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b
Nelson González Ortega
(Compilador y editor)
Producción
Plural editores
Av. Ecuador 2337 esq. calle Rosendo Gutiérrez
Teléfono: 2411018 / Casilla 5097 / La Paz e–mail:
plural@plural.bo / www.plural.bo
Impreso en Bolivia
Índice
Agradecimientos .......................................................................................... 9
Cronología política de Bolivia ..................................................................... 11
Mapa de desmembraciones territoriales de Bolivia .................................... 20
Siglas usadas en este libro ............................................................................ 21
1. Trayectorias sociales, políticas, económicas y culturales en Bolivia
en los siglos xx y xxi. Premisas para planteamientos
interdisciplinarios
Nelson González Ortega .......................................................................... 27
primera parte
índice 7
La idea de escribir este libro surgió hace dos años cuando preparé un curso
interdisciplinario de maestría sobre historia, política, literatura y sociedad en la
Bolivia actual para ser enseñado en la Universidad de Oslo, Noruega. Entonces, al
buscar bibliografía general y específica sobre diversos aspectos de la sociedad
boliviana en el siglo xxi, me di cuenta de que solo existían estudios especializados o
artículos periodísticos sobre la sociedad y la política cotidiana de Bolivia, pero no
había un texto interdisciplinario actualizado, dirigido tanto a especialistas como a
lectores informados sobre la compleja e intrigante situación política, económica y
sociocultural de Bolivia en la actualidad. Me propuse entonces suplir dicha
carencia textual y emprendí el desafío académico de compilar, editar y publicar el
presente libro de carácter interdisciplinario que reúne trabajos de especialistas en
las diversas ciencias sociales, pero a la vez dirigido tanto a estudiantes
universitarios de nivel superior como a estudiosos de Bolivia en América Latina y
el mundo entero. Estoy muy agradecido a todos los autores, personas e
instituciones de Noruega, Bolivia y otros países que han contribuido a la planeación
y realización del presente libro: Bolivia en el siglo xxi. Trayectorias históricas y
proyecciones políticas, económicas y socioculturales.
Agradezco también a mi colega Gonzalo Rojas Ortuste, profesor de Ciencias
Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, por la meticulosa lectura
y corrección que hizo de algunos capítulos del presente volumen y por nuestros
asiduos y productivos diálogos sobre la situación actual de Bolivia que
contribuyeron a mejorar tanto su Epílogo como mis capítulos. Muy agradecido le
quedo al profesor Waltraud Morales, catedrático de Ciencia Política Internacional
de la Universidad de Florida, usa, por haber evaluado positivamente mi proyecto de
libro sobre Bolivia, cuando este aún estaba en ciernes, y haberme motivado a
[9]
realizarlo. Adicionalmente, agradezco a los bolivianistas de University of
Pittsburgh, Estados Unidos, por haberme ofrecido fuentes bibliográficas específicas
y haberme ayudado a refinar mis ideas, cuando mi proyecto de investigación estaba
10 bolivia en el siglo xxi
1438-1532 Periodo del régimen imperial de los incas en la que sus súbditos
realizaron guerras de liberación territorial: la principal fue
la rebelión de 1460 en la región de los reinos del lago.
1532 Conquista e invasión de la región de los Andes por
Francisco Pizarro y Diego de Almagro.
1532-1572 Periodo de ininterrumpida resistencia anticolonial indígena que duró
hasta la muerte de Titu Cusi en 1571. Su sucesor, Túpac
Amaru, hijo legítimo de Manco Inca, fue capturado y
decapitado, en 1572, por el virrey Francisco de Toledo. La
decapitación de Túpac Amaru marcó el final del imperio
inca.
1780-1782 José Gabriel de Condorcanqui toma el nombre de Túpac
Amaru ii y lucha, junto a su esposa, Micaela Bastidas de
Condorcanqui, por el resurgimiento del antiguo imperio
inca, liderando la más grande rebelión andina de la era
colonial contra los españoles, que seguían explotando a
los indígenas en minas, haciendas y obrajes y les hacían
pagar onerosos impuestos.
1781-1782 Julián Apaza Nina, bajo el nombre revolucionario de
Túpac Katari (serpiente grande y brillante, en aymara y
quechua), comanda una rebelión anticolonial de más de
40.000 indígenas, que se extendió por la región de los
Andes. En 1781 sitia dos veces La Paz, asediándola desde
El Alto, durante 184 días. Las tropas de los virreinatos de
Perú y Buenos Aires tardaron dos años en sofocarla. 1824
Batalla de Ayacucho, en la que el general Antonio
José de
14 bolivia en el siglo xxi
D
ddhh Derechos Humanos
dle Diccionario de la Lengua Española
drae Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española
E
ecp Eje de Convergencia Patriótica
eje Eje Pachakuti
eln Ejército de Liberación Nacional
egtk Ejército Guerrillero Túpac Katari
enaf Empresa Nacional de Fundiciones
ende Empresa Nacional de Electricidad
enfe Empresa Nacional de Ferrocarriles
entel Empresa Nacional de Telecomunicaciones
esfm Escuela Superior de Formación de Maestros
siglas usadas en este libro 23
G
glp
O
oea Organización de Estados Americanos oit
Organización Internacional del Trabajo prian
siglas usadas en este libro 25
[27]
28 bolivia en el siglo xxi
El presente volumen congrega a prestigiosos investigadores de las ciencias
sociales de Bolivia, Ecuador, Colombia, España, Alemania, Inglaterra, Noruega y
Japón, cuyos análisis originales e interdisciplinarios (provenientes de la historia, la
literatura, las ciencias políticas, el derecho constitucional, las ciencias de la
educación, la comunicación social, el periodismo investigativo, los estudios de
género, la antropología social, la economía, la cinematografía y hasta la caricatura
política) no eluden la controversia y contribuyen directamente al actual debate
político sobre la exploración en la Bolivia contemporánea de nuevos espacios y
opciones que den cabida al reconocimiento sociopolítico de grupos pluriétnicos e
interculturales, a la formación de partidos no tradicionales con base indígena, y, en
fin, al establecimiento de un Estado Plurinacional dual que combina típicas
instituciones europeas del Derecho Romano con formas de gobierno indígenas
precolombinas, derivadas del Derecho Indígena ancestral.
Organizado en dos partes, 16 capítulos y un apéndice, esta obra pretende
revistar el pasado, analizar el presente e imaginar el futuro para tratar de
comprender las complejas realidades sociales y representaciones culturales de
Bolivia en el siglo xxi. En este primer capítulo, “Trayectorias sociales, políticas,
económicas y culturales en Bolivia en los siglos xx y xxi. Premisas para
planteamientos interdisciplinarios”, Nelson González Ortega, profesor de literatura
e historiador, presenta brevemente el trasfondo histórico de Bolivia desde los
periodos republicano liberal y neoliberal hasta el siglo xxi. Luego, resume los temas
y metodologías interdisciplinarias empleadas en cada capítulo por los respectivos
autores de este libro, con el fin de delinear las trayectorias sociales, políticas,
económicas y culturales en Bolivia en los siglos xx y xxi que serán analizadas a lo
largo del presente volumen.
En los capítulos dos, “Bolivia en su historia y literatura, 1920-1982: Del
Estado republicano a la Revolución de 1952 y sus efectos en el nuevo orden
democrático de 1982”, y tres, “Bolivia en su historia y literatura, 1982 al presente:
Democracia y economía en crisis, neoliberalismo y movimientos sociales”,
González Ortega analiza los procesos de construcción de identidades políticas,
movimientos sociales y coyunturas políticas y socioeconómicas surgidas alrededor
de los grandes hitos de la historia boliviana del último siglo (1920-2016 con
proyección a 2020), como la Guerra del Chaco: 1932-1935, la Revolución de
Bolivia: 1952,
trayectorias sociales, políticas, económicas y culturales en bolivia 29
forma híbrida que mezcla elementos de dos o tres de estos modelos tipo puros? En
tercer lugar, explica la triple naturaleza del sujeto (movimiento, partido, líder) de la
up que ha tomado el poder y propone que no existe una correspondencia entre la
naturaleza organizativa movimientista del mas en el momento de tomar el poder y la
forma de Estado que ha acabado construyendo una vez en el Gobierno. Tal
propuesta lo lleva a plantearse si una Constitución política o forma de gobierno es
útil en cualquier coyuntura histórico-concreta o formación social para operar
transformaciones estructurales democratizadoras o si la forma de gobierno que ha
acabado construyendo el mas, mediante su proceso de institucionalización, permite
superar el modelo neoliberal y/o el modelo capitalista.
El capítulo cinco, “El nuevo constitucionalismo político en América Latina y el
paradigma boliviano” de Leiv Marsteintredet, profesor de Estudios de América
Latina y Ciencias Políticas de las universidades noruegas de Oslo y Bergen, analiza
la Constitución boliviana de 2009, la cual considera una piedra angular de proyecto
político del mas y de Morales. Primero, explica por qué en los últimos 20 años ha
llegado a América Latina una ola regional de innovadores proyectos políticos y
nuevas constituciones, entre las más notables, las de Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Segundo, compara las tradiciones constitucionales de Bolivia con las de otros
países de América Latina para establecer sus características generales. Por último, y
en base a la identificación de dichas características generales, analiza
detalladamente cómo y cuáles aspectos legislativos y judiciales de la Constitución
boliviana de 2009 son diferentes a los declarados en las constituciones de otros
países de América Latina y en qué medida la Constitución de Bolivia de 2009
representa o no una revolución en la historia constitucional de ese país.
Específicamente, el profesor Marsteintredet destaca en su análisis tanto las
aspiraciones legislativas y judiciales articuladas en la Constitución de 2009 como
las configuraciones institucionales creadas por el mas y el presidente Morales para
lograr su objetivo declarado de establecer en Bolivia un nuevo Estado-nación
plurinacional.
En el capítulo seis, “Repensando las características de ascenso de lo indígena,
originario, campesino en Bolivia: Hacia una reflexión crítica del Proceso de
cambio” de Sarela Paz Patiño, antropóloga y socióloga, profesora investigadora de
la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad Mayor de San Simón,
Cochabamba, Bolivia, se reflexiona sobre las características y condiciones que
hicieron posible la participación política de los pueblos indígenas en Bolivia, los
criterios que se anidaron para pensar el naciente Estado Plurinacional y las
tendencias dentro del movimiento indígena que nos acercan a un tejido complejo de
posiciones sobre el horizonte político de transformación. El trabajo presupone la
siguiente premisa de análisis: los ejes fundamentales del planteamiento político del
movimiento indígena en Bolivia no solo traducen el pulso de autodeterminación de
los pueblos, sino que también están complejamente vinculados a dinámicas de
trayectorias sociales, políticas, económicas y culturales en bolivia 31
El concepto del Vivir Bien suele estar conectado, pero no necesariamente limitado, a
prácticas tradicionales de pueblos indígenas. Expresa un intento de perfilar una
orientación ética alternativa en procura de materializaciones múltiples y plurales,
adaptadas a cada contexto, y en constante aprendizaje y ajustes periódicos, desde la
práctica y desde abajo. (Vega O., 2011: 82-83)
Introducción
2 Hito, señal, marca, pilar, centro, cúspide de una trayectoria o cronología de hechos históricos.
“6. m. Persona, cosa o hecho clave y fundamental dentro de un ámbito o contexto” ( dle, 2014).
Mito, existen diversas acepciones, según las disciplinas que usen este concepto. Aquí se usa
‘mito’ principalmente en el sentido de ‘mito literario’, para indicar símbolo, imagen,
[43]
44 bolivia en el siglo xxi
2009) y del Estado Plurinacional (2009-2016) han sido convertidos por escritores y
por la gente común en mitos populares y algunos de ellos han sido incluidos en
manuales escolares y en textos de ficción, fijándose así una “verdad” popular en la
mente de muchos bolivianos. Por lo tanto, comentaré aquí los procesos de
“mitificación literaria y popular” de esos hitos históricos, examinando
detalladamente más unos que otros.
La República de Bolivia surge a principios del siglo xix con la victoria militar
obtenida en la Batalla de Ayacucho (1824), en la que las fuerzas realistas de España
fueron vencidas por el general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón
Bolívar. En 1825 se establece jurídica e institucionalmente la República de Bolivia,
bajo el mando de su primer presidente, el general Sucre (1825-1829).
Posteriormente, desde la presidencia del militar Andrés de Santa Cruz (1829-1839),
que creó la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), hasta las presidencias de
Adolfo Ballivián, Tomás Frías e Hilarión Daza (1873-1879), Bolivia fue regida por
una serie de presidentes civiles y militares, cuyos gobiernos republicanos de corte
liberal europeo se caracterizaron por una gran inestabilidad marcada por revueltas
internas y guerras internacionales con Argentina y Chile y con Perú y Brasil, como
la Guerra del Pacífico (1879-1883). La Guerra del Pacífico, conocida
saga, narración, relato, apología. “1. fábula, leyenda, ficción, quimera, tradición, invención,
cuento […] mitología, alegoría - imaginación - leyenda - mitología - tradición. 2. relato o
noticia que desfigura lo que realmente es una cosa, y le da apariencia de ser más valiosa y más
atractiva. 3. Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima” (WordReference, 2015). Como
verbo: “Mitificar: tr. convertir en mito cualquier cosa natural. 2. rodear de extraordinaria estima
determinadas teorías, personas, sucesos, etc.” ( drae [1992] 1999, tomo ii: 1382-83).
Paralelamente, ‘Mito popular’ indica la formación de una leyenda en el imaginario de una
sociedad, en este caso la boliviana, y sus formas de transformación en mito-s. Intersticio
significa rendija, espacio, intervalo, interregno. Nicolas Bourriaud, siguiendo a Karl Marx,
considera “la obra de arte como un intersticio social [ya que] la actividad artística consiste en
un juego donde las formas, las modalidades y las funciones evolucionan y se desarrollan, según
las épocas y los contextos sociales; no es una esencia inmutable […] [ni tampoco es] la aserción
de un espacio simbólico, ni privado, […] sino el principio de una trayectoria que se desarrolla a
través de señales, objetos, formas, gestos”. Bourriaud concluye que: “la forma artística […] no
toma consistencia (y no adquiere una existencia real), sino sólo en el momento en que pone en
juego las interacciones humanas” (2001: 11, 16, 21, 22, mi traducción). Se expande aquí la
definición de ‘intersticio social’ de Marx y Bourriaud a la creación, interpretación y/o
transformación de un hecho (histórico o literario) en una leyenda o mito personal, local,
nacional o mundial que es realizada por un individuo o una colectividad social (“receptores”).
también como Guerra del Guano y el Salitre, enfrentó a los países aliados de
Bolivia y Perú contra Chile, en el desierto de Atacama y en los valles y serranías
del Perú. La guerra fue un hecho muy importante en la historia de Bolivia y
Suramérica porque Bolivia perdió su acceso al océano Pacífico y, además, porque
bolivia en su historia y literatura, 1920-1982 45
3 “[E]n 1916 el presidente Ismael Montes promulga la primera Ley de Hidrocarburos del país,
que declara a los hidrocarburos como propiedad del Estado y dispone una participación estatal
del 10% en las concesiones, no fue hecha hasta 1920 en que el gobierno de José Gutiérrez
Guerra promulgó una nueva ley que anulaba la naturaleza estatal de la riqueza petrolera, al
tiempo que autorizaba al ejecutivo a contratar la explotación de hidrocarburos mediante
arrendamientos temporales de hasta 66 años y aumentaba la participación estatal hasta el 12,5%
.Un año después el presidente Bautista Saavedra promulga otra ley que declara a los
hidrocarburos que se encuentran en la superficie o en el subsuelo, bajo el dominio estatal y su
explotación corresponde al Estado por sí mismo o por concesiones en sociedad” (Tahbub, 2008:
30-31).
46 bolivia en el siglo xxi
En la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay (1932-35), Bolivia pierde una
tercera parte de su territorio. En este conflicto bélico internacional mediaron
intereses económicos de las corporaciones transnacionales Standard Oil, en Bolivia,
y Royal Dutch Shell, en Paraguay. Además, la Guerra del Chaco promovió el
empoderamiento político de “militares socialistas” como David Toro (1898-1977),
Germán Busch (1904-39) y Gualberto Villarroel (1908-46), quienes se asociaron
con otros jóvenes militares y con intelectuales de izquierda y fundaron el partido
político Razón de Patria (radepa). Este partido se propuso reorganizar las relaciones
de poder económico y político entre tres sectores de la sociedad: el Estado
nacional, la oligarquía (compuesta por los “barones del estaño”, 4 las élites urbanas
y los terratenientes) y el resto de bolivianos. “La mayoría de los historiadores
coinciden en señalar que del Chaco llegó una nueva conciencia nacional decidida a
cambiar y proyectar un nuevo futuro” (Pizarroso Durán, 2015: 1). Tras la Guerra
del Chaco, el gobierno de Germán Busch y la junta militar que él presidía
nacionalizaron, en 1937, la Standard Oil, empresa petrolera transnacional,
propiedad del imperio Rockefeller, la cual se había establecido en Bolivia en 1921. 5
Los comprobados fraudes de la Standard Oil (cf. contrabando de petróleo a
Paraguay durante la Guerra del Chaco, el hecho de no declarar las cantidades
exactas de petróleo explotadas, la evasión de impuestos y regalías), que causaron su
nacionalización, fortalecieron la recién creada (1936) empresa nacional
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos ( ypfb). La nacionalización de la
Standard Oil por el gobierno de Germán Busch constituye la primera
nacionalización de una corporación transnacional en América Latina.
La alianza económica y política que se dio en la primera mitad del siglo xx
entre la Standard Oil, apoyada por gobiernos estadounidenses, la oligarquía
4 “[T]he ‘tin barons’, three mining magnates [Simón I. Patiño, Mauricio Hochschild, Carlos V.
Aramayo] whose companies were largely foreign-owned and together produced 80 percent of
the nation’s considerable output of metals. These mine owners ranked among the richest people
in the world, whereas the miners whom they employed often lived in dire poverty […],
nationalization of the holdings of the ‘tin barons’ undercut their political influence” (Siekmeier,
2011: 2).
5 El historiador estadounidense James F. Siekmeier informa que: “One area in which
Washington successfully opened up the Bolivian economy was the petroleum industry. Many in
the U.S. petroleum industry believed that Bolivia had rich, unexploited oil fields”, e informa,
además,
bolivia en su historia y literatura, 1920-1982 47
Diego había descrito la guerra del Chaco como una verdadera carnicería humana que
se prolongó por tres años. Un desastre para Bolivia por las enormes desinformaciones
en que incurrió el comando general de su ejército. […]
que Nelson Rockefeller, nieto del conocido magnate petrolero John D. Rockefeller (18391937),
fue un “Latin American expert” en los gobiernos de Franklin Roosevelt (1933-45) y
Eisenhower (1953-61), y ejerció gran influencia, como particular y como alto funcionario
estadounidense, en las políticas petroleras de Bolivia a través de su gran amistad con Víctor
Andrade, embajador de Bolivia en Estados Unidos en 1944-46; 1952-58 y 1960-62 (Siekmeier,
2011: 50, 55, 66).
Políticamente estaban divididos al igual que el resto del país […] los de derecha […] y
los de Izquierda […] pero me imagino que en el ejército había hombres de los dos
bandos.
—Por supuesto, pero el presidente, siendo servidor de la derecha, solo promovía a los
de su bando. […] Según lo que Diego describió aquí, en el campo de Batalla se
produjo un acercamiento ideológico entre los civiles de la intelectualidad de izquierda
y los oficiales jóvenes. Eso hizo surgir la nueva conciencia nacional […] fue una
rebelión contra la cúpula del ejército. ok, leamos entonces dijo Brandon […]:
48 bolivia en el siglo xxi
La Misión Bohan fue presidida por Marvin Bohan y estuvo compuesta por técnicos
e ingenieros norteamericanos que llegaron a Bolivia en 1941 por pedido del
gobierno de Enrique Peñaranda (1940-43), con el objetivo de evaluar las reservas
petroleras del país y diseñar un profundo plan económico de diversificación
productiva y desarrollo intensivo del sector agropecuario que liberara a Bolivia de
la dependencia de la minería del estaño. En su reporte de 1942, Bohan indicó que
en la región de Santa Cruz se podrían desarrollar áreas de producción agroindustrial
y ganadera para elaborar productos agrícolas de consumo básico. Concluyó que,
dado que el departamento cruceño era la región con mayor potencialidad de
crecimiento económico de Bolivia, se debería construir una infraestructura vial que
comunicara al occidente con el oriente del país, empezando por la construcción de
una carretera de Cochabamba a Santa Cruz.
Las principales recomendaciones del informe Bohan fueron debatidas en el
Congreso Nacional y se implementaron, en parte, no solo por el presidente
Peñaranda y su gobierno, sino también, como se verá más adelante, por el mnr en
sus reformas, propuestas durante la fase inicial (1952-64) de la Revolución
Nacional de 1952. En efecto, ya en 1942, Peñaranda se basó en el informe Bohan
para crear la Corporación Boliviana de Fomento ( cbf), la cual se encargó de
construir ingenios azucareros e impulsar el desarrollo agroindustrial del país; fundó
bolivia en su historia y literatura, 1920-1982 49
Como parte de la “luna de miel” con Estados Unidos, llegó a Bolivia la misión Bohan
para estudiar las rudimentarias condiciones en que se desarrollaba la actividad
agrícola-ganadera y proponer las soluciones de mejoramiento. Washington ofreció
también doscientos millones de dólares entre préstamos y ayuda para que se le
devolvieran a la Standard Oil [nacionalizada en 1937] los derechos de propiedad para
el petróleo. [Al presidente] Peñaranda se le cayeron las babas mientras aceptaba el
trato, pero los intelectuales oficiales en el Congreso se opusieron rotundamente.
Aunque quedaban solo cuatro defensores de la nacionalización y lograron hacerla
ratificar. Ese fallo fue apelado a la Corte Suprema donde Peñaranda tenía planeado
ejercer su influencia. Sin embargo, esos cuatro parlamentarios opositores ganaron
aún más fuerza fundando el partido político al que llamaron, oficialmente,
Movimiento Nacionalista Revolucionario (mnr). El líder del partido fue el abogado y
economista Víctor Paz [Estenssoro] quien fijó como objetivo de su partido continuar,
por las vías democráticas, la revolución iniciada por David Toro y Germán Busch.
(76-77, cursivas en el original)
Antes de irme de la plaza, le saqué una foto al farol donde habían colgado a Villarroel
en 1946. […]
—Yo pensé que Villarroel se había quedado solo en el Palacio. […]
Había dicho que no abandonaría vivo el Palacio y todos le creían…
bolivia en su historia y literatura, 1920-1982 51
—Sí, quería renunciar pero no le alcanzó el tiempo… Uría leía el decreto en voz alta
cuando comenzaron los disparos. Se acercó a una de las ventanas y vio que el ataque al
Palacio era llevado acabo no solo por civiles sino por soldados con vísceras de las
guerras al revés. Se lo dijo a Villarroel que musitó un resignado: “Así tenía que ser”.
Resignado y bíblico, pensé. No me convencían esas frases últimas tan justas, tan
providenciales. ¿Sería verdad o ya parte de la leyenda? (2007: 28, 208, 209)
Las estructuras económicas y sociales han sido cambiadas de una manera dialéctica
[…] Se liberó a los campesinos, lo cual quiere decir que se cambió la estructura
económica de la economía agraria. De una economía feudal del peonaje y de la
servidumbre al minifundio. Se dio la tierra a los campesinos. Pero el minifundio fue un
error porque es tan malo como el latifundio para producir. Lo que tendrían que haber
hecho eran grandes cooperativas, manteniendo las unidades de producción que eran las
haciendas y entregárselas a las cooperativas. El gran error en el campo de la economía
minera fue haber utilizado a la comibol [Corporación Minera de Bolivia] para producir
popularidad más que para producir minerales. (Bolivia Siglo xx, 2009. cf. notas 8, 9 en
el presente capítulo)
Decimos que el mnr viene al 52 con traje prestado y que le es muy grande. Pero
deforma el programa [de la revolución proletaria marxista] porque si no, tendremos
que llegar a la conclusión de que las consignas revolucionarias pueden cumplirlas un
partido burgués. [El mnr] las vacía de su contenido revolucionario. Toma las frases:
“reforma agraria”, “liquidación del gamonalismo”. Son frases, no son realidades. El
mnr fracasa en ese su empeño. (Bolivia Siglo xx, 2009. cf. nota 9 en el presente
capítulo)
Durante el mes de mayo de 1949, se produjo en Bolivia una huelga minera que el
gobierno intentó disolver por la fuerza. Hubo enfrentamientos y el pueblo terminó por
sublevarse para proclamar presidente al Dr. Víctor Paz, líder del mnr [que] en las
elecciones del año 1951 […] obtuvo la mitad de los votos. […]
Sin embargo, eso no era aceptable para los intereses corporativos y el presidente
saliente [Mamerto Urriolagoitia] prefirió darse un autogolpe para entregar el poder
electos de Bolivia, Paz Estenssoro y Siles Suazo formaron, cada uno en 1979, una coalición de
partidos. Nótese que las bases y principios del mnr, adoptados en 1942, se derivan de las
reformas propuestas por la Misión Bohan ese mismo año y se incorporan al plan político de la
Revolución de 1952. Los principales lineamientos de acción inmediata del mnr, declarados en
“[L]as Bases y Principios del mnr de 1942 estaban encaminadas, por lo esencial, a lograr [1] el
control y la regulación de la economía por parte del Estado Nacional; [2] la férrea fiscalización
de las empresas mineras trasnacionalizadas; [3] la restricción a la inversión extranjera; [4] la
promoción a la sindicalización de obreros y empleados del sector público y privado; [5] la
diversificación económica y la vertebración territorial; [6] la estabilidad monetaria y la
estabilidad salarial; y, por sobre todas las cosas, [7] la movilización política y social de las
mayorías campesinas del sector agrícola tradicional que constituían, por entonces, el 79% de la
población total del país para incorporarlas, efectivamente, a la economía y a la sociedad
nacional” (Cuadros Quiroga, 2002: 67, 86-87, 98). Bases de Acción Inmediata del mnr de 54
páginas, escrito por José Cuadros Quiroga y examinados, revisados y aprobados […] por los
“12 fundadores” del mnr (Arze Cuadros, 2002: 98).
bolivia en su historia y literatura, 1920-1982 55
a una junta militar [hecho que popularmente se conoce en Bolivia como “el
Mamertazo”] […] [L]as masas obreras que convirtieron el golpe de estado en una
verdadera revolución […] entraron con firmeza a la ciudad armados, no solo con
piedras, sino también con cartuchos de dinamita, explosivos que usaban
cotidianamente en las minas.
La revolución de los trabajadores mineros por fin había triunfado y estaba en
condiciones de instaurar, por la fuerza, su tan añorado gobierno del proletariado. Sin
embargo tuvieron que aceptar en forma inmediata que esa victoria había sido en
realidad imprevista y que ellos no estaban en condiciones de asumir la
responsabilidad de la conducción del país. El gobierno fue entregado al mnr y el Dr.
Víctor Paz fue posesionado como legítimo ganador de las últimas elecciones
presidenciales. En su discurso inaugural fijó como objetivos fundamentales de la
revolución la nacionalización de las minas, la reforma agraria para entregarle la
tierra al campesino, el voto universal para integrar al campesino a la vida
democrática, la reforma educacional y la diversificación económica. (2010: 112-114,
cursivas en el original; cf.
nota 9 en el presente capítulo)
Los títulos y subtítulos (paratextos), tanto del texto histórico, The Bolivian
Revolution and the United States. 1952 to the Present (2011) de James F.
Siekmeier, como de la novela Secretos de Estado. Una guerra interna de la cia, por
sus archivos sobre el antiimperialismo boliviano (2010), de Juan Carlos Zambrana
M., revelan que el historiador estadounidense y el novelista boliviano hacen
hincapié en la profunda influencia que ejerció Estados Unidos en la elaboración y
ejecución de las políticas estatales de Bolivia en el siglo xx. Ambos autores afirman
emplear en sus respectivos textos, entre otras fuentes, documentos estatales de
Estados Unidos, desclasificados en el siglo xxi. Plantean, además, que Estados
Unidos, en el siglo xx, usó, como potentes armas económicas y hasta de guerra, la
ayuda económica (Financial Aid), la inversión directa o indirecta de corporaciones
estadounidenses y la desinformación o fabricación de información del discurso
político boliviano por la derecha boliviana, en alianza con la derecha
estadounidense para desprestigiar a la izquierda del país y promover los intereses
estadounidenses. El lector debe tener en cuenta esta información en su
interpretación (¿ficcional o histórica?) del ensayo intercalado en la novela Secretos
de Estado en donde se prosigue la descripción literaria de la Revolución Nacional
de 1952 en estos términos:
Como era previsible, su gobierno [el de Paz Estenssoro en 1952] fue rechazado de
inmediato por Estados Unidos, quien volvió a presionar con el arma del no
reconocimiento. Sin embargo, a diferencia de Villarroel, el Dr. Paz organizó un
equipo profesional de alto nivel para viajar a Washington y dirigir allí las
negociaciones por el reconocimiento. […]
Finalmente el mnr llegó a un acuerdo secreto por el cual Washington le quitó el sable
de la revolución para evitar que le cortara algunos de sus intereses en Bolivia, pero le
devolvió la vaina vacía para que el Dr. Paz pudiera blandirla cuando quisiera a fin de
56 bolivia en el siglo xxi
The Bolivian Revolution, while unusually complex and sharply divided along
ideological lines, had a strong radical, even communist dimension to it, which made it
the sort of revolution the United States most opposed […] u.s. disliked nationalist
economic policies –the nationalization of the three largest mining companies into a
state-run mining company, the Corporación Minera de Bolivia comibol […]
By 1960, the middle-class leadership of the party [ mnr] had triumphed over the left.
Certainly U.S. power play a part […]
By the end of the 1950’s, then u.s. officials had exerted a significant degree of control
over Bolivia’s economic policy and helped to exacerbate already heightened political
divisions in the country. When Bolivia entered a period of rapid inflation, in 1956,
United States in tandem with the International Monetary Fund (imf), threatened to cut
off economic aid unless the Bolivians rescinded to cut some of their nationalist
economic policies […] The austerity plan of 1956-67 marked the first instance to
which the imf applied an austerity/stabilization program in the Third World.
(Siekmeier, 2011: 5, 6 y 8)
Desde 1964 a 1982 se suceden en Bolivia una serie de gobiernos civiles y militares
de derecha e izquierda, la mayoría de ellos de orientación política estatal y, por
tanto, promovedores del “capitalismo de Estado” (cf. nota 7 en el presente
capítulo). En este periodo ocurren dramáticos sucesos históricos que quedarían
marcados en la mente de los bolivianos que los vivieron, tales como la dictadura de
bolivia en su historia y literatura, 1920-1982 57
11 En 1967 promulgó una nueva Constitución Política del Estado, que estuvo vigente durante 42
años, hasta 2009, cuando fue cambiada durante el primer gobierno del presidente Evo Morales
Ayma.
58 bolivia en el siglo xxi
[1] Rodrigo […] años atrás formó parte de la comisión castrense que investigó el
“extravío” de los folios originales del diario de campaña del Che, que se hallaban en el
Departamento Segundo del Ejército. [2] En su afán de llamar la atención el Sapo
Rodrigo siempre terminaba contando secretos de Estado o contándoselos a su esposa,
quien luego los difundía como radio cocina. [3] Por esa razón fue separado de la
comunidad de inteligencia. [4] Siguiendo esa su costumbre, Rodrigo no tuvo otra
mejor idea que tratar de conquistar a las chicas [5] contándoles sobre el robo del diario
del Che y cómo fue que lo sustrajo un coronel de artillería, aprovechando el descuido
bolivia en su historia y literatura, 1920-1982 59
del suboficial encargado de la caja fuerte donde se lo custodiaba. (Ibid.: 22, los
números entre corchetes son míos)
12 El relato sobre el diario y aspectos de la vida y la muerte del Che Guevara se narra en las
páginas 9, 18, 22, 23, 59, 60, 94-97, 101, 121, 125 y 126 de la novela Con la llanta pinchada
(2005) de José Antonio Gil Quiroga. Como sabe el lector, el discurso de y sobre el
revolucionario argentino Ernesto Che Guevara, líder de la revolución cubana (1959), es extenso
y variado y ha sido producido en libros, cómics, tv, películas, fotografías, cuadros, litografías
etc., lo cual ha contribuido a que el Che se haya convertido en un mito mundial. Un estudio
meticuloso sobre el Che Guevara es La guerrilla del Che y la narrativa boliviana (1996), del
boliviano Juan Ignacio Siles del Valle, el cual se basa tanto en los manuscritos originales del
Che en Bolivia como en los Archivos de las Guerrillas conservados por las Fuerzas Armadas
bolivianas. Este libro ganó, en 1996, el prestigioso Premio de las Américas de Cuba.
60 bolivia en el siglo xxi
Tras la súbita muerte del Gral. Barrientos […] las fuerzas armadas tomaron
nuevamente el poder y lo pusieron en las manos del jefe del Estado Mayor, el Gral.
Alfredo Ovando, quien al asumir el mando decidió ponerse al lado del pueblo,
declarando que iba a conducir el país hacia los verdaderos objetivos de la revolución
socialista del año de 1952. […] armó un gabinete […] [con] la intelectualidad de
izquierda, entre quienes se encontraba Marcelo Quiroga Santa Cruz, como Ministro
de Energía e Hidrocarburos. […] [y] –El Gral. Juan José Torres, a cargo del Consejo
de Defensa Nacional–.
Tres semanas después […] tomaron el control de todos los campos petroleros que la
Gulf Oil se adjudicaba como propios. […]
Se anunció también que el gobierno revolucionario había derogado el Código del
Petróleo [Código Davenport]13 que había sido redactado por los abogados de la Gulf
Oil y que había servido como base legal para ese contrato tan desfavorable para
Bolivia. […]
Sin embargo, la lucha no fue fácil porque las transnacionales norteamericanas
siempre tuvieron un poder extraordinario. Al igual que le sucedió al gobierno de
David Toro cuando nacionalizó la Standard Oil, al de Alfredo Ovando lo
desestabilizaron políticamente. Primero, lo estigmatizaron como dictador, luego
promovieron a la oposición y se prepararon para darle un golpe de estado.
(Zambrana, 2010: 140, 141, 143, cursivas en el original)
Así que, al comenzar la década del 70, Bolivia pasaba por una situación
política y económica precaria y en pleno rumbo de colisión con Estados Unidos,
que había rechazado la nacionalización de la Gulf Oil Co. y optado por “utilizar el
comercio como arma de guerra” contra Bolivia para desestabilizar el gobierno de
izquierda nacionalista del general Torres.
En mayo de 1971, el gobierno del general del mnr Juan José Torres (1970-71)
expulsa de Bolivia a los Cuerpos de Paz estadounidenses. Dicha expulsión
respondió al creciente sentimiento antinorteamericano que había surgido entre los
bolivianos en la década anterior que había provocado la nacionalización de la Gulf
Oil Co. en 1969. En efecto, durante la década del 60, los gobiernos bolivianos, con
apoyo de Estados Unidos, participaron en políticas anticonceptivas dirigidas a
reducir la población a través de programas clínicos rurales, en los que se alegaba
que los Cuerpos de Paz no solo impartían información sobre anticonceptivos, sino
que también esterilizaban a las mujeres indígenas (Rodas Morales, 2008: 367). En
la famosa película, de 1969, La sangre del Cóndor (Yawar Malku, en quechua), de
Jorge Sanjinés, se mostró a los Cuerpos de Paz estadounidenses esterilizando a
mujeres indígenas por la fuerza, lo cual desencadenó un fuerte sentimiento
antinorteamericano entre los bolivianos:
In the late 1960s and early 1970s student demonstrations against the United States
reached a fever pitch. The offices of the Peace Corps were attacked, and the Centro
Boliviano Americano had to be moved from its location near the Universidad Mayor
de San Andres (a center of radicalism) to a more obscure side street. Allegations that
Peace Corps volunteers (indeed, almost all North Americans in Bolivia) were cia
agents abounded. (Siekmeier, 2011: 6)
[S]e produjo un golpe de estado encabezado por el coronel Hugo Banzer Suarez,
agregado militar en Washington durante el gobierno de Barrientos […]
Gobernando en realidad para Washington, Banzer tuvo que continuar comprando
lealtad interna con dólares americanos, desatando así una ola de corrupción
generalizada entre las fuerzas armadas. […]
Durante el último año [1978] del gobierno de Banzer empezaron a asomarse los
delitos escondidos de su administración y hasta se le vinculó con el narcotráfico. […]
Durante el tiempo de Banzer, la dea en realidad se dedicaba a encubrir el narcotráfico
que financiaba a los militares. (Zambrana, 2010: 144, 165, 169, 186, cursivas en el
original)
servirá, tal cual ya lo dije, como argumento para escribir una novela de suspenso y de
misterio. (Gil Quiroga, 2005: 128, 137)
Referencias
[67]
por el Congreso Nacional en 1982, el cual validó las elecciones que había ganado
en 1980. Bolivia retorna entonces a la democracia en 1982, bajo la presidencia del
antiguo líder del mnr, Siles Suazo, que gobernó hasta 1985.
Posteriormente, Víctor Paz Estenssoro, el otro antiguo líder del mnr, fue
elegido presidente, iniciando su cuarto mandato presidencial (1985-1989). Paz
Estenssoro se propuso controlar la hiperinflación que sufría Bolivia en la década
del 80 y, por eso, nombró a Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) como su ministro
de Planeamiento, para que él aplicara las draconianas medidas del “neoliberalismo
económico” (Taylor, 2009: 137-61), conocidas como “terapia del shock”. Paz
Estenssoro y su ministro de Planeamiento –a través de la controvertida aplicación
de medidas económicas neoliberales–, si bien redujeron la hiperinflación a índices
macroeconómicos manejables, sentando las bases para el reingreso definitivo de
Bolivia en la economía de mercado, también hicieron pagar a obreros, campesinos,
clases medias empobrecidas y sectores populares un alto precio por ello.
Por lo tanto, el proyecto político de la Revolución de 1952 (cf. capítulo dos de
González Ortega) y su parcial implementación hasta 1964 fue relegado
gradualmente por los gobiernos de izquierda y de derecha hasta que se anuló
definitivamente a partir de 1985, cuando, paradójicamente, el mismo jefe del mnr,
Paz Estenssoro –y su ministro de Planeamiento, Gonzalo Sánchez de Lozada
(1985-89)–, promulgó, el 29 de agosto, el Decreto Supremo 21060 que anulaba
definitivamente el proyecto socialista-estatal del mnr y lo reemplazaba por una serie
de medidas económicas neoliberales que fueron conocidas en el extranjero y en
Bolivia como “terapia del shock”.15
En economía, el término “terapia de shock” (Shock Therapy) fue acuñado y
usado por el economista Jeffrey Sachs que refinó el concepto “política de shock”
(Shock Policy), creado por el máximo representante del neoliberalismo económico
Milton Friedman y su célebre escuela de Chicago. El concepto “terapia de shock”,
en referencia al liberalismo económico, implica la liberación repentina de los
precios y controles de divisas, la suspensión de los subsidios estatales y la
liberación inmediata del comercio dentro de un país. Generalmente, también
incluye la privatización a gran escala de capital (“activos”) de propiedad pública. El
concepto se difundió internacionalmente cuando, a instancias del Banco Mundial,
el ministro Sánchez de Lozada (1986) utilizó el modelo del economista Sachs para
reducir la hiperinflación sufrida por Bolivia en 1985. El Decreto 21060,
15 En el capítulo 11, nota 21, Carlos D. Mesa Gisbert informa que: “Parte de la ‘leyenda urbana’
sobre el 21060 es que su gestor fue [Jeffrey] Sachs. En realidad los autores de la estructura del
decreto fueron Sánchez de Lozada y Juan Careaga (que venía de filas de adn), junto a un equipo
de técnicos bolivianos y argentinos (para el tema específico de la reforma tributaria). Una vez
terminado el texto, Sachs lo conoció, dio opinión y algunas sugerencias complementarias.
Testimonio de Francisco Muñoz, co-redactor de la parte tributaria del Decreto, al autor el 15 de
diciembre de 2011 cuando verificaba datos para la nueva edición de su Historia de Bolivia”. El
origen, contenido y establecimiento del Decreto 21060 se comenta más adelante en este
capítulo.
68 bolivia en el siglo xxi
Los efectos del neoliberalismo (negativos para unos y positivos para otros) son
representados en diversos textos literarios bolivianos escritos a partir del año 2000,
entre ellos, las novelas Secretos de Estado, de Zambrana, y Palacio Quemado, de
Paz Soldán. El narrador de Zambrana se refiere a la crisis económica de Bolivia en
la década del 80 y al establecimiento del neoliberalismo estatal:
El país estaba sumido en una de las peores crisis económicas de su historia y se había
generado el consenso de que el gobierno de la izquierda había sido un fracaso. Así se
entendió la gestión de Siles al ser juzgado por los efectos de la crisis económica,
aunque muy pocos se detuvieron a investigar sus orígenes. […]
La solución a la crisis boliviana llegó por tanto de Estados Unidos y se plasmó en un
famoso decreto [Decreto Supremo 21060] que cambiaba el modelo económico de
capitalismo de Estado a capitalismo neoliberal, promovido por el ministro de
planeamiento y coordinación, Gonzalo Sánchez de Lozada […]
La llamada “Terapia de Shock” estabilizó de inmediato la economía del país. El
modelo había sido diseñado por Jeffrey Sacks, de la Universidad de Harward y pasó,
por lo tanto, a estudiarse alrededor del mundo como el más brillante y novedoso en
materia económica. Lo que nadie recordó, sin embargo, fue que el control de la
bolivia en su historia y literatura, 1982 al presente 69
inflación como el del déficit fiscal se apoyaron en gran medida sobre la espalda del
pueblo, porque los trabajadores estaban con sus salarios congelados y el costo de la
vida aumentó en un 150%. (2010: 197, 198, 199 y 200, cursivas en el original)
“Ah, las medidas del shock son en verdad un shock, se acabó la inflación pero tampoco
hay bolsillo que aguante” […] [E]l neoliberalismo que Nano [apodo de Canedo,
representación literaria de Gonzalo Sánchez de Lozada] […] acogió con fervor durante
su primer gobierno [1985-89] y a la que seguía venerando en los primeros meses del
segundo [2002-2003] […]
—Las transnacionales que descubrieron el gas desde la apertura de la economía que yo
[Nano-Goni] inicié cuando era ministro [1985-89] […] Yo cambié todo. Lo que se
movía, lo cambiaba. Reforma educativa, participación popular, Ley de tierras,
Bonosol. Irónico, soy el máximo representante del neoliberalismo aunque la mayoría
de mis reformas no fueran económicos.16 Y nuestro neoliberalismo… Se quejan
cuando en realidad no hubo suficiente neoliberalismo. (2007: 22, 128-29, 145, 251,
252).
[L]a historia del mas […] se inicia bajo el nombre de “Instrumento Político Tierra
Territorio” en el Congreso de la csutcb que se lleva a cabo en Santa Cruz en marzo de
1995. […] La decisión que el Congreso de Santa Cruz toma, de organizar el
Instrumento
Político Asamblea por la Soberanía de los Pueblos (asp) y buscar personería jurídica
para participar en las elecciones municipales de diciembre de 1995, es a todas luces
una decisión defensiva, para evitar que los partidos políticos “tradicionales” se hagan
fuertes en el nuevo escenario municipal rural y lleguen a controlar el espacio de las
comunidades. El asp [en] acuerdo político con la Izquierda Unida […] consigue
triunfos en 14 municipios […] Tres de esas secciones municipales son en el Chapare,
bolivia en su historia y literatura, 1982 al presente 71
Esta contextualización del origen del mas es necesaria para recrear el trasfondo
histórico que contribuya a comprender en el contexto literario los siguientes puntos:
a) las razones sociopolíticas implicadas en la rápida transformación de mineros en
campesinos cocaleros por causa de su relocalización (1987) en las áreas del
Chapare y El Alto;17 b) el debate sobre el cultivo y consumo cultural de la hoja de
coca y la producción de cocaína por el narcotráfico nacional e internacional; c) la
alta capacidad de organizarse, movilizarse, bloquear y paralizar al país usada por
los cocaleros, como forma (arma) política eficaz para plantear y promover sus
demandas sociopolíticas; d) la relación entre los cocaleros como base sociopolítica
del mas y su avance de movimiento social a partido institucional del actual gobierno
de Evo Morales;18 y e) la representación literaria de las experiencias sociopolíticas
vividas por bolivianos a fines del siglo xx, como participantes de movilizaciones
sociales y víctimas de bloqueos urbanos y rurales.
La “relocalización”,5 como medida político-económica neoliberal, fue
adoptada por el gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1985-89) como doble remedio
para atacar la inflación y para parar la creciente radicalización política y voluntad
de organización sindical mostrada por los mineros en sus regiones de producción y
17 “What is fascinating and key to any understanding of recent Bolivian political and social
change is how the cocalero movement and the Indian movement began to overlap and merge in
the 1980’s” (Siekmeier, 2011: 168).
18 Es pertinente la comparación que hace el historiador estadounidense James F. Siekmeier entre
la Revolución de 1952, liderada por Víctor Paz Estenssoro y el mnr, y la revolución iniciada en
2006 por Evo Morales y el mas: “Morales’s rise to power is similar to that to the mnr in 1952 in
some ways, and different from it in others. The mnr was a tenous coalition of leftists and
moderates. Similarly, Morales’s Movimiento a [sic] Socialismo (mas, Movement Toward
72 bolivia en el siglo xxi
Socialism) is comprised over a variety of groups. Some members of the mas coalition are mainly
concerned with economic issues. Others, in particular Indian groups, see racial and ethnic issues
as primary. Further, Morales’s rise to power has accentuated divisions within Bolivian society,
just as the mnr’s rise to power in 1952 did” (Siekmeier, 2011: 176).
5 Se llama “relocalización” a la promulgación en 1986, durante el gobierno de Víctor Paz Estenssoro
(1985-89), del Decreto Supremo 21237 por el cual se anuncia el despido y “retiro voluntario”
de más de 25.000 mineros de las minas estatales de Bolivia y se les pide que se conviertan en
campesinos y se “relocalicen” en otras regiones del país. La mayoría de los mineros despedidos
emigran principalmente en las regiones de Chapare y El Alto. Para una noción más detallada
sobre los efectos de la “relocalización” en Bolivia véase el artículo: “Tema de análisis: La
‘relocalización’ minera” (2011) de Jorge Espinoza Morales.
por las fuerzas de la dea, como se narra en el cuento Pasó como un espíritu (2015),
de la escritora boliviana Giovanna Rivero:
Mientras el contacto con el agua tibia me relaja, hojeo el librito de la Doctrina [el
ideario del mas]. Veo al Evo, antes de ser amauta y de ser jefe, de convertirse en este
héroe […] y justo en ese momento, surcara el cielo un helicóptero de control y él se
bolivia en su historia y literatura, 1982 al presente 73
estremecerá, como en ese pasado injusto de hace quinientos años, cuando corría bajo
las balas de la dea, oscuro y diminuto como una vinchuca letal. (2015: 125)
[L]a eliminación de la clase obrera fue un requisito para todos los gobiernos, desde
Barrientos hasta Paz Estenssoro, que la concretó. […] Empero desde los años de 1985
hasta 2000 el neoliberalismo irá reconfigurando […] sujetos sociales con capacidad
para enfrentarse al Estado. […] La explotación de la nación por potencias extranjeras,
que la convirtieron en colonia y fuente incesante de acumulación, constituirá las bases
nacionales para la articulación y las luchas para la liberación nacional popular en el
país. […] Es decir, después de 16 años [1985-2000], lo nacional popular que el
neoliberalismo creyó derrotar se reconstituirá intensamente en abril del año 2000. La
guerra del agua del año 2000 pondrá en evidencia la tupackamarización del Estado por
la capitalización […] la base de la rearticulación de lo nacional popular en Bolivia.
(Orgáz García, 2004: 232, 33)
grandes tensiones sociales, causadas por una marcada desigualdad económica, por
una profunda inequidad social, por una injusta exclusión de los indígenas de
7 Tanto el concepto de ‘las dos Bolivias’ como el principio político de “considerar a los indios como
sujeto político central de la Revolución de Bolivia 1952” fueron tesis del pensador indigenista
Fausto Reinaga, que Felipe Quispe, dirigente indigenista, articuló como tesis ideológicas
centrales del katarismo, partido político indigenista fundado por Quispe en 1968 (cf. capítulo 13
de Camacho Salgado y González Ortega). El partido katarista, liderado por Quispe, desarrolló
acciones políticas militantes como la toma de instalaciones estatales y el bloqueo de carreteras,
durante la Guerra del Agua de 2000, la Guerra del Gas de 2003 y durante las oleadas de
protesta sucedidas a lo largo del año 2005; acciones políticas que propiciaron la elección de
Evo Morales Ayma como presidente de Bolivia en el mismo año. En palabras de Marwan
Tahbub, investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia ( cedib): “La historia
de Bolivia es la de la permanente pugna entre unas élites minoritarias aliadas siempre con el
poder exterior, contra una mayoría de población fundamentalmente originaria (sea rural o
urbana). El eje de la pugna es un país subdesarrollado pero rico en recursos naturales (minería y
petróleo entre otros), es el modo de producir y/o extraer estos recursos, así como su modelo de
distribución de la renta. Es la pugna entre un modelo u otro de desarrollo, el liberal (exógeno)
de las transnacionales o el nacionalista (endógeno) de los bolivianos” (Tahbub, 2008: 28).
Valga señalar que la división ideológica que se desarrolló en Bolivia en el siglo xx entre la
izquierda nacionalista y la derecha extranjerizante está ligada a la división etno-social entre una
Bolivia blanca-criolla minoritaria (élite), que ha dominado la esfera económica, política y social
en grado decreciente hasta la actualidad, y una Bolivia indígena que ha sido, desde la Colonia
hasta 1952 y, en menor medida, hasta fines del siglo xx, privada por la élite de participar
ampliamente en la política y la economía del país. Por lo común, los mestizos bolivianos se han
alineado políticamente a uno de estos dos grupos etno-sociales, dependiendo de la coyuntura
política y/o de sus propios intereses económicos. Víctor Paz Estenssoro, líder del mnr durante
más de medio siglo, matiza esta oposición etnocultural y político-económica ya en 1942,
cuando declara: “afirmamos nuestra fe en el poder de la raza indu-mestiza, en la solidaridad de
los bolivianos, para defender el interés colectivo y el bien común antes que el individual” (Paz
Estenssoro citado en Cuadros Quiroga, 2002: 94). No obstante: “muchos indígenas bolivianos,
en contraste con los mestizos, europeos y norteamericanos que tienden al individualismo, se
ven a sí mismos, primero y en la mayoría de los casos, como parte de una comunidad
específica, y después, como individuos” (Siekmeier, 2011: 145, mi traducción).
las esferas del poder y por la realización de grandes movilizaciones sociales que
lucharon por la reivindicación social, étnica y popular.
En medio de esta crisis social boliviana, el Banco Mundial, siguiendo normas
neoliberales del mercado, advierte al general Hugo Banzer, exdictador boliviano,
re-elegido ahora democráticamente para el periodo presidencial de 1997-2001, que
“si no privatizaba el suministro de agua en el departamento de Cochabamba, el
Banco Mundial retendría 600 millones de dólares en la tan necesitada disminución
de la deuda externa de Bolivia” (Siekmeier, 2011: 173, mi traducción).
Ante esta presión económica externa, el gobierno boliviano promulgó la Ley
2029 que autorizaba la firma, en 1999, de un contrato leonino de provisión de agua
con la empresa norteamericana de ingeniería Bechtel, que formó un consorcio
multinacional llamado Aguas del Tunari, compuesto por la empresa norteamericana
Edison, el consorcio español Abengoa s.a. y las empresas bolivianas A. Petricevich
76 bolivia en el siglo xxi
20 La Guerra del Agua ha sido tema central de la canción de protesta “Latinoamérica” (2011),
escrita por Rafael Ignacio Arcaute, Eduardo Cabra y René Pérez, e interpretada por el grupo
Calle 13 en el álbum Entren los que quieran. Además, ha sido tema de la película
hispanoestadounidense También la lluvia (2010), de Icíar Bollaín.
bolivia en su historia y literatura, 1982 al presente 77
Un representante del pueblo que será el Presidente del Tribunal que juzga y otro el
fiscal que acusa. El jurado estará compuesto por aquellos personajes dignos que
lucharon por el bienestar y la libertad de los hijos de esta tierra […] Y tú general, serás
el testigo (de cargo y descargo, según la situación), así como el narrador de los hechos
para que el Jurado y el Presidente del Tribunal puedan decidir. Tu asesor legal y moral
será el Ángel de la guarda […] El público estará representado por todos los ciudadanos
que deseen enterarse de los hechos… […] Diga usted, continúa el fiscal, ¿cuál es la
responsabilidad de don Juan Pueblo en los hechos de vandalismo ocurridos en abril de
2000?, ya que se lo acusa de destrucción irresponsable, robo a comercios, oficinas
públicas y privadas, asalto a cuarteles militares y policiales, incitación a la violencia y
otras calamidades…
—Señor Presidente, responsabilidad, ¡ninguna!, ya que al pueblo no se juzga, al pueblo
se obedece. […]
—Diga usted, ¿a quién obedecía don Juan Pueblo? –interroga el fiscal.
—Como la mayoría de las veces, esta vez también obedecía a sus frustraciones de
promesas incumplidas y al estómago vacío de sus hijos… […]
—Muy bien, gracias, eso es todo. Ahora le toca al Jurado analizar y dar su fallo. (2005:
19, 29-30)
Un lunes por la noche a mediados de febrero [2003], Canedo de la Tapia dio un breve
mensaje a la nación en el que hizo pública la nueva ley impositiva aprobada por el
gabinete de ministros. […]
A las tres de la tarde la central obrera lanzó un manifiesto de rechazo al gobierno. El
edificio de la cob se hallaba a cinco cuadras de la plaza Murillo; mientras hablaba el
secretario ejecutivo frente a las cámaras, se escuchaba de fondo los tableteos de las
ametralladoras y gritos de repudio al presidente: Nano asesino, gringo asesino, te
espera el farol. El Secretario dijo que ya se había enterado de varias muertes en El
Alto, nuestra sangre les va a costar caro; anunció paro nacional para mañana, metió sus
bolivia en su historia y literatura, 1982 al presente 79
Sánchez de Lozada había gobernado ya poco más de un año y le había dado luz verde
al contrato para la venta del gas firmado por el anterior gobierno con Pacific lng, la
empresa que pretendía exportar el gas a México y a Estados Unidos. Sin embargo al
intentar aprobar el contrato en el Congreso, la oposición había pedido conocer los
detalles y de ese modo se había destapado la evidencia de que era un contrato leonino.
Evo Morales lo había denunciado desde las gradas del Congreso como un horrendo
crimen económico que había sido fraguado a espaldas del pueblo. Las organizaciones
sociales se habían enardecido y habían marchado sobre la ciudad de La Paz. Gonzalo
Sánchez de Lozada había ordenado la represión y se había desatado el infierno. […]
[Emily y Brandon] volvieron a ponerle atención al televisor. […]
Estaban informando sobre la proliferación de las movilizaciones en todo el país. Evo
Morales había logrado un pacto con los otros dos líderes indígenas y, juntos, estaban
trabajando en la adhesión de más sectores en todo el país. […]
El conflicto se tornaba cada vez más violento porque el pueblo estaba enfurecido,
volcándose a las calles ya no sólo en el departamento de La Paz, sino también en otras
regiones del país. Estaba a punto de iniciarse el desenlace del conflicto: renunciaba el
presidente [Sánchez de Lozada] cediendo ante la presión del pueblo, o resistía soltando
a todo el Ejército a las calles y desatando el río de sangre. (2010: 221, 239-40)
Circulaba el rumor de que el gobierno estaba dispuesto a vender a Chile todo el gas, no
solo nuestras reservas, sino también el licuado, el que la gente utilizaba diaramente
para cocinar […]
Nano […] se mostró intransigente con los pedidos de la convocatoria a una
Constituyente y a un referéndum para decidir el tema del gas […]
La caravana [militar] se encontró con un bloqueo en Warisata. El Coyote
[representación literaria de Carlos Sánchez Berzain, conocido como el Zorro, Ministro
de Defensa Nacional (2003) de Gonzalo Sánchez de Lozada] desde el helicóptero
pidió a los militares y a los policías que rompieran el bloqueo a la fuerza. Hubo
disparos y gases, los campesinos respondieron con fusiles Mauser de la Guerra del
Chaco. La resistencia hizo que las fuerzas combinadas del ejército y la policía
irrumpieran en el pueblo en busca de los hombres; se allanaron casas, se decomisaron
armas. Hubo dos soldados y cinco campesinos muertos, entre ellos Marlene Rojas, una
niña de ocho años.
Como represalia los seis caminos de ingreso y salida a La Paz fueron bloqueados,
aislando por completo a la ciudad y desabasteciendo sus mercados. La cob anunció su
huelga general indefinida […] El gobierno anunció la ruptura del diálogo con la
oposición y anunció un plan de seguridad ante los saqueos a mercados y tiendas en La
Paz. Así terminó septiembre, la prensa ya había bautizado el conflicto como la guerra
del gas. […]
A principios de octubre, El Alto inició un paro cívico indefinido y pidió la renuncia del
presidente. […]
Las fuerzas armadas habían anunciado que se mantenían leales al presidente. […] El
país estaba militarizado, y se multiplicaban las movilizaciones y marchas, los paros y
los bloqueos. […]
El miércoles el gobierno [de Goni] cedió y se comprometió a convocar a un
referéndum por el gas y a una Constituyente. Jiménez [representación literaria de Evo
Morales] y la cob dijeron que era tarde y que ahora lo único que les haría deponer las
medidas de presión sería la renuncia de Canedo. Seguían los bloqueos y los paros, las
marchas y los saqueos. (2007: 226, 254, 274, 281, 285, 287, 290)
Era ya entrada la noche y El Prado parecía estar más iluminado que nunca [en] la
celebración. La gente se aglomeraba entorno a todo televisor que hubiera cerca:
restaurantes, tiendas, y hasta casas particulares sirvieron para que los transeúntes
pudieran acercarse por unos minutos a ver la noticia.
Repetimos fuentes oficiales informaron que el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada
[ha] partido hacía Santa Cruz, donde esperaría con más tranquilidad el vuelo
internacional de media noche a Miami, para continuar luego a Washington, donde el
depuesto presidente tiene su residencia permanente. Repetimos Gonzalo Sánchez de
Lozada abandonó el país, dejándolo sumido en el caos y en la miseria. La lista de
muertos alcanza a ochenta y tres y la de heridos a más de cuatrocientos. De último
momento, se nos informa que el congreso ha aceptado su renuncia y que su
vicepresidente [Carlos D. Mesa Gisbert] asumirá el cargo para terminar el mandato.
(2010: 267-68, cursivas en el original)
22 Existen numerosas biografías de Evo Morales Ayma, entre las cuales destaca la escrita por el
conocido profesor estadounidense Gerald Martin, Jefazo, retrato íntimo de Evo Morales
(2008), una excelente investigación de la vida política de Morales y su implicación social.
Además, está la escrita por Darwin Pinto, Un tal Evo. Biografía no autorizada del presidente
Evo Morales (2007), la cual es de tono anecdótico.
23 “Although Morales, to the chagrin of Washington leaders, challenged neoliberalism by raising
taxes on foreign oil and gas concessions, he seems to have indicated that he will work with the
United States” (Siekmeier, 2011: 177).
84 bolivia en el siglo xxi
siguiente trizaba esa imagen y pedía a sus seguidores que bloquearan las carreteras del
país y dinamitaran las estructuras “extrajerizantes” del sistema. […]
[S]e propaló el rumor de que el dirigente cocalero se había acercado al sillón
presidencial, lo había tocado y dicho que no era muy cómodo.
—Con razón los k’aras [blancos o criollos de descendencia hispana] que se sientan
aquí terminan estreñidos. Voy a pedirle a un amigo carpintero que me prepare uno
mejor.
¿Había pronunciado esas frases? No importaba: a los pocos días de su visita al palacio,
el pueblo creía que sí lo había hecho. Y eso importaba más que la verdad de lo
ocurrido. (2007: 83-84, 86)
En todos estos años solo he visto al Evo en estampitas y sellos. Ah, y en los
hologramas, claro. […]
—¿Sabes a qué hora viene el jefe? […]
[P]or toda respuesta el chico me entrega un panfleto con la cara del héroe. En el
panfleto, en letras rojas, se lee: “Y del ocaso renacerá”. […]
[T]engo un panfleto entre las manos, ¿una prueba de amor? Lo acerco a mi pecho. […]
—¿A qué hora es el registro? […]
—¿Puede mostrarme los requisitos? […]
Cumplo con casi todo lo requerido: mi edad [16 años], la regularidad de mis
menstruaciones, la voluntad de la renuncia. […]
Firmo en el fichero. […] En el casillero que pide la raza garabateo algo ilegible. […]
—Ya estoy lista. […]
—¿Estás en la mitad del ciclo? […]
—Sí, justo en la mitad. […]
—Eres híbrida, ¿no?, blanquita eres. […] ¿De veras quieres ser ofrenda?
—Sí, a eso vengo. Sé lo que hago. También tengo derecho, ¿no? […]
—La más joven trae un bañador con agua dorada. Debe ser manzanilla. Me ordenan
quitarme la ropa interior y sentarme hasta que el agua se enfríe. […]
Mientras el contacto con el agua tibia me relaja, hojeo el librito de la Doctrina [“El
Cambio”]. Veo al Evo antes de ser Amauta y de ser jefe y de convertirse en este héroe
cuya sangre deseo poseer […]
Me imagino acostada a su lado, ¿cómo habrá de ser el ritual? Estoy segura de que
tendré éxito. Soy joven y fértil, soy una verdadera creyente. Dicen que ninguna
ofrenda se ha quedado más de dos noches. […]
—Este es mi hijo –dice sin más la chola de ojos color miel. […] El niño tiene cuatro
brazos. […]
Deformidad he parido yo. […]
—Como mi hijo hay otros muchos ¿No lo sabías, imilla blanquita? […]
[M]e han ordenado mantener las cortinas cerradas […] Siento los pasos
aproximándose. […]
La Presencia se inclina sobre mí y de inmediato un calor eléctrico y veloz me sacude la
pelvis […] Cierro los ojos. […]
—¿Esto es todo? –pregunto, reclamo, no sé a quién, demasiado acostumbrada a los
fantasmas de estos quinientos años de poder.
Me toco el pubis, los labios vaginales, para constatar el pacto de mi concepción. Estoy
seca […] no solo se trata de inseminación artificial, sino de una concepción telepática
susceptible de fallas, fallas terribles en la imaginación, en la fe. La guagua cangrejo es
eso, el miedo, la esclavitud, la deserción. […] —Ofrenda eres –dice de pronto […] la
chola mayor. […] —¿Y Él?
—Oh, Él –sonríe la chola como pensando ‘pobre estúpida imilla blanca, ¿acaso
pretendías que Él se entregara? Él no es para los restos desesperados de tu raza’. […]
Casi llega a parecerme desmesurada la tarea que le han encargado: la clamorosa
continuidad del imperio. […] Cuando entra no hay suspiros. […] El Evo sonríe […] le
ofrezco mi boca. Eso soy; una ofrenda total, un texto para escribirse, una promesa de
sanación. […]
86 bolivia en el siglo xxi
El Evo me besa suave y todo es contradictorio. […] No quiero que el ritual acabe, aun
cuando las entrañas comienzan a arderme mientras el Evo agita su pelvis incaica ciega
la mirada, y no hay placer. Solo la avanzada milimétrica y constante. El infatigable
trépano, la misión. […]
Lo que no me habían dicho (la historia sorpresa diría Septimus) es que antes de acabar,
él debe arrancarme los pezones para clausurar la leche futura. Tiene aún el izquierdo
en la boca necrósica de caninos invenciblemente blancos cuando me debato entre
defender el que queda o poner el resto, todo, en mi absoluto y joven sacrificio. (2015:
108, 109, 110, 116, 119, 123, 124, 125, 126, 127, 128, 129, 130, 131-32)
24 Me refiero, entre otros, a poemas como el que comento a continuación, Evo Pastor Presidente
de Marta Juárez, y al poema He vuelto, de William Castillo Pérez, cuyos versos: “Ahora,
¡tiembla, eterno bárbaro conquistador! / tú, junto con tus descendientes: / ¡He regresado!, soy
millones, como está sentenciado. / ¡Tomaré mis tierras; con sus templos, sus tótems, sus
valores! / Regaré a mis hijos por mi tierra y adoptaré los tuyos. / Y les daré patria, socialismo y
vida”, son de claro tono apologético, cercano al panfleto político.
25 El poema completo de Juárez tiene 71 versos, aquí solo transcribo unos versos que enumero
entre paréntesis.
bolivia en su historia y literatura, 1982 al presente 87
26 Orinoca es la aldea donde nació el actual presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo
Morales Ayma (1959), se encuentra en el municipio de Andamarca de la provincia de Sud
Carangas, en el departamento de Oruro.
88 bolivia en el siglo xxi
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4 Tres
modelos de institucionalización y
rasgos de la democracia en Bolivia hoy Albert
Noguera Fernández
Introducción
El proceso constituyente boliviano de 2006-2009 pone fin a la etapa neoliberal y
abre un nuevo ciclo de democracia postneoliberal. 27 El presente trabajo analiza
algunos de los rasgos que caracterizaban el periodo neoliberal para detenerse luego
en el tipo de trasformaciones y democracia postneoliberal que las nuevas
constituciones latinoamericanas, y especialmente la de Bolivia, han introducido en
estas sociedades.
Este nuevo constitucionalismo andino acostumbra presentarse como un modelo
propio y autónomo, reconocible en muchos elementos que son claramente
diferentes y especialmente provocadores con aquellos elementos constitucionales
que, tradicionalmente, se han considerado como correctos en la doctrina
constitucional clásica. Uno de estos aspectos es la ruptura con el viejo modelo
representativo de democracia delegada, conformando una nueva organización
política donde la participación popular en lo político, lo económico, lo
medioambiental y lo social adquieren un protagonismo sin precedentes.
Ahora bien, ¿podemos hablar de un único modelo homogéneo de democracia
postneoliberal del nuevo constitucionalismo? La tesis que se defiende aquí es que
la distinta naturaleza organizativa y sociológica del sujeto constituyente en países
como Venezuela, Ecuador, Bolivia, etc. implicó la institucionalización y
constitucionalización de modelos de democracia postneoliberal distintos en cada
uno de estos tres países. Nos centraremos aquí en estudiar la forma del sujeto
constituyente en Bolivia y la del tipo de democracia postneoliberal que deriva del
primero en este país.
27 Cabe mencionar aquí que los autores de este libro confieren al concepto de neoliberalismo
diferentes matices, destacándose el caso de Mesa Gisbert que prefiere no usar el término y
despojarlo de su aureola internacional (cf. González Ortega, capítulo 3; Marsteintredet, capítulo
5; Morales, capítulo 10; Mesa Gisbert, capítulo 11, nota 31).
[93]
92 bolivia en el siglo xxi
sus normas establecían conductas que, conforme con alguna norma del otro
sistema, podían verse como infracción de este último, pasan a ser delito,
usurpaciones de funciones o sistemas normativos anti-jurídicos y, por tanto,
perseguibles mediante la violencia “legítima” del Estado. Ello excluyó la
posibilidad de reconocimiento y desarrollo de cualquier otro tipo de identidad o de
forma antropológica que no sea la del individuo abstracto, propia del liberalismo.
Esta era la primera asimetría entre sistema político-económico y formas
antropológicas (étnico-culturales) en estos países.
se produce un encuentro amoroso que cambia toda una vida, sin que el mismo
hubiera podido ser previsto, usando reglas de conocimiento, ni preparado
conscientemente.
Este planteamiento del acto rupturista como espontáneo e imprevisible
determina la categoría de sujeto del acontecimiento en Badiou. Para este, es el
acontecimiento el que induce la aparición del sujeto político. La colectividad toma
conciencia en aquel instante de la excepcionalidad del momento y se pone al
servicio del mismo, conformándose entonces en sujeto constituyente.
Resulta evidente la incapacidad de las dos anteriores tesis antinómicas
unilaterales para entender las relaciones de determinación dialécticas entre sujeto
social y medio social. En ellas, o bien se define el medio social como pura
construcción o creación del sujeto y entonces se olvida la vigencia autónoma de las
instituciones, se olvida que las circunstancias educan al hombre; o bien se define el
sujeto social como resultado del medio y entonces se olvida la actividad humana, se
olvida que las circunstancias son transformables por esta última. Ninguna de estas
tesis es, por sí sola, capaz de explicar el proceso de conformación de los sujetos
políticos.
La Historia es una combinación de procesos autogenerativos y
heterogenerativos que mezclan determinismos estructurales objetivos y
acontecimientos que son a la vez el producto de factores subjetivos como la lucha
social o la imaginería colectiva. El acontecimiento histórico no es simplemente
resultado de la situación o de la intervención de quienes actúan en ella, sino que
depende de ambos momentos que no son independientes entre sí, ni siquiera
complementarios, sino dos lados de una realidad unitaria.
Tomando como punto de partida esta relación dialéctica entre circunstancias y
personas, podemos afirmar el hecho de que las circunstancias materiales y
culturales condicionantes y los tipos de acumulación histórica, organización,
estrategia y acción de los agentes sociales son distintos en cada territorio y época.
Esto hace que la combinación dialéctica entre ellos derive también en distintas
formas de acontecimiento político y sujetos constituyentes en cada lugar histórico
concreto.
Así, pueden diferenciarse distintos tipos de acontecimiento-sujeto. Si bien
resulta imposible hacer mención de todas las formas que puede adoptar el sujeto
constituyente en el marco de acontecimientos de ruptura y transformación, el
presente trabajo tomará como referencia para su análisis lo que considera tres
formas “tipo puro” en que puede conformarse el sujeto constituyente: 1. El sujeto
constituyente como partido o coalición de partidos políticos; 2. El sujeto
constituyente como identificación del pueblo-masa con un líder; y 3. El sujeto
constituyente como agregación de luchas y movimientos sociales. Hay que ser
conscientes, sin embargo, de que lo normal es que existan formas híbridas de sujeto
constituyente que mezclen elementos de dos o tres de estos modelos tipo-puro.
La tesis que defiendo en este trabajo es que existirá una relación o
concordancia entre la naturaleza del sujeto constituyente que toma el poder estatal
98 bolivia en el siglo xxi
Modelos de democracia
Concepción Conformación Espacio de Mecanismo Implementación
de pueblo de la voluntad ejercicio de de de políticas
estatal la soberanía control sobre públicas
el Poder
Democracia Pluralismo Parlamentaria Sociedad División Estatal vertical
parlamentaria liberal o Política (SP) horizontal de
contractualista Poderes
Democracia Organicismo Refrendaria Sociedad Civil División Comités
de (SC) verticalpopular
movilización de poderes
Democracia Pluralismo Concertación Instancias Conflicto Autogestión
corporativa de corporativista intermedias movimientos- comunitaria
cogestión social entre SP y Estado
SC
Fuente: Elaboración del autor.
Seguramente Bolivia conforma uno de los ejemplos más claros del tercer tipo de
sujeto constituyente referido como agregación de luchas y movimientos sociales.
El 12 de octubre de 1992 se celebró en Bolivia la Asamblea de los Pueblos
Originarios, acto que fue considerado el nacimiento del movimiento
campesinoindígena como sujeto político. En la asamblea se planteó el análisis
acerca de la insuficiencia de la forma sindicato para enfrentar los desafíos políticos
del movimiento popular en el presente. Si bien el rol del sindicato como
organización de presión sobre el Estado había sido útil durante el viejo Estado
nacionalista sustentado en el capitalismo de Estado y la alianza de clases, dejó de
serlo en el marco del Estado neoliberal. A raíz de este diagnóstico se discutió
acerca de la alternativa a adoptar, surgiendo dos posiciones enfrentadas:
La primera, defendida por los cultivadores de coca en el interior de la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia ( csutcb),
consistía en la denominada “tesis del instrumento político”, que defendía la
necesidad de fundar un brazo político de los sindicatos campesinos para tomar el
poder político como la única manera de garantizar el cumplimiento real de los
100 bolivia en el siglo xxi
convenios y acuerdos firmados con los distintos gobiernos e incumplidos por todos
ellos.
La segunda, defendida por los sectores más indigenistas o kataristas, 32 era la
denominada tesis del “retorno al ayllu” (las estructuras comunitarias tradicionales),
como espacio de autonomía frente al Estado colonial.
Si bien esta división nunca se ha superado en el seno de la izquierda boliviana,
la tesis del instrumento político poco a poco fue ganando posiciones hasta devenir
mayoritaria y materializarse, logrando la articulación de los sectores sindicales
campesinos con movimientos sociales urbanos. Los kataristas, liderados por Felipe
Quispe, críticos con esta estrategia, terminaron fundando su propio partido en el
año 2000, el Movimiento Indígena Pachakuti (mip), separándose desde entonces de
la línea mayoritaria y quedando en minoría dentro de la izquierda boliviana.
Detengámonos en el examen de la conformación gradual de la primera tesis
mayoritaria; esto es, en la conformación del llamado instrumento político.
Desde la citada Asamblea de los Pueblos Originarios en 1992, en la que se
presenta la tesis del instrumento político, hasta que esta deviene una posición
mayoritaria, conformando el mas-ipsp en 1999, hubo diferentes intentos de
conformación de un instrumento político: la creación del Eje de Convergencia
Patriótica (ecp) en 1993, de la Asamblea por la Soberanía de los Pueblos ( asp) en
1995, que participa en las elecciones en el interior de la coalición Izquierda Unida
(iu), hasta llegar, en 1999, 33 a la creación del Movimiento Al
SocialismoInstrumento Político por la Soberanía de los Pueblos ( mas-ipsp).
En las elecciones presidenciales y parlamentarias del año 2005, Evo Morales se
convirtió en el articulador central de una gran variedad de movimientos y personas
alrededor del mas-ipsp, como una candidatura que se presentaba bajo la forma
movimiento de movimientos y que agrupaba al conjunto de organizaciones del
movimiento indígena-campesino; organizaciones sindicales como la Federación
Nacional de Cooperativas Mineras ( fencomin), la Confederación Nacional de
Mediana y Pequeña Empresa (conamype) y la Confederación de Jubilados y
Rentistas de Bolivia; el Movimiento Sin Miedo (msm) de Juan del Granado, alcalde
de La Paz (1999-2010); movimientos urbanos como la Coordinadora del Agua de
Cochabamba; intelectuales de izquierda como Álvaro García Linera, candidato
entonces a vicepresidente, que aporta el voto de sectores de la clase media urbana,
etc. El resultado de las elecciones da la victoria al mas-ipsp, conformándose el
nuevo gobierno de los movimientos sociales, liderado por Evo Morales Ayma y el
mas.
32 Sobre las diferencias entre indianismo y katarismo, véase Portugal y Macusaya (2016).
33 Para un estudio detallado de estos intentos de conformación del instrumento político véase
Stefanoni y Do Alto (2006: 61) y Komandina y Geffroy (2007: 23).
tres modelos de democracia e institucionalización 101
constituciones del Estado social, como la española de 1978, que por su aprobación
tardía, en un momento donde ya se empezaban a ver los primeros trazos de la
transformación del modelo fordista al postfordista, hace breves referencias a niños
y madres (art. 39), emigrantes (art. 42), adultos mayores (art. 50) o consumidores y
usuarios (art. 51), aunque continúa estando todavía muy lejos de un tratamiento de
los derechos de los grupos en situación de vulnerabilidad como derechos
constituyentes que veremos a continuación.
Como hemos visto anteriormente, el sujeto político constituyente, en Bolivia,
no se estructuró alrededor de un partido obrero clásico o coalición de partidos, sino
alrededor de la agregación de múltiples movimientos o luchas de grupos en
situación de vulnerabilidad. Esta naturaleza del sujeto de up determinó que la forma
de constitucionalismo social emergente en Bolivia fuera totalmente distinta al
modelo europeo. El constitucionalismo social, propio de la Constitución boliviana,
no es la integración dentro del texto constitucional de la contradicción capital-
trabajo asalariado mediante la subjetivación del trabajo y reconocimiento de
derechos vinculados al trabajo-salario, sino que es la integración del conflicto
oligarquías-grupos en situación de vulnerabilidad hasta ahora excluidos de la
ciudadanía real.
Ello provoca que la organización y expansión de la participación y
representación de los excluidos en la institucionalidad estatal se haga,
principalmente en esta Constitución, a partir del reconocimiento, no de los derechos
del trabajo, sino de los derechos de los grupos en situación de vulnerabilidad.
El hecho de que el sujeto constituyente estuviera integrado por distintos grupos
sociales que históricamente han sufrido una situación de exclusión hizo que a la
hora de redactar la Constitución de Bolivia del año 2009 cada uno de ellos quisiera
estar visibilizado en el texto, dotándose de derechos e instrumentos para la defensa
de los mismos. De ahí que en tal propuesta de Constitución encontremos un
capítulo de derechos de los pueblos indígenas (Capítulo cuarto del Título iii de la
parte de los derechos) o que dentro del Capítulo de derechos sociales y económicos
se desarrolle de manera expresa, en secciones separadas, los derechos de niñez,
adolescencia y juventud (Sección v. Arts. 58 a 61), los derechos de las personas
adultas mayores (Sección vii. Arts. 67 a 79), los derechos de las personas con
discapacidad (Sección viii. Arts. 70 a 72) o los derechos de las personas privadas de
libertad (Sección ix. Arts. 73 y 74). O que exista una sección dedicada a la hoja de
coca, introducida por los cocaleros para garantizar sus derechos (Sección ii,
Capítulo vii, Título i de la parte de estructura y organización económica del
Estado). O que en la Sección iii del Capítulo quinto del Título iii de la parte de los
derechos, referido a los derechos al trabajo y al empleo, se constitucionalice y dote
de especial protección por el Estado a aquel sector productivo ubicado
normalmente bajo la categoría de “sector informal” y que agrupa a los trabajadores
de pequeñas unidades productivas urbanas o rurales, por cuenta propia, y
gremialistas en general. O que exista un capítulo referido a la minería y a los
derechos de los mineros (Capítulo cuarto del Título ii de la parte de estructura y
104 bolivia en el siglo xxi
Conclusión abierta
Referencias
Introducción
[113]
constitucionales para estimular y consolidar las nuevas direcciones políticas que a
menudo fueron autodenominadas por sus líderes como revoluciones. 2 Por estas
razones, la Constitución boliviana de 2009 se comparará con las recientes reformas
constitucionales en Venezuela (1999) y Ecuador (2007-08)
En las páginas siguientes, se ofrece, primero, una breve reseña del periodo de
democracia pactada (1985-2005), así como la ruta de Evo Morales y el mas hacia el
poder. Segundo, se esquematizan brevemente algunos aspectos de la historia
constitucional de Bolivia para así argumentar que su trayectoria constitucional
encaja en un escenario latinoamericano típico. Tercero, me detengo en el estudio
del proceso constitucional 2006-2009, bajo el régimen de Morales, y comparo este
proceso, en particular, con las experiencias de Venezuela, bajo Chávez, y Ecuador,
bajo Correa. Aunque hay muchas similitudes, las diferencias importantes son, en
primer lugar, la motivación explícita de construir un nuevo Estado Plurinacional en
Bolivia y, en segundo lugar, la escritura de una constitución más pluralista.
Sostengo que, si bien este último factor pudo haber menoscabado ciertos aspectos
revolucionarios de la Constitución, también pudo, a largo plazo, contribuir a
legitimar la Constitución ante todos los actores políticos y, por ello, aumentar así la
probabilidad de su supervivencia.
Bolivia bajo el mandato de Morales, sino para resaltar que a menudo hay una discrepancia entre
la retórica y la política real. Para una discusión más completa de este asunto, véase Kennemore
y Weeks (2011).
2 Para una buena comparación de estos y otros casos del giro a la izquierda en América Latina, y que
en particular contrasta la experiencia boliviana con otros casos, véase Cameron (2009).
112 bolivia en el siglo xxi
al pacto político entre los principales partidos y las políticas neoliberales que
dichos partidos favorecían. Morales y el mas se presentaron como un movimiento
campesino-indígena inclusivo que proponía una alternativa de izquierda ante los
partidos establecidos y ante la democracia neoliberal que había dominado en
Bolivia durante 20 años.
Durante la década del 2000, en particular durante el gobierno del presidente
Sánchez de Lozada (mnr), en su segundo periodo como presidente (desde 2002), las
tensiones entre el modelo neoliberal, el campesinado altamente movilizado y los
grupos indígenas aumentaron dramáticamente. Estos conflictos, concentrados
entorno a lo que se ha llamado guerras del Agua (2000) y del Gas (2003), llevaron
a la caída del presidente Sánchez de Lozada en octubre de 2003, además, los
conflictos de mayo de 2005 aseguraron la caída de su vicepresidente Carlos D.
Mesa Gisbert, que fue el sucesor de Sánchez de Lozada como presidente (Buitrago,
2010). La profunda crisis del antiguo modelo, la presentación eficaz de nuevos
actores políticos y las ideas de Morales y el mas, ayudaron a Morales a barrer a los
otros partidos y ganar las elecciones de 2005, llegando así a la presidencia. Morales
creó relativamente rápido un nuevo gobierno que formaba parte de la ola
izquierdista que se propagó en gran parte de América Latina, después de la victoria
electoral de Hugo Chávez en Venezuela, en 1998 (Levitsky y Roberts, 2011,
Weyland, 2010). Las nuevas alternativas políticas, en particular en la región de los
Andes, se interpretaron como una reacción no sólo a las políticas económicas
fallidas, sino también al fracaso de las democracias electorales de representar a
grandes grupos de ciudadanos.34 En este resurgimiento de la izquierda, el objetivo
de algunos de los líderes fue crear un nuevo sistema de gobierno y un nuevo
Estado-nación, en contraste con el anterior status quo neoliberal. Gracias a
presidentes como Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador y Morales en Bolivia,
una nueva Constitución se convirtió en la herramienta de salida del antiguo modelo,
facilitando el establecimiento y consolidación de los principios de los nuevos
modelos políticos y Estados-nación.
Sin embargo, Evo Morales no era solo un líder de la izquierda, también fue el
primer presidente indígena de Bolivia, el país con mayor proporción de población
indígena en América del Sur.35 Su victoria albergaba las esperanzas de muchos por
la reconstitución de las relaciones Estado-indígena en el país. Por lo tanto, la
Constitución boliviana de 2009 se convirtió en la herramienta para construir nuevas
relaciones entre el Estado y los indígenas en el país.
Si bien es cierto que la nueva Constitución boliviana es única en la medida en
que pone de relieve y crea un Estado plurinacional, cuyo objetivo es garantizar una
34 Para un análisis sobre la crisis de la representación de los Andes en ese periodo, consúltese el
volumen editado por Mainwaring et al., 2006. Para el ascenso de Evo Morales y el movimiento
indígena en Bolivia, véase, por ejemplo, el libro de Raúl L. Madrid, The Indigenous Movement
and Democracy in Bolivia. In Prospects for Democracy in Latin America (2007), University of
North Texas.
35 En el censo del año 2001 más del 60% del pueblo se identificaba a sí mismo como indígena, y
más de la mitad de las personas reportaron que hablaban una lengua indígena.
el nuevo constitucionalismo político en américa latina 113
36 Esto contrasta con la escritura de una constitución como parte de una transición a la
democracia, como fue el caso de Guatemala en 1985 y Brasil en 1988.
37 La prueba de rotación se refiere a una prueba que los regímenes democráticos deben pasar para
considerarse como consolidados. Un régimen democrático solo será considerado como
114 bolivia en el siglo xxi
40 Contar las constituciones es una tarea difícil y, a menudo, estudios comparativos como el de
Negretto presentan un número diferente al de los estudios orientados a nivel nacional. Por
ejemplo, Börth Irahola (2010: 41) cuenta 22 constituciones que incluyen la Constitución de
2009, mientras que Hassenteufel Salazar solo cuenta 11, incluyendo la Constitución de 2009
(2006). Para una discusión sobre la cuestión de contar constituciones, ver Marsteintredet
(2014).
41 Los textos constitucionales sobre las constituciones de Bolivia a lo largo de la historia se
pueden encontrar en Cervantes Virtual:
http://www.cervantesvirtual.com/portales/constituciones_hispanoamericanas/bolivia_constituci
ones/
el nuevo constitucionalismo político en américa latina 117
produjo una constitución estable, como sí lo hizo Chile (1833), Argentina (1853) y
Colombia (1886). Además, pocas de las constituciones bolivianas, hasta el año
2009, fueron conocidas regionalmente por sus ideas constitucionales (con una
excepción parcial de la Constitución de 1938, que fue alabada internacionalmente
por dedicar atención a los derechos sociales). La importante Revolución de 1952,
de hecho, no produjo su propia Constitución hasta 1961 y, en ese año, sólo ratificó
algunos de los logros de la Revolución Nacional de 1952.
Más bien el constitucionalismo boliviano parece haber seguido las tendencias
descritas por Gargarella y Negretto, las cuales fueron inspiradas por los ideales
liberales y conservadores antes de que en el siglo xx se incorporaran las ideas
sociales en un número relativamente alto de constituciones, en especial, durante los
primeros 50 años después de la Independencia. Como fue típico en la región, gran
parte de la inestabilidad presente durante los primeros 50 años de Independencia
fue causada por la introducción de nuevas constituciones por un próximo general
que aspiraba dar un golpe de Estado para así poder gobernar el país (Bonilla, 1985:
566).42 Entre 1826 y 1880, cada Constitución duró un promedio de solo cinco años
y, a menudo, sirvió para legalizar o legitimar de facto el gobierno de varias
dictaduras militares de corta duración.
No obstante, vale hacer mención aquí de la primera Constitución boliviana de
1826, ya que esta fue redactada en gran medida por el libertador Simón Bolívar,
por invitación de la Asamblea Constituyente, bajo la dirección de Antonio José de
Sucre.43 Aunque nunca fue realmente eficaz, la Constitución de 1826 duró cinco
años e incluyó algunas medidas interesantes. En primer lugar, sentó las bases de
una república liberal con separación de poderes. Preocupado por la estabilidad e
inspirado por el ejemplo de Haití, Bolívar propuso una presidencia de por vida y
que el presidente pudiera seleccionar personalmente a su sucesor con el fin de
evitar el problema de la sucesión constantemente presente en los regímenes no
democráticos. La constitución presidencialista fue claramente inspirada por los
Estados Unidos, mientras que la sugerencia de un poder legislativo tricameral fue
un invento francés.
La presidencia de por vida muestra, sin embargo, un claro carácter monárquico
que no se repetiría en las posteriores constituciones de Bolivia; este país
permanecería con un régimen presidencial hasta el día de hoy. La Constitución de
1826 (art. 6) también declaró al catolicismo como la religión exclusiva del Estado. 44
42 Para obtener una buena visión general de las constituciones, véase Böhrt Irahola (2010: 41).
43 El texto original y la carta adjunta enviada por Bolívar, desde Lima, a la Asamblea
Constituyente en La Paz, se puede leer aquí:
http://www.ensayistas.org/antologia/xixa/bolivar/bolivia. htm; y el texto constitucional ordenado
se encuentra en Cervantes Virtual:
http://www.cervantesvirtual.com/portales/constituciones_hispanoamericanas/obra-visor-
din/constituciondel-estado-del-19-de-noviembre-de-1826/html/. Para un breve análisis,
consúltese Quisbert (2010).
44 Este artículo no fue sugerido por Bolívar, sino que fue introducido por la Asamblea
Constituyente que debatió y deliberó la propuesta constitucional de Bolívar.
118 bolivia en el siglo xxi
46 De hecho, Paz Estenssoro, uno de los líderes de la Revolución de 1952, fue diputado en la
Convención Constitucional de 1938.
47 Para una reciente y amplia discusión sobre la importancia de la Revolución de 1952 en Bolivia,
consúltese el volumen editado por Grindle y Domingo (2003).
48 Véase el capítulo 3 de González Ortega.
120 bolivia en el siglo xxi
militares de los gobiernos y las guerras, como se verá en la siguiente sección sobre
las revoluciones.49
52 Para una discusión sobre la forma en que una constitución está escrita y cómo eso puede
afectar el resultado, véase Elster (2006) y Ginsburg, Elkins y Blount (2009).
53 Véase el preámbulo de la Constitución de 2009, http://www.cervantesvirtual.com/nd/
ark:/59851/bmc5b1z0
54 Sin embargo, cabe señalar aquí que la ley que permite la elección de una Asamblea
Constituyente en Bolivia fue firmada por el predecesor de Morales, el presidente Rodríguez
Veltzé, a mediados de 2005.
122 bolivia en el siglo xxi
El segundo efecto es que el proceso de Bolivia fue mucho más conflictivo que
en Ecuador y Venezuela. Como se ha mencionado, el mas y la oposición no estaban
de acuerdo en la forma de interpretar los dos tercios de los requisitos de la
Asamblea para aprobar la Constitución. El desacuerdo sobre esta cuestión de
procedimiento (además de un conflicto aún más serio sobre la autonomía regional)
dio lugar a una serie de conflictos institucionales que involucraron a la Asamblea
Constituyente, al Congreso, a la Presidencia, a los prefectos regionales y a los
tribunales, además de protestas sociales que a veces terminaron en brotes de
violencia, poniendo la democracia y el proyecto constitucional en riesgo. Sin
embargo, los embotellamientos y los graves conflictos institucionales pueden
haberse convertido en una bendición disfrazada, puesto que obligaban a las partes a
estar presentes en la mesa de negociación. Las negociaciones finales entorno al
proyecto constitucional de Bolivia contrastan con los ejemplos de Ecuador y
Venezuela, dado que la oposición en Bolivia logró influir en el resultado final y el
presidente no fue capaz de imponer su Constitución. 26
conflictos que suscitó, ver Lehoucq (2008), Uggla (2009) y Deheza (2008), y para un breve
interpretación legal (sobre los conflictos que sobrevinieron), ver Hassenteufel Salazar (2006).
26 Véase Laserna (2010: 38-39) para obtener una visión crítica de la legalidad y la legitimidad de la
nueva Constitución.
Participación y plurinacionalismo: La Constitución de Bolivia de 1952
de Nuestros Mártires, Construimos nuevo Estado de la onu”. La lucha por la democracia, como
la previamente alabada Revolución de 1952 –en los años entre la independencia y el ascenso de
Morales al poder–, quedan fuera del preámbulo, como si no existieran y no fueran relevantes en
la lucha actual por un mejor mañana. La revolución constitucionalizada en 2009 se presenta
también como una reacción a la historia de 200 años de Independencia.
58 Un buen punto de partida para el estudio de la Revolución de 1952 es el volumen editado de la
Fundación idea sobre la Constitución, véase idea (2010), disponible en línea: http://
www.idea.int/publications/bolivias_new_constitution/index.cfm?css=new2013
59 La Constitución, no obstante, mantuvo las características fundamentales del sistema político,
como son la Presidencia, el Congreso bicameral, etc. Los elementos de la democracia popular
directa vendrían en adición a la estructura política establecida.
el nuevo constitucionalismo político en américa latina 125
61 Varios observadores han abogado por el uso del término democracia post-liberal (Arditi, 2008;
Wolff, 2013) para describir a Bolivia durante el periodo de Morales.
el nuevo constitucionalismo político en américa latina 127
que el Congreso insistió que el primer mandato de Morales como presidente debía
ser la restricción constitucional de permitir solo una reelección presidencial.
El anterior análisis muestra que varios factores reducen el riesgo de
cooptación, de arriba hacia abajo, en Bolivia, en comparación con Ecuador y
Venezuela. En primer lugar, la posición de Morales como líder del mas y de otros
movimientos sociales en Bolivia es claramente más débil que sus homólogos de
Ecuador y Venezuela, quienes, después de obtener el poder, construyeron sus
partidos desde arriba. En segundo lugar, en contraste con Ecuador y Venezuela, en
Bolivia el Congreso regular no fue disuelto durante el proceso de constitución e,
incluso, participó en las deliberaciones constitucionales hacia el final del proceso
(Cameron, 2009). En tercer lugar, pese a los conflictos y al boicot del proceso
constitucional, la oposición participó en las deliberaciones sobre el proyecto
constitucional y al final influyó en su resultado. La oposición tuvo una
participación mayor en la Constitución de 2009 que la oposición en Ecuador y
Venezuela, lo que pudo aumentar su legitimidad a los ojos de la actual oposición en
Bolivia y, por tanto, se abre la probabilidad de que la Constitución sobreviva al
gobierno de Morales.
Los temores de un giro caudillista de la revolución boliviana parecían
justificados cuando, en el año 2013, el Tribunal Supremo dictaminó que el primer
mandato de Morales no debía ser la restricción de la reelección presidencial y que
se le debía permitir a Morales un tercer mandato en el año de 2014. 62 Más tarde, el
21 de febrero de 2016, Morales organizó un referendo para permitir dos elecciones
consecutivas para presidente y vicepresidente, lo que permitiría a Morales buscar
un cuarto mandato consecutivo en 2018. Sin embargo, Morales perdió el referendo
por un estrecho margen en el voto popular, con un 51,3% de votación en contra de
la propuesta.63 Aunque el gobierno de Morales pudo haber logrado cooptar el
sistema de justicia para que él pudiera, de forma aparentemente inconstitucional,
ser elegido para su tercer mandato, irónicamente, la mayoría de Bolivia pudo haber
salvado la revolución de Morales al ponerle una fecha final a su carrera política
como presidente de Bolivia a través de la participación y el control social permitido
por la Constitución de 2009.64 Puede parecer paradójico, pero el factor más
importante para aumentar la legitimidad de la Constitución boliviana, generada en
el periodo de Morales, es el fin de su gobierno, debido a que lo más probable es que
una perpetuación del régimen de Morales polarizaría las alternativas políticas y aún
más claramente identificaría la Constitución con Morales y con su proyecto
político. Si esto ocurriera, la reacción de una alternativa política al mas en el
gobierno puede afectar la Constitución.
62 El Congreso, más tarde, transformó en ley el fallo del Tribunal Supremo. La Constitución de
2009, sin embargo, estableció claramente en el segundo párrafo del primer artículo de las
disposiciones transitorias que: “Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución
serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”.
63 Véase http://www.bbc.com/news/world-latin-america-35651063
64 En este momento de redacción del presente capítulo, no está claro si Morales intentará
reformar la Constitución para poder ser candidato en un cuarto periodo.
128 bolivia en el siglo xxi
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el nuevo constitucionalismo político en américa latina 129
Introducción
65 Hablar de indígenas campesino originarios –sin comas– como un sujeto político puede resultar
confuso para quienes trabajan con categorías de clase y etnia que aluden a diferentes cualidades
del mundo social. En todo caso, asumiendo que hay diferencias económicas, de propiedad sobre
la tierra y el territorio, de estructura organizativa y formas de gobierno, las tres acepciones
implican –en el debate boliviano– la condición de pueblo originario que ancestralmente ocupó
territorio y que fue colonizado con la llegada de los españoles. Es la deliberación constituyente
de Bolivia que termina integrando las tres categorías en la Constitución Política del Estado. No
obstante ello, resulta un diagrama de contradicciones y de gran complejidad política a la hora
de asignar derechos.
[137]
134 bolivia en el siglo xxi
es: los ejes fundamentales del planteamiento político del movimiento indígena en
Bolivia no solo traducen el pulso de autodeterminación de los pueblos, sino que
también están complejamente vinculados a dinámicas de proceso de la sociedad
boliviana, lo que implica el establecimiento de un conjunto de tensiones internas
que son susceptibles de ser explicadas en el marco de las luchas más generales;
para el caso que nos convoca, en el marco de las luchas generales por consolidar y
profundizar la democracia en Bolivia. Aunque los puntos propuestos y analizados
en el texto atañen a la problemática del conjunto de pueblos indígenas en Bolivia,
por razones de espacio las ideas aquí trabajadas se basan fundamentalmente en
acontecimientos ocurridos dentro de las iniciativas que tomaron sectores del pueblo
aymara y quechua en el contexto de la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (csutcb).
¿Qué procesos se pusieron en juego en las últimas décadas del siglo xx que
dieron lugar a una intervención creciente de sectores indígenas y campesinos en la
política boliviana y transformaron los diagramas de representación tradicional junto
con la manera de ejercer la política? Para responder a dicho interrogante propongo
analizar dos escenarios. Primero, la participación política de sectores indígenas en
los procesos electorales posteriores a la dictadura de Banzer (1977) que marcaron
un contexto de lo que sería el ejercicio de la democracia en Bolivia y la
representación indígena en dicha democracia. Segundo, el desarrollo orgánico de
formas étnico-campesinas hacia una formulación política que se fue inclinando con
los años al horizonte de: forma pueblo-forma territorio. Ambos escenarios –
electoral y orgánico–, aunque muchas veces se presentaron de forma paralela,
aparentemente no conectada, desde la dinámica de la acción colectiva de los
sectores indígenas y campesinos, es posible establecerlos y entenderlos en una
perspectiva de relación, imbricación y/o articulación; así como, de contradicción y
tensión.
de Bolivia (1969), Tesis India o Revolución India (1971), forman parte del debate,
siendo Fausto Reinaga uno de sus precursores (2014: 341-354). 66
El debate sobre el indianismo en Bolivia es vasto, 67 de gran profundidad por
sus planteamientos e impugnador de la forma política ‘pueblo’ –tan usada por la
izquierda de la época–. El alegato central es la figura de despojo identitario que se
produce bajo la condición ‘pueblo’ (cf. capítulo 3 de González Ortega, nota 6),
puesto que ello estaría implicando una subsunción de experiencias étnicas y
comunitarias de obreros y campesinos a favor de una revolución proletaria.
Habiendo abonado en muchos sentidos al desarrollo de un pensamiento político en
el seno de los movimientos indios o indígenas, lo cierto es que el indianismo abrió
puertas y condiciones para la participación de sectores con enraizamiento étnico en
las contiendas electorales de Bolivia postdictadura.
Saliendo de la dictadura de Banzer, en las elecciones de 1979, de ocho
organizaciones políticas que se presentaron en la contienda electoral, una expresaba
o condensaba el debate propuesto en el Manifiesto del Partido Indio, esto es: los
indios debemos ejercer nuestra propia representación y votar por nosotros mismos.
La candidatura de Luciano Tapia, a través del Movimiento Indio Tupaj Katari
(mitka), abanderaba las discusiones desarrolladas en el seno del indianismo y se
constituyó en la primera experiencia, postdictadura, de participación india con
partido propio. En dichas elecciones quienes venían del Movimiento Nacionalista
Revolucionario (mnr), de las tradiciones de izquierda popular ( udp) o de las filas de
la propia dictadura (adn), sacaron los porcentajes más altos de votación ( udp 36%,
mnr 35,9%, adn 14,9%); en cambio mitka sacó un porcentaje bajísimo que llegó al
1,9% (Atlas Electoral de Bolivia, 2010: 27).
La principal votación que obtuvo el mitka fue en el departamento de La Paz y
eso le permitió obtener una diputación que sería ejercida en un contexto legislativo
de partidos políticos ideológicamente comprometidos con el Nacionalismo del 52;
partidos que identificaban al sujeto ‘pueblo’ como el agente de consolidación de la
nación. Para ese entonces la noción de ‘sujeto indígena’ como agente político capaz
de proponer una alternativa de sociedad no solo era marginal, sino considerada
fuera de época.
66 No es que antes no hubo organizaciones políticas de base india, sino que nuestro lente es la
participación electoral de opciones políticas con base étnica. En ese sentido, existieron partidos
como el Partido Agrario Nacional (pan) fundado en 1960, el Partido Indio de Aymaras y
Keswas (piak) fundado en 1962 o el Partido Indio de Bolivia que forman bases para el debate
político de la participación indígena. Ver: Pedro Portugal Mollinero y Carlos Macusaya Cruz,
El indianismo katarista: una mirada crítica (2016: 131-147).
67 La polémica política boliviana sobre lo indígena implica una distinción cualitativa en el uso de
categorías. Indianismo es una opción política que postula al sujeto indígena como actor de su
propia transformación. Son los propios indígenas transformando la sociedad en la que viven.
Indigenismo alude a una corriente política que reivindica lo indígena, pero consciente o
inconscientemente, busca asimilarlo. Ver: Fausto Reinaga, “Indigenismo e indianismo”, La
revolución india (2014: 131-138); Pedro Portugal y Carlos Macusaya, El indianismo katarista:
una mirada crítica (2016: 163-192); Fabiola Escárzaga, Indianismos: La correspondencia de
Fausto Reinaga con Guillermo Carnero y Guillermo Bonfil Batalla (2015).
136 bolivia en el siglo xxi
Untoja con gran trayectoria en las filas indianistas y Tomás Ticuazu, dirigentelíder
indígena de tierras bajas, obtuvo el 0,8% de la votación (Ibid.: 123). Genaro Flores
que lideró el mrtkl en anteriores elecciones, se presentó con la sigla de Izquierda
Unida –sus viejos aliados–, obteniendo el 1% de la votación y, finalmente, el Eje de
Convergencia Patriótica que articulaba en su seno corrientes de pensamiento de
izquierda con tradiciones indianistas, a la cabeza de Félix Cárdenas, un antiguo
líder del movimiento campesino, obtuvo el 1,1% (Ibid.: 123). Sumados los votos de
las opciones políticas adscritas al indianismo o a una izquierda con tendencias
indígenas, llegamos a un 2,9% que se constituye en una cifra distante de lo logrado
en 1989 (3,9%).
El panorama electoral de 1993 muestra con más fuerza los desplazamientos
políticos de la formulación indianista, desplazamientos tendientes a articularse con
algunos sectores de izquierda y, muchas veces, mimetizados en la izquierda. Dicho
periodo electoral muestra también los desafíos que tuvieron los sectores indígenas
politizados ante el advenimiento de la ampliación de lo indígena en Bolivia;
ampliación que se produjo no solamente por la sistemática interpelación de los
planteamientos indianistas kataristas en los procesos electorales, sino también por
la movilización de pueblos y comunidades indígenas de tierras bajas que permitió
el desarrollo de disputas étnicas en otras regiones de Bolivia. Con todo, una vez
más mkn, Izquierda Unida y Eje de Convergencia Patriótica obtuvieron la mayor
votación en el departamento de La Paz. Las elecciones de 1993 son también un hito
de ascenso de los planteamientos políticos indígenas en el marco de contiendas
electorales de carácter nacional, puesto que la Ley de Participación Popular de
1994 abrirá los escenarios de representación local-municipal y decantará
transformaciones en el sistema de representación política en la democracia
boliviana.
Resulta también importante llamar la atención sobre condepa, fuerza política
con fuertes raíces aymaras-urbanas en la ciudad de La Paz, ya que siguió en
ascenso respecto de la anterior elección obteniendo el 14,4% de votos a nivel
nacional, y en el orden departamental se constituyó en la segunda fuerza del
departamento de La Paz (30,6%), superada tan solo por una diferencia de 0,8% por
la alianza mnr-mrtkl (31,4%) (Ibid.: 132). Si de origen los planteamientos de esta
fuerza política no abrazaron las formulaciones indianistas, en las elecciones de
1993 la diferencia se marcó con mayor profundidad porque condepa, tratando de
salir de su localismo –votación eminentemente en el departamento de La Paz–,
buscó alianzas con sectores conservadores y agroindustriales del departamento de
Santa Cruz, marcando con ello una brecha ideológica que antes que ser superada en
futuras elecciones, se ahondará.
características de ascenso de lo indígena, originario, campesino 139
mrtkl, liderado por Víctor Hugo Cárdenas, y el mnr, para 2002 el Movimiento Al
Socialismo (mas) se convertiría en una opción real de poder pero marcadamente
campesina –en menor medida indígena–; esto es, sin alianza con otras fuerzas
políticas. En este sentido, es importante puntualizar algunos aspectos. La Izquierda
Unida se subsume en el mas; esto quiere decir que las estructuras de partido de
izquierda que tenía se subsumen en las estructuras de la organización campesina
(Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia). Lo mismo
pasa con el Eje de Convergencia Patriótica. Además, en los últimos años de la
década del 80 y durante los primeros años del 90, en el seno de la organización
campesina csutcb se estuvo discutiendo la creación de un Instrumento Político,
teniendo como epicentro 1995, año en el que se crea oficialmente el Instrumento
Político para la Soberanía de los Pueblos ( ipsp). En razón de ello, el Manifiesto del
Partido Indio (1969), que había dado luz y horizonte a la participación política de
los indianistas, fue renovado y trastocado con la creación del Instrumento Político
que se dotó de sus propios principios y horizontes, a través de las tesis políticas
discutidas en los congresos de la csutcb (1979-1988). Un aspecto cualitativo a
señalar es que el Manifiesto del Partido Indio es obra de intelectuales indianistas –
intelectuales de origen indígena–, con gran diferencia, los planteamientos del
Instrumento Político fueron trabajados en el seno de la organización campesina
csutcb, por ello mismo, liderizada por los propios campesinos quechuas y aymaras.
En el proceso electoral de 2002 se presentarán dos fuerzas políticas que
integrarán y articularán a los indígenas y su pensamiento. El mas-ipsp, liderado por
Evo Morales, y que fue arriba mencionado, obteniendo el 20,9% de la votación, y
el Movimiento Indígena Pachakuti (mip), liderado por Felipe Quispe, y que obtuvo
el 6,1% de la votación. Sumadas ambas fuerzas, la opción indígena obtuvo el 27%
de la votación total nacional. El mas-ipsp se constituyó en la segunda fuerza
electoral a nivel nacional –después del mnr. condepa casi despareció de la geografía
electoral porque obtuvo el 0,4% (Ibid.: 237).
La votación más significativa para el mas-ipsp fue nuevamente en Cochabamba,
aunque las cifras de votación del departamento de La Paz fueron también
importantes. En Cochabamba se constituyó en la primera mayoría con un 37,6% y
obtuvo también la primera mayoría en cinco de las nueve circunscripciones
uninominales. En el departamento de La Paz también se constituyó en la primera
mayoría con un 22,5%, aunque en las circunscripciones uninominales solo ganó en
dos de las 16. Para la Asamblea Legislativa obtuvo 27 diputados y ocho senadores,
siendo la primera vez que una opción política de carácter campesino y raíces
indígenas obtenía escaños en la Cámara de Senadores. En el caso del mip, la
principal votación la obtuvo en el departamento de La Paz, constituyéndose en la
tercera fuerza con un 17,7%; así también, sacó la primera mayoría en cuatro de las
16 circunscripciones uninominales del departamento (Ibid.: 249). Como fuerza
política obtuvo seis diputados. Si tuviéramos que comparar las inclinaciones
ideológicas del mas y el mip como opciones indias-indígenas, podríamos decir que
la tradición indianista de las opciones electorales pasadas reflejadas en el
142 bolivia en el siglo xxi
desarrollo de la estructura orgánica en la csutcb; así como el libro de Esteban Ticona (2000),
Organización y liderazgo aymara: La experiencia indígena en la política boliviana, es un
recuento de cómo los campesinos quechuas y aymaras terminan organizándose en la csutcb.
6 E. Herrera (2004) trabaja la configuración de lo multiétnico y pluricultural en la emergencia de
los pueblos indígenas de tierras bajas, retratando el desarrollo de una estructura orgánica ligada
a la demanda de territorios indígenas. Ver: Identidades y territorios indígenas: Estrategias
identitarias de los tacana y ayoreo frente a la Ley inra. También J. Riester (1997) describe el
desarrollo de la cidob en su texto “Nace una organización indígena”.
7 El conamaq reconoce que en el Collasuyu (actual Bolivia) existieron 16 suyus, por ello su
reconstitución supone una reintegración política y territorial. Por ejemplo, la nación Charcas o
el suyu Charcas, ubicada entre los departamentos Sucre y Potosí, estaba compuesto por dos
markas: marka Sacaca y marka Chayanta, las que a su vez se conformaban de varios ayllus.
Ver: Análisis y propuesta para el pluralismo jurídico en Bolivia: Estudios de caso del suyu
Charcas de Pamela Sánchez y Roxana Choque (2011). También ver: Plan estratégico 2008-
2013 conamaq (2008), donde se aborda la estructura organizativa que tiene y una aproximación
histórica a los motivos de su fundación.
Las tres organizaciones de base campesina, indígena y originaria tienen la
característica o el potencial de integrar demandas desde un orden local comunitario
para irlas tejiendo, en base a delicados equilibrios, hacia niveles macro que se
expresan en el orden nacional. 70 Las tres organizaciones cuentan con estructuras
donde las mujeres se organizan y funcionan simultáneamente. Mujeres campesinas
Bartolina Sisa-csutcb, Mama T’allas-conamaq o Confederación Nacional de Mujeres
Indígenas de Bolivia cnmib-cidob, son parte de las estructuras orgánicas. Así, cuando
en Bolivia se alude a lo orgánico de los indígenas, originarios y campesinos se está
hablando de unas estructuras de organización político-territorial que pueden tener
70 Detrás de lo indígena, originario o campesino hay una historia de identidad de sujeto. Los
pueblos de tierras bajas (Amazonía y Chaco) se autodefinen como indígenas pues la
articulación orgánica de sus demandas giró desde sus inicios alrededor del territorio y la
significación indígena, como lo plantea el Convenio 169 de la oit; en cambio, lo campesino
surge en el contexto de las luchas campesinas que rompen con el Pacto Militar Campesino
(1965-1978), siendo el desarrollo interno un avanzar hacia formas de identidad étnica, por ello
el apelativo de campesinos originarios quechuas y aymaras. Lo originario, en cambio, surge del
propio contexto campesino quechua y aymara, de las propias estructuras sindicales campesinas
que, ahondando su debate sobre etnicidad, se convierten en sectores dispuestos a pelear por la
reconstitución de sus estructuras institucionales fundamentadas en el ayllu/marka/suyu.
características de ascenso de lo indígena, originario, campesino 145
Los militantes de los partidos que resultaran elegidos tendrán que ser consecuentes con
sus bases. En este sentido deberán estar conscientes que ellos expresan no a su partido,
en el Comité Ejecutivo, sino a sus bases. Deberán tener claro el tema de que la unidad
del Ejecutivo es la expresión de la unidad en la base. Deberán ser capaces de convertir
el propio Comité Ejecutivo de la csutcb en relación a sus formas de trabajo, en un
verdadero instrumento de características comunitarias […] La izquierda unida puede
hacer un trabajo conjunto de fortalecimiento del poder comunal […] no somos
sectarios en relación a los partidos de izquierda, no los rechazamos, pero sí queremos
decirles con la máxima claridad que la comunidad debe ser fortalecida y no dividida.
(Resoluciones de la Comisión Política, Documentos aprobados en el
I Congreso Extraordinario de la csutcb, 1989: 436)
Tomando la inclinación mayor de los asistentes al Congreso Extraordinario de
la csutcb realizado en Potosí en junio de 1988 y, asumiendo que el documento
político aprobado por mayoría posee un contenido sustantivo relativo a organizar
una Asamblea de Nacionalidades, las otras propuestas relativas a construir un
Instrumento Político y/o organizar un parlamento aymara, quechua, tupiguaraní, o
generar una confederación de ayllus y comunidades, no desaparecen pero quedan,
en primera instancia, como subsumidas por el paraguas de un horizonte político que
visualiza la Asamblea de Nacionalidades como un escenario político basado en las
instituciones originarias, en un sistema de gobierno –autogobierno– que potencia
estructuras tradicionales de las nacionalidades y permite proyectar la lucha política
hacia la desestabilización del sistema de dominación colonial que impuso
autoridades y estructuras jurídicas.
vez, el forcejeo interno entre las distintas tendencias de pensamiento político. Con
todo, la perspectiva de construir un Instrumento Político tiene que ver con la idea
de no aislarse de los hechos democráticos inmediatos relativos a los procesos
electorales que vivía Bolivia. “Mientras escribo este trabajo (últimos meses del 88),
avanza la lógica organizativa de la Asamblea como también avanzan los
preparativos electorales. El resultado podrá ser comprobado en los hechos” (Pinelo,
1989: 150), “se trata de no aislarse de un proceso que sí interesa al movimiento
popular” (Ibid.: 151), “se trata de una presencia que con características de
interpelación hará de las elecciones una parte menor de su táctica general de
construcción o reconstrucción del cuerpo colectivo” (152).
Haciendo un balance del debate que se desarrolla en el seno de la estructura
orgánica de la csutcb, es posible afirmar que: si bien son seis ejes que permiten
entender el contenido y la substancia que dan sentido a la participación política de
sectores indígenas y campesinos originarios en los contextos electorales y de
desarrollo de la democracia en Bolivia postdictadura de Banzer, es la perspectiva
de Asamblea de Nacionalidades e Instrumento Político lo que nos ayuda a discernir
la dinámica de desarrollo del movimiento y la profundidad de su debate. En
contraste a lo que varios autores afirman al decir que ambas propuestas no se
contradicen y más bien implican maneras de retroalimentación para el ascenso
político del movimiento (García Yapur, 2014; Tórrez, 2014), sostengo que
profundizar en el análisis de este contrapunteo nos ayuda a razonar las
inclinaciones que marcaron tendencias en dicho ascenso y, a su vez, se constituyen
en fuente de explicación de situaciones contradictorias acerca de lo que hoy en día
es la “participación política” de los sectores indígenas en el llamado “Estado
Plurinacional”.
En la experiencia deliberativa de la csutcb existieron diferencias importantes en
cuanto a cómo se concibió el Instrumento Político y su relación con la Asamblea de
Nacionalidades. Unos entendían al Instrumento Político como un mecanismo desde
el cual se puede actuar para crear un tipo de poder dentro de las formas de gobierno
tradicional, de tal forma que a la larga se pueda desestabilizar y detonar la
institucionalidad estatal que estructura las formas de colonialidad hacia los pueblos
indígenas; ese poder clandestino dentro de las estructura formales sería la
Asamblea de Nacionalidades. En esta lectura el Instrumento Político no era un
partido político, puesto que la forma ‘partido’ significaba, en la experiencia
concreta de los sindicatos agrarios, el debilitamiento del poder político comunal, el
debilitamiento del poder local. Otros, en cambio, concibieron al Instrumento
Político bajo las características de partido, una dirección política que apueste
claramente a la toma de poder de la institucionalidad estatal. En otras palabras, en
la segunda opción la Asamblea de Nacionalidades no era la prioridad de la acción
política:
¿Cómo va ser nuestro organigrama? La primera idea fue que esto no sea un sindicato,
ni un comité cívico ni partido, entonces ¿qué va ser? Un instrumento. Pero, si nos
154 bolivia en el siglo xxi
preguntaban qué era un instrumento dijimos más o menos un mecanismo que nos
agrupe a todos. Y ¿qué es eso? Va ser el gobierno establecido en Bolivia de forma
oficial, pero dentro de ese gobierno va haber, adentro, otro gobierno, clandestino, con
el nombre de Asamblea de las Naciones Originarias y el Pueblo, así se va a llamar, ese
gobierno vamos a lograr construir, va a venir uno que dirige, va a tener cosas, los
ayllus, incluso estaba diseñado nuestro propio carnet […] toda nuestra idea fue crecer
así hasta lograr ver, tácticamente, en qué momento podíamos derrotar al gobierno
colonial.
Pero esta idea ha sido derrotada en el congreso del Instrumento Político. Evo Morales,
Alejo Véliz y Filemón Escobar vinieron con ideas claras y dijeron “vamos a conformar
una dirección”, nosotros propusimos conformar una comisión impulsora de este
gobierno clandestino, entonces se fue al voto: dirección o comisión. Nos ganaron. […]
Ese fue el congreso y de ahí salió el instrumento con la idea de hacer el partido. Lo
importante es que con ese instrumento logramos llegar al gobierno, en su cancha, con
sus medios. (Entrevista a Juan de la Cruz Villca, dirigente de la csutcb, citado en García
Yapur et al., 2015: 55-56)
Un hito tan importante como el que nos relata Juan de la Cruz Villca, líder del
movimiento campesino y miembro del Eje Comunero, tendencia política que nació
en el departamento de Potosí y que gravitó con fuerza en el Congreso
Extraordinario por sus planteamientos ligados al poder comunal del ayllu, muestra
y evidencia el destino del contrapunteo; esto es, un desplazamiento del horizonte
político ligado a la Asamblea de Nacionalidades que compromete una agenda de
poder vinculada a formas institucionales comunales, a formas tradicionales de
gobierno –autogobierno– en favor de la construcción de una estructura partidaria
que subsume el poder comunal, a las estructuras tradicionales de gobierno –
autogobierno– y a una dirección política que busca hacerse del poder estatal. En el
marco de esta interpretación sobre el proceso político de ascenso de un movimiento
indígena en clave campesina que va madurando su conciencia étnica, queda claro
cómo la sustancia y contenido de su participación política sufre un vaciamiento en
cuanto a construir un poder alternativo, porque la nueva estrategia que prioriza el
tema de una dirección política en su forma “partido” apunta hacia la toma del poder
institucional estatal, dejando de lado la reflexión fundamental sobre las estrategias
que permitirían destruir dicho poder institucional en tanto él mismo alberga los
dispositivos de la colonialidad, de la dominación secular.
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Pinelo, J.
158 bolivia en el siglo xxi
[165]
75 La perspectiva del Vivir Bien se ha formalizado en la Constitución Política del Estado y en
normas como la Ley Marco de la Madre Tierra para el Desarrollo Integral y el Vivir Bien
(2012), que establece en el art. 9, inciso 1, el derecho (aunque no el deber) al Vivir Bien en
armonía y equilibrio con la Madre Tierra, entendida como sujeto colectivo de interés público,
tomando en cuenta los límites planteados por su capacidad de regeneración. Comentarios
críticos en torno al concepto de ‘Vivir Bien’ aparecen en los capítulos 6 de Paz Patiño, 13 de
Macusaya Cruz y 15 de González Ortega.
76 En estos dos países el debate público se articuló con movilización social y materialización
constitucional de los conceptos: el ‘Buen Vivir’, en Ecuador, y el ‘Vivir Bien’, en Bolivia
(véase Gudynas, 2014: 62-63).
ecología y sociedad en bolivia 161
Esto implica la contraposición de dos culturas, la cultura de la vida, del respeto entre
todos los seres vivos, del equilibrio en contra de la cultura de la muerte, de la
destrucción, de la avaricia, de la guerra, de la competencia sin fin. Nuestros ojos y
corazones lo ven y sienten, nuestros hijos e hijas lo están viviendo: el capitalismo es el
peor enemigo de la humanidad. (Farah & Vasapollo, 2011: 10)
En esta misma declaración, Morales afirma que las reservas forestales fueron
creadas por “el imperio norteamericano” para que se conviertan en intocables e
intangibles. Morales se refirió, además, a su discurso en Bruselas, Bélgica, en el
marco de la ii Cumbre de la Unión Europea y de la celac, donde habría declarado
que los países de Norteamérica quieren que las naciones y Estados de Sudamérica
sean “guardabosques, ya que ellos destrozaron su medio ambiente y ahora
pretenden que se lo cuiden para ellos”. Y mientras estas declaraciones se
materializan en normas que debilitan a la sociedad civil organizada mediante
regulaciones de la actividad de las ong, impidiéndoles, de modo general, “hacer
política” y forzándolas a trabajar en el marco de los planes y la visión del
gobierno,83 aparecen crecientes evidencias de la vulnerabilidad de Bolivia frente a
crisis ambientales como la del cambio climático y sus correlatos locales.
80 http://comunicabolivia.net/content/cedla-bolivia-est%C3%A1-cada-vez-m%C3%A1s-
atadaexplotar-materias-primas.
81 https://issuu.com/agenda2025/docs/agenda_patriotica__separata_min_com/1?e=9800474/
5600731
82 http://www.la-razon.com/economia/Presidente-Evo-advierte-expulsar- ong-
perjudiquen_0_2292370786.html
83 Human Rights Watch y la onu cuestionan la violación de derechos fundamentales implicada en
la Ley de regulación de ong (351) y en el Decreto Supremo 1597. http://www.paginasiete.
bo/nacional/2015/8/5/human-rigths-watch-cree-boliviana-vulnera-derechos-libre-asociacion-
65598.html
164 bolivia en el siglo xxi
El planeta no deja de batir récords climáticos: el año pasado ha sido el año más
caliente jamás medido desde 1850. La temperatura promedio global en 2015
muestra el mayor aumento relativo frente a los anteriores años récord. Según
información proporcionada por la noaa (National Oceanic and Atmospheric
Administration), durante 2015 la temperatura promedio de la superficie terrestre a
nivel mundial fue 1,33°C por encima del promedio del siglo xx. Por su parte, el
Quinto Informe del ipcc (Assessment Report 5 - ar5), denominado Cambio
climático 2013: Base de ciencia física del Grupo de Trabajo I, es contundente: “El
calentamiento en el sistema climático es inequívoco y desde 1950 son muchos los
cambios observados en todo el sistema climático que no tienen precedentes en los
últimos decenios a milenios”. Afirma además que existe una seguridad
extremadamente alta (95-100%) de que el fenómeno es atribuible principalmente a
la actividad humana. Cada uno de los tres últimos decenios ha sido sucesivamente
más cálido en la superficie de la tierra que cualquier decenio anterior desde 1850.
Tomando en cuenta el retraso en el sistema climático y los compromisos
insuficientes de reducción de emisiones de los países realizados antes de la última
conferencia climática de las Naciones Unidas en París, a finales de 2015, limitar el
aumento de temperatura a 2°C se hace cada vez más difícil.
Los principales impactos del cambio climático se evidencian en: el aumento de
la temperatura global, cambios en el régimen de precipitaciones, aumento del nivel
del mar y eventos extremos más frecuentes o más severos. La magnitud de estos
fenómenos durante los próximos decenios depende, en buena parte, de la cantidad
de emisiones agregadas de “gases de efecto invernadero”. 84 Lo que se prevé, por el
momento, es la agudización de los impactos, debido a la inercia y al aumento de
emisiones que siguen aumentando año tras año
La medida en que se afectan los ecosistemas y sociedades, sin embargo,
también depende de la vulnerabilidad 85 de las mismas. En este contexto, las
previsibles consecuencias de este aumento para Bolivia implicarán altos costos.
De acuerdo a los modelos climáticos globales, existe una tendencia clara en las
zonas tropicales y sub-tropicales: las regiones húmedas se volverán más húmedas y
84 La Convención Marco de Cambio Climático de las nnuu define a los gases de efecto
invernadero como “aquellos componentes gaseosos de la atmósfera […] que absorben y re-
emiten radiación infrarroja”, contribuyendo, por tanto, al calentamiento global
(http://unfccc.int/ resource/docs/convkp/convsp.pdf).
85 El Panel Intergubernamental del Cambio Climático ( ipcc) describe la vulnerabilidad como el
grado en que un sistema es susceptible e incapaz de hacer frente a los efectos adversos del
cambio climático, incluyendo la variabilidad climática y los extremos.
ecología y sociedad en bolivia 165
las regiones secas se volverán más secas. Ambos fenómenos podrán manifestarse
en el mismo territorio: una región se puede tornar más árida durante la época seca y
sufrir mayores precipitaciones durante la época de lluvias; es una situación ya
evidente en distintas regiones de Bolivia.
El cambio climático ya tiene consecuencias en el país. El retroceso de los
glaciares, las frecuentes inundaciones y el aumento de sequías registradas son clara
señal de los impactos que tiene y tendrá el cambio climático en el país. La
desaparición de la pista de esquí con lift más alta del mundo en el glaciar
Chacaltaya, a comienzos de 2010, es tal vez el ejemplo más ilustrativo. A fines de
2015, desapareció por completo el segundo lago más grande del país, que antes
cubría 2.700 km² del Altiplano central. En este caso, el cambio climático ha sido un
factor coadyuvante del proceso generado por el desvío de grandes cantidades de
agua de su afluente principal con fines de riego.
Los pronósticos para Bolivia apuntan a un aumento de temperatura
significativa: entre 7 y 8°C en la trayectoria de emisiones actuales hasta finales de
siglo (rcp 8,5), según cálculos de Hoffmann y Requena (2013: 36). Este aumento es
considerablemente más alto que el promedio global porque Bolivia se encuentra en
medio (alejada de las costas) de una masa terrestre extensa. Un segundo factor: el
aumento de temperatura es más significativo en zonas de grandes altitudes, como
las que caracterizan a la parte occidental del país.
El alarmante resultado de las modelaciones climáticas realizadas por la
Fundación Amigos de la Naturaleza (fan) proyecta que el cambio climático afectará
a las tierras bajas y Yungas de Bolivia con incrementos de la temperatura media
entre 1°C y 2°C hasta el año 2030.86 Los modelos climáticos regionales actualmente
disponibles dan valores comparables sobre el aumento de temperatura en el país,
aunque no dan resultados satisfactorios a escala local acerca de las tendencias de
las precipitaciones.
86 “El cambio climático afectará a las Tierras Bajas y Yungas de Bolivia con incrementos de la
temperatura media entre 1,1 ºC y 1,84 ºC en la época seca y 0,96 ºC y 1,93 ºC en la época
húmeda hasta el año 2030 en comparación con el 2000. Este incremento proyectado de la
temperatura implica una variedad de impactos continuos, iniciará con alteraciones en los
ecosistemas y los recursos naturales que finalmente provocarán consecuencias para los seres
humanos y sus medios de vida” (fan, 2015: 97).
87 Para mayor información sobre la adaptación al cambio climático en Bolivia ver: “Navegando
futuro. Dos experiencias de adaptación al cambio climático en Bolivia” (Hoffmann, 2015).
166 bolivia en el siglo xxi
88 En enero de 2015, el documento “13 pilares de la Bolivia digna y soberana. Agenda Patriótica
del Bicentenario 2025” fue elevado a rango de ley (Ley 650).
89 Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático ( ipcc, por sus siglas en inglés) de la
Organización de las Naciones Unidas, el concepto de mitigación en el contexto de la ciencia
entorno al cambio climático debe entenderse como la “intervención antropogénica para reducir
las fuentes o mejorar los sumideros de gases de efecto invernadero”.
90 Según se explica en la página web de la aptm, “El mecanismo tiene el objetivo de promover el
manejo integral y el aprovechamiento sustentable de los bosques y los sistemas de vida de la
Madre Tierra, la conservación, protección y restauración de los sistemas de vida, de la
biodiversidad y las funciones ambientales, facilitando usos más óptimos del suelo a través del
desarrollo de sistemas productivos sustentables, incluyendo agropecuarios y forestales, para
enfrentar las causas y reducir la deforestación y degradación forestal, en un contexto de
mitigación y adaptación al cambio climático” (www.madretierra.gob.bo).
ecología y sociedad en bolivia 167
Energía
Agricultura
plantas nucleares es la de fisión nuclear, que la misma fuente define como: “aquella reacción en
la que núcleos de átomos pesados, al capturar un neutrón incidente, pueden dividirse en dos
fragmentos (raramente en tres) formados por núcleos de átomos más ligeros, llamados
productos de fisión, con emisión de neutrones, rayos gamma y con un gran desprendimiento de
energía” (http://www.nuclenor.org/public/otros/manual_tecnologia_periodistas.pdf).
96 La expresión que se refiere a una inercia creada y autoperpetuada por grandes sistemas
energéticos sustentados en combustibles fósiles que inhiben esfuerzos públicos y privados para
introducir tecnologías de energías alternativas.
97 Un informe de la Gobernación de Santa Cruz estableció, en 2012, “que la mayoría de los
cuerpos de agua del Departamento estaban contaminados por pesticidas prohibidos en otros
países” (Castro et al., 2014: 20).
170 bolivia en el siglo xxi
Bosques
98 http://www.la-razon.com/economia/Importacion-alimentos-crecio-anos_0_2231776823.html
99 http://www.cambioclimatico-bolivia.org/pdf/cc-20140609-_La_proble___.pdf
100 Ver los conceptos combinados de ‘bomba biótica’ y de ‘ríos voladores’, acuñados por el
científico Alan Forsberg, en http://www.cambioclimatico-
bolivia.org/archivos/20150823164706_0. pdf. Enlace consultado el 17 de julio de 2016.
ecología y sociedad en bolivia 171
Minería
Bolivia fue, desde la Colonia hasta bien avanzado el siglo xx, una sociedad
económicamente asentada y dependiente casi exclusivamente de la minería. Los
históricos pasivos ambientales son, sin embargo, muy poco estudiados en términos
de sus efectos sobre la salud humana y el ambiente. Y seguirán siendo agravados en
virtud de políticas como la expresada en la Ley de Minería y Metalurgia (2014).
Esta norma autoriza la explotación en áreas protegidas y glaciares (fuentes críticas
de provisión de agua en la época seca de la región andina). Por otro lado, la ley no
dispone restricciones ni pago alguno por el uso (intensivo y contaminante) del
agua. Tampoco están adecuadamente regulados los procesos de cierres de minas a
fin de minimizar los pasivos ambientales que implican costos a menudo impagables
para la sociedad y el Estado. Según la Liga de Defensa del Medio Ambiente
(lidema), cuatro de los nueve departamentos del país ya poseen niveles críticos de
contaminación minera (2008: 20).
La actual expansión de la minería hacia las tierras bajas tiene graves
consecuencias actuales y futuras para la salud de la población y para los
ecosistemas. Es el caso de la minería, mayormente ilegal del oro, que hace amplio
uso del letal mercurio en la región amazónica. Un claro indicador de esta situación
radica en el hecho que, de acuerdo a un estudio del cedib (2015), la importación de
mercurio haya crecido en más de 20 veces entre 2010 y 2015. Hasta el momento,
no hay medidas estatales de control y protección.
De modo general, se observa que las condiciones en la minería boliviana
suelen ser precarias tanto en tiempos de precios bajos como en tiempos de precios
altos. Se trata de un sector intensivo en empleo y con larga tradición de lucha
organizada. La minería boliviana tiene, por tanto, notoria influencia e impacto
social y político en el país.
Áreas protegidas
retroceso del derecho de los pueblos indígenas a la consulta previa sobre los
proyectos en sus territorios, incluido en el artículo 352 de la Constitución Política
del Estado, que establece la consulta libre, previa e informada, según las normas y
procedimientos propios de las naciones y pueblos indígenas.
De hecho, las más altas autoridades del gobierno han expresado reiteradamente
que perciben a las áreas protegidas como obstáculos para el desarrollo y la
soberanía, ya que serían promovidos por los países del norte en función de sus
intereses y no de los intereses nacionales, que se equiparan al desarrollo
convencional, comentado antes.
Sistemas hídricos
Son muy pocas las regiones del país que no afrontan el problema de la erosión. “En
la actualidad 60% de la superficie boliviana es susceptible a los procesos de erosión
[…] que se incrementaron en 86% entre 1954 y 1996”, según el informe Tras las
Huellas del Cambio Climático en Bolivia, publicado por el pnud (2014: 77).
La salinización, el sobrecultivo, el sobrepastoreo y la escasez de agua de las
regiones altas y valles del país, se suman a la degradación de los también frágiles
suelos de las tierras bajas del país por efecto de la deforestación y del uso de la
tierra con fines distintos a los de su vocación.
No obstante, hay experiencias puntuales exitosas en agro-forestería que
merecen ser estudiadas, replicadas y generalizadas ( pnud, 2008), tomando en cuenta
las recomendaciones de varios informes sobre la temática del fao. La seguridad
alimentaria del mundo y el equilibrio de los ecosistemas depende de una actividad
agropecuaria orgánica y democratizadora del acceso a la tierra y a las tecnologías
apropiadas.
Los procesos de apropiación y uso del territorio nacional, que incluyen recursos
naturales (renovables y no renovables), así como el disfrute de servicios
ambientales gratuitos pero de valor máximo dado su carácter de vitales (el agua, el
aire y el suelo fértil), ocurren en procesos de articulación con el entramado que
forman, por su parte, las otras articulaciones del ámbito social, político y
económico.
Y si bien la naturaleza constituye la base vital indispensable de la que somos
parte, en estrecha interdependencia, es común perder de vista esta noción
elemental, para tratarla como algo infinito y en situación de constante y plena
disponibilidad, o como un sector a ser gestionado procurando la minimización de
daños causados por el “desarrollo”, tal cual se lo concibe mayoritariamente hoy en
el mundo.
Entender a la base vital como lo que es implica un esfuerzo de cuestionamiento
y hasta ruptura con visiones comunes, muy arraigadas. Las condiciones en que se
da, o no, este proceso de resignificación de una naturaleza, empiezan a mostrar sus
límites de regeneración, desafiando esa visión de disponibilidad infinita,
ampliamente compartida y que tiene consecuencias muy concretas en nuestro
comportamiento individual y colectivo. Por eso, es relevante dar cuenta (aunque a
modo de pinceladas) del entorno en que este cambio de paradigma ocurre, o no.
Con el fin de esbozar algunas líneas fuertes del entramado en que se intenta
responder al desafío –muy propio del siglo xxi– de las múltiples crisis ambientales
generadas por una visión que no toma en cuenta los límites naturales, es útil
174 bolivia en el siglo xxi
mencionar que la democracia es una condición esencial para que, entre otros, el
diálogo, la reflexión, el debate, las acciones y su evaluación y eventuales ajustes o
descartes puedan prosperar.
En Bolivia, la democracia ha sido ampliada gracias a la inclusión social,
económica y política de sectores tradicionalmente excluidos; así como con la
disponibilidad de mecanismos de participación ciudadana directa en la toma de
decisiones (referendos, iniciativa legislativa ciudadana, consultas ciudadanas o
acciones legales ciudadanas en defensa de lo común).
Al mismo tiempo, la falta de equilibrio e independencia de poderes, la crisis
profunda de la justicia, la fragilidad del Estado de derecho, o el intento de
perpetuación en el poder han debilitado seriamente la vigencia de los derechos y la
institucionalidad estatal y social. Así, derechos de los pueblos indígenas a la
consulta previa, libre e informada sobre decisiones que afectan sus territorios no se
aplica ni en el espíritu de la cpe ni del Convenio 168 de la oit. La vulnerabilidad de
los pueblos indígenas de tierras bajas (minoritarios) es agraviante, mucho más aún,
cuando sus territorios son el ámbito de expansión de la frontera agrícola, minera,
hidrocarburífera y de infraestructura caminera, energética, entre otros.
Por otro lado, normas recientemente aprobadas, como la Ley de Minería,
recortan significativamente los derechos a la consulta previa. Algo similar ocurre
con las concesiones hidrocarburíferas que se han multiplicado y sobrepuesto a
territorios indígenas sin que medie consulta previa.
El caso de la decisión y firma de dos tratados internacionales con la Federación
de Rusia (Leyes 787 y 788 de marzo de 2016) para la cooperación en tecnología
nuclear es otro ejemplo de incumplimiento del derecho a la consulta previa de la
población en general y de otras normas.101
De otra parte, la época de bonanza económica (2004-2013) derivada de los
altos precios de las materias primas de exportación y también de un mayor control
y redistribución del excedente por parte del Estado ha tenido efectos diversos. Entre
los resultados relevantes para el tema que estamos desarrollando están los
siguientes: el auge económico ha profundizado la dependencia de la exportación de
recursos naturales no renovables (causantes de importantes pasivos ambientales),
desincentivando la deseada diversificación económica hacia sectores con mayor
valor agregado y generadores de empleos de calidad, así como perjudicando a la
tradicionalmente débil industria nacional por efecto de una moneda apreciada.
Esta dinámica económica se da en un contexto de reducción significativa de la
pobreza y la extrema pobreza,102 pero también de persistencia de la aguda
101 Constitución Política del Estado, art. 343: “La población tiene derecho a la participación en la
gestión ambiental, a ser consultada e informada previamente sobre decisiones que pudieran
afectar la calidad del medio ambiente”. Art. 344: “Se prohíbe la fabricación y uso de armas
químicas, biológicas y nucleares en el territorio boliviano, así como la internación, tránsito y
depósito de residuos nucleares y desechos tóxicos”.
102 Para una definición de los conceptos de ‘pobreza estructural’ y ‘pobreza coyuntural’, así como
para comentarios críticos sobre el salario mínimo, véase el capítulo 10 de Morales y el capítulo
15 de González Ortega.
ecología y sociedad en bolivia 175
Conclusiones
Referencias
[185]
aula se detectaron varias dificultades: en particular, el desarrollo inequitativo entre
las materias escolares, la falta de participación comunitaria o familiar, la carencia
de tiempo y, lo más grave, la indiferencia de los estudiantes.
convocó una gran asamblea que reunió a distintos actores de interés que
conjuntamente elaboraron un borrador de reforma educativa; un anteproyecto de
ley fundamental de educación (Howard, 2009: 589; López, 2015: 4) que fue la base
teórico-jurídica de la Ley 070 de la Educación Avelino Siñani - Elizardo Pérez (en
adelante, lasep) promulgada el 20 de diciembre de 2010. Para su entrada en
vigencia, se abrogó la Ley 1565 de Reforma Educativa (en adelante, lre) del 7 de
julio de 1994, que había servido también como eje de la política educativa
promulgada durante el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-
1997), para promover una educación multicultural y plurilingüe. 105
Patzi, actor principal en la concretización del esquema filosófico de la lasep,
argüía en sus artículos y en los discursos entorno al ante proyecto educativo,que la
antigua ley de la Reforma Educativa solo reflejaba la continuidad de la jerarquía
colonial, la cual era una forma de violencia simbólica, una legitimación de la
modernidad neoliberal y, sobre todo, no eliminaba los factores prevalecientes de la
desigualdad social. Lo que llevó a Patzi a concluir que, aunque se trataba de una
educación multicultural y plurilingüe, la ley de 1994 conformaba una ilusión
colectiva y una forma persistente de dominación (Patzi, 1999: 551; Howard, 2009:
590).
Por el contrario, la ley del año 2010 constituía un movimiento nuevo para
convertir la antigua educación homogeneizante en una educación
heterogeneizadora en lo referente a la lengua y a la cultura. Bajo la nueva ley
educativa de 1994 se llevó a cabo el Proyecto de Educación Intercultural Bilingüe
(en adelante, peib) con el objetivo tanto de promover una forma armoniosa del
desarrollo humano y social para todos(as) los(as) alumnos(as) como para reconocer
y respetar el valor de diversidad (Lopes Cardozo, 1995: 86; Gustafson, 2002: 13).
La diversidad era uno de los pilares de este nuevo proyecto educativo, dado que el
conflicto político, racial y regional entre los pueblos indígenas de tierra alta y los
residentes “blanco-criollos” de tierra baja ha sido la problemática sociocultural más
persistente y crónica de Bolivia.
Debido, entonces, a que la educación tradicional monolingüe reproducía una
estructura de dominación colonial, lenguas indígenas como el aymara, el guaraní y
el quechua fueron introducidas, junto al castellano, de forma equitativa en la
práctica educativa con el fin de intentar establecer en la educación actual un
bilingüismo equitativo entre el castellano y las lenguas indígenas. No obstante,
durante la implementación de la enseñanza multilingüe salió a la luz que los
profesores de la escuela primaria y otros actores del sector educativo no
necesariamente consideraban, ni aplicaban equitativamente la educación bilingüe,
sino que empleaban las lenguas indígenas como forma de transición a una
educación que se impartía predominantemente en castellano, lo cual implica que las
lenguas indígenas solo sirven como idiomas asistentes o como puente lingüístico
para aprender todas las materias escolares en castellano (Albó, 2001: 76). Por
105 Las políticas de educación promulgadas durante el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de
Lozada (1993-1997) se discuten en el capítulo 11 de Mesa Gisbert.
políticas educativas de descolonización en bolivia 181
Cuadro 1
Resumen de los problemas de los modelos anteriores y los fundamentos del MesCp
que se determinaron en los módulos del pRofoCoM
Los problemas de los modelos anteriores Los fundamentos del nuevo mescp
La educación colonial que los bolivianos han El currículo se sustenta en el Aprendizaje
vivido se limita a transferir contenidos que los Comunitario. El sentido de la educación es
estudiantes tienen que repetir y memorizar para abrirse a la comunidad y aprender mediante el
pasar de grado, donde el(la) profesor(a) posee la diálogo entre estudiantes y participantes,
verdad que no se cuestiona. maestros(as), comunidad, Madre Tierra y
Cosmos.
Lo que se enseñaba en las escuelas era en gran El mescp toma en cuenta las diferentes culturas
medida copia de contenidos producidos en el bolivianas para enriquecerse aprendiendo de
exterior. No se tomaba en cuenta los todas ellas.
conocimientos locales y de las culturas de Bolivia.
La educación tradicional daba mayor importancia El mescp toma en cuenta los saberes y
al “conocimiento científico” sin tomar en cuenta la conocimientos de los pueblos indígenas
realidad de Bolivia y los saberes y conocimientos originarios campesinos en diálogo con el
que históricamente han producido las culturas conocimiento que la humanidad ha producido.
bolivianas.
Los proyectos gubernamentales del pasado, al El mescp busca el Vivir Bien,4 donde todo el
responder a intereses ajenos a la realidad de pueblo boliviano debe vivir en armonía, en
Bolivia, no permitieron que la educación ayude a comunidad, con sí mismo, la Madre Tierra, el
la construcción de un país soberano, productivo, cosmos y las espiritualidades.
libre.
Fuente: Ministerio de Educación (2014a: 5-7, resumen y énfasis, en todos los cuadros, mío).108
Como se ilustra en el cuadro 1, en base a los módulos del profocom, el mescp se
presenta a los maestros(as) en servicio como un modelo ideal a través del cual los
estudiantes puedan aprender saberes y conocimientos propios y originarios
provenientes de su pueblo indígena, de su cultura y de su lengua, dialogando, ya
sea directa o indirectamente, con sus maestros(as), con sus padres e, incluso, con
los miembros de las comunidades, sin padecer ninguna imposición de saberes y
conocimientos por parte de los maestros(as) o sufrir la influencia arbitraria de otros
países.
La definición de descolonización, para justificar e impulsar la aplicación e
implementación del mescp en aulas y escuelas, se especifica en uno de los mismos
módulos de profocom de la siguiente manera: “Esto significa una educación que nos
permite formar hombres y mujeres orgullosos de su cultura e historia, que
produzcan conocimiento desde su realidad para transformarla y de esta manera
108 “Vivir Bien” fue adoptado también en otros países latinoamericanos de ala izquierda. Por
ejemplo, en Venezuela, el Buen Vivir se dirige a felicidad suprema y su concepto forma parte
integral del proyecto político socialista del siglo xxi (López, 2013).
políticas educativas de descolonización en bolivia 183
[S]e trata de comprender la concepción andina y amazónica del mundo [que] cuestiona
las relaciones de desigualdad de poder de los dominantes y dominados, busca la
transformación de estructuras de pensamientos para construir modos y modelos de
poder, saber y ser relacionados con lo propio, lo ajeno y diferente. (2012: 164)111
111 En estos juicios, Apaza se basa en la moderna teoría de inflexión decolonial de origen
latinoamericano, cuyos conceptos centrales son ‘hegemonía/subordinación’, ‘otro/otredad’,
‘colonialidad/decolonialidad’, ‘colonialidad del poder’, ‘colonialidad del saber’ y ‘colonialidad
del ser’ (Restrepo & Rojas, 2010). La aplicación teórica de estos y otros conceptos de dicha
teoría se explica en el capítulo 13 de Camacho Salgado y González Ortega.
186 bolivia en el siglo xxi
importante para su vida, o cualquier definición que ellos tomen como explicación
auténtica sobre ellos mismos.
Apaza, por su parte, define la sociedad indígena como la que “se interesaba
tanto por los momentos materiales como por los espirituales, practicando la
coexistencia y la reciprocidad entre lo humano, animal y lo espiritual”, y establece
la diferencia con la sociedad occidental, la cual “se interesaba sólo en los aspectos
materiales y la acumulación de riquezas basada en la superioridad” (2012: 158).
Los actuales documentos del Ministerio de Educación mencionan varias veces
a las Naciones y Pueblos Indígena Originarios ( nypio) sin referirse, en lo más
mínimo, a otros grupos de personas. Pero ¿quién pertenece étnica y culturalmente a
las nypios o a los otros grupos? Arrueta y Avery resumen aproximadamente la
distribución identitaria o de identidad, etnia y cultura en Bolivia en los siguientes
tres grupos:
1. Los pueblos indígenas tales como los Quechua, los Aymara y los Amazónicos; sus
antepasados son agricultores, pongos, mitayos, considerados como la mayoría de la
población.
2. Los grupos de poder tales como oligarcas, propietarios de tierra o de minas que
eran productores de cultura y pertenecían a una clase socioeconómica alta.
3. Los mestizos que son catalogados como clase media y componen una población
mixta que es el resultado del matrimonio y de la migración. En general, ellos
pertenecen a la cultura de los grupos de poder. (Arrueta & Avery, 2012: 423-424)
112 Por supuesto, el mismo reduccionismo epistemológico en el escenario político también ha sido
indicado por Mamani Ramírez (2013: 31-32 y 63-64).
políticas educativas de descolonización en bolivia 187
113 La noción holística del ‘Vivir Bien’ se explica en el capítulo 7 de Requena y Hoffmann y en el
capítulo 15 de González Ortega, punto j.
190 bolivia en el siglo xxi
Debido a que “la educación es un espacio privilegiado para discutir los conceptos y
las acciones de la descolonización” (Apaza, 2012: 172), los(as) maestros(as) deben
desempeñar un rol importante en su materialización, a través de la articulación
educativa de la intraculturalidad, la interculturalidad y el plurilingüismo. Al
respecto, es importante destacar aquí que los(as) maestros(as) no pueden contar con
materiales o ayuda de maestros(as) con mayor experiencia que presenten un mejor
modelo pedagógico, por lo cual se requiere una formación profesoral continua,
dirigida a conocer la realidad sociocultural de los niños provenientes de
comunidades ancestrales (nypios), para así poder contar con una mayor
disponibilidad y compromiso y poder concretizar la enseñanza descolonizadora
(Reyes-García et al., 2010: 308; Apaza, 2012: 181; López, 2013: 16).
A pesar de que la capacitación que promueve el profocom trata de introducir los
principales conceptos relativos a la descolonización propuestos por la lasep y el
mescp (i.e. interculturalidad, intraculturalidad y plurilingüismo) no se ha enfatizado
suficientemente cómo ponerlos en práctica en el aula (Ministerio de Educación,
2014a: 1-116; 2014b: 3-85; 2014c: 5-88; 2014d: 3-90).
En las Escuelas Superiores de Formación de Maestras(os) ( esfm), donde antes
se desarrollaba la formación inicial de los(as) maestros(as) de escuela, era motivo
de preocupación tener que aceptar la nueva política educativa articulada en la lasep
y el mescp, por lo que en la enseñanza se echó mano a motivaciones ideológicas,
políticas y económicas afines al gobierno o también a alguna iniciativa o hábito
práctico que impulsara a los(as) profesores(as) de las esfm y a los(as) maestros con
mayor experiencia en la enseñanza (Talavera, 2011: 119; López, 2013: 16).
En base a lo que se ha discutido hasta aquí, se plantean las siguientes
preguntas: ¿cómo entienden los(as) maestros(as) la descolonización en la
políticas educativas de descolonización en bolivia 191
educación?, ¿en qué medida la practican en sus aulas y escuelas? y ¿cuáles son los
efectos y dificultades a las que se enfrentan? Para contestar dichas preguntas, el
autor de este capítulo elaboró el siguiente cuestionario que consiste en diferentes
asuntos (ítems) de orden cualitativo y cuantitativo para que los(as) maestros(as)
respondieran:
80 120
100
60
80
Frecuencia
Frecuencia
40 60
40
20
20
0
0
menor de 31 31-40 41-50 mayor de 50
menor de 1 1-5 6-10 11-15 más de 15
Edad Experiencia de enseñar
Gráfico 3 Gráfico 4
sexo de los encuestados Comprensión de descolonización
200
125
150
100
Frecuencia
Frecuencia
75
100
50
50
25
0
0
hombre mujer No mprend No mprend Co prend Co prend
co nad
o co bie
o m o perfectament
m o
Sexo a n e
Comprensión de descolonización
114 El autor ha tratado de codificar cualitativamente todas las respuestas y las ha categorizado en
estos cuatro tipos de respuesta.
políticas educativas de descolonización en bolivia 193
100
120
100 80
Frecuencia
Frecuencia
80
60
60
40
40
20
20
0 0
Varias ctividades
a Algunas Un poquito Ninguna Variosefectos Algunas Un poquito Ninguna
Escala de involucramiento propio en descolonización Escala de efectos de descolonización
figura 1
actividades descolonizadoras
encuestados
70
60
50
40
30
20
10
0
respuesta
común
20
15
10
5
0
Fuente: Resultado del análisis de las respuestas del cuestionario del autor.
figura 2
efectos de las actividades descolonizadoras
encuestados
100
80
60
40
20
0
respuesta
común
20
15
10
5
0
Fuente: Resultado del análisis de las respuestas del cuestionario del autor.
80
60
Frecuencia
Frecuencia
60
40
40
20
20
0 0
Varias veces Algunas Un poquito Ninguna Varias veces Algunas Un poquito Ninguna
figura 3
Dificultades de la descolonización en educación
encuestados
80
60
40
20
0
respuesta
común
20
15
10
5
0
Cuadro 3 Cuadro 4
Medida de descolonización Dificultad de descolonización entre materias
entre materias
Materias rango promedio Materias rango promedio
Comunicación y 2.93 Comunicación y 2.96
Lenguaje Lenguaje
Matemática 3.52 Matemática 2.82
Ciencias Naturales 2.86 Ciencias Naturales 2.93
Ciencias Sociales 2.90 Ciencias Sociales 3.17
PSP 2.78 PSP 3.12
N 125 N 125
Chi-cuadrado 39.571 Chi-cuadrado 9.800
Grado de libertad 4 Grado de libertad 4
Sig. Asintótico .000 Sig. Asintótico .044
Resultado en prueba de Friedman. Resultado en prueba de Friedman.
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202 bolivia en el siglo xxi
[211]
posicionamientos y luchas de las mujeres bolivianas 205
interna o kamasa (‘valentía’ en idioma aymara), como decimos en los Andes, para
enfrentar las crisis personales y sociales. Se trata de una consecuencia positiva
frente al sufrimiento, una especie de efecto resciliente frente a la adversidad.
Gracias a esta capacidad, muchas de esas mujeres pasaron de padecer una
existencia subalterna a asumir una identidad rebelde frente a los centros de poder.
En algunas oportunidades, cuando este margen de resistencia femenina horadó las
hegemonías vigentes, las mujeres pasaron de la marginalidad a figurar en lo
institucional.
En Bolivia encontramos diversos casos de mujeres que formaron parte de los
principales poderes estatales, cuando en el pasado ocuparon puestos de resistencia
y/o sub-alteridad que, empero, las hizo insurgentes.
Muchas mujeres, a través de sus luchas personales, transformaron la realidad,
tal vez sin pensarlo, abriendo senda para que otras mujeres, después de ellas,
pudieran acceder al manejo político. En este sentido, el espacio estatal se ha
democratizado por la acción de los sujetos subalternos que pasaron de sufrir
marginación a incidir sobre el centro mismo del poder. Para realizar esta empresa
no callaron, por el contrario, conspiraron, operaron desde la clandestinidad,
expresaron, protestaron, marcharon, generaron estrategias exitosas de
cohesionamiento femenino, se auto-avalaron políticamente, acudieron a normativas
internacionales en pro de la equidad de género, etc., hasta demoler e incluso
trastocar el orden, reconstituyendo y reavivando la élite política gobernante.
La construcción del Estado Plurinacional no ha sido fácil, ha supuesto
sufrimientos, pero también osadías para cambiar el orden establecido. Hoy
gozamos de una presencia femenina numéricamente significativa y protagónica en
las principales instituciones del Estado Plurinacional. Innumerables mujeres
representantes de la diversidad nacional, algunas mestizas, otras indígenas, unas
campesinas, las otras urbanas, feministas, sindicales, etc. ocupan puestos como
diputadas, senadoras, ministras y burócratas en el nuevo Estado boliviano. En este
sentido, el proceso de cambio actual en Bolivia ha configurado una nueva élite
política femenina, hoy no sólo las faldas, los tacones o los trajes sastres pueblan las
oficinas públicas, sino también las polleras, las ojotas, las mantas, los sombreros,
etc.
En la actualidad, Bolivia se ha convertido en un referente paradigmático para
la comunidad internacional en la lucha por el avance de la democratización de los
espacios de representación política y los logros de equidad de género y justicia
social (cf. capítulo 15 de González Ortega). Las condiciones de vida de la época
neoliberal obligaban a Bolivia a seguir los mandatos de una política global o
internacional para generar avances en el tema de la equidad de género, hoy en
cambio, Bolivia, empoderada frente al mundo, otorga lineamientos a otros Estados
acerca de las políticas necesarias para la democratización, no sólo política sino
también social y de género.
El presente artículo en un subproducto de un trabajo más extenso acerca de la
participación política de las mujeres en Bolivia, desde principio del siglo xx hasta el
206 bolivia en el siglo xxi
Gráfico 1
Número de mujeres en el poder ejecutivo 1956-2006
MINISTRAS
6 5
5 4 4
4 6
3 2 2
2 1 1 1
1 0 0 0 0 0
0
Gráfico 2
Número de mujeres en el parlamento 1956-2020
posicionamientos y luchas de las mujeres bolivianas 209
PARLAMENTARIAS
200 173
164
150
100 75
42 52
50 26
4 7 12 19
16 0 4 0 2 0
0
5 9
98 98
0
0
65
96
96
96
97
98
98
99
99
00
00
00
01
02
-1 -1
19
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-2
-2
-2
-2
-2
82 85
56
60
66
69
79
80
89
93
97
02
06
10
15
19 19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
Fuente de elaboración propia fundamentada en la Base de datos cis.
Gráfico 3
porcentaje de participación femenina en el parlamento 1956-2015
¿Por qué formamos el Frente de Mujeres del mir el año 77 o 78? […] Desde el año 71,
antes de que se abra el espacio democrático, trabajamos mucho las militantes del mir
Yo acompañé a Jaime Paz para que salga a la frontera, trasladábamos armas,
arriesgábamos la vida. Se abre la democracia el año 78 y nosotras nos quedamos sin
trabajo partidario […] Empezamos a ver las subordinaciones y ahí se creó un grupo
muy fuerte de mujeres. (Ardaya, 2016, entrevista con D. Franco Pinto)
Yo soy la mujer del pueblo, artesana, miembro de esa Bolivia Clandestina […] Tras
largos años de sufrimiento por haber sido discriminados, llegó el día en que le
levantaron la mano al compadre Carlos Palenque y lo proclamaron futuro presidente
[…] otro compañero fabril me levantó mi mano y me dijo “diputada” […] Yo no lo
podía creer, así se ha fundado condepa. (Loza, 2015, entrevista con D. Franco Pinto)
Para la gestión parlamentaria de 1993-1997, la presencia femenina cayó en dos
puntos porcentuales, sin embargo, las parlamentarias de entonces se destacaron
porque incidieron en la legislación para ampliar la presencia femenina en el Estado.
Valiéndose de normativas internacionales, que orientaban a los Estados a ampliar la
democracia, y gestando una alianza inédita entre mujeres inter-partidarias y de la
sociedad civil, lograron la aprobación del sistema de cuotas en la Ley de Partidos.
En la medida en que la élite política femenina visualizó la necesidad de incidir
y transformar las condiciones de inserción de las mujeres en la esfera política,
haciendo posible pasar de la excepcionalidad a la presencia sustancial, el porcentaje
de mujeres en los parlamentos ascendió desde 1997 hasta la actualidad.
Para las mujeres que abrimos brecha […] no fue fácil, encarar el desafío de romper el
círculo perverso de los débiles y dominados, que terminan marginándose de los
espacios de poder real […] En 1996, bajo la consigna “si las mujeres no están la
democracia no va”, se fundó el Foro Político Nacional de Mujeres, como sujeto
político que decidió incidir en la agenda política nacional. (Brockmann Quiroga,
2006: 6)
posicionamientos y luchas de las mujeres bolivianas 211
A causa de la relocalización minera 118 de 1885, los mineros y sus hijos e hijas
poblaron el trópico cochabambino, en especial, la región de Chapare. En los años
90, para subsistir del cultivo de la hoja de coca, siguiendo los imperativos de
Estados Unidos, algunos gobiernos generaron una fuerte represión contra estos
actores, quienes tuvieron que resistir en distintas oportunidades la violencia estatal
de la que fueron objeto.
Por otro lado y durante esas mismas décadas, los sectores indígenas del
altiplano boliviano defendieron formas originarias de autogobierno y demandaron
un acceso autonómico al territorio. Desde entonces hasta 2006, la resistencia
indígena-campesina consolidó un bloque antineoliberal (cf. nota 1 en el presente
capítulo) a la cabeza de dos líderes, Evo Morales y Felipe Quispe.
Estos dos personajes y sus bases sociales respectivas cuestionaron la política
neoliberal y el racismo que aún embargaba el comportamiento de la población
mestiza.119 El sueño de ambos líderes fue el de reposicionar de mejor manera dentro
de las estructuras sociales y políticas al sujeto indígena o popular. Para ello
118 La relocalización de 23.000 mineros en 1985, el despido más radical por parte del gobierno en
toda la historia republicana, causó un año después la primera “Marcha por la vida”, en la que
miles de trabajadores se dirigieron a pie desde Oruro a La Paz para exigir su permanencia en la
empresa. Empero, el Ejército detuvo la marcha y el gobierno siguió con su plan (Mesa Gisbert
et al., 1998: 705)
119 La propuesta de Felipe Quispe, “indianizar al q’ara”, interpeló a la sociedad civil de los
primeros años del siglo xxi, además, desmontó el racismo imperante aún por aquella época.
212 bolivia en el siglo xxi
120 Movimiento que contó con la iniciativa política previa del egtk (Ejército Guerrillero Túpac
Katari), el que incluso contó con la participación de integrantes de clase media que
demandaban la restitución de un autogobierno-indio.
posicionamientos y luchas de las mujeres bolivianas 213
Morales, uno de los máximos líderes de ese sector, era expulsado arbitrariamente
del Congreso Nacional, por la misma fecha, cuatro años más tarde, asumiría la
presidencia del país, tras haber logrado un inédito triunfo electoral con la mayoría
absoluta del 53,7% de la votación total.
Este presidente dio paso al mandato de los movimientos sociales que
reavivaron de manera sui generis la élite política. Bajo este escenario, el Estado
Plurinacional incorporó dentro de su composición social, por primera vez de
manera masiva, a las mujeres en general y a las mujeres indígenas en particular.
rol de las mujeres en los poderes estatales ha dejado de ser marginal o subalterno
para pasar a ser protagónico y central en el manejo del poder. Este hecho alimenta
el carácter diverso de la realidad social y política del país.
Hoy, mujeres y hombres indígenas ocupan espacios de decisión nacional, junto
a mujeres y hombres pertenecientes a otros sectores sociales que, con sus claras
excepciones, se han identificado con la narrativa ideológica de los pueblos
originarios. Desde la creación del Estado Plurinacional y hasta la actualidad, existe
una nueva élite política que asume distintos paradigmas: al momento de ‘ser
boliviano’ combina lo rural con lo urbano, lo sindical con lo partidario, lo indígena
y originario con lo boliviano y lo moderno, lo femenino con lo masculino, el
pasado y lo tradicional con lo nuevo y lo global.
A continuación se muestran las tendencias internacionales en materia de
Derechos Humanos que sirvieron a las mujeres bolivianas como textos narrativos a
los que se suscribieron para avalar sus luchas y reivindicaciones.
para promover los derechos de las mujeres, se crearon instrumentos para evaluar a
los Estados en el cumplimiento127 de una agenda global, como una suerte de
examen ante la comunidad internacional en la que se juega la imagen del país y,
por ende, los beneficios que esta evaluación trae, tal como la posibilidad de acceder
a créditos económicos, ejecución de proyectos en diferentes áreas, etc. Una de las
formas de medir los avances y obstáculos que tienen los Estados en materia de
género se hace a través de informes con indicadores definidos por estas entidades y
que responden a esa agenda global.
Para ejemplificar lo señalado se hará referencia a la iv Conferencia Mundial de
la Mujer realizada en Beijing el año 1995, donde se identificaron 12 128 esferas de
especial preocupación, cuyo análisis evidenciaba o no la vulneración de los
derechos de las mujeres en esos campos. De ese modo, para cada una de estas
esferas se definieron objetivos considerados estratégicos y acciones concretas para
que los Estados, en colaboración con ong y movimientos de mujeres (donde se
acentúa el papel del feminismo), orienten sus esfuerzos para alcanzar los propósitos
definidos en lo que se denominó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing,
desde donde se construyó una agenda de género a escala global y la que se
convirtió en el parámetro de evaluación de los avances que tuvieron los Estados
para lograr la igualdad entre los géneros para revertir la situación de opresión de la
mujer en los ámbitos económico, social, político, entre otros.
Se quiere acentuar este enfoque, el que posteriormente se cuestionó, desde los
feminismos postcoloniales, antirracistas y las corrientes postestructuralistas y
postmodernas que sostienen que esta posición parte de una idea esencialista de la
categoría ‘mujer’, que presupone una identidad monolítica que la distancia de las
relaciones y sociales y del contexto histórico que las ha constituido y que centrar el
análisis de la opresión de la mujer solo en referencia al hombre, y desconoce otro
tipo de sujeciones como las de clase, raza, etnia, generacional, entre otros. Estos
elementos se hallarán en uno de los informes del Estado Plurinacional de Bolivia
para Beijing + 20, desde donde se comienza a cuestionar no solamente las formas
tradicionales de medir los logros en materia de igualdad de género, sino también la
forma de enfocar esta problemática, solo como un tema de diferencia entre los
géneros, Y es eso en lo que se enfocará este apartado.
Como se señaló en párrafos precedentes, en los años 90 la Plataforma de
Acción se convirtió en la vara desde donde se evaluaban a los Estados sobre los
127 Por ejemplo, los Estados, al convertirse en países miembro de Naciones Unidas, se adscriben a
una serie de compromisos definidos como obligaciones en la Carta de este organismo para ser
merecedores de los réditos que ello implica, tal como se establece en al artículo 2 de la
mencionada Carta: Los Miembros de la Organización, a fin de asegurarse los derechos y
beneficios inherentes a su condición de tales cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas
por ellos (Carta de las Naciones Unidas 1945: 3 énfasis mío).
128 1) La mujer y el medio ambiente; 2) la mujer en el ejercicio del poder y la adopción de
decisiones; 3) la niña; 4) la mujer y la economía; 5) la mujer y la pobreza; 6) la violencia contra
la mujer; 7) los derechos humanos de la mujer; 8) educación y capacitación de la mujer; 9)
mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer; 10) la mujer y salud; 11) la mujer y los
medios de difusión y 12) la mujer y los conflictos armados.
posicionamientos y luchas de las mujeres bolivianas 217
avances que tenían en materia de derechos de las mujeres, y eran los informes
presentados por los Estados los que permitían medir los logros y obstáculos en este
campo en función a los objetivos planteados para cada una de las esferas de
preocupación.
El análisis de tres de los informes presentados por el Estado boliviano, uno del
periodo que se denominará neoliberal y dos del plurinacional, en función a los
requerimientos de Naciones Unidas, evidencian dos posiciones y posturas
ideológico-políticas que existen en el país relacionadas a un mismo tema, la
problemática de la mujer. Si bien los tres informes a los que se hace referencia no
se desmarcan de la estructura que se establece desde Naciones Unidas, la manera
de enfocarlo sí lo hace. En la primera parte se solicita al Estado hacer un balance
general de los logros y obstáculos a los que se enfrentó el país en la “promoción de
la igualdad entre los géneros y la potenciación del papel de la mujer”.
En el primero, se acentúa el rol de los organismos internacionales como los
principales promotores de los avances en el país en materia de derechos de las
mujeres, y enfatiza el rol de las instituciones del Estado, las ong129 y el movimiento
de mujeres (feministas de corte liberal) como los actores principales. Los otros dos
balances, a los que se denominó del periodo plurinacional, rompen con la visión del
periodo neoliberal y asumen una “ruptura epistemológica y política con el sistema
capitalista-colonial-patriarcal” (Informe del Estado Plurinacional de Bolivia: 20).
Sus planteamientos para revertir la opresión de la mujer se fundamentan en un
marco más amplio de transformación del Estado y la sociedad civil a partir de la
descolonización,130 la despatriarcalización,131 los principios acerca del Vivir Bien o
el Sumaq Qamaña, que se propone como otra alternativa de vida al sugerido por el
sistema capitalista. Se consideran como actores principales de esta transformación a
129 Marta Cabezas (s.f.: 54) señala que las ong no solamente se convirtieron en las principales
interlocutoras de los procesos que fueron impulsados por Naciones Unidas y el Estado, sino que
también fueron las principales gestoras de los fondos de cooperación internacional del Norte
destinados al avance de las mujeres bolivianas, además de convertirse en el principal referente
de la sociedad civil en los albores de la incorporación de los derechos de las mujeres en el país
(2006: 54).
130 En el informe se define el instrumento para la construcción de la nueva sociedad en función a
lo establecido en el artículo 9 de la Constitución Política del Estado, en el que se señala: “son
fines y funciones esenciales del Estado: 1. Constituir una sociedad justa y armoniosa,
cimentada en la descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia social,
para consolidar las identidades plurinacionales; […] 4. Garantizar el bienestar, el desarrollo, la
seguridad y la protección e igual dignidad de las personas, las naciones, los pueblos y las
comunidades y fomentar el respeto mutuo y el diálogo intracultural, intercultural y plurilingüe”
(Informe del Estado Plurinacional de Bolivia: 20).
131 “[U]n sistema de dominio masculinizado que, de la familia se extiende al poder, el saber y el
ser […] es por tanto, un producto social que ha sido reforzado por el colonialismo, la división
social y sexual del trabajo y principalmente por el capitalismo […]. El poder patriarcal no se
limita a la opresión hacia las mujeres, sino también hacia otros sujetos sometidos al poder. Tal
es el caso de las niñas, niños, la juventud y los pueblos indígenas originarios que son
minoritarios o diferentes al grupo dominante […] oprime a los hombres, quienes son
interpelados constantemente a través de los estereotipos sexistas (Ministerio de Culturas y
Viceministerio de Descolonización, en Agar, 2012: 32).
218 bolivia en el siglo xxi
Estas políticas públicas de género asumidas por el País a raíz de las exigencias
internacionales y los movimientos de mujeres, organizaciones feministas,
organizaciones no gubernamentales afiliadas a los fines de equidad e igualdad de
género, así como del organismo rector de género.* […]
Lo importante de las políticas de género es que se ha logrado visibilizar las demandas
de las mujeres, esto ha sido posible por la influencia de la normativa internacional,
producto del movimiento feminista internacional, las acciones de organizaciones de
mujeres en el ámbito nacional y financiamiento externo a través de la cooperación
internacional, sin esos factores definitivamente poner en agenda la temática de género
habría sido una total odisea. (Bolivia. Informe Beijing, s.f.: 17 y 18)
Así también, en este informe se enfatiza el rol de las ong133 como las principales
promotoras en la igualdad y equidad de género en el país y se reconoce los aportes
de las mismas en la planificación, diseño, elaboración y ejecución de programas de
las instituciones estatales responsables para lograr la igualdad entre los géneros:
Las ongs son instancias que han realizado de manera permanente sugerencias y aportes
a la planificación del Viceministerio, en diferentes escenarios y mesas de trabajo se
coordina con las ongs, también en acciones de seguimiento, al cumplimiento de la
conferencia Mundial de la Mujer, a convocatoria de la Cancillería y Viceministerio.
[…]
Las organizaciones no gubernamentales son tal vez las que están impulsando con
bastante fuerza la lucha por la equidad de género, obviamente no todas sino aquellas
que tienen compromiso con las mujeres y trabajan con el enfoque de género. (Bolivia.
Informe Beijing, s.f.: 29 y 30)*
133 Esto se puede explicar por la necesidad de responder a la pregunta que se hacía en el
cuestionario donde se pedía al Estado evaluar el rol de las organizaciones no gubernamentales
en la planificación y aplicación de las actividades de seguimiento en los mecanismos que se
habían definido en la iv Conferencia Mundial sobre la Mujer.
134 Denominado Plan Nacional de Desarrollo: Bolivia Digna, Soberana y Democrática para Vivir
Bien, a partir del cual se pretende transformar el país desmontando el modelo de desarrollo
construido por el colonialismo y neoliberalismo, cambiando el esquema de desarrollo primario
exportador; la construcción del Estado Plurinacional considerado “el promotor y protagonista
del desarrollo social, comunitario”, caracterizado por la redistribución de forma equitativa de la
riqueza, ingresos y oportunidades; desde donde se pretende “promover el desarrollo integral a
través de la construcción de un nuevo patrón de desarrollo diversificado e integrado y la
erradicación de la pobreza, la desigualdad social y la exclusión”. Este modelo de desarrollo se
fundamenta en la “filosofía del Vivir Bien [que] plantea fundamentalmente la
complementariedad entre el acceso y disfrute de los bienes materiales y la realización efectiva,
220 bolivia en el siglo xxi
social que ha afectado tanto a mujeres como a hombres, rompiendo con aquella
visión que considera que la situación de marginación de la mujer sólo puede
explicarse a partir de la desigualdad de oportunidades que tienen en relación a los
hombres.
Este plan parte de la concepción de que las mujeres representan la mitad del
pueblo y de que su condición de grupo vulnerable ha sido una imagen que ha
construido el sistema neoliberal, como ya se mencionó anteriormente, pues se
habría ignorado la resistencia de las mujeres indígenas originario campesinas. Es en
ese marco que este plan parte de cuatro nociones consideradas fundamentales: a)
recuperar el concepto de ‘género’, descolonizándolo; b) recuperar el concepto de
‘par complementario’, superando su mitificación; c) la comunidad como espacio de
construcción de las relaciones horizontales de género; d) la mujer como principio
de alteridad. A partir de ahí es que se definen cinco campos de acción para
modificar las condiciones de marginación de las mujeres: el cuerpo, el espacio, el
tiempo, la memoria, y recuperar y reconstruir movimientos sociales, políticos y
culturales desde las propias experiencias, pensamientos y propuestas femeninas.
A diferencia del informe del periodo neoliberal (1985-2009), en los
presentados por el Estado Plurinacional (2009 al presente), los tratados
internacionales (como la cedaw, Objetivos de Desarrollo del Milenio o los
compromisos asumidos en Beijing) son un marco de referencia en el que se
circunscribe el accionar del Estado, pero no son los puntales de los avances
alcanzados en el país en el “campo de los derechos de las mujeres” (Cabezas, s.f.:
63, 64, 70, 116, 272). Es así que si bien se considera que contribuyeron en los
avances que alcanzaron los diferentes países para revertir la situación de
marginación de las mujeres, con una posición mucho más crítica, comienza a
plantear la necesidad de reflexionar sobre la vigencia de la Declaración y
Plataforma de Acción y las 12 esferas de preocupación que se definieron en 1995,
pues se considera que muchos países, en este caso Bolivia, ya habrían superado
muchas de las barreras que se identificaron en ese entonces:
Es necesario socializar y profundizar sobre la vigencia de la Declaración y Plataforma
de Acción de Beijing en sus doce esferas a nivel local como regional, considerando
que existen muchos avances en los diferentes países que han superado varios de sus
indicadores, como es el caso de Bolivia desde el 2006 a la fecha. (Informe de Bolivia
Beijing + 20, s.f.: 18)
subjetiva y espiritual, en armonía con la naturaleza y en comunidad con los seres humanos”
para lograr la justicia social (Decreto Supremo 29272, 2007).
Así también, se señala que el informe no se enmarca en los requerimientos e
indicadores internacionales y comienza a cuestionar estos últimos, pues se
considera que son incompletos ya que no permiten reflejar los avances que ha
tenido Bolivia en estos últimos años, producto de la construcción de un modelo de
posicionamientos y luchas de las mujeres bolivianas 221
desigualdad social.
137 Se sostiene que es una alianza de mujeres encabezada por la Confederación Nacional de
Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa”, miembros de la Confederación Juana
Azurduy y trabajadoras por cuenta propia (La Razón, 2015).
posicionamientos y luchas de las mujeres bolivianas 223
Conclusiones
estas entidades definieron los temas a priorizarse en las agendas de los países y
crearon los instrumentos para evaluar su cumplimiento o no. En el periodo
neoliberal (1985-2003) Bolivia presentó informes a la comunidad internacional en
los cuales afirmó haber seguido fehacientemente la política sugerida gracias a la
labor de la normativa y del financiamiento internacional, de los organismos
internacionales no gubernamentales ong, del movimiento feminista del mundo y de
las agrupaciones nacionales de mujeres.
En el periodo plurinacional, la narrativa del país, frente al mundo, viró
trascendentalmente en cuanto se declara que los avances en equidad de género son
promovidos, no exclusivamente por imperativos internacionales, sino nacionales,
encaminados a la descolonización, a la des-patriarcalización y al Vivir Bien,
esfuerzos liderados por los movimientos sociales de mujeres y hombres indígenas.
Siguiendo el mandato de los movimientos sociales, la política asumida por el
Estado Plurinacional se abocó a luchar por la justicia social y no sólo por las
reivindicaciones de género. Siendo que las desigualdades e injusticias sociales
afectan por igual a mujeres y a hombres de sectores desprivilegiados, el Estado
asume una lucha contra la marginación racial, clasista, étnica y cultural; medida
que va más allá de las reivindicaciones feministas, que, sin embargo, también son
tomadas en cuenta.
En el año 2015, como nunca antes en la historia nacional, las mujeres son
protagonistas de la política estatal (cf. capítulo 15 de González Ortega). Esta
incorporación femenina masiva no se trata, esta vez, del acatamiento de
orientaciones internacionales, sino de una voluntad estatal propia que reconoce la
valía de los sujetos diversos que componen el horizonte social. El Estado actual, a
diferencia del neoliberal, propone a la comunidad internacional des-homogeneizar
sus imperativos en materia de género, sosteniendo que las mujeres son diversas,
con objetivos, demandas e ideologías plurales que impulsan el bienestar social y
construyen el Vivir Bien; luchas que ameritan ser reconocidas nacional e
internacionalmente.
Referencias
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Daniela Franco. La Paz.
10 Gestión
gubernamental 2006-2015:
Realidades y espejismos de la economía y de
las políticas sociales del gobierno de Evo
Morales
Juan Antonio Morales
Introducción
Examinamos en este ensayo las políticas económicas y de desarrollo social así
como el desempeño de la economía durante el gobierno del Movimiento Al
Socialismo (mas), presidido por Evo Morales. La política económica rompe con el
modelo, llamado neoliberal por sus críticos, que se tenía antes que Morales
asumiera la presidencia. Su gobierno recuperó la tradición nacionalista y estatista
que tenía Bolivia, desde fines de la década de los años 30 del siglo pasado. El
nacionalismo revolucionario (o nacionalismo de izquierda) ha sido, en efecto, una
constante en la economía y sociedad boliviana. El país se había alejado de esa
tradición entre 1985 y 2005 para controlar la inflación, para contener los costos de
la crisis de deuda externa que asolaba a los países latinoamericanos en esos años, y
para promover un desarrollo económico más centrado en la iniciativa privada que
antes.
Gran parte del periodo de gobierno de Morales ha coincidido con el
extraordinario y largo auge de precios para las exportaciones bolivianas. Morales
gozó además, al principio de su gestión, de una gran simpatía política internacional
y en la comunidad de países donantes, presentándose como el Nelson Mandela de
los Andes. Se benefició también con el giro a la izquierda que había tomado la
región a principios del actual siglo. Prats i-Catálá (2006) hacía notar que “es difícil
imaginar la audacia provocadora de Evo Morales sin los precios internacionales del
petróleo y sin el apoyo determinado de Hugo Chávez”.
En el presente capítulo se trata de describir, lo más completamente posible, las
principales características, no siempre consistentes entre sí, del modelo de
desarrollo del gobierno del mas y sus condicionantes internacionales. En los análisis
está presente, aunque con muchos matices, la preocupación de Dornbusch
[237]
y Edwards (1991) con relación a gobiernos similares en la región. Ellos ya hacían
notar que gobiernos del tipo que seguiría Evo Morales enfatizan el crecimiento
ignorando los equilibrios fiscales y de balanza de pagos, y las reacciones de los
agentes económicos privados a las medidas agresivas antimercado. Añadiríamos
que el énfasis en el crecimiento económico es en el de corto plazo.
230 bolivia en el siglo xxi
Los años 2006-2015 cubren dos periodos de gobierno de Evo Morales. Las
políticas llevadas a cabo en los dos periodos tienen similitudes pero también
marcadas diferencias. Simplificando un poco, se puede decir que el primer periodo,
en el que se efectuaron varias nacionalizaciones, fue más estatista que el segundo,
en el cual los imperativos de la economía internacional y el inicio de la caída de
precios de los principales productos de exportación bolivianos indujeron al
gobierno a más cautela y a cambiar de posición, cortejando a los inversionistas
privados.
La primera tarea que se impuso el gobierno de Morales fue la de desmantelar
las instituciones neoliberales. Se revirtieron las privatizaciones y se
contrareformaron las legislaciones de seguridad social, bancaria, minera y,
parcialmente, la del sector agropecuario.
El Estado volvió a tomar un papel central en la economía y se convirtió en su
principal dinamizador. Se ha de hacer notar, empero, que las reformas y
contrarreformas no fueron tan radicales como solían serlo en el siglo xx. De hecho,
las nuevas legislaciones preservan muchos elementos de las legislaciones
neoliberales, tal es el caso de la contrarreforma de la ley de pensiones.
Un fuerte nacionalismo ha marcado la política de comercio exterior,
especialmente en el primer periodo. Bolivia ha rechazado acordar Tratados de
Libre Comercio, ya sea con los Estados Unidos o con la Unión Europea. 138 Además,
se han aumentado significativamente algunos aranceles de importación, aunque el
arancel medio sigue bajo, y se han impuesto prohibiciones temporales de
exportación.
La privatización de los hidrocarburos, efectuada durante los gobiernos
anteriores y que condujo al hallazgo de depósitos muy significativos de gas natural,
era la medida que causaba más resistencias en la población, que tenía la percepción
de que el país no estaba beneficiándose adecuadamente de esta riqueza natural. La
posibilidad de que Bolivia vendiera su gas natural (convertido en gas natural
licuado) a los Estados Unidos, a través de puertos chilenos, complicó, aún más, el
panorama y acentuó las tendencias nacionalistas. 139
A los seis meses de haberse posesionado como presidente de la República, Evo
Morales decretó la nacionalización de los hidrocarburos. A diferencia de las dos
nacionalizaciones del sector en el siglo xx, no se produjo una expropiación de
activos, sino más bien una mayor apropiación estatal de los flujos, es decir, una
mayor participación del gobierno en las rentas hidrocarburíferas. Se impusieron
138 Bolivia se marginó también de los alcances de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y
Erradicación de la Droga de los Estados Unidos (atpdea, por las siglas en inglés).
139 La discusión de la venta de gas natural a través de puertos chilenos fue la causa inmediata para
el derrocamiento del gobierno de Sánchez de Lozada en el año 2003.
realidades y espejismos de la economía y de las políticas sociales 231
Lograr una alta tasa de crecimiento del pib ha sido y es un claro objetivo del
modelo de Morales, no solamente para reducir la pobreza, sino y, sobre todo, por
los réditos políticos y de imagen que proporciona. Además, varias políticas, como
la salarial, están condicionadas por una alta tasa de crecimiento del pib.
La economía ha crecido a un ritmo promedio de 5% en el periodo 2006-2015.
Esa tasa es una de las más altas de los países latinoamericanos. El crecimiento ha
estado impulsado por la inversión pública en primer lugar y luego por el consumo,
tanto de los hogares como del gobierno. Se ha de hacer notar, empero, que son los
ingresos extraordinarios por exportaciones los que han financiado a la inversión
pública y al consumo.
En el primer periodo del gobierno de Morales, las tasas de crecimiento del pib
fueron más bien moderadas y más bajas que las de algunos países vecinos, que
también se estaban beneficiando con la bonanza producida por los altos precios
para las exportaciones. Con los ingresos caídos, literalmente, del cielo por la
bonanza exportadora, la pregunta es ¿por qué la economía no crecía más a pesar del
interés manifiesto que el gobierno tenía en un pib más alto?
Hasta 2012 la política de altas tasas de crecimiento de la economía no incurría
en riesgos de déficit fiscales o de balanza de pagos, ya que los altos precios de las
exportaciones implicaban también altos ingresos fiscales, haciendo que el gobierno
pudiera mostrar superávit más bien que déficit. Por otra parte, las importaciones
140 Se tiene la impresión de que las compañías extranjeras han seguido produciendo y aún
invirtiendo para recuperar sus costos hundidos, en momentos, además, en que los precios del
petróleo estaban en niveles muy altos.
232 bolivia en el siglo xxi
141 El sistema bancario debe ser entendido en un sentido amplio: no solamente incluye a los
bancos propiamente dichos, sino también a los cuasi-bancos, que son entidades financieras más
especializadas y que no tienen toda la gama de operaciones que ofrecen los bancos.
realidades y espejismos de la economía y de las políticas sociales 233
El contexto internacional
Los precios de las exportaciones bolivianas, que habían estado muy deprimidos
durante las dos décadas precedentes, comenzaron a recuperarse a mediados del año
2003. Cuando Morales asumió el poder, se encontró con ingresos extraordinarios
mucho más allá de lo que se imaginaba y de lo que la población imaginaba.
Bolivia fue un claro beneficiario del auge de precios de los commodities.
Recibió hasta el 2013 altos precios por sus exportaciones de gas natural a Brasil y a
la Argentina, por sus exportaciones de metales y, un poco más tarde, por sus
exportaciones de soja. Los precios del gas exportado están ligados al precio del
petróleo cotizado en mercados internacionales. Los metales y la soja se cotizan
igualmente en mercados internacionales.
En los diez años, 2006-2015, el valor de las exportaciones aumentó por un
factor de tres (de cuatro en 2012), como se puede apreciar en el gráfico 1. El
aumento de valor se debió tanto a incrementos en los volúmenes como, sobre todo,
a una evolución muy favorable de los precios. Los precios de exportación
aumentaron mucho más rápidamente que los precios de las importaciones hasta el
año 2013. En el gráfico 2 se observa la notable trayectoria de los términos de
intercambio, es decir, de los cocientes de precios de exportación a precios de
importación.
La evolución favorable de los términos de intercambio proporcionó un ingreso
por encima del generado por el pib. La prima de ingresos debida a la evolución
favorable de los términos de intercambio llegó en algunos años a 8% del pib
(gráfico 3). En términos simples, los bolivianos recibían un ingreso extraordinario
equivalente al 8% del pib sin que mediara un esfuerzo productivo significativo. Este
ingreso adicional habría de tener repercusiones importantes en la demanda
agregada.
Gráfico 1
exportaciones foB de Bolivia 2005-2015
(millones de UsD)
234 bolivia en el siglo xxi
14,000
12,000
10,000
8,000
6,000
4,000
0,000
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Gráfico 2
Términos de intercambio, 2005-2015
(Base 1990=100)
130.0
120.0
110.0
100.0
90.0
80.0
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Fuente: Elaboración del autor con datos del Instituto Nacional de Estadística.
Los altos precios de los commodities produjeron una concentración de las
exportaciones en un pequeño grupo de productos y de mercados. Las exportaciones
de gas natural, metales y soja llegaron a constituir casi un 90% del total exportado;
en cambio, las exportaciones de manufacturas, si bien no se redujeron,
disminuyeron su participación de manera muy significativa en el total exportado.
Gráfico 3
prima del Ingreso Nacional Bruto
sobre el pIB (en %)
realidades y espejismos de la economía y de las políticas sociales 235
10.0
8.0
6.0
4.0
2.0
0.0
-2.0
-4.0
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Fuente: Elaboración del autor con datos del Instituto Nacional de Estadística.
142 El mayor efecto de las condonaciones se hizo sentir en la cuenta capital de la balanza de pagos.
236 bolivia en el siglo xxi
Los mayores ingresos de los hogares, de las empresas y del sector público,
producidos por las exportaciones, se gastaron, como era de esperar, en una
proporción significativa en bienes y servicios importados. Empero, las
importaciones tomaron vuelo con un desfase en el tiempo.
En los años 2014 y 2015 volvieron a reaparecer los déficits en cuenta corriente
de la balanza de pagos, que se explican tanto por la caída de los ingresos por
exportación como por un aumento sustancial de las importaciones, especialmente
de bienes de capital para el ambicioso programa de inversiones públicas.
Gráfico 4
saldo en Cuenta Corriente de Balanza de pagos
(en % del pIB)
15.0
10.0
5.0
0.0
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
-5.0
-10.0
143 La competitividad cambiaria depende del tipo de cambio real, es decir, del tipo de cambio
corregido por los cambios en precios internos, y no solamente del tipo de cambio nominal. La
revaluación frenaba el alza de precios internos, con lo que se limitaban sus efectos sobre el tipo
de cambio real.
realidades y espejismos de la economía y de las políticas sociales 237
las segundas más altas del mundo con esa métrica. 144 Hasta finales de 2014 el stock
de reservas internacionales parecía ampliamente suficiente para encarar cualquier
contingencia, sea generada en el comercio exterior boliviano o en el sector
financiero. Como las reservas internacionales eran mayores que la deuda externa,
Bolivia presentaba la situación inusual para un país en desarrollo de ser acreedor
neto del resto del mundo.
Las reservas hubiesen podido ser destinadas a un fondo de estabilización o,
alternativamente, a un fondo de inversión, o todavía a una combinación de ambos.
Estas opciones fueron descartadas por el gobierno, que se limitó a crear un fondo
con las reservas internacionales para el financiamiento de pequeñas empresas
públicas. En contraposición a un fondo de estabilización y vulnerando su ley, el
Banco Central ha estado siendo obligado a conceder préstamos a las empresas
públicas, lo que afecta o terminará afectando al nivel de las reservas.
Como ya se ha dicho anteriormente, los precios de las exportaciones y los
ingresos por exportaciones comenzaron a caer el año 2014. La caída se acentuó
dramáticamente el año 2015. Los déficits resultantes en la cuenta corriente de la
balanza de pagos han estado siendo financiados parcialmente con reservas
internacionales.145 Las reservas internacionales han estado teniendo un papel
amortiguador muy importante en la coyuntura del bajón de precios.
144 Solamente China tenía reservas más altas que las de Bolivia.
145 Lo que no está siendo financiado con reservas internacionales, lo está siendo con deuda externa.
146 Los mayores ingresos de las familias por la bonanza exportadora han sido ahorrados, en parte.
En un país con escasez de activos y mercados financieros poco desarrollados, las familias
conservan una fracción importante de su riqueza en bienes raíces. La demanda por bienes raíces
impulsa la construcción.
238 bolivia en el siglo xxi
Los gastos de consumo del gobierno, que crecieron a un ritmo superior al del
pib, son indicativos del fuerte aumento del empleo público. El crecimiento del
consumo en los hogares estuvo levemente por debajo del crecimiento del pib, pero,
con todo, fue muy sustancial. En términos per cápita este consumo creció al ritmo
de 3,1% por año, y el año 2015 era 40% más elevado que en 2005. Una parte
importante de la popularidad electoral de Morales se explica por este incremento
del consumo per cápita, que es el indicador más usual de bienestar.
Por el lado del origen, dos sectores han sido los motores del crecimiento: el del
petróleo y metales, especialmente el de gas natural, y, sobre todo, el de la
construcción, al que ya nos hemos referido. Se ha tenido una explotación muy
intensiva de las reservas de gas natural, especialmente en el periodo 2011-2014,
agotándolas y sin que hayan sido repuestas con nuevos hallazgos de yacimientos,
por la modestia de las inversiones en exploración, a la que se han sumado carencias
técnicas y de gestión de la estatal petrolera ypfb. Los altos crecimientos del pib,
basados en un rápido agotamiento de los recursos naturales, son transitorios; en el
largo plazo, cuando los yacimientos se hayan agotado, la tasa de crecimiento puede
bajar sustancialmente, si es que no es cero o negativa. El gobierno ha tratado de
encarar esta contingencia con planes ambiciosos (mas no instrumentados) de
expansión de la producción de electricidad, tanto a partir de los hidrocarburos como
de fuentes alternativas no convencionales.
Estaba entre los objetivos de la política económica del mas alejar al país del
patrón primario exportador, buscando la industrialización de sus materias primas.
Muy poco de ese objetivo se logró en el periodo 2006-2015. Si algo ha pasado,
debido principalmente a los altos precios internacionales, es una mayor
concentración de las exportaciones en unas pocas materias primas.
La estructura de la producción ha cambiado relativamente poco con relación al
periodo neoliberal. La producción de hidrocarburos y metales, la construcción y los
servicios no transables en el comercio exterior aumentaron su participación en el
pib (cuadro 1).147 La participación de la agricultura cayó, en cambio, y también,
aunque moderadamente, la de la manufactura. La caída de la participación de la
agricultura se explica por la caída de la agricultura tradicional, ya que la agricultura
comercial estuvo más bien en expansión.
Si Bolivia llega a sostener el crecimiento anual del pib per cápita de 3,4% del
periodo 2006-2015, el pib per cápita se duplicaría en 21 años, es decir, en menos de
una generación, lo que sería un notable logro. Sin embargo, nada asegura que el
ritmo de crecimiento del decenio 2006-2015 se pueda mantener.
Cuadro 1
147 Servicios no transables en el comercio exterior, tales como la mayoría de los servicios
financieros y de administración pública.
realidades y espejismos de la economía y de las políticas sociales 239
No hay duda de que a Bolivia le ha ido muy bien en los años del superciclo de
altos precios de los commodities, pero no le ha ido mucho mejor que a los países de
la región que se beneficiaron de la misma bonanza. Es interesante comparar el
desarrollo boliviano con el de sus vecinos sudamericanos del mismo cluster, y que
se han beneficiado (alternativamente, se han visto penalizados) por los mismos
shocks exógenos. La posición de Bolivia, en términos de pib per cápita, medido en
dólares corregidos por paridad de poder de compra, no ha cambiado en 2015 con
relación al año 2005. Bolivia sigue ocupando el último lugar en América del Sur.
El año 2005, el pib per cápita boliviano era de un 26,9% del pib per cápita chileno,
el más alto de la región. El año 2015 fue de 27,6%, un cambio casi imperceptible.
c. La inflación controlada
En los diez años pasados de gobierno del mas la inflación estuvo generalmente
controlada por debajo de dos dígitos, salvo ocasionalmente, aunque ha sido
superior a la de los Estados Unidos y de algunos países vecinos como el Perú. La
inflación anual promedio del periodo 2006-2015 fue de 6,6%.
La holgura dada a las cuentas fiscales por la bonanza exportadora hizo que no
fuera necesario recurrir al financiamiento monetario. Si bien la acumulación de
reservas internacionales tuvo como efecto inmediato una expansión significativa de
la masa monetaria en moneda nacional, ella fue, empero, esterilizada en depósitos
del sector público, en el Banco Central de Bolivia y mediante operaciones
esporádicas de mercado abierto.
Las esterilizaciones más efectivas fueron las de los depósitos del sector
público, especialmente de las gobernaciones y de las municipalidades. Con todo,
las esterilizaciones fueron insuficientes para impedir la todavía fuerte expansión de
la base monetaria. Esa expansión, empero, no tuvo efectos inflacionarios, como
podía temerse. Todo parece indicar, como se ha observado en otros países, que
cuando la inflación ha sido baja por periodos prolongados y las expectativas de
240 bolivia en el siglo xxi
148 En términos técnicos se diría que la caída en las expectativas de inflación aumenta la demanda
por dinero del público.
149 Las prohibiciones de exportación han tenido el efecto de desalentar la producción. Esas
prohibiciones convierten a bienes transables en bienes no transables y han sido muy resistidas
por los productores.
realidades y espejismos de la economía y de las políticas sociales 241
Bolivia tampoco confrontó una brecha fiscal por la gran holgura que le dieron
a los ingresos del gobierno, hasta 2013, los ingresos extraordinarios de las
exportaciones. Aún después, el bajo coeficiente de endeudamiento del sector
público y las voluminosas reservas internacionales le permitieron al gobierno
continuar y aún expandir su programa de inversiones públicas. Estos últimos no se
han visto compelidos hasta el momento por la necesidad de recortar gastos, con la
importante excepción de los gobiernos departamentales y municipales.
La situación descrita en el párrafo anterior podría, empero, cambiar si la caída
de precios de exportación es duradera. Como los déficits fiscales están siendo
financiados (parcialmente) con deuda externa, puede llegar el momento en que
Bolivia ya no pueda endeudarse más. Las dificultades en cuenta corriente de la
balanza de pagos podrían tener un correlato significativo con las dificultades de
financiamiento del sector público.
150 La mayor parte de ellas, canchas de fútbol en las que se ha empleado césped artificial.
151 El gobierno se ha resistido a que alumnos del sistema educativo boliviano se sometan al
Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes ( pisa, por las siglas en inglés) con el
extraño argumento de que se trataba de un instrumento de medición neoliberal.
242 bolivia en el siglo xxi
dependiendo de los años, un máximo de 0,5% del pib. Todo parece indicar que
estos programas han sido muy costo-efectivos.
Cuadro 2
salarios reales
(en Bs. de 1995)
salario mínimo Índice de salarios medios
sector privado sector público
2005 292.8 123.5 109.9
2006 319.3 121.1 104.0
2007 207.3 115.3 98.7
2008 295.0 104.7 89.8
152 El beneficio salarial de un doble aguinaldo de Navidad está condicionado a que la tasa de
crecimiento anual del pib sea mayor o igual a 4,5%. El aguinaldo es una bonificación,
equivalente
realidades y espejismos de la economía y de las políticas sociales 243
a un salario mensual, que se paga a fin de año, poco antes de la fiesta de Navidad. El aguinaldo
navideño tiene una historia de larga data en Bolivia. Lo que es nuevo es el segundo aguinaldo.
el índice de Gini, de un promedio anual de 0,59 en el periodo 1998-2005 bajó a un
promedio anual de 0,50 en el subsiguiente periodo 2006-2011, y fue de 0,45 para el
año 2013.153
No ha sido solamente el dinamismo del pib sino también el tipo de crecimiento
los que han llevado a los muy buenos resultados mencionados. Los ingresos
extraordinarios por las exportaciones han conducido a un auge de la construcción y
de los servicios, muchos de ellos en el sector informal de la economía. Como
construcción y servicios son muy intensivos en mano de obra no calificada o
semicalificada, el empleo de este tipo mano de obra ha estado acercándose
rápidamente al nivel de pleno empleo, lo que también ha incidido en los salarios.
Por otra parte, sectores de baja productividad, como el de las cooperativas mineras,
que en época de precios bajos para los metales vivían en niveles de subsistencia, se
vieron directamente beneficiados con la reversión de la tendencia de precios. Lo
mismo se puede decir, aunque en una escala mucho más modesta, de algunos
subsectores campesinos.
La prima por educación, que fue la principal fuente de desigualdad en la
distribución de ingresos en el periodo 1998-2005, se ha estado reduciendo,
especialmente para los trabajadores con estudios universitarios. La menor
desigualdad actual se explicaría por una combinación de mayores ingresos para la
mano de obra no calificada o semicalificada y de ingresos de más lento crecimiento
para el trabajo calificado. La política de incrementos muy dinámicos del salario
153 El índice de Gini indica que cuanto más cerca de 0 se tiene menor desigualdad. Los datos para
el periodo 2006-2013 provienen de Molina (2016: 73).
244 bolivia en el siglo xxi
Conclusiones
Referencias
154 La legislación boliviana del trabajo hace muy costoso despedir trabajadores. La rigidez de esta
legislación ha aumentado durante el gobierno del mas. La legislación protege a los que ya están
empleados y penaliza las nuevas contrataciones.
realidades y espejismos de la economía y de las políticas sociales 245
Prats i Catalá, J.
2006 “El ciclón Evo”. A los príncipes republicanos. Gobernanza y desarrollo
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segunda parte
Representaciones del Estado Plurinacional
en Bolivia: Hitos históricos, mitos
populares e intersticios cotidianos vistos
a través del periodismo, la comunicación
social, el cine y la caricatura política
11 1982-2003:La construcción de un nuevo
imaginario nacional (contra los tópicos y los
lugares comunes sobre la democracia
boliviana)
Carlos D. Mesa Gisbert
Primer momento. La democracia como esperanza.
El colapso económico como trauma (1982-1985)
En 1982 llegó al poder una heterogénea fuerza política, que representaba de cara al
electorado mucho más de lo que realmente era y podía hacer. La memoria próxima
de la dictadura encarnada en la dureza de Hugo Banzer (1971-1978) y en la
delirante irresponsabilidad de Luis García Meza (1980-1981) llevó a los derrotados
de 1971 a retomar sus banderas en el voto por la udp. Estaba en juego no solo la
recuperación de las libertades ciudadanas, sino la contradicción entre un modelo
que comenzaba a perfilar la recuperación exitosa de las ideas liberales que la
Segunda Guerra Mundial había puesto en la congeladora y la nostalgia del
nacionalismo que en las décadas de los 40 y 50 había dominado América Latina y
el Tercer Mundo. En Bandung se habían reunido los liderazgos de Nehru y Nasser.
En nuestro continente había florecido Perón y el Movimiento Nacionalista
Revolucionario (mnr). En La Habana, al despuntar los 60 del siglo xx, estalló la
Revolución. El Che murió en Bolivia para trasformar Revolución en utopía y para
crear la ilusión de la Revolución posible y próxima.
Si Banzer fue el intento de reconducir el nacionalismo revolucionario por los
caminos de la doctrina de seguridad nacional, la idea de la “defensa de la
civilización occidental y cristiana”, dentro de los amplios márgenes de un estatismo
que parecía la única receta posible, aún desde la derecha, continuó las líneas del
desarrollismo y la lógica de la inserción del país en el mundo a través de la
atracción de capital externo. Desde el Código Davenport 155 de 1956 (la apertura de
los gobiernos de la Revolución Nacional a la inversión extranjera en
hidrocarburos), Bolivia asumió la idea de que la economía mixta pasaba por la
inversión internacional dada su nula capacidad de ahorro interno y lo esmirriado de
su mercado. Finalmente, la Revolución de 1952 no había podido integrar a la
mayoría indígena al consumo, ni había podido desarrollar una burguesía autónoma
y creativa capaz de dinamizar la producción. El Estado, apuntalado por la ayuda
[257]
250 bolivia en el siglo xxi
exterior,156 amamantó a un empresariado que no supo hacer nada mejor que vivir de
contratos otorgados por este. La lógica de la corrupción y el prebendalismo, la
lógica del control del poder en manos de unos pocos se afincó muy pronto en la
nueva élite construida por la Revolución, a la que poco a poco se fueron
acomodando muchos de los desplazados de abril. El modelo revolucionario se
había adscrito al desarrollismo bajo el “ala protectora” de los Estados Unidos y la
Alianza para el Progreso de Kennedy, cuya condición más dura fue la
rehabilitación de la minería nacionalizada. 157
A partir de 1964, viejos liberales, empleados de la desaparecida “rosca
minera”, políticos de viejo cuño se reciclaron con el nacionalismo militar que
dominó el escenario por casi 18 años con el paréntesis inflamado del periodo 1969-
1971.
Precisamente muchos de los miembros del gobierno de la udp habían sido
militantes de esa historia: guerrilleros, miembros del Ejército de Liberación
Nacional (eln), militantes y disidentes del pcb y disidentes del Partido Comunista
Marxista Leninista (pcml). También llegaron a la plaza Murillo, de la mano del
viejo caudillo movimientista, miembros del gran partido que había hecho la
Revolución y encarnado el paradigma nacional revolucionario. Contribuyó
decisivamente a los sucesivos triunfos electorales (1978, 1979 y 1980) la nueva
generación que había galvanizado a una buena parte del país que contaba con
menos de 25 años de edad, el mir, con el halo romántico de sus ideas y su forja en la
confrontación contra la dictadura de Banzer y de García Meza, el pcb que todavía
podía exhibir la importancia de su vinculación (altamente condicionada y
dependiente) con una de las dos superpotencias del planeta.
Entonces, las consideraciones sobre la democracia no tenían las mismas
características que en los años 90 del siglo xx. Para muchos de los protagonistas del
gobierno de Siles, la democracia era un paso hacia un estadio cualitativamente
superior, era una etapa, un puente, una estación, no un instrumento permanente.
Para otros, en cambio, la idea de una democracia sólida, basada en el respeto a la
Constitución, era una premisa que defendieron por encima de todas las cosas. Su
mayor adalid era el propio presidente Siles Suazo.
156 Uno de los temas más importantes para juzgar a los gobiernos de la Revolución es el de la
ayuda externa, que es en realidad un enjuiciamiento a la relación de dependencia entre Bolivia
y los Estados Unidos. La dramática situación económica de los gobiernos movimientistas,
prácticamente desde su comienzo, pero muy especialmente después de las medidas del primer
gobierno de Paz, condujeron a una situación inmanejable con carencias de liquidez monetaria
tales que impedían cumplir obligaciones esenciales del presupuesto, como pago de salarios, por
ejemplo. Bolivia negoció con Estados Unidos una línea de donaciones para cubrir esos déficits
crónicos, que se convirtió progresivamente en una línea de créditos y, obviamente, en una
forma de controlar y presionar la propia orientación política del proceso político, sobre todo
después de la Revolución Cubana. Sobre el tema se puede consultar: Víctor Andrade, La
Revolución Boliviana y los Estados Unidos 1944-1962, 1979; Francisco Roque Bacarreza, Los
Años del Cóndor, 1996 y Thomas C. Field Jr., Minas, Balas y Gringos, 2016.
157 Field, 2016, op. cit.
la construcción de un nuevo imaginario nacional 251
Pero la esencia del debate era el modelo económico y social, la udp llegó con la
idea de recuperar las banderas del nacionalismo revolucionario, la economía
planificada desde el Estado y una propuesta de economía mixta, poco más flexible
que la que había desarrollado el mnr en las décadas del 50 y 60.
Pero el nuevo gobierno democrático de Siles Suazo enfrentaba un escenario
irresoluble, los factores externos e internos lo habían condenado desde que el
presidente, como una señal de lo que ocurriría en los siguientes tres años,
entrepapeló el discurso inaugural de su gestión en medio de su lectura, o peor,
quizás lo recibió desordenado tras las correcciones a mano que Félix Rospigliosi
(su asesor personal) hizo a último momento. Las dubitaciones del mandatario se
habían sumado a la medalla presidencial que lucía al revés con el anverso
volcado…158
Hugo Banzer dejó el Palacio de Gobierno en 1978 con la bomba colocada: una
crisis económica que se había negado a encarar y que sus sucesores, en medio de la
mayor inestabilidad política de la historia republicana, no habían siquiera tocado,
salvo el esfuerzo de la presidenta Lydia Gueiler (1979-1980) con una importante
devaluación del peso. La gigantesca deuda externa (equivalente a más del 100% del
producto interno bruto del país), la inflación convertida en pocos meses en
hiperinflación y la destrucción casi total del aparato productivo, ahogaron al débil
gobierno udepista, hecho jirones en el camino.159
Dos flancos se encargaron de crucificar al Ejecutivo –el uno liderado por los
partidos de oposición, el mnr de Víctor Paz Estenssoro y Acción Democrática
Nacionalista (adn) de Banzer– desde el Parlamento, bloqueando toda iniciativa del
gobierno, obstruyendo su trabajo y sumándose a demandas irracionales. “Que Siles
se cocine en su propia salsa” era la premisa de un Legislativo controlado por la
oposición. La votación de 1980 que se reconoció para la asunción al mando de la
udp en 1982, no le daba mayoría parlamentaria a la coalición gubernamental. Esa
experiencia traumática sirvió para el diseño de la llamada democracia pactada que
inauguraron Paz E. y Banzer en octubre de 1985, para evitar sufrir los rigores de la
medicina que le habían aplicado sin piedad a Siles. La Central Obrera Boliviana
(cob) y su secretario ejecutivo Juan Lechín, por su parte, repitieron un libreto que
parece una suerte de sino trágico de quienes en posición de debilidad intentan
construir mecanismos razonables de convivencia y apuestan por el cambio en un
escenario de equilibrio. El equilibrio no fue posible en un país de extremos, de
blancos deslumbrantes y negros profundos. Igual que en 1971 e igual que en 2003,
los poderes populares, coherentes y organizados a través de una poderosa
organización como la cob, a partir de una atomización desgarradora, llevaron
158 Testimonio de primera mano, recibido por el autor cuando ejercía el periodismo en televisión,
del jefe de protocolo de la transmisión del mando presidencial en octubre de 1982, Gustavo
Aliaga.
159 La deuda externa en 1982 era de 3.781,2 millones de dólares, ver Mesa, Mesa & Gisbert,
Historia de Bolivia, 2016: 779, sobre datos del Banco Central de Bolivia (bcb) e Instituto
Nacional de Estadística (ine).
252 bolivia en el siglo xxi
siempre las cosas hasta el límite. Entre 1982 y 1985 los movimientos populares
colocaron al gobierno contra las cuerdas. Quizás la imagen que mejor refleja el
drama con tintes de comedia, como tantas cosas que pasan en Bolivia, fue el
edificio del Banco Central en medio de un mar de papeles que caían de las
ventanas, llenando el piso de un manto de pedazos blancos como cuando entra un
equipo de fútbol y es saludado con papel picado, este era un saludo al desastre y al
caos. Los funcionarios del Banco, en protesta contra el gobierno, decidieron tirar a
la calle los documentos del principal ente financiero y emisor del país, mientras los
ejecutivos de su sindicato enviaron una carta al fmi indicando que desconocerían
cualquier acuerdo firmado por el ministro de Hacienda, en esos días reunido en
Washington con funcionarios del Fondo. El récord de conflictos de toda índole que
afrontó Siles, solo fue superado en el periodo 2004-2005, cuando me tocó la
responsabilidad de ejercer el gobierno como presidente. 160
El salario mínimo vital con escala móvil y el plan de “11 puntos” de la cob, que
entre otras propuestas pedía la suspensión del pago de la deuda externa (que la
insolvencia del Tesoro General de la Nación, tgn, acabó haciendo realidad), la
nacionalización de la banca y la cogestión obrera en las empresas estatales, acabó
con toda posibilidad de aire político en ese momento. La razón era muy simple, el
país carecía del mínimo peso específico para tomar posiciones independientes en
temas económicos. La astronómica deuda externa, la hiperinflación, el gigantesco
déficit fiscal, la caída sostenida del producto interno bruto ( pib), sumadas a un nivel
próximo a cero de las reservas del Banco Central, lo colocaban completamente a
merced de organismos internacionales, sujetos a la palabra de los Estados Unidos.
Para ellos era cuestión de tiempo, sentarse y esperar…
Internamente, el Ejecutivo se sumió en el peor escenario, la parálisis. El mir
jugó a salir y entrar del gobierno con una irresponsabilidad a la altura de su
inexperiencia de gestión y de su lógica de maniobra política para generar presión en
el seno del poder, práctica que hizo totalmente caótica la administración, el pcb dejó
el barco a los dos años de gestión y el mnri, un conglomerado de militancia más
bien excéntrica al núcleo movimientista, se diluyó como el propio gobierno.
Medidas como la desdolarización y los paquetes “graduales” propuestos y
ejecutados sobre el tímido y entonces anacrónico modelo de la cepal, terminaron por
desbarrancar el proyecto. El hundimiento del pib que decreció hasta el 4,5%
negativo en 1983, la caída de las exportaciones que pasaron de 1.030 millones en
1980 a 672 en 1985, la inflación que llevó el peso de 25 pesos por dólar en 1980 a
1.150.000 pesos por dólar en 1985, eran indicadores de un colapso que se había
llevado por delante el aparato estatal, el aparto productivo, especialmente la
Corporación Minera de Bolivia (comibol),161 pero que sobre todo había hundido de
Vale la pena recordar qué es lo que pasaba con los movimientos campesinos e
indígenas en ese periodo. La cob, manejada por los viejos y fuertes partidos de la
izquierda sindical, fundamentalmente el pcb y el Partido Obrero Revolucionario
(por), anclados en el poder minero, a pesar de su naciente debilidad seguía
controlando el sindicalismo y los movimientos populares. La creación de la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia ( csutcb) en
1979 y la participación campesina en el primer gran bloqueo de caminos de la
historia republicana en noviembre de ese año contra el sangriento golpe del coronel
Alberto Natusch, marcaron el comienzo de un proceso de cristalización de lo que
habían sido los logros históricos de la Revolución del 52. El sindicalismo nacido de
la reforma agraria de 1953 y las milicias campesinas organizadas, sumados a la
reforma educativa de 1955, habían formado a una generación que comenzaba a
tomar decisiones propias más allá del ala protectora del gran partido nacionalista.
La mirada campesina se transformó en mirada indígena. El juego de palabras, el
cambio de denominación conscientemente aplicada por el mnr, de mimetizar la
palabra indio bajo la más “universal” campesino, comenzaba a transformarse
nuevamente. El mundo indígena se empezaba a pensar a sí mismo y planteaba ideas
que estaban lejos de los viejos paradigmas ideológicos del debate. La lucha de
clases del marxismo, el estatismo nacionalista, la discusión sobre la democracia en
términos occidentales, era sustituida por discursos radicales que, bajo el símbolo de
los ponchos color sangre del grupo “ayllus rojos” en un extremo, reivindicaba la
utopía del Tahuantinsuyo, perfecto e idílico, mientras en la óptica del katarismo 162
proponía el camino de la descolonización mental, social, política y económica. Era
el germen de una mirada étnica y culturalista que estallaría con toda su fuerza en la
acción antisistema de Felipe Quispe en el año 2000 y de la que se apropiaría Evo
Macusaya Cruz elabora una aguda crítica de los efectos de las políticas económicas del
gobierno de Evo Morales (2006 al presente).
162 Tras la influencia de Fausto Reinaga (cuyos trabajos teóricos más importantes los escribió en
los años 50 y 60 del siglo pasado) y los primeros partidos de ideología indianista, la propuesta
más seria de establecer una interpelación al Estado surgió del movimiento katarista a principios
de la década de los años 70 del siglo xx, que tuvo directa relación con la creación de la
Federación Campesina y el nacimiento del Movimiento Revolucionario Túpac Katari.
254 bolivia en el siglo xxi
163 La proclama de Tiwanaku de 1973 es un documento ilustrativo de las tensiones que generaron
una nueva etapa en el mundo indígena. Es imprescindible para entender esta realidad la obra de
Fausto Reinaga, La Revolución India (1970) y Qué hacer con los indios (2010), de Pablo
Stefanoni.
164 Extraído de la información contenida en el Capítulo 7 de Presidentes de Bolivia entre urnas y
fusiles de Carlos D. Mesa Gisbert, 2016: 163-251.
la construcción de un nuevo imaginario nacional 255
168 El término ‘pongo’ (voz indígena) hace referencia a la situación de servidumbre de los colonos
indios en las haciendas de los señores blancos (arrebatadas a las comunidades en la segunda
mitad del siglo xix). El pongueaje implicaba servicios gratuitos individuales y colectivos a favor
del hacendado y la obligación de esas tareas en las residencias urbanas de los propietarios, en
un sistema de explotación semiesclavista.
169 En junio de 2003 los autonomistas cruceños hicieron conocer una agenda denominada
“Agenda de los 11 Puntos”: http://eju.tv/2013/10/santa-cruz-tuvo-su-agenda-la-autonomaa-su-
medida-qued-en-el-camino/
la construcción de un nuevo imaginario nacional 257
No se debe, sin embargo, confundir una cosa con la otra. Igual que la
radicalidad indigenista no invalidó la incuestionable legitimidad de las
reivindicaciones indígenas de inclusión, igualdad y centralidad política, la
radicalidad oligárquica cruceña no pudo descalificar la genuina demanda desde las
regiones de profundizar y completar la autonomía que había iniciado con tanto
vigor el Estado con la participación popular en 1994.
170 Datos del ine (1980) y cifras oficiales del censo de 2001.
258 bolivia en el siglo xxi
171 Conferencia de prensa del 22 de febrero de 1986, registrada en los archivos Mesa-Espinoza de
la empresa Plano Medio. Un fragmento de esa respuesta se puede ver en el documental de
Carlos D. Mesa Gisbert y Mario Espinoza, Paz Estenssoro: La política el arte de lo posible
(2009) de la serie Bolivia Siglo xx.
la construcción de un nuevo imaginario nacional 259
agujero negro fue clásica en los elementos básicos, reforma monetaria con un
ingrediente ingenioso que rompió el debate entre devaluación inflexible y fija, o la
tercera opción de flotación de la moneda. La creación del bolsín, un mecanismo de
fijación de cambio supuestamente marcado por el mercado, pero en la práctica
regulable con relativa discrecionalidad por el Banco Central, garantizó la
estabilidad monetaria en el largo plazo. Se impuso también la libertad de precios,
libertad de contratación, congelamiento del gasto (entre los que se encontraban los
salarios, por supuesto). Por el lado de los ingresos, se convirtió a Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos ( ypfb) en la vaca lechera de la economía estatal,
aumentando significativamente el precio de los hidrocarburos y comiéndose
prácticamente el 60% de sus ingresos líquidos y una reforma tributaria radical que
acabó con 30 años de recaudaciones destinadas al paternalismo, la limosna y la
ineficacia del ahorro.172
Pero a la par, no es verdad que el decreto buscó el desmantelamiento del
aparato estatal. La única víctima real fue la Corporación Boliviana de Fomento
(cbf) que desapareció, comibol e ypfb fueron defendidos a capa y espada por el
presidente y su partido, los únicos cambios en el caso de ypfb estaban referidos a
una desconcentración administrativa y operativa. La estocada de muerte a la
minería nacionalizada no la dio el 21060, sino el mercado de Londres que una
mañana de octubre de 1985 amaneció con los precios del estaño sin cotización. De
hecho, entonces el costo de producción por libra fina en comibol era varias veces
mayor al precio de venta que antes de la crisis estaba en 2,50, lo que generó
pérdidas acumuladas para el tgn de 650 millones de dólares. 173 El desplome del
precio internacional fue la gota que desbordó el vaso, y como siempre en estos
casos, causante de un drama terrible en los Andes bolivianos. A la vuelta de unos
meses, la empresa que contaba con casi 30.000 trabajadores echó a la calle a casi
23.000 bajo el eufemismo de “relocalización”. La marcha por la vida de agosto de
1986, que no se convirtió en una masacre por la sensatez de gobernantes y líderes
marchistas, simbolizó el supuesto fin de la minería, que renacería 20 años después
merced al desbordante apetito de materias primas de China y la India.
Cabe aquí reconocer que en esos años la única propuesta genuinamente liberal
en economía, con postulados clásicos vinculados a la denominada economía social
de mercado los trajo adn, de la mano de Eudoro Galindo, candidato vicepresidencial
de Banzer en 1985. Parte de esos postulados se incluyeron en la redacción del
21060, por la vía de un militante liberal de recetario como Juan Cariaga, integrado
al equipo de gobierno del mnr.
Pero el éxito del 21060 dependía de la espalda política del gobierno, Paz no la
tenía y apeló con su acostumbrado pragmatismo a Banzer. En octubre del 85, dos
meses después de llegar al gobierno, el presidente y el líder de la oposición
firmaron en el edificio del Congreso el llamado “Pacto por la Democracia”.
176 Elaboración sobre la información de Mesa Gisbert op. cit., 2016: 163-251.
177 Mesa Gisbert op. cit., 2016: 163-251.
262 bolivia en el siglo xxi
178 Sánchez de Lozada convenció a Paz E., en 1988, de que su candidatura podía llevar a la
victoria al mnr, siempre y cuando Paz incumpliera su compromiso (no escrito) de que su partido
la construcción de un nuevo imaginario nacional 263
apoyaría la candidatura de Banzer, acuerdo que había quedado implícito después de la firma del
“Pacto por la Democracia” en 1985. En un recordado spot político, Sánchez afirmó que ya no
tenía las “manos atados” [sic], al iniciar su campaña presidencial de 1989.
para acceder a cargos gubernamentales, ya que se trataba prácticamente de una
lotería en la que lo importante era el color político alternado, no necesariamente la
idoneidad.
El gobierno de Paz Zamora fue una transición entre dos periodos del mnr. No
pudo concretar el proceso de modernización que en su periodo se concebía como
un camino al achicamiento del Estado y una privatización clásica, pura y dura. Su
relación con Estados Unidos fue tortuosa a partir de acusaciones de vinculación de
miembros de su gobierno con el narcotráfico, que acabaría en el escándalo del año
1994. Su administración, además de la consolidación de la estabilidad
macroeconómica, diseñó una estrategia para el medio ambiente y la sostenibilidad.
Es uno de los aportes mayores de esta gestión, la comprensión de que el desarrollo
sostenible es un desafío fundamental. La aprobación de la Ley del Medio Ambiente
(1992) recogía los elementos más avanzados conceptual y prácticamente existentes
en el debate mundial. Allí se reconocía el rol protagónico de los indígenas en esa
idea de desarrollo. Se creó también el Sistema Nacional de Áreas Protegidas que
abarca 49 áreas y casi el 20% de la superficie del territorio nacional. Estas
iniciativas políticas coincidieron con la Marcha por la Vida, el Territorio y la
Dignidad, llevada a cabo por los pueblos indígenas de los llanos, que aparecieron
por primera vez con voz propia en el escenario nacional. Querían dejar de ser
ciudadanos de segunda o “bárbaros”, 179 como los había definido el Estado
prerevolucionario. A partir de esa marcha surgió un nuevo criterio que tendría
consecuencias fundamentales en el tratamiento del tema de la tierra, la tierra
comunitaria de origen, que Paz Zamora aceptó y legalizó mediante decretos y que
sería integrada en la Ley inra en 1996, lo que redefinió el concepto de manejo y uso
de la tierra y planteó con fuerza el debate sobre territorio y nación y marcó la idea
de que en los llanos las superficies de otorgación se medían en miles de hectáreas
(la tierra comunitaria de origen más grande titulada por el
Estado, del pueblo guarayo, tiene una superficie superior a 1.151.222 hectáreas). 180
Su gobierno comenzó a trabajar también en la idea del fortalecimiento de las
instituciones democráticas, su mayor aporte fue la elección de una Corte Electoral
independiente, intachable e integrada por personalidades del mayor prestigio. A
partir de ese momento, las elecciones se convirtieron en el mayor emblema de
transparencia de la democracia boliviana, quebrado tras la primera elección de Evo
Morales Ayma en el año 2005.
179 Ese fue el término que usó el censo de 1900 cuando anotaba la cifra de indígenas de los llanos
registrados entonces de modo aproximado.
180 http://www.territorioindigenaygobernanza.com/bov_06.html
264 bolivia en el siglo xxi
181 Carlos D. Mesa Gisbert, Breve Historia de las Políticas Públicas en Bolivia, 2016: 226-227.
182 Mesa, Mesa & Gisbert op. cit., 2012: 598.
la construcción de un nuevo imaginario nacional 265
186 La diferencia entre ‘pobreza estructural’ y ‘pobreza coyuntural¿ y su relación con la gestión
gubernamental de Evo Morales (2006-2016) se explica en el presente libro, en el capítulo 15 de
González Ortega (ver, en especial, punto f).
187 Ver cuadro detallado en Mesa, Mesa & Gisbert op. cit., 2012: 652.
268 bolivia en el siglo xxi
estallido y caída final del sistema democrático apoyado en los tres grandes partidos.
En este caso, lo positivo fue una inversión privada internacional superior a los
3.000 millones de dólares en exploración, explotación y comercialización de
petróleo y gas en siete años, la certificación de reservas probadas de 27 trillones de
pies cúbicos de gas natural y probables de 25 trillones, 188 la construcción del
gasoducto Bolivia-Brasil, la mayor inversión económica de la historia hasta ese
momento y las exportación de gas a ese país (en 2006, se llegó a la meta de 30
millones de metros cúbicos por día). Lo negativo fue un proceso empañado por la
acusación de que las empresas capitalizadoras aprovecharon el trabajo hecho por
ypfb que ya conocía la existencia de megacampos, la división en campos antiguos y
nuevos, liberando a los nuevos de una real carga impositiva, un mecanismo
extremadamente liberal, con impuestos reales a favor de Bolivia y fluctuantes entre
un 27% y un 31%, los más bajos de América Latina, y, finalmente, la entrega de
toda la cadena a las empresas, incluyendo comercialización, exportación y fijación
de precios.
La lógica de un Estado más pequeño y alejado de la tarea de planificar y
producir se complementó con la creación de las superintendencias en sistemas de
regulación sectorial (telecomunicaciones, hidrocarburos, electricidad, transportes y
aguas) y en el sistema financiero, sumando a la ya existente superintendencia de
bancos, las pensiones y los seguros. Otro paso en la dirección de la privatización
fue la reforma de pensiones, rompiendo la idea del sistema de reparto y entrando en
el mecanismo del sistema individual de cuenta personal. Más allá de la evidente
quiebra de las pensiones, particularmente los fondos complementarios y la
imposibilidad del Estado de seguir cargando el fardo (la relación de trabajadores
activos y pasivos se había distorsionado totalmente), el costo de la reforma
significó una carga sobre el Tesoro General de la Nación ( tgn) que en determinado
momento representó 4% del déficit fiscal total, un peso anual que el Estado asumió
hipotecando varios años de déficit (en 2002 llegó a -8,83). 35 Un peso que, sobre
todo en el periodo 1999-2004, desestabilizó severamente al tgn.
Pero lo que definirá al primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, para la
historia, es la Participación Popular. Uno de los mitos que las regiones,
particularmente Santa Cruz, habían logrado posicionar en el país es que el
centralismo secante del Estado jamás miró a las regiones y siempre benefició al
centro (léase, La Paz). Ya la Revolución, siguiendo los lineamientos del Plan
Bohan (1942)189 con la carretera Cochabamba-Santa Cruz, la inversión en los
ingenios, la agroindustria y los procesos de colonización dirigida, demostró la
vocación estatal de romper el cerco andino. La creación de las corporaciones de
desarrollo al principio de los 70 (Torres), con una gran expansión, sobre todo en
188 Estas cifras fueron cuestionadas en 2009 tras un informe que sorpresivamente mencionó cifras
mucho menores, apenas 9,9 tcf. Ver: http://www.ypfb.gob.bo/es/14-noticias/220-reservascertificadas-
de-gas-de-bolivia-suman-10-45-tcf.html 35 Mesa, Mesa & Gisbert op. cit., 2012: 744.
189 El establecimiento del Plan Bohan (1942), sus implicaciones e implementación parcial por el
Estado revolucionario de 1952 y, por ende, por el mnr y por otros gobiernos de la segunda mitad
del siglo xx, son explicados en detalle en el capítulo 3 de González Ortega.
la construcción de un nuevo imaginario nacional 269
Universal Materno Infantil (sumi). Estas acciones tienen que ver con dos cosas: la
idea de asumir una responsabilidad social desde el Estado con medidas concretas y
la aplicación de esas medidas en los rangos que el presupuesto y la situación
económica general los permitieran.
Todo este ambicioso proceso no podría entenderse sin la reforma a la
Constitución propuesta en el gobierno de Paz Zamora (1989-1993) y aprobada en el
gobierno de Sánchez de Lozada (1993-1997), que incluye en su artículo uno el
concepto de que el país es multiétnico y pluricultural. Ambas ideas modificaron la
concepción uniformizadora de la cultura y la visión de país que había impuesto la
Revolución de 1952. Fue el reconocimiento de que muchas lenguas y muchas
culturas certificaban la diversidad enriquecedora que permitía encarar la cultura, la
lengua, la religión, la visión de mundo del otro en el marco del respeto, el
reconocimiento y la tolerancia. La construcción de esta filosofía permitía fortalecer
el país a través de sus múltiples y diferentes expresiones humanas.
Suele reducirse el avance de la Constitución Política del Estado ( cpe)
reformada en 1994 al artículo 1 ya citado, lo que reduce de manera inaceptable el
verdadero meollo del contenido transformador del texto que es, sin ninguna duda,
un adelanto de lo que la Constitución de 2009 desarrollaría de modo amplio. Para
entender estos alcances hay que remitirse al artículo 171, que es imprescindible
transcribir en toda su extensión:
Artículo 171º.- Reconocimiento de derechos de pueblos indígenas
i. Se reconocen, se respetan y protegen en el marco de la ley, los derechos sociales,
económicos y culturales de los pueblos indígenas que habitan en el territorio
nacional, especialmente los relativos a sus tierras comunitarias de origen,
garantizando el uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, a su
identidad, valores, lenguas, costumbres e instituciones.
39 Texto: http://www.ine.gob.bo/indicadoresddhh/archivos/alimentacion/nal/Ley%20Nº%20
1715.pdf
ii. El Estado reconoce la personalidad jurídica de las comunidades indígenas y
campesinas y de las asociaciones y sindicatos campesinos.
iii. Las autoridades naturales de las comunidades indígenas y campesinas podrán
ejercer funciones de administración y aplicación de normas propias como
solución alternativa de conflictos, en conformidad a sus costumbres y
procedimientos, siempre que no sean contrarias a esta Constitución y las leyes. La
ley compatibilizará estas funciones con las atribuciones de los Poderes del
Estado.192
El empresario exitoso cuya mala pronunciación del castellano era celebrada incluso
por los niños, el político directo y claro, el humor cáustico e inteligente,
frecuentemente cruel que marcaban un nuevo estilo en política en 1989, se
convirtieron en verdaderas marcas de un millonario extranjerizante y poco cercano
a los valores esenciales de Bolivia. El “gringo vende patria” que pensaba en inglés
y apenas hablaba el castellano, el político soberbio que se había comprado su
partido y que ofendía y humillaba gratuitamente a sus adversarios con notas de
humor desagradables, eran en 2002 los rasgos de estilo que definían a un hombre
que había envejecido, que había perdido carisma, que había sido engullido por un
partido que no quería saber de independientes, viejos marxistas convertidos y
empresarios que no se colocaran la camiseta rosada, 194 La mutación acabó
amargando no solo la imagen externa de la gestión de Sánchez de Lozada, sino la
propia alma de las reformas de la década de los 90. El expresidente vivía entonces
aislado y alejado de las calles y los ciudadanos que lo habían encumbrado en el
gobierno en 1993. De ello se encargaron, Hugo Banzer, Jaime Paz Zamora y Jorge
Quiroga, la joven estrella del adenismo, descubierta por Paz Zamora en su
gobierno. El razonamiento para hacerlo era tan elemental como equivocado:
“Nuestro poder está fuera de discusión, lo que hay que garantizar es el control de
largo plazo de ese poder en manos de adn y el mir”. Pero el control de ese poder por
la pequeña élite que había armado el andamiaje de la democracia no estaba fuera de
discusión, las crecientes arremetidas populares desde diferentes ángulos lo habían
demostrado y lo ratificarían con consecuencias sangrientas y brutales en el periodo
abril-octubre del año 2000, durante el tercer año del gobierno de Banzer.
La estrategia de demolición de Sánchez de Lozada pareció sencilla y rentable,
había que desacreditar la capitalización que era con ventaja la medida más
impopular del anterior gobierno, y así se hizo, desde el presidente y el
vicepresidente, pasando por varios ministros del gobierno, se descalificó el
mecanismo escogido para la privatización, se cuestionó su transparencia y sus
resultados. En la otra punta, el ministerio de Comercio Exterior, presidido por
Carlos Saavedra, llevaba adelante la privatización de las refinerías de ypfb, por el
mecanismo de venta del 100% de estas a la empresa brasileña Petrobras.
Igual que en la gestión de Paz Zamora, la administración adn-mir no aportó
ningún elemento significativo a las propuestas y acciones representadas por el
Decreto 21060 y el Plan de Todos. En realidad, Banzer, durante su segundo
mandato (1997-2001), tuvo que lidiar con una recesión económica muy grave que
fue el elemento final para hundir su gobierno, el modelo económico y poner en vilo
194 El rosado es el color del mnr. Una referencia muy extendida, pero no documentada, indica que
cuando en 1956 se implementó por primera vez el voto universal, se requerían casi 800.000
papeletas de sufragio (cuando cada partido tenía una papeleta separada), una cantidad
gigantesca para entonces. Se dice que la única provisión para tal demanda existente en plaza era
el papel rosado, y que por esa razón se convirtió en el color oficial del mnr.
la construcción de un nuevo imaginario nacional 273
197 El tópico político y literario sobre “las dos Bolivias” ha sido estudiado en el capítulo 3 de
González Ortega, nota 7.
198 La empresa ipsos comenzó a hacer encuestas sobre aprobación y desaprobación de autoridades
de gobierno, oposición, Parlamento y otras instituciones a partir del último año de gobierno de
Hugo Banzer (2000-2001). Esas encuestas continuaban realizándose periódicamente en 2016.
la construcción de un nuevo imaginario nacional 275
gerontocracia que había dominado la política boliviana desde 1982. La gente notó y
aplaudió el cambio y por momentos dio la impresión de que el nacimiento de ese
nuevo liderazgo tomaba la posta del proceso modernizador dentro del sistema. Pero
su mayor desafío de gestión, el tema de la exportación de gas boliviano al Pacífico,
terminó en una confusión a la que el gobierno contribuyó. La posición de las
transnacionales, el interés de Chile de contar con gas boliviano y la supuesta lógica
económica presionaban diciendo que la única posibilidad de exportar el gas era por
un puerto chileno. Quiroga compró la idea rápidamente, pero trató de sacar ventajas
para Bolivia y coqueteó con Perú dando a entender que estudiaría la viabilidad de
una salida del gas boliviano por un puerto peruano, cosa que no estaba en sus
planes. Quiroga heredó una negociación del presidente chileno Ricardo Lagos con
Banzer, que buscaba garantizar la inversión en un puerto chileno con ventajas
impositivas y administrativas para Bolivia, pero sin soberanía. Se llegó inclusive a
redactar un non paper bilateral (expresión de intención de las partes sin poder
jurídico exigible). El saldo fue una señal equívoca a Perú, un mensaje incorrecto a
la opinión pública y una negociación por debajo de la mesa que entramparía
dramáticamente a Sánchez de Lozada.
Jorge Quiroga entregó el mando seguro de que se había apropiado del centro y
de que una vez terminado el mandato de su sucesor, su presidencia estaba
asegurada. Una vez más los terribles acontecimientos del año 2000 habían sido
leídos equivocadamente. La elección de 2002 preanunció la hecatombe que
llegaría. Dos candidatos se empeñaron en negar la realidad y forzar las cosas.
Sánchez de Lozada y Paz Zamora representaban el pasado, una generación
superada a la que Quiroga le había puesto la puntilla y representaban, sobre todo,
un sistema repudiado con violencia en las calles. Paz Zamora no tenía siquiera una
obra que defender. Sanchez de Lozada matizó su deseo de reproducir el poder con
la teoría de que quería reconducir el camino de sus reformas que sus sucesores
habían frenado, desviado o simplemente desbarrancado. Pero la realidad del
personaje era otra muy distinta a la del año de 1993. La mayoría de la población lo
repudiaba, sus reformas habían sido mediatizadas por la capitalización, y esta
satanizada de manera emocional y profunda en la gente. Sánchez de Lozada era ya
un hombre de más de 70 años, con las cargas de un carácter endurecido en sus
posiciones, poco flexible y poco proclive a entender que el clima social del país se
había deteriorado gravemente. Se había producido un renacimiento de las
posiciones radicales de izquierda, el indigenismo, el neoestatismo y las corrientes
internacionales, que a través de varias ong199 alimentaron la lucha contra el sistema.
Con una lógica de confrontación más dura con sus rivales y la idea de un
gobierno de partido, lejos de la participación de independientes que había
caracterizado su anterior gestión, Sánchez de Lozada encaró una campaña cuyas
dos ofertas más importantes eran un programa de obras con empleos para vencer la
199 Muchas de esas ong que alentaron y respaldaron a Morales y su movimiento político fueron
cuestionadas, limitadas en su acción, cuando no bloqueadas en su trabajo durante la larga
gestión gubernamental de Morales.
276 bolivia en el siglo xxi
El escenario político había sufrido un cambio dramático que sería una más de
las razones para el desastre de la gestión. El trípode de poder que hizo posible el
modelo había perdido una pata. adn, con la candidatura de Ronald MacLean
abandonado a su suerte por el presidente Quiroga y jefe de un partido del que
quería desembarazarse lo antes posible, logró apenas el 3,4% de los votos. nfr no
jugó el papel de opción de transformación al buscar una distancia tenue del
gobierno, y el mas apareció como el gran contestatario dentro y fuera del Congreso,
dispuesto a la guerra total. La lógica gubernamental no apreció la gravedad del
momento democrático y pretendió desarrollar una estrategia convencional de
política pública, cuando ya las bases del edificio estaban totalmente debilitadas.
La reposición del Bonosol y la ampliación del Seguro Universal Materno Infantil
(sumi) no lograron su objetivo. Sánchez de Lozada nunca pudo superar el 46% de
respaldo con el que llegó al gobierno en agosto de 2002. En enero de 2003, Evo
Morales comenzó el ataque con un bloqueo de la carretera Cochabamba-Santa Cruz
sin motivo alguno, por pura estrategia de confrontación, después de haber sostenido
cinco reuniones estériles que se hicieron por iniciativa del presidente. Si en el año
2006 Morales decidió arbitrariamente ampliar la superficie permitida de cultivos de
12.000 a 20.000 hectáreas, sin mayores consecuencias, en 2002 Estados Unidos
bloqueó a Sánchez de Lozada toda posibilidad de negociar la autorización de un
cato (media hectárea) por familia en el Chapare. El gobierno quedó atenazado entre
los cocaleros y Estados Unidos y además pagando el costo de la acusación popular
de proimperialista.
Internamente, la lógica del poder no cambio. Los espacios del gobierno, el
manejo de contratos, la distribución de cargos entre los militantes de los partidos de
gobierno, la expulsión de funcionarios del anterior gobierno, el intento de invadir
los espacios institucionalizados que se habían logrado en los gobiernos de Banzer y
Quiroga, complicaron mi gestión vicepresidencial que se vio asediada por la
cooperación internacional, que expresaba su disgusto por ese asalto, y por las
jefaturas políticas de la coalición, que querían entrar sin restricciones al mejor de
los cargos. A fin de enero del año 2003, Evo Morales había logrado su objetivo, la
aceptación del presidente había caído a 29%, el Ejecutivo cargaba en la espalda 11
muertos como producto del esfuerzo por desbloquear las carreteras. El clima
violento se había reinstalado y la breve tregua había desaparecido. El 9 de febrero,
el gobierno metió la cabeza en la soga: el proyecto de un impuesto de 12,5% al
salario que afectaba a quienes ganaban más de dos salarios mínimos (880
bolivianos) y que solo concernía a apenas un 8% a 10% de la población
económicamente activa, dio la impresión de que arremetería contra los más pobres.
La Policía aprovechó la circunstancia y se volvió a amotinar. La hecatombe llegó al
corazón del poder, la plaza Murillo de La Paz. El saldo de dos días de guerra fue de
30 muertos, varias ciudades quedaron a merced del vandalismo y a una lectura
unidireccional de lo ocurrido. Toda la responsabilidad al gobierno, ninguna a
quienes protagonizaron un hecho sedicioso tipificado por la Constitución, los
amotinados en el Grupo Especial de Seguridad.
278 bolivia en el siglo xxi
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la construcción de un nuevo imaginario nacional 283
207 El presente artículo recoge algunos hallazgos de la investigación: Construcción simbólica del
Estado Plurinacional: Imaginarios políticos, discursos, rituales, símbolos, calendarios y
celebraciones cívicas/festivas (2010-2013) auspiciada por el Programa de Investigación
Estratégica en Bolivia (pieb). En este equipo de investigación participan en calidad de asistentes
de investigación Liz Mendoza y Efraín Gómez.
208 En los capítulos 2 y 3 del presente volumen, González Ortega examina el importante rol
político desempeñado por Víctor Paz Estenssoro en tanto figura política y en tanto co-fundador
y dirigente del mnr, el partido político más importante de Bolivia en el siglo xx.
[295]
286 bolivia en el siglo xxi
209 Túpac Katari, en cuanto líder de la resistencia de los indígenas de los Andes en contra del
imperio español, y el katarismo, como movimiento político creado, a fines del siglo xx, se
examinan ampliamente en el capítulo 13 de González Ortega y Camacho Salgado.
el estado plurinacional en bolivia y su simbología 287
estética para dar cuenta de los rasgos que presenta la alegoría 210 y los símbolos del
nuevo orden estatal. Finalmente, se desentraña la nueva proyección simbólica
estatal concentrada en la imagen presidencial de Evo Morales que se constituye –
inclusive con ribetes mesiánicos–211 en un ícono que conecta el Estado republicano
con el Estado Plurinacional.
213 El trabajo colectivo Fiesta Cívica. Construcción de lo cívico y políticas festivas dirigido por
Eugenia Bridikhina realiza una revisión de las particularidades de las propuestas de
construcción de legitimidad e identidad nacional en relación con los diferentes proyectos
políticos y los respectivos intereses particulares de sus líderes en el periodo 1825-2008, a partir
del análisis de la relación entre el discurso político, la construcción del calendario cívico y las
ceremonias conmemorativas. Véase también Françoise Martínez, “Fiestas patrias y cívicas: Sus
avatares como instrumentos políticos de inclusión-exclusión (1825-1925)”.
el estado plurinacional en bolivia y su simbología 289
214 La cuestión marítima en Bolivia, en sus contextos histórico y actual, se comenta en el capítulo
15 de González Ortega, punto i.
290 bolivia en el siglo xxi
Es así que los rituales articulados en estas ceremonias sirven como un nexo que
vincula los mitos con las prácticas sociales. En el caso de las celebraciones andinas
y particularmente en las posesiones presidenciales ancestrales se invoca un pasado
milenario cuyo sustento cultural y, por tanto, ideológico es la existencia precolonial
como un argumento válido para conectarlo con la actual era plurinacional. Es decir,
en este nuevo universo simbólico, más allá de las formalidades devenidas de la
lógica occidental, es donde el mito y la utopía milenarista encuentran su sentido.
Entonces, el “aura andina” opera como un “rescoldo del pasado” (como diría Javier
Sanjinés, 2009) no solamente para proporcionar legitimidad política, sino que estas
ceremonias ancestrales presidenciales sirven también para “visibilizar” aquello que
estaba reprimido y silenciado por un dispositivo cultural que proviene de la colonia
y que tiene su prolongación en el Estado republicano y en el Estado-nación. Por lo
tanto, se convierten en un mecanismo de reapropiación simbólica por parte del
Estado Plurinacional.
La wiphala es una bandera cuadrangular compuesta por 49 espacios con los siete
colores del arco iris y cuyo centro está atravesado por una franja de siete cuadrados
blancos que simbolizan el Qullasuyu o territorio precolombino sobre el que se
encuentra Bolivia. En efecto, a diferencia de la anterior Constitución Política del
Estado, reformada en 1995, que no incluía a la wiphala como símbolo, la Carta
Magna del Estado Plurinacional, aprobada el año 2009, reconoció
constitucionalmente los diferentes símbolos nacionales 218 equiparando en una
misma jerarquía constitucional, por una parte, los símbolos patrios que aluden al
nacionalismo: la tricolor, el himno, el escudo de armas, la escarapela, o la flor de
kantuta, con aquellos que eluden a íconos originarios como la wiphala, que
proviene del mundo andino,219 queriendo evocar así una “complementariedad
simbólica”.
La propuesta del Estado Plurinacional, surgida de las organizaciones
indígenas-campesinas, encontró su sentido en la propia descolonización del Estado
boliviano. Precisamente aquí radicó una de las aristas de la conflictividad social , ya
que muchos sectores criollos-mestizos o de oposición política al mas la
consideraban como un riesgo para la propia unidad del país. En este contexto, esa
conflictividad no solamente fue política, sino que adquirió también matices
alegóricos en torno a los nuevos símbolos que, como la wiphala, se proponían para
el (nuevo) Estado Plurinacional. Efectivamente, los símbolos jugaron un papel
218 Según el artículo 6, parágrafo ii de la Constitución de Bolivia del año 2009: “Los símbolos de
Estado son la bandera tricolor rojo, amarillo y verde; el himno; el escudo de armas; la wiphala;
la escarapela; la flor de kantuta y la flor del patujú” (2008: 14).
219 La wiphala –que representa, por siete colores, a los pueblos indígenas y originarios en varios
países andinos (Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile principalmente)– fue propuesta en el
contexto del debate de la Asamblea Constituyente por organizaciones aymaras y quechuas.
294 bolivia en el siglo xxi
relevante. En rigor, en las regiones del oriente la wiphala fue resistida como
símbolo patrio, develando inclusive fracturas raciales. Ahora bien, la resolución de
la hegemonía política que se concretizó en la promulgación de la nueva Carta
Magna supuso un repliegue de los sectores regionales-cívicos cruceños que se
oponían a la propuesta constitucional del Estado Plurinacional y, desde una mirada
simbólica, esta resolución estuvo acompañada, por efecto colateral, por la presencia
inequívoca de la whipala flameando, por ejemplo, por las calles cruceñas en el
curso de las celebraciones cívicas del Estado Plurinacional.
Por otro lado, el conflicto en torno a la construcción de la carretera que
traspasaría el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure ( tipnis),
propuesta por el gobierno central, provocó una resistencia en las organizaciones
indígenas de tierras bajas (1910-1911) que tuvo también su correlato en una disputa
simbólica. En efecto, este conflicto puso en evidencia la disputa de diversos
modelos de desarrollo y las propias contradicciones-límites del Estado
Plurinacional y allí, paradójicamente, la flor del patujú, otro símbolo nacional poco
usado en el discurso estatal, fue, esta vez, enarbolado por los indígenas de las
tierras bajas para cuestionar la naturaleza andino-céntrica que adquirió el Estado
Plurinacional que usa recurrentemente la wiphala.
como primer presidente indígena del Estado boliviano. Esta idea de usar estas
visiones míticas del mundo indígena-andino está presente en la construcción
discursiva del Estado Plurinacional marcada por un andino-centrismo que también
se reproduce en esta película. Un ejemplo es el afiche de la película donde
predominan los líderes indígenas de origen aymara. Por consiguiente, esta última
producción cinematográfica de Sanjinés es un elemento constitutivo importante en
la edificación simbólica del nuevo orden estatal, ya que es parte de la nueva
narrativa histórica que reproduce ese juego de temporalidades donde los tempos
míticos e históricos se cruzan y responden a aquellos lineamientos estéticos que
giran, sobre todo, en torno al sujeto indígena de raigambre andino. En este filme
también se evidencia esa fusión que inicia en la figura mesiánica de Túpac Katari,
luego pasa por Zárate Willka, para culminar con Evo Morales, quien se representa a
sí mismo y, colateralmente, representa al mismo Estado Plurinacional.
Posiblemente, en Insurgentes, la conexión entre el líder indígena Túpac Katari y el
presidente Evo Morales adquiere su mayor efecto simbólico, ya que conecta a estos
dos líderes con el acto fundacional del Estado Plurinacional.
Es preciso recordar que las posesiones de Evo Morales –como el primer presidente
indígena de la República de Bolivia y, posteriormente, como primer mandatario del
Estado Plurinacional y sus respectivas ceremonias ancestrales– estuvieron
envueltas por un aura mítica y una recurrencia al pasado. Este tipo de mitología
simbólica se conectó con el Pachakutic. Como se mencionó, la estrategia política
comunicacional del Estado Plurinacional usó la profecía “volveré y seré millones”
de Túpac Katari para que el mito tomara forma y se encarnara en Evo Morales. A
partir de ello, se ha proyectado la imagen de Morales como el primer presidente
indígena de Bolivia no solamente de manera interna, sino a nivel mundial. Esto
puede implicar un riesgo, pues toda la densidad histórica del proceso político se
reduce al liderazgo de Morales. Es decir, esta ritualización del mundo indígena de
la zona andina de Bolivia se construye en torno a la imagen del presidente
boliviano para proyectar a partir de ella un hálito mítico. En este contexto, su
elección presidencial marca una inflexión histórica y una transición simbólica,
siendo Morales el último presidente de la República de Bolivia y el primer
presidente del Estado Plurinacional. En suma, la estructuración de imaginarios en el
plano simbólico ubica a la figura de Evo Morales como el condensador de toda esa
complejidad histórica que precede a la construcción de este proceso político y, al
mismo tiempo, proyecta un universo simbólico donde la presencia del indígena
ocupa un lugar central en la discursividad estatal.
La construcción simbólica de la plurinacionalidad plasma y condensa el actual
proceso de transformación del modelo estatal a partir de sus referentes inmediatos:
los procesos de movilización sociopolítica, especialmente indígena, de las últimas
el estado plurinacional en bolivia y su simbología 297
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13 Descolonizando la historia colonial de
Bolivia en el siglo xxi: Negociación de
las fronteras entre el pasado, presente y
futuro en la película También la lluvia
(2010) Laura Camacho Salgado / Nelson González
Ortega
Introducción
220 Los orígenes, construcciones conceptuales y modelos de análisis de los Estudios Decoloniales
surgen cuando prominentes investigadores –en su mayoría originarios de América Latina
(Dussel, Mignolo, Quijano y otros [Restrepo & Rojas, 2010])– constituyen el nuevo paradigma
crítico de la ‘inflexión decolonial’ que es un conjunto de conceptos acuñados en las ciencias
sociales en las últimas dos décadas para analizar las relaciones económicas, políticas y
socioculturales entre el norte (discursos hegemónicos y geopolíticos del Atlántico norte) y el
sur (narrativas subalternas no occidentales) del mundo. Es decir, nuevas formas
descolonizadoras de reflexionar sobre las asimétricas relaciones de poder que existen entre
“Occidente” y “el resto del mundo”, desde las perspectivas de los sujetos subalternos (‘los
oprimidos’): los pobres del mundo que son la mayoría. Los conceptos centrales de esta teoría
giran alrededor de la colonialidad versus la de-colonialidad. El origen, difusión, validez,
aplicación y carencias de los estudios decoloniales y su diferencia con teorías críticas, como el
postcolonialismo, se explican en Restrepo & Rojas, 2010: 185-223.
221 “En términos analíticos, no podemos confundir el colonialismo (una forma de dominación
político administrativa a la que corresponden un conjunto de instituciones metrópolis/ colonias)
con la colonialidad (que refiere a un patrón de poder global más comprehensivo y profundo).
Una vez concluye el proceso de colonización, la colonialidad permanece vigente como
esquema de pensamiento y marco de acción que legitima las diferencias entre sociedades,
[311]
descolonizando la historia colonial de bolivia en el siglo xxi 301
sujetos y conocimientos. […] Dada esta central distinción entre colonialismo y colonialidad, no
se puede confundir tampoco descolonización y decolonialidad. […] La descolonización se
tiende a circunscribir a lo que se ha denominado independencias políticas de las colonias que
para América empieza a finales del siglo xvii […] La decolonialidad, en cambio, refiere al
proceso que busca trascender históricamente la colonialidad (o […] la
modernidad/colonialidad). Por eso, la decolonialidad supone […] subvertir el patrón de poder
colonial, aun luego de que el colonialismo ha sido quebrado” (Restrepo & Rojas, 2010: 16-17).
El origen del indígena andino del altiplano boliviano
En esta injusta y desigual sociedad colonial del siglo xvi, en la que conviven
virreyes, funcionarios reales, encomenderos, comerciantes e indígenas, surgen
religiosos de diversas órdenes eclesiásticas, como Antonio de Montesinos
(14751540), Bartolomé de las Casas (1484-1566) y Francisco de Vitoria (1485-
1546). Ellos abogan fehaciente y públicamente –en sermones, en reportes a la
Corona española y en su gestión oficial con el imperio– por terminar con la
esclavitud de los indígenas por los españoles y para que se respeten, mediante la
promulgación de leyes reales, los derechos humanos básicos de los amerindios.
A principios del siglo xvi, en la Isla de la Española (territorios correspondientes
a los actuales países de Haití y República Dominicana), Antonio de Montesinos,
misionero y fraile dominico español, defendió a los indígenas en dos de sus
sermones y acusó a los colonizadores españoles de esclavizar, maltratar y torturar a
los indígenas que los desobedecían. Por encargo de fray Pedro de Córdoba, director
espiritual de la orden de los Dominicos de Santo Domingo, y frente al gobernador
almirante Diego Colón, y a importantes encomenderos de la Isla de la Española,
225 Debido a que el foco de estudio de este capítulo es la elaboración de una cronología
sociopolítica de los Andes bolivianos y sus pobladores no se comenta en detalle el desarrollo
del periodo colonial en Mesoamérica y en otras regiones del continente americano.
descolonizando la historia colonial de bolivia en el siglo xxi 305
Para os los dar a cognoscer me he sobido aquí, yo que soy voz de Cristo en el desierto
desta isla; y, por tanto, conviene que con atención, no cualquiera sino con todo vuestro
corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual será la más nueva que nunca
oísteis, la más áspera y dura y más espantable y peligrosa que jamás no pensasteis oír.
Esta voz [os dice] que todos estáis en pecado mortal i en él vivís y morís, por la
crueldad i tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid ¿con qué derecho y con
qué justicia tenéis en tan cruel i horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con qué
auctoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus
tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas dellas, con muerte y estragos nunca
oídos habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin dalles de comer
ni curallos en sus enfermedades [en] que, de los excesivos trabajos que les dais,
incurren y se os mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada
día? ¿i qué cuidado tenéis de quien los doctrine y cognozcan a su Dios y criador, sean
baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? Estos, ¿no son hombres? ¿No
tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amallos como a vosotros mismos?
¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan
letárgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado [en] que estáis no os podéis más
salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo.
(Montesinos, citado en Las Casas, “Primera Comunidad de Dominicos en América”,
1994: 1761-1762)
Por primera vez en el continente americano se escuchó la voz de un español
que enumeraba las atrocidades a las que fueron sometidos los nativos por los
encomenderos; denunciaba el comportamiento anticristiano de los encomenderos
explotadores; y, en fin, reclamaba justicia social y dignidad humana para los
indígenas (cf. sección segunda).227 La consecuencia de los dos sermones de
Montesinos en las autoridades imperiales, en los encomenderos y en los indígenas
fue triple. La primera fue la respuesta del gobernador almirante Diego Colón, las
autoridades coloniales y los encomenderos, quienes escribieron y enviaron una
protesta oficial al rey Fernando, El Católico, para expulsar a los Dominicos de la
Española y destituir al fraile Montesinos. Sin embargo, el rey solo decidió prohibir
a los Dominicos predicar sobre temas relacionados con los indígenas. La segunda
226 En el texto Relación acerca de las antigüedades de los indios, escrito por fray Ramón Pané a
fines del siglo xv y re-editado en el siglo xx (Arrom, 1974), se describe ampliamente la cultura
(territorio, lengua, religión, atuendos y costumbres) del primitivo pueblo taíno, el cual era uno
de los menos desarrollados del continente americano. El grado elemental de la primitiva cultura
taína y su desnudez contribuyó, en gran medida, al surgimiento del doble mito del indio, como
buen salvaje y como salvaje feroz.
227 Discurso de Antonio Montesinos representado en También la lluvia. Recuperado de https://
www.youtube.com/watch?v=4z6KCsi50tI
306 bolivia en el siglo xxi
fue la formación, por orden real, de una junta de teólogos en España, con el fin de
deliberar sobre la situación de los amerindios. Esta gestión culminó con la
promulgación de las Leyes de Burgos del 28 de julio de 1513 que, en teoría,
aliviaban el sufrimiento de los indígenas, pero que en la práctica nunca fueron
cumplidas por los encomenderos españoles. La tercera fue la influencia de los dos
sermones de Montesinos de 1510 en la conciencia religiosa del, entonces
encomendero, Bartolomé de las Casas (cf. sección segunda).
Bartolomé de las Casas fue un autodidacta en teología, filosofía y derecho que
llegó a la Isla de la Española en 1502 y se ordenó sacerdote en 1512. Influido por
los sermones de Montesinos, y temiendo que los indígenas se extinguieran por los
abusos de los colonos españoles, se dedicó, desde 1514 hasta su muerte en 1566, a
la acérrima defensa de los derechos humanos de los amerindios. En su famoso y
controversial libro Brevísima relación de la destrucción de las Indias, escrito en
1552, denuncia las consecuencias negativas de la conquista y la colonización
española para los pueblos indígenas del continente americano. Una primera versión
resumida de la obra fue presentada al rey Carlos I y a la Junta de teólogos de
Valladolid que deliberó en 1550-1551. En esta se tratan “los justos títulos del
dominio de la Corona de Castilla sobre América” y los dos modos antagónicos de
entender la conquista228 y colonización de América. Según la Brevísima relación, el
primer modo abogaba por la defensa de los derechos humanos de los pueblos
indígenas de América. Por su parte, el segundo modo de interpretación,
representado por Juan Ginés de Sepúlveda, defendía el derecho de los españoles a
conquistar y colonizar a los indígenas por ser estos, según Sepúlveda, seres sin
alma, naturalmente inferiores y, por tanto, no aptos para ser adoctrinados en la fe
cristiana. Aunque no se obtuvo una decisión final sobre el derecho español a la
conquista y colonización de América, sí se produjo una serie de normas legislativas
que, junto a las Leyes de Burgos (1513) y a las Leyes Nuevas (1542), conformaron
las famosas Leyes de Indias, que estuvieron vigentes en la América española entre
1523 y 1542 y sirvieron para reglamentar y normalizar, en cierto grado, las
relaciones sociales, económicas y políticas entre los pobladores de la colonia
española de América.229 En síntesis, el explorador, el encomendero, el misionero y
el obispo Bartolomé de las Casas escribió una serie de libros en contra de la
opresión de los indígenas por los hispano-europeos; libros que han inspirado a
posteriores pensadores revolucionarios del mundo entero.
228 “La ‘Conquista’ es un proceso militar, práctico, violento que incluye dialécticamente al Otro
como ‘lo mismo’. El Otro, en su distinción es negado como Otro y es obligado, subsumido,
alienado a incorporarse a la Totalidad dominadora como cosa, como instrumento, como
oprimido, como ‘encomendado’, como ‘asalariado’ (en las futuras haciendas), o como africano
esclavo (en los ingenios de azúcar u otros productos tropicales)” (Dussel, 1994: 41-42; cf. ver el
concepto ‘otro’ en el presente capítulo, notas 1, 2, 20).
229 El conjunto de normas legales reunidas en las Leyes de Indias fueron oficialmente
promulgadas por el rey Carlos II (1665-1700) y finalmente publicadas en 1680 con el título de
Recopilación de leyes de los reynos de las Indias (La Guardia, [1680] 1889).
descolonizando la historia colonial de bolivia en el siglo xxi 307
El último principal pensador anticolonial español del siglo xvi fue fray
Francisco de Vitoria, teólogo, filósofo, jurista y profesor en las universidades de
París, Valladolid y Salamanca. Sus lecciones universitarias sobre temas teológicos
y jurídicos, que fueron compiladas y publicadas por sus alumnos, debaten, entre
otros temas, sobre problemas morales del ser humano, la moral humana y la
economía, el homicidio, el matrimonio, la potestad civil y eclesiástica, las
relaciones entre el Concilio y el Papa, la guerra justa o injusta de los conquistadores
y colonizadores españoles en América, el maltrato y destrucción de los indígenas
de América y de sus culturas y la apropiación cuasi legal de territorios americanos
por el imperio español. Por su sólida labor intelectual de pensador anticolonialista
que ha tenido una amplia repercusión mundial y por su acérrima defensa de los
derechos humanos de los pueblos indígenas de América y del mundo, se considera
a Francisco de Vitoria uno de los fundadores del moderno Derecho Internacional
Público.
Desde la época precolombina hasta el siglo xxi, los indígenas del altiplano
boliviano se han rebelado por medio de guerras y protestas contra formas
imperiales (amerindias e hispánicas) de gobierno y contra gobiernos de Estados
republicanos y contemporáneos que han querido invadirlos, subyugarlos o
privarlos, mediante la violencia, de su derecho al autogobierno. 230 En seguida, se
comentan las principales formas de resistencia optadas por los indígenas andinos a
través de los siglos.
Durante el corto periodo (1438-1532) que duró el régimen imperial de los incas
se realizaron numerosas guerras de liberación territorial:
[E]n 1460 se produjo una importante rebelión contra los incas en la zona de los reinos
del lago. El resultado fue que los restantes reinos independientes fueron conquistados,
instalándose mitmaqhuna de habla quechua en colonias por todos sus territorios,
especialmente en el valle de Cochabamba. (Klein, 1982: 39)
230 Para una comprensión más completa de la resistencia de los bolivianos de ayer y de hoy contra
diversas formas de opresión imperial, véase Earth Politics. Religión, decolonization, and
Bolivia’s indígenous intellectuals (Ari, 2014).
308 bolivia en el siglo xxi
Estado Inca con su capital, la ciudad sagrada de Machu Picchu. Manco fue
sucedido por su hijo, Sayri Tupac y su hermanastro Titu Cusi, quienes continuaron
la resistencia anticolonial hasta la muerte de Titu Cusi, en 1571, que nombró como
sucesor al hijo legítimo de Manco Inca, Túpac Amaru, que fue capturado y
decapitado por las tropas del virrey, el conde Francisco de Toledo. La decapitación
de Túpac Amaru en 1572 terminó con los últimos vestigios del imperio inca.
El memorable recuerdo del rebelde antiespañol Túpac Amaru sobrevivió
durante dos siglos, encarnándose en la persona de José Gabriel Condorcanqui, que
tomó el nombre de Túpac Amaru ii y lideró con su esposa Micaela Bastidas
Condorcanqui, en 1780-1782, la más grande rebelión andina. Esta rebelión tenía
como objetivo central el intento de resurgimiento del antiguo imperio inca en
oposición al imperio español, que seguía explotando a los indígenas en minas,
haciendas y obrajes y los obligaba a pagar un exagerado aumento de las alcabalas o
impuestos de venta promulgados en la legislación imperial de las nuevas reformas
borbónicas de fines del siglo xviii. Este movimiento social y militar indígena, al
cual se unieron miles de seguidores de casi toda la región andina, propuso un
programa revolucionario similar al que plantearían los movimientos sociales del
fines del siglo xx y principios del xxi. En este programa se exigía la devolución de
las tierras indígenas que habían sido expropiadas por los españoles, asimismo se
reclamaba el fin de la esclavitud de los indígenas a través de la abolición de dos
formas de trabajo –practicadas en el imperio inca y posteriormente adoptadas por el
imperio español–: el ‘yanaconazgo’ o trabajo doméstico servil y obligatorio y la
‘mita’ o trabajo forzado y no pagado en minas y haciendas. Esta poderosa primera
revolución indígena anticolonial aterrorizó a las autoridades imperiales, a los
eclesiásticos, a los españoles y europeos y a los criollos que se unieron en un frente
militar común para confrontarla, matando a más de 100.000 indígenas de los
Andes.
Entre estos diversos movimientos de resistencia revolucionaria indígena
anticolonial, que se extendieron por toda la región de los Andes a fines del siglo
xviii, se destacó la rebelión indígena encabezada por Julián Apaza Nina (1750-
1781), jefe aymara conocido con el nombre revolucionario de Túpac Katari o Tupaj
Katari (‘serpiente grande y resplandeciente’, en aymara y quechua). En contra de la
explotación socioeconómica a la que eran sometidos los indígenas por los
colonizadores españoles y en contra de su exclusión política del gobierno de sus
comarcas, Tupaj Katari comandó una rebelión de más de 40.000 indígenas en
contra del imperio español y puso sitio dos veces a la ciudad de La Paz en 1781,
asediándola desde la población de El Alto durante 184 días: de marzo a junio y de
agosto a octubre. Para sofocar esta rebelión, una de las más prolongadas de la
región de los Andes, las tropas de los virreinatos del Perú y de Buenos Aires
tuvieron que luchar conjuntamente en contra de ellos por más de dos años. 231
231 Entre otros historiadores que analizan la rebelión de Túpac Katari en su contexto histórico y
político se encuentran Sinclair Thompson (2002: 190) y Carlos D. Mesa Gisbert (2012: 213,
219-221, 234, 255).
descolonizando la historia colonial de bolivia en el siglo xxi 309
Entre los años 1985 y 2000, los bolivianos experimentaron grandes tensiones
sociales debido a que existía, desde los gobiernos anteriores, una marcada
desigualdad económica, una profunda inequidad social y una injusta exclusión de
los indígenas de las esferas del poder. Este estado de completo desequilibrio
económico, político y social –que fue causado por la aplicación de políticas
macroeconómicas neoliberales por los gobiernos de la época– sirvió de caldo de
cultivo a diversos movimientos políticos finiseculares de reivindicación social,
étnica y popular que lucharon en contra de las draconianas medidas económicas del
neoliberalismo (cf. capítulo 3 de González Ortega).
En efecto, a fines del siglo xx, el conocido político Víctor Paz Estenssoro, en su
cuarto mandato presidencial (1985-89), tuvo que controlar la hiperinflación que
sufrió Bolivia mediante el apoyo que dio a su ministro de Planeamiento, Gonzalo
Sánchez de Lozada, para que aplicara la nueva modalidad del neo-liberalismo
232 En la película También la lluvia (2010), que se analiza en la sección segunda, se escenifican
las masivas protestas sociales ocurridas en Cochabamba, La Paz, El Alto y otras ciudades de
Bolivia durante la Guerra del Agua del año 2000 (cf. J. Hernández, s.f.).
310 bolivia en el siglo xxi
económico conocida como “terapia del shock” y, así, tratar de controlar la ilimitada
hiperinflación que sufrió Bolivia, sobre todo, en la década del 80, pero también en
la última década del siglo xx.233
La oleada de protestas sociales sucedidas entre el 9 y el 11 de abril del año
2000 en Cochabamba y el resto del país, conocida como la “Guerra del Agua”,
intensificó la confrontación de las dos Bolivias que surgieron en 1952 con la
Revolución Nacional: la Bolivia del régimen político-administrativo de orientación
económica socialista promovida por movimientos sociales y partidos políticos de
centro-izquierda versus la Bolivia del régimen político-administrativo de
orientación económica neo-liberal y conservadora apoyada por partidos de centro
derecha, a menudo, en alianza con empresas multinacionales y con los gobiernos
republicanos de Estados Unidos. En otras palabras, la Guerra del Agua acentuó la
confrontación entre una Bolivia pobre e indígena y otra Bolivia oligárquica y
transnacional (cf. capítulo 3 de González Ortega, nota 7). Tal confrontación se haría
evidente en las violentas protestas ciudadanas de la Guerra del Agua del año 2000
que fueron el motor que propulsó las profundas transformaciones de las estructuras
tradicionales del poder político en la Bolivia actual.
En medio de esta crisis social boliviana, el Banco Mundial, siguiendo normas
neoliberales del mercado, advierte al exdictador y entonces presidente electo Hugo
Banzer que “si no privatiza el suministro de agua en el departamento de
Cochabamba, el Banco Mundial retendría 600 millones de dólares en la tan
necesitada disminución de la deuda externa de Bolivia” (Siekmeier, 2010: 173,
nuestra traducción).
Ante esta presión económica externa, el gobierno boliviano promulga la Ley
2029 que autoriza la firma, en 1999, de un contrato leonino de provisión de agua
con la empresa norteamericana de ingeniería Bechtel, que formó un consorcio
multinacional llamado Aguas del Tunari, compuesto por la empresa norteamericana
Edison, el consorcio español Abengoa S. A. y las empresas bolivianas A.
Petricevich y S. Doria Medina. Aguas del Tunari aumentó el precio de suministro
de agua en un 50% y, como consecuencia, en abril de 2000 hubo una serie de
protestas populares en Cochabamba y el resto del país, lideradas por un grupo
cívico llamado “Coordinadora del Agua”, que exigió al gobierno de Banzer
cancelar el contrato con Aguas del Tunari. Las protestas y las exigencias de los
manifestantes se ampliaron y se reprodujeron en todo el país: los maestros de las
escuelas públicas en zonas rurales hicieron huelga para reclamar el aumento de sus
salarios; en La Paz, los estudiantes se enfrentaron al Ejército,
película –que puede ser considerada como parte del paratexto–: el director,
Sebastián (Gael García), y su productor, Costa (Luis Tosar), viajan a Cochabamba
con el elenco para filmar un largometraje que promete una relectura de la llegada
de Cristóbal Colón a América. Pero, durante el proceso de filmación, ocurre la
Guerra del Agua, entre el 9 y 11 de abril del año 2000, lo cual los obliga a parar el
rodaje y cuestionar el tema fílmico inicial sobre la conquista y colonia de América.
En esta sección se expondrá cómo Bollaín va más allá de lo anunciado por el
paratexto y explora la complejidad de la dinámica entre España y Latinoamérica.
Revela las relaciones desiguales de poder entre el “Otro-imperial”, hispano-
europeo, y el “Otro-colonial” (cf. notas 1, 2, 20 en el presente capítulo) y afirma
que estas prácticas opresoras no son exclusivas del periodo colonial, sino que
persisten aún en la industria cinematográfica transnacional y en las compañías
multinacionales de nuestro mundo actual inmerso en una creciente globalización
periférica. Como consecuencia, Bollaín considera nuevas formas fílmicas
decoloniales de confrontar el problema de las relaciones de poder. Por lo tanto, este
apartado pretende analizar También la lluvia desde tres ejes: análisis narrativo del
guión, de la cinematografía y de las dinámicas de representación de la perspectiva
femenina.
Paul Laverty cuenta, en una entrevista con David Walsh (2010), que la idea del
guión se origina en sus conversaciones con Noam Chomsky y Howard Zinn,
quienes estaban buscando alguien que pudiese escribir sobre el libro de Zinn, A
People’s History of the United States, en el que se hablaba de la llegada de
Cristóbal Colón a América. La primera versión del guión presentaba a Las Casas
(cf. sección primera) como protagonista y se ubicaba completamente en el siglo xv
y xvi. Elección que implicaba el deseo de reinterpretar y cuestionar la historia
oficial del imperio español en América poniendo énfasis en las dinámicas de
representación fílmica tanto de la culpa imperial, o “culpa colonial” de los
españoles, como de la “herida colonial” de los indígenas. 235 Además, el énfasis en
235 Según Isabel Santaolalla, recientemente se han dado revisiones cinematográficas del vínculo
España- Latinoamérica como una realidad problemática y multifacética, lo cual puede ser
interpretado como una forma de redención tanto de la “culpa colonial” (Santaolalla, 2007: 71)
de los hispano-europeos como de la “herida colonial” de los indígenas colonizados. La
dinámica de la culpa implica que subyace una situación de conciencia y una relación de
“concientización” entre colonizadores y colonizados, en la que los que habían colonizado
desean redimirse a través de una apertura cinematográfica alternativa hacia Latinoamérica. En
los estudios decoloniales, se llama ‘herida colonial’ a la huella dejada por el dolor derivado de
las experiencias vividas de los condenados de la tierra, de los damnés. Son experiencias
forjadas en situaciones de marginalización, sometimiento, injusticia, inferiorización,
dispensación y muerte. La herida colonial, que enrostra a la arrogancia imperial, las
experiencias y subjetividades de los damnés, deviene en condición de posibilidad de una
perspectiva donde la […] “pluriversalidad de paradigmas […] no pueden ser absorbidos por la
historia lineal del pensamiento occidental” (Restrepo & Rojas, 2010: 162-163).
descolonizando la historia colonial de bolivia en el siglo xxi 313
236 Para el análisis fílmico del guión de También la lluvia se emplean los conceptos que Gerard
Genette utiliza para el análisis narrativo de los textos literarios. Esto responde principalmente a
la necesidad de explicar el diálogo entre los diversos niveles narrativos del guión para poder
explicar su construcción fílmica. Sin embargo, esto no implica que la narratología de Genette
pueda ser trasladada de manera exacta al análisis cinematográfico.
237 José Antonio Pérez Bowie cita a Sébastien Fevry, quien explica que en cine existen dos tipos
de mise en abyme: homogénea y heterogénea. En la primera, las estrategias de reflexividad se
articulan sobre un canal, ya sea el visual o el sonoro. La segunda, utiliza simultáneamente
recursos visuales y auditivos. En el caso de También la lluvia se trata de un mise en abyme
heterogénea: “la inserción de un relato audiovisual (representación teatral o filme) dentro del
filme marco; el filme en segundo grado, o filme enmarcado, se presenta bajo la forma de una
creación artística que ‘refleja’ la temática o estructura del filme que lo alberga” (2008: 162).
314 bolivia en el siglo xxi
Figura 1. Antón está viendo su imagen en el cine, en la que él está interpretando a Colón (00:37:19).
maría. —Sebastián, dime una cosa, estamos en Bolivia, así como mucho sentido pues
no tiene, ¿verdad? Pues digo, estamos a unos 2.500 metros sobre el nivel del mar
rodeados por montañas a miles de kilómetros del Caribe. s ebastián. —No, pues, es que
acá Costa cree que Colon llegó en paracaídas.
costa. —No, perdona, Costa sabe que esto está lleno de indígenas hambrientos y eso
significa extras. Miles de extras, nada de recurrir a esa mierda de efectos digitales.
Quiero poderío, que se vea que nos hemos gastado la pasta. s ebastián. —No, Costa, no,
esto puede ser un churro. ¿Has visto sus rasgos? Son quechuas. costa. —¿Y?
sebastián. —Cómo que ¿y? Que son indígenas de los Andes. ¿Qué hace Colón
entrevistándose con unos indígenas de los Andes? c osta. —De los Andes o de donde
sea. No sé, son indígenas. Eso es lo que querías. ¿No? s ebastián. —No, no, no. costa. —
Sebastián, no seas pesado, tío.
No me jodas, aquí se puede negociar con la gente, hoteles, trasporte, catering, o sea lo
que quieras. maría. —Entonces la razón es el dinero.
sebastián. —Sí, siempre es el dinero. Siempre. Bueno en este caso, el poco dinero. ¿Me
escuchaste productorcete de cuarta? costa. —Si la hubiéramos rodado en inglés
tendríamos el doble de dinero. Tendríamos el doble de público. Ya casi teníamos
cerrado el acuerdo y fuiste tú y la jodiste.
sebastián. —Porque los españoles hablan español cabrón. ¿Te hubieras imaginado lo
que hubiera sido hacerla en inglés?
costa. —Pues que hubiéramos sido la ostia. m aría. —Entonces los españoles hablan
español y los taínos que encontró Colón ¿hablan quechua? s ebastián. —¿Así vas a
estar? (00:06:00- 00:07:50)
narrador. [lee el guión escrito por Sebastián] —Vemos los rostros sorprendidos de
varios niños taínos ocultos entre la vegetación, desde su punto de vista vemos a Colón
y a sus hombres pisando por primera vez el Nuevo Mundo. Hay algunas
embarcaciones pequeñas en la orilla. Los niños perciben un olor desagradable mientras
las extrañas criaturas mojadas y sucias, unos barbudos, otros calvos, se acercan hacia
ellos dando un traspié en la arena. Los chiquillos ocultos en los árboles se ríen y
comentan sorprendidos intentando comprender quiénes son esos extraños. c olón. —Yo,
Cristóbal Colón, humilde siervo del rey Fernando de Aragón y la reina Isabel de
Castilla, en nombre de Jesucristo, hijo del único Dios verdadero, tomo posesión de
estas tierras, mares y todo lo que contienen y con este acto proclamo la soberanía de
estas tierras y mares de la más graciosa de las majestades. (00:09:00 – 00:10:53)
daniel. —Venden nuestros ríos contra nuestra voluntad. Venden nuestros pozos,
nuestros lagos. Y la lluvia que cae sobre nuestras cabezas por una ley. Compañeros, es
increíble, no nos permiten recoger el agua que cae de la lluvia por esa ley. Y ¿quién se
queda con esa lluvia? ¿Una compañía cuyos propietarios están en Londres y en
California? Compañeros, ¿qué más nos van a robar ahora? ¿El vapor de nuestro
aliento? ¿El sudor de nuestra frente? Pues les digo, que lo único que van a conseguir
de mí es una buena meada. (00:29:14)
antón. —Corred, corred conejillos, cabrones cobardes, ¿qué haría tu amigo Bartolomé?
alberto. —Vete a la mierda. antón. —Tú, mucho yaku, mucho pobrecitos indios, y
¿ahora qué? ¡Que les den!
alberto. —¿Qué coños podemos hacer? antón. —Te lo están diciendo, tío: ir a un sitio
seguro y acabar nuestro trabajo. Eso es lo que tenemos que hacer. Se los debemos,
coño. (01:15:54)
alcalde. —Dada su larga historia de explotación, los indios llevan la desconfianza en los
genes. Se hace muy difícil razonar con ellos, cuando, además, son analfabetos. Pero
eso sí, tenemos informes objetivos de profesores de Harvard, fbi. antón. —Me
encantaría, me encantaría ver cómo se las arreglan esos cabrones del fbi para alimentar
a sus familias con 40 putos dólares al mes.
alcalde. —En fin, en este mundo globalizado los indios se dedican a quemar los recibos
de agua y lanzar piedras a la Policía. Es el victimismo contra la modernidad. s ebastián.
—Oiga, pero, no quiero ser maleducado, a mí me parece que una persona que gana dos
dólares al día no puede soportar un incremento en el precio del agua de 300%, ¿no?
Digo, por lo menos, es lo que a mí me cuentan. a lcalde. —es curioso, eso es lo que me
han dicho a mí que ustedes les pagan a los extras. s ebastián. —Sí, pero nosotros
tenemos un presupuesto muy, muy ajustado.
alcalde. —Eso es lo que nos pasa a todos. Si cedemos un centímetro, estos indios nos
llevarán a la Edad de Piedra. (00:53:46)
En este contexto, la lucha de Daniel/Hatuey cobra aún más importancia puesto
que no solamente representa una lucha contra las multinacionales, sino también
reconoce la confrontación de dos Bolivias: la Bolivia “blanca”, elitista y
318 bolivia en el siglo xxi
Para poder interpretar la estructura narrativa, Bollaín presenta también una solución
cinematográfica que permite a la audiencia crear puentes o construir distancias
entre los niveles diegéticos:
239 “En términos generales, el ‘otro’ es el que está separado de uno mismo […] Dentro de la teoría
poscolonial, puede referirse a los otros colonizados que han sido marginalizados por un
discurso imperial e identificados por su diferencia con el centro […] Otredad, describe los
diversos modos en que el discurso colonial produce sus sujetos […] la construcción de ‘el
O/otro’ es fundamental en la construcción de [la imagen] de uno mismo. El proceso de otredad
puede ocurrir en toda clase de narrativas colonialistas” (Ashcroft, 1998: 169, 170, 171, 172, mi
traducción). En los estudios decoloniales, los conceptos de Otro y otredad han sido adoptados y
desarrollados principalmente por el filósofo argentino Enrique Dussel, que propone que el
“descubrimiento de América” (las comillas de Dussel para marcar lo que él considera lo mal
llamado) fue el primer encuentro entre el “yo-europeo-colonizador” y el “otro-amerindio-
colonizado”, durante el primer encuentro en América, en 1492, entre el hispano-europeo (el
otro imperial) y el indígena (el otro colonial) (Restrepo & Rojas, 2010: 81).
descolonizando la historia colonial de bolivia en el siglo xxi 319
Figura 2. Nivel metadiegético (uso de un estilo cinematográfico que evoca la épica narrativa). En esta
escena, los españoles están quemando a Daniel/Hatuey y a “sus 12 discípulos” en la cruz. Promete ser
la escena final de la película de Colón dirigida por Sebastián (01:07:47).
Figura 3. Nivel diegético. En esta escena, el elenco está ensayando el guión en el hotel. Antón está
actuando la parte en la que Colón, mediante la ley del Requerimiento (cf. presente capítulo, nota 5),
toma posesión de las tierras y declara la soberanía de la Corona (00:10:51).
320 bolivia en el siglo xxi
240 En este punto es importante considerar las políticas de la mirada planteadas por Laura Mulvey,
que parten de las teorías psicoanalistas y feministas. En “Visual Pleasure and Narrative
Cinema”, Mulvey afirma que en el cine narrativo clásico la mujer ha sido el objeto pasivo
(erótico) de la mirada (masculina) –“to-be-looked-at-ness” (1975: 808)–, mientras que la figura
masculina es activa y es la productora de sentido. Asimismo, argumenta que, en este tipo de
cine, se presenta una masculinización del espectador (tanto hombres como mujeres).
322 bolivia en el siglo xxi
maría. —[Le pregunta a Daniel mientras lo está filmando] Como, ¿qué fue lo que más
te gustó de tu personaje? ¿Tal vez lo que representa como figura de resistencia
indígena o plantear la colonización desde un punto de vista diferente? boliviano. —No,
a él solo le interesa la plata y nada más.
[Ríen todos]
boliviana. —Y ¿tienes escenas de amor?, ¿con cuántas chicas te besas? ¿Te tienes que
desnudar? boliviano. —Daniel, ¿cómo has llegado ahí tan chiquito? maría. —No chicos.
[Apaga la cámara]. boliviano. —¿Y tú qué haces aquí? maría. —Estamos haciendo un
documental de la película. boliviano. —Estás preguntando mucho. Daniel, no confíes en
ella.
En contra posición, tanto Bollaín como María podrían ser consideradas como un ejemplo que
rompe esa dicotomía, mirada pasiva/femenina y mirada activa/masculina, para plantear una
búsqueda de una mirada activa femenina.
La inclusión de las mujeres bolivianas en la diégesis y la metadiégesis juega
también un rol importante. En el nivel metadiegético deben ser analizados dos
momentos importantes: 1) la escena en la que la mujer mayor está a punto de ser
devorada por los perros españoles y 2) la escena en la que las madres deben actuar
como si ahogasen a sus bebés. En la primera, la cámara registra, en plano medio, el
episodio en el que la mujer se sienta, mirando a los españoles, mientras se toca el
pelo esperando lo inevitable (figura 6). En ese momento la cámara se acerca a su
descolonizando la historia colonial de bolivia en el siglo xxi 323
Figura 6 (00:42:07)
Figura 7 (00:42:37)
324 bolivia en el siglo xxi
Figura 8 (00:42:39)
Figura 9 (00:44:50)
descolonizando la historia colonial de bolivia en el siglo xxi 325
Figura 10. En este encuadre se hace evidente la distancia entre el elenco extranjero y los extras
bolivianos (00:45:02).
The drowning sequence also serves to raise some questions related to the
anticolonialist films of which Even the Rain itself is an integral part. How far can an
anticolonialist film go with the violent exploitation of native bodies before becoming a
cinematic spectacle itself? (Cilento, 2012: 255)
Reflexiones finales
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Bollain. University of St Andrews. University of Andrews, página web consultada
julio 24, 2014. Recuperado de https://vimeo. com/101398261 Filmografía:
[343]
modo de antecedentes, una especie de punteo muy escueto de lo ocurrido en la
participación política indígena desde los años 80; seguidamente, plantearé algunas
observaciones sobre la orientación indígena del gobierno, pasando después a
observar algunos aspectos referidos a su función gubernamental; luego, haré
algunas observaciones sobre las taras coloniales que se han ido reproduciendo en el
nuevo Estado Plurinacional, para finalmente concluir con apuntes sobre algunos
procesos contrarios a la retórica oficial.
332 bolivia en el siglo xxi
241 La promulgación e implicación política que tuvo en Bolivia el Decreto 21060 se estudia en el
capítulo 3 de González Ortega.
problemas y contradicciones del “gobierno indígena” 333
242 Las causas, desarrollo y desenlace sociopolítico de las llamadas Guerra del Agua (2000) y
Guerra del Gas (2003) en Bolivia se comentan ampliamente en el capítulo 3 de González
Ortega, puntos a y c.
334 bolivia en el siglo xxi
su campaña. El gobierno encontró un buen escenario para llevar adelante esta oferta
ya que contaba con mucho respaldo en el electorado. El 2 de julio del primer año de
gobierno de Morales se realizó la elección de asambleístas en la que el partido
oficialista obtuvo 137 representantes de 255, pero no logró los dos tercios; tema
que luego sería una bandera de la oposición para frenar a la mayoría absoluta que
estaba en manos del Movimiento Al Socialismo. El 6 de agosto de 2006 se instaló
la Asamblea Constituyente en Sucre, la “ciudad blanca”. El desarrollo de la
Asamblea fue tortuoso. La oposición no atinaba a nada más que a bloquearla y el
oficialismo no podía imponerse. Hubo temas que empantanaron el avance de las
sesiones, por ejemplo, el tema de los dos tercios contra la mayoría absoluta, la
discusión de si la Asamblea era originaria o derivada. No obstante, el asunto más
problemático fue el de la sede de gobierno, la disputa por una ciudad (La Paz o
Sucre) que pudiera ser la sede de los poderes del Estado. Este tema complicó
mucho a la Asamblea ya que, al ser hábilmente utilizado por la oposición, casi lleva
a que la Constituyente fuera abortada. Contra viento marea y con ajustes hechos en
Oruro, la Constituyente no pudo sesionar en Sucre, pero, con ayuda de
representantes de distintas fuerzas políticas, se obtuvo un texto que el 25 de enero
del año 2009 se puso a consideración de la población boliviana, habilitada para
votar en un referendo. La mayoría voto a favor de aprobar aquel documento que
hoy es la Constitución vigente en Bolivia.244
El términos económicos, estos diez años del gobierno de Morales y el mas han
sido de crecimiento y estabilidad, hecho resaltado por organizamos internacionales,
en lo que influyó, no solo el alza de los precios internacionales de los
hidrocarburos, sino también el de los minerales, hecho que dio lugar al
florecimiento de cooperativas mineras; asimismo, la actividad comercial creció
enormemente.245 Esta estabilidad económica ha sido, en los últimos años, bandera
del discurso del gobierno, mientras que aquello que fue su eje discursivo, lo
indígena en relación a la descolonización, el “Vivir Bien” –que en buena medida se
contiene en la Constitución vigente– se ha ido dejando de lado. 246
Sin lugar a dudas el sello distintivo del gobierno del mas, por lo menos a nivel de
imagen, ha sido el de ser un “gobierno indígena”. Hay varios elementos que se
244 Los intensos debates entre los sectores oficialistas del mas y la oposición que surgieron tanto en
el proceso de escritura de la Constituyente (2006-2008) como en el referendo, aprobación y
constitucionalidad de la nueva revolución de 2009 que instituye el Estado Plurinacional de
Bolivia es ampliamente comentada en el capítulo 5 de Marsteintredet.
245 La bonanza económica generada por el alza de los precios de los hidrocarburos durante la
gestión gubernamental de Evo Morales (2006-2016) es explicada en detalle en el capítulo 10 de
Morales.
246 La directiva del “Vivir Bien”, como elemento central de la Constitución de Bolivia de 2009, se
explica en el capítulo 7 de Requena y Hoffmann y en el capítulo 15 de González Ortega.
336 bolivia en el siglo xxi
Las ideas que han alimentado o justificado este supuesto simbolismo indígena
que ha derivado en festival turístico han sido incluso motivo de cursos
universitarios y hasta de postgrados. El “Proceso de cambio” se mostró así,
colorido y pintoresco ante los ojos de las personas de otras latitudes y alimentó, de
manera muy generosa, los prejuicios sobre pueblos que, se piensa, están estancados
en el tiempo. Sin embargo, más allá de ese despliegue folclórico, propio de
agencias de turismo, pasaban otras cosas.
haber logrado destrozar las ideas racistas parece estar logrando acentuar más el
racismo. No obstante, no hay que olvidar que estos dirigentes son representantes de
organizaciones específicas, las cuales han sido consideradas movimientos sociales.
De hecho, la idea de que el gobierno actual es un gobierno de movimientos
indígenas y de movimientos sociales es un asunto muy discutible.
Es indudable que en la actualidad hay una gran cantidad de personas de origen
“indígena” que llenan el Parlamento y que tienen una trayectoria sindical, aunque
muchos de ellos aún tengan complejos respecto a su origen indígena. Pero lo
llamativo es que una gran mayoría de indígenas tiene casi un nulo papel
protagónico en el gobierno y en las esferas del poder. Quienes toman la palabra u
ocupan los espacios mediáticos, por lo general, son los “no indígenas”. Además,
cabe resaltar una diferencia básica entre organizaciones sociales y movimientos
sociales, pues esto ayuda a comprender más el asunto.
La muletilla de que vivimos un “gobierno de movimientos sociales” disfraza la
situación histórica actual y sirve para que dirigentes de organizaciones sociales
saquen ventajas políticas y económicas. Ello obliga a diferenciar entre movimientos
sociales y organizaciones sociales: las organizaciones sociales están formadas por
estructuras de mando jerárquicas, por lo que los dirigentes máximos tienen un peso
definitorio en las mismas. En contraste, los movimientos sociales son estructuras de
acción colectiva donde las jerarquías de mando se diluyen (hasta cierto punto).
Muchas organizaciones sociales entraron en una dinámica de movimientos sociales
entre los años 2000 y 2005, en tiempos de crisis estatal, mientras que en la
actualidad, por no haber crisis estatal y haber estabilidad económica, se puede
afirmar, por tanto, que no hay movimientos sociales.
Un caso que ilustra cómo se ha usado la idea de movimientos sociales es la
elección del candidato a la Alcaldía de El Alto por el mas, Edgar Patana. La
justificación de tal nombramiento fue la afirmación, convertida en cantaleta, de que
dicha elección era una decisión tomada por los movimientos sociales. Pero el
nombramiento de Patana como candidato fue algo que respondió al típico accionar
de la dirigencia: se hacen “arreglos” con los máximos dirigentes para conseguir su
apoyo. Patana logró hacerse nombrar como candidato para ser re-electo mediante
“charlas” con dirigentes de distintas organizaciones alteñas. Ante el apoyo que
tenía Patana por parte de dirigentes de organizaciones gremiales de El Alto, se
rumorea que Evo les dijo: “¿pero ustedes garantizan que ganará Patana?”, y los
dirigentes le respondieron: “sí, nosotros lo garantizamos”. El resultado fue la
derrota del mas en uno de sus bastiones, la ciudad de El Alto. Ello demuestra que no
hay movimientos sociales, deliberación y democratización de decisiones, sino
imposición dirigencial, como sucedió también en el caso de la candidata
parlamentaria Felipa Huanca.
Con respecto a la ambigüedad de los roles políticos e identitarios de
funcionarios del gobierno, cabe mencionar otros aspectos como el hecho de que el
viceministro de Descolonización –que se ha ocupado de hacer “matrimonios con
identidad” y exhibiciones folclóricas– se ha destacado no en el cumplimiento de lo
340 bolivia en el siglo xxi
que supondría su cargo, sino en amenazar e enjuiciar a los opositores del gobierno
acusándolos de racismo. Así, la lucha contra el racismo ha sido usada más como
pretexto político que como trabajo gubernamental serio, y en ello han contribuido
“indígenas” como el actual viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas
Durán. Por consiguiente, se puede afirmar que los indígenas que tienen algún
puesto en el gobierno han estado más entretenidos en mostrarse “auténticos” o
“descolonizadores”, según la ocasión y su conveniencia. Como consecuencia, hay
dirigentes que, en tiempos de crisis estatal, saben sacar provecho del capital
simbólico logrado por sus organizaciones sociales.
Por otra parte, cabe preguntarse ¿qué han hecho esas personas consideradas
colonialmente “indígenas” para realizar las iniciativas indígenas del gobierno?
Resulta llamativo que el Ministerio de Autonomías haya mostrado poco o ningún
entusiasmo por las autonomías indígenas. En contraste, han sido las organizaciones
no gubernamentales (ong), sus técnicos y “sus” indígenas, beneficiados por la
“discriminación positiva”, quienes más fervor han expresado en su lucha por la
obtención de tales autonomías. Lo cual no es de extrañar, pues esto implica, para
las ong y sus asociados, la obtención de recursos económicos, es decir, su lucha se
convierte en una forma de vida. Sin embargo, los propios indígenas, que
supuestamente serían los interesados y beneficiados por las autonomías, no han
mostrado el mismo interés y, de hecho, pareciera que el tema no les importa en lo
más mínimo.
Es de notar que fueron pocos los “pueblos indígenas” que optaron por la
autonomía. Varios de esos pueblos han abandonado ya tal opción y solo uno aprobó
sus estatutos en un referendo en el que solo participaron dos “pueblos indígenas”.
Se puede afirmar entonces que, entre las personas colonialmente consideradas
indígenas, no hay aspiraciones de obtener autonomías para las minorías étnicas, lo
cual debería obligar a replantear el asunto de las autonomías. Por consiguiente, el
papel indígena en el gobierno se apoya en una imagen de exportación que no está
relacionada ni con la vida, ni con las aspiraciones auténticamente indígenas.
Valga resaltar dos hechos que han afectado negativamente la imagen del actual
gobierno: la promulgación del Decreto Supremo 748 del 26 de diciembre de 2010,
que nivelaba los precios de los carburantes en Bolivia con el precio internacional, y
el Decreto Supremo 2366, que autoriza el desarrollo de actividades
hidrocarburíferas y la construcción de la controversial carretera a través el
Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure ( tipnis). El decreto de la
nivelación de precios se promulgó en plenas fiestas de fin de año de 2010, cuando
la gente diligentemente compraba y vendía para pasar las fiestas. El otro hecho, el
de la carretera del tipnis, estalló en el rostro del “gobierno de los movimientos
sociales” en un momento en el que la oposición no presentaba un programa
gubernamental alternativo, por lo que no le quedó otra alternativa que adherirse al
discurso indigenista con el que antes criticaba al gobierno.
El decreto de nivelación de los precios causó una gran movilización
demandando al gobierno la derogación de tal medida. Si bien sorprendió la
problemas y contradicciones del “gobierno indígena” 341
Estos hechos son significativos pues tienen que ver con que un “indio” ejercía
la presidencia de Bolivia y tenía una gran base social, fundamentalmente en el
occidente del país. Se trataba de hechos que eran una reacción a cierto cambio que
se estaba dando en el país y que desestabilizaba el orden racializado en el que los
roles, tanto en la estructura de producción como en la estructura de mando
gubernamental, estaban limitados para los “indígenas”. El color de la piel, además
de otros aspectos, en un espacio social racializado como es Bolivia, tienen un
significado político muy marcado: nos dice quiénes pueden o no ocupar un lugar
destacado en el gobierno. Este orden social racializado fue violentado con la
elección de un “indígena” como presidente de este país. El “color del poder”, en la
historia de Bolivia, se hizo evidente por el contraste entre el nuevo presidente y los
anteriores.
La presidencia, el lugar reservado a la casta “blancoide”, fue ocupado por un
“indio”, lo que ya era un hecho de por sí “traumático” para dicha casta. Pese a lo
folclorizante que ha sido el “Proceso de cambio”, se han dado también situaciones
de racismo que han afectado las relaciones sociales, generando tensiones etno-
sociales. Estas prácticas denigrantes de diferenciación etno-política revelan un
marco ideológico que no ha rebasado las taras coloniales.
En la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, vigente desde
2009, se hace referencia en muchas ocasiones al reconocimiento de los “indígena
originario campesinos”. Este reconocimiento es la base de la plurinacionalidad que
constituye la esencia del Estado boliviano, según los gobernantes actuales. Se trata
de “incluir” a los indios reconociéndolos en la Constitución y reconociendo “su”
diferencia. Este reconocimiento forma parte del proceso de descolonización, y solo
dentro de los parámetros entendidos –y hasta sobreentendidos– en tal
reconocimiento constitucional se puede llevar adelante la verdadera construcción
del Estado Plurinacional.
El indígena es un sujeto diferenciado por el colonizador en tanto este es
alienígena, extranjero, en relación al sujeto del que se diferencia. Es en esta
relación de poder, “colonizador-colonizado”, que se establece tal diferenciación
que puede parecer simplemente formal, pero que en realidad es una diferenciación
que ha formado parte del orden colonial, ya que establece polos ordenadores en la
estructura social. Por consiguiente, la definición de lo que es el colonizado (sujetos
o culturas indígenas) es un acto del colonizador y, por lo mismo, afirmar la
identidad indígena es afirmar una identidad colonial. Lo más paradójico es que la
afirmación de lo colonial se hace en nombre de la descolonización, llegando así a
una situación hasta cómica, pues al reconocer que hay bolivianos indígenas, como
queda establecido en la Constitución, se entiende que estos son reconocidos por
bolivianos no indígenas: es decir, bolivianos “extranjeros”.
La identidad “indígena”, asumida y defendida en este “Proceso de cambio”,
por ser una identidad colonial y por marcar diferencias de la misma índole, puede
llevar –y de hecho, lleva– a extranjerizar, a alienar, a una gran parte de la población
racistas.
344 bolivia en el siglo xxi
del país. Bolivia, pensada y presentada como país de indígenas y no indígenas, vive
la exaltación de los traumas de la colonia, que ciertamente hacen ver que este país
todavía vive y convive con problemas coloniales, dando la impresión de que no
solo se los vive, pura y simplemente, sino que las relaciones interétnicas se
empeoran. Se asume y se consolida así, de manera acrítica, una forma colonial de
referirse a sujetos racializados.
Algo similar sucede con el concepto de ‘originario’. Se supone que al referirse
a algunas personas con tal denominativo se quiere resaltar que son descendientes de
habitantes pre-coloniales, de personas que habitaron estas tierras antes de la llegada
de los españoles, pero tal palabra resulta inapropiada para ese fin. Si nos
remontamos al origen del ser humano, hasta donde se sabe los restos humanos más
antiguos se han encontrado en África, por lo que podría decirse que la humanidad
es originaria de ese continente. No hay originarios de los Andes ni de la amazonia,
o del Nuevo Mundo, como no hay originarios de Europa, pues esos espacios fueron
habitados por migrantes. No obstante, el saber que la humanidad es originaria de
África no nos ayuda a entender las relaciones político-económicas que se han
desarrollado entre grupos que emigraron, ni las estrategias de ocupación de espacio
que en ese trajín migratorio desarrollaron los primeros pobladores, como tampoco
el saber el origen del ser humano nos explica el surgimiento de las formaciones
nacionales y estatales del mundo. Recuérdese que en la Colonia se usó la categoría
de “colonial” con el fin de diferenciar las obligaciones tributarias de los “indios”.
Lo mismo que sucede con los conceptos de “indígena” o de “originario”,
identidades coloniales que no nos dicen nada sobre un pueblo.
Comúnmente se llama campesino a alguien que vive en el área rural y que, por
lo general, se desenvuelve en actividades agrícolas. Con el empuje del “Estado
nacionalista”, se ha remplazado la palabra indio por la de campesino y hoy se
emplean estas dos palabras, especialmente, en momentos de agresión verbal, pues
lo campesino, en Bolivia, está marcado por un sentido racista. En cierta forma, con
la palabra campesino se ha encubierto el racismo persistente en el país. Pero, si se
llama campesino a los aymaras, por ejemplo, se cae en un grueso error, pues las
ciudades de Bolivia han crecido por la migración de campesinos y, por lo mismo,
hay comunidades, antes rurales, que se han convertido en urbanas debido a que la
gente que migra lo hace llevando consigo prácticas sociales y formas de
relacionarse que son dinámicas y no estáticas. Hoy por hoy, creer que los
“indígenas” son gente que vive en el área rural es más un prejuicio que oculta los
procesos seguidos por estos seres “ruralizados” para posicionarse en el comercio, el
transporte, el arte, la universidad, entre otras áreas; actividades que, en la mayoría
de los casos, se realizan en centros urbanos.
Hablar de “indígena originario campesinos” muestra la falta de reflexión sobre
lo que se considera colonial y descolonizador. Se enarbola la descolonización (cf.
capítulo 8 de Ishizaka) afirmando identidades coloniales como indígena y
originario, lo cual es más un prejuicio y no permite entender la transformación real
por la que está pasando este país. Muchas veces, la preocupación de algunos
problemas y contradicciones del “gobierno indígena” 345
las inundaciones o sequías sean fenómenos recientes o que hayan llegado con los
españoles, sino que han sucedido antes de la aparición del hombre y, por lo mismo,
es incorrecto y hasta tendencioso afirmar que los indígenas han vivido desde
tiempos ancestrales en armonía con la naturaleza.
En la relación entre el ser humano y la naturaleza no siempre hay armonía.
Esta es una relación en la que el hombre necesariamente modifica su entorno,
afectando la naturaleza. En tiempos pasados, desde la domesticación de llamas, el
cultivo de la papa y la extracción de lana para hacer tejidos, para solo nombrar las
principales actividades ancestrales, el “indígena” tuvo que afectar o influir en el
“orden” natural. En la actualidad puede verse a “indígenas” vendiendo animales
exóticos después de cazarlos, acto que revela la no armonía con el animal, ni con la
naturaleza. La encantadora, pero falsa idea de que los seres llamados indígenas
viven en armonía y complementariedad con la naturaleza es defendida con “uñas y
dientes” solo por los “indigenistas”; personas que, en mi opinión, obtienen dinero
en nombre de los indígenas, promoviendo y realizando proyectos para “ayudar” a
esos seres racializados a seguir siendo “símbolos étnicos”, lo cual permite seguir
obteniendo dinero en nombre de ellos.
De esa supuesta vida armoniosa se origina algo que el Estado Plurinacional ha
llamado el “Vivir Bien” (cf. capítulo 7 de Requena y Hoffmann y capítulo 15 de
González Ortega, punto j), que gobernantes y políticos suponen, ahora, es propio de
los “indígenas” y da sentido a su vida, ignorando que tal aspiración ha sido, desde
siempre, esencial en la vida de las comunidades indígenas. No obstante, no se
puede sostener que en las comunidades indígenas exista una forma de vida que sea
un “otro paradigma” que será el que salve al mundo mientras en tales comunidades
la mortalidad infantil y la desnutrición llega a niveles altos. Que en los espacios
alejados de las urbes exista algo que es el “Vivir Bien”, en el sentido de completo
bienestar socioeconómico, no debería ser creíble, pero curiosamente en Bolivia lo
es. Con su encantadora fuerza, esta idea hace pensar en un paraíso terrenal y
maquilla las duras condiciones de vida que sufre en Bolivia la mayoría de su
población. En los espacios “naturales”, en los que se nos dice palpita el “Vivir
Bien”, hay personas que mueren por enfermedades que son fácilmente curables o
ejercen el comercio con animales exóticos, destruyendo así la naturaleza y
causando problemas entre quienes habitan esos espacios. La vida dura en las
comunidades indígenas genera una gran migración a las ciudades: vemos cada año
llegar a La Paz, en el mes de diciembre, en especial, a muchas personas del norte de
Potosí, que pasan vicisitudes, sin saber nada de lo que es vivir bien.
Definitivamente, el “Vivir Bien” es una idea ajena a las personas a las que se les
atribuye tal buena vida. No obstante, dicha idea resulta muy útil para hablar y hacer
política en nombre de los indígenas. Es de notar que muchos han conseguido fama
y dinero pretendiendo ser expertos en la “cosmovisión andina” del Vivir Bien.
problemas y contradicciones del “gobierno indígena” 347
Consideraciones finales
sentido para quienes lo habitan, siendo estos quienes, en última instancia, dan
sentido territorial al espacio.
No hay un territorio predeterminado, sino que el espacio es territorializado con
la ocupación de personas, animales y cosas. No es que, por ejemplo, el espacio
territorial que tuvo el antiguo Collasuyu sea nuestro espacio “natural”, sin importar
los desplazamientos poblacionales y otros aspectos ocurridos en la historia de una
comunidad, sino que los espacios ocupados, en términos concretos y materiales,
adquieren sentido por la actividad, por la vida que los ocupantes desarrollen en
tales lugares.
Los señoríos kollas ocuparon distintos pisos ecológicos antes del incario y de
la colonización: en la Colonia, las reducciones modificaron la forma de ocupación
del espacio anterior a la Conquista, reduciendo los ayllus a comunidades
gobernadas por el imperio español. Posteriormente, a partir de la reforma agraria de
1953, los “indígenas de tierras altas” fueron dejando sus comunidades y dieron
forma al crecimiento de pequeñas ciudades. En la actualidad, aymaras y quechuas
han logrado establecerse prácticamente en todo el territorio que formalmente
corresponde al Estado boliviano, y aún más allá. Hay una frase muy común que
expresa esta situación: “En el pueblito más lejano del oriente (boliviano) encuentras
a una mujer de pollera (‘indígena’) vendiendo algo”.
Los comerciantes andinos que viven y realizan sus actividades económicas y
fiestas, más allá de los Andes, se están apropiando de espacios a los que el Estado
boliviano, hasta ahora, no ha podido llegar: están ocupando distintos “pisos
ecológicos” y están saliendo del aislamiento localista que las reducciones
coloniales provocaron. No solo están en nuevos espacios, sino que, en
determinadas fechas, por ejemplo, para las fiestas indígenas tradicionales, vuelven
a sus pueblos de origen en el altiplano. Hay que aceptar que los kollas tácitamente
están logrando, mediante sus actividades económicas y culturales, lo que el Estado
boliviano no ha podido todavía lograr: una real articulación territorial. Fenómenos
como este son los que están cambiando el sentido del espacio y la identidad en
Bolivia.
Por eso, no solo es equivocado, sino hasta falso hablar, como se hace en las
escuelas y los mapas étnicos, de aymaras y quechuas como gente que vive,
desperdigada como manchas, entre las montañas o el altiplano. Meter en un mismo
saco a guaraníes, quechuas, moxeños, aymaras, yuracarés y muchos otros grupos
étnicos, ignorando sus diferencias político-económicas y sus diferencias “internas”,
es un error que nos priva de reflexionar lo que realmente sucede hoy en Bolivia.
El sentido de lo nacional en Bolivia no se refiere necesariamente a su fecha de
nacimiento como república, ni al intento de formar un “Estado nacionalista”;
entonces ¿cómo entender el cambio en el sentido de lo nacional en este país?
Slavoj Zizek escribió, hace un par de años, un artículo con el llamativo título
de “Capitalismo con valores asiáticos… en Europa”, 251 en el que afirmó: “Es el
251 Slavoj Zizek, “Capitalismo con valores asiáticos… en Europa”, ¡Bienvenidos a tiempos
interesantes!, Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, 2011: 41.
problemas y contradicciones del “gobierno indígena” 349
252 Cabe resaltar que fue Fernando Untoja quien vio y apuntó sus análisis a la importancia de los
fenómenos que acá tratamos. Para él, estamos viviendo la “metamorfosis del Ayllu”. Con todo
y la lucidez de Untoja a este respecto, mucho de su lectura tiene sesgos postmodernos.
253 Moisés Gutiérrez, “El suma qamaña como concepto funcional al poder colonial”, Pukara,
núm. 70 (junio 2012): 5. Gutiérrez agrega: “Al respecto hay una serie de argumentaciones que
habría que desarrollar, y lo estoy desarrollando por escrito”.
254 Ayni es una práctica laboral indígena en los Andes o una forma tradicional de comercio
colectivo que implica la ayuda mutua y la reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu.
problemas y contradicciones del “gobierno indígena” 351
Arandia, John
2016 Red Uno, Canal de televisión de Bolivia.
Choquehuanca, David
352 bolivia en el siglo xxi
[367]
interpretaciones y que promueva lecturas y estudios adicionales, sujetos a
reinterpretaciones de avances y resultados, a medida que continúa el crucial y a la
vez intrigante proceso político, socioeconómico y cultural en la Bolivia del siglo
xxi.
Debate abierto:
intento de re-fundación del estado-nación en bolivia 355
256 Las políticas de Evo Morales sobre los hidrocarburos se comentan detalladamente en el
artículo “La nacionalización de los hidrocarburos bolivianos en la presidencia de Evo Morales
Ayma” (2009) de Rosío Vargas Suárez.
intento de re-fundación del estado-nación en bolivia 357
257 El economista boliviano Ramiro Lizondo Díaz discute en profundidad las políticas y prácticas
extractivistas en Bolivia, desde el siglo xvi al presente, en su artículo “La condición del
extractivismo en Bolivia” (2016).
258 En el primer informe del fmi de 2016 se lee que “[e]l fondo destacó que el país [Bolivia]
registró un gran desempeño macroeconómico y una fuerte reducción de la pobreza” (Página
Siete, 2016: 20). La cepal “certifica que Bolivia redujo sus indicadores de pobreza y pobreza
extrema (indigencia) en los últimos años: ‘Las tasas medias de pobreza e indigencia no se
alteraron en forma significativa en el conjunto de la región […] La publicación –que empleó
mediciones oficiales elaboradas por el ine a 2013– señala que la pobreza en Bolivia se redujo a
39,1 % entre 2012 y 2013. No obstante, si ese dato es actualizado a 2014, alrededor de 294.000
personas dejaron de ser pobres en los últimos dos años. Más datos muestran que 183.000
personas del área urbana y alrededor de 111.000 bolivianos del área rural salieron de la
situación de pobreza entre 2012 y 2014’” (Alanoca, 2016). “According to a un report, Bolivia
has the highest rate of poverty reduction in Latin America. […] onu: ‘The un praised Bolivia’s
32.2 percent relative drop in poverty from 2000 to 2012 as the highest in the region’” (Telesur,
2014).
intento de re-fundación del estado-nación en bolivia 359
mado, por él mismo, “exotismo con elementos supuestamente ‘ancestrales’” y apunta que el
“antioccidentalismo ha sido abandonado” (La Época, 2016: 12).
menos pobreza hay más dignidad personal y nacional (cf. punto d). Debido
a estas razones y/o a la combinación de ellas, es innegable que Bolivia, en
el año 2016, es un país más soberano, digno e independiente que antes.
Referencias
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consultada abril 22, 2016.
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2016.
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2016 “A mano alzada. Artimañas occidentales”. La Época, año xv, núm. 704
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2016 “El crecimiento de América Latina se mantendrá a ‘paso lento’. Bolivia
seguirá creciendo, pero con riesgos por deuda externa”. Sección
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Universidad del Cauca. telesur
2014 “Bolivia Succeeds in Reducing Poverty”. Recuperado de http://www.
telesurtv.net/english/news/Bolivia-Succeeds-in-Reducing-Poverty-
20140912-0004.html
Vargas Suárez, Rocío
2009 “La nacionalización de los hidrocarburos bolivianos en la presidencia de Evo
Morales Ayma”. Latinoamérica. Revista de Estudios
Latinoamericanos, núm. 49 (julio-diciembre): 11-34.
16 Epílogo: El Estado Plurinacional frente al
siglo xxi. Balance, desafíos y proyecciones
Gonzalo Rojas Ortuste
La idea que guía el presente Epílogo, dirigido también a un público no
necesariamente familiarizado con la realidad social contemporánea boliviana, es la
de completar y contextualizar brevemente la información con referencias
bibliográficas (y fílmicas) pertinentes y ofrecer, en ciertos aspectos, opciones de
interpretación no siempre coincidentes con las propuestas por los autores y autoras
de este libro.
Es, desde luego, encomiable un acercamiento a voces plurales como el que se
ha buscado en el presente volumen y, se verá, que con unas hay cercanías y no
tanto con otras, aunque se intenta el diálogo con (casi) todas estas voces, por lo que
este capítulo agrupa temáticamente siete apartados, destacados tipográficamente,
con un final que enfatiza las ideas de este autor, donde se busca recoger algunos
elementos promovidos en las fases previas. Así, el núcleo de esta reflexión de
cierre intenta una mirada fuertemente crítica –pero no hostil– a algunos elementos
del régimen político instaurado en 2006, que a contramano de su prédica de
novedades democráticas y ecologista-indigenista, más bien se enlaza con una
tradición fuertemente caudillista, donde los rasgos autoritarios están presentes.
[381]
temas a que nos queremos referir, la constante movilización política en la que
también matizaremos aquello de las mayorías indígenas en el país.
En relación a la movilización política, las “repúblicas tumultuosas”, diría
Maquiavelo, es interesante destacar la siguiente afirmación, en vena comparativa
con otras revoluciones sociales del siglo xx, la relativa poca violencia presente en la
Revolución de 1952. En efecto, mientras que en esas revoluciones (la mexicana, la
bolchevique, la china) hay un hastío con los largos años de violencia, “los
bolivianos no se sintieron agotados con su revolución, y la proclividad de Bolivia a
la violencia quedó insatisfecha” (Huntington, 1972: 289). Igual quedan sin explicar
las disputas políticas con presencia popular anteriores a la Revolución Nacional, y
368 bolivia en el siglo xxi
del continente, y el discurso del mestizaje; con Ecuador y Perú 262 las expresiones
narrativas del indigenismo que abonan el terreno para luego devenir fuerza política,
como los actuales procesos de “socialismo del siglo xxi”, con menos visibilidad en
Perú pese a la aguda y temprana mirada de Mariátegui y sus Siete ensayos de
interpretación de la realidad peruana (1928). El caso de Guatemala, con la fuerza
deslumbrante de unas culturas que perviven, en gran medida difundidas
internacionalmente por Miguel Ángel Asturias, no en vano premio Nobel de
Literatura, donde se encuentra, por contraste, unas élites muy conservadoras y
anacrónicas, incluso en un subcontinente como el de América Latina, donde el
racismo ha tenido la cima de su éxito en la naturalización por cerca de medio siglo
(entre finales del siglo xix y primer tercio del xx).
262 En particular, el Huasipungo (1931) del ecuatoriano Jorge Icaza y El mundo es ancho y ajeno
(1941) del peruano Ciro Alegría, que con Raza de Bronce (1919) del boliviano Alcides
Arguedas, constituyen el núcleo del indigenismo andino, como denuncia social en esa primera
mitad del siglo XX, y recogen rebeliones indígenas como parte central de su narrativa ( cf.
Cornejo Polar, 1980).
263 Mi interés en la política nació tempranamente cuando en la casa de mi tío, el Cnel. Ángel
Ortuste (1919- 2016), entonces exiliado en Paraguay por fallido intento de golpe, mis primos
370 bolivia en el siglo xxi
festejaban el deceso de dicho gobernante, mientras que en la radio era perceptible un tono de
tristeza. Este testimonio de tan contradictorios sentimientos quieren dejar constancia de cuánto
polarizan las figuras de caudillos.
epílogo 371
caracterización de los roles (los de las ong y de otras asociaciones más elitistas en
su composición versus las organizaciones sindicales más de base) que en el periodo
actual aparece más en las organizaciones sociales (sustento del régimen actual),
como una pertinente singularidad de la Constitución boliviana (2009) asociada a la
pluralidad de sujetos. 265
El trabajo de Leiv Marsteintredet (capítulo 5) es pulcro en la presentación de
los antecedentes constitucionales históricos donde se instala la actual Constitución
Política del Estado (cpe) y la construcción republicana boliviana con un cierto
énfasis para limitar las posibilidades del caudillismo, que tematizamos aquí, sin
compartir mucho dado el caso del actual presidente no incurra en las clásicas
tentaciones prorroguistas y la concentración de poder, vía cooptación y despliegue
de mecanismos clientelares, como presentamos con cierta elaboración más
adelante. Coincide, por lo demás, en sus comparaciones contemporáneas con los
casos de Ecuador y Venezuela, así como en cierta particularidad boliviana, a saber,
la mayor consistencia de las organizaciones sociales y su tradición de acción
política, como en la presentación de A. Noguera.
El trabajo de Hiroki Ishizaka (capítulo 8) sobre educación es de agradecer,
pues es una de las áreas cruciales en la perspectiva de reforma social y que debe
formar a los ciudadanos, y hoy es un área opaca debido a que el debate público es
casi inexistente, lo que es reforzado por el marcado carácter gremialista del
magisterio. Ishizaka se ocupa de destacar, entre otras cosas, la ausencia de políticas
explícitas para segmentos importantes de la población escolar, aquellos que no se
identifican como parte de las naciones y pueblos indígenas originarios. Mientras
que en la Constitución Política del Estado hay una interesante definición de
interculturalidad (art. 98. i) en términos de diálogo de culturas; en la ley respectiva,
ésta tiene un tinte más reivindicativo sobre la cultura de origen occidental reputada
de dominante. Consecuentemente, va implantándose un esfuerzo por invertir la
situación (a título de “descolonización”), que no es acompañado por un desarrollo
técnico y pedagógico de culturas que efectivamente fueron colonizadas, truncadas
en su evolución desde la conquista española y que no pueden simplemente erigirse
en hegemónicas por mandato institucional. Poco de esto se conoce en ámbitos extra
escolares, y si algo de esto puede sospecharse es por esfuerzos aislados y
meritorios, pero casi sin repercusión pública, atiborrada de noticias de escándalos y
denuncias.266
265 La ubicación en la cpe dada para los derechos de los trabajadores mineros está en la Cuarta
Parte, Título ii, Capítulo iv, arts. 369 a 372, mientras que la que él cita corresponde en realidad a
los artículos 30 y 31, a derechos de las naciones y pueblos indígena originarios, y el art. 32 a los
afrobolivianos, lo que en verdad sirve de mejor ejemplo a esos derechos especiales que
debieran ser mejor tratados en su desarrollo legislativo como veremos en el siguiente apartado.
266 Debo algunas de estas principales conclusiones al meritorio trabajo de la Dra. Ma. Luisa
Talavera, de la umsa, recién fallecida, quien organizó el Simposio Nro. 20 “Institución
Educativa y Cambio Social”, en el marco del viii Congreso de la Asociación de Estudios
Bolivianos en Sucre, julio de 2015. Allí los jóvenes profesionales de la Facultad de
Humanidades de la umsa, Gilber Sanabria Callisaya y Víctor Hugo Quintanilla Coro, con
epílogo 373
El trabajo de Daniela Franco y Verónica Pacheco (capítulo 9), que busca dar cuenta
de los avances de la presencia de mujeres en la escena política boliviana, atribuye
el impulso de la modernización de finales del siglo xix a la minería (nota 2, capítulo
9 de Franco Pinto y Pacheco Sanjinés), y allí hay que destacar el ámbito de la
educación de orientación liberal, cuya instauración dio lugar a un enjundioso
debate sobre la orientación de la misma, donde Franz Tamayo, en su Creación de
la pedagogía nacional (1910), elaboró una temprana defensa de las potencialidades
del indio, y allí estaba en plena vigencia la ideología social-darwinista.
A propósito de las presencias y ausencias, no se dice nada, más allá del periodo
que encabezó Lydia Gueiler (1921-2011), hasta ahora la única presidente de
Bolivia, sin duda una auténtica luchadora que dirigió el país en parte de la fallida
transición de finales de la década del 70, también detonada por el protagonismo de
cuatro mujeres “amas de casa”, esposas de mineros, y su legendaria huelga de
hambre que consiguió amnistía política a la dictadura de Banzer. 267
Una evidente ausencia de tematización en el capítulo 9 que da cuenta de los
cargos de representación en la Asamblea Plurinacional, es que el avance en eso y
en ciertas leyes va acompañado de un preocupante incremento de violencia contra
las mujeres, que nos coloca como el país que detenta el primer lugar en
feminicidios, según el organismo internacional que observa esa temática. 268 Por
consiguiente, además de ratificarse que no basta la promulgación de leyes
protectoras para que la sociedad modifique ciertas inercias y hábitos, la situación
puede agravarse si tales disposiciones no van acompañadas de una puesta en
vigencia que tenga previsiones ante una inicial sobre-reacción a cambios, cuya
implantación debe responder a la visión de proceso y consiguiente construcción de
institucionalidad que la refuerce. De manera general, la misma contabilidad del
aumento de puestos ha de verse en perspectiva de proceso, pues es así que se
generan avances, cuando eso ocurre.
El trabajo de Carlos D. Mesa Gisbert (capítulo 11) es un bien logrado texto
sobre la historia política contemporánea boliviana, con flashbacks pertinentes al
pasado y algunos viajes al presente, pensando en un lector no boliviano. El autor
llega a las vísperas del periodo que presidió, aunque ha dejado constancia de ese
difícil tramo de la vida republicana boliviana en sendos libros (Mesa Gisbert, 2008;
Mesa Gisbert, 2008 coordinador). Al igual que lo ya señalado en el ensayo sobre
las mujeres, el capítulo de Mesa Gisbert no menciona a los personajes Walter
Guevara y Hernán Siles que fueron parte central de esa dolorosa transición en la
investigación de campo, dieron un desolador panorama de lo que debiera ser el gran desafío de
la sociedad boliviana y de otras: la interculturalidad. Más atenuado, también el profesor (y
abogado) Fernando Suárez habló sobre las debilidades del profocom.
267 Existen testimonios escritos de la expresidente Gueiler (1959) y de una de las principales
líderes de esas combativas mujeres mineras (cf. Viezzer, 1983).
268 http://correodelsur.com/seguridad/20150825_informe-bolivia-registra-mas-casos-
defeminicidio.html. Correo del Sur, Sucre, 25 agosto de 2015.
374 bolivia en el siglo xxi
que, junto a la Sra. Gueiler, presidieron el país. 269 Estos dos personajes no aparecen
con el enorme mérito que ayudó a forjar un valor colectivo de la democracia, más
allá de un episodio táctico como la concebía mayormente la izquierda de esa época.
Walter Guevara Arce (1912-96), como todos los miembros prominentes del
mnr, fue combatiente en el Chaco y ligó su vida al destino del país. Antes del corto
periodo que le tocó ser “Presidente constitucional interino” de la República (1979),
porque los frentes más votados no podían ponerse de acuerdo para designar al
presidente, como lo mandaba la Constitución, tuvo una dilatada trayectoria política
e intelectual. Como miembro del mnr escribió el “Manifiesto a los campesinos de
Ayopaya”, distrito electoral de Cochabamba al que representaba en el Congreso
Nacional en 1946. Allí, en un breve folleto, precisaba el programa político
ideológico de su partido, reivindicando nacionalismo y democracia social. Luego
sería canciller del primer gobierno de la Revolución Nacional (1952) y desde allí
dirigiría el Plan de Desarrollo que, en sus líneas maestras, estaba contenido en el
Plan Bohan de 1942. En sucesivos gobiernos, Guevara Arce fue ministro y
embajador, hasta su ruptura con Paz Estenssoro en 1964. Pasados sus pocos meses
de presidente, que resistió a un golpe militar, también se postuló como
vicepresidente en la fórmula que ganó Gonzalo Sánchez de Lozada en las
elecciones de 1989, aunque finalmente no fueron designados por el Congreso al no
contar con mayoría absoluta. Me consta que poco antes de fallecer seguía buscando
información para los textos que escribía. Ha legado documentos personales a la
Biblioteca Nacional en Sucre que recién en estos años han sido abiertos a los
investigadores.
Hernán Siles Suazo (1913-96) es una figura de excepción en la historia política
moderna de Bolivia, de hecho, está ligado a dos hitos políticos que se mencionan a
continuación. En 1952 dirigió la lucha armada en La Paz y gobernó hasta la llegada
de Víctor Paz Estenssoro, al que acompañó como vicepresidente en ese periodo y
luego se hizo presidente de la República (1956-60), siendo ganador con el mnr.
También ganó las elecciones de 1979, cuyo “empantanamiento” en el Congreso
(similar al que vive España en 2016) dio la excusa para el golpe militar y civil de
noviembre de ese año. Lo más importante es el acortamiento de su mandato con la
udp (1982-85), luego de ganar las elecciones de 1979 y 1980, que dio lugar a la
continuidad del régimen democrático, con todas las limitaciones que se quiera. Hay
que hacer notar que ese referente histórico de crisis fue aleccionador para el devenir
político boliviano, al incentivar pactos aunque éstos luego se convirtieron en
repartos egoístas de cargos.
Más allá de estos insignes personajes, me gustaría redondear una brevísima
visión de la Bolivia siglo xx anterior al periodo democrático que se aborda
269 En mi tesis doctoral, dedicada a la cultura política de las élites bolivianas en democracia (Rojas
Ortuste 2009), no les dediqué la suficiente atención a estos dos grandes políticos bolivianos, ni
a Dña. Lydia Gueiler. Hoy los consigno como parcial rectificación de aquello y en
concordancia con las importantes breves reseñas que Mesa Gisbert inserta en su capítulo.
epílogo 375
centralmente en ese ensayo, y nos reservamos para el final de este escrito una cierta
mirada de conjunto al gobierno de Evo Morales y el porvenir político inmediato.
Adelantamos algo a propósito de la modernización tecnológica y sociológica
de inicios del siglo xx. La pérdida de acceso a las costas del Pacífico pesó
fuertemente en el ánimo de la élite política y económica de entonces y también
marcó una cierta disposición en el conflicto de límites que finalmente derivó en la
Guerra del Chaco (1932-35). Esos dos conflictos, aunque tuvimos otros con todos
los países limítrofes, incluso conflictos exitosos en las armas, como aquellos con
Argentina y Perú en los inicios de la independencia (Humahuaca, Iruya y
Montenegro, de una parte; Yanacocha e Ingavi, de otra), fueron determinantes en la
constitución de cierta subjetividad colectiva, y considero tienen continuidad con lo
dicho anteriormente en la discusión de la Revolución nacional en vena comparativa
con otras revoluciones sociales. No fue tanto la pérdida de territorio en el Chaco (la
cifra a mano que tengo es 243,5 mil km 2, cf. Baptista Gumucio, 1979), que con la
extensión actual de algo más de un millón de km 2 no alcanza al 20%, ni siquiera la
cuestión de los yacimientos hidrocarburíferos, que no aparecía como tema central
sino al final del conflicto, en la negociación de límites, sino que la primacía la tuvo
el propiciar el acceso al río Paraguay (cf. Rojas Ortuste, 2016 y Querejazu, 1975).
La beligerancia con que se enfrentó ese conflicto de límites entre Bolivia y
Paraguay tiene su explicación en reveses militares en el siglo anterior, en nuestro
caso principalmente la cuestión con Chile y en el caso paraguayo por la guerra
conocida como la de la Triple Alianza (1864-70), cuando Paraguay enfrentó a
Brasil, Argentina y Uruguay, lo que le dejó un desbalance demográfico de varones.
Así, estos antecedentes, más las desproporcionadas pretensiones territoriales de
ambos contendientes, parecieron conducir a la fatalidad de la guerra internacional
más cruenta del siglo xx en el subcontinente. La letra de un bolero de caballería
(Boquerón abandonado), tan bello como triste, dice en el estribillo: “Bolivia ha de
ganar, después morir morir…”. 270 Como comentamos atrás en referencia al capítulo
sobre la película También la lluvia, hay reciente producción visual vinculada a este
durísimo episodio de la historia nacional, que permite recrear memoria y
sentimiento nacionales.
Como todos los que nos ocupamos de la historia boliviana, concuerdo que el
Chaco marca a fuego la conciencia colectiva y su efecto más inmediato es el
advenimiento de gobiernos militares nacionalistas, autodenominados “socialismos
de Estado”, y el partido que habrá de encabezar la Revolución de 1952. 271 Debo
añadir a eso que ha reforzado también un tipo de actuar político donde el uso de la
270 Hay una reciente investigación doctoral, Historia de los boleros de caballería. Música,
política y confrontación social en Bolivia (2015), de Jenny Cárdenas, sobre la importancia
social de los boleros de caballería que desde el Chaco (y antes, en las guerras del Pacífico,
1879-1880, y del Acre, 1899-1903) hasta nuestros días está presente en Bolivia, especialmente
en situaciones de crisis.
271 Hay abundante bibliografía sobre el tema, aquí referiré solo el notable trabajo de la época
nacionalista de René Zavaleta, Bolivia: Crecimiento de la conciencia nacional (1967), y al de
Malloy (970).
376 bolivia en el siglo xxi
Quizás también valga la pena destacar que el congelamiento del tipo de cambio
de la moneda nacional con el dólar, que en el capítulo 10 de Juan A. Morales
parece tener efectos positivos, también es criticado por sectores
productores/exportadores privados, como obstáculo a la competitividad de precios
con los producidos por extranjeros, y hay razón en ese reclamo, como lo expone el
Dr. Morales.
El trabajo de Cecilia Requena y Dirk Hoffmann (capítulo 7), de manera
argumentada y documentada, llama la atención sobre el cada vez creciente abismo
entre la retórica oficial ecologista y la práctica de explotación de recursos naturales
que no solo continúa un triste path of dependence de la economía boliviana,
vinculada a la mundial desde la colonia, por la riqueza argentífera del Cerro de
Potosí, sino que se ha exacerbado a título de “no seremos guardabosques de los
países capitalistas desarrollados”, en expresión pretendidamente antiimperialista
del actual vicepresidente Álvaro García Linera.
epílogo 377
Sobre el trabajo de Carlos Macusaya Cruz (capítulo 14) hay que decir que algunas
notas remiten, a través de referencias cruzadas, al trabajo de Requena y Hoffmann,
al de Mesa Gisbert, y al de González Ortega (cf. capítulos 7, 11, 15). Las alusiones
de Macusaya a Edgar Patana y Felipa Huanca deben contextualizarse en las
elecciones sub-nacionales de 2015. Patana, siendo alcalde de la combativa ciudad
de El Alto, buscaba reelegirse a pesar de una muy mediocre gestión y fuertes
acusaciones de corrupción, mientras que Huanca era aspirante a encabezar la
Gobernación del departamento de La Paz, como líder de la organización de mujeres
andinas, principalmente de origen aymara, aunque pesaban sobre ella también
acusaciones e indicios de corrupción relacionados con ciertos fondos, como lo
presentamos, enseguida.
La referencia a las denuncias de corrupción en el Fondo Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas Originarios y Campesinos ( fondioc) en 2015
debe remitirse al envilecimiento de dirigentes. Un fondo estatal que debía servir
para el desarrollo de proyectos específicos de desarrollo, principalmente de tipo
productivo, que fue finalmente observado por la Contraloría del Estado por
inocultables irregularidades, luego confirmadas por una intervención de auditoría
que involucraba la transferencia de recursos a cuentas particulares de cientos de
dirigentes. Aunque no son poca cosa los montos, que en total son cercanos a 200
millones de dólares, lo más grave es la práctica de subordinación clientelar y
prebendal de dirigentes. Hoy hay varios procesados y encarcelados sin sentencia
judicial, incluidas dos exministras, una de ellas bajo intensa presión de cierta
opinión pública, ambas señoras de pollera, i.e. cholitas, procedentes de los sectores
populares que en la prédica oficialista se quieren potenciar con relatos de absoluta
integridad moral (cf. capítulo 14 de Macusaya Cruz),, que no se puede atribuir a
ningún grupo social en particular.
272 http://www.noticiasfides.com/opinion/juan-carlos-zuleta/activistas-y-opositores-se-equivocan-
en-el-tema-fision-y-fusion-nuclear-y-litio-4204/ (Agencia Nacional Fides, acceso el 20
septiembre).
378 bolivia en el siglo xxi
Varios de los trabajos que contienes este volumen (capítulos 7, 8, 10, 11, 14)
reaccionan contra la versión simplista e irreal del éxito-sin-discusión del gobierno
de Evo Morales y el mas. Seguramente el más enfático es el de Carlos Macusaya, y
luego le siguen, en otro tono, más por temperamento y estilo, los de Carlos D. Mesa
Gisbert, Juan Antonio Morales, Cecilia Requena y Dirk Hoffmann e Hiroki
Ishizaka. Cada cual, conforme a sus temas de discusión, muestran lo inconsistente
de la gran retórica que acompaña la gestión del régimen actual. Desde luego que
tampoco caigo en el extremo opuesto de negar toda relevancia, pues como suelo
insistir, gran parte del programa que sostuvo el mas, en sus inicios, fue resultado de
la acumulación democrática de la misma sociedad boliviana en las luchas sociales,
las discusiones político-ideológicas y, desde luego, políticas públicas.
En el texto de Macusaya hay casi una perceptible indignación porque el
oficialismo se ha abanderado de la cuestión indígena pero maltrata y corrompe a
indígenas de carne y hueso y a buena parte de dirigentes. Este discurso ha
simplificado y estigmatizado todas las gestiones precedentes bajo el denominativo
de “neoliberal”, incluyendo siglo y medio de esfuerzos (logrados y fallidos) de
construcción republicana, como contrasta Mesa Gisbert (cf. capítulo 11), no en
vano historiador, además de expresidente en la fase crítica inmediatamente anterior
al periodo actual. Añadiré que el lenguaje agresivo y descalificador, al que suelen
acompañar acciones judiciales, no fomenta en modo alguno el diálogo
imprescindible en cualquier sociedad que se quiere democrática. Por el contrario,
inhibe cualquier crítica y autocrítica, sin las cuales no son posibles de corregir
políticamente rumbos equivocados, y cualquier gobernante se equivoca. Juan
Antonio Morales también contribuye a esa crítica del triunfalismo en el manejo
económico que uno de los ministros, el de Economía, Luis Arce Catacora, que
acompaña al presidente Morales desde el primer día de su gobierno en enero de
2006, suele atribuir principalmente a virtudes de gestión, donde los precios
internacionales de las hidrocarburos y minerales que exportamos no tienen un papel
mayormente relevante. Sin negar los méritos en ese manejo, principalmente en
términos financieros, es muy claro para mí que ciertas decisiones no son tomadas
por razones técnico-económicas, como la continuidad del extractivismo que
denuncian Requena y Hoffmann, a despecho de discursos sobre la “madre tierra” y
la vanguardia mundial boliviana en derechos ecológicos. Más grave es la situación
de la educación, cuyos efectos todavía no notamos, pero por gente estudiosa
cercana al tema sabemos que la sobreideologización de saberes ancestrales y
prácticas indígenas no deben sustituir saberes y principios lógico-científicos de
cuño occidental que por definición han de presentarse como provisionales y sujetos
a comprobación (“enunciados falsables”, en el lenguaje de Karl Popper, muchos de
ellos).
epílogo 381
A los negativos resultados del referendo que le dijo “No” a un nuevo periodo
de Morales y su vicepresidente, así como al denominado caso Zapata, se le suma
hoy el conflicto con uno de sus sectores sociales predilectos, los cooperativistas
mineros, que en su reciente protesta de finales de agosto de 2016 mataron al
viceministro responsable de la seguridad interna del país, con un grado de violencia
pocas veces conocido en esos contornos. Las movilizaciones masivas y sonoras
(estallidos de cachorros de dinamita incluidos) de los mineros son conocidas y
temidas por los bolivianos, en general. Hasta ahora, debido a los privilegios fiscales
de que gozaban los mineros, habían sido adeptos al actual régimen e intimidadores
de otros. Esta anómala situación difícilmente volverá a repetirse, dada tanto la ya
sensible disminución de recursos provenientes de la exportación, especialmente
gasíferos, como el surgimiento de un claro contexto internacional en la región que
políticamente es distinto al anterior.
La pertinente lista de temas que González Ortega (capítulo 15), compilador y
editor general del presente volumen, incluye la cuestión pendiente con Chile. Debo
dar voz aquí al principal conocedor de la temática en Bolivia, el excanciller
Gustavo Fernández Saavedra, quien luego de establecer la importancia
económicopolítica de nuestra mediterraneidad forzada afirma que esta:
No tiene significación económica crítica, pero ese razonamiento palidece frente al
valor de la aspiración nacional, ese sentimiento profundo, parte del ser nacional, que
nada puede reemplazar […] Es una reparación histórica y la justificación de una causa
nacional. Le permite cumplir su rol continental, de Estado puente entre las grandes
cuencas sudamericanas. Repone la condición de país ribereño del mar, la cualidad
marítima, el acceso a las riquezas del mar y de la zona económica exclusiva, en una
escala que no afecta negativamente el potencial de desarrollo económico y político de
Perú y Chile. (Fernández Saavedra, 2014: 165)
no son un episodio único que por algún designio mesiánico se erige de una vez para
siempre: es cuestión de conciudadanos en convergencia y discrepancia convivial.
Las condiciones del entorno internacional han cambiado: Venezuela con el
presidente Maduro no es la misma que con el comandante Chávez; ni Brasil está
más gobernado por el Partido de los Trabajadores luego de la destitución de la
presidenta Dilma Rousseff; y, más al sur, en Argentina, ha cesado el poder político
de los peronistas con la llegada del actual gobierno que preside Mauricio Macri.
Más importante aún: el propio partido gobernante en Bolivia ha sido impactado por
una nítida derrota electoral, de la que ya había antecedentes (en elección de jueces,
en elecciones subnacionales), pero la derrota del referendo representa un parteaguas
en lo que era presentado como el imbatible “líder indígena” Evo Morales. Por eso,
lo que ocurra en 2019, puesto que su mandato finaliza a inicios de 2020, será
crucial. Si persisten las actuales dificultades económicas, resultantes de la baja de
precios de exportación, los conflictos sociales se pueden agudizar, y/o si un
sorprendente rasgo de lucidez política da lugar a un nuevo binomio de candidatos
(presidente-vicepresidente) del partido oficialista, la democracia en el país se habrá
fortalecido. No parece ser, sin embargo, la decisión que se tomará en el mas. Pero
justo esa condición impredecible en la política boliviana –rasgo, en verdad, de la
política moderna– es la que la hace atractiva a propios y extraños, como se ha
podido apreciar en las contribuciones aquí presentadas. Y no hay última palabra
hasta esos días venideros.
Referencias
Antezana, Luis H.
2011 “Apuntes sobre la naturaleza e historia de Aluvión de fuego de Oscar
Cerruto”. Ensayos escogidos. 1976-2010. La Paz: Plural editores.
Arendt, Hannah
1973 On Revolution. London & New York: Penguin Books.
Arnade, Charles
2004 “La historia de Bolivia y la de los Estados Unidos. Y una nueva mi-
rada a la creación de Bolivia”. Escenas y episodios de la historia.
Estudios bolivianos 1953-99. La Paz y Cochabamba: Los Amigos del
Libro.
Arnade, Charles
1979 La dramática insurgencia de Bolivia. La Paz: Librería Juventud.
Baptista Gumucio, Mariano
1976 Historia (Gráfica) de la Guerra del Chaco. La Paz: Ediciones Última Hora.
Barrios, Ramiro & Xavier Albó
2005 Condición étnica y lingüística de la población en Bolivia. La Paz: pnud.
Cárdenas, Jenny
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apéndice 389
390 bolivia en el siglo xxi
apéndice 391
392 bolivia en el siglo xxi
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394 bolivia en el siglo xxi
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Sobre los autores
Claudia Arce
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sobre los autores 403
Dirk Hoffmann
Hiroki Ishizaka
Es profesor asociado en Naruto University of Education. Es doctor en
Gobernabilidad y Política Pública de la Universidad de Costa Rica. Ha trabajado en
la Embajada de Japón en Honduras como experto en cooperación internacional. Es
especialista en política educativa y en estudios comparativos de currículo en
materias como las matemáticas. Ha enseñado en las áreas de motivación y
concienciación en Costa Rica, Bolivia, Honduras, Japón, Filipinas, Laos, Fiji,
Sierra Leona, Ghana, Mozambique y Djibouti. Ha publicado, entre otros libros,
Introducción de estudio de política educativa para analizar casos concretos –
Tomando un rumbo hacia el equilibrio entre el poder educativo y el derecho a la
educación, que es una síntesis teórico-metodológica para análisis de procesos y
resultados de políticas educativas en relación con las disciplinas de la política,
economía, sociología, psicología y pedagogía. Este libro se centra en el estudio de
conceptos como la meritocracia, la creación de valor, el desarrollo humano, la
relación entre “lo público” y “lo privado” y la participación pública.
Leiv Marsteintredet
Cecilia Requena