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Universidad Nacional
Evangélica

Nombres y apellidos:

Francisca Laureano Morillo, Paola A. Payano González, Dorca Yenifef


Acosta Samboy

Carrera:

Psicología Educativa

Matricula:

2016-3102216, 2016-3300809, 2017-3101091.

Materia:

Psicología Afectivo Sexual

Temas:

Delincuencias en Adolescente Juvenil

Profesor:

Darío Castillo Peguero

Fecha:

13/10/202
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INDICE

Contenido
I. INTRODUCCIÓN.....................................................................................................................3
II. La delincuencia adolescente juvenil...........................................................................................4
III. Las estadísticas de sometimientos policiales..........................................................................4
IV. La violencia:...........................................................................................................................5
V. Causas de la violencia:...............................................................................................................5
VI. Causas Biológicas de la violencia:.........................................................................................5
VII. Causas Psicológicas:...............................................................................................................5
VIII. Causas Sociales:.....................................................................................................................6
IX. El entorno familiar:................................................................................................................6
X. El individuo violento:.................................................................................................................6
XI. Concepto de delincuencia.......................................................................................................7
XII. La ley 136-03 articulo 223.....................................................................................................8
XIII. Las estadísticas Judiciales......................................................................................................8
XIV. LAS RESPUESTAS TRADICIONALES AL PROBLEMA DE LA DELINCUENCIA
JUVENIL...........................................................................................................................................9
XV. El endurecimiento de las penas:...........................................................................................10
XVI. La prevención antes que la represión:...............................................................................10
XVII. Los Programas Educativos...............................................................................................11
XVIII. Causas de la Delincuencia adolescente Juvenil................................................................11
XIX. Otras causas importantes:.................................................................................................12
XX. CONCLUSIÓN....................................................................................................................13
XXI. Recomendaciones:............................................................................................................14
XXII. Bibliografía:.....................................................................................................................15
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I. INTRODUCCIÓN
Sin lugar a duda, la delincuencia adolescente juvenil es un fenómeno muy representativo
desde el siglo pasado; la delincuencia adolescente juvenil es uno de los problemas que
crece cada día más, es una de las acciones socialmente negativa que va a lo contrario fijado
por la ley y las buenas costumbres creada y aceptadas por la sociedad.

La delincuencia adolescente juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad


pública de la sociedad, así mismo va contra las buenas costumbres ya establecidas por la
sociedad.

En los siguientes capítulos analizaremos brevemente las principales causas de la


delincuencia adolescente juvenil, cuando es realmente delincuencia adolescente juvenil y
las estadísticas judiciales de los últimos cuatro años en cuanto a la delincuencia adolescente
juvenil.
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II. La delincuencia adolescente juvenil


La delincuencia adolescente juvenil ha aumentado de manera alarmante en los últimos
tiempos pasando de ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social tanto
por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad cualitativa.

El termino delincuencia adolescente juvenil no tiene el mismo significado para todos.

Definen dos puntos de vistas, primero determinar la edad a partir de la cual se puede hablar
de delincuente adolescentes juvenil y el segundo que radica en determinar cuáles deben ser
los conductos que dan lugar a que se califique a un joven como un adolescente delincuente.
Por cuanto se hace a la edad en que podemos referirnos a la delincuencia adolescentes
juvenil, participamos del criterio de estimar como tales a los que cuentan con más de 14
años. El menor infractor lo podrá ser hasta los 14 años, a partir de ese límite se le debe
considerar como delincuente adolescente juvenil con el grado de responsabilidad ya
apuntado.

III. Las estadísticas de sometimientos policiales


Las estadísticas de sometimientos policiales a menores son alarmantes. Los números
indican que cada tres horas un adolescente es sometido a la justicia por cometer una
infracción a la ley penal.

En el periodo 2001-2004 se produjeron un total de 11,944 casos por diversos delitos, entre
ellos: robos, drogas, homicidios, violaciones, secuestro y atracos. Esta cifra representa el
10% de los homicidios anuales de Republica Dominicana.

En los 5 centros de atención integral de menores 42 adolescentes cumplen condena por


homicidio de los cuales 3 son niños.

En otro orden los menores son frecuentemente usados como mulas en la venta y
distribución o consumo de drogas. En el referido periodo, una cantidad de 1,101 (9%) fue
sometido a los tribunales por estas causas.

Las armas de fuego llegan con mucha facilidad a la mano de los menores, entre los años
2001-2004 se registraron 404 expedientes. Pero lo que más llama la atención es la cantidad
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de robos cometidos por los pequeños infractores, una cifra de 5,443 sustracciones en cuatro
años, el 45% de todas las infracciones, además de 129 atracos y 32 secuestros.

Por otra parte, las violaciones sexuales han dejado también sus numeritos, registrándose
316 casos. Cabe destacar otros medios de violencia que han marcado la lista de hechos en
que han participado menores, reseñándose 1679 riñas y agresiones físicas.

IV. La violencia:
La violencia consiste en la presión ejercida sobre la voluntad de una persona, ya sea por
medio de fuerzas materiales, ya acudiendo a amenazar para obligarle a consentir un acto
jurídico. La violencia es un elemento que se encuentra comúnmente en la delincuencia
juvenil y es uno de los factores que influyen a los jóvenes a cometer actos ilícitos llevados
por la violencia.

V. Causas de la violencia:
El fenómeno de la violencia es muy complejo. Hay muchas causas y están íntimamente
ligadas una a la otra y conllevan a la delincuencia de los menores. En general estas causas
se agrupan en biológicas, psicológicas, sociales y familiares.

VI. Causas Biológicas de la violencia:


Se ha mencionado al síndrome de déficit de atención, como una causa de problemas de
conductas que sumamos a la impulsividad que puede producir violencia.

VII. Causas Psicológicas:


La violencia se relaciona de manera consistente con un trastorno mental -en realidad de
personalidad- o trastorno antisocial de personalidad y su contraparte infantil el trastorno de
conducta.

El trastorno antisocial de la personalidad se establece entre los 12 y 15 años, aunque a


veces antes, y consiste en el comportamiento desviado en el que se violan todos los códigos
de conductas impuestos por la familia, la escuela, la iglesia, etc. El individuo actúa por el
impulso del momento y no muestra arrepentimiento por sus actos, estas violaciones
persistentes de las reglas se manifiestan como vandalismo.
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VIII. Causas Sociales:


La desigualdad económica es causa de que el individuo desarrolle desesperanza. Más
importante como causa social, es la llamada subcultura delincuente; hay comunidades,
barrios, etc. donde niños y niñas y adolescentes saben que para pertenecer a un grupo y
formar parte de su comunidad necesitan pasar algunos ritos de iniciación, entre los que se
encuentran: Robar, asaltar o quizás cometer una violación.

IX. El entorno familiar:


En la familia, los dos factores que con más frecuencia se asocian al desarrollo de la
violencia son tener familiares violentos y/o que abusen de sustancias prohibidas. Un
entorno familiar destructivo potencia las predisposiciones congénitas que algunos
individuos tienen frente a la violencia y por si misma producen individuos que perciben a la
violencia como un recurso para hacer valer sus derechos dentro de la familia.

X. El individuo violento:
En los individuos violentos vemos la interacción de los trastornos ya mencionados, por
ejemplo, en los delincuentes crónicos se encuentran varios o todos los siguientes rasgos:

Sociabilización pobre como niños: Pocos amigos, no conservan las amistades, no tienen
lazos afectivos profundos, etc.

Poco supervisado o maltratado por sus padres: Los dejan solos, a su libre albedrío y
cuando están presente entonces lo maltratan.

Sensaciones de formas continuas; desde chicos ya son “niños problemas” y los mecanismos
de control social no tienen gran influencia en ellos.
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 Manejan perjuicios como parte de su repertorio

 Abusan del alcohol.

 Nunca han estado seriamente involucrados en una religión.

 Carecen de remordimiento o pretenden elaborar la culpa y así evitarlo.

 Evitan asumir responsabilidades de sus actos construyendo casi siempre una


pantalla o justificación.

XI. Concepto de delincuencia


Delincuencia: conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometida contra el orden
público.

Esta definición permite distinguir entre delincuencia (cuyo estudio a partir de una
definición dada de legalidad considera la frecuencia y naturaleza d los delitos cometidos) y
criminología (que considera la personalidad, motivaciones y las capacidades de reservación
del delincuente) Visto el concepto de la delincuencia resulta necesario delimitar el adjetivo
juvenil, es decir ¿Cuándo la violencia es juvenil? Por dentro del campo de las ciencias
penales viene entendiéndose por delincuencia juvenil la llevada a cabo por personas que no
han alcanzado la mayoría de edad, mayoría de edad evidentemente penal.
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XII. La ley 136-03 articulo 223


La ley 136-03, Código para el Sistema de Protección y los Derechos de Niños, Niñas y
Adolescentes, artículo 223 dice: “Los niños y niñas menores de 13 años en ningún caso son
responsables penalmente, por lo tanto, no pueden ser detenido, ni privados de su libertad, ni
sancionado por autoridad alguna.” Muchos menores cuando se les pregunta la edad se
quitan los años, “yo tengo menos de trece” dicen, como si conocieran el artículo referido
del Código. En muchos casos estos niños son asesorados por los mayores quienes los
utilizan a sabiendas de que la policía no le puede someter a la justicia.

XIII. Las estadísticas Judiciales


Estas no siempre coinciden con las policiales por la razón de que muchos expedientes
llegan a los tribunales por vía directa del Ministerio Publico. Sin embargo, existen varias
semejanzas.

En el 2002 en los tribunales de primeras instancias de niños, niñas y adolescentes


recibieron una cantidad de 2,395 expedientes; el 45% (1,095) de ellos corresponden a
infracciones de robo, casi lo mismo aconteció en el 2003, los expedientes que entraron
ascendieron a 2,416, e igual que el año anterior el 45% (1,125) por robo.

Los tribunales del Distrito Nacional, Santiago, San Cristóbal, Puerto Plata, San Pedro de
Macorís y La Romana concentran el 75% del total de los casos.

Las estadísticas judiciales del año 2004 son similares a las de los periodos anteriores. Para
el 2005 hasta el mes de junio un total de 308 adolescente se encontraban en los centros de
detención; 98 en el Instituto Preparatorio de Menores La Vega, 103 en el Instituto
Preparatorio de Menores San Cristóbal, 22 en el Instituto de Menores Salomé Ureña en
Villa Juana, 40 en el Centro de Evaluación de Menores Cristo Rey, 45 en el Centro de
Najayo.

En total son 308 adolescentes por infracciones tales como:

Atracos 17

Homicidio 42

Robo 125
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Violencia Sexual 26

Drogas 30

Armas ilegales 15

Riñas 28

Otras 25

Total 308

Independientemente de la entrada en vigencia de una nueva legislación (Ley 136-03) los


números no reflejan una disminución de los expedientes penales que involucran a los
menores.

Ante el cúmulo de expedientes, la violencia que azota Rep. Dom. Se incrementa muy
rápidamente sin que a la fecha se conozca plan alguno que garantice en lo más mínimo la
baja de sus índices.

XIV. LAS RESPUESTAS TRADICIONALES AL PROBLEMA DE LA


DELINCUENCIA JUVENIL
Dentro del marco constitucional y en forma bastante moderada, algunos sectores (dentro de
los cuales se ubican en su mayoría los mismos órganos represivos del Estado y los
Tribunales, así como los medios de comunicación colectiva) proponen las “soluciones”
tradicionales al problema de la delincuencia juvenil.

Estas respuestas están inspiradas en la idea de “endurecer” el sistema penal dentro de los
límites constitucionales, con algunas medidas que son las que siempre se han utilizado con
mayor frecuencia para combatir la criminalidad
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XV. El endurecimiento de las penas:


Una de las respuestas que solemos encontrar con mayor frecuencia para combatir la
criminalidad en general, es la de aumentar y fortalecer la dureza de las penas previstas en el
Código Penal y leyes especiales, con la esperanza de que constituyan una forma de
desestimular la conducta proclive al delito. Los penalistas denominan ésta la función de
prevención general o intimidación, reservada a la pena incluida en el tipo penal.

Si bien en materia de menores los montos de la pena de prisión previstas en cada figura
delictiva no tienen aplicación directa, la verdad es que siempre tiene alguna incidencia
porque los tribunales de menores tienden a establecer el tipo de “medida tutelar” en
proporción a la gravedad del hecho y a la gravedad de la pena prevista para los adultos en la
ley, más que a las necesidades de tratamiento y atención que requiera el menor.

De acuerdo con esta idea, las personas (menores) no van a cometer hechos delictivos si la
pena prevista en la ley para esos delitos es dura y grave. Se tiene la creencia que existe una
relación directa entre cantidad y gravedad de la pena por un lado y no inclinación hacia el,
delito. En realidad, no existe una relación directa entre gravedad de la sanción y
desestimulo del hecho.

XVI. La prevención antes que la represión:


Esta parece ser la regla básica en materia de menores, a la que debiéramos dedicarle
mayores esfuerzos institucionales. La mejor manera de prevenirse contra la delincuencia
juvenil es la de impedir que surjan delincuentes juveniles, para lo cual se requieren
adecuados programas de asistencia social, económica, educacional y laboral.

Es obvio que debemos prevenir la delincuencia juvenil, y en esto no creo que haya
disidentes. El problema está en ver si estamos dispuestos a intentarlo, y más aún, a
transformar ese deseo en una verdadera política de gobierno en todas sus implicaciones,
pues requiere de la participación de una gran cantidad de sectores, tanto públicos como
privados. La prevención verdadera implica el desarrollo de políticas y programas que
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permitan una mayor distribución de la riqueza, más adecuados programas de asistencia


social, el fortalecimiento de la educación en todos los niveles como una prioridad,
oportunidad de trabajo, en fin, mejores oportunidades de vida en todos los sentidos y para
todos.

XVII. Los Programas Educativos.


Para las autoridades de la Procuraduría General de la Republica responsables de dirigir el
Sistema de Atención Integral de los Adolescentes en Conflictos con la Ley Penal,” los
muchachos malos” no son tan malos. La Dra. Ana María Hernández Pimentel, directora
nacional de los centros de atención, dice confiar en el extraordinario trabajo que realizan a
favor de los jóvenes que delinquen. “Para nosotros la mayoría de esos menores pueden
cambiar sus vidas. Hay que ver como que aplicamos, se comportan de manera ejemplar”.

De igual modo opina otra funcionaria de la Procuraduría, la psicóloga Ramona Coronado,


Coordinadora de la Unidad de redes de Apoyo. Con tono de pedagoga expresa: “Todos
tenemos derecho a cambiar, fundamentalmente los adolescentes que están en un periodo en
transición. Si comenzamos a trabajar en el seno de la sociedad atacando el problema por la
raíz, de seguro que las cosas deben cambiar, porque como decía Bernes: Nacemos príncipes
o princesas, pero a veces, el medio o la falta de educación nos convierte en sapo. A la
mayor cantidad de esos jóvenes nadie los quiere. Son víctimas de víctimas, rechazados por
todo el mundo. Nosotros tratamos de sembrar valores en ellos, principios, disciplina y
amor”.

XVIII. Causas de la Delincuencia adolescente Juvenil


Las causas esenciales de la delincuencia juvenil son:

 Factor Personal: consiste en las anormalidades mentales (idiocia, imbecilidad y


retardo), la psicopatía, la psicosis, las desviaciones psíquicas y demás enfermedades
mentales, que se encuentran en la mayor parte de los jóvenes delincuentes.
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 Factores Sociales: estos resultan del ambiente familiar o extrafamiliar; esto es,
hogar y medio social.

XIX. Otras causas importantes:


 La falta de una política educativa pendiente a educar y a orientar a los jóvenes hacia
un camino correcto en vía al futuro.
 Los medios de comunicación que a diario acceden y transmiten antivalores, que van
destruyendo la moral y la cultura y hacen a nuestros jóvenes que cambien de
actitud, para así adoptar una transculturación que va poco a poco destruyendo los
principios y valores tanto éticos como morales.
 La falta de una política de empleo y oportunidades, que le permita a nuestra
juventud poder satisfacer sus necesidades de una manera licita, sin la necesidad de
recurrir a medios delictivos.
 La descomposición social de las familias.
 El abandono por parte de los padres, con los hijos. No comunicación.
 Consecuencias de la Delincuencia Juvenil
 El desequilibrio mental es una de las consecuencias mayores que puede dañar a
nuestros jóvenes.
 El contagio de enfermedades mortales, como lo es el VIH.
 La destrucción de la vida misma.
 La desintegración familiar o deterioro del núcleo familiar.
 La promiscuidad sexual y falta de moral.
 Las muertes prematuras por causa de riñas callejeras.
 La inseguridad en las calles y barrios.
 Dan al país y a la ciudad que posee este problema, una imagen de ser un lugar poco
educado, inseguro, por consiguiente, no apto para vivir o visitar.
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XX. CONCLUSIÓN
La delincuencia juvenil es uno de los mayores problemas sociales actualmente. Una gran
parte de nuestra juventud esta podrida. La mayor parte de los actos delincuenciales son
cometidos por menores. No nos extraña escuchar a alguien al momento de relatar un atraco
del que ha sido víctima, decir “Fueron dos carajitos los que me atracaron”.

Las estadísticas crecen cada día más, lo que muestra que no se logra nada con las medidas
tomadas hasta ahora. Sería difícil hablar de mejorar las causas, por ejemplo, sociales,
debido a la desigualdad económica del país.

Debemos tratar de encontrar por lo menos una forma de mejorar, para poder reducir la
delincuencia juvenil, trabajar para el futuro de nuestro país. Nuestros jóvenes futuros
hombres y mujeres del mañana necesitan soluciones para corregir lo que aún se puede.
Estos jóvenes delincuentes normalmente no tienen buenos finales.

Es obvio que debemos prevenir la delincuencia juvenil, y en esto no creo que haya
disidentes. El problema está en ver si estamos dispuestos a intentarlo, y más aún, a
transformar ese deseo en una verdadera política de gobierno en todas sus implicaciones,
pues requiere de la participación de una gran cantidad de sectores, tanto públicos como
privados.

La prevención verdadera implica el desarrollo de políticas y programas que permitan una


mayor distribución de la riqueza, más adecuados programas de asistencia social, el
fortalecimiento de la educación en todos los niveles como una prioridad, oportunidad de
trabajo, en fin, mejores oportunidades de vida en todos los sentidos y para todos.

En tal sentido afirmamos que, si comenzamos reestructurando la sociedad iniciando por el


núcleo de todo que es la familia, podemos conseguir disminuir al auge de la delincuencia
existente en nuestros jóvenes.
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XXI. Recomendaciones:

La importancia de esto radica en la atención y comunicación por parte de los padres y/o
tutores con sus hijos, asignarles actividades y tareas para crear en cada joven hábito de
responsabilidad. Dejarle a cada uno su espacio tanto de recreación como de socialización,
observando cuidadosamente lo que hace y con quienes se relaciona el joven que está bajo
su cuidado.

La fomentación de actividades deportivas, que suele ser la mejor alternativa tanto física
como mental, para canalizar toda la energía que posee un joven en su adolescencia o
pubertad.

Hablarles bien claro a los adolescentes sobre las consecuencias que les traería en su vida y
futuro el cometer actos delictivos.

Conocer, cada padre, las amistades de sus hijos, pero sobre todo dar confianza a sus hijos
para que estos no oculten problemas que los pueden llevar poco a poco a caer en vicios o
decisiones erróneas.
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XXII. Bibliografía:
https://html.rincondelvago.com/delincuencia-juvenil-en-la-republica-dominicana_1.html

https://www.psicologiacientifica.com/violencia-juvenil-factores-de-riesgo-republica-
dominicana/

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