rios equipados con un brazo que al oscilar interrumpe el chorro
del agua con cierta periodicidad ocasionando un giro sobre la
base del aspersor. Estos aspersores descargan desde 5 y hasta
aproximadamente 70 l.s–1 cubriendo un diámetro de 75 a 190 m
de precipitación. Durante su operación trabajan frecuentemente
a presiones que van de 4.2 hasta 7 kg.cm–2 (60-100 Psi) y están
equipados con boquillas de 15 a 50 mm de diámetro. Estos as-
persores tienen una amplia variedad de usos, especialmente en
cultivos altos y riegos de aspersión sobre la copa de los árboles
en huertos completamente desarrollados (Figura 10.3).

251
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 10.3 Aspersores de gran cañón

— La mayoría de los aspersores de uso agrícola son aspersores de


giro lento equipados con una o dos boquillas que varían en sus
diámetros de 1.5 mm a 15 mm, descargando un gasto que va de
7 l.min–1 hasta alrededor de 75 l.min–1, cubriendo áreas circulares
de 10 a 40 metros de diámetro y trabajando a presiones de 1.4
a 4.2 kg.cm–2 (20 a 60 Psi). Cabe señalar que algunos tipos de
aspersores de cabeza giratoria pueden ser ajustados para dar un
círculo completo o cubrir cualquier segmento de círculo (Figura
10.4).

Figura10.4 Aspersores de giro lento

252
Riego Andino Tecnificado

Aspersores estacionarios o de cabeza fija


Estos aspersores son comúnmente usados en jardines, arbustos
ornamentales y sistemas de riego en invernaderos. En los sistemas de
riego agrícola este tipo de aspersor es usado en forma de rociador en
los sistemas llamados de pivote central (Figura 10.5).

Figura 10.5 Aspersores de cabeza fija

Las boquillas
Las boquillas son los orificios o aperturas usados en los asperso-
res para controlar el volumen de descarga, la distribución de la preci-
pitación, el diámetro de humedecimiento y el tamaño de la gota.

Estas piezas pueden ser intercambiables en la mayoría de los


aspersores de cabeza giratoria, con lo cual un solo cuerpo o cabeza
de aspersor puede tener varias descargas y diámetros de cobertura a
una misma presión con sólo cambiarle el tamaño de las boquillas. En
algunos casos esto también es cierto para algunos tipos de rociadores
y aspersores de cabeza fija.

Por muchos años se han usado tuberías perforadas, las cuales


tienen como boquillas pequeños orificios localizados en la parte su-

253
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

perior del tubo (frecuentemente de aluminio) con los cuales se riegan


franjas de terrenos entre 10 y 14 m de ancho con aplicaciones de pre-
cipitaciones entre 1.5 y 2.5 cm por hora a presiones tan bajas hasta
de 0.5 a 0.6 kg.cm–2. Esto hace posible el utilizar las presiones creadas
por una diferencia de elevaciones pequeñas sin necesidad de usar un
rebombeo.

Los elevadores
El elevador es un tramo de tubo que conecta al aspersor o ro-
ciador a la línea de tubería lateral. Frecuentemente consisten de un
tramo de tubo de longitud fija, y a veces puede ser un tubo telesco-
piable como es el caso de algunos usados en huertos. Tuberías de 12 a
75 mm de diámetro con acoples estándar son usualmente empleadas.
Para aspersores pequeños deben de tener un mínimo de 8 cm de alto
y hasta 1 m para aspersores gigantes, con el fin de asegurar un flujo
uniforme a la entrada del aspersor.

Las tuberías
Las tuberías usadas en los sistemas de riego por aspersión pue-
den ser de acero, asbesto-cemento, aluminio y plástico (PVC). Los
diámetros usados van desde tan pequeños como 50 y hasta 250 mm o
más grandes. El espesor de la pared de la tubería depende del mate-
rial usado y la presión de operación que deberá soportar.

Las tuberías son usadas como líneas de conducción del agua y


en dicho caso se les conoce como “línea o tubería principal” o también
pueden tener acopladas a ellas a los elevadores y aspersores y en ese
caso se les llama “línea o tubería lateral”. Sin embargo, cualquiera que
sea el caso, las tuberías son fabricadas en longitudes estándar. Las lon-
gitudes normalmente fabricadas en Ecuador son de 6.0, 9.5 y 12.0 m

254
Riego Andino Tecnificado

Las partes que acoplan las tuberías


Estas piezas son muy importantes pues permiten acoplar los tramos
individuales de tubos y formar líneas de tuberías. Existen actualmente en
disponibilidad comercial muchos tipos de acoplamientos y ajustes de tu-
berías, pero todos caen dentro de cualquiera de estas dos categorías, las
cuales son: 1. Auto-cierre (cierre a presión), y 2. Cierre-mecánico.

Dentro del tipo de auto-cierre se encuentran los acoplamientos de


tipo manual, los cuales en un extremo tienen un gancho o un cerrojo y
en el otro extremo una ranura o una perilla, las cuales mediante un movi-
miento de cuarto de círculo quedan trabados y unidos los tramos de tube-
rías. Este tipo de acoplamientos también cuentan con un empaque de hule
que ayuda a lograr un mejor sellamiento. Es este tipo de acoplamiento es
el que se usa más frecuentemente para unir las tuberías laterales.

Los acoplamientos de cierre mecánico son aquellos en los cuales


la unión no está sujetada por anillos, o tuercas y tornillos. Este tipo es
el más usado en líneas principales de aluminio.

Los acoplamientos se adaptan a los extremos de los tramos de tu-


berías mediante dos formas: 1. Proceso de prensado, y 2. Proceso de sol-
daduras. En el proceso de prensado, los acoplamientos macho y hembra
son embutidos a presión en los extremos del tubo. En el proceso de
soldado los acoplamientos son unidos a calor en los extremos del tubo.

Es frecuente el uso de tuberías de materiales de PVC y asbesto-


cemento como líneas de conducción de agua (líneas principales), es-
pecialmente cuando se trata de tuberías subterráneas. Las tuberías de
acero son raramente utilizadas y sólo se emplean en tramos cortos o
en piezas aisladas.

255
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Partes que ajustan las tuberías


Cierto tipo de piezas son necesarias dentro de un sistema de riego
por aspersión para lograr operarlo bajo determinadas circunstancias. Es-
tas piezas pueden ser: codos, reducciones, tees, tapones finales, etcétera.

Partes de control en los sistemas de riego por aspersión


Cierto tipo de piezas y partes son por sus características de uso
especial en los sistemas de riego por aspersión. Estas partes son aque-
llas que por su disposición ayudan a operar y controlar el sistema. Las
partes o piezas de control más comúnmente usadas son: válvulas de
varios tipos, reguladores, manómetros, hidrantes, etcétera.

Las válvulas que frecuentemente son empleadas en los sistemas de


riego por aspersión son: válvulas de compuerta, mariposa, aliviadoras de
aire y vacío, aliviadoras de presión, de no retroceso (check), reguladoras de
presión y las válvulas codo que alimentan las líneas laterales en el campo.

Figura 10.6 Válvula tipo compuerta.

256
Riego Andino Tecnificado

Las válvulas del tipo de compuerta y mariposa, son empleadas


usualmente a la entrada del agua al sistema (a la salida de la bomba) y
son operadas manualmente, estas válvulas sirven para ajustar la ope-
ración de la bomba y controlar la presión y gasto que entra al sistema
de riego (Figura 10.6).

Las válvulas aliviadoras de aire y vacío y las válvulas aliviadoras


de presión son partes del sistema que colocadas en puntos estratégi-
cos hacen posible el uso continuo del sistema (Figura 10.7).

Figura 10.7 Válvula de alivio

Las válvulas aliviadoras de aire y vacío son colocadas en las par-


tes altas de las tuberías principales, especialmente si éstas son sub-
terráneas para desalojar el aire que queda atrapado dentro de ellas y
también para romper el vacío permitiendo la entrada del aire cuando
se detiene el sistema.

257
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Las válvulas aliviadoras de presión tienen como finalidad proteger


la línea de conducción principal de repentinos excesos de presión cau-
sados por un cierre rápido de algún hidrante o válvula, y son colocados
frecuentemente en los extremos de la línea principal (Figura 10.8).

Figura 10.8 Válvula reguladora de presión

Las válvulas de no retroceso (flujo en un solo sentido) o válvulas


check son dispositivos de control usados en el lado de descarga de la
bomba para impedir el vaciado de la línea principal que se encuentre
en posición más alta que la bomba cuando ésta deja de operar.

258
Riego Andino Tecnificado

Las válvulas especiales de control de flujo y presión son algunas


voces empleadas en los sistemas para lograr un control adicional so-
bre el gasto que entra al sistema. Frecuentemente este tipo de válvulas
son automatizadas mediante dispositivos eléctricos con la finalidad
de ahorrar costos de operación y están conectadas a un manómetro
de presión (Figura 10.9).

Figura 10.9 Manómetro de presión

Las válvulas de codo a 90° también llamadas válvulas “ele”, son


válvulas de tipo vertical las cuales controlan el gasto de agua que en-
tra a la línea lateral.

Estas válvulas conectan sobre el hidrante de la tubería principal


y mediante un mecanismo especial abren el hidrante y pasan el flujo
del agua hacia dentro de la tubería lateral. Una variante de este tipo
de válvulas son las válvulas “T”, las cuales pueden conectar líneas la-
terales en direcciones opuestas a un mismo tiempo (Figura 10.10).

259
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Los hidrantes son dispositivos de control acoplados sobre la lí-


nea principal que sirven como tomas de agua sobre las cuales accio-
nan las válvulas de campo. Estas partes son esenciales en la mayoría
de los sistemas de riego pues permiten hacer la torna del agua en un
sitio específico del campo.

Figura 10.10 Válvula de control. a) Válvula check.

b) Válvula tipo compuerta, en la transversal.

Los hidrantes pueden ser acoplados de diferentes formas depen-


diendo del tipo de tubería y su colocación en el campo. Para tuberías
de aluminio los hidrantes son directamente soldados y para tuberías
subterráneas de PVC se emplean conexiones de acero recubiertas de
un tratamiento epóxico.

Los componentes o partes de los sistemas de riego mostrados en


este inciso han sido escogidos selectivamente, tratando de dar una idea
sobre los mismos al lector, sin embargo, se deja al lector indagar sobre
otros tipos de componentes que no fueron presentados aquí, con el
objeto de que complemente la información presentada en este texto.

260
Riego Andino Tecnificado

Es preciso destacar que todo sistema de riego por aspersión no


es, de hecho, más que una combinación de los dos elementos básicos
siguientes:

— Unos órganos de riego, que pueden ser aspersores girato-


rios, toberas difusoras o cañones, y
— Unas tuberías, rígidas o flexibles, fijas o móviles, que se de-
nominan alas de riego.

El riego por aspersión puede realizarse de dos formas:

Riego individual, basado en el aprovechamiento individual de


una fuente de suministro de agua.

Riego colectivo, en donde se proporciona agua a presión en unas


tomas o bocas de riego situadas en las distintas unidades de explotación.

Hay dos modalidades de utilización de esta toma:

— Por turno (cada toma se puede utilizar durante períodos


previstos de antemano) y
— A la demanda (cada toma se puede utilizar en cualquier
momento).

El riego por turno es recomendable en zonas de monocultivo y


suelo homogéneo, que condicionan al agricultor a un régimen perió-
dico de riegos. El riego a la demanda supone una mayor complejidad
en la distribución del agua y un mayor coste, pero estimula al agricul-
tor a no utilizar mayor cantidad de agua que la necesaria, ya que el
cobro se hace por volumen gastado.

261
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Características de funcionamiento
Las características más importantes del funcionamiento del sis-
tema son las siguientes:

Marco de riego: Se llama marco de riego a la distancia que exis-


te, por un lado, entre dos alas regadoras contiguas y, por otro, entre
dos aspersores contiguos de la misma ala. Las disposiciones que pue-
den adoptar los aspersores son (Figura 10.11):

— Disposición en cuadrado.
— Disposición en rectángulo.
— Disposición en triángulo.

Figura 10.11 Disposición de los aspersores

10.2 Usos frecuentes de los sistemas de riego


por aspersión
El desarrollo de las actividades del hombre ha traído consigo
un creciente interés en la conservación de su medio ambiente, esto
ha resultado en muchas y nuevas aplicaciones y usos de los sistemas
de riego por aspersión. Algunos de dichos usos son la incorporación
de tierras al cultivo y áreas de recreación irrigadas con aguas resi-
duales de drenajes, fábricas y otras actividades del hombre como la
minería.

262
Riego Andino Tecnificado

Las nuevas leyes sobre reglamentación de contaminación han


hecho que muchos agricultores cambien sus sistemas de riego por
superficie a sistemas de riego por aspersión.

El control del polvo y temperatura, así como la limpieza del es-


tiércol en los corrales de ganado vacuno son logrados actualmente
mediante sistemas de aspersión.

Con su principio de operar a precipitaciones menores que la in-


filtración básica del suelo ha servido en muchos casos para lograr la
conservación de los suelos. Por su flexibilidad y portabilidad hace po-
sible que sean también usados los sistemas de riego por aspersión en
el establecimiento de pastos en los potreros.

Las aplicaciones ligeras poco frecuentes permiten que bajo con-


diciones de riego por aspersión se asegure la germinación y las prime-
ras fases de crecimiento de algunos cultivos de campo.

Los sistemas de riego por aspersión también tienen la propiedad


de controlar la temperatura ambiente de los cultivos, enfriándolos
cuando el calor es excesivo y protegiéndolos cuando se trata de una
helada tardía que puede afectar la floración de la planta.

El riego por aspersión también ha causado cambios sobre los


conceptos de la aplicación de fertilizantes y pesticidas, los cuales pue-
den ser aplicados a través del propio sistema mezclados con el agua
de riego.

263
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Ventajas del sistema de riego por aspersión


— Se necesita menos mano de obra y menos cualificada que
en el riego por gravedad, ya que, en este último, el regante,
además del trabajo efectivo del manejo del agua, tiene que
prestar una atención permanente al riego.
— No es necesaria la preparación previa del terreno, tanto en
terrenos llanos como ondulados. Al suprimir la nivelación
del terreno se evita la pérdida de fertilidad del suelo y, por
otro lado, queda disponible para el cultivo la mayor parte
del terreno regable, al suprimir canales, acequias y surcos
que se precisan para el riego por gravedad.
— Se puede utilizar en una gran variedad de suelos, incluso
en aquellos muy permeables que exigen riegos frecuentes y
poco copiosos.
— La eficiencia del riego por aspersión es del orden de un
80%, frente al 40-70% del riego por superficie.
— Hay una mayor posibilidad de mecanizar los cultivos, ya
que se eliminan los obstáculos propios del riego por super-
ficie.
— Con respecto al riego por superficie se reduce la pérdida de
elementos fertilizantes por lixiviación.
— El riego por aspersión se puede utilizar de un modo eficaz
en la lucha contra las heladas.
— Se puede utilizar también para realizar fertilizaciones y tra-
tamientos fitosanitarios.

Desventajas
— Elevado costo de primera instalación (que es inversamente
proporcional a la superficie de riego) y de gastos de explo-
tación, debido a la alta energía necesaria para garantizar la

264
Riego Andino Tecnificado

presión del agua a la salida de los aspersores. Sin embargo,


este coste se compensa con la supresión de otros gastos
(nivelación, construcción de acequias, etc).
— En algunos cultivos y en algunas fechas la vegetación pue-
de verse perjudicada por un incremento de enfermedades
criptogámicas en las plantas mojadas o porque se dificulta
la fecundación cuando se riega en época de floración.
— El viento dificulta el reparto uniforme del agua.
— No se pueden utilizar aguas salinas sobre el follaje de las
plantas sensibles a la sal, debido al riesgo de quemaduras
en las hojas.

10.3 Clasificación de los sistemas de riego por aspersión


Los sistemas de aspersión pueden ser clasificados de muy di-
ferentes formas, pero la clasificación de acuerdo con su portabilidad
(Halvek, 1986) es especialmente útil. Un sistema completamente por-
tátil emplea líneas de conducción principales, líneas laterales y asper-
sores que son portátiles.

Los sistemas de riego por aspersión se dividen en tres categorías:

- Movimiento periódico
- Fijos
- Movimiento continuo

Los sistemas de movimiento periódico permanecen en una po-


sición fija mientras riegan y es necesario cortar su suministro de agua
para cambiar las posiciones. Los sistemas fijos son estacionarios y no
precisan ser movidos, mientras que los sistemas de movimiento con-
tinuo son aquellos que se mueven mientras aplican el riego.

265
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Otra forma de clasificación de los sistemas es de acuerdo con la


naturaleza de sus movimientos (continuo, en líneas o pivoteo, movi-
miento-alto). De hecho, el método apropiado para la clasificación de
los sistemas de riego por aspersión depende de la razón para la cual
sean clasificados. Los sistemas de riego por aspersión son también
comúnmente clasificados de acuerdo con el tipo de movimiento que
tengan sobre el campo de cultivo.

Sistemas de movimiento alto y sistemas de conjunto fijo


En los sistemas de movimiento alto, uno o más aspersores son
operados a un punto fijo en el campo. Después que una deseada can-
tidad de agua ha sido aplicada, el sistema se deja de operar y el asper-
sor (o aspersores) son desplazados hacia otra posición en el campo
en donde el sistema es nuevamente puesto en operación. Usualmen-
te, cada vez que se desplaza el sistema a cada una de las diferentes
posiciones dentro del campo es para un periodo de riego igual. Una
variación a este procedimiento es hecha en los sistemas de conjunto
fijo (permanentes). Esos sistemas tienen aspersores instalados a tra-
vés de todo el campo, o uno o más aspersores, controlados manual o
automáticamente, son operados simultáneamente. Los sistemas de
movimiento alto son usualmente diseñados para proveer el máximo
posible de aplicación total en cada sección de campo que se riega a
la vez (dependiendo de características de drenaje del suelo, y la tasa
de evapotranspiración del cultivo) de manera que los movimientos
requeridos durante la estación de cultivo sean minimizados. Durante
ese periodo, el cual puede exceder de 12 horas. Es frecuente, debido
a otras operaciones del agricultor, operar los sistemas de movimien-
to alto siguiendo una programación de riego preestablecida. Si exis-
ten cambios en la velocidad y dirección del aire pueden afectar así la
distribución del agua sobre el campo. Con un sistema de conjunto

266
Riego Andino Tecnificado

fijo automatizado la programación del riego puede ser ajustada para


tomar ventaja de los cambios en el viento. Específicamente, riegos
cortos y frecuentes pueden ser utilizados.

Sistemas de movimiento continuo


El sistema más común de este tipo es el de pivote central en el
cual una sola línea lateral de aspersores, comúnmente de 100 m de
longitud se mueve en círculo alrededor de un punto final (el pivote)
a través del cual el agua entra al sistema. La tasa de descarga por
unidad de longitud en la línea lateral varía en proporción directa con
la distancia desde el punto pivote en orden de dar una distribución
uniforme a través del campo de cultivo.

Otro sistema de este tipo consiste en una línea lateral de asper-


sores de los cuales todos se mueven a la misma velocidad, en una
dirección perpendicular a la orientación lateral. Frecuentemente el
sistema es alimentado a través de una manguera flexible o de una
toma directa sobre un canal.

Finalmente, existen sistemas de movimiento continuo en los


cuales un solo gran aspersor se desplaza continuamente. Éste es
usualmente alimentado por una manguera, aunque puede también
recibir el agua directamente de un canal o acequia.

Los sistemas de movimiento continuo tienen el potencial de


proveer una mayor uniformidad en la distribución del agua que aque-
llos sistemas de movimiento alto, debido al movimiento que barre el
campo en los sistemas de movimiento continuo. Una analogía pue-
de ser encontrada en el trabajo de pintar una pared. Un rodillo tiene
mayor potencial de aplicar uniformemente la pintura que una brocha

267
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

sencilla, la cual tiene que ser puesta contra la pared, levantada, movi-
da a otra localización y puesta de nuevo contra la pared.

10.4 Distribución del agua bajo el riego por aspersión


La distribución del agua bajo un sistema por aspersión se ob-
tiene midiendo la cantidad de agua que ha caído en cada punto del
campo irrigado, después que un riego ha sido aplicado. No interesa
por lo tanto, el patrón que dicta la posición de las gotas de agua que
salen de cada aspersor, sino la acumulación de las gotas de agua a
un punto en el cual todos los aspersores que contribuyen con agua a
ese punto sean considerados. Los factores que afectan tal distribución
pueden ser resumidos de la siguiente manera:

- Condiciones climáticas: Velocidad del viento: valor absoluto


y variación.

- Evaporación: energía solar, movimiento del aire, tempera-


tura, humedad, etcétera.

- Condiciones de equipo: Marca y modelo del aspersor, con-


figuración interna, velocidad de rotación, sus variaciones
en la fabricación y el espaciamiento de los aspersores y
laterales.

El diámetro y configuración de la boquilla


La altura del elevador del aspersor (el elevador es un tramo de
tubo que conecta al lateral con el aspersor).

Las condiciones hidráulicas del equipo.


Condiciones de operación: la presión.

268
Riego Andino Tecnificado

El espaciamiento de los laterales entre sí: Condiciones topográ-


ficas. Efectos aerodinámicos.

Las condiciones climáticas no pueden ser alteradas por el di-


señador. Sin embargo, él puede estipular las condiciones climáticas
bajo las cuales es permisible que trabaje el sistema. Condiciones del
equipo están bajo el control directo del diseñador. Él puede, y deberá,
decidir en todos aquellos aspectos dados en esta sección. Condiciones
de operación están también de alguna forma bajo el control del dise-
ñador. Él debe especificar las presiones y espaciamiento de las latera-
les. Sin embargo, esto depende de que el agricultor se asegure de que
esas especificaciones sean llevadas a cabo. Condiciones topográficas
están fuera del control del diseñador, pero deben ser consideradas por
él. Estas condiciones topográficas tienen un efecto significante en la
presión a cada punto en el sistema y algunas condiciones (pendien-
tes pronunciadas) pueden hacer que el chorro que arroja al aspersor
sea una fuente de serios problemas de erosión. Efectos aerodinámicos
son aquellos causados por la interferencia de los chorros de agua y el
aire arrastrado por ellos. Estos efectos no han sido medidos, pero han
sido observados cualitativamente.

Prueba a los aspersores para determinar las características


de distribución
Cada aspersor (marca, modelo y configuración de la boquilla)
distribuirá el agua de diferente manera bajo condiciones climáticas y
de presión de operación específicas. La distribución del agua sobre el
campo de cultivo estará también en función del espaciamiento entre
los aspersores y las líneas laterales. Sin embargo, si el patrón que si-
gue a la deposición del agua que sale de un aspersor es registrado en
un papel cuadriculado, entonces un gran número de condiciones de

269
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

diferentes espaciamientos de aspersores y líneas laterales pueden ser


investigadas para las condiciones climáticas y de presión de operación
bajo las cuales el aspersor trabajará.

Figura 10.12 Patrón de traslape de un solo aspersor

En cada posición existe un aspersor. Todos los aspersores de una


misma terciaria riegan a la vez

270
Riego Andino Tecnificado

Figura 10.13 Esquema de distribución de aspersores en el campo

10.5 Determinación de la curva de distribución


En la siguiente discusión, el término “agua infiltrada” incluye al
agua que es depositada sobre la superficie y que inmediatamente en-
tra al suelo o es usada por las plantas en la vecindad inmediata al
punto de deposición. Así, el término “agua infiltrada” incluye:

a) El agua que es usada para remplazar el déficit de agua al


tiempo del riego.
b) El agua que es usada para satisfacer el uso consuntivo du-
rante.
c) Tiempo del riego y el drenaje,
d) El agua usada para un uso de lavado de sales, y
e) Aquella perdida por percolación profunda.

Considere un campo dividido en varias partes iguales (sub-


áreas). Para un riego puede medir el promedio de la cantidad de agua
que podría haberse infiltrado dentro de cada una de esas pequeñas
subáreas (Figura 10.13). Con un sistema de aspersión esto podría ha-

271
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

ber sido hecho colocando medidores de precipitación (receptáculos)


en algunos puntos representativos dentro de cada una de las subáreas
(si la tasa de aplicación a la superficie del suelo no excede la capacidad
de su infiltración básica). En cualquier caso, los datos son convenien-
temente reportados en profundidades, por ejemplo, el volumen de
agua infiltrada por unidad de área. Si tuviésemos un área de 0.5 ha en
el campo y escogido una cantidad de 10 subáreas, entonces podría-
mos tener un estimado del promedio de profundidad de precipitación
en 0.05 de ha. Habrá algún número de valores de observaciones máxi-
mas y algún número de valores de observaciones mínimas. El valor
mínimo observado deberá ser mayor o igual que cero.

La Figura 10.14 es un histograma de esos valores, arreglados


desde un máximo a un mínimo sin importar su localización dentro
del campo. La abscisa es el total del área irrigada la cual tiene una
profundidad o lámina infiltrada de agua igual o mayor que la profun-
didad dada en la ordenada. La ordenada es graneada positivamente
hacia abajo, y las unidades están en la profundidad de agua infiltrada
(en milímetros).

Figura 10.14 Histograma de la profundidad de aplicación vs. área irrigada

272
Riego Andino Tecnificado

La figura 10.14 describe los mismos datos en forma adimensio-


nal. Los valores de profundidad han sido cada uno divididos entre
la profundidad característica, que es el promedio de profundidad de
aplicación (77 mm en este caso) y las áreas han sido divididas entre
un área característica, que es el área total considerada (0.5 ha en este
caso). Las áreas adimensionales han sido ajustadas para dar el punto
medio de los intervalos en el histograma. Así, debido a que tenemos
10 sub aéreas iguales, cada una en su forma adimensional es 0.10. Los
puntos medios de la primera, segunda y décima sub área adimen-
sional son, respectivamente, 0.05, 0.15 y 0.95. Los puntos graficados
han sido extrapolados linealmente hacia los límites (x = O, x = 1). Por
lo tanto, los valores de profundidad están ahora en fracciones de la
profundidad media, y el valor de la profundidad media corresponde al
valor de 1 en la ordenada. El resto de las profundidades indicadas en
el histograma son similares para la curva. El resultado es la curva de
distribución adimensional para un riego. Alternativamente una curva
suave podría haber sido trazada a través de los puntos calculados.

10.6 El coeficiente de uniformidad en los sistemas


de riego por aspersión
Christiansen fue el primero en aplicar el concepto de medir la
uniformidad de la distribución del agua en un sistema de riego por as-
persión, (Amir, 2002). Ese concepto de uniformidad es comúnmente
llamado coeficiente de uniformidad de Christiansen (CUC).

El coeficiente de uniformidad de Christiansen es ampliamente


usado, y un CUC igual o mayor que 0.7 es considerado aceptable en
la práctica del diseño de sistemas de riego por aspersión. La signifi-
cancia del coeficiente de uniformidad y el de los dos parámetros de la
eficiencia (Ea y Er) es ilustrada en la Figura 10.16.

273
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Figura 10.16 Típicos efectos de la distribución del agua en un cultivo

bajo riego asumiendo que no existen pérdidas por escurrimiento

10.7 Ejercicio de aplicación


Se colocaron 10 tarrinas, a distancias de 1 metro en forma lineal
a cada lado del aspersor.

Estas tarrinas permanecieron durante 30 minutos en el lugar


donde fueron ubicadas, manteniéndose los aspersores en funciona-
miento normal durante este tiempo.

Una vez transcurridos los 30 minutos, se procedió a retirar las


tarrinas y a medir la cantidad de agua que estas recogieron, para de
esta manera calcular la lámina regada durante este período.

274
Riego Andino Tecnificado

Con estos datos se procedió a realizar los cálculos que a conti-


nuación se detallan.

Resultados

Lectura Radio Área de la Volumen Lámina aplicada


Nº Muestra (ml) tarrina (cm) tarrina (cm2) (L/m2) (mm) Promedio
1 8,00 5,70 102,07 0,784 0,784 0,833
2 9,00 5,70 102,07 0,882 0,882
3 8,00 5,70 102,07 0,784 0,784 0,735
4 7,00 5,70 102,07 0,686 0,686
5 15,00 5,70 102,07 1,470 1,470 1,078
6 7,00 5,70 102,07 0,686 0,686
7 19,00 5,70 102,07 1,861 1,863 1,2745
8 7,00 5,70 102,07 0,686 0,686
9 17,00 5,70 102,07 1,666 1,667 1,3725
10 11,00 5,70 102,07 1,078 1,078
∑= 10,586
∑X2 = 12,990
FC = 11,210
Promedio = 1,059
S= 0,445
CV = 42%

Se pide verificar si los resultados son correctos y determinar el


Coeficiente de uniformidad de Christiansen.

– Diseñar un sistema de riego por aspersión de 10 has de pasto.

– Diseñar un sistema de riego por aspersión para una ha de cítricos.

275
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

276
Riego Andino Tecnificado

Capítulo XI
Evaluación del riego en laderas

Resumen
La aplicación del agua en forma artificial a los cultivos forma parte
de un sistema de riego, en el cual se consideran tres zonas básicas: 1)
Zona de captación; 2) Zona de conducción; 3) Zona de aplicación o
uso del agua. Un sistema de riego bien operado y manejado produce
índices económicos grandes para los usuarios, en cambio, lo contrario,
produce pérdidas considerables a la sociedad. En el Ecuador el mal uso
del agua se lo viene observando desde la captación y regulación hasta
la aplicación del agua a las diferentes parcelas por medio de métodos
de riego improvisados y mal planificados, lo que hace que se alcancen
eficiencias de uso del agua en los sistemas, del orden de un 20 a 30%.
La utilización de métodos de riego bien estructurados y planificados a
nivel predial, prácticamente son muy restringidos en nuestro país ya
que la mayor superficie se riega por surcos subutilizando el agua, al-
canzando eficiencias de aplicación de agua desde un 15% hasta un 50%

El sistema de riego más acorde para los suelos en laderas es el


riego por goteo, el cual cuenta con las ventajas comparativas de ser,

277
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

por un lado de bajo costo tanto en instalación como en mantenimien-


to, de fácil operación, manual y muy eficiente. Utilizando solamente
el desnivel del reservorio y el terreno a irrigar, se obtiene un mejor
manejo del recurso agua, no utiliza bombas convencionales de com-
bustible y/o electricidad, no contamina, no hace ruido y optimiza de-
finitivamente el uso del agua.

El riego por aspersión aplica el agua en forma de lluvia en una


superficie circular. En los sistemas de riego en ladera generalmente
se trabaja con una ala de riego compuesta de uno o dos aspersores,
cincuenta metros de manguera de polietileno calibre cuarenta y diá-
metro igual a 1/2 pulgada ó ¾ de pulgada. El ala se va cambiando de
lugar hasta completar el humedecimiento de todo el lote (Calvache,
1998). El aspersor puede tener una o dos boquillas, que son los orifi-
cios a través de los cuales sale el chorro de agua a presión, que hace
impacto sobre el brazo y se produce el fraccionamiento del chorro en
pequeñas gotas de lluvia (Keller, 1988).

11.1 Generalidades
Un sistema de riego en ladera consiste en derivar agua de una
o varias de las siguientes fuentes: quebradas, arroyos, ríos, embalses,
lagos, entre otros, a través de pequeñas obras tales como bocatomas
(lateral, de fondo), compuertas, presas de derivación, etc., de tal ma-
nera que den carga hidráulica al sistema de distribución que van colo-
cados en cada predio (Arango, 1998).

La red de distribución y aplicación del riego se construye con


base a una tubería de PVC, polietileno, sobre la cual se instala el
hidrante, al cual se le acopla automáticamente el ala aspersora que
consta de una manguera de polietileno, a la cual se le colocan uno o

278
Riego Andino Tecnificado

más aspersores. La dotación de agua al ala aspersora se hace a partir


de un punto central, lo que permite el riego localizado, eficiente y
oportuno a los cultivos. La operación del sistema es tan sencilla, que
no amerita grandes esfuerzos (Keller, 1988).

11.2 Componentes de un sistema de riego en ladera


Un sistema de riego en ladera está constituido por obras civiles
y estructuras hidráulicas que permiten la captación, conducción y dis-
tribución del agua para beneficiar una zona agrícolamente explotable
(Arango, 1998; Keller, 1988).

La microcuenca.- Las comunidades beneficiarias del Programa de


Riego en Ladera, deben ser muy cuidadosas con la microcuenca que les
surte de agua al sistema de riego. La conservación de la vegetación, evi-
ta que se presenten problemas en la microcuenca relacionados con la
disminución de los caudales y la erosión, evitándose de esta forma unos
mayores costos en la operación y mantenimiento del sistema. También
va a ser mayor la probabilidad de que el agua pueda ser aprovechada
a lo largo del año en los períodos que realmente se requiere de ella,
puesto que habrá una verdadera función reguladora de la microcuenca
por estar protegida con vegetación. En definitiva la conservación de una
microcuenca está determinada por el manejo adecuado que se haga de
los recursos suelo, agua y vegetación (Arango, 1998).

Obras de captación.- Se entiende por captación, la estructura o


conjunto de estructuras que es necesario construir en una fuente de
abastecimiento, para asegurar la desviación de una cantidad de agua
determinada. Las obras de captación deben asegurar que en todo
tiempo y bajo cualquier condición se capte o derive el caudal previsto
o de diseño con el menor costo posible (Arango, 1998; Keller, 1988).

279
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

La bocatoma.- Es una estructura hidráulica con la cual se capta y


deriva el agua de una corriente superficial permanente hacia el siste-
ma de riego.Los componentes de la bocatoma son: muros de conten-
ción, el muro de presa, la rejilla, la cámara de derivación. El muro de
presa se puede construir a lo ancho de la fuente de agua y su función
es subir el nivel del agua y dirigirla hacia la rejilla para que luego lle-
gue a la cámara de derivación. Los muros de contención se encuen-
tran a los lados, su función es encauzar el agua y proteger las orillas
de la fuente de agua (Arango, 1998; Keller, 1988).

Disipadores de energía.- Cuando el agua fluye a través de estruc-


turas de vertimento como caídas, presas vertedoras u otro tipo de es-
tructura de alta velocidad, el agua adquiere una alta energía cinética,
capaz de erosionar el pié de la estructura vertedora y el canal aguas
abajo. Por ejemplo, al pie del muro de presa, en el sitio donde golpea
el agua que no entra al sistema de riego, debe existir siempre un di-
sipador de energía, destinado a prevenir la socavación del lecho de la
fuente de agua y/o de la obra (Arango, 1998). Las obras de captación
una vez ejecutadas, se interponen en la corriente como un obstáculo
y por consiguiente van a originar sedimentaciones y a sufrir las con-
secuencias de la erosión (Keller, 1988).

El desarenador.- Es una estructura hidráulica, que permite rete-


ner y evacuar los sedimentos como arenas y gravas. El desarenador es
un tanque que generalmente tiene tres cámaras. En la primera cámara
de llegada, se encuentra el vertedero de excesos, el cual permite que el
agua sobrante pueda volver a la fuente de agua (INAT, 1997).

Red de conducción.- Consiste en transportar el agua desde el sitio


de captación hasta el área de riego. Generalmente la disponibilidad

280
Riego Andino Tecnificado

de agua en las zonas de ladera es reducida, es necesario transportarla


por ductos cerrados como: tubería de P.V.C., asbesto cemento o cana-
les revestidos que garanticen una buena eficiencia en la conducción
(Arango, 1998).

En los sistemas de riego en ladera, la red de riego se encuentra


constituida normalmente por una o dos tuberías principales, y varias
tuberías secundarias o ramales, con varios hidrantes destinados a pro-
veer de agua a las alas de riego en las cuales van los aspersores (INAT,
1997, Calvache, 1997).

Es frecuente que en los sistemas de riego en ladera, la bocatoma


se encuentre más alta que la zona en donde se va aplicar el riego, de
tal manera que mediante el uso de tuberías en lugar de canales o ace-
quias, el agua puede llegar a los predios con la calidad, el caudal y la
presión suficientes para operar el sistema de riego, sin desperdicios ni
necesidad de motobombas (Keller, 1988).

Cada sistema de riego debe disponer del correspondiente pla-


no de la red de conducción. En el plano debe indicar la localización,
el diámetro y la presión de trabajo de las tuberías de cada tramo de
la red de conducción de agua. En la línea principal y en los ramales
también aparece la localización de los principales accesorios, válvulas
y estructuras (Arango, 1998).

Distribución del agua


El sistema de distribución a emplear es el de gravedad, para lo
cual se debe considerar la diferencia de nivel entre la captación y el
área de riego. Cuando esto no sea posible se emplearán los equipos
de bombeo con las condiciones requeridas para que funcionen los

281
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

sistemas de aplicación de acuerdo a las condiciones propias de cada


proyecto (INAT, 1997; Calvache, 1997).

Sistema de Aplicación
En las zonas de ladera la disponibilidad del recurso hídrico es
cada vez más reducida, por lo tanto se hace necesario emplear un
sistema de riego de alta eficiencia de aplicación, que garantice la con-
servación de los suelos, su adecuada explotación y el manejo racional
del recurso agua, que tenga además en cuenta las características to-
pográficas y agrológicas de los suelos, así como también los tipos de
cultivos (INAT, 1997; Calvache, 1997). Los sistemas de aplicación más
recomendaos son por goteo y por aspersión.

Riego por goteo en laderas


EI método de riego por goteo, es la técnica más avanzada de que
se dispone actualmente para la aplicación eficiente de agua a los cul-
tivos, y consiste fundamentalmente, en aplicar el agua en zona radi-
cular, en forma de gotas, mediante un sistema de tuberías y emisores,
logrando la máxima eficiencia en la distribución hídrica. El principio
básico comprende la entrega a baja presión de agua limpia a través
de emisores individuales. (Pereira et al, 2002). Este sistema de riego
requiere menos energía que los sistemas de aspersión. Además, como
sólo maneja una parte del suelo, se pierde poca agua por evaporación,
excepto la que pasa por la planta y sale al aire por transpiración, de
modo que se obtiene una eficiencia de aplicación superior al 90%. El
goteo es un tipo de riego de flujo diario, ya que normalmente se aplica
diariamente, pero en volúmenes reducidos, evitando, de esta manera,
la lixiviación de elementos nutritivos (Bruce, 1985; Calvache, 1998).

282
Riego Andino Tecnificado

Riego por aspersión en laderas


Este sistema de riego distribuye el agua en forma de lluvia, me-
diante aspersores que giran alrededor de un eje por la fuerza de la
presión hídrica. Los aspersores van conectados a una tubería, deno-
minada ala de riego, y sobre tubos elevadores verticales, que disipan
la turbulencia adquirida por el agua al pasar de la tubería al aspersor.
No precisa ninguna preparación previa del suelo y su eficiencia en la
aplicación del agua es superior a los riegos por superficie. Se reco-
mienda cuando existe poca disponibilidad de agua, una alta o baja ve-
locidad de infiltración del agua, una excesiva parcelación o un relieve
accidentado. No es adecuado en zonas de fuertes vientos, ni con agua
salina en cultivos cuyas hojas se dañen al quedar las gotas en ellas. La
intensidad de la lluvia no debe superar la capacidad de infiltración el
suelo, para no encharcarlo (Cisneros et al 2004; Cisneros, 2002, Timbe
et al 1999; Keller, 1988).

Evaluación del riego por goteo y aspersión en laderas


La agricultura en los Andes se enmarca en sistemas de baja en-
trada y baja salida, produciendo principalmente para autoconsumo y
permitiendo que tan solo una pequeña fracción de la cosecha pueda
ser comercializada. La inversión en fertilizantes y la mecanización es
escasa o nula. La mayoría de los agricultores utilizan la tracción animal
y energía generada manualmente para cultivar la tierra. Los agriculto-
res no tienen un control en la cantidad de agua entregada al suelo, ni
en la cantidad de agua que se pierde por infiltración profunda. De esta
manera, el riego se conduce de forma empírica y presenta valores muy
bajos de uniformidad y eficiencia de aplicación (Cisneros, 2002).

De manera general, las instituciones donde se desarrolla inves-


tigación, tienen una pobre relación con los organismos de extensión,

283
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

habiendo sido éste, el problema más serio detectado para el avance


de programas de investigación para el desarrollo y de extensión (FAO,
1984). Los extensionistas miran a la investigación como un trabajo
aislado que no genera tecnología apropiada para los agricultores,
mientras que los investigadores se plantean muchos cuestionamien-
tos respecto a la capacidad de la extensión para un trabajo eficiente
(Quimsumbing, 1984). Siendo el desafío para la investigación, el lo-
grar combinar adaptaciones de diseño a las difíciles condiciones físi-
cas y de manejo en montaña, que puedan ser adoptadas fácilmente
por los usuarios, se recomienda que la investigación sea de manera
participativa en la cual agricultores, investigadores y extensionistas
trabajen juntos (Watkins, 1990).

En el riego por aspersión no se presenta escorrentía siempre y


cuando la intensidad de aplicación sea inferior a la velocidad de in-
filtración del suelo (Cisneros, 2002). La uniformidad de distribución
del agua dentro del perfil del suelo depende primordialmente de la
uniformidad con que el agua es aplicada sobre la superficie del mismo
(Calvache, 1998).

En el riego por goteo usualmente no se presenta escorrentía,


las pérdidas por percolación profunda que pueden presentarse son
debidas a las aplicaciones no uniformes causadas por diferencias de
presión, variaciones en la fabricación de los goteros y una aplicación
extensiva de agua (Taipe y Calvache, 2007).

Los parámetros de operación utilizados para describir que tan


bien opera un sistema de riego son: eficiencia de conducción, eficien-
cia de aplicación, eficiencia de uso de agua de riego, uniformidad de
distribución y eficiencia de almacenamiento (Calvache, 1998).

284
Riego Andino Tecnificado

Las pérdidas de agua en los sistemas de conducción reducen la dis-


ponibilidad del agua para los cultivos a nivel predial, contribuyen con-
siderablemente a crear problemas de drenaje en predios locales e incre-
mentan los requerimientos de mantenimiento a lo largo del canal. La
eficiencia de conducción de un canal de riego puede estimarse si se co-
noce la cantidad de agua recibida a la entrada de un canal (Qi), compa-
rada con el agua recibida a la salida del canal (Qf), multiplicado por 100.

Ec = (Qf/Qi)x100

La eficiencia de aplicación (Ea) es la relación de la lámina pro-


medio aplicada realmente almacenada en la zona radicular y la lámi-
na promedio de agua aplicada, multiplicada por 100.

Se expresa comúnmente en porcentaje:

Ea = (Agua almacenada/Agua aplicada) x 100

Para calcular la cantidad de agua almacenada se puede utilizar


cualquier método de medida de la humedad del suelo como los ten-
siómetros, sonda de neutrones, gravimetría, resistencia eléctrica, etc.
(Calvache, 1998)

La eficiencia de uso de agua (Eua) es la relación de la evapo-


transpiración sobre la lámina de agua aplicada, multiplicado por 100.

Eua = (Evapotranspiración/Agua aplicada)x100

Para calcular la Evapotranspiración real del cultivo se puede uti-


lizar el método del balance hídrico (Calvache, 1998) o el método cli-

285
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

matológico utilizando el lisímetro MC y el coeficiente de cultivo (Kc)


para cada etapa fisiológica del cultivo.

La uniformidad de distribución (UD), describe la relación entre


la lámina de agua infiltrada en la cuarta parte del campo que recibe
las menores cantidades de agua y el promedio de la lámina aplicada
en forma de ecuación.

UD= (Lámina promedia infiltrada en el cuarto inferior /Lámina


promedio infiltrada)x100

En el riego por aspersión la lámina infiltrada puede reemplazar-


se por la lámina aplicada:

El coeficiente de uniformidad de Christiansen (CUC), que rela-


ciona la variabilidad espacial de la lámina de riego distribuida en todo
el campo. Para ello es necesario calcular el coeficiente de variación
(Cv) de todas las mediciones

CUC= 100- Cv(%)

Esta fórmula puede ser también utilizada en el riego por superfi-


cie, donde la lámina aplicada es reemplazada por la lámina infiltrada.

Los parámetros de eficiencia y uniformidad ayudan a cuantificar la


uniformidad y el grado en que el riego es adecuado, de manera tal que el
funcionamiento del sistema pueda ser evaluado, mejorado y mantenido.

En el Ecuador se han realizado algunos estudios que determi-


naron la eficiencia de conducción en sistemas de riego en suelos de

286
Riego Andino Tecnificado

ladera con pendientes que varían del 10 al 20%, obteniéndose como


resultados eficiencias de 70 a 90% en canales revestidos, 95 a 100%
en tuberías y 30 a 60% en canales no revestidos (Calderón y Calvache,
2006; Coello y Calvache, 2006; Lizano y Calvache, 2007). En todos
los trabajos realizados se encontró que la falta de capacitación de los
usuarios en el manejo del agua a nivel de finca era el principal factor
negativo para las bajas eficiencias de conducción y de uso del agua.

La uniformidad de distribución y el coeficiente de uniformidad de


Christiansen fue determinado por Calvache (1997), en suelos de lade-
ra irrigados por aspersión, obteniendo valores entre 80 y 95%, obser-
vándose que se puede aumentar la uniformidad cuando se aumenta el
traslape. Los rendimientos de los cultivos fácilmente se duplican cuan-
do se hace una buena planificación y control del riego por aspersión.

Cisneros (2002) determinó en suelos de ladera de la zona del


austro, que las velocidades de infiltración permitidas para los asperso-
res eran menores que las reportadas en la literatura, por lo que reco-
mienda utilizar aspersores de baja pluviosidad. Cisneros et al. (2004),
también evaluaron el efecto que tiene el soporte técnico en el manejo
de los sistemas de riego por aspersión en zonas de montaña. Los valo-
res de coeficientes de uniformidad variaron entre 60 y 90%, los cuales
disminuían conforme se incrementaba la pendiente del terreno. Sin
embargo, estos valores aumentaron notablemente cuando los agri-
cultores participaron en la investigación y fueron capacitados. Coefi-
cientes de uniformidad de 44% antes de la capacitación, aumentaron
al 90% después de la capacitación en una misma área. La Eficiencia
de aplicación aumento de 44% cuando el agricultor no fue entrenado
a 94% después de que el agricultor fue capacitado, reduciéndose las
perdidas por escorrentía superficial a valores menores al 8%.

287
Dr. Marcelo Calvache Ulloa, PhD.

Conclusiones
- Los sistemas de riego por goteo y aspersión son una alter-
nativa tecnológica en la agricultura de suelos de ladera, por
su bajo costo de instalación, mantención y facilidad en la
operación.

- Las principales ventajas que presentan los sistemas de rie-


go por goteo y aspersión son que utilizan el desnivel del te-
rreno como fuente de energía, no contamina, no hace ruido
y optimiza el uso de agua en la producción.

- Existen varios trabajos realizados en Ecuador sobre la eva-


luación de sistemas de riego por goteo y aspersión en zonas
de ladera que demuestran la bondad de los sistemas de rie-
go a presión.

- La capacitación de los agricultores en el manejo del riego


por goteo y aspersión a nivel de finca, puede incrementar
notablemente la eficiencia de uso del agua y los rendimien-
tos de los cultivos en suelos de ladera.

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