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CARTA AL DIRECTOR

Auscultación cardíaca: ¿un anacronismo?


Pedro Gargantilla-Madera, Emilio Pintor-Holguín

Este año celebramos los 200 años de la invención péuticas. A pesar de encontrarnos en el siglo xxi, a Universidad Europea de Madrid
(P. Gargantilla-Madera, E. Pintor-
del estetoscopio (del griego stethos, pecho, y skoupe, veces nuestros diagnósticos son menos acertados Holguín). Servicio de Medicina Interna;
observar) por el médico francés René Laennec que los que realizaban nuestros maestros décadas Hospital El Escorial (P. Gargantilla-
(1781-1826), uno de los grandes clínicos de la épo- atrás [2]. Este fenómeno ha provocado un estanca- Madera). Madrid, España.

ca [1]. La historia cuenta que en 1816 este galeno miento de la cardiología clínica y la aparición de lo Correspondencia:
enrolló una hoja de papel en forma de cilindro y que algunos han denominado ‘cardiólogo hibernan- Dr. Pedro Gargantilla Madera.
Servicio de Medicina Interna.
aplicó un extremo al tórax de una joven paciente, y te’ [3]. En definitiva, parece que la auscultación car- Hospital El Escorial. Ctra. M-600
el otro, a su propio oído, lo cual le permitió escu- díaca es un anacronismo. Ahora que celebramos el de Guadarrama a San Lorenzo de
El Escorial, km 6,255. E-28200
char el corazón de una forma más clara que apli- segundo centenario del fonendoscopio es momento San Lorenzo de El Escorial (Madrid).
cando el oído ‘desnudo’ al pecho de la paciente [1]. de reflexionar y plantearnos una pregunta: ¿la aus-
E-mail:
Tres años después, Laennec publicó De l’ausculta­ cultación cardíaca desaparecerá paulatinamente has- pgargantilla@yahoo.es
tion médiate ou trité du diagnostic des maladies des ta convertirse en un hecho meramente histórico?
poumons et du coeur fondé principalement sur ce La auscultación requiere educar nuestro oído y © 2016 FEM

nouveau moyen d’exploration, en donde acuñó al- nuestro cerebro, ya que auscultar es saber oír (per-
gunos términos que seguimos utilizando hoy día cibir) pero también es saber escuchar (atender) [4].
(pectoriloquia, egofonía, crepitantes, estertores). El mejor símil sería asistir a una sinfonía en la cual
En sus inicios, el arte de la auscultación ganó adep- algunos espectadores son capaces de disfrutar y
tos y a lo largo de las siguientes décadas fueron nu- emocionarse con ella, mientras que otros son capa-
merosos (Austin-Flint, Cabot-Locke, Carey-Coombs, ces de entresacar determinados pasajes y buscar la
Dock, Gibson, Graham-Steel, Still, Barlow) quienes armonía instrumental. La auscultación cardíaca es
se dedicaron a perfeccionarlo y a describir los so- una técnica clínica que debemos enseñar a los estu-
plos cardíacos que todos conocemos. La riqueza de diantes y residentes, hay que subrayar –y así hacér-
la semiología que ofrece la auscultación cardíaca selo saber– que no es un don, sino una habilidad
permitió que, en ocasiones, se pudiesen realizar que, obviamente, se aprende con la práctica y re-
diagnósticos enormemente complejos a la cabecera quiere entrenamiento [4].
del paciente.
Sin embargo, el escenario actual es muy diferen- Bibliografía
te: la tecnología y la informática han invadido nues-
tra profesión y los médicos modernos han abando- 1. Gargantilla P. Manual de historia de la medicina. 4 ed. Málaga:
Grupo Editorial 33; 2015.
nado de forma casi imperceptible la auscultación 2. Guadalajara JF. La auscultación del corazón, un arte en vías
del corazón, que en ocasiones se realiza con poca de extinción. Gac Med Mex 2015; 151: 260-5.
confianza o con sumo descuido. Pocas veces consi- 3. Donato L. The stunned cardiologist. Can J Cardiol 1986;
Suppl A: 206-A.
deran la auscultación como un procedimiento que 4. Jiménez B. Auscultación cardíaca. Seminario Médico 1999;
les ayude a tomar decisiones diagnósticas y tera- 51: 55-87.

www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2016; 19 (4): 165 165

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