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PSICOLOGÍA

PLAN DE MEJORA: SALUD OCUPACIONAL

PRÁCTICAS PRE-PROFESIONALES I

MENDOZA LOPEZ,
LUCIA
VALENCIA PORTUGAL,
DELIA
ZEA YARLEQUÉ PIERO

PSI9-1

2021

“El alumno declara haber realizado el presente trabajo de


acuerdo a las normas de la Universidad Católica San Pablo”
PROPUESTA DE PLAN DE MEJORA ORGANIZACIONAL: SALUD OCUPACIONAL

1. Análisis de la problemática

La conexión que hoy existe entre la salud y el trabajo, anteriormente no era tan
significativa su mejora en las organizaciones, ahora es indispensable que tanto la empresa como
el psicólogo organizacional puedan abordar al individuo en su papel de empleado considerando
toda sus dimensiones como cuerpo, mente y su capacidad para relacionarse con sus semejantes
y su entorno laboral. Por ello cada ser humano al iniciar un trabajo debe tener presente que
siempre estará expuesto a infinitas dificultades y/o actividades que invadan su tranquilidad, por lo
tanto, debe ser capaz de adoptar una actitud de sobrevivencia.
Blandón (2004) menciona que cada organización debe especificar y definir las
características para cada puesto laboral que ofrece, y debe conocer que cada puesto siempre
tendrá repercusiones en la salud de la persona, al identificar las demandas que requiere un puesto
laboral se detecta con anticipación los niveles de estrés o ansiedad que implica el puesto, de igual
manera los problemas familiares que tenga el individuo, por ello surge una doble presencia ya que
muchas veces realizan su trabajo de manera automática pero su mente está en otro lado o
situación, lo importante de la psicología de la salud ocupacional es cómo la empresa con ayuda
del psicólogo organizacional debe actuar, manejar y responder a los nuevas necesidades. Tener
conocimiento también de que existen factores como los psicosociales que llegan a desequilibrar a
la persona en su entorno laboral, además de conocer la magnitud con la que llegan a perjudicar en
su trabajo o desempeño, otro factor es que la organización debe tener especificado que cada
trabajo es masculinizado o feminizado o para ambos, ya que el mundo laboral se ha extendido.
En la actualidad la crisis sanitaria mundial ha ido perjudicando a la persona en todas sus
dimensiones, principalmente en la laboral. Vemos que las organizaciones han tenido que tomar
decisiones extremadamente duras y modificar casi en su totalidad la modalidad del trabajo y hacer
de manera remota o también conocido como el “teletrabajo” que se conoce así por el desempeño
del empleado pero en un lugar totalmente diferente al que debería ser, como cualquier nueva
tecnología tiene beneficios, desventajas y barreras, en el caso de la pandemia el teletrabajo no
podríamos considerarlo ni bueno ni malo para la salud ya que por un lado no exponen a su
personal a contagiarse, resguardando su salud, pero otra situación es que tienden a sentirse
solos, irritables, ansiosos. Otro punto positivo es que no existe ya la necesidad de mandarlos a
diferentes ubicaciones o lugares para realizar el trabajo, sin embargo el punto negativo es que no
sabes donde la persona está realizando su trabajo remoto, si es en un lugar adecuado, sin
distracciones y con una ergonomía adecuada, además que si el trabajador no tiene las
herramientas tecnológicas necesarias será incapaz de realizar su cargo aumentado a esto el
estrés, sedentarismo y alteraciones en los hábitos alimenticios (Gareca et al., 2007).
Con las nuevas restricciones se pretende que en un futuro inmediato puedan regresar a
sus puestos laborales y ejercer de manera “normal”, no obstante esto implica un reto, deben
observar todos los puntos a mejorar, principalmente el poder minimizar el riesgo de contagio y otro
es evaluar la salud mental del trabajador, antes no se prestaba la atención que requería la salud
mental en cualquier otra circunstancia, era visto como un mito, pero ahora es necesario conocerlo
y que puede influenciar en el desempeño, motivación, entre otros que se relaciona directamente
con la propia organización y en cómo le pueda llegar afectar si esto no es tratado a tiempo.
Para Salanova (2007) es poder identificar las nuevas tecnologías y cómo estas pueden
aumentar el riesgo de tener un comportamiento humano dentro de su ambiente social en este
caso el laboral riesgoso por el incremento del estrés. Al identificar los problemas técnicos que
siempre existirán no solo se centra en ello sino en cómo los trabajadores puedan llegar a prevenir
y que estos tengan un asesoramiento permanente mientras dure el trabajo remoto para evitar
daños por el impacto de la tecnología en las necesidades psicosociales de los colaboradores,
logrando una eficacia en la organización, así como una salud ocupacional perfeccionada.
La salud es el estado de bienestar tanto físico, mental como social, no solo debe referir la
ausencia de enfermedades, va más allá de eso el poder vivir de manera autónoma, solidaria y
digna, con una calidad de vida buena a nivel individual como familiar y social (Bandia, 1985). La
salud ha trascendido y ha sido puerta de muchas otras ramas o disciplinas para centrarnos
plenamente en su importancia como lo es la psicología de la salud ocupacional.
Se estableció así la definición de la salud ocupacional como aquella que debe desarrollar,
mantener y promover la salud en los trabajadores de manera directa y precisa, su objetivo final es
poder prevenir las posibles enfermedades o lesiones a los que están expuestos, al poder crear
entornos o ambientes seguros (citado en Tetrick y Quick, 2002).
Y siendo definida por Gallego, Vera y Signani (2015) como un trabajo multidisciplinario
con el propósito de mejorar la calidad de vida laboral de cada colaborador, con el fin de poder
protegerlo y que cada institución se funde en la promoción de seguridad, salud y bienestar de su
capital humano, una responsabilidad de gran magnitud, es decir que se dará una intervención
tanto en el entorno como en la propia persona para mayor conocimiento de los riesgos laborales,
proporcionando recursos y conocimientos que sirvan para mejorar su salud.
Al comprender que la salud ocupacional es un trabajo multidisciplinar, donde el rol del
psicólogo organizacional y el área de recursos humanos se hará cargo, debe verse como un
trabajo en equipo donde serán los propios empleados los que contribuyan a mejorar la salud física
y mental de cada uno de ellos. Gastañaga (2012) menciona que la base para el éxito de cada
organización, fuera del ámbito en el que se orienta, siempre será el capital humano, prácticamente
reconocer que sin este la empresa no sería nada y no tendría un propósito en el mercado laboral,
por ello se debe tomar con pinzas este tema y crear un ambiente donde el individuo se sienta
valorado y asistido, ello si implementan correctamente políticas que fomenten la prevención de
riesgos y promocionen una salud integral.
Para realizar mejoras en la salud ocupacional de las organizaciones es importante poder
resaltar los tipos de riesgos psicosociales, primero se encuentra el riesgo emergente este se
caracteriza por ser nuevo o conocido por los trabajadores pero que es dañino, el segundo se
conoce como creciente y está compuesto por tres subtipos, el primero desencadena cuando el
número de ambientes aumentan este factor de riesgo, el otro cuando la exposición por parte del
colaborador frente al factor de riesgo aumenta y el ultimo es cuando su influencia en el bienestar
de la persona llega a agravar el factor (Neffa, 2015).
Se concluye que la salud ocupacional, no solo va ser responsabilidad de la propia
organización sino del trabajador para alcanzar un cambio para recuperarse y mantenerse estable,
pero si es el deber de la empresa el poder reconocer las necesidades del colaborador para su
bienestar, otro es poder reconocer si el ambiente donde labora el empleado es el más apropiado y
cumple con todos los requerimientos ergonómicos. Es por tanto imprescindible que se dé una
evaluación constante de este asunto, para localizar con tiempo aquellos signos que muestran un
posible peligro.

2. Justificación y contextualización de la problemática

Nos vemos envueltos actualmente en una pandemia sin precedentes una pandemia que
llego gracias al mortal virus del Covid 19, esta pandemia trajo consigo múltiples cambios, los
cuales por supuesto fueron inesperados y repentinos, pudimos ver que esta pandemia afecto a
todos por igual sin hacer distinción en edad, sexo, país, raza o creencias, es así que Ribot, Chant
y González (2020) mencionan como esta pandemia, el distanciamiento social, el aislamiento y la
cuarentena, provocan diversos sentimientos como la ansiedad, preocupación y miedo, estas
sensaciones están estrechamente relacionadas con la salud propia y del entorno, la incertidumbre
del futuro, la posibilidad de contagiarse y la necesidad de no dejar de proveer las necesidades
básicas y no perder el trabajo.
Es así como pudimos ver como la salud mental de toda la población, y en concreto de la
población que trabaja, se ha visto grandemente afectada debido a los diversos factores que han
aparecido en el contexto de la pandemia, siendo uno de estos el constante temor a contagiarse, lo
que nos conlleva a un estado constante de alerta donde prima la necesidad de estar atento todo el
tiempo, atento a cumplir con todos los protocolos sanitarios, los cuales van variando con el paso
de los meses y sumado a esto la tensión por las reestructuraciones de las diferentes instituciones
generada por la crisis económica, hacen que muchos de los trabajadores experimenten una carga
de estrés adicional bastante fuerte.
Es obvio que muchos de estos protocolos, factores de prevención y el estado de alerta
como sensación continua, ya eran muy comunes en el personal de salud de cualquier centro
médico ya sea del estado o de servicio particular, antes de todo el contexto actual, ya que la
posibilidad de contraer alguna enfermedad ya sea viral o bacteriana siempre estaban presentes y
estas se daban en el día a día, y también debido a que el trabajo directo con personas, que se
encuentran con la salud afectada en mayor o menor rango no es fácil ni sencillo, es por esto que
Marín, Garcia, Muñoz y Rabanaque (2006) encontraron que, en relación a la salud ocupacional y
en cuanto a los factores psicosociales, los que resaltan más de manera negativa son las altas
exigencias del puesto, la inseguridad en relación al futuro, el poco apoyo y la doble presencia, lo
cual provoca ausentismo laboral, baja calidad del trabajo y pocas actividades familiares del
trabajador.
Es claro y evidente que, en el contexto de la pandemia, mucho de los trabajadores del
sector salud han recibido muy poco apoyo por parte de las distintas autoridades y se han visto en
la obligación de trabajar de manera continua sin los adecuados implementos y sin el adecuado
descanso, sumado a esto las largas jornadas que se alargan y no dan ni la oportunidad para
compartir con sus familiares, ya que por un lado se enfrentaban a interminables casos de
personas que precisaban una constante vigilia, pero al mismo tiempo por el otro lado viven con el
temor de contraer la enfermedad y llevarla a casa contagiando a sus seres queridos y quizás
gracias a eso algún familiar cercano pudiera fallecer por esta enfermedad que al día de hoy sigue
siendo un enigma.
Así podemos ver cómo, Moreira y De Lucca (2020) concluyen que los factores
psicosociales tienen influencia en la prevalencia del Síndrome de Burnout en profesionales de
salud mental, ya que son personas en una situación laboral tensa, con alta demanda de trabajo,
poca autonomía en sus tareas, con poco “apoyo social”, nivel moderado de agotamiento personal,
despersonalización, realización personal y con una baja satisfacción con su jefe, son aquellos que
están asociados con dicho síndrome, como se puede observar, muchos de estos factores
negativos que son considerados como de alto riesgo para el síndrome de burnout, se han visto
incrementados de manera drástica en el contexto de la pandemia, en donde la salud mental de la
población en general ha sido afectada.
Hoy los trabajadores de todos las ramas sienten un sensación general de abandono,
mucho más el personal de salud que en muchos casos tienen que brindar ellos mismos un apoyo
económico para continuar con su ardua labor, y muchos de estos y otros esfuerzos no llegan a ser
reconocidos, es por esto que vemos la importancia que nos dice Leyton, Valdés y Huerta (2016)
los cuales mencionan que aquellos encargados de la prevención y promoción de la salud de las
personas deben ser la prioridad de entre todas las instituciones, esto se puede lograr velando
sobre todas las cosas por el bienestar de los trabajadores, teniendo en cuenta el impacto del
trabajo en la calidad de vida del trabajador y buscando estrategias para que estos riesgos se
reduzcan o en el mejor de los casos, ya no se den, aunque es claro que sobre todo lo más
importante es la persona y su bienestar, el trabajador, la existencia de una mala salud
ocupacional, de los riesgos psicosociales y riesgos laborales también cobran importancia desde el
punto de vista de la economía, ya que un trabajador que no está sano, no podrá realizar su labor a
su capacidad total, lo cual trae, a corto o largo plazo, problemas para la organización, es por eso
que la implementación de acuerdos internacionales que velan por las normas y calidad en el
trabajo son más comunes con el paso del tiempo (Gutiérrez & Viloria, 2014).
La salud ocupacional como hemos visto, abarca una gran cantidad de factores. Dentro de
ellos tenemos a la ergonomía. La ergonomía dentro del contexto laboral es un término que
contiene aspectos relacionados al confort integral en los centros y su uso es principalmente
práctico, las normativas ergonómicas varían según cada profesión y necesidad (Almirall, 2015).
Así pues, la ergonomía va muy relacionada al concepto de riesgo, siguiendo con eso, riesgo sería
la posibilidad de sufrir daño o perjuicio relacionado al trabajo realizado, la mayoría de estos daños
tendrían que ver con posturas que no son correctas, cargas excesivas y un exceso o deficiencia
de movimiento del trabajador (Correa, Acosta, Mosquera & Estrada, 2018).
Dentro de la ergonomía encontramos que se enfocan en diversas perspectivas. La
ergonomía de la concepción es cuando se conjugan las ciencias de ingeniería con las de biología
enfocadas al ser humano para que éste se adapte de buena manera a su trabajo considerando la
eficiencia y bienestar (ISO, 1961). La ergonomía ambiental estudia a la persona en su ambiente
laboral (Murrel, 1965 citado por Mercado, 1995). La ergonomía preventiva se encarga de cuidar la
salud del trabajador y su bienestar (Faverge, 1970 citado por Mercado, 1995). Por último tenemos
a la ergonomía ambiental, la cual analiza el ambiente del trabajador en términos de ruido,
iluminación, calor, vibraciones, carga mental, entre otros (Gueland, 1975 citado por Mercado,
1995).
Como principales riesgos ergonómicos resaltan los riesgos por posturas forzadas, es
decir, posiciones en las que se deja de estar de manera natural para poder adoptar una
determinada postura y que pueden generar hipertensiones o hiperflexiones en el cuerpo (ERGO
IBV, 2016). También tenemos los riesgos relacionados a movimientos frecuentes, en este caso,
por ejemplo, cuando una actividad repetitiva se hace durante dos horas o más es necesario
realizar una evaluación al nivel de riesgo que representa para el trabajador y tenerlo en cuenta
(ERGO IBV, 2016). Los riesgos relacionados con las características del ambiente laboral como
ruido, calor o iluminación y los provocados por la aplicación de fuerza (CROEM, 2007). Y por
último tenemos los riesgos por trastornos musculo esqueléticos que provienen de la carga física
tales como lesiones en la espalda o dolores en las manos (CROEM, 2007).
Pocas son las organizaciones que realmente le prestan la atención necesaria a esta parte
de la salud ocupacional, pero un ejemplo claro de acciones que provendrían riesgos ergonómicos
serían por ejemplo las pausas laborales activas que ciertas empresas aplican, estas mejorarían el
rendimiento del trabajador y también su estado de salud, también disminuye el estrés que puedan
estar percibiendo. En el caso de organizaciones que trabajan principalmente con tareas de campo
estas pausas evitarían la sobreexigencia corporal, mientras que en caso de organizaciones con
tareas más ejecutivas o de oficina ayudaría a que los trabajadores se mantengan en movimiento o
mejores posturas negativas.
Como recomendaciones generales, Guilen (2006), nos comenta que en el caso de
trabajos frente al computador es recomendable velar por el descanso visual junto con las rutinas
de ejercicio oculares; asi mismo, la iluminación es necesaria para evitar el desgaste visual ya
mencionado y para generar un buen confort en los trabajadores, también mantener una buena
postura con la espalda recta sería algo básico, de la misma manera nos indica que es necesario
contar con un soporte para el brazo e implementar ciertos recursos para evitar tendinitis en la
mano a causa del uso prolongado del mouse.
Es importante entender que, si bien en los ambientes laborales con procesos industriales
los riesgos ergonómicos pueden ser identificados con mayor facilidad, puesto que los trabajos con
exigencia física son bastante comunes y los accidentes laborales tienen también un mayor riesgo
y además se presta mayor atención a los protocolos de seguridad, dentro de los ambientes
laborales de oficina también existen aspectos que se deben tomar en cuenta. Los riesgos podrían
ser más silenciosos y no tan objetivos, pero no desmerecen atención porque pueden llegar a ser
bastante insidiosos y afectar a largo plazo a los trabajadores.

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