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Romertem (Lectura)
Romertem (Lectura)
Eduardo J. Ortiz F.
Introducción
Aunque el modelo de Romer lo explicamos después del modelo AK y el de Lucas, en
realidad Paul F. Romer es considerado como uno de los puntales de la onda moderna de mode-
los de crecimiento. El primer artículo sobre este tema, que llamó la atención por las posibili-
dades que abría, fue publicado en 1986, aunque aquí vamos a desarrollar con más detalle una
versión más elaborada, aparecida en 1990.
El artículo de 1986 critica el supuesto neoclásico de los rendimientos constantes a esca-
la, aportando evidencia empírica a partir de las estadísticas de un conjunto de países que en
determinados períodos históricos descollaron entre los demás.
Concretamente se fija en Holanda, el Reino Unido (compuesto actualmente por Inglate-
rra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) y Estados Unidos.
En Holanda, en el período comprendido entre 1700 y 1785, el crecimiento anual del pro-
ducto real per cápita fue de 0,07%. En el Reino Unido, entre 1785 y 1820, de 0,5 %; y entre
1820 y 1890, de 1,4 %, lo cual implica que con el paso del tiempo las tasas de crecimiento fue-
ron cada vez mayores.
En Estados Unidos el análisis se hace un poco más detallado para cubrir varios períodos:
0, 58 % entre 1800 y 1840, 1,44 % entre 1840 y 1880, 1,78 % entre 1880 y 1920, 1,68 % entre
1920 y 1960, y 2,47 % entre 1960 y 1978. De nuevo es evidente el crecimiento cada vez ma-
yor. La pequeña disminución en las tasas de crecimiento en el período 1880-1920 se explica en
parte si se recuerda que al final de ese período el país tomó parte en la primera guerra mundial.
Posteriormente se hace un test para calcular la probabilidad de que, en dos décadas ele-
gidas al azar, la posterior tenga una tasa de crecimiento mayor, y se acepta la hipótesis con un
5% de confiabilidad para Francia, Dinamarca, Estados Unidos, Italia y Noruega, y con un 10%
para el Reino Unido, Alemania y Japón.
Además, entre 1929 y 1969 el producto ha crecido en una serie de países entre 6% y 30%
más que los insumos. Esto justifica la convicción de los rendimientos crecientes.
En 1990 se elaboró un modelo que atribuía este fenómeno al progreso tecnológico, y que
explicaba los determinantes de la generación de nuevas tecnologías.
Planteamiento
Resumiendo las estadísticas del artículo anterior, Romer comienza por señalar que la
productividad era en 1990, en Estados Unidos, diez veces mayor que cien años atrás.
Para explicarlo parte de tres premisas:
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Externalidades
Para comprender mejor por qué la tecnología produce externalidades positivas en el en-
torno, se recuerdan aquí los conceptos de rivalidad y exclusión
Un bien es rival cuando su uso por una persona o empresa impide que la use otra. Mien-
tras que un bien es susceptible de exclusión si el propietario puede además impedir, por me-
dios legales o técnicos, que otros lo usen, aun cuando él no lo esté usando.
Los bienes económicos tradicionales son rivales y excluibles. Por ejemplo la vivienda, o
la ropa que uno lleva puesta.
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Insumos y sectores
El modelo de Romer que estamos exponiendo trabaja con cuatro insumos o factores, y
tres sectores.
Los insumos son los siguientes.
K Se mide en unidades de bienes de consumo sacrificadas. Se refiere, por tanto, al ca-
pital financiero necesario para llevar adelante el proceso productivo, acumulado a
través del ahorro generado en períodos sucesivos.
L Es el trabajo no especializado, y se mide en términos de personas empleadas o de
horas de trabajo dedicadas a la producción.
H Es el trabajo especializado o capital humano, que tal como lo hemos visto en Lucas
se adquiere a través de la educación formal y el adiestramiento en el trabajo. Es un
bien rival, puesto que no se puede transmitir automáticamente el saber o la técnica
de una persona a otra.
A Es la tecnología, que en Romer se manifiesta o contabiliza a través del número de
diseños creados, aunque el significado de esta palabra quede de alguna manera en la
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Supuestos
Precisamente porque Romer quiere enfatizar la importancia de la tecnología, considera
que tanto el trabajo no especializado (L) como el especializado (H) son constantes.
Este supuesto guarda cierta simetría con el caso de Lucas, quien al enfatizar la importan-
cia del capital humano como factor de crecimiento suponía que la tecnología era constante.
Si hemos dicho que (H) es el capital humano disponible en un momento determinado, y
si anteriormente hemos indicado que éste se distribuye entre el sector investigación y el sector
productor de bienes finales, podemos concluir que ( H Y + H A = H).
Romer piensa además que los bienes finales se producen con la misma tecnología que
los bienes intermedios, dado que el sector final usa (x i) y el sector intermedio produce esos
insumos con la tecnología adquirida del sector dedicado a la investigación.
Pasemos a hora a considerar cada uno de los tres sectores.
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Esta consecuencia va a ser importante posteriormente, para reformular el sector final in-
cluyendo los cuatro factores productivos.
Aunque no lo diga expresamente, Romer parece dar por supuesto que se normaliza el
precio de los bienes finales, de manera que (PY = 1) por lo que el ingreso del sector final será
igual a (PY . Y = Y ). También esta igualdad será útil posteriormente.
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Por otra parte, los costos del sector final son los ingresos del sector intermedio (p i x i).
En consecuencia el beneficio total para las empresas demandantes en el sector final será
la diferencia entre el ingreso total y el costo total de cada uno de los bienes intermedios utili-
zados. Como se puede comprar insumos a varias empresas distintas, habrá que maximizar la
sumatoria o integración de los beneficios totales.
Max [HY L x i 1 - - - p i x i ] d i
x i 0
Derivando el integrando con respecto a (x), e igualando el resultado a cero obtenemos las
condiciones de maximización del beneficio.
( 1 - - ) HY L x i - -
- p i = 0 p i = ( 1 - - ) HY L x i - -
Ésta sería una función de demanda típica, con pendiente negativa, ya que cuanto mayor
es la cantidad menor es el precio (No olvidemos que: x i - - = 1 / x i + ).
Por otra parte, analizado la función de demanda, percibimos que el costo marginal del
insumo (p i) es igual a su productividad marginal ( Y / x i).
La función de demanda cumple, por tanto con la condición de maximización del benefi-
cio en el sector final.
= Max [p i (x) x i - r x i ]
x
Por tanto:
1
(1- - ) (1- - ) HY L x i - - = r (1- - ) p i = r pi r
1
Analizando esta función de oferta obtenemos dos conclusiones:
a) La función de oferta es horizontal, pues todos los valores indicados a la derecha del
signo igual son constantes.
b) La fracción [1 / (1 - - )], es el multiplicador del costo marginal (r ), es decir, in-
dica cuántas veces es mayor el precio que el costo marginal.
Dejamos al estudiante el repaso de la fijación de precios en competencia imperfecta,
donde el hecho de que el ingreso marginal sea en equilibrio igual al costo marginal, unido al
fenómeno de que una empresa que se enfrenta a una función de demanda de pendiente negati-
va tiene la función de ingreso marginal por debajo de la función de ingreso medio, hace que el
precio fijado por esa empresa sea superior al costo marginal.
1 Quien esté interesado en la prueba de lo que acabamos de afirmar la puede ver en: Pyndick Robert S. - Ru-
binfeld, Daniel L. Microeconomía, Prentice Hall (en la 5 a edición, de 2005, aparece en la p. 277).
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Dado que ( p i x i ) es el ingreso total, (+ ) nos indica la proporción del ingreso total
que corresponde a los beneficios.
Esto tiene cierta coherencia con lo que hemos comentado anteriormente en la función de
oferta, donde veíamos que el precio superaba al costo marginal.
Pongamos un ejemplo numérico. Supongamos que los valores de () y () son 0,40 y
0,10 respectivamente.
De acuerdo a estos valores, el precio sería el doble que el costo marginal, ya que,
1 1 1
2
1 1 0,1 0, 4 0,5
Si el precio es el doble que el costo marginal, es entonces comprensible que la mitad de
los ingresos totales sean beneficios: = p i x i (0,1 + 0,4) = 0,5 IT
Hagamos un par de observaciones conclusivas al análisis de este sector.
a) El hecho de que los beneficios sean superiores a los costos, o de que haya beneficios
extraordinarios, permite que se puedan demandar nuevos diseños, y de esta manera
financiar la investigación, ya que los ingresos por ventas no se agotan en la remune-
ración de los factores productivos.
b) A primera vista puede parecer paradójico que el margen de beneficio dependa del
valor de los exponentes de (L) y (H) en el sector final, ya que en una función Cobb-
Douglas dichos exponentes representan la elasticidad producto de dichos factores, y
este modelo no pretende resaltar la importancia del trabajo especializado o no es-
pecializado en el proceso de crecimiento, sino la importancia de la tecnología.
Esta aparente contradicción será resuelta cuando, después de haber desarrollado el
comportamiento del sector dedicado a la investigación, reformulemos el sector final
con la presencia de los cuatro factores productivos.
El parámetro () indica la productividad del tiempo de investigación, que en este modelo
se supone constante. Se formula una función lineal, porque la experiencia no parece indicar
que en la realidad existan rendimientos decrecientes en el campo de la investigación. Más bien
podríamos decir que las externalidades generadas por las investigaciones previas hacen que la
aparición de nuevos diseños sea en la vida ordinaria cada vez más rápida. Esto supone posibi-
lidades ilimitadas de progreso tecnológico.
En este contexto algunos comentaristas de Romer citan aquí la frase de Newton, quien al
preguntársele por qué había sido capaz de generar tantos avances en los conocimientos físicos
de su tiempo, respondió modestamente que él estaba sentado sobre los hombros de gigantes,
indicando con ello que, sin los descubrimientos anteriores a él, no habría podido avanzar tanto
como lo hizo.
Volviendo a la función de oferta individual, ésta indica que el incremento de diseños ge-
nerado por cada investigador dada una productividad constante depende del tiempo que de-
dique a la investigación, y de los diseños previos que haya integrado en su aprendizaje.
El subíndice ( j ) se podría aplicar también a diversas áreas. Entonces concluiríamos que
los diseños generados en ese campo dependen del número de investigadores que se dediquen a
él, y de los avances tecnológicos anteriores en ese ámbito.
En términos agregados, los diseños nuevos creados en una economía por el total de los
investigadores dedicados a diversas áreas podría ser formulado como ( A = A j ), el con-
junto de investigadores como (H A= H j ), y el total de los avances tecnológicos previos co-
mo (A = A j ).
Con esta nomenclatura la función de oferta agregada de diseños sería: A = H A A
Pero aunque ésa es la función agregada de producción de nuevos diseños, se supone que
cada empresa produce un solo diseño, o que cada diseño es único. Por eso la función de oferta
en este caso es una vertical.
Dado que el sector investigación utiliza como insumos la tecnología previa (A), y el ca-
pital humano (H A), y que el uso de la tecnología es libre en la creación de nuevos diseños, el
único costo en el que incurrirán las empresas estará constituido por los sueldos pagados a los
investigadores.
Si suponemos, por otra parte, competencia perfecta en el mercado de factores, cada in-
vestigador será pagado de acuerdo al valor de la productividad marginal de su trabajo, tal co-
mo se explica en microeconomía.
Podemos decir, por tanto, que en términos generales (w = P. PMg L) y en términos espe-
cíficos del sector investigación: w H = P A A
/ d HA = A).
En efecto, la productividad marginal del investigador es (d A
Nótese también que hemos hablado del sueldo del capital humanos en términos genéri-
cos ( w H ), y no únicamente del sueldo de los investigadores, ya que si estamos en un mercado
de factores de competencia perfecta hay total movilidad de un sector a otro, por lo que si en el
sector investigación se pagara al capital humano más que en el sector final este último se que-
daría sin trabajadores especializados, y viceversa.
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Recordemos, además, que por razones que se pueden recordar volviendo a la explicación
dada más arriba, al desarrollar por primera vez este sector final:
A
i 0
di = A
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Nos falta eliminar la integral que representa la heterogeneidad de los insumos utilizados
en el sector final.
Para eso Romer afirma, con una frase un poco críptica, que todos los bienes duraderos se
proporcionan al mismo nivel ( x ), pues de lo contrario se ganaría más trasladando recursos de
las empresas grandes a las pequeñas.
Podemos adivinar lo que Romer quiere decir basándonos en reflexiones semejantes he-
chas por la teoría económica en el caso de un monopolio con varias fábricas diciendo que só-
lo se obtendrá el equilibrio cuando los recursos utilizados en cada planta sean igualmente pro-
ductivos en todas ellas, pues de lo contrario se pasarían recursos de las empresas más grandes
donde la mayor dotación de recursos hace que su productividad sea menor a las más peque-
ñas, donde ocurre lo contrario.
El resultado final será que se llegue a una producción fija de bienes intermedios ( x ).
Xavier Sala-i-Martin en sus Apuntes de crecimiento económico presenta, al explicar este
modelo una prueba más sencilla de la constancia de (x).
Si repasamos la función de oferta del sector intermedio recordaremos que estaba repre-
sentado por una horizontal, por lo que (p i) era constante. En equilibrio el precio de oferta es
igual al de demanda, por lo que también éste último será constante.
En la función de demanda, tal como se puede comprobar si se repasa lo dicho en su mo-
mento sobre el sector intermedio, (p i) depende de (, , L, H Y, x). Los valores de (, , L)
son constantes por supuestos del modelo y de las funciones de tipo Cobb Douglas. Tal como
explicaremos en la siguiente sección, y como se intuye por sentido común, en equilibrio (H Y )
tiene que ser constante, pues mientras siga habiendo traspasos de capital humano entre el sec-
tor final y el sector investigación no se habrá alcanzado el equilibrio.
La conclusión obvia es que también (x) tiene que ser constante ( x ) con (p i) constante.
A A K
Por fin, recordemos que: K = i 0
xi d i = x
i 0
di = x A x =
A
En consecuencia:
A A K1
Y = HY L
1--
xi di = HY L x 1- -
di = HY L A
i 0 o (A)1
Simplificando (A), que aparece en el numerador y en el denominador, y pasando los
elementos del denominador al numerador, una vez multiplicados los respectivos exponentes
por (- 1), tenemos:
Y = HY L A + - 1 A K 1- - + - 1 = HY L A + K 1- - + - 1
Si reagrupamos los elementos de dicha ecuación, concluimos lo siguiente:
Y = (HY A ) (L A) K 1- - + - 1
En primer lugar, vemos cómo en esta reformulación del sector final se encuentran pre-
sentes los cuatro insumos productivos (L, H, K, A).
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En segundo lugar nos explicamos por qué los beneficios del sector intermedio dependían
de () y (). Esto se debe a que también en Romer, como en los neoclásicos, la tecnología es
aumentadora de trabajo. Por tanto los mayores beneficios del sector intermedio se deben, en
último término, al progreso tecnológico.
Además dicha tecnología es neutral según Harrod, ya que con una relación producto ca-
pital (K / Y) constante, la PMK también es constante. En efecto:
Y / K = (1 - - ) (HY A ) (L A) K - - + - 1 = (1 - - ) (Y / K)
Antes de culminar esta sección expliquemos cómo en ella los rendimientos del capital a
corto plazo son decrecientes, pero a largo plazo hay rendimientos crecientes a escala.
Esto se muestra porque, tal como acabamos de señalarlo hace un momento,
Y / K = (1 - - ) (HY A ) (L A) K - - + - 1
Eso implica que cuanta mayor es la dotación de (K), permaneciendo constantes los de-
más factores, menor es su productividad.
Aunque Romer menciona únicamente los rendimientos decrecientes del capital, lo mis-
mo se podría decir de todos los demás factores.
Con respecto a (H Y):
Y / H Y = HY - 1 A (L A) K 1- - + - 1
Eso implica que cuanta mayor es la dotación de (H), permaneciendo constantes los de-
más factores, menor es su productividad.
Con respecto a (L):
Y / L = (HY A ) L - 1 A K 1- - + - 1
Incluso, con respecto a (A), permaneciendo los demás factores constantes:
Y / A = ( + ) HY L A + - 1 K 1- - + - 1
En cambio a largo plazo, cuando se incrementan todos los factores por igual, como por
ejemplo cuando se multiplican por un factor cualquiera al que podemos designar como (m)
Y 1 = (HY A ) (L A) K 1- - + - 1
Y 2 = (HY m ) (A
m ) (L m ) (A m ) (K 1- - m 1- - ) + - 1 =
(HY A ) (L A) K 1- - + - 1 (m 2 + 2 + 1- - ) = Y1 m + + 1 = (m Y1 ) m +
Es decir, Y 2 > m Y 1.
La razón por la que hay rendimientos crecientes reside en ( + ), es decir, en los expo-
nentes del factor tecnología, que indican su elasticidad producto.
Daron Acemoglu indica cómo el hecho de que la tecnología sea no rival permite los ren-
dimientos crecientes a escala. Para producir una nueva unidad del bien hay que emplear más
trabajo y más capital, pero no más tecnología. Por eso el producto crece más que el conjunto
de los factores.
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Será también mayor cuanta mayor sea la tasa de interés (r), pues ésta afectará negativa-
mente a (PA ) y por tanto a los salarios en ese sector.
Por fin será menor cuanta mayor sea la productividad del capital humano en el sector in-
vestigación (), que incrementará los salarios en dicho sector.
Tasas de crecimiento
Las tasas de crecimiento en equilibrio se obtendrán también de las funciones deducidas y
explicadas en los diversos sectores.
Para calcular la tasa de crecimiento de la tecnología, recordemos que en el sector inves-
= HA A A
tigación A / A = HA
Es evidente que ésta crecerá más cuanto más capital humano trabaje en ese sector, y
cuanta mayor sea su productividad.
La tasa de crecimiento del ingreso lo podemos obtener a partir de la formulación original
de la función de producción en el sector final, ligeramente modificada, que como recordare-
mos es: Y = HY L A x 1 - -
Sabemos que en este modelo (L) es constante, y en equilibrio también lo son (H Y) y (x).
Por tanto, aplicando logaritmos neperianos y derivando con respecto al tiempo, tal como
lo hemos hecho en otros modelos en ocasiones anteriores, tendremos que las derivadas de las
constantes son cero, y las de los logaritmos neperianos de las variables equivalen a su tasa de
crecimiento.
En consecuencia: Y / Y = A / A.
C 1 K 1 K K
C=Y- K
Y Y K Y
Teniendo en cuenta que en equilibrio la tasa de crecimiento del capital es constante, e
igual a la tasa de crecimiento del ingreso, nos encontramos con que todo el lado derecho de la
igualdad es constante. En consecuencia:
Ln C - Ln Y = Ln constante
dLnC dLnY dLncons tan te 1 dC 1 dY C Y
0
dt dt dt C dt Y dt C Y
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APÉNDICE
Hasta ahora en Romer no hemos hablado para nada de funcionales objetivo, ni restric-
ciones ni hamiltonianos, pero todo ello aparece en un apéndice, que no se explica en clase,
donde Romer se pregunta cuáles habrían sido los resultados si el análisis hubiese sido realiza-
do no desde la perspectiva individualista de maximización del beneficio, sino desde una pers-
pectiva de búsqueda del bienestar colectivo.
El entorno se parece bastante a lo que Lucas llamaba la senda óptima.
Dado que esta parte no aparece en el cuestionario sobre el que hay que responder en los
exámenes escritos, aquí el desarrollo será más rápido y esquemático, dando por supuesto que
el lector sabe de qué se está hablando, porque los análisis son básicamente parecidos a los que
ya se han estudiado en el Modelo AK y en el de Lucas.
C1 e - t dt
Se trata de maximizar t 0 1
Y C K A ( )H
= HA = =g
Y C K A ( )
H y tienen influencia positiva, pero tiene influencia negativa
Llamamos: Z = / ( + ), y dividimos el numerador y denominador por ( + )
H Z
g=
Z (1 Z )
Esta fórmula se parece a la deducida anteriormente, pero aquí (g) es mayor, ya que:
= Z / (1 - - ) Z = (1 - - )
Recordemos que en el monopolio: p = r / (1- - ), y que el factor [1 / (1- - )] es
margen en el que el precio supera a CM. Se supone que (1- - ) < 1
De ahí viene el que el excedente, reflejado en la tasa de crecimiento, sea menor con mo-
nopolio que en el óptimo social. Al crecer menos con monopolio, también HA es subóptimo.
Por otra parte ninguna empresa querrá financiar la investigación si no obtiene beneficios que le
permitan hacerlo. De ahí los subsidios públicos a la investigación en casos donde las empresas
no quieren comprometerse. Se genera una externalidad positiva como bien público.
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BIBLIOGRAFIA
Romer Paul M (1986) “Increasing Returns and Long-Run Growth”. Journal of Political
Economy. Vol 94, N° 5, pp.1002 - 1037
Romer Paul. M. (1991) “El cambio tecnológico endógeno”. El Trimestre Económico
pp. 441 - 480 (original de 1990).