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Emmanuel German

2016-0037

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA
MARIALIS CULTUS
La exhortación apostólica Marialis Cultus, fue escrita por el Papa Pablo VI, el 2 de febrero
del año 1974, en el XI aniversario de su pontificado, celebrando la fiesta de la Presentación
del Señor.
Esta exhortación esta dividida en tres partes, en las cuales, se entrelaza la importancia del
culto a la virgen maría dentro de la liturgia y el culto cristiano. El concilio vaticano II tomo
incapie en este tema sobre todo en la Lumen Gentium y la Sacrosantum Concilium sobre todo
en los numerales 66-67 y 103, con lo cual, mostrará como la figura de maría se refleja en la
liturgia, además de la figura de maría en la liturgia, también se ha tratado el tema del puesto
que ocupa maría en la iglesia. La iglesia a reconocido gracias al espíritu santo y la
experiencia secular la importancia que tiene la virgen maría en comunión con el mismísimo
salvador, su importancia para el culto cristiano y la sagrada liturgia, que constituye una fuerza
renovadora del pueblo cristiano.
Mas adelante se mencionan todas las celebraciones litúrgicas que tienen a maría como centro
junto a Jesucristo, ya ella está ligada o participo estrechamente del hecho cristológico, ya en
esta parte Pablo VI pone de manifiesto la armonía de la tradición y el culto mariano en la
iglesia como tal a base del concilio vaticano II e íntimamente asociada con él con el redentor.
La virgen es modelo de la iglesia en el ejercicio del culto ya que posee unos rasgos o
características que la identifican como madre de Dios, en las cuales la iglesia a profundizado
de manera exhaustiva y entrever el aspecto profundo de la relación entre maría y la liturgia,
así como la figura de maría como modelo de actitud espiritual, con lo cual la iglesia la a
conservado hasta el día de hoy.
Esas características son las siguientes:
-María la Virgen oyente
-María la Virgen orante
-María la virgen madre
- María la virgen oferente
La virgen oyente porque acoge la palabra de Dios. La virgen orante, porque ora a su hijo. La
virgen madre, porque engendro al hijo de Dios y finalmente la virgen oferente porque
presenta su hijo al templo. Todas estas actitudes de maría, han sido conservadas en la
tradición de la iglesia por ser modelo para el culto litúrgico y su eficacia en la vida del
cristiano.
A modo de conclusión podemos decir que pablo VI en esta encíclica, pone a relucir el
carácter litúrgico y la influencia de la virgen maría, y de cómo repercute en la vida de todo
cristiano, pero esto la virgen no se puede separar de la liturgia, ya que ella es la participe por
excelencia del hecho cristológico.

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