Garrotillo

Esta enfermedad de la población adulta, reconocida en la medicina

tradicional de varios grupos indígenas del país, se caracteriza por el
intenso dolor de cabeza que presenta el paciente, lo que provoca que
sus ojos enrojezcan y le lloren "pura agua fría", impidiéndole ver;
además, siente "como arena por dentro" de los ojos, no duerme y
pierde el apetito. La afección se produce cuando el sujeto recibe
mucho calor en la cabeza, por ejemplo cuando se asolea, razón por la
cual el garrotillo es más frecuente en tiempo de secas, ya que
durante ese periodo "el sol pega más fuerte".

El intenso dolor de cabeza que siente el enfermo hace que el

tratamiento deba iniciarse a la brevedad posible. Se hace una
maceración de siete puntitas de albahaca en alcohol, y se le frota la
cabeza, en especial la región de las sienes; enseguida, "se le jala el
pelo hasta que truena", y luego se le cubre la cabeza, ya que la
terapia hace "sudar frío a la persona". La curación se debe hacer por
dos noches consecutivas, durante las cuales el enfermo debe dormir
con la cabeza cubierta (V. tronar el garrotillo).

El garrotillo es una dolencia rebelde a los tratamientos y puede tardar

hasta un año en ceder. Si el paciente no recibe la terapia indicada,
"se va enflacando porque no come y no duerme", y puede morir.