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ANÁLISIS ARTICULO 227 DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL

Artículo 237. PRUEBA PROHIBIDA.

1. Carecerán de eficacia probatoria los actos o hechos que vulneren las garantías procesales establecidas
en la Constitución de la República, en los convenios internacionales relativos a derechos humanos
suscritos y ratificados por Honduras, y en este Código. Carecerán también de eficacia probatoria cuando
sean consecuencia necesaria de tales actos o hechos y que no hubiera sido posible su obtención sin la
información derivada de ellos, sin perjuicio de la responsabilidad en que haya podido incurrir quien
obtuvo ilícitamente la información.

2. Cuando alguna de las partes entendiera que en la obtención u origen de alguna prueba admitida se han
vulnerado las garantías procesales fundamentales, habrá de alegarlo de inmediato, con entrega de copia,
en su caso, a las demás partes.

3. Sobre esta cuestión, que también podrá ser suscitada de oficio por el juez o tribunal, se resolverá en la
audiencia probatoria del juicio ordinario, y si se tratase de procesos abreviados, al comienzo de la
práctica de la prueba en la audiencia, mediante auto. A tal efecto se oirá a las partes y, en su caso, se
practicarán las pruebas pertinentes y útiles que se propongan en el acto sobre el concreto extremo de la
ilicitud.

4. Contra el auto a que se refiere el numeral anterior sólo cabrá pedir de inmediato al tribunal oralmente
su reposición y, si ello fuera denegado, se podrá interponer recurso de apelación junto con el que se
plantee contra la sentencia definitiva, previa protesta en el acto.

Es prueba prohibida o ilícita, cuando alguna parte entendiera que en la obtención u origen de alguna
prueba admitida se han vulnerado las garantías procesales fundamentales, habrá de alegarlo de inmediato,
con traslado, en su caso, a las demás partes. Igualmente de oficio podrá el tribunal resolver en la
audiencia probatoria, en los procesos ordinarios; y antes de empezar la audiencia en los procesos
abreviados. Se resolverá por auto.

La expulsión de la prueba ilícita o prohibida del proceso se realiza por medio de un ágil mecanismo de
denuncia de este tipo de pruebas y por medio de la inmediata resolución judicial. Por ello, tanto cuando
de oficio por el juez o por alguna de las partes entendiera que en la obtención u origen de alguna prueba
admitida se han vulnerado las garantías procesales fundamentales, habrá de alegarlo de inmediato. La
eliminación de las pruebas ilícitas y prohibidas del proceso, se realizará con contradicción y mediante
traslado, en su caso, a las demás partes, y se resolverá en la audiencia probatoria del juicio ordinario, y si
se tratase de juicios abreviados, al comienzo de la práctica de la prueba en la audiencia, mediante auto. A
tal efecto se oirá a las partes y, en su caso, se practicarán las pruebas pertinentes y útiles que se
propongan en el acto sobre el concreto extremo de la ilicitud. Contra el auto que resuelve la exclusión o
la admisión de alguna prueba tachada inicialmente de prohibida o de ilícita, sólo cabrá pedir de inmediato
al tribunal oralmente su rectificación y, si ello fuera denegado, se podrá interponer recurso de apelación
junto con el que se plantee contra la sentencia definitiva, previa protestad.

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