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1. La democracia como “un sistema polìtico cuyos miembros se considerasen iguales entre
sì y colectivamente soberanos” (9).
2. Para Dahl la idea elemental de la democracia como “gobierno del pueblo” (demos=
pueblo; kratos=gobierno) plantea diversos problemas, tales como la cuestión acerca de
¿quiénes integran el “pueblo” y qué significa que ellos “gobiernen”? o tambièn ¿què es lo
que compone “un pueblo” a los efectos de un gobierno democrático? (11) (ver Sartori,
¿Què es democracia?)
a) Indagación Democracia → pueblo → gobierno → soberanìa → poder
b) Naturaleza, definiciòn, desarrollo històrico de la idea de “pueblo” o “pueblo
soberano” como nùcleo de la democracia o teorìa democràtica.
3. “La democracia ha sido concebida como un conjunto particular de instituciones y
de prácticas políticas, un cierto tipo de doctrinas jurídicas, un orden económico y
social, un sistema que asegura el logro de ciertos resultados deseables o un proceso
singular para la adopción de decisiones colectivas obligatorias” (14).
4. Concebir la democracia, en términos realistas y metodológicos, como un proceso (el
proceso democrático) y no sólo como un ideal político sobre la organización, distribución y
ejercicio del poder público y la soberanía de una asociación política.
5. Establecer un “umbral razonable” de la democracia como ideal polìtico y proceso de
organización, distribución y ejercicio del poder soberano. / ¿Què es un “umbral razonable?).
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democrática). (...) la democracia suele brindar un ámbito de libertad personal más amplio
que el que puede prometer cualquier otra clase de régimen” (110).
ii. Libertad de autodeterminación: Para Dahl, la democracia “expande al máximo
la oportunidad de cada persona de vivir bajo el imperio de la ley que ella misma elige” (110)/
autogobierno/ autodeterminación política.
iii. Autonomía moral: La idea de la democracia como medio para la maximización
de la libertad tiene un sentido sustancial cuando vemos que “vivir de acuerdo con leyes
elegidas por uno mismo, participando en el proceso de elección de dichas leyes, facilita el
desarrollo personal de los ciudadanos como seres morales y sociales, y les permite proteger
y promover sus principales derechos, intereses e inquietudes”. (113).
Dahl señala el valor de la autonomìa moral como un motivo sustancial para defender
la idea de la democracia, pues para el autor la democracia es el sistema polìtico idóneo
para que una persona se desarrolle como un ser moral y social en virtud del ejercicio de sus
derechos y de la defensa y promoción de sus intereses, preferencias y necesidades:
“Hay, empero, un motivo màs de fondo para valorar la libertad de autogobernarse,
un motivo que no tiene tanto que ver con la utilidad como instrumento para alcanzar otros
fines: es el valor de la autonomía moral en sí misma. Entiendo por una persona moralmente
autónoma aquella que decide sus propios principios morales y todo lo significativo que
pueda depender de ellos, mediante un proceso de reflexión, deliberación, examen y
consideración atentos. Ser moralmente autónomo es equivalente a autogobernarse en el
ámbito de las elecciones moralmente significativas” (113).