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Anonimo - Leyenda de Horus
Anonimo - Leyenda de Horus
ANTECEDENTES
Esta leyenda arranca mucho antes del nacimiento de Horus. Se podría decir
que su inicio se gesta cuando los dioses y hermanos Geb (Dios de la Tierra) y
Nut (Diosa del Cielo) cedieron el gobierno de Egipto a sus cuatro hijos, los
Dioses Osiris y Seth, y las Diosas Isis y Neftis.
Era costumbre la unión entre hermanos y hermanas para poder aspirar a una
mejor linea de sucesión al trono. Independientemente, no estaban mal vistas
las relaciones amorosas fuera de estos matrimonios de conveniencia, pero para
presentar un heredero al trono la primera regla era que el hijo nacido fuera de
la esposa legítima, y si ésta no podía concebir, el primer hijo nacido de
cualquiera de las concubinas o amantes. Pero un dato muy importante a tener
en cuenta era que, si en cualquier momento, aun habiendo nacido el
primogénito heredero, nacía un hijo del rey con su propia hermana, éste
sustituía automáticamente al primero en la sucesión legítima a la corona de
Egipto.
En el reparto de territorios que Geb y Nut hicieron entre sus hijos, el menos
satisfecho fue Seth, por lo que comenzó a enemistarse con su hermano Osiris,
su gran rival en el trono de Egipto. De estos cuatro hermanos, sólo Seth y
Neftis eran hijos naturales de Geb, pues Nut concibió a Osiris con su abuelo
Ra, y a Isis con el Dios Thot.
LA MUERTE DE OSIRIS
Seth por su parte para terminar con todos los problemas de sucesión, raptó a
Isis para obligarla a casarse con él, pero algunos dioses cansados de la actitud
de Seth, ayudaron a escapar a Isis. En su huida regresa a los pantanos y
encuentra gravemente enfermo por la picadura de un escorpión a su hijo
Horus. Sólo la ayuda del padre de Isis, el Dios Thot, logra salvar a Horus,
quien en secreto comienza a ser educado y preparado para llegado el
momento, vengar a su padre y recuperar su legítimo derecho a la corona de
Egipto.
Ofendido y burlado ante el resto de los dioses, Seth huye con ánimo de
revancha, mientras que Horus es aclamado como el nuevo soberano de Egipto.
Los problemas lejos de terminar, no han hecho más que empezar, pues Seth
comienza una guerra desde sus dominios asiáticos de devastadoras
consecuencias.
De las batallas que se iniciaron entre Horus y Seth nos han quedado
numerosos relatos como los que se pueden observar hoy en día sobre los
muros del Templo de Edfú, principal ciudad de culto a Horus en el antiguo
Egipto y donde según la leyenda guardaba su "disco alado", con el que libró
duros combates aéreos contra su odiado tío Seth.
Una batalla tras otra todo Egipto quedó bañado en un mar de sangre, donde
dioses y humanos lucharon codo con codo, una auténtica masacre que quedó
grabada en el recuerdo de los antiguos egipcios. Poco a poco Seth se fue
replegando en sus posiciones, y su derrota parecía próxima. Ante el acoso y la
superioridad de efectivos de Horus y sus aliados, Seth cayó por fin prisionero,
y fue llevado ante el Dios Ra, quien ordenó su entrega a Horus e Isis, para que
procediesen como creyeran conveniente.
Horus inició una orgia de sangre entre los compañeros prisioneros de Seth que
fueron capturados junto a él, dejando el ajusticiamiento de Seth para el final.
Pero ante la sorpresa de Horus, su madre Isis sintió lastima de su hermano
Seth y le dejó escapar. La furia incontenida de Horus se volvió entonces
contra su madre, a la que decapitó personalmente. Pero Thot le reinsertó de
nuevo la cabeza.