04/06/2021 Literatura carcelaria: la gran catarsis | Marruecos hoy

¿Quién de nosotros no conoce el sufrimiento experimentado por los activistas marroquíes en la década de
1970? Hoy, el velo está levantado sobre estos años de plomo y los dolores físicos y morales vividos por estos
militantes. De hecho, el número de publicaciones que están a la venta y relatan experiencias carcelarias
marroquíes está aumentando cada vez más. 
Hay alrededor de cuarenta publicaciones sobre detenciones políticas. Entre las obras más conocidas de la
literatura carcelaria, figuran, por ejemplo, "Crónicas de la ciudadela del exilio" de Abdelatif Laâbi, "Los casados"
de Salah El Ouadie, "Tazmamart celda 10" de Ahmed Merzouki, "El cuarto oscuro" de Jaouad Mdidech, y la lista
continúa.
Este tema de los escritos sobre detenciones fue objeto de una conferencia organizada el 21 y 22 de mayo en
Rabat por la Comisión de Equidad y Reconciliación. Los discursos del segundo día de este coloquio se
centraron en “Los escritos de la detención política desde el punto de vista de la crítica literaria”. El orador,
Abdeslam Ouazani, profesor investigador de la Universidad Hassan II de Mohammedia, elaboró ​una crítica
analítica sobre la redoblada restricción de los autores de estos escritos carcelarios. De hecho, existen
limitaciones que pesan sobre los autores de la literatura penitenciaria, porque están obligados a informar de su
experiencia con toda sinceridad. Una tarea que no es la más sencilla. De hecho, según el Sr. Ouazani: “Escribir
este tipo de testimonio en prisión no es una tarea fácil ni fácil.
Una doble coacción que se refleja en los escritos. En efecto, es imposible que un autor sea neutral, traduce sus
sentimientos y debe ser lo más sincero posible consigo mismo y con el lector. El discurso carcelario tiene varias
especificidades. A grandes rasgos, a pesar de la diversidad de experiencias carcelarias vividas por todos ellos,
se refiere a castigos arbitrarios que tienen como objetivo acabar con el preso poco a poco. La aniquilación se
produjo con la ayuda de tecnología e instrumentos apropiados.
Aún así, según el Sr. Ouazzani "el discurso de la historia de la prisión vuelve a escenas punitivas similares que
son narradas por testigos". De hecho, sería una teatralidad punitiva que es una verdadera puesta en escena de
la disciplina punitiva. Para el Sr. Ouazanni, los principios de esta disciplina punitiva son el cierre, la
clandestinidad y el castigo. "Pero a diferencia del teatro, que es un juego y que tiene un final, la parte de la
prisión animada por la máquina humana dura tanto como el poder de la arbitrariedad lo desee", añade
Abddesslam Ouazzani. Es un juego tortuoso, malsano e injusto cuyo objetivo principal es agotar a los presos
para obtener de ellos la información que necesitan.
En cuanto al esquema narrativo de estos escritos, generalmente consta de tres partes. Ya sean los autores de
Tazmamart, Derb Moulay Chérif o Bir Jedid, los testimonios se desarrollan según un esquema narrativo triple. De
hecho, la historia comienza con una descripción del período anterior a la prisión y finalmente termina en la etapa
posterior a la prisión a través del período vivido dentro de la prisión. Como resultado, el testimonio de la prisión
traza el viaje narrativo del descenso a los infiernos para describir la experiencia vivida antes de ser
superado. Para el período anterior al encarcelamiento, el testigo describe un período de imprudencia pero
también de esperanza. Una vez dentro de la prisión, el testigo describe con los detalles más precisos, la
experiencia infernal de la injusticia y la tortura. Finalmente, el testigo describe el regreso a la tierra. Un regreso
que está lejos de vivirse con normalidad.
El individuo ya no es libre, los malos recuerdos lo acechan. Y como declara Abdeslam Ouazzani: "Él es sólo una
sombra de sí mismo". 
Además, los escritos penitenciarios tienen objetivos. En primer lugar el autor se dirige al lector, este debe saber
exactamente lo que pasó, no vivir más en la ignorancia y actuar. El lector, por tanto, tiene un papel importante
que desempeñar, que es luchar contra este tipo de práctica punitiva arbitraria. El segundo objetivo son los
actores y defensores de los derechos humanos.
Estos últimos podrán obtener información de los detenidos para conocer la verdad a través de documentos
escritos. Posteriormente, deberán continuar e intensificar la lucha contra todas las formas de incumplimiento de
los derechos humanos. Los intelectuales también son un objetivo importante, su función es fomentar la
reconciliación con la historia una vez que se conocen los hechos. También podrán hacer de estos escritos un
instrumento educativo y didáctico para calmar la memoria.
Finalmente, y se entenderá, los escritos de la detención tienen como objetivo que los funcionarios interesados ​
tomen las decisiones preventivas y correctivas necesarias. Es decir, poner fin a estas prácticas punitivas
arbitrarias, fomentar el reconocimiento de los hechos como única base de convivencia y reconciliación. Una
misión que recae en el organismo de Equidad y Reconciliación. Pero lo principal en todo esto es el nacimiento
de una conciencia colectiva porque los escritos por sí solos no podrán resolver todos los problemas.

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