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Discípulas Misioneras llamadas a vivir más

humanamente, con alegría y esperanza


desde el Corazón de Jesús.

Observamos

Lee el siguiente texto:

DIOS VIENE A CENAR

Había una vez una mujer que vivía haciendo cosas para
la Iglesia del barrio. Si no estaba limpiando los jarrones
de la capilla, estaba haciendo empanadas para que se
vendieran los domingos, o sacando brillo a los
candelabros. Cierto día, se le apareció un ángel y le dijo
que, en recompensa por su dedicación a las cosas de
Dios, Él mismo en persona iba a ir a cenar esa noche en
su casa.

La mujer se llenó de emoción y corrió a su casa a


preparar todo para el gran evento. Inmediatamente puso manos a la obra. Estaba planchando su
mejor vestido para recibir al invitado de honor cuando sonó el timbre. Acudió a la puerta y encontró
una mujer muy pobremente vestida que le pedía algo de ropa que no usase. “Perdone señora, pero
estoy haciendo un trabajo para alguien muy importante. Vuelva otro día”.

Más tarde, comenzó a preparar la comida. Tenía que ser una cena de lujo. En eso estaba cuando otra
vez volvió a sonar el timbre. Esta vez era un niño con cara de hambre que le pedía algo para comer.
“Hoy no puedo darte nada porque estoy cocinando para el mismo Dios que viene a visitarme. Ven otro
día”.

Así pasó rápidamente el día, hasta que por fin llegó la hora de la cena. La mujer, muy nerviosa, vio
como pasaban los minutos… las horas…, y el invitado no llegaba. Pronto se hizo tarde, el pollo se
enfrió, el vestido se volvió a arrugar, pero Dios ni se dignó aparecer, así que la mujer, frustrada y
decepcionada, se fue a dormir. Tanta era su desilusión que ni siquiera quiso rezar antes de acostarse.

A la mañana siguiente, se le apareció el mismo ángel y le dijo: “Me manda a preguntarte mi Señor
que por qué no rezaste anoche, que extrañó tu oración antes de dormir.” “¿Cómo se atreve a
reclamarme Dios por no haber rezado si Él me dejó plantada con mi mejor vestido y con un riquísimo
pollo en la mesa?”, exclamó molesta la mujer. A lo que el ángel le respondió: “Dios no falló a la cita.
Es más, ¡vino dos veces! Pero tú le dijiste que estabas muy ocupada para atenderlo, y que volviera
otro día.

Comenta y escribe

1. ¿Quién era la señora? ……………………………………………………………………………………………………………………

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2. ¿Qué le dice el ángel? …………………………………………………………………………………………………………………..

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

3. ¿Qué hizo la señora frente a la Gran visita que iba a tener? ………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………...

4. ¿Quiénes tocaron la puerta de la señora? ………………………………………………………………………………..

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

5. ¿A quién esperaba la señora? ………………………………………………………………………………………………………

6. ¿Llegó su invitado especial? …………………………………………………………………………………………………………

7. ¿Reconoció su gran visita? ……………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

8. ¿En dónde encontramos a Dios? …………………………………………………………………………………………………..

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9. ¿Cuál es el gran mandamiento que Dios nos enseña? ……………………………………………………………….

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Palabra de Dios

Escuchamos lo que Dios nos dice: San Mateo 6, 9 - 13

Reflexionamos:

1. ¿Qué oración nos enseñó Jesús?


………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

2. ¿A quién va dirigida la primera parte de la oración?

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3. ¿Por qué crees tú que debemos decir Padre Nuestro?

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4. ¿Qué le pedimos que nos perdone?

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Jesús con la oración del Padre Nuestro, nos enseñó una forma de
conversar con “Dios Padre”

El Padre nuestro es una oración que nos enseño Jesús, Él nos invita a orar con sencillez
desde lo más profundo de nuestro corazón. En esta oración reconocemos la grandeza de
Dios y la certeza de sentirnos amados y escuchados por Dios.

Jesús con frecuencia nos dice que su Padre es también nuestro Padre y que, igual que Él
busca hacer la voluntad de Dios, nosotros también debemos hacer los mismo.

Jesús transmite aquello que se ha convertido en la oración cristiana por excelencia: el


“Padre Nuestro” y en ella encontramos siete peticiones.

SIETE PETICIONES
“Santificado sea tu Pedimos que sea reconocido como …………………………….. por nosotros
nombre”
y por todos los ……………………………………….

“Hágase tu voluntad Pedimos que unidos a la …………………………………………. del Hijo,


en la tierra como en
cumplamos su ……………………………. de …………………………………………… en el
el cielo”
mundo.

“Perdona nuestras Pedimos el ………………………………………. de Dios para nuestras


ofensas como también
…………………………………………., que Dios nos dará si también nosotros
nosotros perdonamos
a los que nos ofenden” sabemos …………………………………….. a los …………………………………..

Pedimos el ……………………………………………….. del Reino de Dios en


“Venga a nosotros tu
nuestras …………………………… y en el ……………………………………, el retorno
reino”
de ………………………………… y la venida final de su Reino.

Pedimos el ………………………………………………. terrenal necesario para


“Danos hoy nuestro
……………………………………, y también el Pan de Vida, es decir, la Palabra
pan de cada día”
de ……………………….. y el Cuerpo de ……………………………..

Pedimos a Dios que no nos deje tomar el ……………………………………..


“No nos dejes caer en
que conduce al …………………………………., y nos conceda la
la tentación”
……………………………… de la perseverancia final.

Pedimos a Dios que manifieste su ………………………………… sobre el


“Y líbranos del mal”
diablo, y que nos libre de todo ……………………….., pasado, presente y

futuro.

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