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gracias al
Conservación de la naturaleza
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Conservación de la naturaleza
dejan de producir frutos, no tienen ban ma. Suelen producir flores muy llamati
cos persistentes de semillas y, por tanto, vas que cubren de colores brillantes las
corren el riesgo de extinguirse localmen zonas recién quemadas. Esta floración y
te. La llegada de un incendio mata todas fructificación masiva provoca un sacia
las plantas adultas , pero produce la aper miento de los granívoros y aumenta el
tura simultánea de los conos y una dis reclutamiento de las plántulas. La mayor
persión masiva de semillas, sembrando el parte de las geófitas comienza a producir
suelo cubierto de cenizas. En esas condi hojas después del fuego y florece en la
ciones, los roedores han sido diezmados siguiente primavera (floración de tipo
y el riesgo de predación es bajo, estable sinantia). Otras geófitas son capaces de
ciéndose así una nueva cohorte de plán florecer inmediatamente después del
tulas. Se puede decir, pues, que estas pro incendio, antes del crecimiento de las
teáceas serotinas dependen de los fuegos hojas. Este fenómeno de histerantia pare
para su persistencia. Además, sus ciclos ce más evolucionado y les permite redu
están acoplados a una frecuencia de cir la competencia por los polinizadores.
incendios superior a los 15 años, que les
permite madurar y reproducirse, pero
menor a los 45, cuando comienzan a
senescer.
El fuego es un
Las plantas 'rebrotadoras ' pueden so proceso clave que
brevivir al fuego y crecer rápidamente a determina la
continuación, a partir de las reservas de
yemas y de nutrientes. Algunas especies, composición florlstica
como Protea nítida. son capaces de y la estructura
rebrotar a partir de yemas protegidas bajo
su regeneración depende del banco de una corteza gruesa en troncos y ramas delfynbos
semillas. (yemas epicórmicas), una estrategia
Aunque estas últimas cuentan con un similar a la del alcornoque. Otras espe
número de especies inferior a las 'rebro cies vuelven a brotar a partir de las Por otra parte, es frecuente encontrar
tadoras', constituyen la mayor parte de la yemas en una cepa subterránea. plántulas de árboles en las manchas de
biomasa de la comunidad. Así, en su Después de un incendio no se observan fynbos, por ejemplo del acebuche suda
mayoría, los brezos sudafricanos, al con muchas plántuJas de especies 'rebrotado fricano (Olea europaea subsp. aji-icana).
trano que los euromediterráneos, son ras', ya que, en general , deben asignar los Sus frutos carnosos son dispersados por
incapaces de rebrotar tras el incendio. escasos recursos adquiridos en este medio las aves desde bosques próximos hasta
Producen grandes cantidades de semillas pobre al crecimiento de la cepa y de la cor sus posaderos en los arbustos más altos
pequeñas que se van acumulando en el teza más que a la producción de semillas. del fynbos . Las condiciones favorables
suelo hasta que un nuevo fuego induce la Las geófitas son plantas herbáceas que de sombra y hojarasca favorecen su ger
germinación masiva del banco. El humo rebrotan a partir de un bulbo o de un rizo minación y el crecimiento de las plántu ~
parece jugar un papel importante en la
rotura de la dormición de estas semillas ; I
de hecho, la utilización de humo o agua 1
ahumada para estimular la germinación (]
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_ Fynbos
de las; sin embargo, los fuegos periódicos estudios posteriores sobre las relaciones El conocimiento de las respuestas de
da impiden su establecimiento y frenan entre las plantas y el fuego, y en especial las plantas al incendio y el clima propicio
w ). constantemente la colonización del fyn sobre la estrecha dependencia de las pro de diálogo ha facilitado la implantación
por bos por el bosque. De hecho, las manchas teáceas serotinas, cuestionaron estas rígi de una política de gestión con quemas
Ista de bosque afromontano persisten sólo en das medidas de protección. Así, a partir controladas, aparentemente agresiva,
Itas las zonas menos afectadas por los fuegos, de los años sesenta se ha establecido un pero que ha permitido la conservación y
)les como arroyos, riberas, quebradas y pedri consenso entre científicos y gestores recuperación de un sistema tan dinámico
~er zas, únicos refugios del bosque templado sobre la necesidad de contar con el fuego y frágil como el que domina en la región
ltu- plioceno. como herramienta imprescindible en la del Cabo. Este ambiente distendido de
gestión del fynbos. comunicación se materializa cada año en
FUEGO y CONSERVACIÓN
Durante siglos, los San o bosquimanos
ocuparon gran parte del territorio sudafri
cano. Eran cazadores-recolectores y uti
lizaban el fuego para inducir el creci
miento de algunas geófitas con bulbo
comestible, como las watsonias, o para
facilitar la caza. Posteriormente, fueron
desplazados por los Khoi-khoi u hotento
tes, que eran pastores y también quema
ban elfynbos, en su caso con la finalidad
de mejorar la producción de forraje para
el ganado.
Asimismo, los colonos europeos ges
tionaban sus ranchos con ayuda del
fuego, en parte utilizando técnicas hoten
totes para obtener una rotación de man
chas en regeneración con mayor valor
forrajero.
A principios de este siglo hubo pro
puestas para terminar con estas prácticas
de quema controlada y establecer una
política de conservación delf}'nbos. Pero
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e
la
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le
te estocástico de los fuegos naturales, que ordenador personal y mediante el progra cinante fuegodependencia de las proteá
la además se completa con incendios progra ma almacena, recupera y analiza los ceas serotinas-, y requiere de un tipo de
:e mados. datos de los incendios ocurridos en la gestión muy específica.
01 Hay que di stinguir cuatro tipos de ges zona. Además, puede presentar de forma Pero sí creemos que se pueden sacar
y tión : la exclusión total de incendios, gráfica el progreso del régimen de fue algunas enseñanzas generales de esta his
n cuando la vegetación es inmadura o exis gos. De esta manera, aquel gestor que toria. En primer lugar, que un programa
na ten riesgos de daños a propiedades ; de gestión de la biodiversidad debe estar
n incendios permitidos, siempre que se basado en el conocimiento de la ecología
produzcan en una estación del año ecoló y evolución de las especies más sensi
gicamente aceptable; incendios priorita Las prácticas bles. En segundo lugar, que las perturba
rios, cuando la vegetación se aproxima a de 'corta y quema' ciones recurrentes forman parte de la
la senescencia; e incendios necesarios dinámica natural de la vegetación y que
para el mantenimiento de zonas de bajo de especies la vegetación clímax es una entelequia no
combustible que eviten la propagación exóticas pueden siempre perseguible. Por supuesto, es
de fuegos incontrolados. necesario conocer previamente la res
Un caso de protección extrema son eliminar puesta de las plantas para poder planifi
las denominadas 'zonas de fuego natu car la intensidad y frecuencia de pertur
ral ', donde se evita interferir el avance de
semillas y plantas baciones controladas, como roza , quema
los fuegos causados de forma natural autóctonas o pastoreo. Por último, habría que desta
-generalmente por rayos durante las car la importancia de una estrecha cola
tormentas de otoño-, pero se controlan boración entre científicos y gestores para
rápidamente los que tienen origen huma diseñar una política de conservación de
no. Es una medida que pretende mante quiera maximizar la biodiversidad puede la biodiversidad . :::1
ner en estas reservas el régimen natural tomar decisiones sobre una programa
de intensidad, frecuencia, estacionalidad ción de incendios que genere un mosaico
y tamaño de los incendios que permita la de edades de vegetación o mayor variabi BIBUOGAAFIA GENERAL
continuidad de los procesos ecológicos y lidad en la estacionaJidad de los fuegos. Bond. W.J. y van WlIgen, B.W. 1996. Are and
evolutivos que han originado la extraor En el caso de un incendio fortuito, podrá Plants. Chapman & Hall. Londres.
dinaria biodiversidad del fynbos. evaluar si debe ser controlado inmediata Cowling, R. (ed.) 1992. The ecology of Fynbos.
Oxtord Unlverslty Press. Ciudad del Cabo.
Recientemente se ha puesto a punto un mente o dejar que se propague hasta Cowllng , R. y Richardson, D. 1995. Fynbos.
método informatizado que, basado en cubrir una superficie determinada. Fernwood Press, Vlaeberg.
sistemas de información geográfica, Para finalizar, queremos aclarar que la Van WlIgen. B.W., Rlchardson, D.M., I<ruger, F.J. y
genera mapas temáticos de las edades experiencia de la gestión del fynbos van Hensbergen. H.J. (eds.) 1992. Fire In Soulh
African mountaln Fynbos. Splinger-Verlag . 6erHn.
postincendio de cada mancha, de la dis mediante quemas controladas no es
Van WlIgen. B.W., Rlchardson , O.M. y Sevdack,
tribución y densidad de las plantas inva directamente aplicable a otras comunida
A.H.W. 1994. Managlng fynbos for biodlversíly:
soras, de la localización de especies raras des vegetales de tipo mediterráneo. La conslrainls and oplions in a fire-prone environ
y de los riesgos de daño. El gestor de historia evolutiva del fynbos es muy sin ment. Soulh African Journal o( Sc;ence 90: 322
campo tiene toda esa información en su gular -como refleja , por ejemplo, la fas 329.
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